Misa de Nochebuena

Bienvenidos seamos todos. En esta noche santa, noche de reencuentros y de alegría, sintámonos en casa. Alre-dedor de la misma mesa, como miembros de una misma familia. Cada uno de nosotros tenemos un puesto aquí. El sueño de Dios se cumple en esta noche. Él deseaba vivir entre nosotros, caminar entre nosotros. Con su venida Él quiere enseñarnos a vivir como hermanos. El Niño Dios que acogemos esta noche nos dé su paz y nos bendiga.

Pregón de Navidad

Introducción: Escuchemos ahora hermanos este pregón de Navidad. Nos ayuda a comprender que nuestro Dios no está ajeno a la historia de nuestro mundo, ni a nues-tra historia, porque el Hijo de Dios se ha hecho carne verdaderamente y ha plantado su tienda entre nosotros.

Pregón de Navidad3 (Calenda abreviada):

3 La Calenda o anuncio festivo de la Navidad, rito heredado de la antigua liturgia romana, puede tener un papel interesante a la hora de dar expresividad a la celebración de esta fiesta. No es que haya que considerar-la como una de las partes de la celebración, ni como uno de los elementos constitutivos de la dinámica celebrativa de este día, sino sólo como uno de aquellos ritos que podrían llamarse “ambientativos”, es decir, que sin tener gran entidad en sí mismos, pueden tener en cambio gran fuerza y eficacia para dar el colorido propio a la celebración, sobre todo cuando se trata de los días más importantes del año litúrgico. Se podría comparar esta Calenda a lo que representa al inicio de la Misa o de la Liturgia de las Horas el canto del himno, o lo que es la procesión con el Cirio y el Pregón en la inauguración de la Vigilia Pascual.Además por su repetición anual en esta fiesta, y por su lenguaje popular -fácilmente asequible al Pueblo cristiano- puede resultar un factor interesante en las actitudes y en la ambientación de la Navidad.

[tomado de: http://delegaciones.obispadodetenerife.es/Liturgia/pregonnavi-dad06

Os anunciamos, hermanos, una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo; escuchadla con corazón gozoso.

Habían pasado miles y miles de años desde que, al principio, Dios creó el cielo y la tierra e hizo al hombre a su imagen y semejanza; y miles y miles de años desde que cesó el diluvio y el Altísimo hizo resplandecer el arco iris, signo de alianza y de paz.

Cerca de dos mil años después de que Abrahán, nuestro padre en la fe, dejó su patria; 1.250 años después de que los israelitas, guiados por Moisés, salieran de Egipto; mil años después de la unción de David como rey; en el año 752 de la fundación de Roma; en el año 42 del imperio de Octavio Augusto, mientras sobre toda la tierra reinaba la paz, hace 2.006 años, en Belén de Judá, pueblo humilde de Israel, ocupado entonces por los romanos, en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada,

de María virgen, esposa de José, de la casa y familia de David, nació Jesús, Dios eterno, Hijo del eterno Padre y hombre verdadero llamado Mesías y Cristo, que es el Salvador que la humanidad esperaba.

Monición al Gloria:

Entonemos jubilosos el himno al Dios Padre, Hijo y Es-píritu. Al Dios que se hace carne de nuestra carne y que nos regala la paz.

Monición a las lecturas

Dios siempre nos desconcierta. Durante siglos Israel lo ha esperado. Esperaba la salvación de Dios. Él mismo lo había anunciado por los profetas. Pero cuando llegó mu-chos no reconocieron a su Señor. Estemos atentos por-que el Señor que vino y que vendrá, está viniendo.

Oración de los fieles:

1. Por la Iglesia, que se alegra por el nacimiento del Salvador. Para que recibiendo su luz del Señor transmita a los hombres y mujeres de hoy la ale-gría del Evangelio. Roguemos al Señor.

2. Por los que tienen responsabilidades políticas, económicas o sociales. Que el Niño Dios de Belén les conceda espíritu de servicio y humildad para tomar decisiones acertadas y justas. Roguemos al Señor.

3. Por los pueblos que sufren la guerra y la pobreza, especialmente los pueblos que se ven forzados a abandonar sus tierras en busca de paz y seguri-dad. Que el Señor nos conceda un corazón aco-gedor y abierto a sus necesidades. Roguemos al Señor.

4. Por los que sienten en estos días de una forma es-pecial la soledad o la ausencia de seres queridos. Por los que no pueden vivir estas fiestas con los suyos; por los que están en los hospitales o en las cárceles. Que el Niño Jesús sea consuelo y fuente de gozo en sus vidas. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros y nuestras familias. Para que al con-templar el inmenso amor de Dios hecho Niño en Belén, nos preocupemos de profundizar en nues-tra fe y de darla a conocer a los demás. Roguemos al Señor.

Misa de Navidad

¡Feliz Navidad a todos! Lo prometió y lo ha cumplido. Él está entre nosotros. Tal vez no como habíamos imagi-nado. Es un Niño pequeño, en una gruta para animales; refugiado y peregrino. Pero a cuantos acogen y reciben a este Niño se convierten en hijos de Dios, hermanos de Jesús. Celebremos hoy esta gran misericordia que Dios ha tenido con nosotros.

Monición a las lecturas

El profeta Isaías anuncia la salvación a su pueblo porque ha nacido un niño, príncipe de la paz. Dios se manifiesta en un niño que nace en Belén, ciudad de David. Y trae la salvación para todos los hombres.

Oración de los fieles

Proponemos la de la Misa de Nochebuena