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14 EDICIÓN ENERO-FEBRERO 2017 Tres máximos ejecutivos de importantes empresas siderúrgicas de Argentina, Brasil y México, analizaron durante el Congreso Alacero-57 la situación actual por la que atraviesan y las proyecciones de la cadena de valor del acero para el 2017. C omo se viene repitiendo desde hace algunos años, el panel para analizar la situación presente y futura del mercado del acero atrae particularmente la atención de los delegados del Congreso Alacero. Es una oportunidad única para conocer de primera mano la opinión y el diagnóstico de quienes dirigen la actividad siderúrgica de la región. En esta oportunidad, bajo la coordinación de Martín Berardi, Director General de Ternium Siderar, se hicieron presentes por Argentina José Ignacio Giraudo, Director Ejecutivo y CEO de Acindar del grupo ArcelorMittal; André Bier Gerdau, CEO del grupo Gerdau; y Máximo Vedoya, Presidente Ejecutivo de Ternium México. Al introducir el panel, Berardi dijo que el mundo actualmente crece por debajo del 3%, pero la buena noticia es que Latinoamérica parece retornar al crecimiento después de 3 años muy complicados. “¿Y por qué crece…? Principalmente porque hay dos países que venían retrasando el crecimiento de la región, que eran Argentina y Brasil, que tuvieron un 2016 muy complicado por problemas políticos o por cambios políticos. Venezuela es un punto aparte. El resto de la región, Perú, México, Colombia, Chile, mantenían ciertas tasas de crecimiento. Pero los que estaban tirando para atrás eran los países del Mercosur”, complementó. Luego analizó el precio de los commodities que han estado aumentando en el último periodo. Explicó que el precio del petróleo muestra una tendencia positiva, al igual que la soja, mostrando que la agricultura puede ser uno de los drivers en el corto plazo. Respecto a los insumos siderúrgicos, detalló que “podríamos decir que el mineral de hierro está en precios bajos, pero entre el Congreso Alacero del año pasado y este, vemos que los precios subieron entre un 20 y 25%. Si miramos el precio del zinc que afecta a nuestros productos galvanizados, en los últimos seis meses subió 50%; y el precio del carbón coquizable en los últimos 90 días prácticamente triplicó el precio. Esto último tiene un efecto en la producción de entre 60 y 80 dólares por tonelada, dependiendo del momento en que uno lo tome. Y esto es algo que puede producir una ola de aumento de precios en el cortísimo plazo”. Berardi aseguró que el consumo aparente de acero en América Latina ha venido cayendo obviamente de la mano de la economía y la MERCADO del acero regional

MERCADO del acero regional - Portada · proyecciones de la cadena de valor del acero para el 2017. C omo se viene repitiendo desde hace algunos ... las de origen chino. Mencionó

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Tres máximos ejecutivos de importantes empresas siderúrgicas de Argentina, Brasil y México, analizaron durante el Congreso Alacero-57 la situación actual por la que atraviesan y las proyecciones de la cadena de valor del acero para el 2017.

Como se viene repitiendo desde hace algunos años, el panel para analizar la situación

presente y futura del mercado del acero atrae particularmente la atención de los delegados del Congreso Alacero. Es una oportunidad única para conocer de primera mano la opinión y el diagnóstico de quienes dirigen la actividad siderúrgica de la región.

En esta oportunidad, bajo la coordinación de Martín Berardi, Director General de Ternium Siderar, se hicieron presentes por Argentina José Ignacio Giraudo, Director Ejecutivo y CEO de Acindar del grupo ArcelorMittal; André Bier Gerdau, CEO del grupo Gerdau; y Máximo Vedoya, Presidente Ejecutivo de Ternium México.

Al introducir el panel, Berardi dijo que el mundo actualmente crece por debajo del 3%, pero la buena noticia es que Latinoamérica parece retornar al crecimiento después de 3 años muy complicados. “¿Y por qué crece…? Principalmente porque hay dos países que venían retrasando el crecimiento de la región, que eran Argentina y Brasil, que tuvieron un 2016 muy complicado por problemas políticos o por cambios políticos. Venezuela es un punto aparte. El resto de la región, Perú, México, Colombia, Chile, mantenían ciertas tasas de

crecimiento. Pero los que estaban tirando para atrás eran los países del Mercosur”, complementó.

Luego analizó el precio de los commodities que han estado aumentando en el último periodo. Explicó que el precio del petróleo muestra una tendencia positiva, al igual que la soja, mostrando que la agricultura puede ser uno de los drivers en el corto plazo.

Respecto a los insumos siderúrgicos, detalló que “podríamos decir que el mineral de hierro está en precios bajos, pero entre el Congreso Alacero del año pasado y este, vemos que los precios subieron entre un 20 y 25%. Si miramos el precio del zinc que afecta a nuestros productos galvanizados, en los últimos seis meses subió 50%; y el precio del carbón coquizable en los últimos 90 días prácticamente triplicó el precio. Esto último tiene un efecto en la producción de entre 60 y 80 dólares por tonelada, dependiendo del momento en que uno lo tome. Y esto es algo que puede producir una ola de aumento de precios en el cortísimo plazo”.

Berardi aseguró que el consumo aparente de acero en América Latina ha venido cayendo obviamente de la mano de la economía y la

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Perspectiva presente y futura

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producción, mientras que las importaciones estuvieron creciendo. Si bien en el año 2016 las importaciones cayeron por la fuerte contracción de Brasil, las importaciones de acero vienen aumentando en la región, especialmente las de origen chino. Mencionó además que un tema importante que está afectando a Latinoamérica es el tipo de cambio. México, gracias a este factor, es el país más competitivo. Esto es relevante porque no solo impacta en la siderurgia sino en toda la cadena de valor.

Para finalizar su intervención, el Director General de Ternium Siderar concluyó que “en resumen la situación retoma el crecimiento. Hubo importantes cambios políticos sobre todo en Argentina y Brasil, pero son procesos que deben consolidarse. Vamos a ver economías más abiertas y una mayor presión importadora, y el tema central va a ser la competitividad”. También señaló que “veremos alzas de insumos siderúrgicos en el corto plazo. A pesar de que los analistas dicen que esto no continuará en el largo plazo, la volatilidad es muy grande y la cadena de valor está fuertemente presionada en América Latina. Tenemos entonces dos grandes desafíos: profundizar la articulación público-privada y generar una mayor integración y coordinación intrazona. La industria no puede manejar toda esta agenda por sola, es por esto que necesita establecer una fuerte articulación con el poder público y con su cadena de valor”.

A continuación las exposiciones de los participantes en el panel.

ARGENTINA: JOSÉ IGNACIO GIRAUDO

Argentina no escapa a la regla general de la región. Vamos por un tercer año consecutivo en la caída de la producción. Todos los componentes macroeconómicos que tienen incidencia en el consumo de acero, como comportamiento general del PIB, del PIB industrial, y la inversión bruta interna, han tenido un comportamiento errático en los años previos que han influido en esta caída.

El año 2016 arrancó con muchas expectativas, por el cambio de gobierno. Entre ellas, como venía siendo propuesto, el hecho de pasar de un modelo basado en el consumo a uno basado en la inversión, que es lo que nosotros mismos planteábamos en el Congreso de Alacero el año pasado en Buenos Aires. Este ajuste tiene un costo que vemos en el nivel de producción y consumo aparente: estimamos una caída del 18% para 2016, es el costo de la transición de un modelo al otro.

Si vemos un poco más detenidamente lo que ha sucedido trimestralmente, todos los sectores vinculados al consumo de acero han mostrado fuertes caídas respecto al nivel del año pasado, con una cierta recuperación el tercer trimestre –brotes verdes los llamamos en Argentina- todos estos sectores terminan con caída importante en comparación con el año 2015.

Nosotros creemos que la Argentina va a tener un buen año 2017 . Todas las medidas que el gobierno ha tomado han sido muy positivas. Ha resuelto algunas cuestiones en forma rápida, como las restricciones de acceso al mercado de cambio, el acuerdo con los bonistas que quedaron fuera de los anteriores canjes y el acceso al mercado de capitales internacionales. Nosotros estimamos que el año 2017 Argentina crecerá del orden del 3%, con todos los sectores consumidores de acero también con un buen comportamiento, recuperando un sendero de crecimiento.

Es muy relevante para la economía argentina la actividad económica de Brasil y hemos escuchado que se está recuperando y eso va a tener un impacto importante en Argentina.

Quisiera aprovechar este momento para hacer un comentario más estructural. Hoy en día en Argentina se menciona mucho que la inversión en infraestructura es una clave para recuperar la competitividad o ganar competitividad en un país como un todo. Una cuestión que no hay que olvidar es que la complejidad misma del tejido productivo aporta competitividad. Una manera

Martín Berardi

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de medir esto es la composición porcentual de las exportaciones. Si uno mira una serie muy larga de Argentina, casi tenemos 40 años, pareciera que ha tenido o ha incrementado de alguna manera su complejidad. Este proceso se ha detenido en los últimos diez o quince años. Y yo creo que el concepto de articulación público-privada que se menciona cada día con mayor frecuencia como modo de superar los desafíos de la economía moderna, tiene que incluir en su norte una discusión sobre la complejidad económica, del tejido productivo, un factor indispensable para ser competitivo. Y dentro de esta discusión, la cadena de valor del acero tiene un rol central.

Si vamos focalmente de por qué tenemos cierto optimismo, más allá de las reformas que está encarando el gobierno, el impulso que se le piensa dar a la infraestructura es una clara muestra de ello. Históricamente si bien solamente el 9% del consumo de acero iba a infraestructura, los proyectos en cartera son tan significativos que creemos vamos a tener un impacto muy positivo. Solamente en energía, transportes y mejoramiento del hábitat hay más de 500 billones de pesos (aprox. 35 billones de dólares) anunciados en obras. Y lo mejor es que el financiamiento está asegurado, con algunas advertencias: se debe tener cuidado que por estos financiamientos (muchas veces destinados a la adquisición de bienes en el país de origen) la recuperación no termine siendo entregada a otras economías.

Más en el largo plazo, veíamos que las economías desarrolladas invierten 4% del PIB en infraestructura y que en América Latina cuesta superar el 2%. Argentina tiene que ir más allá y llegar tal vez al 6 o al 8 por ciento para superar el “gap” existente. Solamente la Cámara Argentina de la Construcción ha identificado proyectos por sobre 4 mil millones de pesos. Lo

que aún debemos ver es como estos proyectos se transforman en ejecución.

Las perspectivas económicas para Argentina para 2017 son alentadoras, vamos a ver un rebote de la economía pero para que esto se transforme en crecimiento y desarrollo sustentable tenemos un par de desafíos por delante: el primero, es una recuperación de la productividad global que tiene que ser visto de una manera integral, no solamente infraestructura, es seguir apostando a la complejidad económica y a un tejido productivo que sea un difusor de conocimiento permanente; claramente la competitividad también tiene que ser una competitividad tributaria. No podemos competir si el Estado sigue siendo una rémora para nuestros balances. Y dentro de todo este contexto de transición en Argentina, la protección del comercio desleal tiene que ser una herramienta esencial en este proceso de transición. Soy optimista con las perspectivas de Argentina, los desafíos no son menores pero creo que estamos dando los pasos correctos.

BRASIL: ANDRÉ BIER GERDAU

Me toca hablar sobre la industria de Brasil y me voy a enfocar al sector acero. Pocos países fueron afectados tan fuertemente como Brasil en el último tiempo. La recuperación será lenta y gradual en 2017. Cualquier número será mejor que las caídas de los últimos años y eso tiene un impacto muy fuerte en nuestro sector, porque siempre el multiplicador del PIB para el consumo de acero ha estado entre 2 y 3 veces sobre el PIB, pero como la caída fue demasiada el multiplicador debe ser mucho mayor.  Los números del Instituto Aço Brasil dicen que el crecimiento de consumo será de 3,5% para 2017. Entonces, probablemente lo peor ya pasó.

La caída del consumo fue de un tercio en los últimos tres años y estamos viendo que volvimos a diez u once años atrás en consumo. Y el efecto mayor, claro está, es en la industria y nos preocupa como sector y como cadena del acero.  Llegamos a ser el 35% del PIB en Brasil y ahora la industria está en 11% y podemos caer más. Mucho es por la caída de la economía, pero también por lo que llamamos el “costo Brasil”: interés alto, burocracia, infraestructura que no funciona, leyes laborales, eso que afecta mucho a la industria y nuestra preocupación es cuanto más va a caer. Lo que vemos con el nuevo gobierno es un impulso de retomar la actividad de la industria.

José Ignacio Giraudo

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La industria brasileña de acero tiene altos hornos parados, varias acerías y laminadores, once mil desempleos, muchos millones de dólares no invertidos por la caída del consumo. Eso es lo dramático.

Por otro lado para 2017 esperamos una retoma del consumo. Algunos hechos para retomar la competitividad en nuestra industria ya están ocurriendo. El primero y tal vez el más importante es la reducción del costo de capital. Brasil tiene la tasa de interés real más alta del mundo. Esto es importante porque afecta a toda la cadena de valor: el costo del dinero, la inviabilidad de hacer inversiones, crédito que no está. Bajará más porque la inflación ha caído mucho en los últimos meses.

Un segundo punto para mejorar la competitividad, es la eliminación de lo que llamamos los impuestos que exportamos de Brasil. Hay impuestos que al final de la cadena de producción no conseguimos que sean devueltos. Y ahí existe una ley llamada Reintegra, que en vez de exportar los impuestos se retornan. Era 3%  cayó a 0,1% y en 2017 es 2,0%.

Otro punto que está cambiando con el nuevo gobierno y el equipo económico, es que fue aprobado el límite de los gastos públicos en los próximos 20 años. No se puede gastar más de lo actual, salvo la corrección de la inflación del año anterior, lo que va a poner en claro las cuentas públicas. Ya se ve que el gobierno está consiguiendo aprobar importantes medidas. Ya se habla de la próxima que sería la reforma a las pensiones, que incluye la edad de jubilación. También las leyes laborales serán reformadas, que tienen más de 70 años, y que se deben adaptar a los nuevos tiempos. Alguien dijo anteriormente que solamente el banco Bradesco

tiene más juicios laborales que todo Estados Unidos. Además, la reforma a los impuestos está en los planes del gobierno, tenemos demasiados impuestos.

También es necesario atraer inversiones, mediante transparencia en las reglas, tener leyes claras para que lleguen las inversiones, tan necesarias para la infraestructura, es otro de los cambios que deben hacerse.

MÉXICO: MÁXIMO VEDOYA

Quisiera comenzar mencionando qué podemos esperar de la economía en México.Y para eso me gustaría hacer un poco de historia. No tuvimos pérdida del PIB en los últimos cuatro años, fue bastante más positivo. Pero dentro de México se esperaba más. Les recuerdo que el presidente Peña Nieto ganó la elección en 2012 con menos del 38% y sin lograr mayoría absoluta en el Congreso. Sin embargo, en los primeros dos años de su gestión, con gran habilidad política, logró hacer once reformas, muchas de las cuales obligaron a modificar la Constitución, que cambiaron la dinámica de México.

Todos hablaron del “mexican moment”, pero la verdad es que en los últimos dos años, mucho por factores externos o de la misma dinámica del país, no se terminó de materializar.

Yo creo que en los próximos dos o tres años,es posible que en México se pueda registrar cierta volatilidad. Porque hay aspectos positivos, las reformas lo son. Y hay otros. El sector industrial es una buena noticia: sigue creciendo, hay cada vez más inversiones, están llegando sectores, muchos de los cuales consumen acero. El sector automotriz tuvo en el año 2015 producción récord de 3,4 millones de unidades. Probablemente se llegará a casi 5 millones de unidades el 2021 con las plantas que se están construyendo. Otro factor positivo es el acceso al crédito, que se refleja en el mismo sector automotriz donde en 2015 se vendieron 20% más unidades que en 2014 en el mercado local. Hay un consumo mayor porque la reforma fiscal trajo más crédito a mucha más gente. El turismo, que representa el 3% del PIB, sigue creciendo. Las remesas, poco más del 3% del PIB, están en niveles récord.

Ahora, ¿por qué digo que puede haber volatilidad con todas estas buenas noticias? Porque hay varios aspectos desfavorables.

André Bier Gerdau

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MERCADO DEL ACERO: UNA MIRADA INTERNACIONAL

La primera parte del Panel 5 estuvo destinada a un análisis desde el punto de vista internacional sobre la situación actual del mercado. Bajo la coordinación de Martín Berardi, Director General de Ternium Siderar Rafael Rubio, Director General de Alacero, expusieron Edwin Basson, Director General de World Steel Association, y Becky E. Hites, Presidente de Steel-Insights, LLC.

Basson confirmó que el crecimiento sigue débil con una recuperación moderada en las economías desarrolladas, mientras los países emergentes luchan por impulsar su desarrollo, pero que el comercio sigue estando “anémico” en el mundo en desarrollo. Destacó que el bajo precio del petróleo obligó a modificar los presupuestos a los exportadores del crudo y que las perspectivas económicas globales siguen siendo revisadas a la baja.

En cuanto al acero, dio a conocer las cifras de su organización hasta octubre pasado. La proyección es que para 2016 se llegue a una demanda de productos terminados por 1.501,3 millones de toneladas (crecimiento del 0,2%), mientras que para el 2017 el volumen se estima en 1.509,6 millones de toneladas (crecimiento del 0,5%).

En otro acápite de su presentación se refirió a la importancia del comercio indirecto de acero. Destacó que el volumen de exportaciones indirectas fue equivalente en tamaño al 70% de las exportaciones directas en 2014. La globalización y la especialización de la industria manufacturera contribuyeron al crecimiento de las exportaciones indirectas en el 87% en todo el mundo entre los años 2000 y 2014.

Además, destacó que países en desarrollo incrementaron su base manufacturera más allá de lo necesario para satisfacer su consumo interno.

Posteriormente, Becky E. Hites ejemplificó con el modelo que aplica la empresa Nike

la necesidad del cambio y la innovación: siempre se reinventan y empujan hasta el límite de lo imposible para inspirar a los atletas a expandir su potencial (“para alcanzar una medalla de oro se requiere diseño, disciplina y determinación”).

Para la especialista, hay un nuevo desafío en la macroeconomía mundial. El crecimiento es menos homogéneo ya que las economías no están sincronizadas y un reflejo de ello es que la decisión de China de ir a una estructura basada en el consumo estancó el crecimiento en países que eran sus socios comerciales. La inestabilidad monetaria perturba el comercio mundial y el bajo precio del petróleo obligó a reducir los presupuestos del mundo desarrollado.

Agregó sobre el tema que la sobreoferta de materias primas hasta la mitad de la próxima década reduce el poder de fijar precios a los proveedores y que muchos países se enfilan hacia una política mercantilista para proteger sus mercados locales.

En cuanto a la industria siderúrgica, señaló que el acero está sobreabastecido tanto en países desarrollados como en los no desarrollados, con una demanda buena pero no excelente. Y que los precios han sido afectados por la caída de los valores de las materias primas y las ofertas extranjeras “baratas”. Según su opinión, el ciclo de los commodities a la baja será prolongado, pero que no tiene características diferentes a otros, salvo que ha sido magnificado por el exceso de capacidad y la baja demanda global.

Concluyó diciendo que la única forma de ganar es “anticiparse y adaptarse”, que los recursos del pasado llegarán a ser irrelevantes en el futuro, poniendo como ejemplos la imprenta frente al PC, el taxi tradicional superado por el modelo UBER y, en el ámbito siderúrgico, el Bessemer comparado con el Alto Horno y el EAF.

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El primero es la reforma energética, muy ambiciosa, muy bien estructurada, pero por desgracia cuando se terminó, se desplomó el precio del petróleo y no trajo los beneficios esperados. El gobierno mexicano dependía mucho de las exportaciones de Pemex, la reforma petrolera iba a cambiar eso al atraer inversiones privadas pero que todavía no han llegado. Eso hizo que el gobierno tuviera que reducir significativamenteel presupuesto. Bajó mucho el consumo y 6% del presupuesto de inversiones en el año 2016 . Para el año 2017 habrá una baja en inversión para infraestructura del sector público de casi 27%. Era algo que el gobierno tenía que hacer. La deuda era baja cuando comenzó esta administración, del 25% del PIB, y llegará al 50% lo que sigue siendo muy manejable, pero está creciendo mucho.

El tipo de cambio ha tenido una volatilidad significaiva. Se había mantenido estable los últimos tres años -13 a 14 pesos por dólar- y llegó a subir a más de 20 pesos en los últimos meses. Mucho depende de lo que pase políticamente, ni siquiera económicamente, y eso trae que las proyecciones del PIB del que todos los analistas hablaban hace un año que se

crecería al 4%,fueran disminuyendo todos los trimestres.

¿Cómo nos deja esto con el consumo de acero? El consumo de acero sigue creciendo; tuvo una baja en 2013 pero eso se debió principalmente al tema importaciones. Pero el consumo de acero desde la crisis del 2009 siguió creciendo y hoy es de casi 24 millones de toneladas. Lo que sí, es que las proyecciones de worldsteel que hace seis meses hablaban de crecimientos de 4 y 5% para el 2017, por todos estos problemas que están surgiendo en México, el consumo crecerá a solo 3%.

El otro tema que tenemos acá es la producción de la industria siderúrgica. Y ahí no hay una gran noticia. El aumento del consumo se lo llevaron las importaciones. La producción se mantiene muy estable en los últimos cuatro años, pero no estamos aprovechando como industria siderúrgica el crecimiento del consumo principalmente por las importaciones.

En cuanto al comercio, las acciones que está tomando el gobierno mexicano contra el comercio desleal y las diversas medidas antidumping están teniendo sus efectos y apoyando a la industria.

El consumo de acero sigue creciendo, va a crecer más despacio, pero creo que va a seguir creciendo. Para nosotros, la industria siderúrgica, los grandes retos que vemos son: primero el comercio justo, gran parte del aumento se lo llevaron las importaciones en gran medida con comercio desleal y ese es uno de los grandes desafíos. Y el otro sin duda es cómo hacemos nosotros, como industria mexicana, para abastecer a la industria que se está instalando en México. Va a haber menos consumo en construcción, menos consumo en infraestructura y el consumo vendrá por sectores que necesitan mayor valor agregado, que necesitan productos más complejos y el punto es cómo nosotros podemos abastecerlos. ••

Máximo Vedoya