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MIAU :BENITO PEREZ GALDÓS Resumen: Etopeya del cesante, del funcionario de Hacienda que, dejado en la calle por un cambio ministerial, se alimenta de la esperanza, mientras detrás de él su inconsciente familia trata de mantener las apariencias de la «gente bien». Contexto Histórico Esta obra se encuadra en el Madrid del S.XIX. Durante el período que transcurre entre 1878 (año en que se sitúa la novela) y 1888 (año de la publicación de la novela) se han producido algunos cambios políticos aún manteniendo los principios fundamentales del sistema que se había iniciado en 1875. El rey Alfonso XII había muerto en 1885, y al frente del Estado se encontraba su esposa la regente Mª Cristina, los liberales habían llegado al Gobierno, liderados por Sagasta, el régimen parecía consolidado, y la oposición, en este caso, el Partido Conservador, cumplía su compromiso de respetar los cambios: se reconocía la libertad de cátedra, de prensa, de reunión, de asociación. Sin embargo, las bases del sistema político se habían fijado desde el comienzo de esa nueva etapa conocida con el nombre de Restauración. La denominada Restauración supuso el restablecimiento de la Monarquía borbónica tras el sexenio revolucionario que había comenzado con el destronamiento de Isabel II, madre del nuevo monarca, Alfonso XII. Se abría un período que concluiría en 1931 con la llegada de la 2ª República. El régimen vino precedido del pronunciamiento del General Martínez Campos y sustentado en el pensamiento político de Antonio Cánovas del Castillo,su principal artífice. Tras el convulso período del Sexenio, en el que se ensayaron diversas fórmulas políticas, incluida la experiencia de la Primera República, era necesario construir un régimen que devolviera la estabilidad política, económica y social a través de una monarquía constitucional que, para Cánovas era el fundamento de la Nación. Las bases del sistema político quedaron fijadas en la Constitución de 1876. Se trataba de una Constitución en la que la defensa de los valores tradicionales, como la familia, la religión y la propiedad fuese compatible con la incorporación a medio plazo de algunos de los principios democráticos de 1868. Para asegurar el funcionamiento del sistema había que garantizar la alternancia pacífica de los dos principales partidos: el conservador y el liberal. Al hablar de partidos en esa época debemos pensar en colectivos reducidos (son partidos de notables, no de masas), apenas articulados en torno a ciertas ideas básicas, y detrás de algún líder con habilidades de gestor y dotes como orador parlamentario. Eran una minoría activa, pero escasa en medio de una mayoría de población rural, analfabeta y desmovilizada. La alternancia, garantizada por la Corona eliminaba en lo político la libre competencia, al repartirse el mercado electoral, al acordar y negociar los resultados desde el gobierno, y excluir de la participación política a las fuerzas políticas que cuestionan el sistema.El sistema político español, igual que la política económica (tradicionalmente proteccionista) estaba pensado en interés de los que ejercían el poder y no en beneficio del conjunto de la sociedad. Dentro de esta situación el protagonista, el cesante Ramón Villaamil, un ex-empleado del Ministerio de Hacienda, que se encuentra sin trabajo después de haber dedicado toda su vida al servicio público de una forma honesta y productiva, incluso habiendo servido en Filipinas; esto se debe al problema que conllevaban las cesantías de la época (cambio de la plantilla de funcionarios públicos tras cada cambio de gobierno) y debido a no haber arrimado a las influencias adecuadas. Contexto Social Miau fue escrita 1888, dos años antes Galdós había formado parte del gobierno de Sagasta, de ideología liberal, esta ideología está reflejada en el protagonista de esta obra, Ramón Villaamil, cesante por los cambios de partido. Este funcionario y lo que gira en torno a él, nos muestra no solo el modo de vida de la mayoría de los españoles de aquella época, también costumbres, cultura religiosa, penurias económicas, etc. Si no también nos enseña el estado político- administrativo de España. La Administración española se fue construyendo a lo largo del siglo XIX de una manera improvisada y desordenada, como expone el notable estudioso de la Administración Pública García de Enterría. “Y era una Administración en la que anidaban vicios muy perturbadores, como el reparto de prebendas y el parasitismo”, esto lo expresa de una forma bastante clara nuestro querido autor. Galdós a través de la visión de Villaamil nos enseña una España atrasada, estancada y estafadora, donde priman los intereses individuales, donde es más importante la imagen exterior y los contactos que las ideas renovadoras, el interés por la mejora de un país o la sabiduría y profesionalidad. Es fácil comprender el fin de Villaamil al observar el traumático sentimiento de impotencia que siente al ver el estado político del país: por un lado vemos en la administración ascensos por conveniencia, por chantajes económicos o por influencias, que hace referencia a la ineficacia e incompetencia de todos o la mayoría de los funcionarios de aquel estado español. Por otro lado, vemos reflejada en esta obra, el problema más destacado de la administración pública de la época, las cesantías. La figura del cesante, donde Galdós centra su obra por medio de Ramón Villaamil ; éste nos enseña el problema que conllevaba este tipo de organización política, que a cada cambio político cambia también toda su plantilla de funcionarios, y esto nos lleva a ver una administración pública caótica, que nos lleva a una burocracia interna nefasta que en ningún momento parece existir para el bien público. Las ideas progresistas de Villaamil y la súplica por un puesto de trabajo le muestran entre los que lo rodean como un loco o viejo lunático, mientras que a nosotros todas sus ideas nos muestran en gran medida el momento en que vive nuestra administración: profesionalidad, permanencia, participación o pensión. Fuera del ministerio se nos muestra, del mismo modo, una sociedad oscura, pobre y con falta de visión futura. Como una metáfora, Galdós parece retratar el Estado de la época y su sociedad en la familia de Villaamil, así vemos el Estado estafador y corrupto, la parte rica y narcisista, que vive de los demás en la persona de Cadalso. Un Estado Social con gastos excesivos en imagen, sin medida ni control en Doña Pura. La visión religiosa e ingenua de la sociedad en el pequeño, Cadalsito. La falta de iniciativa, el acomodado y callado escalón proletario en Milagros. Una juventud que llega a la locura por no luchar por sus verdaderos sentimientos y que busca solo estabilidad económica en la figura de Abelarda. Y por último, lo que representa Ramón Villaamil que es el desarrollo, estudio y esfuerzo para conseguir una España mejor, que acaba en el suicidio debido a la humillación, y frustración de todo intento para

Miau

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MIAU :BENITO PEREZ GALDÓS

Resumen: Etopeya del cesante, del funcionario de Hacienda que, dejado en la calle por un cambio ministerial, se alimenta de la esperanza, mientras detrás de él su inconsciente familia trata de mantener las apariencias de la «gente bien».

Contexto Histórico

Esta obra se encuadra en el Madrid del S.XIX.Durante el período que transcurre entre 1878 (año en que se sitúa la novela) y 1888 (año de la publicación de la novela) se han producido algunos cambios políticos aún manteniendo los principios fundamentales del sistema que se había iniciado en 1875. El rey Alfonso XII había muerto en 1885, y al frente del Estado se encontraba su esposa la regente Mª Cristina, los liberales habían llegado al Gobierno, liderados por Sagasta, el régimen parecía consolidado, y la oposición, en este caso, el Partido Conservador, cumplía su compromiso de respetar los cambios: se reconocía la libertad de cátedra, de prensa, de reunión, de asociación.Sin embargo, las bases del sistema político se habían fijado desde el comienzo de esa nueva etapa conocida con el nombre de Restauración. La denominada Restauración supuso el restablecimiento de la Monarquía borbónica tras el sexenio revolucionario que había comenzado con el destronamiento de Isabel II, madre del nuevo monarca, Alfonso XII. Se abría un período que concluiría en 1931 con la llegada de la 2ª República.El régimen vino precedido del pronunciamiento del General Martínez Campos y sustentado en el pensamiento político de Antonio Cánovas del Castillo,su principal artífice.Tras el convulso período del Sexenio, en el que se ensayaron diversas fórmulas políticas, incluida la experiencia de la Primera República, era necesario construir un régimen que devolviera la estabilidad política, económica y social a través de una monarquía constitucional que, para Cánovas era el fundamento de la Nación.Las bases del sistema político quedaron fijadas en la Constitución de 1876. Se trataba de una Constitución en la que la defensa de los valores tradicionales, como la familia, la religión y la propiedad fuese compatible con la incorporación a medio plazo de algunos de los principios democráticos de 1868. Para asegurar el funcionamiento del sistema había que garantizar la alternancia pacífica de los dos principales partidos: el conservador y el liberal. Al hablar de partidos en esa época debemos pensar en colectivos reducidos (son partidos de notables, no de masas), apenas articulados en torno a ciertas ideas básicas, y detrás de algún líder con habilidades de gestor y dotes como orador parlamentario. Eran una minoría activa, pero escasa en medio de una mayoría de población rural, analfabeta y desmovilizada.La alternancia, garantizada por la Corona eliminaba en lo político la libre competencia, al repartirse el mercado electoral, al acordar y negociar los resultados desde el gobierno, y excluir de la participación política a las fuerzas políticas que cuestionan el sistema.El sistema político español, igual que la política económica (tradicionalmente proteccionista) estaba pensado en interés de los que ejercían el poder y no en beneficio del conjunto de la sociedad. Dentro de esta situación el protagonista, el cesante Ramón Villaamil, un ex-empleado del Ministerio de Hacienda, que se encuentra sin trabajo después de haber dedicado toda su vida al servicio público de una forma honesta y productiva, incluso habiendo servido en Filipinas; esto se debe al problema que conllevaban las cesantías de la época (cambio de la plantilla de funcionarios públicos tras cada cambio de gobierno) y debido a no haber arrimado a las influencias adecuadas.

Contexto Social Miau fue escrita 1888, dos años antes Galdós había formado parte del gobierno de Sagasta, de ideología liberal, esta ideología está reflejada en el protagonista de esta obra, Ramón Villaamil, cesante por los cambios de partido. Este funcionario y lo que gira en torno a él, nos muestra no solo el modo de vida de la mayoría de los españoles de aquella época, también costumbres, cultura religiosa, penurias económicas, etc. Si no también nos enseña el estado político- administrativo de España. La Administración española se fue construyendo a lo largo del siglo XIX de una manera improvisada y desordenada, como expone el notable estudioso de la Administración Pública García de Enterría. “Y era una Administración en la que anidaban vicios muy perturbadores, como el reparto de prebendas y el parasitismo”, esto lo expresa de una forma bastante clara nuestro querido autor. Galdós a través de la visión de Villaamil nos enseña una España atrasada, estancada y estafadora, donde priman los intereses individuales, donde es más importante la imagen exterior y los contactos que las ideas renovadoras, el interés por la mejora de un país o la sabiduría y profesionalidad. Es fácil comprender el fin de Villaamil al observar el traumático sentimiento de impotencia que siente al ver el estado político del país: por un lado vemos en la administración ascensos por conveniencia, por chantajes económicos o por influencias, que hace referencia a la ineficacia e incompetencia de todos o la mayoría de los funcionarios de aquel estado español. Por otro lado, vemos reflejada en esta obra, el problema más destacado de la administración pública de la época, las cesantías. La figura del cesante, donde Galdós centra su obra por medio de Ramón Villaamil ; éste nos enseña el problema que conllevaba este tipo de organización política, que a cada cambio político cambia también toda su plantilla de funcionarios, y esto nos lleva a ver una administración pública caótica, que nos lleva a una burocracia interna nefasta que en ningún momento parece existir para el bien público. Las ideas progresistas de Villaamil y la súplica por un puesto de trabajo le muestran entre los que lo rodean como un loco o viejo lunático, mientras que a nosotros todas sus ideas nos muestran en gran medida el momento en que vive nuestra administración: profesionalidad, permanencia, participación o pensión. Fuera del ministerio se nos muestra, del mismo modo, una sociedad oscura, pobre y con falta de visión futura. Como una metáfora, Galdós parece retratar el Estado de la época y su sociedad en la familia de Villaamil, así vemos el Estado estafador y corrupto, la parte rica y narcisista, que vive de los demás en la persona de Cadalso. Un Estado Social con gastos excesivos en imagen, sin medida ni control en Doña Pura. La visión religiosa e ingenua de la sociedad en el pequeño, Cadalsito. La falta de iniciativa, el acomodado y callado escalón proletario en Milagros. Una juventud que llega a la locura por no luchar por sus verdaderos sentimientos y que busca solo estabilidad económica en la figura de Abelarda. Y por último, lo que representa Ramón Villaamil que es el desarrollo, estudio y esfuerzo para conseguir una España mejor, que acaba en el suicidio debido a la humillación, y frustración de todo intento para

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conseguir todos sus propósitos como funcionario. La visión pesimista de Galdós en relación con la obra y sus personajes no es más que la visón propia del autor sobre el momento en el que vive, Miau que parece un nombre absurdo (la idea desde fuera de una España “mal” podría ser absurda) y sin sentido guarda la problemática y refleja el momento pésimo en que vive el Estado español y en este caso la administración del mismo. Por lo tanto, el título de la obra no solo podría dar nombre a las felinas mujeres de la casa Villaamil o a las renovadoras ideas de Ramón, podría dar nombre también a la situación política, como una risa sarcástica de lo que se escondía en las oficinas y despachos públicos de todo el país.

Contexto cultural

La corriente de pensamiento más destacada fue el krausismo. Uno de sus frutos más importantes fue la Institución Libre de Enseñanza (1876), fundada por Francisco Giner de los Ríos. En su primera etapa se centró en la enseñanza universitaria y, a partir de 1881, en la reforma de la pedagogía tradicional.Con la Restauración se inició una etapa positivista, aunque seguían vigentes las ideas krausistas en pedagogía y derecho, y valores como la ética individual, la tolerancia y el rigor científico.Otro fenómeno destacable, sobre todo a partir de la década de 1880, fue el extraordinario desarrollo de la prensa, que difundió obras por entregas y artículos de los escritores más importantes de la época (Clarín, Galdós, Valera, Pardo Bazán), y sirvió de soporte a la polémica sobre el naturalismo.

LA NOVELA REALISTA:BENITO PEREZ GALDÓS

En el S.XIX, en el mundo del arte y la literatura se suceden distintos movimientos: Romanticismo (hasta 1950), Realismo (1850-1890) y Naturalismo (última década). A mediados del s.XIX el Realismo nace en Francia con Balzac y Stendhal con el propósito de explicar y analizar la realidad social. Está relacionado con los conflictos sociales y con una serie de teorías filosóficas y sociológicas. Se opone a los puestos del Romanticismo aunque desarrolla algunos elementos. El inicio del Realismo en España se produce en el 1868 con la revolución de la”Gloriosa” y terminara en el 1898 (fin del Imperio Español). La primera novela publicada fue de Galdós, La Fontana de oro. Benito Pérez Galdós nació en Las Palmas de Gran Canaria. Fue a Madrid a estudiar derecho, pero abandono para dedicarse a la literatura. Viajo por varios países europeos e intervino activamente en política, lo que le causo el boicoteo de su candidatura al premio nobel y retraso su entrada en la Real Academia de la Lengua. Al final de sus días paso dificultades económicas y padeció ceguera .Murió abandonado por todos. Es la gran figura del Realismo español. La amplitud y densidad de su obra novelística es un testimonio monumental tolerante y crítico de la vida y los conflictos de su tiempo. Fortunata y Jacinta y Miau son las novelas de Madrid, desde las que el autor repasa las vidas de las gente de muy diferente estado y condición .Destacan los diálogos realistas y el habla popular(variedad de registros lingüísticos) Caracteristicas de la novela realista:

El Realismo es un movimiento literario burgués, impregnado de espíritu práctico y de afanes de renovación y progreso. Frente al creador romántico arrebatado y movido por la inspiración, los autores de la novela realista son burgueses, ciudadanos corrientes comprometidos con la sociedad en que viven, cuyos problemas y conflictos cotidianos pretender reflejar en sus novelas.El relato se centra en la realidad contemporánea, intentando ofrecer un panorama completo de la vida social, las costumbres y las ideas del momento. Existe un afán de objetividad,Detallismo y minuciosidad en las descripciones. Propósito moral, social o político. El narrador pretende la objetividad en el relato de los acontecimientos: es como un testigo que narra los hechos desde fuera, sin participar en ellos, desde una perspectiva objetiva y distanciada.

El narrador se convierte así en un pintor de los cuerpos y de las almas. Es, por tanto, un narrador omnisciente.

Hay también un afán realista en el tratamiento del lenguaje y el estilo literario: es sobrio y preciso, sin demasiada retórica, cuando habla el narrador; cuando se reproduce el habla de los personajes, el lenguaje se adecua a los caracteres y la cultura de los que hablan; se reflejan los registros populares o vulgares, formas expresivas del lenguaje coloquial, dialectalismos, extranjerismos, etc. En las novelas realistas hay una verdadera galería de personajes, cada uno con su lenguaje peculiar, siempre vivo y expresivo.Miau es de 1881, y constituyen un rico y complejo mosaico en el que se retrata la sociedad madrileña y española, sobre todo la clase medio – burguesa, en toda su grandeza y miseria, con sus utopías y bajezas, su lujo y su pobreza, sus comportamientos quijotescos y sus pasiones egoístas. Se trata de una sociedad plural cuya inabarcable fauna de personajes variopintos pueblan los ambientes más diversos, desde el palacio burgués al tugurio miserable, desde el café a las covachuelas de la administración, del teatro a las tertulias de los conspiradores. Se trata, en todo caso, de personalidades complejas y bien definidas, con un aspecto externo, caracterización psicológica y lenguaje muy bien diferenciados. Muchos de estos personajes aparecen en varias novelas, componiendo así un complejo entramado de relaciones familiares y sociales, que es una de las notas distintivas del mundo novelesco de Galdós. Su realismo se enriquece con la creación de personajes más complejos que, en un momento histórico y en una situación social determinados, expresan sus sueños, sus fantasías, sus recuerdos y deciden según sus conciencias. Incorpora, además, elementos naturalistas: las causas biológicas y, especialmente, sociohistóricas de la conducta de los personajes; pero, finalmente, estos actúan movidos por sus valores.Personajes: Son numerosos los personajes que aparecen, además de la familia Villaamil y personajes secundarios, se menciona a personalidades reales de la vida económica y política de la época. El objetivo de este trabajo es obtener una visión del sistema de censantias de la época, y por ello nos vamos a centrar en la figura de don Ramón Villaamil y Víctor Cadalso, haciendo una breve mención a doña Pura y Luis Cadalso, que también simbolizan un papel importante en la novela. * Don Ramón Villaamil es un hombre mayor, que ha pasado su vida felizmente trabajando para la Administración pero que quedó

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cesante tras la revolución de 1868. El personaje se muestra frustrado ante la vida y la dificultad de mejorar, siendo un ejemplo de moralidad y respeto a los demás, llevado al extremo. Resulta llamativo que los miembros acomodados de la Administración se burlen de él, cuando sus propuestas son desde un punto de vista objetivo las necesarias para el buen desarrollo del país y, de hecho, son las que se llevarían a cabo posteriormente, como el impuesto progresivo de la renta.

* Víctor Cadalso es el padre de Luisito, y estuvo casado con la difunta hija de don Ramón, Luisa Villaamil. Su llegada conlleva complicaciones y más de un problema para la familia, pero son sobrellevadas gracias a las aportaciones económicas que realiza y que tanto necesita la familia. Es totalmente contrapuesto al ejemplo de moralidad de don Ramón, buscando su propio beneficio sin importarle los medios o las personas afectadas. No cree en Dios, y no cree que pueda ser castigado por utilizar su comportamiento inmoral. Se sirve de su aspecto físico y de su facilidad dialéctica para convencer y engañar para conseguir sus objetivos. Es lo que consideraríamos “un trepa”.

* Luisito Cadalso es el nieto de Villaamil e hijo de Víctor. El papel que representa es importante en el desarrollo de la novela, ya que simboliza en cierta manera la conciencia de los personajes, la cual analiza de un modo racional en los sueños que tiene que “habla con Dios”.

* Doña Pura, es la mujer de don Ramón. A pesar de la precaria realidad económica que vive la familia, lleva un nivel de vida por encima de sus posibilidades, mediante empeños, préstamos y pagarés, representando la importancia de aparentar y ser considerada por la sociedad. Para ello acude regularmente a la ópera o recibe las visitas en la salita de su casa debidamente acondicionada.