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Milciades Peña Mayo 2005

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Page 1: Milciades Peña Mayo 2005

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Page 2: Milciades Peña Mayo 2005

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La crisis De Dir estor,wna ytosibihlad be ay)anz6r en [auniyevsibad.

Situ,ftci oyl lJ vriu ey sit Gy i aDesde su asunción, Kirchner ha dado muestras

de cuál es su políticapara la educación universitaria. Lasacciones del gobierno no han marcado otro camino que elde la profundización de las políticas impulsadas pororganismos internacionales tales como el FMI y el BM.Los lineamientos principales impulsados por el gobiernocon respecto a la Educación Superior siguen losprincipios propuestos por la política universitarianeoliberal de los años noventa. La conocida Ley deEducación Superior (LES), que en tiempos menemistasse había propuesto el objetivo de privatizar y elitizar laeducación pública universitaria, continúa intentando'.aplicarse: unas veces de forma solapada y otras dernanera evidente.

De modo que tras la devaluación de la moneda acomienzos del año 2002, a la situación de ahogopresupuestario (30 mil docentes universitarios trabajangratis en la Argentina) se suma la puesta en marcha depolíticas que no vienen más que a continuar con laofensiva sobre una educación universitaria que es aún deexcelencia, publ ica y gratuita.

Así observamos como desde el EjecutivoNacional se dio inyección a la Comisión Nacional deEvaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y ala nueva Comisión Interuniversitaria Nacional (CIN),organismos que negando la autonornía universitaria y elco-gobierno se proponen adaptar los Programas cleEstudio y las Carreras a las necesidades de un puñado deempresas. Persiguiendo este objetivo se realizó en agostode 2A04 una importante reunión in4rulsacla por laSecretaría de Políticas Universitarias (SPU) delMinisterio de Educación, dirigida desde enero de 2002por el radical Juan Carlos Pugliese, y el ConsejoInteruniversitario Nacional (ClN). En esta opoftunidadacordaron un Plan'para la Universidad que nada tiene <le

novedoso para nosotros: retomar lentamente el caminocle fa I-ES de la mano de la denominada Re./brtnaPugliese. Y como si para muestra no alcanzara un botónse ha vuelto a la carga con el fantasma del cupo, el aranceldirecto y no cesan en su intento de acortar Carreras con elfin de quitar contenidos de los Programas básicos paratrasladarlos postgrados amncelados.

Pero hacia finales del año pasado quedédemostrada la capacidad y el alcance de nuestra lucha. Enla Universidad clel Co¡nahue (provincias de Neuc¡uen yRío Negro) se dio un proceso de movilizaciónimportantísimo que tllvo, por sus métodos deorganización democráticos, características muyparecidas a los conflictos del '950'99 y 2001. A la torna de

facultades por más de un mes con barricadas, fogones ygu.1-di1s permanentes_ se sumó ia movilización ensolidaridad de trabajadores.yt"ro.upuJos que no sólofrenaron este nuevo lnle¡to ,i"tun"ní*rv aplicación dela LES sino que dejó.rerdad".á, l"rCoil;;;;l;organización y unificación de quienes-nos oponemos alas políticas de un gobierno qu. p"*unentemente seentrega y somete a ros mandatoi de ros organismosinternacionales de las potencia, i*p.rlutirtas. [.t¡chas

:^o1o :rtn.que hoy impulsan estudiantes y docentcs derooo et pats marcan utr friunfo categórico y señalan laenormedificultad con la que este gobi-erno se encuentra ala hora de avanzaL.:gl..ru, ptuñ., p.jütUu¿o,i, ñ;sobre la Universidad pública y GratuitlÁrgentina.

.. Hoy en la Carrera dé Historia nos encontramosfiente a una siruación particular. o" lu *uno ;;;;;"..,,kque comenzó en la Junta departamental, .rt"¡¡;"tJ;docentes nos veruos frente a la poslUiiiuáá de avanzar enconcretar algunas de nu"stra, reivindicacioneshistóricas. Por sobretodo, tenemos po. J*iunt, ao¡nenzara transitar el camino de la democ.uti"u.iOn. O"rpuá, O"yuch-o tiempo de lucha aparecen lu, ""n¿i"io;;il;i mpu lsar la democratizaci én en

"t pli"á" i a" o Ió gic o,' iaÁ

la apertura de cáteclras paralela*s, y dn","¿, importuni" enel plano político, de la mano Oe gárla.prot*gonismo en latoma de decisiones al interior d'e la óarrera. Se trata deromper con la iógica elitizante y tle claustros que nospropone la Junta Departamenial como instancia degobierno, y avanzando ón ese canrino r" lÁpr"ran a orearmejores condiciones para hacer ,;rli;;;-"i#translormaciones que hasia hoy sólo se presentabancomo cuestionamientos a lo existente, entre ellas: larefor¡nadel Plan de Estudios; un nu"no irlan que no solose oponga al que propone la LES sino que bonternplenuestras necesidades sociales.

Es en este sentido que entendemos que clebemosprofundizar la senda iniciadapor luAuu*tl"u Gene¡"al cle[-listoria y por la confluencia del movi¡niento estudiantily docente que hoy, tanto en nuestra carrera com' er restocle las universidades, peleamos por mantener loconquistado y avanzar en la construcción de unaUniversidad y una Carera que-no sea ajena a la realidad ylas neeesidades de nuestro país. -Ieneiros

la posibilidaáde establecer mejores con,ii.ion"s para resistir y crearalternativas a las políticas privatiza<toras y elitistas delgoolerno: avancemos en elcanrino de ladernocratizacióny la uniclad de los luchadores.

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sobv e [a J wnla DeYt avt'avnevft a[,La Junta Departamental de Historia flD) es la instancia

lrarticular ó gobi.roo en nuestra Cauera' Cotno ór¡¡auo de

gobierrro se h cánsidera consultiva' Esto quiere decir que reptesenta-ua

instancia de toma de decisiones. Entre sus atribuciofres se

cuentan: elevar al CD pediclos de.rentas (sueldo de los dncentes)'

aprobación de progtamas tle materias, designacién de la planta

dtcente de las cáiedás, pedidos de efectivización de concursos' etc'

La JD está cánpuest¿ por 3 representautes del claustto

eshdiantil ,íreptesentantes clel cónsideradr¡ claustro úe gt'adwdos y

por 4 tepresentantes del clausao deptufesotus'

til presupuesto implícito át la tt"tttionatla división de los

represetltalr;", políti.o. "rr'ro. ,.tp"ttivos claustros y su desigual

pJopor.iórt es que tal desigualclad se fundarnenta en la idea de que'^qrr'"ttot que más han engrósad c> su Csrnailum a lo largo cle los años

dáLr.n ..il.rt más indicados para resolver los asuntos qu€ cclmpetcn

a las Cafferas. ¿Quién rn .io, p,," decitlir sobre las características'del

Plan de Eut r.lio., por eiemplo, que un distinguido Doctor en

I listoria?, expr".orl qn i.n"t ¿cuetdan cou esta idea'

Así-pues, én esto consisle el denominaclo co-gobierno

urriversitatio: un puñaclo de profesores deciden por sobre h -gY"

mayoría de sus pares y d.los estudiantes ef pr'esente y el futuro de las

C"rr.r^r. N,, ,,rrpr.ri.le entonces que estos prrvilegios estaurentales-'

en clefinitiva, ,.rlllt.r, útiles para ll ltiene'¡tar de unos pocos' A5í se

clefe.<1ía l,uis Alberto Rorr'r".t' ".o tne puedo i'ragiuar un Flospital

en el que los enfermos voten"' Iteto podríarnos seguir con las

analogías y tlecir que tlo imaginamos un ejército en el qtre voten l<¡s

soklaüos y no los^Generales, no imaginamos una familia en la que

.t..i¿"n lo, Iti¡o, y txr los paclres y tari.t¡r<tc.imaginarnos u'a lglesia

en la que decidan los feligreses yno los sacetclt.¡tes'

Sin crnbargo,'ia ptegunta que tlo preteu<Ieit responder

quienes sosúenen lil"Sititto"-tn actt'al d.ivisión en claustros y la

á.*ig.,nl ,.pr"."nr^.ió,i"r, l^. i'sta*cias del co-gobierno es.dc c¡ué

.urá;rctrol h, clecisiones que tolnan los represe0tantes cle los tres

claustros.l''l realidad las decisiones que toman los representantes son

políticris. En pdncipio, coo la exislencia del derecho ala libeúad de

i'áto,irn rirrguti profÉroi, aún sienrlo un gran erutlitq podda ve.tar fa

¡losibiüclaJ.l. qr. otr. ¿esarrollafa eft su rnateria una cleteruúnada

iemática cle esiudio. Esto es, ninguna Petsona podría actuar de

celrsor del programa de una matetia, aíur si esta Petsoua no

.or,.ordar^ cort iti,rg,.no d. los co^terúdos de la 'rislna'

Pot ta't'' en

este nivel, "l

..r,lo.Irti. ttto 'Jel pturtsor c. clete.nitradas caurl¡os de

estucüo no s. po,lría poner erl ji'"go ett las disctlsiones en laJD y el

CD.Penr resulta que para lograr el obietivo de imposibilinr la

apariciótr de rnaterias' y .orrt ,ti.lot alternativos, un grupito rle

p'rof.ror"* rle nuestra óurrr ,los denomina¿os "modcrnos"' se lra

ialirlo igualnre're de esras 6ermmientas p.lític'-Lrsútuciouates.lin lugar de recurrir al veto cle una detctmiuada ¡nateria y dc

sus contenidos-parúculares !1¿¡1 stilizado el artilugio de iustaurat uu

Plan de E stuclio.s propio <lescle laJD y el CI)' Básicamcnte, completar

con éxito el Plan tle Ilstuclir¡s resulta utr¿ instancia incluclible para que

el futuro historiador sea reconocido por la -¿\cadcruia' Pero cl tan

grentad<-¡ Pla¡ se evitleucia basta¡te arbitrario. -fan

es,asi,q¡re. cn-.lo

referent'ealntrestro,elnrismísimo'I,uliol-Ialperinl)onglrinosertreviír a igrxrrar la ausencia cle ilvesúgación, la ineristencia <]cl

arubo¡,, .oí [uent.s, las cáte¿ras útricas, su rigidez y la ausencir de

áreas.de investigación' ¡Un par de problernasi

Esto es porque en reaüdad al observar lasfakncias delPlan

de Estu{ios, asistirnr¡s a la ce¡sura de krs co¡tetúdos de materias e¡una instancia anterior. No se permiten cátedras paralelas o

alternativas simplernente porque el Plan de Estudios no las

corrternpla. No- se pueden desarrollar r¡.r4terias que,.aPorteu

metodologías de la irrvestigación porque el Flao de E'studios no lcr

permite. Ño podemos especializarnos eo una determinada an19'ilvestigacióq porque e nuestfcl Plan de Estudios uo le interesa. Al fitr

y at cabo esteha resultado un bonito recr¡rFo delos "modemos" pata

desechar ca¡tidades de estuüos y temáticas lüstóricas, clato está, sin

decir que los están Prohibiendo-Pero laJD y el CI) no sólo ha servido alos "tnodernos"para

irrstaurar w Plan de Estudios. Aprovechando la desigualdad de

representació+.,gq laJD y el CD tatnbién se han dedicado a creat y

aBloyegh*r grst¡ncias para evitar perder el monopolio del

cónocimi..{nto histó¡so.¿De qué manera? Por ejemplq una de ellas

ha sitlo Ia falta de presupuesto. En la JD y el CD estc grupo de

profesores utili2an la excusa de la falta de ptesupuesto, para rcpartirior r""utrot parabinvestigación y para el dictado de las m¿terias a

discrcción. No por casuali{ad los beneficiarios son siempre los

rnismos y, eo gJ mejot de:!o,¡ 'casos, 'los "nod¿nns" utilizan esta

lamentable realielad para cercellar el derecho zln libertad de aitedru,y

en el peor de los casos, terminan de sellar otro tiqc.. de ne¿odoJ con sus

beneficiarios que nada atairc¡r a los couterúdos de esos estudic¡s.

Al clesechar obietivamente el derecho ala libertarl de c¿itedra

se colcrcarr por encima de totlo y de todos, diciendo: "en filsoht¡l .r(

acaln laLli¡loria". Nada que este gtupito no c¡uiera puede converti¡se

en I'Iistoria. Pcro en definitiva lo que estamos diciendo es que existe

poco en elconocimiento que este grupode profesores Posee acercá

de la llistoria que explique Lr realidad de nuestra Carter¿. Vale

rec<rrclar tlue lo s "mnr:lerfio¡" son un grupo ¡rolílicamente homogéneo

pcro lúst<lriográfrcarncntc bastante hetelogénco. Pero al rnisrno

tiempo la realidad de nuestra Carrera sí se explica bastante por el

irrterés que poseen esos pocos en Preservar sv [tatilry el rnonopoliodel conocimicnto lüstóricc¡, para lo cual laJD y el CD han siclo una

dc sus hertarnientas fundatnentales.:Queda.dernostraclo que lro¡ en día en la JD se avasalla,

producto ineludible de la división eu clausttos, el derechcr

iundamental de libeñad de cátedra. Pero eu la meücla en que flosot1-os

confiatnos en que laJD y el CD pucden tomar decisiones que atañcrÍ

a la ptoclucción de conocirnientos y al dictado de materias, pero nc

del.ren entrt¡rneterse eu form4_$irecta en el terreno del couocirnierlto

rnisrno,. cg.!.lfia.{}ros en,:gge.ila,4cpal esltuctur¿ estamental de

gobierno no tietre razón de ser y por tanto debe desaparecer. Pero

aquí aparece nuestra gran diferencia política. Nosotros aPost¿firos *una C-.4rre¡a plual y flcxible que contenga los rnás diversos

contcnidos y la posibilidad de sustentarlos a través de la lucha pornrny'of presupucsto.

Con estas breves líneas hemos querido detnostrar el

carácter elitista, autidernocrático y esta.tnenial del actual sisterna de

co-g<rbierno univcrsitario y señalar la falacia de los argunrentos de

aquellos que lo defiencleu, los cuales no por casualidatl soll sus

piincipales beneficiarios. FIoyla Crisis de Dinctorde laJD de I listoria

.,t¡rp1lo¡¡e frg¡tc.alaPo.sibilidad dc ¿vlnzat en la de¡nocratización de

esta instancia de gobierno. Ya que comprendemos todo lo que

denx¡cratizar la JD irnpüca respecto a la creaciíru de uua I listoriadistinta, ahora, nn podemos detenernos-

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Nuestr a rision y vtue'stv as f)¡,t0'puest';6s

El anáüsis crítico dela Cri¡i¡ de Dirutor de nuesta caffeta nÓs'

permite comptender los tesortes de poder que lá generaron ]¡) porio tanto, ¿tacarlos dándole una solución positiva al conflictr¡:

^vanza,t enla demotratiTadón de la¡ in¡f¿n¿ia¡ de¿oltierna de"la Fhmlta¿l

nmo prodacto de la cott¡olidatión de ana paúe de sa natridttndamintal: la

parii cipa d ó n es t u dia n ti l.

Catacteriz ación pollticaAl finalizat la últirna dictadura militar, la intelectualidad decidió

"Refundar la democracia en la Argentinatt,paralo cual levatrtó las

banderas <le la profesionaltzaciín acarlémtca' y la necesidad de

desvincular ¿ h Úniversidad respecto de la ptactica política' "fl'nlos '70 veníatnos a hacer política, hoy venimos a estudiar",

retumba el eco en el aula 250 donde se dicta I-Iistoria Arge ntina II,clonde las ptofesoras, de tanto en tanto, tecuerclan

tornánticamente su pasado juvenil y de militancia poltica. Pero la

objetividad ptoclamada no fue más que un gdto desesper:ado de

subjetividad política. Acaso en su afán pot tefundar una

democracia siu anclajes clasistas, entendiendo a la Universiclad

como una isla de no sé qué océano, se convittieron en

intelectuales del alfonsinismq rrutando al menemismo, logrando

su apogeo en la aliatrza y hoy mirando con ojos bizcos al

ki¡chnerisrno.Esta intelectuaüdad logtó motoñyar sa ohjetiuo teniendo el

monopolio delgobierno de laliautlfad, porque éste es la garantía de la

concerrtración de los Institutos de investigación, de' las

E<litoriales, de las cátedras írnicas de corte feudo-vasallático' <lel

teparto cle la tenta, de los Planes de Estudiq etc. Son ellos

.1.ti.n.s manejaron y maneian nueslra Catreta cónlodametlte

desde hace años.

Peto el stalus qao de los '90 no pudo mantenerse por

siempre. Ante la avanzada ptivatizadora y paupetizadora de la

Universidad pública, la tespuesta fue una cadavez fi)enos tímida

ampüación áe h participación del movimiento estudiantil;

llegan<lo el 2001 y el Argentinalo, dejándonos la expetiencia de

Sociología de la Facultad "de Sociales de la UilA y el golpe de

gtacia aFtanja Momda en muchos de los centrrrs cle llstudiantes

áe b Universidad y de la conducciótr de la FUBA. Este avance de

los sectores de oposición tuvo también su correlato en docentes y

gracluaclos que debían conducit en unidad con los estudiantes el

gobierno de la FacultadEn la Junta Depattamental de Ilistoria las corrietrtes

críticas se impusieron en las elecciones de 2002, obtenicnclo la

mayoría pa Mariátegui-Milcíades Peña) y la minod¿ estudiantil

GyIt); la mayoría en gtaduados (Bloque Histórico) y la tünodaen docentes Q.a Cornuna). Desde estaJD se pusieron en tratchavarias reivinclicaciones congeladas como completai' la

efcctivización del Plan de Estudios, la cátcdra paralela de lamatetia más poblada de la F'acultad, rnayor oferta de seminatios"'

peto las grieias que observamos están en relación a la tlecesidacl

de partiiipación comptometida cle los estudiantes, Puuto lro

activo durante el inicio de este ptoceso-

,\ fines del año pasado cambió la c<¡rrelación de fuerzas

al interior de laJD de llistotia: si bien en estudiantes sigue tantoen la mayoría (ItyR-PO) como en la minoria (La Matiátegui)cortiente de oposiciótr en sentido amplio. Pero en graduadosobttrvieron Ia mayorta de la reptesentación bs intelectuales de lademomaday en docentes continuarou con su mayoría.

En consecuencia, los sectores monopólicos del pocletpolítico de la Facultad lograton obtener 5 representaciones en la

JD, obligando a la oposicién (RyIL-PO, La Mariátegui, LaCornuna y el l3loque I listórico) a mantenet la unidad para forztrun posible empate técnicq obligando así también a quien ftrera

el Dire ctor de la Carreta a desbalancear el resultado hacia uno de

los clos sectorcs. Ante la imposibilidacl de logtar un acuerdoenü'e Ia oposición, truchas vcces por rcncillas intestinas, se

vieron obligados pot la misma realidad a recurrir a la Asamblea,con difetentes iltereses y pcrspectivas de lo que sería l-idiar coula rnovilización del estudiantado.

Al iniciarse el año Ia Cri¡i¡ de I)it"ectar con su dobleodgen, utta faz tomerista y otra cle la op<,rsición, dejó unescenario abiertq donde la posibilidad de democratizat el poderde la Facultad, atando a la oposición a un prografira resuelto en

asarnbleas masivas por los estuüantes y docentes rnovilizaclos es

ya factible y muy deseable.

Nuestv 6s Pvaylwest asI)esde que surgió la Crisi¡ de l)irector y se lanzó el

p{oceso de clebate en la Asamblea General de Iüstoria y en los

cursos ha aparecido una disct¡sión dotninaute. Esta discusión se

nos ha presentado etr la fortna de: los que quicrcn rcto/uery \orq)e n0 quieten rcso/uer. Peto, ¿c1ué es lo que se quiere re.rrtlaer o

dcjarde rctobeñLa incapacidad que tiene laJD de solucionar su falta cle

funcionatniento a través de los nrecanismos hal¡ituales ha

clejado un relativo vacío tle poder en nuestr¿ Cartera qn. ,r.tigran rnayoría pretendernos ocupar por rneclio de instancias

dernocráticas de participación.F'.n gran rneclida el ffasfondo de la dicotornía planteada

(resalaer-no re.rahte) se expl,ica en la posibilidad que tenemos de

profundizar el proceso democrático de asambleas genetales, de

deb¿te etr kls cursos y conúsiclnes de trabajo y hacer efectivo su

podcr de <lccisión frente a la Crisi¡ de Dircúoren que se encucntra

sunú<la la JD Petq ¿cómo hacemos para que este pfocesocorrtinúe y se profundice? lin respuesta hemos escuchado: '¡lQne

gobierne la A¡amhlea Geneml! ¡I/anos par el awtogobierno!". Pero, ¿dequé matrera podernos hacer que gobierne la Asarnblea?

I'Ioy en día ñrnciona en l{istoria la masiva Asamblea

Geucral, donde debaúmos cliversas propuestas que atañen a

rillestro pfesente y futuro en la Cartera" Pero n¡ienttas nosotfosdebati¡nos en fotma abierta, pública y democrática los gruposmin<-,ritatios que aún mancjan los hilos de poder de clecisión en

nucstra Catreta buscan una solución propia a la Cñ¡i¡. 'f1l

Page 5: Milciades Peña Mayo 2005

"moderflr"Catt^r\zlha enviado una carta al Consei<; Superior tle

la Universidatl (CS) intentando hacer valer un recurso del

lfstatuto Univetsitatitt por el crtal se podría echar de sus cargos a

los cinco represcntantes de la JD que se rehúsan a dar quórum y

niegan la posiUilidaa de su funcionamiento- Peto, entonces, ¿hoy

gobi"tt o ia Asamblea en I-listoria? No' Sabernos quien comieuza

i g,rb"tn^r la Camera de Flistoria es el Consejo Ditectivo'

Qui.r.e, toman las decisiones y actuan en consecuencia acerca de

lci* a*p.cto, televantes cle h Óartera son l<'¡s representantes del

CD y uo la Asamblea General.Entonces, ¿de qué manera podetnos lograr que gobielg

la Asarnblea y se profon.li.e el proceso de del¡ate democrático? Yallí vuelven

^ "p*.."r el resoluiry el no resoluer, aho¡a err forma de:

¿sirve elegir a un Director en la Asanrblea Genetal o en una

instancia Jemocráúca para profun'lizar este proceso o no?

Quienes hoy añintan que tesolver la elección del

Director es t"rminar co¡r el ptoceso de debate demncrático y

erltregat el poder de decisión nueüamente a la JD señalau que

tlebcÁos esiablecer un autogobierno desde la Asamblea General

pero no dicen cómo debetnos hacedo ya que ho¡ aún con una

Asarnblea masit'a, no hemos corlftrrmado elautogobierno'

Quienes planteau <1ue elegir a un 'Director nos va A

pennitir piofundizar este próceso se pr'€sentall aFumaban hasta'hoy q.l" resolviéramo, y, y.. la Asamblea General quién sería el

p.á*i*" Ditectot cle' la Cartera. Ellos se apoyaban- tu. -1"

posibüdad cle romper con el tnecanisrno estametrt¿Ltle elección

de l)irect<-rt per., .llrri,laban que nuestro obietivo va más allá' E'sta

posición parte obfetiv"*"t i" de una visión que privilegia en la

4¿r¡t ,tt l)i,rrtrrla falta cle cantlidatos Par¿ ocupar el cargo y la

posibilidad dc colocar al propio. -

Por nuestro laJo señalamos que el obietivn debe "ser

reemplazatalamismísimaJDporunaitrstanciaderrrocráticadegcrbien o. Pero para alcanÁt tal obieúvo pattimos de la idea de

{ue h í,nica f.¡tma de que este ptoceso continúe es trazándonos

ob¡"tirr,r* tealizables' Nosotros, a cüferencia de las dos posturas

nrli.tior"r, consideramos que este proceso tiene dos niveles

interct>nectaclos. Uno es aclucl en el cual podemos colnetrzar a

teetnplazar a laJD como órgano-de gobierno de nuestra Camera

p"t ii*r""tius iemoctáticutlY tl segundo es aquel e1 ef .cr$' e.n

"r. .^*itto de reernplazc¡ tle la JD, tompernos coll la lógica de

elección estamentai y cerrarJa del Dircctor de la Catrefa'

reernplazánclnla por r.rn^ fot*^ de elección verdadetamerite

clernocrática Y directa'Nuestras Propuestas a la Asamblea gencral han marcado

descle la primem .rr"r'.." camino' Opinamos que la Elección

Directa áel Dircctot de la Carreta es uu rneclio y no un ftn en sí

mismo.I¿Iilecciónl)irectaenAsambleaGeneraltlel',Directorresulta uu meclio p¿ra enrpezar a crear l¿s cotrdiciones::p*ril

termi.at tlefituiti'i'aÁente con la estructura estamelrtal de taJD'

Pelt¡ esta posibilitlad no sc agota en la propia Iilección

I)ircct¿r sino en la posibilitlad que tenemos a ttavés de ella de crcar

reaseguros que rlos permitan ¡ontinuar rnovieudo

.l*-.riráti.^-át. los hilc¡s rlel podet' Estos reasegutos recultau

irrr¡rtes.in.lit les y deben '*p"t"Lt*t tanto el Progtama polftico

cle la Asamblea Gener"i, <:t'rno el tlel propio Director y la

Dirección colectiva queya hemos votado'

Ifutre los teaseguros que nosotros venimos impulsando

se encuentran: A) c¡uc la Asamblea General y stls demás

instancias de debate se apropien dc la posibiüdad de resolvcr

democráticamente ciett¿s temáticas de su interés' corl un

máximo de tiernpo estipulado, B) la revocabilidad en

asamlilea de todos los catgos de le dirección colectiva'

Que la Asaml¡lea General mandate a la dirección colectiva a

curnplit:con la convocatoday organización oficial y abieftade las tomadas de Discusión del'Plan de Estudios, las

estructufas catedráticas, la investigación y las forrnas

pollticas de la Carreta; la implementación del Plan de

,Lucha Por mayor presupuesto, la convocatotia a tres

Asarnbleas 'Generales con carácter rcsdlutivo en este

primer eño de 8u mandato, etc.

Pcro entre los reascguros rnás importantes con el cual

podeinos contar en el Ptograma de la Asamblea Gcneral y los

,-lrt ou,:frflra evitar que sc cercene rruestra participaciótl, es

.,ostableier é1,carácter transitotio de la ditección colectiva'Proponernos a laAsarnblea Gencralque marrdate a h di¡ección

colcctiva para el llamado, dcspués de seis tneses de su asunción,

a una Asamlilea Gcneral cuya única función sea resolver la

ccxrtinuidad o rro, la transfotmación o no de la estructura de la

direcc'ión coleefiva y sus representautes.ifambién, nuestra Propuesta abicrta y que ponernos

para enric¡uecer la discusión de los cursos y la Asarnblea

bene¡al .i qo. se contemple la conformáción de une

Comisión Di¡ectiva transitoria (corno forma de gobietnocolectivo) que debeda contener a los cinco representantesde clauttro de la oposición ya elegidos, a un Directot y utt

Secretario Acaelémico elegidos en fotma ditecta, todosicomo ca¡gos legales en la JD; y a cinco representantes'rnás surgitlos de la Asamblea y los cutsos' A' lr¡s cfectr-¡s de

su funcionrmiento proponemos que clesarrolle sus actividades

de 'forma púbüca cada dos setnatlas' en la cual todos los

r'spresentantes, incluso el Director, tcn¡¡an los misrnos

dcrechos y obligaciones, y donde el resultando de esta iilstancia

sea creat un mand¿to común a todos sus miembros y túu a

aquellos'sue participan de laiD. Flacernos esta prol>uesta de

que la Comisión Dircctiva transitoria y revocable sea cerrada

para e*'itar r{ue se convierta en un espacio de disputa de

opur"to. polítictls. Pero a la vez propotler¡los que s.e funciorie

ptt .,ttt*.nuo y que la instancia definitiva'y resolutiva cuando

iro e*ista tnl cousenso sea inevitablemente l¿ Asaml¡lca

General"Confiamos plenamente que a través de este

tnecatrism<¡ lograrcmos eftrpezar a hacer realidad la fuerza de

las Asamltleas "Generales y los cursos. Coufiamos que

,potlremos. encamiuarnos hacia la desaparición dc la JD como

iroy la conocctnos, y que nos,apropiemos del ejcrcicio, deinocrático del pocler en nuestra Carreta y en la Facultad. P<¡r

ello nuestm intención es que en la ptóxima AsambleaGenetal podanros terminat de defi nir el Programa pollticode laAsambleay la Dirección colectiva transitoria. Damos

.,unfl $etn8!l{r.para presentar a toda la C¿rrera ese l)rogratna y

conve¡car.a divetsos candidatos a sul¡<rtdinarse a ó1 y presentatse

una próxima Asamblea General cuyo obietivo sea r'<¡tar a los

rnietnbros de l¿ Comisión Directiva transitoda.

Page 6: Milciades Peña Mayo 2005

TSTÜT1 AAsauvúrea Gevlevu[ cefy[ rc/5

Asuvwb'rna Gevrev a[}e Hist oria ú / 5May ch al{ac iona[ U niueT sitari a zo / 5

II Evtcwnrrtv o l{ ac iona[ evr

Covt?va0e {aLES, zt/5

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