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 La mirada de los chilenos a la familia Florencia herrera / Berta teitel BoiM 1 1 Las autoras agradecen los valiosos e interesantes comentarios de Marjorie Murray, académica de la Pontificia Universidad Católica de Chile. 2 n Chile, la tasa de nu!cialidad "cada mil ha#itantes$ ha dismi% nuido. Pasó de ser &,& en 1''2, a (,( en 2))*. +egn el -nstituto  acional de stad/sticas "-$, en 1'&) se registró en Chile el mayor  !romedio de hijos !or mujer0 ,('. +in em#argo, el !a/s mostró una disminución en el !romedio de hijos hasta 1,'2 el ao 2))*. La convivencia tam#ién aumenta3 cada ve4 son m5s las !arejas 6ue  !os!onen o evitan el matrimonio. ntre 1'') y 2))', se incrementa la cantidad de hogares cuyo jefe Las formas de entender y construir las relaciones familiares han sufr ido prof undas revoluciones en las últimas décadas (Giddens, 199 y 1999! "e#alen, $$$! Bec%&Gernsheim, $$! 'ee%s, eaph y y )onovan, $$ 1! *adoret, $$+- Giddens a.rma ue 0de todos los camios ue ocurren en el mundo, ni n#uno supera en importancia a los ue tienen lu#ar en nuestra vida privada &en la se2ualidad, las relaciones, el matrimonio y la familia&- ay en marcha una re voluci3n mundial sore c3mo nos con& ceimos a nosotros mismos y c3mo formamos la4os y relaciones con los dem5s6 (19997 8- :n ;mérica Latina, :li4aeth <elin sostiene7 0:l he& cho central es ue vivimos en un mundo en el ue las tres dimensiones ue conforman la de.nici3n cl5sica de familia (se2ualidad, procre aci3n, convi vencia han sufrido enormes transformaciones y han evoluciona& do en direcciones diver#entes6 (199=7 1>- :n *hile hemos sido testi#os y prota#onistas de estos camios- La mu& ?er ue a mediados del si#lo pasado se dedicaa a cuidar sus hi?os y al ho#ar, vuelve a insertarse en el mercado laoral- La disminuci3n de la mortalidad y la morilidad femenina, la contracepci3n ue evi ta los emara4os e2cesivos, el descenso de la mortalidad infantil, el aumento del nivel educacional femenino y el ali#eramiento y desvalori4aci3n de las tareas del ho#ar hacen ue la mu?er uiera traa? ar fuera de éste para desarrollarse- :l traa?o femenino cuestiona el modelo de par e?a asado en la depen& dencia econ3mica del homre- :l salario le da autonom@a a la mu?e r y le permite renunciar al matrimonio en caso ue no le satisfa#a- Aor otro lado, ahora la continuidad de la pare? a se asa en el amorC (co& municaci3n emocional e inti midad y no en los v@nculos patrimoniales (Giddens, 199- Las tasas de nupcialidad descienden y los divorcios y la convivencia se incrementan! la uni3n a lo lar#o del tiempo se hace m5s fr5#il - Do es ue 12 1 en cu es ta na ci na l

Mirada Chilenos Familia

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La mirada de los chilenos a la familia

Florencia herrera / Berta teitelBoiM 1

121 encuesta nacional udp 20101 Las autoras agradecen los valiosos e interesantes comentarios de Marjorie Murray, acadmica dela Pontificia Universidad Catlica de Chile.

2 En Chile, la tasa de nupcialidad (cada mil habitantes) ha dismi- nuido. Pas de ser 6,6 en 1992,a 3,3 en 2008. Segn el InstitutoNacional de Estadsticas (INE), en1960 se registr en Chile el mayor promedio de hijos por mujer: 5,39. Sin embargo, el pas mostr una disminucin en el promedio de hijos hasta 1,92 el ao 2008. La convivencia tambin aumenta; cada vez son ms las parejas que posponen o evitan el matrimonio. Entre 1990 y 2009, se incrementa la cantidad de hogares cuyo jefede hogar es soltero, separado o conviviente. Asimismo, disminuyen Las formas de entender y construir las relaciones familiares han sufrido profundas revoluciones en las ltimas dcadas (Giddens, 1992 y 1999; Segalen, 2000; Beck-Gernsheim, 2002; Weeks, Heaphy y Donovan, 2001; Cadoret, 2003). Giddens afirma que de todos los cambios que ocurren en el mundo, ninguno supera en importancia a los que tienen lugar en nuestra vida privada -en la sexualidad, las relaciones, el matrimonio y la familia-. Hay en marcha una revolucin mundial sobre cmo nos con- cebimos a nosotros mismos y cmo formamos lazos y relaciones con los dems (1999: 65). En Amrica Latina, Elizabeth Jelin sostiene: El he- cho central es que vivimos en un mundo en el que las tres dimensiones que conforman la definicin clsica de familia (sexualidad, procreacin, convivencia) han sufrido enormes transformaciones y han evoluciona- do en direcciones divergentes (1998: 17).

En Chile hemos sido testigos y protagonistas de estos cambios. La mu- jer que a mediados del siglo pasado se dedicaba a cuidar sus hijos y al hogar, vuelve a insertarse en el mercado laboral. La disminucin de la mortalidad y la morbilidad femenina, la contracepcin que evita los embarazos excesivos, el descenso de la mortalidad infantil, el aumento del nivel educacional femenino y el aligeramiento y desvalorizacin de las tareas del hogar hacen que la mujer quiera trabajar fuera de ste para desarrollarse.

El trabajo femenino cuestiona el modelo de pareja basado en la depen- dencia econmica del hombre. El salario le da autonoma a la mujer y le permite renunciar al matrimonio en caso que no le satisfaga. Por otro lado, ahora la continuidad de la pareja se basa en el amor (co- municacin emocional e intimidad) y no en los vnculos patrimoniales (Giddens, 1992). Las tasas de nupcialidad descienden y los divorcios y la convivencia se incrementan; la unin a lo largo del tiempo se hace ms frgil2. No es que el hecho de formar pareja en s mismo sea rechazado, es slo que el matrimonio es ms dbil. De acuerdo con Ximena Valds et al. (2005), en Chile, a partir de los aos ochenta, se est produciendo un fenmeno de desinstitucionalizacin de la familia.

En el campo de la reproduccin tambin se han vivido grandes cam- bios. La masificacin de la pldora anticonceptiva y las nuevas tecnolo- gas reproductivas han logrado separar la sexualidad de la concepcin. Paralelo a estos avances, ha disminuido sostenidamente la fecundidad122 encuesta nacional udp 2010y han aumentado los hijos fuera del matrimonio3. Gracias a los anti- conceptivos, los hijos pueden programarse y hoy suelen planificarse de acuerdo con los tiempos de la pareja y, especialmente, de la mujer. La maternidad se posterga y crece el inters en tener hijos en perodos de la vida en que disminuye la fertilidad. Esto lleva al aumento de la demanda por tratamientos de reproduccin asistida y, con ello, el desa- rrollo de estas tecnologas cuestiona las formas tradicionales de enten- der la parentalidad4.

Las tareas de la mujer se multiplican: por un lado entra al mercado de trabajo, pero por el otro sigue siendo ella la principal responsable de las tareas del hogar y el cuidado de los hijos (Beck-Gernsheim, 2002). Las investigaciones de Valds (2005) y Olavarra (2005) apuntan a que en Chile sigue existiendo una marcada divisin sexual del trabajo al interior de los hogares: a pesar de la existencia de un discurso ms de- mocrtico e igualitario en la pareja, en Chile siguen siendo las mujeres las que se hacen cargo de las tareas domsticas y de los hijos.

Aunque la pareja sea ms inestable o frgil, la familia como institucin que une generaciones sigue slida. La inestabilidad del ncleo conyugal y las nuevas formas de hacer familia no implican que exista un debilita- miento de los lazos familiares (Tironi, 2005). Las familias monoparen- tales, las reconstituidas o las desinstitucionalizadas, conviven con las redes de parentesco. Frente a la fragilidad del vnculo conyugal estos lazos se refuerzan y se recombinan. Se crean nuevas familias que se caracterizan por su fluidez y diversidad.

La encuesta Casen 20095, permite analizar los principales cambios que han tenido las familias en las ltimas dos dcadas. Los datos evidencian que las familias biparentales6 han disminuido: en 1990 correspondan al 67,3% y el ao 2009 alcanzaron el 58,6%. Por otra parte, las familias unipersonales y monoparentales han aumentado, especialmente con jefatura masculina (4,5% a 7,2%). Esta encuesta muestra un importante descenso del nmero de jefes de ncleo casados y un incremento de las convivencias y de personas sin pareja a cargo del ncleo familiar. Tambin se observa una relevante reduccin del nmero de personas por familia (3,4 personas en 1990 a 2,9 en el ao 2009).

Esta breve revisin de las transformaciones que han vivido las familias chilenas en las ltimas dcadas nos permite enmarcar las preguntas que guan este artculo: Qu opinan los chilenos de estos cambios?Qu legitimidad le dan a las distintas realidades que viven en sus re- laciones familiares? Se pueden identificar distintos grupos de acuerdo a su posicin respecto a estos temas? Qu concordancia hay entre las prcticas familiares y la ideologa sobre la familia?

Para abordar estas preguntas, en primer lugar se usan los resultados de la Encuesta Nacional UDP 2010 con el objetivo de ver el grado de acep- tacin que tienen distintas realidades familiares en los mbitos de la pareja, la reproduccin, la parentalidad y las relaciones entre personas del mismo sexo. En segundo lugar, se analizan las tipologas de opinin que surgen a partir de las respuestas de los encuestados, identificando cinco grupos en el continuo liberal-conservador. de 64% a 45,6% las familias cuyos jefes de hogar son casados/as (Casen 2009).

3 En 1996, la proporcin de las muje- res que fueron madres por primera vez y que no estaban casadas fuede 55,3%. En el ao 2004, en cam- bio, dicha proporcin aument al72,7%. Fuente: bases de datos INEcontenidas en www.ine.cl.

4 Por ejemplo, separacin de la paternidad biolgica y la paternidad social en casos de donacin de gametos.

5 Familia. Encuesta Casen 2009 - Mideplan (2010).

6 Familia unipersonal: corresponde a aquellos ncleos en los que vive una sola persona.Familia biparental: ncleos en los que se encuentra el/la jefe/a y su pareja, independiente de su situacin legal.Familia monoparental: ncleosen los que el/la jefe/a de hogar no presenta pareja.Familia nuclear: corresponde a las personas que forman parte de un mismo ncleo.123 encuesta nacional udp 2010Qu opinan los chilenos? parejaEn el grfico siguiente, se puede observar que la convivencia de las parejas tiene una mayoritaria aceptacin como paso previo antes del matrimonio (73,8%). Estos niveles de aceptacin bajan notablemente cuando se plantea como una situacin definitiva (56%). El divorcio se ve como una alternativa aceptable y legtima (77%) y el matrimonio no es considerado una institucin pasada de moda (21,6%).

Grfico 1

Nivel de acuerdo con convivencia, divorcio y matrimonio (% de encuestados que res- ponden muy de acuerdo y de acuerdo).

Fuente: Encuesta Nacional UDP 2010.

Estas opiniones muestran diferencia segn edad y grupo socioecon- mico (GSE). El acuerdo con la convivencia disminuye significativamente con la edad: slo el 61% de los mayores de 61 aos est de acuerdo con que las parejas vivan juntas antes de casarse y el 35% con que vivan juntas y nunca se casen. Las personas de ms altos ingresos, por otra parte, tienen mayores niveles de aceptacin frente a la convivencia y al divorcio.

Junto al matrimonio tradicional, se validan uniones ms flexibles y fr- giles. Se legitima la convivencia pero todava se la percibe como un paso previo al matrimonio. Hasta hace unas cuatro dcadas la unin libre, el divorcio y la familia monoparental eran considerados figuras de des- viacin con relacin a la norma. Actualmente se asiste al fin de la regla nica del matrimonio mongamo y todas estas figuras forman parte de un mismo modelo considerablemente aceptado.

control de la reproduccinLas respuestas de los encuestados reflejan que existe un acuerdo frente a la autonoma de la mujer, en relacin a decidir sobre el uso de mtodos anticonceptivos de emergencia y que stos sean distribuidos gratuita- mente. No existen diferencias de opinin segn gnero. En relacin a la edad, solamente los mayores de 60 aos muestran un menor acuerdo. Las personas de grupos socioeconmicos bajos, asimismo, exhiben me- nores niveles de acuerdo.124 encuesta nacional udp 2010El uso de tcnicas de reproduccin asistida logra una aceptacin ma- yoritaria de la poblacin (aunque menor al de la anticoncepcin de emergencia). La adhesin ms baja la tiene la opcin de que el hijo sea gestado en el tero de otra mujer cuando la pareja no puede tener hijos en forma natural. En este caso existe diferencia segn gnero, pues los hombres presentan mayores grados de acuerdo que las mujeres.

Grfico 2

Nivel de acuerdo con pldora del da despus y con reproduccin asistida (% de en- cuestados que responden muy de acuerdo y de acuerdo).

Fuente: Encuesta Nacional UDP 2010.

parentalidadLa mayora de los encuestados est de acuerdo con que un hombre sol- tero o una mujer soltera puede criar a un hijo tan bien como una pareja casada. En esta percepcin no se registran diferencias segn edad. S se identifica que el grupo socioeconmico alto muestra un menor acuerdo. Llama la atencin, asimismo, que las madres solteras se vean ms capaces de criar un hijo que las parejas separadas. Por otra parte, el81,2% de las mujeres piensa que una mam que trabaja puede tener una relacin con los hijos tan buena como la que tiene una madre que no trabaja. Esta proporcin es ms alta que la de los hombres, respecto a la misma afirmacin.125 encuesta nacional udp 2010Grfico 3

Nivel de acuerdo con situaciones no tradicionales de parentalidad (% de encuestados que responden muy de acuerdo y de acuerdo)

Fuente: Encuesta Nacional UDP 2010.

homosexualidadEl tema de la homosexualidad es, sin duda, el que recibe menos acep- tacin por parte de los encuestados. Slo un 54,1% est de acuerdo con que la homosexualidad es una opcin sexual tan vlida como cualquier otra. Cuando las preguntas apuntan a relaciones de parejas homo- sexuales o a la posibilidad de que hombres o mujeres gays cren hijos, la aceptacin baja drsticamente. Slo un 22,2% de los encuestados opina que los homosexuales deberan tener derecho a adoptar hijos. El rechazo al matrimonio homosexual y a la parentalidad gay aumenta significativamente con la edad. Por otra parte, las personas entre 18 y45 aos, las mujeres y los que pertenecen a los grupos socioeconmi- cos ms altos son los que tienen una actitud ms tolerante frente a la homosexualidad.126 encuesta nacional udp 2010Grfico 4

Nivel de acuerdo con matrimonio y parentalidad homosexual (% de encuestados que responden muy de acuerdo y de acuerdo)

Fuente: Encuesta Nacional UDP 2010.

Las respuestas de los encuestados muestran que la familia nuclear constituida por un padre proveedor y una madre ama de casa que cran juntos a sus hijos, ha perdido su monopolio. El matrimonio sigue ocupando un lugar central como forma de organizar las relaciones fa- miliares, pero fenmenos como la convivencia, el divorcio, las madres y padres que cran solos a sus hijos y las madres que trabajan, son consi- derados alternativas legtimas a las relaciones familiares tradicionales.

Los resultados de la encuesta indican que la combinacin de familia y homosexualidad es conflictiva para los chilenos. La homoparentalidad despierta recelo incluso entre los ms abiertos: los jvenes. En efecto, el 63% de las personas entre 18 y 29 aos est en desacuerdo con que los homosexuales puedan adoptar hijos. La diferencia de sexo en la pa- reja es considerada un requisito para constituir una familia.

Con relacin al gnero, si bien no hay diferencias de opinin significa- tivas en los distintos temas, s se perciben algunas diferencias en los resultados de la encuesta. Por ejemplo, se identifica una mayor acep- tacin a las madres solteras que a los padres solteros, as como ms validacin a las madres lesbianas que a los padres homosexuales. Esto refleja que la crianza de hijos sigue estando ms ligada a lo femenino.

Quines son los conservadores y los liberales?

Para identificar quines son los grupos conservadores y quines son los liberales, se efectuaron tipologas de opinin en base al grado de acep- tacin o rechazo de los entrevistados frente a un largo set de preguntas. La interrogante utilizada fue la nmero 86 del cuestionario (ver anexo: tabla 1), que est formulada de la siguiente manera: A continuacin le voy a leer una serie de afirmaciones. Me gustara saber si Ud. est muy de acuerdo, de acuerdo, en desacuerdo, o muy en desacuerdo con cada una de ellas.127 encuesta nacional udp 2010Primero, se construy un grfico utilizando la tcnica de anlisis de co- rrespondencias mltiples. ste permite analizar las distancias o cerca- nas que tienen entre ellas cada una de las categoras analizadas para las 21 variables. Esta metodologa permite, precisamente, detectar las interrelaciones entre una gran cantidad de categoras y/o de las varia- bles, ponindolas de manifiesto en grficos bidimensionales que pue- den ser interpretados con relativa facilidad (Levi y Varela, 2003).

Esta tcnica de anlisis no requiere hiptesis ni supuestos de ninguna naturaleza, debido al carcter descriptivo y exploratorio de la misma. Lo que se busca es resumir el gran volumen de datos en un grfico de fcil interpretacin. Cada categora corresponde a de acuerdo o en desacuerdo, por lo tanto se obtiene un grfico en el cual estn repre- sentadas 42 categoras (ver anexo grfico 1: anlisis de corresponden- cias mltiples categoras: acuerdo/desacuerdo).

Luego se levantaron tipologas de opinin, para lo cual se utiliz la tc- nica de conglomerados o cluster con las respuestas de los chilenos acer- ca de los temas analizados. Se encontraron cinco tipos de opiniones. Las posiciones que reflejan fueron clasificadas como muy liberales,liberales, conservadores, muy conservadores e indecisos.

Grfico 5

Tipologas de opinin: conservadores-liberales

Fuente: elaboracin a partir de datos de Encuesta Nacional UDP 2010.A continuacin se realiza una breve descripcin de las caractersticas ms frecuentes de las personas pertenecientes a estos cinco grupos: Grupo 1 Muy liberales: Representan el 21,5% de los encuestados. Se caracterizan por tener una posicin poltica de izquierda, son j- venes y viven en su mayora en la Regin Metropolitana.

Grupo 2 Liberales: Se diferencian con el grupo anterior en que no estn de acuerdo con la adopcin de hijos por parejas gay. Repre- sentan el 34,2% de los encuestados. Tienden a ser de estrato social medio y vivir en regiones.

Grupo 3 Conservadores: Representan el 18,4% de los encuestados. Consideran que una madre soltera o un padre soltero puede educar igual de bien a sus hijos que aquellos que estn en pareja. Estn de acuerdo con que el divorcio es una solucin cuando la pareja no pue- de resolver sus problemas, pero manifiestan desacuerdo con el resto de los temas analizados. Este grupo es transversal; no muestra un perfil sociodemogrfico determinado.

Grupo 4 Muy conservadores: Representan el 16,4% de los encues- tados. Estn en desacuerdo con todos los temas planteados. En ge- neral son personas mayores de 60 aos y de grupo socioeconmico medio-bajo.

Grupo 5 Indecisos: Representan el 9,4% de los encuestados. Tien- den a ser personas mayores y en situacin de extrema pobreza.

128 encuesta nacional udp 2010Para encontrar las relaciones entre cada una de las tipologas y las variables sociodemogrficas en forma conjunta, se realiz un anlisis de regresin logstica mltiple7. De acuerdo con ste, en la formacin de opinin la variable relevante es la edad, luego la religin, en tercer lugar la posicin poltica y, finalmente, el grupo socioeconmico. El gnero del entrevistado no incide en la conformacin de opinin, as como tampoco si vive o no en la Regin Metropolitana.

En relacin con las variables que mostraron niveles de significacin en el anlisis, se puede afirmar: Las personas con mayor edad tienen opiniones conservadoras o notienen opinin. De manera inversa, a menor edad son ms liberales.

Las personas que profesan la religin evanglica son ms conserva- doras.

Las personas de izquierda son ms liberales.

El grupo socioeconmico tambin incide en la posicin que toman las personas: los ms pobres tienden a ser ms conservadores y los de estratos ms altos a ser ms liberales.

Por ltimo, se realiz un diagrama de rbol8 para tener mayor precisin en el anlisis de las variables explicativas. Se concluye, nuevamente, que la edad es el factor determinante en la posicin que toman las per- sonas. En el tramo de edad de 25 a 52 aos, la religin tiene un peso importante. Las personas que son evanglicas o de otra religin no ca- tlica tienden a ser ms conservadoras (ver anexo). 7 Se utiliz la tcnica de anlisis lo- gstico mltiple, que permite que la variable dependiente sea categrica y con ms de dos categoras.

8 Tcnica estadstica multivariada que permite analizar una variable de respuesta categrica.129 encuesta nacional udp 2010Conclusiones

Para comprender los cambios y las evoluciones de la familia es nece- sario distinguir entre la ideologa imperante sobre la familia (lo que es considerado adecuado y correcto) y las prcticas (lo que efectiva- mente las personas hacen). Yanagisako (1979) propone que el cambio y la continuidad en las instituciones familiares no son fenmenos ex- cluyentes. La clave est en examinar la relacin entre los cambios en la ideologa de la familia y las transformaciones en los arreglos prcticos propiamente dichos. La ideologa que ha producido un tipo de estruc- tura familiar puede persistir, a pesar de las alteraciones en las formas de organizacin que se observan. El cambio en las conductas no nece- sariamente implica que las ideologas culturales hayan cambiado (1979:183-184).

Ximena Valds (2007) sostiene que en Chile hubo congruencia entre la norma, la ideologa y la prctica en un breve lapso de 50 aos (1930-1970). En este perodo existe una homogeneizacin de las formas fami- liares, donde la familia se organiza en torno a la institucin del matri- monio, disminuyen los hijos fuera de l y hay tasas bajas de separacin y convivencia. Sin embargo, desde hace 40 aos, nuestro pas es testigo de una diversificacin de las formas familiares. El modelo de familia nuclear -donde es el hombre el que trabaja y sustenta la familia, y la mujer la que se queda en casa y cuida a los nios- ha ido perdiendo lugar en las ltimas cuatro dcadas (Ximena Valds et al., 2005).

De acuerdo con el informe Desarrollo humano en Chile del Programa de Naciones Unidas (PNUD, 2002), la multiplicacin de morfologas familiares ha ido a la par con un proceso de legitimacin de las formas alternativas de hacer familia. La diversidad e informalidad en las for- mas de organizar los vnculos familiares es vista, cada vez ms, como un hecho normal. Esta creciente legitimidad se debe, por una parte, a que la cultura de la individualizacin deja a las propias personas decidir sobre la forma de organizar sus vnculos sociales y el derecho a modificarlos. Por otra, se apoya en la extendida percepcin que las formas institucio- nales predominantes de organizacin de los vnculos familiares estn en crisis y requieren cambios (PNUD 2002: 206).

En trminos gruesos, esta mayor legitimidad de las diversas formas de hacer familia se ve ratificada por los resultados de la Encuesta Nacional UDP 2010. La ideologa sobre la familia ha comenzado a transformarse y a abrirse. Se han multiplicado las formas aceptadas de vivir y orga- nizar las relaciones familiares. Esta apertura, sin embargo, encuentra su piedra de tope en las relaciones de personas del mismo sexo. Como se ha sealado, la mayora de las personas rechazan la posibilidad del matrimonio homosexual y que parejas del mismo sexo tengan hijos. Otras seales de vigencia de valores ms tradicionales son la asocia- cin de la crianza de hijos con la mujer y la menor aceptacin de las nuevas tecnologas reproductivas (especficamente las que implican donacin de gametos). Detrs de estas resistencias se puede apreciar la persistencia de la imagen de la familia natural o moral vinculada con valores religiosos.

Por otro lado, la percepcin de los chilenos sobre los temas relaciona- dos con la familia no es monoltica. Existen posiciones definidas que permiten identificar claramente la existencia de grupos conservadores y liberales. Es interesante constatar que la ubicacin en el continuo entre estos dos polos, as como la pertenencia a uno de estos grupos, no130 encuesta nacional udp 2010est determinada por el sexo, la regin, el nivel socioeconmico o la sim- pata poltica. Tampoco la filiacin religiosa es un factor determinante. El conservadurismo o liberalidad parecen ser rasgos transversales.

Beck-Gernsheim (2002) se pregunta qu pasa cuando las antiguas cer- tezas -basadas en la religin, la tradicin y la biologa- pierden fuerza, sin desaparecer, y nuevas opciones redisean las reas de eleccin per- sonal? Y responde: algunos grupos mantienen una imagen tradicional de la familia, otros se oponen a esta idea conservadora, pero, en la ma- yora de los casos coexiste una mezcla de ideas tradicionales con nuevas expectativas. Los resultados de la Encuesta Nacional UDP 2010 apoyan este argumento. Hoy, en Chile conviven grupos que conservan los valores tradicionales de la familia junto con grupos que validan las nuevas formas de organizar las relaciones familiares. Las opiniones de los chilenos reflejan cambios y continuidades en la nueva ideologa de la familia.131 encuesta nacional udp 2010Anexos

Grfico 1

Anlisis de correspondencias mltiples. Categoras acuerdo/desacuerdo.

Acuerdo

Desacuerdo

En el cuadrante superior izquierdo se ubican las categoras de las personas que estn en desacuerdo con cada unode los temas planteados. En el cuadrante inferior derecho estn las personas ms abiertas en los temas abordados y, finalmente, estn agrupadas las personas que no tienen opinin frente a estos temas (eje inferior izquierdo).

Fuente: Elaboracin a partir de datos de Encuesta Nacional UDP 2010.132 encuesta nacional udp 2010Tabla 1

Anlisis factorial

133 encuesta nacional udp 2010

Fuente: Encuesta Nacional UDP 2010.

Tabla 2

Anlisis de regresin logstica multivariado. Contrastes de la razn de verosimilitud

Fuente: Encuesta Nacional UDP 2010.

Nota: El estadstico de chi-cuadrado es la diferencia en las -2 log verosimilitudes, entre el modelo final y el modelo reducido. El modelo reducido se forma omitiendo un efecto del modelo final. La hiptesis nula es que todos los parmetros de ese efecto son 0. Este modelo reducido es equivalente al modelo final, ya que la omisin del efecto no incrementa los grados de libertad.134 encuesta nacional udp 2010

Diagrama de rbol

Anlisis factorial

Fuente: Encuesta Nacional UDP 2010.135 encuesta nacional udp 2010Referencias

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