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METABOLISMO DE LOS FÁRMACOS
Los fármacos sufren reacciones metabólicas que los inactivan una vez están en el interior
del organismo, debido a la actividad de las diferentes enzimas. El metabolismo de
fármacos ocurre mayoritariamente en el hígado, pues los hepatocitos contienen una gran
cantidad de enzimas metabolizadoras.
Las moléculas de los fármacos han sido diseñadas con una estructura química muy
precisa, que es la responsable de que ese fármaco pueda unirse a su receptor molecular,
y también de que tenga buenas propiedades farmacocinéticas (para que pueda alcanzar
el receptor en su recorrido por el interior del organismo). Si modificamos esta estructura,
lo más probable es que el fármaco pierda la capacidad de unirse al receptor, y/o que se
pierdan sus buenas propiedades farmacocinéticas (y no sea capaz de llegar al receptor, o
bien no llegue en cantidad suficiente). Es decir, si se modifica la estructura química del
fármaco, se perderá probablemente la actividad farmacológica de esa molécula(aunque
no siempre, hay excepciones, como veremos a continuación).
Las enzimas modifican químicamente la molécula de fármaco. Pueden eliminarle grupos
químicos, sustituirle unos grupos por otros diferentes, o bien añadirle grupos nuevos.
Como resultado, la mayoría de fármacos resultan inactivados por la acción de las enzimas
(o, dicho de otra manera, al metabolizarseel fármaco pierde su actividad farmacológica,
porque sus metabolitos ya no son activos).
Sin embargo en ocasiones los metabolitos a los que da lugar el fármaco son igualmente
activos o sólo un poco menos que la molécula original. E incluso en algún caso el
metabolito es aún más activo que la propia molécula de fármaco de partida.
En el caso especial de los profármacos, el fármaco no es activo hasta que se metaboliza.
Esto es porque se diseña como una molécula inactiva que sólo pasa a forma activa una
vez ha sido modificada por una reacción enzimática del organismo.
2. METABOLISMO HEPÁTICO
Las sustancias liposolubles son difíciles de eliminar de la sangre. El riñón actúa como un
filtro que va depurando constantemente todos los desechos metabólicos que viajan por el
plasma sanguíneo, pero no puede eliminar sustancias lipófilas. Muchos fármacos son de
naturaleza liposoluble y necesitan ser convertidos en metabolitos con carga o polares
para poder ser eliminados del plasma por el riñón.
El hígado es una máquina de transformación bioquímica que metaboliza las sustancias
que están disueltas en la sangre. Es el órgano donde se produce la mayoría del
metabolismo de los fármacos. Una de sus misiones es modificar las sustancias
liposolubles del plasma para hacerlas más hidrosolubles, y que así se puedan eliminar por
el riñón. La razón de ello es la siguiente: si una sustancia es lipófila, el riñón la eliminará
de la sangre por filtración, pero será reabsorbida antes de eliminarse por orina,
reingresando en sangre. En cambio, si ha sido transformada por las enzimas hepáticas en
una sustancia más hidrófila, después de filtrarse a nivel renal no se reabsorberá y podrá
eliminarse fácilmente por la orina.
Las reacciones enzimáticas del hígado para hacer más hidrosolubles las sustancias son
muchas, pero se clasifican en sólo dos tipos: reacciones de fase I y reacciones de fase II.
Las reacciones de fase I son las que introducen grupos químicos pequeños polares en la
molécula para hacerla más hidrosoluble. Son reacciones de oxidación, reducción,
hidrólisis, etc. El sistema de los citocromos P-450 es el más importante de los sistemas
enzimáticos del hígado de fase I. De entre estos, el CYP3A4 metaboliza
aproximadamente la mitad de todos los fármacos actuales.
Las reacciones de fase II son reacciones de conjugación, en las que el fármaco se
conjuga con una molécula pequeña polar (como el ácido glucurónico, ácido sulfúrico o un
aminoácido).
Como resultado de estas modificaciones, el fármaco se convierte en una molécula
cargada o polar que el riñón puede excretar fácilmente. La consecuencia más importante
del metabolismo de los fármacos es que se promueve o facilita su excreción renal. El
“objetivo” de la metabolización hepática es convertir las moléculas de los fármacos
liposolubles en otras más hidrosolubles para que puedan ser excretadas por el riñón.
INDUCCIÓN E INHIBICIÓN ENZIMÁTICAS
Algunos fármacos son capaces de elevar los niveles de sus enzimas metabólicos. Por
ejemplo, el fenobarbital se metaboliza por la vía del citocromo P-450. La administración
repetida de este barbitúrico conduce un aumento en la síntesis de los citocromos P-450.
El problema es que si administramos otro fármaco que es metabolizado por mediación de
la vía metabólica del citocromo P-450, será rápidamente degradado por estos niveles
anormalmente elevados de enzimas. A este fenómeno se le llama inducción enzimática.
El resultado suele ser que el segundo fármaco no tenga efecto, o que el efecto sea menor
que el esperado, ya que se metaboliza a velocidad superior a la habitual. Pero hay
algunos fármacos cuyos metabolitos son incluso más activos que la molécula original: en
estos casos la inducción enzimática puede dar lugar a toxicidad. Para que se produzca la
inducción, se requiere cierto tiempo (2-3 semanas) pero también tarda un tiempo largo en
desaparecer (2-6 semanas).
La inhibición enzimática ocurre cuando administramos un fármaco que es inhibidor de una
enzima. Al administrar un segundo fármaco que también es metabolizado por la misma
enzima, se metabolizará más lentamente. La consecuencia es una acumulación del
segundo fármaco que causa un aumento de sus efectos, pero también un riesgo de
toxicidad. Si el metabolito que se genera es más activo, la consecuencia sería en cambio
una disminución en la intensidad y/o duración de los efectos de ese fármaco.
4. FACTORES QUE AFECTAN AL METABOLISMO
1. Efecto de primer paso hepático. Muchos fármacos son intensamente metabolizados
cuando son administrados por vía oral, ya que pasan directamente por el hígado a través
de la vena porta hepática cuando son absorbidos en el tracto gastrointestinal. Una
cantidad importante del fármaco se pierde antes de alcanzar la circulación general. Por
esta razón, muchos fármacos no pueden darse por vía oral, y se administran por vías
parenterales (IV o IM).
2. Enfermedades. Los individuos que padecen enfermedades hepáticas o alteraciones
cardiovasculares graves tienen tiempos de metabolización prolongados y por tanto
presentan riesgo de sufrir toxicidad por fármacos.
3. Edad. Los niños pequeños tienen los sistemas enzimáticos inmaduros. Asimismo los
pacientes geriátricos a menudo presentan deficiencias en los sistemas enzimáticos de
metabolización hepáticos. Unos y otros pueden sufrir toxicidad por fármacos por
deficiencias en la metabolización.
4. Características genéticas. Los individuos pueden presentar diferencias en la velocidad
de metabolización debido a su diferente constitución genética.
5. LA EXCRECIÓN
La excreción consiste en la expulsión del fármaco y de sus metabolitos fuera del
organismo. El principal órgano excretor es el riñón, casi todos los fármacos se excretan
fundamentalmente por riñón. Hay otras vías de excreción aparte de la renal que pueden
ser importantes en fármacos concretos, por ejemplo, la excreción pulmonar (a través del
aire exhalado; ocurre en sustancias volátiles, como el etanol), la excreción a través de la
leche materna (importante, porque a través de esta el fármaco puede pasar de la madre al
bebé), la excreción biliar (con la bilis se excretan fármacos al intestino, que se expulsan
con las heces), etc. En cualquier caso, el riñón tendrá siempre un papel destacado en la
eliminación de cualquier sustancia, aunque en casos concretos tome importancia también
la cantidad excretada a través de alguna de estas otras vías.
5. EXCRECIÓN RENAL
El riñón elimina los fármacos de la sangre, depositándolos en la orina. Es la eliminación o
excreción renal.
En la eliminación renal de fármacos intervienen los tres procesos fisiológicos del riñón:
filtración, secreción y reabsorción.
La filtración. La filtración glomerular es el filtrado del plasma sanguíneo que tiene lugar en
el glomérulo. Sólo pueden pasar por este “filtro” aquellos fármacos que no excedan de un
determinado tamaño, de forma que si la molécula del fármaco es demasiado grande, el
riñón no la puede filtrar y se queda en la sangre. Si la molécula por su tamaño puede
atravesar los poros de los capilares glomerulares, saldrá del capilar y pasará a la orina.
La secreción. Algunos fármacos son secretados activamente en la orina por el riñón.
Ocurre a nivel de la porción proximal del túbulo renal. Las células del túbulo utilizan
proteínas transportadoras de membrana que vierten el fármaco en el interior del túbulo.
La reabsorción. Algunos fármacos que están en la orina del túbulo renal, pueden ser
reabsorbidos en el túbulo y pasar de nuevo a sangre, antes de que esta orina se vierta en
la vejiga urinaria. Se da en el caso de fármacos no cargados, liposolubles, que pueden
atravesar por sí solos las membranas. En algunos fármacos se puede influir en este
proceso mediante la manipulación del pH de la orina:
podemos variar este pH de forma que un fármaco que no tenía carga eléctrica pase a
estar cargado, con lo que no podrá reabsorberse y será eliminado o bien podemos hacer
que un fármaco cargado pierda su carga y pueda reabsorberse, con lo que aumentamos
su permanencia en sangre.
6. PASO DE MEMBRANAS POR FÁRMACOS LIPOSOLUBLES
Recordemos del tema anterior que los fármacos utilizaban distintos sistemas de
transporte para entrar en la célula (endocitosis, transportadores, etc.) cuando no podían
atravesar por sí solos la membrana plasmática celular. Ahora hablaremos de
aquellos fármacos que por su naturaleza química liposoluble sí pueden atravesar
directamente las membranas por simple difusión, sin ayuda de un transportador
(recordemos que las membranas celulares están formadas por lípidos). Algunas de estas
moléculas pueden sin embargo adquirir carga eléctrica (los ácidos y bases débiles) en
función del pH de sus alrededores, con lo cual dejarían de poder atravesar membranas
celulares. Este fenómeno tiene una profunda influencia en la distribución, absorción y
concentración en determinados compartimentos corporales de estos fármacos, como
veremos a continuación.
Influencia del pH. El pH puede cambiar la carga eléctrica de una molécula. Si tenemos
una molécula con carga, y cambiamos adecuadamente el pH del medio en el que está
disuelta, podemos conseguir que desaparezca su carga y quede neutra. Al revés también:
si tenemos una molécula neutra, podemos variar el pH del medio en que se encuentra
para conseguir que pase a tener carga eléctrica.
Como valorar la influencia del pH. Un parámetro químico propio de la molécula, el pK,
dicta la influencia que tendrá el pH sobre esa molécula.
Para fármacos ácidos débiles: cuando el pH<pK, la molécula está fundamentalmente en
forma sin carga, es decir, neutra. Si el pH>pK, la molécula pierde un protón y pasa a tener
carga. HA A- + H+ (reversible)
Para fármacos bases débiles: si el pH<pK, la forma con carga predomina. Cuando el
pH>pKa, predomina la forma neutra. B + H+ BH+ (reversible)
Por qué es importante saber si el fármaco va a estar en forma neutra o con carga. Si el
fármaco tiene carga, no puede atravesar una membrana biológica por sí sólo. En cambio,
si está en forma neutra y es liposoluble, puede pasar libremente. Como hemos introducido
en el apartado anterior,podemos utilizar la modificación del pH de la orina para influir
sobre la velocidad de excreción renal de un fármaco. Por ejemplo, si queremos eliminar
rápidamente del cuerpo de un paciente un tóxico que sabemos que es una amina (que es
una base débil) podemos darle al paciente una sustancia ácida que se elimine y concentre
rápidamente en la orina. Así conseguimos acidificar la orina y el tóxico que se filtre por el
riñón no será reabsorbido (por que la amina, en ese ambiente acidificado, se protonará, y
con esa carga eléctrica positiva no podrá atravesar la membrana del túbulo: impedimos la
reabsorción renal del tóxico, con lo que aumentan su velocidad de eliminación). Una
intoxicación por un fármaco ácido débil, como la aspirina, puede tratarse administrando al
paciente bicarbonato (que será eliminado por el riñón y mientras va eliminándose estará
aumentando el pH y favoreciendo que se elimine más eficazmente el fármaco).
Igualmente, podemos utilizar la modificación del pH de la orina en sentido contrario: para
favorecer la permanencia de un determinado fármaco en sangre que se elimina
demasiado deprisa.
7. EXCRECIÓN BILIAR
Los fármacos disueltos en sangre también pueden ser excretados por la vesícula biliar. El
fármaco se acumula en la bilis y se vierte con esta a la luz intestinal. Desde ahí el fármaco
será expulsado con las heces. La excreción biliar se aprovecha a veces para tratar
infecciones de la vesícula biliar (por ejemplo, la ampicilina y la rifampicina son antibióticos
que se excretan por bilis). Es una vía de excreción en general muy minoritaria, aunque en
algunos fármacos particulares sí es cuantitativamente importante.
8. CIRCULACIÓN ENTEROHEPÁTICA
Los fármacos eliminados por bilis pueden volver a reabsorberse a nivel intestinal y pasar
de nuevo a sangre. En la bilis se pueden concentrar algunos fármacos, de forma que al
verterse la secreción biliar en intestino (aproximadamente 1 litro de bilis por día) el
fármaco es eliminado por vía intestinal. Sin embargo, muchos de los fármacos que se
excretan por bilis son de naturaleza liposoluble, por lo que al ser vertidos al intestino con
la bilis vuelven a ser reabsorbidos (recordemos que un fármaco liposoluble puede
atravesar fácilmente las membranas celulares) e ingresan de nuevo en sangre para ser
transportados al hígado. Una vez en hígado una fracción volverá a acumularse en la bilis
y excretarse con ella, reabsorbiéndose de nuevo. Esta recirculación continuará una y otra
vez, hasta que finalmente se eliminará todo el fármaco, bien sea metabolizándose en el
hígado, excretándose por riñón, o expulsado fuera del organismo con las heces. A
consecuencia de este reciclado, los niveles de fármaco en sangre se mantendrán
elevados durante más tiempo. Los fármacos con circulación enterohepática tienen vidas
medias prolongadas.
Los metabolitos hidrosolubles de los fármacos también pueden sufrir circulación
enterohepática. Un metabolito hidrosoluble no debiera absorberse a nivel intestinal, por
causa de su naturaleza hidrosoluble (solo se absorben bien por difusión pasiva a nivel
intestinal las sustancias liposolubles). Pero puede ocurrir que, por ejemplo, un fármaco
excretado por bilis como glucuronoconjugado, sea metabolizado por las bacterias de la
flora intestinal, que eliminan el glucuronoconjugado y devuelven la molécula a su
estructura química original. Si el fármaco original es liposoluble, será reabsorbido en el
intestino. Esto tendrá el efecto de mantener los niveles de fármaco en plasma durante un
tiempo más prolongado.
(Nota: glucuronoconjugados. Cuando el hígado metaboliza un fármaco por una reacción
de fase II en la que une una molécula de ácido glucurónico al fármaco, el resultado es un
glucuronoconjugado).
1.-Cuales son las vías que se realiza la excreción
- renal
- biliar o glandular.
2.- Cuales son los mecanismos y cuál es su función de la excreción renal
Filtración glomerular: _ constituye a un proceso de convección a través de poros acuosos y en consecuencia, la filtración glomerular de fármacos es un proceso que obedece a una cinética de primer orden.
Reabsorción tubular: _ recupera el 99% de agua que a sido filtrado hacia los túbulos, utilizando mecanismos de transporte pasivo, siendo la difusión pasiva.
Excreción tubular: es un proceso de ciertas sustancias que pueden ser transportados directamente desde la sangre hacia la luz tubular a través de las paredes de los tubulos utilizando mecanismos activos en contra de la gradiente.
3.- Cuales son los factores que modifican la excreción renal.
Edad, género, dieta, estados fisiopatológicos.
4.- ¿Que es el efecto de primer paso?
Es la pérdida del fármaco antes de su acceso a la circulación sistémica y debido a su
primera exposición al sistema responsable de su biotransformacion.