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Nº 36 QUINTA ETAPA 2015 El Mensaje del papa Francis- co para la Jornada Mundial por la Paz del 1 de enero de 2018 ha puesto en el centro, una vez más, a las personas migrantes y refugiadas. Coincidiendo con él llegaron a nuestras costas decenas de per- sonas de origen subsahariano que tuvieron que pasar la noche a la intemperie por las calles de Madrid, cuando las temperaturas no llegaban a los cero grados. Gracias a diferentes iniciativas de colectivos sociales y al apoyo, la acogida y al trabajo realizado por la Iglesia, estas personas han podido encontrar un techo. Ha sido muy grave la pasivi- dad de las Administraciones. Aún siendo cierto que faltan medios públicos para atender estas emer- gencias, no lo es menos que existen recursos disponibles que no se han habilitado. El gesto de la ciudadanía de dar un paso al frente y abrir sus hogares ha conseguido sacar los co- lores a quienes tienen la responsabi- lidad en materia de refugio y acogi- da dentro de las Administraciones. Y no solo ha sido grave la inac- ción ante la emergencia, sino tam- bién la actitud de nuestro gobierno y del resto de gobiernos europeos que han incumplido los compromi- sos de acogida asumidos hace dos años. En el caso de España el incumplimiento escandaliza, ya que se ha llegado únicamente a una décima parte del acuerdo. Además, en estos dos años, a la vez que mirábamos al este con la esperanza de acoger a las personas refugiadas, han llegado de otros lugares, de África y de América Latina, huyendo del hambre y de la persecución política. A esto hay que añadir el incremento del número de personas venezolanas, hondureñas y salvadoreñas que vue- lan hacia España. Es lamentable que nuestro país siga sin atender la oferta de un corredor humanitario. En otros países europeos como Italia, Francia y Bélgica ya se permite el acceso y la atención a personas con un alto nivel de vulnerabilidad, en- fermas, ancianas, menores y con dis- capacidades severas. Un reciente estudio de Comi- llas, Deusto y el Servicio Jesuita a Migrantes España ha puesto de relie- ve la necesidad de mejorar el sis- tema de acogida de personas refu- giadas para que sea posible la efecti- va integración de las que lo solicitan y son beneficiarias de protección internacional en España. Hay que celebrar la actitud y la iniciativa del Defensor del Pueblo. Es imprescindible apoyar su labor a través de la denuncia de las viola- ciones de derechos de las perso- nas solicitantes de protección internacional. No cabe duda de que urge aco- ger, proteger, promover e inte- grar a personas inmigrantes y refugiadas. Se deben activar los corredores humanitarios, ampliar las posibilidades de entrada legal y re- formar el Reglamento de Dublín pa- ra facilitar el tránsito por Europa de las personas refugiadas. España debe elevar el listón de los derechos económicos y sociales de todas las personas (autóctonas, migrantes y refugiadas) para evitar agravios comparativos. Es urgente ratificar la Carta Social Europea y sus protocolos adicionales. Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) no son la res- puesta humana, justa y adecuada a la crisis de los desplazamientos for- zosos. No se puede expulsar a per- sonas desplazadas e inmigrantes a lugares donde les espera la per- secución y la violencia. Es nece- sario el equilibrio entre la preocupa- ción por la seguridad y la garantía de todos los derechos humanos. Es un imperativo ético garanti- zar la dignidad inviolable de quie- nes buscan asilo y seguridad, evitan- do su explotación laboral o sexual. Hay que apoyar el desarrollo humano integral de las personas migrantes y refugiadas. Debemos trabajar para que participen plena- mente en la vida de la sociedad es- pañola en una dinámica de enrique- cimiento mutuo y de colaboración fecunda. Necesitamos un pacto mun- dial para abordar el refugio y otro para una migración segura, ordenada y regulada. En este sen- tido, la Sección de Migrantes y Refu- giados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha fijado veinte puntos de acción para responder a los retos planteados a estas personas. Es urgente acoger, abrir nuevos canales humanita- rios seguros y legales. La decisión de migrar debería ser voluntaria. La mi- gración misma debería ser segura, legal y ordenada. Es esencial proteger, garanti- zar los derechos y la dignidad de las personas obligadas a despla- zarse. Necesitamos un enfoque inte- gral e integrado, que sitúe al ser humano en el centro, que contem- ple todas sus dimensiones, con ple- no respeto de su dignidad y de sus derechos. Debemos promover el desa- rrollo humano integral de perso- nas migrantes y refugiadas. En con- sonancia con los Objetivos de Desa- rrollo Sostenible de 2030 la comuni- dad internacional deberá tenerlos en cuenta en sus planes. Y, por último, es preciso inte- grar, enriquecer a las comunida- des mediante una mayor partici- pación de personas migrantes y re- fugiadas. Su presencia constituye una oportunidad para crear una nueva comprensión y ampliar hori- zontes. FCO. JAVIER ALONSO RODRÍGUEZ Vicepresidente, CG Justicia y Paz MIGRANTES Y REFUGIADOS: HOMBRES Y MUJERES EN BUSCA DE PAZ Nº 44 QUINTA ETAPA 2018

MIGRANTES Y REFUGIADOS: Nº 36 QUINTA ETAPA HOMBRES Y ...n 44.pdf · la Paz del 1 de enero de 2018 ha puesto en el centro, una vez más, a ... con él llegaron a nuestras costas decenas

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Nº 36 QUINTA ETAPA 2015

El Mensaje del papa Francis-co para la Jornada Mundial por la Paz del 1 de enero de 2018 ha puesto en el centro, una vez más, a las personas migrantes y refugiadas. Coincidiendo con él llegaron a nuestras costas decenas de per-sonas de origen subsahariano que tuvieron que pasar la noche a la intemperie por las calles de Madrid, cuando las temperaturas no llegaban a los cero grados. Gracias a diferentes iniciativas de colectivos sociales y al apoyo, la acogida y al trabajo realizado por la Iglesia, estas personas han podido encontrar un techo. Ha sido muy grave la pasivi-dad de las Administraciones. Aún siendo cierto que faltan medios públicos para atender estas emer-gencias, no lo es menos que existen recursos disponibles que no se han habilitado. El gesto de la ciudadanía de dar un paso al frente y abrir sus hogares ha conseguido sacar los co-lores a quienes tienen la responsabi-lidad en materia de refugio y acogi-da dentro de las Administraciones. Y no solo ha sido grave la inac-ción ante la emergencia, sino tam-bién la actitud de nuestro gobierno y del resto de gobiernos europeos que han incumplido los compromi-sos de acogida asumidos hace dos años. En el caso de España el incumplimiento escandaliza, ya que se ha llegado únicamente a una décima parte del acuerdo. Además, en estos dos años, a la vez que mirábamos al este con la esperanza de acoger a las personas refugiadas, han llegado de otros lugares, de África y de América Latina, huyendo del hambre y de la persecución política. A esto hay que añadir el incremento del número de personas venezolanas, hondureñas y salvadoreñas que vue-lan hacia España. Es lamentable que nuestro país siga sin atender la oferta de un corredor humanitario. En

otros países europeos como Italia, Francia y Bélgica ya se permite el acceso y la atención a personas con un alto nivel de vulnerabilidad, en-fermas, ancianas, menores y con dis-capacidades severas. Un reciente estudio de Comi-llas, Deusto y el Servicio Jesuita a Migrantes España ha puesto de relie-ve la necesidad de mejorar el sis-tema de acogida de personas refu-giadas para que sea posible la efecti-va integración de las que lo solicitan y son beneficiarias de protección internacional en España. Hay que celebrar la actitud y la iniciativa del Defensor del Pueblo. Es imprescindible apoyar su labor a través de la denuncia de las viola-ciones de derechos de las perso-nas solicitantes de protección internacional. No cabe duda de que urge aco-ger, proteger, promover e inte-grar a personas inmigrantes y refugiadas. Se deben activar los corredores humanitarios, ampliar las posibilidades de entrada legal y re-formar el Reglamento de Dublín pa-ra facilitar el tránsito por Europa de las personas refugiadas. España debe elevar el listón de los derechos económicos y sociales de todas las personas (autóctonas, migrantes y refugiadas) para evitar agravios comparativos. Es urgente ratificar la Carta Social Europea y sus protocolos adicionales. Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) no son la res-puesta humana, justa y adecuada a la crisis de los desplazamientos for-zosos. No se puede expulsar a per-sonas desplazadas e inmigrantes a lugares donde les espera la per-secución y la violencia. Es nece-sario el equilibrio entre la preocupa-ción por la seguridad y la garantía de todos los derechos humanos. Es un imperativo ético garanti-zar la dignidad inviolable de quie-nes buscan asilo y seguridad, evitan-do su explotación laboral o sexual.

Hay que apoyar el desarrollo humano integral de las personas migrantes y refugiadas. Debemos trabajar para que participen plena-mente en la vida de la sociedad es-pañola en una dinámica de enrique-cimiento mutuo y de colaboración fecunda. Necesitamos un pacto mun-dial para abordar el refugio y otro para una migración segura, ordenada y regulada. En este sen-tido, la Sección de Migrantes y Refu-giados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha fijado veinte puntos de acción para responder a los retos planteados a estas personas. Es urgente acoger, abrir nuevos canales humanita-rios seguros y legales. La decisión de migrar debería ser voluntaria. La mi-gración misma debería ser segura, legal y ordenada. Es esencial proteger, garanti-zar los derechos y la dignidad de las personas obligadas a despla-zarse. Necesitamos un enfoque inte-gral e integrado, que sitúe al ser humano en el centro, que contem-ple todas sus dimensiones, con ple-no respeto de su dignidad y de sus derechos. Debemos promover el desa-rrollo humano integral de perso-nas migrantes y refugiadas. En con-sonancia con los Objetivos de Desa-rrollo Sostenible de 2030 la comuni-dad internacional deberá tenerlos en cuenta en sus planes. Y, por último, es preciso inte-grar, enriquecer a las comunida-des mediante una mayor partici-pación de personas migrantes y re-fugiadas. Su presencia constituye una oportunidad para crear una nueva comprensión y ampliar hori-zontes.

FCO. JAVIER ALONSO RODRÍGUEZ

Vicepresidente, CG Justicia y Paz

MIGRANTES Y REFUGIADOS: HOMBRES Y MUJERES EN BUSCA DE PAZ

Nº 44 QUINTA ETAPA 2018

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La trata de personas se define co-mo la captación, el traslado, el transporte, la acogida o la recep-ción de una persona utilizando la violencia, amenazas, engaño, rapto, el abuso de poder o abuso de la situación de vulnerabilidad u otros elementos de coacción con el fin de someterla a explotación y lucrarse con su actividad.

Los propósitos pueden abarcar distintos ámbitos: laboral, a través de trabajos forzados y servidumbre doméstica; de explotación sexual; de mendicidad infantil o extracción de órganos.

El objetivo de explotación consti-tuye una grave violación de los Derechos Humanos, por lo que se convierte en uno de los delitos más vergonzosos que existen en pleno siglo XXI porque priva de su dignidad a millones de personas. La explotación de los seres huma-nos puede ser muy lucrativa para los grupos delictivos organizados.

La Organización Internacio-nal del Trabajo calcula que casi 21 millones de personas en el mundo son víctimas del trabajo forzoso. En esa cifra se incluye a las víctimas de trata para la explota-ción laboral y sexual. Se desconoce cuántas de ellas han sido objeto de trata, pero la cifra expresa que hay millones de víctimas en el mundo.

Talitha Kum es la red mundial comprometida contra la trata de personas, que está formada por di-ferentes entidades de la Iglesia católica del ámbito internacio-nal. Sus datos estiman que en Eu-ropa hay unas 70.000 nuevas vícti-mas, que el 80% de ellas lo son con fines de explotación sexual y que cuatro millones de mujeres y niñas son vendidas y compradas en el mundo.

LA TRATA DE PERSONAS EN

ESPAÑA Según el informe oficial de 2016

[Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)], España es un país de destino, origen y tránsito de perso-

nas sometidas al trabajo forzoso y al tráfico sexual. Mujeres de Euro-pa oriental (Rumanía y Bulga-ria), Sudamérica (Paraguay, Bra-sil, Colombia y Ecuador), China y Nigeria son sometidas al tráfico sexual en España. Hombres y mujeres de Asia, sobre todo de China, son sometidos al trabajo forzoso en los sectores textil, agrí-cola, de la construcción, industrial y servicios. Las víctimas son capta-das con falsas promesas de trabajo y, a su llegada a España, forzadas a la prostitución y a la esclavitud por la deuda contraída. Los traficantes atraen también a algunas víctimas de España y del resto de la UE.

La prostitución está permitida en España con algunas condicio-nes. Sin embargo las ONG, que tra-bajan con la población que la ejer-cen, han constatado que un alto porcentaje de las personas de-dicadas a ella, son víctimas de trata y se encuentran bajo el con-trol de redes de trata nigerianas, rumanas y españolas que operan desde las principales ciudades de nuestro país.

Cada vez más, las víctimas son

sometidas a trata por personas y pequeños grupos de traficantes, a menudo en casas o apartamen-tos en los que la detección y la in-vestigación son más difíciles. Además, menores inmigrantes no acompañados continúan sien-do vulnerables al tráfico sexual y a la mendicidad forzosa.

CONTRA LA TRATA DE PER-

SONAS DESDE LA IGLESIA El Papa, el 12 de diciembre de

2013, en la reunión con los embaja-dores del Vaticano, les mostró su preocupación por este tema y les dijo: “La trata de seres humanos es una vergüenza y un crimen contra la humanidad”. “Exhorto a la comunidad internacional para que llegue a un mayor acuerdo y eficacia en la estrategia contra la trata de personas en todas las par-tes del mundo, para que nunca los

hombres y mujeres sean utilizados como un medio, sino que sean siempre respetados en su dignidad inviolable”. Y comparte su esperan-za: “Juntos podemos y debemos comprometernos para que las vícti-mas sean liberadas de esta esclavi-tud, poniendo fin a este horrible comercio mundial”.

Desde 2014 convocó cada 8 de febrero, la Jornada Mundial de oración y reflexión contra la trata de personas. Eligió el día en el que se recuerda la memoria de Santa Josefina Bakhita, la religiosa sudanesa que padeció durante su vida los sufrimientos de la esclavi-tud. En 2018 el tema propuesto pa-ra la Jornada nos situó en los flujos migratorios: “Emigrar sin trata. Sí a la libertad, no a la esclavi-tud”, relacionado con el Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz.

En España, la Jornada la pro-mueve el grupo eclesial contra la Trata de personas, que se formó hace unos ocho años y va incorporando progresivamente a entidades y congregaciones religio-sas comprometidas en el trabajo con las víctimas. El pasado 10 de febrero celebramos en la parroquia de la Crucifixión del Señor de Ma-drid una Vigilia de oración, que se va realizando en otras diócesis. Con ello percibimos un aumento de conciencia y de compromiso a fa-vor de las víctimas y contra la trata de personas.

Estamos invitados a acompa-ñar con la oración, la sensibili-zación y con nuestros esfuer-zos, el proyecto de las Naciones Unidas para adoptar Dos pactos Globales sobre migración y re-fugio. Por medio de ellos, los go-biernos de los países subrayan este tema en su agenda política pero depende de toda la sociedad que el compromiso no se quede solo en el papel, sino que vaya facilitando un cambio radical de las políticas y comportamientos.

CARMEN LUISA GONZÁLEZ

Consejera, CG Justicia y Paz

LA TRATA DE PERSONAS,

UNA VERGÜENZA

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Del 9 al 11 de febrero se ce-

lebró en Belfast la reunión anual de Secretarios/as Generales. Allí se escucharon las opiniones de historiadores, un ministro pre-bisterano, políticos, religiosos y religiosas y el obispo de la dióce-sis.

En esta reunión se explicó la

historia de Irlanda del Norte desde tiempos remotos hasta la actualidad, con una atención es-pecial a los acontecimientos de las últimas décadas, los acuerdos del Viernes Santo y el proceso de paz y reconciliación llevado a cabo. Los acuerdos de paz mostraron la dis-ponibilidad de la república de Ir-landa y de Gran Bretaña a perma-necer en la Unión Europea. Con el Brexit se corre el peligro de que aparezca una frontera “dura” entre Irlanda del Norte y la del Sur lo que sería malo para la su economía y sobre todo para la es-tabilidad política con la posible vuelta a la violencia.

Otros puntos tratados en Bel-

fast fueron la adopción de una de-claración sobre la situación críti-ca en el norte de Siria en la que se afirma que la acción militar tur-ca en esa zona es contraria al Dere-cho Internacional y se pide por tanto un alto el fuego inmediato, el establecimiento de una zona de exclusión aérea, el establecimien-to de corredores humanitarios pa-ra provisión de medicinas, conver-saciones para una salida negocia-da de la guerra y la autorización a permitir la presencia de observa-dores internacionales.

Dentro de la parte organizati-

va se decidió colaborar con el Movimiento Católico Mundial por el Clima y de ampliar las relaciones ecuménicas. Se habló sobre el establecimiento de un plan de acción cuatrienal basado en cuestiones medioam-bientales.

Con vista a las elecciones eu-ropeas de 2019, Justicia y Paz de Europa centrará sus actividades en cuatro áreas prioritarias: exporta-ción de armas por parte de los estados miembros de la Unión Eu-ropea, el respeto a los Derechos Humanos por parte de las em-presas multinacionales, las condiciones de trabajo en la UE y la reducción en el desper-dicio de alimentos.

Por último se examinó el bo-

rrador de la próxima Asamblea general que tendrá lugar en Bar-celona durante los días 28 de septiembre y 1 de octubre. En esta ocasión el tema que se de-sarrollará será el del agua.

ISABEL CUENCA ANAYA

Secretaría Gral. CG Justicia y Paz

La democracia se encuentra en continua evolución y las Comisiones de Justicia y Paz de Europa están pendientes de su tendencia para fortalecer el compromiso democrático de la ciudadanía. A primera vista aprecian una disminución en la participación efectiva, una creciente agresividad en el estilo, un des-encanto general con el sistema político y un número mayor de votos anti-sistema. En un nivel más profun-do de análisis, advierten algunas razones como pérdida de relevancia de las organizaciones intermedias y de los partidos políticos, desconfianza como primera reacción hacia la clase política, giro al individualismo y a la despolitización en los temas debatidos, debido a la importancia cada vez mayor de las personas exper-tas.

La Iglesia valora la democracia como sistema. Una auténtica democracia no es solo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino que es el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspi-ran los procedimientos democráticos: la dignidad de toda persona humana, el respeto de sus dere-chos, la asunción del «bien común» como fin y criterio regulador de la vida política (Compendio DSI, 407). En su discurso ante el Parlamento Europeo en noviembre de 2014, el papa Francisco advierte que "mantener vivas las democracias es un desafío en el momento histórico actual".

Los principios de libertad e igualdad (de participación) eran pilares de la democracia en la civilización griega clásica. Esta pareja fue completada con el principio de la virtud, que representa la apertura a los de-más y sus preocupaciones. Significa amabilidad firme, empatía determinada o un espíritu de bene-volencia mutua. La pérdida de la humildad, entendida como esta virtud, su constante desaparición de la vida pública, puede explicar parte de los desafíos que enfrentan las democracias europeas. Para rein-troducirla Justicia y Paz Europa hace algunas consideraciones sobre la participación democrática:

1. Es una responsabilidad para toda la ciudadanía que debe contar con la educación en el conoci-

miento de nuestras instituciones democráticas en todos los niveles de toma de decisión. Los partidos políticos seguirían códigos de conducta exigibles a sus candidatos/as: proponer soluciones comprensi-bles por múltiples canales; soluciones para quienes pasan necesidad y que busquen proteger nuestro planeta, local y globalmente; evitar el lenguaje ofensivo, la corrupción política; fomentar la transpa-rencia en todo el proceso electoral, etc.

2. Es una forma de vida, más allá del voto, que se extiende en las asociaciones y en la política local ante decisiones de consenso. Las Comisiones de Justicia y Paz de Europa insistirán a través del diálogo en el compromiso hacia la vida democrática y, en línea con la Doctrina social de la Iglesia, recordarán la opción preferencial por las personas más pobres y vulnerables y por promover estructuras justas.

De la Acción Concertada 2018 JP Europa Secretaría Técnica, CG Justicia y Paz

Irlanda del Norte acoge la reunión de Secreta-rios/as Generales de Justicia y Paz de Europa

Democracia, patrimonio europeo para el bien común

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Comisión General Justicia y Paz de España Rafael de Riego, 16, 3º dcha. - 28045 Madrid

Tel. (+34) 91 506 18 28 [email protected] www.juspax-es.org

IBAN ES73 1491 0001 2110 3434 7912 Depósito legal: M-24725-1987

La Comisión General de Justicia y Paz forma parte de

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La Plataforma DESC España, de la que somos par-te, ha elaborado de forma participativa, su informe alternativo sobre el cumplimiento de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales en este país desde 2012 a 2016. Estos Derechos garantizan las condiciones sociales y económicas básicas para llevar una vida digna y se recogen en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) que Es-paña firmó en 1977. Al firmarlo se adquieren impor-tantes compromisos con el fin de que los DESC no se conviertan en papel mojado. Uno de ellos consiste en pasar un examen cada 5 años. Y nos ha llegado el turno, el 21 y 22 de marzo, en Ginebra, España rendirá cuentas del estado de estos derechos ante el Comité DESC. El Comité hará memoria, revisará sus recomendaciones, además de estudiar los diferentes informes presentados por el Gobierno y la socie-dad civil. En nuestro informe exponemos que des-de 2010, España ha sufrido un grave retroceso de los derechos humanos. Las políticas económicas y socia-les, los cambios legislativos y la inacción de los po-deres públicos en otros casos, lejos de garantizar estos derechos de la ciudadanía, han generado inequidad, discriminación y desprotección.

Desarme nuclear

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Durante marzo y abril, la Campaña aborda el último punto del decálogo verde, que resume la encíclica Laudato si’. Desde él se nos invita a su-perar «el prototipo tecnocrático como colo-nizador dominante de las mentes, de los comportamientos y de la cultura». La cultura ecológica no puede reducirse a una serie de respuestas a corto plazo a los problemas que surgen en relación con la degradación me-dioambiental, el agotamiento de los recursos naturales o la contaminación global. Debe ser la suma de una mirada diferente, un pensamiento, una política, un programa educativo y una espi-ritualidad que aborden un estilo de vida más austero y coherente frente al consumo ilimitado y al avance del paradigma tecnocrático. Es urgente ampliar el foco y orientar la técnica al servicio de otro tipo de progreso, más sos-tenible e integral. La liberación de la tecnocra-cia es posible cuando, por ejemplo, la técnica se orienta principalmente a resolver los problemas concretos de las personas más necesitadas, con el compromiso de ayudarlas a vivir con más digni-dad y menos sufrimiento, pues no solo hay que educar sobre el cuidado del medio ambiente,

sino también en vivir el respeto mutuo dentro del entorno.

El armamento nuclear como amenaza para toda la humanidad vuelve a estar de máxima actualidad en la agenda política a nivel mundial. El viernes 7 de julio de 2017, Naciones Unidas aprobó el “Tratado de Prohibición de Armas Nucleares”, y la Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, una agrupa-ción de 486 organizaciones en 101 países) recibió el pasa-do 10 de diciembre el Premio Nobel de la Paz. La Comi-sión General apoyó estas iniciativas creando un grupo de trabajo sobre Desarme Nuclear, y sus miembros partici-paron en la Conferencia internacional “Perspectivas por un mundo libre de armas nuclea-res y por el desarrollo integral”, que se celebró el 10 y 11 de noviembre en el Vaticano, organizada por el Dicas-terio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Esta Conferencia reunió a líderes religiosos y represen-tantes de la sociedad civil de todo el mundo. Su objetivo principal era explorar las relaciones entre desarrollo, de-sarme y paz, bajo la idea de que “todo está conectado”, tan insistentemente repetida por el papa Francisco. Los más de 300 participantes han tenido la oportunidad de esta-blecer contactos y proponer acciones conjuntas. Entre ellas, se espera conseguir que 50 países ratifiquen lo antes posible el Tratado para que pueda entrar en vigor, así como promover la concienciación sobre el riesgo huma-nitario que suponen las armas nucleares y sobre la inca-pacidad de la disuasión nuclear para garantizar un futu-ro en paz.

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España se examina de los DESC Esta comisión, la primera creada en España, fue constituida el 29 de febrero de 1968 por el obispo de Barcelona, Mons. Marcelo González. Por ello, el 24 de febrero lo celebramos con una fiesta entrañable. Fue un día muy emotivo, asis-tieron más de 200 personas entre comisiones de Cataluña y Baleares, antiguos compañeras y compañeros, autoridades, y entidades e institu-ciones con las que compartimos y trabajamos. En primer lugar dimos gracias con una eucaris-tía en Santa Tecla, presidida por el obispo auxi-liar de Barcelona, Mons. Sergi Gordo. A conti-nuación, escuchamos algunas palabras de me-moria y agradecimiento de personas significati-vas: nuestro presidente, Eudald Vendrell; Arca-di Oliveres; Tica Font; el obispo auxiliar de Bar-celona y la alcaldesa, Ada Colau. Terminamos con un almuerzo popular. Los actos continuarán con una exposición iti-nerante sobre la historia de Justicia y Paz de Barcelona, que se inaugurará el próximo 5 de abril concluyendo durante la Asamblea de Justicia y Paz de Europa, que tendrá lugar en Barcelona, del 28 de septiembre al 1 de octubre de 2018, en la celebración del 50º aniversario de la Comisión General de Justicia y Paz.