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LAS TRES EDADES ., MITOLOGIA AMERICANA y DIJO LA ESFINGE: SE MUEVE A CUATRO PATAS POR LA MAl'l'ANA, CAMINA ERGUIDO AL MEDIODíA Y UTILIZA TRES PIES AL ATARDECER. ¿QUÉ COSA ES? Y EDIPO RESPONDIÓ: EL HOMBRE. Edición de Samuel Feijóo Mitos y leyendas del Nuevo Mundo B.iblioteca de Cuentos Populares Ediciones Siruela

Mitologia Americana

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  • LAS TRES EDADES

    .,MITOLOGIAAMERICANA

    y DIJO LA ESFINGE:SE MUEVE A CUATRO PATAS

    POR LA MAl'l'ANA,CAMINA ERGUIDO

    AL MEDIODAY UTILIZA TRES PIES

    AL ATARDECER.QU COSA ES?

    Y EDIPO RESPONDI:EL HOMBRE.

    Edicin deSamuel Feijo

    Mitos y leyendasdel Nuevo Mundo

    B.iblioteca de Cuentos Populares Ediciones Siruela

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    Fax: + 34 9135522 0\[email protected] w w w.s ir u c l a.c o rn

    ISBN: 978-84-'184\-4(,4 (,

    Depsito legal: M 44,180-10\0

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  • La creacin del mundo 1 (maya) 61La creacin del mundo 11 (huitoto) 63La creacin del mundo III(onondaga) 66Mito de Quetzalcatl (azteca) 66Con, dios creador (inca) 67La creacin del mundo y el hombre 1 (inca) 68La creacin del mundo y el hombre 11 (pienegro) 68La creacin de los hombres (quechua) 70La creacin del hombre 1 (azteca) 71La creacin del hombre 11 (cakchiquel) 71La creacin y decadencia del hombre (maya) 73La creacin del hombre por el coyote (indios norteamericanos) 74La creacin de la mujer (esquimal) 77La creacin del fuego y nuevo origen del hombre (azteca) 78La creacin del diablo (indios del noroeste de la Amrica

    del Norte) 79El nacimiento del diablo (azteca) 82Las maldades del diablo (winnebago) 85La primera batalla entre el Bien y el Mal (iroqus) 85Los cielos (azteca) 87Los cuatro cargadores del cielo (tarasco) 87El origen del Sol (guarao) 88La muerte del cielo y del hombre (azteca) 88El dios Oba, su hijo el Sol, la creacin del mundo, del rbol

    que lleg al Sol, de los hombres y relato de los amoresentre la Luna y el Sol (cuna) 89

    La creacin de soles y gigantes (azteca) 93La creacin de los gigantes (inca) 94El dios maya (maya) 95Los dioses de los indios nicaragenses (indios nicaragenses) 95El dios Quetzalcalt (azteca) 96Huitzilopuchtli (azteca) 97Quetzalchualtl (azteca) 101Las diosas Toci (azteca) 103La cabeza de Incardi (inca) 104El origen de las estrellas (guaran) 104

    Mitos siderales y terrestres 107Los muertos en el Sol (azteca) 109

    El mensajero del Sol (inca)El Sol enlazado (shawnee)El viento que hizo mover al Sol (azteca)La creacin de la Luna (zaparo, Brasil)El Sol y la Luna 1 (jbaro, Ecuador)El Sol y la Luna 11 (azteca)El hijo del Sol (muisca)Los hijos del Sol (inca)El inca Yupanqui y el dios del Sol (inca)El pastor y la doncella hija del Sol (inca)La Luna y el Sol dan origen al Imperio Inca (inca)La Luna y las estrellas (inca)El montn de estrellas (cakchiquel)El diluvio 1 (huichol)El diluvio 11 (inca)El invierno y la primavera (ojibway)El agua de la vida (indios norteamericanos)Viaje al infierno (cakchiquel)

    Sobre la raza humanaLa adopcin de la raza humana (natchez)El crimen de Giayalael (maya)El origen de los indios nishinam (nishinam)El origen de las tribus (quileute)El origen de las tres razas (seminola)El Doctor de la Tierra cre cuatro razas humanas (papago)Monaira Jitoma, el socorro de su pueblo (huitoto)

    Origen de los animalesEl origen de la langosta (maya)El origen de la lucirnaga 1 (guaran)El origen de la lucirnaga 11 (paraguayo)El origen del sapo (paraguayo)El origen del mono 1 (paraguayo)El origen del mono 11 (paraguayo)El origen del mono pwcari (baniba)El origen del venado 1 (tarasco)El origen del venado 11 (quechua)El origen de los tigres (puinabe)

    110112114115116117119121123124129131131134134135137137

    145147148149150152153155

    157159161162163163164164167168169

  • El origen de los pjaros (indios canadienses)El origen del petirrojo (indios norteamericanos)El origen del cardenal (maya)El origen de la paloma blanca (guaran)El origen de la garza blanca (inca)El origen del pjaro uruta (guaran)El ave chaj (guaran)El origen del halcn wyrohuet (temb, Par y Maran)El origen de los buitres (mexicano)

    Origen de las plantasYii, el padre de los frutos y de los peces del ro (puinabe)El origen de los frutos (caria, Venezuela)Can-Tim, el creador de la yuca (puinabe)La creacin del maz (azteca)El pjaro dzi salva el maz (maya)La creacin del algodn (caduveo, Brasil)El fruto que da olvido a amores (paraguayo)La abuela de la hierba mate (Ca- Yar) (paraguayo)El rbol izap (guaran)

    Origen del fuegoMitos sobre el origen del fuego (coleccionados por Frazer)La creacin del fuego (azteca)La lagartija, el tigre y el fuego (cuna)El origen del fuego 1 (cuna)El origen del fuego 11 (haida)El origen del fuego III (guarao)

    Otros orgenesEl origen de la noche (indios brasileos)El origen de las piedras (papago)El origen del vino (azteca)El origen de la sal (huichol)El origen del mar (caria)El origen del trabajo (caria)El origen de la guerra 1 (navajo)El origen de la guerra 11 (azteca)El origen del verano (indios norteamericanos)

    171173175177178179181182184

    185187188189191191193193194195

    199201227228229232233

    235237239241242243243244244246

    Piedras, rocas, islasLa piedra de Callea (inca)La piedra de la laguna (inca)Montes que se casan Y piedras que hablan (inca)El cerro de yocco (quechua)Anchicara y Huaillama (inca)Las islas de Pachacamac (quechua)Sinul (fueguino)Tawiskaron (mohawk)Sus-ten-ha-nah (onondaga)N yunu' wi (cherokee)El gigante de piedra (navajo)

    Mitos-leyendasEl dios del cielo y sus rebeldes hijos (araucano)Yum Chaac castiga a sus hijos (maya)Tepozton, hijo de un dios, matador del gigante (mexicano)Kuniraya y Kahuillaca (inca)Kuniraya y el inca Huaina-Chapac (inca)Llujllayhuancupa (inca)Ni-ni-bo-sho (shippewa)Ni-ni-bo-sho cazador (shippewa)El banquete que Ni-ni-bo-sho dio a los animales (shippewa)La huida de los abismos (pueblo)El huerto de la tumba (seneca)La reina de los abismos (esquimal)Las doncellas del maz (pueblo)Hiawatha y el hombre serpiente (iroqus)La proeza del cuervo (indios del noroeste de la Amrica

    del Norte)El espritu del bfalo (fox)La danza dentro del pez (pienegro)Los animales de piedra (paiute)El dominio de Uallallo (inca)El combate de Pariacaca Y Uallallo (inca)Tup, dios conciliador (guaran)La estrella de la maana (ojibway)La estrella errante (ojibway)La forma de la estrella (ojibway)

    249251253254256257258259260260261261

    263265267269273276278278279281282282283284284

    285285286286287287288290291292

  • Cmo Rairu perdi su estrellita por un baile(indios brasileos)

    El sol rojo (guaran)El joven que subi al cielo (inca)El pueblo submarino (hitchiti)La india coqueta (choc, Panam)El combate por la coqueta princesa Flor Amarilla (maya)Guanaroca (siboney, Cuba)La india maldita (siboney, Cuba)Jagua (siboney, Cuba)El arquero Buen brazo (guarao)Juego de pelota funesto (azteca)Kalahuala, la reina de las perlas (araucano)La culebra de las Siete Cabezas (colombiano)La madremonte (colombiano)La Patasola (colombiano)El Viejo Musgo (colombiano)La chic hita (colombiano)La viuda alegre (colombiano)La mula de tres patas (colombiano)El Tomador de Agua (colombiano)La Batea (colombiano)

    293296297304305307310312313315316317319319320320321321321322323

    Mitos mgicos 325Los espritus de la selva (esquimal) 327La esposa fantasma (pawnee) 328Morot y Pita (guaran) 329El perro guardin (maya) 331El toro rey (maya) 332Los aluxes (maya) . 334El alux cautivo (maya) 337Mankantn (maya) 339Bcal (maya) 341Curup, el enano (guaran) 344Curup, amante (guaran) 345El hombre que se volvi pez (pienegro) 346El hombre que se transform en gallinazo (choc, Colombia) 347La babosa que se convirti en hombre (iroqus) 348El cenote de la gallina negra (maya) 350

    Mitos del agua (incas)Madre de Agua 1 (indios colombianos)Madre de Agua 11(indios brasileos)

    352353354

    Fuentes 357

    Bibliografa 377

  • Prlogo 1

    La mitologa ha hecho luz donde la historiano haba podido hincar su piqueta.

    Miguel A. Espino

    La mitologa americana -continenta1- es un poderoso aporte a lacultura mundial, como bien se sabe. En este libro se escogen algunosde los mejores mitos indgenas, para poner en manos de artistas, eru-ditos, filsofos, antroplogos, cientficos y pueblo en general, un brevepero vivo muestrario de la sabidura mitolgica de las primitivas razasamericanas, ya en su imaginacin potica asombrosa, en la peripeciadel milagro con la viva carga germinal, tan til para el conocimiento afondo del desarrollo cultural de los pueblos, para auxiliar la tarea com-pleta del artista moderno. y tambin para conocer de horribles dioses yde sus criminales fanticos.

    Mitologa, definiciones

    No pretendemos agotar el henchido tema de las definiciones sobreel mito, sus posibles orgenes, funcin histrica, etctera, en el presenteprlogo, que ms que un acucioso, ultraenjundioso ensayo, es un con-junto de pginas didcticas. Una buena definicin para escolares es laque nos ha legado Alfonso Reyes:

    I Este prlogo es el que recoge la edicin cubana publicada en la Habana en 1983.

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  • La mitologa es el conjunto de leyendas tradicionales en que la ima-ginacin primitiva ha recogido sus nociones, sus sueos y sus experien-cias en cuanto al mundo natural y al mundo sobrenatural. Se manifiestaen forma de cuentos o mitos comunicados de boca en boca, objetosde creencia en principio y siempre testimonio precioso sobre cierta eta-pa o cierta fase de la mente. Se conoce la mitologa de muchos pueblos-el australiano, el escandinavo, el azteca-; pero la palabra se ha usadoms comnmente para la antigedad clsica, en que se confunde a losgriegos y a los romanos.

    No est de ms conocer algunas interpretaciones modernas sobre elmito, su valor, sus funciones. Para Bronislaw Malinowski, en su libroFuncin del mito en la vida:

    El mito es sobre todo una fuerza cultural. Pero no es solamente eso.Es, evidentemente, tambin una narracin, y como tal tiene forma lite-raria -aspecto indebidamente acentuado por muchos estudiosos, pero alque, sin embargo, no debe desdearse por completo-. El mito contienelos grmenes de lo que sern luego la epopeya, la novela y la tragedia,y ha sido utilizado en esas producciones por el genio creador de lospueblos y por el arte consciente de la civilizacin.

    Los mitos del amor y de la muerte, los relatos de la prdida de la in-mortalidad, del trnsito de la Edad de Oro y de la expulsin del Paraso,los mitos de incesto y de hechicera, contienen los mismos elementosque entran en las formas artsticas de la tragedia, de la lrica y de lanarracin novelesca.

    En cuanto a las dificultades del estudio, interpretacin, uso de losmitos en las ciencias y las artes, Malinowski advierte:

    Creo que el estudio de la mitologa, en cuanto funciona y obra enlas sociedades primitivas, debe preceder a las conclusiones derivadasde los materiales de las sociedades cultas. Parte de este material consr-vase solamente en textos literarios aislados, despojados de la realidadde su vida, sustrados de su ambiente social.

    La reduccin del estudio del mito al simple examen de sus textos hasido fatal para el conocimiento acertado de su ndole. La forma del mitoque nos han transmitido la antigedad clsica y los libros sagrados delOriente, u otras fuentes similares, se nos ofrecen arrancados del seno

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    de la fe viva, sin que podamos hacerlo comentar por los que fueron suscreyentes.

    Malinowski comprende tambin los peligros de las presentes des-virtuaciones Y falseamientos de los mitos por personas interesadas endaarles su origen forma-esencia, para presentarlos en un falso contex-to literario:

    De otra parte, es indudable que la actual forma literaria de esos re-latos ha sufrido considerable transformacin por obra de los escribas,comentaristas, sacerdotes, eruditos y telogos. Ha de volverse hacia lamitologa primitiva si se quiere aprehender el secreto del mito an vivo,antes que lo modifique la sabidura sacerdotal y quede enclaustrado enel repertorio eterno pero inanimado de las religiones muertas.

    Para el famoso James Frazer (prefacio a Mitos sobre el origen delfuego), la mitologa tiene grande importancia en la cultura mundial, yen ello incide numerosamente:

    La Mitologa podra definirse, quiz, como la filosofa del hombreprimitivo. Es su primera tentativa de respuesta a esas interrogantes ge-nerales concernientes al mundo, que sin duda se impusieron a la mentehumana desde los primeros tiempos.

    Para ser completa una historia de la filosofa y hasta de la ciencia,ha de empezar dando cuenta de la mitologa. La importancia de losmitos como documentos del pensamiento humano en embrin es ahorageneralmente reconocida, y se los recoge y compara, no ya como ocio-so pasatiempo, sino por la luz que arrojan sobre la evolucin intelectualde nuestra especie.

    La mitologa para Joseph Campbell es un rico y elocuente do-cumento de las ms oscuras profundidades del alma humana. ParaCampbell, los mitos son productos espontneos de la psique y cadauno lleva dentro de s mismo, intacta, la fuerza germinal de su fuente.Ello es la razn de tantos mitmanos ... Tambin afirma Campbell queel mito es la entrada secreta por la cual las inagotables energas delcosmos se vierten en las manifestaciones culturales humanas.

    Para nosotros, el mito, por su natural relacin con las mentales fuer-zas primigenias, es el libro de la sangre inicial, el libro que elaboraron

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  • la imaginacin y el arte primero, poderoso, virgen, entre enormes som-bras.

    Cierto es que nos quedan las ruinas mesopotmicas, aztecas, mayas,incas, tantas, con sus provechosas, tan iluminadoras enseanzas, sus je-roglficos y escrituras cuneiformes, esculturas, templos; artesanas pro-digiosas, pero antes, mucho antes, ya la literatura oral, entre su tesorode aplogos, sucesos histricos, leyendas, epopeyas, canciones, farma-copeas ... acarreaba los mitos, esa graciosa errancia de la imaginacin,tantas veces absorta, en su arte nico ...

    Los expertos narradores -tal vez los mismos mitmanos- cultivabansus memorias con el diario ejercicio; seguramente que perfeccionabanlos mitos al repetirlos, como haran los posteriores narradores, si eranlegtimos artistas transmisores. Memorias de prodigio debieron cono-cerse en aquella poca. Merced a ellas se ha enriquecido la historiacultural de los pueblos, repetimos.

    Desde las ms antiguas edades el mito pasaba de boca en bocaal extremo de no saberse ya dnde se origin, a ciencia cierta, ni enquin se asimila aun en nuestros das. Pero qu prodigiosas menteshumanas las que grababan en sus memorias la herencia enorme, esasabidura oral de los pueblos grafos, esos textos sagrados que seguardaban en los archivos de la mente, ejercitada con extremo rigor ensu fidelidad sin extravos. Jams la humanidad ha aplicado la memo-ria con ms severos ejercicios a fines tan creativos. Jams la memo-ria ha brillado como en la antigedad, donde su aplicacin era tareaprimordial, fuente de leyes, rituales, historias, saberes medicinales,mgicos, etctera.

    Este fuerte saber oral, transmitido por las migraciones de las cultu-ras primitivas, fue un hecho que gobern las civilizaciones. Sin ese to-rrente repetido, fijo, las variaciones e interpretaciones que caracterizana las culturas modernas apenas existiran. El estilo intelectual, inquieto,acucioso, sumo investigador de nuestros tiempos, bebe en la quietudcelosa de la expresin primera. Aquellos que tuvieron fe en los mitossalieron a buscar su tesoro de Agamenn y, como Enrique Schlie-mann, por un solo ejemplo, dieron con las ciudades del mito: Troya,Micenas, Tirinto, etctera.

    Mitos en las Amricas Central y del Sur

    Los mitos americanos de Centro y Sudamrica son conocidos a tra-vs de los investigadores que los tradujeron mal que bien y los anotaron,en pocas coloniales, y aun en los posteriores perodos rep~blica~os.

    El sacerdote espaol Bernardino de Sahagn, que recogiera mitosen Mxico es uno de los escritores a quien ms hay que agradecer lasalvacin de estos tesoros de la Amrica precortesiana. En su importan-te Historia general de las cosas de Nueva Espaa, salv buena parte dela mitologa azteca. Sabemos que sus informantes eran indios, algunosde ellos tal vez sacerdotes de la abolida religin azteca. A esa obra su-pera el famoso Popal Vuh, libro mayor de .la mitolo?a maya, escrito enlengua quich. Tambin aparece en cakchlq~el, v~a~te ~e~maya, otrolibro Anales de los cakchiqueles, de sumo mteres mitolgico. No hayque olvidar, por supuesto, el Chilam Balam de Chumayel, un cdiceimportante en la mitologa maya.

    Cdice muy valioso es el afamado Cdice Borgia, que se halla enel Vaticano. Habra que agradecer los mitos salvados o indicados por elperuano Garcilaso, as como a Santa Cruz, Dur~, Camargo, Fernan-do de Alva, Sarmiento ..., tantos, hasta nuestros das, cuando vemos aresponsables investigadores latinoamericanos recorrer montes, costas,selvas, tras la saga preciosa.

    Walter Krickeberg, en el prlogo a su libro Mitos y leyendas de losaztecas, incas, mayas y muiscas, afirma, a nuestro juicio muy .li~era-mente, que de los mitos de la creacin del mundo y de las tradl,clOnesque se refieren a dioses y hroes no parece faltar nada de gran Impor-tancia. A pesar de tan osada conclusin, y de ese parece ~exlble,Krickeberg halla una falta de coherencia mitolgica en la Amrica quecolonizara el espaol:

    Aunque se nota ya en la mitologa antigua de Amrica, y sobre todoen la del Mxico pre-hispnico, la mano de un sacerdocio influyente,que escoga, transformaba y equilibraba los componentes de diversosorgenes, creando as un ciclo de mitos y tradiciones. no se ha logrado,sin embargo, la sntesis completa de todos estos componentes en unagran epopeya mtica, cuyo encadenamiento sea completo,

    Krickeberg insiste sobre la alteracin interesada del texto oral mito-lgico por el interesado sacerdote, ya catlico y cronista:

  • Es frecuente que el fervor religioso o la mala interpretacin hayaquerido encontrar en la antigua historia indgena rastros de la creen-cia cristiana, y que la adornara, agregndole arbitrariamente diferentesideas cristianas. Hay cuentos y leyendas que no son ms que una partedel catecismo romano que llevan intercalados los nombres de los diosespaganos c. .. ), las leyendas as enmendadas, que encontramos por ejem-plo en los relatos del P. Francisco Hernndez (en Las Casas), que serefieren a la Santsima Trinidad y que hablan de la madre de Dios entrelos mayas de Yucatn.

    Sobre ello abunda Miguel ngel Espino, en su libro Mitologa deCuscatln, 1959:

    Todos los documentos se quemaron (...) vinieron los ejrcitos negrosde la religin (...). Aqu mismo, en Guatemala, la Inquisicin implantsu obra destructora. Entre esa especie de canibalismo adquiere propor-ciones de humanicidio el Auto de Fe de Man, en el que quemaron 35piedras y 27 libros que hubieran sido otros tantos soles de la verdad.

    Sobre los mitos religiosos de los indios americanos, afirma Espino:Todo acto, toda cosa que recordara su pasado, era considerada comouna hechicera, y castigada como tal. Krickeberg aclara su punto devista sobre la adulteracin interesada del mito americano:

    Pero no hay que desechar leyendas completas suponindolas inven-tos espaoles porque contengan algunas ideas cristianas, como es elcaso de caracterizar a hroes culturales como Quetzalcatl, Bochica,o Viracocha, con la apariencia de un apstol o cuando se adornan lasleyendas del diluvio con detalles del Gnesis (oo.).

    Y aade:

    Los dems paralelismos existentes entre las tradiciones america-nas y las del viejo mundo pertenecen al gran nmero de concordanciasentre los pueblos de alta cultura del viejo y del nuevo mundo, que seencuentran tambin en otros aspectos.

    Sobre los peligros de la desvirtuacin interesada del mito, o la in-fluencia de las religiones en l, ampliamos el tema con el mito que

    recogiera Rogelio Velzquez M. en el Alto y Bajo Choc, Colombia-regin de negros-, recientemente. En l se aprecia un mito influidopor el catolicismo, que sirve de extraordinario ejemplo sobre las conta-minaciones de los mitos:

    Dios cre a un hombre y a una mujer. Ambos eran negros. Andandoel tiempo el matrimonio tuvo dos hijos que se llamaron Can y Abel.Can fue malo y perverso, pues desde chiquito se dedic al trago, a lasmujeres y al juego. Abel, por el contrario, fue bueno. Oa misa, respe-taba a sus padres y las cosas ajenas, y cumpla sus compromisos. Can,envidioso de su hermano, lo mat una tarde al volver del trabajo. Perocomo no hay crimen oculto, Dios se le present y, reprochndole su fal-ta, lo maldijo. La canillera' de Can fue tan grande que palideci hastatomar el color blanco que conserv hasta su muerte.

    Algunos mitos que los conquistadores espaolesencontraron y tal vez recrearon, o crearon

    para consumo propio en la Amrica

    Los conquistadores espaoles encontraron, adulteraron o fabularonmitos americanos, que excitaban a veces su codicia, a veces su fantasa.No hay que olvidar que ellos llegaron a la Amrica con la mente pobla-da de fbulas medioevales.

    Enrique de Ganda, el acucioso historiador argentino, en su tilli-hro Historia crtica de los mitos de la conquista americana (Madrid1929), analiza los mitos americanos que influyeron en los espaoles, yaun aquellos que stos crearon. As encontramos el mito de las Ama-zonas -que surge de fuentes griegas-, el de la Fuente de la Juventud, elmito de El Dorado, etctera. Lo que de tales mitos permanece es lo querecogieron los cronistas espaoles de la poca, bien religiosos, bienhombres curiosos de tan extraas fbulas.

    Desde ellos hay que partir.

    2 Temblor de piernas. (N. del Compilador)

    -'1

  • El mito de las Amazonas

    Segn los griegos, este mito de las Amazonas puede ser el de lascentauresas. En Megara, en Queronea y en Tesalia se conservaban lastumbas de las amazonas muertas por Teseo. En la guerra de Troya de-fendieron a Pramo ... En frica, otras amazonas subyugaron a los atlan-tes, nmidas, atopes y gorgones, fundaron una ciudad a orillas del lagoTritn y fueron exterminadas por Hrcules. Hasta aqu el mito griego.

    Sobre ellas se afirmaba que se mutilaban el seno derecho para ma-nejar el arco con mayor facilidad. El mito lleg hasta el medioevo.Para Ganda, cuya investigacin seguiremos:

    Entre todos los mitos de la conquista americana no hay ninguno tanconfuso, tan deformado e insondable como el mito de las Amazonas(...) y, sin embargo, es el ms autntico y el ms luminoso, no por loque su nombre evocaba -mero ensueo de conquistadores-, sino porlo que su espejismo representaba (...) llegado Coln al Nuevo Mundo(...) vemos cmo las islas Femenina y Masculina de los mapas medie-vales se transforman en islas de Carib y Martinino, una habitada porCaribes y la otra por Amazonas, exactamente igual que en las orillasdel Termodonte, donde, segn las fbulas clsicas, Caribes y Amazonasvivan en relativa vecindad. Al mismo tiempo, las Amazonas, vistas porla fantasa de Coln, revelaban los mismos hbitos que las menciona-das por Herodoto: se relacionaban una vez al ao con los hombres, enprimavera, slo con el fin de perpetuar la raza: guardaban para s lasnias y entregaban los nios a los padres.

    As se lee en el Diario del primer viaje de Coln que de la isla Mar-tinino dijo aquel indio que era toda poblada de mujeres sin hombres.

    Para el fantasioso Pedro Mrtir de Anglera: ( ...), en ciertos pero-dos del ao pasan hombres a la isla de ellas, no para usos maritales,sino movidos de compasin, para arreglarles los campos y huertos, conel cultivo de los cuales puedan vivir. Y ms adelante, refirindose adatos que le ofrecan conquistadores espaoles: Aaden que es verdadlo que se cuenta de la isla habitada solamente por mujeres, que a fle-chazos defienden con bravura sus costas, y que en ciertas temporadasdel ao pasan all los canbales para engendrar, y que desde que estnencintas ya no aguantan a los hombres, y que a los nios que les nacenles echan fuera y se guardan las hembras.

    22

    Con el tiempo ya las amazonas no se situaban solamente en su isla.Ya peleaban en el continente. Ganda cita a Antonio de Salcedo, encuyos escritos se nombran mujeres que combatieron contra Gonzalo.Iimnez de Quesada, en Tunja; contra Benalczar en Popoyn y contra,Valdivia en Chile.

    En la relacin que Fray Gaspar de Carvajal hiciera sobre el des-cubrimiento del Ro Grande, escribe: ( ...) nos dieron noticias de lasAmazonas y de la riqueza que abajo hay y el que las dio fue un indiollamado Aparia, viejo que deca haber estado en aquella tierra. Al en-contrar indios adoradores del Sol, stos dijeron que eran tributariosde las Amazonas. Y despus refiere el fraile lo ms asombroso, que111 entrar en combate contra los indios, stos fueron a pedir ayuda a lasumazonas, y vinieron hasta diez o doce, que stos vimos nosotros,que andaban peleando delante de todos los indios capitanes, y peleabanellas tan animosamente que los indios no osaban volver las espaldas,y al que las volva delante de nosotros lo mataban a palos, y sta es lacausa por donde los indios se defendan tanto.

    ste fue el origen del nombre del ro Amazonas. El fraile Gaspar dams informaciones:

    El Capitn le pregunt si estas mujeres paran: el indio dijo que s.El Capitn le dijo que cmo no siendo casadas, ni resida hombre entreellas, se empreaban: l dijo que estas indias participan con indios entiempos, y cuando les viene aquella gana juntan mucha copia de gentede guerra y van a dar guerra a un muy gran seor que reside y tiene sutierra junto a la destas mujeres, y por fuerza les traen a sus tierras ytienen consigo aquel tiempo que se les antoja, y despus que se hallanpreadas les toman a enviar a su tierra sin les hacer otro mal.

    Otras escrituras espaolas de aquellos tiempos -que recoge Gan-dfa- aceptan o rechazan el mito de las Amazonas americanas, pero esun hecho absoluto que el mito prosper en su tiempo y an hoy tienedistintos defensores.

    Como casi siempre ocurre, la imaginacin humana llev el mito asu exceso, donde, para el arte y la fantasa, es ms rico, ms atrayente,ms fecundante.

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  • El mito de la Fuente de la Juventud

    Es ste, .entre los mayores de la humanidad, el muy antiguo mito dela Inm~rtahdad, que aparece en las leyendas y mitologas de las gran-des naciones de la Antigedad.

    Seguramente que el gran impulsor del mito de la Fuente de la Ju-ventud en Europa fue Juan de Mandeville, que publicara sus relatos en1356.Afirma, describiendo sus viajes por Asia:

    Junto a una selva estaba la ciudad de Polombe, y, junto a esta ciu-dad, una montaa, a cuyo pie se encuentra una gran fuente, noble yhermosa; el sabor del agua es dulce y oloroso, como si la formaran dife-rentes especeras. El agua cambia con las horas del da; es otro su sabory otro su olor. El que bebe de esa agua en cantidad suficiente, sana desus enfermedades, ya no se enferma y es siempre joven. Yo, Juan deMandeville, vi esa fuente y beb tres veces de esa agua con mis compa-eros, y desde que beb me siento bien (...). Algunos llaman a esta aguaFons Juventutis, pues los que beben de ella son siemprejvenes.

    En 1372 muri Juan de Mandeville en Lieja. Como afirma Ganda:En Amrica el mito de la fuente de la eterna juventud naci de la mez-cla de tradiciones indgenas con el recuerdo de la leyenda medioevaltrado por los conquistadores. Es cierto que los indios del Orinoco ve-neraban un rbol llamado El rbol de la vida; tambin existan otrosrboles que proporcionaban a las aguas virtudes curativas, entre ellosel llamado Arbol de la Inmortalidad.

    Sobre las aguas maravillosas, escribe Ganda: la historia nos relataque lo,s indios de Cuba emigraban en busca de un ro cuyas aguas reju-venecran, y que Juan Ponce de Len, despus de or las confidencias delos indgenas, tambin se decidi a buscar el ro de la vida, en el cualbandose en l "los hombres viejos se volvan mozos". El cronist~Herrera, que estudiara los manuscritos de Ponce de Len, afirma:

    Es cosa cierta, que adems del principal propsito de Juan Poncede Len, que fue descubrir nuevas tierras (...) fue a buscar la Fuentede Bimini y en la Florida un ro, dando en esto crdito a los indios deCuba, y a otros de La Espaola, que decan que bandose en l o en laFuente, los hombres viejos se volvan mozos. y fue verdad que muchosindios de Cuba, teniendo por cierto que haba este ro, pasaron (...) a las

    Tierras de la Florida, en busca de l, y all se quedaron y poblaron unPueblo y hasta hoy dura aquella generacin de los de Cuba. Esta famade la causa que movi a estos para entrar en la Florida, movi tambina todos los reyes y caciques de aquellas comarcas para tomar muy apechos qu ro poda ser aqul (...) y no qued ro ni arroyo en toda laFlorida, hasta las lagunas y pantanos adonde no se baasen.

    Pedro Mrtir de Anglera, Lpez de Gomara, Antonio de Herrera,etctera, cronistas de Indias, llevaron la fama de la supuesta Fuente dela Juventud al conocimiento de Europa. Un mito creado por los espao-les en la Amrica, siguiendo las inocentes fbulas de sus indios.

    El mito de El Dorado

    Es ste uno de los mitos mayores que transform la codiciosa -deoro- imaginacin espaola partiendo de leyendas indoamericanas. Elmito de El Dorado se relaciona con la sed de oro de los guerreros espa-oles, que torturaban y mataban por el oro, en su bsqueda desesperadade riquezas fsicas en los pueblos indoamericanos, despiadada, sangui-nariamente, al estilo usual de los colonizadores. Mito falso, grande elde una conquista para implantar un falso cristianismo, guerrero, ladrny asesino, o para civilizar a los aborgenes. Fue la codicia y la ambi-cin de oro lo que movi la conquista. Sometidos a espantosas explota-dones, millones de indios murieron en minas y lavaderos de oro, o enfatigosas labores agrcolas.

    El mito se crea sobre una posible realidad: el adulterio que cometie-ra en Guatavit una cacica. Su marido la castig mediante el constantevituperio ante el pueblo de su cacicazgo. En su desconcierto, la adlterase ech, con su hija, a la laguna de Guatavit, donde desapareci. Muyafligido, el cacique pidi consuelo a los sacerdotes y stos le asegura-ron que ella viva en un palacio en el fondo de la laguna, y que serabueno se le ofreciesen objetos de oro en desagravio. Los indios as lohicieron y la laguna recibi oro y piedras preciosas.

    Segn Herrera, el indio Muequet fue quien llev por primera veznoticias a los espaoles de esta fabulosa laguna y sus tesoros, y refi-ri cmo el cacique entraba a la laguna, el cuerpo lleno de polvo deoro, que se espolvoreaba sobre su cuerpo cubierto por resinas pegajosaspara fijarlo, y que arrojaba en la laguna oro y esmeraldas. ste era pues

  • El D~rado, el hombre dorado, que dio pie al mito que enloqueci a losespanoles, tras su tesoro.

    Sebastin de Benalczar decidi salir en busca de este indio do-rado. ~ a~ comenz~ la gran persecucin de El Dorado. Segn FrayPedro Simn, Benalcazar y sus soldados para entenderse y-diferenciaraquella provincia y las dems de sus conquistas, determinaron llamarlela Provincia del Dorado.

    Sobre El Dorado crecieron las asombrosas noticias. Juan Martnezya ~,ombraba a la ciudad del Oro cuando, muy seguro, escribi una re-lacin donde aseguraba, al referirse a los guyanos, que

    c~ando el Emperador brinda con sus capitanes y tributarios, entran loscnados y untan el cuerpo de stos con un blsamo blanco que llamanCurcay, y luego soplan sobre ellos oro en polvo por medio de caashuecas, hasta que quedan brillantes de pies a cabeza (...) Por haber vistoesto y por la abundancia de oro que vi en la ciudad, las imgenes de oroen los templos y las planchas, armaduras y escudos de oro que usan ensus guerras, llam a aquella regin El Dorado.

    Co~o afirma G~nda, El Dorado ya no era un cacique: se habaconvertido en una ciudad, en un pas, en una montaa de oro y en sulago. El nombre subsista como sinnimo de riqueza.

    Le buscaron expediciones sin cuento. Humboldt lleg a decir que ElDorado era el fantasma de los espaoles, atrayndole ... Aun las cosas~s viles son de oro, afirmaba Prez Bustamante, al referirse a losdichos de Orellana, otro fabulador, se anda sobre piedras preciosas.

    La laguna de Guatavit famosa se sigui buscando, siglo a siglo.Muchos ~esages se hicieron en ella. Ganda -a quien hemos seguidoen este mito- da una relacin de las bsquedas:

    Entre los numerosos intentos de desaguar la laguna de Guatavitcon objeto de recoger las riquezas arrojadas a su fondo, citamos el deHemn Prez de Quesada, que obtuvo como beneficio tres o cuatro milpesos d~ oro fino; el de Antonio de Seplveda, que en 1580 consiguidoc~ mil pesos por las joyas halladas, el de una compaa inglesa que~~ ~lsta de las pocas ganancias obtenidas pretendi pedir daos y per-JUlCI?S a Humboldt, un tal Martos explor la laguna de Guarca, y un talCarnaga muri en su intento de sacar el tesoro escondido en la lagunade Ubaque. En 1856, Tovar, Pars y Chacn desaguaron parcialmente la

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    laguna de Siecha y hallaron, entre otras joyas, la balsa de oro. En 1870,Growther y Enrique Urdaneta murieron asfixiados en una galera deciento ochenta y siete metros casi terminada, para desaguar la laguna.

    As recreaban las mentes espaolas, sedientas de riquezas materia-ks, las leyendas y costumbres de los indios americanos para convertir-h IS en los mitos de la conquista americana.

    Un mito-protesta

    Existe en la mitologa inca un mito-protesta, ya durante la brutalcolonizacin espaola. Jos Mara Arguedas lo expone:

    Se han descubierto ltimamente algunos mitos, que son la expre-sin ms cabal de lo que los indios piensan respecto de los seores.l.a mayor parte de las haciendas de la zona andina del pas tienen sier-vos, es decir, que trabajan gratuitamente para el hacendado. En una ha-cienda se descubri un mito creado por los indios, en el cual se aseguraque hubo dos humanidades: una humanidad muy antigua, que fue crea-da por el Dios Adn-Eva. El Dios Adn-Eva cre una humanidad for-mada por gentes que eran muy fuertes, que hacan caminar las piedrascon azotes y que construyeron grandes edificios mediante ese poderdescomunal que tenan; el defecto que tenan es que eran relativamenteescasos de inteligencia. El Dios Adn-Eva se prend de una mujer muyhermosa, pero ella no acept los requerimientos del Dios, y entoncesel Dios la llev por la violencia a su casa, y cuando la mujer estuvoencinta la arroj de su casa. Esta mujer era la Virgen de las Mercedes.

    La Virgen de las Mercedes dio a luz un nio que es Teete Maoco.Teete Maoco, cuando fue hombre, destruy la humanidad creada porsu padre, haciendo caer una lluvia de fuego. Como quedaban algunostodava vivos, l, con, el hueso de una canilla acab de matar a los l-timos que quedaban de la humanidad creada por su padre y cre luegoa la humanidad actual, pero dividi a la humanidad en dos gentes: losindios y los blancos. (Pero no les llamaban blancos, sino mistis, porquela divisin es mucho ms cultural que racial.)

    Dividi a la humanidad en indios que deban trabajar para los mis-lis, y los mistis, que retenan el privilegio de gozar del fruto del trabajode los indios, a los cuales se les poda hacer trabajar por la fuerza y

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  • azotndolos. Pero tambin cre al mismo tiempo el infierno y el Cielo.El Cielo es exactamente igual que la Tierra; la nica diferencia que hayes que, en el Cielo, los que fueron indios en la Tierra se convierten enblancos sel'iores y hacen trabajar a los que en este mundo los hicierontrabajar a ellos. Y as como los blancos o mistis los consideraban a ellosuna humanidad aparte, los indios tambin consideran a los otros comouna humanidad enteramente aparte.

    Mitologa de la Amrica del Norte

    Mitos de los indios canadienses, de los habitantes de Alaska, de losindios norteamericanos, enriquecen estas pginas, que no es una mito-loga americana parcial sino continental. Aportan grande poesa y sen-cillez. Muchos de ellos los hemos traducido del ingls; son inditos,pues, en nuestra lengua, poticos, raros, originales, con sus singularesaportes.

    Conclusiones

    En cuanto a la regin de las islas caribeas, poco mito qued, tras latremenda, muy cruel exterminacin humana producida por el conquis-tador espaol, grave ignaro hambriento del oro fsico de los indios.Que sepamos, no existi ningn Sahagn excepcional en estas islas. Delos indios cubanos, que ya tenan sus gijes y diosecillos, poco mitose ha encontrado, salvo los que recogiera durante tres generaciones lafamilia de Pedro Modesto Hemndez, en la muy aindiada regin deJagua -Cienfuegos actualmente-, y que diera, para su correccin deestilo, a Adrin del Valle, y que ste editara con el ttulo de Tradicionesy leyendas de Cienfuegos (La Habana 1920).

    Durante dcadas hemos ido coleccionando libros y folletos, revistas,con los mitos americanos, as como otros materiales de los compaerosinvestigadores de las dos Amricas.

    Los mitos que aparecen en este libro han sido seleccionados porsu fuerza artstica, su originalidad, la fantasa y el smbolo americano.Mucho mito, menor a nuestro juicio, ha quedado fuera de esta antologapor carecer de los valores requeridos, o bien, porque, tenindolos, sonmitos mimticos, o versiones desvadas, o porque no los conocemos

    an, ya que no han llegado a nuestro poder. As, pues, este libro eslambin una expresin mitolgica en desarrollo. De todos modos, nu-merosas teogonas, cosmogonas pasmosas, los sucesos del asombro,pasan al lector cubano deseoso de ensancharse la mente con los tesorosfantsticos de la Amrica primigenia.

    Samuel Feijo

  • ---

  • Por la naturaleza de esta compilacin, no siempre ha sido posible lograruna unificacin en trminos y estilos literarios, ya que hemos tratado de res-petar al mximo las fuentes de las cuales fueron tomados los mitos. Las frasesexplicativas y adicionales se han puesto entre corchetes, as como las supre-siones hechas por el colector de la fuente original, de la misma forma queel parntesis ha sido utilizado para indicar omisiones dentro de los textos deesta antologa. En el caso de las traducciones, se ha respetado el criterio deltraductor.

    Amrica est muy lejos de haber agotado su caudal de mitologas.Alejo Carpentier

    En la mitologa, junto al reflejo fantstico y tergiversado de la realidad,figuran momentos de gran realismo, que la reflejan de modo adecuado.

    A. D. Sujov

  • ----~._-

  • La creacin de los dioses,la Tierra y el hombre

    (azteca)

    Nuestros padres y abuelos nos dicen que l nos cre y form, l cu-Y'''' criaturas somos nosotros y nuestro prncipe Quetzalcatl. Tambinuro() el cielo, el Sol y la deidad de la Tierra .

    ...Quetzalcatl tuvo por mujer a Tonacachuatl o por otro nombreXllchiquetzal -seor y seora de nuestra carne-, los cuales se criarony estuvieron siempre en el decimotercer cielo, de cuyo principio no seMuplljams ...

    Este dios y diosa engendraron cuatro hijos: al mayor llamaron Tez-l.'&ltlipocarojo y los de Uexotzinco y Tlaxcala, los cuales tenan a steIlnl' su dios principal, que le llamaban Camaxtli; ste naci todo colo-rudo. Tuvieron el segundo hijo, al cual llamaron Tezcatlipoca negro,t'1 cual fue el mayor y peor, y el que ms mand y pudo que los otrostres, porque naci en medio de todos [los seres y cosas]; ste naciIIr)tI'O, Al tercero llamaron Quetzalcatl, y por otro nombre Noche yViento. Al cuarto y ms pequeo llamaban Seor del Hueso, y porotro nombre La Culebra con dos Cabezas, y los mexicanos le decan:Huitzilopochtli, al cual tuvieron los de Mxico por dios principal... DeePllos cuatro hijos de Tonacatecuhtli y Tonacachuatl, el Tezcatlipocanegro era el que saba todos los pensamientos y estaba en todo lugary conoca los corazones, y por esto le llamaban Moyocoya, que quiere

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  • decir que es todopoderoso o que hace todas las cosas sin que nadie leayude ... Huitzilopochtli, hermano menor y dios de los de Mxico, nacisin carne, con los huesos, y de esta manera estuvo seiscientos aos, enlos cuales no hicieron cosa alguna los dioses ...

    Pasados seiscientos aos del nacimiento de los cuatro dioses herma-nos, los hijos de Tonacatecuhtli se juntaron todos cuatro y dijeron queera bien que ordenasen lo que haban de hacer, y la ley que haban detener, y convinieron en nombrar a Quetzalcatl y Huitzilopochtli paraque ellos dos ordenasen, y estos dos, por comisin y parecer de losotros dos, hicieran luego el fuego, y hecho ste, hicieron medio Sol, elcual por no ser entero no relumbraba mucho sino poco.

    Luego hicieron a un hombre y a una mujer; al hombre llamaronOxomoco y a la mujer Cipactnal, y mandronles que labrasen la tierray que ella hilase y tejiese, y que de ellos naceran los macehuales, y queno holgasen sino que siempre trabajasen, y a ella le dieron los diosesciertos granos de maz para que con ellos ella curase y usase en adivi-nanzas y hechiceras, y as lo acostumbran hacer hoy da las mujeres.Luego hicieron los das y los partieron en meses, dando a cada mesveinte das y as tenan dieciocho meses, y trescientos sesenta das en elao, como se dir adelante. Hicieron luego al seor del inframundoy a la seora del inframundo, marido y mujer, y stos eran dioses delinfierno, y los pusieron en l; y luego crearon los cielos, comenzandodel trece para abajo, e hicieron el agua y en ella criaron un pez grandeque llamaron cipactli, que es como caimn, y de este pez hicieron laTierra, como se dir; y para crear al dios y diosa del agua juntaron loscuatro dioses a Tlloc y a su mujer, Chalchiuticle, a los cuales tuvieronpor dioses del agua, y a stos se peda cuando tenan de ella necesidad.Despus, estando todos los cuatro dioses juntos, hicieron del pez ci-pactli la Tierra, a la cual llamaron Tlaltecuhtli, pintndola como deidadtendida sobre un pescado por haberse hecho de l.

    Algunos otros dijeron que la Tierra fue creada de esta manera: dosdioses, Quetzalcatl y Tezcatlipoca, bajaron la diosa de la Tierra delcielo. Ella tena las articulaciones completamente llenas de ojos y bo-cas, con las cuales ella morda como una bestia salvaje. Antes de quela bajaran ya haba agua, la cual nadie sabe quin la cre, [y] sobre lacual esta diosa caminaba. Viendo esto los dioses dijeron el uno al otro:Es necesario hacer la Tierra, y diciendo esto se convirtieron ambosen dos grandes serpientes, las cuales agarraron a la diosa, la una en lamano derecha y en el pie izquierdo; la otra en la mano izquierda y el

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    pie derecho, y la halaron tanto que la hicieron romperse por la mitad.De la mitad detrs de los hombros hicieron la Tierra, y la otra mitadla llevaron al cielo. Por eso se enojaron mucho los otros dioses. Pararecompensar a la dicha diosa de la Tierra por el dao que los dos diosesle haban hecho, todos los dioses descendieron del cielo para consolar-la y ordenaron que de ella salieran todos los frutos necesarios para lavida de los hombres. Por eso hicieron de sus cabellos rboles, flores yhierbas; de su piel, las hierbas muy pequeas y las pequeas flores; delos ojos, pozos, fuentes y pequeas cavernas; de la boca, ros y gran-des cavernas; de los agujeros de la nariz valles de montaas, y de loshombros montaas. Y esta diosa lloraba algunas veces durante la nochequeriendo comer corazones de hombres y no se quera callar hasta quese los daban; no queriendo llevar fruta si no estaba rociada con sangrehumana.

    La creacin del mundo, de los animales,de las plantas y del primer hombre

    (maya)

    sta es la relacin de cmo estaba todo en suspenso, todo en calma,en silencio; todo inmvil, callado, y vaca la extensin del cielo.

    sta es la primera relacin, el primer discurso. No haba todava unhombre, ni un animal, pjaros, peces, cangrejos, rboles, piedras, cue-vas, barrancas, hierbas ni bosques: slo el cielo exista.

    No se manifestaba la faz de la Tierra. Slo estaban el mar en calmay el cielo en toda su extensin.

    No haba nada que estuviera en pie; slo el agua en reposo, el marapacible, solo y tranquilo. No haba nada dotado de existencia.

    Solamente haba inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la no-che. Slo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores,estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumasverdes y azules, por eso se les llama Gucumatz. De grandes sabios, degrandes pensadores es su naturaleza. De esta manera exista el cielo ytambin el Corazn del Cielo, que ste es el nombre de Dios y as esromo se llama.

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  • Lleg aqu entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz,en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre s Tepeu y Gucumatz. Ha-blaron, pues, consultando entre s y meditando; se pusieron de acuerdo,juntaron sus palabras y su pensamiento.

    Entonces se manifest con claridad, mientras meditaban, que cuandoamaneciera deba aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creaciny crecimiento de los rboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y lacreacin del hombre. Se dispuso as en las tinieblas y en la noche por elCorazn del Cielo, que se llama Huracn.

    El primero se llama Caculh-Huracn. El segundo es Chipi-Ca-culh. El tercero es Rax-Caculh. Y estos tres son el Corazn delCielo.

    Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferencia-ron sobre la vida y la claridad, cmo se har para que aclare y amanez-ca, quin ser el que produzca el alimento y el sustento.

    -Hgase as! [Que se llene el vaco! [Que esta agua se retire y deso-cupe [el espacio], que surja la Tierra y que se afirme! -as dijeron-o[Que aclare, que amanezca en el cielo y en la Tierra! No habr gloriani grandeza en nuestra creacin y formacin hasta que exista la criaturahumana, el hombre formado. As dijeron.

    Luego la Tierra fue creada por ellos. As fue en verdad como se hizola creacin de la Tierra:

    -Tierra! -dijeron, y al instante fue hecha.Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la crea-

    cin, cuando surgieron del agua las montaas; y al instante crecieronlas montaas.

    Solamente por un prodigio, slo por arte de magia se realiz la for-macin de las montaas y los valles; y al instante brotaron juntos loscipresales y pinares en la superficie.y as se llen de alegra Gucumatz, diciendo:-Buena ha sido tu venida, Corazn del Cielo; t, Huracn, y t,

    Chipi-Caculh, Rax-Caculh!-Nuestra obra, nuestra creacin ser terminada -contestaron.Primero se formaron la tierra, las montaas y los valles; se dividie-

    ron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo librementeentre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron lasaltas montaas.

    As fue la creacin de la Tierra, cuando fue formada por el Corazndel Cielo, el Corazn de la Tierra, que as son llamados los que primero

    la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la Tierra se hallabasumergida dentro del agua.

    As fue como se perfeccion la obra, cuando la ejecutaron despusde pensar y meditar sobre su feliz terminacin.

    Luego hicieron a los animales pequeos del monte, los guardianesde todos los bosques, los genios de la montaa, lo venados, los pjaros,leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles (vboras) guardianes de losbejucos.

    y dijeron los Progenitores:-Slo silencio e inmovilidad habr bajo los rboles y los bejucos?

    Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde.As dijeron cuando meditaron y hablaron enseguida. Al punto fue-

    ron creados los venados y las aves. Enseguida les repartieron sus mora-das a los venados y a las aves ...

    -T, venado, dormirs en la vega de los ros y en los barrancos.Aqu estars entre la maleza, entre las hierbas; en el bosque os multipli-caris, en cuatro pies andaris y os sostendris.

    y as como se dijo se hizo.Luego designaron tambin su morada a los pjaros pequeos y a las

    aves mayores.-Vosotros, pjaros, habitaris sobre los rboles y los bejucos, all

    haris vuestros nidos, all os multiplicaris, all os sacudiris en las ra-mas de los rboles y de los bejucos.

    As les fue dicho a los venados y a los pjaros para que hicieran loque deban hacer, y todos tomaron sus habitaciones y sus nidos.

    De esta manera los Progenitores les dieron sus habitaciones a losanimales de la Tierra.

    y estando terminada la creacin de todos los cuadrpedos y lasaves, les fue dicho a los cuadrpedos y pjaros por el Creador y el Por-mador y los Progenitores:

    -Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno segn vuestra es-pccie, segn la variedad de cada uno.

    As les fue dicho a los venados, los pjaros, leones, tigres y ser-pientes.

    -Decid, pues, vuestros nombres, alabadnos a nosotros, vuestra ma-dre. vuestro padre. Invocad, pues, a Huracn, Chipi-Caculh, Rax-Ca-culh, el Corazn del Cielo, el Corazn de la Tierra, el Creador, el Por-mudor, los Progenitores; hablad, invocadnos, adoradnos! -les dijeron.

    Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; slo

  • chillaban, cacareaban y graznaban; no se manifest la forma de su len-guaje, y cada uno gritaba de manera diferente.

    Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible quehablaran, se dijeron entre s:

    -No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros,sus creadores y formadores. Esto no est bien -dijeron entre s los Pro-genitores.

    Entonces se les dijo:-Seris cambiados porque no se ha conseguido que hablis. Hemos

    cambiado de parecer: vuestro alimento, vuestra pastura, vuestra habi-tacin y vuestros nidos los tendris, sern los barrancos y los bosques,porque no se ha podido lograr que nos adoris ni nos invoquis. Toda-va hay quienes nos adoren, haremos otros [seres] que sean obedientes.Vosotros aceptad vuestro destino: vuestras carnes sern trituradas. Asser. sta ser vuestra suerte. As dijeron cuando hicieron saber su vo-luntad a los animales pequeos y grandes que hay sobre la faz de laTierra.

    Luego quisieron probar suerte nuevamente; quisieron hacer otra ten-tativa y quisieron probar de nuevo a que los adoraran.

    Pero no pudieron entender su lenguaje entre ellos mismos, nadapudieron conseguir y nada pudieron hacer. Por esta razn fueron in-moladas sus carnes y fueron condenados a ser comidos y matados losanimales que existen sobre la faz de la Tierra.

    As, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar alhombre por el Creador, el Formador y los Progenitores.

    -A probar otra vez! iYa se acercan el amanecer y la aurora; ha-gamos al que nos sustentar y alimentar! Cmo haremos para serinvocados, para ser recordados sobre la Tierra? Ya hemos probado connuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudolograr que fusemos alabados y venerados por ellos. As, pues, probe-mos a hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten yalimenten -as dijeron.

    Entonces fue la creacin y la formacin. De tierra, de lodo, hicieronla carne [del hombre]. Pero vieron que no estaba bien, porque se desha-ca, estaba blando, no tena movimiento, no tena fuerza, se caa, estabaaguado, no mova la cabeza, la cara se le iba para un lado, tena veladala vista, no poda ver hacia atrs. Al principio hablaba, pero no tenaentendimiento. Rpidamente se humedeci dentro del agua y no se pudosostener.

    y dijeron el Creador y el Formador:-Bien se ve que no podra andar ni multiplicarse. Que se haga una

    consulta acerca de esto -dijeron.Entonces desbarataron y deshicieron su obra y su creacin. Y ense-

    guida dijeron:-Cmo haremos para perfeccionar para que salgan bien nuestros

    udoradores, nuestros invocadores?As dijeron cuando de nuevo consultaron entre s:-Digmosles Ixpiyacoc, Ixmucan, Hunahp-Vuch, Hunahp-Uti:

    Probad suerte otra vez! [Probad a hacer la creacin!As dijeron entre s el Creador y el Formador cuando hablaron a

    Ixpiyacoc e Ixmucan. Enseguida les hablaron a aquellos adivinos, laabuela del da, la abuela del alba, que as eran llamados por el Creadory el Formador, y cuyos nombres eran Ixpiyacoc e Ixmucan.

    y dijeron Huracn, Tepeu y Gucumatz cuando le hablaron al agore-ro, al Formador, que son los adivinos:

    -Hay que reunirse y encontrar los medios para que el hombre quevamos a crear nos sostenga y alimente, nos invoque y se acuerde denosotros.

    Entrad, pues, en consulta, abuela, abuelo, nuestra abuela, nuestroabuelo, Ixpiyacoc, Ixrnucan, haced que aclare, que amanezca, que sea-mos invocados, que seamos adorados, que seamos recordados por elhombre creado, por el hombre formado, por el hombre mortal, hacedque as se haga.

    Dad a conocer vuestra naturaleza, Hunahp-Vuch, Hunahp-Uti,dos veces madre, dos veces padre, Nim-Ac, Nim-Tzis, el seor de laesmeralda, el joyero, el escultor, el tallador, el seor de los hermososplatos, el seor de la verde jcara, el maestro de la resma, el maestro'Ioltecat, la abuela del sol, la abuela del alba, que as seris llamadospor nuestras obras y nuestras criaturas.

    Echad la suerte con vuestros granos de maz y de tzit ', Hgase asy se sabr y resultar si labraremos o tallaremos su boca y sus ojos enmadera.

    As les fue dicho a los adivinos. A continuacin vino la adivinacin,la echada de la suerte con el maz y el tzit.

    -Suerte, criatura! -Ies dijeron entonces una vieja y un viejo. Y este

    I rbol de Guatemala cuyos frutos rojos eran usados en hechiceras y sortilegios.(N. del Editor)

    43

  • viejo era el de las suertesdel tzit, el llamado Ixpiyacoc. Y la vieja erala adivina, la formadoraquese llamaba Chiracn Ixmucan.y comenzando laadivinacin,dijeron as:-Juntaos, acoplaos!Habladque os oigamos, decid, declarad si con-

    viene que se junte lamaderay que sea labrada por el Creador y el For-mador, y si ste [elhombrede madera] es el que nos ha de sustentar yalimentar cuando aclare,cuando amanezca.

    T, maz; t, tzit; t, suerte; t, criatura; junos, ayuntaos! -Iesdijeron al maz, al tzit; ala suerte, a la criatura-o iVen a sacrificar aqu,Corazn del Cielo;nocastiguisa Tepeu y Gucumatz!

    Entonces hablaronydijeron la verdad:-Buenos saldrnvuestrosmuecos hechos de madera; hablarn y

    conversarn sobre lafazde la Tierra.-jAs sea! -contestaron,cuando hablaron.y al instante fueronhechos los muecos labrados en madera. Se

    parecan al hombre,hablabancomo el hombre y poblaron la superficiede la Tierra.

    Existieron y semultiplicaron;tuvieron hijas, tuvieron hijos los mu-ecos de palo; peronotenan alma, ni entendimiento, no se acordabande su Creador, de suFormador;caminaban sin rumbo y andaban a gatas.

    Ya no se acordabandel Corazn del Cielo, y por eso cayeron endesgracia. Fue solamenteun ensayo, un intento de hacer hombres. Ha-blaban al principio,perosus caras estaban enjutas; sus pies y sus manosno tenan consistencia;no tenan sangre, ni sustancia, ni humedad, nigordura; sus mejillasestabansecas, secos sus pies y sus manos, y ama-rillas sus carnes.

    Por esta razn yanopensaban en el Creador ni en el Formador, enlos que les daban elsery cuidaban de ellos. stos fueron los primeroshombres que en grannmeroexistieron sobre la faz de la Tierra.

    Enseguida fueronaniquilados, destruidos y deshechos los muecosde palo; recibieron lamuerte.Una inundacin fue producida por el Co-razn del Cielo; ungrandiluvio se form, que cay sobre las cabezasde los muecos depalo.

    De tzit se hizolacarne del hombre, pero cuando la mujer fue la-brada por el Creadoryel Formador, se hizo de espadaa la carne de lamujer. Estos materialesquisieron el Creador y el Formador que entra-ran en su composicin.

    Pero no pensaban,nohablaban con su Creador, su Formador, que loshaban hecho, queloshaban creado. Y por esta razn fueron muertos,

    44

    fueron anegudos. Una resina abundante vino del cielo, BIUamldo X.-rntcovach lleg y les vaci6 los ojos; Camalotz vino a cortarlell' la ca-hczu; y vino Cotzbalam y les devor las carnes. El Tucumbalam UCl6tambin y les quebr6 y magull los huesos y los nervios; les moli ydesmoron los huesos.

    y esto fue para castigarlos, porque no haban pensado en su madre,ni en su padre, el Corazn del Cielo, llamado Huracn. Y por este mo-uvo se oscureci6 la faz de la Tierra y comenz una lluvia negra, unalluvia de da, una lluvia de noche.

    Llegaron entonces los animales pequeos los animales grandes, ylos palos y las piedras les golpearon las caras. Y se pusieron todos ahuhlar: sus tinajas, sus comales, sus platos, sus ollas, sus perros, suspil'dras de moler, todos se levantaron y les golpearon las caras.

    Mucho mal nos hacais; nos comais, y nosotros ahora os mordere-1ll0S -Ies dijeron sus perros y sus aves de corral.

    y las piedras de moler:(~ramos atormentadas por vosotros; cada da, cada da, de noche, al

    nmunccer, lodo el tiempo hacan holi, holi, huqui, huqui nuestras caras, a('Ilusa de vosotros. ste era el tributo que os pagbamos. Pero ahora quehuhis dejado de ser hombres probaris nuestras fuerzas. Moleremos yreduciremos a polvo vuestras carnes -les dijeron sus piedras de moler.

    y he aqu que sus perros hablaron y les dijeron:-,Porqu no nos dabais nuestra comida? Apenas estbamos miran-

    do y ya nos arrojabais de vuestro lado y nos echabais fuera. Siempretcufuis listo un palo para pegarnos mientras comais. As era como nostrutabais. Nosotros no podamos hablar. Quiz no os diramos muerteuhora; pero por qu no reflexionabais, por qu no pensabais en voso-1!'lIS mismos? Ahora nosotros os destruiremos, ahora probaris vosotroslos dientes que hay en nuestra boca: os devoraremos, dijeron los perros;y luego les destrozaron las caras.

    y a su vez sus comales, sus ollas, les hablaron as:-Dolor y sufrimiento nos causabais. Nuestra boca y nuestras caras

    estaban tiznadas, siempre estbamos puestos sobre el fuego y nos que-mahais como si no sintiramos dolor. Ahora probaris vosotros, os que-muremos -dijeron sus comales, y todos les destrozaron las caras. Laspiedras del hogar, que estaban amontonadas, se arrojaron directamentedesde el fuego contra sus cabezas causndoles dolor.

    Desesperados corran de un lado para otro; queran subirse sobrelas casas y las casas se caan y los arrojaban al suelo; queran subirse

    45

  • sobre los rboles y los rboles los lanzaban a lo lejos; queran entrar alas cavernas y las cavernas se cerraban ante ellos. As fue la ruina de loshombres que haban sido creados y formados, de los hombres hechospara ser destruidos y aniquilados: a todos les fueron destrozadas lasbocas y las caras.

    y dicen que la descendencia de aqullos son los monos que existenahora en los bosques; stos son la muestra de aqullos, porque slode palo fue hecha su carne por el Creador y el Formador. Y por estarazn el mono se parece al hombre; es la muestra de una generacin dehombres creados, de hombres formados que eran solamente muecos yhechos solamente de madera.

    La creacin del segundo hombre

    (maya)

    He aqu, pues, el principio de cuando se dispuso hacer al hombre, ycuando se busc lo que deba entrar en la carne del hombre. Y dijeronlos Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu yGucumatz:

    -Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y queaparezcan los que nos han de sustentar y nutrir, los hijos esclarecidos,los vasallos civilizados; que aparezcan el hombre, la humanidad, sobrela superficie de la Tierra -as dijeron.

    Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en lanoche; luego buscaron y discutieron, y aqu reflexionaron y pensaron.De esta manera salieron a la luz claramente sus decisiones y encontra-ron y descubrieron lo que deba entrar en la carne del hombre.

    Poco falta para que el Sol, la Luna y las estrellas aparecieran sobrelos Creadores y Formadores. De Paxil, de Cayal, as llamados, vinie-ron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas.

    stos son los nombres de los animales que trajeron la comida: Yac(el gato de monte), Uti (el coyote), Quel (una cotorra vulgarmentellamada chocoyo) y Hoh (el cuervo). Estos cuatro animales les dieronIn noticia de las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas les dijeron~ ~'~~." P'>v; " po;:pno;:pllrnn p.\ camino de Paxil.

    Y as encontraron la comida y sta fue la que entr en la carne delhombre creado, del hombre formado; sta fue su sangre, de sta se hizola sangre del hombre. As entr el maz [en la formacin del hombre]por obra de los Progenitores.

    Y de esta manera se llenaron de alegra, porque haban descubiertouna hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amari-llas y mazorcas blancas y abundante tambin en pataxte? y cacao, y eninnumerables zapotes, anonas, jocotes, nances, matasanos y miel.Abundancia de sabrosos alimentos haba en aquel pueblo llamado dePaxil y Cayal.

    Haba alimentos de todas clases, alimentos pequeos y grandes,plantas pequeas y plantas grandes. Los animales ensearon el camino.Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas,hizo Ixmucan nueve bebidas, y de este alimento provinieron la fuerzay la gordura, y con l crearon los msculos y el vigor del hombre.

    Esto hicieron los Progenitores, Tepeu y Gucumatz, as llamados.A continuacin entraron en plticas acerca de la creacin y la for-

    macin de nuestra primera madre y padre. De maz amarillo y de mazblanco se hizo su carne; de masa de maz se hicieron los brazos y laspiernas del hombre. nicamente masa de maz entr en la carne denuestros padres, los cuatro hombres que fueron creados.

    stos son los nombres de los primeros hombres que fueron creadosy formados: el primer hombre fue Balam-Quitz, el segundo Balam-Acab, el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.

    stos son los nombres de nuestras primeras madres y padres.Se dice que ellos slo fueron hechos y formados, no tuvieron madre,

    no tuvieron padre. Solamente se les llamaba varones. No nacieron demujer, ni fueron engendrados por el Creador y Formador, por los Proge-nitores. Slo por un prodigio, por obra de encantamiento fueron creadosy formados por el Creador, el Formador, los Progenitores, Tepeu y Gu-cumatz, Y como tenan la apariencia de hombres, hombres fueron; ha-blaron, conversaron, vieron y oyeron, anduvieron, agarraban las cosas;eran hombres buenos y hermosos y sus figuras eran figuras de varones.

    Fueron dotados de inteligencia; vieron y al punto se extendi su vis-111, alcanzaron a ver, alcanzaron a conocer todo lo que hay en el mundo.Cuando miraban, al instante vean a su alrededor y contemplaban enlomo a ellos la bveda del cielo y la faz redonda de la Tierra.

    J "ruto semejante al cacao. (N. del E.)

  • Las cosas ocultas [por la distancia] las vean todas, sin tener prime-ro que moverse; enseguida vean el mundo y asimismo desde el lugardonde estaban lo vean.

    Grande era su sabidura; su vista llegaba hasta los bosques, las rocas,los lagos, los mares, las montaas y los valles. En verdad eran hombresadmirables Balam-Quitz, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam.

    Entonces les preguntaron el Creador y el Formador:-Qu pensis de vuestro estado? No miris? No os? No son

    buenos vuestro lenguaje y vuestra manera de andar? Mirad, pues!Contemplad el mundo; ved si aparecen las montaas y los valles! Pro-bad, pues, a ver! -Ies dijeron.y enseguida acabaron de ver cuanto haba en el mundo. Luego die-

    ron las gracias al Creador y al Formador:-En verdad os damos gracias dos y tres veces! Hemos sido crea-

    dos, se nos ha dado una boca y una cara; hablamos, omos, pensamosy andamos; sentimos perfectamente y conocemos lo que est lejos y loque est cerca. Vemos tambin lo grande y lo pequeo en el cielo y enla Tierra. Os damos gracias, pues, por habemos creado, oh Creador yFormador!, por habemos dado el ser, oh abuela nuestra! Oh nuestroabuelo!, dijeron dando las gracias por su creacin y formacin.

    Acabaron de conocerlo todo y examinaron los cuatro rincones y loscuatro puntos de la bveda del cielo y de la faz de la Tierra.

    Pero el Creador y el Formador no oyeron esto con gusto:-No est bien lo que dicen nuestras criaturas, nuestras obras; todo lo

    saben, lo grande y lo pequeo -dijeron.y as celebraron Consejo nuevamente los Progenitores:-Qu haremos ahora con ellos? Que su vista slo alcance 10 que

    est cerca, que slo vean un poco de la faz de la Tierra! No est bien loque dicen. Acaso no son por naturaleza simples criaturas y hechuras[nuestras]? Han de ser ellos tambin dioses? Y si no procrean y semultiplican cuando amanezca, cuando salga el sol? Y si no se propa-gan? -as dijeron.

    -Refrenemos un poco sus deseos, pues no est bien 10 que vemos.Por ventura se han de igualar ellos a nosotros, sus autores, que pode-mos abarcar grandes distancias, que 10 sabemos y vemos todo?

    Esto dijeron el Corazn del Cielo, Huracn, Chipi-Caculh, Rax-Caculh, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, Ixpiyacoc, Ixmucan, elCreador, y el Formador. As hablaron y enseguida cambiaron la natura-leza de sus obras, de sus criaturas.

    48

    Entonces el Corazn del Cielo les ech un vaho sobre los ojos, loscuales se empaaron como cuando se sopla sobre la luna de un espejo.Sus ojos se velaron y slo pudieron ver 10 que estaba cerca, slo estoera claro para ellos.

    As fueron destruidos la sabidura y todos los conocimientos de loscuatro hombres, origen y principio [de la raza quich].

    As fueron creados y formados nuestros abuelos, nuestros padres,por el Corazn del Cielo, el Corazn de la Tierra.

    La creacin 1

    (muisca)

    Cuando era noche -o como ellos, los muiscas, 10 interpretaban-,antes que hubiera nada de este mundo, estaba la luz metida all en unacosa grande, que para significarla la llamaban chiminigagua, de dondedespus sali; y que aquella cosa o este chiminigagua en que estabametida esta luz, y segn el modo que tienen de darse a entender enesto, quiere decir 10 que nosotros llamarnos Dios, comenz a amanecery mostrar la luz que en s tena, y dio luego principio a crear cosas enaquella primera luz. Las primeras que cre fueron unas aves negras,grandes, a las cuales mand, al punto que tuvieron ser, fuesen por todoel mundo echando aliento o aire por los picos, el cual aire era todo l-cido y resplandeciente; con que habiendo hecho lo que les mandaronqued todo el mundo claro e iluminado como est ahora ... A este diosreconocen por omnipotente seor universal de todas las cosas y siem-pre bueno, y que cre tambin todo 10 dems que hay en este mundo,con que qued tan lleno y hermoso; pero como de entre las dems cria-turas vean la ms hermosa al Sol, decan que a l se deba adorar, y ala Luna como a su mujer y compaera, de donde les vino que an enlos dolos que adoraban, jams es uno solo sino macho y hembra. No sepersuadan de que entre las dems cosas cre Dios hombres y mujeres,sino que estando en el mundo las dems, faltaban estas dos, y as seremedi esta falta de esta manera:

    En el distrito de la ciudad de Tunja, a cuatro leguas a la parte delnorte y una de un pueblo de indios que llaman Iguaque, se hace una

    49

  • coronacin de empinadas sierras, tierra muy fra y tan cubierta de pra-mos y ordinarias neblinas que casi en todo el ao no se descubren suscumbres, si no es al medioda por el mes de enero. Entre estas sierras ycumbres se hace una muy honda, de donde dicen los indios que a pocode como amaneci o apareci la luz y fueron creadas las dems cosas,sali una mujer que llaman Bachue y por otro nombre, acomodado a lasbuenas obras que les hizo, Furachoque, que quiere decir mujer buena[porquefura llaman a la mujer y choque es cosa buena]. Sac consigode la mano un nio de entre las mismas aguas, de edad de hasta tresaos, y bajando ambos juntos de la sierra a lo llano, donde ahora estel pueblo de Iguaque, hicieron una casa donde vivieron hasta que elmuchacho tuvo edad para casarse con ella, porque luego que la tuvose cas, y fue el casamiento tan importante y la mujer tan prolfera yfecunda, que de cada parto para cuatro o seis hijos, conque se vino allenar toda la Tierra de gente, porque andaban ambos por muchas partesdejando hijos, hasta que despus de muchos aos, estando la Tierra lle-na de hombres y los dos ya muy viejos, se volvieron al mismo pueblo;y de l llamando a mucha gente para que los acompaara a la laguna dedonde salieron, junto a la cual les hizo la Bachue una pltica exhortan-do a todos a la paz y conservacin entre s, la guarda de los preceptosy leyes que les haba dado, que no eran pocos, en especial en orden alculto de los dioses, y concluido se despidi con singulares clamores yllantos de ambas partes; y convirtindose ella y su marido en dos gran-des culebras, se metieron por las aguas de la laguna, y nunca ms apa-recieron por entonces, si bien la Bachue despus se apareci muchasveces en otras partes, por haber determinado desde all los indios con-tarla entre sus dioses, en pago de los beneficios que les haba hecho ...

    La creacin 11

    (mixteco)

    En el ao y en el da de la oscuridad y tinieblas, antes que hubiesedas, ni aos, estando el mundo en grande oscuridad, que todo era caosy confusin, estaba la Tierra cubierta de agua, slo haba limo y lamasobre la faz de la Tierra.

    En aquel tiempo, dicen los indios que aparecieron visiblemente undios que tuvo por nombre Un Ciervo, y por sobrenombre Culebrade Len, y una diosa muy linda y hermosa, cuyo nombre era UnaCierva y por sobrenombre Culebra de Tigre. Estos dos dioses dicenhaber sido principio de los dems dioses que los indios tuvieron.

    Luego que aparecieron estos dos dioses en el mundo, y con figurahumana, cuentan las historias de esta gente que con su omnipotenciay sabidura hicieron y fundaron una gran pea [sacndola fuera delagua] sobre la cual edificaron unos muy suntuosos palacios, hechoscon grandsimo artificio, donde fue su asiento y morada en la Tierra.Encima de lo ms alto de la casa y habitacin de estos dioses estabaun hacha de cobre, el corte hacia arriba, sobre la cual estaba el cielo.Esta pea y palacios de los dioses estaban en un cerro muy alto, juntoal pueblo de Apoala que est en la provincia que llaman Mixteca Alta.Esta pea en lengua de la gente tena por nombre: Lugar donde esta-ba el cielo. (oo.) tuvieron dos hijos varones muy hermosos, discretosy sabios en todas las artes. El primero se llam Viento de Nueve Cu-lebras, que era nombre tomado del da en que naci. El segundo sellam Viento de Nueve Cavernas, que tambin fue nombre del dade su nacimiento. Estos dos nios fueron criados en mucho regalo. Elmayor, cuando quera recrearse, se volva guila, la cual andaba vo-lando por los altos. El segundo tambin se transformaba en un animalpequeo, figura de serpiente, que tena alas con que volaba por losaires con tanta agilidad y sutileza que entraba por las peas y paredesy se haca invisible; de suerte que los que estaban abajo sentan elruido y estruendo que hacan ambos. Tomaban estas figuras para dara entender el poder que tenan para transformarse y volverse a la queantes tenan.

    Estando, pues, estos hermanos en la casa de sus padres, gozandode mucha tranquilidad, acordaron de hacer ofrenda y sacrificio a losdioses sus padres, para lo cual tomaron unos como incensarios de barrocon unas brasas, sobre los cuales echaron cierta cantidad de beleomolido, en lugar de incienso. sta dicen los indios que fue la prime-ra ofrenda que se hizo en el mundo. Ofrecido este sacrificio, hicieronestos dos hermanos un jardn para su recreacin, en el cual pusieronmuchos gneros de rboles que llevaban flores y rosas, y otros quellevaban frutas, muchas hierbas de olor y otras especies. En este jar-dn y huerta se estaban de ordinario recreando y deleitando; junto alcual hicieron otro prado muy hermoso en el cual haba todas las cosas

    ~1

  • necesarias para las ofrendas y sacrificios que haban de hacer a los dio-ses, sus padres ... Hacan asimismo oraciones, votos y promesas a suspadres y pedanles que por virtud de aquel beleo que les ofrecan y losdems sacrificios que les hacan, que tuviesen por bien hacer el cielo yque hubiese claridad en el mundo: que se fundase la Tierra o, por mejordecir, apareciese, y las aguas se congregasen, pues no haba otra cosapara su descanso sino aquel pequeo vergel. Para ms obligarles a quehiciesen esto que pedan, se punzaban las orejas con unas lancetas depedernal, para que saliesen gotas de sangre. Lo mismo hacan en laslenguas, y esta sangre la esparcan y echaban sobre los ramos de losrboles y plantas con un hisopo de una rama de un sauce, como cosasanta y bendita ...

    Despus de haber referido los hijos e hijas que [adems] tuvieronaquellos dioses marido y mujer ..., dicen los indios que hubo un diluviogeneral, donde muchos dioses se ahogaron. Despus de pasado el dilu-vio se comenz la creacin del cielo y la Tierra por el dios que en sulengua llamaron Creador de Todas las Cosas. Restaurse el gnerohumano y de aquesta manera se pobl aquel reino mixteco.

    La creacin III

    (inca)

    Ataguju es el creador de todas las cosas. Dicen que est en el cieloy que no se mueve de all, sino que desde all gobierna todas las cosasy las crea. Dicen que l hizo el cielo y la Tierra, y vindose solo, creotros dos ayudantes y todos estos tres tuvieron una voluntad y un pare-cer, no tenan mujeres y estaban de acuerdo en todas las cosas. De estosdos dioses que hizo Ataguju, el uno se llamaba Sagadzabra y el otroVaungrabrad ...

    Ataguju tena dos criados que le servan: el uno se llamaba Uvigai-cho y el otro Vustiqui... Los indios consideraban a stos como interce-sores del pueblo y acudan a ellos como nosotros a los santos. CuandoAtaguju cre a estos dos, cre a otro que se llamaba Guamansuri ...

    Ataguju mand a Guamansuri al mundo desde el cielo y ste llega la provincia de Guamachuco, que desde entonces comenz a existir.

    Hall en ella hombres, que en lengua de Guamachuco se llaman gua-chemimes y l andaba muy pobre entre ellos. Los guachemines le ha-can trabajar y cultivar sus campos. Ellos tenan una hermana, que lla-maban Cautaguan, la cual tenan muy encerrada para que no la vieranadie. Cuando los hermanos estuvieron fuera un da, Guamansuri fuehacia ella, y con halagos y engaos, la tuvo y la empre. Y como loshermanos guachemines la vieron preada y supieron del negocio, y queGuamansuri haba sido el estuprador y agresor, lo prendieron y lo que-maron y lo hicieron polvo. Dicen los indios que el polvo se subi alcielo y que Guamansuri se qued all con Ataguju ...

    Al cabo de pocos das Cautaguan pari dos huevos y muri del parto.Entonces tomaron los huevos y los echaron a un muladar, y de all sa-lieron dos muchachos dando gritos, a los cuales tom una seora y loscri. El uno se llama[ba] Apocatequil; l [era] el principio de muchosmales y el dios ms temido y honrado que haba dado todo el Per,siendo adorado y reverenciado desde Quito hasta el Cuzco. El otro her-mano se llamaba Piguerao. Apocatequil fue al lugar donde se muri sumadre y la resucit. Entonces la madre le dio dos hondas que su padreGuamansuri haba dejado para que las diese al que iba a parir, porquecon aqullas haba de matar a los guachemines. Entonces el fuerte man-cebo mat a los guachemines, y a algunos que quedaron los ech de laTierra. Entonces se subi al cielo y le dijo a Ataguju:

    -Ya la Tierra est libre, los guachemines muertos y echados de laTierra. Ahora te ruego que se cren indios que la habiten y la labren.

    Ataguju respondi que puesto que haba actuado tan valientementey haba matado a los guachemines, se fuese al cerro que ellos llamaban(puna y que ahora se llama Guacat, situado encima de Santa Cruz, en1.'1 lugar donde ahora est fundada la villa de la Parrilla entre Trujillo yLima. Que fuese a dicho cerro y cavase con taquillas o azadas de platay oro y de all sacara a los indios que despus se multiplicaran. As sehizo, y de all salieron los actuales indios.

    53

  • La creacin IV

    (segn la tradicin de Tunja)

    Cuando amaneci haba cielo y Tierra y todo lo dems de ellos yde ella, fuera del Sol y la Luna, y as todo estaba en oscuridades enlas cuales no haba ms personas que el cacique de Sogamoso y el deRamiriqu o Tunja (porque en estos dos pueblos nunca hubo ms de uncacique o seor y fue el que lo era de toda la provincia). Estos dos ca-ciques dicen que hicieron a todas las personas, a los hombres de tierraamarilla y a las mujeres de una hierba alta que tiene un tronco hueco.Estaban todava las tierras en tinieblas y para darles luz mand el caci-que de Sogamoso al Ramiriqu, que era su sobrino, se subiese al cieloy alumbrase al mundo hecho sol, como lo hizo, pero viendo que no erabastante para alumbrar la noche, subi se el mismo Sogamoso al cieloe hzose luna con que qued la noche clara... Esto, segn se cuenta,sucedi por el mes de diciembre y as, en recuerdo y memoria de estesuceso, hacan los indios de esta provincia en especial los sogamosos,en este mes, una fiesta que llamaban huan (...) .

    La creacin de la Tierra I

    (maya)

    Del abismo naci la Tierra, cuando no haba cielos ni Tierra.El que es la Divinidad y el Poder labr la gran Piedra de la Gracia,

    all donde antiguamente no haba cielo. Y de all nacieron siete piedrassagradas, siete guerreros suspendidos en el espritu del viento, sietellamas elegidas.y se movieron. Y siete fueron sus gracias tambin, y siete sus santos.y sucedi que incontables gracias nacieron de una piedra de gracia.

    y fue la inmensidad de las noches, all donde antiguamente no habadios, porque no haban recibido a su dios, que slo por s mismo estabadentro de la Gracia, dentro de las tinieblas, all donde no haba cielosni Tierra ...

    54

    Nilu es el nombre de la noche. Es la primera palabra de Dios, es laprimera palabra del Verbo. As, machac la piedra, slo por s mismo,dentro de la noche ... Y fue creada la Piedra que fund las piedras, lastres piedras que fueron a asentarse a los pies de la Sustinal Gracia. Laspiedras que nacieron estaban debajo de la primera piedra. Y eran her-manas iguales.

    Entr entonces Chac, el Gigante, por la grieta de la piedra. Gigantesfueron entonces todos, en un solo pueblo, los de todas las tierras. Y elprimer rey fue Dios ...

    Los ngeles, los espritus se alzaron mientras eran creadas las estre-llas. No se haba alumbrado la Tierra, no haba cielo ni tierra.

    Eran:El pauah rojo.El pauah blanco.El pauah negro.El pauah amarillo.

    Entonces en el primer cielo, Dios, el Verbo, tena sujeta su piedra,tena sujeta su serpiente, tena sujeta su sustancia.

    La creacin de la Tierra II

    (winnebago)

    En los tiempos antiguos, el Gran Espritu se despert de un largosueo y, encontrndose solo, tom un pedazo de su cuerpo, cerca delcorazn, y un puado de tierra, y de esta combinacin form un ma-nitto, un espritu.

    Muy complacido con su creacin, hizo tres manittos ms, en la mis-ma forma. stos son los espritus de los cuatro vientos: Este, Oeste,Norte y Sur.

    Despus de hablar con ellos un rato, cre un manitto hembra, elcual es la Tierra. Al principio sta se hallaba desnuda, sin hierba y sinrboles.

    Al notar esto, el Gran Espritu cre los rboles junto a una granvariedad de hierbas. Pero result que la Tierra no andaba bien. El Gran

    55

  • Espritu form entonces cuatro bestias y cuatro serpientes, y las colocen la Tierra para ayudarla a sostenerse. Esto puso furioso a los cuatrovientos que soplaron sobre ella con tanta violencia que empez a mo-verse por el espacio muy rpidamente.

    Entonces el Gran Espritu cre al bfalo, y lo puso sobre ella, y deeste modo la Tierra se movi en forma suave y conveniente, tal como losigue haciendo en nuestros das.

    La creacin de la Tierra III

    (ottawa)

    La Tierra fue encontrada en las garras y en la boca de una rata al-mizclera. Despus comenz a expandirse sobre la superficie del agua yNa-na-bou-jou se sent, da tras da, para observar su crecimiento.

    Pero la Tierra creca y creca y Na-na-bou-jou ya no poda ver suextensin. Entonces llam a un lobo y lo mand a correr alrededor de laTierra, de manera que se pudiera saber el tamao que sta iba cogiendo.

    ~~ lobo as lo hizo, se ausentaba un tiempo y regresaba, trayendonoticias.

    Desp~s de unos meses, Na-na-bou-jou envi al lobo otra vez paraque cornera hasta donde llegaba la Tierra en su constante crecimiento.

    El lobo estuvo corriendo por dos aos y regres sin que le hubierae~c?ntrado fin. Entonces Na-na-bou-jou lo mand de nuevo, a que in-sistiera con todas sus fuerzas, y el lobo no regres jams.

    Cosmogona

    (mitos pipiles)

    La profunda imaginacin de los pipiles cre su cosmogona, quetanta poesa encierra. La Tierra rodaba en el espacio, zumbando en elsilencio, dice. La noche se agrandaba en los contornos de las cosas.

    S6

    Todo es negro: negra la Tierra y negro el cielo. El fro se extenda en lasfras cavernas de la Nada.

    Es el vaco.La muerte est echada sobre el mundo. Nada vuela, nada flota, nada

    calienta. Ni ros, ni valles ni montaas. Slo est el mar.Un da Teot1 frot dos varitas de achiote y produjo el fuego. Con las

    manos regaba puados de chispas que se esparcan por el vaco forman-do las estrellas. El misterio se poblaba de puntos de luz.

    De pronto, en lo ms alto del cielo, surgi Teopant1i, el Reformador,que rige el universo. Surgi sonriente, envuelto en una cascada de luz.

    Teot1 lanz el ltimo puado de fuego, que all abajo se condensen un tmpano de luz: se fue Tnal, el buen padre Sol.

    Pero entre el ruido de los capullos de la vida que reventaban, de losmundos que se engolfaban en sus rbitas, de las explosiones de la luz,'Ieopantli llor.

    y su lgrima rod, hasta quedarse suspendida. Se hizo blanca ygir. sa fue Metzti, la buena madre Luna. Por eso es triste. Proyectsu luz sobre la Tierra y ya no estaba vaca. Los mares se rompan contralas costas. Haba montaas y haba barrancos. Sobre las cumbres pela-das rugan las fieras. Su luz plida ilumin un combate de leones. Enlas charcas y entre las lianas corran las lagartijas. Los ros se retorcancomo culebras blancas. La vida cantaba.

    Explica despus cmo fue creado el hombre, nacido del cogulo deun nopal, que se enfang dando origen a una casta de hombres malos,que indignaron al Creador. Se desat sobre ellos una furiosa lluvia, y elhuracn silbaba quebrando las montaas. Todos murieron, a excepcinde Coscotgat y Tlacatixitl, nuestros padres.

    Despus de ese desastre la humanidad ha venido perfeccionndosepoco a poco.

    Los dioses

    No hablaremos largamente de los dioses pipiles, a cuya cabeza esta-ha Teotl, el creador, padre de la vida; Teopantli, que regula el cielo y laTierra: Tnal, esposo de Metzti (el Sol y la Luna); Tlaloc, dios del agua;Cumaxtli, de la guerra; Teomikist1i, de la muerte; Lulin, del infierno;Ccnteotl, diosa del maz, y Cuetzpalin, diosa de la riqueza.

    Entre los chortis, de Chalatenango, Acat, dios de la vida; A-Balam,

    57

  • de los bosques; Abolok-Balam, de la cosecha; Chaac, inventor de laagricultura, dios de los truenos y relmpagos; Ahulneb, dios guerrero;Ixchebel- Yak, diosa de la pintura; Zuhuy- Kak (la virgen del fuego), ves-tal de Uxmal, deificada a causa de sus grandes virtudes; Ixchel, diosa dela medicina; Xocbitn, dios del canto; Pizlintec, de la msica y poesa;Citbolontun, de la medicina; Ah-Tubtn, que escupa piedras preciosas.

    Los bacab

    Hubo un tiempo en que la creacin se vio amenazada. El cielo seestaba desmoronando. Vacilaba al peso de las estrellas.

    Era la infancia de la humanidad. Poco haca que la Tierra, en formade una nube larga y gris, se arrastraba por el espacio hmedo. Pocohada que se haba condensado, dando origen a esta inmensa bola enque vivimos.

    Pero era lo cierto que el cielo se caa, como una plancha sin sostn.Tal era el derrumbe, y las quejas de la Tierra eran tan numerosas, queDios pens seriamente en cortar el mal.

    Y cre cuatro gigantes.En las cuatro esquinas del cielo apoyaron sus espaldas los enormes

    hombres. Y el cielo se detuvo. Las estrellas afianzaron sus pilgajos deluz.

    Desde entonces estn, firmes siempre, parados los gigantes en lasesquinas del cielo. Son cuatro: Kan-Xibchac, en el sur; Chac-Xibchac,en el oriente; Zac-Xibchac, en el norte; Ek-Xibchac, en el poniente.Kan es amarillo, Chac, rojo; Zac, blanco, y Ek, negro.

    Presidan cada uno, por turno, un perodo de cuatro aos. Represen-taban los puntos cardinales, a quienes daban su nombre.

    Eran tenidos como dioses del aire. Sbditos de Achuncan (centro ofundamento del cielo), su poder se cerna por sobre las estrellas, yagi-taban sus alas membranosas entre las furias de las tempestades.

    Los arbolarios

    Eran los genios de las tempestades. Ladrones de los lagos, hacepoco tiempo que an cometan sus fechoras. Una vez traan robada unalaguna en un cascarn de huevo, de quin sabe dnde, y al pasar por el

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    volcn de Tecapa se les cay, de lado, motivo por el cual esa laguna estinclinada. Otra vez intentaron, con mal xito, robarse el lago de Gija,

    Era de verlos, cuando la tormenta vena bramando, despedir chispascon sus ojos barcinos. Eran mujeres malas y dejaban la destruccin pordonde pasaban.

    Si en las tardes borrascosas se oa un ruido sordo, era que venanmontadas sobre palos secos, chiquitos y terribles. Caan sobre las mil-pis y las tronchaban. Se volvan lagartijas o culebras y mordan a loscuriosos que las vean.

    La creacin del cielo,la Tierra y el inframundo

    (guaim, Panam)

    Estos indios tienen conocimiento de un dios que gobierna a todo elmundo y a quien llaman Noncomala; l cre el cielo y la Tierra. Es-tundo [la Tierra todava] en tinieblas sus habitantes [vivan] melanc-licos, sali Noncomala a pasear a la orilla del ro Guaim. All vio unahermosa mujer nombrada Rutve. Se aficion de ella, la tuvo y la dejpreada de dos criaturas. Despus de nueve meses pari un varn y unahembra muy bellos. La madre los cri por espacio de doce aos, al finde los cuales, estando ella ausente en un convite [dejando a sus hijossolos en la casa] los rapt su padre quien los traslad al cielo; al varnle dio la claridad del Sol, y a la nia la de la Luna. Desde entonces el11110 alumbr de da y la otra de noche.

    Aunque Noncomala es el dios universal, se vale de otros en quienesreparte el gobierno de las provincias. A quien le cupo el de Guaim, esun cerro llamado Nubu que los indios veneran como a su dios. Le tienenIUII gran respeto y temor, que yendo a hacerle sus rogativas y plegarias,111) se atreven a llegar cerca de l. Solamente los viejos de sesenta aosy los caciques le adoran y le reverencian un cuarto de legua distantes de1'1. y los dems a media legua. Esto se deba a los embustes del demonio1JIIl', con el furor de los vientos que braman y se levantan en el cerro, noh-x dan lugar a que la curiosidad los acerque un paso ms.

    En su lengua llaman al demonio Tucla, a quien conocen por malo

  • y como talle temen. A quien se le aparece la primera vez lo deja casimuerto del miedo. Con este desmayo queda hecho el pacto y la per-sona es tenida por brujo, que de all en adelante busca al demonio porlos montes y soledades ms retiradas, en donde le habla. Quien tratacon l le temen y aborrecen los dems, por el mal que saben les puedehacer.

    Acerca del diluvio afirman que Noncomala, dios universal, enojadocon su provincia de Guaim, la inund y aneg [todo lo que en ella 'viva]. Pero su dios Nubu guard la simiente de un hombre que steexpeli entre sueos.

    [Cuando haba pasado el diluvio] y Noncomala ya estaba desenoja-do, la sembr, [y de la semilla buena] nacieron hombres mujeres, y dela corrompida, los monos.

    [En las tierras del Darin] los de la costa de Tol ... decan que suorigen haba sido de un hombre llamado Mechion y de una mujer llama-da Maneca, y que sta tena slo una teta, donde se recoga la leche deambas y la daba con ms fuerza y abundancia a sus hijos, razn bastantepor donde salan tan valientes. Tambin tienen por tradicin o por saber-lo por noticias o por haber descubierto huesos (.."), que hubo gigantesen toda aquella provincia, gente que tena tres cuerpos de los hombresordinarios, y con el mismo exceso eran sus fuerzas y comidas (...).

    La matriz del mundo

    (huichol)

    Este mundo viene de una mujer llamada Tati Yurianaca, NuestraMadre Tierra Fecunda. Nuestro hermano mayor, Venadito del Sol, fuequien la fecund. En el mundo primero y oscuro de Huatetapa, la Tie-rra viva en la forma de una mujer. All, Cauyumarie le pregunt siquera convertirse en un mundo amplio y le explic:

    -T tendrs algunos de los dioses ms importantes y sers un mun-do grande. T sers una jcara, como matriz del mundo, y te criar abase de mi fuerza.

    Yurianaca estuvo de acuerdo y entonces Cauyumarie, hacindose

    muy chiquito, se introdujo en la matriz de Yurianaca. sta qued em-barazada y empez a ensancharse, para que hubiera en ella campo su-ficiente para las frutas y las comidas. As naci el mundo, o sea, la Tie-rra. Cauyumarie est dentro de la panza de Yurianaca, con cabeza devenado y cuerpo de persona. En el centro de la matriz sembr lo que elhuichol poda comer antes de conocer la agricultura: el hongo, la ce-

    \. bolla bronca, tomatillo, chile, guajes (leguminosas) y dos especies denopal... Adems, Cauyumarie dej el gusano comestible y la iguana.

    Cauyumarie obr con la ayuda de sus aliados. Tatehuar, el amo delruego, fue encargado del Venado Azul, el antepasado de los venados,cuya sangre alimenta el alma de los dioses. Tatehuar camina sobre lasllo