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APLICACIÓN DE LA MICROBIOLOGÍA EN LA PRODUCCIÓN O
ELABORACIÓN DE VACUNAS
100 mil dosis de vacuna contra la fiebre aftosa producirán este año el INIA en su
planta de inmunobiológicos, ubicada en la avenida Las Delicias en Maracay, estado
Aragua. Martín Barrueta, gerente de la planta, indicó que a finales del mes de enero la
producción será sometida a control de calidad por un período de 45 días, de los cuales 15
días serán para la realización de pruebas internas como inocuidad, esterilidad, título
celulógico, fijación de complemento y emulsión, y 30 días para las pruebas de campo en
fincas de terneros sensibles, para determinar la inmunidad del animal.
Explicó que la vacuna contra la fiebre aftosa, tiene como fin evitar la presencia del virus ya
que posterior al control de la enfermedad el virus es erradicado y el objetivo final es
eliminarlo, pero primero se debe pasar por un proceso de control.
Dijo que las vacunas estarán disponibles en el mercado durante el primer trimestre de este
año 2005, correspondiéndose esa fecha con el ciclo de vacunación establecido por el
Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria (SASA). Las vacunas tendrán la presentación
de una ampolla plástica de 250 mililitros, conteniendo 50 dosis por cada frasco, es decir 5
mililitros por dosis. Manifestó el gerente de planta, que la vacuna antiaftosa bivalente
inactivada con aceites que favorecen la respuesta inmunobiológica contra el virus,
contienen proteínas de origen viral o bacteriano destinados a la protección del animal
mediante la producción de anticuerpos específicos. Por su parte José Alfredo Ureña,
Gerente de Negociación en el INIA, informó que la comercialización se realizará con
productores y ganaderos del país, quienes se verán beneficiados y fortalecidos en los
programas sanitarios que adelantan.
El precio de las dosis será determinado por su costo de producción, pero nunca
estará por encima del actual en el mercado.
Barrueta también informó que en la planta se está produciendo el antígeno
“BANG”, que son proteínas para el diagnóstico y protección de enfermedades, empleado
para determinar la brucelosis en animales domésticos y para este año se tiene programado
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la producción de un millón 200 mil pruebas.
Esta además en la programación la elaboración de bacterina contra la leptospirosis en
animales domésticos y la bacterina triple bovina, para la obtención de diversos fármacos
como antibióticos, antiparasitarios, vitamínicos y otros. Explicó que la bacterina al igual
que la vacuna son elementos empleados para proteger al individuo contra ciertas
enfermedades para las cuales están destinadas.
Fábrica de V acunas
Esta dividida en dos áreas: una de virus y una limpia. En la de virus se infectan las
células con virus para producir las suspensiones víricas, que son inactivadas con agentes
químicos y sometidos a controles de calidad antes de ser mezcladas con aceites para la
producción final de la vacuna. En el área limpia se preparan los medios de cultivos para
multiplicar las células y se propagan células de BHK21 cl 13, que sirven de unidad
biológica en la replicación de los virus que actúan en el campo afectando a los animales
domésticos, especialmente a los bovinos causando pérdidas económicas. Es allí donde
finalmente se hace la emulsificación y envase de las vacunas antiaftosa. Consideró
importante resaltar las estrictas medidas de bioseguridad que se aplican en las unidades de
producción. Cabe destacar que el personal que trabaja allí esta capacitado en la elaboración
y producción de vacunas y antígenos, con base sólida en la microbiología y respaldados por
unidades administrativas y de mantenimiento.
El gerente manifestó que la planta de vacunas o inmunobiológicos del INIA-Ceniap,
fue inaugurada el 24 de abril del 2003 por el Presidente de la República Hugo Chávez y
juega un papel muy importante en la sanidad animal y salud animal en Venezuela.
Ureña agregó, que la producción de vacunas corresponde al compromiso del INIA en
cooperar con la solución de los problemas sanitarios de los rebaños vacunos en el país y el
apoyo a las políticas agrícolas definidas por el Presidente de la República Hugo Chávez,
donde se resalta la producción nacional y el desarrollo endógeno.
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La Microbiología Industrial puede definirse diciendo que es la parte de la
Microbiología que se ocupa de las aplicaciones industriales de los microorganismos.
Desde otro punto de vista puede decirse también que los procesos de la
Microbiología Industrial constituyen aquellos procesos industriales catalíticos basados en el
uso de microorganismos.
Con el notable impulso de la Biotecnología producido en los últimos años y la
inclusión y difusión de otros términos como biotecnología de avanzada, biotecnología
moderna, biotecnología de punta, biotecnología recombinante o tecnología del DNA
recombinante, biotecnología e ingeniería genética, biotecnología y microbiología industrial,
y hasta biotecnología negativa, etc., se ha complicado la comunicación entre los distintos
especialistas y la interpretación adecuada de los términos empleados. Para poder clarificar
esos términos pensamos que es conveniente definir y delimitar los campos de la
Biotecnología y de algunas disciplinas que la integran.
La Biotecnología es una actividad multidisciplinaria que comprende la aplicación de
los principios científicos y de la Ingeniería al procesamiento de materiales por agentes
biológicos para proveer bienes y servicios. Los agentes biológicos pueden ser células
microbianas, animales, vegetales y enzimas. Se entiende por bienes a cualquier producto
industrial relacionado con alimentos, bebidas, productos medicinales, etc., y por servicios a
aquellos vinculados a la purificación de aguas y tratamiento de efluentes. Esta definición
que es la más conocida y aceptada por la mayor parte de los países fue propuesta por la
Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OECD).
La Microbiología Industrial se ocupa de producción de bienes y servicios con
células microbianas. Por lo tanto la Microbiología Industrial representa una parte,
seguramente la más importante, de la Biotecnología.
La Ingeniería genética comprende una serie de técnicas que permiten obtener un
organismo recombinante, o sea portador de un gen extraño proveniente de otras células,
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sean éstas microbianas, vegetales o animales. Es una disciplina de rivada de la Biología
molecular que está incluida en la Biotecnología como herramienta fundamental para la
obtención de microorganismos específicos a ser utilizados en la producción de bienes y
servicios. El término tecnología del DNA recombinante puede considerarse sinónimo de
Ingeniería genética.
Consideramos que los términos biotecnología de avanzada, biotecnología moderna,
no son adecuados. Cualquier tecnología o biotecnología avanza y se moderniza.
Si los términos se aplican a procesos con cepas de Ingeniería genética únicamente o
a transplante de embriones o a micropropagación vegetal por cultivos de tejidos o a
producción de especies vegetales mejoradas por cultivos de tejidos o a producción de
especies vegetales mejoradas por cultivos de anteras, cte., pueden confundirse mucho los
conceptos cuando con toda justicia podemos incluir también en la biotecnología de
avanzada las nuevas tecnologías de producción de alcohol, ya que son más modernas o de
avanzada con respecto a las anteriores.
Si se desea hacer una diferencia, tal vez sería conveniente referirse a la
Biotecnología tradicional o convencional para denominar a los procesos conocidos con
anterioridad al advenimiento de la Ingeniería genética, y no convencional a los posteriores.
Áreas de Aplicación
Las áreas de aplicación de la Microbiología industrial son muy variadas y de ellas
surge la importancia y el impacto que tiene esta disciplina en la actualidad.
Las áreas principales son: salud, alimentos, producción vegetal y animal, insumos
industriales, minería y servicios.
En primer lugar se debe destacar la importancia de la Microbiología Industrial en el
mantenimiento de la salud y tratamiento de enfermedades, fundamentalmente por su
aplicación en la producción de compuestos de actividad farmacológica y vacunas.
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En la industria de alimentos es también significativa la aplicación de la
Microbiología Industrial en la producción de bebidas, enzimas, saborizantes, productos
lácteos, etc.
La producción agropecuaria se ve también favorecida en sus aspectos de producción
vegetal y animal por un conjunto variado de procesos microbiológicos que se han
enriquecido notablemente en los últimos años (como ha sucedido con otras áreas) con la
utilización de técnicas de ingeniería genética.
El área de aplicación en minería está relacionada con la biolixiviación o sea con la
aplicación de microorganismos en la extracción de metales de minerales de baja ley.
Finalmente el área de servicios se refiere fundamentalmente a la aplicación de
microorganismos en la purificación de efluentes, aspecto fundamental para el
mantenimiento de la calidad de vida.
Teoría Recombinante
Una vacuna ideal debe conferir una inmunidad prolongada y fuerte a y través de la
inmunización activa. Siempre estamos en busca de vacunas que tengan efectos colaterales
mínimos, de bajo costo, estables y que puedan ser administradas a un gran número de
animales usando una vía de administración apropiada. Una respuesta inmunológica que se
distinga de la conferida por infección natural, es también deseable porque permite al mismo
tiempo el control y la erradicación de la enfermedad.
Algunos de estos requisitos, especialmente la alta antigenicidad y, la ausencia de
efectos adversos, son frecuentemente incompatibles en algunas vacunas clásicas.
Las vacunas vivas pueden presentar riesgos de contaminación o de virulencia no
deseable, mientras que las vacunas inactivadas tienden a ser seguras, pero fallan en
proporcionar una inmunidad prolongada y fuerte.
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La tecnología recombinante permite un enfoque totalmente nuevo para el desarrollo
de las vacunas para poder cumplir con los requisitos del USDA en cuanto a pureza,
potencia, seguridad y eficacia. Técnicas desarrolladas en los años 70 y perfeccionadas en
estas dos últimas décadas, se han aplicado en las vacunas recombinantes para uso
veterinario. La siguiente presentación ofrece una revisión del progreso obtenido hasta la
fecha y vislumbra lo que depara el futuro.
La microbiología ha dado un giro helicoidal en la última parte del siglo XX. Usando
enzimas de origen bacteriana para segmentar al material genético de levaduras, bacterias y
virus, los científicos han podido determinar las secuencias genéticas de genes específicos.
De hecho, se ha llegado a conocer la secuencia de muchos microbios usando estas técnicas
modernas. La caracterización de genes específicos ha resultado en la identificación de la
acción específica de los productos de los genes, tales como la virulencia, patogenicidad,
inmunidad ediada por células, restricciones del huésped e inducción de inmunidad humoral.
Una vez que el material genético se rompa en pequeños fragmentos, puede ser suprimido de
ese organismo o recombinado en organismos extraños.
Estas técnicas y este conocimiento recién adquirido permiten a los microorganismos
ser modificados y producir una respuesta inmunológica deseable sin los efectos adversos
que puedan afectar la salud o la eficiencia productiva del animal vacunado. Las vacunas
recombinantes resultantes han sido clasificadas en tres grupos por el USDA.
Las vacunas recombinantes de tipo I (subunidad): se derivan de organismos
recombinantes (los que pueden ser una levadura, una bacteria o un virus) en los que se ha
insertado un gen extraño de un patógeno específico. El organismo recombinante que
transporta al gen insertado se multiplica; y el producto del gen es cosechado, purificado y
administrado como una vacuna. La vacuna de subunidad más exitosa en la medicina
veterinaria es una vacuna recombinante contra la enfermedad de Lyme. Un sólo gen (que
codifica la proteína A de la superficie externa [OspA]) obtenido de la Borrelia burgdorferi
patogénica (el agente causal de la enfermedad de Lyme) se aísla v se inserta en la
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Escherichia coli. Se propaga la E. coli y la proteína de subunidad se purifica y se prepara
para ser administrada a los perros.
Esta proteína se encuentra en la superficie externa de las espiroquetas y cuando es
presentada al sistema inmunológico del animal vacunado provoca una respuesta humoral
protectora específica, sin ninguno de los efectos adversos que se han presentado en vacunas
que contienen la espiroqueta muerta.
Las vacunas recombinantes de tipo II (de gen deletado): siguen un modelo que
ocurre en el laboratorio cuando los organismos son atenuados a través del crecimiento bajo
condiciones consideradas poco ideales tales como temperatura variable, pasajes múltiples y
medios artificiales o huéspedes restringidos. La atenuación del organismo ocurre bajo estas
condiciones ya que algunos genes son alterados y como consecuencia ya no son
expresados. Con las técnicas modernas de manipulación genética, genes específicos como
los asociados con la virulencia o patogenicidad, pueden ser deletados de un organismo
patógeno. La deleción provoca que el organismo tenga menos probabilidad de causar
enfermedad mientras que retiene su habilidad de estimular la inmunidad protectora. Las
vacunas con genes deletados empleadas para controlar la seudorrabia no contienen los
genes específicos asociados con la inducción de anticuerpos específicos, que permite que
las personas encargadas de la erradicación de enfermedades puedan diferenciar entre los
animales que fueron vacunados (y por lo tanto protegidos) de aquéllos infectados con el
virus patogénico virulento.
Las vacunas recombinantes de tipo III (vectoriales): consisten de organismos no
patogénicos o de gen deletado en el que se inserta un material genético específico de un
patógeno con el propósito claro de estimular una respuesta inmunológica protectora cuando
el vector es administrado al animal vacunado. Esta recombinación toma lugar in vitro
durante el cultivo en conjunto del vector y un plásmido que contiene el gen a insertar. Se
han usado experimentalmente la Salmonella, Mycobacterium, adenovirus, lentivirus y
poxvirus como vectores de una respuesta inmunológica. Los vectores más exitosos han sido
los poxvirus. Estos virus tienen un genoma grande y pueden resistir múltiples
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manipulaciones sin afectar su habilidad de replicarse. De hecho, uno de los vectores de
vaccinia experimentales tuvo más de 16 genes específicos deletados y aún fue capaz de
conferir excelente inmunidad contra la enfermedad. Los vectores poxvirales son más
eficaces que las vacunas muertas, son altamente específicos e inducen a una respuesta
inmunológica de largo plazo. Debido a que contienen solamente gen (es) específico(s) del
organismo patogénico, no pueden causar la enfermedad o volver a ser virulentos, no pueden
replicarse y no son difundidos en el ambiente.
Las vacunas recombinantes con vectores recibieron una licencia recientemente para
inmunizar contra las enfermedad es de Newcastle, moquillo canino y rabia. Se han
desarrollado tres vectores de poxvirus: TROVAC es la variedad de vacuna de gen deletado
de viruela aviar que transporta los genes insertados del virus de Newcastle; ALVAC es una
variedad de vacuna de gen deletado de huésped restringido del canarypox que transporta los
genes protectores del virus del moquillo canino y del gen protector del virus de la rabia; la
vaccinia es una variedad de vacuna que lleva el gen que codifica la glucoproteína del virus
de la rabia. NYVAC, una variedad de vaccinia de genes múltiples deletados, está siendo
utilizada experimentalmente. Otras vacunas de importancia están siendo desarrolladas.
El cebo se prepara colocando una bolsita de plástico rellena de la vacuna, la cual se
inserta en un estuche hueco rectangular o cuadrado, confeccionado con un polímero de
harina de pescado. Los extremos del hueco se sellan con cera y las carnadas se distribuyen
a mano, en helicóptero o avión.
En Texas, donde la rabia ha sido epizoótica en coyotes y enzoótica en zorros grises,
los aviones proporcionados por el Ministerio de Recursos Naturales de Ontario, Canadá,
fueron cargados con las carnadas (ocho millones aproximadamente) que fueron distribuidas
en enero y febrero de 1995-1998 usando un sistema computarizado para navegar líneas de
vuelo predeterminadas y un mecanismo interno para la entrega calculada. Desde que se
comenzaron a distribuir las carnadas, la rabia en el sur de Texas se ha visto reducida (Tabla
1). Desde principios de 1997 solamente se han detectados tres casos de rabia en coyotes.
11
Obviamente, estas vacunas recombinantes tienen gran valor. Primero, son muy
seguras ya que no exponen al animal al patógeno, en su lugar sólo contienen genes que
codifican sustancias que inducen la inmunidad protectora. Productos de un gen o genes de
un patógeno que causan virulencia y patogenicidad son omitidos por la mayoría de las
vacunas de vectores y de subunidad. Las vacunas de subunidad únicamente contienen
sustancias que estimulan la inmunidad.
Las vacunas recombinantes también son altamente específicas. Muchas
enfermedades son causadas por o asociadas con la producción de anticuerpos que elevan el
potencial de la enfermedad. Tales genes no son seleccionados para su inclusión en las
vacunas recombinantes. La misma vacuna o vector puede usarse repetidamente tantas veces
se necesite para inducir o reforzar la inmunidad.
Algunas de estas vacunas recombinantes (p.ej.: RABORAL V-RG) pueden ser
almacenadas por largos períodos de tiempo sin necesitar refrigeración, conservando su
potencia. Las vacunas continúan siendo inmunogénicas a pesar de la exposición a grandes
variaciones de temperatura ambiente. Esto significa que la pérdida de potencia debido a los
abusos en su manejo es menos probable.
Las vacunas recombinantes de tipo I y II son muy consistentes en su habilidad de
inducir inmunidad específica. No hay oportunidad de reversión a la virulencia. En cada
dosis de la vacuna se reparten cantidades inmunizadoras de substancias de subunidad o de
vectores que contienen genes específicos.
Hay un valor agregado en la fabricación de estas vacunas. Se usan técnicas
altamente reproducibles para producir las vacunas de tal manera que tengan un costo
adecuado. Esta vacunas pueden ser combinadas con otra vacunas convencionales durante el
proceso de fabricación. Los procedimientos usados en la fabricación de un sólo tipo de
vector pueden ser aplicados a una variedad de vacunas
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En estudios experimentales se insertaron en un único vector hasta seis genes
separados provenientes de diferentes patógenos todos fueron expresados para inducir
anticuerpos protectores. Será posible fabricar vacunas de combinación usando un sólo
vector para toda una producción, lo que puede ser de un excelente costo/beneficio.
Estos recombinantes tienen poca o ninguna transmisibilidad debido a la difusión de
organismos infecciosos. El virus canarypox no se puede replicar en huéspedes mamíferos y
el vector vaccinia con deleción de genes no es excretado en las heces. Las vacunas de
subunidad no contienen organismos a transmitir. No hay posibilidad de reversión a la
virulencia en estas vacunas.
Finalmente, en estudios recientes conducidos en perras hiperinmunizadas contra la
rabia se ha demostrado que las vacunas recombinantes pueden ser utilizadas para inmunizar
sus camadas, aunque los cachorros tengan niveles circulantes de anticuerpos maternos
contra la rabia. En el pasado se pensaba que los anticuerpos maternos interferían con la
vacunación de los cachorros, pero en estos estudios la protección fue sólida en los
cachorros vacunados a las seis semanas de edad.
En conclusión, los tres tipos de vacunas recombinantes reconocidas por el USDA
son muy seguros, altamente específicos, potentes, puros y eficaces. Es probable que más de
estos tipos de vacunas sean creados. Esta tecnología será rápidamente aceptada en seguida
y ampliamente aplicada para prevenir y tratar enfermedades causadas por organismos
infecciosos.
De Descubrimiento en Descubrimiento
Investigaciones eclécticas, geniales intuiciones, una voluntad de hierro y un trabajo
riguroso, hicieron que Louis Pasteur revolucionara la ciencia. Padre de la microbiología y
de la inmunología, este académico fue además el fundador de un instituto que está hoy
presente en muchos puntos del mundo. Cien años después de la muerte de Pasteur, sus
13
discípulos continúan su labor en favor del progreso y el bienestar. Pasteur ha marcado un
hito.
Os leyes contrarias parecen hoy oponerse: una ley de sangre y de muerte que (...)
obliga a los pueblos a estar siempre preparados para salir al campo de batalla, y una ley
de paz, de trabajo, de salvación, que no piensa más que en liberar al hombre de las
calamidades que le asedian...", constataba Pasteur, en 1888, en el discurso de inauguración
del instituto que lleva su nombre. Preocupado por mejorar la condición de sus semejantes,
este humanista había elegido ya su camino, estimulado por un padre curtidor, del que alaba
la influencia: "Mirar hacia arriba, aprender cada vez más, intentar elevarse siempre, esto
es lo que tú me has enseñado..."
Pasteur nace en Dole, en la región del Jura, el 27 de diciembre de 1822, y pasa su
juventud en Arbois. Abandona cierta inclinación por el dibujo para orientarse hacia las
ciencias y entrar en la Escuela Normal Superior. Intrigado por un apunte de un físico, se
lanza al estudio de los cristales y descubre lo que distingue radicalmente el mundo mineral
del mundo orgánico. Asociando cristalografía, química y óptica, abre la vía de la
estereoquímica1. Pasteur estudia luego las fermentaciones. Gracias a sus investigaciones
demuestra que todas ellas se deben a la existencia de un microorganismo específico, que es
posible estudiar cultivándolo en un medio propicio y estéril, y así establece lisa y
llanamente las bases de la microbiología. Queda un enigma por resolver: ¿de dónde vienen
esos fermentos? Se acabó la secular teoría de la generación espontánea.
La destrucción de esta "quimera" no sólo le vale admiradores... Su tesis de los
gérmenes, siempre dispuestos a desarrollarse, no es del gusto de todos. Así descubre el
sabio la vida sin aire. Y dedicándose al estudio de los parásitos del vino, obtiene un
procedimiento para conservar mediante un tratamiento térmico los líquidos alterables
(cerveza, leche,...): la pasteurización. Pero aún le esperan otros muchos trabajos: una
enfermedad que sufren los gusanos de seda está afectando gravemente la sericicultura de
varios países. Su estudio le llevará a resolver científicamente el modo de transmisión de las
enfermedades: hereditariamente y por contagio. Cada afección tiene pues su microbio.
14
De la Pasteurización a la Vacuna contra la Rabia
Otra novedad: las infecciones se pueden prevenir gracias a la asepsia2, que
revoluciona la cirujía y la obstetricia. Todo se va encadenando con una lógica perfecta. A
fuerza de tenacidad, descubre Pasteur una serie de bacterias como el estafilococo, el
estreptococo y el neumococo, luego el método de atenuar la virulencia de los gérmenes, y
finalmente crea diversas vacunas para animales.
Ha nacido la inmunología. Pasteur se dedica entonces a la rabia. En 1885 prueba en
su laboratorio un tratamiento que salva la vida de un joven. Empiezan a llegar enfermos de
todo el mundo, y la consulta se queda demasiado pequeña. Así que en 1886, en la
Academia de las Ciencias, Pasteur declara: "La profilaxis de la rabia está fundada. Es
oportuno crear un establecimiento de vacunación contra la rabia". Hecho. Pero será
también un "centro de investigación de enfermedades infecciosas" y "de enseñanza para los
estudios de microbiología". En 1888 se inaugura en París el Instituto Pasteur. El científico
pone cuidado al redactar los estatutos de que los investigadores disfruten de buenas
condiciones materiales, de libertad de pensamiento y de acción. Una suscripción pública
internacional genera una gran oleada de generosidad y pronto se levanta la fachada de
piedra y ladrillos, estilo Luís XIII, de dos edificios unidos por una galería.
"No hay ni una sola piedra que no sea testimonio de un pensamiento generoso"
dice Pasteur emocionado. Y no es más que el principio. En 1894, tres investigadores, entre
ellos Emile Roux, elaboran la seroterapia3 antidiftérica. Resultados inmediatos. Le Figaro
lanza otra suscripción. Compra de caballos productores de sueros inmunológicos,
construcción de establos.
15
La Vacunación. Antecedentes Históricos en el Mundo
En el presente artículo se realiza una exhaustiva revisión bibliográfica sobre los
antecedentes de la historia de la vacunación. Se analizan a escala mundial algunos aspectos
relacionados con el surgimiento de las diferentes vacunas que hoy en día se emplean en
nuestro esquema de vacunación, así como las primeras experiencias con ellas. Es un
artículo dirigido a todos los médicos, especialmente a los de medicina familiar, pediatría y
epidemiología, quienes constituyen el personal de salud que más directamente se encuentra
vinculado con el tema.
Descriptores DeCS: VACUNACION/historia; PREVENCION PRIMARIA;
INMUNIZACION; HISTORIA DE LA MEDICINA.
El intento de la vacunación ha acompañado históricamente al hombre, quien ha
intentado encontrar protección real contra las enfermedades infecciosas que diezmaban
pueblos enteros.1 Es, sin lugar a dudas, la más importante intervención de salud pública
sobre estas enfermedades luego de la provisión de agua potable a la población,
especialmente en los países en desarrollo en los que se estiman que cada año mueren cerca
de 3 millones de niños a causa de enfermedades inmuniprevenibles.2
Los datos más antiguos que se conocen sobre la historia de la vacunación datan del
siglo VII, cuando budistas indios ingerían veneno de serpiente con el fin de ser inmune a
sus efectos.3 Por otra parte, desde el siglo x, el pueblo chino practicaba la variolización con
el fin de inocular el virus de la viruela de un enfermo a una persona susceptible, sometiendo
además, las pústulas variolosas y el almizcle, a un proceso de ahumado con el propósito de
disminuir su virulencia.4
Ya a mediados del siglo XVIII, el médico inglés Francis Home, realizó algunos
intentos de inmunización contra el sarampión;1 pero sin lugar a dudas, el también inglés
Eduardo Jenner, fue quien marcó una nueva etapa en la historia de la inmunización,
conociéndosele mundialmente como el padre de la vacunación.1 En 1768, siendo aún
16
estudiante de medicina, Jenner oyó que una campesina del condado de Berkeley en
Escocia, planteaba que ella no podía padecer la enfermedad pues ya había sido afectada por
la viruela del ganado vacuno. Después de graduado, dedicó muchos años de investigación
al estudio de la vacunación, y el 14 de mayo de 1796 inoculó al niño James Phipps la linfa
de una pústula de viruela obtenida de la ordeñadora Sara Nelmes que había contraído la
enfermedad. Posteriormente para comprobar la eficacia de la vacunación inoculó al mismo
niño con virus de viruela humana y nunca enfermó. Sus resultados los publica en 1798 en
Variolae Vaccinae,2 y en menos de 10 años esta vacunación se había extendido al mundo
entero.4,5
Ya a finales del siglo XIX se habían realizado importantes investigaciones en el
campo de la microbiología y la inmunología, y un ejemplo de ello lo constituyen los
descubrimientos del químico y biólogo francés Louis Pasteur, al descubrir en 1885 la
vacuna antirrábica humana, siendo el niño Joseph Meister el primer ser humano protegido
contra la rabia.6 En ese mismo año, el bacteriólogo español Jaime Ferrán, descubre una
vacuna anticolérica, que es ensayada en la epidemia de Alicante con resultados
satisfactorios.7
En 1887, Beumer y Peiper comienzan a realizar las primeras pruebas
experimentales de una vacuna contra la fiebre tifoidea, y un año después Chantemasse y
Vidal llevan a cabo estudios con igual vacuna, pero con la diferencia de que estaba
compuesta de bacilos muertos y no vivos como la anterior. No es hasta 1896 cuando
Fraenkel, Beumer, Peiper y Wrigth comienzan la primera vacunación antitifoídica con fines
profilácticos.8 En el propio siglo XIX, en 1892 Haffkine, bacteriólogo ruso nacido en
Odessa, preparó la primera vacuna contra la peste.8
Durante los primeros años de la preparación y uso de las vacunas, su elaboración y
control fue un proceso totalmente artesanal. No existían métodos estandarizados para
comprobar la pureza de las semillas bacterianas utilizadas, por ello, no siempre se hacían
pruebas estrictas de esterilidad y con menos frecuencia se realizaban pruebas de potencia en
animales. Esta falta de precaución causó accidentes, así por ejemplo en 1902 una de las
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vacunas contra la peste bubónica, preparada por el también ruso Waldemar Mondecar
Wolff, se contaminó con Clostridium tetani provocando la muerte por tétanos a 19 personas
en la población de Mulkwai en la India.7
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