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Notas sobre la New Age (I de V) Los caminos hindúes de la falsa espiritualidad Infokrisis.- En 1996 realizamos una serie de entrevisas y artículos para una conocida
revista mensual. Con todo ese material pensamos en estructurar un libro sobre la New Age.
Sin embargo, cuando estuvo reunido todo el material vimos que se trataba de un fenómeno
de escaso calado y olvidamos esos apuntes en un cajón. Ahora damos salida a una parte de
ellos en cinco entregas.
Vamos a hablar de cierto hinduismo problemático, por lo tanto, hemos considerado que la
mejor introducción era una vídeo sobre la vida de un santo hinduista del siglo XX, Ramana
Maharsi, cuya obra constrasta con la de otros gurús que son verdadera mercancía averiada.
Desde antes de la irrupción de la "New Age". los gurús de importación ya se habían
convertido en algo extremadamente frecuente. La saga de los gurús llegados a Occidente se
inicia con nombres como Ramakhrisna, Vivekabanda, Aurobindo... fueron los primeros -y
los más auténticos- de una larga serie de gurúes cuya influencia no se ha limitado al ámbito
hindú y que a partir de los años sesenta invadieron Occidente a partir de California.
Hoy, venir de Oriente ataviado exóticamente no supone una garantía de verdadera
espiritualidad. Incluso en los ashrams asentados en territorio hindú abundan todo tipo de
desaprensivos. El gran santo hindú del siglo XX fue Ramana Maharsi; su vida deja
traslucir las pautas por las que discurre la verdadera espiritualidad hindú. Sobre otros
linajes, en cambio, planean serias dudas sobre su autenticidad y eficacia. En las páginas
que siguen hemos intentado reflejar lo esencial de unos y otros.
RAMANA MAHARSI: EL SANTO DE ARUNACHALA
Vale la pena hablar de Ramana Maharsi por su santidad y como ejemplo del camino
seguido por un hombre que, sin ser completamente fiel en la letra a los libros sagrados
de la Tradición Hindú, supo encarnar perfectamente su espíritu y encarnarlo como nadie
en este maltrecho siglo.
Maharsi fue un gran hombre; un hombre sabio. Tenía dieciséis años y oyó en labios
de un anciano el nombre de Arunachala, una montaña sagrada de la India. Poco después
sufrió una experiencia de proximidad a la muerte que transformó su vida. A partir de ahí
1
supo que iba interesarle por el resto de sus días: aquello que sobrevivía a la muerte, el
espíritu. Y buscándolo partió por los caminos de la India.
Paul Brunton, uno de sus seguidores y compiladores de alocuciones y escritos, le
preguntó sobre el futuro del mundo en los momentos dramáticos de la Segunda Guerra
Mundial: "¿Y por qué te preocupas por el futuro? Ni siquiera conoces el presente. Cuida
del presente y el futuro cuidará de sí mismo". Brunton, que se debatía entre lo más
confuso del ocultismo y la auténtica tradición brahamánica, le contestó otra pregunta que
reflejaba sus desgarrones internos: "¿Acaso el mundo penetrará dentro de poco en una
nueva era de amistad y ayuda mutua o se hundirá en el caos?". Zapatero a tus zapatos,
le vino a contestar Maharsi, eso sí con mucha más prosopopeya: "Hay Uno que gobierna
el mundo y es Su misión cuidar del mundo. El que ha dado vida al mundo cuidará de él,
ahora y en el futuro. El carga con el peso del mundo, no tú". Brunton que hasta esa fecha
había dado tumbos por el mundo a la búsqueda de emociones fuertes se sintió cautivado
finalmente por la sencillez y profundidad de aquel que fue uno de los últimos grandes
maestros espirituales del siglo XX.
En 1930 Brunton, después de practicar ocultismo y espiritismo, se encerró en la
cámara real de la pirámide de Gizéh. La soledad del lugar hubiera aterrorizado a
cualquiera, pero Brunton logró controlar sus emociones, se proyectó fuera del cuerpo y
sintió como si una luz inundase la estancia. Escribió "Egipto Secreto", "La India Secreta",
"El Sendero Secreto" y así hasta veintitantos libros. Volvió como discípulo de Ramana
Maharsi.
Volvamos a Maharsi. En cuanto pudo se instaló en las laderas del Arunachala y allí
abrió su "ashram" (centro de enseñanza, vida y práctica del hinduismo). No quiso tener
discípulos, ni se creyó autorizado a compilar una doctrina propia; se diría que, para este
hombre sabio, el yo no existía. En virtud de eso ha sido considerado como el gran Santo
de la India contemporánea. En 1950 un proceso infeccioso se le extendió por el brazo,
falleció. Los médicos hubieran podido salvarle la vida, pero prefirió irse sonriendo. El no
se consideraba nadie como para interferir los designios de Dios.
Su doctrina es muy simple. Cada uno es su propio gurú. No había inventado nada,
ya en el frontis de Delfos estaba escrito aquello de "Conócete a ti mismo" y "Nada de
más", síntesis de la sabiduría de todos los tiempos que Maharsi, naturalmente, compartía.
Khrisnamurti -que ya había empezado a volar fuera de la tutela de la Sociedad
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Teosófica- había dicho, poco más o menos, lo mismo en público, pero sus críticos le
reprochaban que, en privado, vivía otra realidad. En el caso del Hombre Santo de
Arunachala era justo al contrario. Se expresaba con una lúcida sencillez: "El gurú es
aquel que siempre, en todo momento, mora en la profundidad del Yo. Jamás ve una
diferencia entre él y los demás y está completamente libre de falsas nociones de
distinción, esto es, que él es el Iluminado o el Liberado en tanto que los otros en torno a
él están atados o sumidos en la oscuridad de la ignorancia. Su firmeza o dominio de sí
mismo no puede ser conmovida en ninguna circunstancia y jamás se siente alterado y
confundido".
Treinta años en las faldas del Arunachala fueron suficientes para que simplificara
las vías de acceso a la trascendencia y de identificación del Yo con los Absoluto. Huía de
las proezas gimnásticas de los grandes yoguis, solo aceptaba como necesario su dominio
de la respiración; como los viejos maestros Zen, creía en la conveniencia de plantearse
continuamente la pregunta capital "¿quien soy yo?" para alcanzar la iluminación y
pensaba, al igual que el Zen, que era posible vivir la trascendencia realizando cualquier
labor. Personalizaba las vías, consideraba que cada persona era un mundo aparte y debía
tener su propia vía; jamás atacó la Tradición, fue en todo momento respetuoso con ella,
pero procuró adaptarla a cada uno de los que acudieron a su ashram y a ese mundo
decadente que ya no era el del tiempo en que se redactaron los Vedas.
El hinduismo ortodoxo de Maharsi es, exteriormente, heterodoxo. Sri Aurobindo no
comprendió bien el mensaje de Arunachala y criticó que Maharsi le hubiera dicho que
jamás había tenido un gurú. Por su parte, Aurobindo se situaba en la heterodoxia
hinduista, en una relación parecida al protestantismo en relación al catolicismo.
DEL "BRAHMA SAMAJ" AL "ARYAN SAMAH": SARASWATI
En 1828 Ram Mohan Roy fundó el "Brahma Samaj", un movimiento "oportunista"
que quería servir como puente entre Europa y la India. Sus ideales eran universalistas,
pronto abandonaron la observancia de los Vedas para estudiar todas las religiones,
otorgando a cada una de ellas validez relativa; este fue uno de los primeros sincretismos
de la historia moderna e inspiró en buena medida el esfuerzo de la Blavatsky cuarenta
años después. Las concepciones religiosas del "Bramah Samaj" fueron fundamentalmente
teórico-moralistas, no existía práctica religiosa, ni técnicas de ascesis. Negaban las castas
y buscaban la modernización de la India y su europeización.
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En 1830 Ram Moham viajó a Inglaterra a predicar la nueva fe. Moriría poco
después cuando el movimiento ya había entrado en decadencia. A mediados del siglo
pasado algunos intelectuales que lograron sacarlo de su atonía. Fue entonces cuando se
reveló Debendranath Tagore, padre del gran poeta hindú, que puede ser considerado
como el reorganizador del movimiento con el nombre de "Adi Brahma Samaj" que cada
vez tuvo un carácter más marcadamente pro-occidental y progresista; solían destacar las
similitudes entre cierta forma del hinduismo y cierto cristianismo protestante y anglo-
sajón. Esto era demasiado para la sociedad hinduista del siglo XIX y tanta audacia costó
el desmantelamiento casi total del movimiento y la formación de una entidad más
moderada, el "Sadharana Brahma Samaj". Romain Rolland dijo de ellos que "estaban
demasiado separadas de las capas profundas del alma de su pueblo".
Observados y rectificados los errores, Swami Dayananda Saraswati, constituyó la
"Comunidad de los Arios" o "Ariah Samaj" en 1875. La intención consistía en cerrar el
paso al progreso de cristianos e islamitas y recuperar la idea de que la India era un país
llamado a realizar una misión cósmica de guía del mundo. Dayananda Saraswati fue
considerado como "el lutero de la India"; cinco años después de la fundación del
movimiento contaba con varios cientos de miles de seguidores en el norte de la India.
Por esas fechas los teósofos ya habían hecho su aparición en Adyar. Dado que el
hinduismo ortodoxo apenas casaba con sus planteamientos, los teosofistas buscaron
estrechar lazos con todos estos grupos disidentes del brahamanismo. En 1877 la
Blavatsky pretendía fraguar una "alianza ofensiva" con el "Ariha Samaj" en la cual la
Sociedad Teosófica fuera considerada como una sección del movimiento indio.
La Blavatsky consideraba que el "Brahma Samaj" como "iniciador del colosal
trabajo de purificar a las religiones hindúes de las escorias que le han infundido siglos de
intrigas de sacerdotes". El coronel Olcott, otro de los líderes teosofistas, definió a
Saraswati como "Uno de los más nobles Hermanos vivientes" y pronto le presentó a la
Blavatsky hasta 1882 cuando la alianza se rompió dramáticamente; Saraswati tachó a la
Blavatsky de farsante y declaró que "nada sabía de la ciencia oculta de los antiguos
Yogas, y que sus, mal llamados por ella, "fenómenos" no eran debidos más que al
mesmerismo, a preparaciones hábiles y a una diestra prestidigitación"...
SRI RAMAKRISHNA Y SU LINAJE
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Pero la matriz de estos tres grupos era muy similar. Tras los excesos del "Brahma
Samaj", la politización laica del "Ariha Samaj" y las mistificaciones del teosofismo, las
cosas volvieron un poco más a su curso. Los nombres de Ramakrishna, Vivekananda y
Aurobindo formaron un linaje revitalizador, cuyo impacto en Occidente prosiguió a lo
largo de todo el siglo XX y se manifestó tanto en la contracultura como en el movimiento
"New Age". El "Brahma Samaj" y el "Aria Samaj" habían preparado el alumbramiento de
este linaje espiritual. Y así es, en efecto, coincide el universalismo, a pesar de que se
retorno a los Vedas, el tronco principal coexiste con interpolaciones llegadas del
cristianismo, del budismo y del islamismo.
Ramakrishna nació en 1834. Aurobindo, tributario de su maestro, dijo de él que
"con su nacimiento una Nueva Era comenzó". Se admite unánimemente que alcanzó las
más altas cimas de la espiritualidad. Fue sacerdote de Kalí, diosa de la destrucción,
asumió la castidad como forma de ahorrar y reconducir energía sexual en la búsqueda de
la trascendencia.
Su discípulo más próximo fue Swami Vivekananda, un hombre cuyo aspecto
denotaba energía y vigor, lo contrario que Ramakrishna que sugería interiorización y
sencillez. A los veinte años se integró en el "ashram" de éste. Entre 1886, murió su
maestro, y 1902, cuando Vivekananda se retiró, su tarea fue fundamentalmente pastoral.
Se le considera el primer gurú oriental que viajó a Occidente. Los Estados Unidos fueron
teatro principal de su prédica y allí estableció la "Misión Ramakrishna".
Pero entre maestro y discípulo existieron diferencias notables. En síntesis podemos
decir que el maestro estaba más cerca del hinduismo ortodoxo de lo que lo estuvo su
discípulo. Probablemente por esto Vivekananda aceptó participar en el "Parlamento
Mundial de las Religiones" simultáneo a la Exposición Mundial de Chicago de 1893.
Aquello olía a teosofismo y protestantismo; los católicos se abstuvieron. El evento fue
importante porque constituyó una de las primeras muestras de ecumenismo moderno y
sincretismo tan a gusto de los movimientos de Nueva Era.
René Guenon, cuando escribió al respecto dió la opinión autorizada del hinduismo
ortodoxo sobre Vivekananda: "...desnaturalizó completamente la doctrina hindú del
"Vedanta" con el pretexto de adaptarla a la mentalidad occidental; los tesofistas lo
miraron siempre como uno de sus aliados, llegando a denominarlo: "... uno de sus
Hermanos de la raza primitiva" y "... príncipe entre los hombres". La seudo-religión
5
inventada por Vivekananda obtuvo un cierto éxito en Norteamérica (...) por supuesto no
tiene de "Vedanta" más que el nombre, pues no podría establecerse relación alguna entre
una doctrina puramente metafísica y un moralismo sentimental y consolante que no se
diferencia de las prédicas protestantes sino por el empleo de una terminología algo
especial".
MIRRA ALFASSA Y "AUROVILLE"
A pocas millas de Pondicherri en el Estado de Madrás, al sur de la India, se fue
alzando en los años sesenta y setenta, la comunidad actual se extiende por 20 kilómetros
cuadrados sobre los que viven 811 "aurovillianos". En su mayor parte los colonos
proceden de EE.UU., Francia, Alemania y, por supuesto, la India. La ciudad, cuyo nombre
literalmente quiere decir "Ciudad del Amanecer", está divida en cuatro barrios y un punto
central, el Matrimandir, una esfera en la que se construirá una gran sala de mármol; al
norte de extiende la zona cultural, la industrial hacia el Este, la zona internacional al sur y
la residencial en la parte Norte. Entre cada espacio están ubicados los servicios,
almacenes de manufacturas allí producidas, alimentación y transportes. Su estructura es
en espiral como algunas antiguas ciudades europeas.
El punto de partida de Auroville hay que buscarlo en 1965 cuando algunos
discípulos de Sri Aurobindo, con Mirra Alfassa al frente, empiezan a labrar el proyecto que
luego será asumido por la Junta General de la UNESCO y otros organismos de
cooperación internacional. Iniciado el proyecto el 29 de febrero de 1968, cinco mil
personas, procedentes de 120 países, asistieron a la inauguración de la "Ciudad del
Amanecer".
Sri Aurobindo había nacido en 1872 y fue educado en Inglaterra; estudio en el
King’s College de Cambridge pero redescubrió la cultura hindú en donde participó en los
movimientos reivindicativos para la libertad de la India. Encarcelado, tuvo la experiencia
de lo que Arthur Koestler llamaba "conciencia oceánica" y decidió penetrar en las
ancestrales técnicas de los yoguis. Había leído el "Bhagavad Ghita", la obra que cambió
su vida. En 1910 abordó esta vía en la que persistió hasta el final de sus días
constituyendo otro de los referentes espirituales de la contracultura y, en menor medida,
de la Nueva Era.
Aurobindo propone un "yoga integral", nacido de la fusión de los demás Yogas,
como medio para activar la parte trascendente en cada uno de nosotros. Unos años
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después conoce a la persona con la que compartirá el resto de sus días, Mirra Alfassa,
nacida en París en 1878, de madre egipcia y padre turco, existencialista en su juventud,
muy amiga de Max Theon, un sujeto sorprendente. Theon era el representante en Francia
de la Hermandad Hermética de Luxor; grupo tenido como antecedente de las sociedades
ocultistas de finales del siglo pasado y desde luego la matriz de muchos grupos
posteriores. Sin duda, Max Theon es, con mucho, el más inquietante y desconocido de
todos estos personajes; en 1900, tras la disolución de la H.H.L., fundó el "Movimiento
Cosmista" que curiosamente tuvo el mismo nombre que otro aparecido en Rusia en la
misma época, relacionado con el satanismo.
Esta relación es bastante preocupante y constituye, desde luego, la sombra más
intrigante que se cierne sobre Aurobindo. Su mujer, "Madre", en efecto, llegó a ser una
gran amiga de Theon, quien la introdujo en el mundo del ocultismo y de lo paranormal,
un mundo muy, pero que muy alejado, de la verdadera espiritualidad hindú... pero no tan
alejada de algunas tendencias "newagers" y "acuarianas". Theon murió en 1926, es
imposible establecer hasta qué punto sus ideas influyeron sobre "Madre" y sobre el propio
Aurobindo.
Cuando Aurobindo se retiró en 1926 para dedicarse a la práctica del yoga, "Madre"
fundó el Centro Universitario Internacional y de ella partirá la idea de construir la "Ciudad
de la Luz".
En sus últimos años "Madre" inició investigaciones que estaban más próximas del
ocultismo europeo que de la tradición hindú. Investigó lo que llamaba el "yoga de las
células" que entendía como un proceso alquímico de transformación de la materia y del
espíritu. Sus ideas fueron compiladas por Satprem, su secretario, un francés bohemio
que se hizo cargo de la Fundación Aurobindo y del Instituto de Investigaciones Evolutivas
que fundó en 1977 tras la muerte de "Madre" en 1973. Contaba 95 años.
Precisamente la muerte de "Madre" sumió a Auroville en una profunda crisis y abrió
una larga retahíla de pleitos y procesos que obligaron a intervenir al Parlamento Indio.
Roger Anger, el arquitecto, dimitió, harto de luchas intestinas, incomprensión e
intolerancia en aquel lugar que tenía que ser el paraíso de la Nueva Era. En 1988 el
Parlamento Indio incluyó a Auroville en su "Plan Quinquenal" y redactó la Ley de
Fundación. Shiv Shanker, ministro de Recursos Humanos pronunció una alocución ante la
cámara baja hindú en la que aludió a "Sri Aurobindo y Madre resaltaron la necesidad de
7
expandir el internacionalismo, tal que Oriente y Occidente se relacionen en beneficio
mutuo. Para acelerar este proceso, se creyó necesario establecer un pequeño campo
experimental, donde gentes de diversos puntos del mundo se pudieran reunir y
comprometer en actividades investigativas, culturales, educativas, científicas y de todo
tipo, orientadas hacia la unidad humana". A partir de este evento se redacto una
legislación interna para asegurar la gobernabilidad del lugar. En Auroville no existen
normas sociales; el matrimonio no existe, por ejemplo, tal como había declarado Mirra
Alfassa en 1968. Se gobierna por consenso, no existen órdenes ni reglamentos, tan solo
"recomendaciones" emanadas por la "Asamblea de Residentes"; los apoyos
internacionales son buscados y canalizados por un "Consejo Directivo" del que depende el
Consejo Consultivo Internacional y las relaciones con los grupos internacionales de
apoyo.
* * *
Este linaje hinduista es fundamental para comprender la distorsión existente entre
el hinduismo originario y las fuentes en las que beben los sectores pro-hinduistas de la
New Age. Estos grupos, tienden a considerar, las técnicas hindúes que les han llegado
fragmentariamente, como una forma de psicoterapia y es frecuente que alternen en sus
centros la realización de cursos de yoga con "bioenergética", "rebirthing", "sanación
espiritual", "vivation", etc. que en algunos casos, se sitúan más cerca de las tesis de
Wilhem Reich y en otros del viejo espiritismo, dos líneas que no tienen absolutamente
nada que ver con el hinduismo originario y tradicional.
© Ernesto Milà – Infokrisis – [email protected] – http://infokrisis.blogia.com
Notas sobre la New Age (II de V). Auroville, la ciudad de la nueva era Infokrisis.- Uno de los aspectos de la New Age que más nos interesó fue todo el mito
creado en torno a la ciudad de Auroville, no sólo porque en su arranque estaba la
personalidad de Sri Aurobindo, sino porque su esposa y verdadera impulsora del proyecto
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era amiga íntima de Max Theón, uno de los miembros de la Hermandad Hermética de
Luxos y fundador del Movimiento Cósmico. Auroville se situó en una ambigua encrucijada
en la que se encontraron el hinduismo adulterado y el ocultismo europeo. El vídeo de
introducción muestra los aspectos esenciales del proyecto Auroville.
La ciudad de la nueva era
Auroville. A pocas millas de Pondicherri en el Estado de Madrás, al sur de la India, se fue
alzando en los años sesenta y setenta, la comunidad actual se extiende por 20 kilómetros
cuadrados sobre los que viven 811 "aurovillianos". En su mayor parte los colonos
proceden de EE.UU., Francia, Alemania y, por supuesto, la India. La ciudad, cuyo nombre
literalmente quiere decir "Ciudad del Amanecer", está divida en cuatro barrios y un punto
central, el Matrimandir, una esfera en la que se construirá una gran sala de mármol; al
norte de extiende la zona cultural, la industrial hacia el Este, la zona internacional al sur y
la residencial en la parte Norte. Entre cada espacio están ubicados los servicios,
almacenes de manufacturas allí producidas, alimentación y transportes. Su estructura es
en espiral como algunas antiguas ciudades europeas.
El punto de partida de Auroville hay que buscarlo en 1965 cuando algunos discípulos de
Sri Aurobindo, con Mirra Alfassa al frente, empiezan a labrar el proyecto que luego será
asumido por la Junta General de la UNESCO y otros organismos de cooperación
internacional. Iniciado el proyecto el 29 de febrero de 1968, cinco mil personas,
procedentes de 120 países, asistieron a la inauguració de la "Ciudad del Amanecer".
Sri Aurobindo había nacido en 1872 y fue educado en Inglaterra; estudio en el King's
College de Cambridge pero redescubrió la cultura hindú en donde participó en los
movimientos reivindicativos para la libertad de la India. Encarcelado, tuvo la experiencia
de lo que Arthur Koestler llamaba "conciencia oceánica" y decidió penetrar en las
ancestrales técnicas de los yoguis. Había leido el "Bhagavad Ghita", la obra que cambió
su vida. En 1910 abordó esta vía en la que persisitió hasta el final de sus días
constituyendo otro de los referentes espirituales de la contracultura y, en menor medida,
de la Nueva Era.
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Aurobindo propone un "yoga integral", nacido de la fusión de los demás yogas, como
medio para activar la parte trascendente en cada uno de nosotros. Unos años despues
conoce a la persona con la que compartirá el resto de sus días, Mirra Alfassa, nacida en
París en 1878, de madre egipcia y padre turco, existencialista en su juventud, muy amiga
de Max Theon, un sujeto sorprendente. Theon era el representante en Francia de la
Hermandad Hermética de Luxor; grupo tenido como antecedente de las sociedades
ocultistas de finales del siglo pasado y desde luego la matriz de muchos grupos
posteriores. Sin duda, Max Theon es, con mucho, el más inqueitante y desconocido de
todos estos personajes; en 1900, tras la disolución de la H.H.L., fundó el "Movimiento
Cosmista" que curiosamente tuvo el mismo nombre que otro aparecido en Rusia en la
misma época (véase pág.....).
El emblema de Auroville contrasta también con sus nobles y loables intenciones; la rueda
con cinco radios debe mucho a Max Theon que lo eligió como símbolo de su organización.
Se trata del "Duat" egipcio, símbolo del mundo subterráneo, que, por otra parte, en el
emblema de Auroville está invertido. Olvidaba decir que fue de este mismo símbolo que
los cosmistas rusos extrajeron la estrella roja de cinco puntas en los prolegómenos de la
revolución de octubre. Y ciertamente me sabe mal recordar que la estrella pentagonal
invertida es en Europa símbolo de la brujería y el satanismo. ¿Satánico el pobre
Aurobindo? El no, pero sí que el olor a azufre se percibe con más nitidez en las
proximidades de Max Theon... el maestro ocultista de "Madre".
Esta relación es bastante preocupante y constituye, desde luego, la sombra más
intrigante que se cierne sobre Aurobindo. Su mujer, "Madre", en efecto, llegó a ser una
gran amiga de Theon, quien la introdujo en el mundo del ocultismo y de lo paranormal,
un mundo muy, pero que muy alejado de la verdadera espiritualidad hindú... pero no tan
alejada de algunas tendencias "newagers" y "acuarianas". Theon murió en 1926, es
imposible establecer hasta qué punto sus ideas influyeron sobre "Madre" y sobre el propio
Aurobindo. En realidad las ideas universalistas del cosmismo, ausentes por completo de
la tradición hindú, pueden encontrarse, por el contrario, en el proyecto original de
Auroville.
Cuando Aurobindo se retiró en 1926 para dedicarse a la práctica del yoga, "Madre" fundó
el Centro Universitario Internacional y de ella partirá la idea de construir la "Ciudad de la
Luz".
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En sus últimos años "Madre" inició investigaciones que estaban más próximas del
ocultismo europeo que de la tradición hindú. Investigó lo que llamaba el "yoga de las
células" que entendía como un proceso alquímico de transformación de la materia y del
espíritu. Sus ideas fueron compiladas por Satprem, su secretario, un francés bohemio
que se hizo cargo de la Fundación Aurobindo y del Instituto de Investigaciones Evolutivas
que fundó en 1977 tras la muerte de "Madre" en 1973. Contaba 95 años.
Precisamente la muerte de "Madre" sumió a Auroville en una profunda crisis y abrió una
larga retahila de pleitos y procesos que obligaron a intervenir al Parlamento Indio. Roger
Anger, el arquitecto, dimitió, harto de luchas intestinas, incomprensión e intolerancia en
aquel lugar que tenía que ser el paraiso de la Nueva Era. En 1988 el Parlamento Indio
incluyó a Auroville en su "Plan Quinquenal" y redactó la Ley de Fundación. Shiv Shanker,
ministro de Recursos Humanos pronunció una alocución ante la cámara baja hindú en la
que aludió a "Sri Aurobindo y Madre resaltaron la necesdiad de expandir el
internacionalismo, tal que Oriente y Occidente se relacionen en beneficio mutiuo. Para
acelerar este proceso, se creyó necesario establecer un pequeño campo experimental,
donde gentes de diversos puntos del mundo se pudieran reunir y comprometer en
actividades investigativas, culturales, educativas, científicas y de todo tipo, orientadas
hacia la unidad humana". A partir de este evento se redacto una legislación interna para
asegurar la gobernabilidad del lugar. En Auroville no existen normas sociales; el
matrimonio no existe, por ejemplo, tal como había declarado Mirra Alfassa en 1968. Se
gobierna por consenso, no existen órdenes ni reglamentos, tan solo "recomendaciones"
amanadas por la "Asamblea de Residentes"; los apoyos internacionales son buscados y
canalizados por un "Consejo Directivo" del que depende el Consejo Consultivo
Internacional y las relaciones con los grupos de apoyo que se van formando en todos los
países.
© Ernesto Milà – Infokrisis – [email protected] – http://infokrisis.blogia.com
Notas sobre la New Age (III de V): Freud. Jung, Reich, el tercero de la psique
Infokrisis.- Hace quince años, a medida que fuí comprobando la naturaleza de las
terapias de la Nueva Era, me sorprendió que una parte no desdeñable derivaban del viejo
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psicoanálisis. La parte que Carl Gustav Jung tenía en este movimiento era extraordinaria.
Pero no sólo Jung, sino también Freud y en gran medida incluso Wilhelm Reich. Así pues,
decidí que para estudiar las terapias de la Nueva Era era preciso realizar un viaje a lo
esencial de estos tres psiquiatras. Los apuntes están completados por un vídeo sobre la
vida y la obra -la más problemáica- de Wilhelm Reich.
EL TRIO DE LA PSIQUE: FREUD, REICH, JUNG
Regresemos a los orígenes. Era inevitable que lo hiciéramos, por que las
referencias a Freud y a sus discípulos, van a ser, a partir de ahora, continuos. No son
muy lejanos, apenas un poco más de un siglo, allí en la consulta del doctor Freud.
En otro tiempo incontestable, el psicoanálisis sufre hoy ataques por todos los
frentes. Se duda de su eficacia terapeutica, se cuestionan sus bases e incluso se pone en
entredicho la estabilidad mental de su fundador y de muchos de sus exponentes. Cuando
se ha cumplido un centenario desde los primeros trabajos de Freud, es lícito preguntarse
que queda de la psiquiatría freudiana y de sus continuadores... pero ello implica realizar
una excursión por un terreno resbaladizo en el que frecuentemente se cae en lo
paranormal.
El 2 de junio de 1884 un hombre escribía a su novia: "...si te atreves, veremos
quién es el más fuerte, una dulce chiquilla que no come lo necesario o un hombretón
fogoso que lleva cocaína en el cuerpo". El autor de la carta era Sigmund Freud que a
continuación añadía: "En mi última depresión seria tomé de nuevo la cocaina y una
pequeña dosis me llevó a las alturas de manera prodigiosa"; la frase bien parece un
slogan publicitario del Cartel de Medellín...
Es importante subrayar que este párrafo no tiene nada que ver con el interés
médico-científico de Freud por la cocaina: refleja solo una adicción viciosa. En 1886 el
doctor Erlenmayer, definió a la cocaina como "el tercer azote de la humanidad", despues
del alcohol y la morfina. Cuando Freud experimentaba con cocaina, otros muchos muchos
científicos ya habían dictaminado lo peligroso de esta droga y estudiado sus efectos
nocivos sobre el organismo.
12
La fijación de Freud por la cocaina y su afición a ingerirla es significativa en más
de un aspecto. Hace falta considerar el poder afrodisíaco de esta droga para advertir que
ya, desde su juventud, el factor erótico tenía un peso anómalo en su ecuación personal.
La cocaina efectivamente, no es solo un tonificante muscular, el sector que activa con
más violencia y de manera más compulsiva es la imaginación erótica.
El flujo de sugerencias e imágenes eróticas que invaden el cerebro son el principal
elemento creador de adicción. Y en Freud esto no fue diferente. Sin embargo, Freud
intentó durante unos años edificar una teoría médica, acaso para justificar su adicción,
afirmando contra toda lógica que la cocaina curaba distintos tipos de enfermedades,
desde la morfinomanía, hasta el dolor de estómago, pasando por las enfermedades
cardíacas y las manías depresivas.
Es innegable que Freud, a lo largo de toda su vida, fue un paciente y minucioso
observador de sí mismo: lo que valía para él, aquello que le atraía, tendía a generalizarlo
hasta alcanzar valor para los demás. No es de extrañar que, sobre esta base tan poco
científica, estableciera la sexualidad como nudo de todos los conflictos de la psique.
Probablemente si la cocaina no hubiera estimulado la mentalidad erótica de Freud
como solo esta droga puede hacerlo, el psicoanálisis no hubiera colocado tanto énfasis en
la sexualidad. De ahí que el episodio de la cocaina no sea un mero accidente en el
freudismo, sino la primera piedra sobre la que se edificó luego todo el sistema.
El nacimiento de la terapia psicoanalítica debe también mucho al fracaso de Freud
como hipnotizador. En la última década del siglo XIX, famosos psiquiatras como Charcot
(de quien Freud se decía discípulo y con quien trabajó en la siniestra clínica parisina de la
Salpetriere para enfermos mentales), Bernheim, Liebeault o Breuler, utilizaban la hipnosis
para curar ciertas depresiones y afecciones histéricas. Freud fue uno de ellos.
Aprendió la técnica del propio Charcot, pero hacia 1890 empezó a convercerse de
que jamás sobresaldría como hipnotizador. No es que dudara en aquel momento de la
eficacia de la hipnosis, era que carecía de cualidades de hipnotizador. Se terminó
convenciendo cuando, tras la preparación previa, con el consabido péndulo moviéndose
ante los ojos de una paciente, le ordenó que se durmiera; por fin, sentenció imperioso:
"Ya está dormida". La muchacha, sin inmutarse abrió los ojos: "No, doctor; no me he
dormido".
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Todo esto no se situaba precisamente dentro de las coordenadas positivistas y
científicas que dominaron la evolución del saber entre finales del siglo XIX y principios del
XX. Más parecen propias de un espectáculo de variedades.
El psicoanálisis tuvo mucho más contactos con lo irracional. Wilhem Fliess, amigo
íntimo de Freud, frenólogo, tenía ciertos conocimientos de khabala hebrea, en particular,
estaba obsesionado por la numerología y supo transmitir esta obsesión al propio Freud,
hasta bien entrada la madurez. Este, inducido por Fliess, creyó hasta 1920 que la vida
del hombre se gobernaba por ciclos de 28 días en la mujer y de 23 días en el varón. Las
relaciones hombre-mujer estarían marcadas por las cifras 5 (28 - 23) y 51 (28 + 23).
Es curioso pero todo este delirio de Fliess goza de gran predicamento entre los
fieles de la Nueva Era. De aquí, efectivamente, ha derivado toda la teoría de los
"bioritmos". Fliess colaboró con el doctor Hermann Swoboda quien intuyó la existencia de
estos ciclos de 23 y 28 días que, creían, influenciaba en el terreno de la biología
individual. He conocido algunos oficiales del ejército que calculaban los biuoritmos de sus
soldados para conocer si estaban en disposición biológica de hacer guardias; he conocido
tarotistas que utilizaban el mismo sistema para completar el perfil psicológico de sus
clientes. Y en los ambienttes "new age" se le tiene por infalible; abunda toda una
literatura relacionada con el tema distribuida en los mismos circuitos que cualquier otra
terapia del a Nueva Era. Y sin embargo, los bioritmos, a pesar de ser avalados por
Swoboda y Fliess, y durante un tiempo por el propio Freud, a pesar de su actual
reputación, carece completamente de base científica; es pura y simple superchería. No
queda claro el motivo por el que los biorritmos empiezan a calcularse en el momento del
nacimiento, y no en el momento de la concepción. Esta es la objeción más simple, pero
existen otras igualmente pesadas: por ejemplo, la absoluta ineficacia de las previsiones,
que solo muy difícilmente tienen algo que ver con la realidad. Una gripe no depende del
ritmo físico, sino de una serie de circunstancias muy diversas; de la misma forma que los
lunes el ritmo emocional está más amuermado que los viernes por la tarde. Inútil seguir
por este camino.
- Fliess, como Freud, eran judíos. Como se sabe la khabala (= tradición) es el
compendio de esoterismo hebreo que atribuye gran importancia a la numerología. Cada
letra del alfabeto hebreo tiene un valor numérico y la suma de las letras de una palabra
da una cifra concreta. Esta técnica se llama guematría y goza de gran predicamento en el
ámbito de la Nueva Era. Puede darse el caso de palabras con distinto significado, cuyo
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valor numérico sea el mismo: se dice entonces que ambas palabras contienen conceptos
identificables. Junto a la guematría, el "senderismo" es otra de las aportaciones de la
tradición khabalística en la temática de la Nueva Era. Ya habrá ocasión de insistir en este
tema en otro lugar de este libro, baste decir ahora la khabala floreció en el judaismo
medieval y lo que se encuentra en tandem Fliess-Freud es un eco remoto y cortado de
todo contacto con la tradición hebrea.
Pero hay otro eco, igualmente lejano, del hebraismo en la obra de Freud y que
tiene desembocaduras excepcionalmente vivos en el ambiente de la Nueva Era. Nos
referimos a los sueños. El hebraismo, ya desde los tiempos bíblicos, había hecho de la
interpretación de los sueños una especialidad sacerdotal. Existía toda una codificación de
los distintos tipos de sueños, que se suponía albergaban contenidos premonitorios.
Todas las civilizaciones tradicionales insistieron en el análisis de los sueños: era en
el sueño, cuando el espíritu se liberaba expontáneamente de la cárcel de la materia y
volaba solo. Esta experiencia incondicionada, estaba más allá del espacio y del tiempo,
por tanto, podía ser utilizado con fines paranormales: adivinación, videncia, etc. siempre
dentro de un contexto sagrado: era el sacerdote, quien interpretaba el sueño, no un
profano.
Freud, lo que hace, es abordar el estudio de los sueños desde una perspectiva
laica y pansexual. Los reflejos del sueño, no serán otros que los que deriven de la líbido,
condicionante universal, no tendrán ningún poder premonitorio, sino que serán un reflejo
de los bajos fondos de la psique, que sacarían a la superficie y permitían intuir lo que el
paciente, inconscientemente, se negaba a revelar a su psicoanalista.
El gran mérito de Freud consistió en enunciar, en un momento en el que el
materialismo y el positivismo inhundaban todos los aspectos del universo científico, la
existencia de una región inferior a la conciencia ordinaria pero que influye en ésta, el
"subconsciente" y lo condiciona.
La idea de esta región situada por debajo de la conciencia ordinaria no era de
Freud, si bien la popularizó él. En el remoto pasado védico, los sabios hindúes ya habían
teorizado sobre la diferencia entre "samskara" y "vasana". El mundo clásico greco- latino
aludió a las "oscuras profundidades del reino de Neptuno en donde moran terribles
monstruos", aludiendo al subconsciente o inconsciente. En los relatos graélicos y en las
sagas nórdicas se aludía a la enigmática presencia de espadas rotas que el héroe debe
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unir, haciendo referencia a las dos partes de la conciencia que debe unificar y sacar a la
superficie.
En un período más reciente, desde Gustav le Bon hasta von Hartman aludieron a
un mismo orden de ideas. El propio Franz Messmer, -redescubierto por la nueva Era y
que hizo furor a principios del siglo XIX con su teoría sobre el magnetismo animal y sus
capacidades como hipnotizador- pueden ser considerados como redescubridores de esta
dicotomía entre conciencia ordinaria y subconsciente.
Ahora bien, el concepto freudiano adolece en un aspecto fundamental: Freud
considera solo los aspectos negativos de una componente "infernal" en la mentalidad
humana, en absoluto de una componente "divina". Freud solo se fija en lo que está "por
debajo" de la conciencia ordinaria, nunca en lo que puede estas "por encima" de la
misma.
De la misma forma que la personalidad humana puede sufrir dos tipos de
disolución -en el seno de la masa o disolverse en el curso de una experiencia mística
disolucion "hacia abajo" una y "disolución por arriba", la otra-, también la conciencia
ordinaria puede ser trascendida. El hombre así considerado, desde el punto de vista
freudiano, es un hombre roto, lejos de una integridad totalizadora, amputado de toda
aspiración hacia la trascendencia que es considerada como una neurosis.
El aspecto más extremista de la teoría psicoanalítica es precisamente el percibir en
la sexualidad el origen de toda neurosis, y más específicamente en la sexualidad infantil.
"El niño tiene un deseo innato de tener relación sexual con su madre, pero se siente
amenazado en la ejecución de estos deseos por el padre, que parece tener derechos de
prioridad sobre la madre. El niño desarrolla ansiedades de castración al darse cuenta de
que su hermana no posee un pene, el maravilloso juguete que tanto significa para él y su
miedo agravado le hace rendirse y "reprimir" todos esos deseos inconvenientes, que
viven, como en el famoso Complejo de Edipto, en el subconsciente, promocionando toda
suerte de terribles síntomas en la vida posterior". Tal es el resumen que el profesor
Eysenk hace de la médula de la teoría freudiana.
Solamente la historia de la cultura occidental ha alcanzado un grado tal de
aberración, cuando Lutero definió el alma humana como un burro que no importa si es
montado por Dios o por el Diablo... Cualquier persona de espíritu sano que sienta por sus
padres y hermanos un normal y natural amor desinteresado y puro, puede percibir en las
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teorías de Freud un aroma insano y enfermizo y si escarba un poco más y comprueba la
ausencia absoluta de pruebas científicas que demuestren tales perversiones, no dudará
en atribuir a una mente enferma tales enunciados: de la misma forma que el GULAG
estaba implícito en Marx, la enfermedad mental anidaba en Freud.
El freudismo buscó organizarse en la Asociación Psicoanalítica de Viena, primero y
luego en la Asociación Psicoanalítica Internacional. En ambos casos, estuvo presente un
aroma sectario. La secta del doctor Freud, como cualquier otra secta 1) rendía fidelidad
acrítica al "gurú", 2) se creía detentadora absoluta de la "verdad" ("Estamos en posesión
de la verdad; tanto ahora como hace 15 años". Freud), 3) toda desviación de la verdad
oficial establecida por el "gurú" era castigada con la expulsión y el ostracismo (casos de
Adler, Rank, Jung), 4) la secta tiene sus propias joyas y signos de reconocimiento: una
entalladura griega antigua, en un anillo de oro distribuidos por el propio Freud a los más
fieles, y 5) la secta tiene su "capítulo secreto": compuesto por psiquiatras psicoanalizados
por el propio Freud, quien impuso el carácter secreto de este "comité". ¿Se trataba o no
de una secta?
El profesor Eysenk en su libro "Decadencia y caida del Imperio Freudiano"
recuerda las características del paciente ideal: "Preferentemente debería ser joven, bien
educado, no demasiado seriamente enfermo y razonablemente rico...", aun así no se le
garantiza, ni el tiempo que va a durar el tratamiento, ni si va a dar resultado. Si
finalmente el paciente se cura es por obra del psioanálisis, si persiste en su patología es
que no ha alcanzado a saber explicar en qué consiste su problema. Ahora bien, cuando
en medicina un tratamiento fracasa es que la teoría sobre la que se basa es incorrecta;
Freud insiste en que un tratamiento puede no funcionar -por motivos desconocidos-
aunque la teoría sea correcta. Por el contrario, no duda en descalificar tratamientos
alternativos que tienen éxito en pacientes sobre los que el psicoanálisis ha fracasado, en
tanto que se basan en "teorías erróneas".
Así por ejemplo el psiquiatra freudiano que trate un caso de agrofobia se
preocupará por conocer el origen del mal e interminablemente obligará al paciente a que
se explaye sobre los más nimios recuerdos de su infancia con la esperanza de poder
encontrar una pista que le permita comprender las motivaciones profundas. Aun en el
caso -estadíticamente no muy alto- que consiguiera conocer el origen infantil de la fobia,
no se asegura que la psiquiatría analítica pudiera curarlo. Un psicólogo no freudiano,
conductivista, se limitaría a acompañar al paciente al campo y, por mucho que sea su
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inquietud inicial, le conminará a que siga allí; hasta que el terror a los espacios abiertos
se disipe por sí mismo y el paciente comprueba -a la fuerza- que nada debe temer. El
adiestramiento basado en la educación, es anatemizado por los freudianos. En efecto, es
más simple, menos costoso para el paciente y aporta menos beneficios al terapeuta...
Sin embargo, es cierto que algunos pacientes del psicoanálisis se curan. Esto no
demuestra en absoluto la bondad de la teoría. Generalmente los pacientes acuden a un
psiquiatra cuando ya están muy destrozados por la enfermedad; en ese momento ya
existen pocas posibilidades de que puedan empeorar más. Por otra parte, es cierto que
un porcentaje alto de neurosis se curan por sí mismas despues de hacer crisis, sin ayuda
de nadie. En el resto, entra en juego el llamado efecto placebo.
Y en ocasiones el "nocebo". Obsérvese sino el siguiente relato que tiene como
protagonistas al propio Freud y a una de sus pacientes más famosas "Dora", entresacado
del libro de Janet Malcom "El psioanálisis, profesión imposible": "Freud trató a Dora como
un adversario mortal. La acorraló a gritos, la puso trampas, la empujó hasta los rincones
del estudio, la bombardeó con sus interpretaciones, no le dió cuartel, fue tan intratable, a
su manera, como cualquier miembro del siniestro círculo familiar de la enferma, fue
demasiado lejos y finalmente la echó" (...) "Dora la dijo que había sufrido un ataque de
apendicitis. El Freud lo negó bruscamente y perentoriamente decidió que la apendicitis
había sido, en realidad, una preñez histérica que expresaba sus insconscientes fantasías
sexuales".
Dora era Ida Bauer, apenas tenía 18 años, era inteligente y hermosa, sufría
desmayos, catarros y pérdida ocasional de voz, y otros trastornos. A Freud le importó
poco el cuadro médico de la joven, muy sensible por lo demás, ni siquiera se tomó la
molestia de proceder a un reconocimiento médico clásico. Puede suponerse el trauma que
representó para la muchacha el encontrarse sola, encerrada y sin posibilidad de
abandonar la sala, con un sujeto que la acosaba con obscenidades, gratuitas por lo
demás. A las pocas semanas Dora abandonó el tratamiento en el mismo estado en que
llegó.
No ha sido el único caso. Frecuentemente los psiquiatras inducen en los pacientes
el tipo de respuestas que quieren obtener: los psiquiatras freudianos obtienen de sus
pacientes "sueños freudianos", los psiquiatras "junguianos", obtienen sueños
"junguianos"; los pacientes, poco a poco, a lo largo de los extensos tratamientos, cotejan
las preguntas y los comentarios realizados por sus terapeturas y, en muchos casos,
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suelen dar aquellas respuestas que los psiquiatras esperan obtener de ellos. Solo así
logran evitar el acoso y eludir terrenos que les parecen insoportables. A partir de aquí, a
la dolencia específica del paciente se añade una preocupación suplementaria: el evitar el
asedio del psiquiatra. No es raro que pacientes que han llegado en momentos en los que
se enfermedad remitía, hayan vuelto a recaer en las más profundas depresiones.
Más aun que Freud, Wilhem Reich y Gustav Jung han influido extraordinariamente
en la Nueva Era; de Reich han derivado distintas terapias: CORE-Energética,
bioenergética, rolfing, etc. Incluso los catálogos de objetos de "new age" se han visto
repletos de acumuladores orgónicos, cañones para romper nubes y otras lindezas a
precio de mercado.
Lo terrible es que Wilhem Reich murió completamente loco y todo este material
fue creado precisamente en el momento en que ya empezaba a demostrar desequilibrios
paranoides. No puede extrañar que algunos de sus herederos hayan terminado por
regresar a aquello que siempre ha estado tan cerca del psicoanálisis: el ocultismo; ya
veremos más adelante por qué decimos esto.
A principios de los años setenta se habían publicado algunos libros de Reich en
español, pero ya antes había suscitado el interés en algunos psiquiatras como el doctor
Ramón Sarró, amigo personal de Reich y alumno suyo en la Policlínica de Viena, o Ramón
García, profesor de la Escuela de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona. Pero no fue
sino hasta la primavera de 1978 cuando Carlos Frigola, que había sido alumno de Eva
Reich -hija de Wilhem Reich- en la Tavistock Clinic de Londres, la invitó a dar unas
conferencias y seminarios en las Universidades de Valencia y Barcelona. A raíz de estos
cursos se organizó un encuentro en Figueras (Gerona) en donde, asistiendo la propia Eva
Reich, fue creada la "Fundación Wilhem Reich" que todavía realiza cursos, seminarios y
edición de la "Revista de Ciencias Orgonómicas".
Me han explicado varios y varias veces la esencia del pensamiento reichiano. He
leido varias biografías del controvertido psiquiatra y debo reconocer que, salvando los
escritos que publicó antes de llegar a Estados Unidos y que lo único que hacen es llegar a
las últimas consecuencias de la teoría freudiana sobre la importancia de la sexualidad en
el comportamiento humano, el resto me parece pura locura. Reconozco, eso sí, que su
"Psicología de Masas del Fascismo" es un análisis bastante lúcido de lo que fué el
movimiento nacional-socialista alemán y que superaba con mucho al resto de análisis de
la época en que fue publicado. Pero me veo obligado en parar aquí las alabanzas.
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Creo que es bueno decir que los datos en los que me baso para afirmar que Reich
murió completamente loco los he obtenido de una biografía tan ingenua y favorable como
la escrita por Ilse Ollendorff, esposa de Reich en su período americano. Después de
colaborar durante 12 años ininterrumpidamente con Reich, la Ollendorff reconoce que a
medida que iba pasando el tiempo cada vez enténdía menos de las teorías de su marido.
Es patético cuando explica la fabricación del primer acumulador de energía orgónica -
apenas una caja de cigarros, "con cellotex en la parte exterior y una hoja de acero en el
interior, con respiraderos en la tapa"- y acto seguido explica que Reich se sentía
increiblemente solo, "necesitaba hablar y yo estaba allí para escucharlo, pero no
comprendía las implicaciones de lo que decía ni tampoco las entendía ninguna otra
persona de su alrededor".
Reich escribió a Einstein en 1940; se entrevistó durante 5 horas con él en
Princetown en enero del 41, habló con él sobre la "energía orgónica" e incluso le llevó un
"acumulador". Einstein se comportó gentilmente con él, lo despidió y no quiso volver a
saber nada más del asunto. Reich atribuyó esta repentina indiferencia a "una conspiración
general de inspiración comunista". El caso supuso un grave quebranto moral para Reich
que ya se veía trabajando junto a Einstein y otros cerebros científicos. Estaba harto de
tratar neuróticos, quería abrirse campo en el terreno de las ciencias físicas y encontrar el
nexo de unión entre psique y materia. En 1942 Reich empezó a tratar pacientes de
cáncer con los acumuladores orgónicos y a venderlos. Hay que decir que el acumulador
no era vendido como remedio contra las enfermedades sino como una forma de
fortalecer el cuerpo, y por tanto a hacerlo inmune a las enfermedades y capaz de derrotar
a las que ya estaban en curso. La administración americana prohibió en 1956 la venta de
estos aparatos. La venta apenas había llegado a las 300 unidades.
Probó también un motor de energía orgónica, pero en esa época su manía
persecutoria se había ido ampliando. Uno de sus ayudantes, un muchacho problemático,
desapareció, Reich sostuvo la teoría que el "joven había sido había sido secuestrado por
conspiradores comunistas que querían el secreto de la fuerza motriz en la energía orgón".
El joven nunca apareció, pero la Olendorff sostiene que había sido internado en una
clínica psiquiátrica. En 1950 las cosas no mejoraron; Reich concentró esfuerzos en la
realización de un "rompenubes" o "cloudbuster" que no era otra cosa más que "un
dispositivo de tubos huecos ubicados en una suerte de placa giratoria que podía
manipularse para que apuntara en la dirección deseada. Los tubos estaban conectados
con cables que debían introducirse en la tierra o en una fuente de agua corriente. La
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teoría era que los tubos extraerían la energía orgón de las nubes, y que el agua a su vez
extraería la energía recogida de los tubos y neutralizaría sus efectos". Claro está que las
nubes se rompían, pero es que es preciso ver una nube para saber que es la muestra
más clara de lo impermanente.
Reich en los últimos años de su vida desarrolló toda una teoría sobre los OVNIS; la
mayoría de sus herederos han preferido cubrir un tupido velo sobre la última etapa de
evolución de su pensamiento, especialmente entre 1942 y 1957. De todas formas
existen artículos y rastros que permiten reconstruirlo.
Al llegar a EEUU Reich se radicó en Maine creando la comunidad que llamó
"Orgonon". luego veremos el porqué del nombre. Todo se inició en 1952 cuando algunos
miembros de la comunidad afirmaron haber visto "platillos volantes". Poco a poco fue
obsesionándose con la idea de la presencia de naves extraterrestres que supuestamente
observaban a la comunidad de "Orgonon". El las llamaba "EA" iniciales de las palabras
"Energía" y "Alpha"; sus tripulantes eran llamados CORE, siglas de "Cosmic Orgone
Engineering".
Llegó a obsesionarse con la idea de que algunas estrellas eran, en realidad, naves
extraterrestres situdas sobre la comunidad de "Orgonon" para vigilarla; aprovechó el
"cloudbuster", más adelante denominado "cañón espacial", que disiparía la energía
orgónica negativa -DOR- liberada por las naves extraterretres y causante de las
enfermedades del hombre. Estaba convencido que gracias a este instrumento había
logrado debilitar algunas "luces azules" estacionadas sobre Orgonon.
Por lo demás la presencia de naves extraterrestes en nuestro planeta estaría
dictada por su necesidad de cargarse aquí de energía orgónica positiva (OR) y
desprenderse de la negativa (DOR) en forma de polvo negro que provocaría una lluvia y
la consiguiente nausea, cianosis y malestar general.
En 1956 es condenado a dos años de cárcel por tráfico ilegal de "acumuladores de
energía orgónica" que consideraba el único remedio contra el cáncer... Murió en la
penitenciería de Willisburg el 3 de noviembre de 1957. En la última fase de su vida
Reich había abandonado la práctica psiquiátrica y proyectaba un nuevo culto basado en la
eugenesia y denominado "Hijos del Porvenir"; una parte de sus seguidores renunciaron a
sus extravagantes teorías enunciadas tras su llegada a EE.UU., mientras que otros
asumieron todos los contenidos, incluidos los ufológicos.
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La "teoría orgónica" habla de que una parte del universo está compuesto por
"materia orgónica" que se manifiesta en nosotros en el momento de las relaciones
sexuales. Contra más acumulación de "orgón" haya, más posibilidad tendremos de llevar
una vida equilibrada. De aquí que Reich y discípulos vendieran -y vendan todavía-
"acumuladores" de energía orgónica, cuya comercialización fue causa de las desgracias
de Reich.
Woody Allen satirizó la imagen de Wilhem Reich en la figura del científico loco de
su película "Todo lo que usted quiere saber sobre el sexo y no se atreve a preguntar".
Con Carl Gustav Jung estamos ante otro estilo. Se trata de una persona
irreprimiblemente atraida por el ocultismo -algunos dicen que estuvo incluso
obsesionado- y por lo que en la época se llamaban "fenómenos parapsíquicos" y que
intentó darles una explicación psiquiátrica. Si lo consiguió o si se perdió en su búsqueda,
ya es harina de otro costal. Cuando aun era un adolescente su prima Helene Preiswerk
empezó a ejercer de medium y Jung gustaba de asistir a las sesiones de oui-ja y a hablar
con los muertos. Todo esto le servirá más adelante para componer su estudio
"Fundamentos psicológicos de la creencia en los espíritus", muy ponderado en el que
explica que los fenomenos espiritistas son meras "proyecciones de la mente
inconsciente". Su abuelo, Samuel Preiswerk, catedrático de hebreo, tenía visiones y decía
vivir con dos esposas, una viva y otra muerta; una vez por semana, a falta de poder
hacer otra cosa, se encerraba en una habitación para hablar con la esposa del más allá.
Está demostrado que varios familiares de Jung tenían facultades paranormales. A Helene
le pasó lo que a muchos otros mediums, fue perdiendo sus capacidades psíquicas poco a
poco, hasta que finalmente -según confesó a Jung- terminó simulando sus trances.
A lo largo de toda su vida tuvo experiencias paranormales o contactó con gentes
que las tenían. Cerca de Londres alquiló una casa de campo en la que aparecía el
fantasma de una ancianita, se oían golpes y carreras de animales. Abandonó la casa que,
poco después, fue derruida por invendible. Sus sueños eran extraordinariamente vivos y
sentidos, frecuentemente alucinatorios.Tanta importancia dió a los procesos oníricos que
terminó estableciendo que era posible "soñar" despierto y crear un mundo imaginario con
tal intensidad que podría convertirse en realidad. Aquí está el origen del llamado
"pensamiento creativo", una de las líneas de la Nueva Era que cuentan con más
seguidores.
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En marzo de 1909, Jung visitó a Freud en Viena. No se sabe por qué ambos
psiquiatras estaban discutiendo sobre la realidad de los fenómenos paranormales. Freud
no creía en su existencia, cuando de repente un gran estruendo salió de un armario
próximo. "!Ahí está! ese es un ejemplo", dijo Jung. Freud no quedó convencido y Jung
pronosticó otro estruendo inmediato que efectivamente se produjo. Freud empezó a creer
en la fenomenología paranormal; Jung murió convencido de que era él quien había
provocado el ruido y escribió que durante la conversación había sentido como su vientre
se iba recalentando poco a poco.
Un año después Jung empezó a pensar en la existencia de lo que llamó
"inconsciente colectivo". Collin William resume así el origen de su meditación: "En un
papiro mágico griego llamado "La liturgia de Mitra", encontró una referencia a un tuvo
que cuelga del Sol y que es el origen del viento. Esto le recordó que en 1906 un paciente
ezquizofrénico le había contado que veía un falo ereccto en el Sol y que "de ahí venía el
viento". También recordó un cuadro de un antiguo pintor alemán que mostraba un tubo
que bajaba del cielo y pasaba por debajo de las vestiduras de la Virgen María, y al
Espíritu Santo descendiendo por el tubo para fecundarla. ¿Sería posible -se preguntó- que
estas tres imágenes hayan salido de la misma fuente profunda del inconsciente?". El
pansexualismo freudiano no le convencía. Para Jung el sexo que se evidencia en todos los
ritos primitivos no es una muestra de que el eros sea el impulso fundamental de nuestra
vida, sino porque forma parte del impulso religioso, aun más profundo. Terminó
rompiendo con Freud.
Por esas fechas ya le interesaba extraordinariamente el "noble arte de la
alquimia". Creo que no entendió ni su espíritu ni su forma. La idea de Jung es que los
alquimistas vivían tan intensamente sus obsesiones y deseos que los proyectaban sobre
su trabajo. Al estar ante el horno de fusión, exacervaban estas fijaciones, hasta que se
producían "experiencias psíquicas" que el alquimista tendía a asimilar a experimentos
químicos. El alquimista no sería sino alguién que utilizaba sin saberlo su "imaginación
creativa", frecuentemente utilizando arquetipos universales, en un proceso que equivalía
a soñar despierto. Con "Psicología y Alquimia" ocurre lo mismo que al leer "El misterio de
la flor de oro", dedicado al taoismo chino. En ambos textos, Jung ha reunido un material
preciosísimo y muy poco conocido. Si vale la pena leer ambos libros es precisamente por
esta selección de textos; por lo demás, quien tenga una mínima formación en taoismo o
tradición hermética, sonreirá con las interpretaciones junguianas. Este, en el fondo, no
hacía sino proyectar sus obsesiones e inquietudes sobre la alquimia. Racionalizar lo que
23
se desarrolla en un plano supra-racional puede ser tan complicado como vaciar todo el
agua del mar.
A principios de los años 50, Reich y Jung compartían la certidumbre en la creencia
en los OVNIs. Una sobrina de Jung comentó las conversaciones en las que él afirmaba la
existencia del fenómeno OVNI como realidad tangible, pero eso significaba admitir lo que
en aquel momento era irracional -la posibilidad de los viajes interplanetarios- por tanto,
cuando escribió en 1958 "Un mito moderno sobre cosas que se ven en el cielo", intentó
racionalizar el fenómeno. Una vez más se trataba de proyecciones del subconsciente a la
búsqueda de un salvador. Discutió con el gran aviador Charles Lindberg sobre este tema
sin que lograran ponerse de acuerdo. Limberg comentó luego: "Uno presiente algo de
misticismo y grandeza en él, aun cuando esto pueda estar mezclado, a veces, con algo de
charlatanería". Freud opinaba lo mismo.
Se ha dicho que el libro sobre los OVNIs no fue sino mera propaganda de su teoría
sobre los "arquetipos" y "proyecciones", relanzándola a través de un tema que entonces
empezaba a gozar de gran popularidad. Así mismo, cuando empezó a hablar de la "Nueva
Era de Acuario", Jung adaptó el tema a su particular esquema teórico. Aceptaba que la
salud mental procede de un encaje entre consciente e inconsciente y la Era de Acuario,
en tanto que modélica edad de oro futura, debía de ser el producto de una nueva
síntesis. "Nos encontramos -había escrito- en una necesidad mucho mayor de ampliar
nuestra conciencia reflexiva, de modo que podamos darnos cuenta con claridad de las
fuerzas opuestas dentro de nosotros, y dejemos de intentar hacer a un lado el mal, o de
negarlo, o de proyectarlo, como hemos hecho hasta ahora". La Nueva Era decía ser el
producto de esta conjunción. Explicó estas ideas en "Respuesta a Job", el libro más
popular de todos cuantos escribió y que prefigura toda unla tendencia terapéutica de la
Nueva Era.
LA HERENCIA TERAPEUTICA
Freud, Jung y Reich se han convertido en los últimos cuarenta años en un
semillero terapéutico, de sus teorías han derivado decenas de sistemas que los tienen
como fuentes. Cada una de estas terapias está impartida por uno o varios centros
dependientes de centrales internacionales que otorgan títulos y forman terapéutas. La
mayoría toman como modelos a la "Asociación Psicoanalítica Internacional" que ya
24
fundara Freud y presidiera Jung. Es fácil reconocer en cada una de estas terapias el
modelo original y los añadidos que le han dado una personalidad propia y un factor
diferencial. A pesar de las pretensiones científicas y terapéuticas de todas estas escuelas
me permitirán si les digo que he observado en ellas un parroquialismo y provincialismo
demasiado evidentes.
Al igual que casi todas terapias de la Nueva Era, las derivadas del psicoanálisis
originario pretenden educar al paciente y ayudarle a que sea él quien resuelva sus
propios problemas. El tiempo que dura esta auto-educación es variable y depende de
cada escuela. Unos prefieren procesos largos y prolongados (en torno a 500 horas),
otros, en cambio, consideran que con una sola sesión basta. Parece que en esto rige una
especie de ley física de compensaciones: a fin de cuentas, unos y otros y también los que
no se sitúan en los extremos, vienen a cobrar, más o menos lo mismo.
Como en todo esto los años sesenta fueron pródigos en el nacimiento de estas
terapias. El freudismo cada vez se vió más cuestionado y terminó estallando en decenas
de corrientes. H.C. Potter y G.T. Stanton divulgaron hacia 1970 su llamada "Terapia de
Gestión Pecuniaria" en lo que puede considerarse un avance de las inquietudes que luego
desarrollarán los "newagers". Dos años después M. Shepard difundió su "Love Treatment"
sosteniendo la conveniencia de que psicoterapeutas y pacientes se involucren cuanto más
mejor para la resolución de sus problemas mutuos, sin tabúes de ningún tipo. Shepard
describe el caso de un terapeuta que trató a un paciente sobre sus problemas
matrimoniales. En aras de la terapia, lo sedujo, pero aquí no acabó la historia. El
terapeuta convenció al paciente para que integrara a su esposa, que no sería el tercer
vértice del triángulo, sino la "co-terapeuta"...
Pero había derivados más serios del freudismo. Merece reseñarse, por su
antigüedad, la "psicosíntesis" fundada por Roberto Assagioli un italiano afincado en Nueva
York, freudiano de estricta observancia y uno de los introductores del psicoanálisis en
Italia. En el curso de la disputa entre Freud y Jung, Assagioli se aproximó más a éste
último, pero intenta ir más allá. En su análisis del inconsciente, Assagioli se acerca a la
idea junguiana de los "arquetipos", concepto que modifica y rectifica llamándolo
"Inconsciente Transpersonal".
Si traemos a colación esta escuela es por que prefigura lo que serán luego las
"terapias holísticas". Assagioli dedicó buena parte de sus esfuerzos a trazar mapas de la
personalidad. Su idea que coincidía con la investigación de los surrealistas de la época, se
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sintetizaba en la frase "mis yos son legión"; nuestra personalidad es un agregado de
componentes, en ocasiones contradictorias; en "psicosíntesis" se trata de analizar cada
una de estas partes, procurar establecer su origen, e integrarla en el todo. La fórmula en
que la psicosíntesis ha cimentado su éxito es la que propone "volver consciente lo
inconsciente y hacer inconsciente lo conciente". Para ello se precisa ejercitar la "mirada
interior"; cuando esta sea lo suficientemente clara, deberemos "desidentificarnos" con
aquellos elementos negativos o que nos bloqueen. Luego se trata de integrar el resto de
componentes y en una fase final lograr la síntesis con lo "transpersonal". Es llegado a
este punto cuando finaliza la relación con el psicoanálisis y ya se entra en el del
misticismo, pues el alcanzar esta etapa de "síntesis" superior, el abrirse a los estadios
transpersonales, equivale a abrirse a algo parecido a lo que Koestler llamaba "conciencia
oceánica". Algo muy parecido a lo que propone Eric Berne, psicoanalista aficionado que
trabajó en el Instituto Psicoanalítico de san Francisco, un verdadero semillero de terapias
psicológicas. Berne, después de coquetear con el freudismo terminó separándose de él,
creando su propio método, al que llamó "Análisis transaccional". También aquí de lo que
se trata es de "integrar" los distintos niveles de la personalidad. Lo de "trasaccional"
viene a cuento de que toda relación social implica necesariamente un proceso de
negociación-transacción, en el que unos condicionan a los otros y en donde entran en
juego tres modelos (Padre, Niño, Adulto) cada uno con sus rasgos distintivos. A fin de
cuentas, el Análisis Transaccional no intenta otra cosa que convertir al paciente en un
"triunfador", darle una posibilidad de éxito social, infundirle seguridad en sí mismo, o en
su jerga un "adulto" bien preparado para la vida moderna. A este respecto, algunas
empresas norteamericanas han utilizado esta terapia para su personal y en Argentina, ha
ido ganando terreno a los psiquiatras lacanianos.
Los productos derivados de Wilhem Reich son, igualmente abundantes hasta el
punto de ser casi imposible enumerarlos. Los conceptos que se tienen de la
"bioenergética", por ejemplo, son muy variados, CORE-Energética, está en la divisoria
entre las terapias psicológicas y el "channeling". Por su parte el "masaje biodinámico" es
extremadamente parecido a las técnica de "Armonía Corporal" de la que ya hemos
hablado. Y en cuanto a la Gestalterapia agrupa elementos procedentes del entorno
reichiano y un bagaje propio no desdeñable.
El doctor John Pierrakos es el alma de CORE-Energética. Su extraño apellido indica
un origen griego; se trasladó cuando apenas tenía veinte años a los EE.UU., allí conoció a
Wilhem Reich, de quien se convertiría en uno de sus más próximos colaboradores, junto
26
con Alexander Lowen. El y Lowen fundaron el "Instituto de Análisis Bioenergético". En
1975, Pierrakos creó el Instituto para la Nueva Edad del Hombre, difundiendo CORE-
Energética. Ya por entonces su sistema era una extraña mezcla de ocultismo, videncia y
psiquiatría. Se había casado con Eva Broch, judía austríaca exiliada, que recibía
informaciones "canalizadas" en las que se basó buena parte de su sistema; Pierrakos, por
su parte, afirma ser un lector consumado de auras. Pierrakos decía que su esposa
semanalmente recibía al dictado el texto de una conferencia o un capítulo entero para
algún libro, y ello ante cientos de personas. Eva Brock, por este sistema escribió
"Parthwork for Self Transformation". Como en el caso de muchas otras canalizaciones,
hay muy poco de original en el material así vertido: referencias al amor como fuerza
creativa, la consideración del odio como factor destructor o disociativo; importancia de la
"energía", de su contracción y expansión, y de su visualización en forma de aura para
diagnosticar enfermedades, reconocimiento de la autocuración, integración del hombre en
el todo cósmico y poco más... La misma palabra "CORE" que para Reich eran las iniciales
de "cosmic orgon engineering", para el tandem Pierrakos-Broch se convierte en sinónimo
de "sede del amor" y esta sede es el corazón... aquí, Pierrakos, enlaza con temáticas
místicas; se sabe la importancia que las doctrinas sapienciales conceden al corazón y a la
concentración en esta víscera, para alcanzar la posibilidad de acceder a otros estados de
conciencia. El tema místico se complica si tenemos en cuenta que Pierrakos, a diferencia
de Reich, acepta el hecho de las reencarnaciones, fundamentalmente porque este tema
es característico de la nueva Era y aunque rechaza las teparapias regresivas y afirma
estar preocupado por el "aquí y el ahora", la creencia en la reencarnación es algo así
como una concesión oportunista.
Todas estas orientaciones separaron a Pierrakos de Alexander Lowell. Este último
siguió aferrado al "análisis bioenergético" que se situaba en una órbita más próxima a la
enseñanza reichiana. Lowell consideraba que lo importante es que los terapéutas sean
capaces de liberar la energía reprimida en sus pacientes y regularizando su circulación;
para ello, la técnica bioenergética recurre al control de la respiración, liberación de las
emociones y en algunos casos masages y fijación sobre el lenguaje corporal. La idea es
que cualquier represión o contención de las emociones provoca bloqueos y termina
generando una "coraza" corporal que solo podrá romperse siguiendo las técnicas
relacionadas.
Habrán observado los lectores que hay todo un contingente de ideas no
específicamente reichianas, ni freudianas en todos estos grupos y tienen todo el derecho
27
de preguntarse de dónde diablos proceden. Abraham Maslow fue quien estableció la
famosa clasificcación de las categorías de la psicología occidental en cuatro ramas: el
psicoanálisis, el conductismo, la psicología humanista y la psicología transpersonal; el
propio Maslow se identificaba con la tercera. Esta clasificación peca en la actualidad de
excesivamente esquemática; hoy no existen tipos puros, ¿dónde se puede incluir la
Programación Neuro-Lingüística o el Rebirthing? en realidad participan de una u otra
categoría y son, igualmente, novedosas. Pero en los años sesenta y setenta, en los
albores de la New Age las cosas se veían de manera más simple.
La probeta y, al mismo tiempo cocktelera de todas estas corrientes psicologistas
fue el Instituto Esalen situado -¿podría ser en otro lugar?- en California y fundado en
1962 por Michelael Murphy y Richard Price como base del Movimiento de Potencial
Humano. Este lugar fue considerado como el laboratorio de ensayo para nuevas ideas;
allí trabajaron hasta 100 personas dando cursos, seminarios, conferencias, dirigiendo
grupos de trabajo, comisiones de investigación, estructurando círculos de simpatizantes.
El Instituto Esalen fue el primero en utilizar el término de "psicología humanista" para
etiquetar sus trabajos. Abraham Maslow fue uno de sus teóricos, desde su fundación
hasta el momento de su muerte acaecida en 1970.
Nacido en 1908, este judío ruso, se interesó particularmente por las culturas
aborígenes americanas. Conoció a los psiquiatras disidentes del freudismo, en especial a
Adler -el primero que abandonó a Freud- y a Eric Fromm. A Maslow lo que le interesaban
no eran los psicópatas, ni los cerebros disociados, sino las mentes privilegiadas y se
preguntó por qué eran individuos superiores y en plenitud de facultades. Estudiando a
genios y a personas autorealizadas se podían inferir las pautas de educación y
comportamiento.
En su libro "La personalidad creadora", Maslow explicaba que las personas con un
alto nivel de realización interior "participan, sin excepción, en una causa exterior a su
propia piel, en algo fuera de sí mismos. Trabajan en algo con devoción, algo que es muy
preciosos para ellos, una llamada o vocación en el viejo sentido sacerdotal. Trabajan
siguiendo una llamada del destino en algo que aman, de modo que la dicotomía trabajo-
gozo desaparece en ellos". Es ahí en donde el interior del individuo entra en contacto con
algo exterior a él.
Maslow se interesó particularmente por el fenómeno religioso y estableció las
tipologías del esoterismo y el exoterismo. Vio que existían dos tendencias religiosas
28
contrapuestas, una de carácter mistico e individual, una forma interiorizada de religión
para la que los símbolos y las experiencias personales constituían el centro y el único
interés de su temática; la otra tendencia opuesta 180º, se abría a lo cultual, era "legalista
y organizativa", daba pie a la formación de las grandes religiones estructuradas.
La otra tendencia, que va un paso más adelante, respecto a la psicología
humanista difundida desde Esalen, es la transpersonal. La idea es que la conciencia
puede expandirse más allá de los límites del espacio y del tiempo. Satanislas Grof y Ken
Wilber fueron sus profetas. Grof se interesó por las experiencias alcanzadas mediante la
utilización de hongos alucinógenos y de LSD. Creyó ver la existencia de correspondencias
entre la vida del individuo desde el momento de la concepción y la experiencias religiosa.
A la vida intrauterina corresponde la "conciencia oceánica" o si se prefiere la experiencia
de lo Absoluto. El proceso de salida del seno materno sería el proceso de muerte-
renacimiento. El momento del parto equivaldría a la experiencia de la muerta y al
renacimiento del yo. Y así sucesivamente. Básicamente coincide con Wilber, otro
psicólogo transpersonal, que estableció la existencia de distintos niveles de conciencia
perfectamente jerarquizados, de los que el más bajo equivale a la conciencia egoista y el
más alto a la experiencia cósmica.
Por Esalen también pasaron los líderes de la contracultura, Allan Watts, Thimoty
Leary y Richard Alpert (antes de que pasara a llamarse "Baba Ram Dass"). Allí se
experimentó la Gestalterapia ideada por Fritz Perls, Paul y Laura Goodman, altamente
tributaria del reichismo; allí en Esalen también se experimentaron los "grupos de
encuentro", popularizados en los años sesenta y setenta en donde se ejercitaba la
comunicación, el psicodrama y la autocomprensión entre los asistentes...
La Gestalterapia proponía curiosas técnicas. El paciente en su proceso de toma de
conciencia de su propio mundo hablaba con una silla vacía, luego se sentaba y respondía
a las preguntas que él mismo se acababa de plantear. Se le pedía que fuera consciente
de su realidad presente, lo que le interesaba era vivir intensamente el aquí y el ahora.
Una receta universal y de todos los tiempos.
© Ernesto Milá – infokrsis – [email protected] – http://infokrisis.blogia.com
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Notas sobre la New Age (IV de V). José Argüelles y el arte planetario Infokrisis.- Hace veinte años, uno de los fenómenos más interesantes de la New Age era
todo el grupo surgido en torno a José Argüelles y su Arte Planetario. En la época
realizamos algunas entrevistas y pudimos reunir documentación sobre esta corriente. A
decir verdad, hoy puede añadirse poca cosa, salvo que el movimiento se “apagó”. El vídeo
introductivo es un resumen de las ideas de Argüelles.
José Argüelles y el Arte Planetario
Una de las componentes más interesantes de la Nueva Era, es José Argüelles y sus
"Días de Convergencia Armónica". Y lo hemos colocado en último lugar por que en el
pensamiento de José Argüelles entra la misma componente universalista que en el caso
de Sri Aurobindo, el chamanismo latinoamericano de corte castanediano y el telurismo
propio de los seguidores de la teoría Gaia y de la espiritualidad femenina.
Argüelles nació en Méjico en 1939. Cursa estudios de historia y bellas artes, se
doctora igualmente en Filosofía y pasa a ser docente en la Universidad de California. Se
cría en los ideales del ecologismo y del universalismo y una estas perspectivas a su
vocación de artista, poeta y chicano. Interesado particularmente por la cultura maya, en
1972 fue alumno de Chgyam Trungpa Rimpoche, un budista tibetano absolutamente
desconcertarte Luis Racionero conoció en su periplo californiano. Argüelles trabajó con
Trungpa en el marco del Instituto Naropa, primera universidad budista de los EE.UU.
Racionero dice y dice bien que Trumgpa iba, como su nombre indica, habitualmente
trompa; solía asistir a fiestas induciendo a que la gente se despojara de sus ropas siendo
él el primero en hacerlo. Racionero recuerda que "El lama emanaba ese tuvo
característico que he notado en varios gurús que le olivdo: una mezcla de ajo, sudor y
semen". Con todo Trungpa es considerado como uno de los más brillantes introductores
del budismo tibetano en Occidente. He leído la mayoría de sus libros -"Abidharma",
"Shambala", "El amanecer del tantra" y varios más en francés- creo que una cosa es la
teoría y otra la práctica. En la teoría Trungpa era el mejor... en la práctica apenas un
desmadrado.
30
Y su alumno José Argüelles es considerado como uno de los intelectuales más
brillantes de la Nueva Era. En 1987 promovió la celebración del "Día Mundial de
Convergencia Armónica" que sucedía al "Festival del Día de la Tierra" una celebración que
alcanzó gran consenso entre los movimientos ecologistas norteamericanos de los setenta.
Preside el movimiento Ecología 2000 que recluta fundamentalmente en el medio artístico
norteamericano a partir del cual ha estructurado su escuela "Planet Art", fundada en
1983.
Para Argüelles el arte es justamente el redentor de la humanidad y lo que la
salvará de cualquier tentación autodestructiva. El viejo lema hippi "haz el amor no la
guerra", es sustituido por "La vida es Arte, la Tierra es el planeta del Arte". Cada ser
humano, en tanto que "terrícola" tiene un precioso bagaje en su cerebro, su mente,
capaz de segregar pensamientos y hacer de ellos arte verdadero. Su idea de arte es
fundamentalmente ecológica y es tanto más válido contra más arraigado está el hombre
en la Tierra.
Junto a este ecologismo, las otras tres líneas de investigación de Argüelles están
ligadas a su percepción del tiempo, al papel de la tradición maya y al universalismo.
Argüelles acepta que el tiempo sea la cuarta dimensión y afirma que no fue Einstein
quien le convenció sino el desvelamiento del calendario maya, una tarea que le llevó más
de treinta años. Nuestro calendario gregoriano -y por tanto la percepción del tiempo que
deriva de él- se basa en la división del tiempo en doce meses y en unidades horarias de
senta minutos cada una y que Argüelles hace coincidir con la percepción de la tercera
dimensión. Pero la proporción 12:60 no es la correcta por que limita nuestro universo al
de las tres dimensiones y hurta la cuarta. A esa se puede acceder mediante una reforma
del calendario y la instauración de la proporción 13:20 que Argüelles reconstruye a partir
del calendario maya. "La frecuencia temporal maya correspondería a la cuarta
dimensión", sentencia Argüelles.
La frecuencia natural del tiempo correspondería a la observación, no del recorrido
del sol a través de los 360º de la elíptica, sino de las trece lunaciones. De ahí surge la
proporción 13:20 que sería la originaria. Esa sustitución se hizo efectiva en 1583 con la
destrucción del calendario maya y la negativa a una percepción en cuatro dimensiones.
Es precisamente en esto y no en otra cosa que Argüelles encuentra el origen de las
distintas patologías sociales que se han producido en los últimos cuatrocientos años y que
han terminado por generar desequilibrios profundos en Gaia y en todo lo que vive sobre
31
ella. Si los hombres no disponemos sino en forma muy atenuada de capacidad de
telepatía y clarividencia esto se debe a que nuestra realidad se desenvuelve en tres y no
en las cuatro dimensiones originarias.
En este punto Argüelles propone una serie de "happenings" planetarios para dar a
la humanidad una nueva conciencia de su unidad. Son los "Días de Convergencia
Armónica" realizados bajo la bandera de la paz ideada por Nicolás Roerich cuyos tres
puntos son interpretados por Argüelles como los indicativos de la ciencia, el arte y el
espíritu. También aquí, como en el caso de Buena Voluntad Mundial y de los discípulos de
Alice A. Baile, las Naciones Unidas y demás organismos internacionales son aprobados
entusiásticamente por este sector como embriones de un "gobierno mundial".
En EE.UU. los sectores "New Age" atribuyen cualidades milagrosas a estos
festivales. Gracias a ellos, afirman, el comunismo ha desaparecido y las tensiones
mundiales tienden a suavizarse. Me pregunto si en Ruanda opinarán lo mismo o si los
bosnios no tomarán esto como una cínica burla. Por no recordar a los afectados por el
SIDA o los "meninos da rua" brasileños... Argüelles sostiene -contra toda lógica- y
manejando los datos extraídos del desciframiento del ccalendario maya, que hemos
entrado en un nuevo ciclo "El Primer Ciclo Celestial" iniciado el 17 de agosto de 1987. Lo
que hubo antes, el período negro y turbulento que precedió era el "Noveno Ciclo
Infernal". Este nuevo ciclo en el que nos hallamos tiene su equivalente en la Edad de Oro
paradisíaca propia de las tradiciones clásicas. Los festivales mundiales -hay varios: "Día
de la Nave Tierra", "Convergencia Armónica", "Portal 11:11", "Día para la Paz, etc."-
generan "vibraciones positivas", que liberan "principios arquetípicos" en el cosmos. Todo
esto parece completamente abstruso y, desde luego, lo es; y a medida que uno va
penetrando más y más en su temática y prácticas -"Acupuntura planetaria", "Siembra de
Cristales", "Anagnorisis", etc.- va creciendo la idea de que aquí hay mucha fantasía
nacida al calor del cannabis y demás alucinógenos. O mucha ingenuidad. Y mucha más
credulidad. Sin embargo estos "festivales" son lo más característico de la New Age. Es
como para desconfiar de la totalidad del movimiento...
El primer "Día de Convergencia Armónica” tuvo lugar el 16 de junio de 1986.
(c) Ernesto Milà - infokrisis - [email protected] - http://infokrisis.blogia.com
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Notas sobre la New Age (V de V). Las terapias de la Nueva Era Infokrisis.- Se suele considerar, ante todo, a la New Age como un “movimiento
terapéutico” y, de hecho, así es a la vista de las decenas y decenas de consultas de todo tipo
que han proliferado desde la irrupción del movimiento. Lo más sorprendente es que esta
escuela terapéutica toma su base –en general- en las concepciones de un médico del siglo
XVIII y principios del XIX: Franz Antón Messmer, cuyas teorías se consideran hoy
ampliamente superadas… y erróneas.
Las terapias de la nueva era
En esto de la Nueva Era cuesta mucho estar al día. En ocasiones la moda es la última
psicoterapia llegada, en otras, sin embargo, lo mas "in" es lo que estuvo "out" hace un
siglo. Quien le iba a decir a Franz Anton Messmer, que su teoría sobre el magnetismo
animal volvería a estar de moda doscientos años después gracias a los buenos oficios de
"newagers" impenitentes. Y quien le iba a decir a Theophrastus von Hohemheim Bombast
Paracelso que cuatrocientos años después que "desencarnara", muchos de sus temas -de
manera fragmentaria, eso sí- volverían a gozar de una fama y popularidad que no contó
en su tiempo. Y ¿quien pudo asegurar que la macrobiótica que hizo furor en los años
setenta iba a ser olvidada en los noventa? La Nueva Era, era del look y de la imagen es,
por excelencia una era sometida a la apisonadora de las modas. Hoy casi nadie practica
ni enseña "vivation", en 1990 era casi obligado haber seguido uno de estos cursillos. Los
"eneagramas" gurdjieffianos estuvieron perdidos y olvidados durante cuarenta años,
ahora empujan con fuerza; el yoga pierde fuerza en beneficio del "biofeedback" y la
"Programación Neuro-Lingüística", desconocida en los ochenta, iba a sufrir en los noventa
un ascenso irresistible. La iridiología no soportó el paso de los años; la reflexoterapia
debió sufrir decenas de adaptaciones y el Qigong llegó y desapareció sin que nos diera
tiempo a enterarnos qué diablos era. La musicoterapia, dió paso a la biodanza y
mientras nadie se interesa por la sofrología, las retapias regresivas y el Control Mental
Silva, se impusieron .
33
Todo esto no sigue ninguna lógica; todas las terapias son igualmente eficaces en
unos casos y fracasan en otros. No existe -lo hemos dicho- el método perfecto. Los
grupos que las promocionan van buscando estar siempre en la cresta de la ola y dar al
público aquello que el público pide y esto se puede sintetizar con una sola palabra:
novedad. Hay que reconocer que los terapeutas hacen un esfuerzo de adaptación, buscan
contactar con las más modernas experiencias, establecer vínculos y obtener patentes de
difusión de las técnicas más novedosas, aquellas que más interesarán a un público
preocupado por su salud, insatisfecha por lo cotidiano. Ciertamente, los terapeutas así
formados tienen la ventaja de tener cada día una experiencia mayor y por tanto una
mayor habilidad en dar a cada cual aquello que busca y, por tanto, de sanar. Sí,
ciertamente, en parte, toda curación es una autocuración.
En 1995 se estrenó una película dramática y cómica a la vez "El balneario de
Battle Kreek", en el curso de la cual quedaban identificados todos los tópicos del
naturismo de principios de siglo. Pues bien, las técnicas de entonces, vuelven a estar hoy
en el candelero y son, en buena medida, a sumidas por la Nueva Era. Da la sensación de
que todo un tipo de terapias de la Nueva Era fueron ideadas hacia finales del siglo XVIII.
Pásmense escuchando la historia olvidada de la "magnetoterapia", uno de los
sistemas de sanación más habitualmente difundidos en la Nueva Era. Extraigo al azar de
un catálogo titulado "Productos para una Nueva Era" las siguientes ofertas: un respaldo
magnetico para coche que cuenta con "12 potentes imanes cerámicos", la faja
biomagnética ("recomendada para dolencias de lumbago" y que dispone de 30 imanes,
24 en la zona lumbar y 6 en el abdomen"), el "termomagnético" que emite calor,
vibración y ondas electromagnéticas, "imanes", si, simplemente imanes, de los que se
dice que "son efectivos para cualquier tipo de dolor", un "cinturón magnético", del que se
dice que es modelo unisex y "sin contraindicaciones", y, cómo no podía ser de otra
forma, "bisutería magnética" de "efectos terapéuticos muy rápidos" aunque, dado su
poder, se previene que "los collares y las pulseras no se deben de utilizar diariamente
más de cuatro horas seguidas o seis alternas"...
Pues bien, todo esto es más que cuestionable y, aunque difundido como
"productos de la Nueva Era", ya a finales del siglo XVIII, su inventor, Franz Anton
Messmer, estaba convencido de que no servían absolutamente para nada.
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La historia es bastante atrabiliaria, así que prepárense. En 1774 un extranjero de
paso por Viena encargó a un jesuita amigo de Mesmer que le confeccionara un imán para
aplicarlo a su esposa que sufría calambres de estómago. El jesuita conversó al respecto
con Mesmer. Aplicado el imán, los calambres cesaron. Messmer afirmó que el universo
estaba cruzado constantemente por ondas invisibles que solo podían ser percibidas por el
alma; esto constituía una forma de energía que interprenetaba a los seres y que estos
podían controlar, orientar y dirigir, una energía que podía ser transmisible de unos a
otros seres y aliviar algunas enfermedades y curar otras, especialmente aquellas de
carácter nervioso. Mesmer observó un imán y se planteó si su carácter atractivo y
repulsivo tendría efectos sobre el cuerpo humano. Un par de años antes, Mesmer se
había doctorado presentando una tesis sobre la influencia de los astros en las
enfermedades; allí planteaba por primera vez la existencia de una "energía" que, de los
astros, penetrara en los humanos. Cuando asistió a la curación gracias a un imán supo
que esa energía desconocida era el "magnetismo".
Mesmer pertenecía a ese tipo de gente -muy común por lo demás en la Nueva
Era- que cuando cree haber encontrado una llave adecuada para abrir una puerta intenta
aplicar esa misma llave a todas las cerraduras. Fue así como sus investigaciones tomaron
una vía muerta. Se dedicó a "magnetizar" todo lo magnetizable: agua, camas, espejos,
tazas, platos, vestidos, e incluso instrumentos musicales; estos, expuestos a la influencia
de imanes, al ser tocados, esparcirían sus vibraciones curativas con las sonoras...
Mesmer en esto, prefiguró cualquier catálogo de productos de Nueva Era.
Hay que reconocerle mucho genio. Fue el precursor incluso de las ceremonias
espiritistas. Inventó una "cuba de salud" en la que sus enfermos eran "magnetizados";
estos debían formar un círculo en el interior de la cuba y tocarse con las puntas de sus
dedos para que así la energía magnética que fluía de una batería se acrecentara. En
todas las sesiones se producían fenómenos de histeria, primero en uno, luego en varios
pacientes, algunas crisis resultaban particularmente agudas, otros se levantaban diciendo
que estaban curados, los había que imploraban a Mesmer que les diera más "pases
mágicos"... Un año después de haber empezado este circo, Mesmer, reconocía en su
diario, en un gesto de honestidad intelectual que le honra, que los imanes no servían
absolutamente para nada. No eran ellos quienes curaban, sino sus mismas manos...;
Mesmer lo comprobó cuando experimentó con pacientes a los que no les había puesto
ningún imán, sino simplemente dado los "pases mágicos" equivalentes a un masage.
Luego -concluyó- era el magnetizador y no el imán lo que transfiere energía.
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En realidad no era ni una cosa ni otra. Mesmer lo que había descubierto es la
capacidad de sugestión y el placebo, había intuido algo que siglo y medio después creyó
percibir Wilhem Reich con su "energía orgónica". Estableció la "magnetoterapia" que hoy
los inventores de la pólvora han vuelto a descubrir. Incluso se anticipó en 70 años a
Charcot y a sus métodos hipnóticos que seguiría el primer Freud. Por que, Mesmer, en
efecto, en sus últimos años, analizando y trabajando con sománbulos dió los primeros
pasos en "sofrología". Resulta evidente que todas estas técnicas han sido redescubiertas
y etiquetadas con el aroma de lo novedoso en nuestros días.
José Silva, por ejemplo, sintetizó su famoso "Método de Control Mental" a partir de
sus conocimientos de psicología, psicoanálisis e hipnotismo. Desde muy joven se sintió
interesado por la hipnosis y asistió a los cursos que impartía un sofrólogo en San Antonio,
al sur de los Estados Unidos. Luego él mismo demostró sus cualidades como
sugestionador y finalmente dió a todo el conjunto un aire científico y adaptable para ser
difundido en cursos de 48 h. Silva estableció distintos niveles de actividad cerebral
atendiendo al ritmo de producción de las ondas cerebrales. Para Silva se trata de que el
individuo funcione en los niveles más bajos de ondas cerebrales. Quienes han asistido a
los cursos de "control mental" se deshacen en mieles y alabanzas. Y otro tanto ocurre
con los de Meditación Trascendental, impartidos por el gurú Maharishi. Este empezó
vendiendo mística, pero rectificó sobre la marcha cuando advirtió que lo que Occidente
buscaba eran psicoterapias y fue en esta dirección que orientó su método, un simple
sistema de relajación...
Los llamados "métodos de trabajo corporal" nacieron igualmente en el siglo pasado
y, solo la necesidad de productos nuevos en el supermercado terapéutico, los han
rescatado de no se sabe donde. La llamada "Técnica Alexander" tiene más de cien años y
ha invadido el mundo anglosajón de la Nueva Era; ahora empieza a penetrar en España y
cuenta con el apoyo entusiasta de unos pocos terapeutas que lo alternan con "rolfing",
"reflexología" o sistemas quiroprácticos. ¿Quién se lo iba a decir a Frederick Alexander,
un famoso actor australiano aquejado de ronquera y dificultades respiratorias, que su
método iba a ser lo más "in" cien años después de haberlo intuido? Al igual que el
"Metodo Bates de reeducación visual" o el "Método Feldenkreis", los tres tienen como
denominador común la reeducación de hábitos y posturas defectuosas. En el "Metodo
Bates" se trata de mover los ojos para corregir defectos visuales que se tenían por
crónicos. Huxley le prestó atención y lo siguió con interés. En cuanto a Moshe
Feldenkreis, su metodo iba destinado a todas aquellas personas que precisan de una gran
36
coordinación muscular y que, por su trabajo, precisan reflexibilidad en sus miembros.
Feldenkreis y Alexander estaban convencidos de que no sabemos movernos de manera
adecuada, desperdiciamos energía en movimientos inútiles y nuestros huesos y músculos
sufren de nuestros hábitos negativos. Hay que reeducarlos y la primera fase es advertir
en donde diablos nos hemos equivocado; esto implica autoobservarse, ser consciente de
nuestros movimientos y aislar los negativos. La fase siguiente será la de corrección.
En realidad nada de todo esto parece excesivamente original. El budismo Zen hace
mucho énfasis en esto de ser consciente del propio cuerpo. Si bien no van tan lejos como
el reichiano Pierrakos cuando dice que "no tenemos un cuerpo, somos un cuerpo", el Zen
lo que propone es que seamos conscientes de cada uno de nuestros movimientos. En
esto radica la ventaja del Zen en relación a otras doctrinas tradicionales: en su
extraordinaria capacidad de adaptación. Existe un Zen para tomar el te, un zen para
caminar, un zen para combatir, un zen para limpar, un zen para escribir (shodo), incluso
un Zen adaptado a la jardinería y al arte de los bonsais. Se ha podido hablar de un arte
zen en el mantenimiento de la motocicleta y en el arte de escribir a máquina; yo mismo
estoy escribiendo unas notas sobre el Zen en el arte de la informática. Lo importante es
que, cada una de estas especializaciones, nos pide ser conscientes del aquí y del ahora y
sobre todo, ser conscientes de nosotros mismos. El estilo Zen de caminar no se diferencia
sustancialmente mucho de los métodos decimonónicos antes descritos.
La homeopatía es la otra gran matriz de muchas técnicas de Nueva Era. Su
primera expansión fue decimonónica y debida al doctor Samuel Hahnemann. Entre los
partidarios de la Nueva Era se dice que la homeomatía casi ha sido reconocida
completamente por la medicina oficial. Esto no es rigurosamente cierto... buena parte de
la clase médica mira aún a la homeopatía con desconfianza; esto se debe a que la
homeopatía ha sido defendida con excesivo ahínco por miembros de sectas ocultistas,
"acuarianos" frecuentemente; se sabe, por ejemplo que dos de las mayores empresas
alemanas de farmacopea homeopática, están vinculadas a la Sociedad Antroposófica. El
propio Hahnemann reconocía un tributo de agradecimiento a Paracelso y a la alquimia
rosacruz del siglo XVI y XVII. De hecho sus postulados de partida eran extraídos
directamente de la tradición hermética: "lo semejante cura a lo semejante" y "el veneno
se transforma en remedio", es decir, que es a través de administrar productos muy
diluidos que tengan la misma carga vibracional que la enfermedad que se trata de
combatir para que surta el efecto deseado y estimule las defensas del organismo. La
teoría de Hahnemann luego dió origen, de manera más científica, a las vacunas.
37
Frecuentemente las materias primas iniciales son vegetales; se sacan y se dejan en
maceración, así se obtienen las "tinturas madres" que diluidas y agitadas enérgicamente
operarán una estimulación de las defensas naturales del paciente.
Pues bien, esto mismo es lo que propone otro sistema curativo de gran auge en
nuestros días. Ideado por Edward Bach, éste tomó sus ideas de un espiritista
norteamericano, que había recogido mucha información sobre elíxires curativos,
canalizada a través de un medium llamado Kewin Ryerson. Edward Bach reconocía que
su sistema carecía de base científica y era puramente intuitivo; era bacteriólogo y
homeópata. y empezó a aplicar vacunas obtenidas por estos procedimientos en
patologías de tipo mental... no pudo evitar molestos efectos secundarios que le
sugirieron otro tipo de preparación de las "tinturas matrices". Bach se dedicó a exponer al
sol agua que contuviera distintos tipos de flores. No se guiaba por nada más que por su
intuición y fue así como preparó 38 "esencias florales" que administraba mediante gotas
que el paciente tragaba. Lo más sorprendente de todo es que, siendo la teoría más que
cuestionable y sin ningún tipo de base científica, las tinturas parecen funcionar en
determinados enfermos. Yo no me lo creería de no ser por que Daniel Aguirre, el
encargado de establecer cada semana la "agenda" de actividades en el programa "Luces
en la Oscuridad", logró curarle varias patologías que otras técnicas no habían aliviado
siquiera. El se lo cree, porque ha experimentado mejoría, pero no se lo explica, ni creo
que haya nadie que logre explicarlo si no es que recurre a la muy mesmeriana
autosugestión, a la fé y al inefable placebo.
Estas técnicas fallan cuando solo se trata de diagnosticar. La iridiología, por
ejemplo, después de décadas de aspirar a ser tomada en serio, no ha podido soportar un
somero análisis científico. En cuanto a la cromoterapia, si bien es cierto que los colores,
por el motivo que sean, ya sea por sus cualidades "vibracionales" o bien, por el impacto
que provocan en nuestra retina, influyen en nuestro estado de ánimo, están muy lejos de
tener un valor terapéutico y en cuanto a los cristales estamos como en la
magnetoterapia, si se le tiene fé curan, si no, usted está haciendo el idiota cambiándose
uno y otro día de cuarzos. Lo mismo vale para la aromaterapia o la aurasomaterapia,
variantes de las terapias del color que utilizan hierbas, estractos y aceites. Inventada por
Vicky Wall, una clarividente londinente, hizo corresponder a cada "chakra" un color y
estableció una correspondencia entre el aura y el cuerpo. Con la aromaterapia pasa como
con los colores, los hay que gustan y los hay que repelen... Confeccionados aceites
vegetales con hierbas aromáticas, estas son aplicadas mediante masajes. Si bien es
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cierto que en algunas culturas tradicionales y medicinas antiguas se hacían eco de la
importancia de los olores, la aromaterapia de la Nueva Era no las ha tenido para nada en
cuenta. Nuevamente estamos ante un método "intuitivo" y por tanto, problemático, ante
el cual no hay que sopesar a quienes ha beneficiado y a cuantos a creado éspectativas de
curación no operadas.
Las técnicas osteopáticas y quiroprácticas son otra cosa. Tienen algo que ver con
las técnicas de trabajo corporal y con la concepción de que posiciones erróneas provocan
alteraciones en la salud y molestias; algunas de estas derivan de la antigua medicina
tradicional china uno de cuyos aspectos centrales es la teoría y práctica de la acupuntura.
Si, como, pretende la medicina china, los desarreglos físicos no son sino malas
canalizaciones o bloqueos del Ch’i (la energía), que se provocan en una especie de réplica
de nuestro cuerpo, similar, pero mucho más sutil, todo el problema consiste en la manera
en que podremos restablecer la canalización y el fluido normal de energía. Para eso están
las agujas que inciden en los "meridianos" o canales por donde discurre el Ch’i. La teoría
no es aceptada por la ciencia médica occidental, pero los médicos no cuestionan las
excelencias de una práctica acertada y lo espectacular de sus curas.
La acupuntura ha tenido muchas derivaciones que han cabalgado junto a la Nueva
Era. algunas de ellas son antiguas. Combinando los puntos sensibles establecidos por la
acupuntura y las técnicas de moxibustión (utilización del calor o de la quema de
maderas) derivó la técnica de las ventosas. Se acerca una pequeña tea a una especie de
bombilla vacía y cuando el calor interior ha operado el vacío, se aplica a uno de los
puntos sensibles en acupuntura. Se producirá un efecto ventosa al que se atribuyen
cualidades terapéuticas.
Esos mismos puntos de acupuntura son tenidos en cuenta en los masajes de
procendencia oriental -fundamentalmente, reiki y shiatsu- realizados con los dedos. La
acupresión ha sido el origen de otro paquede de técnicas muy curiosas en las que no
faltan las curaciones. Este conjunto recibe genéricamente el nombre de "reflexología", su
fundamento es que cada zona del cuerpo se "refleja" en una parte determinada del
mismo; se trata entonces de establecer el mapa de la totalidad del cuerpo en aquella
parte concreta que lo resume. Para unos será la oreja y de ahí derivara la
"auriculoterapia"; para otros será el pié y su tratamiento a base de masages y
acupresión, será conocido como "reflexoterapia podal". De esta última existen distintas
variedades: la "Técnica Metamórfica" y el "Método Grinberg" fundamentalmente.
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He estado hablando con pacientes y terapeutas relacionados con estas técnicas. La
impresión ha sido siempre la misma: tienen un nivel aceptable de funcionamiento que
está muy por encima de su nivel de elaboración teórica. Un par de queridos amigos
siguieron un tratamiento de auriculoterapia para adelgazar; al cobo de un par de meses
habían quedado convertidos en sílfides y para ello bastó un régimen no excesivamente
estricto, y unas grapas de acupuntura en el lóbulo de la oreja. Los partidarios de la
auriculoterapia sostienen que la forma de la oreja evidencia las formas de un feto
desarrollado en el claustro materno, bastará trazar un mapa de este feto para situar los
puntos de acupuntura sobre la que actuarán las grapas en unos casos y los alfileres en
otros. Lo que me llama la atención es que esta técnica que estuvo de moda hará una
década, esté en trance de desaparición en la actualidad. O bien la técnica no funciona tan
correctamente como sus defensores pretenden, o bien se trata simplemente de modas.
En este momento, la moda reflexológica va a favor de lo podal. Fuí a ver a Carmen
Boira, una de las terapeutas que utilizan este sistema para que me aleccionara. Está
reconocida por la central londinense como terapeuta titulada y bastante gente me ha
hablado del éxito, casi milagroso, de algunas de sus tratamientos. Carmen me explica el
origen de la técnica. Fue un inglés, Robert Saint John, quien tratando niños mongólicos
desesperaba por la ineficacia de los tratamientos convencionales. Saint-John, con uno de
sus pacientes, decidió no hacer nada, simplemente acariciarle el pié como aconsejaba la
"reflexología podal". Y el niño reaccionó. Esto le hizo meditar sobre los motivos que
habían producido la "metamórfosis". Luego probó con niños autistas perfeccionando la
técnica; iba aplicando masaje en progresión por pié, mano y cabeza y los efectos
curativos se producían. Utilizando esta técnica Carmen Boira ha llegado a recuperar hasta
la completa rehabilitación a pacientes en coma o a regenerar médulas espinales rotas; su
tratamiento siempre ha sido complementario con el que ofrece la medicina convencional,
pero ha tenido éxito allí donde ésta reconocía su fracaso. Con la chica en coma, bastaron
unos días de paciente masaje podal para que distendiera los dedos de las manos, luego
abriera los ojos y en seis meses pudiera integrarse en los ejercicios de recuperación del
hospital. Carmen Boira me habla de que en algunos casos la "técnica metamórfica" solo
puede ayudar a morir. Pero también esto no es desdeñable.
¿Pero por qué el pié? La técnica afirma que "los pies son nuestra base, los
cimientos sobre los que nos equilibramos, desde donde nos proyectamos hacia algo más
elevado. Hablamos de "echar raíces", "arraigarse", de alguién que es muy "terrenal", que
está muy en contacto con la realidad. Decimos que estamos "desarraigados" cuando nos
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sentimos perdidos, alejados o separados de nuestro pasado, nuestra familia u hogar. La
conexión psicológica entre la madre y la tierra se expresa cuando decimos que el bebé
busca el pezón como una "raíz". Los pies son nuestro vínculo con la tierra, nuestro puente
entre las esferas más altas y el reino terrenal. La forma en que los pies nos unen a la
tierra, crea también un profundo simbolismo, el de la manifestación en la materia de
nuestra naturaleza más elevada", leo en un libro que me ha dejado Carmen, escrito por
otro de los maestros de "metamorficos", Gaston Saint Pierre. El telurismo aparece por
primera vez en este estudio, no será sin duda, la última.
No albergo la menor duda sobre las curaciones de Carmen Boira; en realidad, ella
es quien menos me ha hablado de ellas, otros que la conocen bien me las mencionan.
Antes de practicar esta técnica Carmen se dedicaba a la sanación, curaba,
fundamentalmente, por imposición de manos. El paciente permanecía en una actitud
pasiva, su única aportación al proceso era la fé en el sanador. Esto no terminaba de
satisfacerle y cuando entró en la escuela metamórfica, lo que más le satisfizo fue
aprender que el papel del terapeuta era únicamente el de ser un "catalizador de energía",
dependiendo todo lo demás del paciente. Una vez más, tambien en esta técnica, toda
curación es, en el fondo, una autocuración. Si aquella chica en coma no hubiera querido
recuperarse, si no hubiera dispuesto de una voluntad inquebrantable de dejar atrás su
postración, aun estaría alimentada por sonda en lugar de llevar una vida normal.
© Ernesto Milà – Infokrisis – [email protected] – http://infokrisis.blogia.com
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