Julieta Gerolin y Joaquín RamalloJulieta Gerolin y Joaquín Ramallo

Una vez los cuatro primos Juancho, Pato, Quito y Manu Vega, fueron a la casa de sus abuelos Pocha y Arístides en el Médano Grande. Al llegar allí se encontraron con que los abuelos habían desaparecido esa noche. Sherlok Holmos, un detective inglés, era el encargado de resolver el caso. Juancho fue y le preguntó al detective qué había sucedido con sus abuelos y él le comentó que sus abuelos habían desaparecido el día anterior por la noche y que cuando él habían llegado con el oficial August Dulping solamente habían encontrado una botella de vidrio con las huellas de su abuelo Arístides y del criminal.

Juancho corrió a contarles el crimen a sus primos y también les contó que el detective Sherlok Holmes y el oficial August Dulping iban a hacer un estudio para saber a quién pertenecía la huella digital del criminal.

Luego de un rato fueron a la casa de los abuelos los tres primos Fleming, rivales de los cuatro primos Vega, ellos quisieron saber que le había sucedido a sus abuelos, Juancho les contó y los Fleming declararon que quien encontrara a los abuelos primero, sería el mejor primo de la familia, el trato se hizo y comenzaron con la búsqueda.

Dos semanas después en la central de policía Holmes y Dulping recibieron los resultados de la huella digital del criminal y los estudios decían que esta pertenecía a Coco Fleming padre de Fer y Santi Fleming. Inmediatamente Sherlok y el oficial partieron hacia la casa de los Fleming. Al llegar allí Dorita Fleming, esposa de Coco Fleming y madre de Fer y Santi, los recibió con un café y les preguntó que sucedía; el oficial le contó que los abuelos habían desaparecido el martes 25 por la noche y que la huella digital del criminal pertenecía a uno de los Fleming. Ella se sorprendió ante tan grave crimen y les comentó que justamente esa noche Coco había salido para ir a la casa de los abuelos. El detective tomó nota sobre esto, agradeció el café y se retiró de la casa con su cara muy seria y dispuesto a resolver el caso.

Después de regresar Holmes corrió a avisarle a los primos Vega y ellos respondieron que sea lo que sea ellos podían ayudar. El oficial y el detective fueron a la oficina de policía con Juancho, Pato, Manu y Quito, mostraron las notas que habían escrito y cuando el jefe de policía estaba por levantarse de su silla llegaron los primos Fleming porque también querían ayudar. Así fue como todos juntos partieron hacia la zona en donde vivían los abuelos para encontrar rastros de Coco Fleming. Llegaron a allí y todos con lupas empezaron a buscar rastros del criminal. Después de tanto buscar, Fer encontró una casa abandonada con una pequeña luz encendida. Él corrió a contarle a Holmes y a Dulping y ellos fueron a ver que había. Detrás de un arbusto, el detective, pudo observar a Pocha y a Arístides sentados en un rincón de esa pequeña casa. Le comentó esto al oficial y este llamó rápidamente a más policías para arrestar a Coco.

Luego de unos quince minutos vinieron los demás policías con esposas, armas y autos, y con la ayuda de el detective y los primos entraron a la casa pequeña donde encontraron a Coco Fleming y lo arrestaron, pero también salvaron a los abuelos que salieron de la casa felices de haber sido salvados y de recibir a sus nietos en casa. Juntos fueron a la casa de los abuelos para festejar con sodas que estaban bién y que habían sido encontrados.

Los primos agradecieron al los policías, al oficial y al detective por haber resuelto el crimen de sus abuelos y los invitaron a tomar una soda de limón. A partir de ese momento los primos Vega y los primos Fleming no pelearon más y se declararon los mejores primos de la familia. Se abrazaron y todos festejaron con alegría este día.