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MATERIALES DE FORMACIÓN SINDICAL
Trabajadoresy sindicatos en elcontexto económiconacional e internacional
www.trabajo.gob.ar
Subsecretaría de Programación Técnicay Estudios LaboralesAv. Leandro N. Alem 628, piso 2 (C1001AAO) CABATel. (011) 4310-5764
Programa de Apoyo a la Formación SindicalAv. Leandro N. Alem 638, piso 12 (C1001AAO) CABATel. (011) 4310-5885E-mail: [email protected]
MERCADO DE TRABAJO Y POLÍTICAS DE EMPLEO
StaffPublica
Programa de Apoyo a la Formación Sindical
Colaboró: Agustín Rojo
Contenidos
Subsecretaría de Programación Técnica y Estudios Laborales
Colaboraron: Soledad Villafañe, directora de Estudios y Coordinación
Macroeconómica y Héctor Palomino, director de Estudios
y Relaciones del Trabajo
Edita: Dirección de Prensa y Comunicaciones
Director
Gustavo Villafañe
Coordinación: Ezequiel Salas. Área Comunicaciones: Silvina Bruno,Ezequiel Asquinasi. Área Estilo Editorial: Rodolfo Loiacono,Enrique Salvino, Ana María Taibo. Área Diseño: Coordinadoras:María Laura Bukvic, María Cecilia Sabic. Equipo: Melina Bevilacqua,Ximena García, Nicolás Stilman.
noviembre de 2013
AutoridadesMiniStro DE trAbAjo, EMPlEo y SEguriDAD SoCiAlCarlos Tomada
Subsecretaria de Programación técnica y Estudios laboralesMarta Novick
Coordinador de Apoyo a la Formación SindicalRicardo Gringras
Materiales de Formación Sindical
Mercado de trabajoy políticas de empleo
Desde el año 2003 viene aplicándose en la Argentina un conjunto de políticas que, en líneas generales, busca recuperar la autono-mía para determinar y consolidar un perfil de crecimiento estable y sostenido a tasas ele-vadas. Un crecimiento que genere empleo de calidad y permita recuperar tanto los salarios como la participación de los trabajadores en
el PBI para, de ese modo, reducir la pobreza y mejorar los índices de desigualdad.
El presente material analiza estas políti-cas ubicándolas en el contexto económico internacional y mostrando su impacto en la situación de la clase trabajadora y en el pro-tagonismo de las organizaciones sindicales.
Mercado de trabajo y políticas de empleo6
Materiales de Formación Sindical
La situación de nuestro país en los últimos
años (2010-2013) no se puede separar de
la crisis económica internacional desatada
en 2008, que todavía no presenta signos
sostenidos de reversión. Esta crisis tuvo
su detonante en el mercado de hipotecas
inmobiliarias en Estados Unidos, aunque
sus causas se remontan a varias décadas
atrás, y su alcance se extendió rápidamente
más allá de las fronteras de ese país hasta
afectar al sistema financiero global.
La disminución en la oferta de crédito y la
imposibilidad de pago de los créditos ya
otorgados afectaron a la economía real e
hicieron colapsar los flujos de comercio
internacional, lo cual derivó en una crisis
global de la producción y el empleo. No se
encuentran antecedentes de una crisis de
esta magnitud desde el año 1929.
Veamos más en detalle el proceso que
derivó en esta debacle. La crisis puso en
El ContExto intErnACionAl
Londres, Octubre de 2012. Marcha del Trade Union Congress -TUC- contra el ajuste. La consigna que
encabeza la movilización señala “La austeridad
está fracasando”. Entre las pancartas se puede leer “Basta de austeridad” y
“No a los cortes”.
Mercado de trabajo y políticas de empleo 7
evidencia un conjunto de contradiccio-
nes y debilidades del modelo de acumu-
lación dominante a nivel global desde
fines de los setenta. Dicho modelo tenía
como rasgo principal un desarrollo des-
medido del sector financiero, enmar-
cado en un proceso de liberalización y
desregulación generalizada de los mer-
cados. Este crecimiento del sector finan-
ciero tuvo su correlato en un importante
estancamiento del empleo, del salario
real y, por ende, de la participación del
salario en los ingresos de la economía,
así como un aumento sostenido y gene-
ralizado de la desigualdad.1
Ésta ha sido una de las raíces de la crisis, ya
que para sostener el crecimiento del con-
sumo a lo largo de estas casi cuatro déca-
das, con salarios reales estancados, fue
necesario recurrir a un endeudamiento
excesivo de los hogares. En especial en los
países centrales.2
A estos desequilibrios “internos” (pro-
pios de cada país), según los denomina
Jérome Gautié (2011), se suma otra serie
de desequilibrios externos (entre países)
en cuanto a los déficits públicos y comer-
ciales. Situación que en la actualidad es
más grave en la Unión Europea. La falta
de una adecuada regulación del sistema
financiero global, y sumadas a ella la
ausencia de una coordinación política de
nivel internacional y la excesiva confianza
en que los mercados iban a estabilizar los
flujos financieros y comerciales, han sido
factores centrales de la crisis.
El mercado de trabajo es, probablemente,
el espacio donde mejor se expresen las
consecuencias de la crisis y la limitada
capacidad que han tenido las políticas
ortodoxas para reducir sus efectos en el
empleo y los salarios. En general se recu-
rrió a estrategias centradas en la aus-
teridad fiscal y el debilitamiento de las
1. Entre otros, United Nations, 2009; Fitoussi y Stiglitz, 2009; Raymond Torres, 2009; Housson, 2010; Heritier y Maurice, 2010.2. A modo de indicador el porcentaje del endeudamiento de las familias con respecto a su ingreso creció en EEUU, de 65% en 1980 a 95% en el año 2000 y 130% en el 2008; en Francia creció de 50,9% en 1998 a 71,8% en el año 2007.
Mercado de trabajo y políticas de empleo8
Materiales de Formación Sindical
instituciones laborales, que relegan el
objetivo del crecimiento económico con
inclusión social.
Durante la década del 2000, América
Latina en general y algunos países de
Sudamérica en particular, tomaron otro
camino. El análisis de lo actuado en esta
región, y puntualmente en Argentina,
nos da indicios de cómo la aplicación de
políticas públicas con una mirada más
amplia –que incluye la macroeconomía,
las instituciones laborales y la protección
social– permite asociar el crecimiento
económico con el empleo y la mejora en
la situación social.
PilArES DEl MoDElo DE DESArrollo En El 2000
Como se señaló al principio, en nuestro
país, desde la salida de la crisis interna de
2001-2002, las políticas públicas buscan
recuperar la autonomía para determi-
nar un perfil de crecimiento que genere
empleo de calidad, recupere salarios,
aumente la participación de los trabaja-
dores en el PBI y reduzca la pobreza y la
desigualdad. ¿Cuáles son estas políticas?
La adopción de un esquema de tipo de
cambio real competitivo y estable fue uno
de los ejes del modelo de crecimiento con
inclusión social que contribuyeron decisi-
vamente al logro de estos objetivos. Entre
ellos, se destacan el desendeudamiento
del sector público; la sostenibilidad fiscal;
la reestatización del régimen de previsión
social; la equidad tributaria (gravando
rentas extraordinarias); el aumento del
gasto público; el control de la entrada
y salida de capitales especulativos; la
regulación de sectores claves a partir de
acuerdos de precios y compensaciones; la
Mercado de trabajo y políticas de empleo 9
recuperación de los institutos laborales,
el impulso estatal dado a la negociación
colectiva, el aumento sostenido del sala-
rio mínimo vital y móvil (SMVM) y el incre-
mento de la cobertura y las prestaciones
del Sistema de Protección Social. Ante la
emergencia de la crisis internacional de
2008-2009 estos pilares fueron mante-
nidoscon diversos mecanismos fiscales,
comerciales y financieros que apuntaron
a amortiguar sus efectos en el empleo y
los ingresos.
Alto CrECiMiEnto Con gEnErACión DE EMPlEo
Estas políticas hicieron posible alcanzar tasas
de crecimiento económico altas y sosteni-
das, con un aumento del consumo interno
pero también de la inversión. También en
este periodo se logró mantener superávits
en términos fiscales y de cuenta corriente,
un importante desendeudamiento en
moneda extranjera y saneamiento del sis-
tema financiero local y la acumulación de
reservas internacionales. Ello permitió tener
un margen de maniobra amplio para imple-
mentar medidas contracíclicas.
Este alto crecimiento económico se
obtuvo, además, con cambios estructu-
rales en el mercado de trabajo. La expan-
sión económica con creación de nuevas
empresas y aumento de la productivi-
dad ha generado más de 5,6 millones
de puestos de trabajo e incorporado
al empleo a 4,5 millones de personas.
Además una parte muy importante de
los empleos generados son formales.3
Durante los últimos nueve años, de cada
10 empleos que se crean 9 son registra-
3. Cuando decimos empleos formales nos referimos a los “empleos registrados a la Seguridad Social”, lo cual implica con acceso efectivo a los derechos laborales y de seguridad social. En adelante usaremos la expresión más breve “trabajo registrado” para referirnos a este tipo de situación laboral.
Mercado de trabajo y políticas de empleo10
Materiales de Formación Sindical
dos y sólo 1 no lo es; mientras que en la
década del ‘90, de cada 10 puestos que
se generaban, 9 estaban fuera de la nor-
mativa. Esta expansión del empleo for-
mal permitió reducir la tasa de empleo
no registrado, desde su máximo histó-
rico, casi el 50% en 2003, hasta el 34,6%
en el 4° trimestre de 2012.
Por su lado, la creación de empleo que se
generalizó en todos los estratos y grupos
sociales permitió un descenso inédito de
la tasa de desocupación, que alcanzó al
6,9% en el 4° trimestre 2012, una de las
más bajas desde 1991.
En el total urbano la población desocupada
pasó de más de 3 millones de personas a
comienzos de 2003 a algo más de 1 millón
en 2012. En este mismo sentido, Argentina
ha mostrado una mejor capacidad de res-
puesta frente a la crisis de 2008-2009 res-
pecto a otras crisis externas que afectaron
nuestra economía en el pasado. La tasa de
desempleo había aumentado 4,4 puntos
porcentuales (p.p.) ante el contagio de la
Crisis del Tequila en 1995; 1,3 p.p. en el año
1998 ante la irrupción de la Crisis Rusa; 1.4
p.p. en 1999 con la Crisis Brasileña; mientras
que sólo aumentó 0,8 p.p. en el primer año
de la crisis internacional actual.
Mercado de trabajo y políticas de empleo 11
El CrECiMiEnto DEl EMPlEo rEgiStrADo
Evolución del nivel del empleo registrado (Índice Base 1974 = 100. Total país. Período 1974 – 2012)
Fuente: MTEySS, en base a SIGP/SIPA y Secretaría de Seguridad Social.
El crecimiento del empleo registrado
desde 2003 es un factor determinante del
cambio estructural que se está dando en
la sociedad argentina. Y también es cen-
tral para explicar el nuevo protagonismo
sindical.
90100110120130140150160170180190200210220230240250
1974
1975
1976
1977
1978
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
241
126 + 92%
El crecimiento del empleo registrado fue el más elevado de los últimos 38 años:
92% desde 2002
Mercado de trabajo y políticas de empleo12
Materiales de Formación Sindical
El gráfico “Evolución del nivel del empleo
registrado” muestra un crecimiento muy
lento del empleo registrado entre 1974 y
2000 y una disminución abrupta en 2001-
2002, consecuencia del colapso econó-
mico e institucional vivido en esos años.
Luego, a partir de 2003 se percibe un cre-
cimiento intenso, sistemático y continuado
que llega hasta nuestros días. Como puede
observarse, entre 2003 y 2012 el empleo
registrado prácticamente se duplicó, al
punto que llegó a representar casi todo el
incremento ocupacional del período. Esto
implica un fuerte contraste con el periodo
previo de casi tres décadas durante el cual
la mayor parte del crecimiento ocupacional
correspondía al empleo no registrado. ¿Cuál
es la importancia del empleo registrado?
En primer lugar que es el tipo de empleo
que cuenta con protección previsional
(jubilación), de salud (obra social), laboral
(garantías de indemnización por despido,
condiciones de trabajo, etc.), en síntesis se
trata del empleo con protección social, del
empleo con derechos. Y en segundo lugar
–pero en nuestro tema es el aspecto prin-
cipal–, éste es el tipo de empleo que cons-
tituye la base de representación sindical:
los trabajadores registrados son los que se
organizan en sindicatos, son aquellos sobre
los cuales el sindicato funda su represen-
tación, la incorporación de afiliados. Son
aquellos cuyos salarios se determinan por
medio de la negociación colectiva.
En la década del ‘90 no se homologaban
más de 200 convenios o acuerdos por
año: en 2012 se negociaron más de 1700.
Mientras que durante los ‘90 prevalecía la
individualización de la relación salarial y
los sindicatos vieron declinar su influencia,
a partir de 2003 las negociaciones se fue-
ron incrementando rápidamente y desde
2009 prácticamente todos los sindica-
tos en condiciones de negociar lo hacen
anualmente.
En la actualidad los convenios y acuerdos
colectivos son un determinante central de
los salarios, la que permite hablar de una
determinación colectiva del salario.
lA VigEnCiA DE loS ConVEnioS
Mercado de trabajo y políticas de empleo 13
Nota metodológica: los convenios y
acuerdos colectivos considerados en el
gráfico corresponden a los que se nego-
cian según el marco de la Ley 14.250 (ori-
ginalmente promulgada en 1953), en las
que predominan las relaciones capital/
trabajo que se establecen en el ámbito pri-
vado. Es decir que el gráfico no contabiliza
la mayoría de los convenios y acuerdos
que cubren a los trabajadores del sector
público (como por ejemplo la paritaria
nacional docente, que establece el sala-
rio básico de todos los docentes del país,
ni tampoco las paritarias de los docentes
que negocian las escalas salariales ínte-
gras en cada distrito provincial).
ConVEnioS y ACuErDoS ColECtiVoS PEríoDo 1991-2012
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Homologaciones Registros
0
500
1000
1500
2000
2500
1744
Fuente: MTEySS, en base a Convenios y Acuerdos Homologados.
Mercado de trabajo y políticas de empleo14
Materiales de Formación Sindical
Para caracterizar el actual proceso social
de negociaciones colectivas es fundamen-
tal observar el incremento de la cobertura
de dichas negociaciones. Mientras en los
‘90 los trabajadores del sector privado que
se encontraban bajo convenio colectivo
no superaban los tres millones doscientos
mil, actualmente son más de cinco millo-
nes y aumentan con el crecimiento del
empleo. Además, como se señaló, estos
datos sólo abarcan a los trabajadores del
sector privado, no a los del sector público.
Si se sumara a quienes están inscriptos en
la administración pública nacional, pro-
vincial y municipal, así como a los trabaja-
dores de la educación, de la salud pública,
etc., la cifra se incrementaría en más de
dos millones.
inCrEMEnto DE lA CobErturA DE lA nEgoCiACión ColECtiVA
Cantidad de trabajadores del sector privado comprendidos en convenios colectivos (Total país. Período 1997 – 2012)
Pues
tos d
e tr
abaj
o en
CCT
2400
2700
3000
3300
3600
3900
4200
4500
4800
5100
5400
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
5,2
2,7
3,2
+ 62%
Fuente: MTEySS, en base a Convenios y Acuerdos Homologados (en millones).
Mercado de trabajo y políticas de empleo 15
Como la mayoría de las negociaciones anua-
les involucran al salario, no siempre se apre-
cian los otros contenidos que se negocian y
que son muy importantes. Si observamos no
ya la cantidad de acuerdos sino de sindicatos
que negocian, se aprecia que 525 sindicatos
explican todos los acuerdos que se negocia-
ron entre 2007 y 2011. Estos contenidos no
ContEniDoS DE lAS nEgoCiACionES ColECtiVAS
negociaciones colectivas 2007-2011 Sindicatos, acuerdos y contenidos negociados por grandes ejes temáticos
Contenidos de la Negociación ColectivaSindicatos que negociaron
2007/2011
% sobre el total
de Sindicatos
Salarios y compensaciones 502 96
Relaciones Laborales 417 79
Condiciones de Trabajo 337 64
Seguridad e Higiene 175 33
Equidad de género 82 16
Pequeña empresa 34 7
Total 525 100
Fuente: MTEySS, en base a Convenios y Acuerdos Homologados.
Mercado de trabajo y políticas de empleo16
Materiales de Formación Sindical
se negocian todos los años y está bien que
así sea ya que, por ejemplo, una cláusula de
equidad de género que se incorpora en un
acuerdo o convenio colectivo, uno esperaría
que no se modifique año a año, sino que se
perpetúe la mayor cantidad de tiempo sin
que se modifique o que, eventualmente,
sólo se modificara en un sentido progresivo
–es decir, acrecentando los derechos de las
mujeres por vía de las acciones afirmativas–.
El cuadro permite observar que:
n Casi todos los sindicatos negociaron
salarios.
n Casi 4 de cada 5 sindicatos negociaron
alguna cláusula de relaciones laborales:
desde la formación de un comité mixto
para la revisión del convenio, hasta
contribuciones al sindicato para capa-
citación, o número de delegados en las
empresas.
n 2/3 de los sindicatos negociaron algu-
nas de las condiciones de trabajo: hora-
rios, tiempos de descanso, rotación de
jornadas, etc.
n 1/3 de los sindicatos negoció alguna
cláusula de Seguridad e Higiene
laboral.
En conclusión: no es cierto que actual-
mente sólo se negocien salarios.
La cantidad de conflictos laborales fue
creciendo año a año: en su mayoría se
procesan a través de los canales habitua-
les de la negociación colectiva. En 2012
se registraron casi 50% más de conflictos
que en 2006 –pasaron de aproximada-
mente 800 conflictos anuales en 2006 a
unos 1200 en 2012.
Este aumento de los conflictos labora-
les tanto en el sector privado como en el
público es un fenómeno complejo que
tiene causas diversas. Para evaluar esta
complejidad debe tenerse en cuenta que,
como vimos, también fue creciente la can-
tidad de negociaciones colectivas y, de
hecho, se homologan anualmente en el
ConFliCtoS y nEgoCiACión ColECtiVA
Mercado de trabajo y políticas de empleo 17
sector privado más convenios que la cantidad
de conflictos laborales en el ámbito estatal y en
el privado, considerados conjuntamente.
Cabe subrayar que, en su mayoría, los conflictos
se canalizan a través de prácticas y normas que
promueven la negociación colectiva del salario
y de las condiciones de trabajo. La multiplica-
ción de conflictos laborales así resueltos marca
un cambio cualitativo en relación con los años
‘90. Durante dicha década, los conflictos labo-
rales disminuyeron pero se incrementaron los
denominados conflictos “sociales” protagoniza-
dos con frecuencia por grupos marginados del
mundo del trabajo, como desocupados, movi-
mientos sociales, etc.
Conflictos laborales en el Ámbito Estatal. 2006-2013
Fuente: MTEySS - SSPTyEL- Dirección de Estudios de Relaciones del Trabajo.
Huelguistas
Huel
guist
as (e
n m
iles)
Jorn
adas
no
trab
ajad
as (e
n m
iles)
Jornadas no trabajadas
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Conflictos
241 254 252 254 306 320 366 409
Mercado de trabajo y políticas de empleo18
Materiales de Formación Sindical
La evolución de la cantidad de conflictos labo-
rales puede asociarse con la de huelguistas y
jornadas no trabajadas en el ámbito privado, es
decir, allí donde dirimen fuerzas centralmente
capital y trabajo. La observación conjunta de
estas variables muestra un panorama social
diferente al que prevalecía en los ‘90.
Entre 2006 y 2012, si bien la cantidad de con-
flictos laborales en el ámbito privado fue cre-
ciente (se registraron 435 conflictos en 2012 y
se habían registrado 313 conflictos en 2006),
disminuyeron tanto la cantidad de huelguistas
–que había registrado un récord de aproxima-
damente 800 mil en 2008 y cayó a poco más de
Conflictos laborales en el Ámbito Privado. 2006-2013
Fuente: MTEySS - SSPTyEL- Dirección de Estudios de Relaciones del Trabajo.
Jorn
adas
no
trab
ajad
as (e
n m
iles)
Huelguistas
Huel
guist
as (e
n m
iles)
Jornadas no trabajadas
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
0
100
200
300
400
500
600
700
800
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
Conflictos
168 138 162 165 209 180 229 230
ConFliCtiViDAD lAborAl
Mercado de trabajo y políticas de empleo 19
500 mil en 2012– como de jornadas no traba-
jadas –que pasó de 1,6 millones en 2009 a 1,2
millones en 2012.
El sentido de esta evolución de los conflictos
laborales es claro: se incrementan los conflic-
tos en el lugar de trabajo, pero disminuyen en
el nivel de rama, por lo cual cae la cantidad de
huelguistas y también su intensidad, lo que dis-
minuye la cantidad de jornadas no trabajadas
por paros. En síntesis, la conflictividad labo-
ral muestra la progresiva centralidad sindical,
determinante de la modalidad de la protesta,
cada vez más institucionalizada.
Es importante considerar el lugar de los sindi-
catos en una sociedad que se transformó pro-
gresivamente desde 2003 hasta la actualidad.
Dicho de manera sintética, los cambios en la
Población Económicamente Activa (PEA) ope-
rados entre 2003 y 2012 tuvieron como resul-
tado una expansión del tipo de empleo que
reclutan los sindicatos:
n El empleo asalariado registrado fue la
categoría de empleo que más creció en
el período, pasando de 4,6 millones a 7,9
millones de trabajadores, un incremento
de casi 70%.
n La cantidad de trabajadores no registrados
se estancó y disminuyó su peso relativo.
n Lo mismo ocurrió con los cuentapropistas.
n Se observa un crecimiento en el número
de patrones, reflejo de un incremento de la
cantidad de empresas.
n La cantidad de personas que reciben subsi-
dios a través de planes sociales, que implican
una contraprestación laboral, disminuyó drás-
ticamente y su peso actual no es relevante;
esta disminución no siempre es apreciada por
la sociedad, y así vastos sectores siguen cre-
yendo que estos subsidios son importantes.
FortAlECiMiEnto SinDiCAl En unA SoCiEDAD En rÁPiDA trAnSForMACión
Mercado de trabajo y políticas de empleo20
Materiales de Formación Sindical
Distribución de grupos socio-ocupacionales urbanos según posiciones de clase (2003 - 2011)
GRUPOS SOCIO-OCUPACIONALES Evolución 2003-2011 Diferencias de ingresos
N 2003=100 2003 2011
1. Empresarios grandes y medianos (más de 40 empleados) 14.547 151 3,89 2,18
2. Directivos y gerentes de nivel alto 11.623 116 3,75 2,85
3. Profesionales autónomos 41.950 118 2,56 1,48
4. Empresarios pequeños (de 6 a 40 empleados) 50.514 142 3,31 2,11
5. Funcionarios y directivos de nivel medio 22.712 141 3,58 2,55
6. Profesionales asalariados 285.102 159 2,59 1,87
7. Jefes intermedios y supervisores de trabajadores
no manuales y manuales-26.461 92 2,21 1,89
8. Micro-empresarios (1 a 5 empleados) 163.299 148 2,34 1,45
La distribución de la población ocupada en grupos por oficio, profesión o calificaciones, permite describir
estratos o clases sociales.
ExPAnSión DE lA ClASE obrErA y DE lAS ClASES MEDiAS
Mercado de trabajo y políticas de empleo 21
9. Cuentapropistas con equipo propio 113.951 108 1,1 0,86
10. Técnicos, docentes y trabajadores de la salud 561.951 140 1,53 1,3
11. Empleados administrativos de rutina 654.964 171 1,36 1,26
total obreros calificados (grupos 12 a 16) 1.547.725 149 1 1
12. Obreros calificados de la industria manufacturera 425.432 171 1,14 1,19
13. Obreros calificados de los servicios asociados a la industria 376.904 164 1,21 1,19
14. Trabajadores del comercio y los servicios personales
calificados310.544 134 1,15 1,07
15. Obreros calificados de la construcción 313.975 219 0,93 0,94
16. Trabajadores manuales cuentapropia con oficio
(sin equipo propio)120.870 115 0,59 0,53
17. Obreros no calificados 491.277 134 0,8 0,74
18. Servicio doméstico 193.195 123 0,48 0,33
19. Vended. ambulantes y otros trabajad. cuentapropia
no calificados-90.960 67 0,41 0,46
Fuente: Elaboración propia con la base de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) - INDEC.
Mercado de trabajo y políticas de empleo22
Materiales de Formación Sindical
En líneas generales, el grupo de obreros
calificados fue el que más creció en el
período –más de 40% de nuevos ocupa-
dos en estos puestos– y también el que
mejor desempeño tuvo en términos de
crecimiento salarial. Ello implicó que se
redujera la brecha salarial con el resto de
los grupos de ocupados entre 2003 y 2011.
Si en 2003, los empresarios grandes o
medianos tenían ingresos que equivalían a
casi 4 veces los de los obreros calificados, en
2011 pasaron a representar un poco más del
doble. Más elocuente es el caso de los cuen-
tapropistas con equipo propio que en 2003
tenían ingresos un 10 por ciento superiores
a los de los obreros calificados y en 2013
tienen ingresos un 14 por ciento inferiores
a los de dicho grupo. (Ver páginas 20 y 21)
En síntesis, la disminución de los diferencia-
les de ingresos en el período muestra una
mayor homogeneidad social, resultante de
un crecimiento importante tanto de la clase
obrera como de las clases medias, precisa-
mente los estratos sociales que más habían
sufrido el impacto desindustrializador y seg-
mentador del modelo neoliberal de los ‘90.
Mercado de trabajo y políticas de empleo 23
La creciente homogeneidad que refleja
la estructura social desde 2003 es cohe-
rente con la disminución de las diferen-
cias entre los ingresos personales que
refleja el Índice de Gini, un indicador
cuya evolución mide el peso relativo de
tendencias igualadoras o inequitativas.
unA SoCiEDAD MÁS iguAlitAriA
Evolución de la distribución del ingreso personal. Coeficiente de gini del ingreso per capita familiar
Total de aglomerados relevados. Período 1993 – 2012
0,42
0,44
0,46
0,48
0,50
0,52
0,54
0,56
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
*
0,545
0,4260,460
Fuente: Elaboración propia con la base de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) - INDEC.
Mercado de trabajo y políticas de empleo24
Materiales de Formación Sindical
Precisamente, el Índice de Gini4 había cre-
cido desde 0.46 en 1994 a 0.54 en 2002,
reflejando un incremento sistemático de
las desigualdades de ingresos, correlato
del aumento de la pobreza, la desocupa-
ción y la desestructuración del mundo del
trabajo en aquella década.
En cambio, ya en este siglo, el Gini dismi-
nuyó sistemáticamente de 0.54 en 2002 a
0.42 en 2012, mostrando una notoria ten-
dencia de reducción de las desigualdades,
tendencia exactamente opuesta a la que
prevaleció en los ‘90.
4. El Coeficiente de Gini es un indicador de desigualdad que varía de cero a uno y mide la distribución del ingreso; ésta es mayor a medida que el indicador tiende a cero y menor cuando se acerca a uno.
Cuando se habla de tercerización, resulta
imprescindible destacar que este término
puede designar realidades muy diferentes.
Quizá lo más importante, primeramente,
sea identificar aquellas categorías de traba-
jadores que el sindicato podría representar,
en especial aquellos que por carecer de
representación pueden padecer peores
condiciones de salario, de estabilidad o de
condiciones de trabajo. Eso es, sin duda, lo
que provoca la tercerización precarizante.
Pero debemos diferenciar esos casos de
otros en que los trabajadores tercerizados
no padecen esa situación sino que tienen
mejores remuneraciones y/o condiciones
laborales que quienes dependen sala-
rialmente de la empresa principal y, por
lo tanto, prefieren seguir subcontratados
por terceras empresas y no integrarse a su
convenio colectivo.
nuEVoS ProblEMAS: lA “tErCErizACión”
El caso paradigmático de la telefonía móvil
Lo que más impresiona en la empresa de telefo-nía móvil sobre la que pudo obtenerse informa-ción es la enorme dimensión de la tercerización: en 2009, de aproximadamente 12.000 empleos generados, sólo 3.500 eran contratados direc-tamente por la empresa y los 9.000 restantes (es decir, 72% del total) eran subcontratados (personal de otra empresa que trabaja para la empresa principal dedicándole a esta última por lo menos la mitad de su tiempo): n De los 3.500 empleados directos, sólo 1.400
están bajo convenio (en su mayoría el de Comercio) y los 2.100 restantes están “fuera de convenio”.
n De los 9.000 subcontratados (“tercerizados”) sólo 500 son “internos” (algunos son even-tuales –por agencia– y otros prestan servi-cios profesionales –como monotributistas);
mientras que el grueso de los subcontrata-dos, 8500, son “externos”: se mezclan aquí los subcontratados tradicionales (catering, limpieza, vigilancia) con la externalización de procesos productivos (atención telefó-nica, gestión de red y, fundamentalmente, comercialización y ventas, servicio clave en la difusión de la telefonía móvil en el inicio, y luego para campañas de mercado).
tercerización precarizante
La composición de las actividades externaliza-das en el ejemplo desarrollado sobre la empresa de telefonía móvil muestra que el 45% corres-ponde a call centers, 38% a comercialización y ventas, 8% a personal hiperespecializado para la gestión de red, etc.
Mercado de trabajo y políticas de empleo 25
Mercado de trabajo y políticas de empleo26
Materiales de Formación Sindical
En síntesis, la situación actual de los sindicatos muestra una
notoria mejoría con respecto a la situación vivida durante los
años ‘90, que puede traducirse en una expansión de su base de
representación. El incremento del empleo implicó una expan-
sión de la cantidad de trabajadores alcanzados por los con-
venios colectivos de trabajo, y de las posibilidades de captar
nuevos afiliados a los sindicatos.
Desde el punto de vista de los trabajadores, este desarrollo
estimuló su interés por los sindicatos. Sobre todo porque,
cada vez más, sus salarios fueron determinados por los con-
venios, a diferencia de lo acaecido en los ’90, cuando preva-
lecía la individualización de la relación salarial. Este mayor
interés de los trabajadores redundó en la incorporación de
más temas y contenidos en la negociación colectiva que
reflejan, en parte, los cambios del mundo del trabajo. Las
mujeres y los jóvenes cuentan con roles más protagónicos
e incrementan sus demandas de participación a las que los
sindicatos deben dar respuestas. Sin embargo persisten pro-
blemas, como la tercerización o la informalidad laboral, que
comprometen las posibilidades de desarrollo de los sindica-
tos y a los que éstos deben dar respuestas. Respuestas que,
cada vez más, requieren estudios y capacitación.
AlgunAS rEFlExionES
MATERIALES DE FORMACIÓN SINDICAL
Trabajadoresy sindicatos en elcontexto económiconacional e internacional
www.trabajo.gob.ar
Subsecretaría de Programación Técnicay Estudios LaboralesAv. Leandro N. Alem 628, piso 2 (C1001AAO) CABATel. (011) 4310-5764
Programa de Apoyo a la Formación SindicalAv. Leandro N. Alem 638, piso 12 (C1001AAO) CABATel. (011) 4310-5885E-mail: [email protected]
MERCADO DE TRABAJO Y POLÍTICAS DE EMPLEO