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Merecedora de un largo y cálido elogio de H. P. … · Cuando William Beckford ... , todo aquello no fueran sino habladurías. Es evidente que Cozens ... , da testimonio el propio

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MerecedoradeunlargoycálidoelogiodeH.P.Lovecraftensuensayo«Elhorror en la literatura», esta novela deWILLIAMBECKFORD (1760-1844)narra lahistoriadelcalifaVATHEK,personajedesmesuradoaquiensuseddeconocimientoacabaprecipitandoenelPalaciodelFuegoSubterráneo,elInfierno,dondeencuentraaotrospríncipescondenadosquelerelatan,asuvez, sus desventuras, dando lugar a los llamados tres «Episodios»,publicados usualmente de forma exenta y desvinculados del texto originalque losmotivó.Este relato une al exotismode lomaravilloso y del cuentooriental la truculencia de la narración gótica y un peculiar e irreverentesentidodelhumor…

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WilliamBeckford

VathekePubr1.0

Titivillus03.02.15

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Títulooriginal:VathekWilliamBeckford,1787Traducción:JavierMartínLalanda

Editordigital:TitivillusePubbaser1.2

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Unahistoriainacabada:elVathekdeWilliamBeckford

Losorígenes:DelassalasdeSplendensalascavernasdeIblís

CuandoWilliamBeckford (1760-1844)decidióescribiraprincipiosde1782suVatheknoimaginabaquelafamaqueconseguiríaleharíaascenderalOlimpodelosnovelistas«góticos»,comoHoraceWalpole,AnnRadcliffeoMonkLewis,puesenaquellos momentos sólo era consciente de seguir un impulso, quizá una corrienteoculta delmomento, una de tantas reacciones al Siglo de las Luces que acabaríantomandoformaenelRomanticismo.

Nacidoenelsenodeunafamiliaadinerada,WilliamThomasBeckfordescapaala rigidez materna a la que se enfrenta tras la muerte de su padre, acaecida a latemprana edad de diez años, imaginando todo tipo de fantasías infantiles, quedesarrollaría en los infinitos rincones y columnatas, en el abigarrado estilo dePalladio,quepueblanSplendens,elpalacetequesufamiliaposeíaenFonthill,cercadeBath,aunosveintekilómetrosaloestedeSalisbury.

Hacía ya tiempo que Barthelemy d’Herbelot de Molainville, autor de lamonumentalBibliothéqueOriéntale,publicadaenParísen1697,abriera laCajadePandora delmundo oriental que lanzaría sus prestigios sobre toda una pléyade deestudiosos,seriosodisparatados,sabiosoiletrados,ycronistas,realesoficticios,deaquelfenómeno,desdeAntoineGalland,elprimertraductordeLasmilyunanoches,y Richard Francis Burton, pasando por Voltaire, Pétis de la Croix, Nodier o elantepasado de Beckford, Antoine (Anthony) de Hamilton, a Madame Blavatsky,Krishnamurti,Gurdjieff,AlanWatts,GiuseppeTucci,D.T.SuzukioC.G.Jung.

A este asalto, literario y antropológico, al exclusivismo occidentalista que seacusaamediadosdelsigloXVIII,vendríaasumarseeldelocultismo,odelomágico,representado por las concepciones swedemborgiana y martinista (de Martines dePasqually),que,endeterminadosmomentos,adoptalascaracterísticasde«revuelta»,loque,posiblemente,lepermitiríaentrarenresonanciaconotromovimientohistóricode gran amplitud al que, curiosamente, asistiría nuestro autor: la RevoluciónFrancesa.

Peroretrocedamoseneltiempo.El niñoWilliamBeckford sigue correteando e imaginándose historias entre las

sombrasdesucasadecampo.Tresañosdespués,en1773,tendrálainmensasuertederecibirlasenseñanzasdeunhombregenial:elpintorAlexanderCozens,dequiense decía que era hijo ilegítimo del zar Pedro el Grande y de una joven inglesa,aunque, como apuntaBrianFothergill, todo aquello no fueran sinohabladurías.EsevidentequeCozens,padredelretratistaJohnRobertCozens,ibaadestilarenélnosólosuamorpor lasartesengeneraly lapinturaenparticular, sino la ideadequeexisteunarealidadparalelaalacotidiana,ytrascendente,quesehallaenlamagiayquedebebuscarsea cualquierprecio, ideaque seharíapatente enVathek y en sus

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Episodios. En todas estas obras aparecerá, además, una enigmática figura, la delmago, que poseemuchos de los rasgosmágicos del pintor ruso, a quienBeckfordllamara,cariñosa,ysignificativamente,comoveremos,ElPersa.

Posiblemente, la influencia de tan genial preceptor diera lugar a que WilliamBeckford decidiese escribir en francés, como mandan los cánones, una serie decuentosárabesqueiríanapararalosfondosdelaBodleianLibrarydeOxfordyquehan permanecido inéditos hasta su publicación, a primeros de 1992, por elinvestigadorfrancésDidierGirard,conelnombregenéricodeSuitedecontesárabes(JoséCorti,París).

En1777,cuatroañosdespuésdeconoceraCozens,BeckfordviajaaGinebraencompañíadesututor,elreverendoJohnLettice,alojándoseencasadelosHamilton,susprimosporpartedemadre,quieneslepresentanalaintelectualidaddelaciudad,entre ellos aVoltaire.De entonces le viene la ocurrencia de llamar a sumadreLaBegum.

No puede afirmarse que, durante su estancia en Suiza, Beckford haya sidoiniciado a la masonería o a cualquier otra secta afín, a pesar de sus anteriorescontactos con Cozens, Chambers[1] y Wolfgang Amadeus Mozart, a quien, pocomayor que él, encontramos en Fonthill dándole clases de música[2], y del que seconoce su pertenencia a la corporación. Sí sabemos, en cambio, que en otoño deaquelmismoañoel jovenWilliam,aúnenSuiza,comienzaaescribir loque,enunprincipio, parece una novela «alpina», pero que, rápidamente, se convierte en lahistoriadeunainiciacióndelpropioBeckfordalossupuestosmisteriosdelOriente[3].TheVision,talessutítulo,prefiguraelansiadeconocimientoqueapareceenVathekyensusEpisodios.

LajuventuddeBeckfordtranscurreentreviajes,aventurasyescándalos,comosupasiónhomosexualporWilliamCourtenayylaatracciónhaciasuprimaLouisa.Susviajes por buena parte de Europa son recogidos enDreams,WakingThoughts andIncidents,quecomienzaaescribiren1780,añoenquevelaluzunaobradeficcióndisparatada,paródicayerudita,BiographicalMemoirsofExtraordinaryPainters.

Yllegamosa1781,fechacrucialenlahistoriadela literaturafantásticayenlavidadeBeckford,yaqueenellaobtienelamayoríadeedadquelepermiteaccederalafortunadelafamilia[4].EnNavidaddaunafiestaenSplendensparasusamistadesmás íntimas, entre otras, Louisa Beckford,William Courtenay, Alexander Cozens,AlexanderyArchibaldHamilton,eltutordeambos,elreverendoSamuelHenley,yelcondePhilippeJacquesdeLoutherbourg,alemándenacimientoyexpertoenloqueahora llamaríamos «efectos especiales», que había puesto en práctica en variosteatros londinenses, innovando el arte de la representación escénica, y, más tarde,amigodelcélebreCagliostro.LoutherbourgtransformaríalamansióndeBeckfordenuna especie de cueva oriental, inundándola de lo que su propietario llamaríanecromantic light («luznigromántica»), indispensablepara la puesta en escenaquequeríamontar, mezcla de orgía y demisterios, quizá de Eleusis, quién sabe si de

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Sodoma…aunque,posiblemente,loúnicoquebuscaseBeckfordfueselacreacióndeunmundoenminiatura,asu imagenysemejanza[5].De la importanciadeaquellosmisterios,da testimonioelpropioBeckford,quien,másdemediosiglodespués,en1838, cuandoya no quedabani rastro del primitivo palacete, y se habíamudado aBath,aúnrecordaba los inolvidablesmomentos llenosde inspiraciónde laNavidadde1781:

Aquellos vagabundeos románticos fueron realmente deliciosos; resultabaencantador perderse en aquel reducido mundo interior compuesto sólo defelicidad, rodeado de seres adorables, en toda la frescura de su tempranajuventud, tan dispuestos a gozar de él.Nada había que resultase aburrido oinsulso […], cualquier tipo de monotonía estaba prohibido. Incluso eluniformeesplendordelostechosdoradosseveíaparcialmenteopacadoporelvapordelamaderadeáloe[…].Inclusoahora,enlatristedistanciaquedalalejanía,despuésdehaberpasadotantotiempodesdeaquellosdíasyaquellasnoches de exquisito refinamiento, todavía siento el calor que irradiaban losjuegosdeaquellaextrañaynigrománticaluz—queLoutherbourgderramabapor doquier, haciendo que todo aquello pareciera un reino feérico, omejoraún, un templo del Demonio, profundamente hundido en el interior de laTierra, ypuesto apartepara llevar a caboen él tremendosmisterios—,y losuave,genialyapaciblequemeparecía.

YMarcChadourne,glosandoaquellasceremonias,lasescenificacionesycuentosque en ellas debieron realizarse—preludio de lo que en 1816 otros adictos de «logótico»desarrollaríanenVillaDiodati—,sehaceestapoéticareflexión:

Esevidenteque,trasunalargaincubación,deaquellostrancesvoluptuososysacrílegosacabaríabrotandoVathek,consuojollameante,yquelagransalaegipciadeSplendens,opacadaporlosvaporesdeláloesemudaríaenlasaladeIblís,dondeeldiosdeaquelimperiosubterráneotomaríalaaparienciadeun joven de veinte años cuyos rasgos, nobles y bien formados, se hubieranmarchitadoporelefectodevaporesmalignos[6].

Lacreación:Vathek

Beckford, nada más volver a Londres, a primeros de 1782, se encierra en sudespachoycomienzaacomponerdeuntirónyenfrancés,enunfrenesírayano,casi,conlaescrituraautomática,loqueserásuVathek.EnmayoenvíaunacartaaHenley,

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donde le cuenta los progresos que lleva a cabo con el texto, ya que lo que habíaescritoentresdíasnopodíaconsiderarsemásqueunesbozoquenecesitabaretoquesdeestiloydecoherencia.SuamigaLadyCraven,aquien,anteriormente,seloleyera,lediceporcarta,fechadael29demayo:

¡Santo Dios! ¡No es más que puro beckfordismo!… Pero, en serio, esmagnífico,terriblementemagnífico.

Amediadosdeseptiembrede1782,Letticecomienza,porencargodeBeckford,latraducciónalinglésdesurecienteobra.ComoLetticeesincapazdedejaraunladogalicismos, quemás que trasladar, arrastra, sin ningúnmiramiento, a la lengua deShakespeare,enmayode1783BeckfordconfíalatraducciónasuantiguoconocidoSamuel Henley, a quien escribiría el 18 de noviembre desde Ginebra, en lossiguientestérminos:

LeenviaréalgunoscalifasquenodesmerecerándesuamadoVathek.

TalparecequeconestaspalabrasquisieradaraentenderqueestabaescribiendootrashistoriasquedebíanacompañaraltextoprincipaldeVathekparaimbricarseenélydarlugaraunaespeciedeCuentosárabes,delestilodeLasmilyunanoches—como los que había escrito años atrás—, que, desgraciadamente separadas delcontinente general, el Vathek por las circunstancias que se verán, pasarían adenominarse,susEpisodios.

Beckford no dejaba de preocuparse por el estado en que se encontraba latraducción de Henley, quien, en junio de 1784, promete que le enviará una copiacompletadesutrabajo,pero,alparecer,sólolemandaunfragmento.El21demarzode1785escribenuevamenteaHenley:

HacequemesientaorgullosodeVathek.Ahorameresulta tandeslumbrantequenopuedosacarlefaltas,peronodudequelasbuscaréconsumadiligenciaencuantomeseaposible.Envíemelacontinuación,porfavor[…].HedadolosúltimosretoquesaalgunosEpisodiosysembradolassemillasdeotroqueconfíoquepuedadarfrutoasudebidotiempo[7].

ApesardenoserunorientalistatanbrillantecomoBeckford—o,precisamente,por eso mismo—, Henley había preparado muchas notas de todo el material queaquélleencomendara.Heaquílaopinióndelescritoracercadeestepunto,talycomoconstaenlacartaqueleenvíaafinalesdeabriloprincipiosdemayode1785:

AfemíaqueprestaaVathekmuchamásatencióndelaquesemerecey,por

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otra parte, ¿no cree que vamos a llamar la atención anunciando con tantapompaunadisertación sobre suspartesymaquinaria?Por supuestoque lasnotassonnecesarias,y tambiénestaríadeacuerdocon ladis[ertación],perometemoqueelmundopodríapensarqueyomehabíaimaginadoqueeranoelautordeuncuentoárabe,sinodeunpoemaépico.

LaredaccióndelosEpisodiossigueadelante,peroaunritmomáslentodeloqueBeckford había calculado, por lo que el 6 de febrero de 1786 le prohibe aHenleyeditareltextosinlosEpisodios:

La publicación deVathek debe ser pospuesta almenos otro año.No quieroque, de ninguna manera, salga antes que la edición francesa […]. LosEpisodiosdeVathekestáncasiterminados,ylaobracompletaloestarádentrode docemeses.Debe comprender que, a pesar demi deseo de ver impresoVathek,nopuedosacrificarlaediciónfrancesaamiimpaciencia.Publicarporadelantadouncuentotanimportanteseríacomodespojaramiturbantedesuplumamáspreciada.Meveoenlanecesidadderepetir,porconsiguiente,mideseo de que no publique su traducción hasta que el original no haya sidoeditadoyhayamostratadomáselasunto…

Lasediciones:¿Vathek,conEpisodiososinellos?

Losacontecimientosseprecipitan.Margaret,laesposadeBeckford,muereel26demayo,pocosdíasdespuésdelnacimientodesusegundahija,SusanEuphemia;el7 de junio, , Henley publica en Londres su traducción de Vathek, con su masivoaparato crítico que ocupa un tercio de la edición. Más tarde diría que no habíarecibidolacartadeBeckfordfechadael6defebrero,alaqueantessealudiera.Sudeshonestidad leconduciríaa ignoraraBeckfordenel frontispicioyprefaciode laedición(y,porsupuesto,enlaspáginasdesu texto),endondeHenleysereconocíacomotraductordeuncuentoárabequelehabía«encargadociertohombredeletras,que lo había traído, junto con otros similares, del Oriente» («The original of thefollowingStory,withsomeothersofasimilarkind,collectedintheEastbyamanofletters,etc.»[8]).Apocoquepensemosenello,podremosadmitirlaposibilidaddequeno sóloHenleyquisieraarrebatarle aBeckford la autoríade suobra, sino también,dejándoloparamásadelante,ladelosEpisodios,alosquemuybienpodríareferirsela expresión «with some others of a similar kind», y que ni siquiera citaría. LarespuestadeBeckford, queyadebíadehaberse imaginadoalgunamalapasadadelclérigo,seríafulminante.AfinalesdeañopublicaenLausanaeltextoenquehabía

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estadotrabajando,corregidoporJohnDavidLevade[9],consupropionombreysinningunadelasnotasdeHenley,insertando,sinmás,enlapáginacorrespondientealencuentro, en el infierno de Iblís, de Vathek y Nuronihar con los príncipes, queacabaríadando lugara losEpisodios, lasiguientenoticia,quemásseasemejaaunapuntequeaotracosa:

Histoire des deux princes amis, Alasi & Fironz, enfermes dans le palaissouterrain.HistoireduprinceKalilah&delaprincesseZulkais,sasoeur,enfermesdanslepalaissouterrain.HistoireduprinceBerkiarekhenfermédanslepalaissouterrain.Histoireduprince________enfermédanslepalaissouterrain.

Al parecer,Beckford aún no había decidido quién iba a ser el protagonista delcuartoepisodio,puessabemosquenoterminalaHistoiredeMotassemhastalatardíafechade1815,yaqueel4dejuliodeeseañoescribeasuamigoFranchilosiguiente:

CreoquelahistoriadeMotassem,elpadredeVathek,divertiráalAbad.Másque ningún otro de mis anteriores intentos, tiene algo de histórico, o depederástico,ydelasencillezdeloscuentosárabes,ymuchodegrandioso,degracioso, de putesco y de santo (secundum ordinem Melchisedec). ¡Quéextrañoanimal,quésalvaje,estoyhecho[10]!

Alañosiguiente,1787,apareceríaenParís,afinalesdejunio,lasegundaediciónenfrancés,elaboradaapartirdeltextodelaedicióndeLausana(conelsubtítulode«cuentoárabe»quenofiguraenésta),corregidoenlaocasiónporelmédicopersonaldeBeckford,FrancoisVerdeil, quien formabapartede su séquito, y, posiblemente,tambiénporellibreroSébastienMercier,alqueseañadiríaunaseleccióndelasnotasque prepararaHenley. Las correcciones, que respondían básicamente a criterios desencillezyclaridadeneltexto,fueronsupervisadasporBeckford,quiendejaríaasumédicoalcuidadodelodemás.EnloquerespectaalosEpisodios,éstossiguensinaparecer, y sólo se da de ellos la noticia de rigor, que además de omitir el últimoinvierteelordendelosrestantesyretocasustítulos:

Histoire des deux Princes amis, Alasi et Firoux, enfermes dans le palaissouterrain.HistoireduPrinceBorkiarokh,enfermédanslepalaissouterrain.HistoireduPrinceKalilahetdelaPrincesseZulkais,enfermesdanslepalaissouterrain.

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Hasta 1815 no saldría la tercera edición francesa, publicada, curiosamente, enLondres,conunosciencambiosrespectoa laedicióndeParís.Se tratadeuntextoexcesivamenteretocado,encuyoprefacioBeckfordinformaporprimeravez,aunqueconciertaincertidumbreyunpuntodetristeza,delaexistenciadelosEpisodios:

Hepreparadoalgunosepisodios,quese indicanenlapágina200,comounacontinuacióndeVathek[…]quizáaparezcanalgúndía.

En 1816, Beckford reeditaría en Londres la traducción inglesa de Henley,revisándoladepaso,intercalando,comoveníasiendousualenél,lanoticiareferentealosEpisodios,conlamenciónexplícitadesusprotagonistas,queseríaeliminadaenlassiguientesreimpresiones;trassertraducidaalfrancés,estaediciónseríapublicadaenParísen1819.

Las ediciones en francés e inglés, y sus diferentes traducciones cruzadas,seguirían apareciendo a lo largo del siglo.Cabe destacar entre ellas la de París de1876, que presenta, a guisa de prefacio, un interesante ensayo deMallarmé, muysimpáticoyerudito,sobreBeckfordysuVathek.

Ninguno de los Episodios sería publicado en vida de su autor, debidoposiblementealopocoelaboradodesuredacciónoaloescabrosoeirreverente,enocasiones,desucontenido,apesardequealfinalésteacabarateniendouninnegablecaráctermoralizante.Ysi,en1834,BeckfordentróentratosconRichardBentley,eleditor que publicaría su Italy; with Sketches of Spain and Portugal, al no llegarambosaunacuerdolaobraquedaríainéditahastaqueLewisMelvilleencontraralosmanuscritosdelosEpisodiosentretodossusdocumentos,quemientrastantohabíanpasadoapoderdelduquedeHamilton,editandoenTheEnglishReview (diciembrede1909;agostoyseptiembrede1910)losdosdejadosintactosporsuautor.

Una prueba contundente de la intención de Beckford de publicar suVathek deformaíntegra,consusEpisodiosimbricadosenél,loquepudoconstituirunacicatepara la investigación deMelville, la constituye este texto, escrito originalmente enfrancés,queelestudiosodescubreenelreferidofondodocumental:

NotaparalaedicióndeVathekconlosEpisodios:Desdehacealgún tiempo,avanzamos a pasos precipitados hacia la tolerancia universal. El famosodramadeHoracioWalpole,basadoenelmásdesagradabledelosincestos,sepublica,finalmente,sinescrúpulos.DevoramoselDonJuan,noslanzamosatumbaabierta sobre lasnovelasdeMadameduDevant [GeorgeSand]ydeVictor Hugo, y no caemos muertos de sorpresa o indignación al leer lasblasfematorias rapsodias de Edgar Quinet. Yo no pretendo, siquiera,acercarmealaefervescentelujuriadeesasenérgicasobras,pero,aligualqueenelSiglodeOrodelaCompañíadeJesústodoparecíalícitoaestosdoctos

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personajesparaconseguirunfinalfeliz,meatrevoafelicitarmedeque,porlomenos,lamoraldemiscuentossealosuficientementeevidenteparaproducirreflexionessaludables.Asípues,páseseporellosconconfianza,penetrándosedeunaverdadquelapropiareligiónnosdemuestra,diciéndose,enelfondodelapropiaconciencia:«Aquellosque,delmismomodoqueelcalifaVathekysus desventurados compañeros, se entregan a pasiones criminales y aaccionesatroces,terminaránsucarreraconunaretribuciónterrible,aunquejusta,enlamoradadelaeternavenganza».

Los tresEpisodios, o sea, los dos completos más el tercero, fragmentario, noseríanpublicadoshasta1912porStephenSwiftandCo.deLondres,cuandoLewisMelville los edita como apéndice a la traducción al inglés realizada poco antes demorir por sir Frank T. Marzials, precedidos de una introducción de treinta y unapáginas,quevieneaserunaexcelenteseleccióndelacorrespondenciaintercambiadaentreBeckfordyelreverendoHenley,que,además,reproduce,enlapáginaxxix,la«nota»queacabamosdeleerrespectoalafuturaedicióníntegradeVathek.

Noobstantehabríaqueesperara1929paratenerunaediciónconjuntadeVathekysusEpisodios.ElbeckfordianoGuyChapman,quienmástardepublicaríaotrasdesusobras,comoTheTravelDiariesyTheVisionandLiberVeritatis,seríaeleditordeVathekwith the Episodes of Vathek (Constable andCompany&HoughtonMifflinCompany, Londres), donde aparecen los dos episodios completos, para abreviar,«Histoire du Prince Alasi» e «Histoire du Prince Barkiarokh», queMaurice Lévyincorporaríaasuedición[11],yeltercero,incompleto,«HistoireduPrinceKalilahetdelaPrincesseZulkaís»,que,comoanteriormenteseindicara,pudosermutiladoporsuautoracausadeloescabrosodesuargumento.

¿UnaedicióníntegradeVathek?

Tras lo expuesto, y teniendo en cuenta que en castellano no existía ningunaedición íntegra de esta obra —ya que, además, la primera traducción de Vathek,realizadaporGuillermoCarnero,esde1969[12],sinreferenciaalaediciónoriginal,yanáloga a la de París de 1787, a pesar de haber eliminado, exactamente, cientoveinticincopalabrasalolargodetodoeltexto—,sehacíaimprescindibleunaedicióndeVathekqueincluyerasusEpisodios[13].Másaún,¿porquénointentarencajarlosEpisodiosdentrodelapropianarracióndeVathek—ensuversióndeParísde1787—,comohabíaintentadoGuyChapmanensuedición,envezdepresentarloscomoun añadido, casi una excrecencia, fruto combinado y lastimero de las intrigas deHenley,delsentimientodederrotadesuautorydelosdecretosdeldestino?

Esta idea se presentaba como un desafío[14]. Sólo hacía falta estar atento aldesarrollo de la narración que tiene lugar entre Vathek, Nuronihar y los demás

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príncipes que se encuentran en las salas de Iblís, e intercalar los correspondientesdiálogosyescenas,presentesenel texto,enlosmomentospertinentes,paraacabar,una vez finalizadas las narraciones de los diversos episodios que, de maneraconvergente,conducenaaquel lugardeperdición,con laescenafinalquenosdaaconocerdemodoglobaleldestinodelospersonajes.Estoexplicalautilizacióndelos«Interludios»,brevesmomentosque separancadaunade lasdiferentesnarracionesdelaquelesigue,rompiendosuritmo,que,porotraparte,estánimplícitoseneltextode William Beckford, a excepción del último, el que acontece después de queBarkiarojhayafinalizadosuhistoriayantesdequeZulkaiscomiencelasuya,cuyamaladressehadeserachacadaalpresenteeditor,yaque,forzadoporlanecesidaddelacontinuidad,tuvoquesacarlodesupropiacosecha.

En la traducción efectuada se han castellanizado los términos onomásticos ygeográficosqueloprecisaban,escribiendo,porejemplo,Iblís,enlugardeEblís,yaque la e inglesa se lee como i; suprimiendo toda h que aparezca al final de cadapalabra;convirtiendolakhenj;haciendoagudaslaspalabrasqueasísonabanensufrancés original, escribiendo yinns como plural de yinn, en lugar de yunrtüm, queseríalocorrecto,etc.

SieltextodeVathekfuerevisadovariasvecesporsuautor,nopasólomismoconlosEpisodios.Tantounocomo losotrosadolecendeconstruccionesexcesivamentelargas, en ocasiones harto alambicadas, y del empleo incorrecto de los signos depuntuación.Porotraparte,esmuyfrecuenteobservarpalabrascondoblesentido,esdecir,alasqueBeckford,escribiendoenfrancés,daelsentidoquetieneneninglés,porloquelatraduccióndeestos«cuentosárabes»noresultanadafácil.Entretraduciralpiedelaletra,sinestarmuyseguro,enocasiones,decuáleslaletraencuestión,ysacrificarlaliteralidadalacomprensiónycoherenciadeltexto,siempresehaoptadoporlosegundo.

Algo que se había perdido en anteriores traducciones era el humor, fino eincuestionablementebritánicoenocasiones,ountantogruesoenotras.Puesbien,enlapresenteediciónseha intentadorecuperarestapeculiaridad tancaracterísticadelmordaz autor, no escatimando expresiones capaces de suscitar la hilaridad ymanteniendociertosanacronismoseneltextotraducido.

ComoVathekysusEpisodiosnoestabanestructuradosencapítulosnijornadas,nipresentaban ningún tipo de discontinuidad que indicase un cambio de lugar o detiempo, en una edición de estas características se hacía necesario que el lectordispusiera de algún momento de respiro. El problema ha podido solucionarsemedianteelsencillorecursodecrearunhiatoeneltextosiempreque,obedeciendoalaspremisasanteriormenteexpuestasdeespacioy tiempo,seconsideraseoportuno.ApuntemostambiénquesehaprescindidodelasincómodasreferenciasdeBeckford,si no de su primer editor, LewisMelville, que informaban al lector de que habíaacabado de leer tal o cual historia, ya que semejante procedimiento, además deanacrónico, sólo servía para complicar, aún más, la secuencia narrativa de los

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diferentesepisodios.Beckford, comohemosvisto, estabade acuerdo con la utilizaciónde las notas,

siemprequenosupusieranunexcesivo lastreparael textode laobradeficción, loque también hemos tenido en cuenta, intentando evitar referencias bibliográficassecundarias y, en lamedida de lo posible, que proviniesen de las notas del propioBeckfordodelasedicionesanotadasaluso.

Sielresultadodelaempresahaestadoonoalaalturadesuempeño,seráalgoque no tardará en verse, aunque lo único que en estos momentos preocupa a suprincipalresponsableesqueelantañoseñordeFonthill,sintiéndoseenojadoo,todolo contrario, encontrando la obra muy de su agrado, pueda enviarle un ifrit que,arrebatándole, le conduzca a presencia del Señor del Globo Llameante, a cuyaderechaélsesienta,porderechopropio,paratodalaeternidad.

JavierMartínLalandaZamora-Salamanca,1991-1993

Notade2006

HeefectuadoalgunaspuntualizacionesenelpresenteprólogoyalgunasmejorasenlatraduccióndeltercerodelosEpisodios,elincompleto,asícomolarestitucióndeunbrevepasajeomitidopordescuidoenlaanterioredición.

J.M.L.

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HistoriadelCalifaVathek

Vathek,novenocalifadelaestirpedelosAbasíes,hijodeMotassemynietodeHarúnalRachid,habíasubidoaltronoenlaflordelaedad.Lasgrandescualidadesqueyaposeíaporaquelentonceshicieronpresagiarasussúbditosquesureinadoseríafelizyduradero.Desemblanteagradableymajestuoso,unodesusojoscobrabaaspectotan terrible, cuando montaba en cólera, que su mirada resultaba insoportable: eldesgraciado a quienmiraba fijamente se caía de espaldas, llegando en ocasiones aexpirar, incluso, en el sitio[15].Demodo que, por temor a despoblar sus estados yconvertir su palacio en un erial, el Príncipe no montaba en cólera sino muyraramente.

Eramuydadoalasmujeresyalbuenyantar.Sugenerosidadnoconocíalímite,nifreno su libertinaje, pues, al igual que Ornar ben Abdalaziz[16], no creía que paraalcanzarelParaísoenelotromundohubieraquehaceruninfiernodeéste.

Vatheksobrepasaríaenmagnificenciaatodossuspredecesores.ComoelpalaciodeAlkorremi, levantadopor su padreMotassemen la colina de losCaballosPíos,desde el que se dominaba completamente la ciudad de Samará[17], no le parecierasuficientemente amplio, le añadió cinco alas, que más bien serían otros tantospalacios,destinadosasatisfacercadaunodesussentidos.

En el primero de ellos dispuso que las mesas, repletas siempre de los másexquisitos manjares, se renovaran continuamente a medida que éstos se fueranenfriando.Losmásdelicadosvinosylosmejoreslicoresmanabanaraudalesdecienfuentes, que nunca se secaban. Aquel palacio recibía el nombre de El FestínContinuo,tambiénllamadoElInsaciable.

ElsegundoeraconocidocomoElTemplode laMelodíaoElNéctardelAlma.Albergabaa losmúsicosypoetasmás importantesde laépoca,quienesdespuésdeejercitar en él su arte sedesperdigaban engrupopor los alrededores, quevibrabanconsuscantos.

ElpalaciollamadoLasDeliciasdelosOjosoSustentodelaMemoriasuponíaunhechizoimperecedero.Enélsedabancita,demaneraprofusayordenada,todotipoderarezastraídasdeloscuatrorinconesdelmundo,pudiendocontemplarselomismounagaleríadepinturasdelcélebreMani[18]queunasestatuasqueparecíananimadas.Aquí una perspectiva ciertamente lograda engañaba el sentido de la vista; allá lamagiadelaópticaconseguía,plácidamente,confundirla;aculláseencontrabantodoslos secretos de la naturaleza. En una palabra, Vathek, elmás curioso de todos loshombres,nohabíaomitidonadaenaquelpalaciodeloquepudieradarcontentoalacuriosidaddequieneslovisitaban.

El palacio de losPerfumes, también llamado Incitación a la Voluptuosidad, se

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hallaba dividido en varias salas. En él ardían, incluso en pleno día, antorchas ypebeteros.Yparadisiparlaplacenteraembriaguezqueproducíaaquellugarsebajabaaunvastojardín,dondelareunióndetantaflorconseguíaquepudierarespirarseunairesuaveyreparador.

En el quinto palacio, que recibía el nombre de Reducto de la Alegría o ElPeligroso,seencontrabanmuchoscorrillosdemuchachas,bellasyobsequiosascomohuríes[19], que jamás se cansaban de acoger a quienes el Califa quisiera darles decompañero.

Mas, a pesar de todas las voluptuosidades en que Vathek se solazaba, aquelpríncipe no era menos amado por sus súbditos. Creíase que un soberano que seentrega al placer es, como mínimo, tan apto para el gobierno como aquel que sedeclaraensucontra.Pero,dado loardientee inquietodesucarácter,Vatheknosecontentaríasóloconeso.Cuandosupadreaúnvivía, tantohabíaestudiadoparanoaburrirse que sabía demasiado; por eso mismo acabó por querer saber de todo,inclusohastadecienciasqueeraninexistentes.Lecomplacíadiscutirconlossabios;pero a condicióndequeno llevasendemasiado lejos susdiscrepancias.Aunos lescerraba la boca con regalos; a otros, cuya tozudez se resistía a su liberalidad, losenviabaaprisiónpararefrenarsus ímpetus:remedioesteque,confrecuencia, teníaéxito.

También quiso Vathek inmiscuirse en querellas teológicas, y no se decantó,precisamente,porlaopiniónconsideradageneralmentecomoortodoxa.Estoexplicaque tuviera a todos los devotos en su contra y que los persiguiera, ya que, a todacosta,siemprequeríatenerrazón.

Enelséptimocielo,elgranprofetaMahoma,dequienloscalifasvienenasersusvicarios,semostrabaindignadoporlaconductairreligiosadeunodesussucesores:

—Dejémosle hacer —decía a los genios, siempre dispuestos a cumplir susórdenes—, veamos hasta dónde llegan su locura e impiedad; si se excede, yasabremoscastigarleadecuadamente.Ayudadleaconstruiresa torreque,a imitaciónde Nemrod[20], ha comenzado a levantar, aunque no para salvarse de un nuevodiluvio,comoaquelgranguerrero,sinocomoresultadodesuinsolentecuriosidadenpenetrarlossecretosdelCielo.¡Pormuchoqueseafane,jamásadivinaráeldestinoqueleespera!

Losgeniosobedecieron,ysiporeldíalosobrerosconseguíanquelatorretuvierauncodomásdealtura,durantelanocheellosleañadíanotrosdos.Larapidezconqueseconstruyóaquel edificiohalagó lavanidaddeVathek,yaque lepermitiópensarquehasta lamateria inanimadaseplegabaasusdesignios.Mas,apesarde todasuciencia,aquelpríncipenoteníaencuentaquelosinsensatosylosmalvadosnotardanmuchoenvervolversecontraellossuséxitos.

Su soberbia llegó al culmen cuando, nadamás subir por primera vez los once

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mil[21]peldañosdesutorre,miróhaciaabajo.Loshombresleparecíanhormigas,lasmontañas,conchas,y lasciudades,panalesdeabeja.La imagenquedesdeaquellasalturastuvodesupropiagrandezaacabódetrastornarledeltodo.Ycuandoestabaapunto de adorarse a sí mismo, observó, al alzar sus ojos al cielo, que los astrosseguíantanalejadosdeélcomosisehallasearasdelsuelo.Pocoleimportóaquellavista, pues supo consolarse de la involuntaria certeza de su propia insignificanciamedianteelrecursodeaparentarsergrandealosojosdelosdemás;porellosejactódequelaslucesdesuespíritullegaríanmásalládedondeabarcalasimplevistaydequeconseguiríaquelasestrellaslerevelasenlossecretosdesudestino.

A tal efecto, pasaba la mayoría de las noches en el pináculo de su torre,imaginándose,porcreerseiniciadoenlosmisteriosastrológicos,quelosplanetas leanunciaban aventurasmaravillosas. Su heraldo sería un hombre extraordinario quedebía provenir de un país del que nunca hubiera oído hablar.Así pues, a partir deentoncespusomásatenciónenlosextranjerosquellegaban,anunciandoalsondelosheraldosquerecorríanlascallesdeSamaráqueningunodesussúbditosretuvieraodiesealojamientoaviajeroalguno,yqueatodosellosseloscondujeseapalacio.

Algúntiempodespuésdeestaproclama,aparecióunhombrecuyosemblanteeratanespantosoquelosguardiasquelehabíanaprehendidosehabíanvistoobligadoacerrarlosojosmientrasleconducíanapalacio.ElpropioCalifasesintióincómodoantesuhorriblefigurapero,trasaquelinvoluntarioespanto,laalegríanotardaríaenhacer acto de presencia, pues el desconocido exhibió ante el Príncipe todo tipo derarezasnuncavistasni,muchomenos,imaginadas.

Enefecto,nadahabíatanextraordinariocomolasmercancíasdelextranjero.Lamayoría de sus joyas no sólo eranmagníficas, sino que estaban concienzudamentetrabajadas.Ademásposeíanunaparticularvirtud,descritaenelcorrespondienterollode pergamino atado a cada una de ellas.Había babuchas que incitaban a caminar,cuchillosquecortabanporsísolos,sablesqueheríanalamenorinsinuación;ytodoseveíarealzadoporpiedraspreciosasqueatodoslesresultabandesconocidas.

Entre tanto portento había unos sables de hoja centelleante, tanto quedeslumbraban.ElCalifaquisotenerlosconelpropósitodeentretenerseendescifrarlosdesconocidoscaracteresquellevabangrabados.Sinpreguntarlealmercadercuálera su precio, hizo llevar ante él todo el oro acuñado del reino, invitándole a quetomase loquequisiera; loqueel otrohizo en solemne silencio, contentándose concogerunaexiguacantidad.

Vatheknopusoendudaqueelsilenciodeldesconocidopudieratenerotracausaqueelrespetoinspiradoporsupresencia.Condescendiente,leordenóqueseacercasehastaél,yentonceslepreguntó,conaireafable,quiénera,dedóndeveníayenquélugareshabíaadquiridocosastanbellas.Elhombre,omejordicho,elmonstruo,envezderesponderatalespreguntas,serestregótresveceslafrente,másnegraqueelébano, segolpeócuatroveceselvientre,deenormeperímetro,abrióunosenormesojos, que parecían dos tizones ardientes, y se echó a reír con horrible estruendo,

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mostrandounosgrandesdientesdecolorámbar,entreveradosdeverde.El Califa, un tanto sobrecogido, repitió su pregunta; pero siguió sin recibir

respuesta.Entonces,comenzandoaimpacientarse,exclamó:—¿Deverassabes,desventurado,quiénsoyyo,ydequiénteestásburlando?Y dirigiéndose a sus guardias, preguntó si ellos le habían oído hablar.

Respondieronquesí,peroquesólohabíadichodespropósitos.—Quehabledenuevo—prosiguióVathek—,quehabledelmodoquesea,pero

quemedigaquiénes,dedóndevieneydedóndehasacadolasextrañascuriosidadesquemeacabadeofrecer.JuroporlaasnadeBalaam[22]quesipersisteensusilencioharéquesearrepientadesuobstinación.

Ymientrashablaba,elCalifanoseprivódelanzarcontraeldesconocidounadesus peligrosas miradas; pero el otro no sólo no se inmutó, sino que el terrible ymortíferoojonohizomellaenél.

Sería imposible expresar el asombro de los cortesanos al observar que elmaleducadomercadersalíaairosode tamaño trance.Sehabían tendidodebrucesyhabríanseguidoenesaposturasielCalifanoleshubiesedichoconvozairada:

—¡Levantaos, haraganes, y prended a ese miserable! ¡Que sea conducido a lacárcelyvigiladodecercapormismejoressoldados!Puedellevarconsigoeldineroqueacabodeentregarle;queloguarde,peroquehable.

Tras aquellas palabras, cayeron amansalva sobre el extranjero; le encadenaroncon gruesos grilletes y le condujeron a la cárcel de la gran torre. Siete verjas debarrotes de hierro, guarnecidos de púas tan largas y aceradas como espetones, lerodeabanportodaspartes.

Pero el Califa permanecía sumido en la más violenta agitación. No hablaba;apenasquisosentarsealamesaytansóloprobótreintaydosplatosdelostrescientosque le eran servidos a diario. Solamente aquella dieta, a la que no estabaacostumbrado,habríabastadoparaimpedirledormir,¡cómonoibaaacusarsuefecto,unido a la inquietud que le embargaba!Demodo que, en cuanto amaneció, corrióhacia lacárcel, aentrevistarsedenuevoconelpertinazdesconocido.Pero su rabiafueindescriptiblecuandovioqueyanoestabaallí,quelasverjasestabanrotasysinvidalosguardias.Presadelmásextrañodelirio,comenzóadargrandespuntapiésalos cadáveres que le rodeaban y siguió golpeándolos de lamismamanera durantetodo el día. Sus cortesanos y visires hicieron todo lo posible para calmarlo, peroviendoquenopodríanconseguirlo,exclamaronalunísono:

—¡ElCalifasehavueltoloco!¡ElCalifasehavueltoloco!AquellaspalabrasnotardaronenserrepetidasentodaslascallesdeSamará,hasta

que,finalmente,llegaronaoidosdelaprincesaCarathis,lamadredeVathek,lacualse dispuso, tremendamente alarmada, a poner en práctica el ascendiente que teníasobresuhijo.Sullantoy,también,susabrazosconsiguieroncalmaralCalifa,quiencediendoalprontoantesusruegos,sedejóconducir,deregreso,asupalacio.

Carathispusoespecialcuidadoennodejarsoloasuhijo.Despuésdeconseguir

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queseacostara,sesentóasulado,intentandodarleconsueloytranquilidadporlavíadeldiálogo.Nadiemejorqueellaparatriunfarenelempeño,puesVatheklaamabayrespetabacomomadre,perosobretodocomomujerdotadadeinteligenciasuperior,yaqueCarathis,por sergriegadenacimiento,habíaconseguidoqueél adoptaraelmétodoylascienciasdeaquelpueblo,tanodiado[23]porlosbuenosmusulmanes.

Laastrologíajudiciaria[24]eraunadeellasyCarathisladominabaalaperfección.Portanto,suprimeraatenciónconsistióenquesuhijorecordaraloquelehabíasidoprometidoporlasestrellas,porloquelesugirióquelasconsultaradenuevo.

—¡Ay!—respondió elCalifa, nadamás recobrar el habla—.Soy un insensato,pero no por propinarles a mis guardias cuarenta mil puntapiés, como castigo pordejarse matar neciamente, sino por no darme cuenta de que aquel hombreextraordinarioeraelanunciadoporlosplanetas.Enlugardemaltratarlodebíahaberintentadoganármeloconamabilidadylisonja.

—Nadade recordar lo pasado—le respondióCarathis—, hay que pensar en elporvenir.Quizáveáisdenuevoaquienahoraecháisenfalta;quizálasinscripcionesgrabadasenlashojasdelossablespuedanofrecerosalgunapista.Comedydormid,queridohijo;ymañanayaveremosquéesloquehayquehacer.

Vathek,quesiguióelsabioconsejo,selevantóaldíasiguienteconmejorestadodeánimo,porloquelefaltóeltiempoparaordenarqueletrajeranalpuntolossablesmaravillosos.Yparaquesubrillonolecegaramientrasseesforzabaendescifrarsuscaracteres, los contempló a través de un vidrio ahumado. Pero fue en vano: pormucho que se estrujara la mollera fue incapaz de distinguir una sola letra. Y siCarathis no hubiera llegado en el momento preciso, aquel contratiempo le habríahechorecaerenlosfuroresdeldíaanterior.

—Tened paciencia, hijo mío —dijo—. Bien es cierto que domináis todas lasciencias.Saberidiomasesunafútilprerrogativadelpedante.Prometedrecompensasdignas de vos a quienes sean capaces de explicar estas palabras bárbaras que nocomprendéis,pornohallarseavuestraaltura,ymuyprontoseréissatisfecho.

—¡Es posible!—dijo elCalifa—. Pero,mientras tanto,me veré abrumado porunamultituddesabihondosqueprobaránfortuna,nosóloparadarsecoba,sinoparaconseguirlaansiadarecompensa.

Y,trasunmomentodereflexión,añadió:—Quiero ahorrarme las molestias. Haré morir a todos los que no me den

satisfacción,pues,graciasalCielo, tengoel suficiente juicioparaver si traducenoinventan.

—¡Oh,nolodudo!—respondióCarathis—.Perodarmuertealosignorantesescastigoalgoseveroquepuedetraerpeligrosasconsecuencias.Contentaosconhacerquelesquemenlabarba[25]; lasbarbasno leson tannecesariasalEstadocomoloshombres.

Una vezmás, el Califa se avino a las razones de sumadre e hizo llamar a suprimervisir.

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—Morakanabad—dijo—,dispónqueenSamaráyenlasdemásciudadesdemiImperio los pregoneros hagan saber que todo aquel que descifre caracteres queparezcanindescifrables tendrápruebasdemiliberalidad,famosaentodoelmundo;peroqueaquienesfracasenselesquemarálabarbahastaelúltimopelo.Quetambiénse diga que entregaré cincuenta hermosas esclavas e igual número de cajas dealbaricoques de la isla deKirmit a quienquiera queme aporte noticias del extrañohombrealquedeseovolveraver.

A los súbditos delCalifa, siguiendo en ello a su señor, les gustabanmucho lasmujeresylascajasdealbaricoquesdelaisladeKirmit,porloqueaquellaspromesasleshicieronlabocaagua,peronopudieronsaborearlasporquenadiesabíaquéhabíasido del extranjero. No ocurrió lo mismo con la primera solicitud del Califa. Lossabios,lossabihondosylosquenoerannilounonilootro,peroquecreíanserlo,seatrevieronvalientementeaarriesgarlabarba,ytodoselloslaperdieron.Loseunucosnohacíanmásquequemarlassusodichaspilosidades,loqueacabódándolesunolorachamusquina tanmolestopara lasmujeresdel serralloquenohubomás remedioqueasignarlesaotrosaquellatarea.

Finalmente,ciertodíasepresentóunancianocuyabarbaexcedíaencodoymedioatodaslasvistashastaentonces.Losdignatariosdepalacioqueleacompañabansedijeronunosaotros:

—¡Quélastima!¡Quélástimatangrandequemarbarbatanhermosa!ElCalifapensó lomismo,perono tuvoocasiónde lamentarse,pueselanciano

leyósindificultad loscaracteresexplicándolos,palabraporpalabra,de la siguientemanera:

«Fuimoshechosdondetodosehacebien;somoslamaravillamásinsignificantedeunaregióndondetodoesmaravillosoydignodelmásgrandedelospríncipesdelatierra».

—¡Oh, lo has traducido admirablemente! —exclamó Vathek—. Conozco a lapersonaalaqueserefierenestoscaracteres.Queseentreguenaesteancianotantostrajes de gala y tantos miles de cequíes como palabras haya pronunciado: hadescargadomicorazóndepartedelpesoqueleoprimía.

Ytrasestaspalabras,Vathekleinvitóacenaryapasar,incluso,algunosdíasensupalacio.

Alamañanasiguiente,lemandóllamar,yledijo:—Léeme de nuevo lo que ayer me leíste; nunca me cansaré de escuchar las

palabrasqueparecenasegurarmeelbienestarqueansío.Elancianoseajustóalmomentosusantiparrasverdes.Peroéstasselecayeronde

la nariz en cuanto advirtió que los caracteres del día anterior habían sidoreemplazadosporotros.

—¿Qué te sucede?—preguntó el Califa—. ¿Qué significan estas muestras deasombro?

—Soberanodelmundo,loscaracteresdeestossablesyanosonlosmismos.

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—¿Quédices?—prosiguióVathek—.Perono importa; sipuedes,explícamesusignificado.

—Éstees,señor—dijoelanciano—:«Ladesgraciacaerásobreeltemerarioquedeseasaberloquedebieraignoraryacometerloqueexcedeasusfacultades».

—¡La desgracia caerá, pero sobre ti! —exclamó el Califa, completamenteenajenado—.¡Fuerademivista!Sólosetequemarálamitaddelabarba,puestoqueayerdisteconelsignificadocorrecto;encuantoamispresentes,jamásreclamoloyaentregado.

El anciano, que era lo suficientemente sabio para pensar que había salido bienlibrado de la estupidez cometida al decirle a su señor una verdad desagradable, seretiróalpuntoynoselevolvióaver.

Vathekno tardaríaenarrepentirsedesuarrebato.Comonodejabadeexaminarlossusodichoscaracteres,enseguidasediocuentadequecambiabanacadadíaydeque nadie se había presentado para aclarárselos. Esta inquieta preocupación leinflamólasangre,causándolevértigos,mareosyunadebilidadtangrandequeapenaspodíatenerseenpie;enaquelestado,nohacíamásqueordenarquelellevaranalatorre,conelanhelodeleeralgoagradableenlosastros;peroestaesperanzaseveíatruncada,pues losojos,ofuscadospor losvaporesdesumente, le traicionaban; tansóloveíaunanegrayespesanube,augurioqueleparecíadelomásfunesto.

Abrumadoportantapreocupación,elCalifasedesanimódeltodo;lediofiebre,elapetito leabandonóy,envezdeseguirsiendoelhombremásvorazde la tierra,seconvirtió en subebedormás empedernido.Una sed sobrenatural le consumía, y suboca,abiertacomounembudo,recibía,dedíaydenoche,torrentesdelíquido.Asípues,estedesgraciadopríncipe,incapazdedisfrutarningúnplacer,mandócerrarlospalacios de los Cinco Sentidos dejó de aparecer en público, de ostentar sumagnificencia y de administrar justicia a sus súbditos, y se retiró al interior delserrallo.Siemprehabíasidounbuenmarido,porloquesusesposasseafligierondesu estado, no escatimando la ocasión de hacer votos por su restablecimiento y dedarledebeber.

Entretanto, laprincesaCarathis erapresadelmásvivodolor.Todos losdías seencerraba con el visirMorakanabad para encontrar elmedio de curar o, almenos,reconfortar al enfermo. Persuadidos de que se trataba de un hechizo, pasabanconjuntamente las hojas de sus libros de magia y hacían buscar por doquier alhorribleextranjero,aquienacusabandeserelautordelencantamiento.

ApocasmillasdeSamaráhabíauna altamontaña cubiertade tomilloy serpol;una deliciosa llanura coronaba su cima, que podría haberse tomado por el Paraísodestinado a los musulmanes piadosos. Cien bosquecillos de arbustos odoríferos y

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otros tantos sotos, donde naranjos, cidros[26] y limoneros se entrelazaban conpalmeras, viñas y granados, daban cumplida satisfacción tanto al gusto como alolfato.Latierraestabacuajadadevioletas;losramilletesdealhelíesllenabanelaireconsuperfumedulceybalsámico.Cuatromanantialeslímpidos,tancaudalososquehabríanbastadoparaapagarlaseddediezejércitos,parecíanfluirenaquellugarparaimitar, aun más si cabe, al Jardín del Edén, regado por los ríos sagrados. En susverdeantes orillas, el ruiseñor cantaba el nacimiento de la rosa, su bien amada,lamentándosede lopocoqueduransusencantos; la tórtoladeploraba lapérdidadeplaceresmásreales,mientraslaalondrasaludabaconsucantolaluzquetraenuevavidaa lanaturaleza:enaquel lugar, lospájarosconseguíanexpresarconsugorjeo,mejorqueenningunaotraparte,todasycadaunadesuspasiones,pueslosdeliciososfrutosquepicoteabancondelectaciónparecíanduplicarsusenergías.

EnocasionesllevabanaVathekhastaaquellamontañaparaquepudierarespirarel airepuroybeber a sugustode los cuatromanantiales.Sumadre, susesposasyalgunoseunucoseranlasúnicaspersonasqueleacompañaban.Todosseapresurabanallenargrandescopasdecristalderoca,queporfiabanenentregarle;perotalcelonoibaacordeconsuavidez,pues,confrecuencia,seechabaatierraparabeberelaguaalengüetadas.

Cierto día, en que el deplorable príncipe llevaba demasiado tiempo en tan vilpostura,seescuchóunavozronca,aunquepotente,queleapostrofabaasí:

—¿Porquétecomportascomounperro?¡Oh,Califatanorgullosodesudignidadypoderío!

Anteestaspalabras,Vatheklevantalacabezaycontemplaalextranjero,causadetantaspenas.Seturbanadamásverlo,lacólerainflamasucorazónyexclama:

—¡Y tú,malditoGiaur[27]! ¿Qué vienes a hacer aquí? ¿No estás satisfecho dehaberconvertidoaunpríncipe,ágilysiempredispuesto,enalgoparecidoaunodre?¿Novesquememuero,nosóloporbeberdemasiadosinoporestasansiasquetengodeseguirbebiendo?

—Échate, entonces, un trago de esto—le dice el extranjero, ofreciéndole unapequeñaredomallenadeunlicorrojizo—,yparaque,despuésdelaseddetucuerpo,calmes lade tualma,entératedequesoyde laIndia,perodeunaregiónde laquenadiehaoídonuncahablar[28].

¡Unaregióndelaquenadiehaoídonuncahablar…!EstaspalabrasfueronparaelCalifacomounrayodeluz.Suponíanlarealizacióndepartedesusdeseos,ysindudardequelosrestantesfueranaversecumplidos,tomólaredomadelicormágicoy,sinmás,selabebió.Almomento,seencontrórepuesto,saciadasusedymáságilde cuerpo que antes. Su alegría fue, entonces, extrema, y saltando al cuello delespantosoindio,besósuboca,fea,prominenteyllenadebabas,contantoardorcomosibesaraloslabiosdecoraldelamáshermosadesusmujeres.

AquellostransportesnohabríanconocidotérminosilaelocuenciadeCarathisnolehubiesedevuelto lacalma,puessóloellapudoconvencerasuhijoderegresara

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Samará,donde,a talefecto, seharíaprecederporunheraldoquegritabacon todassusfuerzas:

—¡Elmaravilloso extranjero ha regresado, ha curado al Califa, ha hablado, hahablado!

Almomento,todosloshabitantesdelagranciudadsalierondesuscasas.GrandesypequeñoscorríanenmasaparaverpasaraVathekyal indio.Nosecansabanderepetir:

—¡Hacuradoanuestrosoberano,hahablado,hahablado!Estas palabras se estuvieron repitiendo durante todo el día y ni siquiera serían

olvidadas en los festejos públicos que, aquella misma tarde, se celebrarían comosignodealegría:conellascompondrían lospoetaselestribillode todas las tonadasqueibanacantartanbonitotema.

Sin pérdida de tiempo, el Califa ordenó abrir de nuevo los palacios de losSentidos;ycomoestabamásansiosodevisitareldelGustoqueningúnotro,dispusoque se sirviera en él un espléndido festín, al que fueron admitidos sus favoritos ytodoslosgrandesdignatarios.Elindio,quehabíasidoacomodadoalladodelCalifa,dioaentenderquesabríaestaralaalturadetangrandehonoryquenoseexcederíaencomer,beberohablar.Perolosplatos,unavezservidos,desaparecíandelamesavistosynovistos.Todoelmundosemirabaconextrañeza,mientrasqueelindio,sindarseporenterado,seechabainterminablesbrindisalasaluddetodos,cantabaavozen cuello, contaba historias que él mismo reía a mandíbula batiente, y ejecutabaimprovisaciones, que habrían resultado dignas de aplauso de no necesitar para sudeclamaciónelconcursodegestostanespantosos:durantetodalacomidanodejódeparlotear como veinte astrólogos, de comermás que cien carreteros y de beber enproporciónatodosellos.

Peseaquelamesahabíasidoservidatreintaydosvecesconsecutivas,elCalifaseguía resintiéndose de la voracidad de su vecino. Su presencia se le hacíainsoportableyapenaspodíaocultar suestadodeánimoy su inquietud; finalmente,encontróunmomentoparacuchichearaljefedesuseunucos:

—¡Yaves,Bababaluk,queestehombrelohacetodoengrande!¿Quépasaríasipudiese llegar hasta mis esposas? Ve, redobla la vigilancia y, sobre todo, prestaatenciónamiscircasianas,queleharíanmástilínquelasdemás.

Cuandoelpájarodelalbaacababaderepetirporterceravezsucanto,seanunciólahoradelDiván[29]:Vathekhabíaprometidoquelopresidiríaenpersona.Selevantóde lamesa y se apoyó en el brazo de su visir,más aturdido por el alboroto de suruidosoconvidadoqueporelvinoquehabíabebido;elpobrepríncipeapenaspodíatenerseenpie.

Visires, dignatarios de la Corona y hombres de leyes se dispusieron ensemicírculoalrededordesusoberano,guardandounrespetuososilencio,mientraselindio,contantasangrefríacomosipermanecieraenayunas,sesentaba,sinningúntipodemiramientos,enunodelospeldañosdeltrono,riéndose,parasusadentros,de

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laindignaciónquesuosadíadespertabaentodoslospresentes.Entretanto,elCalifa,untantoaturrullado,administrabajusticiaatrocheymoche.

Suprimervisir,dándosecuentadeello,recurrió,alpunto,aunardidparainterrumpirlaaudienciaysalvarelhonordesuseñor.Entoncesledijo,envozmuybaja:

—Miseñor,laprincesaCarathishapasadolanocheconsultandolosplanetasyosavisa de que estáis amenazado por un peligro inminente. Cuidaos de que esteextranjero,aquiencontantomiramientopagáisunascuantasjoyasmágicas,novayaaatentarcontravuestravida.Sulicor,queparecíacuraros,podríaserunvenenodeefecto retardado.No toméis a la ligera esta advertencia; preguntadle, almenos, dequéestácompuesto,dedóndelohaobtenido,yhacedlemencióndelossablesque,alparecer,habéisolvidado.

Hartode las insolencias del indio,Vathek respondió a suvisir conungestodeasentimientoydirigiéndosealmonstruodijo:

—¡Levántate y declara ante el Diván aquí reunido cuáles son las drogas quesirvieronparaprepararel licorquemedistedebeber;pero, sobre todo, resuelveelenigmade lossablesquemevendiste,mostrándote,de talsuerte,merecedorde losfavoresconquetehecolmado!

ElCalifacallótrasaquellaspalabras,proferidaseneltonomásmoderadoquelefue posible. Pero el indio, sin contestar ni abandonar su puesto, siguió con suscarcajadas y sus horriblesmuecas. Por ello, Vathek ya no pudo contenerse: de unpuntapié le arroja del estrado, persiguiéndole y golpeándole con tal rapidez, queincitaa todoelDivána imitarle.Todos lospiessehallanprestosycadagolpequerecibeesunacicateparalosquevendrán.

Elindioseguíael juego.Comoerabajo,sehabíahechounabolayrodababajolos golpes de sus asaltantes, que le seguían por todas partes con inusitadoempecinamiento.Rodandodetalsuerte,desalaensalaydehabitaciónenhabitación,la bola atraía en pos de sí a todos con los que se topaba. Del palacio, en plenaconfusión, salíaun tremendo ruido.Las asustadas sultanasmiraban a travésde suscelosías:encuantoapareciólabola,yanopudieroncontenerse.Paradetenerlas,loseunucoslaspellizcaronhastahacerlessangre,peroenvano,puesselesescaparon,yaque ni siquiera aquellos fieles guardianes, casi muertos de miedo, pudieron evitarseguirlelapistaalafatalbola.

Tras haber recorrido, de tal suerte, las salas, las habitaciones, las cocinas, losjardinesylascaballerizasdepalacio,elindio,finalmente,sedirigióhacialospatios.ElCalifa,más empecinado que los demás, le seguía de cerca, propinándole tantospuntapiéscomoleeraposible:sucelofuelacausadequeélmismorecibieraalgunosembatesdirigidosalabola.

Carathis, Morakanabad y otros dos o tres visires, cuya prudencia se habíaresistidohastaentoncesalatónicageneral,queriendoevitarqueelCalifadieraaquelespectáculo,searrojaronasusrodillasparadetenerle;peroélsaltóporencimadesuscabezasyprosiguiósucarrera.Entoncesordenaronalosalmuecinesquellamaranal

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pueblo a oración, no sólo para apartarlo del camino sino para comprometerlo,mediantesussúplicas,aalejardesítalcalamidad;perotodofueinútil.Bastabaconveraquellainfernalbolaparasentirseatraídoporella.Inclusolosalmuecines,apesarde haberla visto solamente de lejos, bajaron de sus minaretes y se unieron a lamuchedumbre.Éstaaumentóhastatalpuntoque,alpocotiempo,noquedabanenlascasasdeSamarámásqueparalíticos,tullidos,moribundosyniñosdeteta,aquienessus nodrizas habían abandonado para correr más deprisa; hasta Carathis,Morakanabadylosdemáshabíanterminado,finalmente,porunirsealapartida.Losgritos de las mujeres escapadas de los respectivos serrallos; los de los eunucos,esforzándoseennoperderlasdevista;losjuramentosdelosmaridosque,sindejardecorrer,sedesafiabanunosaotros;eltomaydacadelospuntapiés;lascaídasacadapaso; todo,ensuma,convertíaaSamaráenalgoparecidoaunaciudadtomadaporasalto y entregada al saqueo. Finalmente, el maldito indio, después de haberrecorrido, bajo aquella apariencia de bola, las calles y plazas públicas, acabó porabandonar laciudaddesierta, tomandoelcaminoqueconducea la llanuradeCatulparadirigirseaunvallesituadoalpiedelaMontañadelosCuatroManantiales.

Una de las vertientes del valle se hallaba bordeada por una elevada colina,mientrasqueenlaotrapodíaapreciarselabocadeunaespantosasimaoriginadaporlacontinuaerosióndelasaguas.ElCalifaylamultitudqueleseguía,anteeltemordequelabolaacabasecayendoenella,redoblaronsusesfuerzosparaalcanzarla,perotodofueenvano:rodóhastalasimaydesapareciócomounaexhalación.

NohaydudadequeVatheksehabríaprecipitadoenposdelpérfidoGiaur,denohabersevistodetenidoporalgoparecidoaunamano invisible.Algentíoqueveníatraséllepasólomismo,porloquesehizolacalma.Yaunquetodossemirabanconextrañeza,apesardeloridículodelasituaciónnadieserió.ConlamiradabajayelsemblanteconfusoytaciturnotomaronelcaminohaciaSamará,ocultándoseensuscasas,sinpensarquesolamenteunafuerzairresistiblepodíahaberleshechocaerenlaextravagancia que ahora se reprochaban; pues justo es que los hombres que sevanaglorian del bien, del que son meros instrumentos, acaben reivindicando lasnecedadesquenohanpodidoevitar.

El Califa fue la única persona que no quiso abandonar el valle. Ordenó quelevantaranenélsustiendasy,apesardelasargumentacionesencontradeCarathisydeMorakanabad, se apostó en el borde de la sima. Pormás que repitieran que elterrenopodíacederenaquellugaryque,porotraparte,sehallabademasiadocercadel mago, sus consideraciones fueron inútiles. Después de ordenar que semantuvieranencendidastodalanochemilantorchassetendióenelfangosobordedelprecipicio,intentando,alamparodelasartificialesclaridades,veratravésdeaquellastinieblas,quenisiquieratodoslosfuegosdelEmpíreohabríanpodidopenetrar.Tanpronto creía oír voces que salían del fondo del abismo como se imaginaba poderdistinguirentreellas las inflexionesdelavozdel indio;peronosetratabamásquedelbramidodelasaguasydelfragordelascataratasque,agrandesborbotones,caían

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delasmontañas.EntanincómodasituaciónpasóVathekaquellanoche.Nadamásdespuntareldía

se retiró a su tienda, y en ella se quedó dormido, sin haber probado bocado, nodespertándosehastaque laoscuridadnohuboreivindicadoparasí,unavezmás,elhemisferio.Sóloentoncesregresóallugardelavíspera,quenoabandonaríadurantevarias noches. Se le veía andar a zancadas y mirar, con talante enfurecido, a lasestrellas,comoreprochándoleselhaberleengañado.

Enunaocasiónysinprevioaviso,desdeelvallehastamásalládeSamará,elazurdel cielo se entreveró de largas rayas de color sangre; aquel horrible fenómenoparecíaconcerniralagrantorre.ElCalifaquisosubirhastaella,perolasfuerzasleabandonaronytransidodepavorsecubriólacabezaconelfaldóndesuvestido.

Aquellos espantosos prodigios no hicieron más que excitar su curiosidad. Porconsiguiente,envezdetranquilizarse,persistióensudeseodepermanecerenellugarenquedesaparecieraelindio.

Cierta noche, justo cuando daba su paseo solitario por la llanura, la luna y lasestrellas se eclipsaronde repente: su luz dio paso a la tinieblamás impenetrable ypudooír,saliendodelasagitadasentrañasdelatierra,lavozdelGiaur,quegritabaconestruendomásfuertequeeldeltrueno:

—¿Quieres entregarte a mí, adorar a las potencias terrenales y renunciar aMahoma? Si aceptas, abriré para ti el palacio del Fuego Subterráneo. En él, bajoinmensas bóvedas, contemplarás los tesoros prometidos por las estrellas: de allíprocedenmissablesyallíesdondereposaSuleimán,hijodeDaud[30],rodeadodelostalismanesquesubyuganalmundo.

El Califa, atónito, aunque manteniendo el ademán de un hombre hecho a lasaventurassobrenaturales,lerespondió,tembloroso:

—¿Dónde estás? ¡Muéstrate amí! ¡Disipa estas tediosas tinieblas! Después degastartantasantorchasenlocalizarte,enséñame,almenos,tuespantosorostro.

—Entonces, abjura de Mahoma —replicó el indio—, y dame pruebas de tusinceridad,onomevolverásaver.

EldesgraciadoCalifaaccedióasupeticióny,almomento,elcielosedespejó,porloque, al resplandorde losplanetasqueparecíanenvueltosen llamas,pudover latierraentreabierta.Alfondosedivisabaunportaldeébano.Anteélseencontrabaelindio,quehacíasonarcontrasucerraduraunallavedeoroqueteníaenlamano.

—¡Ah!—exclamóVathek—.¿Cómopuedobajarhastadonde teencuentras sinrompermelacrisma?Venacogermeyábremelapuertacuantoantes.

—¡Calma!—respondióelindio—.Hasdesaberquetengomuchasedyquehastaque no la haya saciado no podré abrirte la puerta.Necesito la sangre de cincuentaniños:elígelosdeentreloshijosdetusvisiresydignatarios;hastaentonces,nimisednitucuriosidadseveránsatisfechas.Regresa,pues,aSamará;tráemeloquedeseo;arrójalotúmismoaestasima…yentoncesverás.

Trasestaspalabras,elindiosediomediavuelta;yelCalifa,llevadoportodoslos

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demonios,sedecidióalhorrorososacrificio.Asípues,pusocaradehaberrecuperadolatranquilidadyseencaminóhaciaSamará,entrelasaclamacionesdelagente,quetodavía le amaba. Tan bien disimuló la involuntaria turbación de su alma queconsiguióengañaraCarathisyaMorakanabadlomismoquealosdemás.Yasólosehablódefestejosydiversiones.Inclusosetrajoacolaciónelasuntodelabola,quehasta entonces nadie se había atrevido amencionar: por todas partes se tomaba abroma,aunqueno todoelmundoteníamotivosparareírsedeél,puestoque,comoresultadode lasheridassufridasduranteaquellamemorableaventura, todavíahabíabastantegentealcuidadodeloscirujanos.

Vathek se sentíamuy contento de que todo se hubiera desarrollado de aquellamanera, porque veía que favorecía la consecución de sus abominables designios.Adoptabaunaireafablecontodos,especialmenteconsusvisiresydignatarios.Aldíasiguiente los invitó a un suntuoso banquete. Paulatinamente, fue llevando laconversación hacia asuntos familiares, preguntando entonces, con aire benévolo,quiénteníaloshijosmáshermosos.Fuecosadepocoquecadaunodelospadresseapresuraseasituaralossuyosporencimadelosdemás.Losánimossecaldearonysehabría llegado a las manos a no ser por la intervención del Califa, el cual fingióquererjuzgarporsímismo.

Notardóenllegarungrupodeaquellosdesgraciadosniños.Lasolicitudmaternaleshabíaengalanadocontodoloquepudierarealzarsubelleza.Peromientrasaquellaesplendentelozaníaatraíahaciasítodaslasmiradasytodosloscorazones,Vatheklaexaminaba con avidez pérfida, que le condujo a elegir cincuenta de ellos parasacrificarlos alGiaur. Sólo entonces, dándose aires de bonhomía, propuso celebrarunafiestaenlallanura,enhonordesusjóvenesfavoritos.Pueselloseran,asídecíaél,quienesmásdebíanalegrarsedesurestablecimiento.

La bondad del Califa resulta irresistible y no tarda en ser conocida en todaSamará.Seaprestanliteras,camellosycaballos;mujeres,niños,ancianosyjóvenesse acomodan a su gusto. El cortejo se pone en marcha, seguido por todos losconfiterosde la ciudady sus arrabales; el pueblo enmasa, y apie, lo sigue; todosestáncontentosynadie seacuerdade locaroque laúltimavez les salióaalgunostomaraquelcamino.

La velada era agradable, el aire fresco, el cielo sereno; las flores exhalaban superfume.La sosegadanaturalezaparecíadisfrutarde los rayosdel solponiente.SusuaveluzteñíadeorolacimadelaMontañadelosCuatroManantiales,realzandolabellezadesupendienteydandocoloridoalossaltarinesrebaños.Sóloseescuchabaelmurmullodelasfuentes,elsondeloscaramillos[31]ylasvocesdelospastoresquesellamabanunosaotrosenlascolinas.

Las desgraciadas víctimas, que no iban a tardar en ser inmoladas, venían asumarse a esta conmovedora escena, osando inocencia y confianza, los niños

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avanzabanhacialaplanicie,sincejarensusjugueteos:unoperseguíamariposas,otrorecogía flores o recolectaba piedrecillas lustrosas; varios, en fin, se alejaban, congrácilpaso,porelsimpleplacerdeencontrarsedenuevoydarsemilbesos.

Yasedivisaba,alolejos,lahorriblesimaencuyofondosehallabaelportaldeébano.Eracomounnegrosurcoquedividieseelllanoporlamitad.Morakanabadysus cofrades lo tomaron por una de tantas obras chocantes en que se complacía elCalifa.¡Desgraciados!Nadasabíandelfinparaelquehabíasidocreada.Vathek,quenodeseabaqueexaminarandecercaelfatídicolugar,mandóhacerunaltoytrazarungran círculo. La guardia de eunucos se destaca para medir la liza destinada a lascarreras y preparar las anillas que deberán servir de blanco a las flechas. Loscincuenta jovencitos se desnudan apresuradamente: la flexibilidad y los agradablescontornos de sus delicados miembros resultan admirables. Sus ojos chispean dealegría, que se repetirá en los de sus padres. Cada uno hace votos por el pequeñocombatientequeletocamásdecercaytodosestánatentosalosjuegosdeaquellosseresamableseinocentes.

El Califa aprovecha este momento para alejarse de la muchedumbre.Mientrascamina al borde de la sima escucha, no sin temblar, al indio, que, rechinando losdientes,dice:

—¿Dóndeestán?¿Dóndeestán?—¡DespiadadoGiaur!—respondióVathek, tremendamente turbado—. ¿Nohay

mododecontentartesinesesacrificioqueexiges?¡Ah!Sivieseslabellezadeestosniños,sugraciaysuingenuidad,teablandarías.

—¡No me vengas con ternezas, so charlatán! —exclamó el indio—. Venga,dámelos,ydeprisa,omipuertasetecerraráparasiempre.

—Nogritestanalto—dijoelCalifa,sonrojándose.—¡Oh!Deacuerdoenestoúltimo—añadióelGiaur,consonrisadeogro—;veo

quenocarecesdeentereza,tendrépacienciaunratitomás.Mientras tenía lugar aquel espantoso diálogo, las competiciones estaban en su

mejor momento. Y justo cuando el ocaso comenzaba a marcar de sombras lasmontañasconcluyeron.Entonces,elCalifa,depiealbordedelasima,exclamócontodassusfuerzas:

—¡Aver,esoscincuentajóvenes,misfavoritos,quesemeacerquen[32],yquelohaganenelordenenquehantriunfadoenlosjuegos!Alprimeroledaréelbrazaletedediamantes,alsegundoelcollardeesmeraldas,alterceroelcinturóndetopacios,ya todos los demás, lo que vaya quedando de mi vestimenta, hasta llegar a lasbabuchas.

Tras estas palabras, redoblaron las aclamaciones: la bondad de un príncipe queeracapazdedesnudarseparadivertir a sus súbditosyanimara los jóvenes llegóaponerse por las nubes. Mientras tanto, el Califa, desvistiéndose poco a poco yelevandoelbrazotanaltocomopodía,ibamostrandocadaunodelospremios;peromientras que con unamano se los entregaba a los niños, que estaban ansiosos de

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cogerlos, con la otra los iba empujando a la sima, donde el Giaur, sin dejar derefunfuñar,repetíaincansable:

—¡Más!¡Más!Aquellahorribleartimañaseefectuabacontantarapidezqueelniñoquelasufría

noteníatiempoparapensarenlasuertecorridaporlosquelehabíanprecedido;yencuanto a los espectadores, la oscuridad y la distancia les impedían ver nada.Finalmente,Vathek, trashaberdespeñadode tal suertea laquincuagésimavíctima,pensóqueelGiauracudiríaallevárseloparaentregarlelallavedeoro.CuandoyaseveíaasímismoconlagrandezadeSuleimánysintenerquerendircuentasanadie,lagrietasecerróy,antesugranasombro,volviónuevamenteasentirbajosuspies latierrafirme.Surabiaydesesperaciónfueronalgoindescriptible.Maldecíalaperfidiadel indio; le llamabacon los apelativosmás infamesypataleaba, comosi conelloquisiera hacerse oír. Aquella agitación le duró hasta que, agotado, rodó por tierra,comosihubieraperdidolarazón.Susvisiresydignatarios,quesehallabanmáscercadeélquelosdemás,creyeronenunprincipioquesehabíasentadoenlahierbaparajugar con los niños, pero, llevados por una especie de funesto presentimiento, seadelantaron,viendocompletamente soloalCalifa,quien, conapariencia enajenada,lesdijo:

—¿Quéqueréis?—¡Nuestroshijos!¡Nuestroshijos!—exclamaron.—Daisrisa—respondió—,haciéndomeresponsabledelasdesgraciasdelavida.

Vuestroshijoshancaído,mientrasjugaban,enelprecipicioquehabíaenestesitio,yyomismomehabríacaídoenélsinohubieradadounsaltohaciaatrás.

Tras estas palabras, los padres de los cincuenta niños profirieron desgarradoresgritos,repetidosporlasmadresunaoctavamásalta,mientrastodoslosdemás,quenosabían a qué venían aquellos gritos, les superaban en aullidos.Al pronto, todos sedecían:

—EsunajugarretaquenoshagastadoelCalifaparaagradarasumalditoGiaur.¡Castiguémosleporsuperfidia!¡Venguémonos!¡Venguemoslasangreinocente!

¡Arrojemosalabismoaestepríncipecruel,yquedesaparezcahastasurecuerdo!Carathis,asustadaporaquelloscomentarios,seacercóaMorakanabad.—Visir—dijo—,vos,quehabéisperdidodoshermososniños,debéissentirosel

másdesdichadodelospadres;peroyaquesoisvirtuoso,¡salvadavuestroseñor!—Sí,señora—respondióelvisir—.Intentaré,aunariesgodemivida,sacarledel

peligroenqueseencuentra;pero,actoseguido,leabandonaréasufunestodestino.—Bababaluk —prosiguió ella—, poneos al frente de vuestros eunucos;

dispersemosalamuchedumbrey,siesposible,llevemosdenuevoasupalacioaestedesgraciadopríncipe.

Por primera vez en su vida, Bababaluk y sus compañeros agradecieron lacircunstanciadequeseleshubieraincapacitadoparaserpadres.Obedecieronalvisir,que, secundándolos lomejor que pudo, consiguió realizar cabalmente su generosa

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empresa,traslocualseretiróparapoderllorarasuaire.

DespuésdequeregresaraelCalifa,Carathismandócerrarlaspuertasdepalacio;peroalverqueeltumultoaumentabayqueportodaspartesllovíaninsultos,dijoasuhijo:

—¡Poco importa si tenéisono razón!Hayque salvaros lavida.Retirémonosavuestros aposentos; una vez allí pasaremos al subterráneo que sólo vos y yoconocemosyganaremos la torre,donde,con laayudade losmudosque jamáshansalidodeella,resistiremosdesobra.Bababalukcreeráqueaúnseguimosenelpalacioydefenderásuentradaporlacuentaqueletiene;entonces,sintenerqueaguantarlosconsejos de ese llorón deMorakanabad, ya veremos qué es lo que más convienehacer.

Vatheknorespondióniunasolapalabraatodoloquesumadreledecíayladejóhacer;peromientrascaminaba,repetía,decontinuo:

—¿Dóndeestás,horribleGiaur?¿Tehascomidoyaalosniños?¿Dóndeestántussables,tullavedeoro,tustalismanes?

Aquellas palabras tuvieron como resultado que Carathis adivinase parte de laverdad.Y,unavezenlatorre,cuandosuhijosehubotranquilizado,nolecostógrantrabajosonsacársela.Pueslejosdetenerescrúpulos,era todolomalvadaquepuedaser una mujer, lo que no es poco, ya que este sexo pone especial empeño ensobrepujaralqueledisputalasupremacía.Porlotanto,elrelatodelCalifanocausóaCarathissorpresanihorror;sólosesintió impresionadapor laspromesasdelGiaur,puesdijoasuhijo:

—AunquehayquereconocerqueesteGiauresuntantosanguinario,laspotenciasterrenalesdebendeseraúnmásterribles;perolaspromesasdeunoylosdonesdelasotras bien valen la pena de algún pequeño esfuerzo; ningún crimen ha de serescatimadocuandotamañostesorossonsurecompensa.Dejad,porello,dequejarosdel indio, pues estimo que no habéis cumplido todas las condiciones que exige suservicio.Nodudoquedebahacerseunsacrificioalosespíritussubterráneos,yserácuestióndepensarenellounavezdominadoestetumulto.Voyarestablecerlacalmaynocuidarédeescatimarvuestrostesoros,yaque,dentrodepoco,ambostendremosmuchosmás.

LaPrincesa,quedominabaalasmilmaravillaselartedelapersuasión,regresópor el subterráneo y, ya en palacio, se asomó a una ventana, dejándose ver por lamuchedumbre, a la que arengó, mientras Bababaluk arrojaba oro a manos llenas.Ambasmedidas resultaron eficaces: se apaciguó el tumulto, todos regresaron a suscasasyCarathistomódenuevoelcaminodelatorre.

Cuando apenas se dejaba oír la oración que daba comienzo al día, Carathis yVatheksubieronporlosinnumerablespeldañosqueconducíanalpináculodelatorre,donde permanecieron algún tiempo, a pesar de que la mañana estuviese triste y

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lluviosa. Aquella sombría claridad era más que suficiente para reconfortar susmalvados corazones.Cuando vieron que el sol lograba atravesar la capa de nubes,hicieroninstalaruntoldoparaquelessirvieradeescudocontrasusrayos.ElCalifa,vencido por la fatiga, no pensómás que en descansar y, con la esperanza de tenervisiones esclarecedoras, se abandonó al sueño. Por su parte, la inquieta Carathis,seguidadepartedesusmudos,comenzó lospreparativosdelsacrificioquedeberíatenerlugardenoche.

Porangostasescaleras, talladasenel interiordelmuroyconocidas tansóloporellaysuhijo,descendióenprimerlugarhastalosmisteriosospozosquemanteníanabuenrecaudolasmomiasdelosantiguosfaraones,robadasdesustumbas,llevándosebuen número de ellas; después se dirigió a una galería, donde, bajo la guardia decincuentanegras,mudasytuertasdelojoderecho[33],seguardabaaceitedeserpientedelasespeciesmásvenenosas,cuernosderinoceronteymaderasdearomasofocante,queunosmagoshabían taladoenel interiorde la India,pornohablardeotrasmilrarezas, a cuales más espantosas: Carathis había reunido personalmente aquellacolección, con la esperanza de tener, antes o después algún trato con las potenciasinfernales,alasqueamabaapasionadamenteycuyosabornoresultabaextrañoasupaladar.

Para familiarizarse con loshorroresquepensabaponer enpráctica, permanecióalgún tiempo con sus negras, que bizqueaban de manera seductora cada vez quemiraban, arrobadas y con el único ojo que les quedaba, a calaveras y esqueletos,haciendoespantosascontorsionesydandochillidosamedidaquelosibansacandodelosarmarios,perosindejardehacerlecarantoñasa laPrincesa,hastaqueacabaronpor aturdirla. Al final, sofocada por aquellos olores mefíticos, Carathis se vioobligada a abandonar la galería, después de haberla esquilmado de parte de susabominablestesoros.

Entretanto,elCalifanohabíatenidolasvisionesqueesperara;másaún,sehabíatraídodeaquellaselevadasregionesunapetitodevorador.Habíapedidodecomeralos mudos, sin caer en la cuenta de que también eran sordos, y los golpeaba, losmordía y los pellizcaba porque no se movían. Afortunadamente para aquellasmiserablescriaturas,Carathisllegóatiempodeterminarcontanindecorosaescena.

—¿Quésucede,hijomío?—dijo,sinaliento—.Meparecíaescucharloschillidosdemilmurciélagosexpulsadosdesuantro,ysólosonlosdeestospobresmudosquemaltratáis;enverdad,nomerecéislasexcelentesprovisionesqueostraigo.

—¡Dadme!¡Dadme!—exclamóelCalifa—.Memuerodehambre.—¡Afemía,quehabréisdetenerbuenestómagoparadigerirtodoloquetraigo!

—dijoella.—¡Apresuraos!—insistióelCalifa—.Pero…¡Oh,cielos!¡Quéhorror!¿Quéos

proponéis?Apuntoestoydevomitar.—Vamos,vamos—replicóCarathis—,nooshagáiselmelindrosoyayudadmea

ponertodoestoenorden;yaveréiscómoloqueahorarechazáisosserámástardede

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provecho.Preparemoslapiraparaelsacrificiodeestanocheynopenséisencomerhastaquenoestéapunto.¿Acasonosabéisquetodoritosolemnehadeserprecedidodeunrigurosoayuno?

El Califa, sin atreverse a discutir con ella, se abandonó a los retortijones yventosidadesquecomenzabanatrabajarlelasentrañas,mientrassumadreseguíaconlosuyo.Nofuecosademuchoelordenarenlasbalaustradasdelatorrelasredomasdeaceitedeserpiente, lasmomiasy lasosamentas.Lapiraseguíaelevándoseyentreshorasalcanzóunaalturadeveintecodos.Encuantosehizodenoche,Carathis,llena de júbilo, se despojó de sus vestidos y, dando palmas, blandió una antorchauntada de grasa humana; los mudos la imitaron; pero Vathek, extenuado por elhambre,nopudocontinuarpormástiempoycayódesvanecido.

Lasardientesgotasdelasantorchascomenzaronaprenderenlamaderamágicamientras el venenoso aceite lanzaba mil destellos azulados y las momias seconsumían entre torbellinos de denso humo negro; cuando, por último, las llamasllegaron a los cuernos de rinoceronte se propagó un olor tan infecto que el Califavolvióensí,sobresaltado,yrecorrió,conlamiradaperdida,aquellaescenaenvueltaenllamas.Elardienteaceitecorríaamares,mientras lasnegras,quenodejabandetraerlo,uníansusaullidosalosgritosdeCarathis.Lasllamassehicierontanvoraces,reflejándose de tan pronta manera por lo pavonado del acero, que el Califa, nopudiendo ya soportar ni el calor ni su resplandor, se guareció bajo el estandarteimperial.

Sorprendidos por la luz que bañaba la ciudad, los habitantes de Samará selevantaronatodaprisa,sesubieronalostechosdesuscasas,vieronlatorreenllamasy bajaron,medio desnudos, hasta la plaza. Una vezmás se suscitaba el amor quesentían por su soberano, por lo que, creyendo que iba a arder en su torre, sólopensaron en salvarlo. Morakanabad salió de su retiro, enjugándose las lágrimas ygritando: «¡Fuego!», como los demás. Sin embargo,Bababaluk, cuyoolfato estabamásacostumbradoalolordelosobrenatural,supuso,conbuencriterio,queCarathisllevabaacaboalgunaoperaciónmágicaytranquilizóatodoelmundo.Portalmotivose le tildó de viejo poltrón y de traidor insigne, al tiempo que se hacían lospreparativos pertinentes para que camellos y dromedarios cargados de agua seadelantaranhacialatorre;pero¿cómoentrarenella?

Mientras se obstinaban en forzar las puertas, se levantó desde el nordeste unfurioso viento, que hizo llegar las llamas hasta lejos. Y aunque, en un principio,hiciera retroceder a la muchedumbre, ésta no tardaría en redoblar su empeño. Elinfernalolor a cuernoyamomia,propagándoseen todas lasdirecciones, apestóelaire,porloquemuchaspersonas,medioasfixiadas,secayeroncuanlargaseran;losquequedabanenpiedecíanasusvecinos:

—Alejaos,osestáisenvenenando.Morakanabad, que había resultado más afectado que los demás, daba lástima;

todossetapabanlanariz,peronadapudodeteneralosqueyasedisponíanaechar

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abajolaspuertas.Cientocuarenta,delosmásrobustosyesforzados,loconsiguieron.Llegaronalaescalerayrecorrieronunbuentrechoenuncuartodehora.

Carathis,alarmadaporlosgestosdesusmudosynegras,seacercaalaescalera,bajaalgunospeldañosyoyemuchasvocesquegritan:

—¡Yaestáaquíelagua!Ycomoapesardesuedadsehallaágil,regresaraudaalaplataformaydiceasu

hijo:—Un momento. Suspended el sacrificio, pues vamos a disponer de algo que

realzarásumagnificencia.Algunos,imaginándosesindudaquelatorresehallabaenllamas, han tenido la temeridad de echar abajo sus puertas, invioladas hasta estemomento,ytraenagua.Hayquereconocerquesemuestranmagnánimosalolvidartodasvuestrasinjusticias;¡peroquéimporta!Dejémoslessubir,lossacrificaremosalGiaur;anuestrosmudosnolesfaltafuerzaniexperiencia:enseguidadespacharánaesafatigadagente.

—Sea—respondióelCalifa—,siconeso terminamosypuedocenaryadeunavez.

Aquellos desventuradosno tardaron en aparecer.Sin resuello, por haber subidotan deprisa once mil peldaños temiendo que sus cubos llegaran medio vacíos, elresplandor de las llamas y el olor de lasmomias se encargaron de trastornar a untiempotodossussentidos,nadamásllegar.Yfueunalástima,porquelesimpidióverlasonrisadesatisfacciónconquemudosynegraslesechabanlasogaalcuello;peronohuboquelamentarlo,yaqueaquellasamablespersonasnoseregocijaronmenos,porello,delespectáculoencuestión.Jamásseestrangulócontantafacilidad; todoscaíansinresistirseyexpirabansinlanzarunsologrito,desuertequeVatheknotardóen encontrarse rodeado de los cadáveres de sus subditos más fieles, que fueronarrojadosalahoguera.Carathis,queestabaentodo,pensóque,porelmomento,yaerasuficiente;asípues,mandóatiesar lascadenasycerrar laspuertasdeaceroquedabanalcorredor.

Nada más ejecutarse aquellas órdenes, tembló la torre; los cadáveresdesaparecieron y las llamas, de escarlata oscuro que eran, semudaron en otras debellocolorrosado.Seaspirabaundeliciosoysuavevapor;lascolumnasdemármolvibraron con armoniosos sonidos y los licuados cuernos exhalaron un arrebatadorperfume. Carathis, extasiada, se regocijaba, anticipadamente, del éxito de susconjuros, mientras mudos y negras, a quienes los buenos olores daban cólico, seretiraban,rezongando,asuscubiles.

Nadamásmarcharse,cambiólaescena.Lapira,loscuernosylasmomiasdieronpaso a una mesa magníficamente puesta. En medio de una gran profusión deexquisitosplatos,podíanversebotellasdevinoycopasdeFagfurí[34],conexcelentessorbetessobrenieve.ElCalifasearrojócomounbuitresobretodoaquello,atacandouncorderoconpistachos;peroCarathis,ocupadaenotrosmenesteres,extrajodeunaurna de filigrana un rollo de pergamino que parecía no tener fin y en el que ni

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siquierahabíareparadosuhijo.—Acabad de una vez, glotón—le dijo en tono avasallador—, y atended a las

magníficaspromesasqueseoshacen.Yentonces,leyóenvozaltalosiguiente:«Vathek,mibienamado,hassuperadomisesperanzas; lasventanasdeminariz

hansaboreadoelaromadetusmomias,detusexcelentescuernos,y,sobretodo,delasangremusulmanaquehasderramadoenlahoguera.Cuandosealunallena,saldetupalacio, aureolado con todos los signos de tu poderío; que las escuadras de tusmúsicosteprecedanalsondelosclarinesybajoelestruendodelostimbales.Quetesigan la flor y nata de tus esclavos, tus mujeres más amadas, y mil camellos,suntuosamenteequipados;ytomaelcaminodeIstajar[35],dondeestaréesperándote.Allí,ciñendoladiademadeGiánbenGián,ynadandoentodasuertededeleites,teserán entregados los talismanes de Suleimán y los tesoros de los sultanespreadamitas[36].Pero¡aydeti,sienelcaminoaceptashospitalidadalguna!».

ElCalifa,apesardeestaracostumbradoallujo,jamáshabíacenadotanbien.Seabandonó a la alegría que le inspiraban tan buenas noticias y bebió una vezmás.Carathis no hacía ascos al vino y le acompañaba en todos los brindis que,irónicamente,dedicabaalasaluddeMahoma.Elpérfidolicoracabódellenarlesdeimpíaconfianza.Blasfemaban:laasnadeBalaam,elperrodelosSieteDurmientesyelrestodelosanimalesdelParaísodelSantoProfeta[37]seconvirtieronenblancodesus escandalosasmofas. En ese estado bajaron alegremente los oncemil peldaños,burlándose de los inquietos rostros que, a través de los respiraderos de la torre,divisaban en la plaza, accedieron al subterráneo y llegaron a los aposentos reales.Bababaluksepaseabaporellos,conairetranquilo,dandoórdenesaloseunucos,quese entretenían despabilando las velas y pintando a las circasianas sus bellos ojos.NadamásveralCalifa,lefaltótiempoparadecirle:

—¡Ah!Yaveoquenohabéisperecidoquemado;losospechaba.—¡Quénosimportaloquepensaras,oloqueahorapienses!—exclamóCarathis

—. Ve y corre a decirle aMorakanabad que queremos hablarle y, sobre todo, nopierdaseltiempoensimismándoteentusestúpidasreflexiones.

El gran visir llegó al punto; Vathek y su madre le recibieron con extremacircunspección,informándole,entonodelamento,dequeelincendioenloaltodelatorre había sido sofocado, pero que, desgraciadamente, había costado la vida a losvalientesquehabíanacudidoensusocorro.

—¡Aún más desgracias! —exclamó, entre gemidos, Morakanabad—. ¡Ah!ComendadordelosCreyentes,nohaydudadequenuestroSantoProfetaestáirritadoconnosotros;avosincumbecalmarle.

—Lecalmaremoscumplidamente—respondióelCalifa,conunasonrisaquenopresagiabanadabueno—.Vosdispondréisdelsuficientetiempolibreparadedicarloalaoración;estepaísacabaconmisalud,quierocambiardeaires;laMontañadelosCuatro Manantiales me hastía, debo ir a beber agua del arroyo de Rocnabad y a

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solazarmeenlosplácidosvallesqueconellairriga.Durantemiausenciagobernaréismis estados, siguiendo los consejos demimadre; y como bien sabéis que nuestratorre se halla repleta de cosas valiosas para la ciencia, cuidaréis de proporcionarletodoloqueellapreciseparasusexperimentos.

La torreno suscitaba,precisamente, las simpatíasdeMorakanabad,puesapartedequeensuconstrucciónsedilapidarantesorosprodigiosos,sólohabíavistoquesellevaranaellanegras,mudosypócimasabominables.Tampocosabíayaquépensarde Carathis, que mudaba de opinión como el camaleón de color. A menudo, sumalditaelocuenciahabíapuestoalpobremusulmánenunbrete;perosiellanovalíagrancosa,suhijoaúnerapeor,porloquesealegrabadeverselibredeél.Asípues,fueatranquilizaralpopulachoyaprepararlotodoparaelviajedesuseñor.

Vathek, esperando complacer aún más a los espíritus del palacio subterráneo,quería que su viaje fuese de unamagnificencia inusitada.A tal efecto, confiscó, adiestroysiniestro, losbienesdesussúbditos,mientras sudignamadrevisitaba losharenesylosdespojabadesupedrería.TodaslascosturerasybordadorasdeSamaráydelasdemáscapitalesencincuentaleguasalaredonda,trabajabansinpausaenlospalanquines, los sofás, los canapés y las literas que debían adornar el séquito delmonarca.SeincautarontodaslaslujosastelasdeMasulipatán[38],ytantamuselinaseempleóenengalanaraBababalukyalosdemáseunucosnegros,queentodoelIrakbabilóniconoquedóniunavara.

Mientras tenían lugar estos preparativos, Carathis organizaba pequeñas veladaspara hacerse agradable a las potencias tenebrosas, a las que invitaba a damas debelleza más que reputada. Sobre todo, buscaba a las que eran más blancas ydelicadas.Nadahabíatanelegantecomoaquellasreuniones;perocuandolaalegríasehacía general, sus eunucos echaban víboras por debajo de la mesa y soltabanescorpiones. Hay que pensar que todo aquello debía morder de lo lindo. Carathisponíacaradenodarsecuentadenada,porloquenadieseatrevíaarechistar.Cuandoveía que las invitadas se hallaban a punto de expirar, solía dedicarse, por meradiversión,acuraralgunasheridasconunaexcelentetriacadesuinvención[39];yesquelabuenaprincesadetestabalaociosidad.

PeroVatheknoeratanlaboriosocomosumadre.Pasabaeltiempodisfrutandodelossentidosenlospalaciosquelesestabandedicados.YanoseleveíanienelDivánnienlamezquita;ymientraslamitaddeSamaráseguíasuejemplo,laotramitadsequejabadelosprogresosdelacorrupciónimperante.

Entretanto,regresólaembajadaqueseenviaraaLaMecaenotrostiemposmenosimpíos.Estabaformadaporrespetabilísimosmulás[40].Unavezcumplidasumisión,traíanconsigounapreciadaescobaquehabíaquitadoelpolvodelasantaKaaba:setratabadeunpresentedigno,enverdad,delpríncipemásgrandedelatierra.

En aquelmomento, el Califa se hallaba confinado en un lugar poco apropiado

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pararecibirenélaembajadores.EscuchóaBababaluk,quedecíaagritospordetrásdelacortinilla:

—Aquí se encuentran el excelsoEdris al Shafei y el seráficoMuhateddín, quetraenlaEscobadeLaMeca,lacual,conlágrimasdealegría,desean,ardientemente,enseñaraVuestraMajestad.

—QuemetraiganaquílaEscoba—dijoVathek—,quizápuedasermedealgunautilidad.

—¿Qué?—respondióBababaluk,desencajandoelsemblante.—¡Obedece!—contestóelCalifa—,puestalesmisoberanavoluntad;aquí,yno

enotrolugar,quierorecibiraesabuenagentequetantoteextasía.El eunuco se marchó, murmurando por lo bajo, y rogó a los miembros del

venerable cortejo que se sirvieran seguirle. Corrió la santa alegría entre losrespetables ancianos, quienes, a pesar de hallarse fatigados por el largo viaje,siguieronaBababalukcontalagilidadqueaquelloparecíacosademilagro.Enfilaronhacia los augustos pórticos y encontraron muy halagüeño que el Califa no lesrecibieraenlasaladeaudiencias,comosuelehacerseconlagentecorriente.Alpocotiempo llegaron al interior del serrallo, donde, a través de ricas cortinas de seda,creyeronpercibirgrandesyhermososojosazulesynegrosqueibanyveníancomorelámpagos. Penetrados de respeto y asombro, e imbuidos de su celestial misión,avanzaron en procesión hacia unos pequeños corredores que no parecían llevar aningúnsitio,yquelescondujeronalapequeñaceldadondelesaguardabaelCalifa.

—¿EstaráenfermoelComendadordelosCreyentes?—decíaporlobajoEdrisalShafeiasucompañero.

—Sindudaestáensuoratorio—respondióAlMuhateddín.Vathek,queoyóeldiálogo,dijo,agritos:—¿Quéosimportadóndeesté?Seguidavanzando.Y entonces, sacó la mano por la cortinilla y pidió la Santa Escoba. Todos se

prosternaron,enseñalderespeto,tantocomolopermitíaelcorredor,llegando,casi,adoblarelespinazo.El respetableEdrisalShafeiextrajo laescobadelenvoltoriodetelas recamadas y perfumadas que impedían que fuera contemplada por miradasprofanasy,separándosedelrestodesuscompañeros,avanzópomposamentehaciaelsupuestooratorio.¡YcuálesnoseríansusorpresayespantocuandoVathek,conrisaburlona, le arrebató la escoba que asía con temblorosa mano, para, después delocalizar algunas telarañas que colgaban del azulado techo, barrerlas sin dejar unasola!

Losancianos,quesehabíanquedadodepiedra,noseatrevíanalevantarlabarbadel suelo. Lo habían visto todo, pues Vathek, en un descuido, había descorrido lacortinillaquelosseparabadeél.Suslágrimashumedecíanelmármol.AlMuhateddínsedesmayódedespechoydefatiga,mientraselCalifa,dejándosecaerdeespaldas,reíaydabapalmas,inmisericorde.

—Querido morenote—dijo, por fin, a Bababaluk—, ve y regala a esta buena

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gente conmi vino de Shiraz[41]. Y ya que pueden jactarse de conocer mi palaciomejorquenadie,ningúnhonorseráexcesivoparaellos.

Y,diciendoestaspalabras,lesarrojólaescobaalacarayfueaveraCarathisparareírconellasuúltimagracia.Bababalukhizo todo loquepudoparaconsolara losancianos, pero dos de los más débiles murieron al momento; los restantes, noqueriendovernuevamentelaluzdeldía,sedejaronconducirasuslechos,quejamásabandonarían.

A la noche siguiente, Vathek y su madre subieron a lo alto de la torre paraconsultar los astros acerca de su proyectado viaje. Y ya que las constelacionesmostraban un pronóstico de lo más favorable, el Califa quiso disfrutar de tanhalagüeño espectáculo, por lo que cenó alegremente en la plataforma, todavíaennegrecidaporel espantoso sacrificio.Durante la cenapudieronescuchargrandescarcajadas,queparecíanretumbaren laatmósferayqueaél leparecieronseñaldemuybuenaugurio.

En palacio todo era agitación: las luces no se apagaban en toda la noche; elgolpear de yunques y martillos y el canto de las mujeres y de sus guardianes,acompañandoelbordado, interrumpíanelsilenciodelanaturaleza, loqueagradabainfinitamenteaVathek,queyaseveíasubiendotriunfantealtronodeSuleimán.

Elpuebloestabaigualdecontentoqueél.Ytodosponíanmanosa laobraparaapresurarelmomentoquedebíalibrarlesdelatiraníadetanextravaganteseñor.

Lavísperadelapartidadelinsensatopríncipe,Carathissecreyóenlaobligaciónde reiterarle sus consejos. No dejó de recordarle las condiciones del misteriosopergaminoque sehabía aprendidodememoria, instándole, encarecidamente, aquenoentraseencasadenadiealolargodesuviaje.

—Conozcodesobra—decía—loaficionadoqueeresalabuenacomidayalasmuchachas;peroconténtatecontusviejoscocineros,quesonlosmejoresdelmundo,y recuerda que en tu serrallo ambulante hay, al menos, tres docenas de carashermosasqueaguardanaqueBababalukleslevanteelvelo.Yomismavelaríaportucomportamiento si mi presencia no fuese necesaria en este lugar. Me apeteceenormemente contemplar el palacio subterráneo, repleto de cosas interesantes parapersonas como nosotros; nada me gusta más que las cavernas; es evidente mipredilección por momias y cadáveres, y no pongo en duda que tú encontrarás laquintaesenciadeambosgéneros.Portanto,noteolvidesdemí,ydesdeelmomentoenqueentresenposesióndelostalismanesquetedarándominiosobrelosmetalesperfectos,abriéndoteelcentrodelaTierra[42],nodejesdeenviarmealgúngeniodeconfianzaparaquemelleveconsigo,juntoconmigabinete.Elóleoobtenidodelasserpientes que atormenté hasta causarles lamuerte será un agradable presente paranuestroGiaur,quiendebegustardeestetipodegolosinas.

En cuanto terminó este hermoso discurso de Carathis, el sol se puso tras la

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MontañadelosCuatroManantiales,preludiandolallegadadelaluna.Elastro,quesehallaba en su plenitud, les parecía a todos,mujeres, pajes y eunucos, de belleza ydiámetro extraordinarios, lo que había que achacar al ardiente deseo que tenían deemprenderelviaje.Laciudadvibrabaconlosgritosdealegríaylasfanfarrias.Sólose veían plumas, flotando en los mástiles de todos los pabellones, y penachos,brillandoalasuaveclaridaddelaluna.SuplazamayorhacíapensarenunparterreadornadoconlostulipanesmásbellosdelOriente.

ElCalifa,entrajedeceremonia,bajóporlagranescaleradelatorre,apoyándoseensuvisiryenBababaluk.Todalaconcurrenciasehabíaprosternado,al igualqueloscamellosespléndidamenteenjaezados,quesearrodillabananteél.Elespectáculoerasoberbio,porloqueelpropioCalifasedetuvoparagozarseenél.Todoestabaenrespetuososilencio,queseviountantoalteradopor losgritosde loseunucosde laretaguardia.Estossolícitossirvientes,alobservarquealgunosdelospalanquines[43]enqueviajabanlasdamasseinclinabanendemasíaaunlado,puesalgunosmozossehabían colado astutamente en ellos, desalojaron prestamente a los intrusos, no sindarlesaloscirujanosdelserrallolasrecomendacionespertinentesalcaso.

Tan insignificantes acontecimientos no turbaron lamajestuosidad de la augustaescena;Vathek saludó a la luna con aires de complicidad, escandalizando, por tanmanifiesta idolatría, adoctoresde laLey,visiresynotables,que sehabían reunidopara disfrutar de las últimasmiradas de su soberano.Cuando todo estuvo a punto,pudoescucharsedesde lo altode la torre la señaldemarcha, tocadapor clarinesytrompetas;peroaunqueyasehabíaconseguidoconanterioridadarmonizaraquellosinstrumentos,diolaimpresióndequeenlafanfarriaaparecíanalgunasdisonancias:setratabadeCarathis,queentonabahimnosalGiaur,mientrasnegrasymudoshacíandebajocontinuo.Losbuenosmusulmanes,creyendooírelzumbidodelosinsectosnocturnos,paraellospresagiodemalagüero,suplicaronaVathekquecuidaradesuaugustapersona.

YaenarbolanelestandartedelCalifa;veintemillanzasrefulgenenpossuyo;yelsoberano, hollandomajestuosamente las alfombras recamadas en oro tendidas a supaso,subealalitera,entrelasaclamacionesdesussúbditos.

Actoseguido,lacomitivasepusoenmarcha,enperfectoordenyenmediodeunsilenciotanabsolutoquehastapodíanoírselascigarrasquecantabanenloszarzalesdelallanuradeCatul.Antesdelallegadadelaaurorayahabíanhechomásdeseisleguas,de suerteque, cuandoaúnbrillabaenel firmamento la estrellamatutina, elingentecortejo llegóa lasmárgenesdelTigris,dondesedetuvopara,actoseguido,montar las tiendasquepermitiríana susmiembrosdescansarenellasel restode lajornada.

Así transcurrieron tres días. Al cuarto, el cielo, embravecido, estalló en milllamaradas:el truenoproducíaunestruendoespantosoquehacíaquelascircasianasseabrazaran,temblorosas,asusmezquinosguardianes.ElCalifacomenzóaechardemenos sus palacios de los Sentidos; sentía grandes deseos de refugiarse en la

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imponente villa de Gulchifar, cuyo gobernador había acudido a ofrecerle unrefrigerio. Pero, tras echarle un vistazo a sus tablillas, y a pesar de los ruegos encontra de sus favoritas, se decidió, intrépidamente, a calarse hasta los huesos. Sehabíatomadolaempresamuyapecho,porloquesusgrandesexpectativasmanteníanincólumesucoraje.Lacomitivanotardóenextraviarse:sehizoveniralosgeógrafospara saber dónde se encontraban, pero el estado de los empapados mapas era tanlamentablecomoeldesusdueños;además,desdelostiemposdeHarúnalRachidnosehabíahechounviaje tan largo,por loquenadiesabíahaciadónde tirar.Vathek,que tenía grandes conocimientos de todo lo referente a la posición de los cuerposcelestes,no sabía, sinembargo,enquépartede laTierra seencontraba.Rugíaconmás fuerza, aún, que el trueno, soltando, enocasiones, la palabra«picota», quenosonabamuyhalagüeñaaunoídoliterario[44].Alfinal,pensandosóloenhacercasoasupropioparecer,mandótiraracampotraviesaporunasescarpadasrocas,tomandoun camino que debía conducirlos en cuatro días a Rocnabad: y cualquierargumentaciónencontraresultóinútil.

Las mujeres y los eunucos, que jamás habían visto antes nada parecido, seestremecíannadamásmirarlosdesfiladerosdeaquellasmontañasylanzabangritoslastimerosalcontemplar loshorriblesprecipiciosquebordeabanelatajopordondeatravesaban.Sehizodenocheantesdequeelcortejohubieraconseguidollegaralacumbredel roquedalmás escarpado.En aquelmomento, unviento impetuosohizojironeslascortinasdelospalanquines,dejandoalascompungidasdamasexpuestasatodoslosfuroresdelatormenta.Laoscuridaddelcielocontribuíaarealzarloterribledeaquelladesastrosanoche,yalpocotiemposóloseescuchabanmaullidosdepajesylloriqueosdedamiselas.

Paracolmodeladesgracia,notardaronenescucharunosespantososrugidosyendistinguirenlaespesuradelosbosquesunosardientesojos,quesólopodíanserdediablosodetigres.Losexploradores,quedejabanexpeditoelcaminolomejorquepodían, y parte de la vanguardia, fueron devorados sin apenas darse cuenta. Laconfusión era extrema: lobos, tigres y otros animales carniceros, feriados por suscongéneres, acudían de todas partes. Por doquier se oía un crujir de huesos y unespantosoaleteoenelaire,pueslosbuitrescomenzabanaunirsealfestín.

Elespantoacabó,finalmente,porhacerpresaenelgrancontingentedetropasquerodeabanalmonarcayasuserrallo,adosleguasdeaquellugar.Vathek,malcriadoporsuseunucos, todavíanohabía reparadoennada;yacía, indolente,ensuamplialitera,sobrecojinesdeseda;ymientrasdospajecillos,másblancosqueelesmaltedelFranquistán[45], le espantaban lasmoscas, dormía profundamente, viendo brillar ensueños los tesoros de Suleimán.Esto explica que cuando se despertó, sobresaltadoporlaalgarabíaquehacíansusmujeres,seencontraranoconelGiaurysullavedeoro,sinoconunBababaluktransidoyconsternado.

—Señor—exclamóelfielsirvientedelmáspoderosodelosmonarcas—,estoesel colmode ladesgracia: lasbestias feroces,para lasquenomerecéismás respeto

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que un asno muerto, han caído sobre vuestros camellos. Treinta de los quetransportabanlacargamáspreciadahansidodevorados, juntoconsusconductores;vuestros panaderos, vuestros cocineros y quienes llevaban vuestras provisionespersonales han corrido lamisma suerte, y, amenos que nuestro Santo Profeta nossocorra,yanovolveremosaprobarbocado.

Al oír hablar de comida, el Califa perdió toda compostura: aulló y se propinógrandes golpes. Bababaluk, viendo que su señor había perdido por completo lacabeza,setapólosoídosparaevitar,almenos, laconfusióndelserrallo.Y,comoamedidaquelastinieblasibanenaumentoelestruendosehacíacadavezmásgrande,tomóunadecisiónheroica.

—¡Ánimo, damas y hermanos en la fe! —exclamó con todas sus fuerzas—.¡Manosalaobra,arrimemoselhombro!¡QuenosedigaqueelComendadordelosauténticoscreyentessirvedepastodeanimalesinfieles!

Y aunque entre aquellas beldades hubiera no pocas que eran caprichosas yadustas,hayquedecirqueenaquellaocasióntodassemostraronsumisas.Enunabriry cerrar de ojos aparecieron luces en todos los palanquines. En un santiamén seencendierondiezmilantorchasytodos,inclusoelCalifa,seproveyerondegrandesteas.Tanvivoeraelresplandorquehacíanalarderlasestopasempapadasenaceiteycolocadas en el extremo de las largas pértigas, que los roquedales aparecían taniluminadoscomoalaluzdeldía.Laschispas,arremolinándose,llenabanelaire,porloqueelviento,aldispersarlas,hizoqueelfuegoprendieraenloshelechosyenlamaleza.Enpocotiempo,elincendiohizorápidosprogresos:portodaspartesseveíael agitarse de las desesperadas serpientes, que abandonaban su guarida entreespantosos silbidos. Los caballos, con los ollares a favor del viento, relinchaban,coceabanyseagitabansincesar.

Unodelosbosquesdecedros,queenaquellosmomentosbordeaban,seincendióylasramasquedabanalsenderopropagaronlasllamasalasfinasmuselinasyalasadornadas telas que cubrían los palanquines de las damas, obligándolas a salir deellos,aunariesgoderomperseelcuello.Aligualquelosdemás,Vathek,vomitandomilblasfemias,sevioobligadoaponersussagradospiesentierra.

Jamás había ocurrido nada semejante: las damas, que no sabían salir delatolladero,secaíanalfango,llenasdedespecho,devergüenzayderabia.

—¡Caminar,yo!—decíauna.—¡Mojarmeyolospies!—añadíaotra.—¡Mancharmeelvestido!—exclamabaunatercera.—¡Execrable Bababaluk!—clamaban todas a un tiempo—. ¡Hez del infierno!

¿Qué necesidad tenías de antorchas? ¡Mejor sería que nos hubiesen devorado lostigres, antes que ser vistas en este estado! Henos aquí perdidas para siempre. Nohabráenelejércitoporteadornialmohazadordecamellosquenosejactedehabernosvistoalgunapartedelcuerpoo,loqueespeor,delrostro.

Y diciendo esto, las menos animosas se arrojaron de bruces al suelo. Las que

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teníanunpocomásdecorajequisieronhabérselasconBababaluk;peroéste,quelasconocía y que era pusilánime, salió a escape en busca de sus congéneres, queagitabanlasantorchasyledabanalostimbales.

Elincendioarrojabaunaluztanvivacomocualquierdíadeverano,queibaparejaconelcalor.¡Oh!¡Colmodelhorror!¡ElCalifaestabatanenfangadocomounsimplemortal!Lossentidoscomenzaronaembotársele:eraincapazdedarunpasomás.Unadesusmujeresetíopes—nohayqueolvidarqueteníabuensurtidodeesposas—secompadeciódeél,y,cogiéndoleporlacintura,seloechóalhombro;mas,viendoqueel fuego se le venía por todos los lados, salió de estampía, a pesar del peso de sucarga.Lasrestantesdamas,aquieneselpeligrohabíadevueltoelusodesuspiernas,la secundaron con todas sus fuerzas; tras ellas, y al galope, saldrían los guardias,mientras los palafreneros se encargaban de dispersar a los camellos, que acabarontropezándoseunosconotros.

Después de tanmolestas vicisitudes llegaron al lugar donde diera comienzo elasalto de las fieras, las cuales demostrarían no carecer de agudeza al retirarse anteestruendo tan horrible, habiendo, por lo demás, cenado de maravilla. Con todo,Bababalukagarróadosotresdelasmásrollizas,quesehabíanatracadotantoquenopodíanmoverse, y comenzó a desollarlas conmuy buenamaña; y como, entre elincendio y sus personas, habían puesto la suficiente tierra por medio para sentirsolamente un calor moderado y agradable, decidieron detenerse en aquel lugar.Recogieronlosjironesdelastelaspintadas;enterraronlosrestosdelfestínconelqueseregalaranlobosytigres;tomaroncumplidavenganzaenunascuantasdocenasdebuitresquesehabíanrefociladoagusto,y,despuésdehaberefectuadoelrecuentodelos camellos, que, parsimoniosamente, se disponían a producir sal de amoníaco,metieronenlasliterasalasdamas,comomejorsepudo,yerigieronlatiendaimperialenelterrenomenosescarpado.

Vathek, tendiéndosesobreunoscojinesdepluma,comenzóarecuperarsedelosachuchones de la etíope: ¡ruda montura donde las haya! El reposo le devolvió suhabitualapetito;pidiódecomer,pero¡ay!,losdelicadospanecillos,cocidosenhornode plata como deferencia a su regio paladar; los apetitosos pasteles, las ambarinasconfituras,lasbotellasdevinodeShiraz,lasporcelanasrepletasderefrescantenieve,las excelentes uvas que crecen a orillas del Tigris… ¡todo aquello habíadesaparecido!Bababaluk sólo podía ofrecerle un buen lobo asado, buitre adobado,hierbas amargas, setas venenosas, y, por último, cardo y raíz de mandrágora, queulceraban la garganta y abrasaban la lengua. En lo referente a los licores, sólodisponía de algunas frascas de pésimo aguardiente, que los galopillos habíanescondidoensusbabuchas.

Puede uno imaginarse que tan detestable colación causara la desesperación deVathek:se tapaba lanarizymascabahaciendounasmuecasespantosas.Apesardeello,comiópoco,porloquesefueadormirparahacermejorladigestión.

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Segúnpasabael tiempo,lasnubesibandesapareciendodelhorizonte.Elsoleraardiente, y sus rayos, reflejados por las rocas, abrasaban a Vathek, a pesar de lascortinasqueleaislabandelexterior.Unenjambredehediondasmoscardas,delcolorde la absenta, le picaron hasta hacerle sangrar. Incapaz de soportarlo, se despertó,sobresaltadoyfueradesí,porqueaunquesedebatieracontodassusfuerzasnosabíaqué hacer, ya que Bababaluk, cubierto de aquellos desagradables insectos que sedisputaban su nariz, seguía roncando. Los pajecillos habían tirado los abanicos alsuelo. Estaban medio muertos y empleaban su último aliento en hacerle amargosreproches al Califa, el cual, por primera vez en su vida, oía la verdad sobre supersona.

Vathek aprovechó aquel momento para reanudar sus imprecaciones contra elGiaur,einclusocomenzóahacerleaMahomaalgunoscumplidos.

—¿Dónde estoy? —exclamó—. ¿Qué son esas rocas espantosas? ¿Y esostenebrososvalles?¿HemosllegadoalespantosoCaf[46]?¿VaavenirelSimurg[47]asacarmelosojos,envenganzapormiimpíaexpedición?

Mientrashablabadetalsuerte,asomólacabezaporunadelashendidurasdesutienda;pero¡ay,loquevio!Porunlado,unallanuradenegrasarenasqueparecíanotener fin; por el otro, grandes rocas cortadas a pico, totalmente cubiertas de losabominables cardos que aún le quemaban la lengua. No obstante, creyó descubrirentrelaszarzasylosespinosalgunasfloresgigantescas;peroseequivocaba:noeranmásquetrozosdelastelaspintadasyreliquiasdesumagníficocortejo.Ypuestoquelas rocaspresentabannumerosasgrietas,Vathekaguzóeloído,con laesperanzadepoderescucharentreellaselruidodealgúntorrente;perosólooyóelsordomurmullodelagenteque,renegandodesuviaje,sequejabadelafaltadeagua.Incluso,cercadeél,habíaalgunosquedecíanagritos:

—¿Porquénoshantraídohastaaquí?¿AcasonuestroCalifavaaconstruirseotratorre? ¿No será que los despiadados ifrits[48], a los que tanto amaCarathis, se hanvenidoaviviraestospagos?

AloírelnombredeCarathis,Vathekseacordódelastablillasquelehabíadadosumadre,conlaexpresarecomendacióndequesólorecurrieraaellassilasituacióneradesesperada.Mientras las ibarepasando,oyógritosdejúbiloybatirdepalmas:lascortinasdelpabellónseabrieron,mostrandoaBababaluk,elcual,acompañadodevariasdesusfavoritas,letraíadosenanos,deuncododeestatura,portadoresdeunagran cesta llena de melones, naranjas y granadas, quienes, con voz argentina,canturrearon[49]así:

—Vivimos en la cima de estas rocas, en una cabaña entretejida con cañas yjuncos, que suscita la envidia de lasmismísimas águilas; una fuentecilla nos da losuficienteparapodercumplirconelabdest[50],ynopasaniundíasinquerecitemoslasoracionesprescritaspornuestroSantoProfeta.Osestimamos, ¡oh,Comendadorde los Creyentes! Nuestro señor, el buen emir Fakreddín, os estima igualmente,

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reverenciando en vos al vicario deMahoma, y, a pesar de que seamos pequeños,confíaennosotros,puessabequenuestroscorazoneslesonfielesenelmismogradoenque resultandespreciables nuestros cuerpos; por esonosha apostado aquí, paraquesocorramosaquienesseextravíenenestassolitariasmontañas.Lanochepasada,cuando en nuestra pequeña celda estábamos enfrascados en la lectura del santoCorán, unos vientos impetuosos apagaron, de súbito, las luces, haciendo temblarnuestra vivienda. Pasamos dos horas en la más completa tiniebla, hasta que, a lolejos, escuchamosunos sonidos,que tomamospor lascampanillasdeunacáfila[51]queseabríacaminoentrelasrocas.Almomento,pudimosdistinguirgritos,rugidosyelsonardeunostimbales.Heladosdeespanto,llegamosapensarqueelDeggial[52],consusángelesexterminadores,sedisponíaadesatarsusmalessobre laTierra.Enmediodeestasreflexiones,brotarondelhorizonteunasllamasdecolorsangreypocodespués nos vimos rodeados de centellas. Presa del pánico a causa de tan terribleespectáculo,nosarrodillamosyabrimosellibroescritoaldictadodelasInteligenciasBienaventuradas,leyendo,alaluzdelosfuegosquenosrodeaban,elversículoquediceasí:

»“Sólo en la misericordia del Cielo depositaréis vuestra confianza; sólo en elSantoProfetaseréisreconfortados;hastalamontañadeCafpuedetemblar,puessóloelpoderdeAláesinquebrantable”.

»Nadamáspronunciarestaspalabras,uncelestialsosiegoseadueñódenuestrasalmas;sehizounprofundosilencioyoímosclaramenteunavozqueparecíasalirdelaire,yquedecía:

»—Siervosdemisiervofiel,calzaoslassandaliasybajadhastaeltranquilovalledondehabitaFakreddín;decidlequeselepresentaunainmejorableocasióndesaciarlaseddesuhospitalariocorazón,pueselmismísimoComendadordelosCreyentesvagaporestasmontañasyprecisaayuda.

»Dadoloangélicodelamisión,obedecimosconalegría:nuestroseñor,henchidode piadoso celo, ha recogido con sus propias manos estos melones, naranjas ygranadasyvienesiguiendonuestrospasosconciendromedarioscargadosdelaguamás límpida de sus fuentes, para besar el bajo de vuestras sagradas vestiduras yrogarosqueentréisensuhumildemorada[53],engastadaenestosáridosdesiertosalamaneradeunaesmeraldaenelplomo.

Trashaberhabladodetalsuerte,losenanospermanecierondepie,conlasmanoscruzadassobreelestómagoyenunprofundosilencio.

Mientrasteníalugartancuriosodiscurso,Vatheksehabíaapropiadodelacestay,muchoantesdequehubieraterminado,todoloqueconteníahabíadesaparecidoensuboca. A medida que engullía iba sintiéndose más piadoso, por lo que comenzó arezar,pidiendounCoránalmismotiempoqueunpocodeazúcar.

Cuandosehallabaentaldisposicióndeánimo,lastablillas,queestabaleyendoenelmomentoenquellegaronlosenanosydelasqueyanoseacordaba,ledierondeojo.Asípues,lascogió;peropocolefaltóparanocaersedeespaldas,cuandovioen

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grandes caracteres rojos, trazados por la mano de Carathis, estas palabras, que enaquellasituaciónledieronunescalofrío:

«Guárdate de los viejos doctores y de sus diminutosmensajeros que nomidenmás de un codo; desconfía de sus piadosas supercherías: en lugar de comerte susmelones, pásales a ellos por el espetón. Como tengas la debilidad de aceptar suhospitalidad, nada más franquear el palacio subterráneo su puerta se cerrará,aplastándote. Y todos acabarán escupiendo sobre tu cuerpo, y los murciélagoselegirántuvientreparainstalarenélsunido».

—¿Quésignificaesteespantosogalimatías?—exclamóelCalifa—.¿Acasodebomorirmedesedeneldesierto,cuandopuedorefrescarmeenesteacogedorvalleconsusmelones y pepinos? ¡Malditos sean elGiaur y su portal de ébano!Yame hanfastidiadobastante; además, ¿quiénpuededarmeórdenes?Medicenquenopuedoentrar en casa de nadie. ¡Vaya! ¿Esquenopuedo entrar en cualquier sitio quemepertenezca?

Bababaluk, que no perdía ni una sola letra de aquel soliloquio, se mostrabatotalmentedeacuerdoconél,lomismoquetodaslasdamas,loque,paravariar,eratodaunanovedad.

Agasajaron a los enanos, les hicieron caricias, los colocaron con sumocuidadosobre cojines de satén y admiraron la simetría de sus cuerpecillos, que queríancontemplarentodasuplenitud,porloquelesofrecieronfrusleríasygolosinas,queellosrehusaronconencomiablecircunspección.Aquellascriaturasgatearonhastaelestrado del Califa y, subiéndose en sus hombros, lemusitaron plegarias en ambosoídos.Suslengüecillassemovíancomolashojasdelálamo;ycuandoyaestabanapuntodeagotarlapacienciadeVathek,losvítoresdelatropaanunciaronlallegadade Fakreddín, acompañado de cien ancianos caducos y otros tantos Coranes ydromedarios. Todo fueron prisas para hacer las abluciones y recitar elBismillá[54].Vathek, librándose de aquellos importunos y eventuales consejeros, aprovechó lacoyuntura para unirse al rito, pues le ardían las manos de calor y deseabarefrescárselas.

Elbuenemir, religiosoaultranzaymuyamigodecumplidos,hizoundiscursocinco veces más largo y cinco veces menos interesante que el de sus pequeñosadelantados.ElCalifa,nopudiendoaguantarmás,exclamó:

—¡Por el amor de Mahoma! Acabemos de una vez, querido Fakreddín, yvayámonosavuestroverdevalleparacomerlosespléndidosfrutosconqueosregalaelCielo.

En cuanto acabó de hablar se pusieron enmarcha; como los ancianos iban untanto lentos,Vathek,bajocuerda,ordenóa lospajecillosaguijara losdromedarios.Las cabriolas de estos animales y los apuros de sus octogenarios jinetes eran tandivertidosquenohuboningúnpalanquínquenoretumbaseconelestruendode lascarcajadas.

Bajandoporunosampliospasajes,queelemirhabíahechopracticarenlaroca,

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llegaronfinalmentealvalle;notardaríanenescucharelmurmullodelosarroyuelosyelestremecimientodelashojas.Elcortejoenfiló,alpunto,unsenderobordeadodearbustos en flor, que conducía a un gran bosque de palmeras, cuyas ramasproyectaban su sombra sobre un vasto edificio de piedra de sillería. El edificio sehallabarematadopornuevecúpulasyadornadoconotros tantosportalesdebroncesobrelosquehabíansidograbadasenesmaltelassiguientespalabras:

«He aquí el asilo de los peregrinos, el refugio de los viajeros y el lugar dondereposanlossecretosdetodoslospaísesdelmundo».

Nueve pajes, esplendorosos como la luz del día, y recatadamente vestidos conlargastúnicasdelinodeEgipto,seencontrabanantecadaunodelosnueveportales,paradarlabienvenidaalcortejocontalantefrancoyafable.Loscuatromásamablesacomodaron al Califa en un magnífico techtraván[55]; otros cuatro, algo menoscomplacientes,seencargarondeBababaluk,elcualseestremecíadealegríaalverlamagníficamoradaquelehabíacaídoensuerte;elrestodelacomitivafueatendidoporlosrestantespajes.

Encuantonoquedóen escenanadadegéneromasculino, lapuertadeungranrecintoquepodíaversea laderechagirósobresusbiendiseñadosgoznes,dejandosaliraunapersonilladegráciltalle,cuyacabellera,detonosrubioceniza,ondeabaalcapricho de los céfiros del crepúsculo. Una banda de muchachas, parecidas a lasPléyades[56], la seguía de puntillas. Todas corrieron a los pabellones donde sealojarían las esposas del Califa, y la damisela, inclinándose grácilmente, dijo aaquéllas:

—Osesperábamos,encantadorasprincesas;hemosdispuestoconfortableslechosy sembrado vuestras habitaciones de jazmín: ningún insecto apartará el sueño devuestrospárpados; loexpulsaremosconunmillóndeplumas.Venid,pues,amablesdamas, a refrescar vuestros delicados pies y vuestros marfileños miembros ennuestrosbañosdeaguaderosas;allí,yalsuaveresplandordelospebeterosnuestrassirvientasosrecitarántodotipodecuentos.

Ni que decir tiene que las sultanas aceptaron muy gustosas tan obsequiosoofrecimiento y siguieron a la damisela hasta el harén del emir;mas dejémoslas unmomentopararegresaralladodelCalifa.

El príncipe en cuestión había sido llevado al interior de una gran cúpula,iluminadapormillámparasdecristalderoca.Otrastantascopasdelmismomaterial,llenas de deliciosos sorbetes, refulgían sobre una gran mesa, donde había granprofusióndedelicadosmanjares:entreotros,arrozconlechedealmendras,sopasalazafrán y cordero con nata, que era la delicia del Califa, quien, lleno de alegría,comióde ellos en exceso, ofreciéndole, a cambio, al emir inequívocasmuestrasdeamistad,comolopruebaelhechodeconseguirquelosenanosbailasen,apesarsuyo,yaqueaquellosdiminutosdevotosnoseatrevíanadesobecederalComendadordelosCreyentes.Ycuandotodohuboacabado,seechóenelsofáydurmióconmayortranquilidadquenunca.

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Bajoaquellacúpula reinabaunapacible silencio,que sólo seveía interrumpidopor el sonido de lasmandíbulas deBababaluk, el cual se iba reponiendo del tristeayuno al que se había visto obligado durante su estancia en lamontaña. Como seencontraba demasiado animado para dormir y no le gustaba estar sin hacer nada,quiso ir en seguida al harén para atender a las damas y comprobar si se habíanungido, en lamanera prescrita, con bálsamo de LaMeca y si sus cejas y todo lodemás estaba en orden; en una palabra, para prestarles cualquiera de los pequeñosserviciosqueprecisaran.

Buscó largo rato, pero sin éxito, la puerta del harén. Pormiedo a despertar alCalifanoseatrevíaalevantarlavoz,puesnoveíaanadieenelpalacio.Cuandoyacomenzabaadesesperarsepensandoquenoconseguiríasupropósito,oyóunpequeñocuchicheo:eranlosenanosquehabíanvueltoasuprimitivaocupación,leyendopornoningentésimanovenavezelCorán.ConextremacortesíainvitaronaBababalukasu lectura, pero él tenía otras cosas que hacer. Los enanos, aunque un puntoescandalizados, le indicaron el caminode los aposentos quebuscaba.Para llegar aellosdebíapasarporciencorredoresmuyoscuros.Losrecorrióatientasyalllegaralextremodeunlargopasillopudoescucharelagradablecacareodelasmujeres,quellenódegrangozosucorazón.

—¡Vaya,vaya,asíquetodavíanooshabéisdormido!—exclamó,dandograndeszancadas—.Esperoquenopensaraisquehabíadimitidodemicargo;sólomedetuveacomerlassobrasdenuestroseñor.

Doseunucosnegros,oyéndolehablar tanalto,sesepararonapresuradamentedelosdemás,sableenmano;peroalmomentoseescuchópordoquier:

—¡SóloesBababaluk!¡SóloesBababaluk!Enefecto,aqueldiligenteguardiánavanzóhaciaunacortinadesedaencarnada,

quedejabapasarunaagradableclaridad,loquelepermitiódistinguirungranbañodepórfidooscuro,deformaoval.Ampliascortinas,cayendoengenerosospliegues, lorodeaban; y como estaban entreabiertas, pudo entrever en él un grupo de jóvenesesclavas, distendiendo, conmolicie, sus brazos, como si quisieran abarcar el aguaperfumada y reponerse, con ello, de sus fatigas; entre ellas, Bababaluk pudoreconocer a sus antiguas pupilas. Las miradas lánguidas y tiernas, las palabrassusurradas al oído, las encantadoras sonrisas con que acompañaban cualquierpequeña confidencia, el dulce aroma de las rosas, todo, en suma, destilaba tantavoluptuosidad que hasta al mismísimo Bababaluk le resultó muy difícil noabandonarseaella.

Apesardetodo,pudocomportarseconlagravedadrequerida,disponiendo,contono magistral, que aquellas beldades salieran del agua y que se las peinara conmuchoesmero.Mientrasdabatalesórdenes,lajovenNuronihar,hijadelemir,gentilcomounagacelay llenadepicardía,hizoseñasaunadesusesclavasdebajarconsumocuidadoelgrancolumpiofijadoaltechoconcordoncillosdeseda.Mientrasseefectuabalamaniobra,dioinstrucciones,porseñas,alasmujeresdelbaño,lascuales,

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a pesar de sentirse molestas por tener que salir de aquel lugar de molicie,enmarañaron sus cabellos para darle quehacer a Bababaluk, al tiempo que lepreparabanmiljugarretas.

CuandoNuroniharvioqueestabaapuntodeperderlapaciencia,seleacercóy,confingidorespeto,dijo:

—Señor, resulta improcedente que el jefe de los eunucos del Califa, nuestrosoberano,seveaobligadoaquedarsedepie;dignaosacomodarvuestragentilpersonaenestesofá,quesequebrará,injuriado,sicarecedelhonordeacogeros.

Encantusadoportanlisonjeraspalabras,Bababalukrespondiógalante:—Delicia de las niñas demis ojos, acepto la propuesta quemana de vuestros

azucarados labios; pues, a decir verdad, mis sentidos se ven mermados por laadmiraciónquemehacausadoelradianteesplendordevuestrosencantos.

—Descansad,pues—contestólahermosa,llevándolealsupuestosofá.El artilugio cobró vida al instante, saliendo disparado como una exhalación.

Todaslasmujeres,viendoentoncesdequésetrataba,abandonaron,desnudas,elbañoysepusieroncomolocasaimpulsarelcolumpio.Enpoquísimotiemporecorriótodoel espacio que había en aquella altísima bóveda, cortándole la respiración alinfortunadoBababaluk,quienenocasiones rozaba la superficiedelaguayenotrasibaadarsedenaricescontralasvidrieras;envanollenabaelaireconsusgritos,convozquesonabacomounaollacascadayquelascarcajadasnopermitíanentender.

Nuronihar,ebriadejuventudydecontento,sehallabaciertamentefamiliarizadacon los eunucos de los harenes corrientes; pero jamás había visto a ninguno tanfastidiosonitanregio,porloquesedivertíamásqueninguna.Porúltimo,sepusoaparodiarunosversospersas,ycantóasí:

—Dulceyblancapalomaqueporlosairesvuelas,sírveteecharunvistazoatufielcompañera.Gorjeanteruiseñor,yosoyturosa,cántame,almenos,unalindaestrofa.

Sultanasyesclavas,animadasportamañachanza,tantoledanalcolumpioquelacuerdaterminaporromperse,conloqueelpobreBababalukcaecomounatortugaenmitad del baño. El clamor se generaliza; doce portillos, hasta entoncesdesapercibidos, se abren, por los que todas salen a escape, aunque no sin haberlearrojadoantesalacabezatodossuspañosyapagadolasluces,rompiendo,depaso,algunasdelaslámparas.

Eldeplorableanimal,conelaguaalcuelloyaoscuras,podíadesembarazarsedelfárrago que le había caído encima y, muy a pesar suyo, escuchaba carcajadas portodas partes. En vano se debatía para salir del baño; el borde, que había recogidopartedelaceitevertidoporlaslámparasrotas, lehacíaresbalarycaerconunruidosordoqueresonabaenlabóveda.Trascadacaídaredoblabanlasmalditascarcajadas.

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Creyendoaquellugarhabitadomáspordemoniosquepormujeres,tomóladecisiónde cejar en el empeño y permanecer contrito en el baño. Su estado de ánimo sematerializóenunlargosoliloquiorepletodeimprecaciones,delasquenoperdieronpalabrasusmaliciosasvecinas, lascuales,despreocupadamente, sehabíanacostadotodasjuntas.

El amanecer le sorprendió en aquel triste estado; al cabo pudieron sacarle dedebajodelmontónderopa,medioasfixiadoycaladohastaloshuesos.ElCalifahabíaordenado que le buscaran por todas partes y, por fin, se presentaba a su señor,renqueante y castañeteando los dientes. Al verle en semejante estado, Vathekexclamó:

—¿Quétehapasado?¿Quiéntehapuestoensalmuera?—¿Yquiénoshamandadoavosentrarenestedeleznablelugar?—leespetó,asu

vez,Bababaluk—.¿Acasounmonarcacomovoshadeveniracobijarseconsuharénen la casa de un vejestorio de emir que no sabe cómo vivir? ¿Y las encantadorasdamiselas que tiene? Fijaos que han sido ellas las que me han puesto en remojo,comoalpanduro,ymehanhechomenearmetodalanocheensumalditocolumpio,comosiyo fueraun titiritero. ¡Bonitoejemploparavuestras sultanas, aquienesheprocuradodarunabuenaeducación!

Vathek, sin comprender nada de aquella perorata, hizo que le explicara toda lahistoria.Pero,enlugardecompadecersedelpobreinfeliz,seechóareírcontodassusganas,nadamáspensarenlafachaquedebíadetenersubidoalcolumpio.Bababalukseconsideróultrajadoypocofaltóparaqueleperdieraelrespeto.

—Reíd, reíd, señor —decía—, me gustaría que la tal Nuronihar también oshicieraalgunamalapasada;pueseslosuficientementemalvadaparanoperdonároslanisiquieraavosmismo.

Yaunque,enunprincipio,elCalifanosesintióimpresionadoporestaspalabras,mástardenotardaríaenrecordarlas.

Mientrasamboshablabandetalsuerte,llegóFakreddínparainvitaraVathekalasplegarias y abluciones de rigor, que se hacían en una amplia pradera surcada deinfinidad de arroyuelos. El Califa comprobó que el agua era tan fresca comomortalmente aburridas las plegarias.A pesar de ello se distraía con lamultitud decalenders, santones y derviches[57] que iban y venían por la pradera. Brahmanes,faquiresydemáscharlatanesllegadosdelaIndia,quesehabíandetenidoencasadelemir,eranlosquemásledivertían.Todosteníanalgunadisparatadasingularidadqueloscaracterizaba:unosarrastrabanunalargacadena,otrosunorangután;algunosibanarmadosdedisciplinas;perotodossuperabantriunfalmentelasdiversaspruebas.Selosveíasubira losárbolesobalancearsealrededordeunasbrasasconunpieenelaire,dándoseporrazossinpiedad.Tambiénhabíaquienesvenerabanasuspiojos,querespondían,solícitos,atantacaricia.Aquelloscharlatanesambulantessoliviantabana

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derviches,calendersysantones.LoshabíanpuestoatodosjuntosconlaesperanzadequelasimplepresenciadelCalifapudieracurarlesdesulocurayconvertirlosalafemusulmana;pero¡ay!,quieneshabíandispuesto talcosaseconfundierondecaboarabo: Vathek, en lugar de sermonearlos, los trató de bufones, diciéndoles quepresentasensus respetosaVisnúe Ixhora[58],y tuvo laocurrenciadeprendarsedelmásridículodetodos,unrobustoancianodelaisladeSerendib[59].

—¡Eh,tú!—ledijo—.Porelamordetusdioses,hazalgunacabriolaparaquemedivierta.

Anteaquellaofensa,elancianoseechóallorar;ycomolohacíamuymal,Vatheksediomediavueltaysefue.Bababaluk,que,provistodeunquitasol,seguíaalCalifacomounasombra,ledijoentonces:

—PóngaseVuestraMajestad en guardia contra esa canalla. ¡Qué desafortunadaidea reunirlos aquí a todos! ¡Parece mentira que tan gran monarca se regale contamañoespectáculoy con lapresenciade estos talapones[60],más sarnososque losperros! Si yo estuviera en vuestro lugar mandaría encender una gran hoguera yborraríadelafazdelatierraalemir,consuharénysucasadefierasincluida.

—¡Cállate! —le reprendió Vathek—. Todo esto me divierte sobremanera;permaneceré en la praderahastaquenohaya catalogado todos los animalesque lahabitan.

Yasíhizo:segúnibaavanzandoelCalifalepresentabantodasuertedelastimososobjetos:ciegos,tuertos,caballerosdesnarigados,damasdesorejadasyotraslindezas,todoelloparahacerevidente lagrancaridaddeFakreddín,el cual, rodeadode susvejestorios,distribuíaenderredorcataplasmasyemplastos.Alllegarelmediodía,lostullidoshicieronunasolemneentrada,porloquealpocotiempopudocontemplarseenaquellaplanicielasmásnotablescoleccionesdeinválidos.Losciegos,atientas,seiban con los ciegos; los cojos renqueaban juntos y los mancos contorsionaban elúnicobrazoquelesquedaba.Albordedeunagrancascadaseencontrabanlossordos;losdePegueranlosqueteníanlasorejasmáshermosasymáslargas,ydisfrutabande laventajadeoír todavíamenosque losdemás.Aquel lugar tambiénveníaaserpuntode reuniónde todogénerode excrecencias, comobocios, jorobas e, incluso,cuernos,algunosdeellosderelucientepulido.

Como el emir quería dar solemnidad al festejo y hacerle todos los honoresposibles a su ilustre invitado, dispuso que se extendieran sobre el céspedinnumerablespielesymanteles,encimadelosquesesirvieronpilafs[61]detodoslostiposyotrosmanjares,acordesconlaortodoxiadelosbuenosmusulmanes.Vathek,tolerante hasta el escándalo, había hecho preparar, adrede, ciertos platillosconsiderados como abominables, que escandalizaron a los fieles. Al poco rato, labendita asamblea estaba comiendo con todas sus ganas. ElCalifa quiso hacer otrotanto,apesarde todas lasadvertenciasencontradel jefede loseunucos,ydecidiócomerenaquellugar.Inmediatamente,elemirhizoqueinstalaranunamesaalpiedeunossauces.Elprimerplatoconsistióenpescadodelríodearenasdoradasquecorría

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enlasestribacionesdeunaelevadacolina.Elpescadoeraasadoamedidaqueseibacapturando, sazonándoseacontinuacióncon finashierbasdelmonteSinaí[62];puesnohayqueolvidarqueencasadelemirlopiadosoyloexcelentesiempresedabanjuntos.

Todavía se andaba el festín por los entremeses cuando sin previo aviso, seescuchó un melodioso acorde de laúdes que sonaba cerca de la colina y que fuerepetido por el eco.ElCalifa, presa de placer y de asombro,miró hacia arriba, demodoqueunramilletedejazminesfueadarleenelrostro.Milcarcajadassaludaronaquella pequeña travesura, justo al mismo tiempo que, a través de la espesura, sedejaban vislumbrar las elegantes formas de variasmuchachas que brincaban comojóvenescorzas.LafraganciadesusperfumadascabellerasllegóhastaVathek,elcual,dejandodecomerycomoembrujado,dijoaBababaluk:

—¿Acaso habrán dejado lasperís[63] sus esferas? ¿Ves aquella, de tan delgadotalle, que tan intrépidamente corre al borde de los precipicios, y que, volviendo lacabeza,parecenopreocuparsemásquedelosgraciososplieguesdesuvestido?¡Conqué impaciencia tanadorable ledisputaelveloa loszarzales!¿Seríaellaquienmearrojólosjazmines?

—¡Oh!Seguroquesí—respondióBababaluk—,ycapazseríadearrojarosavosmismodesdeloaltodelasrocas;lareconozco:esmibuenaamigaNuronihar,laquetangentilmentemeprestarasucolumpio.Vamos,mibuenamoyseñor—prosiguió,mientras desgajaba la rama de un sauce—, permitidme que vaya a azotarla porhaberos faltado al respeto. El emir no ha de quejarse; pues, dejando a un lado loagradecidoque estoy a supiedad, cometegranyerro al soltar por lasmontañasunrebañodedamiselas;elaireagresteagudizaenexcesolospensamientos.

—¡Hayapaz,blasfemo!—dijoelCalifa—.Nohablesasídelaquehacequemicorazónvagueporestosmontes.Antesconsiguequemisojospuedanmirarseenlossuyos y que pueda respirar su dulce hálito. ¡Con qué gracia y ligereza corre,palpitante,porestoscampestreslugares!

Ydiciendoestaspalabras,Vathektendiósusbrazoshacíalacolinay,alzandolosojosconunaagitaciónquejamássintieraanteriormente,intentónoperderdevistaalaqueyalehabíacautivado.PerosucursoeratandifícildeseguircomoelvuelodelashermosasmariposasazareasdeCachemira,tanrarasyvivaces.

Vathek,nosatisfechoconveraNuronihar,tambiénqueríaoírla,porloque,ávido,aguzaba el oído para distinguir su acento. Por fin oyó que decía a una de susacompañantes,conlaquecuchicheabaalamparodelpequeñomatorraldesdeelquelearrojaraelramillete:

—Hay que reconocer que un califa resulta muy vistoso: pero mi pequeñoGulchenruzesmuchomásencantador;unatrenzadesusuavecabelleravalemásquetodoslosricosbordadosdelaIndia;prefiero,yconmucho,elmaliciosomordisqueodesusdientesenmidedoquelasortijamáshermosadeltesoroimperial.¿Dóndelehasdejado,Sutlememé?¿Porquénoestáaquí?

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Bien le hubiera gustado al inquieto Califa seguir escuchando aquellaconversación durante más tiempo, pero ella se alejó con todas sus esclavas. Elenamoradomonarcasiguióconlavistahastaverladesaparecer,quedándosecomoelextraviadoviajeroaquien,denoche,lasnubesocultanlaconstelaciónporlaqueseguía.Anteélparecíaextenderseunvelodetinieblas;todoloveíaapagado,todoselepresentaba con distinto aspecto. El sonido del arroyo le llenaba el alma demelancolía, y sus lágrimas se vertían sobre los jazmines que había cobijado en suardiente seno. Incluso llegó a recoger algunas piedrecillas para recordarcontinuamenteellugarenquesintieralosprimerosimpulsosdeunapasiónquehastaentonceslefueradesconocida.Milveceshabíaintentadoalejarse,peroenvano.Unadulcelanguidezembargabasualma.Tendidoaorillasdelarroyo,nodejabadedirigirsumiradahacialaazuladacimadelamontaña.

—¿Quées loquemeocultas,peñascodespiadado?—exclamó—.¿Quéhasidode ella? ¿Qué acontece en tus soledades? ¡Cielos! ¡Quizá ella vague, en estosmomentos,portusgrutas,consuafortunadoGulchenruz!

Mientras tanto, comenzóacaerel relente.Elemir,preocupadopor la saluddelCalifa,hizoquelellevaranlaliteraimperial;Vatheksedejóconduciraellasindarsecuenta,siendotraídodevueltaalsoberbiosalóndondefuerarecibidolavíspera.

Pero dejemos alCalifa entregado a su nueva pasión y sigamos por las rocas aNuronihar, la cual, finalmente, se había encontrado con su enamorado, el pequeñoGulchenruz.

EltalGulchenruzeraelhijoúnicodeAlíHassán,hermanodelemir,y,asimismo,lacriaturamásdelicadayamabledeluniverso.Supadre,elcualyahacíadiezañosque partiera con rumbo a mares desconocidos, le había dejado al cuidado deFakreddín.Gulchenruzsabíaescribirendiferenteslenguasconmaravillosaprecisión,ypintabasobrevitelalosarabescosmáshermososdelmundo.Suvozeradulce,yélla sabía acompasar con el laúd de la manera más enternecedora posible. CuandocantabalosamoresdeLeiláyMecnún[64],odecualquierotraparejadeinfortunadosamantes de los siglos pasados, las lágrimas bañaban los ojos de sus oyentes. Susversos, pues al igual que Mecnún era poeta, inspiraban una languidez y molicieciertamente peligrosas para lasmujeres. Todas le amaban con locura, lo que quizáexplicaque,apesardehabercumplidoya los treceañosdeedad,aúnnohubieranpodidoarrancarledelharén.Subaileposeíalaligerezadelvilanoque,impulsadoporlos primaverales céfiros, revolotea en el aire. Pero aquellos brazos, que cuandobailabacontantodonaireseentrelazabanconlosdelasmuchachas,noservíanparalanzarlosdardosdelacaza,niparadomarlosfogososcaballosquesutíocriabaenlos pastizales.Noobstante, tiraba al arco conmano segura y habría dejado atrás atodoslosmuchachosencualquiercarrerasóloconatreversearomperlasatadurasdesedaqueleligabanaNuronihar.

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Hacíayaañosquelosdoshermanoshabíancomprometidomutuamenteaamboshijos,porloqueNuroniharamabaasuprimoaúnmásquealasniñasdesusojos,Yeso que eran hermosos.Ambos tenían losmismos gustos y ocupaciones, lamismamirada tendida y lánguida, la misma cabellera, la misma blancura; cuandoGulchenruzsevestíaconlasropasdesuprima,parecíamásmujerqueellamisma.Ysi, por casualidad, abandonaba unmomento el harén para ir a visitar a Fakreddín,entoncesadoptabalatimidezdelcervatilloqueacabadesepararsedelacierva.Peroapesarde todo, tenía la suficientemaliciaparaburlarsede los solemnesvejancones;por eso mismo, había ocasiones en que éstos le zaherían de forma despiadada.Entonces,muyafectado,entrabaaescapeenelharén,corriendo,trasdesí,todosloscortinajes,yserefugiaba,sollozando,entrelosbrazosdeNuronihar,lacual,apesardelgranaprecioenqueteníasusvirtudes,amabaaúnmássusdefectos.

Asípues,Nuronihar,trasdejarenlapraderaalCalifa,corriójuntoaGulchenruzpor las montañas alfombradas de césped que protegían el valle donde vivíaFakreddín. El sol se ocultaba ya en el horizonte, haciendo que ambos jóvenes, deimaginación viva y exaltada, creyeran ver en las hermosas nubes del poniente lascúpulas de Shaddukián y deAmbreabad[65], donde habitan losperís. Nuronihar sehabíasentadoenlaladeradelacolinayteníasobresusrodillaslaperfumadacabezadeGulchenruz;pero la imprevista llegadadelCalifay el esplendorque le rodeabahabían conseguido turbar su ardiente alma. Impulsada por su vanidad, no se habíapodido resistir a hacerse notar por aquel príncipe. Había visto, con toda claridad,cómorecogíalosjazminesquelehabíaarrojado,porloquesuamorpropiosesintióhalagado.Por eso, su turbación fue en aumentocuandoaGulchenruz se leocurriópreguntarle qué había sido del ramillete que había aderezado para ella. Por todarespuestalebesóenlafrentey,levantándoseprecipitadamente,comenzóapasearseagrandeszancadas,presadeagitacióneinquietudindescriptible.

Mientras tanto, se hacía de noche: el color oro puro del sol poniente se habíamudado en rojo sanguina; las inflamadas mejillas de Nuronihar adquirían elresplandor de un horno ardiente. El pobrecillo Gulchenruz se apercibió de ello,estremeciéndose hasta lo más profundo de su alma al ver tan agitada a su gentilprima.

—Vámonos —dijo con voz tímida—, hay algo funesto en el cielo. Lostamarindosseestremecenmásdeloacostumbradoyestevientomehielaelcorazón.Venga,vámonos;esteatardeceresmuylúgubre.

Ymientrasasíhablaba,habíatomadoaNuronihardelamanoytirabadeellacontodassusfuerzas.Nuroniharlesiguiósinsaberquéhacía.Milideaslerondabanporla imaginación, a cuál más extraña. Sin darse cuenta, dejó atrás un gran corro demadreselvas por el que sentía gran predilección; hasta el propio Gulchenruz, quecorría como si le persiguiera alguna fiera salvaje, no pudo privarse de arrancaralgunostallos.

Unas cuantas muchachas que se encontraban por las inmediaciones, al verlos

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llegar tan deprisa creyeron que, como de costumbre, querían bailar. Así que, almomento,formaronuncírculoysecogierondelasmanos;perofueenvano,porqueGulchenruz, sin aliento, se dejó caer sobre elmusgo. La consternación se adueñó,entonces,de tanalegrecorrillo;Nuronihar,apuntodeperder losnerviosyfatigadano sólo por la carrera que acababa de dar sino, también, por lo tumultuoso de suspensamientos,noasulado.Tomandosusmanecitasheladas,lascalentóensuseno,mientras frotaba sus sienes con una pomada aromática. Finalmente, Gulchenruzvolvióensíy,escondiendolacabezaenelvestidodeNuronihar,lesuplicónovolvertan pronto al harén. Temía ser reprendido por Shabán, su ayo, un viejo eunucoarrugado que, precisamente, no era de los más afables. A aquel guardiánmalhumorado no le habría hecho gracia enterarse de que había interrumpido elacostumbradopaseodeNuroniharAsípues,todalapandillasesentóencorrosobreelcéspeddandocomienzoatodotipodejuegosinfantiles.Loseunucossesituaronacierta distancia y se pusieron a charlar entre sí. Todos se sentían alegres, menosNuronihar,quepermanecíapensativayabatida.Sunodrizasediocuentaycomenzóanarrarunoscuentosmuydivertidos,enlosqueGulchenruz,quienyahabíadejadoaun lado todas sus inquietudes, encontraba gran deleite. Reía, aplaudía y hacíamilcarantoñasatodoelmundo,inclusoaloseunucos,puestoque,apesardelaedadydecrepitudmanifiestasdeestosúltimos,noqueríasinoquecorrierantrasél.

Atodoesto,habíasalidolaluna;comohacíaunanochedeliciosayseestabamuyagusto, sedecidióporunanimidadcenaralaire libre.Unode loseunucoscorrióabuscarmelones; losdemásprovocaronunalluviadealmendrastiernas,alagitar losárbolesquecubríanconsufollajealaamablecuadrilla.Sutlememé,quesedistinguíapor hacer ensaladas, llenó grandes fuentes de porcelana con las hierbas másdelicadas, huevosdepajarillos, leche cuajada, zumode limóny rodajasdepepino,que pasó a la concurrencia, ayudándose con un cucharón de cocknos[66]. Pero nohabían contadoconGulchenruz, el cual, acurrucadocomo siempre en el regazodeNuronihar,cerrabasurojaboquitacadavezqueSutlememéleofrecíaalgo.Noqueríatomar nada que no viniera de lamano de su prima, y se quedaba prendido de suslabioscomolaabejaqueseembriagaconelnéctardelasflores.

Enmediodeljúbilogeneralsedivisóunaluzenlacimadelamontañamásalta.Dichaluzderramabaunaclaridaddifusa,quehabríapodidoconfundirseconladelalunallena,sinofueraporqueesteastroseencontrabayaenelhorizonte.Elfenómenocausóunaemocióngeneral,quedio lugaramilconjeturas.Nopodía tratarsedeunincendio,puestoque la luzeraclarayazulada.Porotraparte, jamássehabíavistometeoro de semejante apariencia y tamaño. En ocasiones, la extraña luminosidadpalidecía,para,instantesdespués,recobrarsufuerza.Enunprincipioselasupusoenla cima, inmóvil; de pronto, la abandonó, para relucir en un frondoso bosque depalmeras,y,despuésde seguirel cursode los torrentes, sedetuvo, finalmente, a laentrada de un pequeño valle, estrecho y tenebroso. Gulchenruz, cuyo corazón seestremecía ante todo lo que le parecía imprevisto y extraordinario, temblaba de

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miedo. Tiraba del vestido a Nuronihar, suplicándole que regresaran al harén. Lasmujereslesecundaron;perolacuriosidaddelahijadelemirerademasiadointensaypudoconella.Pasaraloquepasase,teníaquecontemplaraquelfenómeno.

Mientras discutían de tal suerte, brotó de aquella luz un rayo de fuego, tandeslumbrante que todo el mundo corrió a resguardarse, dando grandes gritos.TambiénNuronihar retrocedióalgunospasos, aunquealpronto sedetuvoy avanzóhaciaelfenómeno.Elglobodefuegosehabíaparadosobreelpequeñovalleyardíaenmajestuososilencio.Nuronihar,cruzandolosbrazossobresupecho,dudóalgunosinstantes.ElmiedodeGulchenruz,laprofundasoledadenque,porprimeravezensuvida,seencontraba,laimponenteserenidaddelanoche…todocontribuíaaasustarla.Enmásdemilocasionesestuvoapuntodedarse lavuelta;peroelgloboluminososeguía estando frente a ella. Presa de un irresistible impulso, se dirigió hacia él, apesardezarzas,espinosydetodoslosobstáculosnaturalesquepudieranentorpecersuavance.

Nadamásllegaralaentradadelpequeñovalle,sevioenvueltaentinieblasysóloalcanzóadistinguirundébilresplandor,muylejano.Elrumordelossaltosdeagua,el roce de las hojas de las palmeras y los chillidos fúnebres e intermitentes de lospájarosquehacensunidoenlostroncosdelosárboles,nohacíansinoaumentarelterror de su alma. Todo el tiempo creía estar pisando algún reptil venenoso. Lashistorias que le habían contado de losmalvados dives y de los sombríos gules[67]afloraron en sumemoria. Se detuvo por segunda vez, pero la curiosidad pudo conella, por lo que, valientemente, tomó un tortuoso sendero que la conducía hasta elresplandor.Hastaaquelmomentosiemprehabíasabidodóndeseencontraba,peroencuantopusounpieenelsenderoseperdió.

—¡Ay!—se decía—. ¿Por qué no estaré ahora en los aposentos, tan seguros ybieniluminados,dondepasabalasnochesconGulchenruz?¡Habríaquever,ay,niñoquerido,cómopalpitaríassierrasescomoyoporestasprofundassoledades!

Peromientrashablabadetalsuerte,nodejabadeandar.Depronto,alcanzóaverunospeldañostalladosenlaroca;laluzhabíaaumentadoyahoraaparecíasobresucabeza,enlomásaltodelamontaña.Subióaudazmentelosescalones.Cuandohubollegadoa cierta altura, leparecióque la luz salíadeunaespeciede antro; enél seescuchabanunossonidoslastimerosymelodiosos:erancomovocesquecompusieranunaespeciedecánticosimilaraloshimnosqueseentonanantelastumbas.Almismotiempo,susoídosacusaronotrosonido,comoeldelaguaal llenarunbaño.Divisógrandes cirios encendidos, colocados sin ningún orden en las grietas de la roca.Aquellaescenalahelódeterror:sinembargo,siguiósubiendo;elolorsutilyviolentoqueexhalabanloscirioslareanimó,porloquepudollegarhastalaentrada.

Enaquellaespeciedeéxtasis,echóunvistazoasuinterioryviounagrancubadeorollenadeagua,cuyotibiovapordestilabasobresurostrounalluviadeesenciaderosas.Unasosegadasinfonía resonabaen lacaverna;albordede lacubasehabíandispuesto regias vestiduras, diademas y plumas de garza, cuajadas de carbunclos.

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Mientrassehallabaadmirandotamañamagnificencia,lamúsicadejódetocar,ypudoescucharseunavozquedecía:

—¿Quiéneselmonarcaparaelquesehanencendidoestoscirios,preparadoestebañoyestasvestiduras,dignastansólodelossoberanos,noyadelatierra,sinodelasmismísimaspotenciastalismánicas[68]?

—Son para la encantadora hija del emir Fakreddín —respondió una segundavoz[69].

—¿Cómo? —prosiguió la primera—. ¡Para esa atolondrada que malgasta sutiempoconunniñovolubleentregadoalamolicie,quesólosirve,ymalamente,parahacerdemarido!

—¡Qué me dices! —replicó la otra voz—. ¿Cómo podría divertirse con talesmajaderíascuandoporellaardedeamorelCalifa,elsoberanodelmundo,aquelquedebedisfrutarlostesorosdelossultanespreadamitas,unpríncipeconunaestaturadeseispiesyunamiradaquelespenetraalasjovencitashastaeltuétano?No,ellanopuedenegarse aunapasiónque la colmadegloria,por loquedejará aun lado sujugueteo infantil: entonces, todas las riquezas que se encuentran en este lugar, asícomoelcarbunclodeJamshid[70],seránparaella.

—Creoquetienesrazón—dijolaprimeravoz—,mevoyaIstajar,aprepararelpalaciodelFuegoSubterráneopararecibiralosesposos.

Lasvocescesaron,seapagaron lasantorchas, lamásespesaoscuridadocupóellugardelaradianteclaridad,yNuroniharseencontró,tendida,tanlargacomoera,enun sofá del harén de su padre.Nadamás dar una palmada, acudieron rápidamenteGulchenruzylasdemásmujeres, lascuales,desesperadasdenoencontrarla,habíanenviadoaloseunucosabuscarlaportodaspartes.TambiénaparecióShabán,quienlareprendiósobremanera.

—Pequeña impertinente —dijo—, o disponéis de alguna ganzúa o sois lapredilectadealgúnyinn,queosllevaadondequeráis.Voyaponerapruebavuestrospoderes; entrad sin premura en la cámara de los dos tragaluces y olvidaos de lacompañíadeGulchenruz;vamos,enmarcha,señora,quevoyaencerrarosenellacondoblevuelta.

Antetalesamenazas,NuroniharalzósualtivafazymirófijamenteaShabánconsusojosnegros,tremendamentedilatadosdespuésdelaconversaciónqueescucharaenlagrutamaravillosa.

—Vete—dijo—ahablarasíalosesclavos;perorespetaalaquehanacidoparadarleyesysometertodoasuimperio.

Ibaaseguirconelmismotono,cuandoseoyeronunosgritosquedecían:—¡ElCalifa!¡ElCalifa!Al momento, todas las cortinas quedaron descorridas, los esclavos se

prosternaron,formandodoblefila,yelpobrecilloGulchenruzseocultódebajodeuna

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tarima.Enprimer lugar apareció una fila de eunucos negros, arrastrando tras de sílargastúnicasdemuselinarecamadasenoro;enlasmanosllevabanpalmatoriasqueexhalaban el dulce perfume de la madera del áloe. Tras ellos marchaba, serio ymoviendolacabeza,Bababaluk,puesnoestaba,precisamente,contentodelavisita.Vathek,magníficamentevestido,leseguíadecerca.Sumaneradeandareranobleysosegada; su buena planta habría causado admiración aunque no hubiera sido elsoberano del mundo. Se acercó a Nuronihar y, nada más clavar la mirada en susradiantes ojos, que hasta entonces sólo había visto de lejos se sintió fuera de sí.Nuronihar,aldarsecuenta,losbajóenseguida;perosuturbaciónaumentósubellezainflamando,aúnmás,elcorazóndeVathek.

Bababaluk, buen conocedor de aquel tipo de lances, se dijo que amal tiempobuenacara,porloquehizoademánatodosdequeseretirasen.Escudriñótodoslosrinconesdelasalaparaversisehabíaescondidoalguien,yviounospiesquesalíanpordebajodelatarima.Tiródeellossinceremonia,ycomprobandoquepertenecíanaGulchenruz, se loechóa laespalda, llevándoseloconsigo,al tiempoque lehacíamilcarantoñas,acualmás repulsiva.Elpequeñogritabaysedebatía,mientras susmejillasenrojecíancomolaflordelgranadoysusojos,apuntodesoltarunalágrima,refulgían de despecho. En su desesperación, lanzó a Nuronihar una mirada tansignificativaqueelCalifaseapercibióydijo:

—¿NoseráésevuestroGulchenruz?—Soberanodelmundo—respondióella—,perdonadamiprimo,cuyainocencia

ydulzuranomerecenvuestracólera.—Tranquilizaos—dijoVathek, sonriendo—, está en buenasmanos; Bababaluk

amaalosniñosynuncaseencuentrasindulcesniconfituras.La hija de Fakreddín, completamente confundida, dejó que se llevaran a

Gulchenruz sin decir una palabra. Sin embargo, lo agitado de su seno revelaba elestadode sucorazón.Vathek, totalmenteenajenado, se entregóa losdeliriosde supasiónmásardiente:cuandosedisponíaavencerlaúltimaresistencia,yadebilitada,que se oponía a su voluntad, fue interrumpido por el emir, el cual, entrandosúbitamente,searrojóasuspies,conlafrenteentierra.

—ComendadordelosCreyentes—dijo—,noosrebajéisconvuestraesclava.—No, emir —contestó Vathek—, por el contrario, exalto su posición hasta

equipararlaconmigo,nombrándolamiesposa;porello,lagloriadevuestrafamiliaseextenderádegeneraciónengeneración.

—¡Ay, señor! —respondió Fakreddín, arrancándose unos cuantos pelos de labarba—.Abreviad losdíasdevuestro fiel servidor,antesdeque falteasupalabra.NuroniharsehallasolemnementeprometidaaGulchenruz,elhijodemihermanoAlíHassán; sus corazones se hallan unidos; la palabra ha sido dada por ambas partes;nadieseatrevería,porello,aviolartansagradocompromiso.

—¡Cómo!—replicó con brusquedad el Califa—. ¿Quieres entregar esta divinabeldadaunmaridoaúnmásfemenilqueella?¿Piensasquevoyadejarmarchitarsus

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encantosentanflojasydébilesmanos?¡No!¡Esenmisbrazosdondedebediscurrirsuvida;yasímeplace!Retírateynoturbesestanoche,queconsagroalcultodesusencantos.

El agobiado emir desenvainó, entonces, su sable, entregándoselo a Vathek; yalargandoelcuello,dijo,contonodecidido:

—Señor,heridavuestro infortunadoanfitrión;havividodemasiado,puestoquetiene ladesgraciadeverqueelvicariodelProfetaviola lassacrosantas leyesde lahospitalidad.

Nuronihar,quehabíapermanecidosinhablaenel transcursodeaquellaescena,nopudoresistirpormástiempolapugnaentrelaspasionesopuestasqueatenazabansualmaycayódesvanecida;entoncesVathek,tantemerosodesuvidacomofuriosodeencontrarresistencia,dijoaFakreddín:

—¡Socorredavuestrahija!Yseconcentróensímismo, lanzándolesuterriblemirada.Instantáneamente,el

desgraciadoemircayódeespaldas,bañadoenmortalsudor.

Gulchenruz,quehabíapodidoescapardelasmanosdeBababaluk,regresabaenesemomento.AlverporlossuelosaFakreddínyasuhija,pidióauxiliocontodassus fuerzas. El pobre niño, intentando reanimar con sus caricias a Nuronihar, nodejabadebesar,pálidoyjadeante,labocadesuamante.Porfin,eldulcecalordesuslabioslahizovolverensíyalmomentorecobróelusodelossentidos.

En cuanto Fakreddín se hubo repuesto del aojo del Califa, se hizo cargo de lasituación;despuésdemirarasualrededorparaversielpeligrosopríncipesehabíamarchado,mandóllamaraShabánySutlememéy,llevándolosaparte,lesdijo:

—Amigos,agrandesmalesgrandesremedios.ElCalifatraeamifamiliahorrorydesolación;nopuedoresistirmeasupoder;otramiradasuyamellevaríaalatumba.Que me consigan un poco de esos polvos soporíferos que un derviche trajo delArracán.Administraréalosdosniñosunadosiscuyoefectolesdurarátresdías.ElCalifa pensará que han muerto. Entonces, haciendo como que los enterramos, losllevaremosalacavernadelavenerableMeimuné,dondecomienzaelGranDesiertode Arena, cerca de la cabaña de los enanos; y, cuando todos se hayan ido, vos,Shabán, con cuatro eunucos escogidos, los llevaréis junto al lago, donde habréishecho llevar provisiones para un mes. Un día para la incredulidad, cinco paralamentarse, quince para pensar en ello y el resto para disponerse a reemprender elcamino; éste es, segúnmis cálculos, el tiempoquenecesitamos,Vatheky yo, paraencontrarsosiego.

—La idea es buena —dijo Sutlememé—; y hay que sacarle todo el partidoposible.MeparecequeaNuroniharlegustaelCalifa.Tenedporseguroque,apesarde todo el afecto que pueda sentir por Gulchenruz, no podremos retenerla en lasmontañasmientras sepaqueél sigueaquí.Convenzámosla,pues,dequedeverdad

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está muerta, al igual que Gulchenruz, y de que ambos han sido conducidos a losroquedalesparaexpiarenelloslasfaltasvenialesquecometieronporamor.Tambiénlesdiremosquenosotros,desesperadosporsuausencia,pusimosfinanuestrasvidas;porotraparte,vuestrosenanitos,alosquejamáshanvisto,lespareceránpersonajesextraordinarios. Los sermones que les propinarán han de producir en ellos, a buenseguro,grandesresultados,ypodríaapostaraquetodovaasalirinmejorablemente.

—Apruebotuidea—dijoFakreddín—;pongamosmanosalaobra.Ysinperderunmomento,fueronabuscarlospolvos,queecharonenunsorbete:

NuroniharyGulchenruz,sinsospecharnada,setomaronelpreparado.Unahoramástardesintieronnáuseasypalpitaciones.Unentumecimientogeneral

seadueñódeellos.Traslevantarseysubirseaduraspenasenlatarima,setendieronenunsofá.

—Hazqueentreencalor,queridaNuronihar—decíaGulchenruz,manteniéndolaestrechamente abrazada—; pon tumano sobremi corazón: está helado. ¡Ah!Estásigualdefríaqueyo.¿NoseráqueelCalifanoshamatadoaambosconsu terriblemirada?

—Me muero —contestó Nuronihar, con voz apagada—; estréchame entre tusbrazos,paraquealmenospuedaexhalarmialmaentretuslabios.

A guisa de respuesta, el tierno Gulchenruz dio un profundo suspiro; ambosdejaroncaersusbrazos,comomuertos,yyanodijeronnadamás.

Enaquelmomento,todofueestruendodegritosenelharén.ShabánySutlememédemostraronunconsumadoartealdaraentenderqueestabandesesperados.Elemir,molestodetenerquellegaratalesextremos,observabaporvezprimeraelefectodelospolvosynoteníanecesidaddefingirseafligido.Habíanapagadolasluces.Sólodos lámparas arrojaban su triste resplandor sobre los rostros de aquellas hermosasflores que, según el parecer de todos, se habíanmarchitado en la primavera de suvida;sólo losesclavos,quehabíanacudidode todaspartes,permanecían inmóvilesanteelespectáculoquesedesarrollabaanteellos.Setrajeronlasvestidurasfúnebres;loscuerposfueronlavadosconaguaderosasyataviadoscontogas[71]másblancasqueelalabastro;y sushermosas trenzas,entrelazadas, recibieron losaromasde losperfumesmásexquisitos.

Cuando iban a colocarles en la cabeza una coronade jazmín, su flor preferida,llegó el Califa, que acababa de enterarse del trágico suceso. Estaba tan pálido ytaciturno como los gules que vagan de noche por los sepulcros. En talescircunstancias,seolvidódesímismoydetodoelmundoyseprecipitóenmediodelosesclavos,paraprosternarsealpiedelatarimaygolpearseelpecho,sindejardeculparse de ser un atroz asesino, maldiciéndose una y mil veces. Mas, cuandodescubrió,consutemblorosamano,elveloquecubríaelpálidorostrodeNuronihar,lanzóunalaridoysedesplomócomomuerto.Eljefedeloseunucos,entrehorriblesmuecas,selollevóalmomento,diciendo:

—YalehabíaadvertidoyoqueNuroniharlejugaríaalgunamalapasada.

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Nada más irse el Califa, el emir comenzó los preparativos del duelo e hizocondenarlaentradaalharén.Secerrarontodaslasventanas,serompierontodoslosinstrumentosmusicalesylosimamesempezaronarecitarsusoraciones.Losllantosyloslamentosredoblarondurantetodalatardedeaquellalúgubrejornada.EncuantoaVathek,gemíaensilencio,puesparaatenuarlasconvulsionesquelecausabantantarabiaydolornohabíantenidomásremedioqueadministrarleunoscalmantes.

Aldespuntareldíasiguiente,seabrieronlosgrandesbatientesdelaspuertasdepalacioyelconvoysepusoenmarchahacialamontaña.Lasseverasjaculatoriasde«¡NohayotrodiosqueelDios!»[72]llegaronaoídosdelCalifa,quien,atodacosta,quiso infligirseheridasy seguir laspompas fúnebres;y sino llegaa serporque suextremadebilidadleimpidióandar,nadiehubierapodidodisuadirledeello;pero,alprimerpaso,cayóalsueloyhuboquemeterloenlacama,dondepermanecióvariosdíasenunestadodepérdidadeconocimientoquedabapenaatodos,incluidoelemir.

Nada más llegar la procesión a la gruta de Meimuné, Shabán y Sutlememédespidieron a todo el mundo, excepto a los cuatro eunucos de confianza quepermanecieron con ellos, y, después de descansar unos momentos cerca de losataúdes, que, dicho sea de paso, disponían el suficiente aire, dispusieron que lostransportaranhastaunalaguna,cuyaorillaestabacubiertademusgogrisáceo.Aquellugarerapuntodeencuentrodegarzasycigüeñasque,decontinuo,pescabanenélunos pececillos de color azulenco. Los enanos, que a tal efecto habían recibidoinstruccionesdelemir,notardaronenllegarallugar,dondeconstruyeron,graciasalconcursodeloseunucos,unascabañashechasdecañasyjuncos,tareaquerealizaronalaperfección.Tambiénlevantaronunalmacéndeprovisiones,unpequeñooratoriopara uso propio y una pirámide demadera. Estaba hecha de leños, dispuestos conextrema precisión, y servía paramantener encendido el fuego, pues entre aquellasmontañashacíafrío.

Por la tarde hicieron dos grandes fogatas al borde del lago y los dos hermososcuerpos fueron sacados de sus respectivos ataúdes, para ser conducidos, con sumocuidado,allechodehierbassecasdeunadelascabañas.LosdosenanoscomenzaronarecitarelCoránconvozclarayargentina.ShabánySutlememésequedarondepie,a cierta distancia, mientras aguardaban, inquietos, el momento en que los polvosdejaran de hacer su efecto. Al poco tiempo, Nuronihar y Gulchenruz estirabandébilmente los brazos y, abriendo los ojos,miraban, en elmayor de los asombros,todo loque les rodeaba. Incluso intentaron levantarse,pero, al fallarles las fuerzas,volvieronacaerensulechodehojas.Almomento,Sutlememélesobligóaingerirelcordialque,atalefecto,leentregaraelemir.

Entonces, Gulchenruz se despejó por completo, estornudó sonoramente y selevantó con una agilidad que veníamotivada por la sorpresa.Una vez fuera de lacabaña,husmeóelaireconavidezextrema,yexclamó:

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—¡Respiro,oigoruidos,veounfirmamentocuajadodeestrellas!¡Todavíaestoyvivo!

Nadamásoírlasinflexionesdelavozdelamado,Nuroniharseliberadelashojasdesu lechoycorreaestrecharentresusbrazosaGulchenruz.Las largas togasconquehabíansidoataviados,suscoronasdefloresy lodesnudodesuspiesfueronloprimeroquelesdiodeojo.Ellaocultóelrostroentresusmanosparareflexionar.Lavisióndelbañoencantado,ladesesperacióndesupadre,y,sobretodo,lamajestuosapresencia de Vathek rondaban por su imaginación. Recordaba haberse encontradoenferma ymoribunda, lomismo queGulchenruz; pero todas aquellas imágenes seagolpaban, confusas, en sumente.Aquel singular lago, las llamas reflejadas en lasplácidasaguas,elpálidocolorde la tierra, las inusualescabañas, los juncosqueseacunabanasímismos,tristemente,lascigüeñas,cuyolúgubregritosefundíaconlasvoces de los enanos; todo aquello acabó por convencerla de que el Ángel de laMuertelehabíaabiertoelportaldeunanuevaexistencia.

Por su parte, Gulchenruz, transido de muerte, se había pegado a su prima.También creía encontrarse en la tierra de los fantasmas y se espantaba ante susilencio.

—Habla —se atrevió a decir—. ¿Dónde estamos? ¿Ves esos espectros queremueven las brasas ardientes? ¿SeránMunkar y Nakir[73] que van a arrojarnos aellas?¿Pasaráel fatídicopuente[74]poreste lago,cuya tranquilidadquizáocultaunabismoacuáticoenelquenodejaremosdehundirnosalolargodelaeternidad?

—No,hijosmíos—dijoSutlememé,acercándosehastaellos—,tranquilizaos;elángelexterminadorquehaconducidonuestrasalmasal ladode lasvuestrasnoshaaseguradoqueelcastigoporvuestravidamuelleyvoluptuosaselimitaráapasarunalargaseriedeañosenestelugartantriste,dondeelsolapenassemuestraydondelatierra no produce flores ni frutos. He aquí a nuestros guardianes —prosiguió,señalandoalosenanos—,queproveerántodasnuestrasnecesidades:puesalmastanprofanascomolasnuestrasaúnguardanalgo,enesteestadointermedio,desugroseraexistencia.Portodomanjarcomeréisarroz,yvuestropanseembeberádelasnieblasque,incesantes,cubrenestelago.

Ante tan triste perspectiva, los pobres niños se deshicieron en lágrimas,prosternándoseantelosenanos,loscuales,haciendoalaperfecciónsupapelysegúnsu costumbre, les propinaron un discurso, tan hermoso como inacabable, sobre elcamellosagradoque,dentrodeunosmilesdeaños,seencargaríadeconducirlosalParaísodelosCreyentes.

Tras acabar el sermón, hicieron las abluciones, alabaron a Alá y al Profeta,cenarondemanerauntantoexiguayvolvieronallechodehojassecas.Nuroniharysuprimitosesintieronmuyagustoalobservarque losmuertosseacostabanensumisma cabaña. Como habían dormido más que suficiente, pasaron el resto de lanoche comentando lo sucedido, aunque sin dejar de abrazarse, por miedo a losespíritus.

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Alamañanasiguiente,sombríay lluviosa, losenanossesubieronaunas largaspértigas hincadas en el suelo, a guisa deminaretes, y llamaron a oración. Toda lacongregación se reunió:Sutlememé,Shabán, los cuatro eunucos, algunas cigüeñas,aburridas de tanto pescar, y los dos niños. Estos últimos, tras abandonarperezosamente su cabaña con melancólico y tierno talante, cumplieron susdevociones con fervor. A continuación, Gulchenruz preguntó a Sutlememé y a losdemáscómoeraquesufallecimientolesveníatanbien,porlooportuno.

—Nos hemos matado de desesperación por vuestra muerte —respondióSutlememé.

Nuronihar,queapesardetodolosucedidonohabíaolvidadosuvisión,exclamó:—¿YelCalifa?¿Habrámuertodedolor?¿Vendráaquí?Losenanos,tomandolapalabra,lerespondieron,solemnes:—Vathekestácondenadosinremedio.—Estoy de acuerdo —exclamó Gulchenruz—, y me encanta, pues no me

extrañaría que su horrible aojamiento fuera el responsable de que estemos aquí,comiendoarrozyescuchandosermones.

De este modo, y a orillas de aquel lago, transcurrió una semana. Nuroniharpensabaentodalamagnificenciaquesuimportunamuertelehabíahechoperder,yGulchenruz hacía cestas de juncos con los enanos, los cuales le resultaban muydivertidos.

Mientras aquella idílica escena tenía lugar en el montañoso seno, el Califarepresentabaotraparecidaencasadelemir.Nadamásrecobrarelusodelossentidos,exclamó,conunavozquehizoestremeceraBababaluk:

—¡PérfidoGiaur!TúfuistequienmatóamiqueridaNuronihar; renuncioa tiypido perdón aMahoma, el cual la habría dejado ami lado si yo hubiera sidomásjuicioso. Vamos, traedme agua para mis abluciones, y que se acerque el buenFakreddín para reconciliarme con él, de suerte que podamos orar juntos. Luegoiremosavisitar el sepulcrode la infortunadaNuronihar.Quierohacermeeremitaypasarmisdíasenaquellamontañaparaexpiarmiscrímenes.

—¿Yquécomeréisallí?—preguntóBababaluk.—Yyoquésé—contestóVathek—; te lodirécuandomeentreapetito,para lo

que,meparece,aúnfaltabastante.LallegadadeFakreddíninterrumpióestaconversación.Vathek,nadamásverle,

saltóasucuello,ytantolebañabaconsuslágrimasyledecíacosaspiadosas,queelemirllorabadealegría,congratulándose,porlobajo,delaadmirableconversiónqueacababadeconseguir.Porellosecomprendequenopensaraoponersealperegrinajealamontaña;asípues,cadaunoseinstalóensuliterayambospartieron.

ApesardelceloconquesecuidabaalCalifa,nopudieronevitarquealvisitarellugar donde se decía que estaba enterrada Nuronihar se hiciera algunos rasguños.

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Sóloaduraspenaspudieronarrancarledeallí,despuésdesusolemnejuramentodeque regresaría a diario, lo que, precisamente, no suscitó el aplauso de Fakreddín,aunquesedijoqueelCalifanollevaríaadelantesupromesa,contentándoseconirarezaralacavernadeMeimuné;además,ellagoestabatanocultoentrelosroquedalesquenocreíaquefueraposibleencontrarlo.Lacertezadelemirseveíaconfirmadaporla conducta de Vathek. Cumplía con tanta exactitud su decisión, regresando de lamontañatandevotoycontrito,quetodoslosvejestorioscaíanenéxtasis.

Porsuparte,Nuroniharnoestabatancontenta.AunqueamaraaGulchenruzyladejasen a solas con él para que su ternura se viese incrementada, le veía comounjuguete, lo que no era óbice para que el carbunclo de Jamshid le resultase muyapetecible.Enocasionesllegabaadudardesucondición,puesnopodíacomprendercómoeraposibleque losmuertos tuviesen todas lasnecesidadesy fantasíasde losvivos.Paraaclarar aquelmisterio,unamañana,mientras todosdormían, se levantósuavementedellugarenquereposaba,alladodeGulchenruz,y,despuésdedarleunbeso,siguiólaorilladellago,descubriendoqueibaadesaguarbajounpeñasco,cuyacimanoleparecióinaccesible.Sinpensarlodosveces,laescalólomejorquepudoy,al encontrarse al aire libre, echó a correr como la cierva que huye del cazador.Apesar de saltar con la ligereza del antílope, tuvo que sentarse al amparo de unostamariscos, para recobrar el aliento. Mientras se hallaba entregada a suspensamientos,creyendoreconoceraquellosparajes,Vatheksepresentó,desopetón,ante ella.ElPríncipe, inquietoy agitado, sehabía adelantadoa la aurora.Alver aNuronihar se quedó como inmóvil. No se atrevía a acercarse a aquella figuratemblorosa y pálida que, sin embargo, aún cautivaba su vista. Por fin, Nuronihar,entrecontentayafligida,alzóhaciaélsusbellosojos,ydijo:

—Señor,¿novendréisacomerarrozenmicompañíayaescucharsermones?—¡Sombra adorada!—exclamóVathek—. ¡Habláis! ¡Seguís teniendo lamisma

elegancia en la figura, la misma mirada radiante! ¿No poseeréis también suconsistencia?

Ydiciendoesto,laabrazacontodassusfuerzas,sindejarderepetir:—Perosiescarne…yanimadadesuavecalor.¿Quésignificaesteprodigio?Nuroniharrespondióconmodestia:—Miseñor,biensabéisquemifallecimientotuvolugaraquellanocheenqueme

honrasteis con vuestra visita. Mi primo dice que fue debido a uno de vuestrosaojamientos,peroyonolocreo;nomeparecierontanterribles.Gulchenruzmurióalmismotiempoqueyo,yambosfuimosllevadosaunaregiónmuyaburrida,dondesecome pobremente; si también estáis muerto y venís a reuniros con nosotros, oscompadezco,pueslosenanosylascigüeñasacabaránpormarearos.Además,esunfastidio, tanto para vos como para mí, haber perdido los tesoros del palaciosubterráneoquenosestabanreservados.

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Alasolamencióndelpalaciosubterráneo,elCalifacesóensuscaricias,queyahabíanllegadodemasiadolejos,paraqueNuroniharleexplicaraloquehabíaqueridodecir. Entonces ella le contó su visión, lo que vino después y la historia de supretendidamuerte, describiéndole el lugar de expiación del que se había escapadocon tal lujo de detalles que habrían suscitado su hilaridad de no encontrarse tanpreocupado. No había acabado, apenas, de hablar, cuando Vathek, volviéndola acogerentresusbrazos,dijo:

—Vamos,luzdemisojos,yasehaaclaradotodo.Ambosestamosllenosdevida:vuestropadreesunbribónquenoshaengañadoparasepararnos;yelGiaur,quien,porloquecreo,quierequeviajemosjuntos,noesmuchomejor.Tiempohabráparaque nos tenga en su palacio del Fuego, pues concedomuchomás valor a vuestrapersonaquea todos los tesorosde lossultanespreadamitas;yquieroposeerlaamiantojoyalairelibre,durantemuchaslunas,antesdequemetraguelatierra.OlvidadaesetontitodeGulchenruzy…

—¡Ah!¡Señor,nolehagáisningúndaño!—leinterrumpióNuronihar.—No, no—prosiguió Vathek—; ya os he dicho que no temáis por él; es tan

empalagosoyestátanenlechequemeresultaimposiblesentircelosdesupersona:ledejaremos con los enanos que, entre paréntesis, son antiguos conocidos míos; sucompañía le convienemás que la vuestra. Por lo demás, jamás volveré a casa devuestropadre;noquierooírleaélniasusvejestoriosgritándomealoídoqueestoyviolando las leyes de la hospitalidad, como si el desposaros con el soberano delmundo no fuera para vos mayor honor que hacerlo con una jovencita vestida demuchacho.

Nuronihar no semolestó en contradecir tan elocuente discurso.Sólo echaba enfalta que el enamorado monarca no se mostrara un poco más encaprichado delcarbunclodeJamshid;pero,pensandoquecadacosallegaríaasutiempo,semostróconformeentodoytotalmentesumisa.

Cuando el Califa lo juzgó conveniente, llamó a Bababaluk, que dormía en lacavernadeMeimuné,soñandoqueelfantasmadeNuroniharlevolvíaasentarenelcolumpio, impulsándole con tanta fuerzaqueora se cernía sobre lasmontañas, orarozaba los abismos. A la voz de su señor, se despertó sobresaltado, saliendo a lacarrera,ycuandollegóasulado,sinresuello,pensóqueseibaacaerdeespaldasalverdenuevoalespectroconelqueacababadesoñar.

—¡Ah, señor!—exclamó, retrocediendodiezpasosy tapándose losojos con lamano—. ¿Acaso desenterráis a los muertos? ¿No haréis también el trabajo de losgules?PuesnocontéisconcomerosaestaNuronihar;despuésdetodoloquemehahechosufrir,puedequeseatanmalvadaqueseatrevaadevorarosinclusoavos.

—Deja de hacer el imbécil—dijoVathek—; no tardarás en convencerte por timismo de que ésta que tengo entre mis brazos es Nuronihar, vivita y coleando.Preocúpatedequeplantenmistiendasenunvallequehevistocercadeaquí;enélquierofijarmimorada,juntoaestebellotulipáncuyoscoloreshedeavivar.Dispón

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todolonecesarioparaque,hastanuevaorden,podamosllevarunavidavoluptuosa.

Lasnoticiasde tan imprevisto incidenteno tardaronen llegar aoídosdel emir.Desesperado, porque su estratagema no había tenido éxito, se abandonó al dolor,cubriéndoseelrostroconceniza,comoeraderigor;susvetustosseguidoreshicieronotro tanto, por lo que el palacio cayó en el más lamentable desorden. Todo eradescuido;yanoseatendíaalosviajerosnisehacíanmásemplastosy,enlugardelacaritativaactividadquereinaraenaquelasilo,sushabitantessólosepreocupabandehacerseloscariacontecidos;todoeragemirydarlealaceniza,concarasdeuncododelargas.

Alnoencontrarasuprima,Gulchenruzsequedódepiedra.Losenanosestabantan sorprendidos como él. Únicamente Sutlememé, más sagaz que todos ellos,sospechódesdeunprincipiolosucedido.MantuvieronentretenidoaGulchenruz,conla halagüeña esperanza de que encontraría a Nuronihar en cualquier lugar de lasmontañas,dondelatierrasembradadefloresdeazaharyjazmín,sugeriríalechosmásagradablesqueelsuelodeunacabaña,ydondepodríancantaralsondellaúdeirenposdelasmariposas.

Cuando Sutlememé se hallaba en lomejor de sus quiméricas descripciones, lallamóaparteunodeloscuatroeunucos,paraexplicarlelospormenoresdelafugadeNuronihary anunciarle lodispuestopor el emir.Almomento recaba el consejodeShabánylosenanos;hacenelequipaje;seinstalanenunachalupaynavegancomosinopasaranada.Gulchenruzsehacíaatodo;pero,nadamásllegarallugarenqueellagodesaparecíabajolabóvedarocosa,ypenetrarlabarcaensuinterior,rodeadaporlamáscompletaoscuridad, comenzóadardesgarradoresgritos,presade tremendomiedo, pues creía que se dirigía a la total perdición, por haberse aprovechadodemasiadodesuprima.

Entretanto, el Califa y la que reinaba en su corazón pasaban plácidamente losdías.Bababalukhabíahechoplantarlastiendasycerrarlasdosentradasdelvalleconmagníficas mamparas forradas con telas de la India y guardadas por esclavosabisinios,sableenmano.Paramantenerenconstanteverdorelcéspeddetanhermosorecinto, unos eunucos de raza blanca no dejaban de dar vueltas en su interior,sirviéndose de regaderas de plata sobredorada. El aire de las proximidades delpabellón imperial se renovaba constantemente, gracias al continuo movimiento deunos abanicos; la suave claridad del día, filtrada por la muselina, bastaba parailuminar aquel lugar de voluptuosidad, donde el Califa gozaba plenamente de losencantos de Nuronihar. Ebrio de placer, escuchaba con arrobo su bella voz y los

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acordesdesulaúd.Porsuparte,ellaestabaencantadadeescucharlasdescripcionesque le hacía de Samará y de su torre repleta de maravillas. Se complacía,especialmente, en escuchar de sus labios la aventura de la bola, desde el principiohastaquedesaparecíaenlagrieta,momentoenqueelGiaurhacíaactodepresenciaanteelportaldeébano.

Conseguían pasar el día con ese tipo de entretenimientos, pues, por la noche,ambos amantes se bañaban juntos en un gran estanque de mármol negro, queresaltaba portentosamente la blancura de Nuronihar. Bababaluk, que ya habíasucumbido a los encantos de la bella, procuraba celosamenteque los alimentos lesfueran servidos a la pareja sin escatimarnada; siemprehabía algúnmanjar que lesresultabadesconocido;inclusohizotraerdeShirazunvinoburbujeanteydelicioso,embodegadoantesdelnacimientodeMahoma.Yunopodíaverlospequeñoshornospracticados en la roca, que servían para cocer los panes de leche que Nuroniharamasaba con sus propias manos, tan delicadas, para darles ese sabor que tantoagradaba aVathek y que le hacía olvidarse de los guisados que le preparaban susdemásmujeres;asíseexplicabaelhechodequelaspobres,viéndoseabandonadas,semurierandepenaencasadelemir.

LasultanaDilara,hastaentonceslafavorita,setomómuyapechoaqueldesdén,loquecuadrabaconsufogosocarácter.MientrasgozaradelfavordeVathek,habíaestadoimbuidadesusextravagantesideas,porloqueardíaendeseosdecontemplarlastumbasdeIstajaryelpalaciodelascuarentacolumnas;yyaquesehabíacriadoentremagos[75], se alegrabadever alCalifa tandispuesto a entregarse al cultodelfuego:poresomismo,lavidadevoluptuosidadeinacciónquecompartíaconsurivalla afligía por partida doble. La pasajera piedad que, de vez en cuando, afligía aVathekhabíasuscitadoenellaunaseñaldealarma,peroaquelloeramuchopeor.Porlo tanto, tomó ladecisiónde escribir a laprincesaCarathispara informarledequetodo ibamal,dequenosehabíancumplido lascondicionesdelpergamino,dequehabían comido, dormido y alborotado en casa de un viejo emir, temible por sureligiosidad,y,ahoraveníalopeor,dequenadapermitíapresagiarqueVathekfueraaconseguir los tesoros de los sultanes preadamitas. La carta fue confiada a dosleñadores, que trabajaban en uno de los grandes bosques de la montaña, y que,conocedoresdelcaminomáscorto,llegaronendiezdíasaSamará.

LosmensajeroshicieronsuentradacuandolaprincesaCarathisjugabaalajedrezcon Morakanabad. Ya habían pasado algunas semanas desde que abandonara lasalturasdesutorre,trasconsultarlosastrosparaverelfuturodesuhijoycomprobarquetodolorelacionadoconellosparecíaconfuso.Ypormásqueinsistieseenrepetirlas fumigaciones y en tumbarse en los tejados a la espera de conseguir visionesmísticas,sólofuecapazdesoñarconbordados,ramilletesyotrastonteríassimilares.Asípues,todaaquellaagitaciónsólohabíaservidoparasumirlaenunabatimientodel

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quenisiquieralasdrogasqueellamismapreparabapodíanlibrarla,porloquecifrabasu última esperanza en el bonachón Morakanabad, el cual, lleno de honestidad yconfianza,nosesentía,precisamente,enunlechoderosascuandoseencontrabaensucompañía.

YcomonadieteníanoticiasdeVathek,secontabansobreélmilhistorias,acualmásinverosímil.Secomprende,pues,conquéimpacienciarompióCarathisellacredelacarta,ycuálfuesurabiaalenterarsedelanegligenteconductadesuhijo.

—¡Ah!¡Ah!—dijo—.Pocomeimportalamuerte,siconelloconsigoquelogreentrarenelpalaciodelFuego.¡MuerayoenlasllamasyreineVathekeneltronodeSuleimán!

Y diciendo esto, hizo una pirueta tan mágica y espantosa que Morakanabadretrocedióaterrorizado;acontinuación,ordenóenjaezarsugrancamelloAlbufakiyllamaralarepulsivaNerkésyaladespiadadaCafur:

—Nonecesitomásséquito—dijoalvisir—;me reclamanasuntosurgentes,asíque nada de despedidas suntuosas: cuidad del pueblo y desplumadlo bien en miausencia,yaquegastamosmuchoynuncasesabeloquepuedepasar.

LanocheeramuyoscuraydelallanuradeCatulllegabaunvientomalsano,quehabríaalejadoacualquierviajero,pormuchaprisaquetuviera;peronoaCarathis,lacual secomplacía sobremaneraen todo loqueera funesto, lomismoqueNerkésyCafur,quien,además,teníaparticularinclinaciónportodolopestilente.Alamañanasiguiente, la encantadora caravana, guiada por los dos leñadores, se detuvo en lasinmediacionesdeungranpantanoqueexhalabaunvaportanletalquehabríacausadolamuerteacualquieranimalquenofueraAlbufaki,elcual,comoeradeesperar[76],aspirabaencantadoaromastanmalolientes.Losleñadoressuplicaronalasdamasnopasarlanocheenaquellugar.

—¡Dormir! —exclamó Carathis—. ¡Vaya ocurrencia! Yo sólo duermo paraconseguirvisiones;encuantoamisacompañantes,demasiadaspreocupacionestienenyaparapensarenpegarelúnicoojoquelesqueda.

Yaquellapobregente,quecomenzabaasentirseincómodacontamañacompañía,sequedóboquiabierta.

Carathisseapeó,al igualquelasdosnegrasquellevabaa lagrupa;ytodas,encamisaypantaloncillos,corrieronbajoelardordelsolparacogerhierbasvenenosas,queeranmuyabundantesenlasinmediacionesdelpantano.Aquellaprovisiónestabareservadapara la familiadel emirypara cualquieraquepusiera lamínimapegaalviajeaIstajar.Porotraparte,alosleñadores,quesemoríandeespantoviendocorreraaquellastreshorriblesapariciones,noleshizonipizcadegracialafamiliaridaddeAlbufaki.Perofuemuchopeorcuando,apesardesermediodíayhaceruncalorquefundíalaspiedras,Carathislesordenóreanudarlamarcha;pues,apesardetodassusobjeciones,notuvieronmásremedioqueobedecer.

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Albufaki,quesesentíamuyagustoensoledad, resoplabanadamásverelmásleve signo de vida humana, por lo que Carathis, accediendo a sus caprichos, laevitabaalpunto.Detalsuerte,losleñadoresnopudierontomarningúnalimentoporelcamino.Lascabrasylasovejas,quetalparecíalesenviaralaProvidencia,ycuyaleche habría bastado para calmar sus penalidades, huían nadamás ver al repulsivoanimal.EncuantoaCarathis,hayquedecirquenonecesitaba tomaralimentos tanvulgares,pueslebastabaconunaopiataquehabíadescubiertodesdehacíamuchoyquecompartíaconsusqueridasmudas.

Alcaer lanoche,Albufakiseparóensecoygolpeóenelsueloconunadesuspatas. Carathis, conocedora de sus hábitos, supo que debían de encontrarse en lasproximidades de un cementerio. En efecto, a la pálida luz de la luna no tardó endistinguir una largamuralla y una puerta entreabierta, tan alta que hasta Albufakipudo pasar por ella[77]. Los desgraciados guías, viendo llegar el fin de sus días,rogaronhumildementeaCarathisque lesdierasepultura,puestoqueaquel lugarseprestabaaello,traslocualexhalaronsuúltimoaliento.NerkésyCafurbromearon,asu manera, acerca de la estupidez de aquella gente, encontrando el aspecto delcementeriomuyde su agrado, por no hablar de lo coquetos que les resultaban sussepulcros:porlomenoshabíadosmilenlafaldadeunacolina.Carathis,demasiadoensimismadaensusgrandesproyectosparafijarseenaquelespectáculo,porrisueñoquepudieraparecerle,seapresuróasacarpartidodelasituación.

«Esmuyprobable—sedijo—que tanhermosocementerioseafrecuentadoporlosgules,especiequenocarecedeinteligencia;asípues,yaquehedejadomorirporundescuidoaesosestúpidosguías,lespreguntaréalosgulesporelcaminoy,paraquepiquen,lespropondréqueseregalenconestoscadáveresfrescos».

Nada más acabar tan bien pensado monólogo, habló por señas con Nerkés yCafur,diciéndolesquefueranallamaralastumbasyaentonaranteellassubonitogorjeo.

Lasnegras, contentísimaspor laorden, puestoqueya seprometíandiversión amansalvaencompañíadelosgules,sefueronconairesdeconquistayempezaronahacer«¡Toc!¡Toc!»enlossepulcros.Amedidaquellamabanseoíaunruidosordobajo tierra, lasarenasseagitabany losgules, atraídosporelaromaa frescode loscadáveresrecientes,salíanportodaspartes,olfateandoelaire.Todoslospresentessecongregaron ante un túmulo de mármol blanco, sobre el que Carathis se habíasentado, flanqueada por los cadáveres de sus dos desgraciados guías. La Princesarecibióasupúblicoconexquisitosmodales,dejandolosnegociosparadespuésdelacena.Encuantoseenteródeloquequeríasaber,loquenolellevómucho,noquisoperdermástiempo,porloquemandóreanudarlamarcha:lasnegras,que,poraquelentonces, ya había entablado con los gules lazosmás que cordiales, le suplicaron,hastaagotarellenguajedesusmanos,que,almenos,aguardarahastalaaurora;peroCarathis,queeralavirtudmismayenemigajuradadeamoríosymolicies,desestimósuruegoy,montandoenAlbufaki,lesordenósubirseaélloantesposible.

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Durante cuatrodíasy cuatronochesprosiguieronviaje sindetenerse.Alquintoatravesaron montañas y bosques medio quemados, llegando, al sexto, ante lasmagníficasmamparasquesustraíanacualquiermiradalosvoluptuososextravíosdesuhijo.

Aldespuntareldía,losguardiasseguíanroncandoensuspuestos,completamenteconfiados;desúbito,elrápidotrotedeAlbufakilosdespertó:creyendoverespectrossurgidos del negro abismo, salieron huyendo, sin más miramientos. Vathek estababañándoseconNuronihar,mientrasoía loscuentosque lesnarrabaBababaluky sereíadeél.Alarmadoporlosgritosdesusguardias,saliódelagua,dandounbrinco;peroencuantovioapareceraCarathis,no tardóenmetersedenuevoenel líquidoelemento: su madre, avanzando al frente de sus negras, y siempre cabalgando aAlbufaki,destrozaba lasmuselinasy los finoscortinajesdelpabellón.Anteaquellaaparición imprevista, Nuronihar, que no había conseguido librarse de susremordimientos, creyó llegada la hora de la venganza celeste y se pegóamorosamentealCalifa.Carathis,sinapearsedesucamelloyechandoespumarajosanteelespectáculoqueseofrecíaasucastamirada,estallósinmiramientos:

—Monstruodedoscabezasycuatropiernas[78]—exclamó—,¿quésignificatodoeste enredo? ¿No te da vergüenza manosear a esta pollita en vez de empuñar loscetrosdelossultanespreadamitas?¿PorestaindigentehasincumplidoalocadamentelascondicionesdelGiaur?¿Yporellamalgastasunosinstantespreciosos?¿Esésteelfrutoquesacasdelasmagníficasenseñanzasquetehedado?¿Eraéstalametadetuviaje?Despégatedelosbrazosdeesatontita;ahógalaenelagua,ysígueme.

Enunprimeraccesodefuror,VathekpensódestriparaAlbufakiyrellenarloconlasnegras,einclusoconCarathis;perolasimágenesdelGiaur,delpalaciodeIstajar,de sablesyde talismanes invadieron sumente con la celeridaddel rayo.Asípues,dijoasumadre,contonocortés,aunquedecidido:

—Seréisobedecida,temibleseñora;peronoahogaréaNuronihar,puesmeresultamás dulce que el mirobálano confitado[79]; mucho le gustan los carbunclos y, enespecial, el de Jamshid, que le ha sido prometido; ha de venir con nosotros, puespretendoquereposeenlosdivanesdeSuleimán,yaquenopuedodormirsinella.

—¡Magnífico!—respondióCarathis,bajándosedeAlbufaki,quedejóalcuidadodelasnegras.

Nuronihar,quemientrastantoseguíaaferradaaVathek,setranquilizóuntanto,ydijotiernamentealCalifa:

—Queridosoberanodemicorazón,osseguiré,siesnecesario,hastamásalládelCaf,enelpaísdelosifrits;e,incluso,notendrémiedodesubirporvoshastaelnidodel Simurg que, después de vuestra madre, es el ser más respetable de todo eluniverso.

—Heaquí—dijoCarathis—unajovenqueposeecorajeyeducación.

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EramuyciertoqueNuroniharposeíaambascualidades,pero,apesardetodasufirmeza,habíamomentosenlosquenopodíadejardepensarenlosencantosdesupequeñoGulchenruzyenlosdíasllenosdeternuraquehabíapasadoconél;laspocaslágrimasquehumedecieronsusojosnolepasaroninadvertidasalCalifa;pues,pararematarsuindiscreción,inclusollegóadecirenvozalta,sindarsecuenta:

—¡Ay!Dulceprimomío,¿quéserádeti?Al oír aquellas palabras, Vathek frunció el ceño, al tiempo que Carathis

comentaba:—¿Quésignificatantopuchero?¿Quéhadicho?ElCalifarespondió:—Se le ha escapado un suspiro por unmuchachito de ojos lánguidos y suaves

trenzasalqueamaba.—¿Dónde está ahora?—prosiguióCarathis—. Es necesario que conozca a ese

preciosoniño,pues—ybajóeltonodevoz—tengolaintención,antesdepartir,decongraciarme con el Giaur; nada habrá para él más apetecible que el corazón deltiernoniñoqueseabandonaalosprimerosimpulsosdelamor.

Vathek,nadamássalirdelbaño,ordenóaBababalukque reunieraasus tropas,sus mujeres y demás bienes muebles de su serrallo y dispusiera todo para partirdentro de tres días. En cuanto a Carathis, se fue sola a una tienda, donde tuvo laventura de que el Giaur se sirviera satisfacerla con estimulantes visiones. Aldespertar, vio echadas a sus pies aNerkés yCafur, las cuales le comunicaron porsignosquealirallevaraAlbufakialasmárgenesdeunalagunaparaquepacieraenun musgo gris, tolerablemente venenoso, habían visto unos peces azulencos, delestilodelosdelestanquedeloaltodelatorredeSamará.

—¡Ah!¡Ah!—dijoCarathis—.Quieroiraeselugarahoramismo;medianteunasencilla operación mágica haré que esos peces me sirvan de oráculo; podránaclararmemuchascuestionesydecirmedóndeestáeltalGulchenruz,aquienquieroinmolaracualquierprecio.

Yactoseguido,sepusoenmarchaconsunegrocortejo.

Puestoquelosmalosasuntossuelendaralasaquieneslosemprenden,Carathisysusnegrasnotardaronenllegarallago.Hicieronunfuegoconlasdrogasmágicasdequesiempreestabanprovistasy,desnudándosedeltodo,entraronenelaguahastaquelesllegóalabarbilla.NerkésyCafuragitaronlasinflamadasteasmientrasCarathisentonabanombresbárbaros.Actoseguido,todoslospecessacaronlacabezafueradelagua,espumeanteporlasfuertessacudidasdesusaletas;yconstreñidosporelpoderdelencantamiento,abrieronlaslastimerasbocas,diciendoalunísono:

—Somosvuestrosservidoresdelacabezaalacola:¿quéqueréisdenosotros?—Peces—dijoCarathis—,osconjuroporvuestrasbrillantesescamasaqueme

digáisdóndeseencuentraelpequeñoGulchenruz.

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—Alotro ladode estas rocas, señora—respondieron a coro todos lospeces—.¿Estáissatisfecha?Nosotrosnodeltodo,altenerqueabrirlabocadeestamanerayexponernosalaire.

—Sí—contestó laPrincesa—,ya veoqueno estáis acostumbrados a discursoslargos.Osdejarétranquilos,aunquenoseráporfaltadepreguntas.

Ydichoesto,lasaguassecalmaronylospecesdesaparecieron.Carathis,envenenadaporlamaldaddesuspropósitos,escalólasrocassinpérdida

detiempo,ydivisóbajoelfollajealamableGulchenruz,queeraveladoensusueñopor los dos enanos de siempre, que farfullaban oraciones. Aquellos personajillosteníaneldondepresentirlaproximidaddetodoenemigodelafemusulmana,porloquenotaronla llegadadeCarathis,quien,parándoseenseco,sedijo,ensimismada:«¡Cómo inclina lánguidamente su cabecita! Es, justamente, el niño que estababuscando».

Los enanos interrumpieron tan conmovedora reflexión echándose sobre ella yarañándolacontodassusfuerzas.NerkésyCafuracudieroncabalmenteendefensadesu señora, pellizcando tan fuerte a los enanos que les hicieron exhalar su últimosuspiro,aunquenoantesdequeaquéllosrogaranaMahomaquecobraravenganzaenlamalvadamujeryentodosulinaje.

Anteelruidoquetanextrañocombatedesataraenelpequeñovalle,Gulchenruzsedespertó,diounfuriosobrinco,sesubióaunahigueray, llegandoa lacimadelroquedal,corriósinpararsearecobrarelaliento,hastaque,alfin,cayócomomuertoentrelosbrazosdeunviejoybondadosogenio,quequeríaalosniñosycuyaúnicaocupacióneraprotegerlos.Habíadadolacasualidaddeque,tiempoatrás,aquelgenioestuvieradandosuaérearondacuandoelGiaurnohacíamásquegruñirenelinteriordesuhorriblegrieta,loquelepermitióabalanzarsesobreélyquitarleloscincuentachiquillos que Vathek había tenido la impiedad de sacrificarle. Cuidaba de taninteresantes criaturas en unos nidos que estaban más altos que las nubes, pues élmismovivíaenunnidomuchomásgrandequetodoslosdemásjuntos,delquehabíaexpulsadoalasavesrok[80]queloconstruyeran.

Aquellosrefugios,segurosatodaprueba,estabanasalvodelosataquesdedivese ifrits, gracias a unas banderolas que ondeaban al viento, en las que habían sidoescritos,concaracteresdoradosquerefulgíancomoelrelámpago,losnombresdeAláy del Profeta. Por ello, Gulchenruz, que todavía no había sido desengañado de susupuestamuerte,secreyóenlamoradadelapazeterna.Seabandonabasintemoralasdeliciasde susamiguitos; todosse reuníanenelnidodelvenerablegenioy,decomún acuerdo, besaban la tersa frente y los hermosos párpados de su nuevocompañero.Yallí,alejadodelmundanalruido,delaimpertinenciadelosharenes,delabrutalidaddeloseunucosydelainconstanciadelasmujeres,encontróellugarquemásacordeibaconsuformadeser.Tanfelizcomosuscompañeros,pasódías,meses

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yañosenaquellaagradablecompañía,pueselgenio,enlugardecolmarasuspupilosde riquezasperecederasy conocimientos inútiles, lesgratificaba con el dondeunainfanciaperpetua.

Carathis,pocoacostumbradaaqueseleescaparaunapresa,montóenespantosacóleracontralasnegras,aquienesacusabadenohaberseapoderadodelniñoconlasuficientediligencia, al detenerse apellizcar, por simplegustoyhasta lamuerte, aunos insignificantes enanitos.Volvió al valle refunfuñando; y al comprobar que suhijonosehabía levantadotodavíadel lechoquecompartíaconsuamada,descargócontra él y Nuronihar su mal humor; no obstante, la perspectiva de partir al díasiguientehacia Istajary,gracias a losbuenosoficiosdelGiaur, llegar a conocer almismísimoIblís[81], leproporcionóciertoconsuelo;peroeldestinohabíadispuestolascosasdeotromodo.

Alatardecer,mientraslaprincesadepartíaconDilara,alaquehabíahechoveniryqueeramuydesuagrado,BababalukacudióadecirlequeporlapartedeSamaráelcieloparecíaestarenllamas, loquepodríaserpresagiodealgofunesto.Sinperdertiempo,Carathiscogiósusastrolabiosydemásartilugiosmágicos,calculólaposiciónde losplanetas,hizosuscálculosydedujo,congrandesazón,queenSamará teníalugarunaformidable rebelión:Motavekel[82], aprovechandoel horrorque inspirabasuhermano,habíasublevadoalpuebloy,despuésdeapoderarsedelpalacio,asediabalagrantorre,adondesehabíaretiradoMorakanabadconunpequeñonúmerodelosqueaúnleeranfieles.

—¡Cómo!—exclamó—.¿Quevoyaperdermi torre,mismudos,misnegrasymis momias y, lo más importante, mi gabinete de experimentación, que tantosdesvelosmehacostado,sinsabersiquierasielatolondradodemihijovaasercapazdellevarsuaventuraabuentérmino?No,nomecruzarédebrazos:partoalmomentoasocorreraMorakanabadconmistemiblesartesyadesatarsobrelosconspiradoresuna lluvia de clavosy chatarra ardiente; de los depósitos quehaybajo las grandesbóvedasdelatorresacarélostorpedos[83]ylasserpientes,quedebenestarrabiandoporlafaltadealimento,yyaveremossipuedenplantarlescara.

Mientrasasíhablaba,CarathiscorríaaverasuhijoquecomíaplácidamenteconNuroniharensubonitopabellónencarnado.

—Eresunglotón—lereprendió—;sinmiprevisiónprontoseríaselComendadordelasTortas;tuscreyenteshanfaltadoalalealtadquetejuraron;enestemomento,tuhermanoMotavekelesdueñodelacolinadelosCaballosPíos;nopodríavencerletan fácilmente, si no fuera porque en nuestra torre aún me quedan unos cuantosrecursos.Peronoperdamoseltiempo,telodiréendospalabras:recogelastiendas,ponteencaminoestamismanocheynotedetengasapasarelratoenningúnsitio.Aunque no hayas tenido en cuenta las condiciones del pergamino, aún tengoesperanzas;pueshayquereconocerquealseduciralahijadelemir,despuésdehaber

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aceptadosupanysusal,hasvioladoalasmilmaravillaslasleyesdelahospitalidad.Tal forma de comportarse sólo puede agradar al Giaur; y si, ya en camino, hacesalgunaqueotracanalladita,todoirásobreruedasypodrásentrartriunfalmenteenelpalaciodeSuleimán.¡Adiós!Albufakiymisnegrasmeesperanalaentrada.

ElCalifa,sinsaberquéresponderaaquellaperorata,deseóbuenviajeasumadreyterminódecenar.Amedianochelevantóelcampamento,alossonesdefanfarriasytrompeterías;pero,pormásqueselesdieraalostimbales,eraimposibleacallarlosgritos del emir y de sus vejestorios, ciegos a fuerza de llorar y a los que ya noquedaba un solo pelo sano.Nuronihar, apenada por aquellamúsica, se sintiómuyaliviadanadamásalejarsedeella. Ibaen la litera imperial, conelCalifa,y ambospasabanelratoimaginandolamagnificenciaque,anomuchotardar,ibanaconocer.LasrestantesmujeressehallabanuntantotristesensuspalanquinesyDilarasedabaánimos pensando que iba a celebrar los ritos del fuego en las augustas terrazas deIstajar.

CuatrodíasdespuésllegaronalacogedorvalledeRocnabad.Laprimaveraestabaen todo su esplendor, y las grotescas ramasde los almendros en flor se recortabansobreelazurdeuncieloresplandeciente.Latierra,sembradadejacintosyjunquillos,exhalaba suaves fragancias;miles de abejas, y casi elmismo número de santones,habíanhechosumoradaenella.Enambasorillasdeunriachuelopodíaobservarselaalternanciadepanalesyoratorios,cuyapulcritudyblancuracontrastabaconelverdeparduzco de los elevados cipreses. Los piadosos anacoretas se distraían cultivandopequeñosjardines,querebosabandefrutos,sobretododemelonesalmizclados, losmejoresdePersia.Enocasionesselosveíadesperdigadosporlapradera,entretenidosendardecomerapavonesmásblancosquelanieveyatórtolasazulencas.Mientrasestaban ocupados en tales faenas, los heraldos del cortejo imperial anunciaron convozimperiosa:

—HabitantesdeRocnabad,prosternaos juntoavuestros límpidosmanantialesyestadagradecidosalCielopormostrarosundestellodesugloria,puesyaseacercaelComendadordelosCreyentes.

Lospobressantones,movidosdesantocelo,seapresuraronaencenderlosciriosde todos los oratorios y, tras abrir sus Coranes, que descansaban en facistoles deébano fueron al encuentro del Califa con pequeñas cestas llenas de higos, miel ymelones.Mientrasavanzabanenprocesiónyacompasadamente,caballos,camellosyguardiashacíanterriblesdestrozosenlostulipanesylasdemásfloresdelvalle.Alossantoneslesresultabaimposiblenoponeruncompadecidoojoenaquelestragoyotroen el Califa y en el Cielo. Nuronihar, encantada con tan hermosos lugares que lerecordabanlasamablessoledadesdesuinfancia,rogóaVathekquehicieranunalto:mas el Príncipe, pensando que el Giaur podría tomar por habitáculos aquellospequeñosoratorios,ordenóa susexploradoresque losdemoliesen.Lossantones se

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quedaron de piedra al ver que se cumplía una orden tan bárbara y lloraron alagrimones, por lo queVathek les hizo expulsar a puntapiés por sus eunucos.Sóloentonces bajó de la litera con Nuronihar y ambos se pasearon por la pradera,recogiendo flores y diciéndose requiebros; pero las abejas, que eran buenasmusulmanas,sesintieronobligadasavengarlaafrentahechaasusqueridosamos,lossantones,ytantoseempecinaronenpicarlos,queelCalifaysuamadaagradecieronmuchísimoquesustiendasyaestuviesenmontadasypudieranguarecerseenellas.

Bababaluk,aquiennohabíaescapadolaopulenciadepavonesytórtolas,alpuntomandóasarunascuantasdocenasyguisarotrastantas.Comieron,rieron,trincaronyblasfemaron a su antojo hasta elmomento en que todos losmulás, jeques, cadís eimames de Shiraz, quienes al parecer no se habían encontrado con los santones,llegaron con asnos engalanados de guirnaldas, cintas y campanillas de plata, ycargadosconlomásrelevantedelaregión,quepresentaronalCalifa,suplicándolesedignasehonrarconsupresencialaciudadysusmezquitas.

—¡Oh!Muchome guardaré de hacer lo queme pedís—dijoVathek—, por lodemás,aceptovuestrospresentes,peroosruegoquemedejéis tranquilo,yaquenomegusta reiterarmisnegativas:despuésdevervuestras trazasdemalos jinetes, lomásaconsejableseríaqueregresaraisandando;perocomosupondríagraveofensaaldecoro permitir que personas tan respetables como vosotros tuvieran que caminar,miseunucostendránlaprecaucióndeatarosavuestrosasnos,ypuestoqueconocenlos usos de la etiqueta, pondrán especial cuidado en que no me vayáis a dar laespalda[84].

Algunos jeques fogosos, pensando que Vathek estaba loco, se sintieron en lanecesidaddedaraconocersuopiniónenvozalta.BuencuidadotuvoBababalukdeque losmaniataran condoble cuerda, tras lo cual, aguijando a todos los asnos conunaszarzas,lasmonturaspartieronalgalope,coceandoychocándoseentreellasdelamaneramásdivertida.Nuronihary suCalifa se regocijaronaporfíade tan indignoespectáculo, riéndose amandíbula batiente cuando los ancianos cayeron, junto consus cabalgaduras, en el riachuelo, quedándose unos cojos, otrosmancos y losmásmaltrechos,omuchopeor.

Pasaron en Rocnabad dos días deliciosos, sin verse molestados por nuevasembajadas.Altercero,reanudaronlamarcha;trasdejarShirazaladerecha,llegaronaunaextensaplaniciedesdelaquepodíaversealolejos,enelhorizonte,lasnegrascumbresdelasmontañasdeIstajar.

Aldivisarlas,elCalifayNuronihar,incapacesdecontenersuentusiasmo,saltarondelaliterayprorrumpieronenexclamacionesquecausaronasombroatodoslosquelasescucharon.

—¿Iremos a palacios que irradian luz? —comentaban entre sí—. ¿O quizá ajardinesmásdeliciososquelosdeShaddad[85]?

¡Pobresmortales!Nohacíanmásqueperderseenconjeturas,pueselpozodelossecretosdelTodopoderosolesestabavedado.

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Entretanto, los genios[86] bienhechores, que todavía se preocupaban de laconducta de Vathek, se dirigieron al séptimo cielo, donde se halla Mahoma, y ledijeron:

—MisericordiosoProfeta,tendedvuestrosindulgentesbrazoshaciaestevicarioo,delocontrario,caerásinremisiónenlastrampasquelosdives,nuestrosenemigos,lehantendido;elGiaurleaguardaenelabominablepalaciodelFuegoSubterráneo;siponeunpieenélestaráperdidoparasiempre.

Mahomarespondióindignado:—Sobradamentemerecelasuertedetenerquevalerseporsísolo;sinembargo,

osconcedoquehagáisunúltimointentoparaapartarledesuempresa.Alinstante,unodeaquellosgeniosbienhechorestomólaaparienciadeunpastor,

másfamoso,acuentadesupiedad,quetodoslosdervichesysantonesdelaregión;se situóen la laderadeunapequeñacolina, juntoaun rebañodeovejasdeblancovellón,ycomenzóa tocar,enun instrumentonuncavisto,airesde tanarrebatadoramelodíaquellegabanalalmayqueerancapacesdedespertarlosremordimientosydeexpulsarcualquierpensamientofrívolo.Antetanpoderosossones,elsolsecubriócon un sombrío velo y las aguas de una laguna cercana,más transparentes que elcristal,sevolvieronrojascomolasangre.Todoslosqueformabanpartedelpompososéquito del Califa se sintieron atraídos, muy a su pesar, hacia aquella parte de lacolina,y,conlacabezagacha,sequedaronconsternados;cadacualsereprochabaelmalquehabíahecho:aDilaralepalpitabaelcorazón,mientraseljefedeloseunucos,con aire contrito, pedía perdón a las mujeres por haberlas atormentado, confrecuencia,porelsimpleplacerdehacerlo.

VathekyNuronihar,queseguíanensulitera,habíanpalidecido,y,mirándoseconrencor,seculpabanasímismos;eluno,demilcrímenes,acualmásnegro,ydemilambiciososeimpíosproyectos;laotra,delatristezaenquehabíasumidoasufamiliay de la pérdida deGulchenruz.Y,mientras sonaba la fatalmúsica, aNuronihar leparecía oír los lamentos de su padre agonizante y a Vathek los sollozos de loscincuentaniñosquehabíasacrificadoalGiaur.Ensuangustia,seveíanatraídoshaciaelPastor,cuyafisonomíateníaalgodeimponente,tantoque,porprimeravezensuvida, Vathek perdió la serenidad, mientras que Nuronihar se tapaba el rostro conambasmanos.Cuandocesólamúsica,elgeniosedirigióalCalifaydijo:

—¡Príncipe insensato, a quien laProvidencia confiara el velar por los pueblos!¿Así respondes a tu misión? Has llegado al culmen de tus crímenes. ¿Tanta prisatienesahoradecorrerhaciatucastigo?AunquebiensabesquealotroladodeestasmontañasIblísysusmalditosdivesdetentansufunestoimperio,parecesolvidarlo,yseducido por un fantasmamalvado vas a entregarte a ellos.Aprovecha esta últimaoportunidadqueseteconcede:abandonatuatrozpropósito,regresasobretuspasos,devuelveNuroniharasupadre,aquienaúnquedaunatisbodevida,destruyelatorrecon todas sus abominaciones, no aceptes los consejosdeCarathis, sé justo con tussúbditos, respeta a los ministros del Profeta, repara tus impiedades con una vida

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ejemplar y, en lugar de gastar tu tiempo en placeres voluptuosos, ve a llorar tuscrímenessobrelastumbasdetuspiadososancestros.¿Vesesasnubesqueocultanelsol?Amenosquecambie tucorazón,enelmomentoenquereaparezcaelastroyahabrápasadoparatieltiempodelamisericordia.

Vathek, vacilante y temeroso, estaba a punto de prosternarse ante el pastor,presintiendoquesunaturalezadebíasermuysuperiora lahumana;perosuorgullopudomás,por loque,alzandoaltaneramenteel rostro, le lanzóunadesus terriblesmiradas.

—Quienquiera que seas —dijo—, deja de darme consejos inútiles. Si quieresengañarme, acabarás por engañarte a ti mismo: si todo lo que he hecho es denaturaleza tan criminal como pretendes, entonces no podría haber paramí un soloinstantedearrepentimiento;henadadoenunmardesangreparaconseguirunpoderqueharátemblaratussemejantes;poresomismo,notehagasilusionesdequevayaaecharme atrás al llegar a puerto, ni de que abandone a la que me es mucho másquerida que la vida y que tu misericordia. ¡Que aparezca de nuevo el sol parailuminarmisendero,sinimportaradondeconduzca[87]!

Ydiciendoestaspalabras,quehicieronestremecersealmismísimogenio,Vathek,arrojándose en brazos deNuronihar, ordenó espolear a los caballos y proseguir lamarcha.

Noresultódifícilejecutarlaorden;laextrañaatracciónhabíadesaparecido,elsolbrillabacontodalafuerzadesuluz,ydelpastor,despuésdequelanzaraunlastimerogrito,noseveíanirastro.Apesardetodo,lafunestaimprontadelamúsicadelgeniohabía quedado grabada en el corazón de muchos de los acompañantes de Vathek,puesconespantosemirabanunosaotros.Aquellamismanochehuyóbuenapartedeellos,ydelquefueranumerosocortejosóloquedaroneljefedeloseunucos,algunosesclavosidólatras,Dilarayunexiguonúmerodemujeresque,comoella,practicabanlareligióndelosmagos.

PeroaquelladeserciónpocoimportóalCalifa,devoradopor laambicióndedarórdenesalasInteligenciasdelaoscuridad.Ycomoelhervordesusangreleimpedíadormir,yanohizoningúnalto.Nuronihar,cuya impacienciasobrepasaba,siesqueelloeraposible,alasuya,leurgíaaapretarlamarchay,paraaturdirle,leprodigabamil caricias tiernas.Ya se sentíamás poderosa queBalkis[88] y se imaginaba a losgeniosprosternándosealpiedesutrono.Detalsuerte,avanzaronalaluzdelalunahastadivisardosesbeltasrocasqueformabanunaespeciedeportalalaentradadelestrecho valle que se terminaba en las vastas ruinas de Istajar. Prácticamente en lacima de la montaña, podían verse las fachadas de varias tumbas reales, cuyoespantosoaspectoseveíarealzadoporlassombrasnocturnas.Pasaronpordosaldeascasidesiertas.Sóloquedabanenellasdosotresdébilesancianos,quienesalverloscaballosylasliterassearrodillarondiciendo:

—¡Cielos! ¡Otra vez los fantasmas que nos atormentan desde hace seismeses!¡Ay de nosotros! ¡Nuestra gente, aterrorizada por las extrañas apariciones y el

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estruendo que retumba bajo las montañas, nos ha abandonado a merced de losespíritusmaléficos!

Tales lamentos le parecieron al Califa de tanmal agüero que hizo pasar a suscaballospor encimade lospobresancianos, llegando, finalmente, alpiede lagranterrazademármolnegro.Sóloentoncesbajódelalitera,acompañadodeNuronihar.Con el corazón en un puño y mirando con aprensión a todo lo que les rodeaba,aguardaron,entre involuntariosestremecimientos, lacomparecenciadelGiaur;peronadaparecíapresagiarla.Enelaireyenlamontañareinabaunsilenciofúnebre.Lalunaproyectabasobrelagranplataformalasombradelasimponentescolumnasdelaterraza, que se perdían en las nubes. Aquellas tristes columnas[89], cuyo númeroresultaba imposible de contar, no se hallaban cubiertas por techo alguno; y suscapiteles,defacturadesconocidaenlosanalesdelaTierra,servíandemoradaalasavesnocturnasque,alarmadasporlapresenciadetantagente,huyerongraznando.

El jefe de los eunucos, transido demiedo, suplicó aVathekque se dignara darlicenciaparaencenderfuegoyprepararalgúnalimento.

—No, no —respondió el Califa—, no es momento de pensar en esas cosas.¡Quédatedondeestásyaguardamisórdenes!

Ydiciendoestaspalabrasenuntonofirme,ofreciósumanoaNuronihar,conloqueamboscomenzaronaescalarlospeldañosdeunaampliapendienteyasípudieronllegaralaterraza,embaldosadademármolytantersacomolasuperficiedeunlago,desuertequeningunaplantapodíacrecerenella.Aladerechaselevantabanvariashileras de columnas, situadas enfrente de las ruinas de un inmenso palacio, cuyasparedes se hallaban cubiertas por varias figuras: en la de delante se veían lasgigantescasestatuasdecuatroanimales,con los rasgosdelgrifoydel leopardo[90],quedabanmiedo;nolejosdeéstaspodíandistinguirsealaluzdelaluna,queibaadarprecisamenteenaquel lugar,unoscaracteres similaresa losqueaparecieranenlossablesdelGiaur;pues,lomismoqueellos,teníanlapropiedaddecambiaracadainstante;cuando,por fin, seaquietaron,adoptaron la formade letrasárabes,con loqueelCalifapudoleerlassiguientespalabras:

«Vathek,hasfaltadoalascondicionesdemipergamino;mereceríasregresarsinnada;peroenatencióna tucompañeraya todo loquehashechoparaconseguirla,Iblíspermitequeseabranantetilaspuertasdesupalacio,yqueelfuegosubterráneotecuenteentresusadoradores».

Apenashuboacabadodeleer,lamontañaalaqueestabaadosadalaterrazasufrióun tembloryparecióque lascolumnas fueranadesplomarsesobresuscabezas.Larocaseentreabrió,dejandoverensusenounaescalerademármolpulimentado,queparecíaconduciralabismo.Encadapeldañosehabíandispuestodosgrandescirios,similaresalosqueNuroniharcontemplaraensuvisión,cuyosvaporesalcanforadosseelevabanenespiralbajolabóveda.

AquelespectáculonosólonoasustóalahijadeFakreddín,sinoqueleinfundiónuevos bríos; y sin pensarlo dos veces ni despedirse, siquiera, de la luna y de las

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estrellas, dejó el aire puro de la atmósfera para sumergirse en aquellos relentesinfernales.

Elpasodeambosimpíoserafirmeyaltanero.Mientrasbajaban,alamparodelacrudaluzdeloscirios,seadmirabanmutuamente,encontrándosetanresplandecientesque ya creían haberse convertido en Inteligencias Celestes. Lo único que lesinquietaba era el hecho de que los peldaños no acabasen nunca. Y tanto seapresuraron, presa de ardiente impaciencia, que sus pasos se aceleraron hasta talpuntoquemásquecaminarparecióquecayeranrápidamenteenunprecipicio;porfinse detuvieron ante un gran portal de ébano que el Califa no tuvo dificultad enreconocer:allíleaguardabaelGiaurconunallavedeoroenlamano.

—Sed bienvenidos, a pesar deMahoma y de toda su cuadrilla—dijo, con suespantosa sonrisa—; yo mismo me encargaré de vuestra introducción en palacio,donde,tanmerecidamente,oshabéisganadounlugar.

Ydiciendoestaspalabras,tocóconlallavelacerraduraesmaltada,desuerteque,almomento,losdosbatientesseabrieronconestruendomayorqueeldeltruenoenplenacanícula,paracerrarseconelmismoestruendounavezhubieronentrado.

ElCalifayNuroniharsemiraronconasombro,alverseenun lugar,apesardeestarabovedado,tanamplioydetechostanaltos[91]que,alprincipio,lotomaronporunainmensallanura.Encuantosusojosseacostumbraronaltamañodelosobjetos,descubrieron hileras de columnas y arcadas que, por efecto de la perspectiva,parecíandisminuirdetamañoconladistanciaparaterminarenunpunto,tanradiantecomoelsolcuandolanzasobreelmarsusúltimosrayos.Elpavimento,cubiertodepolvodeoroyazafrán,exhalabatansutilolorqueambossesintieronaturdidos.Noobstante, prosiguieron su camino y observaron infinidad de pebeteros en los queardíanámbargrisymaderadeáloe.Entrelascolumnashabíamesasconinnumerablevariedaddemanjaresydevinos,espumeantesenvasosdecristal.Unamuchedumbrede yinns y demás espíritus burlones[92] de ambos sexos bailaban lascivamenteformandocorrillos,alsondelamúsicaquesonabaasupaso.

Enmediodeaquella inmensasala,enprofundosilencioycon lamanoderechapuestaencimadelcorazón,sepaseabaunamultituddehombresydemujeresquenoparecíanprestaratenciónanadanianadie.Estabanpálidoscomocadáveres,y susojos,hundidosenlasórbitas,parecíanlosfuegosfatuosque,denoche,sevenenloscementerios. Unos se hallaban sumidos en profunda ensoñación; otros echabanespumarajos de rabia, corriendo de un lado para otro como tigres heridos por undardoemponzoñado;todosseevitabanentresí;y,apesardehallarseenmediodeunamuchedumbre,cadaunoibaasuaire,comosiseencontrasesolo.

Alavistade tanfunestacompañía,VathekyNuroniharsequedaronheladosdeespanto.ImportunaronalGiaur,preguntándolequésignificabatodoaquelloyporquémotivoaquellosespectrosdeambulantesnoapartabannuncalamanodelcorazón.

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—Noospreocupéisahoradeesascuestiones—lesrespondióconbrusquedad—,dentrodepocoosenteraréisdetodo:apresurémonosapresentarnosaIblís.

Asípues,siguieronandandoentreaquellagente;pero,apesardelaplomodelosprimerosinstantes,noteníanelvalordecontemplarlasperspectivasdelasdistintassalas y galerías que se abrían a derecha e izquierda, iluminadas por llameantesantorchas y braseros cuya llama se elevaba como una ardiente pirámide hasta elcentro de la bóveda. Finalmente, llegaron a un lugar donde largas colgaduras debrocadocarmesíyoropendíanpordoquier,enabrumadoraconfusión.Allíyanoseoíaningunamúsicanialgazarasdebaile,ylaluzparecíavenirdelejos.

VathekyNuroniharseabrieroncaminoatravésdelascolgadurasyentraronenunampliotabernáculotapizadodepielesdeleopardo.Ancianosdeluengasbarbaseifritsarmadosdepuntaenblancoseprosternaban,ennúmeroinfinito,antelasgradasdeunestrado,en loaltodelcual,ysentadosobreunglobode fuego, sehallabaeltemibleIblís.Surostroeraeldeunjovendeveinteaños,cuyosrasgos,noblesybienformados,sehubieranmarchitadoporelefectodevaporesmalignos.Desesperaciónyorgullohallábansegrabadosensusgrandesojos,ysuflotantecabelleraaúnguardabaalgodeladeunángeldeluz[93].Sumano,delicadaapesardehallarseennegrecidaporelrayo,asíaelcetrodebroncequehacetemblaralmonstruoUrambad[94],alosifritsyalasdemáspotenciasdelAbismo.

Anteaquellavisión,elCalifaperdiócompletamenteelaplomoyseprosternóconelrostroen tierra.Nuronihar,apesardesentirseabrumada,nopodíapormenosdeadmirarelportedeIblís,yaqueestabadispuestaaencontrarseconalgúnespantosogigante.Iblís,conunavozmásdulcedeloquecabíaesperaryque,sinembargo,sehallabateñidadenegramelancolía,dijo:

—OsacojoenmiImperio,criaturasdearcilla;yasoispartedemisadoradores;disfrutaddetodoloqueenestepalacioseofrezcaavuestramirada,delostesorosdelos sultanes preadamitas, de sus relampagueantes sables y de los talismanes queobligaránalosdivesaabriroslossubterráneosdelmonteCaf,quesecomunicanconéstos. Allí encontraréis con qué satisfacer vuestra insaciable curiosidad. SólodependerádevosotrospenetraronoenlafortalezadeAhrimán[95]yenlossalonesdeArgenk[96],dondesehallanrepresentadastodaslascriaturasracionalesylosanimalesquehabitabanlaTierraantesdelacreacióndeeseserdespreciableaquienllamáiselPadredelosHombres.

Tras aquel discurso, Vathek y Nuronihar se sintieron más tranquilos y hastaseguros.Y,vehementes,dijeronalGiaur:

—Llevadnosprestoallugardondeseencuentranesospreciosostalismanes.—Venid—respondióelmalvadodiv,consupérfidamueca—,venid,vuestroserá

todoloquenuestroseñorospromete,ymuchomás.Y a continuación, les hizo entrar en un largo corredor, que comunicaba con el

tabernáculo; ymientrasmarchaba en cabeza, dando grandes zancadas, era seguidoporsusdesventuradosdiscípulos,loscualesparecíanalborozados.Asíllegaronauna

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espaciosasala,rematadaporunacúpulamuyalta,alrededordelacualpodíanversecincuentapuertasdebronce,cerradasconcandadosdeacero.Enaquellugarreinabauna fúnebre penumbra, que permitía ver unos lechos de madera de cedroincorruptible sobre los que yacían los descarnados cuerpos de los famosos reyespreadamitas, antaño monarcas universales del planeta. Todavía les quedaba lasuficientevidaparadarse cuentade sudeplorable condición: susojos conservabanunatristeactividad;intercambiabanentresímiradaslánguidasytodosmanteníansumano derecha encima del corazón. A sus pies se veían las inscripciones querecordabanlosacontecimientosdesureinado,supoderío,suorgulloysuscrímenes.Suleimán Raad, Suleimán Daki y Suleimán, apodado Gián ben Gián, quienes,despuésdehaberencadenadoalosdivesenlastenebrosascavernasdelmonteCaf,sevolvierontanpresuntuososquellegaronadudardelapotenciasuprema,gozabandeunrangoimportante,aunquenoequiparablealdelprofetaSuleimánbenDaud.

Este rey, tan renombrado por su sabiduría, se encontraba sobre el estradomásalto,exactamentebajolacúpula.Aparentabatenermásvidaquelosdemásy,aunquedevezencuandolanzaraprofundossuspirosy,aligualquesuscompañeros,posarala mano derecha sobre su corazón, el rostro se le veía más sereno; parecía estarpendiente del estruendo que hacía una catarata de negras aguas que se divisaba através del enrejadodeunade las puertas.Ningúnotro ruido turbaba el silenciodeaquellúgubrelugar.Unalíneadevasijasdebroncerodeabaelestrado.

—Levantalastapaderasdeesosrecipientescabalísticos—dijoelGiauraVathek—, y coge los talismanes que romperán las puertas de bronce y te convertirán endueñodelostesorosqueescondenydelosespíritusquelosguardan.

ElCalifa,completamentedesconcertadoportansiniesraescenografía,seacercó,titubeante, a las vasijas y creyómorir de terror al oír los gemidos de Suleimán, aquienensuturbaciónhabíatomadoporuncadáver.Enaquelmomento,unavozquesalíadelalívidabocadelprofetapronuncióestaspalabras:

—Mientrasdurómivida,mesentéenunmagníficotrono.Aladerecha,endocemilsitialesdeoro,patriarcasyprofetasescuchabanmisteorías;alaizquierda,sabiosy doctores, en otros tantos tronos de plata, asistían amis juicios.Mientras, de talsuerte,administrabajusticiaalainnumerablemultitud,lospájaros,revoloteandosindescansoalrededordemicabeza,mehacíandedosel,protegiéndomedelosardoresdelsol.Elpuebloprosperaba;mispalaciossubíanhastalasnubes;construíuntemploalAltísimo,quefuelamaravilladeluniverso;pero,pusilánime,medejéarrastrarporelamordelasmujeresyporunacuriosidadquenoselimitabaalascosassublunares.SeguílosconsejosdeAhrimánydelahijadelFaraón;adoréalfuegoyalosastrosy,abandonando la Ciudad Santa, ordené a los genios que construyeran los soberbiospalacios de Istajar y la terraza y sus columnas, dedicando cada una de ellas a unaestrella.Allí, durante algún tiempo, gocé plenamente del esplendor del trono y detodotipodeplaceres;nosóloloshombres,sinotambiénlosgenios,sesometieronamí.Ycuandoyacomenzabaacreer,comolesocurrieraalosdesgraciadosmonarcas

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queme rodean, que la venganza celeste había quedado relegada al olvido, el rayoechóabajo loqueyohabíaconstruidoymeprecipitóaeste lugar.Sinembargo,alcontrarioquetodossusmoradores,nomehallototalmentedesprovistodeesperanza.Unángeldeluzmehahechosaberque,enconsideraciónalapiedaddemisañosdejuventud,mitormentocesarácuandoestacatarata,cuyasgotascuentotodoeltiempo,dejedemanar;pero¡aydemí!¿Cuándollegaráesemomentotandeseado?Sufromásymás,puesunfuegoinextinguibledevoramicorazón.

Y diciendo estas palabras, Suleimán alzó al cielo ambasmanos en ademán desúplica, y el Califa observó que su pecho era transparente como el cristal y quealbergaba en su interior un corazón en llamas. Ante tan terrible visión, Nuroniharcayó,comopetrificada,enbrazosdeVathek.

—¡Oh,Giaur!—exclamóeldesgraciadopríncipe—.¿Aquélugarnoshastraído?Déjanos salir de él; te eximo de todas tus promesas. ¡Oh,Mahoma! ¿Ya no quedamisericordiaparanosotros?

—No, ya no queda—contestó el malvado div—; has de saber que ésta es lamoradadeladesesperaciónydelavenganza;tucorazónseabrasarácomoeldetodoslosadoradoresdeIblís;pocosdíastequedanantesdeesefatalplazo,empléalosdelmodo que prefieras: duerme sobre montones de oro, gobierna a las potenciasinfernales,recorreatuantojoestosinmensossubterráneos,ningunapuertasecerraráante ti; en cuanto amí, ya he cumplidomimisión y te dejo a solas con tu propiaconciencia.

Ydiciendoestaspalabras,desapareció.El Califa y Nuronihar se quedaron mortalmente abatidos; no les brotaban las

lágrimasyapenaspodíanmantenerseenpie;porfin,tomándoseapesadumbradosdelamano,salierontambaleándosedelafunestasala.Todaslaspuertasseabríanasupaso, los dives se prosternaban ante ellos, incalculables tesoros se exponían a sumirada;peroyanadalesquedabadelacuriosidad,elorgulloolaavaricia.Y,conlamisma indiferencia con que escuchaban los coros de los yinns, contemplaban lossoberbios banquetes que podían verse por todas partes. Erraban de estancia enestancia, de sala en sala, de pasillo en pasillo, lugares todos sin fin ni contornosprecisos, iluminados por la misma claridad sombría, decorados todos ellos con lamisma magnificencia apagada, recorridos, sin excepción por gente que buscabareposoysosiego,peroquenoeracapazdeencontrarningunadeambascosas,yaquea todas partes llevaba el corazón abrasado en llamas. Evitados por todos aquellosdesventurados, los cuales parecían decirse unos a otros con la mirada: «Tú fuistequienmesedujo»,ocontestarse:«Y túquienmecorrompió», semanteníanaparte,esperandoangustiosamenteel instanteenqueacabaríanconvirtiéndoseenentes tanespantososcomoellos.

—¿Cómo?—decíaNuronihar—.¿Quellegaráelmomentoenqueretiremimanodelatuya?

—¡Ah!—decíaVathek—.¿Acasodejaránmisojosdebeberagrandessorbosla

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voluptuosidad de los tuyos? ¿Llegaré a horrorizarme de los dulcesmomentos queambospasamos juntos?No,no fuiste túquienme trajohasta estedetestable lugar,sinolosimpíosprincipiosconqueCarathispervirtieramijuventudloscausantesdemiperdiciónydelatuya.¡Ah!¡Quealmenosellasufraconnosotros!

Ydiciendo estas palabras, llamó a un ifrit, que atizaba un brasero, y le ordenóarrebataralaprincesaCarathisdelpalaciodeSamaráytraerlaasupresencia.

Despuésdequefueradadaaquellaorden,elCalifayNuroniharprosiguieronsumarchaentrelasilenciosamuchedumbre,hastaelmomentoenqueoyeronhablaralfondodeunagalería.Suponiendoque se tratabadeotrosdesventuradosque, comoellos, aúnnohabían recibido la sentencia definitiva, se guiaronpor las vocesy notardaron en comprobar que salían de una pequeña habitación de forma cuadrada,dondecincopersonas,cuatrohombresjóvenesdebuenaplantayunahermosamujersentadosenvariossofás,departíancongrandesánimolaluzdeunalámpara.Todasestaspersonasteníanaspectomelancólicoyabatidoydosdeellasseabrazabanconsuma ternura. Al ver entrar al Califa y a la hija de Fakreddín, se levantaroneducadamente,saludándolosyhaciéndolessitio.Actoseguido, laque teníaelportemásdistinguidosedirigióalCalifaenlossiguientestérminos:

—Extranjero, que sin duda os encontráis en la misma y terrible espera quenosotros,puestoqueaúnnolleváislamanoderechasobreelcorazón;siacasovenísacompartir los horrorosos momentos que deberán transcurrir hasta nuestro comúncastigo, dignaos contarnos las aventuras que os han conducido hasta este lugar deperdiciónynosotrososreferiremoslasnuestras,quebienmerecensernarradas.Puesrecordarlospropioscrímenes,aunqueyanohayatiempoparaarrepentirsedeellos,eslaúnicaocupaciónquecuadraadesventuradoscomonosotros.

ElCalifayNuronihardieronsuconsentimientoatalpropuesta,porloqueVathek,tomandolapalabra,leshizo,entregemidos,unasincerarelacióndetodoloocurrido.Cuandohuboterminadotanpenosanarración,eljovenqueledirigieralapalabradiocomienzoalasuya.

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HistoriadelpríncipeAlasiydelaprincesaFiruzká[97]

—YofuireydeCorasmia[98]ynohabríacambiadomireino,apesardesureducidaextensión,porelinmensoimperiodelcalifaVathek;no,nofuelaambiciónloquemetrajo a este lugar funesto.Mi corazón, que no tardará en arder con el fuego de lavenganzadivina,sehallabaasalvodelaspasionesviolentas;sólopodíaalbergarelencomiableyplácidosentimientodelaamistad;peroelamor,alquejamásdebierahaber tenido en cuenta, fue tomando forma en él, causando, de tal suerte, miperdición.

»Mipadre,elRey,muriócuandoyoteníaveinteaños: lamentésinceramentesupérdida,nosolamenteporserelresultadodeunsentimientonatural,sinoporqueveíalarealezacomounacargamuyduradellevar.

»Si las muelles delicias del harén no me seducían en exceso, la idea de uncasamiento formal aúnme resultabamenos halagüeña; lo que no dejaba de ser uncontrasentido,pues,apesardetodasestasconsideraciones,mehallabacomprometidosolemnementeconRondabá,princesadeGilán[99],sinquemefueraposibleanularelacuerdoconcluidopormipadreparaelbienestarcomúndeambasnaciones;asípues,loúnicoquepodíapermitirmeerairdándolelargas.

»Dejandoaun lado lascostumbresnormalmente instituidas, loquepodíapasarporosadía,tuvequeaccederaltrono,gobernaramuchagente,soportarlaineptitudde los grandes y la necedad de los pequeños, hacerles justicia a todos y, porconsiguiente,vivirentreellos.Pero,poraqueltiempo,generosidadyvirtudnoeranpara mí meras palabras; cumplía fielmente mis obligaciones, aunque sólo paralibrarmede ellas cuanto antesypoder fomentar, siemprequeme fueraposible,miinclinaciónaestarsolo.Unatienda,aderezadaalestilopersaylevantadaenmitaddeunespesobosque,eraellugardondesolíapasarmismomentosderetiro,quesiempremedaban la impresióndedisiparseconexcesiva rapidez.Habíaordenadoabatir elsuficientenúmerodeárbolesparaformar, talsuerte,unapequeñapraderasembradade flores, circundada por un canal de aguas tan claras como las de Rocnabad. Enaquel lugar, queme recordaba la luna brillando en su plenitud,mientras se recortasobre el azur oscuro del firmamento, admiraba la sombría perspectiva de losfrondosos bosques que me rodeaban, adonde frecuentemente, me dirigía paraperdermeenmisensoñaciones.

»Ciertodía,cuandoechadoenelcéspedacariciabaaunjovengamoalquehabíadomesticado,oíelgalopedeuncaballoqueseacercabaynotardéenveraunjinetequemeresultódesconocido;su formadevestir semehacíaextraña, sucontinente,

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feroz,ysumirada,huraña;peronosuscitómiatencióndurantemuchotiempo,puesunafiguraangélica,queseocultababajolosropajesdeunjoven,arrebatómimirada.El desconocido mantenía a aquel ser, tan encantador y delicado, estrechamenteapretadocontrasuseno,comosiquisieraimpedirlequepidieraayuda.Irritadoporloqueme parecía un exceso de violencia, me levanto, impido el paso al extranjero,haciendobrillarmisableantesusojos,ydigo,agritos:

»—¡Detente, miserable! ¿Cómo osas cometer tamaña tropelía ante el rey deCorasmia?

»Nada más pronunciar estas palabras, aquel a quien iban dirigidas echa pie atierra,sinsoltarsupreciadacarga,y,saludándomeconairerespetuoso,dice:

»—PríncipeAlasi,os estababuscandoparaconfiarosalgodevalor inigualable.Filanshaw,reydeShirván[100]eintimoamigodevuestropadre,severeducidoalasnecesidadesmás perentorias. Sus súbditos rebeldes lemantienen bajo asedio en lafortaleza de Samajié. Y como las tropas del califaVathek apoyan la revuelta, hanjuradoacabarconsusoberano.Filanshawsesometeconvalentíaaloqueeldestinohayadecretadoparaél,perodeseando,enlamedidadeloposible,salvarasuúnicohijo,elamablemuchachoqueaquíveis,mehaordenadodejarloenvuestrasmanos.Ocultadenvuestrosenoestaincomparableperla,desuertequetodosignorenelnácarqueledaforma,hastaeldíaenqueelgirardelostiempostraiganuevamentelapaz.Adiós, creo que me persiguen; el príncipe Firuz os aclarará cualquier detalle quedeseéissaber.

»Durante aquel monólogo, yo había tendido mis brazos a Firuz, que se habíaprecipitado en ellos; ambos nos abrazamos con una ternura que pareció colmar dealegría a la persona queme lo había traído, la cual yamontaba nuevamente en sucaballoparaperdersedevistaalmomento.

»—Llevadmelejosdeaquí—medijo,entonces,Firuz—,puesenestosmomentostemocaerenmanosdequienesmepersiguen.¡Yaúnmás!¡MesepararíandelamigoqueelCielomehaotorgadoyhaciaelquemeimpeleelcorazón!

»—No,amableniño—exclamé—,nadapodráarrancarosdemilado;mistesoros,misejércitos…todoseráempleadoparavuestraseguridad.Pero¿porquémantenerocultosvuestrosorígenes,precisamenteenmisestados,dondenadiepuedecausarosdañoalguno?

»—Porque es necesario, mi generoso defensor —respondió Firuz—. Losenemigosdemipadrehanjuradoexterminarsuestirpey,paracumplirlo,nisiquieraelmiedoamorirpodrádetenerlos:sillegaranaconocermiexistenciameapuñalaríanantevuestrosojos.Elmagoquemehaconducidohastavos,yquemecuidódurantemi infancia, no escatimará nada con tal de hacerles creer que ya no existo.Adjudicadmeunpadre,noimportaquiénsea,ytodamigloriaconsistiráenamarosyenmerecervuestroamor.

»Mientras hablábamos de tal suerte no dejábamos de caminar, con lo quellegamos al recinto delimitadopor telas de colores que rodeabami pabellón persa,

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dondedispusequenossirvieranunrefrigerio,delqueningunodelosdosprobamosgrancosa.EltimbredevozdeFiruz,sumaneradehablarysusmiradascausabanunaimpresión tan grande en lo más hondo de mi corazón que confundían mientendimiento, haciendo quemis palabras fuesen parcas y entrecortadas. Él se diocuenta de la turbación de mi alma y, para disiparla, abandonó el aire tierno ylánguido,quehabíatenidohastaentonces,yadoptólaalegríayvivacidadinfantilespropiasdesuedad,puesnoparecíatenermásdetreceaños.

»—¡Vaya! —comentó—. ¿Aquí sólo tenéis libros? ¿Y ningún instrumentomusical?

»Sonreí y pedí queme trajeran un laúd, sin saber que así demostraríaFiruz sugranmaestría,pues,sirviéndosedeél,cantócon tantosentimientoygraciaquemesumió de nuevo en éxtasis, del que se encargaría de liberarme con sus inocentesjuegos.

»Lanoche,quesobrevino,nosseparó.Yohabíadeseadosullegada,pues,apesarde sentirme mucho más feliz de lo que jamás hubiera podido imaginar, teníanecesidad de encontrarme a solas conmigo mismo. Lo que, en principio, no meresultónadafácil.¡Asídeconfusoseranmispensamientos!Ymeresultabaimposiblerecordartodaslasagitadassensacionesquemehabíanasaltadoaqueldía.

»“Enfin—medije—,elcielohaescuchadomisvotosmásfervientesymeenvíaaesteamigodecorazónque jamáshabríapodidoencontrarenmicorte;aúnposeeeseencantode la inocenciaque siempreconsiguióconmovermi almayque, en laedadmadura, será reemplazadopor las cualidadesquehacende la amistad el biensupremodel hombre y, sobre todo, del rey, algo que ningúnmonarca debe esperarencontrarconprofusión”.

»Comohabíaprolongadoendemasíaeltiempoque,porlogeneral,mereservabaparaestarsolo,ycuyaduración,aunquecortaparamí,leparecíalargaamipueblo,decidí que ya era hora de regresar a Zerbend. Pocos días antes de la partida, hiceveniraunodelospastoresdellugaryleordenéquedijeraatodoelmundoqueFiruzera su hijo y que mantuviera en secreto la verdad, bajo pena de muerte. Aquellaprecauciónpareciócontentar tantoaquien lahabíamotivadoque redoblóel afectoquedemostrabapormipersona,asícomoloscuidadosconqueintentabaagradarme.

»Por decirlo de algunamanera, la amistadme había domesticado: ya no hacíaascos a placeres y diversiones, en los que Firuz se hacía notar y admirar.Compartiendo tantoeloptimismocomolacordialidadque laamenidaddelhijodelreyFilanshawhabíanhechonacerenmí,mesorprendióbastanteque,ciertodía,meabordaraconmodosuntantofuriososyenajenados:

»—Rey de Corasmia—me dijo—, ¿por qué me habéis engañado? Si no soiscapazdeamarmeconexclusióndelosdemás,nodebieraishabermeaceptadocomoamigo.Enviadmedenuevoconmimago,puestoquelaprincesaRondabá,queestáapuntodellegar,vaaapoderarse,porentero,devuestrocorazón.

»Aquellaextrañaocurrenciamepareciótanfueradelugarque,adoptandountono

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severo,respondí:»—¿Aquévieneestaextravagancia,príncipedeShirván?¿Quéosimportaavos

mienlaceconRondabá?¿Quépuedentenerencomúnelafectodebidoamiesposaconelque,pormipropiavoluntad,mehecomprometidoareiterarosdurantetodamivida?

»—¡Oh! Me importa—prosiguió—, y mucho, que no vayáis a encontrar unaamistad sólida en mujer tan amable pues, ¿no se dice que la princesa de Gilánconjugalafirmezadecarácteryelvalordeunhombreconlosencantosdesusexo?¿Qué echaréis de menos cuando estéis con ella? Y, entonces, ¿qué será de mí?Posiblemente,pensaréisque saldáis ladeudaque tenéis conmigo restaurándomeenmisdominios;peroosdigodeantemanoque,aunque,intentandodesagraviarmedelapérdida de vuestra más que tierna amistad, pusierais a mis pies un imperio queabrazasetodoelorbe,sólopodríaconsideraroscomomipeorenemigo.

»Firuzmeconocíamejorqueyomismoymeponíaapruebasiemprequequería;además, sabía controlarse, seducir, eclipsarse o avenirse, según lo juzgaseconveniente.Trasaquello,pareciócalmarseyrecobrarsuhumorjovial.

»Aunque,nominalmente,hijodeunpastor,elherederodelreydeShirván teníaderechoa todasmis atenciones, por loqueyoprefería ser acusadodeuna fantasíaridículaantesquefaltaraellas.Asípues,ocupabalamejoralademipalacio,queélmismohabíapobladoconlosdomésticosqueescogierapersonalmente,ademásdelosdoseunucosque,desdeeldíadesullegada,elmagoleenviaraamipabellónpersa.Lehabíaproporcionadomaestroparaqueseinstruyeraentodotipodeciencias,alosquehacía rabiar; soberbios caballos, a los que agotabahastamorir; esclavos, a losquemaltratabasinpiedadalguna;peroyonadasabíadetodoaquello,pues,dadoquegozaba demis ilimitados favores, lo que ya comenzaba a suscitarmurmuraciones,nadieseatrevíaaacusarle.

»Un venerablemulámuy tenido en consideración por su saber y su piedad, leexplicaba la sana moral del Corán, haciéndole leer y aprender de memoria lossagrados versículos, tarea que, de todas, era la que más desagradaba a mi jovenamigo. Yo atribuí este distanciamiento a otro motivo distinto al que constituía suverdadera causa. Pues no habría podido ni imaginarme que su alma ya estuvieraimpregnadadelasopinionesmáscontrariasalespíritudelislamismo.

»Ciertodía,enquellevabavariashorassinveramiamablepupilo,leencontréenunagranestancia,bailandoalrededordeunaextrañafigura,disfrazadaconunapieldeasno,queleseguíaensussaltos.

»—¡Ah!¡Queridopríncipe!—dijo,mientrascorríaamiencuentroconlosbrazosabiertos—.He aquí elmayor prodigio delmundo:mimulá se ha transformado en

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asno.Eselreydelosasnos,puestodavíahablacomoantes.»—¿Quéqueréisdecir?—exclamé—.¿Quéjuegoeséste?»—Noesunjuego—respondióelmulá,agitandodosorejaspostizasdetamaño

desmesurado—; intento complacerle, aparentando ser lo que aparento, y suplico aVuestraMajestadquenolotomeamal.

»Tras aquellas palabras, me sentí confuso: ¿Era la voz del mulá la que habíahabladooladeunauténticoasno,que,mediantealgúnprestigio,dieralaimpresiónde haberlo hecho? Y por mucho que le preguntara a Firuz el significado de todoaquello,élsiempremecontestabaconrisasdesmesuradas:

»—Preguntádseloalasno.»Cuando me disponía a ordenar, por la fuerza, si era necesario, que aquella

desagradablebufonadallegaseasufin,yaquemipacienciahabíallegadoasulímite,Firuz,recobrandolaseriedad,dijo:

»—Señor,esperoquedisculpéiselinocenteartificiodelquemeheservidoparamostraros cuan obligados se sienten vuestros semejantes hacia todos los que lesrodean.No hay duda de que os habrán hablado en términos encomiásticos de estemulá,comodeunhombredegranmérito;y,comotal,habéishechodeélelmaestrodevuestropupiloyamigo.Bueno,puessabedquecontaldeconseguiraunademisfeísimas negras, de la que está irremisiblemente enamorado, se ha mostrado deacuerdoenpermanecertresdíasseguidosataviadoconesteridículodisfrazyser,detalsuerte,elhazmerreírdetodoaquelaquienyodesigneparaquesechanceedeél.Por lo demás, habréis de convenir conmigo en que el semblante de asno estámuylogrado y en que el uso que hace de la palabra no malogra, en absoluto, estarepresentación.

»Trastodoaquello,sólomequedabapreguntarlealmulásiFiruzhabíadicholaverdad.

»—Nodeltodo—merespondió,farfullandodeunamaneratanridículaquedabapena—;lajovenquehadeentregarme,aunquetannegracomolanoche,esigualdebella[101]queundía radiante;elaceitequebarnizasusencantoshuelecomola flordelnaranjoysuvozesagridulcecomoelfrutodelgranado;cuandojugueteaconmibarba, sus dedos, que pican como los cardos, hacenque sienta un cosquilleo en elcorazón:¡oh!,permitidmequepuedaconseguirla,aunqueseaacostadevivirdurantetresdíasconlaaparienciadeunasno.

»—¡Bajo ella morirás, miserable! —exclamé indignado, cuando ya me fueimposiblecontenerme—.Yquenovuelvaaoírhablardeti.

»Trasproferir aquellaspalabras,me retiré,mirandoaFiruzdeunamaneraa laqueélnoestabaacostumbrado.

»Pasé el resto del día reflexionando sobre lamalicia de Firuz y la infamia delmulá,perocuandosobrevinoelanochecersólosentílanecesidaddevolveraverami

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amigo.Lehicellamarysepresentóalpunto,adoptandoairesdeafectoytimidez.»—¡Oh,miqueridopríncipe!—dijo—.¡Nosabéisloafligidoquemesentíadela

cóleraqueparecíaissentirpormipersona!Poreso,paraobtenervuestroperdón,mehe apresurado a cumplir diligentemente vuestra sentencia. El asno está muerto yenterradoyyanovolveréisaoírhablardeél.

»—Yaestáis conotra de vuestras bromasdemal gusto—comenté—. ¿Queréishacermecreerqueelmulá,quecontantavehemenciaseexpresabaporlamañana,hamuertoestamismatarde?

»—Enefecto,talycomovosmismohabíaisordenado—respondióFiruz—.Unodemis esclavosnegros, aquienquería robarle la amante, lehadespachado,dandoconélentierra,sinmásmiramientos,comoelasnoqueera.

»—¡Oh! ¡Qué infamia!—exclamé—. ¡Estoesel colmo!¿Acasopensasteisquepodíaisasesinarimpunementealhombreaquienvosmismohabíaisdesquiciado?

»—Sóloejecutévuestrasórdenes—prosiguió—,yalpiedelaletra.Estadsegurodequelapérdidadesertanvilnomerecevuestrospesares.Adiós,mevoyallorarmiimprudenciaylafaltadeconsistenciadevuestroafecto,quesevieneabajoalmenorpercance.

»Le detuve cuando estaba a punto de salir y ambos nos dispusimos a cenar:tomamos unos manjares exquisitos, servidos en platos esmaltados, y discutimosnuestros puntos de vista. Debo reconocer que tuve la debilidad de reírle todas laslocurasquemecontó,acuentadesuasno.

»El pueblo no se tomó tan a la ligera lamuerte delmulá: se decía que Firuz,haciendo escarnio de la fe de los creyentes, había suministrado a aquel hombrepiadosounbrebaje que le había vuelto loco.Todosdetestaban acto tan atrozymeacusabandesentirunainexcusabledebilidadporunniñoaquientanvilcunahabíadadotanvilesinclinaciones.Mimadre,laReina,sesintióenlaobligacióndedarmeaconoceraquellashabladuríasydelantedeFiruzmehablósinrodeos,paradoblegar,sielloeraposible,suarrogancia,haciéndonosaambosreprimendastansensatascomoafectuosas,queamímeparecieronjustas,peroquemiamigojamásleperdonaría.

»Sobretodo,sesentíaindignadoporeldesprecioqueatraíasobresupersonaelhechodequeselehubieraadjudicadoaquellavilextracción,porloquemedijoqueconsiderabaimprescindiblequesedieraaconocerlaverdad.Yolehablédelpeligrodehacerloquemepedía,contraloqueélmismomehabíaprevenido.Leroguéqueesperarahastael regresode losemisariosquehabíaenviadoaShirván,pero,ensuimpaciencia,pergeñóunplanqueamímehabríasidoimposibleimaginar.

»Cierta mañana que debía ir de caza, el príncipe de Shirván, que siempre meacompañaba gustoso en tales empresas, se sintió enfermo; como insistiese en

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quedarmeasulado,meinstóaquemefuera,asegurándomequedespuésdeunbrevereposo se hallaría, por la tarde, en condiciones de compartir conmigo todo tipo deentretenimientosquemealiviaríandelafatigadelajornadayqueélmismopensaría.

»En efecto, ami regresome encontré con una soberbia colación servida en unpequeñobosquecillodemijardín,queélhabíaadornadoeiluminadoasuaire,osea,haciendogaladelgustomásrefinado.Noshallábamosbajounaespeciedeenramada,formadaporlasramasentrelazadasdegranadosydelaurelesrosados.Nuestrospiesdescansaban sobre el tupido tapiz formado por los pétalos de mil flores, cuyoperfume embriagaba los sentidos; innumerables vasos de cristal, llenos de frutosambarinosquedescansabansobrenieve,reflejabanlaluzdelasdiminutasvelasquesehabíandispuestoalbordedeunasfuentes,demaneraquecasisehallasenaflordeagua; varias orquestinas de jóvenesmúsicos, situadas a la distancia apropiada, nosdabanunamúsicade fondoqueno llegabaamolestarnuestraconversación. Jamáshabíavistoveladatandeliciosa,nijamásFiruzhabíaestadotanamableyalegre:susagradablesagudezasmeanimabanaúnmásqueelvino,quemeservíasinaguardaraquemicopasehallasevacía.CuandoelastutohijodeFilanshawsediocuentadequemi cabeza se iba caldeando, puso rodilla en tierra y, tomandomismanos entre lassuyas,dijo:

»—QueridoAlasi,habíaolvidadopedirosperdónparaunmiserablequemerecelamuerte.

»—Habla—respondí—,biensabesquepuedesobtenerdemítodoloquedesees.Además,meagradarácomprobarquetienesuncorazóncompasivo.

»—Se trata de lo siguiente —prosiguió Firuz—. Me encontraba hoy en misaposentos, rodeado de vuestros aduladores, que me detestan aunque intentencomplacerme,cuandoelpastorquemeadjudicasteiscomopadresedirigióhaciamícon los brazos abiertos, para abrazarme. En aquellos momentos, la sangre deFilanshawseagitóenmicorazón.

»"—Apártate,rústico—dijealpastor—;yveteaahogaralosmamarrachos[102]de tus hijos con tus zafias caricias. ¿Acaso tendrás la desfachatez de seguirmanteniendoquesoytuhijo?

»"—Yasabéisdesobraquedeboinsistirenello—merespondióconaplomo—,ylomantendréaunariesgodemivida.

»"Aunque su reacción era correcta, tenía curiosidad de comprobar hasta quépuntopodíamos contar con la persona a la quehabíamos confiadonuestro secreto,porloqueordenéqueaaquelindividuo,aparentementetanresuelto,selepropinaranunoscuantosbastonazos;y,laverdad,noresistiómucho,puesnotardóenconfesarlotodo.

»"Así pues, de acuerdo con vuestra explícita prohibición y con vuestrasamenazas,merecelamuerte;peroossuplicoqueleperdonéis.

»—La prueba fue un tanto dura —aduje—. Veo que no has abandonado tucrueldad. ¿Quépoder irresistibleme impulsa a amarte? ¡Por supuestoqueno es la

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simpatía!»—Es cierto —añadió él— que no tengo tanta paciencia como vos con los

hombres.Losencuentrotancarniceroscomoloslobosytanfalsoscomoloszorrosque aparecen en las fábulas de Lokmán[103]; tan volubles en sus sentimientos, tanfrágiles en sus promesas, queme resulta imposible no llegar a aborrecerlos. ¡Quélástimaquenofuéramoslasdosúnicaspersonasdelmundo!Entonces,laTierra,enlugardedarasiloatantoshabitantespérfidosymiserables,¡sepodríavanagloriardealbergaradosamigosfielesyfelices!

»Y gracias a tan exaltados y románticos[104] arrebatos de entusiasmo, Firuzconsiguió hacerme pasar por alto aquella nueva prueba de la malevolencia de sucorazón.Y al día siguiente supe que nomehabía dicho toda la verdad, que era élquien había hecho venir al pastor, a quien, por expresa indicación suya, se habíainsinuadoelcomportarsedeaquellamanera.Meenterédequeelpobrerústicohabíatenido la valentía de dejarse golpear, casi hasta la muerte, antes que infringir misórdenes.Asípues,enviéaaqueldesgraciadounabolsadedinero,mientrasmehacíamudosreprochesporlolamentabledesuestado.

»Dado que los últimos acontecimientos habían causado la indignación de todoZerbendy sólohabían servidoparaperjudicar, aúnmás, aFiruz,hiceuna solemnedeclaracióndesualtaalcurniaydelasrazonesquehabíatenidoparaocultarla.Actoseguido,nodesdeñérodearleconelesplendordelapomparegia,loquemepermitióobservar, con cierto estupor, que aquellos quemás le habían atacado semostrabancelosos de obtener el honor de servirle. En aquel momento desconfié de susintenciones,peroelpríncipedeShirvánmedioánimos:

»—No caigáis en falsas alarmas —dijo, risueño—; podemos confiar lasalvaguardademipersonaaestosindividuos,lomismoqueacualesquieraotros;nohay traición en su forma de comportarse: simplemente han cambiado de afecto encuantoyohecambiadodecuna.Yanosoyaquelpastorcilloastutoycruelquetodosquerían llevar de vuelta a su cabaña por culpa de sus travesuras. Ahora me heconvertido en un gran príncipe, bueno y sencillo, de quien pueden esperarse milbeneficios.Estoyporapostarquesiordenaraquelescortaranlacabezaacincooseis,simplemente para jugar a la pelota con ella, los demás seguirían alabando misexcelencias,felicitándosedesermásafortunadosquesuscompañeros.

»Argumentos como aquél, cuya coherencia conocía demasiado bien, fueronendureciendomicorazón,sinquefueraconscientedeello.Elescrutaraloshombrescon mirada demasiado clarividente es un error, pues, creyendo vivir rodeado debestiasferoces,acabaunosiendounadeellas.

»MiprimerapreocupaciónconsistióensuponerqueelpríncipedeShirván,dadoelrangoqueacababadeconseguir,pudieraentregarseconmayorlibertadqueantesasusperversas inclinaciones,peromeequivoqué;suconducta fuenobleysensata,ysus modales, corteses con grandes y pequeños; por lo que, finalmente, consiguióborrarporenterolosmalosrecuerdosquequedabandesusacciones.

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»AquellosdíasdecalmaseprolongaronhastalallegadadeRondabá.Ciertodía,encontrándomeenlosaposentosdeFiruz,vinieronparaanunciarmequelasusodichaprincesa, conunaescoltadignade su rango,estaba sóloapocasparasangas[105]deZerbend.Turbadopor lanoticia, aunque sin saberporqué,miréamiamigo. ¡Aúntiembloalrecordarelestadoenqueseencontraba!Unapalidezmortal,quecubríasurostro,notardóendarpasoaviolentasconvulsiones,quedieronconélentierra,alprivarledeconocimiento.Cuandomedisponíaallevarleasulecho,losdoseunucosqueelmagoleenviarameloarrebataron,diciendo:

»—Dejadloanuestro cuidado, señor,ydignaos retiraros;pues, si ahora abrieralosojosyosvieraasuladomoriríaalinstante.

»Aquellaspalabrasyeltonoconquehabíansidopronunciadasmecausarontantaimpresiónqueapenaspudealejarmedelapuertadelahabitación;yallí,sumidoenuna angustia indescriptible, esperé el desenlace de aquel lance, hasta que, por fin,acudióunodeloseunucosarogarmequeentrara.Firuz,sostenidoporlosbrazosdelotro eunuco, intentaba, con paso titubeante, dirigirse ami encuentro. Le obligué asentarseeneldiványmeacomodéasulado.

»—Amigodemialma—dije—,losextrañossentimientosqueanidanennuestroscorazones sonobradel destino.Vos estáis, en contrade cualquier lógicayde todacoherencia, celoso de Rondabá; y yo, a pesar de la palabra que le di a ella pormediacióndemisembajadores,estoydispuestoaecharlotodoporlabordaantesquesumirosenunmardepenas.

»—Vayámonosaveratantemibleheroína—respondióFiruz—.Permitidqueosacompañe en esta primera visita, pues, dadami edad, ello no os supondrá ningúnproblema.Simedejáisaquí,antesdevuestroregresohabrémuertodeinquietud.

»Nada tenía que objetar a aquel deseo, pues no podía por menos de dar miconsentimientoatodoloquedeseaseelobjetodeunainexplicablepredilecciónqueavivabamicomplacenciayquenodejabaderepetiralolargodelcamino:

»—¡Ah!¡NadamegustaríamásquelamalditaprincesadeGilánnofuesebella!»Y, sin embargo, lo era, pero de una belleza que inspiraba antes respeto que

deseo:suestaturaeramuyelevada,suporte,majestuoso,suaire,fieroysevero.Losbuclesdesuscabellos,negroscomoelébano,resaltabanlablancuradesupiel;ydesusojos,queerandelmismocolor,brotabanmiradasmáshechasparaimponerqueparaseducirsuboca,apesardehallarseconformadacongracia,noconocíalasonrisaamable; sus labios de coral se entreabrían para proferir palabras siempre atinadas,peroraramenteinsinuantes.

»Molesta por mi falta de diligencia y ofendida por el hecho de presentarmeacompañadodemi amigo, lo que iba en contra de la etiqueta,Rondabá, nadamásvernos,sevolvióhacíamimadre,osea,laReina.

»—¿Acuáldeestosdospríncipeshesidodestinada?—preguntó.

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»—A los dos, si os place—respondió, de improviso, Firuz, en tono de broma,tantoquepocomefaltóparasoltarunacarcajada.Aduraspenaspudecontenermey,cuandoestabapensandoenalgún tipodedisculpapara la ligerezademi amigo, laprincesadeGilán,despuésdemirarmeatentamentede arriba abajoyde echarunamiradadespectivaaFiruz,dijo,sindejardedirigirsealaReina:

»—No insulta quien quiere, sino quien puede. Adiós, señora. Y vos, Kali —prosiguió, dirigiéndose al jefe de sus eunucos—, preparadlo todo para regresardespuésdeestanocheaGilán.

»Ytrasaquellaspalabrassefue,sinquelaReinatardaramuchoenseguirla,yaquesóloseentretuvo losuficienteparaamenazarnoscon todos losmalesa losquepodríaconducirnoslaguerraqueacabábamosdesuscitaralofenderaRondabá.Pero,enaquellosmomentos,noestábamosdehumorparaalarmarnosporlosucedido.Yencuanto nos vimos solos, nos reímos, con todas nuestras ganas, de la escena quehabíamospresenciado.

»—¿Deverasqueesoquehemosvistoeraunamujer?—decíaFiruz,yañadía—:No,eselespectrodeRustamodeLalzer[106];amenosquelasaviadeesosdosfierosguerreros, ancestros de Rondabá, se haya apoderado de ese cuerpo tan largo quepretendenhacerpasarporella.¡Oh,queridoAlasi!¡Afiladvuestrosable,preparaosadefendervuestravidaencasodequenoobservéisconexactitudlasformalidadesqueelimportanteKaliosdicteconsuvozargentina!

»YésefueeltonoquemantuvimoshastaquevinolaReinaainterrumpirnos:casihabía logrado apaciguar a Rondabá y esperaba que yo acabara su trabajo. Susargumentos,dictadosporelamormaterno,fueronapasionadosyapremiantes;poresomerendíaellos.

»Lavísperadeldíafijadoparalossolemnesesponsalesmelevantéantesquedeordinario. Inquieto y agitado, bajé, solo, hasta el amplio jardín que guardaba lascapillas sepulcrales de mis ancestros. Tras pasearme a lo largo de las sombríasavenidas,accedí,finalmente,aunagrutaqueocultabaunmanantialyencuyointeriorapenasconseguíaentraralgúntenuerayodeluz.Mecoloquéenelrincónmásoscuroparapoderdar riendasueltaami imaginaciónyno tardéenveracercarsehaciamíunafiguracuyosrasgosyatavíosmerecordabanlosdeAmru,elhijodemivisir,quefueasentarseenelúnicolugardondehabíaunpocodeclaridad, loquele impidióverme. Yo no dije ni palabra, pues me extrañó mucho ver cómo otro personajemisterioso,quemediolaimpresióndesereljefedeloseunucosdeRondabá,surgía,oesoparecía,delsenodeaquellastinieblas,paraabordarle,másomenos,conestaspalabras:

»—Hijo de Ilbars, encantador Amru, alegrad vuestro corazón, que, al fin,conseguirá lo que desea: esta nocheRondabá,mi señora, vendrá a este lugar.Vosseréiselprimeroen recibir suspromesas,yaunquemañana también lasobtengael

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reydeCorasmia,nohaydudadequeserándesegundamano.»Amru dobló la cerviz en signo de sumisión, murmuró en voz baja algunas

palabras,queelresonardelasaguasconvirtióenininteligibles,yabandonólagruta,acompañadoporelotro.

»Apuntoestuvedeseguirlosydelavarconsusangrelaafrentasufrida;pero,trasunmomentodereflexión,refrenéaquelprimerimpulso.NosentíaamoralgunoporRondabá, pues sólo la desposabapor razonesde estadoyporquemedaba lástima.Asípues,nohabíamotivoparasentirmedesgraciadoporaquello:consóloairearelcrimendetanpérfidaprincesa,medesembarazaríadeella,ytantomihonorcomomilibertadestaríanasalvo.Todosaquellospensamientossesucedieronrápidamenteenmi imaginación, por lo que, bendiciendo la buena estrella que había hecho quedescubrieraatiempounsucesotanimportante,meapresuroacontárseloaFiruz.Y¿qué veo al entrar en sus aposentos? Pues me lo encuentro agarrado por sus doseunucos favoritos,que, cogiéndolecon fuerzade lasmanos, lloranygritandeestemodo:

»—¡Oh!¡Queridoamo!¿Quéhabéishechoconvuestraspreciosastrenzas?¿Porqué habéis sido tan drástico al cortároslas? ¡Y, además, queréis haceros unacicatriz[107]enestafrentedemarfil!¡Antesmoriremosquepermitíroslo!

»Anteaquellonofuicapazdearticularniunasolapalabra;ymediolaimpresióndequemisilenciosodolortuvolavirtuddeconseguirqueelPríncipevolvieraensí,pues,librándosedesuseunucos,corrióamiencuentroconlosbrazosabiertos.

»—Calmaos,generosoAlasi—dijo,mientrasmeabrazaba—;yestadbiensegurode que este estado en queme veis, y que tanto os aflige, no debiera cogeros porsorpresa. A pesar de todas las lágrimas que vierto, de estos cabellos que me hecortado y de toda la desesperación que agita mi ser, os deseo que seáis feliz conRondabá¡aunquemecuestelavida!

»—¡Ah!—exclamé—.¡QuemueranmilRondabáscontaldeahorraravuestrosprecarios nervios la fiebre que los devora, aunque todas igualaran en fidelidad laperfidiaquedemuestralaqueanosotrosatañe!

»—¿Cómo?—prosiguió Firuz—. ¿He oído bien? ¿Os referís a la princesa deGilán?¡Osloruego,aclarádmelo!

»YentonceslecontéloocurridoenlagrutaylaresoluciónquehabíatomadodehacerpúblicalainfamiadeRondabá.Élsemostrómuydeacuerdoconmiproyectoynomeocultólaalegríaquelecausabaaquelacontecimiento,porloquemefelicitó,añadiendoenvozbaja:

»—Aunquehetenidoquesacrificarmiscabellos,debuenaoshabéissalvado.»Decidimos no revelar nuestro secreto a la Reina Madre hasta el preciso

momentoenquelalleváramosconnosotrosparasorprenderaRondabá.

»LaReinapareciómásextrañadaqueafligidacuandolecontamos loque,a tan

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tardía hora, nos llevaba a su presencia; la amistad que, en principio, sintiera porRondabásehabíaidoenfriandoamedida,asíloparecía,queyoleibatomandoafectoalatalprincesa;sinembargo,comonohabíadejadodesentirestimaporella,nosecansaba,mientrasescuchabaminarración,dehacersuscomentariospersonalessobretancuriosaaventura,que,enmásdeunaocasión,suscitaronlarisadeFiruz.

»Bajamoshastaeljardín:unesclavofiel,queyohabíaapostadoenél,seacercóadecirnos que los culpables estaban en la gruta desde hacíamuy poco tiempo. Asípues,entramosenellasindilación,alumbrándonosconantorchasyacompañadosporelsuficientenúmerodepersonasparahacermorirdevergüenzaaquienesíbamosasorprendertanignominiosamente.Peroenestomeconfundí,puesnosesintieronenabsoluto intimidados. Por tanto, desenvainando mi sable, les lancé un ferozmandoble,enunintentodesegarauntiempolascabezasdelosdosmiserables,quecayóenvacío,puesambossedesvanecieronantenuestrosojos.

»Enaquellosmomentosdeconfusiónseoyóungriterío:»—¡LaprincesadeGilánhaescapadodelaguardiaqueprotegíalaentradadela

gruta!»Y,alinstante,vimosque,nuevamente,sehacíavisible.»—Rey de Corasmia —dijo Rondabá en tono sumiso, aunque, no por ello,

inseguro—, he sido avisada de que en este lugar se estaba urdiendo una conjuracontrami honor y por eso he acudido para confundir amis enemigos. ¿De qué setrata?

»—¡Huye, desventurada! —exclamó la Reina—. ¡O de lo contrario, mi hijorepetiráelmandoblequehafracasadoporobradetusartesmágicas!

»—No temo a la muerte —prosiguió Rondabá sin inmutarse—. Alasi jamásatentócontramivida.Si,acaso,algúnprestigioosestáinduciendoatodosvosotrosaerror, habladmede sunaturaleza, puesde sobra cuento con el auxilio que elCielootorga a la inocencia para ufanarme de poder acabar con el engaño al que estáissometidos.

»ElfieroynobleportedeRondabáysusimponentesmiradasmeconfundieron;ycasiestabaapuntodedudarde todo loquehabíavistoyescuchado,cuandoFiruzexclamó:

»—¡Oh! Hay que reconocer que la princesa de Gilán tiene una memoria muyfrágil.NoslaencontramosaquíenlosbrazosdesuqueridoAmru,desaparececonsufavorito,ycuando,casialmismotiempo,leapetecevolveraescena,yanoseacuerdadenada.

»Al oír aquellas palabras, Rondabámudó la color, que, de estar llena de vida,pasóaunapalidezcadavérica,yvolviósobremísumirada,veladaporlaslágrimas.

»—¡Oh, príncipe infortunado! —exclamó—. Ahora puedo ver en toda suamplitudlaprofundidaddelabismoqueseabreacadapasoquedas.Elmonstruoquete arrastra hacia él acabará consiguiendo la presa que ansia, pues tiene bajo suimperioalosespíritusdelastinieblas.Comonopuedosalvarte,elabandonarteatu

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suertemehaceestremecer.Yaunquemecubresde infamias, elverteperdidoes laúnicaangustiaqueatenazamicorazón.

»Trashablardeaquellasuerte,Rondabásealejóconpasomajestuosoynadieseatrevióamolestarla.Losdemásnosquedamoscomopetrificados,mirándonosdehitoenhito,incapacesdeabrirsiquieralaboca.

»—¡Cuáninsensatossomos!—exclamó,alfin, laReina—.¿Acasolaosadíadeunamaga indigna puede poner en entredicho lo que hemos visto y oído? ¡Que semarche,librándonosparasiempredesuodiosapresencia!¡Seríalomejorquepudieraocurrirnos!

»Yo me mostré conforme con ella, y Firuz, que parecía confuso y alarmado,seguramentefuedelmismoparecer; trasaquel lance,cadaunodenosotros tomóelcaminoqueconducíaalosrespectivosaposentos.

»Tangrande era la confusióndemi estadomental quenomedi cuentadequeFiruz me seguía de cerca. Al verme a solas con él no pude dejar de sentir unestremecimientodeespanto.¡Oh,presentimientosenviadosporelcielo,jamásharéisefectoenloscorazonescorrompidos!

»Firuzsearrodillaimpetuosamenteamispies,diciéndomeentresollozos:»—¿Porqué,oh, reydeCorasmia,mehabéisdadoasilo?¿Porquénodejasteis

que pereciera con Filanshaw? Yo era, por aquel entonces, un niño; nadie habríapodido decir que era mago. ¡Ha sido en vuestra corte, a vuestro lado, donde heaprendido a conjurar a los dives! Rondabá, la malvada Rondabá, casi os hapersuadido de ello; ¿se atreverá, quizá, a insinuar que he empleado algún hechizoparaconseguirvuestraamistad?¡Ay!¡Biensabéisvosquetodalamagiadequemehe servido para tal fin no ha consistido sino en quereros cien vecesmás que amipropiavida!

»Pero¿porquéseguirconunaescenacuyodesenlacepodéis,fácilmente,prever?AligualqueelcalifaVathek,trasescucharlavozdeungeniobenéficoendurecímicorazón ante su salutíferomensaje[108]. Olvidé las palabras deRondabá y eché ensacorotolainciertadudaenquemehabíansumido,conloqueelpríncipedeShirvánsemehizomásqueridoqueantes.Aquellosupusoelcomienzodelacrisisquemellevaríaalaperdición.

»AldíasiguientenosenteramosdequeRondabáhabíasalidodemadrugadacontodo su séquito, por lo que, para celebrarlo, dispuse que tuviesen lugar festejospúblicos.

»Algunos días después, Firuz me abordaba, delante de la Reina Madre, de la

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siguientesuerte:»—Yaveis,reydeCorasmia,quehabráguerracontraelreinodeGilán,puessu

monarcaquerrávengarasuhija,aquiennofaltaránrecursosparapersuadirledesuinocencia: tomadprecaucionesypreparadunejércitopara invadiry saquearGilán,puesvossoiselúnicoultrajado.

»LaReinafuedelparecerdeFiruzyyoacabésiendodeldeambos.Sinembargo,observabaconciertopesarlospreparativosdeaquellaguerra,queconsiderabajusta,peroquemecausaba lamismapreocupaciónque si no lo fuera; porotraparte, lasalarmas que yomismo había instalado, a causa demi extremado afecto por Firuz,sonabancadavezconmás fuerza, amedidaque ibanpasando losdías.Demasiadobien había aprendido el hijo de Filanshaw a leer en mi corazón para admitir lospretextos con que yo intentaba explicar mis involuntarias turbaciones; pero, noobstante, fingía creérselos, al tiempoque no escatimaba esfuerzo alguno en buscarnuevassituacionesquesirvieranparadistraerme.

»Unamañana, cuando nos disponíamos a ir de cazamayor, encontramos en elpatio de palacio a un hombre cargado con un pesado baúl, que discutía con misguardias. Como quería saber qué le había llevado hasta allí, hice las preguntaspertinentes.

»—Esun joyerodeMosul—explicóel jefedemiseunucos—.Pretendeposeerlas joyas más raras, pero es tan inoportuno que no quiere esperar a que VuestraMajestadquieraotorgarleunpocodesutiempo.

»—Tiene razón —añadió Firuz—, ya que todo lo que sirve para elentretenimiento o la diversión siempre viene a cuento; vayamos a examinar lasmaravillasquenospromete,pueslasfierassalvajesnotienennadamásquehacerqueesperarnos.

»Ydichoyhecho, entramos enpalacioy, acto seguido, el joyero abrió subaúlque,porotraparte,nohubierasuscitadomicuriosidadanoserporelhechodequemisojosseposaronenunacajadeoro,enlaquehabíansidograbadasestaspalabras:

RETRATODELAPRINCESAMÁSBELLAYDESGRACIADADELMUNDO

»—¡Oh! ¡Veamos qué es esto! —exclamó Firuz—. Esta belleza compungidaconseguirá,sinduda,enternecérnosloque,aveces,resultaagradable.

»Abrolacajaymequedoinmóvil,presadeasombro.»—¿Quéestáisviendo?—preguntamiamigo,ymiraasuvez;entonces,haceun

gesto indignado y, dirigiéndose a sus dos eunucos, dice—: Apresad al insolentejoyeroyarrojadlealrío,juntoconsubaúlytodassusmercancías.¿Cómoesposiblequeunmiserablecomoéstepuedaatreverseaexponer,contodaimpunidadyantelos

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ojos de todo el mundo, a la hija de Filanshaw, el preciado capullo de rosa, que,cubiertaporelhumildetechodelaadversidad,creíaasalvodelazotedeunvientomalvado?

»—¡Cielos!—exclaméamivez—.¿Quéveo?¿Yquéoigo?¡Quenadietoqueaesehombre!Ytú,amigodemialmahabla!¿Estaqueveocontusmismosrasgosnoserá,acaso,tuhermana?

»—Sí,reydeCorasmia—respondióelpríncipedeShirván—,ésteeselretratodeFiruzká,mihermanagemela,aquienmimadre,laReina,salvó,almismotiempoqueamí,delfurordelosrebeldes.Cuandomesepararondeellaparaconfiarmealmagoquemecondujohastavos,dijeronquelapondríanasalvoenalgúnlugarseguro,peroahoraveoquemeengañaron.

»—Señor—dijoenaquelmomentoel joyero—,vuestramadre, laReina, fuearefugiarse, acompañada por su hija, en la casa que poseo a las afueras deMosul,aunquenosinordenarmequellevaraesteretratoportodaslascortesdeAsia,conlaesperanzadeque labellezadeFiruzkásuscitara lacomparecenciadealguiencapazdevengarasuesposo,elRey;ydebodecirqueenbastantesdelasquehevisitadohetenidoeléxitoqueseesperaba,aunquelaReinanomedijoquevososencontraríaisenésta.

»—Sindudanolosabría,creyéndomeasalvoconelmago—dijoFiruz—;pero—prosiguió, volviéndose hacia mí—, os habéis quedado pálido, querido amigo;vayamosavuestrosaposentosydejemoslacaceríaparaotraocasión.

»Medejéllevarporély,echándomeenelestrado,nodejédecontemplaraquelretrato.

»—Oh,amableFiruz—musité—,estosojos,estaboca,todosestosrasgossonlostuyos,peronoasíloscabellos,aunquemegustaríaquetambiénlofuesen.Éstoshantomadoelcolordelalcanfor,mientrasquelostuyosrecuerdaneldelalmizcle.

»—¡Vaya!—dijoFiruz,risueño—.Veoqueosinflamáisporundibujodeslucido,vos que habéis sido capaz de resistir los arrebatadores encantos deRondabá. Perocalmaos, querido Alasi—prosiguió, adoptando un tonomás serio—, la esposa deFilanshaw os tratará como a un hijo; voy a devolverle a su joyero y a decirle porescrito que no acepte los favores de ningún príncipe de este mundo, ya que mibienhechoryamigoeselvengadorqueestábuscando.PeroapresurémonosacastigaralaprincesadeGilánporlaafrentaqueoshahechoyprevengámonosdesuira,pues¿cómopodríaisreconquistarmireinosielvuestrosehallaraenpeligro?

»Desde el momento en que me pareció que dejaba de sentir una pasiónincomprensible,lapazsehizodenuevoenmicorazón;y,reconfortadodetalsuerte,dilasórdenesprecisasparaacelerarnuestraempresa,porloque,alpocotiempo,nosponíamosenmarcha,alfrentedeunnumerosoejército.

»Las fronteras de Gilán no estaban guardadas por tropa alguna, lo que nos

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permitiódevastarlassinningúnmiramiento.Perocomola fortalezadeFiruzno ibaparejaconsuvalor,decidírefrenarnuestroavance,aunariesgodedarlealenemigotiempoparaarmarse.Ciertodía,despuésdequehubiéramosacampadoenunvallecubierto de frescomusgo, por el que corría un límpido arroyuelo, vimos pasar, nolejosdedondenoshallábamos,unacierva, tanblancacomolanieve.Almomento,Firuz se apodera de su arco y lanza una flecha a la inocente bestia; la alcanza yderriba,porloquecorremoshastaellugardondehacaídoalsuelo.Unlugareño,queyahabíareparadoennosotros,exclama:

»—¡Ah,loquehabéishecho!¡Habéismatadoalaciervadelamujersanta!»Aquellas palabras causan la hilaridad de Firuz, aunque no pormucho tiempo,

puesunenormeperro,compañero, sinduda,de lacierva, salta sobreél, lederriba,apresasugargantaconsusfuertespatasypareceaguardar laordendealguienparadecidirseaestrangularle.Atodoesto,yonomeatrevíaaatacaralperro,nisiquieraagritarle,pormiedoaexcitarlo;tampocopodíaarriesgarmeacortarlelacabezadeunsolotajo,puesestabademasiadocercadesupresa;asípues,cuandoyanosabíaquéhacersinomorirmedemiedo,llegócorriendounamujerconelrostrovelado,lacualobligóalperroasoltarsupresayvolviéndoseactoseguidohaciamí,medijo:

»—Jamás pensé, rey de Corasmia, que pudiera encontraros en el lugar dondedecidíretirarmedeporvida.AlsalvarlavidadeFiruz,acabodedevolverbienpormal, como manda el precepto divino; por tanto, no devolváis mal por biendestruyendo a estas gentes, quienes, lejos de intentar vengarme, incluso ignoran lainjuriaquemefuehecha.

»Y nadamás acabar de hablar, se levanta el velo, nos descubre sumajestuosorostro,queeraeldeRondabá,y,alejándosedenosotrosdemaneraprecipitada,nosdeja sumidos en un asombro indescriptible, del que Firuz sería el primero enreponerse.

»—¡Y bien!—dijo—. ¿Dudáis ahora de las habilidades mágicas de Rondabá?¿Qué vamos a hacer para prevenirnos de sus emboscadas? Sólo veo un únicoremedio: sorprenderla esta misma noche. Pongamos los medios necesarios paraenterarnosdellugardondeselevantasuretiro,y,acompañadosdeundestacamentodenuestrosmásfíelessoldados,quemémoslavivaensuinterior;o,delocontrario,resignémonosaserdescuartizadosporlosifritsquelasirvenenformadeanimales.

»—¡Quéhorror!—exclamé—.¡Bonitamaneradeagradecerelservicioqueacabade rendirnos! Aunque fuera cierto todo lo que afirmáis, acaba de libraros de unamuertesegura.

»—¡Ah,príncipecrédulo!—replicóFiruz—.¿Noveisquelainfamehechiceranohacemásqueretrasarsuvenganza,yaquedelocontrarioseveríaexpuestaaperdersufruto?Pero¿quédigo?Sólomequiereamí,yconsientoenello,puesmeatrevoapensarquepuedaperdonarostrasmimuerte,contentándoseconhacerossuesclavo.

»AqueldiscursoconsiguióelresultadoqueFiruzhabíaestadobuscando,yaqueyome desquiciaba cada vez que élme ponía en antecedentes de cualquier posible

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peligro que pudiera atañerle. Así pues, el vehemente modo en que me comportédurante la ejecución de su negra y espantosa conjura no debió decepcionarle. Lasllamasqueconsumieron larústicamoradadeRondabáfueron tantoobramíacomosuya;y,apesarde loshabitantesde losalrededores,aquienesdimosmuertecomojusto precio a su compasión, no abandonamos aquel lugar hasta que no supusimosqueRondabáyacíaenterradabajounmontóndecenizas.

»Algunosdíasdespués,cuandointentéquemiejércitoavanzarahastaelinteriordel país, no tardé en verme detenido por las tropas enemigas, a cuya cabeza sehallabanelreydeGilánysuhijo.NohubomásremedioquecombatiryFiruz,aunami pesar, quiso luchar ami lado; aquello acabó con todami iniciativa, ya que nopenséenatacar,sinoenpararlosgolpesquecaíansobreél,puestoqueélselanzabaal encuentro de los que iban destinados a mí; por tanto, no nos perdíamosmutuamentedevistaynadiepusoendudaquealdefenderlavidadelamigotambiénsalváramoslapropia.

»El príncipe de Gilán me había estado buscando por todas partes. Cuandoconsiguiólocalizarme,cayósobremí,conelsableenalto,mientrasmeincrepabadeestasuerte:

»—Rey de Corasmia, pagarás con tu vida la atroz injuria que hiciste a mihermana:dehaberlaconocidoatiempo,habríaidoabuscarteatupalacio,apesardelosnegrosespíritusqueenélhabitan.

»Nadamáspronunciaraquellaspalabras,lamanoquesujetabaelvengadoracero,conquemeamenazaba,rodóporelsuelo,obradeunrevésdelsabledeFiruz.ElreydeGilán se acerca, espumeante de rabia, y nos lanza dos furiososmandobles. Yoesquivo el queme había sido destinado, pero el otro le alcanza ami amigo en unhombro, lo que le hace vacilar. Hacer volar por el aire la cabeza del anciano rey,montaraFiruzenmicaballoyalejarmealgalope,essólocuestióndeuninstante.

»ElhijodeFilanshawhabíaperdidoelconocimientoyyoapenasmeencontrabaenmejorescondicionesqueél.Enlugardetomarelcaminoquenoshabríallevadoanuestrocampamento,penetramosenunespesoysombríobosque,dondenohicemásquedarvueltascomouninsensato.Afortunadamente,unleñadornosvio;seacercóhastanosotrosy,deteniendonuestramontura,medijo:

»—Siaúnosquedaalgodesentidocomúnynoqueréisqueestejovenexpireenvuestrosbrazos,seguidmehastalacabañademipadre,dondeseréissocorridos.

»Ledejoquenosguíe;elancianonosacogeconbenevolencia;tumbaenunlechoaFiruz,correabuscarunelixirqueledaabeberydice,actoseguido:

»—Unpocomásy este jovenhabríamuerto, pues apuntoha estadodeperdertoda su sangre: eso será lo primero que debamos reponer.Ahora examinaremos suherida,ymientrasmihijovaalbosqueabuscarunahierbaquemeesnecesaria,vosmeayudaréisadesvestiravuestroamigo.

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»Yoactuémaquinalmenteyconmanotemblorosa;perovolvíenmírápidamentecuando,alentreabrirlasvestidurasdeFiruz,viunsenoquehabríadadoenvidiaalasmismísimashuríes.

»—¡Ah!¡Perosiesunamujer!—musitóelanciano.»—¡QueAlá sea loado!—exclamé ami vez, presa de undelirio que iba de la

sorpresaalaalegría—.Pero¿quémedecísdesuherida?»—Que no es mortal —contestó aquel buen hombre, después de haberla

examinado—, y que cuando la haya vendado, esta doncella volverá a la vida.Sosegaos pues, joven señor —prosiguió—, y, sobre todo, cuidad del reposo deaquella a quien, si no me confundo, amáis apasionadamente, pues una emociónviolentapodríaconseguirqueexpiraseenvuestrapresencia.

»Eltransportedeamorydealegríaquesehabíaposesionadodemialmadiopasoaltemorquemecausaronlasalarmantespalabrasdelanciano;leayudé,ensilencio,ahacer su trabajo y, después de arropar con unas mantas de piel de leopardo a ladesfallecida Firuzká —pues se trataba de dicha princesa—, aguardé con angustiamortalaquesusojosseabrierandenuevoalaluz.

»Las esperanzasquemediera el ancianono tardaron enverse confirmadas;mibienamadasuspiró,tornóhaciamísumiradalánguidaydijo:

»—¿Dóndeestamos,amigomío?¿Acasohemosperdidolabatallayentonces…?»—No,no—dije, interrumpiéndola,mientrasponíaunademismanossobresu

boca—, hemos ganado, ya que vuestra preciosa vida se halla a salvo; pero estadtranquila,puesnopodéisniimaginartodaslasdesgraciasquenospodríansobrevenirsihablaraisdemás.

»Firuzkácomprendióel sentidoqueencerrabanaquellaspalabrasy secalló.Almomento,ladebilidaddesuestadolasumióenunprofundosueño.

»El anciano la observaba contento, mientras mi respiración acompañaba losmovimientosdesuelásticoseno,sobreelquehabíaposadosuavementeunademismanos.Detalsuertedurmiódurantedoshoras,ysólosedespertócuandoelleñadorentró,bruscamente,enlacabaña.Notraíalahierbaqueleencargarasupadre,porloque exterioricé mi extrañeza, diciéndoselo; pero Firuzká, a quien el reposo habíadevueltolasfuerzas,meinterrumpióparapreguntarle:

»—Almenos,¿traesalgunanoticiaquepuedascontarnos?»—¡Sí! ¡Sí! —respondió—. Y muy buenas. El ejército de Corasmia ha sido

destruidoysucampamentosaqueado.Ydebodecirquelavictoriaseríacompletasiconsiguieran prender a esos dos príncipesmalvados,Alasi y Firuz, que han huidodespuésdehaberdadomuerteanuestro reyya suhijo.Pero laprincesaRondabá,que ha subido al trono, los sigue buscando por todas partes y promete tan granrecompensaatodoaquelquelosencuentre,quenotendráqueesperarmuchotiempoparatenerlosensupoder.

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»—¡Ah! ¡Meencanta todo loquenos cuentas!—exclamóFiruzká, sinque suspensamientos aflorasen lomásmínimo en su rostro—. Pues nos habían aseguradoqueRondabáhabíaperecido,quemada,enelincendioqueasolólarústicacasadondevivía,loquemedisgustómuchísimo,puesesunaprincesaexcelente.

»—Esmuchomejordeloquevoscreéis—replicóellugareño,consegundas—,yporesemotivoelCielolahaprotegido.Suhermano,elPríncipe,quelaencontrónoporcasualidad,selallevóconsigopocashorasantesdelatentadoalqueosreferís,elcual,asíplazcaaDios,notardaráensercastigado.

»Y sin abandonar el tono que indicaba a las claras que nos tomaba por lo queéramos, aquel rústico hizo señas a su padre de que le siguiera. Ambos salieron yentonces pudimos escuchar, a lo lejos, el galope de varios caballos. En aquelmomento,Firuzká, incorporándoseyofreciéndomeunanavaja de afeitar quehabíaextraídodesusvestidos,medijoamediavoz:

»—Yaveis,queridoAlasi,elpeligroenquenoshallamos;apresuraosacortarmiscabellos,queyamehanvuelto a crecer,y arrojadlos, a continuación, al fuego.Nodigáisniunasolapalabra;siperdéisunsoloinstante,ambosestaremosperdidos.

»Anteordentanperentoria,hiceloquemedecía,y,momentosdespués,aparecíaantenuestravistaundiv,conlosrasgosdeunetíope,elcualpreguntóaFiruzkáquéeraloquequería.

»—Quiero—respondióella—quealpuntomelleves, juntoconmiamigo,a lacavernadelmago,tuseñor,yque,depaso,aplastesaesosdosmiserablesqueestánregateandoconnuestrasvidas.

»Eldivnoesperóaqueselodijerandosveces:nostomóensusbrazosysaliódela cabaña, dándole una patada, con lo que se desplomó encima de nuestrosanfitriones, para, a continuación, surcar los aires con tan rapidez que perdí elconocimiento.

»Cuandovolvíenmí,meencontrabaenlosbrazosdeFiruzkáynoveíanadamásqueaquelencantador rostroarrimadoafectuosamentealmío.Cerré suavemente lospárpados,comosehacecuandoqueremosproseguirunsueñoagradable,aunque,enaquelcaso,pudecomprobarquemifelicidaderaalgoreal.

»—¡Oh,pícaroFiruz!¡Oh,cruelFiruzká!—exclamé—.¡Nosabéislostormentosquemehabéisinfligido!

»Y mientras hablaba, colmaba de ardientes besos aquellos hermosos y dulceslabios que tanto acicate habían supuesto para los míos, cuando yo nada podíacomprender, y que, entonces, intentaban sustraerse a mis transportes; pero, alacordarme repentinamente de la herida de mi bien amada, me detuve para darletiempoarespiraryresponderalasatencionesqueleprodigaba.

»—Calmaos, querido Alasi —dijo Firuzká—, me encuentro totalmenterestablecida;enbreve,todoosseráaclarado.Mientrastanto,alzadelrostroymirada

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vuestroalrededor.»Obedecíycreíhallarmebajounnuevofirmamentotachonadodeestrellas,que

eranmilvecesmásbrillantesyestabanmáscercadelonormal;volvílacabezahaciatodos los ladosymeparecióqueme encontraba enuna amplia llanura rodeadadenubes transparentes que alargaba, además de a nosotros dos, a las más bellas ydeliciosascreacionesdelaTierra.

»—¡Ah!—comenté,trasunosinstantesdesorpresa,mientrasabrazabaaFiruzká—. ¡Qué importancia puede tener el haber sido transportados hasta elCheheristán[109]!¡Laauténticafelicidadseencuentraentretusbrazos!

»—EstonoeselCheheristán—respondiólahijadeFilanshaw—,sinolacavernadel mago, donde un número infinito de seres superiores a nuestra especie secomplacenencambiarsudecoración.Pero,apartedelemplazamientodeestelugaryde lanaturalezadesushabitantes, todoenélhasidopensadoparacolmarvuestrosdeseos.

»Y,trasunapausa,añadió,alzandolavoz:»—¿Noescierto,padremío?»—Sí, enefecto—respondióelmago,apareciendo súbitamenteantemivistay

avanzandoanuestroencuentro, conaire risueño—.Eneste lugar, elpríncipeAlasirecibiráelmismotratoqueantañodispensaraamiqueridaFiruzká;yaunmás,puespodrá poseer para siempre, si tal es su deseo, esta preciosa perla que le confiara.¡Venga! ¡Que al instante se sirva el banquete de bodas y que se prepare todo lonecesarioparatanmagnoacontecimiento!

»Nadamáspronunciarestaspalabras,lacavernacambiódeaspecto,adquiriendounaformaovalylimitada,cuyasparedessehallabanincrustadasdezafirosdetonospálidos.Sobreundivánsemicircularsehallabansentadosmúsicosdeambossexos,quecautivaronnuestrooídoconunmelodiosoconcierto,mientrasquesuscabezas,aureoladasderayos,propagabanunaluzmáspuraydulcequelaquehabríanpodidodifundirmilantorchas.

»Alrededorde lamesa, surtidadeexcelentesmanjaresyvinosexquisitos,en laque nos veíamos instalados, corrían, incesantes, muchachitos persas y jovencitasgeorgianas, que se peleaban por servirnos. Eran tan blancos y graciosos como losjazminesque coronaban sus rubios cabellos, y a cadaunode susmovimientos, losvestidos de gasa, que apenas los cubrían, exhalaban los perfumes más suaves labienaventuradaArabia.

»Tras lacomida,que resultómuyentretenidaydurante lacualFiruzká,quenopodíaolvidartanprontoelpapeldeFiruz,hizomilbromasdivertidasalosjóvenesquenosservíandebeber,elmagoordenóunprofundosilencioysedirigióamí,conestaspalabras:

»—Sindudaosestáispreguntando,oh,reydeCorasmia,cómoesposiblequeconel poder que poseome hayamolestado en ir a reclamar vuestra protección para eltesoro queme había sido confiado. Tampoco os explicáis elmotivo del disfraz de

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Firuzká,nielporquédepermitirdurantetantotiempoquefueraispresadeundelirioquenocomprendíaisyquehabríapodidoserexplicadotanfácilmente.

»"Sabed, pues, que los naturales de Shirván, de toda la vida revoltosos ydescontentos de sus señores, habían comenzado a murmurar por el hecho de queFilanshaw no tuviera herederos; y cuando su esposa, la Reina, quedó encinta,hablaronmásaltoyconmayorinsolencia:

»"—¡Ahora, lo que hace falta es que sea varón!—vociferaron,mientras dabanvueltasalrededordelaciudadeladelRey—.¡Nadadeprincesas,quesólosirvenparacaerbajoelyugodecualquierpríncipeextranjero!¡Esabsolutamentenecesarioquetengaunhijovarón!

»"Lapobrereinayateníabastantesinnecesidaddetalesexigencias,puesseibaapagandoaojosvistas.Porello,Filanshawvinoaconsultarme.

»"—Debemosengañaraesosinsensatos—ledije—,yaqueeslomenosquesemerecen.SilaReinadaaluzunaniña,laharemospasarporunchico;yparanotenerqueconfiarenningunanodriza,entregádmela:miesposaSudabélacriaráconternurademadrey,asudebidotiempo,yomismoleprodigarétodasmisatenciones.

»"Aquel expediente consiguió que laReina recobrase su vigor. Tuvo una niña,Firuzká, a la que llamaron Firuz, lo que daría lugar a la celebración de festejospúblicos.YSudabé,nadamásrecogerladelasmismísimasmanosdelRey,latrajoamicaverna,dedondelaniñasaldríadevezencuando,paraquelavieranenlacorte.

»"Así pues, recibió la doble educación que su condición exigía.Atendía amisenseñanzas con la misma avidez que concedía a las de Sudabé y después, paradescansar de la atención que nos había prestado, se iba a ver a los dives que,adoptandomilformasdistintas,pueblanmicaverna.

»"Aquellosespíritusactivossentían tantoapegoporFiruzkáqueniunosolodesuscaprichosquedabasinsercomplacido.Mientrasunos leenseñaban losdiversosejercicios que resultan convenientes a ambos sexos, otros la entretenían conpasatiempos agradables y cuentos maravillosos; y muchos de ellos recorrían elmundoenbuscadecuriosidadesrarasynoticiasinteresantes.Realmente,Firuzkánoteníanuncatiempodeaburrirseysiemprequeseveíaobligadaapasaralgúntiempoen Samajié, dabamuestras de alegría, ya que aquella estancia le haría desearmásardientementevolveramicaverna.

»"CuandolaprincesadeShirváncomenzaba,apenas,eldecimocuartoañodesuvida,eldivGhulfaquairlehizoentrega,contremendamalicia,devuestroretrato.Apartirdeentoncesperdiósualegríanaturalyyasólofuecapazdesoñarydesuspirar,sumiéndonosatodosenunainquietudfácildeimaginar,puestuvobuencuidadodeocultarnoselmotivodesupena;además,porsuparte,eldivseguardósobremanerade decírnoslo, ya que se hallaba demasiado ocupado en seguir vuestros pasos parapoder informarlede todoloquehacíais.Elsalvajehumorqueoseraatribuidosóloconseguía irritar lapasióndevuestra enamorada,queardía a causade sudeseodeconseguiramansaros.Yelcursode losacontecimientosno tardaríaendarlealguna

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esperanza. La revuelta, ya declarada, de la gente de Shirván y la esperanza queFilanshawdepositóenmíconintencióndesalvarasuhijadelfurordelosrebeldes,aldejarmequedispusieradeellacomomejorcreyeraconveniente,bastaronparaqueFiruzkásedecidieraahablarmelibremente:

»"—¡Oh, vos, que os comportáis conmigo como un padre!—me interpeló—.Vos,quemehabéisenseñadoanotenervergüenzadelaspasionesquenosvienendelanaturaleza,sabedqueamoalpríncipeAlasi,reydeCorasmia,yquevoyaintentarqueélmeame,pordifícilqueestopuedaparecer.Muylejossehallaeltiempoenquedebía ocultar mi sexo para reinar sobre un pueblo que causa la perdición de mifamiliayquesiempremeinspiraráhorror;peroconsideroquedebocontinuarconmidisfrazparainsinuarmeenelcorazóndeaquelaquiendeseoposeer.Alasidespreciaalas mujeres: así pues, llamándome amigo suyo podré hacerle sentir su imperio.Dignaosguiarmispasoshaciaél;solicitadquemeconcedasuprotección,porserhijodelreydeShirván,puesesdemasiadogenerosoparanegarseaello,yosserédeudoradeunafelicidadsinlacuallavidameresultaráodiosa.

»"No me sorprendió aquel discurso de Firuzká, pues nada más natural que,sintiéndosemujer,buscaseesposo;portanto,melimitéapreguntarledequémaneraos había conocido. Me lo contó todo y habló de vos en un tono que me hizocomprenderqueunanegativasóloconseguiríahacerladesgraciada.Asípues,ledije:

»"—Os llevaré hasta el rey de Corasmia, haciéndoos pasar por Firuz, ya quecuentoconvuestraprudenciaylaenterezadealmadequesoléishacergala.Ambasosharánfalta,puestoquegraciasaloesclarecidodemisdotesastrológicasacabodedescubrirquetendréisunatemiblerivalyquelahoradesutriunfoseráladevuestraeterna desesperanza. Por lo demás, siempre que necesitéis el concurso de losobrenaturalquemadvuestroscabellosy,al instante,misdivesacudiránparaacatarvuestrasórdenes.

»"El restoya lo sabéis, señory reydeCorasmia—prosiguióelmago—.Firuz,trabajandoporcuentadeFiruzká,hatenidoéxito:graciasasusdivertidaslocuras,élfuecapazdeseducirvuestrocorazón,tareaqueahoraelladeberáconcluirmediantesuamorylasabiduríaquenuncalaabandonó,nisiquieraduranteaquellosmomentosarriesgadosquemuypocasmujeressehabríanatrevidoaafrontar.

»—¡Oh!¡Cuáncercaheestadodeperderesecorazónquetantomehacostado!—exclamólaprincesadeShirván—.O,porlomenos,habríaperdidopartedeélsinlosservicialesdives, cuyaayuda invoquéa expensasdemihermosacabellera,que tanbiensehicieronpasarporRondabá,AmruyKali.¿Quédecísdeeso,Alasi?

»—Que jamás olvidaré el motivo de aquella injusticia —respondí, un tantoturbado.

»—Hijamía—dijoelmago—,estereprochequeacabadelanzaroselPríncipeyqueserefierealainjusticia,debéisachacarloaesainconstanciadesucorazón,delaque antaño sospecharais, pues él no debiera ignorar que todos tenemos derecho aempleartodotipodemediosparaapartardenosotrosloquenoscausa,opuedellegar

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acausarnos,daño,yquelosarrebatosdecóleraodetemorquebrotandenuestroserson suscitadospor el almavivificante y autoconservadorade la naturaleza.Pero eltiempo sigue avanzando: ya es hora de que recojáis el fruto de vuestras recíprocaspenas. Rey de Corasmia, recibid de mi mano a la princesa Firuzká; llevadla a lacámaranupcial.¡Yojaláqueenellasintáiselardordelfuegoencerradoenelsenodelatierra,quesirveparaencender,adiario,lasnocturnalesantorchasdeloscielos!

»Recuerdohaberpensadoquebienpodíamosprescindirdeloquenosdesearaelmago,pueslossentimientosquecaldeabannuestroscorazonesdesobranosbastabanpara nuestra felicidad; la amistad y el amor se turnaban en sus transportes,confundiéndoseenéxtasisindescriptibles.

»ComoFiruzkáno teníasueño,mehablódecómoelmago lahabíacurado,ensólounmomento,desuherida,decuángrandeerasupoderydequedebíapedirlequemedejaraver su templodel fuego[110]. Entoncesme confesó que también ellahabía sido educada en la religióndeZoroastro, a la que teníapor lamásnatural ylógicadetodas.

»—Esoexplica—añadió—quejamáshayanpodidoagradarmelosabsurdosdelCorán.Mehabríagustadoquetodosvuestrosdoctoresmusulmaneshubierancorridola misma suerte que el mulá, que me aburría en exceso. El momento en que leconvencíparaquesepusieraeldisfrazdeasnomepareciómaravilloso.MedivertítantocomosihubierapodidoarrancarletodassusplumasalángelYíbril(enelcasodequefuera tanimbécilparacreerenesecuento)comocastigoporhaberprestadounaquesirvióparaescribirtantastonterías[111].

»Guardé silencio, reflexionandosobreelhechodequeenotro tiempo,aquellaspalabrasmehabríanparecidodeunaimpiedadinjustificable;nisiquieraentoncesmecausaron placer; pero los escrúpulos que me quedaban, de poco servían ante lasarrebatadorascariciasqueacompañabancadaunadelaspalabrasdeFiruzká.

»Finalmente, un sueño voluptuoso se adueñó de nuestros sentidos, del quesolamentenosdespertamoscuandolospájaros,porlavehemenciadesuscantos,nosdieronaentenderqueyaeramuydedía.

»Sorprendidoporunamúsicaquenomeesperaba,corríhastaunadelasgaleríasde la especie de gruta donde nos encontrábamos, viendo que daba a un jardín quecontenía todo loqueen lanaturaleza resulta atrayente; elmar,que locontorneaba,realzabalasriquezasquelatierraexhibíaantenuestrosojos.

»—¿Unanuevailusión?—pregunté—.Puesesevidentequeestonopuedeestardentrodelacavernadelmago.

»—Esunadesussalidas—respondióFiruzká—;peronecesitaríaismásdeundíaparacontemplar todas lasmaravillasqueencierranestos lugares.Elmagodiceque

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todoha sidohechoparaelhombre,yqueéldebeapropiárselo siemprequepueda.Empleópartedesuvidaenlaconquistadeestepoderqueyahaconseguidoparalaotra.

»Sitodoloquemedecíaeracierto,entoncesnoestabademáshacerlepartícipealmagodemigrandeseodeversutemplodelfuego.

»—Seréiscomplacido—dijo,conairedesatisfacción—;peronopuedollevarosaélhastaquenohayáisvisitadomisbaños,pararevestirosenellosconlastúnicasqueconvienenalamajestuosidaddellugar.

»ConsentíentodoparacomplaceraFiruzká,conteniendo,portemoraofenderla,las ganas de reír queme entraron nadamás ver las grotescas túnicas con que nosdisfrazaronaambos.Peroencuantoentramosenel templodel fuego,nosupequéhacer. Ningún espectáculo, excepto el que he podido contemplar en este funestopalacio,suscitójamásenmítantasorpresayterrorjuntos.

»El fuego,objetode laveneracióndelmago,parecía salirde lasentrañasde laTierra y elevarse por encima de las nubes. Su llama fluctuaba desde un brillo queresultabaimposiblecontemplaraunresplandorazuladoquecontribuíaaconvertirlosobjetosquenosrodeabanenmáshorrorososdeloque,enefecto,eran.Larejilladeardiente bronce que nos separaba de aquel tremendo dios, no conseguíatranquilizarmedeltodo.Devezencuando,nosveíamosrodeadosdechisporroteantestorbellinos, de los que elmago se sentíamuy honrado, pero de los que yo habríaprescindido muy gustoso. En la parte en que nos encontrábamos, las paredes deltemploestabancubiertasdecabellosdetodosloscoloresque,aquíyallá,dejabanaldescubierto pirámides de cráneos humanos, engastados en oro y ébano. A todoaquellohabíaqueañadireloloraazufreybetúnquetaladrabaelcerebroeimpedíarespirar.Me di cuenta de que estaba temblando y de queme fallaban las piernas.HabríacaídoalsueloanoserporqueFiruzkámesostuvo.

»—Salgamos —dije en voz baja—; ahórrame la presencia de tu dios, puessolamentelatuyahahechoposiblequepudierasoportarladuranteunosinstantes.

»Como necesitaba aire fresco para recuperarme, los dives hicieron un granagujeroenlabóvedadelacavernajustoenellugarenquecenáramoslavíspera,ydespuésladecorarondedistintomodo,ofreciéndonosunacomidaexquisitaquemepermitió escuchar almagodemaneramás paciente.Todo lo queme contara aqueltemiblehuéspedsobresureligiónnomeresultódesconocido,porloqueledediquépocaatención;perosumoralmeagradó,puestoqueaguijabalaspasionesyapagabalosremordimientos.Encomiósobremanerasutemplodelfuego,revelándonosquelosdives habían sido sus constructores, aunque nadie, sino él mismo, a riesgo de supropiavida, sehabíaocupadodeadornarlo.Y temiendoquenome lasdiera,no lepedí más explicaciones al respecto, pues no podía pensar en tanta calavera ycabellera,loqueélllamaba“adornos”,sinsentirunescalofrío.YtodoaquellohabríabastadoparaespantarmesinohubieraestadosegurodelafectodeFiruzká.

»Afortunadamente, sólo tenía que sufrir una vez al día la charla delmagoy el

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restodeltiempolopasabainmersoentodotipodediversionesyplaceres.Losdivescuidaban de que no nos faltaran y Firuzká se encargaba de administrar los que leparecíanmásadecuadosacadaunodemisestadosdeánimo.Sussolícitoscuidadosysuingeniosaternuradifundíantalgradodevoluptuosidadquemeresultabaimposiblellevar la cuenta. Diré, en fin, que tan bien había conseguido el tiempo presenteimponersesobreelpasado,queniunasolavezlleguéaacordarmedemireino.Peroelmagonotardaríaenacabardemasiadopronto,pordesgracia,conaquellaespeciededelirio.Ciertodía,¡oh,díafunesto!,nosdijo:

»—Debemos separarnos, queridos jóvenes; la hora de la felicidad, por la quesuspiro desde hace tantos años, se acerca: me esperan en el palacio del FuegoSubterráneo, donde, feliz para siempre, poseeré tesoros que la imaginación delhombre no puede ni imaginar. ¡Ay! ¡Por qué no habrá llegado antes esta horapropicia, para que la inexorable muerte no me hubiera arrebatado a mi queridaSudabé, cuyos encantos nohabían acusado el poderoso imperiodel tiempo!De talsuerte,habríamoscompartidojuntoslafelicidadperfecta,quenilosaccidentesnilasvicisitudesdelavidaconsiguenalterarenellugaradondemedirijo.

»—¡Vaya! ¿Y dónde se encuentra esa morada divina? —exclamé—. ¿En quélugar es posible vivir en la feliz eternidadde una ternuramutua? ¡Permitid que ossigamos!

»—Os lo permitiré si adoráis a mi dios —respondió el mago—, si rendíshomenajealaspotenciasquelesirvenysimerecéissufavorporlossacrificiosqueexige.

»—Adoraré al dios que sea—añadí—, con tal de que me permita vivir parasiempre con Firuzká, liberado del temor de ver cómo la palidez de lamuerte o elcriminalhierroacabanconsusdíasdehermosura.¿Quémásdebohacer?

»—Debéis—contestó elmago— implantar envuestros dominios la religióndeZoroastro, echar abajo las mezquitas, levantar en su lugar templos del fuego y,finalmente,sacrificarsinpiedadatodosaquienesnopodáisconvertiralaverdaderafe.Esoesloqueyohice,aunquenopudieraactuartanabiertamentecomovos,talycomopruebalamarañadecabellosquerecubrelasparedesdemitemplodelfuego…¡Oh,pruebaadorada,quemeabrirálaspuertasdelaúnicamoradadondesegozadeperennefelicidad!

»—¡Venga,vámonosatodaprisaacortarcabezas!—exclamóFiruzká,yañadió—:¡Atesoremossuscabellos!Habréisdeconvenirconmigo,queridoAlasi,enqueelsacrificio de los insensatos que no se dignen creer en nosotros poco ha deimportarnos si con ello obtenemos el supremo beneficio de amarnos por toda laeternidad.

»Después de oír tan lisonjeras palabras, sólo me restaba darle mi totalconsentimiento;yelmago,queyaveíarealizadossusdeseos,reanudósuperorata:

»—Mesientomuyfeliz,reydeCorasmia,porhaberosconvencido,alfin,delasexcelenciasdemi credo; enmuchasocasiones llegué a sentirmedesesperado,yno

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mehabríatomadotantasmolestiasporvossinohubieraissidoelesposodelahijadeFilanshaw,miamigoydiscípulo.¡VayahonoresenelpalaciodelFuegoSubterráneoque supondráparamívuestraconversión!Partid,pues, ahoramismo:enestaorillaencontraréis un bajel dispuesto al efecto. En vuestro reino seréis recibido entrevítores: haced en él todo el bien que os sea posible, y no olvidéis que destruir aquienes se obstinan en su error no es, a los ojos del severo dios al que habéisprometido servir, sino un bien meritorio. Cuando juzguéis que habéis merecidovuestrarecompensa,dirigíosaIstajaryquemadenlaTerrazadelasColumnas[112]lascabellerasdetodosaquellosaquieneshayáishechoperecerportanbuenacausa.Elolfatodelosdivesseráexcitadoportanagradableolory,rápidamente,osmostraránlaotraescalera,lademenosescalones,queconducehastaelportaldeébano,elcualabriránparavosotros,dondeosrecibiréconlosbrazosabiertos,disponiendoqueosseanrendidosloshonoresquemerecéis.

»Deestamanera claudiqué a laúltimade las seduccionesdelmago.Si sólo sehubiera tratado de sus sermones, me habría reído de ellos; pero sus promesas leresultaban a mi corazón tan tentadoras que me fue imposible resistirme a ellas.Duranteuninstantesurgióladudadesinosetrataríadeunengaño;peronotardéendecidirquebienvalíalapenaarriesgarseparaconseguirlafelicidadprometida.

»Nohaydudadequeelmago, excitadopor la ambicióny la codicia,debiódehacerse, en sumomento, elmismo razonamiento, y, como todos los desventuradosquevienenapararaestelugar,resultódecepcionado.

»Elfanáticoadoradordelfuegoquisovernosembarcar,dandomuestrasdeafectocuando nos abrazó, al borde mismo de la orilla, no sin recomendarnos quemantuviéramosanuestrolado,comoservidoresdetodaconfianza,alosveintenegrosque componían la tripulación de nuestro navío. Cuando apenas acabábamos dehacernosalavela,escuchamosunespantosoestruendo,parecidoaldeltruenocuandofulmina las montañas y arrastra por el valle sus fragmentos: la gran roca queacabábamosdeabandonarsehundíaenelmar.Alescuchar losgritosdealegríadelos dives, que parecían retumbar por los aires, juzgamos que el mago acababa detomarlarutadeIstajar.

»Nuestrosveintenegroserantanbuenosnavegantes,tandiestrosytandespiertosque, de no ser porque ellos mismos nos confesaron ser simplemente humildesadoradoresdel fuego, loshabríamos tomadopormiembrosdel sobrenatural cortejodelmago.Yyaquesujefe,Zululú,nosdio la impresióndehallarseevidentementeiniciadoenlosmisteriosdelacaverna,lepreguntéquéhabíasidodelospajesydelas jovencitas georgianas con los que entabláramos amistad.Me respondió que lasInteligencias que los habían conducido hasta el mago habrían dispuesto de todosellos,sindudaparasubien,porloquemejorseríapreguntárseloaellas.

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»Missúbditoscelebraronmiregreso,alavezquemicasamiento,contangrandesmuestras de alegría que enrojecí de vergüenza al recordar las intenciones que mehabíantraídohastaellos.SiFiruzleshabíaparecidoamable,Firuzká,conlasropasquecorrespondíanasusexo,lesresultódivina.Mimadre,másquenadie,lacolmódecaricias;peronotardaríaencambiardetalanteencuantovioquenosenterábamosdequeMotaleb, a quien acababa de nombrar primer ministro, había hecho cundir eldesorden en todos los asuntos que le habían sido encomendados. Comomimadrehabía endiosado a aquel visir ignorante, le parecía muy mal que nos sintiésemosmolestosporsucausa.Firuzká,queenmuypocasocasionesocultabaloquepensaba,medijoporlobajo:

»—Motalebtieneunabuenaprovisióndecabellos.¡Cortémoslelacabeza!»Perome contenté condestituirle ynombrar en su lugar a un anciano apocado

que no se negaba a nada y que no dudó en hacer demoler la Gran Mezquita deZerbendencuantoselopropuse.

»Aquel golpede estado causó extrañeza a todo elmundo.Mimadre, laReina,acudió,apresurada,apreguntarmequépretendíacontamañaimpiedad.

»—NovolveraoírhablardevuestroMahomaydesusquimeras—lerespondió,tranquilamente,Firuzká—,yrestablecerenCorasmialareligióndeZoroastro,comolaúnicadignadesertenidaencuenta.

»Trasaquellarespuesta,lapiadosaprincesayanopudocontenerse:mecubriódeinjuriasylanzócontranosotrostodotipodeanatemasque,ajuzgarporeldesarrollode los acontecimientos, debieron de hacer efecto.Yo la escuché sin resentimiento,pero la opinión de Firuzká prevaleció sobre la mía, por lo que ordené que lacondujerana su torre,dondesuvida, sumidaen laamarguray lapenadehabermetraídoalmundo,notardaríaenextinguirse.

»Llevéacabomisiniquidadessinremordimientoalguno,puesestabadecididoatodocontaldelibrarmedelostemoresquemidesenfrenadoamorhabíaconcebido.

»Alprincipio,encontrétanpocaresistenciaamisdeseosqueFiruzká,viendoquecortesanosymilitaressesometíandegrado,medijo:

»—¿Dedóndesacaremoselcabello?Veomultituddetrenzasquenosvendríandeperlassilascabezasqueadornansólofueranunpoquitoreacias;habráqueesperaraquecambiendeopiniónocorreremoselriesgodenopoderirnosjamásaIstajar.

»Y, en efecto, cambiaron de opinión; la mayor parte de quienes visitaban lostemplos del fuego que había erigido, sólo aguardaban el momento propicio paraalzarsecontramí.Sedescubrieronvariasconjurasquemarcaronelcomienzodelossacrificios. Firuzká quiso procedermetódicamente, y ya que conocía las especialesdotesdeZululúlenombróGranPredicador.Todoslosdíaslehacíasubiralaelevadatribuna erigida en medio de la plaza mayor que acogía a toda la gente, donde el

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desvergonzadonegro,ataviadoconuna túnicadeuncolor rojomuy llamativo,contalanteseguroypenetrantevoz,largabasusermón,mientrassusdiecinuevecofrades,queestabanalpiede lasgradascon lossablesdesenvainados,cortaban lacabezaaquienesnocreíanenloqueselescontaba,teniendobuencuidadodeapoderarsedesuscabellos.

»Aunentonces,elpoderseguíaenmimano,pueseraqueridopor lossoldados,que,porlogeneral,pocosepreocupandeldiosaquiensirven,contaldecontarconlasatencionesdesusreyes.

»Lapersecucióntuvolasconsecuenciasquesiempretienenlaspersecuciones.Lagentesedabaprisaenrecibirelmartirio:veníandetodasmisprovinciasparaburlarsedeZululú,aquiennadaninadieinmutaba,yhacersecortarlacabeza.

»Finalmente,lacarniceríallegóasertannotoriaqueelejércitodiomuestrasdeescandalizarse:Motalebloincitóalarevuelta,peroahínopararonsusintrigas,pues,consumosigilo,acabaríaenviandounmensajeaRondabá,ennombredelejército,delosnotablesydelpueblo,ofreciéndoleel reinodeCorasmiae invitándoleacobrarvenganza de la muerte de su padre y de su hermano y, también, de las injuriasrecibidasdemí.

»No nos faltó aviso de tan silenciosa conjura, pues raramente se aparta eladulador de su rey, amenos que su corona deje de brillar; pero sólo nos sentimosalarmadosalcomprobarquenuestropartidoeraelmásdébil.Poraquelentonces,misguardiasyahabíanpermitido,enmásdeunaocasión,quesemaltratasealosnegros,lo que a Zululú acabaría costándole las dos orejas. Por eso él fue el primero enaconsejarnosquenomalográramoselfrutodetantotrabajo.

»Gracias a los cuidados y previsión de aquel diligente servidor, nuestro viajepudoprepararse almomento, por lo que enmediode la noche abandonémi reino,que,dehecho,habíaconseguidoquesealzaracontramí,conlamismasensacióndetriunfoquehabríatenidotrasconquistarlo.

»Firuzká me convenció de que la dejara vestirse de nuevo con sus ropas dehombre—lo que explica que el príncipe Vathek no reconociera, en principio, sucondiciónfemenina—yambospartimos,montadosendossoberbioscorcelesárabes,tan veloces como Shebdid y Bariz, los famosos corceles de Cosroes[113]; en posnuestrovenían losveintenegros,cadaunomontadoenuncamello, lamitadde loscualesibancargadosdecabellos.

»Aunque deseábamos ardientemente llegar al término de nuestro viaje, noapresuramosnuestroavance.Aquellopodíaexplicarse,sinduda,porelhechodequenonosdecidíamosaabandonarlosplaceresdelmomentoporlosquenosaguardabaneldíademañana.Acampábamosporlatardey,aveces,nosquedábamosvariosdíasenloslugaresidílicosquesurgíananuestropaso.Unanoche,cuandoyallevábamosgozando casi media luna de los encantos del valle de Maravanahar, me desperté

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bruscamente,agitadoporloque,enmiconfusión,meparecióunsueñohorripilante.PeromiespantonotuvolímitesalverqueFiruzkánoseencontrabaamilado.Melevanté,enajenado,ysalídelatiendaabuscarla,justoenelmomentoenquevolvía,desazonada,amiencuentro.

»—Salvémonos, querido Alasi —dijo—; montemos a cabalo ahora mismo yvayámonos al desierto, que se encuentra a pocas parasangas de aquí; Zululú, queconocetodossusatajos,nospondráasalvodelpeligroquenosamenaza.

»—Nadatemo,mibienamada—comenté—,puestoqueteheencontrado;peroteseguiréadondequierasir.

»Aldespuntareldía,penetramosenunbosquetantupidoqueapenasconseguíanpenetrarenéllosrayosdelsol.

»—Detengámonos aquí —dijo Firuzká—, para que pueda contaros la extrañaaventuraquemeocurrióanoche:

»"Dormíaavuestrolado,cuandoZululú,despertándomeconcuidado,medijoaloídoqueRondabásóloseencontrabaacienpasosdenosotros,yaque,habiéndoseapartado un tanto del ejército con el quemarchaba hacia Corasmia, se disponía adescansarensupabellón,sinmásséquitoqueunpequeñonúmerodeguardiasyunaspocasmujeres,lascualesdormíanprofundamente.Aloíraquello,mesentípresa,aunmismotiempo,demiedoydefuror,puesacababaderecordarlaprediccióndelmago;asíque,vistiéndomedeltodo,palpélahojademisable,paraversimanteníasufilo.

»"—¿Quépretendéishacer?—dijoeleunuco—.Moderadvuestrostransportesyenteraos de una vez que nada podéis contra la vida de Rondabá. El mago me haordenadoqueosloadvirtiera,sisepresentabalaocasión,yqueosasegurasequevosmismapereceríaisenlaempresa,pueslaprincesadeGilánsehallaprotegidaporunapotenciaalaquenadaninadiepuedeoponerse.Perosiqueréiscalmarosyseguirmiconsejo,podremoshacerlemásdañoquesilecortásemoslacabeza.

»"Mientrasmanteníamosaquellaconversaciónnohabíamosdejadodecaminaryya estábamos lejos de nuestra tienda. Zululú, al ver que yo permanecía en miprofundomutismo,comentó:

»"—Estáis en lo cierto al fiarosdemí.Voyahacerque toda estagente respireunos polvillos[114] que losmantendrán dormidos durante algún tiempo, con lo quepodremospenetrarenelpabellóny,entonces,conestapomada,quetienelavirtuddeconvertir en horroroso cualquier rostro, por hermoso que sea, embadurnaremos anuestroantojoeldevuestraenemiga.

»"Todo sucedió como había dicho Zululú, pero Rondaba, a quien habíamosdejado que siguiera durmiendo de manera natural, casi me impidió seguir con mitrabajo,puestanfuertefrotésurostroquesedespertó,lanzandoungritodedolorydeespanto.Meapresuréaconcluirlaobray,después,cogiendoelespejoquecolgabadelcinturóndeunadesusdoncellasyponiéndoselodelantedelacara,dije:

»"—Reconoced, majestuosa princesa, que el pequeño monstruo de Firuz esciertamente galante, pues se ufana de que esta pesada carga, que acaba de

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proporcionaros,haráquenuncaosolvidéisdeél.»"Ysinsaberaquéachacarlo,sialhechodequeelvalormasculinodeRondabá

se vio vencido por el espanto que le causarami presencia o a la desesperación desentirse el ser más horroroso del mundo, lo cierto es que se desvaneció, y nadahicimosnosotrosparaquerecobraseelconocimiento.

»"El placer que sentí al impedir ami rival saborear su triunfo, predicho por elmago,notardóencedersupuestoaltemordequenotardaríamosenserperseguidos;peroaquíestamos,yseguros.Descansemosunpoco.Miseno,aúnpalpitantedelosazaressufridos,osservirádealmohada.¡Ay!¡NiFiruzkániFiruzsuelensercrueles,amenosquealguienlesdisputevuestrocorazón!

»ElgiroseductorqueFiruzkáhabíadadoasucortanarraciónde loshechosnoconsiguió que olvidara la atrocidad e infamia del crimen que acababa de cometer;nuncadejabadesorprendermeque,conuncorazóntantiernoysensible,almenosenloqueamíconcernía,fueracapazdelosmásfrenéticosensañamientosydelasmáshorribles crueldades. Peromás que por cualquier otra cuestión,me sentía afectadoporloqueZululúledijeraparaimpedirquesuatentadollegaramáslejos.

»"NohaydudadequelapotenciaqueprotegelavidadeRondabá—medecíaamímismo—,amaaquienespracticanelbien.Asípues,esapotenciapuraysupremanodebeserlaquesedisponearecibirensupalacioaunosindividuostanmalvadoscomonosotrosdos.Ysiessuperioralasdemás,¿quévaaser,entonces,denosotros?¡Oh,Mahoma! ¡Oh, profeta predilecto del creador del mundo! Siento queme hasabandonado[115] ami propia suerte, pues ya sólo puedo encontrar abrigo entre tusenemigos".

»Aquelpensamientodesesperadosirviódebrocheamisremordimientos.Yenelfondodemicorazón,aunqueyademasiadotarde,medicuentadequequiensiemprelossuscitabaeralaprincesadeGilán.

»DejéqueFiruzkámesacarade laensoñaciónque tanto lepreocupaba,ydadoquenopodíaevocarelpasado—probablemente, tampocolohabríadeseado—sólomequedabalanzarme,conlosojoscerrados,alabismodeloporvenir.

»Unadulcelluviadetiernosbesosconsiguiódisiparaquellanube;peroFiruzká,alembriagarmedeamor,soloconseguía incrementarel temorqueteníadeperderlaporcualquier imprevisto,comoelqueacababadeocurrir.Asípues,como,porotraparte, ella no podía constatar la fealdad de Rondabá y lamentaba el tiempo quehabíamosperdidoalolargodelcaminoyque,segúndecía—yyomeesforzabaencreerla—,conducíaalaauténticamoradadelafelicidad,ambos,decomúnacuerdoyconlaalegríaunánimedenuestrosveinteeunucosnegros,pusimostodoloposibledenuestraparteparallegarcuantoantesaIstajar.

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»Ya había anochecido cuando subimos a la Terraza de las Columnas, querecorrimosconciertoterror,apesardequetodoloquenosdijéramoselunoalotroestuviese impregnado de ternura y cordialidad.Ya no nos ofrecía el firmamento elsuave resplandor de la luna; no veíamosmás que el rielar de las estrellas, pero suvacilante claridad sólo conseguía realzar el sombrío tamaño de los objetos queaparecíanantenosotros.Noechábamosdemenosningunade lascosasbellasnidelasriquezasdelaesferaqueestábamosapuntodeabandonar,nitampocosoñábamosconlasquenosdeparabaellugaradondenosdirigíamos,puessólonospreocupabalaesperanza de vivir en donde jamás nos viéramos separados, aunque tuviésemos laimpresióndequealgunoslazosinvisiblesaúnnosmanteníanatadosalatierra.

»Conaqueltipodepensamientos,nosresultóimposiblereprimirunescalofríoalver que los negros acababan de formar una enorme pila con los cabellos quehabíamos traído. Con temblorosa mano, acercamos las antorchas que debíanprenderles fuego y por poco no nos morimos de espanto al abrirse la tierra antenosotros, conmil restallidos espantosos.A la vista de la escalera que auguraba unfácil descenso y de los cirios que iluminaban sus entrañas, recobramos un tanto laconfianza.Ycuando,trasabrazarnosconardorycogernosdelamano,comenzamosa bajar con sumo cuidado por ellas los veinte negros, de los que ya ni nosacordábamos,seprecipitarondemaneratanimpetuosasobrenosotrosquefuimosadarnosdecabezacontraelportaldeébano.

»Nadadirédelaterribleimpresiónquenosdioestelugar—puestodoslosqueseencuentranaquídebieronsentiralgoparecido—,aunque loquemásnosasustó fueencontrarnosconelmago.Sepaseabaentrelalúgubreyerrantemuchedumbreconlamanoderechapuestaenelcorazón.Nadamásdarsecuentadenuestrapresencia—lasllamasqueledevorabanelcorazónlesalíanporlosojos—noslanzaunaespantosamiradaysealeja,precipitadamente,denosotros.Pocodespués,unmaliciosodiv seacercaaFiruzká.

»—Rondabá—le dice— ha recobrado su belleza y acaba de subir al trono deCorasmia.Lahoradesutriunfoesladevuestraeternadesesperanza[116].

»Finalmente,Iblísnosdioaconocerloterribledenuestrasuerte.¡Éleraeldiosaquien habíamos servido! ¡Qué espantosa la sentencia pronunciada! ¡Nosotros, quetantonosamamosyquevinimosaestelugarparapoderamarnossiempre,deberemosodiarnos, odiarnos eternamente! ¡Oh, funestoy execrablepensamientoque, en estemismoinstante,aniquilanuestroser!

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Interludio

Nadamásterminaraquellaspalabras,Alasiprorrumpióensollozos,alosqueseunióFiruzká,yambosseabrazaron,despuésdelocualparecióqueuntristesilencioseibaadueñandodeaquelladesventuradacompañía.

Trasunosinstanteseternos,Vatheksedecidióaromperlo,rogandoaltercerodelospríncipes[117]quecontarasuhistoria.Estodemuestraqueaúnmanteníaincólumesucuriosidad,puesestáescritoquesóloenelpostrersuplicioseerradicaránde loscorazones criminales todas sus pasiones, excepto las que brotan del odio y de ladesesperación.

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HistoriadelpríncipeBarkiaroj[118]

—Mis crímenes son mayores, si cabe, que los del califa Vathek, aunque debohacer constar que los consejos impíos y temerarios no acarrearonmi condenación,comoensucaso.Yelencontrarmeahoraenestaterriblemoradasedebeamideseodeolvidarlossaludablesconsejosdelaquefueramimássinceraamiga.

»Nací junto al mar Caspio, en el Daghestán[119], muy cerca de la ciudad deBerduka. Fui el tercero de los hijos de un pescador, hombre de bien, que vivíatranquilaycómodamentedel frutodesu trabajo.Perdimosanuestramadrecuandoéramos demasiado jóvenes para echarla de menos, pero, al ver que nuestro padrerompía a llorar, le imitamos. Mis hermanos y yo éramos extremadamenteindustriosos,muysumisosyenmodoalgunoignorantes.Underviche,amigodemipadre,quenoshabíaenseñadoaleeryaescribirunoscuantoscaracteres,veníaconfrecuencia a pasar las tardes con nosotros, para entretenernos con comentariospiadosos, mientras no dejábamos de trenzar las cestas de junco, y explicarnos elCorán.Alsalami,asísellamabaelderviche,era,enverdad,unhombredepaz,comoindicaba su nombre, pues lograba conciliar nuestras pequeñas desavenencias,llegando incluso a erradicarlas, y, todo ello, haciendo gala de una bondad y de unafectoque teníancomoresultadoquenos fuesemuyquerido.Cuandoveíaquesusmáximas y sentencias nos ponían muy serios, entonces nos distraía contándonosalgún cuento, de suerte que los principios que deseaba inculcarnos obtenían unamejoracogida.

»Un jardín de considerable extensión, que habíamos plantado siguiendo lasindicaciones del derviche, le proporcionaba nuevas ocasiones de entretenernos einstruirnos.Nosenseñólasvirtudesdelasplantasyelartedecultivarlas;íbamosconél a recoger flores, que, unavezdestiladas, proporcionaban esenciasmedicinales oaromáticas, y nos sentíamos henchidos de alegría cuando, así nos lo parecía, elalambiqueconseguíacambiarsunaturaleza.Yomemostrabainquieto,conganasdeadquirirconocimientos,loquemotivóqueAlsalamimeobsequiaseconuntratoqueme resultaba halagüeño. Gozar de su favor era algo que me enorgullecía; peroaunque,ensupresenciasiempremecomportaseconsumamodestia,encuantoseibadaba rienda sueltaamiarrogancia;yen lasdisputasque, acuentade todoello, seoriginaban entre mis hermanos y yo, siempre conseguía echarles a ellos la culpa.Graciasalbuenprovechoquesacábamosdelasdestilaciones,delascestasdejuncoyde la pesca, vivíamos con ciertodesahogo.Dos esclavosnegrosmanteníannuestrarústicaviviendaentalgradodelimpiezaquenosparecíamuchomáscómodadeloqueera;yaunquelosmanjaresquenosservíanfueransencillos,resultabansanosydeexcelentepaladar.Atodoestoveníanasumarseunoscomodísimosbaños,conloquepuededecirsequedisfrutábamosdeunbienestarqueresultabavedadoagrannúmerodepersonasdenuestracondición.

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»Peroapesardetantascomodidades,quemehubieranpermitidollevarunavidaregalada, mi mal genio, que todos los días hacía acto de presencia, conseguíadescollarporencimadecualquierotrodemisestadosdeánimo.

»Enunadelasparedesdelúltimopisodenuestracasa,mipadrehabíainstaladoun armario empotrado, que jamás abría en nuestra presencia, reiterando, con sumafrecuencia,queguardabasullaveparaaqueldelostreshijosquemáspruebasdierademerecertalfavor.Aquellapromesa,queyorecordabadíaynoche,yalgunasvagasalusionesdelderviche,quedabanaentenderquenosenoshabíaconcedidolavidaparavivirenelestadodetinieblasenquenosencontrábamos,noshicieronconcebirla esperanza de que aquel armario podría encerrar algún tesoro cuantioso.Aunquemishermanoslocodiciaran,noabandonaronlasdiversionespropiasdesuedad,alasqueseentregabanencompañíadenuestrosvecinos.Enloqueamíserefiere,debodecir que, poco a poco, iba languideciendo ymarchitándome en aquella casa y nopensabamásqueeneloroyenlaspiedraspreciosasquedebíadehaberdentrodelarmario en cuestión, lo que únicamente servía para aumentar los deseos quealbergabadeconvertirmeensubeneficiario.Mipadreysuamigonosecansabandealabarmi sabiduría, valorando en exceso la asiduidad que demostraba al derviche.¡Quélejosestabandeleerenmicorazón!

»Ciertamañana, en que el derviche se hallabapresente,mi padre nos habló deestamanera:

»—Hijosmíos, ya habéis llegado a la edad en que el hombre debe buscar unacompañeraqueleayudeasoportarlosmalesdelavida.Yonoquieroinfluirenestaelección, pues tuve libertad para elegir a vuestra madre, con quien encontré lafelicidad;asípues,megustaríapensarquetodosvosotrosseréiscapacesdehallarunamujerqueseabuena.Idabuscarla.Tenéisunmesparaencontrarla:heaquíunpocode dinero para poder vivir durante ese tiempo. Pero si regresarais hoymismomedaríaisunaalegría,puesyasoyviejoymimayordeseoesver,antesdemorir,quemifamiliavaenaumento.

»Mishermanosdoblaronlacervizensignodesumisiónypartieroncomoelquevaacosahecha,loquemedioaentenderquenotropezaríanconmuchasdificultadesparacontentaramipadre.

»Mesentíindignadoalpensarenlaventajaqueaquellolesdaríasobremíylosseguí,sinpensarenlasconsecuencias.Sefueronaveralosamigosqueteníanporlosalrededores.Ycomoyonoteníaninguno,medirigíalaciudadmáscercana.

»MientrasrecorríalascallesdeBerdukamedecíaamímismo:»"¿Adónde voy? ¿Cómo podré encontrar una mujer? Ya que no conozco a

ninguna, ¿abordaré a la primera que vea? Sin duda, ella se reirá de mí y de lodisparatadodemiidea.Ytendrárazón,puestodavíamequedaunmes;aunque,silopienso,mishermanosdantodalaimpresióndehallarsedispuestosasatisfacerami

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padreestamismanoche.Seguroque leda la llavealque realiceunaelecciónmásacorde con sus gustos. Y ese preciado tesoro, ese magnífico tesoro, que tantossuspirosmehacostado…¡lohabréperdidoparasiempre!¡Quédesgraciadosoy!Sinoconsigoregresaracasaantesdequesepongaelsol,mejorseráquemevayaparasiempre.Perosifueraaveralderviche…¡Vaya!Ahoradebeestarprecisamenteensuoratorio. Siempre me prefirió a mis hermanos. ¡Seguro que se apiadará de misituación!

»Lediré, en tonode súplica: ¡Tenedpiedaddemí!; y, claro, la tendrá, pero supiedadestarámezcladaconeldesprecio.

»Estemuchacho—diráparasusadentros—,siempreparecíamuydispuesto,yalosveinteaños…¡esincapazdebuscarseunamujer!Noesmásqueunsimple,quenosemerecelallavedelarmario.

»Ensimismadoenaquellasreflexionesquemehacía,andabadeunladoparaotro,sindetenermeenninguno.Lavistadeunamujermehacíaestremecer; sidabadospasos en su busca, luego retrocedía cuatro; ellas se reían enmis propias barbas ytodoslosquepasabanmetomabanporundesequilibrado.

»—¿NoeséseelhijodeOrmossuf,elpescador?—preguntabanunos.»—¿Qué estará buscando con esa cara de alucinado? ¡Qué lástima que haya

perdidolarazón!Bueno,porlomenoshayqueagradecerquenosemuestrefurioso—lescontestabanotros.

»Molestoporaquellosinsultos,abrumadodefatigayviendoqueyasehacíadenoche,optéporseguirelcaminoquemeconduciríaauncaravanserrallo,decididoaabandonarelDaghestánporlamañana,paranoexponermealamortificacióndevercómounodemishermanos seconvertíaeneldueñodel tesoroqueyo tantohabíaenvidiado.

»Como ya estaba bastante oscuro, caminaba despacio, con los brazos cruzadosencimadelpechoyladesesperación,queembargabamicorazón,pintadaenelrostro.Derepente,aldoblarlaesquinadeunacalle,vivenirdelejosaunamujerdepocaestatura,conelrostrotapado,queparecíatenermuchaprisa,peroque,parándosedeinmediatodelantedemíysaludándomecortésmente,medijo:

»—Amablejoven,¿quéoshaocurridoparacontrariarosdeesemodo?Avuestraedadyconesagallardafigura,nadadebieradisgustaros;encambio,talparecequeosabrumelatristeza.

»Aquellaspalabrasdehalagomedieronánimos,porloquetomédelamanoaladesconocida,quenosenegóaello,yledije:

»—¡Oh,estrellafavorablequeosocultáis trastanligeranubedemuselina!¿Nooshabrádestinado,acaso,elcieloparaquerijáismidestino?Buscoaunamujerquequieradesposarseconmigoestamismatardeyveniraviviramiladoenlacasademipadre;ynosédóndebuscarla.

»—Sinotenéisnadaqueobjetar,acabáisdeencontrarla—merespondió,conuntonoafableyteñidodetimidez—.Tomadme.Nosoynijovennivieja,nibellanifea,

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sinocasta,industriosayprudente.MinombreesHomaiuna,queestodolocontrariodeunaseñaldemalagüero[120].

»—¡Oh! Os acepto de todo corazón —exclamé, inmensamente feliz—, puesaunquenofueraistodoloqueafirmáisnadiepodríanegarvuestrabondad,alseguirdetalsuerteaundesconocido;porotraparte,mipadresóloexigióquelellevaraunamujerquefuerabuena.Portantoapresurémonosparaadelantaro,almenos,alcanzaramishermanos.

»Asípues,nospusimosenmarchao,mejor,echamosacorrercontodasnuestrasganas. La pobre Homaiuna no tardó mucho en quedarse sin aliento e incluso meparecióquecojeabaunpoco.Comosiemprefuibastanterobusto,lainstalésobremishombrosysóloladepositéenelsuelocuandollegamosalapuertadenuestracasa.

»Mishermanosysusnoviashabíanllegadomuchoantesqueyo,peroelderviche,que seguía comportándose como un amigo, había insistido en aguardar hasta elanochecer para celebrar una ceremonia triple y casarnos a todos almismo tiempo.Aunque mis futuras cuñadas aún no se habían quitado el velo, al comparar suespléndida estatura con la deHomaiunamepuse coloradodevergüenza.Ymuchopeormesentícuando,despuésdelmutuojuramentodefidelidad,tuvequelevantarleelveloalaqueyaeramimujer.Metemblabalamanoyteníadeseosdeapartar lamirada, pues estaba seguro de encontrarme con una diminutamonstruosidad. Pero¡vaya sorpresa tan agradable queme esperaba! Bien era verdad queHomaiuna noposeíaunabelleza tandeslumbrantecomolade lasmujeresdemishermanos,perotenía unos rasgos regulares, una fisonomía espiritual y una apariencia de inefablecandorquelahacíainteresante.Alsalami,quesediocuentadelasmaliciosasrisasdemishermanos,medijopor lobajoque estaba segurodequehabíahecho lamejorelecciónyquedebíaestarcontentodemibuenpartido.

»Cuando nos dispusimos a acostarnos, lo primero que vimos fue el fatídicoarmario,yaqueseencontrabaenmihabitación.Yapesardesentirelnaturaldeseohaciamimujer,nofuicapazdereprimirelsuspiroquesiemprebrotabademipechoalcontemplarelmisteriosomueble.

»—¿Tendré, quizá, que sufrir la desgracia de no gustaros?—dijo, tiernamente,Homaiuna.

»—Claro que no —respondí, mientras la abrazaba—; y para que abandonéiscualquierdudaalrespecto,osdiréqueestearmariocontieneuntesoroyquemipadreprometióentregarlallavequeloabreaaqueldesushijosquesemostraramásdignodemerecerlo.Peronopareceque tenga lamismaprisaquenosotrosynoacabadedecidirdeunavezaquiéndebeentregarleeltesoro.

»—Vuestro padre es sabio—comentómimujer—, y teme equivocarse. Sólo a

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vos concierne acabar con su indecisión. No olvidéis, sin embargo, que me llamoHomaiunayqueesnaturalqueostraigabuenasuerte.

»Lamaneratanllenadeafectoydegraciaconquepronuncióaquellaspalabrasmehizoolvidartotalmente,almenosporaquellanoche,lasriquezasqueacaparabantodosmispensamientos.Y si nohubiera sido elmás insensatode loshombres, nohabríavueltoaacordarmedeellas,yaqueposeíaelmásgrandeeinestimabledelostesoros:unaverdaderaamiga.Notardéenconvencermedequeelazarhabíahechomáspormíquelaprevisiónpormishermanos.Susmujereseranperezosas,llenasdevanidadysepeleabancontinuamenteentresí.PeroaunquenoapreciaranenabsolutoaHomaiuna, cuyamodestia y diligencia les encendía el rostro, siempre la elegíancomoárbitrodesusdesavenencias,puesnopodíanpormenosderespetarla.Mipadreestabaatentoatodoynodecíanipalabra;peroyoeracapazdeleersuspensamientosen las miradas que le echaba al derviche, el cual, sin sentirse cohibido, alababagrandementeamimujer.

»Un día, este último, aprovechando que ambos nos encontrábamos a solas,medijo:

»—Barkiaroj,tengounapreguntaquehaceros,alaquedeberéisresponderconlamayorsinceridad,puesmeladictavuestropropiointerés.¿DóndehabéisconocidoaHomaiuna?

»Dudéunmomento,antesderesponderle,hastaqueeldeseodesaberelmotivodesucuriosidadmellevóahablarlesinreparos.

»—¡Éstasíqueesunaaventurasingular!—exclamó—.Ymeconfirmaenlaideaquemehabíansugeridomisobservaciones.¿Nohabéisnotado,hijomío,quecuandovuestramujersepaseaasusanchasporeljardín,lasfloresalasqueseacercatomancoloresmásvivosyaromasmássuaves,yquecuandocogelaregadera,parececomosi cayera el brillante y fecundo rocío del final de la primavera? He visto cómovuestras cestas de junco adquieren un lustre y una finura fuera de lo corriente encuanto ella las sube al camello que se encargará de llevarlas al mercado. En dosocasiones ha cosido vuestras redes, lasmismas con las que habéis conseguido unapesca prodigiosamente abundante. ¡Oh!, seguro que debe estar protegida por algúnpoderosoyinn.Asípues,queredlayrespetadlacomosifueralafuentededondebrotavuestrafelicidad.

»AseguréaAlsalamiquenotendríagranproblemaenseguirsusconsejos,yaquenadieconocíamejorqueyolainestimablevalíademimujer,ymedespedídeélalpocorato,puesnecesitabareflexionarsobreloquemeacababadecontar.

»“Siescierto,comoasíparece—medije—,queHomaiunaesasistidaentodoloque hace por una potencia sobrenatural, ¿por qué no abre paramí el armario o, almenos,porquénoconvenceamipadredequemeentreguelallave?Posiblementenisiquierahabrápensadoenello.¿Deboproponérselo?¡Ah!¿Cómopuedoatrevermeatanto? Sus sabios discursos y sus celestes miradas me imponen gran respeto.Hagamos quemi corazón siga guardando la insatisfacción que produce la envidia,

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puessiellallegaraaconocermisanhelosmedespreciaría,antesqueprestarsuayudaatanmalvadosdesignios.Cuandounonohaconseguidoengañarseasímismo,sólolequedaelrecursodeescondersusviciosalosojosdelosdemás”.

»Ytrasaquellareflexión,medecidíapracticarlahipocresía,conciertoéxito,oesomepareció,durantealgúntiempo.

»Mientras tanto, en el seno de nuestra pequeña familia todo iba bien y sinpreocupaciones.Perouna tarde,enquemishermanosyyovolvíamosdevender loque habíamos pescado, encontramos a Ormossuf sufriendo un ataque de gota,enfermedadquepadecíadesdehacía algún tiempo,peroque,hasta entonces,no sehabía ensañado con él de manera tan violenta. Al momento nos sentimosconsternados, y sentándonos en cuclillas a su lado, permanecimos en un dolientesilencio, que no fue roto por el derviche ni por los dos esclavos negros que lesujetaban. Mientras tanto, mi mujer se dedicaba a prodigarle todos los cuidadosposibles,yaquemiscuñadassehabíanretiradoasusrespectivashabitaciones,conelpretextodequenoteníanelvalordecontemplartantristeespectáculo.

»Finalmente,losagudosdoloresdeOrmossufremitieron.Entonces,volviendolavistahacianosotros,dijo:

»—Queridoshijos,séyveoloquemeamáis;poresoestoysegurodeque,apesarde sentiros fatigados, no dudaréis en satisfacer una fantasía que se me acaba deocurrir. Como hoy no he comido,me apetecería tener de cena unos cuantos pecessuculentos,peroquenoseandeespeciescorrientes;cogedvuestrasredesyvedquépodéishacerpormí.Yunavezquehayáisseparadolascapturas,decidleavuestrasmujeresqueseencarguendecocinarlas.Miradquesólohabréisdearrojarvuestrasredesunavez,puesyaestardeypodríasobrevenirosalgúnaccidente.Nomehalloencondicionesdesoportarlainquietudquemecausaríaverquetardabaisenregresar.

»Nos levantamos en cuantohubo acabado sudiscursoy, ya abordodenuestrabarca,queestabaamarradacasialapuertadecasa,nosalejamosunpocohastallegaralazonaenqueelmarsemostrabamásgenerosoencapturas.Yallíarrojamoslasredes,mientrascadaunodenosotroshacíavotosporsupropioéxitoyelfracasodelos demás. Como la noche era oscura, nos resultó imposible examinar nuestrascapturas.Así pues, regresamos a casa sin saber quéhabíamos cogido; noobstante,debodecirquemishermanosdieroninequívocasmuestrasdeenvidiaalverqueyocasinopodíacaminardebidoalpesodemis redes,mientrasqueellos llevaban lassuyassingranesfuerzo.Peroaquelfracasocasiestuvoapuntodeconvertirseenunéxito, pues resultó que cada uno de ellos había cogido un enorme pescado de unaespecie desconocida, cubierto demagníficas escamas,mientras que elmío era tanpequeñoydeuncolortannegruzcoyuniformequemásparecíaunreptilqueunodelospobladoresdelmar.Nonecesitélascarcajadasdemiscuñadasydesusmaridosparasentirmeconfundidoydespechado,porloquearrojéelpezalsuelo,dispuestoa

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pisotearlo.Enaquelmomento,mimujer,trasrecogerlo,medijoaloído:»—Ten confianza, querido Barkiaroj: voy a preparar este pececillo, que tanta

desazóntecausa,paraquecompruebesqueeselmásdeliciosodelostres.»Ycomoteníatantaconfianzaenella,aquellaspalabrasconsiguieronqueenmi

corazónsehicieradenuevolaesperanza,conloquevolvíasereldesiempre.»Ormossuf no pudo pormenos de sonreír al ver aquel átomo de pescado que,

servidoentrelosotrosdos,desentonabamuchísimo.»—¿Dequiénesesto?—preguntó.»—Demimarido—contestóHomaiuna—;esunbocadoexquisito,aunquecasi

selopuedacomerunodeunavez.Dignaostomarloenseguidayqueosaproveche.¡Ojalá pueda haceros todo el bien que os deseo! ¡Que todos los votos con los querogamosporvuestrorestablecimientoseveanrealizadosencuantooslocomáis!

»—Cualquiermanjarquetudonosuratengaabienprepararmemesabrádelicioso—añadióelbuenanciano—;voyasatisfacertudeseo,queridahija.

»Ydiciendoestaspalabras,depositóensubocauntrozodelpescado.»Entoncesmihermanomayor,picadoporaquelladeferencia,exclamó:»—¡Vaya! Si sólo se trata de decir en voz alta cumplidos para agradar, nadie

puedehacerlos tanbiencomoyo:megustaría intercambiarmisañoscon losdemipadre,dándolemivigorytomando,acambio,sucansancio.

»—¡Yodigolomismo!—leinterrumpiómiotrohermano—.Yconelcorazónenlamano.

»—Puesyotampocomequedaréatrásenpiedadfilial—añadícuandomellegóelturno—; con mucho gusto cargaría, y para siempre, con la gota que atormenta anuestroqueridopadre,queesalgomuchopeorquequedarseconsusarrugas.

»Pero mientras pronunciaba aquellas palabras con la entonación propia delentusiasmo tenía la mirada baja y puesta en la mesa, por miedo a que Homaiunapudieraver lo lejosqueestabandemispensamientos.Poreso,ante lospenetrantesgritosdemiscuñadas,levantélacabezay,¡oh,inusitadoprodigio!¡Oh,milagroquetodavíadetieneloslatidosdemicorazóncadavezquemeacuerdodeél!

»Entoncesviquemishermanosestabanachacososycubiertosdearrugas,ymipadre,radiantedejuventud.

»Elespantoatenazómialma,yaquelomismoqueellostambiénhabíaformuladoundeseotemerario.

»—¡Cielos!—exclamé—.¿Acaso…?»No pude decirmás, porque los agudos dolores queme asaltaronme quitaron

hastalafuerzadelhabla,losmiembrossemeatiesaron,elcorazónmefallóycaíalsuelo,enunaespeciedetrancedelquenotardaríaenvolverdebidoalalborotoquehabía en aquella habitación. Mis cuñadas decían mil injurias a sus maridos,reprochándoles el deseo que se habían atrevido a expresar en voz alta; ellos sedefendían diciendo que sólo habían hablado por hablar, lo que no podía llamarse,propiamente,undeseo.YcomoHomaiunadijeraqueelCielo,paradesenmascarara

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los falsarios les tomaba, conmucha frecuencia, la palabra, todos se echaron sobreella,llamándolahechiceraydivamalvada,ycomenzaronagolpearla.Ormossufyelderviche, que tomaron partido por mi mujer, no fueron respetados; pero no lesimportó,puesdevolvíanelcientoporunodelosgolpesquerecibían.Elprimero,quede nuevo era fuerte y robusto, y el segundo, que no había dejado de serlo, teníanventaja sobre dos hombres quebrantados y vacilantes y sus mujeres, a quienes unfuror ciego se encargaba de anular. Finalmente,mi padre,molesto por tan indignoespectáculo y ofendido por la impiedad de susmalvados hijos, se apoderó de unadisciplinaerizadadeciennudosylosexpulsódelacasa,peronosinlamaldiciónquesemerecían.

»Durante el tiempo que duró aquella escename hubiera puesto al lado demishermanos,apesardemissufrimientos,sinohubiesesidoporquevolvíaacordarmedelallavedeldichosoarmarioyjuzguémásconvenienteparaobtenerlaelreprimirlarabiaquemedominaba.Asípues,parasofocarlosgritosinvoluntariosquemesubíana la garganta,memetí el faldón del vestido dentro de la boca ymequedé echadoencimadelsuelo,comosiacabaradeperderelconocimiento.

»Encuantomishermanosysusesposassehallaronlejosdelacasa,elderviche,Homaiuna y mi padre vinieron a socorrerme e intentaron que me levantase. Loscuidados que me prodigaban y la piedad que veía en sus miradas apenas meconmovieron, pues estaba furioso, sobre todo, conmimujer, a la que considerabaresponsable de todo lo ocurrido; así pues, tuve necesidad de toda mi fuerza devoluntadydeautocontrol,quedebíaalcontinuoejerciciodelahipocresía,parapodercontenerme.

»—Dignaos —dije con voz entrecortada de gemidos—, dignaos llevarme allecho, para aliviar mis acerbos dolores; aunque, ocurra lo que ocurra, jamás mearrepentirédehaberlibradoalqueridoautordemisdíasdetaninsoportabledolencia.

»—¡Oh! ¡Eres el único quemerece, a causa de su demostrada piedad filial, lallavedelfatalarmario!—exclamóOrmossuf—.Helaaquí—prosiguió,mientrasmelaenseñaba—;laspromesashechasamiestirpeestánapuntodecumplirseenti.Tupadreseráfelizviendotufelicidadcumplida.

»—Sólomesentiréfelizsivoslosois—dije,congratitudfingida—;pero,dadoquesufro,elreposoeselúnicobienqueansíoenestemomento.

»Alpuntomellevaronamihabitación,dondemeapetecíaenormementeestar,y,encuantomimujeryyonosquedamosasolas,ellamedijo:

»—Estoesunbálsamosalutíferoqueosaplicaréenlaplantadelospiesyqueosaliviará.

»—¡Oh!,vossíquesabéisaquéateneros—dije,mirándolaseveramente—,puesmeparecequenohaynadaquedesconozcáis.

»Homaiunanopareciódarseporaludidademimalhumor.Meaplicóelbálsamoymisdoloresremitieron.Aquelserviciomereconcilióunpococonellaylaabracéde paso, mientras me dirigía hacia el armario. Temblando de codicia, introduje la

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llave y la giré: esperaba sentirme deslumbrado por el brillo de tanto oro y piedraspreciosas como me imaginaba. Pero en lugar de aquel tesoro, sólo encontré unapequeñacajitadehierroqueconteníaunasortijadeplomoyuntrozodepergaminobiendobladoylacrado.Alveraquello,mesentíconfuso.Ylasolaenumeracióndetodos los infortunios que me habían costado lo que sólo me parecían simplesbagatelas,atenazódetalmodomicorazónquemesentíincapazderespirar.

»—No perdáis el ánimo tan pronto —dijo mi mujer—, y, sobre todo, no osarrepintáisdelapiadosaacciónqueacabáisderealizar.Leed.

»HiceloquemeaconsejabaHomaiuna,aunquenosinavergonzarmedelhechodequehubierapodidoconocermipensamiento;asípues, leíenvozalta lassiguientespalabras,escritasenbellísimoscaracteres:

»—“Toma esta sortija, que hará que seas invisible si te la pones en el dedomeñique de la mano izquierda; de este modo reconquistarás el reino de tusantepasados,gobernandocomoelmejorocomoelmásdepravadodelosmonarcas”.

»Aloíraquello,HomaiunacomenzóaoraraAlá,convoztanfuerteypenetrantequehizovibrarlahabitacióndondenosencontrábamos:

»—¡Oh,Alá!¡Alá,nodejesaesteesposoquemehasotorgadolaresponsabilidadde elegir en tamaña tesitura! Indúcele al bien, aunque yo deba permanecer parasiempreenesteestado,comounasimplemortal.Consientoennovolveraverjamásmideliciosapatriayquemisdíastranscurranenelexilioenquemeencuentro,contal quemi queridoBarkiaroj se convierta en el bondadosomonarca anunciado poresteescrito.

»Viendo el brillo que brotaba de los ojos de Homaiuna y el resplandor de sufiguramientrasoraba,caía suspies,conel rostroen tierra,y, trasunmomentodesilencio,dije:

»—¡Oh,vos,aquiennomeatrevoamirar,conducidmispasosporlasendaqueseabreantemíyojaláquevuestrogenerosodeseopuedaversecumplido!

»—Será lo que haya sido escrito —declaró, ayudándome a levantarme conademanestiernosyllenosdedulzura—.Peroapesardeello,ponatenciónaloquevoyadecirte,porqueesperoquemispalabrasquedengrabadasentucorazón.Noteocultarénadadeloqueamíconciernenideloquedebashacer,resignándomeamisuerte.

»Y diciendo esto, suspiró profundamente y comenzó su narración, tal y comosigue:

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HISTORIADEHOMAIUNA

»—Estoy enterada, hijo de Ormossuf, de que vos y el derviche Alsalamipensabais que me hallaba protegida por alguna Inteligencia Celeste. ¡Cuán lejosestáis de adivinar mis gloriosos orígenes! Soy la mismísima hija del granAsfendarmod, elmás famoso, elmás poderoso y, ¡ay!, elmás severo de todos losperís,yvinealmundoenlasoberbiaciudaddeGiauhar,capitaldeldeliciosopaísdeShadukán,encompañíadeunahermana,alaquesepusoelnombredeGanigul.Lasdosfuimoscriadasjuntas,loqueaumentólamutuaternuraquenosunía,apesardeladisparidaddenuestrostemperamentos.Mihermanaeradulce,lánguida,tranquila,ysólo buscaba el encanto de la ensoñación poética; yo me sentía viva y activa ysiempreestabaintentandohaceralgo,sobretodoelbien,cuandosemepresentabalaocasión.

»Cierto día, nuestro padre, a quien nunca habíamos sido capaces de mirar sinsentirnos sobrecogidas y que no parecía prestarnos gran atención, dispuso que nosacercáramosasuresplandecientetrono.

»—Homaiuna y vos,Ganigul—dijo—, he visto y comprobado que la belleza,patrimonio comúnde la raza de losperís, se halla por igual en vosotras dos; perotambién he observado que vuestras inclinaciones no se parecen en nada. Estadiversidaddecaracteres seda siempreyesalgoquecontribuyealbiencomún.Osencontráisenlaedadenquepodéisfiarosdevuestrocorazónydecidirlamaneraenque habréis de pasar la vida. Hablad. ¿Qué puedo hacer por vosotras? SiendosoberanodelaregiónmásmaravillosadelGinnistán,enlaque,talycomosunombreindica[121], deseo y placer, con tanta frecuencia separados, se dan, casi siempre,juntos, sólo necesitáis pedir cualquier deseo para ver que se hace realidad.¡Homaiuna,habladlaprimera!

»—Padre—declaré—,megustalaacciónysocorreralosmiserablesyhacerlosfelices.DisponedquemeconstruyanunatorredesdelaquepuedavertodalaTierrayenterarmedeloslugaresenquesenecesitemiasistencia.

»—Hacer siempre el bien a los hombres, criaturas volubles e ingratas, es tareamásduradeloquecreéis—comentóAsfendarmod,ysedirigióamihermana—.¿Yvos,Ganigul?¿Quédeseáis?

»—Simplemente el dulce reposo —contestó ella—. Si dispusiera de un retirodondelanaturalezahiciesegaladesusencantosmásseductores,ydelquehubieransido erradicadas las artes de la envidia y las pasiones turbulentas, y se hallasehabitado por la dulce voluptuosidad y la atrayente molicie, entonces me sentiríacontentaybendeciríaadiariolaindulgenciapaterna.

»—Yoosconcedovuestrosdeseos—dijoAsfendarmod—;yahoramismopodéispartir a vuestros respectivos lugares. Con sólo mirar a las Inteligencias que meobedecen, he podido disponerlo todo para que sea como decís. Ahora partid.Volveremos a vernos. Bastará con que os paséis por aquí o con que yo vaya a

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visitaros. Pensad, sin embargo, que cuando nosotros, habitantes de Shadukán,tomamos una decisión como la que acabáis de tomar, ya es para siempre; la razacelestealaquepertenecemosnadadebeconocerdelosinquietosdeseos,nimuchomenosdelainsatisfacción,quetantotormentocausanaladébilHumanidad.

»Tras aquellas palabras, mi padre dio a entender, con un gesto, que nosretiráramos, y, al instante, me encontré en el interior de una torre levantada en lacumbredelmonteCaf.

»Ensusparedespodíanverseinnumerablesespejos,quereflejaban,aunqueconlavaporosaneblinadelossueños,milescenasdiversasqueacontecíansobrelaTierra.ElpoderdeAsfendarmodhabíaeliminadolasdistancias,consiguiendonosóloverlasimágenessino,también,oírlossonidosylaspalabrasdelosseresanimadosalosqueunodirigíalamirada[122].

»"Laprimeraescenaque,decasualidad,suscitómiatención,mepermitióverunespectáculoquemellenódejustacólera.Unamadrastraimpíaintentabapersuadirasumarido,mediantecariciascalculadasyartificiososdiscursos,dequeentregasesuhijaenmatrimonioaunnegrodeforme,quien,segúnella,habíaintentadoarrebatarlelainocencia.Lajovenvirgen,comolaazucenaheridaporlapodadera,inclinabasuhermosacabeza,esperando,conunapalidezmortal, lasuertequenosemerecía;elmonstruo al que la iban a entregar, con ojos de basilisco y lágrimas de cocodrilo,pedíaperdónporlaofensaquenohabíapodidollevaracaboconlajoven,mientrasocultabaensucorazón,tannegrocomosurostro,loscrímenesquehabíaperpetradocon su madrastra. Con un simple vistazo pude ver todo aquello reflejado en susrostrosymetransportéconlaceleridaddelaluzhastaellugardondesucedíaaquellaescena. Toqué con mi varita invisible (en la que se halla concentrada, de maneramisteriosa, la energía celeste, patrimonio de la superior estirpe de los perís) a lamalvadamujeryasuvilprotegido.Alinstantecambiarondetonoysemiraronconfuror,acusándoserecíprocamenteydescubriendosujuego,demanerataninfamequeelmarido,enajenadodeira,acabocortándoles lacabezaaambos.Actoseguido,seacercóasutemblorosahija,derramandosobreellalágrimasdeternura,y,despuésdebuscaryencontraraunhombre tan jovenyhermosocomoella,hizoquesecasaraconélsinpérdidadetiempo.

»Yo me retiré a mi torre, muy satisfecha de realizar una acción tan justa yequitativaquehabíatenidocomoresultadolafelicidaddedosseresamables,ypaséunanochedeliciosa.

»Nadamásdespuntareldíamefuiacontemplarlosespejos.MedetuvedelantedeunoquemepermitíavercompletamenteelharéndeunsultándelaIndia.Allí,enun soberbio jardín, se encontraba una mujer bellísima, de estatura majestuosa yaltaneroyorgullosoporte,queparecíapresadegranagitación.Sepaseabaconlargospasosporunaterraza,mirandohaciatodaspartesconunainquietudquesóloremitió

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aldivisarauneunuconegroquesedirigíahaciaella,visiblementesolícito.»—Vuestras órdenes han sido cumplidas, reina del mundo —dijo, con una

profundareverencia—;laimprudenteNurjehanhasidoencerradaenlaGrutaNegra.El Sultán no la buscará en ese sitio; y esta misma tarde se alejará para siempre,cuandoselalleveelmercaderdeesclavosconquienhehablado.

»—Aunquesólohabéiscumplidoconvuestraobligación—contestó ladama—,no dejaré de recompensaros con liberalidad. Y ahora contadme cómo pudisteisapoderarosdemiodiosarival,sinqueellagritarayalarmaraalaguardia.

»—La abordé nada más salir de los aposentos de nuestro dueño y señor, conquienpermanecióhastaquesequedódormido—respondióeleunuco—.Cuandosedisponíaaretirarsealossuyos,yo,másrápidoqueelrayo,laagarroy,enrollandoasualrededorlaalfombraquehabíaconseguido,melallevoalaGrutaNegra.Unavezallí, para consolarla un poco, le conté que aquella misma noche se iría con unmercaderdeesclavos,elcual,posiblemente,podríallegaravenderlaaotrorey,conlo que mejoraría su suerte. Tranquilizaos, os lo ruego, mi querida señora, pues elSultán, nada más despertarse, vendrá a vuestro lado, ya que a pesar de susinfidelidadesaúnsoislasoberanadesucorazón.

»—NoqueríacompartirloconlaindignaNurjehan—selamentóladama—;peroyaquemesientovengada,disimularémidolor.

»Aquellaconjuranofuedemiagrado,porlamaneraenquehabíasidollevada;por tanto,decidíprotegeraaquelladesgraciada,víctimade loscelos.Voléhasta laGruta Negra, abrí una estancia secreta, en donde se encontraba Nurjehan, y, trassumirlaenunprofundosueño,larodeédeunanubequelahacíainvisible.Enaquelestado la llevé al lado del Sultán, que aún dormía, y emprendí el vuelo hacia lainmensaciudadquelindabaconelpalacioimperial.

»Paséelrestodeldíavolandoporencimadecallesycasasyvimuchascosasquenomarchabanmuybienquedigamos,peroquedecidíenmendar.Sinembargo,sentícuriosidaddesaberquéocurríaenelharén,porloqueaquellamismanochevolvíaél.Ycuálnoseríamisorpresaaldivisar,bajolaluzdemilantorchasqueiluminabanunainmensasala,elcuerpodelaaltivadamaquehabíavistoaquellamismamañana,dentro de un ataúd de madera de áloe[123], totalmente cubierto de moretones. ElSultán tan pronto se sumía en muda aflicción, vertiendo un torrente de lágrimas,como,echandoespumaporlaboca, jurabaquedescubriría lamanoatrozquehabíatruncado los días de su favorita. Todas sus esposas, dispuestas en círculosconcéntricosalrededordelestradofúnebre,sollozabansinfrenoalguno,haciendoconsusentrecortadasexclamacioneslosmásconmovedoreselogiosaladifuntasultana.Nurjehannosequedabaatrásenexpresarsudoloryprodigarsusalabanzas.Lamiréfijamente, leyendo en su corazón y revistiéndolo con mi oculta influencia. Almomento,ruedasobreelpisocomounaposesa,seacusadehabervertidovenenoenlacopadeunsorbetequepreparabanparasurivalyañadequesi llevóacaboactotan atroz fueporque soñóque la favorita lahabía encerradoen laGrutaNegra, en

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espera de entregarla a unmercader de esclavos. El Sultán, furioso, dispone que lallevenfueradesupresenciayquelaestrangulenalmomento.

»Pensandoquelomejorseríaquetodosedesarrollasedeaquellaforma,regreséamitorre,untantoconfusaypensativa.

»¡Ah!—medije—.¡CuántarazónteníaAsfendarmodaldecirquehacerelbienaloshombreseraunatareapenosa!Peroloquenomedijoesquenuncasesabesialpretenderhacerelbiennoacabaráunohaciendoelmal.Heimpedidounavenganzaque resultaba excesiva por deber su inspiración a los celos, pero he sido laresponsablededejarenlibertadaunafuriaque,desatadaporloquecreíanosersinoun sueño, ha cometido un horrible atentado. ¡Cuán perversas son las criaturas dearcillaalasqueheprodigadomisatenciones!¿Noseríamejorquesedevoraranentresí y vivir comomi hermana, disfrutando de la felicidad que es patrimonio de unanaturaleza tan perfecta como la nuestra?Pero ¿qué digo? ¿Acaso puedoya elegir?¿No dijo mi padre que la decisión que tomáramos sería irrevocable? ¿Qué haré,entonces?Nosiempreserécapazdeleerenloscorazonesdeloshombresalmirarlesalacara,porqueaunquelasgrandespasionessedelatenporsussignosexternos, lamalicia premeditada permanecerá oculta amimirada.Y aunque, por otra parte, sibien es cierto que mi misteriosa influencia aviva los remordimientos e impele aconfesar los crímenes, pero sólo si ya han sido cometidos, no puede descubrir lasnegras intenciones; y lasmías, por limpias que sean, podrían causar desgracias sincuento.

»Aquellas consideraciones que me hacía me atormentaban de día y de noche;permanecíaenlatorresinsaberquéhacer;yapesardequelosacontecimientosqueobservabamemovieran a compasión o a un deseo de justicia, el temor a cometeralgúnerrorconseguíarefrenarmisimpulsos.Siveíaaunvisirurdirvilescábalasparacausar laperdicióndequienpodía ser su rival, empleando tanto la lisonjacomo lacalumnia,mesentíaobligadaalevantarelvueloparahacerfracasarsusplanes;pero,alinstante,mecontenía,alpensarquesucompetidorpodríasertanmalvadocomoélyoprimiralpueblotodavíamás,loquemeexpondríaaoír,enelgrandíadelJuicioFinal,miles de voces clamando contramí: “¡Alá, vénganos!”.Ydebodecir que elcurso de los acontecimientos, que observaba con atención, casi siempre justificabamisprevisiones.

»Ciertodía,pocodespuésdeposarmisojosenlaflorecienteciudaddeShirazydefijarmeenunacasaquedestacabade lascircundantesporsupulcritud,viaunamujerdebellezatandiscretaygraciatannaturalquemeprendédeella.Acababadeentrarenunahabitaciónuntantoabigarradadeadornos,enlaqueseencontrabaunpequeñooratoriodonde sehabíaarrodilladopara rezarconun fervorque resultabaedificante. En aquel preciso momento, su marido, sin previo aviso, echó abajo lapuerta,queestabacerradapordentro, la cogióde loscabellosyextrayendode sus

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vestiduras un látigo de cuerdas comenzó a descargarlo sobre ella. Ante aquellabarbarie no pude contenerme, por lo que me apresuré a prestar mi socorro a lainfortunada, llegandoa su ladoenelprecisomomentoenqueunsonoroestornudoretumbaba en un trastero que servía para guardar esteras de la India. Al oír aquelruido,elmaridoechaacorrerysacadeloscuroreductoaunfeoyrepulsivofaquir.Suscabelloserancresposysucios;subarba,rojizayrepugnante;supiel,oliváceayaceitosa;sucuerpo,casidesnudoycubiertodecicatrices.Elfuriosopersanoparecíamenosconfusoqueyoalavistadeaquellaaparición.Lamiróduranteunmomento,sindecirnada,yexclamó:

»—Asíqueéstees,infame,elbellogalánqueoscautiva.Biensabíayoquehabíaun hombre con vos, pero no esperaba toparme con semejante monstruo. Y tú—prosiguió, dirigiéndose al faquir—, ¿cómo has tenido la impudicia de venir hastaaquí?

»—Hevenido—respondióelhipócrita,sininmutarse—ahacerloqueavosseosdamejorqueamí.Laflagelaciónesunaobrameritoria,puestoquemaceraelcuerpoy, consiguientemente, hace que el alma se eleve al cielo. Me disponía aadministrárselaavuestraesposa,quemeconfíasuspequeñasdolenciasespirituales,paralocualhabíatraídoesteadminículodepenitenciaquepodéisver.Perocomovosos habéis adelantado, por hoy ya ha recibido lo suficiente; así pues, con vuestropermisomeretiro.

»Y mientras hablaba, sacó de una especie de cinturón, que llevaba por todavestimenta,unalargadisciplina,muyrenegrida,ydiounospasoshacialapuerta.

»Demanerarefleja,elmaridolecerróelpaso,puessesentíaconfusoeinseguro.Sumujer,dándosecuenta,searrojósinperdertiempoasuspies.

»—¡Ah!,queridoesposo—exclamó—,acabaddeunavezconmigo,peronoosperdáisatacandoaestehombredebien,amigodenuestroSantoProfeta.¡Disponeosasufrirlamaldiciónquecaerásobrevossiosatrevéisahacerlecualquierultraje!

»—¿Quésignifica todoesto?—dijoelpobrepersa,vacilanteycasiconvencidode la inocencia de su mujer—. No me asusto tan fácilmente. Cesad en vuestroslamentos y decidme cómo ha conseguido llegar hasta vos este pretendido santo ydesde cuándo le conocéis. Me dará mucho gusto pensar que no sois tan culpablecomo me pareciera en un primer momento; pero exijo detalles y, sobre todo,sinceridad.

»Notardóenversesatisfechodeambaspeticiones,puesenaquelmomentotoquéconmivaritaasupérfidaesposa,lacualseincorporó,fueradesí,diciendo,convozchillona:

»—Sí, amo con locura a este vil seductor ymuchomás de lo que jamás hayapodidoamarteati,¡oh,tú,quetiranizasmivida!Másaún,cienveceshebesadosusojos legañosos y su boca amoratada; en una palabra, a un mismo tiempo le heentregadotusbienesymipersona.Acambio,élmehaenseñadoaburlarmedeAláysu Profeta, a proferir las blasfemias más infamantes y a ridiculizar las cosas más

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sagradas.Sabíaquemehacíasespiaryorabaparaquenomedescubrieras,peronohabía pensado que pudiera producirse este accidente tan tonto. Éstos son miscrímenes: tanhorriblesmeresultanquenohe tenidomásremedioquerevelártelos.Quemicómplicenieguelossuyos,siesqueseatreve.

»Elfaquir,quesehabíaquedadomudo,abriólabocapararesponder.Noséloquepodría haber llegado a contar, pues no me molesté, siquiera, en someterle a miinflujo.Decualquiermodo,elenfurecidopersanolediotiempoapronunciarniunasílaba,pueslocogióporlacinturaylearrojódesdeloaltodeunbalcón,caminoque,acto seguido, tomaría también sumujer.Como la alturaeraconsiderableyelpatiodonde cayeron estaba pavimentado de piedras puntiagudas, ambos quedarondestrozados.

»Cuando,pensativa,volvía,trasaquellance,amicasa,pudeescucharunosgritosquepedíanayudayquesalíandeunespesobosque.Medirigíhaciaaquellugaryviaun joven,más hermosoque los ángeles del séptimo cielo, atacadopor tres negros,cuyos resplandecientes sables ya le habían ocasionado varias heridas, y que lepreguntabaninsistentemente:

»—¿Dóndeestávuestrohermano?¿Quéhabéishechodevuestrohermano?»—Bárbaros —respondió—, se encuentra, ¡ay!, en el lugar adonde queréis

enviarme.Vosotrosleasesinasteisyahoraqueréishacerlomismoconmigo.»Aquellaspalabrasmeconmovieron.Ylacomposturadequienlaspronunciaba,a

pesar de estar asustado,me pareció tan interesante queme sentí obligada a tomarpartido por él. Pero cuando me disponía a quitárselo a sus enemigos, que habíanconseguidodesarmarle, aparecióotro joven, cubiertode sangre,quea rastrashabíasalidodeentreunasmalezas.

»—Amigos—dijoconvozmuydébilalosnegrosquecorríanasuencuentro—,llevadmesinpérdidadetiempoalpalaciodemiqueridaAdna,paraquepuedagrabarsu rostro en mi última mirada. Y ojalá que el Cielo tenga a bien concederme eltiemposuficienteparacasarmeconella.Ésaseríalamejorformadevengarmedemihermano, que me ha asesinado para impedir este matrimonio y, así, quedarse contodosmisbienes.Yaveoqueoshabéisenterado,aunquedemasiadotarde,desuatrozproyecto,yqueyahacomenzadoa recibir su justocastigo.No le socorráis.Dejadquesusangresigavertiéndoseenestelugartanalejado,puesnoestamosobligadosaprestarleayuda.

»Losnegrosobedecieronysellevaronasuseñor;atrásquedóelcriminal,tiradoenelsuelo,pálidoyhuraño,comosifueraunespectroreciénsalidodelinfierno.Yyonomesentíobligada,enabsoluto,aconcederlemiayuda.

»Aquellasdosaventurasacabarondeconvencermedequeeramuyposibleque

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misactosdecaridadnofuerandirigidosaquienes lomerecían.Poresomismo,medispuse a apelar a la justicia de Asfendarmod para referirle el cambio que talesacontecimientoshabíanoperadoenmicorazón.

»Sinembargo,comoconocíasuextremadaseveridad,penséqueseríamejorparamí hallarme en compañía demi hermana, por lo cual abandonémi torre y alcé elvuelohaciadondevivía.

»La morada que Ganigul pidiera a mi padre respondía perfectamente a susaspiraciones. Era una isla de pequeñas dimensiones, en la que un río, de aguastransparentes y márgenes cubiertas de espinos en flor, formaba siete círculosconcéntricos.Enelespacioquequedabalibreentrecadauno,lahierbaeratanfrescaque,conmuchafrecuencia,lospecesabandonabanlaplateadaondaparairadisfrutarde sus delicias. Diversas especies de animales herbívoros pastaban en aquellosprados,repletosdeflores.Ylafaunaquelapoblabaseencontrabatanagustoeneláreaquelehabíasidoasignada,quenopensabaenfranquearsuslímites.Todalaislaera,almismotiempo,parterreyvergely,por loentrelazadasdesusramas,dabalaimpresión de que arbustos odoríferos y árboles frutales se hubieran hecho muybuenosamigos.Lasfloresmásdelicadasalfombrabanlasplayas,recubiertasdepolvodeoropuro.Unemparradodenaranjosymirtos,alqueservíadeempalizadaunsetode rosas de tamaño gigantesco, venía a ser el palacio de mi hermana, adonde seretiraba a pasar la noche en compañía de otras seis perís, que habían decididocompartir su destino.Aquel delicioso reducto se hallaba enmedio de la isla y eraatravesado por un arroyuelo formado por la filtración de las aguas. Y como susprecocesondascorríanporunterrenodegravaquenoeratotalmenteplano,creabanun murmullo que iba perfectamente acorde con los melodiosos cantos de losruiseñores.Aambosladosdelarroyuelopodíanobservarseunoslechosformadosporpétalos de flores y plumas de todos los colores, dejadas caer de sus ligeroscuerpecillosporlospájaros,queinducíanalmásvoluptuosodelossueños.Aquéleraellugar[124]dondeGanigulseretirabaadescansar,aunqueenalgunaocasiónfueraenplenodía,paraleeragustolosMaravillososanalesdelosyinns, lascrónicasdelosmundospasadosylasprofecíasdelosquehabíandellegar.

»Despuésdelosdíastanagitadosquehabíavividoenmitorre,meparecíaqueenaquellamorada tan tranquila acababa de nacer a una nueva vida.Mi hermanamerecibiódemilamoresysusamigasnofueronmenossolícitasqueellaa lahoradeprocurarme todo tipo de diversiones. Lo mismo competían corriendo con losanimales más veloces, que sumaban sus celestes voces al canto de los pájaros;jugueteabanconlascabrasqueseapresurabanaofrecerlessusubresllenasdeleche,al igual que las ovejas y las vacas; y competían en agilidad con las vivarachasgacelas.De todos losanimalesque,de talsuerte, lesproporcionaban todos losdíasmateriadeentretenimiento,sinolvidaralfielycariñosoperronialflexibleyligero

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gato,ningunoresultabatanencantadorcomounpequeñoleikiquenodejabaniasolniasombraalaafortunadaGanigul.Elgorjeotandivinodelportentosopájaroylosbrillantescoloresde suplumajenovalíannada si secomparabancon laextremadasensibilidadde su corazóny con el instinto sobrenatural queunapotencia superiorhabía tenido a bien otorgarle. Ya reposara en el seno de su dueña o revolotearaalrededordelosmirtosqueledabansombra,nodejabadearticularversosquenuncase repetían, ni de estar atento a todos sus movimientos, como si esperaseardientemente recibir sus órdenes. El batir de sus alas expresaba lo alegre que sesentía cuando su celo entraba en acción; volaba como el rayo para ir a buscar lasfloreso los frutosqueGanigul lepedíayque le traíaensupicoencarnado,que,acontinuación,insinuabaamorosamenteentresuslabioscomopremioasusfatigas.Avecesyotambiéneraobjetodesuscaricias,alasquecorrespondíaequitativamente,perosuspirandoporcarecerenmisoledaddeuncompañerocomoél.

»Entretanto, mi hermana me había recordado, de manera muy acertada, que,como por aquel tiempo tenía lugar la gran asamblea de la estirpe de los perís,presidida desde siempre por Asfendarmod, se imponía dejar la visita que ambashabíamospensadohacerleparaotromomentomáspropicio.

»—QueridaHomaiuna—medijociertodía—,conocéislaternuraquesientoporvos y bien sabéis que nada deseo como vuestra compañía. ¡Pluguiera al cielo quehubieraiselegido,comoyo,lapazytranquilidaddeestamorada!¡Ojaláquenuestropadre os permitiera compartir sus delicias! Mientras tanto, os aconsejo que noabandonéis tan pronto el género de vida que habéis tomado, pues quizá encontréisalgo que no esperáis y que os resulte satisfactorio; si no, dispondréis de nuevasrazonesquecontarlealseveroAsfendarmodalahoradepedirsudispensa.Encuantoalmomentodevuestrapartida,dilatémoslolomásquepodamos:gozadenestelugardemiamistadydecuantonosrodea.Heexcluidodemimoradalasartes,puestoquelanaturalezameprodigasusdones;poseotodoloquehabíadeseadoymásaún,puesnoteníaniideadelpresentequemedispensóunafortunadoazar.

»—Sinduda,osreferísavuestrobienamadopájaro—dije,conmovida—.¿Cómopudisteishacerosconél?

»—¡Oh! Os contaré la historia con muchísimo gusto —respondió—, puessiemprequepiensoenellamedagranplacer.Ciertodía,enquemehallabasentadaala sombradeaquellas frondosas lilasquedesprenden tanagradablearoma,observéque,derepente,elcielosevestíaconcoloresmásvivosytonosmásrosadosquelosdelaauroramásbrillante.Unaluz,cuyaintensidadnopodríadescribiros,derramabaasualrededoralegríaycontentoinefables.Parecíavenirenlínearectacomodeunaespecie de santuario, como del mismísimo trono, si se me permite decirlo, de lapotenciasuprema[125].Almismotiempo,pudeescucharunosacordesquerebosabanarmoníadivina,sonesarrebatadoreseimprecisosqueseperdíanenelsenodelaire.

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Unanubedepájaros,casi imperceptible, llenóporcompletoel firmamento.Loquemehabíaproducidoaqueléxtasiseraelmurmullodetantísimasalas,unidoaldesucanto.Ymientrasmialmaestabainmersaenlacontemplacióndeaquellamaravilla,unpájaroseseparódelgrupo,cayendo,comoextenuado,amispies.Lorecogíconternura y lo mantuve en mi seno para infundirle calor, dándole ánimos para quelevantaraelvuelo;peroélnoquisodejarme.Siempreregresabaamíymehacíacreerque dependía de mis cuidados. Como veis, su forma es la del leiki, pero suscualidadesinternasigualanalasdelosseresmásfavorecidos.Unainspiracióncelesteparecedominar sucántico, su lenguaes ladelEmpíreoy las sublimespoesíasquerecitadebenparecersealasquelasbienaventuradasInteligenciasdeclaman,sinduda,en el seno de la gloria y de la inmortalidad. Resulta lo más maravilloso de estacomarcaenlaquetodoes,ensímismo,puroprodigio,ymesigueymesirvecomoelesclavomássumiso;siyosoyelobjetodesureconocimientomástierno,élloesdemiadmiraciónydemiscuidados.¡Ah!¡Concuántoaciertoselellamaelpájarodelamor!

»Aquellas últimas palabras me causaron una gran turbación que apenas pudeocultar.Laenvidiaseapoderódemialma.Ahoracreoquedebídeadquirirlacomoresultado de mis contactos con la Humanidad, pues, hasta entonces, aquellaenvilecedorapasión era desconocida entre nosotros.Todo contribuía a convertir encáusticamitristeza,siempreintentabaestarsolaynomesoportabaniamímisma.Alanochecerdejabalafloridaperennidaddelaenramadademihermana,paraerraralazarenlainsondableespesura.Entoncesmesoliviantabalabrillanteluminosidaddelas luciérnagas, pues las había amiles.Hubiera deseado aplastar aquellos insectos,cuya maravillosa facultad y portentosa constelación admirase antaño. Pues a misvergonzosasensoñacionesloqueleibaeralaoscuridad,ynolaluz.

»¡Oh,Ganigul!—medecía,enajenada—.¡Quéfelizsoisvosyquémiserablemesientoyo!¡Quédiferenciaentreestaapacibleislaymitorre,entrevuestrastranquilasdistracciones y mi continuo trajinar, entre estos objetos, siempre risueños, y estosanimales inocentesy fielesqueos rodeanyaquella tierra injusta, llenadehombresperversos e ingratos, que siempre contemplo en cuanto abro los ojos! Ya que nocarecéisdeamigasdispuestasaagradarosydeunnúmeroinfinitodecriaturasqueossirvendedistracción,¿porquénovoyyoapoderquedarmeconésta,queseríacomotenerlotodo?¡Sí!¡Latendré!¡Yoslaquitaré,pues,sinduda,osnegaríaisadármela!Lallevaréconmigo,yaqueesteencantadorlugarosservirádeconsuelo.

»Yaunqueenprincipio rechazara,horrorizada, la ideadeaquel crimen,pocoapocome fui acostumbrando a ella y no tuve que esperarmucho para encontrar lafunestaocasióndeperpetrarlo.

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»Undía,enquemeencontrabasolaenunbosquecillode jazminesygranados,llegóelleikienbuscadeflores.Lollaméyvolóamiencuentro;actoseguido,leatépatasyalasconunjunquilloyloocultéenmiseno.Cuandomedisponíaaemprenderelvueloquedelataríamihuida,escuchélavozdemihermana,quemellamaba.Meparecióquetodosemeveníaencimayfuiincapazdedarniunsolopaso.

»—¿Quéqueréisdemí?—dije,contonolastimero.»—¡Ah! Pero ¿por qué buscáis de esa manera la soledad?—dijo con ternura

Ganigul,apresurándoseallegaramilado—.Ennombredenuestraamistad,dejadmecompartirvuestraspenas.

»—¡No!—exclamé,completamenteturbada,mientrasseguíaapretandocontramisenoalpájaro,quenodejabadeestremecerse,paraimpedirlequecantara—.No,noosmolestarémásconmipresencia.Adiós,mevoy.

»Apenas hube pronunciado aquellas palabras, una nube negra y espesa veló elfirmamento, apagando los colores de la brillante vegetación que me rodeaba, altiempoqueelaireresonabaconlosfuroresde la tormenta.Entoncesmipadrehizoactodepresenciadesdeloaltodeunmeteorocuyaterriblereverberaciónobligóaquetodoloquemerodeabaadquirieseunaaparienciallameante.

»—¡Detente, desventurada! —exclamó, refiriéndose a mí—. ¡Detente ycontemplalainocentevíctimaqueacabasdeinmolaratubárbaraenvidia!

»Medetuvey,¡oh,quéhorror!,comprendíqueacababadeasfixiaraaquelpájarotanmaravillosoalquetantoquería.

»En aquelmismomomento, se hizo la oscuridad enmimente, vacilé y caí alsuelo,comoprivadadevida.

»CuandolagraveypenetrantevozdeAsfendarmodmedevolvió,nuevamente,elusodelossentidos,yanoviniamihermananiasusamigasniasufatalleiki.Meencontrabaasolasconmiinexorablejuez.

»—¡Hija criminal! —me increpó—. Ve a arrastrarte sobre esa tierra, cuyosasuntossólocompetenaAlá,delaquetúsólohastraídosusvicios.Tómateeltiempoque desees para examinar a los hombres antes de decidirte a protegerlos. Aunqueconservesalgunosdelosprivilegiosinherentesatuser,teverásexpuestaalamayorpartedesuspeoresymáscruelessufrimientos. ¡Eh! ¡Vosotros,vientosmisteriosos,potenciasinvisiblesqueejecutáismisórdenes,llevadlahastalatenebrosamoradadeloshumanos!¡Ojaláquemedianteelejerciciodelapacienciaylaprudentesabiduríaseacapazdemerecerdenuevonuestrasluminosasmoradas!

»Ante tan fulminante sentencia, caí, aterrorizada, de rodillas, y, sintiéndomeincapazdehablar,levantélasmanoshaciamipadre,comomudosignodeimplorarsuayuda; pero un torbellino, que no parecía carecer de consistencia, me rodeó y,

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alzándomedellugarenquemeencontraba,meprecipitóhacialaTierra,sobrelaqueestuvecayendoporespaciodesietedíasysietenoches,sindejardedarvueltasensuinteriordurantetodoaqueltiempo,alfinaldelcualfuidepositadasobrelacúpuladeun palacio que dominaba una inmensa ciudad. Gracias a ello supe que ya habíallegadoamidestinoyacepté,humildemente,lasuertequehabíamerecido.

»Enseguidamepuseaexaminarellugardondemeencontrabaysusalrededores,yloprimeroquemellamólaatenciónfueelairetanlúgubrequeserespirabaentodala ciudad; hombres,mujeres, niños y ancianos llevaban ceniza en la cabeza y, portodaspartes,corríancomosituvieranprisa.Pocoapoco,sefueronagrupandoenlaplaza que estaba frente a palacio y allí se quedaron, en espera de algún sucesoextraordinario.Comonoestabaseguradehaberconservadoeldonquemepermitíatransportarmeallugarquemeapeteciera,formuléeldeseo,conunpocodemiedo,deencontrarme entre aquella muchedumbre. Al momento estuve al lado de un graneunuconegroqueintentabamantenerelorden,golpeandoconsubastónadiestraysiniestra.Apesardesuaparienciaruda,sufisonomíameagradó,porloquedeseéquepudieraverme,loque,enefecto,seviocumplidopuntualmente.

»—¿Quéhacéisaquí,jovencita?—dijo,entonoentreamistosoydereprimenda—. ¡Y sin velo! ¡Cómo si hubierais perdido la mollera! Y, sin embargo, parecéiscomedida, si nome engaña vuestro porte. Seguidme ahoramismo a palacio, puespocolefaltaríaaestachusmaparadecidirsea insultaros.Además,meencantan lasaventurasyasívospodréiscontarmelasvuestras.

»Incliné la cabeza en señal de sumisión y cogiéndole de la ropa me decidí aobedecerle. A fuerza de golpes fue abriéndose camino. Los soldados me dejaronpasar,ainstanciassuyas,yasíllegamosasushabitaciones,queseencontrabanmuyaseadas.

»—Sentaos—indicó—;debéisdesentirosfatigada.Enestemomentomeresultaimposible tener el placer de escuchar una historia que resulte larga; decidme,solamenteyenpocaspalabras,quiénsoisycómopudisteisencontrarosenmitaddelpopulacho,mediodesnuday,porloquemepareció,sola.

»—Soy—dije— ladesdichadahija deunpoderosísimopríncipequevivemuylejosdeaquí.Alguien,aquiennoconozco,mehaarrancadodesulado,haciéndomeviajardurantevariosdías,contantapremuraquenohepodidocontemplarlarutaquetomábamos;finalmente,mehadejadoaquíenelestadoenquemeencontrasteisyenel que me veis, menos desgraciada de lo que hubiera pensado si es que logroconseguirvuestrainapreciableprotección.

»—Es innegable —comentó Gehanguz, que así se llamaba el eunuco— quevuestro atavío es muy bonito; además, tenéis cierto aire de grandeza que va muyacordeconloquecontáisacercadevuestronacimiento;perosedsinceraydecidmesi,acaso,vuestrosraptoresoshanultrajadoenelcamino.

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»—¡Oh!¡Enabsoluto!—respondí—.Setratabadeunasuntodevenganzayyasesabequeeldeseodehacerelmalimpidealcorazónsentirseatraídoporotrotipodepasiones.

»—Bien. Por el momento, creo que es suficiente—dijo Gehanguz—. No meparecequecarezcáisdeánimosycreoquepodréissermedetantautilidadcomoyoavos.Reposad,tomadalgúnrefrigerioyvestíosdemaneramásconveniente;volveréaverosdentrodeunashoras.

»Nadamásterminardehablar,diounaspalmadas,conloqueaparecieroncasialmomentovariasjóvenes,alasqueprodigósusinstrucciones,ysefue.

»Lasjóvenesseacercaronamí,mostrandomuchorespeto,ymecondujeronalosbaños, donde frotaron mi cuerpo con preciadas esencias, para, a continuación,cubrirmeconunvestidomuybonitoyservirmeunaexcelentecolación.Sinembargo,guardé profundo silencio, sumida, como estaba, en el abismo de mis tristescavilaciones.

»¿Qué voy a hacer? —me decía—. ¿Quedarme en este lugar al cuidado deGehanguz?Parecebuenapersonapero,enloreferentealgénerohumano,creoqueyahe aprendido a no fiarme de las apariencias. Por otra parte, en cualquier rincónhabitadode laTierraalquepudieradirigirmevolando seguiríaencontrándomeconhombresy,poresomismo,conelmismoproblema.Puestoquemerezcoelcastigoquemehainfligidomipadre,¿noseríamejorsufrirlodeunavez,abandonándomealasuerte,ynoservirmedemispoderessobrenaturalesmásquecuandomeresultenimprescindibles?Además,losterriblesejecutoresdelasórdenesdeAsfendarmodmehandejadoeneste lugar.Razóndemásparaquedarmeenél, intentando,medianteuna resignación sin límites, volver a merecer las bienaventuradas regiones cuyaentradanomeestarávedadaeternamente.

»Elsueñonotardóencerrarmispárpadosy,entonces,unafortunadosueñomedevolvióaShadukán:meencontrabaal ladodeGanigul,debajodesuenramadadenaranjosymirtos;ellamemirabacontristezaycompasión;asualrededorvolabaelleiki, dando gritos lastimeros; cuando intentó calmarlo, yo me eché a sus pies.Entonces, ellame tomó entre sus brazos y, con suma ternura,me apretó contra suseno.Enaquelmomento,yenmediodeléxtasisdeaquelabrazo,medespertólavozdeleunuco.

»—Venga—dijoconsusmodalesbruscos,aunquenodeltododesagradables—,hablemosunpocodevuestrosasuntos;podéiscomenzarpordecirmevuestronombre.

»—MellamoHomaiuna—respondí,conunhondosuspiro—.Es indudablequenoacertaronaldarmeestenombre.

»—¡Oh! ¡Enabsoluto!—exclamóGehanguz—.Nohay felicidadquedure todaunavidasinsufrir,almenos,algúnrevés.Vosyahabéissufridoelvuestro,peroahoralosdosvamosateneréxitoenloquenospropongamos,yaesovoy.Osencontráisen

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la famosa ciudaddeChuca, capital de la regiónmásgrandey ricade laPenínsulaÍndica. El monarca que, hasta hace pocos días, reinaba en ella, tenía otros veintereyespor vasallos, innumerables elefantes, tesoros incalculables y una infinidaddesúbditosindustriososysumisos;pero,apesardetodoello,noconsiguiólibrarsedelsueñoeterno,comocualquierhombre.Estamismamañanahasidollevadoal lechodellargodescanso,loqueexplicaquehayáisvistoatodosupuebloenduelo.

»—O sea —le interrumpí—, que este gran monarca ha muerto y acabáis deenterrarlo.

»—¡Qué decís! —exclamó el eunuco, con talante hosco—. ¿Cómo osáispronunciartanmalsonantespalabras,quenoexistenentodoChucán?Ponedatenciónaestacuestiónotodoloquepretendocontaracercadevuestronacimientoyelevadaeducacióncaeráensacoroto.

»—No perdáis cuidado—dije, con una sonrisa—, sabré acostumbrarme a tandelicadacostumbre.

»—¡Bien!—continuó, ya más suave—. Sabréis que nuestro buen rey no tuvohijosvarones,sinosolamentedoshijasgemelas,tanbellascomoamables.Yyafueraporqueleresultaraembarazosoelegiraunadeellasoporquetuvierasusrazonesparanohacerlo,elhechoesquemientrasviviónadadijo,ninadadioaentender,respectoacuálde lasdosentregaríasucorona.Sinembargo,pocoantesdesuúltimosueñohizo venir a cuatro ancianos, que habían sido visires durante su reinado y cuyaprofunda sabiduría jamás se vio desmentida a lo largo de cincuenta años, y lesentregó el pergamino sagrado que contenía su última voluntad, sellado con losveintiúnsellosdelImperio.Sólohaceunosmomentosquelohanabiertoytodavíanohandecididonada.

»—¡Perocómo!—comenté—.¿Esquenoapareceenellosquiendebesucederle?»—No—prosiguióGehanguz—,pareceserquese limitóadejarasushijasun

problemaparaqueloresolvieranque,segúnmehanasegurado,esmuycomplicado,ydispusoquelaquemejorloresolvieradeacuerdoconsuspropiasideas,lasdeél,seentiende,delasquetambiénsondepositariosloscuatrovisires,fuesedeclaradareinaabsoluta del Chucán y de sus estados vasallos. Ya me había enterado yo de algograciasaunadesussultanasfavoritas,quesiempremehaprotegido,máspormiceloencumplirmisobligacionesqueporserjefedeloseunucos;perocomonosabíadequésetratabarealmente,nomedijonadaenconcreto.Ajuzgarporelsilenciodelasprincesas, que son las únicas que han hablado con los cuatro visires, la resolucióndebeserbastantepeliaguda.CuandosalierondelDivánparecíancomoensimismadasenunaprofundaensoñación.Inclusoselesoyócomentarentresí,yenvozbaja,quelos cuarentadíasque leshabíandadodeplazoparapensar en la respuestanoeransuficientes.Comoveis—prosiguióGehanguz—,asíestán lascosas.Yahoravienemi plan.Os llevaré con las princesas, que viven juntas en perfecta armonía, o esoparece;yellasosrecibiránencantadas,pueslesgustanlasnovedadesyseaburrendesus esclavas. Os insinuaréis para recibir sus favores y repartiréis entre las dos

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vuestras atenciones, de suerte que quien resulte reina sea benévola con vos. Leshablaréis con frecuencia demí y contrarrestaréis, en lamedida de lo posible, todoaquelloquelastontuelasquelasrodeanpuedandecirenmicontra.Siobserváisqueunadelasprincesasseinclinamásamifavorquelaotra,entonceslaayudaréisconvuestros consejos, a los que irán a sumarse losmíos, en caso de que os confíe latremendapreguntaaquedeberesponder.Decualquiermodo,siempremedefenderéisantelasdos.Porelusoquehacéisdelaspalabras,veoquetenéisinteligencia,loquenoseve,enabsoluto,desmentidoporvuestramirada;asípues,noosresultarádifíciladquirirascendientesobrelasprincesas,comosueleocurrirle,deformaespontánea,alaspersonasdecarácterensusrelacionesconaquellasquecarecendedichacualidad;ydetalsuerte,meconfirmaréisenmipuestoyseréislafavoritadeunagranreina,loquenoespoco.Porlodemás,noeslaambición,nimuchomenoselinterés,loquememueveahacerosestaproposición,sinoeldeseodequesigahabiendoenelharéneste orden admirable del que soy artífice. Sería una lástima que alguien de ideasenrevesadasecharaportierraunaobraquetantomehacostadomantenerenpie.Vosmismacomprobaréiselresultadodemisdesvelosy,aunquenopongoendudaquesiosdecidísasecundarmisplanesnoessinoporseguirvuestrosentidode loqueesjusto,ellonoseráóbiceparaquemesientavuestromásreconocidodeudor.

»Mientras escuchaba aGehanguznodejabade examinarle atentamente.En susojos,queescrutéparaversiseencontrabaagazapadaensuinterioralgunanube,porpequeñaque fuese,quepudierapresagiarmalas intenciones, sólodescubríunalmaardiente,sencillaysincera.Asípues,decidíobrarconecuanimidadenelasuntoque,de tal suerte, se disponía a servirme en bandeja y a satisfacerle sólo en lo que yocreyeraquesemerecía.

»Aquelmismodíamepresentóalasdosprincesas,GulzarayRezié,haciendodemíelmismoelogioquepodríahaberhechoalguienquemeconocieradeveras.Nopudepormenosdesonreírmeantecadaunadelasprendasconquesuinventivaibaengalanandomiinteligenciaydotesnaturalesyleechéunamiradasignificativaquecasiledesarmó;perocomomediounpocodelástima,meviobligadaaasegurarle,conotramirada,quemantendríatodoloqueestabadiciendodemí.

»Y,detalmodo,desoberanadeShadukánmeconvertíenesclavadelChucán.Mibellezacelestialsehabíamudadoenunaaparienciadelomáscorrienteymijuventudenflorenunaedadindefinida;aúnpermaneceríaenaquelexilioybajoaquellaformadurante tiempo ilimitado, sujeta a males que no conocía y que ni siquiera podíaprever.Lacaídaeraterrible,perolahabíamerecidoynomequejé.

»Desdeunprincipio,misnuevasamasmetomarongranafecto:lescontabaunoscuentos que les divertían muchísimo y se sentían embriagadas de placer por mi

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melodiosa voz, cuando cantaba para ellas acompañándome con el laúd. Siempreestaba inventandonuevosadornosy tocadosquehacíanqueparecieranmásbellas.Entrelosrefrescosquelespreparaba,deagradablessabores,nuncahabíadosiguales.Alvertodoaquello,elpobreGehanguznohacíamásqueabrirunosojoscomoplatosyextasiarsedesorpresayalegría.

»AunqueGulzarame agradaramás que su hermana, tenía buenas razones paradesconfiar de ese impulso involuntario que nos atrae hacia un determinado objeto,porque,generalmente, resultaengañoso.Poresomismonomesentímolestaporelhechodequesepusieranadiscutirsobrecuáldelasdosmetomaríaasuservicio,yaqueellomedabaocasióndeexaminarlasconmásdetenimiento.Y,aprovechandolacoyuntura,notardéenconvencermedeque,almenosporaquellavez,miintuicióneraacertada.Bajoeldisfrazdeunaseductoraamabilidad,Reziéocultabauncorazónmalvado,quenohabríadudadoendejaraldescubiertosisusviolentaspasionesnoselo hubieran impedido. En cuanto su vanidad le hizo pensar que yo la prefería aGulzara,semeentregósinreservas,revelándomelapreguntaqueleshabíadejadosupadre,elRey,asícomolarespuestaquepensabadar.Mecausógranplacerconstatarquenoseríareina,puesnoselomerecía.Todossusproyectosrezumabaninjusticiacontra su pueblo y maldad contra su hermana. Gulzara, más reservada, no meconcedió tan fácilmente su confianza; tuve que ganármela con asiduidad y coninfinidaddeatencionesquenomecostaronnada,porquelaamabaydeseabapoderserleútil.Alfinalacabóporconfesarme,empleandoeselenguajesencilloysinceroquesiempreconvence,quenoteníaningunaambiciónyque,deserreina,sóloharíaelbien,peroqueconfiabaensuhermanayquenisiquierasehabíapreocupadodepensarloqueleshabíapropuestosupadre,elRey.Comoamedidaqueibahablandomeparecíamásdignadereinar,mecreíenlaobligacióndedecirlequedebíaaspiraral trono y someterse a la última voluntad del Rey; pero sólo conseguí persuadirladespuésdehaberleexplicadoelcomplicadoproblemadeunamaneraquelepareciósingularmentesatisfactoria.

»Eldíaenque, finalmente,debíadilucidarseaquel importanteasunto, laciudadresonaba con los ruidosos instrumentos al uso en la comarca; una vez más, lamuchedumbre se agolpó, como un enjambre de abejas inquietas. Gehanguz,llamándomeaparte,mepreguntósisabíaalgodeloqueibaapasar.

»—Tranquilizaos —dije—, todo irá bien; conservaréis vuestro puesto, ya queestoyconvencidadequelodeseáisporbuenasrazones.

»Nadamásoíraquello,sepusoadarsaltoscomounacabritillaycorrióaabriralasprincesas,quemeprecedían,lapuertadelDiván.

»Todos se hallaban sentados y el espectáculo era de lo más sorprendente. Alfondo de una sala inmensa y misteriosa se elevaba un trono de esmalte azuladosalpicado de infinidad de lentejuelas fosforescentes[126], a guisa de estrellas, que

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producíanunanotableclaridad,aunqueun tantosiniestra.Cuatrocolumnas,dosdejaspecon intrusionesde sanguinay lasotrasdosdelmáspuro alabastro, sosteníanaqueltronosimbólico.Nadamásverlomedicuentadequeeraobradelosyinnsydeque las columnas rojas significaban la severidad, las blancas la clemencia, y lasestrellas,laluzsobrecogedoraqueemanadetodobuenmonarcayquesólodebeusarparailuminarasupueblo[127].Loscuatrovisiresquevelabanporelcumplimientodelasórdenesdelreydormidoestabandepie,dentrodeunenrejadodeaceroprovistodepúasquerodeabaeltrono.Apocospasosdeellas,perohaciaelexterior,sehabíancolocadoalfombrassimilaresalasqueseutilizanenlasmezquitaspararezar,sobrelasqueseencontrabanarrodilladoslosembajadoresdelosveintereinosvasallosdelaCorona de Chucán. Los notables del Estado estaban a considerable distancia,inclinadosenprofundareverenciayconeldedoíndicesobreloslabios[128].

»Las princesas se adelantaron hacia la reja de acero, con la mirada baja y lasmanoscruzadas sobreelpecho.Entonces,unode losvisires,despuésdemostrar atodos los allí reunidos la firma del Rey, escrita en grandes caracteres sobre unpergaminotransparente,leyóenvozaltaloquesigue:

»—Rezié y Gulzara, hijas mías: no he querido decidir cuál de vosotras ha defranquearlasaceradaspúasquerodeanlarealsede.Quelasuerteseavuestroúnicoarbitro.Respondedaesto: '¿Quiénesmásdignadereinar,unaprincesaque,siendovirgen,secasa,amaasumaridoydasucesoresaltrono,ounaprincesaque,siendovirgen, no se casa, y que, sin embargo, tiene infinidad de hijos e hijas, a los quequierecomoalasniñasdesusojos?'.

»—Prudentes ancianos—dijoRezié—,ya veis que elRey, al decretar que nosplantearaistanextrañoenigma,haqueridodivertirse,puessolamenteunamujercastayunidaexclusivamenteasuesposomereceríaocuparsutrono.Como,sinduda,mihermanapiensacomoyo,ambasreinaremosjuntas,siesqueconvenísenello.

»Nada dijeron los visires y lo único que hicieron fue volverse hacia Gulzara,quien,sinafectación,hablódeestemodo:

»—Yocreoquenuestropadre,elRey,haqueridoinsinuarqueunaprincesaquenotuvieramáshijosquesussúbditosyquequisierahacerlosfelicesmientrasviviese,antesquepensarendarlesunseñordespuésdeabandonarlos,yquenotuvieraotraspreocupaciones que el bien público, sería, sin lugar a dudas, digna de ser reina.Prometonocasarmejamásynotenermáshijosquelosqueconformanmipueblo.

»Nada más pronunciar estas palabras, los cuatro visires, después de abrirprecipitadamentelapuertadelaverja,seecharonasuspies,gritandocontodassusfuerzas:

»—¡HonorygloriaaGulzara, reinadeChucán! ¡FelicidadeternaparaGulzara,nuestraReina!

»Embajadoresydignatariosrepitieronaquellasaclamacionesenuntonotodavíamásalto,desuertequellegaronhastalamuchedumbrereunidadelantedelpalacio,lacual la formuló a su vez, con lo que el aire de las proximidades pareció que

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retumbaba,pues,además,portodaspartesserepartíantortazos,garrotazoseinclusopuñaladas.Labarahúndaeratanhorriblequehabríabastadoparaasustarme,siesqueyohubierapodidoasustarmedealgo.

»—Pero¿quéocurre?—dijeporlobajoaGehanguz—.¿Esque,acaso,atodaesagentelehaentradolarabia?

»—¡Quéva!—mecontestó—.Sólohacenloquedeben.Aquíescostumbrequecuando ocurra algún acontecimiento importante y beneficioso se celebre de estamanera,puesasíquedagrabadoenlamemoria.¡Dichososaquellosquehanperdidounojo,oalgúnmiembro,enlaocasión!PuesentoncessepiensaquesusfamiliaressepreocupancelosamentedelbiendelEstado,yloshijosquevenensuspadresaquellascicatriceshonorablessehonranporellodegeneraciónengeneración.Porlodemás,setratadeunacostumbrequeresultamuynecesaria,pueslagenteestaninconstantequeenseguidaolvidalosucedido,amenosqueselerecuerdecontinuamente.

»Mientras tanto, los cuatro visires habían mostrado a todos los miembros delDivánelescritodelRey,queprobabalocorrectodelacontestacióndeGulzaraysuderechoaserreina.Asípueslasentaroneneltrono,acuyospiesacudióReziépararendirlehomenaje,conunasonrisaqueatodospareciódealegría,peroqueamisojosnoerasino lamáscaradeldespecho.Laflamantereina ledio lasgraciasconsumaternura y, elevando tres veces seguidas lamano derecha por encima de su cabeza,parasolicitarlaatencióngeneral,dijo:

»—Venerablesconsejerosdemipadre,jamásabordaréningúnasuntoimportantesin antes recabar vuestro parecer. Pero ¿quién os informará a vosotros de misintenciones? ¿Quién se preocupará, junto a mí, de todos aquellos pormenores tannecesarios para el bien del Estado?Virgen soy y virgen he prometido permanecerpara siempre. Por eso mismo no sería en absoluto conveniente para mi personamantener a diario entrevistas con un hombre. No os extrañe, pues, que nombre aHomaiuna, cuya sobrada capacidad ya conozco, primer visir, y que haga mi realvoluntadinvistiéndolacontodoelpoderquetraeconsigodichocargo.

»Loscuatroancianos,losveinteembajadoresylosnotablesdelReino,asintieron,unánimemente,alavoluntaddelaReina.Gehanguzseacercóhastamí,pasmadodealegría, e hizo que me situara en el primer peldaño del estrado regio. Todos meelogiaban a media voz, y eso que nadie me conocía. Entonces, Rezié, incapaz deaguantarmás,pidiópermisopararetirarseymedijoalpasar:

»—Éstaesotramásdetusjugadas,malvadaesclava;carapagarástupresuncióneinsolencia.

»No me di por aludida ante tan insultante amenaza, resuelta a ocultársela aGulzara,quiensehabríavistoafligidaeinquietaporsucausa,puesmesentíallenadeadmiración por aquella amable princesa, ya que jamás me habría esperado elgenerosoofrecimientoqueacababadehacerme.

»—¿Por qué, oh soberana mía, habéis prometido no casaros jamás? —lepregunté,encuantoestuvimossolas—.Osbastabaconhaberrespondidodeacuerdo

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conlasideasdevuestropadre.»—El sacrificio no es tan grande como piensas, querida Homaiuna; pero no

puedodecirtemás,yaquecualquierdetallenoharíamásqueenvenenarlaherida,aúnsangrante,demicorazón,yhayotrasmateriasquerequierennuestraatención.Sientoqueentihayalgosobrenatural;poresovasacargarcontodoelpesodelarealeza.DisponlotodoenelImperio;y,simeaprecias,hazquelosanalesdemireinadoseancélebresacausadelaequidaddemigobierno.Laesperanzadeunavidagloriosaenlamemoriadeloshombresmeconsolarádelhechodehaberllevadoentreellosunavidallenadeinfelicidad.

»RespetélareservadeGulzaraycumplíconcrecessugenerosodeseo.EntodalaIndiaseescuchabasunombreylaprosperidaddesuImperiosuscitabaentodoslosreyes envidiay admiración.Losveintepríncipesque le eranvasallosquisieron, decomúnacuerdo,pagarleeldobledetributo,quecasitodosellostraeríanenpersona.En lasgrandes terrazasqueservíande techumbrea lospalaciosde losnotablesdelChucánvivían,puescontinuamenteseencontrabanenellas,bandasdemúsicosquecantaban alabanzas a laReina y tocaban fanfarrias para quebailase la gente.Todoaquello hacía que Gulzara se sintiera más animada que de ordinario. En cuanto aGehanguz,noseteníadealegríaybendecíatodoeltiempolahoraenquemehabíaconocido.

»Cuandoyahabíantranscurridocincoañosdesdequemibuentinocomenzaraadar tanplacenteros frutos,de loque,al fin,podíasentirmecontenta,ciertamañanaentróenmisaposentoselservicialeunuco,conaspectodespavorido.

»—Homaiuna—medijo—,venidenseguidaaveralaReina,puessehavueltoloca, ríe y llora al mismo tiempo y pasa de la más desenfrenada alegría a ladesesperaciónmás imprevista, dandomuestras de lamás completa demencia. ¡Ah!¡Estamosperdidos!¡Reziéquerrágobernarahora!¡LagranfábricadefelicidadquevoshabíaislevantadoenelChucánylapequeñaobramaestraqueyohabíarealizadoenelharénserándestruidas!¡Infortunadodía!¡Díaconcresponesnegros!¡Porquénomehabrémuertoantesdeencontrarmecontigo!

»Nomemolesté en responder a las exclamaciones deGehanguz, sino quemeapresuréaseguirle.Gulzaravinoamiencuentro,conlamiradaperdida,y,trastomarfuertementemimanoentrelassuyas,medijo:

»—¡Ha vuelto…! ¡No está muerto…! ¡Sólo se le han quemado un poco lashermosaspestañasychamuscadoloscabellos!Pero,apartedeesto,seencuentratanmagníficocomosiempre.¡Ydeseaverme!¡Quéfelicidadimprevista!¡Ah,no!¡Quéabrumadora desgracia! —prosiguió en su delirio, dejándose caer en un sofá yvertiendountorrentedelágrimas—.Herenunciadoaélparasiempre,¡ay!,ynopor

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faltadeamor,sinoporqueleamabademasiado.¿Quéserádemí?¡Dadmevuestrosconsejos,Homaiuna!Losseguiréalpiedelaletra;aunquepuedeocurrirquetambiéncausevuestradesgraciaporhabérmelosdado.

»—Calmaos,mi reina—dije—, y explicaosmejor.No comprendo qué queréisdecirniaquéosreferís.

»—¡Oh! ¡Tienes razón! —continuó—. Jamás te hablé de mi relación con elpríncipeTograi,elsobrinodemimadre,aquienquisedesdemimástiernainfancia,puesponíatodasualmaencorresponderamiternura,ydequiensedijoquehabíaperecidoenun incendio,queahorahavuelto,cuando, fiela sumemoria,hehechorealidadmipromesadenocasarmejamás.¿Quépensarádemí?

»—Estoyseguradequesesentirátremendamentereconocidoalenterarsedequeese gran sacrificio que, por todas partes, se pregona como un acto de inusitadagenerosidad, se hace, realmente, por él, por lo que, si es cierto que el Príncipe esdignodevos,nopodrápormenosdeaplaudirlo.

»—Habláisasíporquehacéisgaladesangrefría,sensataHomaiuna—replicólaReina—; el ardor de mis sentimientos no resiste la frialdad de vuestras palabras.Retiraos;yvos,Gehanguz,traedalinstanteyamipresenciaalpríncipeTograi.

»—Osobedezco—dije,recriminándomeaúnmásdeloquemehabíarecriminadoGulzara,porhaberleplantadocaraaunapasiónqueestabatanclaramentedominadapor el delirio y no haber cedido, aunque sólo hubiera sido un poco, a lo que ellaesperabademí.

»Durantetreshoras,lasmáscruelesquepasaradesdemiexiliodelShadukán,nohicemásqueafligirmepormiamableprincesaydeplorarloinestabledesufelicidad,que pensaba haber contribuido a consolidar sobre inquebrantables cimientos. Peroseríaellamismaquienmesacarademiscavilaciones.Vinohaciamíconlosbrazosabiertosymeinundóconsuslágrimas.Cuandosesintióunpocomáscalmada,dijo:

»—Yahe recobrado la razón,queridaHomaiuna,peromiprofundodolorno sedisipará tanfácilmentecomomi locura:escucha,estremécetey laméntateconmigo.ElpríncipeTograi,queesplendíadebelleza,dejuventudy,porloquemepareció,deamor,aparecióantemícomosiacabaradebañarseenlasaguasdelafuenteinmortaldelprofetaKedderysearrojóamispiesparabesarelbajodemitúnica.Yoledilamano,perocreoque lehabríaabrazadosi lapresenciadeGehanguz,aquienhabíaordenadopermaneceraciertadistancia,nomehubieradadoreparos.Élsupoleerenmis ojos los impulsos de mi corazón, y en lugar de hacerme partícipe de esereconocimiento al que vos antes aludierais,me cubrió de reproches. Y no sólo hedisculpadosuarrebatosinoque,paraquesetranquilizara,hastahellegadoasugerirleque podría abdicar de la corona deChucán y unirme a él, confesándole, con todasinceridad,queasu ladonoecharíademenosuntronoalquedebíarenunciarparamantener el solemne compromisoquehabía contraído al aceptarlo.Se lo expliqué,diciéndole que si mi esposo iba a ser el único objeto de mi afecto y de mispensamientos ya no podría querer a mis súbditos con la misma ternura que una

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madre.Yañadíquetodalagloriaadquiridanoconseguiríaconsolarmedeldolorquemehabíacausadosupérdidayque,altenerledenuevo,yanopodríavivirsinél.Ysiento—prosiguiólaReina—vergüenza,porhabertenidoladebilidaddehablarledeesamanera,pues,aunqueresultedifícildecreerlo,Homaiuna,elingratoTograisehaatrevidoaabusardemissentimientosynohatenidoempachoalgunoendesvelarmesucorazón,queesmásnegroqueelrostrodeunetíope.

»—¿QuédecísderenunciaralImperiodeChucán?—lanzóelarrogante—.¿EsopiensalareinaGulzaraoesquesecomplaceenrecitarmeunarapsodiadignadeloseremitasdeldesiertodeHejaz[129]?Dejémonosdebromasyhablemosseriamente.Sihabéisgemidopormiausencia,sihabéislloradoacausademisupuestamuerteysime amáis como aseguráis, entonces hacedme subir, sin pericia de tiempo, al tronoazul tachonado de estrellas. La chochez de vuestro padre nada tiene que ver convuestroderechoalaCoronay,menosaún,consuinnegableposesión.Conmibrazodefenderé el primero y haré realidad la segunda: antes de que el menor reprochedesagradablepueda llegaravuestrosoídos…¡harécorrer ríosdesangre!Ydeestemodo,todoslosqueseosacerquenosrespetarántantocomoyo.Quienocupalaregiasede no ha de verse obligado por promesa alguna. Por tanto, comenzad pordeshacerosdeciertacriaturaalaque,ridículamente,habéisdadoelnombramientodeprimervisir;puesaunquesedigadeellaqueesmaga,siendomuyposiblequesóloseamaliciosayastuta,esoyaesbastanteparameterlaenunsacoyarrojarlaalrío.Vamos,mibienamada,decidíosdeunavez,noosturbéisdeesamanera,¿o,esqueaúnnohabéisesperadolosuficientelafelicidadquepodrándarosestosbrazos?'.

»Tograi teníamucharazónaldecirquemeencontrabamuy turbada,yaquemesentía como si fuese amorirme, pero el horror queme causaban tanta impiedad einsolenciame dio fuerzas, así que, en lugar de responderle, di una palmada.Nadamás llevarse Gehanguz su silbato a los labios, hicieron su aparición cincuentaeunucos,conlossablesapunto.Enaquelmomento,¡oh,prodigiodeunapasiónquenisiquieralavergüenzahapodidovencer!,meapiadédeélylehabléasí,conmásaplomoqueirritación:

»—Sobrinodemimadre,tehagograciadelavidaenconsideraciónaloslazosdesangrequenosunen.Vetedemivistaycompórtatedetalmodoquejamásvuelvaaverte,amenosquequierassufrirelcastigoquemerecesyserdescuartizadoenmilpedazosporlosrelucientessablesquevesanteti.

»Al acabar de hablar, indiqué con un gesto a los eunucos que hicieran salir aaquel miserable príncipe, pero tuvieron que llevárselo casi a rastras, pues apenaspodía tenerse enpie, de lo aterradoque estaba.Durante unahora enteramequedécomo petrificada, sentada en el estrado.Y después, un torbellino de pensamientosfugacesydolorososmesumióenunaespeciededelirio,duranteelcualmeparecíaveraTograiigualdeamableysumisoquehacíasieteaños,cuandosedespidiódemíparadirigirsealdestierro,porordendemipadre.Perosuimagendesaparecíayerasuplantadapor la delTograi altanero e infame,quemedaba consejoso,másbien,

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órdenesinicuasquemellenabandedeshonor.»QueridaHomaiuna—concluyó laReina—, jamásdejaránde inquietarmeesas

dos imágenes, tan opuestas entre sí. Sólo lamuerte podrá librarme de ellas, pero,hasta entonces, seré digna de vuestras condolencias. Y ahora poned atención yobservadmisórdenes: todos losdías,despuésde lahoradelDiván,vendréis avercómofluyenmislágrimasy,silodeseáis,aunirlasvuestrasalasmías.Cuidaréisdeque Gehanguz consiga que el interior de palacio esté tan triste comomi corazón.Deseoquemismúsicosnotoquennicantenenmipresenciamásqueaireslúgubres.Nodispondréque cese la alegría entremipueblo; peroquien sedirija amí con lasonrisaenloslabiosrecibiráelpesodemipena[130].

»GaranticéaGulzaraqueparamíseríaunconsuelopoderunirmislágrimasalassuyasyque,tantoenaquelpuntocomoentodoslosdemás,seríaescrupulosamenteobedecida.Entoncespenséque,mejorquecombatirsudolor,loqueteníaquehacereraolvidarsedeél.Comolasobligacionesinherentesasuestadoponíanamialcancetodotipodedistracciones,decidíaprovecharlasensufavor;ydebodecirque,denohaber sido por un incidente funesto, quizá habría podido llevar de nuevo latranquilidadaaquelcorazóntangeneroso.

»Reziésehabíaretiradoaunpalacioqueposeíaenlacumbredeunamontañaysólomuyde tarde en tarde, y representandoalgunode lospapelesque anteshabíaestudiado con sumo cuidado, veía a su hermana.Gulzara, que todavía no la habíadesenmascarado, pagaba su fingida adhesión con una amistad sincera. Cierto día,cuando la pérfida princesa llevaba mucho tiempo sin acudir a Chuca, su primereunucosolicitóunaaudienciaensunombre.Aunquequiseretirarme, laReinahizoquemequedara,por loque lleguéaenterarmedesuspropósitos,expuestosenvozaltaporsumensajero:

»—LaprincesaRezié,heaquísuanillo—explicósueunuco—,seprosternaantevuestrosaugustospiesyreconocequeVuestraAlteza,graciasasusbuenasluces,haconquistadoconjusticiaeltronoalque,antaño,ellaaspirara.Noobstante,seatreveasuplicarosqueleotorguéiscomoindemnizaciónvuestropermisoparacasarseconelpríncipeTograi, que sólo cobra vida ante la luz de su presencia y quien, a su vez,necesita algún tipo de consuelo, al tener la desgracia de haber perdido los buenosfavoresdesugloriosasoberana.Laincertidumbrequemiprincesasienteantevuestrarespuesta la mantiene sumida en cruel angustia; por otra parte, el Príncipe no seatreveaaparecerantevos.Sinestosimpedimentos,amboshabríanacudidoapedirosderodillaselcumplimientodelcomúndeseodesuscorazones.

»PorlapalidezquesehabíaapoderadodelrostrodeGulzaraylaspalpitacionesde su seno, deduje que se iba a desmayar.Así que le dije al eunuco que saliera yaguardaseenlagaleríacercanalarespuestaasumensaje.Gehanguz,quetambiénsehabíasentidoalarmado,lellevóafuerayregresóatiempodeayudarmeasostenera

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la Reina, que acababa de perder el conocimiento entre mis brazos. Como noqueríamosquesusenemigossealegraran,nosotrosmismoslasocorrimos,sinllamaranadie,llevándolahastasulecho.Elsíncopefueprolongado.Finalmente,abriólosojos,conlosquememiródeformalánguida,ymedijo,aparentementeyatranquila:

»—¿Quévoyahacer,Homaiuna?»—Loqueosdictelagenerosidaddevuestrocorazón—lerespondí.»—Pero mi hermana —prosiguió— no podrá ser feliz con un hombre tan

malvado y antes o después, más bien creo que antes, mis súbditos serán muydesgraciados. ¿No debería salvarlos a todos, cuando aún es tiempo, mandándolecortarahoramismolacabezaaTograi?Tiembloaltenerquevermeobligadaatalesextremos,pero,enestecaso,creoque lacrueldadesunmalnecesario. ¿Quédecísvos,Homaiuna?

»—SólocompeteaAládecidirloqueelpresentedebeinfluirenelporvenir,queÉlvesinquenadaempañesuvista—contesté.

»—Asípues,¡queréisquedémiconsentimientoaestaodiosaunión!—dijoconvoz alterada—. Pues bien. Esto será el golpe de gracia.Gehanguz, id a llevarle almensajerolarespuestafavorablealosdeseosdemihermanaydesu…

»Peronoacabólafrase,puesdandoungritollenodedolor,cayódesvanecidaenellecho.

»Apartirdeesemomento,yanofueposibleseguirdisimulando.Llamamosalosdocemédicosqueestabandeguardiaytodos,alavez,sepusieronabuscarelpulsodeladesvanecidaGulzaraenloslugaresenquesuelelocalizarsemejor;ycuandoyotodavía seguía pensando en todo tipo de incertidumbres, a cualmás desagradable,aquellospájarosdemalagüerograznaronestascruelespalabras:

»—Duerme,duermeparasiempre.»Yhabíandicholaverdad,puesGulzaraacababadeexpirar.»Me resultaría imposible describiros la aflicción queme causó aquella funesta

catástrofe,cuyamagnitudyomismaaumentabaporpensarquedebíaculparmedelamuerteprematuradelaamableGulzara.

»¡Con cuánta desconsideración me he comportado! —me decía, sin dejar dereprocharmeenmifuerointerno—.Alobligaraestagenerosaprincesaarealizarunesfuerzo superior a sus posibilidades he puesto fin a la triste cuenta de sus díashábiles.Todavíanoconozcoloviolentasquesonlaspasionesdelossereshumanosnila extensión ni el poder de su débil raciocinio… ¡y quiero gobernarlos! ¡Qué duraexperiencia, queme ha hecho perder una amiga, casi tan cara ami corazón comoGanigulysufunestopájaro!Pero¿cómopodíadejarquesemancillaraconlasangrede un príncipe a quien sólo puede reprochársele una simple ambición, cuando esexclusivodeAláaventarcualquierdesignio,comoelvientohaceconlosgranosdearena?¿Acasodebíayosoportarquesuhermanalaacusaradedejarse llevarpor laenvidia más rastrera? ¿O verla humillada ante sus súbditos? ¡Oh, bella y radiantealma,que,enestemomento,acompañadade lascelestiales Inteligencias, recibes la

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recompensa a tanta virtud! ¡Perdóname por demostrar tanto celo! Tal y comodeseabas,vivirásparasiempreenlamemoriadeloshombres,y tu imagen,dulceysingular,jamásdejarádeestarpresenteenmisrecuerdos,portodalaeternidad.

»Absortaentalespensamientos,aúnseguíaarrodilladaalpiedellechoreal,quemojabaconmis lágrimas, cuandoel eunucodeRezié, cogiéndomebruscamentedeloshombros,medijo:

»—¿Qué hacéis aquí, osadísima Homaiuna? ¿Por qué no os habéis retirado avuestrosaposentos,aligualquevuestrascompañeras?Aquítenemoslacostumbredemantener encerradas a las esclavas de la reina dormida hasta el momento de suconducciónallugardesulargodescanso.Venga,seguidme,yahabéisdejadodesergranvisir;ahoranosoismásqueunaesclavavilypeligrosa.

»Me levanté al puntoy seguí al eunuco sindecir ni una solapalabra.Me trajocomida para tres días, añadió algunas impertinenciasmás y se preocupó con sumocuidado de que mi puerta estuviera bien cerrada. Habría podido desafiarle encualquiermomentoyescaparmedesusmanos;peroteníacuriosidaddesaberloqueme deparaba Rezié. También quería asistir al cortejo fúnebre deGulzara; por otraparte,loslamentosqueseescuchabanpordoquiermealiviabanunpoco.

»—Nuestra buena reina se ha dormido —decía la muchedumbre—, jamás sedespertará. La que fuera nuestra madre duerme y quizá también se duermaHomaiuna,quetantobiennoshahecho.

»Aquellas tristes palabras, que quienes pasaban por palacio repetíanincesantemente, no se apartaron demis oídos durante tres días. En lamañana delcuarto,elmismoeunucoquemehabíaencerradovinoatraermeunvestidolargodesedarojaconrayasnegrasyunvelotupidoajuego,ydespuésdequeélmismomeloshubierapuesto,comentó:

»—VaatenerlugarelduelodelosesclavosqueservíanaGulzara.Seoshahechoel honor de que avancéis al frente de las mujeres, Gehanguz irá delante de loseunucos;lasdosfilassesituaránaderechaeizquierda,respectivamente,delacarrozaquellevaráanuestrareinadormidahastalaLlanuradelaTranquilidad.Seguidme.

»Llegamosalgranpatiodelpalacio,encuyocentroseencontrabaunagranliterade madera de sándalo, uncida a cuatro unicornios negros. Al agudo son de milinstrumentoslúgubresyalosgritos,aúnmásestridentes,deloschucaníes,elcuerpodeGulzarafuedepositadoenlalitera,paraextendersobreélungrantapiz,recamadototalmenteenplata,quedejabaaldescubiertoelagraciadorostrodelabellaprincesa,que,ciertamente,sóloparecíadormida.

»Muchos personajes a caballo, singularmente ataviados y llevando en lamanouna especie de cetro de ágata blanca, dieron su toque final al cortejo, que, almomento, se puso en marcha. La gran cantidad de flores que había por el suelo,incrementadaporlaque,acestasenteras,tirabanloschucaníes,sólosirvióparaquenuestro avance fuese extremadamente lento. Por fin conseguimos llegar a lasilenciosaysolitariallanuraqueeranuestrameta,dondesealineaban,porordende

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sucesión, desde hacía una infinidad de siglos, las tumbas de los reyes y reinas delChucán.Elaspectodetodoaquelloeraextrañoeimpresionante;deaquellosedificiossólosedivisabansuscúpulas,depiedranegraymuyreluciente,atravésdelascualessehabíahechopasargrancantidaddetubosdeoro.Todolodemásseencontrabaenun subterráneo, cuyos límites apenas se distinguían, al que se bajaba por unapendiente,relativamentecómoda.Ydadoqueunnúmeroinfinitodegrandesciriosdecera perfumada devolvían a aquel sombrío lugar la claridad del día, busquéafanosamenteconlamiradalaspuertasdelastumbas,cuyascúpulasadmiraracuandomeencontrabaenelexterior,sinconseguirverninguna.Notardéendarmecuentadeque estaban tapiadas y marcadas con grandes placas de oro, en las que se habíagrabadounaleyendaque,másomenos,veníaadecirentodasellaslomismo,osea,que allí descansaba tal rey, que había reinado durante tantos años, y que nadie seatrevieraa tocarsiquieraaquellasparedes,nofueraa turbarsusueño;y terminaba,invariablemente,diciendoqueloúnicodeélaloquesupueblotendríaaccesoseríasurenombre.

»TodavíafuenecesarioavanzarmuchomásantesdellegaralatumbareservadaparaGulzara, entrando, sin alterar el orden del cortejo, por la embrazadura de unaanchísima puerta que acababan de quitar. Las paredes de su interior se hallabanrevestidasconelmismotipodepiedranegraqueseapreciabaenelexterior,perolagran cantidad de pequeñas lámparas de oro suspendidas de su bóveda alegrabaaquellaoscuridadydifundíaunolorinfinitamenteagradable.

»La litera fue depositada en el centro de aquel vasto recinto y los visires, losveinteembajadoresylosnotablesdelEstadofueron,unotrasotro,aprosternarseantelareinadormidayadesearleunfelizreposo.InclusoTograi,elinfameTograi,tuvolaosadíadecumplirconaquelritual,perosepresentóenúltimolugary,conairehurañoy turbado,musitó,entrecortado,el saludode rigor.Yo,quemeestremecínadamásverle,yamedisponíaacastigarleporsuatrevimiento,cuandounpálidoydescarnadoancianodemiradasiniestra,queinspirabaterror,comenzóachillar,diciendoconvozestridente:

»—Homaiuna, y vos, Gehanguz, habéis de saber que los sabios visires quegobiernanelChucánenestebreveinterregnohandecididoque,yaqueamboseraislosesclavosfavoritosdeGulzara,habréisdehacerlecompañía.Mostraosreconocidosporelhonorqueseoshaceynofaltéisalrespetoquedebéisavuestrareina.

»Ydichoestoydespuésdellamentabletoquequelehizodaraunatrompetadebronce,prosiguió,enuntonotodavíamáslúgubre:

»—La reina Gulzara se halla en el seno del reposo eterno; dejadla dormir ydevolvedleloqueessuyo.

»Apenasmeenterédeaquellasúltimaspalabras,loquedemuestraloconfundidaquemesentíaporlasentenciaquelashabíaprecedido.¡Todossehabíanretirado,casihabían tapiado la puerta y todavía no me había dignado mirar siquiera al pobreGehanguz! ¡A aquel corazón leal y sensible que, en aquellosmomentos, sufría por

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mí!Élfueelprimeroenromperelsilencio,exclamando:»—¡Oh,Gulzara!¡Oh,queridaama!¡MiradavuestrabienamadaHomaiuna,la

divina joven que tan felices hizo a vuestros súbditos, sepultada aquí para siemprejamás! Y queríais salvarla, ¡ay!, disponiendo que yo la condujera lejos de vuestroImperio,peronoesperabaiselsúbitosueñoqueseadueñaríadevos.

»—Asíque—dije tranquilamenteaGehanguz—sepultarvivaa lagentepareceserlacostumbrealusoenelChucán.

»—¡Oh,sí!—merespondió—.Esunadelascostumbresabsurdasycruelesqueloschucaníes,alosqueseleshametidoenlacabeza,yesodesdehaceyasiglos,eldarleselcalificativodesagradasyvenerables,aplicanalosservidoresmásfielesdesus reyes y reinas, distinción que declinarían con mucho gusto todos aquellos enquienes recae costumbre tan honorable. Siempreme ha parecido repugnantementebárbara e indigna de un pueblo inteligente. Pero las lámparas, fruto del amor ygratituddeaquellosaquienes, enestemomento,debemosel encontrarnosbañadosportanagradableluz,tienenunorigenmuydiversoyaltamenteencomiable.

»—Explicaos—dije.»—Yaoshabréisfijado—prosiguió—entodoslostubosdeoroquesobresalen

de cada una de las cúpulas de estas tumbas; pues bien, se corresponden con laslámparasqueestánsuspendidasensuinterior,yaquegraciasauningeniosoartificiosirvenparallevarhastaellaslamechayelaceitequelasmantienenencendidas.YnoeselEstadoelquecorrecon losgastos, sino lagente,que se sientedeudora,puescuandohanperdidoaunbuen reyo aunabuena reina, todos, hombres,mujeresyancianos,sedesvivenparaqueensutumbasigahabiendoestailuminaciónqueahoraveis. Su devoción al respecto esmayor omenor según el bien que recibieron deldifuntoyesalgoqueseheredadepadreahijo.Detalsuerte,graciasaunaaberturaqueseencuentraenloaltodecadacúpula,dondesehacolocadounespejodemetalpulido, aún pueden verse las tumbas iluminadas de algunos reyes dormidos desdehace bastantes siglos,Mientras que en lamayoría de las recientes, las lámparas seapagaron al poco tiempo. Incluso se ha dado el caso de que algunos soberanosinjustossehayanquedadoaoscurasalcabodedosdías,yaquesusfavoritos,igualdemalvados que ellos, no podían pormenos demostrarse ingratos, por lo que no sepreocuparondelaceiteydelasmechasquedebíanprodigarasusbenefactores.Asípues, ya veis que llamar a estas lámparas “lámparas de amor y gratitud”, y aldeslumbranteespejodemetalpulido“elojode la justicia”,noesalgodesacertado.Pero no temáis que vayamos a quedarnos a oscuras, pues, gracias a vuestrasatenciones,latumbadeGulzaraestaráiluminadahastaelJuicioFinal.

»Me sentí tan conmovida por los sentimientos de Gehanguz y por la calmasagradaquereinabasobresurostro,enunmomentotanterriblequereducíaanadacualquierayudaquehubierapodidollegarnosporpartehumana,quedesdeelfondodemicorazóndirigíaAsfendarmodlasiguienteplegaria:

»SoberanodelfelizShadukán,vos,queenrecompensaavuestroceloporlafedel

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SantoProfetahabéisrecibidoeldondeescuchar lasplegariasdevuestrossúbditos,encualquierpartedelmundoenqueseencuentren,concededavuestradesventuradahijalagraciadesalvaraesteserhonestoygeneroso,puessólosoycapazdeayudaralosdemásconmiscuidadosyatenciones,porhaberperdidolafacultaddesocorrerlesdeotromodo;portanto,siestáisdeacuerdo,Gehanguznomorirádeformatancruel.

»Como nada más terminar aquella muda plegaria me sentí a rebosar de esasingularconfianzaqueparalosseresdenuestraespeciesiempreespresagiodeéxitoseguro,meacerquéaleunucoytomándoledelamano,ledije:

»—Vuestrapiadosayserenaresignaciónvaaserrecompensada;manteneosamiladoynosintáismiedoalguno.

»Apenashubepronunciadoestaspalabras, seabrió lacúpulaypudeecharmeavolar,conloquemeencontré,talycomohabíadeseadoenaquelmomento,antelaspuertasdelaciudaddeOrmuz,siempreencompañíadeleunuco.

»—Bueno, pues ya estáis a salvo—le dije—; acordaos de laperí Homaiuna yseguidpracticandoelbienylajusticia.

»ElestupordeGuhenguzleimpidiórespondermeyestoyporasegurarquehastaquenoestuvebastante lejosnosevioconfuerzasparaabrir laboca.Pormiparte,emprendíelregresohaciaChuca,puesqueríasaberquéhabíasidodeReziéyTograi.

»Perocreoquemañana,conmástranquilidad,acabaréestahistoria,puestoqueyase halla muy avanzada la noche y ahora debemos hablar de los asuntos que osconciernenantesdeirnosadescansar.OsbastaráconsaberqueReziéyTograinosecasaronsinoque,muyalcontrario, llegaronadetestarsemutuamenteyadestruirseentre sí.Peromuchoantesde aqueldesenlaceyoyahabía abandonado la regiónyrecorridoinfinidaddepaísesquesehallabanexpuestosamilmales,aunqueningunodeellosparecíahabersidodesignadoparamí.JustamentedespuésdehabervisitadolasmontañasdelDaghestán,osencontréenlascallesdeBerduka.Apesardevuestroairedistraídomegustasteis,yunsentimientoquehastaentoncesmeeradesconocidoseadueñódemicorazón…Elrestoyalosabéisynadiemejorquevospodrádecirsimantuveloqueentoncesprometí.Sinembargo,comoenelShadukánhabíaleídoconmucha asiduidad los anales de losyinns, en cuantomehablasteis del fatal armarioconocí su contenido, pero no se me ocurrió ninguna idea para influir en vuestropadre,conlaideadebeneficiaros,hastaquenomelaproporcionóelpescaditoquecapturasteis.Enefecto,aquellaformatanvilalbergabaaunpotenteyinn,castigadodetalsuerte,acausadesuscrímenes,porAsfendarmod.Suliberacióneraunasuntopeliagudo pues, antes que nada, era necesario capturar al pez, lo que visto supequeñez y excesivo peso, no era nada fácil, ya que cuando no se colaba por elentramadodelaredacababarompiéndola.Después,enlugardedarlemuerte,habíaque instarle a que dejara salir al espíritu que estaba dentro de él, pero sin hacerledaño. Como yo sabía todo aquello le devolví al yinn su libertad; y como él había

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jurado cumplir todos los deseos que concernieran a la persona que se comiera elpescadodespuésdequeélhubieraconseguidosalirdesuinterior,hicetodoloposibleparaqueOrmossufloprobarayquevosotrostreshicieraisvotosasusalud,deloquesólovosnoosarrepentisteis.Ellooshaservidoparaquepodáis subiral tronoqueperdiera uno de vuestros ancestros por no seguir los consejos de un perí que leprotegíayque,paraconsolarle,leentregóestasortijamágicacontenidaenunacajitadehierro[131],mientrasledecíaqueaqueldesusdescendientesquelaabrieratomaríaposesión del trono del Daghestán. Desde entonces, y a través de muchasgeneraciones,elrecuerdodeestapromesahapasadodepadresahijos,perolacajaharesistido todos los intentos realizados para abrirla, hasta que vuestro padre, queintentara,infructuosamente,probarfortuna,quiso,siguiendoelconsejodeAlsalami,reservarlaparaaqueldesushijosquemássedistinguieseenelejerciciodelapiedadfilial.

»Hastaaquítodoloquedebíaisconocer.Ahoraosdiréloquedeberéishacer:encuanto Ormossuf y el derviche se hayan levantado, les pondréis al corriente devuestros proyectos y pediréis su bendición; acto seguido, os dirigiréis a Berduka,llevando vuestra sortija en lamano izquierda.Así podréis entrar, sin ver visto pornadie, en el jardín del Rey.Al fondo divisaréis el tronco de un enorme árbol quenadie ha sido capaz de arrancar, al menos hasta ahora. En cuanto lo toquéis convuestra sortija, se abrirá de cuajo, lo que os permitirá encontrar en su interior unsaquitodepieldeserpiente,quecogeréis,yaquecontieneunmagníficosurtidodelasgemas más deslumbrantes de todo Shadukán, y me lo traeréis. Entonces me irévolandohastalasciudadesendondemejorsecoticenparavenderlasenellas.

»ConeldineroobtenidopodremosllegarsinpercancealgunoalasmontañasdelDaghestán que, por otra parte, aún se sienten unidas a vuestra familia y odian alusurpador, por lo que, tal y como conviene a un príncipe, os permitirán tomarposesióndevuestroreinoalacabezadeunejército.

»En este punto, Homaiuna dejó de hablar y yo, tremendamente confundido yespantadoporlasmaravillasquemehabíacontado,mehinquéderodillasanteella,asegurándole respeto y obediencia sin límites.Aquello no pareció gustarle, porqueme preguntó, con lágrimas en los ojos, si la ternura que sentía por ella no habríaquedadomenguadaalhabermeenteradodeaquellospormenoresdesuvida.Contestéamimujerconunabrazoynosacostamos.Yohacíacomoquedormía,parapodermeditar,sinqueellameinterrumpiera,acercadelasituaciónenquemeencontraba,lacual,sinlugaradudas,eramuchomejordeloquehubieraesperado.Pero,apesardeello,mesentíadesesperado.

»¿Dequémevaaservirserrey,siesta temibleperíseencargadegobernarmi

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reino y me trata del mismo modo que a la reina de Chucán? —no dejaba depreguntarme—.¿Meobligaráacumplirsusdeseos,aunacostademivoluntadydemi vida? ¡Quéme importa a mí ese bien del pueblo del que tanto habla! Lo quemuevemicorazónesmibienestarparticular,quejamástendréconella.Noobstante,siselimitaseadarmeconsejosyahacermereproches,elasuntonomepreocuparía,peroésenoeselcaso,yaqueaunquehayahabladoen términosmuydiscretosdelpoder sobrenaturalque lequeda,muybienhapodidoengañarme,delmismomodoqueyo le engañoa ella; todavíapodría tener en supoder la terriblevarita, pues sibienesciertoquenolahamencionadoparanadaenelasuntodeGulzara,tambiénesverdadquelohadejadosinacabar.Serácuestióndequemecuenteesahistoriahastaelfin.¡Ah!¡Antespreferiríaquedarmecomopescadortodamividaqueseresclavodeuntrono!.

»Cuandoaúnnosehabíancalmadolaspreocupacionesqueagitabanmiperversocorazón, sehizodedía.Ypocome faltóparamaldecirlo.Ahorapiensoquehabríaacertado al hacerlo, ya que su luz alumbró los primeros pasos que acabaríanllevándomealabismoenquenosencontramos.

»Hiceacopiode todamihipocresíaparaocultaramimujer,aldervicheyamipadrelapreocupaciónquemeatenazabaymepuseencamino,deseándomelamejordelassuertes,sinsaberqueyomismomeencargaríadequequedaseennada.

»Como justo al llegar a Berduka me encontré con varias personas que meconocíanyunadeellasnopareciórepararenmí,comencéasentirpormisortijaunaconfianzaquehastaentonceslehabíanegado.Asípues,entréuntantodespreocupadoeneljardíndelReyycorríhaciaelárbolquemehabíaindicadoHomaiuna;nadamástocarlo, se abrió de cuajo, con lo que pude coger el saquito de piel de serpiente.Estabatanimpacienteporveraquellas joyassinpar,formadasenelShadukán,quenopudeesperarasalirdeljardínparacontemplarlas.Unaauna,lasfuisacandodelsaquitoy,apesardeestarprácticamentecegadoporsusdestellos,lasmiréunayotravez:habíadieciséis,cuatrodiamantes,cuatrocarbunclos,cuatroesmeraldasycuatrorubíes,cadaunodeellosdelgrosordeunanaranjadelJotán[132].

»Yyaqueparacontemplarlasmejorlashabíadejadoenelcéspeddeunaalamedasolitaria,adondemehabíaidoadescansar,paraasípoderextasiarmedeadmiraciónyalegríaantesucontemplación,unenanoqueseencontrabasubidoaunárbol,decuyapresencianomehabíadadocuenta,seabalanzósobremí.Sólotuvetiempodemetermitesoroensusaquitoyalejarme,mientrasqueelenano,muyalterado,nohacíamásquemirardebajodelahierbayescarbarlatierraconsusuñas,hastaque,dándoseporvencido,exclamó:

»—¡Ay! Ya ha desaparecido esa visión tan deslumbrante. ¡Bueno! Quizá sepresente en otromomento. Vayamos en busca demi bella princesa; si es obra dealgúnyinnnocreoquesenieguearepetirdenuevoelespectáculoensupresencia.

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»Ydiciendoesto,echóacorrerhaciapalacio,detangrácilmaneraquelahierbaylasfloresapenasacusabansupaso.

»No tardé en darme cuenta de que las gemas, al abandonar el contacto conmicuerpo, se habían hecho visibles por eso mismo, me asusté al pensar en lasconsecuenciasquepodríaacarrearmeaquellaimprudenciaycreíquelomásacertadoseríasalirloantesposibledeljardín.Dadoquetodavíameencontrabamuylejosdelapuertaporlaquehabíaentrado,medije,apretandoelpaso:

»¿Adóndevoy?¿Mearriesgaréadejarpedreríataninestimableenmanosdeunamujer?Ysuponiendoquelamíanosufralamaníaqueafectaatodoslosmiembrosdesusexoencuestióndejoyasyquemeotorgueelpremioprometido,¿paraquévoyautilizarlasencompraruntronoquesupondrámiesclavitud?No,mejorseráqueyomismovayaavender lasquenecesitepararodearmedeplaceresyvoluptuosidadyvivirdetalsuerteignorado,peronoporelloinfeliz,encualquierrincóndelmundo.Habrá que confiar en que Homaiuna no descubra mi refugio, pues ella no puedeadivinarlo todoy, casi con toda seguridad,menosaún loque legustaría.Asípues,vayámonosalpuertoymetámonos,alamparodelainvisibilidad,enelprimerbarcoquezarpedeél.Creoquebienpuedopasardedespedirmedelaperí,deOrmossufydeAlsalami,pues launayahahechobastantealagobiarmeconsussermonesyelotro al endosarme su gota; y, en lo que se refiere al tercero, la verdad, nunca fuedemasiadoimportanteparamí.Estoysegurodequenoecharéenfaltaaninguno.

»Mientras, de tal suerte, se desarrollaba aquel monólogo, no había dejado decaminarymehallabaperdidoenlasalamedasdeljardín,queformabanunaespeciedelaberinto.Perocuálnoseríamisorpresaalencontrarmedenuevoacuatropasosdellugardondehabíadescubiertomispiedraspreciosasyescucharalmalditoenanoquegritabaagritopelado,alacohortedeeunucosqueleseguía:

»—Enefecto,aquímismoesdondecontempléaquellasmaravillas…Lasviconmispropiosojos…LojuropormidiminutaalmayporelgrancorazónqueposeelaprincesaGazahidé,miqueridaama.

»Ycuando,trasaquelnuevosobresalto,medisponíaareemprenderlahuida,unajoven beldad, más deslumbrante que mis diamantes, que mis rubíes, que misesmeraldas y que mis carbunclos, todos juntos, se abrió paso entre aquellamuchedumbrey,conunmohíndecapricho,noexentodedignidad,exclamó:

»—¡Callad y escuchad lo que ha de deciros la hija de vuestro rey, la princesaGazahidé!CreofirmementeentodoloquemipequeñoCaliliacabadecontarnos,asíque dejad demotejarle de visionario. Deseo con todasmis fuerzas contemplar laspiedraspreciosasqueelyinn tuvoelatrevimientodeexhibirsobre lahierba,por loque intentaré que me las enseñe de nuevo, recurriendo a todas las instancias quepueda sugerirme mi curiosidad. Vamos, instalad aquí mismo una tienda, pues noabandonaréestelugarhastaobtenerloquedeseo.Si,acaso,algunodevosotrostienealgoqueobjetar,quelodiga,queyoharéquesearrepienta.Ysiquienseoponeesmipadre,entoncesmevengaré,noponiéndomemásenelcabelloesasfloresazulesque

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tantolegustan.»Mientras Gazahidé hablaba, mis ojos estaban fijos en los suyos y me sentía

como simi alma fuese a levantar el vuelo hacia la de ella. Sólo regresé de aqueléxtasisdeamoralverquetodossedisponíanasatisfacersusdeseos.Entoncessentíeseescalofríoquesiemprenosatenazaalvercercanalarealizacióndeundeseomuyquerido, y apoyándome en un árbol que estaba algo alejado, a pesar de lasconsecuenciasqueaquellopudiera traer,medecidíahacermepasarporelsupuestoyinn.

»Meimpacientabaporlalentitudconqueloseunucoslevantabanlatienday,conmuchogusto, habríahecho añicos los adornosque colgabande ella.Sóloveía conbuenos ojos el amplio diván donde pensaba sorprender la credulidad de la jovenprincesa,yaque,comohabíadichoquequeríaestarsola,alcontarconelfavordelRey,que le reía todas lasgracias,quienes la rodeabanno tardaríanensatisfacer sudeseo.

»Aunqueaquélfuerauntípicodíadeveranoyelsolsehallaraensupuntomásalto,elcalorseveíamitigadoporlofrondosodeunosárboles,queformabancomouna segunda tienda, y por la gasa de los cortinajes que sólo dejaban pasar de lossolaresrayoslosuficienteparadarunaclaridadsuaveyvoluptuosa.

»Recuerdoquemeimpacientéportenerquesufrirlasceremoniasquepreludiabanla entrega a Gazahidé de unas copas de refrescantes sorbetes y de unos tarros deconfituraaljengibre,quetomóconpremuraparadesembarazarsecuantoantesdesuseunucosyesclavas,quienes,porfin,sealejaronatantadistanciaque,amenosquesuamagritasecontodassusfuerzas,nopodríanserledegranayuda.

»Sólo entonces avancé de puntillas y, levantando diestramente los cortinajes,entréenaquelparaísoquemeprometíamildelicias.ComoGazahidéestabaechadaenelbenditodiván,misojosnoperdierondetalledeunasoladelasproporcionadasmedidasdesusdelicadosmiembros.Ycomomiemocióneratangrande,incapazdeseguir enpie,mecaípor los suelos, aescasospasosde laPrincesa.Enesemismomomento,ellaparecióhacersecargodelasituaciónyexclamó,juntandosusmanos,pequeñasyblancas:

»—¡Oh,yinn,poderosoyinn,quemostrasteisamienanovuestrasgemas,nomeneguéisamíelfavorqueleotorgasteisaél!

»Nadamás pronunciar aquellas palabras, deposité en el suelo un carbunclo tanresplandecienteque sus rayoshacíanpalidecerdeenvidia a losdelmismísimosol.Gazahidé se sintió tan maravillada al contemplarlo que, ante el temor de que sepusieseagritar,dijeenvozbaja:

»—Admiradensilencioloqueesmenoshermosoquevos.»Ella sonrió y tomando confianza ante tan lisonjeras palabras, se dispuso a

apoderarserápidamentedelcarbunclo,queyorecogíalmomento.

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»—¡Oh, cielos! —exclamó—. No quería robarlo, sino solamente tenerlo uninstanteenmismanos.Mehabláisapasionadamenteydespuéssoiscruel.

»—No, reina de belleza—respondí—,me hallomuy lejos de querer afligiros,pero sólo podréis tocar las piedras preciosas bajo una condición, la cual os daré aconocer después de habéroslasmostrado todas.Volved a vuestro diván y contenedvuestracuriosidaddurantealgunosmomentos.

»Gazahidémeobedeció,untantointimidadayrespetuosa,yentoncesmedispusea formar un cuadrado con las gemas, salteándolas de manera que su brillo sereforzasemutuamenteyocultándolasconmisropas,paraquepudiesedescubrirlasalmismotiempo.

»NotardaríaenarrepentirmededarlealaamableGazahidéaquelespectáculo,yaquerecibióundestellotangrandequecayóeneldivánbocaarribaysequedócomoprivadadevida.Yocorríhaciaella,espantadoamivez,aunquenosinhaberdevueltoeltesoroasusaquitodepieldesepiente,queatéamicintura.Laencontrépálida,conlosojoscerrados,einmóvil,pero¡québellameparecióenaquelestado!Leentreabríel vestido para que se refrescara y viendo que estaba fría e inanimada la cubrí deardientes besos para que entrara en calor. Cuando ya no podía contenerme, ella,recuperándosedesutrance,exclamó:

»—¿Quiénhaosadotocarme?»—ElyinnFarukruz,elmismoqueoshasocorrido—ledije.»—¡Ah!—prosiguióella,yamáscalmada—.Asíquetenéisunnombre,aunque

noseatanbonitocomovuestrasgemas.Pero¿dóndeestán?Decidmequéhedehacerpara poder tenerlas entremismanos, una tras otra; pero nome las enseñéis todasjuntas,novayaaocurrirdenuevounaccidente.

»—Sólohabréisdedarmeunbesoporcadaunadeellas—respondí;yenmivozpodíanotarseelmiedoylaesperanza.

»—¡Oh!¿Sóloeso?—comentó—.¡Nomeimporta!Elbesodeunespírituhadesercomoelsoplodelvientoquelevantalaestrelladelatarde.¡Refrescarámislabiosymealegraráelcorazón!

»Noesperéaquevolvieraarepetiraquella invitacióntanarrebatadora;mibesofuelargoyellaloaguantóconunaespeciedeagradableimpaciencia;cuandoviqueseibaaquejardelardorque,precisamente,noesperabaencontrar,lepuseenlamanoun rubí, cuya reverberación se confundía con el encantador rubor que animaba susmejillas.Ellalediovueltas,comodistraída,y,devolviéndomelo,medijo:

»—Yahora,dadmeunaesmeraldaquevalgalomismo.»El segundo beso fue acompañado por un abrazo tan ceñido que le hizo

estremecerse.Yañadióconvozconmovida:»—Farukruz,puestoqueseospuedepalpar,nohaydudadequepodréishaceros

visible.¡Ah!¡Prefieroverosavosantesqueavuestrasgemas!»En aquellos momentos tenía tan buena opinión de mi rostro que no temía

enseñarloy,además,aqueldíaestabavestidoconsumapropiedad.Asípues,mequité

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elanillodeldedomeñiquedelamanoizquierdaynadamásobservarquealprimervistazolehabíacaídobienaGazahidé,volvíatomarlaentremisbrazos.Alprincipio,correspondió encantada a mis caricias, pero después, y sin previo aviso, se liberóviolentamentedemisbrazos,exclamando,colérica:

»—¡Habrásevisto!Sois unyinnmalvado, que, abusandodemi inocencia ymifalta de malicia, desearíais convertiros en mi marido sin el consentimiento de mipadre;retiraos,noquierovolveraoírhablardevuestraspiedraspreciosas;sitenéislaaudaciadeacercarosamí,gritarécontodasmisfuerzas.

»Aquella amenaza hizo queme echara a temblar, puesmi invisibilidad no eracomo la de la perí, cuyo cuerpo, inmaterial a voluntad, no encontraba ningúnobstáculo que lo detuviera; a mí podían encerrarme y hacerme morir de muchasmaneras.Durantebrevesmomentosmequedéensilencio,mientraspensabaentodoaquello,peroelpeligroenquemehallabayelamor,queaúninflamabamicorazón,aguzaronmiinventiva.Poresoexclamé:

»—¡Oh, hija de rey! ¡Oh, vos, la más bella de las terrenales hembras! Ahoracomprendoquehallegadoelmomentoderevelaroslagloriaylafelicidadalasquehabéissidodestinada;sosegaosyescuchadme.Puessóloasímeharéisjusticia,loqueospermitirásermásdulcequeelleiki,dequienposeéissusensibilidadysugracia.

»—Hablad—dijo labella, conaire solícito—;ya tenéis todamiatención;perosentaosalotroextremodeldivány,sobretodo,nometoquéis.

»Comoenmimemoria todavía sehallaban frescas todas lasmaravillasquemecontara Homaiuna, comencé a narrarle mis supuestas aventuras de la siguientemanera:

HISTORIADELYINNFARUKRUZ

(OSEA,FALSAHISTORIADEBARKIAROJ)

»—SindudahabréisoídohablardelgranAsfendarmod,soberanodelShadukányde todos los perís, yinns y dives que han existido antes y después de los reyespreadamitas.Puesbien,yosoysuhijo,suhijoquerido,enquienhabíapuestotodasuconfianza[133]alcolocarbajomicustodiaadosdemishermanas,inquietascomoelbulbul[134]yacerbascomolacebra,yrecomendarmequejamáslasperdieradevista.Para hacerme las cosas más fáciles, les había despojado a ambas de sus alas,encerrándolas en una torre cuya llave me entregó a mí para que la guardara

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celosamente.»Aunode sus amigosyinns se lemetió en la cabeza liberarlas, y en ello puso

todosucelo.Aambosnosunía,desdesiempre,unaamistadíntimaysolíamospasarjuntosdíasenteros.Estuve sinverledurantecercademedia lunaya los reprochesquelehicealencontrármelodenuevosólocontestóconunprofundosuspiro.Sentíquepeligrabanuestraamistadyleroguéquemeabrierasucorazón.

»—¡Ah!—exclamóporfin—.Sólohayunperíqueseadignodeella,yéseeselhijodeAsfendarmod.¡Hesidouninsensatoperdiendotantotiempoencontemplarla!Sí, querido Farukruz —prosiguió—, la princesa Gazahidé, hija única del rey delDaghestán,sólodebeservuestra.Lahevistosalirdelbañocomoelsoldelsenodelaonda;lamitaddesuscabellos,deoropuro,comootrostantosrayosdeslumbrantes,todavíalabrabanlastransparentesaguasmientrasquelaotramitadbrillabasobresumarfileña frente; sus ojos, de un colormás vivo y resplandeciente que el azur delfirmamento, recibían la agradable sombrade loshilosdenegra sedaque formabansusdelgadaspestañasysuslargospárpados;sunariznodesentonabaconlashojasdelapequeñapuertadeflexiblecoralquesehallabaensuproximidad,yqueencerrabanlasperlasmásbellasdelmardeGolconda[135];encuantoalrestodesusencantosque,gradualmente, iban ofreciéndose a mi mirada, no vi nada que no me dejaraanonadado;sóloséqueaquellaformaidealparecíasalidadeltallerdelcélebreMani,quien no se había olvidado de situar sobre un fondomás blanco que la nieve loscoloresqueledabanvida.

»Aquelladescripción,quenada teníade lisonja,meacaloróhasta talpuntoqueexclamé:

»—¡Ah!¡Dejaddeatormentarme,amigocruel!Biensabéisquenopodríadejaraun lado lasobligacionesquemeatanamishermanas,quienes,acada instante,meestán pidiendo cosas nuevas. ¿Por qué consumirme de esta manera? Sí, ardo endeseosdeveraGazahidé,pero¡ay!,nopuedo.

»—Idos, querido Farukruz —me dijo el yinn, en tono afectuoso—, idos asatisfacer tan natural deseo; yome quedaré en la torre para atender a las hijas deAsfendarmod, quien nunca ha de saber que las dejasteis ami cuidado; dadme lasllavesypartid.

»Enmiatolondramiento,aceptéelofrecimientodelmaliciosoyinnyemprendíelvuelohaciaellugarquetantomehacíasuspirar.Ycomohabíasidotanverazacercade vuestros encantos, ni siquiera llegué a sospechar de su traición; así pues, éldisponía de todo el tiempo que quisiera antes de que se me ocurriera regresar alShadukán.Osmirabayseguíavuestrospasos;ycuandoyamehabíaolvidadohastademímismo,lostorbellinosqueejecutanlavoluntaddemipadremearrebatarondeeste lugar y me depositaron a los pies de su trono. Asfendarmod me hizo losreprochesquemerecíayenelprimerarrebatoqueleentrómecondenóapermanecerdurante cien años entre los hombres, con el aspecto que ahora tengo, aunque sindespojarmedelafacultaddehacermeinvisible.Peroentonces,yo,quemesentíamás

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afligido por haberle ofendido que por el castigo que me acababa de imponer, meabracé a sus piernas y las regué conmis lágrimas. Él leyómi corazón y se sintióconmovidopormiamorfilial.

»—DesventuradoFarukruz—medijo—,nopuedorevocarmisentencia,perosímitigartusuerte;puestoqueGazahidéeslacausadetudesgracia,¡queseaellaquiente consuele! Ve en su busca, consigue su amor, cásate con ella y dile que, comoregalodeboda,duranteloscienañosquehasdevivirasuladopodráconservar,sinmácula,bellezayjuventud.

»Tras aquellas palabras, me entregó las gemas que ya habéis visto y, trasprometermesuayuda,mehizovenirhastaaquí.Elmiedoaasustaros,poraparecerantevosdemanerasúbita,hizoquemedecidieraasuscitarlacuriosidaddevuestroenano,para,así,motivarlavuestra.Yaunquelohayaconseguido,mehabríasentidocompletamente satisfecho si me hubierais amado lo suficiente para tomarme poresposoantesdehaberostenidoquecontarmihistoria.

»Gazahidé, que había escuchado aquella rapsodia con signos de credulidad yadmiración,quemeresultaronciertamenteplacenteros,seacercóamíencuantohubeacabadodehablary,tomandomismanosentrelassuyas,medijo:

»—Oh, señor a quien amo, no pongáis en dudami amor por vos, pues vuestraprimeramiradasehallevadoconsigomicorazón.Loquepasaesquetengounpadrebondadoso a quien no puedo faltar al respeto, pues sólo él puede disponer demí.Permitidme que le envíe recado con Calili de que acuda al instante; se sentiráalborozadoporelhonorquequeréishacermeytodosellevaráacabosegúnvuestrosdeseosylosmíos,deformaqueresulteconvenientealhijodelgranAsfendarmod.

»Ya había llegado demasiado lejos para echarme atrás; además, suponía que elreydeDaghestánseríacomolamayorpartedesussemejantes,quesuelencarecerdeunapersonalidadfuerte,por loqueesperabapoder imponerle lamía tanfácilmentecomoasuhijaquien,deacuerdoconmiconsentimiento,salíaenaquellosmomentosdelatiendayllamabaavocesaCalili.

»Elenanollegó,corriendoysinresuello.»—Ybien—noseleocurriódecirnadamás—.¿Quéhabéisvisto,oh,Princesa?

Lasgemas,sinduda.»—Algomuchomejorqueeso—respondió—;veadecirleamipadrequeaquí

mismoleestánesperandounafelicidadyunportentoquenisiquierapuedeimaginar.»—¿Qué?—saltóelenano—.¿Acasohabéisvistoalgomáshermosoqueloque

yovi?¡Oh!¡Decidmequées,queridaama,decídmelo,aelloosconjuro!Soyincapazdedarunsolopasoamenosquesatisfagáismicuriosidad.

»Y como el enano no hacía más que repetir aquel estribillo con importunidadinfantil,Gazahidé, vencida por la impaciencia, le administró dos buenos bofetonesquelehicieronsaliralacarrera,contantaprisaquenopudoaguantarselarisa.No

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tardóenllamarme,yaqueestandoCalilipresente,mehabíavueltoahacerinvisible,y,trasrogarmequeleconfiaraunodemiscarbunclos,medijoqueestuvieraatentoalaconversaciónquemantendríaconsupadreyquesólomemostraraenelmomentooportuno.

»Nada más ver al Rey y oírle hablar, me di cuenta de que podría engañarlefácilmente.Escuchómihistoria,estudióelcarbunclo,boquiabiertoyconunosojoscomoplatos,supongoqueporelestupor,yalmomentogritó:

»—¡Oh, hijo de Asfendarmod, generoso Farukruz, apareced, os lo suplico!Permitidme homenajearos y daros las gracias. Hoy mismo seréis el esposo deGazahidéymañanaoscederéeltrono.Nopidootrafelicidadqueversiempreamihijabella, jovenydichosa,amenosquetengáisabienprolongarmisdíasparaquepuedaverlospreciososhijosquenacerándevos.

»Miapariencianoquitóvaloralconceptoqueelbuenmonarcasehabíahechodemí,puessibieneraciertoquemisatavíosnoeransuntuosos,mipedreríahacíaquesólosefijaseenella.Selaofrecícomodoteparasuhija,peroéllarechazó,diciendoqueelcarbunclo,queguardabaconsigoporamoramí,valíamuchomásquetodaslasmujeresdelmundo,loquesuscitóenGazahidéunpequeñomohín.

»Todos juntos regresamos a palacio; los eunucos, viéndome salir de la tiendahicieron feísimos aspavientos, del miedo que les entró; las esclavas también seasustaronunpoco,aunquenotardaronentranquilizarse;encuantoaCalili,nosésiporaversiónoporunpresentimiento,nodejódemirarmedetravés.

»Después de haber sido bañado, perfumado y ataviado con exquisitas galas,desposé aGazahidé, aunque no sin ocultarmi tremenda alegría, que nome habríapermitidoadoptarunairededignidadacordeconmissupuestosorígenes.Elrestodeldíatranscurrióentrefestines,bailesyconciertos,queapenasmedivirtieronydelosque laPrincesanopareciósacargranpartido.Noleocurrió lomismoalRey,cuyocontentoeratalquejugabacomounniñoconpajesyesclavas,sinprivarsededejaroírelecodesusrisas,repetidasporlasbóvedasdepalacio.

»Cuandonosdiolasbuenasnochesmerepitióquealdíasiguientemeresignaríasucorona,aloquecontestéquedejaraparamástardetangranhonorconobjetodepasartresdíasenelharénydedicarlosporenteroamiqueridaGazahidéyalgocedesu regia compañía, petición a la que accedió, no sin darme cumplidas gracias. Yoestaba perdidamente enamorado y durante aquellos tres días quería gozarininterrumpidamente de mi felicidad, ya que tenía muy claro que en cuantoHomaiuna se enterasedemi aventura, tan contraria a susproyectos, no tardaría enaparecerparaempañarla.Pero¿cómoesposibleserfelizcuandonosedejadesentirla inminencia de un castigo, ciertamente merecido? En medio de los placeres meencontrabasobrecogidodeterroryalmínimoruidoestabaapuntodesaltardellecho,temiendosersorprendidoporlaenfurecidaperí.Poreso,aquellostresdías,que,sinembargo,sonlosúnicosdetodamividaquerecuerdoconnostalgia,nofueronmásqueuncontinuotránsitodelostransportesdelamoralosembatesdelterror.

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»Cuando la aurora apenas acababa de hacer su aparición sobre el horizonte, sepresentó una cohorte de eunucos para conducirme al Diván. El corazón me latíafuertementeymesentíaagitadoporunpresentimientofunesto,peronohabíamodoalguno de solicitar un nuevo aplazamiento y, además, elRey no habría atendido adisculpa alguna. Se veía que le había costadomuchísimo escribir y aprenderse dememoriaeldiscurso,endondemihistoriaaparecíaconmuchoflorilegio,yqueteníamuchísimomiedodeolvidarsedealgo.Pero,apesardetodo,pudodespacharlodeuntirón, ante el gran asombro de quienes le escuchaban, que no dejaron demirarmedurante todo el tiempo que hablaba. Cuando por fin se disponía a colocar en miturbanteeldistintivoregio,unviejoemir,aquienyoconocíamuybien,seacercóylehablóaloído.Elbuenmonarcacambiódecolor,dijoqueseencontrabamal,despidióalaasambleayyofuillevadodevueltaalharén.

»Pocodespués,Gazahidérecibíalaordendedirigirsealosaposentosdesupadre,delosquevolveríaanegadaenlágrimas.

»—¡Ah, querido esposo! —me confió—. Acaban de acusaros de algo muyextraño. El emirMohabed dice que sois el hijo del pescador Ormossuf que iba avenderlepescadoacasayqueoshavistocientosdeveceseinclusohabladoalpasar.Aseguraquelahistoriaquenoshabéisnarradonoesmásqueuncuento,quevuestrasgemassonfalsasyquesóloparecenverdaderasgraciasalamagia;ensuma,quesoisunimpostorayudadoporalgúnmalvadodiv.Mipadrenoestáconvencidodeltodo,aunque se ha estremecido al oír el nombre de Ormossuf, a quien sabe con másderechoqueél al tronodelDaghestán,y eso es algoque le espanta.Sedisponía aordenar la detención del buen pescador y de toda su familia, para proceder a unexamenmás riguroso de los hechos, pero yomisma le he suplicado que esperasehasta mañana antes de dar la orden. Le he hecho ver que si realmente vos eraisFarukruz,jamásleperdonaríaistalultraje,loqueatraeríalacóleradeAsfendarmodymeharíadesgraciadaelrestodemisdías.Nohetenidomásremedioqueinsistirenque,dadolomuchoquemeamáis,meconfiaríaisvuestrosecretoy,detalsuerte,élseenteraríapormí.Asípues,decidmesinmiedolaverdadycontadconmicorazónyconmi fe. Si acaso soisBarkiaroj, el hijo deOrmossuf, no por ello voy a amarosmenosniadejardeintentararreglarlotodoparaqueaúnpodamosserfelices.

»Tantoanidabalafalsíaenmialmaquenolleguéacreerquefuesesincera,loquehizo que nada estuviera más lejos de mi intención que ponerme a merced de misegundamujer,puesdemasiadoasustadoestabayadelpoderquesobremíejercíalaprimera.Mesentíacohibido,porqueGazahidéseguíainsistiendoensuofrecimientodelamaneramástierna.Súbitamente,mevinoalaimaginaciónunaideaatroz,quedescargómi perverso corazón de la opresión que lo atenazaba.Adoptando un airetranquilodije,sonriendo,alaPrincesa:

»—Admirovuestraprudencia,puesbiensabéisquemejorescontentarsecon loqueunotienequesoñarconimposiblesyvosnohabéisqueridoprescindirdeloque,en estos momentos, se encuentra al alcance de nuestra mano. Me abstendré de

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llevaros lacontrariay tampocoseréquienimpidaquepodamospasarestedíadelamismamanera,igualdeplácida,quelosotrostresqueloantecedieron.Porlodemás,silosdetallesquemedispongoaconfesaros,yquemañanacontaréisalReyvuestropadrenolesatisfacen,siemprepodrá,silodesea,discutirloscontodoslospescadoresdeBerduka.Acabaráporpedirmeperdón,aloquemeavendréporamoravos.

»Aligualquelarosacasimarchitaporelcalordelmediodíarecobrasucoloridoalrecibirlaimperceptiblesombradeunanube,Gazahidéseanimónadamásoírmispalabras: sus mejillas se cubrieron de ese suave tono rosáceo que las llenaba dehermosuraysusojosfulgurarondeamorydealegría,loquehizoquemiardorporellafueseenaumento.Respondíconembelesoalascariciasquemeprodigabaparahacermeolvidarlainjuriaquecreíahabermehecho,aunqueenningúnmomentodejéderatificarmeenladecisióndeintentarlotodoparanoperderaquellafelicidadquemeembargaba.Lashoraspasaronrápidamente;alcaerlatarde,elRey,quesindudanoseatrevíaacomparecerantemí,envióaljefedesuseunucosparainformarsedeloque acontecía a su hija, quien le dio el mensaje de que todo marchaba a las milmaravillasydequedurmieratranquilo.

»Nohabía olvidadoquehabía prometido a laPrincesa contarle demaneramásdetalladamis aventuras, pero el hecho era que había ido posponiendo la narraciónhasta encontrar un momento más propicio a mis planes. Así pues, nada másacostarnos, comencé a entrar enmateria. Y comomi relación resultó incoherente,larga y aburrida, tal y como yo quería, la dormí y a punto estuve de dormirmetambién;peromisnegrosplanesmemantuvieronmuydespierto.

»Cuando ya estaba muy avanzada la noche, me puse el anillo en la manoizquierdaymeencaminéhacialosaposentosdelRey,adondeélmismomecondujeradías antes. El enano Calili y el resto de los eunucos de Gazahidé dormían en laantecámaradelaPrincesa;losqueguardabanalReysehallabanaambosladosdelapuertadeentrada,delaquesólomeseparabaunacortina.Paséentreellos,sinhacerelmenorruido,ymeencontréconelvenerablemonarca,quedormíaprofundamente.A la luzde lasvelasque iluminabansuhabitación, localculé todo tanbienqueunsimple cojín apretado contra su rostro me bastó para asfixiarle, sin darle tiempo,siquiera,asuspirar.Actoseguido,lecoloquéconmediocuerpofueradellechoylacabeza colgando, para que la extravasación de la sangre en su rostro pudieseatribuirseaunaccidentenatural,yregresé,temblando,pordondehabíavenido.Meencontraba tan afectadoque, incapazde recordar el camino,medespistépordosotrescorredoresquenoconocía.Cuando,alfin,pudeorientarme,nadamásllegaralapuertadelosaposentosdeGazahidédiunmalpasoymecaíalsuelo,todololargoqueera.Asustadoporlacaída,queatribuíacausassobrenaturales,exclamé,convoztenueytrémula:

»—¡Oh, cruel Homaiuna, no me hagáis sentir tan pronto el peso de vuestra

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terribleinfluencia!¡Dejadme,almenos,eltiemposuficienteparagozardelfrutodemicrimen!

»Me di cuenta de que ya no tenía miedo. Me incorporé lentamente y fui aecharme al lado de la Princesa, aunque todo lo lejos que podía, por miedo adespertarlayquesedieracuentadequenoestabadormido.

»Tanlejosestabanyalosremordimientosquemeasaltaran,nadamáscometertancruelacción,quecomencéabuscarexcusas,aduciendolaextremanecesidadenquemeencontrabadedefendermivida.Ynopudepormenosde felicitarmealpensarqueelamorquelaherederadeltronosentíahaciamímeasegurabaelpoderaccederaél.

»Ensimismado en aquellos pensamientos, se hizo de día sin que tal hechomeinquietara,porloquenomesentíalarmadoalescucharlosgritosquenotardaronensonarportodoelharén.Gazahidésedespertó,sobresaltada,seincorporóamediasysederrumbóenellecho,comosinvida,puesacababadeenterarse,porlosgritos,delasúbitamuertedesupadre,elRey.Susesclavasyeunucoscorreteabanportodosloslugaresdepalacio.Calilieraelúnicoquesehabíaquedadoasuladoymeayudabaasocorrerla. Durante algún tiempo, nuestros cuidados resultaron inútiles, hasta que,finalmente, abrió los ojos, que fijó en mí, como si pidiera ayuda. Le tendí mispérfidosbrazos, pero antesdequehubierapodido abrazarla, recibí sobremipechodesnudoelterribleinflujodelafatalvaritadeHomaiuna.Caíhaciaatrásy,mientrasrodabaportierra,exclamé,convozdesaforada:

»—¡Maldita sea tu existencia, infameBarkiaroj! ¡Ymalditas la perversidad, lahipocresíaylaingratitudconquepagasaHomaiunaylaperfidiaquemuestrashacialainocenteGazahidé!¡Y,sobretodo,malditasealasortijaque,alhacerteinvisible,hapropiciado tuúltimocrimen! ¡Queseabra la tierraparaprecipitarensusenoalasesinode su soberanodormido, elvenerable ancianoque tehabía adoptadocomohijo! ¡Ah! ¡Al menos acabemos a mordiscos con las horribles manos que le hanasfixiado,vengandoasíalaultrajadanaturaleza!

»Y sin dejar de proferir tan furiosas exclamaciones, comencé a morderme losbrazosyadarmedecabezadascontraelsuelo,conloquelasangrecomenzóabrotardemismuchasheridas,mientrasGazahidé,comosiestuviesepetrificada,memirabaymedejabahacer.

»Alcabodemediahoradetancruelestormentos,cesólaterribleinfluencia,conloquemimalvadomododeserseadueñódelasituación.Comprendíque,amenosque recurriera a alguna nueva estratagema, estaba perdido, por lo que, suspirandohondamente,comenté:

»—¡Gracias al cielo que ya pasó este acceso de frenesí!Tranquilizaos, queridaesposa,quetardarámuchotiempoenmanifestarse:eselsegundoquesufroentodamivida.

»Ydichoaquello,mearrastréhaciasucama;peroelenano,conojosqueleardíandecólera,seinterpusoentreellayyo,exclamando:

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»—Noteacerquesamiprincesa,monstruodetestable.Envanoqueríasachacaraunapasajerapérdidaderazónlaconfesióndeunmagnicidiodelque,realmente,eresculpable.Yomismo te he oído esta noche volver de los aposentos delRey; te hascaídoacuatropasosdemi lechoyhasconjuradoa la talHomaiuna,aquienahoraacabasdemencionardenuevo,paraquetedejaragozardelfrutodetucrimen.Creíahaber tenidounapesadilla, pero ahoraveoquehabíaoído laverdad, ¡ydemasiadobien!Siteatrevesaavanzarunsolopasomástesaltoalosojosytearrancoconmisuñas lo poco de carne que te queda después de ese acceso sobrenatural deremordimientoquehassufrido.

»Debodecirqueaunquemismovimientosconvulsivosmehubieransumidoenunabatimientoextremo,larabiadeverratificadoloquemeesforzabaennegarmediola fuerzasuficientepara levantarme,agarraraCaliliyarrojarlealmar,adonde,poraquella parte, daban las murallas de palacio; pero, para mi desgracia, en lugar deahogarseseechóanadarconsorprendenteagilidad.

»Me sentía confundido y Gazahidé volvía a caer desfallecida. Justo en aquelmomento,pudeoírunaalgarabíadevocesquegritaban:

»—¡Venganza! ¡Venganza! ¡Cerrad las puertas y poned sables cruzados delantedeellas!¡Barkiarojhaasfixiadoanuestrorey!¡Nodejemosescaparalcanalla!

»Tan espantoso alboroto hizo queme pusiese a temblar como un cobarde, pormiedo a perder la vida, así que dejé a la Princesa yme hice invisible, echando acorrerpara intentarsalirdepalacio;perofue inútil,pues todos loscaminosestabancortados y los deslumbrantes aceros relampagueaban por todas partes. En aquelpeligro extremo, me agarré a un sicómoro de cincuenta codos de alto que estabaplantado enmitad del patiomayor. Subí por él enmuy poco tiempo yme instalésobresucopalomejorquepude.Desdeallípudever,presadeindeciblesespantos,ala muchedumbre, que esperaba darme muerte y que no hacía sino crecer a cadainstante, y también al furioso enano, que no se cansaba de darle ánimos. Aquellaescena, de la que era miserable espectador y acobardado sujeto, se mantuvo sinningúntipodeinterrupcionesdurantetodoaqueldíaylanochequelesiguió;y,porsiaquellofuerapoco,laincómodaposturaenquemeencontraba,sumadaamiagitadoestado,desatóuncruelataquedelamalditagotaquemehabíavenidodemipadre.Sientonceshubiesegritado, todoelmundomehabríaoídoenunaleguaalaredonda;peroelmiedomecontuvo.Mientras tanto,comoveíaque,dehoraenhora,meibasintiendocadavezmásdébil,deshice lasvueltasdemi turbanteymeatéconélalárbollomejorquepude,paranoacabarenlaspicasyenlasafiladasespadasdemisenemigos.

»Enaquelestado,conlasimprecacionesaflordelabiosyladesesperaciónenelcorazón,paséundíamás,sindejardecontemplarlahorrorosaconfusiónquereinabaamialrededor.Yalfinal,cuandoyasóloveíacomoatravésdeunanubeynopodíaescucharlascosasconnitidezni,casi,darmecuentademiexistencia,elsonidodelostremendosgolpesquealguien,fueradepalacio,dabacontrasuspuertasconayudade

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unhacha,mehizoestremeceryperderelconocimiento.

»Cuálnoseríamisorpresacuando,alrecobrarelusodelossentidos,meencontrécómodamente tendidosobreunoscojinesdesedasuavementeperfumados.Abrí losojosyvi,alasuaveluzdeunagranlámparadecristal,quemeencontrabaenunodelos extremos de una larga habitación de tonos grisáceos, mientras que en el otro,dondesehabía instaladounaespeciedeoratorio,undervichesalmodiabasus rezoscongranfervor,repitiendominombreacadapalabra.Nosupequépensardeaquellavisión,queseguícontemplandodurantelargotiempo,hastaquesaquélaconclusiónde que me hallaba en la tierra de los muertos. Agradablemente sorprendido porrecibirenellatanfavorabletrato,nopudeaguantarmelasganasdegritar:

»—¡Oh!¡Nomerecíatantamisericordia!»Aquellaspalabrashicieronqueeldervichesedieralavueltayacudiera,solícito,

amilado,porloquepudereconocer,enél,aAlsalami.»—Hijomío—medijo—,megustan estas primeras palabras quebrotandeun

corazóncontrito.¡QueelCielosealoado,nomoriréisimpenitente!»—¿Acasomeencuentroaúnentrelosvivos?—lepregunté.»—Enefecto—merespondió—,graciasalabondaddeHomaiuna.»—Simividahubiesedependidodeesacruelperí—añadí—,yahabríadejadode

respirar;hizotodoloquepudoparadestruirme.»—No,no—prosiguióAlsalami—,sólohizoloquedebía,puesnoerapropiode

unaInteligenciapuracomoellapermitirquetocaseisaGazahidéconlasmanosaúnimpregnadasdelhálitoqueacababaisdesofocarensupadre.Ysihizosentirenvossuterribleinfluencia,nofueparaquedivulgaraisvuestrocrimen,sinoparaquenoloaumentaseis con tan atroz infamia. No obstante, cuando os ha visto atado alsicómoro,puesnuncafuisteisinvisibleparaella,sehaenternecido,ydiciendo:“Hayque salvarle y darle tiempo para que se arrepienta”, ha emprendido el vuelo, paraencontrar a los hombres valientes y fornidos que viven en las montañas, y haconseguido que fueran a defender vuestra causa. Bajo su liderazgo han vencido avuestrosenemigos,hanechadoabajolaspuertasdepalacioyoshanbajadodelárbol,después de que ella os quitara del dedo la funesta sortija. A continuación, os haadministradolosauxiliosquenecesitabaisy,dejándomeenestelugaralaesperadequeoshiciesenefecto,sehaidoparaacabardeconsolidareltronoquehadeserparavuestra familia. ¡Oh, Barkiaroj!, podríais haber subido al trono de la manera másfácil,sintenerquecometeruncrimen;poreso,vuestrapenitenciaseconvertiráenlospeldañosqueosconduciránaél.TambiénDaud[136]fueunasesinocomovos,perosehizomerecedordelperdón,llegandoaserelmejordelosreyes.

»Tamaño discurso, piadoso y reconfortante, que, sin embargo, encontré pocorelevante,mehizocomprenderquesi se tratabadesacarprovechode lahipocresíaaquéleraelmomentomásoportunoparaello.Asípues,comencéagolpearmeenel

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pecho, pero sin hacerme daño de veras, y adopté un aire compungido que parecíamuynatural:meacusé,meconfeséculpablesinpaliativosysupliquéaldervichequeintercediera por mí. Y para rematar la escena, después de conseguir que el santovarónllorasealagrimones,dije:

»—¡Ay!¿Quéhasidodelainocenteprincesaalaqueconvertíenhuérfana?»—Seencuentraenestemismopalacio—merespondió—,ymuyenferma:sigue

enel lechoenqueladejasteis,perocomosehallaalcuidadodeHomaiuna,podéisdarporhechoqueconseguiráreanimarla.Haciendogaladelmismocelo,aunquesinofendersupropiosentidodelaverdad, laperíhaconseguidocalmarlosánimosdelos amigos del difunto rey, que habían comenzado a poner en tela de juicio laacusación que sólo Calili fue capaz de lanzar contra vos, ya que Gazahidé no haabiertolabocaparaquejarse,nisiquieraparapronunciarvuestronombre.

»—¿Cuálhasidolasuertedeesemalditoenano?—exclamé,airado.»—Calma,calma,hijomío—dijoelderviche—;paraimplorarelperdóndeAlá

hayquesercapazdeperdonar.Elenanohahuido,sinquenadielepersiguiera.»—¡Que el cielo guíe sus pasos! —comenté, haciéndome el resignado—. En

efecto,¿acasohayotro tanmalvadocomoyo?Pero,almenos,¿nopodríaveramipadreydarlelasgraciasaHomaiuna?

»—Ormossuf—me explicó—gobierna ahora el reino, aunque todavía no hayaqueridoaceptarel títulode rey;enestemomento sehallademasiadoocupadoparaveniraverosy,adecirverdad,noparecequeleapetezcamuchohacerlo.Encuantoalaperí, sindudapodréisverla,puestoque talesvuestrodeseo.Perocalmaos, tantaagitaciónpodríahacerosdaño.

»Ydiciendoestaspalabras,regresóasuoratorio.

»Loqueyoqueríaeraquemedejaransoloparapoderpensaragusto,puesteníaqueprepararelplanquemedieralacoronaconqueibaaconvenceraGazahidéo,almenos,aapoderarmedesuvoluntad,yaquelaencantadoraprincesanosemeibadelaimaginación.Peroenaquellosmomentos,misuertedependíadeHomaiuna,quienno resultaba tan fácil de engañar como el derviche.De nada servirían con ella lasprotestasexageradasni lasmuecas,por loquenolaspuseenpráctica,dejandoquemismiradas la convencieran, no sólo demi arrepentimiento, sino de que, una vezmás, sentía por ella una gran ternura. A pesar de mis experiencias recientes,Homaiunanosemostrabadistante,yaquemeamaba.Alsalamihablabaconmuchoentusiasmo enmi favor yOrmossuf quería dejar su cargo.Así que, entre los tres,decidieron proclamarme rey del Daghestán. No me pareció acertado hacerme elofendido,porloquemecontentécondecirlealaperí:

»—Creoquehabréde repetir loque la reinadeChucánosdijoenunaocasiónparecida:“Vasacargarcontodoelpesodelarealeza,queridaHomaiuna”.

»Aquellaspalabras,yloqueimplicaban,agradaronmuchísimoamiactivaesposa

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y yo mantuve su vigencia durante los primeros días de mi reinado, porque elloconveníaamisintereses.Ledejéhacertodoloquequiso,hastanombrargranvisiraAlsalami,aunque,amisojos,aquellaelecciónresultaseridícula.Ycomodeloquesetrataba era de ganar el amor y el respeto de mis súbditos, puse en ello todo miempeño.Nohabíamomentoenquenosemevieraenlasmezquitas,dandojugosaslimosnas a los pobres y excesivas liberalidades a los imames. Casi a diarioadministrabajusticiapersonalmente,ysólocedíamipuestoaAlsalamiparacontentaraHomaiuna.

»Ciertodía,enquelosdosestabanconmigoysesentíandeinmejorablehumor,leslarguéundiscursoacercadeldestino,dejandoqueseexplayaranlargoytendido,como era su costumbre, sobre aquella cuestión. Después de llevar escuchándolosciertoratoconfingidaatención,meinmiscuíensudisertación.

»—¡Ay!Nocreoquehayaotrapersona tanconvencidacomoyodeque somosesclavosdeldestino.ElamorquesentíaporGazahidémehizocometeruncrimendelque nunca acabaré de arrepentirme y, sin embargo, ardo en deseos de ver a tandesventuradaprincesa:suimagenmesigueportodaspartesyperturbamisoraciones;si no satisfago pronto este deseo invencible, jamás volveré a ser elmismo.No osofendáis por mis palabras, querida Homaiuna —proseguí—, pues la ternura quesientoporvossefundamentaenlaadmiraciónyenelreconocimiento,porloqueseráeterna.Locontrariodelaciegapasiónquememuevehaciavuestrarival,quesólohadedurarmientrasseveacontrariada.

»—Noestoycelosa—respondiólaperí,conunademándetranquilaysosegadamajestad—,pero tengomiedodevuestro carácter, tanviolento,ypuedoprever losmalesqueseríacapazdeocasionaros.Gazahidésientetantopánicoporvosqueantespreferiría encontrarse cara a cara con elDeggial. Vuestra simple presencia podríacausarsumuerte.

»—¡Oh! Uno no se muere tan fácilmente por eso —dije—; seré capaz detranquilizarla,siemprequenoosopongáisamismétodos;adecirverdad,losvuestrossonmejoresyresultanmásútiles.

»—Haced lo que queráis —claudicó, al fin—; no tengo más remedio queresignarme,peromeembarganfunestospresentimientos.

»Hice como que no había oído aquel último comentario ni,muchomenos, losprofundos suspiros con los que Alsalami se sirvió aderezarlo, y, al momento, meencaminéalosaposentosdeGazahidé.

»Las esclavasy los eunucosde laPrincesa se espantaronalvermecaminar tanresuelto, por lo que tuve que ordenarles, bajo pena de muerte, que mantuvieransilencioyseabstuvierandeseguirme.Entrésilenciosoysinhacerme invisible,pormiedoadarleunsustodemuerteaGazahidé,ytuvetiempodecontemplarlasinqueellameviese.Sentadaenunmontóndecojines,estaba,prácticamente,deespaldasa

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lapuerta;dabalaimpresióndequesuscabellos,quelecaíanpordetrás,recamabanenorolanegratúnicaquellevabapuesta.Conlacabezadobladasobresusrodillas,llenabadelágrimaselcarbuncloqueyoofrecieraasupadreyqueélleentregaraparaquese loguardase.Depuntillas, fuigirandoasualrededorhastaque,arrojándomesobre ella, la estreché fuertemente entre mis brazos, por miedo de que intentaraescaparsedemí.

»Pero como, a pesar de mi audacia, no podía ver ni tocar a la mujer que meinspirabaunapasióntanviolenta,yalaquetangravementehabíaofendido,sinsufrirunestremecimientoinvoluntario,apenaspudebalbucirunaspalabrasdedisculpa,queno tardaron en verse interrumpidas por un grito desgarrador, seguido de undesvanecimientoquemásseparecíaalamuerte.

»Enbuenalógica,unaccidentedeaquelgénerohabríasidosuficienteparaacabarconmisfogosostransportes,peronohizomásqueexacerbarlos.Llenodevergüenzaydesesperación,salíalpocorato,cubriéndomelacabezaconunextremodelvestido,paraordenaraloseunucosyesclavasqueacudieranasocorrerasuseñora.

»Enaquellosmomentosnoteníanecesidadalgunadelavaritafatal:micorazónestaba muy atormentado, pero más por el despecho y la rabia que por losremordimientos.Aquelintentoseríaseguidopormuchosotros,quetendríanelmismoéxito.Entodosellosnohicemásqueabrazarcompulsivamenteauncuerpomuertopara,después,alejarmedeél,asqueado.Conmuchafrecuenciameibaalamezquita,nadamásacabaraquellasdesagradablessesiones,paragolpearmeelpecho,contantaviolenciaquelosasistentesnoocultabanlaadmiraciónquelesproducíaelhechodeveraunreyquedefendíalapenitenciaconelmismoceloqueunentusiastafaquir.

»Sin embargo,Homaiuna, que no podía dejar de ignorarmis funestas visitas aGazahidé,nisiquieralasmencionó;ehizobien,puessiendoellalacausaprimerademi inusitado malhumor, yo habría acabado por perder la paciencia. Alsalami seatrevióainsinuaruntímidoreproche,quesofoquéalmomentoconunamiradaquelehelódeespanto,loquemotivóquesefueraalacama,delaqueyanoselevantaríajamás.Laperívinoaanunciarmesumuerteyaproponermequeescogieraotrovisirde su misma escuela. Pero como estaba demasiado enfadado con ella paracomplacerla,leechéencaraelhaberagobiadodepreocupacionesaunpobresolitarioquedesdesujuventudsehabíaacostumbradoaunavidatranquila,porloque,comoeradeesperar,habíasucumbidobajoelpesodelacargaquelehabíacaídoencima.Enelfuturo,yomismo,leaseguré,eligiríapersonalmenteamigranvisir.

»—Os comprendo —exclamó, con aire que más que irritado parecía triste ycompasivo—;sóloqueréisdarvuestraconfianzaaquieneshalaguenladesordenadapasiónqueosatormentayqueosconvierteenlacomidilladevuestroharén.¡Ah!¡SielCielono lo remedia, acabaréis convirtiéndoos en elmalvadomonarca, azotedelmundoquepresagiabaelfatalpergamino!

»Ytrasestaspalabras,seretiró,nosinqueyomequedaráconlasganasdehacerquesearrepintiera,a fuerzadepalos,de todo loquemehabíadicho.Deboaclarar

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quecuandoporfinmecontóeldesenlacedesuhistoria,pudeenterarmedequeeraposible infligirle los tormentos más crueles y hacer que sufriera los dolores másagudossincausarlelamuerte.Ysimecontuveenaquellaocasión,fuepormiedoaquepudieraencontrarelmediodeprivarmedelaPrincesa;pero,paramidesgracia,sóloseríacapazdemantenertansabiadecisióndurantemuypocotiempo.

»A lamañana siguiente, nadamás despertarme, oigo un tremendo griterío quevienedelosaposentosdeGazahidé.Melevanto,todoalarmado,ycorrohaciaellos;sus eunucosy esclavas seprosternan, tocandoel suelo conel rostro, antemipaso.Comoenloquecido,dejoatrás lavilbarahúndayentroen lacámarade laPrincesa.Allí, encima del estrado, me encuentro el carbunclo, con un escrito donde leo losiguiente:

»“¡Recogetumalditocarbunclo,detestableBarkiaroj!Elmar,queyasedisponeaacogerelmiserablecuerpoqueadiarioultrajas,jamástelodevolverá.¡PluguieraalCielo que sus olas se lo hubieran llevado consigo antes de la hora fatal en que loprofanasteporvezprimera!”.

»Comoelserenfermoqueseufanadeseguirviviendo,apesardelosmalesquelevanconsumiendo,yque,derepente,sientequeelÁngeldelaMuerteletocaconsumano,yomesentíaniquiladoalfaltarmelacausademicotidianodolor.Meechéencimadeldivánenunestadodeestuporquemeduróhastaelmediodía.Ycuando,denuevo, fuicapazdepensar,nosemeocurrióotracosaqueecharle laculpaa laperí.

»“Fueella—medije—quien,consumalditopescadito,mehizocogerlagotademipadreylafunestasortija;quien,enunataquedecelos,meobligóaconfesarmicrimendelantedeGazahidéyquienmeexpusoalospeligrosmásextremos.Sindudafueellaquiensumióensobrenatural letargiaaunaprincesaquesentíapormí tantaternuray amorque sólo conescucharmemehabríaotorgado superdónyque, contodaseguridad,noobrabaconplenalibertadalpreferirlamuerteamipersona.Pero¿deverassehabráarrojadoalmar?¿Debohacercasodeunescritoque,quizá,hayasidodejadoparaconfundirme?EsevidentequeGazahidénohapodidoescaparsepormediosnaturales,puestoquelaalturadeestasventanasylaincorruptiblefidelidaddequieneslavigilabanmeloaseguran.Pero¿quiénmediceamíquelaperínolahasecuestradoyllevadoacualquierotropaís?¿Nopidió,yobtuvo,algoparecido,contaldeayudaraleunucoGehanguz?¿Nomeamenazóayermismo,demaneravelada?¡Ah! ¡AntespreferiríaqueGazahidé sehubiera ahogadodeveras, queverla en losbrazosdeotro!Decualquiermodo,debovengarmedeHomaiunayparaello tengoqueseguirdisimulando”.

»Trasaquellareflexión,queiríaseguidadeuncomplotdignodemí,salícontristedeterminacióndetanfunestosaposentos,aunqueyamássosegado,ymedirigíalosmíos.LejosdenegarmearecibiraHomaiuna,lacualnotardaríaenveniraverme,larecibíconmuestrasdeagradecimiento.

»—Yamehabíaisavisado—comenté—dequeelCielodetendríaelcursodemis

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excesos culpables; estáis inspirada, pero, desgraciadamente, siempre que acabocreyéndoos ya es demasiado tarde. Necesito estar solo. Y aunque me resulteimposible no llorar la pérdida que he ocasionado creo que podré soportarla conresignación. Ayudadme con vuestros consejos y seguid gobernando mis estadosmientrasmeentregoaprácticaspiadosas,tannecesariasparalasalvacióndemialma.

»—¡Que Alá y su Profeta sean alabados por haberos devuelto tan noblessentimientos!—exclamó laperí—. ¡Qué lástima que ello sólo haya sido posible acostade lavidade lapobreprincesa!Yolaamabayporesomehabríagustado,almenos, rendirleunúltimo servicio. ¡Vanaesperanza!Sólohanpodidoencontrar suvelo,queflotabaentredosaguas,loqueimplicaquedebiótomaralgunamedidaparaasegurarsedequesucuerpodesaparecieraparasiemprebajolasondas.

»—Asípues—yenesemomentomiréfijamentealosojosdeHomaiuna—,¿voscreéisquelaamableGazahidéhaperecidosinremisiónenlaprofundamar?

»—¿Quesilocreo?—respondió—.Porsupuesto.¿Esqueacasopodéisdudarlo?¡Ah, querido Barkiaroj! Abandonad tan quiméricas ideas, que sólo conseguiránenturbiarvuestrasbuenasintenciones.Buscad,másbien,vuestrosolazenlosplacerespermitidos;pormiparte,sólodeseoqueseáisfelizsintenerquereprocharosningúncrimennivergüenzaalguna.

»Aquel discurso, tan lleno de afecto, en lugar de conmoverme sólo consiguióaumentarlainquinaquesentíacontralaperí.Yosabíaqueellaeraincapazdementir,loqueimplicabaquenohabíasecuestradoaGazahidé;peroesonoqueríadecirquenohubiera sido la causade sumuerte.Asípues,me reafirméenelplanquehabíaurdidocontraellaylopuseenprácticadespuésdetresdíasdefingidasmuestrasdeternurayconfianzaquenoteníanotroobjetoqueapartardemícualquiersospecha.

»Dicenque almalvado se le conoce por lo corrompidode su corazón; por esomismo,nadamásenterarmedequeOlogú,el jefedemiseunucos,eraunmalvadoque no se avergonzaba de serlo, pensé haber encontrado el instrumento quenecesitaba para mis planes. Sin perder tiempo, le dije que eligiera a dos de suscongéneres,losqueaélleparecieranmejorpreparados,paradarungolpedemano.Y,encosadepoco,estabayadevueltaconellos,delosquerespondíapersonalmente.

»—Amigos—dije—,sóloavosotrosvoyaconfiar,porahora,miinfortunio:unfunestohadomeobligóacasarmeconunamagaquesehizopasarporunacriaturainocente y de lomás corriente. Poco después de nuestros esponsales hizo algunostrucosdemagia,alosquenodigranimportanciayquedejépasarcomositalcosa.Pero,enseguida,lacosafueamayores.Paraqueyoreinarao,másbien,parareinarellaenmi lugar,asfixióalRey,y,ahora,enunataquedecelos,acabadearrojaralmaralaPrincesa.Esmidebercastigartanexecrablescrímenes,aunquelomásdifícilsea encontrar el modo, ya que como ella tiene la facultad de desaparecer ytransportarseadondequiera,nadaconseguiríaconentregarlaalajusticiapública.Por

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tanto,sólosiselasorprendieradormidapodríainfligírseleelcastigoquesemerece.»—Señor—me interrumpió Ologú—, hace ya mucho que me di cuenta de la

malicia e hipocresía de Homaiuna; si vos nos lo ordenáis, esta misma tardeentraremosensucámaraarmadoshastalosdientesylacoseremosapuñaladasantesdequellegueadarsecuenta.

»—Esome agradaría—dije, ami vez, y añadí—:Tamaño acto de equidad noquedaríasinrecompensa.

»Aquella nueva perversidad tuvo el éxito esperado: si la perí hubiese podidomorir, habría tenido no una sino mil muertes, pues todo su cuerpo era una llagamomentosantesdesustraersealamiradadesuscruelesasaltantes,quienes,porordenmía,airearonloscrímenesdelosquenadiemásqueyolaacusabaylamaneraenquehabíaconseguidofrustrarlavenganzaqueyoesperaballevaracabo.

»Laveneraciónquetodossentíanpormipersonayelelevadonúmerodetestigosqueapoyaronmisdeclaracioneshicieronquelaimposturafuesecreídaporunagranmayoría; todos se compadecían de mí; los partidarios del rey asfixiado y de laprincesa ahogada me agradecieron la justicia que había querido tomarme por mimanoymeobligaronaproclamarlapenademuertecontraaquellosdemissúbditosque dieran socorro o asilo a Homaiuna. Lógicamente, Ormossuf era el único quepodía ver a través de aquel velo de iniquidad, pero sin su amigo el derviche paraanimarlesesentíamuyindolente,porloqueapenasleprestéatencióny,enefecto,yanovolvíaoírhablardeél.

»Nadapodríacompararsealaalegríaquesentíalpensarquebastantetendríayalaperíconcurarsedesusheridas,paraveniraimportunarmedurantemuchotiempo.Portanto,decidíaprovecharmedeaquellosmomentosdedescansoeintentarolvidarentreplaceresdesenfrenadoselrecuerdodeGazahidé,pueslosquemeproporcionabami harén me parecían demasiado insípidos para conseguir el efecto buscado. Misortija, ¡cómo no!, me procuraría, a buen seguro, placeres más picantes, que noafectaríanennadaamifamadesanto.Ydichoyhecho:encuantoselomencionéaOlogú,notardóenconfeccionarlalistadelasmujeresmásbellasdeBerduka,entrelacualesseencontrabalafavoritadelemirMohabed,quientantomalmehicieraalreconocer enmí aBarkiaroj, el hijo del pescador, justo cuando, bajo el disfraz deFarukruzydelamaneramásfácildelmundo,meibaaconvertirenrey.

»Congrandelectación,decidícomenzarporella.Atalefecto,nadamásdespuntarel día, envié a Ologú a casa del emir, con la orden de decirle personalmente queacudiera urgentemente al Diván. Yo, que entré en sus aposentos al tiempo que elemisario, me agazapé en un rincón de la habitación, desde el que escuché lasdivertidasdisculpasdelbuenanciano:

»—Debo abandonarte, luz de mis ojos —dijo a su mujer—; ese imbécil deBarkiaroj,quemásibaparapescadorquepararey,quierequetodomarchealaluzde

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lasestrellas,lomismoquesubarca;yademás,comosehaquedadoviudodosvecesseguidas,yanoquieretomaresposayporesoniseleocurrepensarquealosmaridosquesonmásfelicesqueélnoleshaceningunagracialevantarsetanpronto.

»—¡Ah!Nohabléismaldetanpiadosomonarca—leinterrumpióunavozdulceyargentina—;hacetantobienquetodoelmundodebieraamarle;vamos,nolehagáisesperar;mequedaréenellecho,aguardandopacientementevuestroregreso.

»Elemirtodavíafuecapazderezongarunascuantaspalabrasmás,sedespidiódeellaysefue.

»Apenashabíadesaparecidoporlapuerta,cuandoladamaexclamó,indignada:»—¡Vete de una vez, odioso esqueleto, y ojalá no vuelvas! ¡Ay! ¡Sólo le

pertenezcoalamableBarkiaroj,queesmásbelloqueelsolamediodía!»Notuvequetomargrandesprecaucionesparadarmeaconoceramujertanbien

dispuesta,lacual,sienunprincipiosealarmó,notardaríaentranquilizarse;asípues,paséconellatodoeltiempoquemigranvisir,queaqueldíapresidíaelDivánenmilugar,perdió,adrede,enparloteos,arteenelqueeraunconsumadomaestro.

»Muchas fueron lasvecesque renovémivisitaaaquellasdependencias, siendotestigodelasmuchasescenasqueladamapreparabaparamicontento.Pero,alfinal,acabé siendo inconstante con ella, y la mujer del imam de la Gran Mezquita deBerduka se convertiría en mi segunda fantasía. No sentía ninguna animadversióncontra sumarido, sino que, al contrario, eramimejor amigo; pero ello no supusofrenoamipasión.Yvolvíarepetireléxitodemianterioraventura,quenofaltaríaentodaslasqueacometieraposteriormente.Ologú,quefrecuentabatodoslosharenesendondeveíaalgunaposibilidaddeéxito,aleccionabaalasdamasamifavor,yellas,porlacuentaquelestenía,sesentíanobligadasaguardarelsecreto.

»Pero como, ¡oh, desventurados compañeros!, estos detalles frívolos convienentan poco a nuestra horrible situación, los pasaré por alto para llegar a hechosmásdignosdetaninfernaleslugares.

»Aunquenoconsiderase lamultiplicidaddemisadulteriosmásquecomootrostantos juegos de la imaginación, no dejaba de extrañarme el hecho de que la perípareciera prestarles tan poca atención; ya debía estar curada de sus heridas desdehacíabastantetiempoy,sinembargo,nodejabasentirlainfluenciadesufatalvaritamágica. Por ello se me ocurrió pensar que o bien los puñales de mis eunucos lahabíanhechoentrarenrazónosehabíaidoaviviraotrolugar.

»Aquellos placeres tan fáciles trajeron consigo el aburrimiento. Algunos añosdespués se multiplicaron mis accesos de gota, y la hipocresía, que todavía seguíapracticando,semehizoinsoportable.Ologú,quepocoapocosehabíaidoenterandode todos mis secretos, viajaba con frecuencia a diversas partes del mundo paratraermejóvenesbeldades,que,parasumortificación,yosiemprerechazaba.Ysólolehablaba de Gazahidé, cuyos encantos se habían engarzado fuertemente en mi

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memoria desde el momento en que me sentí hastiado de tanta aventura. Por esomismo, aquel miserable esclavo ya no sabía cómo comportarse conmigo. Y asíestabanlascosascuandounincidente,enelquenuncasemehubieraocurridopensar,pusofinamiletargia.

»Ciertodía,eneltranscursodeunaaudienciapública,sepresentaronalpiedemitrono dosmujeres veladas, que, en tono de timidez y súplica,me rogaron que lasescuchase en privado. Sin saber por qué, me sentí conmovido al oír sus voces ydispusequefueranconducidasamiharén,adondenotardéenacudir.¡Ycuálnoseríami sorpresa al encontrarme con mis dos cuñadas, tan bonitas y tan frescas comocuando más las había deseado! La ocasión era tan propicia que no podía dejarlaescapar.

»—Mujeresdemishermanos—lesdije—,nodudéisdemibuenavoluntadhaciavosotras,perodejemosparamástardeelasuntoqueostraehastamí.Loprimeroqueatañeamiharéneselplacer,ylodemásyavendrámástarde.

»Tenían demasiada indolencia y demasiada poca imaginación para serescrupulosas,por loquepasévariosdíascolmándolasdeatenciones; sóloentoncesmepreocupéderecordarlesqueteníanalgoquedecirme.

»—¡Oh!¡Noshabíamosolvidadodenuestrosmaridos!—aclamólamásjoven—.La verdad es que no resulta nada extraño, pues, ¡son tan miserables! No puedentrabajarnihacernadapornosotras.DesdeeldíaenqueOrmossufnosechódesucasahemosvagadode ciudad en ciudad, viviendode la caridadde la gente.Nosdabanpan, pero ningún consuelo. El ifrit del Desierto Fangoso fue el único que pareciócomprendernuestraspenas; perovuestroshermanosno se atrevieron a servirsedelremedioqueéllesprescribió.

»Micuñadaseruborizóalpronunciaraquellaspalabrasysecalló.»—Terminaddeunavez—dije, interesado—;habéis suscitadomicuriosidady

quieroconocertodoslosdetallesdeesaaventura.»—Deacuerdo, losconoceréis—prosiguió—,peroosespantaráaúnmásquea

vuestroshermanos.Helaaquí:

HISTORIADELACUÑADADEBARKIAROJ

»Ciertodía,unabuenamujer,aquienhabíamoscontadolahistoriadelpescadito

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y de la desgracia que por él nos sobrevino, vino a vernos, con gran premura, a lachozadondesolíamosretirarnosalponerseelsol.

»—Queridas niñas —nos dijo—, acabo de enterarme de una cosa que puederesultarosinteresante,porloqueheacudidosintardanzaacontárosla.Aseguranqueatreintamontañas[137]deaquíseencuentraelDesiertoFangoso,dondeviveunifritmuy servicial, incapaz de negar consejo y ayuda a quienquiera que vaya a verle,siempre,claroestá,quenolellevelacontrariaensusextrañasfantasías;ycomosoisbuenagente,sencillaycomplaciente,justamenteporserpobres,nodudoqueseréisbienrecibidosenaquellugar.Esinnegablequeelcaminohastallegaraélesbastantelargopero, acostumbrados comoestáis a caminar todo el tiempoparamendigar encualquierparte,ellonoossupondrágranproblema.Consideromuyconvenientequehagáisesteviaje,puesyaquenadatenéis,aunquenadaganéisconél,tampoconadaperderéis.

»Y como aquel corolario consiguió convencernos, dimos las gracias a aquellaamableancianay,sinperdertiempo,nospusimosencamino.

»Progresamos por etapas, avanzando poco a poco, ya que nuestrosmaridos nopodíancaminardurantemucho tiemposeguido;encuantoamihermanayamí, laesperanzadequeaquellospobresdesgraciadosvolvieranarecobrarlajuventudyelvigorquetraeconsigonoshacíasentirnostanligerascomodosciervasperseguidasporuncazador.Porotraparte,hayquehacerjusticiaalosbuenoscreyentesquevivenen aquella vastísima comarca, ya que, durante los dos meses que nos llevóatravesarla,sepreocuparondequenonosfaltaradenada,aunquedeboprecisarquenadalescontamosdelametadenuestroperegrinar,pormiedoaescandalizarlos,yaquelosifritsnosonamigosdelSantoProfeta,encuyonombrenosdabanlimosna.

»Finalmente,llegamosalDesiertoFangoso,dondepoconosfaltóparadarnosporvencidos, por lo detestable que nos pareció aquel lugar. Imaginaos un terrenoinmenso cubierto de fango negro y espeso, sin senderos ni árboles ni animales, siexceptuamos una numerosa piara de puercos que se aliviaban en el lodo de susnecesidades,aumentandodetalsuerteelascoqueyasentíamos.Alolejospudimosverlarocaquealbergabalacavernadondevivíaelifrit,alaque,sinembargo,nonosdecidimos a encaminarnos, por miedo a tener que nadar en aquella porquería yexponernos a ser hechos añicos por los cerdos mucho antes de haber conseguidollegar, pues no había manera de librarse de aquellas odiosas bestias, a las que sudueñodebíatenerengranestima,dadolonutridodesucolección.

»—¡Démonoslavuelta!—exclamaronacorovuestrosdoshermanos—.¡Estonohayquienloaguante!

»Alverquesequejabandeaquelmodo,mihermanayyoperdimoslapaciencia;y tanacaloradasnosmostramosalecharlesencarasusmiseriasy lasnuestrasque,después de haber llorado largo rato, se dejaron conducir hasta el cenagal, donde

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tuvimosquesostenerlos,apesardelodifícilquenosresultabaanosotrasguardarelequilibrio. El sol nos daba de lleno con sus ardientes rayos, lo que alegrabatremendamentealospuercos,que,sinrepararennuestrapresencia,seentregabanamilsaltosyrevolcones,salpicándonosdepaso,demaneraquenuestroestadoeradelomáslamentable.Yasí,afuerzadenadar,cayendoylevantándonosunayotravez,llegamos al pie de una roca que se erguía enmedio del desierto y que se hallabarodeadademusgoseco,loqueparanosotrossupusouninapreciableconsuelo.

»Encontramosalifritsentadoalapuertadeunaespaciosacavernayataviadoconunatogadepielesdetigre,tanlargayampliaque,cayendoporelsuelo,seextendíaasualrededor, formandouncírculodevariospiesde radio.Sucabezano ibaacordecon su gigantesca estatura, pues no era de mayor tamaño que las de la especiehumana,ysurostroresultabamuyextraño.Supieleradeunbonitotonoamarillo;loscabellos, cejas, pestañasybarba, del color de la púrpura; los ojos, negros comoelsurmé[138];loslabios,deunrojopálido;ylosdientes,pequeños,blancosyaguzados,como la raspa de un pescado: todo aquello conseguía darle un aire que más queresultaragradableleconvertíaenalgoportentoso.

»Nosacogióconmanerasafables,saludándonosasí:»—Pobres humanos:me dais tanta lástima por todo lo que habéis sufrido para

llegarhastamí,quepodéisestarsegurosdequeharétodoloposibleparasocorreros.Hablad,pues,sinmiedo.¿Enquépuedoserviros?

»Alentadosporaquellaspalabras, lecontamosnuestrasdesgraciascontodolujodedetallesy,actoseguido,lepreguntamossinoconocíaalgúnremedioquepudieselibrarnosdeellas.

»—Claroquesí—noscontestó—,conozcounomuyfácil,queosdirédentrodepoco;peroahoraidalfondodelacaverna,dondeencontraréisunmanantialdeaguapura; lavaosbienenél.Luego,girandoamanoderecha,veréisungranmontóndevestidosdetodotipo:cogedlosqueosquedenmejory,despuésdehabéroslospuesto,regresadamilado.

»Tan a punto nos venía aquel ofrecimiento que nos sentimosmuy contentos yreconocidos:nosencantóbañarnosyquitarnosnuestrosviejosharapos.El ifrit,quenos aguardaba en elmismo lugar en que le habíamos dejado, estaba colocando entornosuyogranprofusióndecanastillasconunaenormevariedaddefrutos.

»—Acomodaos a mi lado —indicó—, y comed, pues debéis de tener muchoapetito.

»Ycomo,efectivamente,loteníamos,nuestraavidezenelcomersuscitósurisabonachona,loquelellevóadecirnos:

»—Notenéispintadesermusulmanesmuyescrupulosos,por loquemepareceque si ahora dispusierais de un poco de vino no le haríais ascos. Pues bien —prosiguió,deduciendoporlacaraquehabíamospuestoquenadanosapeteceríamás—,ahoratendréistodoloquequeráis.

»Y diciendo estas palabras, extendió lamano en dirección a la región fangosa

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que,alinstante,seconvirtióenunaacequiaflanqueadadeárbolesfrutales,porlaquediscurría un vino bermejo cuyo aroma regocijaba el corazón. Los puercos habíandesaparecido;ensulugar,infinidaddeniñosyniñas,magníficamenteconformados,se divertían en las maravillosas ondas. Ellos fueron quienes nos ofrecieron, engrandescopasdecristal,unvinoburbujeantequesaboreamoscondeleite.Cuandoyallevábamos una hora sin hacer otra cosa que abrir la boca para beber, vuestrohermanomayorexclamó,llenodealegría:

»—¡Ah! ¡Qué feliz sois, señor ifrit, y cómo nos gustaría compartir vuestrafelicidadsiquisieraisguardarnosconvosyparasiempre!

»—Pobre insensato—le respondió el ifrit—, por juzgar, al igual que todos loshumanos,lafelicidaddelosdemásporlasapariencias,siempreengañosas.¡Fíjatelofelizquesoy!

»Y,diciendoesto,selevantólaropa,yentoncesvimosqueteníalasdospiernashundidasenelterrenohastalasrodillas.Antetaninsólitoespectáculo,elterrorylacompasión debieron pintarse en nuestros rostros. Dándose cuenta de ello, el ifritmoderósutonoy,yamástranquilo,noshablóenestostérminos:

»—No os aflijáis demasiado por mí, amigos; la potencia que me mantieneinmovilizado en este lugar tiene a gala causar alucinaciones a quienes vienen avisitarme,haciéndolesverunpútridocenagaldondesólohayunadeliciosaacequia;peronopodráprolongar indefinidamente lahorademi liberación,quequizáno sehallalejos.Decualquiermodo,nopuedoretenerosenestelugar.Marchaos,dejadmeconlospreciososniñosquetomasteisporpuercosyaquienes,afortunadamente,noapartaron de mi lado; pero antes de que nos separemos, quiero que sepáis que elimprudentevotoqueatrajosobrevosotroslaedadylasafeccionesquepadecéis,sólodejaráde tener efecto a lamuerte devuestropadre.Así pues, sólo a vosotros tocadecidirsiqueréisesperaraquellegueesemomento,queesmuyposiblequeaúnsehalle lejos,osiosdecidísaadelantarlo;en loqueamíconcierne, tengobienclaroqueaunquetuvieracienpadresnosalvaríaaningunodeelloscontaldelibrarmedeunamiseriacomolavuestra,delaquehacéispartícipesavuestrasesposas.

»Antenuestraconsternaciónyelsilencioquesehizo,elifritcomprendióquesuconsejo no conseguía prender, lo que pareció desconcertarle; así que, de repente,cambiando sus buenas maneras por la grosería más vulgar, nos interpelóbruscamente:

»—Idahacervuestras reflexionesaotrositio;meheequivocadoconvosotros;creía que volveríamos a vernos para provechomutuo, pero no sois más que unoscobardes.Partidalinstanteynoosmolestéisendespediros.

»Estábamosdemasiadoasustadosparaque tuvieraquerepetirnosaquellaorden.Nos levantamos sin decir palabra y entonces, ¡oh, cielos!, cuál no sería nuestradesesperaciónalverquelaprimorosaacequia,quetanagradablenoshabríaresultadode franquear, sehabíavueltoaconvertir enun infameamasijode lodo.Enaquellaocasión, nuestrosmaridos, que estabanmás indignadosquenosotras contra el ifrit,

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nosdieron ejemplo entrando sindudar en el cenagal ynosotras les seguimos entresuspiros.Haríamoselhorribletrayectodemaneramáspenosaquelavezanterior:nosóloporque la inmundicianos llegabahastaelcuello, sinoporelhechodeque lospuercosnosinfligíanmilafrentas.Ypormuchoquenosdijéramosunosaotrosquenadábamos en vino clarete y que estábamos rodeados de niños preciosos, no nosparecíaquenuestrossentidosquisierandarseporenterados.

»Agotados de tanta fatiga, salimos, por fin, del Desierto Fangoso y pudimosllegaraunlugarseco.Entonces,vuestrohermanomayorexclamó:

»—¡MalditoseaparasiempreesehijodeIblís,quesehaatrevidoasugerirnoselparricidio!

»—¡Malditasea—dijovuestrootrohermano—labocainfamequedejóescapartantremendaimpiedad!

»—¡Malditas sean —añadí, a mi vez— sus infames y purpúreas pilosidades,desdelacabezahastalospies,siesqueacasotiene,comoélasegura!

»—¡Maldito sea—era el turno de mi hermana— todo lo que pertenece o hapertenecido a ese monstruo, excepto su vino clarete y los excelentes vestidos quellevamos!

»Después de tan justas imprecaciones, nos echamos debajo de un gran árbol,pensandodeaquelmodopasarlanoche,queyaavanzabaagrandespasosporencimadelhorizonte.Nuestrosdebilitadosesposos,vencidosporelcansancio,sedurmieronprofundamente,mientrasmihermanayyoaúnpermanecíamosdespiertas,haciendopreparativosparaeldíasiguiente.

»Encuantoamaneció,lescontamosloquehabíamospensado.»—Creedme—dije—;dejadaunladolavergüenzaculpableyeltemor,queos

han impedido acudir al Rey, vuestro hermano. Barkiaroj es demasiado bueno ypiadoso para avergonzarse de nuestra pobreza y guardar algún resentimiento denuestrasantiguasdiscusiones.Pongámonosasuspies,contémosletodoloquenoshaocurridoynos socorrerá, aunque sólo seapara fastidiar al ifrit, pues, al expulsar aHomaiuna, ya ha demostrado de sobra que no ama, precisamente, a los seresmalignos.

»Y como este consejo fue aceptado por vuestros hermanos nos pusimos enmarcha, llegando, tras unviaje largoy llenode fatigas, aBerduka, dondenuestrosmaridosaguardanvuestradecisión.

»Alenterarmedequealgúndíapodríalibrarmedemifatalgota,meestremecídealegría; y debo añadir que si bien, en un principio, la manera de apresurar aquelmomentomeextrañóuntanto,midesnaturalizadocorazónnotardóenreconciliarsecon tan espantosa idea. A partir del momento en que mi cuñada puso fin a sunarraciónyasólopenséenirhaciendolospreparativosdetanodiosafechoríaquemepermitieranquedarmealabrigodecualquiersospecha.

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»Micuñadamehabíacontadotodoaquelloparadarmeaentenderlanaturalezadelasmujeresconlasquetrataba,comosiyonolaconocierademuchoantes;asípues,encuantoacabódehablar,dije,entonodedesprecio:

»—¡Saliddemipalacio,mujeressinvalorniespíritu;nosoisdignasdelasuertequeos reservaba, por nohaber logradopersuadir a vuestrosmaridos de quitarle lavida a un monstruo sin entrañas, recobrando de tal modo la juventud y el vigorperdidos; máxime cuando ese monstruo había perdido su condición de padre, alexpulsarlosdesucasaenlaendeblecondiciónenquesehabíanpuestoporamoraél,y hecho gala de horrible entereza al ver cómo se morían de miseria! ¡Os habéismostradoincapacesdeobligarlosaregresar,denocheyensilencio,aunacasaqueconocen como la palma de lamano, para cortarle la cabeza a esemiserable! Unaconducta tan justa y enérgica, lejos de atraermi cólera, habría sidomerecedora detodasmisalabanzas.¡Salid,repito,yquejamásvuelvaaoírhablardevosotras!

»No necesitaba nadamás para quemis cuñadas se sintieran perdidas, pues yahabían comenzado a acariciar la idea de no volver a ver a susmaridos y quedarseconmigo; por tanto, sin saber qué hacer, se echaron a mis pies y se abrazaronfuertementeamisrodillas,exclamandoalunísono:

»—¡Oh, perdonadnos, querido señor! No tenemos la culpa de que vuestroshermanosseantanpocoarrojados.Nosotrasnosomostancobardescomoellos,pero¿quépodíamosdecirles?Noshabríanmatadosileshubiésemosobligadoaponerenpráctica el consejo del ifrit. Ahora que, en efecto, Ormossuf ha dejado de ser supadre, sabremos convencerles. Prometednos que nos recibiréis con vuestra mejordisposición,quepreferimos,yconmucho,alhechodequeellosrecobrensujuventudysuvigor,ypodréiscomprobarquetenemosmuchomásespíritudeloquecreéis.

»Llegadosaestepunto,consideronecesario,¡oh,compañerosdeinfortunio!,quecubraconuntupidoveloaquelabominableactocuyanarraciónosharíaestremecer,apesardehallaros,comoeselcaso,enlossubterráneosdeIblís.

»Baste decir que mis cuñadas realizaron con éxito su propósito y que yo, decomún acuerdo con ellas, pude sorprender a sus miserables esposos en el mismomomentodeperpetrarsuhorriblecrimen.Ologú,siguiendomisórdenes,lescortóallímismolacabezaaambosytrajoasusmujeresdevueltaamiharén.Cuandoyameencontraba a solas con aquellas dos desventuradas y escuchaba con sangre fría losdetallesdelinfameatentado,lavaritadelaperímehizosentirsuinfluenciacontantafuerzaquepocomefaltóparadesmayarme.Momentosdespuésmepuseenpieconun furor inconcebible y cogiendo amis dos cómplices les di cien puñaladas y lasarrojéalmar.Trasaquelactoinvoluntariodejusticiavendríannuevostransportesdedesesperación, que me obligaron a gritar y a llenarme de improperios, dirigidoscontramipropiapersona,hastaquemequedésinhablaniconocimiento.

»Ologú lo había visto todo a través de las celosías, pero se había guardado

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prudentementedeacercarsemientrasmeduraseaquelaccesodedelirio.Cuandovioqueyasemehabíapasado,entróytomándomeensusbrazos,vendólasheridasqueyomismomehabíainfligido,sinrecabarlaayudadenadie,ymeayudóarecobrarelusodelossentidos.Recuerdoquelepregunté,convoztenue,sihabíaalgúntestigodelaescenaqueacababadeocurrir,porelpeligroquesuponía,peroélmetranquilizósobreaquelpunto,aunqueestabatanaterradocomoyoalcomprobarquelaperínosehabía olvidado demí. Al final, ambos conseguimos calmarnos y decidimos evitaraquellosgolpesjusticierosllevandounaconductairreprochable.

»Si ponemos juntos un pez, al que se ha sacado de su elemento y llevado a lacimadeunamontaña,yunhombreacostumbradoalcrimenyalqueseobligaallevarunavidaordenada,abuenseguroqueelpezpodrávivirmejorqueelhombre.Yoeraaquelhombre;poreso,aunqueeleunucotuvieraagalainventaradiariopasatiemposinocentes,memoríaderabiaydeaburrimiento.

»“¡Ah!Desafiaría aHomaiuna—medecíayo—, si estuviera segurodequenome iba a castigar en público; pues veo que, a este paso, las convulsiones quemeproducenlosremordimientosqueseempecinaendarme,acabaránreemplazandolasquemeproducíanlosaccesosdegotadelosqueacabodelibrarmeyque,además,loarriesgotodosiaellase leocurrecastigarmecuandomeencuentrerodeadodemissúbditos”.

»Laseveridadquemeviobligadoaaplicaramipersonamehizosertanduroconlos demás que pocome faltó para conseguir en odio lamisma estimaque, antaño,habíaconseguidoenamor;ciertodía,Ologúacudióparadecirme,conaire triunfal,quehabíaencontradounremedioquecuraríatodosmismales.

»—Sindudahabréis oídohablar—prosiguió—deBabekHorremi, apodadoElImpío, porquenocreía enninguna religiónyporque todo lo sacrificabaenarasdediversionesyplaceresinconcebibles.TambiénrecordaréisconquéfacilidadpervirtióatodaPersiaysusprovinciasadyacentesyque,aldisponerdeunprodigiosonúmerodesectarios,plantócaraatodaslastropasquecontraélenviaranloscalifasMamúnyMotassem:esteúltimosóloseharíadueñodelasituacióngraciasalconcursodeuninfamemalnacido[139].Puesbien,aquelgranhombrenohadesaparecidodel todo.Naud,suconfidenteyministro,lesobrevivió.SeescapódelasprisionesdeSamaráy,traserrardepaísenpaísdurantemuchosaños,ahoraacabade llegaraéste.Por lamañanameloencontréenlascercaníasdeBerdukayledilaacogidaquesemerecía.Comoantañofueramimaestroycomoleconozcolosuficiente,meatrevíaconfiarlevuestras penas. Él se conduele y os ofrece sus servicios.Hacedle gran visir; él seencargará del resto. Quien ahora ocupa este puesto no esmás que un simple, queejecutaalpiede la letra lasórdenesque ledaisparacumplir conel expediente; elhábilNaudharálascosasdeotromodoyconseguiráalejardevoslafatalvarita,alaque no teme en absoluto. A cambio, restaurará paulatinamente en el Daghestán la

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sectahorremita,demaneraquesilamáscaradepiedadqueahoralleváisseoscayera,por la circunstancia que fuese, vuestros súbditos se sentirían más contentos queescandalizados.

»Ni que decir tiene que me aferré a aquella esperanza con toda mi alma, ydespuésdeconoceraNaudyobservarsusdotesdepersuasiónyanopuseendudaqueconseguiríalibrarmedemisinquietudes.Ambosmantuvimosvariasreunionesyno tardó en llegar el ansiado momento en que, ante el Diván en pleno, acabénombrándolegranvisir.Alobrardetalsuerte,yonohacíaotracosaquecorrerhaciamiperdición, puesno semehabía pasadopor la imaginaciónquemipropósito deinstalar la impiedad enmis estados fuera un crimenmuchomás imperdonable quetodoslosquehabíacometidohastaentonces.

»Cuandomedieracuentademierroryaseríademasiadotarde.»Pero volvamos al momento en que me encontraba rodeado de una asamblea

numerosa.Naud,ataviadoespléndidamente,seencontrabaamiderecha;hiceademáncon la mano de presentárselo a los emires y a los notables del reino, quienes,respetuosamente,aguardabanaquelesdieseaconocermivoluntad.

»—Heaquí—comencémidiscurso—alhombre[140]queheelegidoparaquemeayudeagobernarosyasíconseguirqueseáisfelices;éleselmás…

»Y cuando iba a explayarme en las buenas cualidades que iba a adjudicarle almalvado, la fatalvarita, sinhacermecaeren tierrani turbarme,comodeordinario,hizoquecambiaradediscurso.

»—Es—proseguí, llenodevehemencia—elmás infamede todos loshombres,después de mí; es el impío amigo y discípulo del impuro Babek Horremi; se haencargado de corromperos, de haceros abandonar la religión deMahoma para queabracéisladelaalegríaylosplaceresilícitosqueélprofesa;ynohaydudadequeeselvisirquesemereceelmonstruoqueasfixióavuestrorey,elmismoque,mediantecruelesultrajes,obligóaarrojarsealmaravuestraprincesayque,después,infligiómil puñaladas a la perí que le protegía, y que abusó, sin excepción, de vuestrasmujeres,paraacabar, finalmente, induciendoasushermanosaasesinarasupropiopadre,quetambiéneraelsuyo.Heaquílasortijaquepropiciótodosmiscrímenesyquemehizoinvisiblemientrasvos, imamdelaGranMezquita, ledecíaisavuestramujer no sé qué majadería de que ella era un ratoncito que el ángel Yíbril habíadejadocaer en lahabitacióndelProfeta.Tambiénmepermitió escuchar cómovos,Mohabed,alserllamadoalDiván,decíaisalavuestraqueyoibamásparapescadorque para rey. Os perdoné porque ocupé, sin tardanza, vuestro lugar. Una potenciasobrenaturaleirresistiblequeyaenmuchasocasionesmehapuestofuerademí,haceque en estos momentos acuse sus efectos, aunque de manera distinta a laacostumbrada,puesmeotorgalasuficientesangrefríaparaatrevermeaconvenceros,por loqueacabodedeciros,deque soyelmonstruomásatrozydetestableque la

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tierrahayaalumbrado jamás. ¡Refrenadvuestravenganza:despedazad,siqueréis,ami cómplice Ologú y al pérfido Naud, pero guardaos de acercaros a mí, puespresientoquemeestáreservadoundestinomásterrible!

»Despuésdehablardetansingularmanera,mecallé,echandoamialrededorunamiradahurañayferoz.Parecíaquedesafiaraalfurorgeneralquesabíanoibaatardarensucederalespanto;pero,encuantoviquelossablesabandonabansusvainasparairamiencuentro,notardéencolocarmedenuevolasortijaeneldedomeñiquedelamanoizquierdayescaparatravésdelaenfurecidamuchedumbre,rampandocomounreptil.Alpasarporelpatiodepalacio,oíunosgritos,queparecíandeOlogúyNaud,peroquemeespantaronmenosquelavisióndelsicómoro,delquemepareciócolgarpor segundavez, impresiónquenodejóde acompañarme largo tiempodespuésdesalirdeBerduka.

»Durante el resto del día caminé, o más bien corrí, maquinalmente, sin saberadóndeiba;peroalcaerlanochemedetuveenseco,espantadoporelaspectodeunbosque que se alzaba ante mí. El débil y confuso resplandor del crepúsculoaumentabaeltamañodelosobjetosyconferíauntonotanlúgubrealverdeoscurodelosárbolesquenomedecidíaapenetrarenaquellasoscurassoledades.Finalmente,impelido pormi funesto destino, avancé a tientas. Cuando apenas había dado dospasosmecaíenlamaleza,algolpearmecontralasramasdelosárbolesque,ensusviolentosmovimientos,parecíanrobustosbrazosdecididosanodejarmeentrarenelbosque.

»—¡Desgraciado!—exclamé—.¡Nisiquieralosseresinanimadospuedenevitarelasustarsedeti!¡Nienelcielonienlatierraencontrarásmisericordia!Quédateaquíparaservirdepastoalasfieras,quemuyposiblementedesdeñen,incluso,devorarte.¡Oh,Homaiuna! ¡Ésta es vuestra venganza! ¡Quemismales sean vuestra victoria,puesnomerezcovuestrapiedad!

»Apenashubeacabadodeproferiraquellaspalabras,cuandomilesdecuervosycornejas comenzaron a graznar desde las copas de los árboles y pude escucharclaramentecómodecían:

»—¡Arrepiéntete,arrepiéntete!»—¡Ah!—dije en voz alta—. ¿Aún hay tiempo para arrepentirme? Sí, quiero

creerlo y hacer penitencia con resignación. Aquí mismo esperaré a que reine denuevolaluzy,entonces,mepondréencaminoparasalircuantoantesdelDaghestán.Afortunadamente,todavíallevoconmigolasgemas;lasvenderéyrepartiréloquemeden por ellas entre los pobres; y, a continuación, me retiraré a cualquier desierto,dondepaceréhierbaybeberéaguadelluvia.Aunquehayasidoelreyabominablequehabíapredichoelmanuscrito,ellonoesóbiceparaquenopuedaconvertirmeenunpiadosoeremita.

»Haciéndomeaquellasreflexiones,quetuvieronelefectodetranquilizarme,alo

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quevinoasumarselorotodecansancioquemesentía,meechéencimadelaszarzasydelosespinosymequedétanprofundamentedormidocomosidescansaseenundivándecojinesdeterciopelo.

»Cuando ya era de día, los lamentos que parecían provenir de un lugar muypróximohicieronquemedespertaraconunsobresalto.Detalsuerte,pudedistinguirunavozdulceeinfantilque,lastimeramente,decíaasí:

»—¡Oh, Leilá, infortunada Leilá! ¿Qué vas a hacer? ¿Dejarás el cuerpo de tumadrealosbuitresqueinfestanestebosque?¿Oseguirásespantándolosapesardelhambrequeteconsume?¡Ay!Simequedoenestelugar,tengoaseguradalamuerte.Lasvoracesavesnoscomeránatodosnosotrosymimadrenoseráenterrada,comodeseaba,enlatierraqueacogióasupadre,asesinadodeformainhumana.¡Oh!¿PorquésehabrámuertotambiénCalili?Mehabríapodidoayudararendirleesteúltimoservicioasuprincesa.¡Barkiaroj,cruelBarkiaroj!Noquieromaldecirte,porqueeresmipadreyporqueGazahidémelohaprohibido,peromaldigoeldíaenquemedisteelser.

»Debidoa la sorpresay turbaciónquemecausaron tanprodigiosoencuentro,apuntoestuvede respondercondesgarradoresgritosa los lamentosdemihija;peromecontuveparanohacerlemorirdelsustoy,puestoqueaúnerainvisible,avancésinhacerruidohaciaellugarendondeellaseguíasollozando.Unaempalizada,erizadadeestacastanpuntiagudascomojabalinas,mecerróelcamino.MiréatravésdelosramajesyvialainocenteLeiláechadaenlahierba,delantedeunhabitáculoformadoporunaspalmerasentrelazadasconcañas.Sushermososojosmirabanalapuertadelaempalizada,porloquerecibítodossusrayosque,apesardelaslágrimasquelosofuscaban,metaladraronelcorazón,cuyocaminoconocíandesobra,pueseranlosmismosqueGazahidémelanzarainnumerablesveces.Ymeparecióvivirdenuevoaquel fatal momento, cuando mi princesa disponía que levantaran su tienda en ellugardeljardíndondeelenanovieralaspiedraspreciosas.Leilátenía,másomenos,la edad de su madre por aquel entonces; sus rasgos, sus cabellos, su estatura, suatrayente belleza, todo era igual. Enloquecido y fuera de mí, no sabía qué hacer.Ocultarminombreeraunaprecauciónindispensable,peroenelcasodequeaellalehubieranhechounretratofidedignodesupadre,podríareconocerme.Finalmente,lanecesidaddesocorreraaquellagentilniñahizoquemedecidiera;mequitédeldedomeñiquedelamanoizquierdalasortijay,llamandoalapuertadelaempalizada,dijeconvozlastimera:

»—¡Quienquieraqueseaelqueviveenestacasadecañasypalmeras, leruegoqueconcedasuhospitalidadaestedesventurado, reducidoporel impíoBarkiarojatantristeestado!

»—¡QueAláysuProfetaseanalabadosporelauxilioquemeenvían!—exclamóLeilá, levantándose apresuradamente y llegándose de un salto a la puerta de la

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empalizada,queabrió—.Venid—prosiguió—,queridoextranjeroaquienBarkiarojpersigue,acontemplarotrasvíctimasdesucrueldad,yasímeayudaréisaenterraramimadreyasuenano,que,deestasuerte,noserándevoradosporlosbuitres.

»Ydiciendoesaspalabras,mehizoademándeque lasiguiera,por loqueentréconellaenlavivienda.

»Dada la buena disposición en queme encontraba horas antes, ¿acaso alguienhabríapuestoendudaqueelcuerpodeGazahidéfueraacausarmeremordimientosaúnmayores que los queme ocasionaba la varita de la perí? ¡Oh! ¡Es terrible elefectoqueproduceelhabituarsealcrimen!Enaquelmomentoterriblesólomesentíagitado por los desenfrenados deseos que tantas veces me hicieron ultrajar a ladesventuradaprincesa,cuandoseencontrabaenunestadocasisimilaraaquelenquelaveíaenaquellosmomentos.Noquierodecirconestoquedesearaconvertirauncadáverenmipresa,sinoquemejuréamímismoquesuretratoviviente,suhija,mipropiahija,notardaríaenserlo.InvoquéaIblísparaquefavorecieralaconsecucióndemihorrorosodesignioymeobliguéa satisfacer lapiedad filialdeLeilá, conelúnicofindeconseguir,actoseguido,suconfianzayaellamisma.

»Excavéunalargafosa,encuyointeriorcolocamosloscuerposdeGazahidéydelenano, a quien, enmi fuero interno, lancémilmaldiciones; y después, tomando aLeiládelamano,decidíabordarla.

»—Secaos las lágrimas—dije— y dejadme que os lleve a algún lugar dondepuedan daros el auxilio que necesitáis. Al vagar por este bosque, forzado por lamaldad de Barkiaroj, me ha parecido ver a lo lejos, hacia aquel otro lado, unascabañasdelabradores.Aversilasencontramos.Ahoraquehabéiscumplidoconlosdeberesqueatañíanavuestramadre,debéispensarenvosmisma.

»—Osseguiréadondequieraquevayáis—merespondió—,pues,seguramente,elCieloosdestinaasermiprotector.Adoptadmecomohija,yaquemipadreeselmonstruoaquienambosdebemosdetestarporigual.

»Leiláteníamáscorajequefuerza,puesapenaspodíasostenerse.Latoméentremisbrazosy,contanqueridacarga,atraveséunbuentrechodelbosque,aunquesindejardetemblarporlaposibilidaddeencontraraalguienquepudierareconocerme,yaquehabíadecididorecurriralasortijasóloencasosdeabsolutanecesidad,puestoque me arriesgaba a ponerme en evidencia ante mi hija, que debía conocer suexistencia.Comollevabaapretadacontramisenoaaquellainocentecriatura,elfuegoque me abrasaba no hacía más que crecer; sin embargo, un pensamiento que mesobrevinocalmóalinstantemisinfamestransportes.

»“¡Quéinsensatosoy!—medije—.¿Enquéestoypensando?Homaiunavuelaencírculosamialrededor;ellafuequien,ayerporlatarde,hizohablaraloscuervosycornejasdelbosque.Comonopuedepenetrarmisintencionesesposiblequecreaqueelamorpaternome impeleacuidarmedeLeilá;perosimedejasearrastrarpormidelirionomedispensaríadelosterriblesefectosdesufunestavarita;porotraparte,alconfesarmiscrímenesrevelaríamípersonalidadamihija,ylashorriblesescenas

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quetuveconGazahidévolveríandenuevo.¡Oh!¿Acasonohayningúnlugarenelmundoadondeestatemibleperínopuedaseguirme?Y,silohay,¿elifritdelDesiertoFangosonopodríadecirme,acaso,dóndeestá?Elconsejoquedieraamishermanosdemuestra que lo sabe todo y que es capaz de conseguir cualquier cosa. Iré aconsultarle,pero,hastaentonces,mecontendréenloqueaLeiláserefiere,hastaelpuntodenodarle,siquiera,unbesodeamigo”.

»Los honestos labradores a los que abordamos, no sólo nos prestaron la ayudaquetanurgentementenecesitábamos,sinoquemevendieronuncaballo;asípues,conLeiláalagrupa,meapresuréasalirdelDaghestán.

»Cuandomeconsideréasalvodecualquiereventualidadmedetuveenunagranciudad,ydespuésdevenderalmejorpostorunademisesmeraldas,encarguéunosbonitosvestidosparaLeiláyleentreguédosesclavasparaquelasirvieran.

»No supo cómo darme las gracias: el apelativo de padre que me concedía, laparcialidadque,enefecto,sentíahacíamíysus inocentescaricias,sóloconseguíanhacermeperder losestribos;pero,apesarde todo, fuicapazdesobreponermeydemantenerlatremendaviolenciaquemehabíaimpuestoamímismo.

»LospreparativosnecesariosparaelviajealDesiertoFangosorequeríantiempo,puesnoqueríainvertirenélmesesenteros,comoleshabíasucedidoamishermanosyasusmujeres.Ciertodía tormentoso,queacabóenunavelada tranquila, roguéaLeiláquemecontaralahistoriadesumadre,aloqueellaaccedióconairesolícitoysumiso.Demasiadobienconocíayoloquemecontaba,almenoshastaelmomentoen que se suponía que Gazahidé se había arrojado al mar, por lo que sólo prestéatenciónapartirdeaquelinstantecrucial;loquevinodespuésfueresumidoporLeiládelasiguientemanera:

HISTORIADELEILÁ,HIJADEBARKIAROJ

»—Cuando mi madre volvía en sí, después de los desvanecimientos que elindignoBarkiarojaprovecharaparaabusardeella,seentregabaalamáscrueldelasdesesperaciones.Nisusesclavasni,incluso,laamableHomaiunapodíanconsolarla;ibalanguideciendoaojosvistas,yeraevidentequenopodríavivirmuchotiempoenaquelestado.Sinembargo,unanocheenquesehabíalevantadodellechoy,comodecostumbre,llorabaalmirarelmalditocarbunclo,oyóatravésdelaventanalavozdeCaliliquedecía:

»—Abridme,queridaama,puesarriesgomividaparasalvaros.

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»Yera verdad, pues el fiel enano, corriendoun tremendo riesgo, había trepadopor una higuera gigantesca que echaba sus raíces cerca del mar y cuyas ramas,pasando por la habitación de Gazahidé, llegaban hasta la muralla.Mi madre bajóvalientementeporlaescaladesedaqueCalilihabíatraídoparatalfin,aunquenosindejar un escrito encima del estrado que sirviera para confundir a Barkiaroj. Actoseguido, el enanodescolgó la escala, bajópor el árbol ehizo subir a laPrincesa abordodeunapequeñabarcaquehabíautilizadoparallegarpormar;ycomoeratandiestroenelremocomoenlanatación,fuecosteandoellitoral,hastallegaralbosqueyalacasadondevosmeencontrasteis.

»Aquella vivienda pertenecía a una santa mujer llamada Kaiún, que se habíaretiradoaellaparameditar.ComohabíadadoasiloaCalili,notardóenenterarsedeloscrímenesdeBarkiarojydelasdesventurasdeGazahidé,porloquenodudóniuninstanteensecundarensuempresaaaquelfielservidordemimadre.Ytantasfueronlasmuestrasderespetoy lasatencionesquelapobreprincesarecibiódelapiadosaeremita,quejamássecansabadeagradeceralCieloelquelahubierapuestoentanbuenasmanos;poreso,cuandoCaliliquisopersuadirladeabandonarelDaghestán,noquisonioírhablardeello,aduciendoquequeríaacabarsusdíasalladodeKaiúnyserenterradaenelpaísquehabíaacogidoloshuesosdesupadre.ComoBarkiarojnohabíaefectuadoningunapesquisaparadarconsuparadero,elenanosetranquilizó,conloquemimadrecomenzóasosegarse,hastaquetuvoladesgraciadeenterarsedequeestabaencinta.

»—¡Oh, Cielos! —decía—. ¡Sólo me faltaba tener un hijo de ese destestablemonstruo!¡Ah!¡Ojaláquenoseparezcaaél!

»Y entre lágrimas, angustias y mortales inquietudes, finalmente me dio a luz.Durantemiinfancianocarecídebuenainstrucción,nidecuidados.Mimadre,KaiúnyCaliliseocupabandemí.Yomemostrabasumisayreconocíaladeudaqueteníacon todos ellos, sintiendo que jamás sería tan feliz como en aquellos días. Enocasionesibaalaciudadcercanaconnuestracaritativahuéspedavenderunascajitasque hacíamos con la madera de sándalo que ella compraba y que, por ser muybonitas,sevendíanmuybien.Nohabíanecesidadderecordarmequedebíaguardarsilencio respecto al lugar donde se encontraba nuestramorada, pues, por habermecontado mi madre todo lo ocurrido, tenía mucho más miedo que ella de caer enmanosdeBarkiaroj,aquienaborrecíacontodamialma.

»Asípasaronlosaños,enpazyalegría.YcuandoyanosparecíaqueelsalvajerincónadondeelCielonoshabíallevadoeraunauténticoparaíso,ladivinamanoquenos sostenía tuvo a bien abandonarnos. Mi madre cayó enferma de unas fiebresprogresivasquenosalarmaron.Apartirdeentonces,Caliliyyonoladejamossolaniuninstante,yaqueKaiúnseencargabadeiralaciudadacomprarvíveres.Siemprevolvíaenseguida,peroenunadeaquellasocasiones,yanoregresó.Pasamosdosdíassumidosenunaangustiainenarrable.Altercero,Calili,viendoqueladolenciadesuamada ama iba de mal en peor, por la falta de alimentos, decidió arriesgarse a

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buscarlosporsucuenta.Ynodejabaderepetir:»—Yo tengo la culpa de todo el mal que le ha ocurrido, debido a la estúpida

admiraciónquesentíporlasmalditasgemasdelinfameBarkiaroj,ydebohacertodoloposiblepararemediarlo.

»Mimadresólo ledejópartirparacomplacerme,pero,viendoque,al igualqueKaiún,tampocoregresaba,comenzóapensarquehabíasidoreconocidoyentregadoa Barkiaroj, y se derrumbó. Sólo teníamos por único alimento el agua de nuestracisterna.Porotraparte,yoeraincapazdeabandonaramimadre,yaqueellanopodíasiquierapensarenirsedenuestramorada,acausadesudebilidad.Comencéasentirque el hambre se iba insinuando enmí demanera desgarradora, hechoque intentéocultar a Gazahidé, aunque sin conseguirlo. En lo que a ella se refiere, se ibaextinguiendocomolaluzdeunalámparaalaquesedejadealimentar;yyonopodíahacer nada más que gemir en silencio, a su lado. Al volver en sí de undesvanecimiento producido por la debilidad, que por poco no acaba con misesperanzas,metomóentresusbrazos,ymedijo:

»—Hija mía, tan querida como infortunada, encomiendo tu inocencia a laproteccióndeAlá;queÉltepreservedecaerenlasmanosdetupadreyque,sitalessuvoluntad,tearrebatelavidajuntoconlamía.Nomaldigasjamásalautordetusdías, pero huye de él como si se tratara de las llameantes fauces de un dragón. Silogras sobrevivirme y si Calili no regresa, sal de aquí y busca a alguna personacaritativaqueteasistaentusapremiantesnecesidadesyque,actoseguido,teayudeaenterrarme;puesyaquenohequeridoabandonarelDaghestán,paraquemishuesosreposenenlamismatierraqueacogelosdemipadre,nomegustaríaquelosbuitresse los llevasenaotraparte. ¡Oh,Alá! ¡Oh,Profeta! ¡Perdonadmeporhaber sido lacausadelamuertedeunpadretanbuenoytenedpiedaddemihija!

»Tras aquellas palabras, quedó en silencio.Yomemantuve a su lado, casi tanmuertacomoella.Ignorodurantecuántotiempopermanecíenaquelestado,puessólovolvíenmíalsentircaerpormigargantaun licorqueCalilivertíacon temblorosamano.Abrolosojosy,¡horror!,comprueboquesetratadesupropiasangrequemeestádandoaingerir.

»—InfortunadaLeilá—medice—, este brebaje, por odioso que os parezca, osmantendrá en pie durante algún tiempo.He sido perseguido por un tigre, del que,duranteuntiempo,pudeescaparmegraciasamiagilidad;peroencuantoconsiguióatraparme,clavósusgarrasenmicostado.Comoveis,casitodamisangrehamanadopor esta enorme herida.Voy a seguir los pasos demi querida señora,me dirijo altribunaldeAláparasolicitar,juntoconella,justiciaparaBarkiarojyauxilioparavos.

»Yterminandoestaspalabras,elbuenoygenerosodeCaliliseechóalospiesdemimadreyexpiró.

»Mis escasas fuerzas, que acababade recobrar, aunqueno completamente, sólome habrían servido para acelerar el fin de mis días, si no hubiera sido porque elmiedo de que el cuerpo de Gazahidé acabara pasto de los buitresme reprimió de

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usarlas contramí,yaquemevi en laobligacióndecumplir elúltimodeseodemimadre.Así pues,me contenté con llorarlos a ambos fuera de la casa, por si algúnpaseante llegaba a oírmis lamentos, y entrar a cadamomento en la vivienda pararegarconmisardienteslágrimaselheladorostrodemimadre.OtrotantohiceconeldeCalili,pues,¡ay!,asusangreledebíalopocodevidaquemequedaba.Mástarde,vosme salvasteis, ayudándome a enterrar ami buenamadre y a su enano. ¿Cómopodré pagároslo?Perono es éste el único sentimientoqueme liga a vos, puesmeinspiráis un afecto que me recuerda el que sentía por Gazahidé; sería feliz encualquier lugar en el que vos os encontrarais, con tal de estar al abrigo de laspesquisasdeBarkiaroj,quien,segúndecís,aúnospersigue.Apresurémonos,pues,abuscaralamigodelquemehabéishablado,yaqueesperáisquepuedaencontrarparavos un retiro en donde el nombre del cruel sea algo detestable.Nome asustan lasfatigasydebodecir que tiembloporvos tanto comopormímisma.Por lodemás,confiadenmidiscreción:realmente,noestabaenmiscabalescuandomeentregabaenmediodelbosqueaaquelloslamentosquepodríanhabermehechocaerenmanosdeBarkiaroj.Noobstante,yafortunadamenteparamí,quienlosoyófuesuenemigo,elqueparasiempre,seráamigodelapobreLeilá.

»Una narración tan conmovedora como aquélla habría bastado para partirle elcorazón a cualquiera, y una confianza tan mal dirigida debiera haberme hechoenrojecer de vergüenza; pero, debido a la desenfrenada pasión que alocadamentetiraba de mí, nada de aquello me hizo efecto. Me había fijado mucho más en lasimplicidadygraciaconqueLeiláseexpresabaqueenlasdesgarradorasescenasqueofrecía ami imaginación. Su inocencia le había hecho juzgar equivocadamente lacausa de mi agitación. Me agradeció el interés que había demostrado por lasdesgraciasdesumadre,ydeellamisma,yseretiróasuhabitación,colmándomedebendiciones;peronoeraaBarkiarojaquiendebíabendecir, sinomuyalcontrario,pues se acercaba el momento en que para él iba a sonar la hora de la eternacondenación.

»Finalmente, nos pusimos enmarcha hacia el Desierto Fangoso.Mi hija y yoíbamosenunalitera,cuyosporteadoresseturnabanperiódicamente;lasdosesclavas,a lomos de un camello; y los doce eunucos que nos servían de escolta, a caballo.Nuestroviajesólodurótressemanas,quemeparecierontrescientosañosacausadelosrudoscombatesquemanteníanentresílafogosidaddemiscriminalesdeseosyelmiedo a la varita. Dejé a Leilá con sus dos esclavas y los doce eunucos en uncaravanserralloqueseencontrabaamuypocadistanciadelDesiertoFangoso,ydirigímis pasos hacia aquel lugar. Ni el lodazal ni los puercos detuvieron mi avance,llegandoenmuypocotiempohastaelifrit,aquienencontré, talycomomehabíancontado, sentado a la entrada de su caverna. Me saludó educadamente con unainclinacióndecabezaymepreguntóquédeseabadeél.Yo leconté, entonces,mis

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aventuras,sinocultarlelomásmínimo,terminándolasconelruegodequemedijeraalgúnsitioadondenopudieraseguirmelaperí.

»El ifrit, en lugar de responderme, se puso a aplaudir, en señal de alegría, yexclamóconunavozquehizotemblarlaroca:

»—¡Iblísseaalabado!¡Heaquíunhombremásmalvadoqueyo!»El cumplido no resultaba halagador; sin embargo, sonreí y dije al ifrit que se

explicara.»—Hasdesaber—comentó—quetutemiblesuegroAsfendarmod,siempreigual

deterriblequeelmesdelinviernoalquehadadosunombre,mecondenó,haceahoraunos cuarenta años, a permanecer en este lugar, con las piernas aprisionadas en elsuelo, mientras decía así: “Sólo aquel cuyos crímenes sobrepasen los tuyosconseguiráliberarte”.Durantemuchotiempoheesperadoesaliberación,prodigandomismalosconsejosatodoslosqueveníanaconsultarconmigo,perotodofueinútilporque leshablaba a individuos sin coraje.Lagloriade sermi libertador te estabareservadaati,¡oh,indomableBarkiaroj!;portanto,enreconocimientoatuservicio,os llevaré, a ti y a tu hija, al palacio del Fuego Subterráneo, donde se encuentrantodaslasriquezasdeSuleimánydelosreyespreadamitas,ydondeHomaiunajamáspodráentrar.Fíatedemipalabrayapoyatusmanosenmisrodillas.

»Tan contento como el ifrit, me apresuré a hacer todo lo que me pedía, y, almomento,suslargaspiernasquedaronlibres.Selevantóydiotresvueltasalrededordelaroca,gritandocontodassusfuerzas:

»—¡Quetodovuelvaasuseracostumbrado!»Tras estas palabras, un palacio adornado con cien cúpulas resplandecientes

aparecióenellugarquehastaentoncesocuparalaroca;elcenagalseconvirtióenunríodeaguasrápidasyclaras,yelrestodeldesierto,enunjardínqueseextendíahastadondealcanzaba lavista.Losmuchachitos,deambossexos,abandonaronsuformadepuercospararecobrarsudelicadezaysugracia.Todosmerodearony,despuésdehacerme mil caricias lascivas, me llevaron hasta los baños, donde fui frotado yperfumado por robustos eunucos, que, al momento, me vistieron con hermososropajesymetrajerondevueltaalladodelifrit.

»Élmeaguardabaenunpabellón,bajoundoseladornadodeperlasinestimablesenelquesehabíaservidounespléndidobanquete.

»—Yanoestoyconstreñidoalclareteyalafruta,comoantes—medijo—,voyaregalarteconungranbanquete;pero—prosiguió—,noparecesestarmuycontento.¡Ja! ¡Ja! ¡No me daba cuenta! Nada te agrada si no tienes a tu hija cerca, ve abuscarla: pues es necesario que ella se acostumbre a verme antes de dar suconsentimiento a que la lleve contigo al palacio subterráneo, donde sólo se entravoluntariamente.Mientrasnosdeleitamosenlamesa,jugaráconmisniñosy,cuandosehagadenoche,nosiremosaIstajar.

»AtraveséatodaprisalasalamedasrebosantesdefloresyvolvíacompañadodeLeilá,queabríaunosojoscomoplatos,extrañadadetodoloquelarodeaba.

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»—¿Dónde estamos? —preguntó, al fin—. ¿Es ésta la morada que nos haencontradovuestroamigo?

»—No,noloes—lerespondí—,enellanoestaríamostranquilos,puesBarkiarojlaconoce;setratadelamoradademiamigoelgigante,quemeapreciayque,estamismanoche,nosllevaráaunlugarqueaúnesmáshermosoqueéste.

»—¿Vuestroamigoesungigante?—preguntó.»—Sí—contesté—,¿acasotenéismiedo?»—Nada temo a vuestro lado, excepto a Barkiaroj —dijo, con un afecto tan

inocentequemedesconcertó.»Afortunadamente, fuimos interrumpidos por las atractivas muchachitas y los

preciosospajesquevinieronanuestroencuentro, saltandoy jugueteando.Leilá losencontró tan a su gusto que siguiendo el impulso de sus pocos años comenzó aacariciarlos y a recorrer los jardines en su compañía, sin sentirse muy cohibidacuandoelgigantehizosuaparición.

»—Esmuybonita—comentóelpícaroGiaur—;antesdequemañanasalgaelsolteencontraráslejosdelalcancedeesavaritaqueturbatusdeseos.

»Ycumpliósupalabra.DejamosaLeiláconlosniños,alcuidadodeloseunucos,y seguimos regalándonos con aquellosmanjares exquisitos y los excelentes vinos.Nuestraconversaciónfueespontáneayalegre.Nosreímosdetodoslosfrenosquesehabían inventadopara reprimir a la gente de nuestra especie.El ifritme contó susatrocesaventuras;pero,apesardeloatrayentequemeparecíaaquellanarraciónllenademil desafueros, cada unomás negro que el anterior,me sentía devorado por laimpaciencia, pues me faltaba la presencia de Leilá. Así pues, di las gracias a miterriblehuéspedylerecordéqueseaproximabalahoradenuestrapartida.

»Alinstante,elifritllamóaLeilá.»—Venid aquí, encantadora joven —dijo—. ¿Queréis que os lleve al palacio

subterráneodeIstajar?»—Iréallugarquesea,contaldequevengaconmigomigenerosoprotector—

respondióLeilá.»—Aesosellamahablarclaro—prosiguióelifrit—.Vamos,subíoslosdossobre

mis hombros y agarraos fuerte, porque el camino, aunque largo, se acabará enseguida.

»Leobedecimos;ycomoLeilátemblabaunpoco,paséunodemisbrazosporsufinotalleparasujetarlaydarleánimos.

»Lanocheera tannegraquefuimosincapacesdedistinguirningúnobjetoenlavasta extensiónque sobrevolamos.Por esomismome sobresaltó la vívida claridadque emanaba de los cirios del subterráneo, a cuya entrada nos dejó el ifrit,exclamando:

»—¡Jo!¡Jo!Sehaabiertosolo;sinduda,alláabajodebensaberquiénacabadellegar.

»Apenas presté atención a aquel comentario, que habría debido bastar para

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hacerme pensar, pues estaba entretenido examinando la magnífica escalera que seabríabajomispies.Parecíapocoempinada,peroentreelprimerodesuspeldañosyelterrenoendondenosencontrábamoshabíaunbuentrecho.Poreso,paraahorrarletrabajoaLeilá,saltéadentroyletendílosbrazos.Yjustocuandoellaseibaatirar,elburlónifritmedijo,riendo:

»—Hastalavista,Barkiaroj.¡Yavendrédentrodepocoparatenernoticiastuyasydelacréduladetuhijaenvuestranuevamorada!

»Aloíraquellaspalabras,tancargadasdemalicia,Leilálanzóuntremendogritoy se echó hacia atrás, con tanta rapidez que me resultó imposible cogerla. Quiselanzarme hacia ella, pero una mano invisible me contuvo, por lo que me quedéinmovilizado.Enelmismoinstante,oíquedesdelasaéreasalturasmellamabaunavozquemeerasobradamenteconocida.MiréhaciaarribayviaHomaiunasentadaenunanubequeresplandecíaconsusrayos.

»—Miserable Barkiaroj —dijo—, ya no tendrás que temer la varita de losremordimientos, pues en lugar de aprovechar sus efectos has intentado librarte deellos.Dentro de poco, la varita de la desesperación irremediable te golpeará en elcorazón, el cual, a pesar de todo lo endurecido que pueda estar, se te romperá deahora en adelante en cada uno de los instantes de una espantosa eternidad[141].Hehechotodoloquehepodidoparasalvartedelabismoenelqueahorateencuentrasyquedebesatuscrímenes;peroelCielonopermitequetuinocentehijavayaenpostuyo. Si el ifrit, al traicionarte, no te hubiese dado el trato que todos los truhanesacostumbranadarseunosaotros, lamismaPotenciaquetearrebatólafacultaddelmovimientohabría impedidoaLeilá seguirte.Me llevoconmigoaestahijaque semerecíaotropadre; voy a sentarla en el tronodelDaghestán, donde, siguiendo losconsejosdelapiadosaKaiún,conseguiráqueseolvidenloshorroresdetureinado.Ydespués regresaré ami afortunada patria, pues he sido llamada pormi padre, quepiensa que lamedida demi castigo ha sido colmada por losmales queme hicistesufrir. Me permite vivir con mi hermana Ganigul, por lo que, en compañía tanquerida,olvidaréelinterésquesentíaporelgénerohumano.MeremitiréaAlá,quiensólopermitelapasajeraprosperidaddelosmalvadosparacastigaralosqueÉljuzgadignosdemisericordia.

»Y, diciendo estas palabras, laperí se dejó caer hacia el suelo, tomó aLeilá ydesapareció.

»Yolancéunespantosoaullido,viendoquemearrebatabanmipresa,ylahorribleblasfemiaquesaliódemibocaacabóentrelamuchedumbremalditahacialaquefuiprecipitado y entre la que no tardaré, al igual que vosotros, ¡oh, desventuradoscompañeros!,envagarincesantemente,llevandoenmicorazónelespantosobraseroqueyomismoheencendido.

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Interludio[142]

LaterriblehistoriadelpríncipeBarkiaroj,másllenadeespantososcrímenesquela del califaVathek, los sumió a todos en un terrible silencio, claro augurio de sufunestoycercanocastigo.Lahermosamujer,enquienVathekyNuroniharrepararanal entrar en la pequeña habitación donde se desgranaban tan extraordinariasnarracionesyqueenningúnmomentohabíasoltadolamanodeljovensentadoasulado, quien, tiernamente, lamiraba, idéntico a ella comopuedan serlo entre sí dosgotasdeagua,decidiórompersumutismoy,convozdulcísima,sedirigióalCalifa.

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HistoriadelaprincesaZulkaisydelpríncipeKalilá[143]

—Mipadre, señor,nohadeserosdesconocido,puestoqueelcalifaMotassem,vuestropadre,leconfiólasfértilesprovinciasdeMasra[144].Y,enefecto,habríasidodignodetanaltocargosinohubieraqueridolucharcontodassusfuerzascontraeldestino,loqueconstituyeensíuntremendoeimperdonableerror,alnoserelhombrenadamásqueunacriaturadébileignorante.

»ElemirAbúTaherAhmed, tal eraelnombredemipadre, sehallaba lejosdeconocerestagranverdad.TeníaexcesivatendenciaaadelantarsealaProvidenciayqueríaquelosacontecimientossedesarrollasenasumanera,ynocomodecretabaelCielo. ¡Terribles son, en verdad, sus designios, que, antes o temprano, debencumplirse!¡Yoponerseaellosestareainútil!

»Durantebuenapartedesugobiernohuboprosperidadgeneral,hastaelpuntodeque el nombre demi padre jamás será olvidado de la larga lista de emires que sedistinguieron en administrar este hermoso reino. Imaginando siempre proyectosgrandiosos,hizoveniranubiosexperimentados,quienes,porhabernacidocercadelasfuentesdelNilo,habíandescendidoconmuchafrecuenciacorrienteabajo,loqueleshacíaconocedoresdetodossusaccidentesydelasdiferentesparticularidadesdesusaguas.Consuayuda,seencargódehacerrealidadel impíoproyectoderegularlascrecidasdelNilo,y,detalsuerte,sobrecargólastierrascontantavegetación,quelas agotó enseguida. El pueblo, siempre esclavo de las apariencias, aplaudía susempresas,trabajabaconardorenlainfinidaddecanalesqueélhabíahechoexcavary,deslumbrado por sus logros, pasaba por alto las catástrofes que, con muchafrecuencia, sobrevenían tras ellos. Si de diez navíos quemi padre enviaba por lasrutasdelcomercio,yalosqueprescribía,segúnsufantasía,elmomentodesupartidaydesuregreso,sólovolvíauno,esosí,cargadoderiquezas,entonceselnaufragiodelos otros nueve no tenía ninguna importancia. Y como, además, el comercioprosperabadebidoasuscuidadosyprevisiones,élseolvidabade laspérdidasyseatribuíatodalagloriadesusadquisiciones.

»NotardómuchoAbúTaherenconvencersedequenadaleresultaríaimposible,siemprequedispusieradelascienciasydelasartesdelosantiguosegipcios.Creíaqueenaquellospericlitadossiglosloshombressehabíanapropiadodealgunosrayosde la sabiduría divina que les habían permitido realizar tantas maravillas, y nodesesperaba de conseguir el regreso de aquellos tiempos gloriosos. A tal efecto,ordenóbuscar,entrelasruinasquetantoabundanenestepaís,lastablillasmisteriosasque, según el parecer de los sabios que hormigueaban en su corte revelaban losmedios de conquistar las ciencias y artes olvidadas, que le permitirían, asimismo,descubrir los tesoros ocultos y subyugar las Inteligencias que los protegen. Y locurioso era que, antes de él, ningún otro musulmán se había preocupado delsignificadodelosjeroglíficos.Selastraeríanamiles,yhastadelasprovinciasmás

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alejadas. Los extraños símbolos fueron copiados, con gran fidelidad respecto a losoriginales, en telas de lino, que recuerdo haber visto miles de veces colgadas deltechodenuestropalacio.Jamáslasabejasfuerontanardientesalrededordelasflorescomonuestrossabiosalrededordesusdibujos;perocomolamayorpartedeltiempocadaunodeellossustentabaopinionesdiferentesalasdelosdemás,lasdiscusionesdegeneraronenabiertasdisputas.Nosólolededicabanasutrabajotodoeldía,sinoque, con mucha frecuencia, la luna los sorprendía ensimismados en susinvestigaciones. No se atrevían a encender faroles en los terrados, por miedo aalarmar a quienes se tenían pormusulmanes fieles, que ya comenzaban a censuraraquella veneración por una antigüedad idólatra y que sentían horror de aquellossímbolos.

»Sinembargo,elEmir,aquiennopreocupabahaberdejadoaunladosusasuntoscon tal de dedicarse a tan extrañas materias, no era igual de escrupuloso en loconcerniente a las observancias de la religión, y olvidaba, con mucha frecuencia,cumplir las ablucionesprescritaspor laLey.Lasmujeresde suharén lonotaban acienciacierta,peronoseatrevíanadecirlenada,pueshabíanperdidogranpartedelascendientequeteníansobreél.Yasíestabanlascosas,cuando,ciertodía,Shabán,eljefedeloseunucos,queeraunancianomuypiadoso,sepresentóantesuamoyseñorconunaguamanilyunajofainadeoro,yledijo:

»—Las aguas del Nilo nos fueron dadas para lavar con ellas todas nuestrasimpurezas;susfuentesseencuentranenlasnubes,enlomásaltodeloscielos,ynobrotan de palacios llenos de ídolos; así pues, servíos de ellas siempre que lonecesitéis,comoenelpresentecaso.

»ElEmir, sorprendidopor elgestoy laspalabrasdeShabán, se rindió ante tanjusta amonestación y, en lugar de entretenerse en observar la remesa de fastuosassedasqueacababade llegardesdemuy lejos,ordenóaShabánquese lesirviera lacolaciónenlasaladelemparradodoradoyquellevaranaellaatodassusesclavasy,asimismo, todossuspájaros,de losqueposeía infinidaddeespecies,enjauladosenpajarerasdemaderadesándalo.

»Alpocotiempo,elpalaciovibrabaconlossonesdelosinstrumentosmusicales,que parecían acompañar a la llegada de las esclavas, las cuales iban ataviadas conseductoresropajesyllevabandeunatraíllaunpavónmásblancoquelanieve.Sólounadeellas,detallefinoygrácilqueatraíasobresítodaslasmiradas,veníasinaveyconelvelobajado.

»—¿Quésignificaesteeclipse?—preguntóelEmiraShabán.»—Señor —respondió el eunuco, con cierto humor—, valgo más que todos

vuestrosastrólogosjuntos,puessoyeldescubridordetanadorableestrella;peronovayáisapensarqueporelhechodeestaraquísehalleavuestramerced,yaquesupadre, el venerable y santo imamAbzenderud, jamás consentirá en vuestramutuafelicidad,amenosquehagáisconmásregularidadvuestrasablucionesyosolvidéisdevuestrossabiosydelosjeroglíficos.

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»Mipadre,sinresponderaShabán,corrióaarrancarleelveloaGhulendiBegum,queeracomose llamaba lahijadeAbzenderud,ypuso tanto ímpetuenelempeñoque volcó varias canastillas de flores y, por poco, no aplasta a dos pavones.A tanbruscaexcitaciónleseguiríaunaespeciedeéxtasis.

»—¡Ah! ¡Cuán bella es la celeste criatura! ¡Rápido, id a buscar al imam de lamezquitadeSussufypreparadlahabitaciónnupcial!¡Deprisa,quequieroquetodoestédispuestoenelplazodeunahora!

»—Pero señor —respondió Shabán, con aire consternado—, olvidáis queGhulendiBegumno puede desposaros sin el consentimiento de su padre, amenosqueantesrenunciéis…

»—¿Quésandecesdices?—leinterrumpióelEmir—.¿Mecreestantontoparanopreferir esta joven virgen, fresca como el rocío de la mañana, a unos jeroglíficosenmohecidosquehan tomadoelcolorde laceniza?EncuantoaAbzenderud,veabuscarlepresto,sitalestudeseo,puessóloesperaréloquemeplazca.

»—Apresuraos,Shabán—dijo,humildemente,GhulendiBegum—.Apresuraos,puesbienveisquesólopuedoofrecerunadébilresistencia.

»—Ytodoporculpamía—farfullóeleunuco,mientrasseiba—.Peroharétodoloposiblepararepararestafalta.

»Asípues,saliócorriendoalencuentrodeAbzenderud.Peroesemismodía,aquelfiel servidor de Alá se había ido de casa, muy de mañana, a darse uno de sushabituales e instructivos paseos campestres, para observar el crecimiento de lasplantas y la vida de los insectos. Su rostro se cubrió de una palidezmortal al vercómoShabánseleechabaencima,cualcuervodemalagüero,yenterarse,mástarde,alhilodeundiscursoinconexo,dequeelEmirnohabíahechopromesaalgunaydeque él, posiblemente, no iba a llegar a tiempode exigirle las sagradas condicionesque había meditado profundamente. Sin embargo, el imam no se amilanó y, pocodespués, llegabaalpalaciodemipadre.Pero,pordesgracia, estaba tan sofocadoacausadesualocadacarreraque,dejándosecaerenunsofá,tardómásdeunahoraenrecobrarelaliento.

»Mientras que todos los eunucos se apresuraban a socorrer al santo hombre,Shabáncorrióhacia los aposentosqueAbúTaherAhmed reservabaa susplaceres,perotuvoquerefrenarsuardoralobservarquelapuertasehallabaguardadapordoseunucos negros, quienes, blandiendo sus sables, le explicaron que si daba un solopasomás,sucabezarodaríaporlossuelos.Portanto,Shabánnopudohacerotracosaqueregresaral ladodeAbzenderudyver,con lamiradaperdida,cómo,aúnmedioasfixiado,intentabarecuperarelresuello,sindejardelamentarse,porsuparte,delaimprudenciacometidaalponeraGhulendiBegumatirodelEmir.

»Mi padre, a pesar de las atenciones que prodigaba a la nueva sultana, habíaescuchadoelaltercadoocurridoentresusnegrosyShabán,yhabíasupuestoaquéera

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debido. Por tanto, cuando consideró llegado el momento, fue a encontrarse conAbzenderuden la saladel emparradodoradoy,presentándole a suhija, le anuncióquemientrasestabaesperándolesehabíadecididoahacerlasumujer.

»Aloíraquellaspalabras,elimamlanzóundesgarradoryfúnebrelamento,quelepermitió recobrar la respiración, y girando los ojos dentro de sus órbitas, dijo a laSultana:

»—¡Desventurada! ¿No sabes que las acciones precipitadas jamás tienen buenfinal?Tupadrequeríaasegurartusuerte,peronohasesperadoaverelresultadodesusesfuerzos,porqueelCielohaqueridoreírsedelaprudenciadeloshombres.Nadamástengoqueañadir.QueelEmirhagacontigo,yconsusjeroglíficos,loquequiera.Vislumbrounfuturofunestoalque,sinembargo,noasistiré.Embriágate,siquieres,conlosplacerespasajeros.Pormiparte,voyainvocaralÁngeldelaMuerte,conlaesperanzade reposarplácidamenteenel senodenuestrogranProfeta antesde tresdías.

»Y trasacabardehablar se levantó, titubeante.Suhijaquisoenvano retenerle,agarrándole de las vestiduras, pero él se liberó, ayudándose con sus temblorosasmanos.EntoncesellasedesvanecióyparacuandoelEmir,quenosabíaquéhacer,consiguióquevolvieraensí,elobstinadoAbzenderudhacíayaratoquesehabíaido,rezongando.

»Alprincipio,todoscreyeronqueelsantohombrenoseguiríaalpiedelaletralodichoyquebuscaríaalgúntipodeconsuelo.Peroseconfundieron.Alregresarasumorada,setapólosoídosconalgodones,paranoescucharsúplicasnialharacasy,acontinuación,sentándoseencimadelasesterasdesucelda,conlaspiernascruzadasyapoyando la cabeza entre las manos, se mantuvo inmóvil, sin hablar ni tomaralimento ni bebida, con lo que expiró al cabo de tres días, tal y como habíaprometido.Selehicieronmagníficasexequias,durantelascualesShabánnodejódedarriendasueltaasudolor,lacerándoselapielsinningúnmiramientoydejandoenlatierrareguerosdesangre;traslocual,habiéndoseadministradosobrelasheridasunbálsamoreparador,volvióaocuparsedelosdeberesinherentesasucargo.

»Mientras tanto, el Emir ya tenía bastante con ocuparse de la desesperadaGhulendiBegumymaldecíaatodashorassusjeroglíficos,queeranlosresponsablesdetodoaquello.Pero,alfin,susdesvelosconsiguieronconmoveralaSultana,quienrecuperósuhabitualcalmaynotardóenestarencinta,conloquetodovolvióasuscauces.

»El Emir, que no había dejado de sentirse deudor de la magnificencia de losantiguosfaraones,hizoconstruir,a imitaciónsuya,unpalaciocondocepabellones,destinadosaotrostantosfuturoshijos.Pero,desgraciadamente,susmujeresnohacíanmásquedarlehijas.Cadavezque tenía lugarunnacimiento,gruñía, rechinaba losdientes y acusaba a Mahoma de tan importuno contratiempo; y se habría hechocompletamente insoportable si Ghulendi Begum no hubiera estado presente paramitigar su mal humor. Todas las tardes conseguía que recalase en sus aposentos,

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donde, mediante mil argucias que ella se inventaba, encontraba la manera de quepudieradisfrutardeunaatmósferaagradable,quesólosedabaasulado.Duranteelembarazo,mipadrenoabandonaríasulecho,instaladoenunaampliaylargagaleríaquedabaalNilo,de suerteque, cuandouno se sentabaencimade los sofásde tanamplio aposento, le daba la impresiónde que el río se encontraba al alcancede lamano y de que podía tirar a sus aguas las semillas de la granada que se estabacomiendo. Jamás abandonaban aquel lugar las mejores bailarinas y lasinstrumentistasmásexperimentadas.Todaslastardes,nadamáscaerlanocheyalaluz demil lámparas de luz dorada, dispuestas encima del entarimado para resaltarmejorlaesbeltezyligerezadelospiesdelasejecutantes,teníalugarunapantomima.Taningentecantidaddeartistaslecostabaamipadretremendassumasdedinero,porlas babuchas ribeteadas de oro y las sandalias adornadas de pedrería que les hacíacalzar,ycuyoresplandor,almoversetodasellasalunísono,resultabaauténticamentedeslumbrante.

»Apesardetantofastoyesplendor,laSultana,desdesulecho,veíapasarlosdías,unotrasotro,contotalmonotonía.Yasistíaalaininterrumpidarondadepersonajesbrillantesyencantadoresconlamismaindiferenciaqueeldesventurado,esclavizadoporelinsomnio,observaeltitilardelasestrellas.Supensamientopasabadelrecuerdodelacólera,cuasiprofética,desuvenerablepadre,a lanostalgiaquelecausarasuextraña y prematura muerte. Mil veces interrumpía lo que en aquellos momentosestuvieracantandoelcoro,paraexclamar:“¡Eldestinohadecretadomiperdición!¡ElCielo no me concederá un hijo y, por ello, mi esposo me echará de su lado!”.Inquietudes de tal naturaleza no tardaron en insinuarse en su estado de ánimo.Mipadreseenterneciódetalmaneraque,porprimeravezdesdehacíamuchotiempoyparaconseguirsurestablecimiento,decidiórecurriralaoración,queharíaobligatoriaen todas lasmezquitas.Tampocoescatimóel repartir limosnas, por loque anuncióque todos los mendigos se reuniesen en el patio mayor del palacio, donde se lesserviría arroz a discreción. Por las mañanas resultaba imposible salir del recintoregio, yaque suspuertas estaban abarrotadasde lamuchedumbreque, llegandodetodas partes por vía terrestre y también fluvial, quería entrar por ellas. Por elNilobajaban poblaciones enteras, a bordo de almadías. Todo elmundo tenía un apetitoferoz,yaquelosedificiosconstruidospormipadre,sucostosacaceríadejeroglíficosyelmantenimientodetantosabio,habíanllevadoalpaísalapenuria.Entrelosqueveníandemuylejosseencontrabaunancianoextraordinario:elpiadosoAbúGabdolGhehamán,eremitadelGranDesiertodeArena.Teníaochopiesdeestatura,peroeratanpocoproporcionadoa su tamañoydeunadelgadez tannotoria,queparecíaunesqueleto,por loqueno resultabanadaagradableverle.Mas, como lasaparienciasengañan, en aquella lúgubre máquina se encerraba el alma más extrovertida yreligiosadeluniverso.Convozclaray tonanteanunciaba lavoluntaddelProfetaydecía,sinmiramientoalguno,lolamentablequeresultabaelqueunpríncipequedabaarrozalospobrescontantaliberalidadfuesetandecididodevotodelosjeroglíficos.

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Todos se agrupaban a su alrededor y mulás, almuecines e imames cantaban susalabanzasybesabansuspies,apesardellevarincrustadasenelloslasarenasdesudesierto,que,incluso,sellevabangranoagranoparaguardarlasencajitasdeámbar.

»Cierto día, habló abiertamente y proclamó el horror que siempre traen lascienciasimpías,convoztanretumbantequehizotemblarlosgrandesestandartesquesealineabanfrenteapalacio.Aquellavozterriblepenetróhastaelinteriordelharén.Lasmujeresy los eunucos sedesvanecieronen la saladel emparradodoradoy,detodalagentequeestabaenlaampliagalería,lasbailarinassequedaronconunpieenel aire, las titiriteras perdieron las ganas de contorsionarse, las componentes de laorquesta soltaron sus instrumentos musicales, que cayeron al suelo, y GhulendiBegumcreyómorirsedelsusto.

»AbúTaherAhmedsequedóestupefacto.Comosuconciencialereprochabasusinclinacionesidólatras, trasalgunosinstantesderemordimiento,creyóqueelÁngelVengadorllegabaparaconvertirlesenpiedraaélyatodoslosqueestabanasucargo.

»Después de permanecer inmóvil en mitad de la galería, con los brazoslevantadoshaciaelcielo,llamóaShabánydijo:

»—ElsolnohaperdidosuesplendoryelNilo sigueencalma.¿Quésignifica,entonces,esegritosobrenaturalqueharepercutidoentodoelpalacio?

»—Señor—respondió el piadoso eunuco—,debía ser la voz de la verdad, quehablaporbocadelvenerableAbúGabdolGhehamán,eremitadelDesiertodeArena,elmásfielydiligentedelosservidoresdelProfeta,quehahechotrescientasleguasennuevedíasconobjetodeconocervuestrahospitalidadyhacerospartícipedesusinspiraciones.No echéis en saco roto los consejosdeunhombreque sobrepasa enluces,piedadyestaturaa lospensadoresmás iluminados,másdevotosydemayortalladelaTierra.Todovuestropueblosesienteextasiadoanteél;loscomerciosdelaciudad han cerrado; nadie sale a darse el acostumbrado paseo vespertino por losjardines y los narradores de cuentos, que pueblan las fuentes, han perdido a suauditorio.Asulado,Yussuf[145]noeramássabioniconocíaelfuturomejorqueél.

»Aloíraquello,elEmirsintióuntremendodeseodeconsultaraAbúGabdolloreferente a su familia y a losmagníficos proyectos que le rondabanpor la cabeza,concernientes a loshijosque todavíanohabíannacido.Se sentíamuycontentodepoder hablar con un profeta viviente, ya que hasta entonces sólo había conocido aaqueltipodepersonajesfamososeinspiradosenformademomias;portanto,decidiórecibiraaquelhombreextraordinarioensupropioharén,pues¿nohabíanhecholomismo los faraones con sus nigromantes, y no era cierto que él mismo estabadecididoaimitarlosentodo?Ycontanacertadareflexión,envióaleunucoenbuscadelsantohombre.

»Shabán,henchidodealegría, seapresuróa llevaraquellaembajadaaleremita,quenopareciósentirsetanencantadoporellacomolamuchedumbrequelerodeaba.Todosllenaronelairedevítores,mientrasAbúGabdol,juntandolasmanos,elevabalamirada al Cielo, en una especie de trance profético. De vez en cuando lanzaba

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profundos suspiros, hasta que, al fin, tras un largo momento de recogimiento,exclamó,consuvoztonante:

»—¡Cúmplase la voluntad deAlá, pues sólo soy una de sus criaturas!Eunuco,estoy listo para seguirte, pero que echen abajo las puertas de palacio, pues losservidoresdelAltísimonodebendoblarlacerviz.

»Lamuchedumbre no esperó a que se lo dijeran dos veces. Todos se pusieronmanos a la obra, con lo que, en pocos momentos, un trabajo admirable quedódestruidoparasiempre.

»Nada más oír el tremendo estrépito que hacían las puertas al desplomarse,brotaron desgarradores gritos del interior del harén.AbúTaherAhmed comenzó alamentarsedesucuriosidad,peronotuvomásremedio,aunquearegañadientes,queordenarqueadecuaranlospasillosdelharénaltamañodeaquelcolosodelapiedad,temiendo que sus entusiastas seguidores penetraran en los aposentos ocupados porsusmujeres,dondesehallabanescondidossustesoros.Aquellasalarmasserevelaronvanas,pueselsantohombreyahabíadespedidoasusdevotosadmiradores.Y,segúnmecontaron,cuandotodossehabíanpuestoderodillaspararecibirsubendición,elgigantedeclaró,conlúgubreénfasis:

»—Retiraos.VolvedenpazavuestrascasasysabedqueAbúGabdolGhehamánsehalladispuestoaafrontarloquepuedaocurrirle—yvolviéndosehaciaelinteriordelpalacio,exclamó—:¡Oh,deslumbrantescúpulas,acogedmeyque loqueestáapuntodeocurrirnoempañevuestroesplendor!

»Mientras tanto, todo había quedado dispuesto en el interior del harén; losparavientos estaban en su sitio, las celosías, abiertas, y las amplias cortinas querodeaban los divanes de la larga galería que discurría alrededor del edificio,ocultandodemiradasprofanasalassultanasyasushijas,lasprincesas,tendidas.

»Como es lógico, tantos preparativos habían causado la agitación general.Cuandolacuriosidadestabayaensucénit,eleremita,hollandoconsuspiesloquequedabadelaspuertas,entrómajestuosamenteenlasaladelemparradodorado.Lamagnificencia del lugar no suscitó, siquiera, su mirada, que seguía fija,melancólicamente,enelembaldosadodemármol.Finalmente,sedecidióapenetraren la larga galería, ocupada por lasmujeres.Éstas, que jamás habían contempladoobjetostangigantescosydescarnados,lanzarontremendosgritosypidieronesenciasy cordiales para prevenir el corazón contra el funesto efecto de la aparición desemejantefantasma.

»El eremita no prestó la más mínima atención al griterío que provocaba pordoquier,sinoquecontinuópausadamentesucamino,hastaencontrarseconelEmir,quien,tomandoelbajodesutúnica, lecondujodemaneraceremoniosaalagaleríaque daba al Nilo. En primer lugar se sirvieron copas repletas de confitura y unoscuantos licores permitidos para acompañarlas; pero, a pesar de que Abú GabdolGhehamándaba toda la impresiónde estarmuriéndosedehambre, senegóa tocarsiquieraaquelrefrigerio,aduciendoquellevabanoventaañossinbeberotracosaque

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el rocío del cielo ni comer nada más que las langostas del desierto. El Emir,encontrandoqueaquelrégimenseacomodabamuybienalaetiquetadelosprofetas,noinsistióyfuedirectamentealgrano,hablándoledesupenapornotenerherederovarón, a pesar de todas las oraciones que había hecho al respecto y de todas lashalagüeñasesperanzasquelehabíandadolosimames.

»—Pero ahora —prosiguió— estoy seguro de que al fin podré gozar de esaalegríaqueadivinosymédicosmehananunciado,yquemispropiasobservacionesmeconfirman.Por tanto,noesdeestode loquedeseohablarconvos.No, loquequiero es pediros consejo sobre la educación que daré a este hijo o, para sermásexacto,alosdoshijosquemevananacer,pueselCielo,sindudaenreconocimientoamislimosnas,concedefertilidadporpartidadoblealasultanaGhulendiBegum,yaque su embarazo abulta dos veces más que lo acostumbrado en circunstanciassemejantes.

»Sindecirpalabra,eleremitamoviólacabezatresvecesseguidas.»Mipadre,muyextrañado,lepreguntósisufelicidadleresultabamolesta.»—¡Ah, príncipe ciego! —respondió el ermitaño, con un suspiro que parecía

provenirdelatumba—.¿PorquéimportunaralCielohaciendotantemerariosvotos?Respetadsusdecretos,puessabemuchomejorquenadieloqueresultaconvenientealoshombres.Ladesgraciacaerásobrevosyvuestrohijo,aquienobligaréis,sinduda,a seguir el camino adonde os conducen vuestras perversas creencias, en lugar desometerlehumildementea loquedisponga laProvidencia.Si lospoderososdeestemundo supieran los infortunios que les aguardan, temblarían, aun enmedio de supompa. El Faraón comprendió esta verdad, aunque demasiado tarde; y cuandopersiguióaloshijosdeMoisés,encontradelavoluntaddivina,conociólamuertedelosimpíos.¿Dequésirvenlaslimosnassielcorazónserebela?Losqueahorarezanporvos,enlugarderogaralProfetaqueosconcedaelherederoaquienllevaréisporcaminos de perdición, debieran implorarle que se sirviera concederle a GhulendiBegum el descanso eterno. ¡Sí,mejor sería que expirara antes que traer almundocriaturaspresuntuosasquevuestraconductaacabaráprecipitandoenelabismo!Unavezmás,osinstoaqueosreportéis.SiesciertoqueelÁngeldeAláseciernesobrelaSultana,entoncesnodebéisrecurriravuestrosmagosconintencióndedetenersufatalgolpe.¡Dejadlellevaratérminosumisiónyqueellamuera!Notembléis,Emir,noendurezcáisvuestrocorazón.Porúltimavez,¡acordaosdelFaraónydelasaguasqueselotragaron!

»—¡Acuérdatetú!—exclamómipadre,llenodeira,yéndosealotroladodeloscortinajes,alacabeceradellechodelaSultana,quien,despuésdeoírtodosaquellosdespropósitos,sehabíadesmayado—.AcuérdatedequeelNilopasapordebajodeesasventanasydequetuodiosacarcasabienmereceserarrojadaasusaguas.

»—Nadatemo,pueselverdaderoprofetasólotemeaAlá—exclamó,cuandolellegóelturno,elgigantescoeremita,poniéndosedepuntillasytocandoconunamanolossoportesdelacúpula.

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»—¡Ja! ¡Ja! Así que no tienes miedo a nada —exclamaron a coro todas lasmujeres y los eunucos, como tigres surgidos de sus madrigueras—. Execrablecriminal, ¡acabas de causarle a nuestra ama una angustia demuerte… y no tienesmiedoanada!¡Andaysirvedepastoalosmonstruosdelrío!

»Y profiriendo aquellas palabras, se arrojaron todos a una sobre Abú GabdolGhehamán,lederribaron,leestrangularonsinpiedadyleprecipitaronenelremolinoadondelasaguasdelNiloibanaperderse,traspasarporunososcurosenrejados.

»ElEmir,sorprendidoporunactotanatrozcomoimprevisto,sequedómirandoalasaguas,peroelcuerponovolvióasaliralasuperficie.Shabán,dándosecuentadelalcance de lo sucedido, comenzó a lanzar gritos ensordecedores. Habiéndosecalmado,sedispusoaencararseconlosculpables,peroéstosyasehabíandispersado,con el objeto de esconderse detrás de las colgaduras de la galería, sin atreverse amirarsemutuamente,anonadadosdesucrimen.

»Ghulendi, que nada más volver en sí se había encontrado con tan horrorosaescena, fue presa de un tremendo espanto. Sus convulsiones y gritos de agoníatuvieroncomoresultadoqueelEmirseacercaseasulado,tomándoladelasmanosymojándolasconsuslágrimas.Porfin,abriólosojosyexclamó:

»—¡Oh, Alá! ¡Oh, Alá! Acaba con la vida de una miserable criatura que nomerecevivir,puestoqueescausadeuncrimentanatroz;ynopermitasquetraigaalmundo…

»—Detente—lainterrumpióelEmir,sujetándolelasmanos,queellaaprestabayaparaacabarconsupropiavida—.Nomorirásymishijosviviránparaatestiguar lasinrazón de ese esquelético insensato que sólo se merecía nuestro desprecio. Quevayan a buscar amis eruditos: quiero que empleen toda su ciencia en fortificar tualmayconservarelfrutodetuseno.

»Asípues, lossabiosyadivinosnotardaronenacudira la llamada.Loprimeroque hicieron fue reclamar un patio para ellos solos en donde proceder a susoperaciones. El resplandor de las llamas que suscitaron no tardaría en entrar en lagalería. La Sultana se levantó, a pesar de todos los esfuerzos que hicieron paraimpedírselo,yseapresuróallegaralbalcónquedabaalNilo.Desdeaquellugar,lavistaaparecíatristeysolitaria;ynohabíaniunsolobarcosobreelrío.Alolejos,elviento jugabaentre lasdunas, levantando remolinosdearena.La reverberacióndelsolponienteteñíalasaguasdelcolordelasangre,ycuandoelcrepúsculocomenzóaextenderse por el horizonte, surgió, de repente, un furioso viento que rompió lascelosíasdelagalería.LaSultana,extraviadayconelcorazónpalpitándole,pensóenvolveralaseguridadqueledabansusaposentos,perounpoderirresistiblelaretuvo,obligándoleacontemplar,muyasupesar,lalúgubreescenaquesedesarrollabaantesuvista.Reinabaungransilencio.Porlapartedondeseencontrabanlaspirámides,un resplandorazuladoatravesó lasnubes,desuerteque laPrincesapudodistinguirsus enormes masas como si fuera de día. Aquella súbita visión la dejó helada demiedo.Hizoreiteradosesfuerzosparallamarasusesclavas,perolavozselequebró

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enloslabios.Intentóbatirpalmas,perosesintiósinfuerzas.»Mientras se hallaba en aquel trance, como sojuzgada por alguna horrible

pesadilla,pudooírseenlaatmósferaquelarodeabaunalastimeravozquedecíaasí:»—Acabo de exhalar mi último suspiro en las aguas de este río. En vano

intentaron acallar la voz de la verdad, pues ahora surge del abismo de la muerte.¡Madredesventurada!¡Fíjatededóndeparteestafatalluzyestremécete!

»Ghulendi Begum no pudo resistir más y cayó al suelo, desvanecida. Susesclavas,preocupadasporella,llegaronasuladoenaquelmismoinstante,gritandoavozencuello.Loseruditoshicieronentoncesactodepresencia,paradepositarenlasmanosdemiazoradopadreelpotenteelixirquehabíanpreparado.ApenasalgunasgotasdelmismocayeronsobreelpechodelaSultana,sualma,queyasedisponíaaseguireldictadodeAzrael,elÁngeldelaMuerte,decidióregresarasucuerpo,enflagrantecontradicciónconlasleyesdelanaturaleza.GhulendiBegumabriólosojosy distinguió, brillando con resplandor funesto, la extraña luz azulada que aún eravisible en el firmamento. Intentó señalar hacia ella con lamano, paramostrarle alEmirloquetantolahabíaasustado,pero,enaquelmomento,fuepresadelosdoloresdelparto,queleharíantraeralmundo,enelparoxismodeunainenarrableagonía,aunhijoyaunahija,quesonlosdosdesventuradosquetenéisantevos.

»LaalegríadelEmir,de tenerunhijovarón, seviodisminuidagrandementealver expirar amimadre; pero, a pesar de su inmensodolor, supomantenerse en sulugarynoperdióeltiempoenconfiarnosaloscuidadosdesussabios.Lasnodrizas,que formaban legión, intentaron oponerse, pero aquellos singulares ancianos,salmodiandotodosaltiemposusencantamientos,lesimpusieronsilencio.Ycomoyaestaban preparadas las cubas cabalísticas en donde debían bañarnos, el palacio notardó en verse invadido por los vapores de todo tipo de cocimientos de hierbas.Shabán,aquienel inimaginableolordeaquellas infernalesdrogas ledabanáuseas,hacía todo loposiblepararesistirseano llamara los imamesydoctoresde laLey,quesehabríannegadoalacelebracióndetanimpíasceremonias.¡PluguieraalCieloquehubierasidomásvaliente! ¡Ah,qué influencia tan terrible tendríanennosotrosaquellos funestos baños…!Finalmente, señor, nos sumergieron a ambos, almismotiempo, en cada uno de aquellos preparados[146], que debían conferirnos fuerza einteligencia sobrehumanas, pero que sólo sirvieron para que una exquisitasensibilidad y el veneno de una voluptuosidad insaciable corrieran por nuestrasvenas.

»Actoseguido,enmediodelasespesasfumigacionesquebrotabandelashierbasaromáticas, golpearon en aquellas cubas de metal con unas varillas de bronce,invocandoalosyinns,enparticularalosquegobiernanlaspirámides,paraquenosotorgarantalentosmaravillosos.Trasaquellaoperaciónnosentregaronalasnodrizas,quienes,muyaduraspenas,consiguierontenernosentresusbrazos,dadoloagitadoyfogosodenuestrotemperamentoenaqueltrance.Aquellasbuenasmujeresvertieronmuchas lágrimas,alverelhervordenuestrasangre,yseesforzaron,envano,para

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apaciguarnos, limpiando nuestros miembros de los ungüentos con que nos habíanungido.Pero ¡ay!,elmalyaestabahecho.Yaunquevolviéramosa lasnaderíasdenuestraedad,mipadre,que,atodoprecio,queríaquefuéramosextraordinarios,nosenervabaconunpreparadodeespeciasardientes,mezcladoconlechedenegra.

»Detalsuerte,nosconvertimosenniñosdefogosidadyardorirreprimibles.Alossieteaños,nadiepodíacontradecirnos,pues,alamenorreprimenda,lanzandogritosde rabia,mordíamosaquienesnosvigilabanhastahacerles sangre.Shabán,queyahabíatenidovariasveceselhonordesersujetodetanparticularesatenciones,gemíaen silencio, ya que el Emir sólo veía en nuestra vivacidad los arrebatos de unagenialidad que llegaría a hacernos los iguales de Surid y Chamrud[147]. ¡Cuánengañadoestabaacercadelaverdaderacausadeaquellosimpulsosdesenfrenados!

»Detantoverlaluz,unoacabaciego.Mipadretodavíanosehabíadadocuentadequeen todo loquehacíamos, el amorpropiodecadaunodenosotros jamás sedesarrollabaaexpensasdelotro,quesiemprehabíaunodelosdosquecedía,quemihermanoKalilá sóloencontraba lacalmaentremisbrazosyqueyosólomesentíafelizsipodíacolmarledecaricias.

»Hasta entonces, ambos habíamos recibido la misma educación; ante nosotrossiemprehabíaestadoelmismolibro,cuyashojasnosturnábamosenpasar.Yapesardequeamihermanolehicierancursarestudiosdemateriasrigurosas,queresultabanprematuros,yoqueríacompartirlosconél.AbúTaherAhmed,quesólopensabaensuhijo,ordenólonecesarioparaquenosemepusieraimpedimentoalguno,yaquebiensabíaqueKalilásólotrabajaríaagustosimeteníaasulado.

»Tambiénnosenseñaronlahistoriadelossiglosmásolvidadosylageografíadelas tierrasmás lejanas.Los sabiosnos inculcaban sindescanso lamoral abstrusa eidealquepretendíanqueseescondíaenlosjeroglíficos.Nosllenabanlosoídosconhermosas palabras acerca de la sabiduría y previsión de los faraones que habíansabido guardar lo que sobraba en los silos reales, comparándolos ya fuera conhormigas o con elefantes.Y poco a poco iban destilando en nuestros corazones lacuriosidadmásardienteporaquellasmontañasdepiedrabajolasqueseencontrabansepultadoslosfaraones;noshacíanaprendernosdememoriaellargocatálogodelosarquitectos y obreros que habían trabajado en ellas, poniéndonos como tarea elcalcular las provisiones que habían sido necesarias para tantos hombres, o cuántoshiloshabíaencadaanadelasedaconqueelsultánSuridhabíacubiertosupirámide.Ycomositodoaquelfárragonofuerasuficiente,aquellosinaguantablesancianosnosabrumabanconlasagotadorasleccionesdelagramáticadelalenguaquelosantiguossacerdoteshablabanensuslaberintossubterráneos.

»Detodoslosjuegosinfantilesquesenospermitíapracticardurantelashorasderecreo, sólonosgustabanaquellosquepodíamos llevaracabocuandoestábamosasolas. Nuestras hermanas, las princesas, nos aburrían mortalmente. Les encantaba

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bordarparamihermanotodotipodeespléndidasvestiduras;KalilálasdespreciabaysóloconsentíaenceñirsubellacabelleraconlasmuselinasquehabíanflotadosobreelsenodesuqueridaZulkais.Enocasiones, lasprincesasnos invitabanaestarconellasenlosdocepabellonesqueocupaban.Mipadre,desesperandodevolveratenerotrohijo,habíadepositadotodosuafectoenelqueyatenía,porloquehabíahechoconstruirotropalacio,másbelloqueelprimero,paramihermanoyparamí.Aqueledificio,rematadoporcincocúpulasyrodeadodetupidosbosquecillos,seconvertíacadatardeenescenariodelosplaceresmástumultuososdelharén.Mipadrellegabaconuncortejodesusesclavasmásbellas,que llevabanen lamanouncirioblancoinsertado en una antorcha de filigrana. Y como todo lo que quebrantaba nuestrasoledadnosmolestabaengradosuperlativo,elhechodedescubrirentre losárbolesaquellaslucesharía,enmuchasocasiones,quenuestroscorazonessepusieranalatiralocadamente. Ocultarnos en la vegetación y escuchar el murmullo de las hojasmientrasnosabrazábamos,nosparecíamásdulcequelossonesdeloslaúdesydeloscánticos con que se acompañaban sus solistas. Pero aquellas tiernas ensoñacionesnuestrasnocomplacíananuestropadre,quenosllevabaarastrasalossalonesqueseabríanbajolascúpulas,obligándonosatomarparteensusdiversiones.

»Añotrasaño,elEmirfuehaciéndosemásrígido.Noseatrevíaasepararnospormiedo a causarle pena a su hijo, pero, con el fin de arrancarle de sus lánguidosplaceres,intentóqueseaficionaraalacompañíadeloschicosdesuedad.Eljuegodecañas, tan famoso entre los árabes, fue introducido en los patios de palacio. En élponíamuchoempeñoKalilá,perosóloparaacabarcuantoantesyasíirenseguidaamiencuentro.EntoncesleíamoslosamoresdeYussufyZelica[148],ocualquierotropoemagalante,yaprovechábamosaquellosmomentosde libertadparavagarporellaberintodecorredoresquedabanalNilo,sinsoltarnosdelbrazonidejardemirarnosa los ojos. Resultaba casi imposible que pudieran sorprendernos en aquellosvericuetos, por lo que la inquietud que era nuestro tormento también servía pararealzarnuestrodeleite.

»Unatarde,enquenoshabíamosperdidodeaquellasuerte,cómplicesyrisueños,comoniñosqueéramos,mipadresurgióantenosotros,temblandodecólera.

»—¿Por qué—preguntó aKalilá—no estáis en el patio de armas, tirando conarco,oenellugardondesedomaaloscaballosquehabrándellevarosalcombate?¿Acasoelsoldebeproseguirsucursoviendocómoosmarchitáiscualdébilnarciso?Lo mismo os importa que los sabios se esfuercen en conmover vuestra alma condiscursos elocuentes que desvelen ante vos los misterios de la sabiduría de losantiguos. ¡Denada sirvequeoshablendehazañasydehechosdearmas!Apuntoestáisdecumplirtreceañosyaúnnomostráiselmenordeseodellegaradistinguirosentreloshombres.Jamásseforjóunapersonalidadfuerteenelreductodelamolicieninadiefuecapazdellegaragobernaralospueblosleyendopoemasdeamor.Los

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príncipesdebenactuarydarseaconocer.¡Despertaosdeunavez!DejaddeabusardemiindulgenciaquecontantafrecuenciadejóqueperdieraisvuestrotiempoalladodeZulkais. Que esta dulce y tierna criatura juegue entre las flores, pero no laacompañéisatodashoras,delalbaalocaso,puesahoracomprendoqueellaesquienospervierte.

»Y tras pronunciar aquellas palabras con semblante amenazador, Abú TaherAhmedcogióamihermanoporunodesusbrazosyselollevó,dejándomesumidaenel abismo de la amargura. De repente, me sentí helada, pues aunque el sol aúnenviara, furioso, sus rayos contra las aguas, para mí era como si ya no existiera.Echadaenlatierra,nohacíamásquebesarlasramasfloridasqueKaliláhabíacogidodeunfrondosonaranjo;peroalmiraralsueloyverlosdibujosquehabíatrazadoenél,sóloconseguíqueredoblaramillanto.

»—¡Ay!—me dije—. Todo ha terminado. ¡Jamás volverán aquellas horas tanafortunadas! ¿Por qué acusarme de pervertir a Kalilá? ¿Qué mal puedo hacerle?¿Acaso nuestra felicidad aflige a nuestro padre? Si ser feliz fuese un crimen, lossabiosnoslohabríanadvertido.

»Shamelá,quehabíasidounademisnodrizas,meencontróenaquelestadodelanguidezydederrota.Yparadisiparmipenamellevóalosbosquecillosdondelasmuchachasdelharénsedivertían,escondiéndoseypersiguiéndoseunasaotras,entrelos paravientos de tonos dorados que tanto abundaban en ellos. El cántico de lospájarosyelmurmullodeloslímpidoshilillosdeaguaqueregabanlostroncosdelosárbolesmesirvieronde leveconsuelo,pero, segúnse ibaacercando lahoraenqueKaliláteníaporcostumbreaparecer,aquellossonidosnohicieronmásqueaumentarmissufrimientos.

»Shameláobservólaspalpitacionesdemisenoymellevóaparte,poniéndomelamano encima del corazón ymirándome fijamente. Sólo recuerdo queme ruboricé,para,momentosdespués,palidecer.

»—Ya veo—dijo— que la ausencia de vuestro hermano es la causa de tantaagitación. He ahí el fruto de la extraña educación que os han dado[149]. La santalectura del Corán, la observancia de las leyes del Profeta o la confianza en lamisericordia de Alá calman los hervores de la humana condición con la mismaeficacia que la leche fresca.Nada conocéis,me temo, del dulce placer que suponeelevar lospensamientosalCieloysometerseasusdesigniossin rechistar.ElEmir,¡ay!, quiere anticiparse a los acontecimientos, ignorando que es mucho mejoraguardaraqueseproduzcan.Secaoslaslágrimas;quizáKalilánoseadesgraciadoapesardehallarselejosdevos.

»—¡Ah!—exclamé,interrumpiéndolaconunamiradafunesta—.Sipensaraquenoeradesgraciado,entoncesyosíqueloseríamásqueahora.

»Aloírmehablardeaquellamanera,Shameláseestremeció,ymecontestó:»—Pluguiera alCieloque sehubieran seguidomis consejosy losdeShabány

queenlugardeentregarosaloscaprichosdelossabiososhubierandejado,comoal

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resto de los creyentes, en una santa y apacible ignorancia. El ardor de vuestrossentimientosmecausauna tremendaalarma.Adecirverdad, tamañapasión resultaindignante. Reportaos y abandonad vuestra alma a los placeres inocentes que osofreceestehermosolugar,sinpreocuparosdesiKaliláloscomparteonoconvos.Sumasculinidad le impele a los ejercicios durosyviriles. ¿Cómopodríais seguirle enunacarreraoenelmanejodelarcooenlanzarcañasalestiloárabe?Eslógicoquesebusque unos compañeros dignos de él y que deje de derrochar su tiempo aquí, avuestrolado,entreestosbosquecillosyparavientos.

»Aquel sermón, lejosdeproducir el efectodeseado, sólo consiguió sacarmedemis casillas. Temblaba de rabia y daba saltos como una posesa, hasta el punto dedesgarrarme el velo enmil jirones. Entonces, seme ocurrió herirme en el seno ydecir,avozengrito,queminodrizamehabíamaltratado.

»Los juegos cesaron, todos se arremolinaron a mi alrededor, y aunque lasprincesasnomeamasenconmuchoardor,porserlahermanafavoritadeKalilá,mislágrimas,quesederramabanaltiempoquemisangre,excitaronsuindignacióncontraShamelá.Lapobremujer,quenadasabíadetodoaquello,terminaba,paradesgraciasuya, de imponer un severo castigo a dos jóvenes esclavas que acababan de robarunasgranadas.Aquellaspequeñasvíboras,paravengarsede ella, testificaronen sucontra y ratificaron todas lasmentiras que seme ocurrió inventar; a continuación,fueronacontarletodolosucedidoamipadre,quien,hallándosedebuenhumorporno tenerasu ladoaShabányporelhechodequemihermanohubieraclavadosujabalinaenunodelosojosdeuncocodrilo,ordenóqueseataseaShameláaunárbolyselaazotasesinmisericordia.

»Susgritosmedesgarrabanelcorazónyellanodejabaderepetir:»—¿Cómosoiscapazdeconsentirquesufradeestamanera,vos,aquienllevéen

misbrazosyamamantéconmipropialeche?Perdonadmeydecidlaverdad.¿Habéisdecididoquemesaquenlapielatirassóloporintentarsalvarosdelnegroabismoalquevuestrasfogosasinclinacioneshandeacabarporconduciros,tardeotemprano?

»Cuando me disponía a solicitar su perdón, algún demonio me inspiró elpensamientodequeella,enconnivenciaconShabán,lehabíametidoamipadreenlacabezalaideadehacerunhéroedeKalilá.Entoncesmecerréacualquiersentimientodehumanidadydijeagritosquesiguieranazotándolahastaqueconfesasesucrimen.Aquellahorribleescenaseterminóalllegarlanoche.Nadamásliberaralavíctima,sus amigos —y tenía muchos— se apresuraron a curar sus heridas. Fueron ellosquienestuvieronlaosadíadepedirmederodillasquelesdejaraelbálsamosoberanoqueyoposeía,preparadoporlossabios,aloquemenegué.Shameláfuellevadaenunasparihuelasquedejaron,expresamente,delantedemí.Deaquelseno,acuyoladoyo había dormido tantísimas veces, manaba un río de sangre. Al ver aquello yrecordarlostiernoscuidadosquelapobremujermeprodigaradesdelainfancia,sentíquesemeconmovíanlasentrañas.Medeshiceenlágrimasy,arrojándomealsuelo,besélamanoquetendíatímidamentehaciaelmonstruoquehabíacriado,parasalir

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corriendo en busca del bálsamo, que yo misma le apliqué mientras suplicaba superdónydeclarabaabiertamentesuinocencia,porseryolaúnicaculpable.

»Aquella confesión hizo estremecerse a todos los que nos rodeaban, queretrocedieron,espantados,acadaunademisexclamaciones.Shamelá,aunquemediomuerta,ahogósusgemidosconelbajodesuvestido,paranoaumentar,conellos,midesesperaciónni,tampoco,exacerbarlosánimosdequienesnosrodeaban;peronoloconsiguió,puestodoelmundosedispersó,lanzándomemiradasdereprobación.

»Finalmentesellevaronlasparihuelas,conloquemequedésola.»Lanocheeramuyoscurayparecíaqueunossonidos,comolamentos,saliesen

de los cipreses que cubrían con su sombra aquel lugar.Presade espanto,meperdíentre la oscura espesura, agitada por losmás acerbos remordimientos; el delirio seapoderóporenterodemissentidos,meparecióquelatierraseabríabajomispasosycreícaerenunabismosinfondo.Enaquelestadodecongojapudedivisar,atravésdelas ramasde los árboles, el brillode las antorchasdel séquitodemipadre,queenaquelmomentosehabíadetenido.Alguiensedestacódelamuchedumbre.Unvivopresentimiento se apoderó de mi corazón. Los pasos se hicieronmás próximos y,entonces,a la luzdelmortecino resplandor, tanparecidoalque reinaeneste lugar,Kaliláapareciódelantedemí.

»—QueridaZulkais—musitó,intentandocompaginarlaspalabrasconlosbesos—.Hepasadounsiglosinveros,peroloheempleadoencumplir losdeseosdemipadre.He tenido que luchar contra uno de losmonstruosmás formidables del río,pero¡quénoseríayocapazdehacersilarecompensaespasarunaveladaasolasconvos! Venga, aprovechemos el tiempo; ocultémonos en el bosque y, desde allí,riámonosdetodalabarahúndaquehacenesosdesgraciados,contantoinstrumentoytantadanza.Haréquenossirvansorbetesypastelesenelcéspedquehayalrededorde la pequeña fuente de pórfido y allí gozaré de vuestras miradas y de vuestraconversaciónhastaquedespunteeldía.Entonces, ¡ay!,no tendrémás remedioquevolver al mundanal ruido, al lanzamiento de las malditas cañas y a sufrir losexámenesdelossabios.

»Era tal el ardor que Kalilá demostraba al decirme todo aquello, que no pudemeterbaza.Metomódelamanoycorrimosentrelosárboleshastallegaralafuente.ElrecuerdodeloqueShamelámedijerarespectoalaextrematernuraquesentíapormihermanomehabíahechounagranimpresión,aunquenoquisierareconocerlo.Ycuandocomenzabaadecidirmeasoltarmedesumano,alaluzdelosfarolillosquerodeabanlafuente,visuencantadorrostroreflejadoenlasaguas,ylamiradadesusgrandesojos,apuntodellorardeternura,mellegóalfondodelcorazón.Todaslasbuenas intenciones que me había hecho de cambiar de conducta y el cúmulo deremordimientos que me atenazaban dieron paso a algo nuevo que ya se estabaincubando,denaturalezamuydiferente.Dejándomecaeralsuelo,alladodeKalilá,apoyé la cabeza en su seno y di libre curso amis lágrimas. Kalilá, viéndome tandesconsolada, me preguntó, con viveza, qué me pasaba. Le expliqué todo lo que

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había ocurrido entre Shamelá y yo, sin omitir detalle. Al principio, se sintióconmovido por lo que le contaba de los sufrimientos de aquellamujer pero, pocodespués,exclamó:

»—¡Queperezcaesclavatanimportuna!¿Porquétendríaunoquenegarsea lasmás dulces inclinaciones del corazón? Zulkais, ¿cómo podríamos estar juntos sinamarnos?Lanaturaleza,alhacernosnaceralmismotiempo,¿acasononoshadadolosmismosgustosyelmismoardorqueabrasanuestrossentidos?¿Acasomispadresytodossuseruditosnohicieronquecompartiéramoslaspropiedadesdelosmismosbaños? ¿Quién sería capaz de oponerse a la simpatía que élmismo fomentó?No,Zulkais, por mucho que digan Shabán y nuestra supersticiosa nodriza, no es uncrimen que nos amemos. ¡El crimen sería que soportáramos cobardemente estarseparadoselunodelaotra!Juremos,noporelProfeta,aquienapenasconocemos,sinoporloselementosquesostienenlaexistenciahumana,queantesdeconsentirenvivirseparados,beberemosjuntosaqueldulcebrebajedefloresacuáticas[150]delquetanto nos hablaron los sabios, que nos permitirá quedarnos dormidos en un abrazofinal,mientrasnuestrasalmaslevantanelvuelohacialapazquelesbrindaunanuevaexistencia.

»Aquellaspalabrasmecalmarondeltodo,conloquerecobréminaturalalegríayambospudimosproseguirnuestrasbromas.

»—Mañana seré muy valiente —dijo Kalilá—, para volver a disfrutar demomentoscomoéstos,puessóloasímipadrepodrásometermeasusfantasías.

»—¡Ja!¡Ja!—exclamóAbúTaherAhmed,saliendodedetrásdeunazarza[151],donde había permanecido escondido, escuchándonos—. ¡Eso es lo que habéisdecidido! Veremos si conseguís mantenerlo. Ya habéis sido suficientementerecompensadoestanochepor lopocoquehicisteisdurante el día.Retiraos.Yvos,Zulkais,idallorarlaenormefaltaquecometisteiscontraShamelá.

»Llenosdeconsternación,nosarrojamosasuspies,peroél,dándonoslaespalda,ordenóaloseunucosquenoscondujerananuestrosrespectivosapartamentos.

»NovayáisacreerqueelEmirsecomportabaasídebidoalcarácterardientedenuestrosrecíprocossentimientos.Sóloteníaunametayeraverasuhijoconvertidoen un guerrero formidable y en un príncipe poderoso, y poco le importaban losmediosparaconseguirlo.Sóloveíaenmíuninstrumentoparallegarasusfines,yelpeligrodeatizarnuestrapasión,orasoplandoenella,oradejandoqueseextinguiera,noleasustaba.Peroelhechodequecadavezfueranmásfrecuenteslosmomentosdeocioyvoluptuosidaderaalgoquelemolestaba,yaquepodíanllegaracontrariarsusdesignios.Porello,yparanuestradesgracia,decidiótomarmedidasmásviolentasyenérgicas.¡Ay!¡Sintodasaquellasprecauciones,proyectosyprevisiones,habríamosseguidogozandodelainocencia,sinconocer,jamás,estelugardesuplicio!

»EncuantoelEmirsehuboretiradoasusaposentos,mandóllamaraShabányleinformóde sudecisiónde separarnosdurante algún tiempo.Elprudente eunuco seprosternóalmomento,tocandoelsueloconelrostro,y,despuésdelevantarse,dijo:

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»—Quemiseñormeperdonesisuesclavonoesdesuparecer;nodesatéissobreesta incipiente llama los vientos de la ausencia, porque podría elevarse como untorbellino que no sabríais vencer. Ya conocéis el impetuoso carácter del Príncipe;puesbien,hoymismo,suhermanahadadoinequívocaspruebasdelsuyo.Dejadlosjuntos todo el tiempo que quieran, sin llevarles la contraria; que sigan susinclinacionesinfantiles,puesnotardaránencansarseunodelotro,yentonces,Kalilá,hastiadodelamonotoníadelharén,ossuplicaráderodillasquelesaquéisdeél.

»—¿Has acabado ya de despacharte con tus sandeces? —le interrumpió,impaciente,elEmir—.¡Ah!¡QuépococonoceselgeniodeKalilá!Yosíqueloheestudiado,pudiendocomprobarquelasmisteriosasoperacionesdemissabiosnohansido en vano.Kalilá no hace nada demanera indolente. Si lo dejo conZulkais, sehundiráenlaociosidad;siloalejodeella,ylehagosaberquevolveraverlaseráelpremioalasproezasqueexigirédeél,nohabránadadeloquenoseacapaz.¿QuémeimportaamílachochezdelosdoctoresdelaLey,siélacabasiendoloqueyoquieroquesea?Hasdesaberademás,eunuco,que,nadamásdegustarlosfrutosdelaambición, la imagendeZulkaissedisiparácomo la tenuebrumaante los rayosdelesplendente sol. Así pues, mañana, al despuntar el alba, entra en la cámara deZulkais;cercióratedequenosedespierta;arrópalabienconsusvestidosycondúcela,juntoconsusesclavasytodolonecesarioparavivirbien,aunabarca,queteestaráesperando a orillas del Nilo. Sigue el curso de este río durante veintinueve días,desembarcando al trigésimo en la Isla de losAvestruces.Aloja a la Princesa en elpalacioquehicelevantarparaacogerenélaloseruditosquevaganporlosdesiertosentre tantas ruinas de sabiduría. Allí mismo encontrarás a uno de ellos, a quienllamanelTrepadordePalmeras,porque llevaacabosuscontemplacionesdesde loalto de los árboles.Conoce infinidad de historias y le encantará divertir aZulkais,pues,porloqueKaliláafirma,creoqueaellalegustanloscuentosconlocura.

»Demasiado bien conocía Shabán a su amo para seguir oponiéndose por mástiempoasuvoluntad,porloque,moviendonegativamentelacabeza,sedecidióadar,entre profundos suspiros, las órdenes pertinentes. No le gustaba en absoluto aquelviajealaIsladelosAvestrucesysehabíaformadounaideapocofavorablerespectoalTrepadordePalmeras,pues,comofielmusulmánqueera,sentíaantipatíaporlossabiosysusproezas,delgéneroquefuesen.

»Todofuepreparadoenunabrirycerrardeojos.Laagitacióndelavísperamehabía fatigado tantoquemedormíprofundamente.Mesacaron tancuidadosamentedellechoysemellevaroncontaldestreza,quecuandodespertéyameencontrabaacuatroleguasdeElCairo.

»Loqueprimeromepusosobreavisofueelruidodelaguacontranuestrabarca,que sonaba de manera tan extraña que pensé haberme bebido ya el brebajemencionadoporKaliláyhallarmemásalládeloslímitesdenuestroplaneta.Conel

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espírituagitadoporideastanextravagantes,nomeatrevíaabrirlosojosytendíunamanohaciadondesuponíaqueestabaKalilá,aquienhacíaamilado.Imaginaosmiemoción y sorpresa cuando, en lugar del tacto de sus delicadosmiembros, sentí lacallosa mano de un eunuco, más viejo y rudo, si cabe, que Shabán. Así que meincorporoycomienzoagritar.Después,abro losojosyveounavastaextensióndecieloydeaguaqueseperdíaenunaazuladaorilla.Elsol,brillandosintrabas,yelazur del firmamento llenaban de alegría la naturaleza entera. Mil aves acuáticasjugueteabanentrelosnenúfaresquenuestrabarcarozabacontinuamente;susgrandesflores amarillas brillaban como el oro y exhalaban un dulce perfume; pero nadasignificaban para mí aquellas maravillas naturales, pues, en lugar de alegrar micorazón,sóloservíanparallenarmialmadeoscuramelancolía.

»Almiraramialrededor,viqueShabán,conairedescontentoyautoritario,hacíalo posible para imponer silencio amis entristecidas esclavas. A cadamomento, elnombre de Kalilá afloraba a mis labios, hasta que lo pronuncié en voz alta,preguntando,conlágrimasenlosojos,dóndeestabayquépretendíanhacerconmigo.Shabán, en lugar de responderme, ordenó a sus eunucos redoblar sus esfuerzos yentonarciertoaireegipcioparaacompasarlaremadura.Elmalditocorosonabacontantavehemenciaqueacabóportrastornarme.Surcábamoslasolascomoundelfín.Yen vano les suplicaba que se detuvieran o que, al menos, me dijeran adonde nosdirigíamos. Aquellos bárbaros permanecieron sordos amis súplicas, y cuantomásinsistíayo,más forzabanellos sudetestablecánticoparanooírme.Shabán,consuvozcascada,hacíamásruidoquetodoslosdemás.

»Nada podría expresar el tormento que sentía y el horror que me producíaencontrarme tan lejos deKalilá, enmediodel terribleNilo.Pero, al caer la noche,aquelhorroriríaenaumentoalver,conelcorazónenunpuño,cómosehundíaelsolentre las aguas,mientras su luz, rielando en la superficie, se perdía enmil surcos.Entoncesrecordélosmomentostanagradablesque,enaquellahora,solíapasarconKaliláy,escondiendolacabezaenelvelo,meabandonéamidolor.

»No tardaría en dejarse sentir, empero, un ligero temblor, el de nuestra barcadeslizándoseentre loscañaverales.Ungransilenciosucedía,ahora,a loscantosdelos remeros, pues Shabán acababa de bajar a tierra. Poco después regresaba paraconducirme a una tienda que habíanmontado a unos pasos de la orilla.En ella sehabíandispuestovariasvelasencendidas,esterasporelsuelo,unamesaconcomidayun enorme Corán, abierto en su atril. Detestaba aquel libro santo, que jamáscompartieraconKalilá;asíqueloarrojéalsuelo,enunactodedesprecio,pues,muyfrecuentemente,lossabioshabíanhechomofadeél.Shabánsesintióenlanecesidadde reprenderme y yo le planté cara para hacer que se callara. Aquel método dioresultadoynoperdería su eficacia a lo largode aquelviaje.Lanavegación seguíasiendo parecida a la de nuestro primer día: nenúfares, aves y una infinidad dechalupasqueibanyvenían,cargadasdemercancías.

»Finalmente, comenzamos a dejar atrás las tierras bajas. A la manera de los

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desventuradosquesiempreestánbuscandoalgo,yomirabafijamenteelhorizonte.Yunatarde,vicómobrotabandeélmasasmuchomásaltasydeformasmásvariadasque las pirámides. Eran montañas, y su aspecto me impuso respeto. Entonces measaltóelterriblepensamientodequemipadrequisieraenviarmealtristepaísdelreyde los negros comoofrenda a sus ídolos, los cuales, y siempre segúnmis eruditospreceptores,sientendebilidadporlasprincesas.Shabán,alverquemiagitaciónibaen aumento, acabó por compadecerse de mí y me informó del lugar a donde nosdirigíamos. Y añadió que, aunque me apartaran de Kalilá, no se trataba de unaseparacióndefinitiva,yque,mientras tanto, conocería aunhombremaravilloso, alquetodosllamabanelTrepadordePalmeras,queeraelmejornarradordecuentosdetodoeluniverso.

»Aquellasnoticiasmecalmaronunpoco.Laesperanza,aunquelejana,devolveraveraKalilá,fuecomobálsamoenmisangre,yenmodoalgunomemolestósaberquepodríaescuchartodosloscuentosquedesease.

»Además, la idea de encontrarme en un lugar tan solitario como la Isla de losAvestruces le iba bien ami espíritu novelesco. Si, en efecto, debía ser alejada deaquelaquienqueríamásquealavida,antespreferíasufriraquellasuerteenunlugarsalvajequeentreelboatoylaalgarabíadeunharén.Alejadadetanvanaagitación,pensabaevocarserenamenteelpasadoydarriendasueltaa lánguidasensoñacionesqueestaríanpresididasporlaadoradaimagendemiKalilá.

»Distraída con tales pensamientos, veía, indolente, cómo nuestra barca se ibaadentrando, cada vez más, en las tierras altas. Los roquedales no tardaron enadueñarsedeambasmárgenesdelrío,por loquemepreguntésidentrodepoconome vería privada de la luz del cielo.Distinguí árboles de una altura desmesurada,cuyas entrelazadas raíces iban a dar al Nilo. Escuché el fragor de las cataratas yobservé cómo los borbotones de espuma que formaba el hervor de las aguas seconvertían en una especie de niebla estival, a la manera de un iridiscente veloplateado, a través del cual pude, al fin, descubrir una isleta verde por donde losavestruces se paseaban flemáticamente. Cuando estuvimos más cerca, descubrí unedificiorematadoporunacúpula,alladodeunacolinallenadenidos.Aquelpalaciotenía una apariencia tremendamente extraña; más tarde me enteraría de que habíasido construido por un famoso cabalista. Sus murallas, de mármol amarillento,brillabancomoelmetalpulido,reflejandolosobjetosyaumentandoeltamañodesusimágeneshastaproporcionesgigantescas.Alcomprobarelefectoqueaquelportentohacíaenlosavestruces,measusté:suscuellosparecíanperderseentrelasnubesysusojosbrillabancomoenormesbolasdehierroalrojovivo.Viendoloquemesucedía,Shabán acudió a mi lado para explicarme la virtud amplificadora de las murallas,asegurándome que aunque aquellas aves fueran tan monstruosas como parecían,estaban bien enseñadas, pues el Trepador de Palmeras llevaba trabajando cerca decienañosparaconseguirdeellasunadocilidadejemplar.Asípues,yamástranquila,bajéatierra.Elcéspederafrescoymuyverde.Milfloresdesconocidas,milconchas

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llamativas, mil caracoles barrocos poblaban la ribera. El ardor del sol se veíamitigadoporelperpetuo rocíoqueoriginaban lascataratas, cuyomonótono sonidomeibainduciendoalsueño.

»Sintiéndome un poco cansada, dispuse que tendiesen un sobradillo encima deuna de las palmeras que tanto abundaban en aquel lugar, ya que el Trepador, quesiemprellevabaalacinturalasllavesdeaquelpalacio,sehabíaidoameditaralotroextremodelaisla.

»Mientrasundulcesoporseapoderabademissentidos,Shabáncorrióaentregaralsabiolascartasqueleenviabamipadre,viéndoseobligadoaengancharlasenunodelosextremosdeunalargapértiga,puesaquélseencontrabasobrelacopadeunapalmeradecincuentacodosdealturaynodeseababajarsinmotivo.Nadamásleerlasselasllevóalafrente,ensignoderespeto,ysedejócaeravelocidadmeteórica,loqueconcordabaconsuaspecto,pueslosojoslellameabanysunarizteníaunbellocolorrojosanguina.

»Shabán se sintió desconcertado por tanta celeridad, y aún más al ver que elancianohabíallegadoatierrasanoysalvo,pero,sobretodo,alescucharquelepedíaquelellevaraahombros,aduciendoquejamásserebajabaacaminar.Eleunuco,quenoteníasimpatíaalgunaporlossabiosniporsuscaprichos,puesparaéleranelazotede la familia del Emir, tuvo un instante de duda, pero, después, recordando lasórdenes que le habían dado, se sobrepuso a su repugnancia y se lo echó a loshombros,diciendo:

»—¡Ay!¡ElbueneremitaAbúGabdolGhehamánjamássehabríacomportadodeestamanera,ysilohubiesehecho,almenoshabríavalidolapena!

»ElTrepador,indignadoporaquellaspalabras,pueshabíatenidoalgunaqueotradiscusiónamistosaconeleremitadelDesiertodeArena, lediounagranpatadaenmitaddelaespaldaylerestregósuardientenarizporlacara.Shabántropezó,peroreemprendióelcaminosinproferirunasílaba[152].

»Atodoesto,yomehabíaquedadodormida,porloqueShabán,nadamásdejaramispiessuinsólitacarga,medijo,conunavozquemedespertóalmomento:

»—¡OspresentoalTrepador!¡Queosaproveche!»Al verle con aquella facha, no pude reprimir una carcajada, y eso que me

encontrabamuytriste.Aquellonoparecióimportarlealanciano,queentrechocósusllaves,dándoseimportancia,mientrasdecíaaShabán,convozmuygrave:

»—Llevadme de nuevo en hombros. ¡Enmarcha hacia palacio! ¡Abramos esaspuertas, que jamás dejaron pasar a otra hembra que no fuerami gran ponedora, laReinadelosAvestruces!

»Losseguí,puesyaestabahaciéndosetarde.Aquellasenormesavescomenzaronallegarengrannúmerodelascolinas,formandoenseguidagruposquepicoteabanlahierbay los árboles.Tangrande era el ruidoquehacían suspicosqueparecíaquetodounejércitosehubierapuestoenmarcha.Porúltimo,lleguéantelasrelucientesmurallas.Yapesardehallarmeinstruidadesusefectos,measustéalvermipropia

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imagen,pornohablardeladelTrepador,acaballodeladeShabán.»Alpenetrarporlapuertaqueconducíaalinteriordelpalacio,accedimosauna

sala abovedada, cuyo artesonado de mármol negro cuajado de estrellas doradasinspirabaunaespeciedeterrorquesólolasdivertidasmuecasdelancianoconseguíandisipar, aunque no del todo. El aire era sofocante y me oprimía el corazón. ElTrepador,apercibiéndosedeello,encendióungranfuegoyarrojóenélunabolitadehierbasaromáticas,queextrajodesuseno.Almomento,unvaporbastanteagradable,aunqueuntantopenetrante,sedifundióporlasala.Eleunucosaliócorriendo,entreestornudos. Yo, en cambio, me acerqué al fuego y, removiendo con tristeza lascenizas,mepuseaescribirenellaselnombredeKalilá.

»ElTrepadormedejóhacer;alabólaeducaciónquemehabíandadoyaprobólosbañosenquemesumergierannadamásnacer, añadiendomaliciosamentequenadaagudizatantoelespíritucomounapasiónfueradelocorriente.

»—Observo—prosiguió—queestáissumidaeninteresantesreflexiones.Esomeagrada. Yo tenía cinco hermanas. Todos nos burlábamos deMahoma mientras nodejábamos de amarnos con cierto fervor. Al cabo de cien años, aún recuerdo conplacer aquellos momentos, pues uno nunca se olvida de las impresiones de sujuventud. Aquella constancia hizo que los yinns, de cuyo favor ahora disfruto,acabaranfijándoseenmí.Si,lomismoqueyo,soiscapazdeperseverarenvuestrossentimientos,nopongáisendudaqueellosacabenhaciendoalgoporvos.Mientrastanto,confiadenmí:noseréunguardiánadusto.Ynovayáisapensarquedependode las fantasías de vuestro padre, quien, siendo de miras estrechas, prefiere laambición al placer. Soy más feliz con mis palmeras, mis avestruces y mismeditacionestranquilasqueél,enmediodelDiványdesuesplendor.Nodigo,conello,quenopodáisaumentarlasalegríasdemivida:cuantomáscomplacienteseáisconmigo, mejor me comportaré con vos y os enseñaré más cosas hermosas. Y sidierais la impresión de encontraros a gusto en este solitario lugar, entoncesadquiriríais una notable reputación de persona sabia, pues bien es cierto que alamparodeungrannombrepuedeocultarseunvenerodeextravagancia.Ensucarta,vuestropadremecuentaloqueosocurre;mientrassesuponequenoharéisotracosaquerecibirmisinstrucciones,podréishablarmedevuestroKalilátodoloquequeráis,sinmolestarmeporello.Pues, al contrario,nadahayquemecausemásplacerqueobservar los latidos de un corazón que se abandona a su joven pasión y ver losadorablesruboresdelprimeramordifundirseporlasmejillasdeunajoven.

»Mientras tenía lugar aquella extraña perorata, yo estaba con la mirada baja,aunque el pájaro de la esperanzanodejara de aletear enmi corazón.Al acabar, lemiréalacara,ysuenormenarizenrojecida,quebrillabacomounpuntoluminosoenmedio de todo aquel mármol negro, ya no me pareció tan desagradable. Y comoaquellamiradaacabóenunasignificativasonrisa,elTrepadorcomprendióquehabíaacabado por picar el cebo que me había ofrecido. Y se sintió tan contento que,olvidandosuperezadesabio,salió,precipitadamente,aprepararmeelalimentoque

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meeraextremadamentenecesario.»Apenassehabíaido,entróShabánconunacartaqueteníaelsellodemipadrey

queacababadeabrir.»—Éstasson—medijo—lasinstruccionesquedebíaabrirnadamásllegaraeste

lugar. Acabo de leerlas. ¡Ay! ¡Qué desgracia ser esclavo de un príncipe que haenloquecidoportantaciencia!Infortunadaprincesa,bienamipesar,meveoobligadoaabandonaros.Tengoqueregresarcontodonuestroséquito,delquesóloquedaráconvos Muzaka, la coja sordomuda. Mucho me temo que el espantoso Trepador seavuestroúnicorecursoyquesóloelCielosepaloqueosdeparasucompañía.ElEmir,para quien constituye un prodigio de saber y prudencia, sabrá perdonarme porsentirmebuenmusulmánydisentirdeél.

»Ydiciendoaquellaspalabras,Shabánsellevóaquellacartatresvecesalafrentey,dandomediavuelta,desapareció.

»Laformadellorardelpobreeunucoaldespedirsedemíeratanespantosaquemeentró la risa,por loquenohicenadapara retenerle.Supresenciame resultabaodiosa,puestoquesiemprerehuíahablardelúnicoobjetoquecolmabamicorazón.Por otra parte, estaba encantadadequehubiera elegido aMuzakade acompañantemía,puesconunaesclavasordomudapodríaconfiarmecontodalibertadalservicialanciano y seguir sus consejos, en caso de que me pareciesen pertinentes. De talsuerte, cuando todos mis pensamientos iban tomando un giro más agradable meencontréconelTrepador,quevolvíacargadoconunmontóndealfombrasycojinesdesedaquedistribuyóporelsuelo.Acontinuación,consemblantesatisfechoybuenhumor,encendióunoshachonesyquemóciertaspastillasenunospebeterosdeoro.Todoaquelloproveníadeltesorodepalacio,que,segúnmeexplicó,estabarepletodeesplendores dignos de despertar mi curiosidad. Le dije que no ponía en duda supalabra, peroque, en aquellosmomentos, el aromade los excelentesmanjares queacababa de traer había aguijado agradablemente mi apetito. Consistíanprincipalmente en lonchas de carne de cabrito adobado con hierbas aromáticas,huevospreparadosdevariasmanerasypasteles,másfinosquepétalosderosablanca.Enunascuriosasconchastransparentesbrillabaunlicorbermejopreparadoconjugodedátiles[153],igualdechispeantequelosojillosdelTrepador.

»Nos pusimos a comer como viejos amigos. Mi singular guardián alabógrandemente su vino, al que honraría reiteradamente ante el asombro deMuzaka,quien, acurrucada en un rincón, hacía muecas inverosímiles, que el pulimentadomármol se encargaba de reflejar en todas direcciones. El fuego difundía un tibiocalor, lanzando chispas que, al extinguirse, dejaban un exquisito perfume; loshachonesdabanunaluzmuyviva,lospebeterosbrillabanyeldulcecalordellugarcontribuíaaabandonarseaunavoluptuosaindolencia.

»Yoencontrabamisituacióntansingular,laespeciedeprisióndondeestabatandiferentealoquehabíaimaginado,ylastrazasdemiguardiántangrotescasque,devezencuando,mefrotabalosojos,paraasegurarmedequetodoaquellonoeraun

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sueño.Inclusomehabríaresultadodivertido,silaideadequemeencontrabalejosdeKalilámehubiesedadounsoloinstantedetregua.ElTrepadorquisodistraermedeaquellos pensamientos con la historia maravillosa del gigante Gebir y la astutaCharod,peroleinterrumpídiciéndolequetuvieseabienescucharlanarracióndemisdesgracias reales, prometiéndolequeunavez acabadadedicaría todami atención asuscuentos.Peroaquélla,¡ay!,fueunavanapromesaquenopudecumplir,pues,pormucho que a lo largo de varios intentos pretendiese despertar mi curiosidad, miatención no se apartaba de Kalilá y no dejaba de repetirme: “¿Dónde está? ¿Quéhace?¿Cuándovolveréaverle?”.

»Elanciano,viendoquemipasióneratanpersistenteyquedesafiabaacualquiertipo de remordimiento, acabó de convencerse de que yo colmaba todas susaspiraciones;pues,comoyahabréispodidocomprender,aquelancianosehallabaalserviciodelsoberanodeestelugardesuplicio.Enlaperversidaddesualmayenlafatal ceguera que hace desear al género humano obtener en él asiento, se habíacomprometido a conducir ante Iblís a veinte desventurados, y sólo le faltaban dos,precisamentemihermanoyyo,paracompletarestenúmero.Bienlejossehallabadeimpedirquemicorazónpudieraexplayarse:puesaunque,devezencuando,dieralaimpresióndeestar ansiosodecontarmesuscuentos, arguciaevidenteparaatizarelfuegoquemedevoraba,loquelerondabaporlacabezaeraalgomuydistinto.

»Mientrasibantomandocuerposuscriminalesintenciones,yahabíatranscurridobuena parte de la noche.Me dormí demadrugada, lomismo que el Trepador, queyacíaapocospasosdemí,despuésdehabermeaplicado,sinceremoniaalguna,unbeso en la frente, que me quemó como un hierro candente. Tuve sueños muylúgubres,delosquenomequedaronmásqueideasconfusas;pero,porloquepuedorecordar, debía tratarse de advertencias del Cielo, que aún insistía en abrirme lapuertadelasalvación.

»Aldespuntareldía,elTrepadormellevóapasearporsusselváticassoledades,mepresentóasusavestrucesy,acontinuación,hizoquecontemplaraelespectáculoque suponía la puesta en práctica de su agilidad sobrenatural. No se tratabasolamente,comoindicabasuapodo,dequefueracapazdetreparhastalatemblorosacopa de las palmeras más altas y delgadas, que se doblaban bajo su peso comoespigas,sinodequevolabadeárbolenárbolcongranceleridad.Despuésdevariosalardes de elasticidad, se quedó inmóvil en una rama, en la que, según dijo, sedisponíaarealizarsumeditación,ymeaconsejóquefueraabañarmeconMuzakaenlos estanques naturales que encontraría al bordemismo del río, al otro lado de lacolina.

»El calor era excesivo, por lo que aquellas aguas, tan claras, me parecieronfrescas y deliciosas. La obra que las contenía, de magnífico mármol, había sidoexcavada en mitad de un pequeño prado, a la sombra de unas imponentes rocas;

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gladiolos y pálidos narcisos crecían en sus siempre húmedas márgenes y,balanceándose al ritmo de las ondas, acariciaban mi rostro. Me gustaban aquellasfloreslánguidas,pueseranelemblemademicondición,y,durantevariashoras,dejéquesuperfumeembriagaramialma.

»Cuando regresé a palacio, vi que el Trepador lo había dispuesto todo paraagasajarme.Laveladatranscurriríaigualquelaanterioryasí,pocoapoco,casisindarmecuenta,pasaroncuatromeses,duranteloscualesnolleguéasabersimesentíarealmente desgraciada.Aquella soledad novelesca, la complaciente atención que elanciano ponía en ese delirio que yo sentía de continuo y la paciencia con queescuchaba las locas reiteraciones que siempre dicta el amor, parecía quecontribuyeran a calmar mi dolor. Podría haber pasado años enteros al arrullo deaquellasdulcesilusionesdelalma,tanalejadasdelarealidad;quizáhabríallegadoacontemplar el encalmarsedemipasión;podríahabermeconvertido en la amigadeKalilá y en su tierna hermana, si los extravagantes proyectos de mi padre no mehubieran entregado al impío depravado que decidió convertirme en su presa. ¡Ah,Shabán! ¡Ah, Shamelá! ¡Ah, mis verdaderos amigos! ¿Por qué me arrancaron devuestrosbrazos?¿Porquénoosdisteiscuenta,desdeunprincipio,deesegermendeternura,tanardiente,queseencontrabaennuestroscorazonesyque,entonces,habríabastadocon reprimir,peroque,undía,haríanecesarioelusodelhierroyel fuegoparapoderextirparlo?

»Cierta mañana, en que me encontraba sumida en mis tristes reflexiones,expresando, con más violencia de lo habitual, mi desesperación por encontrarmeseparada deKalilá, el anciano, fijando enmí sus penetrantes ojos,me abordó conestaspalabras:

»—Princesa,supongoquehabiendosidoinstruidaporlossabiosmáspreclarosnoignoraréis que existen Inteligencias por encima de nuestra especie, que gustan deinmiscuirseennuestrosasuntosyquepuedensacarnosde los trancesmásdifíciles.Yomismohetenidoenmásdeunaocasiónconstanciadesupoder,portenerderechoasuasistenciaalhaber sidopuestodesdeelmomentodeminacimiento, igualquevos,bajosuprotección.YcomoveoquenopodéisvivirsinKalilá,creollegadoelmomentodepresentarosaestosespírituscaritativos.Pero¿tendréis laenterezayelcorajesuficientesparasoportarlapresenciadeunodeestosseres,tandiferentesaloshumanos?Séquesuproximidadproduceefectosinevitables,comoestremecimientosen las vísceras o inversión en el sentido de la circulación de la sangre[154]. Perotambién sé que el pánico y las convulsiones, por penosos que sean, no tendránimportancia para quien ha conocido la mortal languidez que trae la privación delúnicoobjetodesusdeseos.Asípues,siosdecidísainvocarenvuestraayudaalyinnde laGranPirámide,que, segúnmeheenterado,presidióvuestronacimiento,yosponéis enmismanos, desde estamisma tarde puedo conseguir que habléis con su

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hermano,queestámáscercadevosqueloquepensáis.Estesertancélebreentrelossabios se llamaOmultakos; en estos tiempos es el guardián de los tesoros que losantiguosreyescabalistasocultaroneneldesierto.Conelconcursodeotrosespíritusalosquemanda,mantieneunacorrespondenciaíntimaconsuhermana,alaque,entreparéntesis, amara en su juventud, al igual que vos amáis a Kalilá, por lo que secompadecerá,lomismoqueyo,devuestrossufrimientos,ynodudoqueharáporvostodoloqueestéensupoder.

»Al oír aquellas palabras, las palpitaciones de mi corazón alcanzaron elparoxismo.ElpensamientodevolveraveraKalilámeocasionó tal transportequemehizolevantarmedeunsaltoycorrerporlahabitacióncomounaposesa.Cuandomeserené,medirigíadondeestabaelanciano,leabracé,lellamé“padre”,meechéencimadesusrodillasylesupliqué,juntandolasmanos,quenoretrasaramifelicidadyquemecondujera,pasaraloquepasase,alsantuariodeOmultakos.

»El astuto degenerado se regocijaba, impíamente, del delirio en que me habíahechocaer,mientrassólopensabaenrecogersusfrutos.Poreso,derepenteadoptóunsemblantefríoyreservado,diciéndome,entonosolemne:

»—Sabed, Zulkais, que no me siento muy decidido, ya que, aunque deseeayudaros,nopuedopormenosdesopesar lasposibilidadespresentesenasunto tanimportante.Vosignoráiscuanatrevidoeselpasoqueosdisponéisadar,o,almenos,noosdaiscuentadelospeligrosqueencierra.Nosésipodréissoportarlaespantosasoledad que encontraréis bajo aquellas inmensas bóvedas y el extraño aparato dellugar adonde he de conduciros. Tampoco puedo deciros cuál será la forma queescogeráelyinnparapresentarseantevos.Conmuchafrecuencialehevistobajounaspectotanespantosoquemissentidossequedaronembotadosduranteunbuenrato.Enotrasocasiones,adoptóaparienciastansingularesquepocofaltóparamorirmederisa, pues nada hay más caprichoso que estos seres. Quizá éste tenga en cuentavuestra debilidad, pero, a pesar de ello, debo advertiros que la prueba es muypeligrosa,queelmomentode laaparicióndelyinn resulta incierto,quenodeberéismostrarespanto,horror,oimpaciencia,yque,alverle,habréisdeguardarosdereírodellorar.Noolvidéistampocoquetendréisqueesperar,conelsilencioeinmovilidadde lamuertey lasmanos cruzadas sobre el pecho, aque sea el primero enhablar;pues un gesto, una sonrisa o un gemido causarían no solamente vuestra perdición,sinoladeKaliláylamía.

»—Todoloquemedecís—respondí—mellenaelalmadeterror,pero¿dequénoserécapazenalasdeunamortanfatalcomoelmío?

»—Osfelicito,pues,porvuestrasublimeperseverancia—prosiguióelTrepador,con una sonrisa tan maliciosa que no conseguí penetrar, al menos entonces—.Preparaos.Encuantolas tinieblashayancubierto la tierra iréacolgaraMuzakadeuna de mis palmeras más altas, para que no se entrometa en nuestro camino; acontinuación, os llevaré hasta la puerta de la galería que conduce al reducto deOmultakos, y allí os dejaré,mientras, segúnmi costumbre,me voy ameditar a la

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cimadealgúnárbol,desdedondeharévotosporeléxitodevuestraempresa.

»Aquellatarde,mientrasesperabalahoradelfatalviaje,fuipresadepermanenteagitación.Caminabaalazarpor la isla, recorriendosuspequeñosvallesycolinasycontemplandoloprofundasqueeranlasaguas,mientrasveíacómolosrayosdelsolibanincidiendosobresusuperficiedemaneracadavezmásoblicua,loquemehacíadesear y, al tiempo, temer que desapareciera, de una vez, de aquel hemisferio.Finalmente,laquietudsagradadelosatardeceresserenossederramósobreelorbe.

»Vi al Trepador destacarse de la legión de avestruces, que se dirigíansolemnementealríoparabeberenél;seacercóhastamí,conpasomesurado,ymedijo,llevándoseundedoaloslabios:

»—Seguidmeensilencio.»Leobedecí.Abrióunapuertaymehizoentrarconélenunestrechopasaje,cuya

bóveda,asólocuatropiesdealtura,meobligabaamarcharmediodoblada.Elairequeserespirabaerahúmedoysofocante,yacadapasomeenredabaenunasplantasviscosasquesalíandelashendiduraspor lasquesefiltraba ladébilclaridaddelosrayos lunares.Devezencuando, algunodeellos caía aplomosobre lospequeñospozosqueflanqueabannuestrocamino.Atravésdeaquellasaguasnegrasmeparecióver reptiles con rostro humano. Horrorizada, aparté la mirada; ardía en deseos depreguntarlealTrepadorquéeraaquello,perosuaireceñudoypensativomedisuadiódehacerlo.Parecía que avanzaba con cierta dificultad, al tener que apartar con lasmanos algo que yo no podía distinguir. No tardé mucho en dejar de verle. Nosmovíamosenuna totaloscuridad,por loque,paranoperdermeenaquelespantosolaberinto, no tuvemás remedio que cogerle de la ropa. Finalmente, llegamos a unlugarendondepudimosrespirarunairemáspuroyrefrescante.Unúnicocirio,deenormetamaño,plantadoenunbloquedemármol,iluminabaaquelampliolugar,delquepartíancincoescaleras,cuyospasamanos[155],demetalesdiferentes,seperdíanenlaoscuridad.Allínosdetuvimosyelancianorompiósumutismo,aldecirme:

»—Debéis elegir entre estas escaleras. Sólo una de ellas os conducirá hasta eltesorodeOmultakos.Noos confundáis, puesde lasdemás,que sepierdenenestaconstrucción,jamásregresaríais,yosacabaríaisencontrandoenellasconelhambreylasosamentasdeaquellosaquienesconsumió.

»Y,trasaquellaspalabras,desaparecióyescuchéunapuertacerrándoseentreélyyo.

»¡Juzgad el terror que sentí en aquelmomento, vos, queoísteis girar sobre susgozneselportaldeébanoquenosconfinaparasiempreenestelugardesufrimiento!Misituaciónera,simepermitísdecirlo,máscruelquelavuestra,porqueestabasola.Mederrumbéalpiedelbloquedemármol.Unsueñosemejantealquehabrádeponer

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finanuestraexistenciamaterialfueapoderándose,paulatinamente,demissentidos.De repente, una voz cristalina, dulce e insinuante, como la deKalilá, acariciómisoídos. Como en sueños, me pareció verle en una de las escaleras, la que tenía elpasamanosdebronce.Unguerreromajestuoso,cuyapálidafrentesehallabaceñidaporunadiadema,leteníacogidodelamano.

»—Zulkais—dijo con aire afligido—, Alá prohíbe nuestro amor, pero Iblís, aquienpuedesveramilado,loprotege;implorasuauxilioysigueelcaminoqueteindique.

»Medespierto,enalasdelvalormeapoderodelcirioy,sindudarlo,comienzoasubir la escalera de pasamanos de bronce. A cada paso que daba, los peldañosparecíanmultiplicarse,perocomomiresoluciónnosufríamerma,notardéenllegaraunaestanciadeformacuadradaeinmensamenteespaciosa,enlosadademármolcolorcarne,cuyasvetashacíanpensaren lasarteriasdelcuerpohumano.Lasparedesdeaquel lugar tan espantoso estaban cubiertas por pilas de tapices demil especies ycolores, que semovían lentamente, como si unas personas, ahogadas por su peso,hiciesenesfuerzosparalevantarlas.Portodaspartespudevercofresdecolornegro,cuyos candados como de acero me dieron la impresión de hallarse recubiertos desangreseca…

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DesenlacedelahistoriadelcalifaVathek

CuandolaPrincesa[156]sehallabaenmitaddesunarración,seescuchóunruidoque hizo temblar y abrirse la bóveda. Casi al instante, un vapor, que se disipó almomento,permitióveraCarathisalomosdeunifrit,quesequejabalastimeramentede su carga. Tras apearse, la Princesa se acercó a su hijo, increpándole en lossiguientestérminos:

—¿Quéhacesaquíenestapequeñaestancia?Alverquelosdivesteobedecían,supusequeyatehabríassentadoeneltronodelosreyespreadamitas.

—¡Mujer execrable! —respondió el Califa—. ¡Maldito sea el día en que meechaste al mundo! Ve tras este ifrit, que te conducirá a la sala donde se halla elprofetaSuleimán;allíteenterarásdelusoalquesedestinaestepalacioquesiempretepareciótandeseableyelmotivoporelqueaborrezcotanintensamentelosimpíosconocimientosquemeinculcaste.

—Elpoderdequeahoradisponestehatrastornadolacabeza—replicóCarathis—.NodeseonadamásqueofrecermisrespetosalprofetaSuleimán.Noobstante,esnecesario que sepas que en cuanto el ifrit me dijo que ninguno de los dosregresaríamosaSamará,leroguéquemepermitieradejarenordenmisasuntos,aloquetuvolaamabilidaddeacceder.Ydebodecirqueaprovechébienaquellosúltimosmomentos prendiendo fuego a nuestra torre y quemando vivos a mudos, negras,torpedosyserpientesque,noobstante,mehabíanrendidograndesservicios;yotrotantohabríahechoconelgranvisirsinosehubieraidoconMotavekel.EncuantoaBababaluk, que había cometido la tontería de regresar a Samará para buscarlesmaridos a tusmujeres, le habría torturado si hubiese tenido tiempo; pero como loúnicoqueteníaeraprisa,sólopudeordenarquelecolgaran,despuésdetenderleunatrampa para que acudiera a mi encuentro, lo mismo que a las mujeres, a quienesmandéenterrarvivas,siendomisnegraslasencargadasdelaoperación,conloque,almenos, emplearon sus últimosmomentos en algo agradable. En lo que respecta aDilara, que siempre me cayó bien, debo decirte que ha demostrado tener un granespíritualponersealserviciodeunmagoquevivecercadeaquí,ynocreoquetardemuchoenserdelosnuestros.

Vathek, que se encontraba demasiado consternado para expresar la indignaciónquelecausabatamañodiscurso,ordenóalifritquealejaraaCarathisdesupresencia,ysequedósumidoenuna tristeensoñaciónquesuscompañerosnoseatrevieronaturbar.

A pesar de ello, Carathis llegó a todamáquina hasta la cúpula bajo la cual sehallaba Suleimán y sin hacer elmásmínimo caso a los suspiros de aquel profeta,levantóaudazmente las tapaderasde los recipientesyseapoderóde los talismanes.Entonces,elevandolavozdeunamaneraquejamássehabíaescuchadoenaquelloslugares,obligóalosdivesaquelemostraranlostesorosmásocultosylosdepósitos

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más recónditos, que ni siquiera aquel ifrit había visto. De tal suerte, bajó porpendientes que sólo eran conocidas por Iblís y los más poderosos de entre susfavoritos,penetrando,graciasalpoderdeaquellostalismanes,hastalasentrañasdelatierra,dondesoplaelsanfar,elheladovientodelamuerte,puesnadaarredrabaasuindomablecorazón.Sinembargo,nohabíadejadodenotarquetodoelmundollevabalamanoderechasobreelcorazón,detalleaqueluntantosingular,queledabamalaespina.

Cuandosalíadeaquellosabismos,Iblísseleapareció.Apesardeloimponentedesu majestuosidad, ella no perdió el aplomo, llegando, incluso, a demostrar granpresenciadeánimoalpresentarlesusrespetos.

Estofueloquelecontestóaquelsoberbiomonarca:—Princesa,cuyosconocimientosycrímeneshacenmerecedoradeocuparenmi

Imperiounaltocargo,mejorharíaisendisfrutardeltiempodeasuetoqueosqueda,pueslasllamasylostormentosquenotardaránenapoderarsedevuestrocorazónosdarándemasiadaocupación.

Y,diciendoestaspalabras,desaparecióentrelascolgadurasdesutabernáculo.Carathissequedóuntantocohibida;pero,decididaallegarhastaelfinyaseguir

elconsejodeIblís,reunióatodosloscorosdeyinnsyatodoslosdivesparaquelerindieranhomenaje.Detalsuerte,notardóenmarchartriunfalmenteatravésdeunanubedeperfumeyalsondelasaclamacionesdetodosaquellosespíritusmalvados,entrelosqueteníamuchosviejosconocidos.Inclusosedisponíaadestronaraunodelos Suleimanes para ocupar su lugar, cuando una voz, saliendo del abismo de lamuerte,anuncióconungrito:

—¡Todosehaconsumado[157]!Almomento,laorgullosafrentedelaintrépidaprincesasecubrióconlasarrugas

de laagonía,dioungritodedolorysucorazónseconvirtióenunaardientebrasa,adondellevósumanoparanoretirarlajamás.

Enaquelestadodedelirio,olvidandosusambiciosasmirasysuseddetodotipode ciencia prohibida a los mortales, volcó las ofrendas que los yinns habíandepositadoasuspies;ymaldiciendolahoradesunacimientoyelsenoquelahabíallevado,echóacorrerparanodetenersejamásnigustardeunmomentodereposo.

Casialmismotiempo,aquellavozhabíaanunciadoalCalifa,aNuronihar,alostres príncipes y a las dosprincesas el irrevocable decreto.Entonces, sus corazonesardieroncomounasolallamayperdieronelmáspreciosodelosdonesdelCielo,LAESPERANZA[158]. Aquellos desventurados se apartaron unos de otros, echándosefuriosas miradas. Vathek sólo veía rabia y venganza en los ojos de Nuronihar,mientrasqueellanocontemplabaenlosdeélmásqueaversiónydesesperanza.AlasiyFiruzká,quehastaaquelmomentonohabíandejadodeabrazarse tiernamente, sealejaron,temblorosos,elunodelaotra.Kaliláysuhermanasehicieronmutuamenteunmudoreproche.Todos,inclusoelsolitarioBarkiaroj,dieronaentender,medianteespantosascontorsionesygritosahogados,elhorrorquesentíandesímismos[159].Y

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todos seperdieron en lamuchedumbrede condenadospara errar entre elladuranteunaeternidaddedolor.

Talfue,yasídebeser,elcastigodelaspasionesdesenfrenadasydelasaccionesatroces;talseráelcastigodelaciegacuriosidad,quequierepenetrarlasfronterasqueel Creador ha puesto al humano conocimiento, y de la ambición, que deseandodominar las ciencias reservadas a las Inteligencias más puras, sólo consigue unorgullo insensato, incapaz de comprender que el estado del hombre no es sinopermanecerhumildeeignorante.

De tal suerte, el califa Vathek, quien, para conquistar una pompa vana y unpoderío prohibido, ennegreció su nombre con mil crímenes, vive ahora presa deremordimientosydeundolorsinfinnilímites.

Mientrastanto,elhumildeydespreciadoGulchenruzsiguecontemplandoelpasodelossiglosdesdeladulcetranquilidadylafelicidaddelainfancia.

FINDELAHISTORIADELCALIFAVATHEKYDELOSEPISODIOSENELLAINCLUÍDOS

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WILLIAM BECKFORD, Fonthill (Wilshire, Inglaterra) 1760 - 1844. Hijo únicolegítimo de sir William Beckford, Lord Mayor del reino, de quien heredó unainmensariqueza.En1796comenzóaconstruirenFonthillunfantásticopalacioquealbergaríasucoleccióndemanuscritosyobjetosartísticos.Beckfordfueunbibliófiloúnico en su época.Tras haber gastado buena parte de su fortuna enmanuscritos eincunables,murióenBathen1844.Suúnicahija,laduquesadeHamilton,donóunapartedelacolecciónalaBibliotecadeBerlín.ElrestosesubastóenLondres,entre1882y1884,alcanzándosepreciosnuncapagadoshastaentoncesporunabibliotecaprivada. «Temo que no haya nada bueno en estemundo si no es componer arias,erigir torres, proyectar jardines, hacer colecciones de muebles en estilo japonés yescribirrelatosdeviajesaChinaoalaLuna»,W.B.

SuVathekesunafantasíaorientalqueiniciaenciertaformaelgénerodelaliteraturafantásticamoderna. Beckford, vasto conocedor demitos y leyendas orientales queapoyan su relato, nos adentra en un laberinto que conduce a la catástrofe. NovelaelogiadaporH.P.LovecraftensuensayoElhorrorenlaliteratura,narralahistoriadelcalifaVathek,unpersonajedesmesuradoaquiensuseddeconocimientoacabaprecipitandoenelPalaciodelFuegoSubterráneo,elInfierno,dondeencuentraaotrospríncipescondenadosquelerelatan,asuvez,susdesventuras.LahistoriadelcalifaVathekcomienzaenlomásaltodeunatorre,desdedondeseleeelfirmamento,paraterminar en un subterráneo encantado. En opinión de Jorge L. Borges, en ciertaspáginas de Vathek se encuentra, como en ningún otro libro anterior, el horrorsobrenaturalenestadopuro,unmundoqueadiferenciadelInfiernodeDante,resulta

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atrozeinquietanteensímismo.BorgesreseñaqueelinfiernodeDantemagnificalanoción de una cárcel; mientras que el infierno de Beckford, los túneles de unapesadilla.

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Notas

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[1] Sir William Chambers, arquitecto y miembro fundador de la Royal Academy,quien impartiera al joven Beckford clases de arquitectura e historia de los estilosartísticos.<<

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[2]Fothergill,op.cit.,pp.26-28.Curiosamente,el30deseptiembrede1791MozartestrenasuFlautamágica,inspiradaenuncuentoorientalrecogidoenelDschinnistan(Jinnistán, o País de los Genios), una recopilación de Christoph Martin Wielandeditadaen1789.<<

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[3] Con ciertos resabios de Le Comte de Gabalis ou Entretiens sur les sciencessecrètes,deMontfaucondeVillars,París,1670.<<

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[4]Alamuertedesupadre,ascendíaamillónymediodelibrasesterlinas,conunarentaanual,ensumayorparteprocedentedelasplantacionesdeJamaica,desetentamillibras.Cf.JamesLees-Milne,WilliamBeckford,Century,Londres,1990,p.2.<<

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[5]Nodejadesercuriosorecordarquelacueva,simbólicamentehablando,eselúteromaterno.<<

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[6]Marc Chadourne,Eblis, ou l’Enfer deWilliam Beckford, Jean-Jacques Pauvert,París,1967,p.54.LaúltimafraseencursivaperteneceaunadelasescenasfinalesdeVathek.<<

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[7] Cf. Lewis Melville, The Life and Letters of William Beckford, Heinemann,Londres,1910,pp.128-129;GuyChapman,Beckford,JonathanCape,Londres,1937,pp. 192-193. Por tanto, se puede asegurar que Beckford ya había terminado dosepisodios, «Alasi»y«Barkiaroj», y estaba acabandoel de«Zulkais», posiblementemutiladohacia1820acausadelincestoqueapareceenél.<<

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[8]RogerLonsdale(opcit.,pp.163-165)presentaenapéndiceasucitadaedicióndeVathekunaseleccióndelosprefaciosdelasprimerasedicionesdelaobra.<<

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[9]Durantealgúntiemposeaceptólahipótesis,queMarcelMaydefendióensuobra,un tanto periclitada,La Jeunesse deWilliamBeckford et laGenése de sonVathek,P.U.F., París, 1928, de queBeckford se había quedado sin la copia delmanuscritooriginal delVathek, al entregárselo a Henley, por lo que retradujo a toda prisa laedición de este último, con ayuda de Levade, dando nacimiento a la de Lausana.MarcChadourne,op.cit., yBrianFothergill,op.cit., siguen sus pasos, queAndréParreaux, en su magistral y definitivoWilliam Beckford, auteur de Vathek (1760-1844),Nizet,París,1960,demostrónoseracertados.<<

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[10]Cf.MarcChadourne,op.cit.,p.174.EsteúltimoEpisodioseríadestruidoporelpropioBeckford.<<

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[11]Vathek, Histoire du Prince Alasi, Histoire du Prince Barkiarokh. Chronologie,préface,bibliographieetnotesparMauriceLévy,Garnier-Flammarion,París,1981.Setratadeunaesmeradaedición,ampliamenteconsultada.<<

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[12]Vathek, cuento árabe, con un prólogo de Stéphane Mallarmé. Introducción (ytraducción)deGuillermoCarnero,SeixBarral,S.A.,Barcelona,1969.Reeditadaenel núm. 10 de la colección «LaBiblioteca deBabel», de Ediciones Siruela, sin elprólogodeMallarménilaelaboradayextensaintroduccióndeltraductor.<<

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[13] En marzo de 1991 hizo su aparición en el ámbito literario español y en lacolección «Gótica» de Ediciones Valdemar, Madrid, el volumen los Episodios deVathek,quenorecogelostres,comopareceindicarelreferidotítulo,sinosólolosdosterminadosporsuautor,traducidosdirectamentedelaediciónpreparadaporMauriceLévyparaGarnier-Flammarión,connotasincluidasysinaparatocríticoalguno.<<

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[14] ClarkAshton Smith (EE.UU., 1893-1961) tuvo la ocurrencia de completar la«Historia de Zulkais y Kalilá». Donald Sydney-Fryer, el biógrafo de Smith, da lacorrespondientenoticiaensuexcelentetrabajoEmperorofDreams:AClarkAshtonSmithBibliography,DonaldM.GrantPublisher,WestKingston,RhodeIsland,1978,p.173.Laprimerapublicacióndel«ThirdEpisodeofVathek»aparecióenelnúmero1 de 1937 de la revista Leaves. La editorial norteamericana Arkham House loincluyó,en1960,enelvolumenTheAbominationsofYondo,recopilatoriodevariosrelatosmásdeC.A.Smith.En1999,EdicionesValdemarlopublicócomoHistoriadelaprincesaZulkaïsyelpríncipeKalilah:ElTercerEpisodiodeVathek.<<

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[15]Setratadeunmotivofolklórico,ampliamentedifundidoentodoelmundo:quienpuede echar el «mal de ojo» se relaciona, en cierta forma, con los seres«incompletos»,obradelCaos,quehabitaronlaTierraantesqueelhombre,yconelprincipioopuestoaldeCreación,Orden,CosmosoArmonía.Ejemplosdelodicho:loscíclopesyciembrazosdelamitologíagriegayelgiganteBalor,cuyoojo,segúnlamitologíairlandesa,eracapazdematar.<<

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[16] Según Beckford (nota a Vathek, edición de París de 1787), era un califa queaunabatemplanzaconabnegación.<<

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[17] Samarra, a orilla del Tigris, en Irak, adonde se trasladaba la corte de Bagdad,poseeunimportanteyacimientoarqueológico,caracterizadoporunacerámica(5600-5000a.C.)demotivossimétricosdeejecuaternario.<<

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[18]Mani(216-276),fundadordelmaniqueísmo,quepostulalaeternaluchaentreelBienyelMal,enestrecharelaciónconotradoctrinadualista,elzoroastrismo,yconelgnosticismocristiano.También fueunexcelente escultorypintor, cuyasobrasyescuela sirvieron para difundir su doctrina. Por otra parte, todo parece indicar queestepalaciodeVathekpudieraserun«teatrodelamemoria».AunqueManiysuobrapictóricasoncitadosenLasmilyunanoches,¿noestaríapensandoBeckfordenelpintorCozens?<<

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[19]Seresconaparienciademujer,deeterna juventudyojosnegrosyalmendrados(Huraloyun),concuyosfavoressepremiaenelParaísoaloscreyentes.<<

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[20]«Nemrodelcazador,reydeBabilonia»,legendariafigurabíblica(Gn10,8-12)yposiblepersonificacióndeNinurta,eldiosbabilónicodelacazaydelaguerra.<<

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[21] Sólo mil quinientos para Henley, el traductor inglés de Vathek. Más tarde,Beckford levantaría una torre en su residencia de Fonthill, la Fonthill Abbey, aimitacióndeestadisparatadaconstrucción.<<

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[22]Balaam,encargadoporel reydeMoabdemaldecira los israelitas, fuesalvadoporsuasna,alhablarleéstaparaquejarsedelmal tratoque recibíadeél, loque lehizoevitarsermuertoporelÁngeldelSeñor(Nm22-24).LoqueexasperaaVathekesquemientraselanimalfuecapazdeexpresarseenellenguajedeloshombres,elextranjeropersistaensusilencio.<<

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[23] En la edición de París de 1787 podemos leer «en horreur parmi les bonsMusulmans»,expresiónqueaparececambiadaenlasposteriores:«enhonneurparmiles bons Musulmans». La semejanza tipográfica de ambas palabras, horreur yhonneur,puedeexplicarladobleversión.Parazanjarestadiferencia,añádasequelaedición inglesa, traducida y editada en 1786 porSamuelHenley—recordémoslo aefectosdecronología—,mantieneestaaversióndelosmusulmaneshacialogriego,alafirmarlosiguiente:«Itwasshewhohadinducedhim,beingaGreekherself, toadopt thesciencesandsystemsofhercountry,whichallgoodMussulmanshold insuch thorough abhorrence» (“Fue ella misma, siendo griega, quien le indujo aadoptar las ciencias y sistemas de su país, al que todos los buenos musulmanesaborrecen”).<<

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[24] La astrología judiciaria, también llamada individual o genetlíaca (del griegogenethlé, «nacimiento»), es la rama más conocida de la astrología, y consiste enconfigurar la carta del cielo que preside el nacimiento de una persona parainterpretarlaposteriormente.<<

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[25]Paralosárabes,comoparaotrostantospueblosdelaAntigüedad,lapérdidadelabarbaeraconsideradamotivodeinfamia.<<

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[26]Hecorregido loquecreonoessinounerrorde impresión,puesnoescorrectohablardecèdres,quepertenecena lafamiliadelasconíferas,osea«cedros»,entretantoárbolfrutal,porloquedebetratarsedecédrats,osea«cidros».Henleyarrastraesteerror,escribiendocedars(«cedros»).<<

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[27]Entrelosárabes,Giaur(escritoporBeckfordalafrancesa,Giaour)eselapelativoque se reserva al infiel. En la traducción se ha escrito como si fuera un nombrepropio, por el protagonismo que el personaje llamado de esta forma tiene en lahistoriadeVathek.<<

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[28] El texto de Beckford dice así: «Une région qui n’est connue de personne!…»(“¡Unaregiónquenadieconoce!…”).ElautorqueríarecordarlaprofecíaauguradaaVathek por las estrellas: «Su heraldo sería un hombre extraordinario que debíaprovenir de un país del que nunca se hubiera oído hablar» (p. 31); pero, dada larapidez con que fuera escrito Vathek, no cayó en la cuenta de esta falta deconcordancia.Lapresenteedicióntieneencuentaesteolvido,traduciendo,portanto:«Unaregióndelaquenadiehaoídonuncahablar».<<

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[29]TribunaldejusticiapresididoenpersonaporelcalifaabasíquehacíalasvecesdeConsejodeEstado.<<

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[30] Se trata del bíblico Salomón, hijo del rey David, quien con su magia supoimponersealosespíritus,comolosyinns,alosqueconfinóenvasijasselladasconlaestrelladecincopuntas,elfamosopentáculo,talismánoSellodeSalomón.<<

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[31]Chalumeau,eneloriginal,quepuedetraducirsecomo«caramillo»o«chirimía»;sehaoptadoporlaprimeraacepciónportratarsedeunaescenacampestre.<<

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[32]SetratadeunguiñodeBeckfordquerecuerdaunaescenaanálogadeJesucristoconlosniños:«Dejadquelosniñosvenganamí[…],porguedeelloseselreinodeDios»(Mc10,13-16).<<

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[33]Lodelamudez,nonaturalsinoinducida,eraunacostumbreorientalquenosóloevitaba al monarca el innecesario funcionamiento de sus oídos, sino tambiénindiscrecionesdesagradables.Porelcontrario,elhechodequelasnegrasseantuertasy «del ojo derecho» no viene a ser sino un toque surrealista avant la lettre deBeckford,quelesconfiere,además,ciertotoquemaléfico.<<

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[34] Fagfurí (de Bagbúr, o Fagfúr, nombre con el que los árabes designaban alemperadordeChina)es ladenominacióngenéricade laporcelanachina(Beckford,París,1787).<<

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[35] Istajar (Istakhar o Istakhr), capital del Farsistán, fue la antigua Persépolis. Latradiciónpersadeépocaposterioratribuyesuconstrucciónalosyinns.<<

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[36] Los sultanes preadamitas, que vivieron antes del presente ciclo, eran setenta ydos,cuarenta,oveintiocho,segúnlasfuentes,tantoscomoespeciesdotadasderazónhabíaenaquellaépoca,alasquegobernaban,ycuyossupervivientes,traslacreaciónde Adán, pasarían, en la imaginación popular, a engrosar las filas de los yinns(posiblemente del latín genius), seres creados a partir del fuego. Uno de los másimportantesfueSuleimán,llamadoGiánbenGián(quenodebeserconfundidoconelbíblicoSuleimánbenDaud),quegobernóageniosyperís durantemásdedosmilaños.<<

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[37]«Losmahometanossientenporesteperrounaveneracióntangrandequelamayorinjuriaquepuedenhaceraunapersonaavaraconsisteendecirdeella:“NoledaríaniunhuesoalperrodelosSieteDurmientes”».LacitaesdeBeckford(Vathek,París,1787),quienseapoya,asuvez,enelCorányenlaobradeJean-FrédéricBernardCérémonies et Coutumes Religieuses de Tous les Peuples du Monde, Amsterdam,1723-1743.Kitmir,elperrodelosSieteDurmientes,habíaveladoellargosueñodesietejóvenesque,huyendodelapersecucióndeDecio(ca.250),sehabíanescondidoenunacueva.<<

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[38]Masulipatán,poblacióndelaIndia,próximaaMadrás,eracélebreporsustejidosdealgodón,decolorescálidos.<<

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[39]Alparecer,esta insanacostumbredeCarathis,queBeckfordnospresentacomosuya,debeatribuirseaMotavekel,elhermanodeVathek,puesélmismoreconoceenunanotaalaedicióndeParísde1787habertomadoprestadalaideadeD’Herbelot.<<

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[40]Estudiososdelaleyquesirvendejuecesenlosasuntosreligiosos.<<

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[41]ImportanteciudaddelaprovinciapersadeFars,situadaaloestedeIstajar,cuyahegemoníaheredaríaenelsigloVIII.Nosóloerauncentroexportadordeexcelentevino,sinotambiéndecerámicayalfombras.<<

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[42]Setratadeunsimbolismoalquímico,delquedaideaelconocidoaforismo«VisitaInterioraTerrae;RectificandoInveniesOccultumLapidem»('VisitalasentrañasdelaTierra;mediantelapurificaciónencontraráslapiedraoculta'—ofilosofal—).EnTheVision,laprimeraobraqueescribieraBeckford,suprotagonista—élmismo—visitaelcentrodelaTierra.<<

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[43]Eneltexto,cagesàdame(«jaulasdeseñora»),expresiónincómodadetraducir,porloquesehaoptadopor«palanquines»,impenetrablesamiradasexternasycasiapruebadefugadelasdamasquesehallanensuinterior.<<

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[44]Oreilles littéraires, en el original, que en el contexto significamás bien «oídocultivado».<<

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[45] El Franquistán (Franguistan, en el original) o 'país de los Francos' designaba,entrelosárabes,aEuropaoccidental.<<

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[46]ElmonteCaf(QafoKaf)queciñeelplanetaesunafiguracióndelaxismundiyestárematadoenunapirámide,hechadeesmeralda, lapiedradelaverdad,obradelosyinns,quedaunacoloraciónverdoso-azuladaalaatmósferaquelacircunda.Suscimientos,enlasestribacionesdelCáucaso,descansansobreotraesmeralda,Sajrat,de propiedadesmágicas, ya que con un simple fragmento de lamisma se podríanobrarmaravillas.Enlasladeras,yensuinterior,residentodaslasespeciesfantásticasde lamitología árabo-persa:dives, ifrits yperís, entre otras. Elmonte Caf guardaciertoparecidoconotrosímbolopolar,enestecasode la tradiciónhindú,elmonteMeru,alrededordelcualgiralaTierra,ycadavezquesumovimientoresultaalteradodalugaraunterremoto.<<

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[47] Animal antiquísimo, que merodea por el monte Caf, y del que se dice quecontempló en tres ocasiones la destrucción delmundo, lo que, entre paréntesis, sesuponequelehavueltomuysabio.Selerepresentaporundragón,cubiertoconlasplumas del ave del Paraíso, con cabeza de grifo o de perro, apareciéndose, enocasiones, para ayudar a los guerreros en sus combates contra los seresmalvados.Sobre el Simurg (o Simorgh, el Senmurw de los antiguos iranios) planea todo elargumentode lahermosaobradeFaridUddínnAttar(sigloXIII)El lenguajede lospájaros. Apúntese, por último, que guarda cierta relación con dos animales de lamitologíahindú:elcisneHamsa,símbolodesabiduría,yGaruda,elpríncipedelospájaros, cabalgadura del dios Visnú. En época actual, y dentro del mundo de laliteratura fantástica, puede decirse que el dragón Fújur, personaje crucial de Lahistoria interminable de Michael Ende, ha heredado muchos de los atributos delSimurg.<<

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[48]Entrelastradicionesquelosárabesheredandelospersas,trassuconquistaenelsiglo VII del Imperio sasánida, se encuentran las referentes a las entidadespreadamitas que pueblan su producción literaria. Los devas, especie de titanes delzoroastrismo (devas y asuras son divinidades de los pueblos indoiranios que yaexistíanantesdelarevoluciónreligiosaquesuponeladoctrinadeZoroastro;ensusorígenes,elradical—divtieneelsignificadode«esplendente»),seconvertiránenlosdives, por logeneral seresmalvadosy ambiguos, con las características folklóricasdeltrickster,análogosalosifrits(afritsoefrits)yyinns(dijnnsojinns),conlosquesuelenlucharomantener,asimismo,relacionesamistosas.Yaseverá,másadelante,quebuenapartedeellossehallanalserviciodeIblís,eldiabloislámico,queviveenelpalaciodelFuegoSubterráneo.<<

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[49]Siguiendolatradiciónfolklórica,quehacehablarenrima,omusicalmente,alascriaturasmágicas.<<

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[50]Laprimeradelastrespartesdelaabluciónprescritaparalosmusulmanes,queseefectúaantesdelosrezos,yquecomprenderostro,manosypies.<<

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[51]Caravana,unadecuyasseccionessuelellevarcamellosprovistosdecampanillas,loqueexplicaquefueranoídasporlosenanos.<<

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[52]Palabraconquelosmusulmanesdesignantantoacualquierimpostor,o«santodeShaitán(Satán)»,comoalaencarnacióndeesteúltimoenlaTierra,elcual,enelfindelostiempos,liberándosedelascadenasquelemantienenprisioneroenlaisladeBrata’il,situadaenelMardeChina,extenderá ladesolaciónpor lafazde la tierra,quedandoenpiesóloLaMeca.Tieneunúnicoojoyllevaescritasobrelafrentelapalabra«infiel».Sediceque,finalmente,Jesucristoledarámuerte.<<

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[53]NuevacitabíblicadeBeckford,recordandoalcenturiónquevaaveraJesucristopararogarlelacuracióndesusiervo(Mt8,5-9).<<

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[54] «Bismillá er-Rahmán er Rahim» («En el nombre de Dios, el Clemente, elMisericordioso») es la invocación que precede a todas las azoras o capítulos delCorán.Bismillá,portanto,suponeelcomienzodecualquieroración.<<

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[55]Unaespeciedetronoambulanteopalanquínreservadosolamenteapersonajesderangoelevado.<<

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[56]Cúmuloglobulardeestrellasvisiblesenelhemisferionorte.TomansunombredelashijasdeAtlante,quienes,perseguidasporOrión,seríantransformadasenestrellas,aligualquesucortejador.<<

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[57] Ascetas vagabundos del islam. Los derviches, que no hacen voto de pobreza,estaríanmásdadosalapiedadyloscalenders(kalenderoqualandar),queparecenprovenir del Asia Central, y cuyos votos les obligan a abandonarlo todo, habríanestadoinfluidos,posiblemente,porteoríasbudistasehinduistas.<<

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[58]Divinidadeshindúes.<<

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[59]Ceilán,laactualSriLanka.<<

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[60]MonjesbudistasdeSiam,Birmania,LaosyPegu.<<

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[61]Pilaus(París,1787;Londres,1816),pluraldepilau(máscorrectoseríapilaf),esunplatoorientalcompuesto,principalmente,dearrozhervido.LaedicióndeParísde1876escribe,incorrectamente,pilans.<<

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[62] Esta palabra se transcribiría erróneamente en algunas de las últimas edicionesfrancesas, sirva de ejemplo la de 1876, como Sina; todas las ediciones inglesasprovenientesdelaedicióndeHenleylatranscribencorrectamente.<<

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[63] Los perís (singular, perí) son criaturas preadamitas de extraordinaria belleza,supuestamentedeambossexos,comolosyinnsydives,aunque,porlogeneral,sóloselemanifiestenalgénerohumanosusrepresentantesfemeninos,quesuelencasarseconloshombres.Sesuponequeconstituyeneleslabónentreelgénerohumanoylosseresangélicosyquesólosealimentandedulcesaromas.SumoradasehallaenelGinnistánoYinnistán,elPaísdelosGenios(odelosYinns),adondefueronexiliadosporIblís.Sonmuyparecidosalpueblodelashadasdelfolkloreoccidental.<<

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[64]LosamoresdeLeiláYMecnún,equivalentesenelcontextoárabealosdeTristáneIseooalosdeRomeoyJulieta,dieronpieaMehmedFuzulí(1495-1556)aescribiruna obra que lleva los nombres de ambos,Leilá yMecnún, de innegable caráctersimbólico,puesLeilásignifica«bellezadivina»,yMecnún«espírituhumano».<<

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[65] Dos ciudades del Ginnistán habitadas por los perís, que significan,respectivamente,«PlaceryDeseo»y«LaciudaddeÁmbarGris».<<

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[66]Avemuyestimadaporlacalidadybellezadesupico,utilizadoenlafabricacióndecucharas.<<

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[67]Lapalabragouleoghoule, en transcripción francesa (castellanizadacomogul),significa'ansiaenelcomer'(relacionadaconellatíngula)yseaplicaaunaespeciedeseres,parecidosalosmuertosvivientesovampiros,que,segúnelfolkloreárabe,rondanporloscementerios,alimentándosedesuscadáveres.Enfrancés,gouleposeegénerofemenino,cosaquenohemosmantenidoenlapresentetraducción,yaque,alparecer, nada indica que la transformación engul (pues algunos cadáveres puedenacabarconvirtiéndoseentales,ideaqueH.P.LovecraftaprovecharíaparasuciclodeRandolphCarter, al convertir en gul al pintor Pickman) implique una conversiónpredominantedesexofemenino.Encastellanoexistelapalabragul,peroaplicadaaldominiodelaheráldica,comoenlaexpresión«campodegules»,quehacereferenciaal color rojo. Recordemos como nota curiosa, posiblemente relacionada con estascreenciasenlosgules,queWilliamBeckford,quiennopodíasoportarlaideadeserenterrado,dispusoensutestamentoquesucadáverfueradepositadoenunsarcófago,quedeberíahallarseenelinteriordeunlugarsagradoynocubiertoporlatierra.<<

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[68]Serefierealasentidadesconvocadasporlostalismanes.<<

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[69]Hasta aquí este diálogo, de preguntas y respuestas, es típico de las ceremoniaspracticadas en el seno de las sociedades secretas; Beckford, haciendo gala de sutécnica teatral, que consiste en hacer hablar llanamente a sus personajes, lo va acambiar,actoseguido,encharladignadecomadres.<<

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[70]Jamshid(BeckfordloescribecomoJemshid)eselquintodelosreyesmíticosdelIrán, de quien El Libro de los Reyes, o Shah Nama (Firdusi, siglo XI), dice que«siendo rey y sacerdote, se hallaba investido de la gloria divina», lo que, comoMelquisedecpara la tradición judeocristiana, leconvertíaenarquetipodelmonarcauniversal.<<

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[71] Beckford habla de simarres, o sea «zamarras», «togas» o «trajes talares,posiblementeabotonados,deceremonia».<<

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[72]Beckfordescribe«LeillahIlleilah!»,cuyatraducciónsehaincorporadoaltexto.<<

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[73]Setratadedosángelesquesometenalasalmasdelosdifuntosadiversaspruebas(BeckfordlesdalosnombresdeMonkiryNekir).<<

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[74] Referencia al puenteAl Siral, que debe cruzar el alma del difunto, análogo alpuenteShinvatde la escatologíamazdeístay alPuentede laEspada (versos3007-3180)delaobradeChrétiendeTroyes(sigloXII)LanzarotedelLagooelCaballerodelaCarreta.<<

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[75]Losadeptosalmazdeísmo,lareligiónfundadaporZarathustraoZoroastro,queadorabanalfuegoenunosaltaresconstruidosalefecto,yqueaúnpervivenentrelosparsisdelaIndia.<<

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[76] Este camello de Beckford parece estar inspirado en ese otro, diabólico, queapareceenElDiabloenamoradodeCazotte,obrapublicadaen1772,yquenuestroautor,sinduda,yahabíaleído.<<

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[77] Nueva referencia de Beckford a los Evangelios: «Porque más fácil es que uncamellopaseporelojodeunaaguja…»(Lc18,18-27).<<

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[78]Referenciaveladaalandróginoprimordial.<<

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[79]GolosinapreparadaapartirdelaTerminaliaChebula,o«mirobálanodeKabul»,especievegetalconocidaenlafarmacopeasasánidayárabeconelnombredehalila-yikabuli.<<

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[80]Avegigantescaqueposeelascaracterísticasdeláguila.EsmencionadaenLasmilyunanoches(ciclodeSimbad)yenlosViajesdeMarcoPolo(III,36).<<

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[81] Supuesta transcripción al árabe del griego diabolos. Iblís sería, por tanto, eldiablo, el ángel rebelde que se niega a rendir pleitesía al hombre y aDios. Se haapuntadotambiénlaposibilidaddequeIblísprocedadelhebreohebel:«orgullo»,loquenocontradice,enabsoluto,laanteriorhipótesis.<<

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[82]Estoeshistórico:enelaño824,Motavekel(oMotawakel)aprovechóelodioqueelpueblosentíacontrasuhermanoVathek,acausadesuimpiedad,paraderrocarle.<<

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[83]Eltexto,untantoambiguo,nosdejaenladudadesiBeckfordserefiereapecestorpedo,unavariedaddeselacioscapacesdegenerardescargaseléctricas,encuyosestanquesCarathispensabaarrojarasusenemigos,oalosingeniosbélicosdelosqueaquéllostomannombreyque,encontextoterrestreynoacuático,seríanalgúntipodecohetes.SilaedicióndeHenleypermitepensarenlasegundahipótesis,alafirmarque: «¡No tardaremos en ver lo que pueden hacer contra tamaña explosión!» («…And we shall soon see the stand they will make against such an explosion!»), eldesenlace de la historia de Vathek, en que Carathis afirma, como veremos, haber«quemado vivos a mudos, negras, torpedos y serpientes», nos devuelve a laincertidumbredeunprincipio.<<

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[84]Elcabalgaralrevésesunactoinfamante,impropiodelasreglasdelacaballería,ysilamonturaesunasno,muchomás.<<

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[85]Shaddad(SheddadescomoloescribeBeckford),hijodeAd,ordenóconstruir,aimitación del Paraíso, la mítica ciudad de Irem, la de las Mil Columnas. Por talexcesodeorgullo, la ciudad, cuyaconstrucciónen tierrasdeOmán, según sedice,había durado quinientos años, sería tragada por las arenas del desierto.AShaddadtambién se le atribuyó (aunque los coptos nunca estuvieron de acuerdo con estaapreciación)laconstruccióndelaspirámidesdeEgipto.<<

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[86] Todos los dives que juraron fidelidad a Alá se convirtieron en geniosbienhechores.<<

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[87]ObsérveseelcomponentefáusticodeVathek,típicamenteromántico,quenodejaderecordarnoslabravuradeDonJuanTenorioenunlancesimilar.<<

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[88]Balkis(oBalqis)eslamíticareinadeSaba, la tierradelossabeos,enelactualYemen, que fue a Jerusalén para conocer a Salomón, o Suleimán. Los sabeosadorabanalfuegoyaloscuerposcelestesypracticabanunsincretismoqueproveníadelasreligioneshebraica,egipciaymazdeísta,identificando,porejemplo,aToth,eldiosegipciodelamagiaydelasabiduría,conEnoc,elprofetabíblico.<<

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[89]Apartirdeestemomento,Beckfordnohabladecolumnas,sinodephares,osea«faros», queriendo referirse a su colosal tamaño. Debe decirse, de paso, que laintroduccióndeestapalabragriegaindujoaHenleyacometerunerrorensuedición—seguida por los posteriores exegetas británicos de esta obra— al pensar que setratabadeunastorreselevadasenlasquealguienmontabaalgúntipodevigilancia,traduciéndolacomowatch-towers,osea,«atalayas».Dadoquelostemplosdelfuegoeran de muy diferente construcción, y puesto que nada parece indicar que en elextremosuperiordelascolumnasdelaterrazasehubieraencendidofuegoalguno,sehamantenidoenlatraducciónlaacepciónde«columnas»,que,además,aúnpodíanverseenelsigloXVIII—cuandoBeckfordescribeVathek—enloquequedabadelasruinasdePersépolis(construidaenelsiglo IVa.C.),despuésdel incendioalquelasometieraAlejandrodeMacedonia.Nientonces,nienlaépocadeVathek,nienladeBeckford,huboenella«faros»ni«atalayas».<<

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[90]Da la impresióndequepara estadescripciónBeckfordha tenidoencuenta laspeculiaridadesiconográficas,enloqueasurepresentacióndeanimalesquiméricosserefiere, del arte del Próximo Oriente. Posibles fuentes: Cozens y los trabajos delarqueólogoJ.J.Winckelmann.<<

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[91]Por lodescomunaldesussalas,el InfiernodeBeckfordpareceprocederde losgrabadosdeG.B.Piranesi(1720-1788).<<

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[92]Justamente,ladebromista,conmejoropeorhumor,esunadelascaracterísticasquedefinenentodoelmundoalosduendesysuscongéneres.<<

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[93]Tantoenelzoroastrismocomoenelislamismo,losángeles,criaturasinmaterialesypuras,estánhechosdeluz.NodebeolvidarsequeantesderebelarseelDiablofueunángel.<<

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[94] Monstruo terrible que vive en la montaña de Ahrimán. De él se decía queadoptabalaformadeunahidraalada,odragón,convarioscuerposycabezas.<<

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[95]Ahrimán(oAherman,comoescribeBeckford,palabratranscritaalgriegocomoArimannis) es la divinidad del mazdeísmo que se opone a Ahura Mazda, el diossupremo.Conlaconquistadelmundoiranioporelislam,Ahrimánseverelegadoalacategoríadeunpoderosodiv,equiparableaIblís,queviveenunafortalezadelCaf,donde se reúnen los demonios para recibir sus órdenes y extender elmal sobre laTierra.<<

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[96]Gigantescodiv,encuyossalonespodíancontemplarselasestatuasdelossultanespreadamitas y de los animales sobre los que ejercían su imperio. Añádase queArgenk,aldisponerdetamañacoleccióndeimágenes,obteníapotestadmágicasobrelasespeciesrepresentadas.<<

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[97] Como indicáramos en la introducción, Beckford simplemente intercala en suedicióneltítulodeesteepisodio,escribiéndolocomo«Historiadelosdospríncipesamigos. Alasi y Firuz, encerrados en el palacio subterráneo» («Histoire des deuxPrincesamis,AlasietFiroux,enfermésdanslepalaissouterrain»).ElhechodequeFiruz resulte ser Firuzká, una princesa, nos obliga a cambiar el título de esteEpisodio.<<

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[98]Corasmia,laantiguaKhwareszm,regióndelaltiplanoiránico,situadaalnortedelaSogdiana,estoes,alsurdelmardeAral.<<

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[99] Región Iránica, al sudoeste del mar Caspio, donde se encuentra el importanteyacimiento arqueológico de Marlik; el Gilán es una zona de tendenciasconservadoras,dedicadadurantemucho tiempoa laganadería, loqueocasionóquesiempreseencontrasevariossiglosatrasadarespectoalasregionescircundantes.<<

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[100]Ciudad situada en la cordillera deZagros, que separa Irán deMesopotamia, aunoscincuentakilómetrosalsudoestedellagoVan.<<

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[101]«Soynegray,sinembargo,bella»(Cant1,5).<<

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[102] Es posible queBeckford no pensara en la palabra francesamagots, que se hatraducido como «mamarrachos», sino en la inglesa, muy similar, de maggots,«larvas»o,porextensión,«gusanos»,loquecambiaríalatraducción.<<

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[103] Lokmán (o Luqmán), personaje popular que encarna la figura del poeta (esllamadoelEsopodelosárabes)ydelhombrejusto,hastaelpuntodequeunadelasazorasdelCorán, laXXXI, recibió sunombre.CharlesNodier lededicóunode susmejorescuentos,«Elsueñodeoro».<<

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[104]AnacronismodeBeckford.<<

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[105] La parasanga era una unidad de medida de longitud de los antiguos persas,equivalenteapocomásdecincokilómetros.<<

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[106] Rustam (Rostam) y Lalzer (forma, posiblemente árabe, de Zal-zar, tambiénconocidocomoDastan-eZand)sondosdelosmásafamadoshéroesdelLibrodelosReyes.<<

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[107]Posiblemente,enseñaldeduelo.<<

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[108]Esta referencia remiteaunode lospasajes finalesde lahistoriadeVathek,enqueungenio,enviadoporAlá,tomalaaparienciadeunpastorquesalealpasodelcortejo del Califa, para instarle al arrepentimiento, como anteriormente viéramos.EstebuengenioparececalcadodelÁngelBuenodelFaustodeMarlowe.<<

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[109]Chehr,«ciudad»enmediopersa.ElCheheristánalquealudeeltextopodríaserelCher-i-Sebs,regióndelTurquestánpróximaaBujara(Bukhara),a75kmalsudestedeSamarcanda.<<

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[110]Pyrée en el original. Como se verá, se trata de un lugar de culto zoroástrico,basado, principalmente, en la adoración del fuego, imagen de Ahura Mazda. Seprefierelaexpresión«templodelfuego»alade«pireo»,queresultaexcesivamentecultistaygrecizante.<<

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[111]Beckford,queloescribecomoGabriel,hacereferenciaaunversículodelCorán(XCVI, 1-4), puesto en sorna por Firuzká: «Lee en nombre de tu Señor […] queinstruyóalhombremediante sucálamo».Estecálamoes la InteligenciaActivadelfilósofoAvicena (sigloX), o Espíritu Santo, el ángelYíbril, de una de cuyas alas,metafóricamente,sedesprendiólaplumaconqueseescribióelCorán.<<

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[112]Beckfordutilizanuevamentelapalabraphareparareferirsea«columna».<<

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[113] Cosroes I (531-578), llamadoAnosharván («el de alma inmortal»), rey de ladinastíasasánidaquepasóalahistoriacomounmonarcaejemplar.<<

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[114]Posiblementepolvodeloto,deefectonarcótico.<<

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[115]BeckfordremedaellamentodeJesucristoenlacruz:«Diosmío,Diosmío,¿porquémehasabandonado?»(Mc15,34).<<

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[116]Recuérdesequees,casialpiede la letra, laconstataciónde laprofecíaqueelmagohicieraaFiruzká.<<

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[117]No hay que olvidar que comoFiruzká iba vestida de hombreVathek la habíaconfundidoconunpríncipe,porloqueBarkiaroj,segundoennarrarsuhistoria,eseltercer príncipe. El retruécano es necesario porque Beckford jamás se preocupó depulirlaslevesdiscrepanciasdesusEpisodios,yaquenuncavioelmomentoefectivodesupublicación.<<

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[118] Título original: Histoire du Prince Barkiarokh, enfermé dans le palaissouterrain.<<

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[119]ElDaghestán(oDaghistán)seextiendedesdelavertientenordestedelCáucasohastaelCaspio.<<

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[120]ElnombreHomaiunasehallarelacionadoconlapalabradelantiguopersaHoma(védicoSoma),bebidadeinmortalidadentrelospueblosindoiranios.<<

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[121]TaleselsignificadodeShadukánoShadukiam.<<

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[122]ElsultánSurid,unodelosreyesantediluvianosdeEgipto,construyóunespejosimilarquelepermitíaobservarlasdistintaspartesdelmundo.Cf.IbrahimibnWasifShah(sigloXI),Elbreviariodelasmaravillas(II,2,14).<<

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[123]Beckfordescribealves,posibleerrordetranscripción,poraloès.<<

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[124]EsindudableladeudacontraídaporBeckfordconlaHypnerotomachiaPoliphilide Francesco Colonna (1433-1527), pues la descripción de esta isla, un locusamoenus,afindecuentas,esmuyparecidaaladeCiteraqueelitalianohaceensuobra indicada. Cf. F. Colonna, Sueño de Polifilo, edición de Pilar Pedraza, tomoprimero,cap.XXI,pp.146-151,ComisióndeCulturadelColegiodeAparejadoreseIngenierosTécnicos,Murcia,1981.<<

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[125]Queseencuentraenelúltimodeloscielos.<<

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[126]Phosphores («fósforos»), en el original; otro más de sus cultismos de origengriego queBeckford parece administrar con cuentagotas.Obsérvese lo curioso delhechodequetodoscomiencenporlaletrap:Phares,Pyrées,Phosphores,ydequeserelacionenconluzofuego.¿Obedecía,quizá,aalgunainclinaciónocultistadelautor?<<

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[127] Simbolismo tomado de la Kábala por las dos columnas del rigor y de lamisericordia,yde laFrancmasonería,porelusodelcieloestrelladoyde lascuatrocolumnas,símbolosdellocus,ologia.<<

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[128]Otranuevaconexiónmasónica:signodediscreciónysecreto,asícomodeldiosgreco-egipcioHarpócrates.<<

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[129]Región desértica deArabia, situada entre el golfo deÁkaba y el paralelo 20°(N),quecomprendeLaMecayMedina.<<

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[130] Aquí el texto de Beckford, «mais qui m’abordera le sourire sur les lèvresredoubleramespeines»,nosólosugiereloevidente,yliteral,que«quienmeabordecon la sonrisa en los labios redoblará mis penas», sino que incurrirá en la ira deGulzara,loqueexplicalatraducciónefectuada,quetieneencuentaladobleacepciónde«pena».<<

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[131]Eneltextooriginal,Beckforddiceahoraquelacajaesdeplomoynodehierrocomoantesindicara;suponiendoquesetratadeunaconfusiónconelmaterialdelasortija,quesíesdeplomo,dejamosquelacajitasigasiendodehierro.<<

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[132] Jotán (Khotán), oasis al sudoeste del Sinkiang (o Xinjiang) uigur, regiónautónomadeChina.AntiguamentecontrolabalosoasisdelTaklaMakán,exportandofrutos y joyas, por su estratégica situación en la Ruta de la Seda. Posiblemente,Barkiarojseestérefiriendoacualquierfrutosimilaralasmandarinas.<<

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[133]NuevareferenciasarcásticaalaBiblia:Mt3,17;Mc1,11;Lc3,22.<<

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[134]«Ruiseñor»,enmediopersa.<<

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[135]Golconda,cercadeHyderabad,enlaIndia,erafamosaporlatalladediamantes.Enella,sedecía,lossultanesdelDecánhabíanacumuladoinnombrablestesoros.<<

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[136]ElreyDaviddelaBiblia.Cf.n.16dela«HistoriadelcalifaVathek».<<

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[137]No se trata de una peregrina unidad demedida, sino de la fiel traducción deltextodeBeckford:«…àtrentemontagnesd’ici…».<<

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[138]Pigmentoparacolorearlosojos,fabricadoconantimonioenestadonatural.<<

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[139]Eneloriginal:«…d’unchienfilsdechien».<<

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[140]PosiblerelaciónconJn1,15y19,5.<<

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[141] Yalal Ad-Din Ar Rumi (siglo XIII), el fundador de la secta de los dervichesgiróvagos, escribió una frase muy parecida: «“A cada instante estás muriendo yretornando.Estemundonoesotracosaqueunmomento”,dijoelProfeta»,Masnavi-e-Manavi(I,1.142).<<

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[142]Esteinterludioesdeleditor,quelointercalaparadarcontinuidadalanarración.<<

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[143]Títulooriginal:HistoireduPrinceKalilahetdelaPrincesseZulkaïs,enfermésdanslepalaissouterrain.Enlapresenteedición,siguiendoloqueyahicieraLewisMelvilleenlasuya,sehainvertidoelordenenquesusdosprotagonistasaparecenenel título de la edición parisiense, por considerar queKalilá es un personajemenosimportantequeZulkais,sobrequienrecaetodalanarración.<<

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[144]Egipto,elMisraimdeloshebreos.<<

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[145]ElJosédelaBiblia,quehacíaprediccionesalinterpretarlossueñosdelFaraón.<<

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[146] Relación con el caldero mágico de los celtas (también con la cuba de sanNicolás)oconlasaguasmilagrosas(léaseAquiles)queconfierenciertaspropiedadesinusualesaquienessesumergenenellas.<<

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[147]Surid(Saurid,escribeBeckford),segúnlatradiciónmíticadelosárabes,fueelrey deEgipto en la época anterior alDiluvio que, conociendo, gracias a sus dotesastrológicas,lascondicionesenqueseproduciríaelfindelmundo,trasunalluviadefuego—[«Cor Leonis en el último minuto del grado 15 de Leo, con el Sol enconjunción con Saturno y en trígono respecto a la Tierra, etc.»]—, ordenó laconstruccióndelastrespirámidesparaguardarenellaslossecretosdeEgipto.<<

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[148]Firdusi (sigloXI) recrea enYussuf yZelica la historia del José bíblico y de lamujerdePutifar, empleandoen los9.000versosque la componenelmismometroutilizadoensuanteriorobraElLibrodelosReyes.<<

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[149]RecuérdesequeenelantiguoEgiptoeracostumbreestablecidaenlafamiliarealelmatrimonioentrehermanos.<<

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[150] Preparadoqueutiliza comomateria prima la flor de loto, de efectosmortales.Beckford recoge aquí la tradición homérica de los lotófagos, quienes por tomar elfrutodellotoolvidabanelpresente.<<

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[151]AlhacerqueelpadredeZulkaisyKalilásalgadedetrásdeunazarza,Beckfordestápensando, inequívocamente,enotra figurapaterna,enestaocasióndivina,queteníaabienutilizaraquelarbustoensusapariciones.<<

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[152]LaextrañaaficióndelTrepadorpor lasmonturashumanaspareceprocederdeLasmilyunanoches,cuandoelAncianodelMarseportademaneraparecidaconSimbad(Noche328,edicióndeCansinosAssens).<<

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[153]Este licor,extremadamente fuerte,eselque fueraprohibido,ensuorigen,porMahoma.<<

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[154] La circulación de la sangre no sería descubierta hasta el sigloXIII porBen alNafis,comoresultadodeuncomentariocríticoalaobradeAvicena.<<

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[155]Rampeseneloriginal,quetambiénpodríasignificar«rampas»,«pendientes»o«barandillas». No obstante, creo que Beckford quiere referirse a «peldaños»(marches).<<

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[156] Se ha acomodado el texto al sentido general de la obra, cambiando «el tercerpríncipe»por«laPrincesa».Heaquíeltextooriginal:«LetroisièmePrinceenétaitaumilieu de son récit, quand il fut interrompu par un bruit qui fit trembler ets’entr’ouvrirlavoûte…».<<

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[157]Jn19,30.<<

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[158] Posiblemente Beckford recordase dos textos clásicos relacionados con laEsperanzay el Infierno.Elprimerode ellos, deDante,DivinaComedia, canto III:«Lasciateognisperanza,voiche’ntrate»(«¡Oh,vosotros,queentráis,abandonadtodaesperanza»);elsegundo,deMilton,ParadiseLostI,66:«Wherehopenevercomes,that comes to all» («Donde la esperanza, que a todos llega, jamás acude»).Curiosamente,hayuntercero,queelautordeVatheknopudoconocer,elPoemadeGilgamesh, compuesto entre los milenios tercero y segundo antes de Cristo ydescubiertoafinalesdelsigloXIX,quesedesarrollaenlamismatierraquesiglosmástardeverálosdisparatesdelsingularcalifa;enél(VII,4,30-40;edicióndeFedericoLara)sehabladelInfiernomesopotámico:«LaCasadelasTinieblas,laMansióndeIrkalla, la casa donde se entra sin esperanza de salida». Abundando en el tema,apuntemosqueBeckfordharíagrabarensutumba,amododeepitafio,unaglosadelaspalabrasdeVathekquedanlugaralapresentenotayquesereferíanaélmismo,quien«[se encontraría] gozando, humildemente, delmás preciosode los dones delCielo, LA ESPERANZA» («Enjoying humbly themost precious gift of Heaven…Hope».<<

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[159]EsevidentequeeltextooriginaldeVathek,escritoantesdelaelaboracióndelosEpisodios, ha de ser diferente.Helo aquí: «Les deux princes amis, qui, jusqu’à cemoment, s’étaient tenus tendrement embrassés, s’éloignèrent l’un de l’autre enfremissant.Kalilahet sa soeur se firentmutuellementungested’imprécation.Touspardescontorsionseffroyablesetdescris étouffés témoignèrement l’horreurqu’ilsavaientd’eux-mêmes;etc…».<<

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