12
El terremoto de Messina, el 28 de diciembre de 1908, da una aceleración radical a la difusión de las construcciones en hormigón armado también en una tierra como la Sicilia, lejana de los lugares adonde la nueva técnica ha sido puesta a punto y patentada. Después de la destrucción de la ciudad, la deman- da de edificios más seguros lleva a la adopción de unas normas de cálculo y al uso de estructuras en hormigón armado y impone su utilizo en la recons- trucción de los edificios públicos. Si se ha sido estudiado ampliamente el rol propul- sor del sismo en el desarrollo de las teoría de cálculo y de las prácticas aplicaciones del hormigón armado (Iori 2001), menos ha sido investigada la relación, muy a menudo conflictual, entre la nueva técnica constructiva y los lenguajes de la arquitectura. Una rica documentación, guardada en los archivos públicos y en los privados de los arquitectos que tra- bajaron en Messina después del 1908, permite de re- construir en detalle la historia de unas obras en las cuales se experimentaba el sistema de pórticos en hormigón armado pero, al mismo tiempo, se busca de reconfigurar la cara de la ciudad preexistente adoptando el lenguajes del pasado. Arquitectos y comitentes se confrontan con dos exigencias de natura profundamente distinta y muy a menudo difícilmente conciliables: por un lado se pide a los técnicos construcciones más seguras, con- struidas con técnicas modernas y que puedan resistir a un evento sísmico, por otro lado se pretende que la mismas puedan volver a presentar los lenguajes y las formas de un pasado prestigioso que ya está perdido. Las obras para el nuevo palacio del Ayuntamiento de Messina es uno de los lugares en los cuales este con- flicto se presenta con mayor evidencia. UN ANTECEDENTE Unos meses antes del terremoto, entre junio y julio de 1908, las páginas del Corriere di Catania hospe- dan un áspero debate sobre el uso del hormigón ar- mado, entre dos profesionales de releve de la ciudad. Filadelfo Fichera (Catania 1850-1909), afirmado in- geniero, autor de proyectos y planos para la ciudad y jefe de la oficina técnica del ayuntamiento, y el más joven Tommaso Malerba (Catania 1866-1962) se confrontaron sobre el tema de la seguridad del hor- migón armado (Sorbello 2014). La polémica tiene origen en unos casos personales ligados a unas obras en Catania, y se mueve siguien- do los miedos y las preocupaciones que se generaron por el reciente derrumbe ocurrido durante la cons- trucción de un edifico en hormigón armado de la Unione Cooperativa en Milano, pero lo que nos inte- resa poner de manifiesto en este documento tiene en cambio un carácter más general. No existe todavía, en los primeros años del Nove- cientos, una normativa de referencia que regule las construcciones en hormigón armado y entonces eva- luaciones y elecciones están dejadas en mano del proyectista por un canto y a las comisiones de edifi- Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y lenguajes antiguos Paola Barbera Libro 1 Congreso.indb 177 Libro 1 Congreso.indb 177 28/09/15 12:52 28/09/15 12:52

Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

El terremoto de Messina, el 28 de diciembre de 1908, da una aceleración radical a la difusión de las construcciones en hormigón armado también en una tierra como la Sicilia, lejana de los lugares adonde la nueva técnica ha sido puesta a punto y patentada.

Después de la destrucción de la ciudad, la deman-da de edificios más seguros lleva a la adopción de unas normas de cálculo y al uso de estructuras en hormigón armado y impone su utilizo en la recons-trucción de los edificios públicos.

Si se ha sido estudiado ampliamente el rol propul-sor del sismo en el desarrollo de las teoría de cálculo y de las prácticas aplicaciones del hormigón armado (Iori 2001), menos ha sido investigada la relación, muy a menudo conflictual, entre la nueva técnica constructiva y los lenguajes de la arquitectura.

Una rica documentación, guardada en los archivos públicos y en los privados de los arquitectos que tra-bajaron en Messina después del 1908, permite de re-construir en detalle la historia de unas obras en las cuales se experimentaba el sistema de pórticos en hormigón armado pero, al mismo tiempo, se busca de reconfigurar la cara de la ciudad preexistente adoptando el lenguajes del pasado.

Arquitectos y comitentes se confrontan con dos exigencias de natura profundamente distinta y muy a menudo difícilmente conciliables: por un lado se pide a los técnicos construcciones más seguras, con-struidas con técnicas modernas y que puedan resistir a un evento sísmico, por otro lado se pretende que la mismas puedan volver a presentar los lenguajes y las

formas de un pasado prestigioso que ya está perdido. Las obras para el nuevo palacio del Ayuntamiento de Messina es uno de los lugares en los cuales este con-flicto se presenta con mayor evidencia.

UN ANTECEDENTE

Unos meses antes del terremoto, entre junio y julio de 1908, las páginas del Corriere di Catania hospe-dan un áspero debate sobre el uso del hormigón ar-mado, entre dos profesionales de releve de la ciudad. Filadelfo Fichera (Catania 1850-1909), afirmado in-geniero, autor de proyectos y planos para la ciudad y jefe de la oficina técnica del ayuntamiento, y el más joven Tommaso Malerba (Catania 1866-1962) se confrontaron sobre el tema de la seguridad del hor-migón armado (Sorbello 2014).

La polémica tiene origen en unos casos personales ligados a unas obras en Catania, y se mueve siguien-do los miedos y las preocupaciones que se generaron por el reciente derrumbe ocurrido durante la cons-trucción de un edifico en hormigón armado de la Unione Cooperativa en Milano, pero lo que nos inte-resa poner de manifiesto en este documento tiene en cambio un carácter más general.

No existe todavía, en los primeros años del Nove-cientos, una normativa de referencia que regule las construcciones en hormigón armado y entonces eva-luaciones y elecciones están dejadas en mano del proyectista por un canto y a las comisiones de edifi-

Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y lenguajes antiguos

Paola Barbera

Libro 1 Congreso.indb 177Libro 1 Congreso.indb 177 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 2: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

178 P. Barbera

cación llamadas a expresarse relativamente a la cons-trucción de los edificios por otro lado.

El proyecto de Tommaso Malerba para una vivien-da de cinco pisos a realizarse con estructura en hor-migón armado, es acusado de ser «para nada una vi-vienda en hormigón armado, sino en hormigón desarmado: un edificio en hormigón armado tendría que tener en los muros exteriores, en los tabiques y en los forjados un retículo metálico general, estudia-do de forma de ser ben conectado, como si fuera una jaula a compartimientos múltiples» (Fichera 1908).

Fichera considera entonces que la estructura de hormigón armado tenga que ser compuesta por mu-ros y forjados y que la armadura tenga que interesar de forma muy extensa los muros exteriores y los in-ternos.

Malerba por lo contrario – plenamente convencido de la naturaleza «puntual» de la construcción a pórti-cos en hormigón armado, que basa su resistencia en los pilares y no en los muros – contesta sin hesita-ción: «la parte armada de un edificio constituido como se dice en «hormigón armado» está constituida por los pilares y por los forjados; lo que hay entre los pilares, para la formación de los muros y de los tabi-ques, no está constituido por una armadura metálica (como opina equivocadamente el Fichera), sino por material común o bien piedras artificiales en hormi-gón sin armadura» (Malerba 1908).

El debate contiene también la cuestión de la resis-tencia sísmica de las nuevas estructuras, Fichera con-sidera que su uso es especialmente arriesgado en una tierra sujeta a terremotos; mientras, al revés, Malerba cree la estructura de hormigón armado como la más apta a resistir a las solicitaciones de un sismo.

Para sostener sus ideas, Malerba hace referencia explícita a los textos redactados por Camillo Guidi, Silvio Canevazzi , Giovanni Battista Marro (hacien-do referencia a los reglamentos aprobados por las ciudades de Torino en el 1903 y de Ferrara y Raven-na en el 1904), cita ensayos y datos publicados en la revista Cement and Engineering news, demuestra un conocimiento analítico de los reglamentos, que ha-bían sido adoptados en Suiza y Alemania entre 1903 y 1905 y de varias patentes internacionales.

Para contestar puntualmente a las observaciones de la Comisión de Edificación, Malerba examina los distintos elementos del edificio de cinco pisos en eje-cución (Casa Inserra) – en especial modo «los pilares de hormigón armado» y los «los forjados con vigas

de hormigón armado» - que han sido calculados te-niendo en cuenta «los ensayos que realizó el Prof. Guidi en un local del taller de construcción de la arti-llería a Torino […] las ensayos de choques realizados en los forjados de la Exposición de 1900» (Malerba 1908).

De esta confrontación que se desarrolló en las pá-ginas de los periódicos nos interesa subrayar dos ele-mentos: el primero se refiere al hecho que ya antes del terremoto se observa un fuerte debate sobre el uso del hormigón armado (y sobre que se entiende por hormigón armado); el segundo es ligado a la am-plitud de las referencias nacionales e internacionales en materia de normas y ensayos utilizados por unos proyectistas como Malerba, testimonio de una actua-lización profesional difundido y de una capilar circu-lación de revistas y textos.

DESPUÉS DEL TERREMOTO

A distancia de unos meses, el terremoto de Messina transformará la polémica en un debate de viva actua-lidad.

El 2 de enero de 1909, pocos días después del te-rremoto, Pasquale Villari escribe «El otro argumento que hace falta examinar es la reconstrucción de las viviendas, de los edificios públicos y privados. El problema se estudió muchas veces, las normas a se-guir se encontraron por la grande experiencia hecha en Japón. […] Una comisión gubernamental tendría que hacer conocer a todos las normas y buscar la for-ma para que sean adoptadas generalmente. Tendría-mos que aprovechar también de la grande y dolorosa experiencia actual, estudiando cual son las construc-ciones que han sufrido más, cual son las que han re-sistido más? [...] No se trata solamente de poner re-medio al presente, se trata de proveer también al porvenir».1

La ola de emoción después del desastre genera múltiples iniciativas, públicas y privadas, a escala na-cional e internacional (Fontana 1981, 77-87).

En el frente de las acciones públicas el gobierno nombra inmediatamente una comisión técnica para individuar las normas que tenían que ser de obligado cumplimiento para la reconstrucción en los munici-pios afectados por el sismo. Un primer reglamento es emanado el 18 de abril de 1909 con el Real Decreto n.193.2 Los tiempos son muy cortos y la falta de un

Libro 1 Congreso.indb 178Libro 1 Congreso.indb 178 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 3: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

Messina después del terremoto de 1908 179

sistema de cálculo compartido genera objeciones de varia naturaleza.

Un segundo reglamento es emanado con el Real Decreto n.1104 de 6 de setiembre de 1912, como consecuencia de ulteriores trabajos de una nueva co-misión, en contestación a preguntas y dudas levanta-dos, en especial modo sobre las radicales limitacio-nes en altura de los edif icios en albañilería (permitidos si con una sola elevación fuera de tierra) y sobra las modalidades de cálculo propuestas.3 La misma comisión sigue en el año siguiente sus traba-jos: el documento Istruzioni tecniche. Metodo di cal-colo – Applicazioni4 [Instrucciones técnicas, Método de cálculo - Aplicaciones] completa, con una serie de ejemplos que se utilizan como guía para los cálculos de estabilidad de los edificios, el trabajo desarrollado por los técnicos, entre los cuales tiene un rol decisivo Silvio Canevazzi e Modesto Panetti.

Las normativas adoptadas imponen alturas reduci-das para los edificios privados y también para los pú-blicos: 10 metros es el límite previsto para la altura de los nuevos edificios, que no pueden superar dos elevaciones fuera de tierra. Edificios aislados, con aéreas libres alrededor, pueden alcanzar alturas ma-yores previa aprobación del Consiglio Superiore dei Lavori Pubblici [Consejo Superior de las Obras Pu-blicas] y solamente por «razones de publica utilidad, de servicio público, de culto, de interés artístico o de servicio industrial»,5 en estos casos la altura máxima permitida es de 16 metros. Las bóvedas de cualquier tipo están prohibidas, así como los voladizos están reducidos al máximo a un saliente del muro de 0,40 metros para las cornisas y afines y de 0,60 metros para los balcones (Borgese 2008, Giuffrè 1997).

Como se verá después, el respecto de las normas en la elaboración de los proyectos arquitectónicos que quieren reconfigurar la cara de la ciudad destrui-da creerá no pocos problemas.

En los días siguientes al terremoto, también Tom-maso Malerba se acerca a los lugares del desastre y la observación de los derrumbes y de cuanto había resistido al sismo le sugiere de volver a proponer, esta vez en un texto orgánico, sus consideraciones sobre el hormigón armado (Malerba [1909] 2008).6

Malerba se da cuenta de un aspecto que será cen-tral en los asuntos de la reconstrucción: la elección de limitar la altura de los nuevos edificios no permi-tirá, según el ingeniero, una reconstrucción adecuada de la ciudad, ni bajo el punto de vista económico ni

por el aspecto formal. Sin embargo, el hormigón ar-mado tendría que ser la respuesta para construir en seguridad edificios que superen los dos pisos. En res-puesta a las normas emanadas en 1909 Malerba vuel-ve a proponer en una segunda edición si texto con esta introducción:

Se escuchó la voz de muchos por la Comisión Real que determinó las normas para la nuevas construcciones esta-bles en las zonas sujetas a movimientos sísmicos.

Mi voz fue casi solitaria, cuando, inmediatamente des-pués del terremoto, traté más veces el argumento de las nuevas construcciones y hice lo mejor que pude para que la Comisión Real propusiera un sistema, no pretendía el mío, para permitir el renacimiento de los palacios monu-mentales que fatalmente se habían derrumbado (Malerba [1909] 2008, 29).

El objetivo del ingeniero catanes no era entonces sencillamente reconstruir en seguridad, sino también reconstruir la cara «monumental» de la ciudad des-truida.

El hormigón armado es considerado además por Malerba un «método de construcción eficaz, seguro, barato […] y el método barato se impone porque, aunque no teniendo los miles de millones necesarios, se tiene que devolver a las ciudades destrozadas la antigua estética, el antiguo esplendor» (Malerba [1909] 2008, 32).

La individuación del hormigón armado como res-puesta al problema de la reconstrucción desde el punto de vista de la seguridad es bastante difundida, Malerba es, sin embargo, entre los pocos a sostener la necesi-dad de este sistema también para reconfigurar la cara de la ciudad por medio de proporciones distintas de las que permiten los edificios de máximo dos eleva-ciones: «Si no soy el solo, soy entre los pocos que na-vego contra corriente. Yo aconsejo e insisto para vol-ver a tener las casas altas y bellas como sugiere la edificación moderna, la comodidad y también la eco-nomía social» (Malerba [1909] 2008, 36-37). Aunque para sostener su tesis cita el Claus Spreckels Building de San Francisco – edificio alto alrededor de 70 me-tros, que ha resistido al terremoto del 18 de abril de 1906 – su propuesta de reedificación se para a una al-tura de tres o cuatro pisos para las viviendas, aunque superior a los dos pisos para los diez metros de alturas que aconsejaba la mayoría.7

Entre las iniciativas privadas, de particulares o de asociaciones, tiene gran releve el Concurso Interna-

Libro 1 Congreso.indb 179Libro 1 Congreso.indb 179 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 4: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

180 P. Barbera

cional sacado en 1909 por la Società Cooperativa Lombarda di Opere Pubbliche, con la intención de seleccionar el sistema de construcción más apto para resistir a los futuros terremotos. La victoria de Arturo Danusso, alumno de Camillo Guidi y fuerte conoce-dor del hormigón armado por su practica en la em-presa constructora Porcheddu, confirma definitiva-mente el predominio de esta técnica, capaz de soportar los movimientos inducidos por el sismo sin desconectar entre si las diferentes partes de la estruc-tura gracias a su ligereza aunque al mismo tiempo es monolítica (Danusso 1910; Iori 2001; Sorrentino 2007).

Con resultados formales muy distintos, también Giuseppe Torres utiliza el hormigón armado para re-diseñar Messina. En el texto La casa antisismica: brevetto 27 gennaio 1909 [La casa antisísmica: pa-tente 27 de enero de 1909] propone, a pocos días del terremoto, la posibilidad de reconstruir la ciudad por medio de edificios que confían su capacidad resisten-te además que en el material a la «forma tubular que por una ley estática natural soporta resistencias ex-cepcionales que ninguna otra forma podría alcanzar, y permite espesores muy sutiles, para las paredes, disminuyendo el peso a ventaja y en oposición a la ley de gravedad».8

A la ideación de Torres no tiene que ser extraña la observación de la ciudad después del terremoto: en una capa de ruinas que a veces ha levantado de metros el nivel de las calles quedan de pie solitarias y intonsas las ábsides de unas iglesias normandas y medievales a testimonio de su capacidad de resis-

tencia al sismo de la forma semicircular (Domeni-chini 2001; Pirazzoli 2008; Sutera 2015). También la visión prospectica de la ciudad, encerrada entre el mar y la línea sinuosa de las colinas que la rodean, releva que el modelo escogido por Torres es aquel de la arquitectura religiosa de la era media a la cual están inspirados los principales edificios de la ciu-dad. Después de haber ilustrado la necesidad de uti-lizar el hormigón armado para la naturaleza monolí-tica del material Torres añade: «la decoración y la ornamentación no están excluidas en mis fabricas […] tendrán que estar hechas por un material más liguero y más débil que el hormigón, tendrán que ser colocadas de forma de quedar estáticamente in-dependientes de la masa principal. Por supuesto di-chas decoraciones tendrán que ser llanas, ligueras, con poco o nulo saliente. Por ello se puede utilizar por supuesto la superba arcilla de Sicilia» (Barucci 1990, pp. 61-63). El lenguaje de las arquitecturas normandas y sus transformaciones en la era media responden llenamente a cuanto requerido por To-rres: salientes muy reducidos, juegos de colores en las superficies, taraceas geométricas en masas este-reométricas (figura 1).

También en ámbito local acreditados proyectistas y profesores sicilianos reconocen en el nuevo material una de las claves del acceso a la modernidad.

En diciembre de 1915 se abre el curso académico de la Universidad de Messina, el primero después del terremoto. La lección inaugural la dio Enrico Calan-dra (Caltanissetta 1877- Roma 1946), que toca un ar-gumento de cociente actualidad en una Messina aun recubierta de escombros. En su discurso, que lleva el título Modernismo e Tradizionalismo Architettonico, [Modernismo y Tradicionalismo Arquitectónico] Ca-landra individua el hormigón armado sin hesitación como el material príncipe de la arquitectura moder-na; de hecho es la estructura constituida por nudos de los pórticos en hormigón armado que consiente de «suprimir los muros a nivel de calle y restablecerlas en los pisos superiores», de garantizar el carácter de dominio público sobre casi todo el suelo urbano», y permitir «la libre circulación también en el interior de las áreas» (Calandra 1915). En el mismo año, siempre en el mes de diciembre, se abre también el curso académico de la Universidad de Catania con la lección inaugural L’arte di dopo la guerra, [El arte después de la guerra] por Francesco Fichera (Catania 1881-1950). La cuestión puesta por Fichera tiene sin-

Figura 1Giuseppe Torres, Ayuntamiento de Messina, planimetría (Domenichini 2001, 133)

Libro 1 Congreso.indb 180Libro 1 Congreso.indb 180 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 5: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

Messina después del terremoto de 1908 181

gulares afinidades con aquella expuesta por Calan-dra. Dejando el tono retorico con algo de confianza – malpensada – en las capacidades de regeneración de la guerra, lo que nos interesa subrayar es el camino que Fichera entrevé para la arquitectura, embarranca-da desde hace tiempo en los bajos de un debate sobre el estilo. «El hombre nuevo», que Fichera espera confiado, «será favorecido por un medio muy poten-te que no es ni alemán, ni francés, ni ingles, ni ruso, ni italiano, sino universal: un medio que el se encon-trará en la mano, dúctil, para forjar el nuevo estilo europeo. Un potentísimo medio para el cual El podrá superar las alturas místicas de las ábsides ojivas, las amplitudes colosales de las cúpulas romanas: por lo tanto se hará más con menos. El hormigón armado» (Fichera 1915).

Contemporáneamente a la redacción de normas técnicas y reglamentos, a los debates y al desarrollo de teorías de cálculo para la resistencia al sismo, co-mienza la obra de reconstrucción de Messina con los pliegos de los primeros concursos para los edificios

públicos y la apertura de varias obras para viviendas. El sistema de las normas antisísmicas es así puesto a prueba.

UN CASO EJEMPLIFICATIVO: LAS OBRAS DEL PALACIO DEL AYUNTAMIENTO

Una de las primeras obras a haber sido sacada a con-curso, también por su valencia simbólica, es aquel del nuevo palacio del ayuntamiento de Messina.

La antigua sede, insertada en la Palazzata, tuvo fuertes daños por el terremoto, pero no fue destruida por entero. Las presiones de la ciudadanía para una recuperación del edificio son fuertes y una comisión de la cual es miembro entre otros Ernesto Basile, tie-ne el encargo de dar su opinión sobre la posibilidad de restaurar el palacio; las conclusiones, alcanzadas con un voto a mayoría, proponen la demolición del viejo ayuntamiento y su reconstrucción en un sitio distinto, como estaba prescrito por las nuevas normas técnicas y higiénicas que prohíben la realización de edificios públicos y viviendas en la banda de 100 m desde el puerto.9

Las calles están llenas de ruinas cuando, en el mayo de 1910, se saca un concurso abierto a todos los arquitectos y ingenieros de Italia para el proyecto del nuevo palacio del ayuntamiento. Después de un primer y segundo grado de concurso en julio 1911 se declara ganador el proyecto de Guglielmo Calderini (Barbera 2005).

Todavía ya en los informes de la Comisión pode-mos detectar unas perplejidades sobre los aspectos técnicos del proyecto: Luigi Borzì subraya la ausen-cia de cálculos y mediciones y Crescentino Caselli, el más competente entre los miembros de la comi-sión desde el punto de vista estructural, propone un consistente adelgazamiento de las secciones murarías proyectadas por Calderini para lograr una mayor elasticidad y ligereza del entero sistema.

Las observaciones estructurales de Caselli y de Borzì al proyecto de Calderini en realidad encuentran confirmación en el voto del Consiglio Superiore dei Lavori Pubblici que, en la asamblea del quince de fe-brero de 1912, cumple un examen en detalle del pro-yecto. Las conclusiones del Consejo Superior confir-man la sustancial incompatibilidad entre las nuevas normas técnicas para los proyectos en zona sísmica y la composición de suntuosas fachadas que respecten

Figura 2 Giuseppe Torres, Messina, edificios redondos antisísmicos, visión prospectica. (Domenichini 2001, 80)

Libro 1 Congreso.indb 181Libro 1 Congreso.indb 181 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 6: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

182 P. Barbera

las proporciones y reglas del lenguaje clásico: «el cuerpo principal, especie por su fachada en la plaza del ayuntamiento se presenta grandioso, su masa y su estilo tienen un carácter clásico, desarrollados con criterios de arte y modalidades decorativas que se po-drían utilizar para edificios en cualquier lugar no su-jeto a movimientos sísmicos»; El Consejo por lo tan-to cree «que a este fin el examinado proyecto, aunque sea artísticamente de mucho valor, tiene que ser modificado».10

Después las polémicas y debate el procedimiento de aprobación del proyecto es bloqueado y un nuevo encargo, con un sistema no del todo claro, es dado directamente a Antonio Zanca (Palermo 1861-1958), que había enseñado y trabajado en Messina para más de diez años y que había sido un componente de la comisión de adjudicación del concurso.

En los meses de mayo y junio de 1912 Antonio Zanca trabaja al proyecto general para el Ayunta-miento de Messina. Ya en la primera fase de la elabo-ración Zanca contacta a la empresa Ferrobeton, con-cesionaria para Italia del sistema Wayss & Freytag, para un asesoramiento sobre el sistema estructural a adoptar. La Ferrobeton, contesta enviando planos, cálculos y informes explicativos relativos al sistema estructural a utilizarse. La relación con el proyectista prevé un intercambio continuo entre soluciones ar-quitectónicas y las correspondientes soluciones es-

tructurales y constructivas que prevén un uso impor-tante del hormigón armado: en los cimientos, en los pilares, en los muros armados para obtener rigidez, en los sistemas de cobertura de las amplias salas (fi-guras 3 y 4).

El día 4 de Julio de 1912 Zanca entrega el proyec-to. El proyecto presenta cinco pabellones indepen-dientes conectados por pórticos y cambios de cotas, el lenguaje escogido es – para 1912 – absolutamente moderno.

En las fachadas se puede leer el sistema de pórti-cos en hormigón armado con su entramado principal de pilares y el sistema para aumentar la rigidez se-cundaria previsto para reforzar los muros. En este caso la construcción se transforma en arquitectura, como escribe el mismo proyectista: «Estoy firme-mente convencido que la pretensión no es para la verdadera forma de arte teniendo que ser esta en bue-na sustancia racional, me he propuesto de adoptar un partido arquitectónico y decorativo tal que a primera vista revele la naturaleza de la construcción».11 La memoria sigue ilustrando el método de proyecto que desde el sistema constructivo lleva hasta la elección

Figura 3Antonio Zanca, Ayuntamiento de Messina, detalles de cons-trucción en hormigon armado (Archivo Zanca, Universidad de Palermo)

Figura 4Antonio Zanca, Ayuntamiento de Messina, detalles de cons-trucción en hormigon armado (Archivo Zanca, Universidad de Palermo)

Libro 1 Congreso.indb 182Libro 1 Congreso.indb 182 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 7: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

Messina después del terremoto de 1908 183

de la decoración: «De tal partido arquitectónico he traído el decorativo revistiendo las pilastras, friso en el cornisa, pilares y zócalos con planchas de mármol de color del cual es tan rica nuestra Sicilia, conecta-das por medio de tornillos y ganchos sólidamente

empotrados en el hormigón armado de los muros».12 Encontramos en estas pocas líneas de le memoria la expresión de un principio de racionalidad estricta-mente ligado a la relación entre el sistema estructural y el partido arquitectónico y decorativo; el lenguaje (podríamos decir el «estilo», afanosamente buscado desde decenios) no es otra cosa que la representación y reinterpretación del acto constructivo. (figuras 5 y 6)

El proyecto presentado a la ciudadanía encuentra una muy fuerte hostilidad justo por la falta de un ca-rácter monumental, que, sin embargo, se reconocían al proyecto de Guglielmo Calderini. Para contestar a los deseos del comitente entre agosto y setiembre del 1912, Zanca propone una variante caracterizada por «otro partido arquitectónico decorativo, teniendo en cuenta en ello de las tradiciones clásicas y de Renaci-miento».13 (figura 7).

Si los políticos locales empujan hacia un proyecto monumental, el Consiglio Superiore dei Lavori Pub-blici es de otro aviso y después de haber subrayado la falta de respecto a las normas de un gran arco central de la fachada principal confirma su punto de vista me-todológico: «el comité cree aquí recordar el voto n.3 emitido en su reunión del 13 de abril de 1912 por la Comisión nombrada con R.D. 17 diciembre 1911 o sea que las fabricas en las regiones sísmicas, prescin-diendo de las formas arquitectónicas habituales, asu-man sinceramente aquella faces exterior que se propia de su organismo, dando vida así a una nueva y original expresión estilística» y termina «el arquitecto podrá

Figura 5Antonio Zanca, Ayuntamiento de Messina, primer proyecto, planta (Archivo Zanca, Universidad de Palermo)

Figura 6Antonio Zanca, Ayuntamiento de Messina, primer proyecto, fachada principal (Archivo Zanca, Universidad de Palermo)

Libro 1 Congreso.indb 183Libro 1 Congreso.indb 183 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 8: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

184 P. Barbera

con provecho emanciparse de partidos decorativos que podrían tener su pleno desarrollo solamente con sa-lientes y con alturas que las normas no permiten».

Perdida la limpidez estructural del proyecto inicial, los intentos de Antonio Zanca de encontrar un acuerdo con el comitente mesinés llevaran a una serie infinita de modificados y a consiguientes peticiones de refor-ma del proyecto por parte del Consiglio Superiore dei Lavori Pubblici, a confirmación de la imposibilidad de declinar un lenguaje memore del clasicismo del rena-cimiento con las normas antisísmicas. Las largas y atormentadas obras (que se dilatarán para muchísimos años desde la primera licitación del 1915 hasta la ter-minación de las obras en 1954) es la inevitable conse-cuencia del conflicto inicial entre el sistema de cons-trucción adoptado y la superposición de un lenguaje que declina sin embargo con otras reglas.

ESTRUCTURA VERSUS LENGUAJE

El caso del palacio del ayuntamiento es uno de los pocos en los cuales el proyectista prueba a traducir en un nuevo lenguaje arquitectónico las potenciali-dades del sistema de pórticos, como por otro lado deseado por el Consiglio Superiore dei Lavori Pub-blici. Sin embargo el resultado de este caso no ani-ma otras búsquedas en la misma dirección; hará fal-ta esperar a los años treinta del novecientos para encontrar un lenguaje proyectual que no se empeñe

a ocultar el sistema constructivo a pórticos en hor-migón armado.

El edificio de la Camara de Comercio es también objeto de un concurso en dos grados, sacado en 1911. El Consejo de la Camera en la sesión del 27 de enero de 1913 escoge, entre tres proyectos selec-cionados, el de Camillo Puglisi Allegra el cual es-cribe sin hesitaciones: «Las limitaciones técnicas impuestas por el reglamento para los pueblos afec-tados por el terremoto han sido desde luego trabas a una concepción artística libera de formas y concep-

Figura 7Antonio Zanca, Ayuntamiento de Messina, segundo proyecto, fachada principal (Archivo Zanca, Universidad de Palermo)

Figura 8Antonio Zanca, Capilla de S. Maria de la Scala en Messina, vista del ábside en construcción (Archivo Zanca, Universi-dad de Palermo)

Libro 1 Congreso.indb 184Libro 1 Congreso.indb 184 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 9: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

Messina después del terremoto de 1908 185

tos, digna de la grandiosidad de Messina» (Bertola-mi 2011, 27).

Por otro canto el mismo Antonio Zanca, llamado en los primeros años veinte a proyectar la nueva casa de los Padres Jesuitas y la anexa iglesia en Santa Ma-ria della Scala escoge el lenguaje de la edad media siciliana, esta vez el proyecto fue recibo con plena satisfacción por la ciudadanía.

Un partido arquitectónico y decorativo de la arqui-tectura siciliana de los siglos XXI y XIII envuelve un esqueleto de hormigón armado y unos muros de re-lleno con grava calcárea y ladrillos; la iglesia de San Cataldo en Palermo constituye el modelo que ha vuelto a proponer casi fielmente en la nueva iglesia por razones estéticas pero también técnicas, escribe de hecho Zanca en la memoria del proyecto - «con sus salientes limitados y con el carácter especial de sus elementos, bien se conviene a los vínculos im-puestos por las normas vigentes para los pueblos afectados por el sismo».14 (figuras 8-9)

En dirección análoga se mueve el mismo proyec-tista para los comitentes privados.

Es el caso de la vivienda para la familia Basile-Arigò; también en este caso las formas compactas de la era media siciliana rodean un esqueleto estructural de hierro, ocultándolo del todo.

Por otro canto la misma operación es realizada por uno de los más poderosos y acreditados proyectistas que opera en la reconstrucción de Messina: Marcello Pia-

centini. Habiendo recibido el encargo de proyectar el nuevo Palacio de Justicia, Piacentini recurre a la solida experiencia de la empresa Porcheddu, concesionaria para Italia de la patente Hennebique, que realiza para el palacio mesinés una articulada estructura de hierro que después se revistió en cemento. Las formas de una ar-quitectura dórico-sícula confieren una imagen grave y austera al conjunto ocultando del todo la estructura (Iori, 2001; Nelva, Signorelli 1990). (figuras 10 y 11)

Cuestiones análogas se imponen también en caso en cual se trate de no construir nuevos edificios, sino de restaurar los preexistentes, como en el caso de la Catedral de la ciudad.

Las intervenciones para su consolidación que se realizaron en los primeros años del terremoto han sido sustituidas después por una sustancial demoli-ción y reconstrucción del edificio con proyecto de Aristide Giannelli, para las estructuras, y Francesco Valenti, para la parte arquitectónica y decorativa (Ge-novese 2010).

Figura 9Antonio Zanca, Capilla de S. Maria de la Scala en Messina, vista del exterior de la capilla (Archivo Zanca, Universidad de Palermo)

Figura 10Marcello Piacentini, Palacio de Justicia. vista del edificio en construcción (Iori 2001, Valtieri 2008)

Libro 1 Congreso.indb 185Libro 1 Congreso.indb 185 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 10: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

186 P. Barbera

Gustavo Giovannoni, más veces llamado a Messi-na en calidad de miembro del Consiglio Superiore di Antichità e Belle Arti [Consejo Superior de Antigüe-dades y Bellas Artes], para desenmarañar delicados temas de restauro, sintetiza así la cuestión: «para ta-les monumentos todavía el contraste es verdadera-mente trágico entre su sistema constructivo original y el de la estructura elástica de pórticos […]. Lo del estilo es antes que nada un problema de ambiente, al cual a veces el sentimiento del «natio loco» se añade con fuerza incoercible más allá de todas nuestras teo-rías. Así ocurre ahora en Messina adonde toda la po-blación ha querido nuevamente la Catedral derrum-bada «a donde estaba y como era» aunque esto tendrá que ser ejecutado en modo constructivamente más ilógico y insincero, por medio de estructuras an-tisísmicas ocultadas bajo el vestido copiado del anti-guo» (Giovannoni 1929, 173-174).

NOTAS

La presente investigación ha sido financiada por el Europe-an Research Council en el programa European Union’s Se-venth Framework Programme (FP7/2007-2013) / ERC grant agreement n° 295960.

1. Messina e Reggio prima e dopo il terremoto del 28 di-cembre del 1908 [1909] 1979, 15.

2. Ministero dei lavori pubblici. 1909. Norme tecniche ed igieniche obbligatorie per le riparazioni, ricostruzioni e nuove costruzioni degli edifici pubblici e privati nei comuni colpiti dal terremoto del 1908 e altri preceden-ti. Roma.

3. Ministero dei lavori pubblici. 1912. Norme tecniche ed igieniche obbligatorie per le riparazioni, ricostruzioni e nuove costruzioni degli edifici pubblici e privati nei comuni colpiti dal terremoto del 1908 e altri preceden-ti. Roma.

4. Seconda relazione della Commissione incaricata di rive-dere le norme edilizie obbligatorie per i comuni colpiti dal terremoto del 28 dicembre 1908 e altri. Istruzioni tecniche. Metodi di calcolo – Applicazioni. 1913. Roma.

5. Ministero dei lavori pubblici.1912, 6.6. Según cuanto citado en la portada de la segunda edi-

ción el texto ha sido «premiado con la medalla de oro y palma de oro a la Exposición internacional de Paris de 1909».

7. Véase por ejemplo O. Odorico, Le case antisismiche, Corriere della Sera, 28 enero 1909: «Creo que un máximo de 10 metros podría satisfacer las exigencias de la vida y seria absolutamente tranquilo para la esta-bilidad».

8. Sistema di costruzioni di edifici ad aggruppamento tu-bolare cilindrico, principalmente in cemento armato, per le regioni soggette a movimenti sismici. Brevetto n. 100455 de 27 enero 2009 (Barucci 1990, 137).

9. Relazione del Regio Commissario Comm. Alessandro Salvadori al ricostituito Consiglio Comunale di Messi-na, Messina 1913, 159-161.

10. Preocupaciones económicas además que estructurales induce el Consejo a afirmar «Se ruega de notar que la decoración de todo el cuerpo principal interesante y apreciable bajo el aspecto artístico, parece demasiado suntuosa para un público edificio, aunque teniendo en cuenta del decoro que es tenido tener con la residencia de la magistratura ciudadana […]. Por estas razones se vota que, sin alcanzar alturas superiores a los m. 16, y observando las vigentes normas técnicas se pueda construir en Messina una decorosa sede para la admi-nistración municipal». Consiglio Superiore dei lavori pubblici, comitato speciale, acta de la asamblea de 23 de julio 1911, Archivo Zanca, Universidad di Palermo.

11. A. Zanca, Relazione al progetto di massima, 1912, Ar-chivo Zanca.

12. A. Zanca, Relazione al progetto di massima, 1912, Ar-chivo Zanca.

13. A. Zanca, Relazione sulla proposta di variante decora-tiva ai prospetti, 1912, Archivo Zanca.

14. A. Zanca, Relazione esplicativa del progetto per il con-vitto Pio X e annessa cappella, Archivo Zanca.

LISTA DE REFERENCIAS

Messina e Reggio prima e dopo il terremoto del 28 dicem-bre del 1908. [1909] 1979. Messina: libreria Bonanzinga.

Figura 11Marcello Piacentini, Palacio de Justicia. vista de la fachada principal (Iori 2001, Valtieri 2008)

Libro 1 Congreso.indb 186Libro 1 Congreso.indb 186 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 11: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

Messina después del terremoto de 1908 187

Arena, Adriana. 2011. I disegni dei progetti per la ricos-truzione di Messina. Messina: Magika.

Barbera, Paola. 2005. Il palazzo municipale di Messina: dal concorso al cantiere (1910-1954). En Un Archivio di Ar-chitettura tra Ottocento e Novecento. I disegni di Antonio Zanca, editado por P. Barbera, M. Giuffrè, 171-201. Reg-gio Calabria: Biblioteca del Cenide.

Barucci, Clementina. 1990. La casa antisismica. Roma: Gangemi.

Bertolami, Sergio. 2011. Il Palazzo della Camera di Com-mercio e Borsa di Messina. En Opere d’arte della Came-ra di Commercio di Messina, editado por di L. Giacobbe, 14-49. Messina: Magika.

Borgese, Daniela. 2008. «La normativa e la deroga nell’ap-plicazione». En Valtieri 2008, 808-824.

Calandra, Enrico. [1915] 2010. Modernismo e Tradiziona-lismo Architettonico. En Scritti di architettura, editado por P. Barbera, M. Iannello, pp. 31-45. Palermo: Salvare Palermo edizioni.

Danusso, Arturo. 1909. «La statica delle costruzioni antisis-miche». Atti della società degli ingegneri e degli archi-tetti in Torino, 5-6: 65-87.

Domenichini, Riccardo. 2001. (editado por) Giuseppe To-rres 1872-1935. Inventario analitico dell’archivio. Pado-va: il Poligrafo.

Fiandaca O., Lione R. 2009. (editado por) Il sisma, ricorda-re prevenire progettare, Firenze: Alinea.

Fichera, Filadelfo. 1908. «Costruzioni moderne». Corriere di Catania. 9 luglio.

Fichera, Francesco. 1915. «L’arte di dopo la guerra». Nuova antologia di lettere, scienze ed arti. 180: 583-391.

Fontana, Vincenzo. 1981. Il nuovo paesaggio dell’Italia giolittiana. Roma-Bari: Editori Laterza

Genovese, Carmen. 2010. Francesco Valenti: restauro dei monumenti nella Sicilia del primo Novecento. Napoli: Edizioni Scientifiche Italiane.

Giovannoni, Gustavo. [1925] 1929. Questioni di architettu-ra nella storia e nella vita. Roma: Biblioteca d’arte edi-trice.

Giuffrè, Antonino. 1987. «Cent’anni di norme sismiche ita-liane». Ingegneria sismica, vol. 4. 2: 13-18.

Iori, Tullia. 2001. Il cemento armato in Italia. Dalle origini alla seconda guerra mondiale. Roma: Edilstampa.

Malerba, Tommaso. 1908. «Costruzioni moderne». Corrie-re di Catania. 2 luglio, 12 luglio.

Malerba, Tommaso. [1909, 1910] 2008. Messina e Reggio asismiche. Nuovo sistema di costruzione in béton armato e pietre artificiali. Catania: tipografia dei tribunali. Edi-tado por G.M. Pilo, L. De Rossi, F. Casagrande, Mariano del Friuli (Gorizia): Edizioni della Laguna.

Nelva Riccardo, Signorelli Bruno. 1990. Avvento ed evo-luzione del calcestruzzo armato in Italia: il sistema Hen-nebique. Milano: Edizioni di scienza e tecnica.

Pirazzoli, Nullo. 2008. «Il ‘metodo Torres’. Progetti e scritti di edifici antisismici (‘case rotonde’) per la Ricostruzio-ne di Messina e Reggio». En Valtieri 2008, 928-943.

Sorbello, Laura. 2013. «Tommaso Malerba versus Filadelfo Fichera: un dibattito sul béton armato». Lexicon Storie e architettura in Sicilia e nel Mediterraneo. 17: 60-69.

Sorrentino, Luigi. 2007. «The early entrance of dynamics in earthquake engineering: Arturo Danusso’s contribution». ISET Journal of Earthquake Technology. 44: 1–24.

Sutera, Domenica. 2015. «L’abside in facciata. Soluzioni ‘antisismiche’ del XVIII secolo in Sicilia». En L’abside costruzione e geometrie, editado por M.R. Nobile, D. Su-tera, 287-301. Palermo: Caracol.

Torres, Giuseppe. 1909. La casa antisismica. Roma: Coo-perativa Tipografica Manunzio.

Valtieri, Simonetta (ed.). 2008. La grande ricostruzione dopo il terremoto del 1908 nell’area dello Stretto. Roma: Clear.

Libro 1 Congreso.indb 187Libro 1 Congreso.indb 187 28/09/15 12:5228/09/15 12:52

Page 12: Messina después del terremoto de 1908: nuevas técnicas y

Libro 1 Congreso.indb 188Libro 1 Congreso.indb 188 28/09/15 12:5228/09/15 12:52