¡MENUDAS VACACIONES!

Inmaculada García

Lucía Sánchez

Alumnas CEIP” Miguel Delibes” EPO 6º B

Érase una vez una familia que no era ni pobre ni rica. Sus padres buscaban un lugar para irse de vacaciones porque sus hijas Beatriz y Violeta habían sacado muy buenas notas y se comportaban muy bien, mientras que Miguel, su otro hermano, se portaba fatal e igual se quedaba en casa de su abuela.

Sus hijos estaban deseando que sus padres viniesen para que les dijeran a dónde se iban de vacaciones. Cuándo sus padres vinieron les dijeron que se iban a New York. Sus hijos se llenaron de alegría y empezaron a saltar. Miguel se torció el tobillo. Por la tarde le llevaron a urgencias porque le dolía mucho. Finalmente se tuvo que quedar en casa de la abuela.

Amaneció un hermoso día, aunque el ambiente era un tanto húmedo. La abuela vino a recoger a Miguel.

Los padres y las hermanas se dirigían al aeropuerto. Papá iba como un rayo y el coche echaba mucho humo. Ya en el aeropuerto todos nos tranquilizamos un poco, a pesar de que el ambiente estaba un poco cargado. Beatriz y Violeta estaban muy contentas pero con la espera se aburrieron y se fueron a dar una vuelta. Por el camino vieron muchos pasillos pero uno era más largo que los demás. Al fondo del pasillo ponía una señal de prohibido, pero ellas decidieron entrar, ya que querían vivir una aventura. Al entrar había que subir unas escaleras hasta llegar a la torre de control. Abrieron la puerta y allí se encontraban dos hombres que llevaban puestos cascos en las orejas.

Nadie se dió cuenta de que habían entrado. Estuvieron observando la habitación; entonces a las dos les atrajo un enorme botón rojo que ponía danger con un rayo dibujado. Se abrió la tapa debido a que una ventana estaba abierta y las dos tocaron el botón a la vez. Un avión que iba a despegar se estrelló contra los árboles.En ese momento los dos señores se dieron cuenta de que las dos niñas habían tocado el botón de emergencia.Los cuatro bajaron las escaleras corriendo y Beatriz casi se cae. Menos mal que Juan, uno de los hombres, la agarró.Al salir a la pista descubrieron que no era un avión sino que era una avioneta de prácticas, con lo cual se quedaron más tranquilos ya que no había muerto nadie.

- ¿Pero os dais cuenta de lo que habéis hecho? ¿Dónde están vuestros papás?

-Lo sentimos mucho, no sabíamos lo que podía pasar. Para nosotras ha sido como un juego.

En ese momento aparecieron sus papás muy asustados. También llegaron los bomberos, había mucho humo. En ese momento se dieron cuenta de que gracias a que habían pulsado el botón de emergencia los bomberos habían llegado rápidamente, y que realmente ellas no habían tenido nada que ver con el accidente de la avioneta.

Con todo el lío no se dieron cuenta de que su avión ya había despegado. Tuvieron que ver cual era el próximo avión en salir y mientras tanto se tuvieron que quedar en el restaurante del aeropuerto a comer.

Beatriz y Violeta casi no comieron, ya que no paraban de contar lo que había pasado una y otra vez.

Por fin pudieron embarcar y el avión despegó. Jacobo, el papá, se sentó al lado de la ventana. Había comenzado a llover y el avión estaba húmedo por fuera.

Después de dos horas de vuelo comenzó una tormenta. Había muchos rayos y todos lo empezaron a pasar un poco mal. El hermoso día se había chafado un poco.

-No tengáis miedo, que no es nada, enseguida pasará la tormenta de rayos-les decía su mamá, aunque ella también lo estaba pasando mal aunque no lo decía para que no se asustasen.

El ambiente dentro del avión era demasiado tenso; sin embargo, las azafatas intentaban calmar el ambiente sacando unos refrescos. Esto tranquilizó un poco a la gente.

La mamá no paraba de mirar el reloj. Por fin la hora prevista para aterrizar se aproximaba.

Cuando llegaron todos bajaron rápidamente del avión; en New York hacía un hermoso día, un poco húmedo pero con muy buena temperatura. Cogieron un taxi que les condujo como un rayo por las calles de New York hacia el hotel. Había mucho humo debido a la cantidad de coches que circulaban por las calles.

-¡Qué chulada, papá, mira que edificios más altos! Ya podía estar aquí Miguel, le iba a encantar- dijo Violeta.

-Tenemos que sacar muchas fotos para enseñárselas, ¡qué envidia le va a dar!- dijo Beatriz.

La familia se fue al hotel porque estaban muy cansados. Al llegar al hotel dejaron las maletas en la habitación y se tumbaron en la cama. A las siete se pusieron el traje de baño cogieron las toallas y se fueron a la piscina del hotel. Al llegar allí la madre les contó que tenían todo incluido, con lo cual podían pedir lo que quisieran. Se metieron en la piscina y se estuvieron jugando todo el día.

Al día siguiente todos juntos se fueron a visitar la gran ciudad, los museos, las calles, las luces de la noche, los rascacielos, y como no, también visitaron la estatua de la libertad.

-Sácame aquí una foto junto a ella, que quiero llevarla a clase y enseñársela a mis compañeros - dijo Violeta.

Llegó el décimo, día nadie se quería ir pero el avión salía y se tuvieron que montar. Tuvieron un largo viaje y algunas tormentas con rayos se veían a lo lejos. Pasaron de nuevo la tormenta pero con mas calma. Volvieron a sacar las bebidas y el ambiente se calmó. Al llegar allí, Miguel que ya estaba bien le dieron un fuerte abrazo, y les contaron toda su aventura.Le habían traído muchos regalos pero lo que más le gustó fue un folleto que decía:

"EL PRÓXIMO VERANO TIENES RESERVADA UNA PLAZA PARA IR AL CAMPAMENTO DE GRANADA".

Empezó a saltar pero con más tranquilidad no sea que se vuelva a romper el tobillo.Cenaron y se fueron a la cama, su madre María acostó a Miguel y su padre a las niñas.Su madre le dijo que le habían echado mucho de menos.

Comenzó el colegio el día 13 de septiembre, no querían ir pero su madre les obligó a ir.

Al llegar al colegio se olvidaron de que no querían ir y se pusieron a hablar con sus amigos y amigas. Entraron a clase y la profesora les dejó sentarse donde más les gustara. A continuación cada uno de los niños fue contando todo lo que había hecho aquel verano. Había historias alucinantes, pero la más divertida fue la de Julia, ¡¡¡había visitado un volcán y este había entrado en erupción!!!. Pero....lo vió desde un avión. El volcán debía de echar mucho humo, pero muy poca lava.

-¿Cómo era? ¿Qué se veía?- preguntó Jorge

-¿Te daba miedo?- preguntó Sofía

-Era precioso, no os lo podéis imaginar- nos contó Julita.

La profesora les mandó sentarse ya que el ambiente se estaban alborotando demasiado.

Comenzó el curso nuevo lleno de ilusiones, pero también con muchas tareas. Pero no les importó demasiado ya que por la tarde hubo una gran tormenta con muchos rayos y truenos.

Por la tarde Beatriz, Violeta y Miguel contaron todo lo que habían hecho en el colegio. Su madre se quedó asombrada por lo del volcán pero se tranquilizó cuando le dijeron que ella estaba montada en un avión.

Comenzó un nuevo día aunque en el colegio ya mandaban bastante tarea, así todos los días.

Llegó el invierno la Navidad se acercaba y las vacaciones también. Una mañana se despertaron los dos se asomaron a la ventana y, estaba nevando. Cogieron la ropa de invierno y salieron a jugar a la calle: hicieron muñecos de nieve, tiraron bolas de nieve a sus amigos...

Llegó el día de Reyes y los tres estaban entusiasmados no se podían dormir estaban nerviosísimos. Llegó el día siguiente, los tres entratron rápidamente en el salón, y abrieron los regalos como autenticas fieras.

-¡Mira mamá, mira lo que me han traído los Reyes que chulo! Dijo Beatriz entusiasmada.

El curso se pasó rapidísimo y parecía que íbamos de vacaciones en vacaciones.

Las vacaciones de verano, Miguel se fue a su campamento como habían previsto, pero la aventura que les pasó es otra historia.

Cuento realizado con las palabras:HÚMEDO-AMBIENTE-RAYO-HUMO-HERMOSO