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Queridos Elderes y Hermanas de la Misión Peru Arequipa. En esta semana hemos terminado con 20 confirmaciones y 25 rescatados. Estamos felices por su trabajo y esfuerzo en esta semana. Queremos hablar en esta oportunidad de 2 cosas en la que necesitamos enfocarnos para ver más éxito en nuestras áreas, el encontrar a las personas y el vivir la ley de consagración. En 1 Nefi 2:20 dice: “Y según guardéis mis mandamientos, prosperaréis y seréis conducidos a una tierra de promisión, sí, a una tierra que yo he preparado para vosotros, una tierra escogida sobre todas las demás.” Muchas veces pensamos que no pasa nada en nuestras áreas, que no hay gente para enseñar, que son muy duros, y los miembros no nos apoyan, y es allí donde muchas veces nos damos por vencidos, trabajamos por trabajar y no buscamos con la intención de hallar a quienes nos esperan. La realidad es que cuando sucede eso, no pasa nada con nosotros y como dijo Elder Nelson, nos volvemos criaturas de circunstancias no creadores de circunstancias. El buscar a un escogido no es un esfuerzo personal, es un esfuerzo en conjunto con nuestro padre celestial y requiere de una estricta obediencia a los mandamientos que el señor nos ha dado, incluso a las reglas de la Misión. Sí, y ¿cómo es que habéis olvidado que el Señor tiene poder de hacer todas las cosas según su voluntad, para los hijos de los hombres, si es que ejercen la fe en él? Por tanto, seámosle fieles. (1 Nefi 7:12) Elder STEPHEN B. OVESONY señalo algunas cosas respecto a la Ley de consagración. Se cuenta una historia de una gallina y un cerdo que conversaban sobre las contribuciones que habían hecho al desayuno del granjero. La gallina se quejaba por tener que entregar sus huevos para el desayuno, a lo que el cerdo contestó: “Sí, pero para ti es un pequeño sacrificio, ¡pero para mí es un compromiso total!”. Esta anécdota contiene lecciones obvias para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Deberíamos preguntarnos si somos de esas personas que consideran suficiente contribuir de vez en cuando con un huevo o dos para la edificación del reino o si deseamos ser contados entre los que lo consagran todo a esa empresa. Al disciplinar nuestro espíritu de este modo, nos preparamos para una existencia celestial. El Señor nos dice en Doctrina y Convenios 88:22: “Porque el que no es capaz de obedecer la ley de un reino celestial, no puede soportar una gloria celestial”. Hugh Nibley, erudito Santo de los Últimos Días, dijo: “Descubrirán que el objeto principal de Doctrina y Convenios es implantar la ley de consagración”. Y enseñó: “Esta ley, la consumación de las leyes de obediencia y sacrificio, es el umbral del reino celestial, el último y más difícil requisito que se le precisa al hombre [y a la mujer] en esta vida” Elderes y Hermanas necesitamos vivir esta ley celestial, hemos hecho convenios en un santo Templo, ya hemos ido al monte del señor ¿Nos mantenemos aun ahí o hemos bajado? Si hemos bajado, necesitamos urgentemente arrepentirnos y volver a subir para gozar de las bendiciones que el padre tiene para nosotros. Somos siervos del Señor, ejemplos de muchas personas tanto miembros y no miembros, y si estamos dispuestos a ser misioneros consagrados seremos

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Queridos Elderes y Hermanas de la Misión Peru Arequipa.

En esta semana hemos terminado con 20 confirmaciones y 25 rescatados. Estamos felices por su trabajo y esfuerzo en esta semana.Queremos hablar en esta oportunidad de 2 cosas en la que necesitamos enfocarnos  para ver más éxito en nuestras áreas, el encontrar a las personas y el vivir la ley de consagración.

En 1 Nefi 2:20 dice: “Y según guardéis mis mandamientos, prosperaréis y seréis conducidos a una tierra de promisión, sí, a una tierra que yo he preparado para vosotros, una tierra escogida sobre todas las demás.”

Muchas veces pensamos que no pasa nada en nuestras áreas, que no hay gente para enseñar, que son muy duros, y los miembros no nos apoyan, y es allí donde muchas veces nos damos por vencidos, trabajamos por trabajar y no buscamos con la intención de hallar a quienes nos esperan. La realidad es que cuando sucede eso, no pasa nada con nosotros y como dijo Elder Nelson, nos volvemos criaturas de circunstancias no creadores de circunstancias.

El buscar a un escogido no es un esfuerzo personal, es un esfuerzo en conjunto con nuestro padre celestial y requiere de una estricta obediencia a los mandamientos que el señor nos ha dado, incluso a las reglas de la Misión.

Sí, y ¿cómo es que habéis olvidado que el Señor tiene poder de hacer todas las cosas según su voluntad, para los hijos de los hombres, si es que ejercen la fe en él? Por tanto, seámosle fieles. (1 Nefi 7:12)

Elder STEPHEN B. OVESONY señalo algunas cosas respecto a la Ley de consagración.Se cuenta una historia de una gallina y un cerdo que conversaban sobre las contribuciones que habían hecho al desayuno del granjero. La gallina se quejaba por tener que entregar sus huevos para el desayuno, a lo que el cerdo contestó: “Sí, pero para ti es un pequeño sacrificio, ¡pero para mí es un compromiso total!”.

Esta anécdota contiene lecciones obvias para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Deberíamos preguntarnos si somos de esas personas que consideran suficiente contribuir de vez en cuando con un huevo o dos para la edificación del reino o si deseamos ser contados entre los que lo consagran todo a esa empresa.

Al disciplinar nuestro espíritu de este modo, nos preparamos para una existencia celestial. El Señor nos dice en Doctrina y Convenios 88:22: “Porque el que no es capaz de obedecer la ley de un reino celestial, no puede soportar una gloria celestial”. Hugh Nibley, erudito Santo de los Últimos Días, dijo: “Descubrirán que el objeto principal de Doctrina y Convenios es implantar la ley de consagración”. Y enseñó: “Esta ley, la consumación de las leyes de obediencia y sacrificio, es el umbral del reino celestial, el último y más difícil requisito que se le precisa al hombre [y a la mujer] en esta vida”

Elderes y Hermanas necesitamos vivir esta ley celestial, hemos hecho convenios en un santo Templo, ya hemos ido al monte del señor ¿Nos mantenemos aun ahí o hemos bajado? Si hemos bajado, necesitamos urgentemente arrepentirnos y volver a subir  para gozar de las bendiciones que el padre tiene para nosotros.

Somos siervos del Señor, ejemplos de muchas personas tanto miembros y no miembros, y si estamos dispuestos a ser misioneros consagrados seremos instrumentos eficaces en las manos del Señor y las personas verán la imagen de Cristo en nuestros semblantes.

Hagamos planes para encontrar, consultemos al Señor quienes son y estemos dispuestos a actuar , para que podamos llegar a ser misioneros consagrados en la obra del Señor.

Éxitos en esta semana , y diviértanse en esta aventura espiritualCon mucho Amor.

Elder CornejoElder Priebe