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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID
E.T.S.I. MINAS
Tesis Doctoral
MODELO DE PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA ORIENTADO AL
DESARROLLO SOSTENIBLE
Por:
Ing. Pablo Álvarez Watkins
Dirigida por:
Dr. Juan José Sánchez Inarejos
Madrid, Octubre 2004
1
ÍNDICE Síntesis 2
Abstract 3
1.- Introducción 4
2.- Modelos de planificación y estrategia energética 9 2.1.- Historia del modelado energético 11 2.2.- Características generales de los modelos energéticos 16 2.3.- Algunos modelos relevantes 31 2.4.- Críticas generales 53
3.- Nuevo concepto de planificación energética 61 3.1.- Planteamiento conceptual 61 3.2.- Esquema general de modelación 75
4.- Primer modelo basado en la necesidad energética 80 4.1.- Expectativas de evolución en la necesidad energética 81 4.2.- El caso de referencia, evolución prevista 2000-2050. Caso 1 142 4.3.- Corroboración histórica, el caso Control, 1950-2000. Caso 0 169 4.4.- El control como predicción inversa. Caso 0b 190
5.- Tendencias para el desarrollo de la estrategia energética 196 5.1.- Las posibles tendencias evolutivas de los grupos 196 5.2.- Evolución con alta población y consumo excesivo.- Caso 2a 201 5.3.- Evolución con población estable y alto consumo.- Caso 2b 225 5.4.- Evolución con baja población y alto consumo.- Caso 2c 250
5.5.- Comparación con el caso de referencia 272
6.- Las propuestas acordes con el desarrollo sostenible 281 6.1.- La propuesta sostenible suave.- Caso 3a 283 6.2.- La propuesta sostenible fuerte.- Caso 3b 314 6.3.- La propuesta sostenible alternativa.- Caso 3c 333 6.4.- Comparación con el caso de referencia 352
7.- Conclusiones 360
Anexos 365 I.- Factores de conversión relevantes 365 II.- Glosario 366 III.- Tablas de impacto ambiental 370 IV.- Datos de partida 381
MetaTesis 393
Referencias 399
2
SÍNTESIS Afrontando la preocupación existente sobre los problemas medioambientales y
la perturbación ante los conflictos sociales actuales, es necesario replantear la
forma de concebir y elaborar, entre otras cosas, la política energética. La
perspectiva actual de dicha modificación será en base al concepto del desarrollo
sostenible.
En concreto dentro de la planificación energética se deben crear nuevos
marcos conceptuales para la creación de estrategias energéticas orientadas al
desarrollo sostenible, y como parte operativa de esto, la elaboración de modelos
matemáticos destinados a representar al sistema energético mundial.
Introduciendo pilares de construcción conceptual adicionales a la económica
para la consecución del desarrollo sostenible, como la necesidad energética del
ser humano, el desarrollo humano y la proyección inversa del futuro.
Este trabajo es un sondeo en la confección de estos modelos; presentando
no sólo una propuesta teórica sobre la nueva estructura básica de este tipo de
herramientas, sino un primer ejemplo de modelación, utilizando herramientas
matemáticas y computacionales convencionales. También explora las
perspectivas de desarrollo mundial, obedeciendo a nuevas variables como el
crecimiento poblacional y el Índice de desarrollo humano, y presenta tres
escenarios sostenibles, que demuestran que son viables aquellos caminos que
satisfagan adecuadamente las necesidades de todos los seres humanos del
planeta, que respeten nuestro entorno ambiental, que sean justos con las
generaciones futuras, siendo además, técnicamente posibles y económicamente
aceptables.
3
ABSTRACT
Wanting to face the current worries over enviorment and the preoccupation about
social inequities, it is necessary to reelaborate the way we think and implement, among
other things, the world and national energy policies.
More specifically, within energy strategy design we must create new conceptual
frames for the conception of energy scenarios oriented to sustainable development. The
elaboration of mathematical models destine to represent world energy systems, is a
practical part of all this. To introduce new concptual lines in adition to the economic
one, such as the energetic needs of the human beings, the human development and
backcasting, is a requirement to secure sustainable development modeling.
This document is a first inspection in the development of this models. Presenting
not just a theorical proposal of a new basic structure for the construction of this
mathematical tools, but also a first modeling example, using conventional computer
and mathematical utensils. It also explores the posible perspectives of world
development, based on new variables such as demographic growth and the Human
Development Index (HDI), presenting, three posible future perspectives following
those countrys that have a high HDI, and three sustainable scenarios, that demnostrate
we can finde those roads that satisfy the needs of all human beings in the planet, that
respects and preserves the environment, that are fair with future generations, that are
technically achievable, that are also economically acceptable.
4
INTRODUCCIÓN
Gracias a nuestros medios científicos hemos hecho del mundo un vecindario, y ahora el reto al que nos enfrentamos, a través de nuestros medios morales y espirituales, es hacer del
mundo una hermandad. Debemos vivir juntos, no somos independientes, somos interdependientes. Estamos todos involucrados en un proceso único. Lo que sea que afecte a
uno directamente, afecta a todos indirectamente, ya que estamos atados todos en un proceso único. Estamos todos engarzados en la gran cadena de la humanidad. Como dijo un hombre: ningún hombre es una isla que se debe completamente a sí mismo. Cada hombre es una pieza en un continente y una parte del todo. Yo estoy involucrado en la humanidad, por tanto no
enviaremos a averiguar por quién doblan las campanas, doblan por voz. Martin Luther King, Jr.1
Nuestros sentidos nos muestran la realidad tanto como nos la esconden. Por un
lado gracias a ellos pretendemos descubrir la realidad a través de las sombras,
pero por otro lado, es tan fuerte su influjo que nos orilla a concentrarnos
muchas veces en lo específico y no en lo general, detenerse en las pequeñas
diferencias que nos impiden descubrir las grandes similitudes, lo único, la
esencia. En las anteriores palabras de Martin Luther King, Jr., se percibe uno de
los mayores descubrimientos que el ser humano ha hecho, y que sin embargo,
es quizás el que menos asumido tenemos, el que más nos cuesta aceptar: somos
la misma cosa, y por lo tanto interdependientes. Esto no significa que seamos
iguales, de hecho las diferencias que existen son también parte de la realidad y
las necesitamos, al grado de requerir hasta las mínimas singularidades para
llegar a identificarnos como individuos, pero esto no puede esconder la verdad
subyacente, somos la misma cosa. Somos parte de un mismo proceso, y esto es
válido entre nosotros, los seres humanos, pero también con todo el medio que
nos rodea. Todo forma parte un mismo gran sistema, sincronizado,
armonizado, interconectado e interdependiente. La muestra de que esta verdad
no esta asumida es que ante los problemas a los que nos enfrentamos como
especie: la inequidad social, la escasez de recursos y los dilemas
medioambientales, se intenta resolverlos de manera individual, particular y no
de manera general, global, sin tener en cuenta la complejidad del sistema
1 Discurso: "The Birth of A New Age", Chicago, 11 de agosto de 1956. (traducción propia).
5
superior. Este es el reto que tiene cualquier tipo de planificación actualmente,
pero, si cabe, con mayor apremio la planificación energética. Necesitamos
asumir que el ser humano es uno mismo y no un conjunto de individuos, o
grupos de individuos. Que no sólo somos aquellos que vivimos hoy, sino que
somos aquellos que vivirán mañana. Que también es lo mismo con el
ecosistema, del todo que representa nuestro planeta. Eso somos, la misma cosa.
Así debemos asumir la planificación de nuestro futuro, de lo contrario, el
Universo seguirá inexorablemente pero sin nosotros.
Hay otra frase verdadera en el epígrafe que conviene resaltar para una
tesis de ingeniería: Through our scientific means we have made of the world a
neighborhood and now the challenge confronts us through our moral and spiritual
means to make of it a brotherhood. Actualmente tenemos la capacidad técnica o
tecnológica para satisfacer la totalidad de nuestras necesidades materiales y la
mayoría de nuestras necesidades psíquicas. ¿Por qué no se ha hecho entonces?
Porque nadie ha querido hacerlo. Llegamos al punto en que ya no es una
cuestión de querer, es una cuestión de deber, voluntario, pero deber en su
sentido original, estoico2, deber como ajuste al orden racional del todo. Este
concepto de una u otra manera pelea por ser incorporado a la planificación del
futuro, como podemos ver en algunos de los reportes más importantes en la
materia, como el del Consejo Mundial de la Energía, en el cuál podemos
encontrar: not only is extreme poverty unacceptable for humanitarian reasons, but it is
also the source of social and political instability, and lower economic growth3. La
interpretación de la realidad de esta manera es un paso en el camino correcto, al
que habrá que sumarle el efecto negativo que puede tener el crecimiento
económico alto pero irreflexivo, ya que hasta la fecha, nuestros modelos de
crecimiento tanto bajo como alto, parecen tener un efecto negativo sobre el
medio ambiente. En este sentido, el primer mito histórico que hay que
desmentir es el que asocia el desarrollo únicamente con el crecimiento
2 ABBAGNANO, Nicola, Diccionario de filosofía, FCE, 1995, p. 50. 3 WEC, Energy for tomorrows world. Acting now, 2000, pp. 24-25
6
económico. Habrá que asumir socialmente, que sí bien juega un papel
importante, la economía es sólo un factor más, por lo que para conseguir un
pleno desarrollo humano hay que potenciar todos sus constituyentes.
En realidad existen otros mitos históricos, algunos menos erróneos que
otros. Por ejemplo, Thomas Robert Malthus, que a finales del s. XVIII escribía
sobre la inminente escasez de alimentos debido a que la producción de granos
tenía un menor crecimiento anual que la población4. ¿Se equivocó? Muchos
sostienen que sí, dado que la escasez anunciada nunca se produjo, pero su
análisis era correcto: si el consumo de un recurso crece más que su producción,
se producirá inexorablemente una situación de escasez. El error de Malthus, no
lo es, es más una falta de previsión, ante la posibilidad de aumentar la
producción que él consideró, o incluir nuevos tipos de alimentos o la gran
variedad en las formas de satisfacer la necesidad alimenticia que tiene el ser
humano. Muchos sucesores de Malthus han tratado de corregir alguno de estos
errores, pero la realidad del consumo de recursos que realizamos es lo
suficientemente complejo como para que aún no se pueda prever con certeza ni
nuestro consumo, ni la propia producción. Muchos detractores de Malthus y
sus sucesores, siempre hacen hincapié en que las previsiones ‘fatalistas’ fallan y
los recursos parecen no agotarse.
Pero ahora se suma al análisis del agotamiento de recursos la
preocupación medioambiental, esto es la preocupación sobre el impacto que el
desenvolvimiento del ser humano tiene, hasta ahora, sobre el ecosistema, del
cual dependemos. Nuevamente hay promotores y detractores de estas
preocupaciones, aunque estos últimos cada vez están más solos.
Pero, ¿qué papel juegan los ingenieros en todos esto? Pues bien, muchas
de las esperanzas en las soluciones de estos problemas, recae en la tecnología.
De alguna u otra manera se espera que la tecnología presente o futura resuelva
cualquier posible conflicto que se presenten.
4 En 1978 Thomas R. Malthus publica: Primer ensayo sobre la población.
7
Pero la realidad es: la población crece, por lo que cada vez hay más gente a
la cual se debe satisfacer sus necesidades5, la presión sobre el medio ambiente
crece, las reservas energéticas escasean y las respuestas tecnológicas no llegan.
La esperanza tecnológica no desaparecerá nunca, es más, creo que un
reactor de fusión nuclear solucionará la mayoría de las necesidades energéticas
futuras cuando se consiga, pero ¿mientras tanto tenemos derecho a derrochar
otros energéticos, esquilmando al mismo tiempo el ecosistema? Si decidimos no
hacerlo, tomando responsabilidad sobre nuestros actos, con nosotros mismos y
con el ecosistema, ¿cómo planificar ese consumo responsable?, ¿bajo qué
principios? La respuesta puede estar en el concepto del Desarrollo Sostenible.
El Desarrollo Sostenible, es un término complicado, que comenzó a
utilizarse en 1987, y que 17 años después sigue sin quedar definido
completamente, al menos no de una manera universalmente aceptada. Pero lo
que se puede inferir es que es un nuevo y complejo paradigma, que evoca
diversos elementos esenciales en su construcción, entre los que destacan: la
filosofía, las ciencias naturales, las ciencias sociales, la ingeniería, la economía,
la política, entre otros. Esto exige su estudio desde la transdiciplinaridad, pero
en lo que concierne a la planificación energética puedo adelantar que el
desarrollo sostenible obliga a evaluar el desarrollo bajo cinco factores
principales: el social, el medioambiental, el económico, el tecnológico y el
filosófico.
Esto último cambia el concepto mismo de desarrollo, y dentro de esto
claro, lo que entendemos por el camino que éste debe seguir. Como ya
mencioné, hasta ahora el camino del desarrollo estaba indicado por el
crecimiento económico. Se asume que la dirección que marque el mayor
crecimiento económico es el que conducirá a un mayor desarrollo. Pero esto no
siempre es cierto, de hecho en la mayoría de los casos es erróneo. El desarrollo y
su dirección lo marca en cada momento el sistema social en su conjunto,
incluyendo en éste las restricciones a las que está sujeto dado el medio y las
5 Esto será así por medio siglo al menos, y si no se toman medidas más.
8
condiciones histórico y materiales en las que se encuentra. De tal forma que el
desarrollo humano parece estar marcado por encima de todo por un ideal que
puede encerrarse en el concepto abstracto de: Vivir mejor, y esto puede o no
coincidir con la dirección que marca el máximo crecimiento económico. Este
concepto de vivir mejor varía enormemente según el tiempo histórico, la
cultura, las costumbres, la moral, las condiciones materiales, y las posibilidades
de cada momento concreto. Sin embargo, es posible definir una tendencia
básica, general, que se hace evidente al hacer un análisis de la necesidad del ser
humano, para cada momento histórico. Al incluir en la planificación energética
un análisis de la necesidad del ser humano a nivel global, se hará evidente el
camino o la dirección que es necesario adoptar a largo plazo, y que es la que
debe efectuarse bajo los principios del desarrollo sostenible.
Esto debe hacerse tanto a nivel conceptual en la planificación energética,
como el la parte práctica del desarrollo y la utilización de modelos
computacionales, herramientas que nos facilitan los procesos de decisión.
Actualmente dichos modelos encuentran en el Producto Interior Bruto (PIB) a
su principal variable y a los conceptos de equilibrio en los mercados su método
de resolución, esto los convierte en modelos económicos aplicados a la
planificación energética, y dado que el desarrollo sostenible requiere de al
menos otros cuatro factores para su consecución, estos modelos no son
adecuados para la evaluación del desarrollo que requerimos como especie de
ahora en adelante. Habrá, pues, que encontrar nuevos modelos de planificación
energética orientados al desarrollo sostenible.
9
Capítulo 2
MODELOS DE PLANIFICACIÓN Y
ESTRATEGIA ENERGÉTICA
Este capítulo debe comenzar haciendo hincapié en el uso de la palabra modelo,
ya que se utilizará para dos conceptos que, aunque relacionados, no son
completamente equivalentes.
En términos generales un modelo energético es la forma, el modo, que la
humanidad elige para satisfacer sus necesidades energéticas, tanto en la
elección de lo que se conoce como las “fuentes energéticas” que utiliza en
determinado momento y su evolución, como en los usos que se les dan según la
cultura. Esta es la definición de modelo energético como un arquetipo o punto
de referencia para imitarlo o reproducirlo, y integrando el modelo energético
conceptual están el escenario energético y la estrategia energética. Un escenario
energético es la conformación u ordenación que el sector energético tiene para
determinada situación o momento, respecto a la participación de cada
energético en la satisfacción de la demanda y el uso que se le da a cada uno.
Una estrategia, proyección o perspectiva energética es el camino que se plantea
o los pasos a seguir para alcanzar dicho escenario energético.
Por otro lado es mucho más común utilizar en la ingeniería y en la ciencia
el término de modelo como una representación, un esquema teórico
–generalmente en términos matemáticos– esto es: una descripción matemática,
un algoritmo, que trata de representar un sistema real y los fenómenos que
ocurren en él. Esta es la acepción que se tratará en general en este trabajo, a
menos que se especifique contextualmente el uso del concepto más general y
amplio descrito al primero.
10
Los modelos, como descripción matemática, que tratan de representar
sistemas reales, físicos, químicos o matemáticos son muy antiguos, y no son los
que nos ocupan. Por el contrario, aquellos modelos los sistemas sociales y
económicos son precisamente los predecesores de los modelos energéticos que
trataremos. Los sistemas energéticos actualmente se circunscriben más a los
sistemas socioeconómicos o económicos que a los sistemas de ingeniería, ya que
todos los modelos energéticos actuales tienen más variables y determinantes
económicas que de sistemas de ingeniería. En particular este capítulo pretende
analizar los modelos computacionales desarrollados a finales del siglo pasado.
Existe una confusión generalizada al utilizar el término modelo energético
para estos modelos computacionales. El problema es que comúnmente se utiliza
el término modelado energético como el modelado de un sector específico o un
aspecto parcial del sistema económico real. Aún en términos generales no se
considera que el sistema energético incluya todo aquello que el ser humano usa
como energía, sino solamente la energía de uso moderno o, peor aún, comercial;
que además se circunscribe a las determinantes económicas en las que se
encuentra inmerso. El problema conceptual, poco importante a simple vista, se
hace más evidente en los problemas lingüísticos: se habla de Energía y, o bien,
sólo quieren decir ‘petróleo’ a nivel internacional, o ‘electricidad’ a niveles
nacionales. Esto hace que la discusión se parcialice y se olvida el amplio
espectro energético existente y de esa forma, inconscientemente se construye el
verdadero problema de fondo: que se crea que el petróleo es la única forma de
abastecernos de energía y la electricidad su principal y mejor transformación. Y
esto provoca que los estudios se centren en estos energéticos. También es
común encontrar modelos ambientales, que únicamente tratan de emisiones
atmosféricas, obviando el resto de factores que deben contemplarse en el
impacto ambiental como, por ejemplo, la contaminación al agua o suelo, la
disminución de flora y fauna, el ruido o el paisaje.
11
2.1.- Historia del modelado energético
Se podría decir que los primeros intentos por representar matemáticamente los
sistemas sociales surgieron en la primera mitad del siglo pasado, y procuraron
predecir las posibles amenazas bélicas. Esto representa también, en mi opinión,
la primera muestra de contradicción básica en el modelado hasta la fecha, ya
que se trató de racionalizar aquello que en esencia es irracional. En menor
grado esto sigue ocurriendo: se representa con variables racionales aquellos
parámetros que parecen depender más de nuestro inconsciente, que son poco
cuantificables y de cualificación subjetiva.
Bajo otra perspectiva, la demografía ha sido una disciplina, que desde sus
inicios ha acogido a los modelos sociales para su desarrollo y también es la que
parece tener más éxito con ellos. Esto es importante, ya que si bien los modelos
energéticos no son modelos demográficos estrictamente, son y deben ser la
base, la entrada principal, para cualquier estudio energético social. Por lo tanto,
la demografía es una disciplina esencial para los estudios energéticos, ya que no
se debe olvidar que los seres humanos son la razón última para realizar dicha
perspectiva.
La economía también se ha valido de toda clase de modelos para
representar los mercados desde sus inicios. Las diversas tendencias en el uso de
distintos modelos se puede explicar también desde una perspectiva histórica,
pero los modelos económicos que más nos atañen son los que se han
desarrollado con el advenimiento de la computación. Quizás los modelos
económicos que más han influido a los modelos energéticos son los que tratan
de representar el mercado económico y tratan de predecir su comportamiento,
sustentándose en la teoría económica clásica, buscando el equilibrio entre la
oferta y la demanda.
Desde principios del siglo XX, los primeros intentos de modelado
energético se circunscribían a modelos matemáticos simples, que buscaban
explorar ciertas situaciones futuras con cálculos sencillos y lineales. Quizás lo
12
más complicado al principio fue tratar de tomar la tendencia de ciertos
indicadores y extrapolarlos. En términos generales se consideraba el sistema
energético como algo poco alterable, poco influenciable, y que por tanto era
posible predecir su comportamiento, o su reacción a cambios previsibles, de
una manera sencilla. La planificación energética no se distinguía especialmente
de ninguna otra rama de organización industrial, ni en sus conceptos, ni en sus
métodos. Se sabía lo que había, lo que se podía hacer con ello, y sólo había que
organizar cómo hacerlo a medida que fuese necesario. Los modelos energéticos
eran simplemente herramientas de previsión directas y lineales, asumiendo sólo
el crecimiento simple y con nula preocupación por la salud humana o el
ambiente. Eran modelos eminentemente económicos, que trataban a la
tecnología como cajas negras, estáticas, y generalmente se centraban en el uso
final y los precios finales al consumidor, modelos que después se conocerían
como “Arriba-abajo”6. Sus errores se trataban sosegadamente y sin mayores
consecuencias. Si debido a una mala planeación hacía falta energía, se
importaba más combustible, se quemaban desperdicios, se instalaba un motor
de petróleo o una turbina gas que compensara rápidamente el defecto, y si
había un exceso en la capacidad se asumía simplemente como prevención de
picos de demanda, eléctricos o de combustibles.
A principios de la década de los setenta una serie de sucesos trastocó la
visión estacionaria predominante en el mundo, no sólo en el terreno energético.
Por un lado, resurge una visión precautoria hacia los recursos naturales, estalla
la crisis de los energéticos y surge con fuerza el hoy llamado ambientalismo.
El “Club de Roma”7 en 1969 se plantea encargar investigaciones y
desarrollar modelos computacionales para explorar sus hipótesis y crea World2
y World3, con los que vaticinan un inexorable agotamiento de los recursos
naturales del planeta, no sólo los energéticos o minerales, su atención se centró
6 Se refiere a los modelos conocidos en inglés como Top-Bottom, que se abordarán con más detalle en el capítulo III. 7 Asociación privada compuesta por hombres de empresas, científicos y otros participantes de la vida pública de varios países, principalmente EE.UU., en la década de 1960.
13
principalmente en los recursos alimenticios. Estos resultados se sintetizaron en
The Limits to Growth8 publicado en 1972, en los EE.UU. Los cálculos sencillos de
los modelos sociales anteriores habían dado paso a herramientas
computacionales mucho más sofisticadas. Y aunque bajo nuestra perspectiva
actual, estos primeros esquemas aún se trataban de modelos sencillos, que
consideraban un sistema económico global único, con recursos generales
globales, marcan el inicio de lo que hoy se conoce como modelos energéticos, y
que rápidamente se fueron complicando.
Este enfoque o punto de vista, considerado, por algunos pocos, de
catastrofista, coincide con la “Conferencia de Estocolmo” de las Naciones
Unidas en 1972, en la que participaron 113 países, y que plantearon las nuevas
preocupaciones, llamadas ambientales, en un ámbito institucional aunque aún
predominantemente académico. Esto también marca la creación de varios
grupos internacionales dedicados al estudio de estas cuestiones globales, del
modelado global y del análisis general de los sistemas complejos. Además de
que surge la conciencia en torno al medio ambiente y a los posibles daños que la
actividad antropogénica genera en él y hacia nosotros.
Por otro lado, a partir de la crisis energética de 1973, las perspectivas,
planes energéticos y modelos cobran un protagonismo especial. Hasta entonces
se les consideraba en términos generales instrumentos complementarios, casi
prescindibles y fácilmente sustituibles por el sentido común, pero la crisis
energética trajo una renovada preocupación en la economía del sector
energético que cambió radicalmente la perspectiva hacia el manejo de los
recursos. Así, por ejemplo, a partir de entonces un defecto de la capacidad
energética, compensada antes por unidades extras, ahora es considerada como
gastos no previstos, innecesarios, siempre mayores que aquellos que podían
preverse, y la capacidad extra dejó de ser provisión y se convirtió en una
reducción de la ganancia.
8 MEADOWS, Donella H., et. al., Los límites del crecimiento, México, FCE, 1973
14
Bajo el nuevo paradigma la planificación energética se convierte en un
imperativo económico, y no ha dejado de serlo. Esto contamina el proceso de
modelado energético, ya que los factores principales a considerar dejan de ser
los relativos a la ingeniería, y dificulta mucho la futura inclusión de factores
ambientales o sociales. También varía lentamente el sujeto final de decisión, ya
que éstas se toman cada vez menos desde los Estados y cada vez más en las
empresas del sector.
Los modelos globales en general, debieron evolucionar, complicándose al
incluir las nuevas preocupaciones académicas y sociales: las relativas al medio
ambiente. A finales de la década de los setenta surgen, por tanto, los modelos
específicamente diseñados para ofrecer datos de orden ambiental, como el
RAINS (Regional Air Pollution Information and Simulation, Simulación e
Información de la Contaminación Atmosférica Regional, 1980) que buscaba
representar principalmente los efectos de la acidificación en la lluvia y sus
posibles efectos. También se podría destacar el modelo MOIRA (Model Of
International Relations in Agriculture, Modelo de Relaciones Internacionales en
Agricultura), que la ONU desarrolla en 1979 para modelar el uso del suelo y la
agricultura mundial. Pero también surgen modelos energéticos cuyo principal
objetivo se centra en el modelado económico del sub sector energético, para
tener herramientas para estudiar con mayor detalle el sistema energético, a
escalas global y nacional. Dentro de estos podemos mencionar al modelo
MARKAL (MARKet Allocation model, Modelo de Asignación de Mercado) y al
IFFS (Intermediate Future Forecasting System, Sistema de Previsión para el Futuro
Intermedio).
Ambas tendencias de modelado, la de mercado y la ambiental,
continuaron en paralelo y los modelos se hacían cada vez más complejos. A
finales de la década de los ochenta los modelos ambientales se dedicaron a
representar las interrogantes del cambio climático.
15
Actualmente hay más de medio centenar de modelos que representan de
una u otra manera el comportamiento de los gases de efecto invernadero, y se
considera que existen al menos cinco generaciones en este tipo de modelos.
Otra tendencia que conviene analizar es la que se refiere a la cobertura
geográfica de los modelos energéticos. Desde sus comienzos con los modelos
World la escala de representación era la global, pero su evolución aumentó el
número de subregiones a analizar dentro del modelo, y actualmente se
desarrollan modelos que analizan regiones particulares, alejándose del
tratamiento global. Esto es contraproducente, aunque no contradictorio si lo
que se desea es crear modelos que hagan una evaluación basándose en los
parámetros del desarrollo sostenible, ya que forzosamente debe tener un objeto
último global.
Por último, a partir de la última década se han desarrollado los
denominados modelos híbridos, que tratan de involucrar a las cuestiones técnicas
propias del sector energético y a los algoritmos que tratan de representar la
química atmosférica, con el modelado tradicional basado en la teoría económica
clásica.
La temática general del modelado energético tiene varios matices,
doctrinas, y tanto partidarios o como detractores. Antes de continuar con el
capítulo me gustaría resaltar la opinión de alguien que, si bien no está dentro de
éstos últimos, parece estarlo, y que además suscribo, aunque resulte paradójico:
“cualquier intento de representar completamente un tema complejo y sus
numerosas interconexiones con otros temas en un modelo cuantitativo esta
destinado al fracaso”9.
9 ROTMANS y VAN ASSELT, “Uncertainty Management in Integrated Assessment Modeling: Towards a Pluralistic Approach“, ICIS, p. 5.
16
2.2.- Características generales de los modelos energéticos
Existen muchas formas de hacer una caracterización o clasificación de los
modelos existentes y, como en todo, la clasificación última sería resaltar las
particularidades individuales de cada modelo. También existen las
clasificaciones definidas a partir de las condiciones que parecen relevantes a
determinadas instituciones, como es el caso de la clasificación de modelos
energéticos que utiliza el Banco Mundial10:
• Sistemas de información en energía.- Estas son herramientas
computacionales que cuentan con una base de datos y algunos
elementos analíticos para examinarla según lo que se desee buscar.
No se les considera modelos propiamente consolidados.
• Modelos energéticos.- Considerados una descripción matemática, un
modelo computacional que analiza el sistema energético o parte de él
en una manera sistemática. A partir de esto existe una gran variedad
en esta clasificación, desde los modelos generales hasta aquellos que
sólo analizan la oferta de determinada nación, los encargados de
analizar el precio internacional de determinado energético, o aquellos
encargados de valorar las emisión de determinado contaminante, etc.
• Paquetes modulares.- Se considera que al unir o correlacionar varios
modelos, como los expuestos en el punto anterior, se consigue un
paquete que puede o no utilizar todos sus componentes para obtener
un determinado resultado.
• Modelos integrados.- Son herramientas que consisten en una serie de
ecuaciones integradas que se resuelven simultáneamente.
Generalmente abarcan varios ámbitos del sistema energético:
economía, energía y medio ambiente.
10 Banco Mundial, “Tools for Assessment: Models and Databases“, en: www.worldbank.org/html/fpd/em/power/EA/methods/tools.stm (nov. 2003)
17
Sin embargo, considero que se necesita una caracterización más
pormenorizada dada la complejidad de los modelos actuales. Un primer intento
de dicha caracterización es la que a grandes rasgos expone la autora holandesa
Nicole Van Beeck en un artículo publicado hace menos de un lustro11, en el que
trata de unir precisamente las diferentes formas de clasificación hasta entonces
expuestas, aunque también he incluido a su caracterización general dos rubros12
que considero importantes:
• Propósito.
• Estructura.
• Tratamiento analítico.
• Metodología básica.
• Procesamiento matemático.
• Alcance geográfico.
• Cobertura sectorial.
• Horizonte de tiempo.
• Requerimientos de datos.
• Tratamiento ambiental.
• Tratamiento socioeconómico.
2.2.1.- El Propósito.
La intención, anhelo, o el propósito, de un modelo energético se evalúa de
acuerdo al alcance general que pretende. Esto es, en términos simplificados, si
es un modelo que pretende abarcar todo el sistema energético en su totalidad, o
sólo algún sector particular. Y con esta dicotomía se puede clasificar los
modelos en: generales o específicos.
Dentro de los modelos generales se propone cuatro tendencias de
propósito adicionales, que son aquellos modelos que pretenden, ya sea:
11 VAN BEECK, Nicole, “Classification of energy models”, Holanda, 1999. 12 Estos rubros se resaltarán con letras cursivas.
18
extrapolar, predecir, explorar o Realizar una Proyección inversa13. Extrapolar
como simplemente transportar al futuro las tendencias y datos actuales;
predecir en tanto que a partir de lo que se conoce hoy y se cree que pueda
suceder en el futuro se le pronostica un camino con una mayor probabilidad de
ocurrir; explorar como simplemente marcar distintas tendencias posibles sin
importar su probabilidad de ocurrencia; y por último, La proyección inversa
como el concepto que pretende situar el inicio de la construcción conceptual en
el futuro, en una meta deseable que después, mediante un trabajo retrospectivo,
llegará a las condiciones del presente; una reconstrucción situándose
inicialmente en el futuro deseable. Lo más común es utilizar la predicción con
modelos matemáticamente complejos que contemplan las tendencias pasadas y
mediante métodos estadísticos y probabilísticos buscan predecir el futuro más
probable. Cabe aclarar, que si bien la extrapolación puede incluirse dentro de
los modelos de predicción, su tratamiento filosófico y matemático, lo distingue.
Además, como método único sólo es utilizado en modelos muy sencillos y de
muy corto alcance temporal y geográfico. La exploración también es usual, ya
que algunos estudios, además de una predicción que denominan Caso de
Referencia o Control, suelen utilizar otros casos o escenarios en los que se
explora el cambio de las variables independientes que se consideraron en la
elaboración de la predicción, más como un análisis de las incertidumbres que
como una exploración conceptual.
En cuanto a los modelos específicos, estos se contemplan como modelos
que buscan el análisis de una situación o sector concreto dentro del sistema
energético. Un análisis del sector económico, de las repercusiones de introducir
determinada tecnología, del efecto que provoca la emisión de determinado
contaminante, etc. Son ejemplos de modelos con un propósito específico.
2.2.2.- Estructura.
13 Proyección inversa como un término con el que se pretende traducir el término inglés Backcasting, aunque estrictamente no sea éste su uso correcto en lengua castellana.
19
Se puede considerar que con la caracterización de la estructura de un modelo se
busca analizar dos cosas: el tipo de presunciones o conjeturas y los parámetros
que conforman el modelo. En definitiva ambas cosas van ligadas, y ambas
predeterminan en buena medida la estructura general de cualquier modelo.
Se puede hacer un análisis de cuatro factores en cuanto a las conjeturas o
presunciones:
• Grado de endogenización.- Que se refiere a la cantidad de parámetros
y/o conjeturas, que se determinan por el usuario o bien son estimas
por el propio modelo. Un modelo altamente endógeno es aquel que
minimiza los parámetros o variables externas, y que se basa en sus
conjeturas internas para determinar el comportamiento del sistema.
Por un lado, si todos los parámetros se determinan externamente, por
el usuario, entonces el modelo se convierte en un instrumento
computacional, una herramienta, y ya no sería un modelo; por otro
lado, un modelo energético completamente endógeno es imposible de
conseguir como instrumento de análisis, ya que de lo contrario se
convertiría en un autómata regidor del sistema energético.
• Extensión de la descripción conceptual.- Este factor se refiere a la
cantidad y diversidad de factores que se consideran para la
elaboración del modelo. Esto es: si para la construcción del modelo se
toma en cuenta parámetros y conjeturas de tipo físico, económico,
social , etc. Esto da cuenta también de los campos del conocimiento
involucrados en la elaboración del modelo.
• Grado de sectorización.- La estructura formal de un modelo puede
analizarse también por el número de sectores concretos que se analiza
en él. Esto es un poco la forma en que se fracciona el sistema real que
se quiere analizar en compartimentos, parcelas o sectores. Aunque la
sectorización más comúnmente empleada en los modelos es la que
coincide con los “sectores económicos”, también puede destacarse
20
una división por regiones o sectores de consumo por energético que
puede afectar a la estructura misma del modelo.
• Extensión de la descripción tecnológica.- Al igual que el rubro anterior,
este apartado se encargaría de analizar la estructura al describir cómo
se plantea la tecnología, o bien, la dimensión de ingeniería en el
modelo. Esto es: generalmente los modelos energéticos tratan a la
ingeniería energética, y en concreto a la tecnología que se emplea en
ésta, como una caja negra, en la que se introducen datos económicos y
provee resultados, económicos también. Si el modelo trata distinto a
la tecnología, caracterizándola más, describiendo los procesos un
poco más realistamente, digamos tratándola como una caja negra en
la que entran datos físicos y salen otros datos físicos y/o económicos,
esto invariablemente afecta la estructura del modelo.
En cuanto a los parámetros utilizados se podría hacer una lista extensa de
todas aquellas variables o parámetros utilizados, pero es casi imposible, ya que
actualmente los modelos energéticos cuentas con cientos, casi miles de estos.
Entre los más usuales los que sí se puede destacar como parámetros exógenos
son: la población, el crecimiento económico, la intensidad energética, la cesta
energética, el precio de los energéticos, el precio de la energía en su uso final, y
las características económicas del sistema analizado, como pueden ser
impuestos, subsidios, etc.
2.2.3.- Tratamiento analítico.
El tratamiento analítico de un modelo se refiere a la forma o perspectiva en la
que se abordará el estudio de determinado sistema real. En términos generales
podría decir que se puede llevar a cabo un análisis filosófico, lógico,
matemático, desde la perspectiva de la economía, sociología, ecología o desde la
perspectiva de la ingeniería; pero en realidad, en la actualidad todos los
21
modelos energéticos están basados en un análisis económico con mayor o
menor intervención de otros ámbitos conceptuales. Por ejemplo, no se plantea
actualmente elaborar un modelo energético basado en axiomas y silogismos
para representar el sistema energético mundial, de nuevo, porque hacerlo sería
tratar de forzar una estructura lógica a algo que a todas luces no parece tenerla.
Pero del mismo modo ningún otro ámbito del conocimiento, salvo el
económico, se ha planteado hasta ahora como base para la construcción de un
modelo energético, conceptual o computacional.
En la práctica, y desde la base económica, hay dos tendencias básicas para
el tratamiento analítico de un modelo energético, y se conocen como: de Arriba-
abajo (Top-down) y de Abajo-arriba (Bottom-up), aunque también es posible
encontrar otros términos referidos a esta dicotomía, como: paradigma
económico y paradigma de ingeniería, o tratamiento pesimista y tratamiento
optimista, pero estos conceptos traducidos tampoco reflejan fielmente a los
términos en inglés.
• De Arriba-abajo14.- La entrada son los indicadores económicos
generales, la información macroeconómica y a partir de esto se estima
la demanda primaria, la demanda sectorial y los procesos
intermedios. Este tratamiento considera a la tecnología de
transformación de la energía como cajas negras, sin representaciones
explícitas, incluso suele representarse al sector tecnológico sólo con
tablas que contienen unos índices de eficiencia económica. Se define
las mejores opciones de tecnología por la optimización de algún
parámetro económico dentro de un mercado perfecto, como el costo,
el precio final o el precio del energético primario. Estos métodos
suelen utilizarse para predicciones a corto plazo, o bien para el
análisis de sectores específicos, y sólo si no existen discontinuidades
en los datos históricos de entrada.
14 Los dos términos que se tratan en esta sección se refieren a lo que en inglés se conoce como modelos: Top-Bottom y Bottoms-up.
22
• De Abajo-arriba.- Se analiza el uso final de la energía, la demanda final
sectorial, y el modelo estima la demanda primaria a partir de ella. No
toma en cuenta las características sintetizadas de la tecnología dentro
de un mercado sino los costos directos de uso de dicha tecnología.
Usualmente se calculan los costes de la energía por sectores, los
costos de mantenimiento y operación, los costos de equipos, de
transmisión, y así todos los costos del proceso hasta llegar al costo
total, del uso de dicha tecnología para ese escenario en concreto. La
crítica más usual que se suele hacer a este tipo de modelos es que
obvia u olvida otros costos, como los ocultos, los de implementación,
las imperfecciones del mercado o las relaciones macroeconómicas de
determinada tecnología, todo lo cual se supone incluido en los índices
de eficiencia económica. Estos métodos suelen usarse para
determinar sistemas que estén muy bien definidos a largo plazo y si
se estima que no existen importantes correlaciones entre el sistema
energético y otros sistemas económicos.
En realidad ambos tipos de método omiten cualquier representación física
de los sistemas reales de transformación energética, como la eficiencia o el
poder calorífico de un combustible, y por tanto no es posible cambiar estos
parámetros para probar distintas configuraciones desde el punto de vista
energético. Los modelos que presentan correlación con bases de datos
tecnológicas con parámetros como estos, en definitiva sólo correlacionan las
características físicas de tecnologías o combustibles con un determinado precio,
costo o eficiencia energética, que es con el dato con el que trabaja el modelo.
Este tipo de simplificación en realidad elimina la representación técnica real de
un sistema energético.
Existen dos sub-clasificaciones para los modelos de Abajo-arriba. Por un
lado se considera un modelo descriptivo a aquel que trata de proveer un
estimado práctico de la mezcla tecnológica que resultaría tras adoptar una u
23
otra medida económica, como por ejemplo la introducción de un impuesto. Por
otro lado se denomina prescriptivo15 al modelo que provee una estimación,
generalmente económica, aunque puede ser medioambiental, tras adoptar una
u otra tecnología en una determinada participación dentro de la cesta energética
del sistema.
2.2.4.- Metodología básica.
Este punto se refiere a los métodos de análisis que se utilizan sobre los
parámetros que utiliza el modelo para llegar a un resultado. Es la forma en que
se lleva a cabo el estudio en sí. Se aplica uno u otro según el tipo de resultados
que se quiera obtener y según los datos de los que se parta.
• Modelos econométricos.- Se aplica técnicas estadísticas para estimar
los valores futuros de los parámetros que representan el sistema que
se estudia. Con la ayuda de una gran cantidad de datos históricos se
calcula el posible valor futuro, basándose en dicha tendencia y en
métodos estadísticos. Existe una sub-categoría en este tipo de
modelos que se conoce como análisis de tendencia, que podría
simplificarse como simples extrapolaciones. Se usan estos modelos
para realizar predicciones a corto plazo y no suelen representar
ninguna característica tecnológica. También se utilizan como un sub-
módulo dentro de un modelo Mecroeconómico.
• Modelos macroeconómicos.- Tiene como esquema básico la idea de
construir un modelo que represente el sistema económico y todos sus
sectores; que se interrelacione con el sistema energético. Tampoco
suele representar específicamente a la tecnología involucrada en el
sector. Algunos de estos métodos cuentan con tablas de entradas-
salidas para caracterizar los equipos que se encuentran ya disponibles
en el mercado, pero casi nunca sobre posibles equipos futuros. Este
15 El término Prescriptivo es la propuesta de traducción del término en inglés prescriptive.
24
método, aunque planteado para predecir valores futuros, supone que
la estructura básica del sistema económico y sus interrelaciones con el
sub-sector energético se mantienen constantes en el tiempo. Suele
requerir usuarios con conocimientos económicos superiores. Y se
utilizan para elaborar predicciones a corto y mediano plazo.
• Modelos de equilibrio económico.- Al igual que el anterior, representa
el sistema económico completo, dentro del cual se encuentra el sub-
sector energético, aunque se centran más en éste último. El análisis
del sistema se realiza bajo las premisas y conceptos neo-clásicos de la
economía convencional, en especial buscando el “equilibrio en los
mercados”, considerando que todos son mercados perfectos. Sus
resultados, por tanto, son puntuales, ya que predicen el estado en el
que se alcanza el equilibrio. Aun así se utilizan para hacer
predicciones a largo plazo, aunque no se predice la evolución, pues
cuenta con un estado inicial, que se supone en equilibrio, unas nuevas
condiciones que romperían dicho equilibrio y, tras el trabajo del
modelo, un estado final en el cual se asume nuevamente el equilibrio.
Hay dos tendencias en este método: una es la del equilibrio parcial,
que no busca el equilibrio general de todo el sistema económico, sino
el de ciertos sectores de interés, y la tendencia del equilibrio general o
crecimiento óptimo en el que se busca el equilibrio de todo el sistema
económico considerado.
• Modelos de optimización.- Suelen ser modelos con un alto grado de
endogenización, por lo que la salida está predeterminada por la
entrada. Se usan para optimizar inversiones, bajo el criterio de costo
mínimo en determinada situación de restricciones. Utilizan análisis
matemáticos complejos y programación lineal, para rangos de tiempo
desde el corto hasta el largo plazo.
25
• Modelos de simulación.- Son modelos descriptivos, que se basan en la
representación lógica de un sistema y que tienen como objetivo
reproducir simplificadamente su funcionamiento. Puede ser una
representación estática de la operación del sistema en el estado actual,
con el objeto de estudiar la respuesta del sistema a perturbaciones
concretas, que se dan o no en un periodo de tiempo y que no afectan
al siguiente periodo en la predicción; o bien puede ser una
representación dinámica si el resultado de dicha perturbación afecta
las condiciones del siguiente periodo temporal en la predicción.
• Modelos de paquetes16.- Más que un tipo de modelos, este tipo de
herramienta está diseñada como un paquete de software que permite
al usuario crear un sistema a analizar y el tipo de estructura que
conformará el modelo, y puede o no estructurarse como los otros
modelos discutidos aquí.
• Retromodelos17.- Se utilizan para construir un futuro deseado.
Conjunta métodos computacionales con analíticos, entre los que se
encuentra la consulta a expertos en el ramo, que establecen un futuro
probable o deseable y marcan aquellos factores que deben cambiar
bajo el sistema actual para alcanzarlo. El modelo computacional se
encargaría entonces de corroborar la factibilidad del cambio que
dichos condicionantes en el escenario previsto. Se suele recurrir a
ellos en estudios considerados “alternativos” de energía, y casi nunca
en solitario, sino como complemento de algún estudio basado en los
modelos antes descritos.
• Modelos multi-criterio.- Aunque planteados por varios autores como
una posibilidad teórica, que involucraría diversos criterios además
del económico dentro del modelado de un sistema energético, no se
encuentran referencias explícitas de ningún ejemplo. 16 Los términos usados en la bibliografía consulta la para referirse a este tipo de modelos son: Spreadsheet o Tool boxes. 17 Pretende ser la traducción del término: Backcasting models.
26
2.2.5.- Procesamiento matemático o procesamiento computacional.
Este punto de caracterización es el que se refiere al tipo de procesos
computacionales y de manejo matemático que se realizan dentro de los modelos
para obtener los resultados deseados. Se podría decir que las tendencias
históricas computacionales se ven reflejadas en este aspecto, ya que hay
modelos que evolucionan según el avance de dichas técnicas. A manera de
síntesis se puede mencionar algunos de los métodos que se utilizan:
Programación lineal, programación integrada mixta, programación dinámica,
programación multicriterio, lógica difusa, etc.
2.2.6.- Alcance geográfico.
Se refiere a clasificar los modelos de acuerdo con la cobertura geográfica
máxima que pretende representar, y no tanto a la resolución geográfica que
pueda tener el modelo. Los modelos globales pretenden representar el sistema
mundial y todas sus interacciones, de manera única o fraccionada. Pero también
hay modelos continentales, regionales, nacionales, estatales, locales, zonales e
incluso por planta de generación. En cuanto a la resolución de la cual se
obtienen los datos mínimos que se manejarán en el modelo, es importante
verificar las especificaciones propias del modelo, sobre todo con el término
“región”, que en ciertos modelos quiere decir un conjunto de países, y en otros
esta referido a zonas geográficas dentro de los países. También es importante la
elección de qué países se consideran o no en una región determinada en los
modelos globales, ya que la inclusión o exclusión de países suele variar según el
año y el organismo que realice el estudio. Esto puede provocar que se
determine que dos estudios o dos modelos divergen en cifras sin que esto sea
cierto.
27
2.2.7.- Cobertura sectorial.
Al igual que en el alcance regional, los modelos pueden abarcar todos los
sectores que conforman el sistema socio-económico o bien enfocarse en el
análisis de un sólo sector. Como en el punto anterior, la definición de estos
sectores es importante sobre todo para la recolección de datos y el análisis de
resultados. Casi en la totalidad del los modelos existentes, los sectores
utilizados no son los sectores determinados por el sistema energético, sino que
se representan los sectores económicos.
2.2.8.- Horizonte de tiempo.
Es difícil hacer una caracterización bajo este criterio, ya que cada modelo
considera los términos: largo, mediano y corto plazo de manera completamente
distinta y dependiendo de las características del modelo. Esto es: si se trata de
un modelo econométrico que pretende determinar la demanda de energía de
una central eléctrica específica, el plazo de un año es considerado un plazo
largo; sin embargo, si se trata de un modelo global basado en la búsqueda del
equilibrio económico, quizás un año sea la unidad temporal más usual, y se
considere el largo plazo por encima de los 25 años.
Sin embargo, en términos generales la bibliografía consultada considera
que periodos de tiempo inferiores a 5 años son un plazo corto; entre 5 y 15 años
un plazo medio y el largo plazo por encima de 20 años. Pero cabe aclarar que
para este trabajo se estudió más los modelos globales que aquellos que
pretenden determinar las necesidades de pequeños sistemas eléctricos.
2.2.9.- Requerimientos de datos.
Para la caracterización de modelos bajo este aspecto se consideran dos
dicotomías básicas: si el modelo trabaja con datos cuantitativos y/o cardinales,
28
y el tratamiento mismo de los datos en la estructura del modelo en tanto si
dicho tratamiento es agregado o disgregado. Suele suceder que entre más
específico sea un modelo, más agregado y cuantitativo es en cuanto a sus datos;
sin embargo, lo contrario no es necesariamente cierto. Esta es sólo una manera
más de caracterización pero no determina la forma o estructura de los propios
modelos, ya que en este punto depende más de la accesibilidad a los propios
datos, de los recursos a los que es posible acceder para crear y manejar un
modelo, e incluso del número de personas que trabaja en la elaboración de
dicho modelo.
2.2.10.- Tratamiento ambiental.
Es conveniente resaltar que ninguna caracterización o clasificación consultada
tiene un apartado específico para clasificar los modelos de acuerdo a su
tratamiento del impacto ambiental, su cálculo de emisión de contaminantes o su
tratamiento socioeconómico, aunque muchos modelos sí contemplan factores
ambientales en ellos.
En principio son pocos los modelos que abordan estos aspectos, pero cada
vez son más. No se suele explicar el sistema de integración de los cálculos
ambientales en el proceso de conformación económica del modelo. Quizás con
el desarrollo de modelos multicriterio se avance en este aspecto, y en el de la
caracterización social, que está virtualmente excluida hasta ahora. Se debería
hacer un estudio posterior para determinar los modos en los que se aborda este
tema tan importante para poder elaborar modelos que se dirijan a evaluar el
desarrollo sostenible. Sin embargo, aventuraré una caracterización posible:
• Cálculo de emisión de contaminantes específicos.- Éste sería el caso
más sencillo, y se contemplaría como un cálculo posterior al
desarrollo general del modelo. Un cálculo sencillo y común de este
tipo, sería el de la emisión de CO2 a partir de tablas que, por
tecnologías y por combustibles, contemplan Intensidad de Carbono y
29
correlacionan la emisión del contaminante en kg con la unidad de
costo o precio en la que se basa el modelo. También puede
encontrarse otras correlaciones, como por ejemplo: kg de
contaminante por kW generado. Los modelos que suelen realizar
estos cálculos los estiman ya sea para buscar una reducción en
porcentaje respecto a una referencia, o analizar el costo extra que las
emisiones supondrían, o bien para cotizar dichas emisiones e
integrarlas en lo que se conoce como mercados de emisiones.
• Cálculo del impacto global de contaminantes específicos.- Similar al
anterior, pero además de calcular la cantidad de agente contaminante
emitido, contiene rutinas y simulaciones especiales que representan
tanto la atmósfera como la biosfera, el océano, el suelo, etc. Con ello
se pretende modelar los efectos que dicha emisión tendría en el
medio ambiente. Desde el surgimiento de los modelos, se estimó el
posible impacto que la emisión de determinados agentes podría
causar en los cultivos, y hoy en día el principal impacto analizado es
el calentamiento global y la elevación de las aguas oceánicas
provocados por la emisión de gases específicos.
• Cálculo de impacto ambiental integrado.- Considero que la evolución
de este tipo de características tenderá a la integración de aquellos
modelos existentes que hoy en día evalúan de manera integrada el
impacto ambiental, de una manera entre cuantitativa y cualitativa, de
los modelos energéticos.
2.2.11.- Tratamiento socioeconómico.
No he encontrado ningún modelo que haga una mención explícita al
tratamiento socioeconómico de los grupos de población a los que se supone
representa, y si las previsiones de aumento o disminución de PIB o el precio de
las gasolinas se reflejarán de una u otra manera en ellas. Por lo tanto ninguna
30
clasificación consultada tiene un apartado que caracterice a los modelos de
acuerdo a este punto.
Es usual y aceptado, que los análisis de los resultados de los modelos se
realizan posteriormente fuera del modelo. Además también esta claro que existe
una relación entre los indicadores macroeconómicos y las características
sociales de los pueblos analizados, y por lo tanto que un especialista, podría
interpretar una respuesta determinada, al advertir si cierto indicador sube o
baja. Lo que parece que estos procesos de análisis aún no han sido integrados a
los modelos energéticos (o económicos) en sí. Sin embargo, el avance de los
modelos multi-criterio y los modelos integrados debería incluir módulos que se
encarguen de solventar dicha carencia.
A manera de síntesis se presenta la siguiente tabla:
Clasificación Sub-clasificación Generales o específicos Propósito Extrapolar, predecir, explorar o Proyección inversa Endogenización Descripción conceptual Sectorización
Estructura
Extensión de la descripción tecnológica Arriba-abajo
Tratamiento analítico Abajo-arriba Econométricos Maroeconómicos Equilibrio económico Optimización Simulación De paquetes Retromodelos
Metodología básica
Multi-criterio Procesamiento matemático o procesamiento computacional
Programación lineal, integrada, dinámica, multicriterio, lógica difusa, etc.
Alcance Geográfico Global, regional, nacional, estatal, local, etc. Cobertura sectorial Sectores económicos Horizonte de tiempo Largo, medio o corto plazo
Cuantitativos o Cardinales Requerimientos de datos
Agregados o Disgregados Cálculo de emisión de contaminantes específicos Cálculo del impacto de contaminantes específicos Tratamiento ambiental Cálculo de impacto ambiental integrado
Tratamiento social
Tabla 2.1.- Síntesis de la clasificación de los modelos energéticos.
31
2.3.- Algunos modelos relevantes
Aún limitando la búsqueda a aquellos modelos utilizados para la
representación de los sistemas energéticos, la gran variedad existente hace casi
imposible analizarlos todos, sin embargo, para este trabajo se ha tenido
referencia de, al menos, 44 modelos distintos, que sin ser analizados a fondo se
consideraron en la elaboración de la caracterización anterior, con mayor o
menor grado de detalle y especificidad.
Enumerar las características detalladas de todos sería irrealizable. Elegir de
entre todos, a aquellos que se consideran más importantes podría resultar
erróneo, o al menos subjetivo; por lo creo mejor analizar los modelos
energéticos que utilizan aquellas instituciones que me sirven como principal
fuente de información internacional, estas son: World Energy Council, (WEC, El
Consejo Mundial de la Energía), International Energy Agency (IEA, La Agencia
Internacional de la Energía), Energy Information Administration (EIA, La
Administración de la Información de la Energía) del Departamento de Energía
de los EE.UU. y el Directorado General para la Energía de la Comisión Europea
(Directorate General for Energy, European Commission).
2.3.1.- Los modelos del Consejo Mundial de la Energía.
El Consejo Mundial de la Energía en sus dos reportes principales sobre
escenarios futuros18 hace mención a las características de los escenarios
energéticos y las suposiciones generales que llevan a ellos, pero no aclaran el
nombre o el tipo del modelos utilizado. Se hace mención del uso de los modelos
Arriba-abajo, en el informe de 1993 para crear 4 casos, y que para el del 2000 se
combinaron 9 perspectivas Abajo-arriba, con un análisis macroeconómico
Arriba-abajo. Las variables, o parámetros que utilizaron en ambos casos fueron:
18 WEC, Energía para el mundo del mañana (realidades, opciones, objetivos), 1993 y Energy for tomorrows world – acting now, 2000.
32
• Crecimiento demográfico.
• Desarrollo económico y social
• Condiciones financieras e institucionales
• Preocupaciones ambientales.
• Eficiencia en la oferta energética.
• Innovación y distribución tecnológica.
• Acceso a energía moderna en el mundo en desarrollo.
De tal forma que las principales entradas serían el crecimiento poblacional,
el crecimiento económico en términos del Producto Interior Bruto (PIB) y la
evolución de la eficiencia energética19, pero entendida como su inverso, la
Intensidad energética. En términos generales el juego en la evolución de estos
tres factores constituye la base de la formulación de perspectivas energéticas
mundiales para los estudios energéticos actuales.
Después de la publicación del reporte de 1993, el WEC comenzó a trabajar
con el International Institute for Applied Systems Análisis (IIASA, Instituto
Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados), mejorando y
desarrollando nuevos modelos, estudios, investigaciones y nuevos escenarios.
En 1998, las dos instituciones apoyan la publicación de documento que podría
considerarse el preludio del reporte del año 2000 del Consejo, el Global Energy
perspectives20, aunque el alcance en el tiempo es mayor, hasta el 2100. En este
documento se puede encontrar en el apéndice A, dedicado a la metodología el
siguiente esquema:
19 Eficiencia energética, entendida no físicamente como energía de salida sobre energía de entrada, sino como la unidad del PIB sobre la cantidad de energía necearía para producirla. 20 NAKIÆENOVIÆ, Nebojša, ed., Global energy perspectives, 1998, p. 256. y en: www.iiasa.ac.at/cgi-bin/ecs/book_dyn/bookcnt.py
33
Figura 2.1.- Esquema de modelado IIASA/WEC-1998.
Los recuadros superiores de color verdes son en realidad los conceptos
que se intercambian entre los modelos, los enlaces y estrictamente los modelos
energéticos serían:
• 11R.- El modelo macroeconómico energético y regional, que contempla
hasta 11 regiones en el mundo. Se encarga de modelar las
interacciones entre economía y energía, en un esquema Arriba-abajo,
revisando la consistencia entre el desarrollo macroeconómico de
determinada región con su ‘uso energético’. Se aclara que este modelo
es una versión modificada del Global 2100.
34
• MESSAGE III.- Considerado el modelo del sistema energético de
ingeniería21. Estima en detalle la demanda y oferta de los patrones de
energía para que sea consistente con lo que dicta el Generador de
Escenarios. Es un modelo basado en programación lineal dinámica
que calcula la oferta de costo mínimo bajo ciertas restricciones de:
disponibilidad de recursos, tecnologías y demanda de energía. Éste
sería considerado un modelo Abajo-arriba.
• Generador de Escenarios (Scenario Generator).- Encargado de crear
los escenarios y administrar la información proveniente del 11R y del
MESSAGE, junto con datos históricos de las economías nacionales y
el estado de sus sistemas de energía, por medio de tendencias y
ecuaciones empíricas del desarrollo energético, económico y, claro, de
las tendencias de la intensidad energética. La harmonización de todo
se consigue por iteraciones y ajustes de la entrada de ‘energía útil’
para el MESSAGE, y del PIB y la Intensidad energética para el 11R.
• RAINS (Modelo de Impactos Regionales de Contaminación
Atmosférica: Regional Air Pollution Impacts Model).- Se encarga de
estimar la acidificación provocada principalmente por NOx y SOx,
emitidos a la atmósfera y sus posibles impactos en los cultivos
(principalmente) con una resolución de 150x150 km.
• MAGICC (Modelo para la Estimación del Cambio Climático por
Gases de efecto invernadero, Model for the Assessment of
Greenhouse-gas Induced Climate Change).- Utilizado
principalmente para estimar los efectos del cambio climático de las
opciones energéticas previstas en los casos. Estima la emisión de CO2,
CH4, NOx, CFC, CHCl, y SO2, y mediante modelos atmosféricos se
reproducen las reacciones que ahí ocurren para obtener
concentraciones, y con ellas estimar el posible aumento de 21 No puedo más que aclarar que el término Ingeniería aquí se refiere a una visión parcial, o incluso equivocada de la ingeniería, pero es el nombre que se utiliza, por lo que marca la concepción de la disciplina que tienen los autores del modelo, no el autor de esta este trabajo.
35
temperatura global, e incluso estima la cantidad de hielo que se
derretiría en los polos, entre otros efectos.
• BLS (Sistema de Enlace Básico, Basic Linked System).- Se le define
como un modelo macroeconómico específico del sector alimenticio y
de la agricultura.
• GCM (Modelo General de Circulación, General Circulation Model).-
Éste es un módulo que permite realizar las iteraciones entre módulos
y modelos en distinto orden.
• Base de Datos (Common database).- No es un modelo, o submodelo,
es directamente una base de datos con información de todos los
factores involucrados, energía, economía, recursos, tecnología.
Conviene hacer mención de la base de datos conocida como CO2DB,
que contiene información sobre múltiples agentes contaminantes y
que es utilizada en diversos estudios.
En términos de caracterización del modelo, podemos sintetizar con los 11
factores discutidos en la sección 2.2:
• Propósito.- General: Predecir y explorar.
• Estructura.- Descripción económica y tecnológica detallada. Poco
Endógeno.
• Tratamiento analítico.- Arriba-abajo y Abajo-arriba, según módulo.
• Metodología básica.- Equilibrio económico.
• Procesamiento matemático.- Programación lineal.
• Alcance geográfico.- Global, por 11 regiones.
• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en tres sectores finales:
Transporte, Industrial y Residencial-comercial.
• Horizonte de tiempo.- Largo o muy largo. 50 años extrapolables a 100.
• Requerimiento de datos.- Cuantitativos, monetarios y disgregados.
• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones de contaminantes
específicos.
• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.
36
2.3.2.- Los modelos de la Agencia Internacional de la Energía
La Agencia Internacional de la Energía (IEA), encargó al Energy Technology
Systems Analysis Programme (ETSAP, Programa de Análisis de Sistemas de
Tecnología Energética) hace más de veinte años el desarrollo de una familia de
programas y herramientas computacionales para representar los sistemas
energéticos nacionales, regionales, estatales, provinciales o comunitarios.
Entre los miembros de esta familia, cabe destacar el modelo MARKAL
(Asignación de Mercado, MARKet Allocation model), desarrollado para hacer
análisis de política energética y ambiental con un alcance en tiempo de 40 a 50
años, en periodos de 5 años, para un sistema energético preestablecido. Es un
modelo integrado, construido en programación lineal, que hace un análisis
Arriba-abajo de la demanda como entrada, y un análisis de la oferta, Abajo-
arriba, atendiendo a los tipos de tecnología presentes y futuras, como control.
Se define un caso de referencia con la demanda estimada y ninguna medida
financiera o de abatimiento de emisiones. Después se introducen las medidas
de mercado o los porcentajes de reducción requerido y se generan los casos
eligiendo las tecnologías por el costo mínimo para la opción. Las salidas típicas
son curvas de abatimiento de costo o los costos marginales por caso. Es un
modelo que requiere de una gran cantidad de datos, tanto económicos como
tecnológicos. Actualmente se han desarrollado varias versiones del modelo,
mejorando y haciendo aplicaciones específicas, se puede mencionar a:
MARKAL-MACR0, MARKAL-TIMES y MARKAL-LITE.
En términos generales el modelo MARKAL sigue cuatro pasos para su
construcción: El primero paso es definir un Sistema Energético de Referencia
(Reference Energy System, RES), que represente el sistema energético completo,
desde la extracción de recursos, transformación, transmisión, distribución y
consumo. La definición de este sistema es la base del modelo, y en el que se
representan todas las tecnologías disponibles y todas las relaciones entre oferta
y consumo. Esquemáticamente se representa el sistema de la siguiente manera:
37
Figura 2.2.- Esquema general del Sistema Energético de Referencia.
El módulo SRC se encargaría de representar todas aquellas tecnologías
vinculadas con la fuentes de energía. El módulo CON representa las tecnologías
de conversión o transformación de energía hacia electricidad o vapor para
calefacción. El módulo PRC representa la transformación de recursos primarios
como el petróleo crudo, en energéticos secundarios como productos refinados.
El módulo DMD representa las tecnologías y las estructuras que sirven para la
transmisión y distribución de la energía, y por último DM representa la
demanda de energía, simulando las tecnologías que consumen energía.
El segundo paso de la estructura del MARKAL sería definir las
condiciones actuales del sistema, su capacidad de expansión y los posibles
cambios de tecnología, que podrían darse en el período a analizar. El tercer
paso es definir los escenarios posibles, a partir de lo que se conoce como un
árbol de eventos, que define para cada periodo de tiempo las posibilidades de
evolución del sistema, que suelen ser sólo dos por periodo de tiempo. El cuarto
y último paso consistiría en elegir el mejor escenario posible. Esto se hace a
partir de técnicas de optimización lineales y no lineales, que buscan los
equilibrios parciales entre la oferta y la demanda, y se elige aquel que minimiza
el costo de la opción.
SRC DMD DM
CON
PRC
38
Podríamos caracterizar el modelo MARKAL según las características antes
descritas de la siguiente manera:
• Propósito.- General: Explorar.
• Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno.
• Tratamiento analítico.- Abajo-arriba.
• Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales.
• Procesamiento matemático.- Programación lineal y dínámica.
• Alcance geográfico.- Local o Nacional.
• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en cuatro sectores finales:
Residencial, comercial, industrial y de transportes.
• Horizonte de tiempo.- Largo: 50 años.
• Requerimiento de datos.- Cuantitativos, monetarios y disgregados.
• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones de contaminantes
específicos, muy reducido.
• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.
2.3.3.- Los modelos de la Administración de la Información de la Energía.
La Administración de la Información de la Energía (EIA, Energy Information
Administration), creada en 1977 depende del Departamento de Energía de los
EE.UU. (DOE, Department of Energy), y tiene como función recabar y generar
datos estadísticos, y llevar al cabo análisis y previsiones referentes al sector
energético. Conviene destacar dos modelos que esta administración utiliza para
sus perspectivas: el SAGE, utilizado por primera vez para crear el documento
de prospectiva internacional del año pasado22, y el NEMS, utilizado por
primera vez en 1993 y que se utiliza para crear las perspectivas económica y
energéticas, nacionales, que anualmente publica EE.UU.23.
22 EIA, International Energy Outlook 2003, EE.UU., DOE, 2003. 23 EIA, Annual Energy Outlook, EE.UU., DOE.
39
El SAGE.- System for the Analysis of Global Energy markets (Sistema de
Análisis del mercado Global de la Energía), es un modelo integrado de varios
modelos regionales. Sigue el mismo concepto general del MARKAL, incluso se
le reconoce como su predecesor, sin embargo, el sistema matemático-económico
que resuelve el equilibrio de mercado presenta ciertas diferencias que los
distinguen, pero no son importantes desde un punto del análisis general que
ahora se lleva a cabo.
El modelo SAGE necesita, al igual que el MARKAL, definir un Sistema
Energético de Referencia, RES, por cada una de las 15 regiones mundiales que
contempla, y que comprende hasta 42 usos finales de energía, que integran la
demanda del sistema. Sin embargo, se hace explicito que el esquema de
definición de evolución de dicho sistema se hace siguiendo los siguientes
factores:
• Inversión en tecnologías
• Niveles de operación y mantenimiento por tecnología
• Accesibilidad de recursos primarios de energía
• Importación/exportación entre regiones
Cabe mencionar que las 15 regiones que elige el SAGE no se definen a
partir de ningún criterio previo aparente. Siguiendo con la política ya
establecida del EIA, se buscaba representar principalmente a 14 países
individualmente, 9 considerados desarrollados y 5 subdesarrollados, y
enmarcarlos dentro de regiones geográficas más o menos coherentes que
después se sintetizarían en: Norte América, Europa occidental, Asia
industrializada, Europa oriental y ex URSS, Centro y Sur América, Asia en
desarrollo, Oriente Medio y por último África.
Es un modelo con un largo alcance de tiempo, que puede contemplar hasta
once periodos de cinco años, sin embargo, dentro del periodo específico se
tienen 6 tramos temporales que dependiendo del nivel de representación que
exija cada uso-final o tecnología. Estos tramos se dividen de manera anual en
tres periodos: Invierno, verano e intermedio, y de manera diaria en noche y día.
40
Los cinco años del periodo de iteración se tratan con las mismas
consideraciones, salvo en el caso de las inversiones de tecnología que se asumen
siempre ocurriendo en el primer año del periodo. También se aclara que
aunque las posibilidades del modelo permite hacer proyecciones hasta el 2053,
sólo se han realizado proyecciones hasta el 2028.
En general las proyecciones del consumo de energía se hacen para cubrir
una demanda prevista basándose en los patrones de uso de energía de cada
región, las previsiones de crecimiento económico por región, el tipo equipo que
consume la energía y sus características y las fuentes de energía disponibles y
las previstas. El sistema busca un equilibrio parcial entre oferta y demanda,
buscando el costo mínimo por región. Considerado: Inversiones, costos de
operación, mantenimiento, costos de producción e importación, ganancias por
exportaciones, costo de traslado, pérdidas y finalmente Impuestos y subsidios.
Esto para cada región y cada periodo por lustro. Todo en un ambiente de
programación lineal.
Las restricciones del sistema son: Satisfacción de la demanda, conservación
de inversión, uso de la capacidad instalada, balance entradas-salidas por región,
balance de la electricidad y la calefacción, picos eléctricos, capacidad eléctrica
base, factor de disponibilidad estacional, participación en cesta y restricción de
emisiones. De este último punto se hace una estimación de las emisiones totales
por región.
Un ejemplo del tipo de diagrama que utiliza el SAGE dentro del Sistema
Energético de Referencia, para construir la red de tecnologías que permite
representar el consumo de energía para calefacción residencial es:
41
Figura 2.3.- Ejemplo del Sistema Energético de Referencia que utiliza el modelo SAGE.
Cabe aclarar de la figura 2.3 que se trata de el diagrama correspondiente a
una sola demanda específica de energía, que es la calefacción residencial, que,
bajo este esquema puede solventarse con tres tecnologías, hornos de gas,
calentadores eléctricos y hornos de petróleo. La primera tecnología se
alimentaría de gas seco proveniente de una procesadora de gas, que a su vez se
asume proveniente de la extracción de gas, seco presumiblemente. Como
alimentación del calentador eléctrico se conciben tres posibilidades de origen de
dicha electricidad, dependiendo en parte de la tecnología que procesa tres
combustibles distintos, gas, carbón y petróleo. El Gas proviene de la misma
central de gas seco antes mencionada, el carbón proviene directamente de la
extracción, mientras que el petróleo proviene de la refinería, pero de la fracción
ligera. El horno de aceite, o petróleo obtiene su combustible de la fracción
pesada de la refinería. En esta representación la refinería obtiene el petróleo
curdo de dos fuentes, importación y producción nacional y en ambos casos se
considera que el transporte se realiza por oleoductos.
42
Cada demanda específica, o bien, cada uso final de la energía necesitaría
un esquema similar, sin embargo cada esquema, de cada demanda comparte
fuentes energéticas, tecnologías y procesos, por lo que el sistema final puede ser
complicado. Además cabe resaltar que en el esquema anterior se omiten
algunas cosas, como por ejemplo los gaseoductos, el transporte del carbón, la
transmisión de electricidad, y claro más opciones para la calefacción de una
casa, como sistemas térmicos solares, por ejemplo. La proporción de uso final
de gas, carbón o petróleo, en el consumo total de energía para calefacción
residencial, dependerá del mercado y las restricciones que el modelo asume,
basado en la minimización del costo.
Por último también cabe señalar que el SAGE puede recibir datos de otros
modelos y módulos de otros modelos para determinar las entradas, por ejemplo
el precio del petróleo para cada periodo puede ser determinado por el Módulo
de Energía Internacional que se utiliza generalmente en el NEMS.
Caracterización del SAGE:
• Propósito.- General: Predecir, Explorar.
• Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno.
• Tratamiento analítico.- Abajo-arriba.
• Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales.
• Procesamiento matemático.- Programación lineal.
• Alcance geográfico.- Global.
• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en 42 sectores finales.
• Horizonte de tiempo.- Largo: 55 años.
• Requerimiento de datos.- Cuantitativos y disgregados.
• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones muy reducido.
• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.
El NEMS.- National Energy Modeling System (Sistema de Modelado de
Energía Nacional) es un modelo modular flexible que representa el sistema
43
energético de EE.UU., y que tiene como propósito: “servir a los intereses
económicos de aquellos tomando las decisiones”24. Representanta un modelo de
tercera generación de previsión a mediano plazo que se desarrolló desde 1974,
en el predecesor de la EIA, la Administración Federal de Energía, y que
analizaban el sector energético-económico interno para el país norteamericano.
Antes del NEMS, se utilizó de 1982 al 1993 el modelos IFFS (Sistema de
Previsión para el Futuro Intermedio, Intermediate Future Forecasting System),
y antes de este periodo se utilizó el MEFS (Sistema de Previsión Energética de
Mediano plazo, Midterm Energy Forecasting System).
El esquema general del NEMS que muestra los 12 módulos del modelo y
como se interrelacionan con el módulo integrador es:
Figura 2.4.- Representación esquemática de los módulos que conforman el NEMS.
Es un modelo nacional, por tanto, que divide al país norteamericano en 9
sub-regiones, no en los 50 estados independiente, pero que al mismo tiempo
trata de representar el mercado internacional de la energía, para reforzar su
24 EIA, Integrating module of the National Energy Modeling System, 2001, p.3.
44
validez. Consideran que su alcance en el tiempo es de mediano plazo,
generalmente 20 años. Los 13 módulos del NEMS son:
• Módulo Integrador (Integrating module).- Encargado de encontrar un
equilibrio general de mercado. Tiene como función llamar a cada
módulo en secuencia, partiendo que todas las entradas a este módulo
son homogéneas al sistema económico, resuelve el sistema
conformado por curvas económicas no lineales que convergen25
utilizando técnicas de Jacobi y Gauss-Seidel. Al alcanzar el equilibrio
anual, por región y en global, comienza la secuencia para el siguiente
periodo.
• Módulo de Actividad Macroeconómica (Macroeconomic Activity
Module, MAM).- Su función principal es crear los distintos casos de
crecimiento económico. Proporciona además, variables económicas
como: PIB, Intereses, Ingreso disponible, empleo, tendencias en 35
sectores, etc. En definitiva 1300 conceptos, analizando 130 sectores
que se agregan en 45 y más de 240 variables macroeconómicas y
demográficas. Este módulo puede invocar a su vez los resultados de
modelos económicos específicos en cada sector, pero que no se
relacionan directamente con el sistema energético, ni con el NEMS.
Internamente puede hacer previsiones bajo 4 posibilidades:
Proyección base, precio del petróleo alternativo, cargos a energías o
permisos de emisiones y cambio en la estructura económica. Un
esquema de los 5 submódulos: de previsión interna de la economía,
submódulo industrial, de empleo, regional y esquema comercial de
base, que componen el MAM es:
25 La documentación sobre este modelo aclara, sin embargo, que existen problemas de convergencia por discontinuidad de los datos, ya que algunos módulos usan programación lineal y otros funciones tabuladas.
45
Figura 2.5.- Representación esquemática de los submódulos que conforman el MAM-NEMS.
• Módulo de Energía Internacional (International Energy Module,
IEM).- Este módulo representa el mercado internacional de petróleo.
Tiene como propósito calcular un precio promedio del petróleo por
periodo y provee curvas de suministro de sus derivados y aquellos
elementos necesarios para la refinación. El precio se fija buscando el
equilibrio por región las curvas de oferta y demanda.
• Módulo de Demanda Residencial (Residential Demand Module).-
Calcula un estimado del consumo energético directo de casas y
vehículos privados, dependiendo del Ingreso medio de cada región.
46
• Módulo de Demanda Comercial (Comercial Demand Module).-
Estima el consumo de energía por el uso final comercial por región,
según el censo económico anual.
• Módulo de Demanda Industrial (Industrial Demand Module).-
Estima el consumo de calor y electricidad en cada uno de los 16
sectores industriales considerados, a partir del precio de los
combustibles y las perspectivas económicas de cada sector y región.
Este módulo incluye también cogeneración y reciclado.
• Módulo de Demanda en Transportes (Transportation Demand
Module).- Estima el consumo del sector transportes, según el precio
de los derivados del petróleo y de electricidad, según el tipo de
vehículo, población y variables macroeconómicas por región.
• Módulo de Combustibles Renovables (Renewable Fules Module).-
En este módulo se representa el consumo de biomasa, solar
fotovoltaica, solar térmica, Geotérmica, residuos sólidos y eólica,
entregando curvas de demanda de este tipo de energías por regiones.
• Módulo de Oferta de Gas y Petróleo (Oil and Gas Suplí Module).-
Calcula las curvas de oferta para el petróleo crudo y el gas, bajo
distintas fuentes, internacionales y nacionales y también fuentes
convencionales y no convencionales. Todo sujeto al precio de los
productos, las reservas y la tecnología disponible. Considera 12
regiones de oferta.
• Módulo de Transmisión y Distribución de Gas Natural (Natural Gas
Transmisión and Distribution Module).- Representa un sistema de
transmisión, distribución y almacenaje de gas natural, sujeto a los
precios finales según la región, el uso y las inversiones de tecnología
para la disponibilidad del recurso en 12 regiones.
• Módulo del Mercado del Carbón (Coal Market Module).- Representa
el sistema completo del mercado del carbón interno y externo.
Comenzando con la minería, el transporte y la distribución, fijando
47
los precios en origen y los usos finales según las características del
carbón. Toma en cuenta 12 tipos distintos de carbón, 11 regiones de
oferta y 13 regiones de demanda, todas internas, además de 3 tipos de
carbón, 16 exportadores y 20 regiones importadoras externas. Fija por
tanto el precio de importaciones y exportaciones, ofreciendo las
curvas de oferta. El esquema general de un módulo de oferta sería:
Figura 2.6.- Representación esquemática de los submódulos que conforman el CMM-NEMS.
• Módulo del Mercado del Petróleo (Petroleum Market Module).-
Estima el precio internacional del petróleo crudo y de productos,
tanto en origen como al consumidor final. También representa
importaciones, refinación, consumo de petróleo y productos de
refinación. Usa las mismas categorías del módulo intencional, y con
sus datos construye las curvas de oferta.
• Módulo del Mercado Eléctrico (Electricity Market Module).-
Representa el sistema eléctrico de EE.UU. al completo, generación,
transmisión, distribución y tarifación. Esta sujeto al precio de los
48
energéticos, los costos de generación y otras variables
macroeconómicas por región. La salida de este módulo son las curvas
de demanda eléctrica por región. Tiene tres sub-módulos:
Planificación de la capacidad, distribución de combustible y finanzas
y precios.
Los pasos que describe la figura 2.6 son: Paso 1= Calibración del modelo
por regresión a niveles de producción, precios, tipo de carbón. Paso 2=
Convertir la ecuación de regresión en curvas de oferta. Paso 3= Construcción de
una función por pasos de la oferta. Paso 4= Ajuste de la función/curva de oferta
en términos de ‘dólares al año’ que es lo que se suministra al módulo
Integrador.
Por último, cabe destacar que si bien en la figura 2.4, no se contempla
ningún módulo ambiental, existe en el NEMS uno que podría incluirse en la
rutina, pero ya que en ningún reporte anual se contempla su uso26, no se entrará
a detallarlo, porque en realidad no forman parte de su estructura usual.
Caracterización del NEMS:
• Propósito.- General: Predecir. • Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno. • Tratamiento analítico.- Abajo-arriba y Arriba-abajo, según módulo. • Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales. • Procesamiento matemático.- Programación lineal, en términos
generales, pero depende del módulo. • Alcance geográfico.- Nacional. • Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en 4 sectores finales muy
agregados. • Horizonte de tiempo.- Medio: 20 años. • Requerimiento de datos.- Cuantitativos y disgregados. • Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisiones sólo si se incluye un
módulo específico para ello, pero no se considera en la estructura usual.
• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.
26 EIA, Integrating module of the NEMS, EE.UU., DOE/EIA, 2001, p. 54.
49
2.3.4.- Modelos utilizado para la prospección energética europea27.
La Comisión Europea encargó desde 1993, dentro del marco del programa Joule II,
Joule III, la creación de modelos energéticos para la prospección energética de la Unión.
Bajo éste concepto se desarrollaron dos modelos principalmente, el PRIMES y el
POLES. El primero se desarrolló para representar el comportamiento de los países
miembros de la UE, y sirve para explorar opciones energéticas entre políticas y
tecnologías, diseñado para enfocar los mecanismos de mercado y su influencia en el
sistema energético. El POLES se completó en 1997 y es un modelo de representación
global, de largo tiempo y que estima tanto las perspectivas energéticas y de emisión de
CO2. Dado que éste último modelo es el que se utiliza para establecer las prospectivas
globales, es el que se analizará un poco más a detalle.
POLES.- Prospective Outlook on Long term Energy Strategy (Visión
Prospectiva para la Estrategia Energética de Largo plazo), tiene un alcance de 30
años, esta diseñado para determinar la demanda de energía, crear escenarios de
precios o proyecciones de suministro. Entre sus objetivos se encuentran:
• Reducir incertidumbre e identificar los márgenes de libertad en el
futuro desarrollo del consumo energético y emisiones
correspondientes de CO2.
• Proveer de elementos para análisis de eficiencia de costos en las
políticas de reducción de emisiones.
• Analizar el impacto de la entrada de tecnología o sistemas de reducción
de emisiones en los precios.
• Ayudar a identificar las mejores estrategias de inversión y desarrollo
para la Unión Europea en el contexto mundial.
El POLES utiliza más de 60 mil parámetros: 35 mil definiciones, 15 mil
datos exógenos y 10 mil variables exógenas. Representa 14 países
individualmente y 12 regiones locales, todo se agrega en hace 26 regiones
27 Básicamente en lo que se refiere al documento de la Dirección general para la energía de la Comisión Europea, European union energy outlook to 2020 (special issue), Bélgica, 1999.
50
globales. Los sectores analizados se dividen en 11 actividades. Los datos de
entrada proceden tanto de la IEA, del EuroStat y del Banco Mundial.
POLES se divide en dos grandes segmentos generales de cómputo: por un
lado, hay una integración vertical que calcula la oferta y demanda energética de
cada región, y después se integran los resultados de cada región en la
representación del mercado internacional de energéticos primarios, carbón,
petróleo y gas únicamente. A esta última integración se le considera horizontal.
Figura 2.7.- “Integración Vertical” por cada región o país en el POLES.
51
Figura 2.8.- “Integración Horizontal” para las regiones y países en el POLES.
En términos generales las dos entradas principales por región son la población y el
PIB como se puede observar en la figura 2.7, con lo que se determina la demanda final
por sectores de consumo, con esto, primero se considera que los energéticos naturales
suplen algo de la demanda final y lo sobrante pasa al módulo de electricidad y sector
transformación, con lo que se determina la necesidad de importaciones y exportaciones
de energéticos primarios para cada región. Las curvas de importación y exportación de
cada región se combinan en la simulación del mercado internacional de energía. En
términos de módulos individuales dentro del modelo, se puede hablar de cinco módulos:
52
Figura 2.9.- Módulos que conforman el modelo POLES.
La figura anterior nos muestra como las dos hipótesis exógenas, la
población y el PIB, se alimentan al módulo M1, de demanda de energía
primaria donde se modelan las 26 regiones individualmente, calculando
demanda de energía final, consumo de energéticos naturales y consumo de
electricidad y para el sector de transformación. Este módulo también puede
recibir información de un sub-módulo el M5 que modela el mercado mundial
del acero. El M1 entrega sus resultados al módulo M2 donde se calcula la oferta
necesaria de petróleo, carbón y gas natural, que a su vez entrega dicha
información al M3 que simula 8 regiones de intercambio internacional de
dichos energéticos, con lo que buscando equilibrio en los mercados se procede
al M4 que calcula los precios internacionales de los tres energéticos fósiles que a
su vez se retroalimentan a los anteriores módulos, para iniciar un nuevo
53
proceso de iteración, hasta que la convergencia coincide con la tolerancia, todo
en equilibrios parciales por periodo.
Los casos generados con el POLES se consiguen introduciendo impuestos
para lograr disminución de emisiones, o bien introduciendo nuevas tecnologías
para medir dicho abatimiento. En cada estudio, el caso de referencia se consigue
sin introducir ninguna medida adicional a las ya existentes.
Caracterización del POLES:
• Propósito.- General: Predecir, explorar.
• Estructura.- Descripción económica detallada. Poco endógeno.
• Tratamiento analítico.- Abajo-arriba y Arriba-abajo, integrados.
• Metodología básica.- Optimización de equilibrios parciales.
• Procesamiento matemático.- Programación lineal.
• Alcance geográfico.- Global.
• Cobertura sectorial.- Sector energía, dividido en 11 sectores finales.
• Horizonte de tiempo.- Largo: 30 años.
• Requerimiento de datos.- Cuantitativos y disgregados.
• Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisión de contaminantes
específicos.
• Tratamiento socioeconómico.- Nulo.
2.4.- Críticas generales
La mayor crítica que puede hacerse a los modelos energéticos es al concepto
mismo que persiguen. Como se comentó al principio de éste capítulo, tratar de
representar con variables racionales aquellos parámetros que parecen depender
más de nuestro inconsciente o de nuestro comportamiento social que dista aún
mucho de ser racional, por lo que hay que ser concientes de las limitaciones
propias de nuestras representaciones de la realidad.
54
Las críticas más particulares comienzan con la forma de estructurarse y de
administrar los datos o llegar a la solución de las perspectivas. La primera en
éste sentido sería que la mayoría de los modelos trata a los distintos energéticos
o bien de una manera muy rígida o muy relajada. Esto es: algunos modelos
consideran que los energéticos conocidos tienen un único uso posible y por lo
tanto se les asocia únicamente a él; otros consideran que los energéticos son
intercambiables completamente o compatibles para cualquier uso, ignorando
así la imposibilidad de emplear ciertos energéticos en ciertos usos. Esto se debe
a una estructura interna demasiado rígida o bien, a que la forma básica de
optimización o decisión de convergencia es, en la mayoría de los casos el costo,
que inevitablemente discrimina las características propias, tanto del uso como
del energético. Ambos extremos son erróneos, hay que buscar la elaborar
modelos que reconozcan las limitaciones de los energéticos en algunos usos
específicos y que permitan, al mismo tiempo, la exploración de nuevos usos,
tanto para nuevos energéticos como para los tradicionales.
En lo que concierne a la elección en las regiones de los modelos es cuando
menos, cándida y fútil, ya que generalmente éstas no se definen bajo ningún
criterio académico o formal previo la inicio del estudio; o bien se determinan
por su intercambio comercial actual, energético o económico, o simple mente se
establecen regiones geográficas comunes. Debe de existir una definición previa
de características para definir las regiones dependiendo del estudio que se
quiera hacer. Por ejemplo, si se quiere hacer un estudio del comportamiento
comercial mundial, es lógico establecer las regiones del estudio bajo
consideraciones económicas, pero si el estudio es energético, los criterios de
elección deberían también circunscribirse a dicho ámbito. Un estudio enfocado
al desarrollo sostenible debería tratar de abordar una caracterización de grupos
o regiones según el mayor número de factores relacionados con dicho principio.
Lo cual conduce a otra crítica concreta pero mucho mayor, es que los modelos
actuales excluyen la representación de un sistema social bajo indicadores no
económicos, así como la simulación ecológica que vaya más allá del cálculo de
55
emisiones preocupantes. Todo esto además deberá de sintetizarse para
conseguir un método de evaluación o dictamen integrador de los cinco factores
del desarrollo sostenible: el económico, el social, el ecológico, el tecnológico y el
ético.
La crítica principal a los actuales modelos es la preponderancia, en la
estructura, el análisis y en la solución de los sistemas, de la teoría económica.
Por una razón principal: el desarrollo sostenible lo es mientras se consideren los
cinco factores antes mencionados; si no están presentes, no son modelos
sostenibles, son modelos económicos, y así deberían denominarse: modelos
económicos del sistema energético.
Actualmente se considera que la economía determina el resto del sistema
social, incluso se llega a pensar que determina también el medio ambiente. Esto
es claramente un error, simple y llanamente porque la realidad es mucho más
compleja que eso. Esto hace claro que estudiar las variaciones sólo en éste
ámbito, es cuando menos parcial, lo cual no le quita validez dentro de esa
parcialidad, pero debería ser reconocido como tal: parcial. Hay que tener la
aspiración de representar la realidad, sí no en su totalidad, –que será siempre
imposible–, sí buscando esquemas filosóficamente más amplios, como en éste
caso, bajo la concepción de la sostenibilidad, que al menos reúne cinco aspectos
de la realidad y no sólo uno. Parcial también, pero menos.
Como ejemplo de esta concepción parcial, economicista, que rige
actualmente el modelado energético y en buena medida toda la política
energética y su aplicación, quiero resaltar los siguientes casos:
El Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institut, WRI)
comenta en su análisis de los modelos energéticos existentes: “En la creación de
sus proyecciones sobre la energía futura el WEC, IEA y DOE, todos usaron la
misma proyección del crecimiento población, pero con asunciones ligeramente
distintas sobre el crecimiento económico y las mejoras en la intensidad
56
energética (o eficiencia energética)“ 28. También aclara que sus agrupaciones
geográficas varían, y resalta que estas pequeñas diferencias pueden provocar
grandes diferencias en las proyecciones finales. Pero lo significativo es que
parece un hecho aceptado el que la única variación considerada para prever el
futuro sea la económica.
Esto último se puede englobar en discursos más o menos crípticos, pero
que siguen esta misma línea economicista clara, por ejemplo tomemos los
siguientes párrafos del documento del Ministerio de Economía del Estado
Español, “Planificación de los sectores de electricidad y gas”29:
En la definición de escenarios hay que tener en cuenta los factores de tipo social,
técnico y económico que modifican de forma continua las pautas de consumo
energético, en particular el aumento de renta media en la sociedad que lleva asociadas
nuevas necesidades de consumo energético, a pesar de disminuir la intensidad
energética de muchos productos por la evolución tecnológica30.
Y:
En la previsión de la evolución energética se hace necesario, en primer lugar,
considerar las previsiones de crecimiento económico y de los factores
macroeconómicos relacionados con dicho crecimiento, así como la influencia sobre el
sector energético de otras políticas como la de protección del medio ambiente, las
políticas fiscal y de transporte y las políticas de investigación y desarrollo de nuevas
tecnologías energéticas31.
El primer párrafo refleja, al principio, un intento de demostrar la
consideración de tres factores en su análisis de la realidad: el social, el técnico y
el económico. Sin embargo, de entre todos los posibles parámetros que estos
tres factores pueden contener, se consideran en definitiva sólo dos variables
agregadas y del tipo económico: el aumento de la renta y la evolución de la
intensidad energética. Lo mismo en el segundo párrafo, lo importante y con lo
que se trabaja son los conceptos de crecimiento económico y los factores 28 http://www.wri.org/wri/wr-96-97/em_b2.html (10-2003) 29 Ministerio de Economía, Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011, MINECO, España, 2003. 30 Ibid., p. 1. 31 Loc. cit.
57
macroeconómicos, y así se estipula y se aplica en la elaboración concreta de
previsiones. Sin embargo, se agregará siempre un discurso incluyente, que
contemple diversos factores ambientales y tecnológicos, pero que en realidad no
se reflejan de ninguna manera explícita en la construcción de los modelos, ni
siquiera de los casos de exploración, son cuando más factores intelectuales que
sobrevuelan la conciencia de aquellos que elaboran las previsiones, pero que de
ninguna manera se concretan en su elaboración.
Un ejemplo de esto dentro de un modelo concreto es el módulo de
Demanda Residencial del NEMS, que determina dicha demanda , y en
definitiva el uso final de la energía, exclusivamente según el ingreso medio de
la región que se analice, como se atestigua en la página 45, y en los textos del
Consejo Mundial de la Energía podemos encontrar el siguiente ejemplo de la
preponderancia económica en el proceso de planificación:
Como aplicación del análisis Arriba-abajo, el Consejo desarrolló cuatro Casos, basado
cada uno de ellos en diferente hipótesis en términos de desarrollo económico,
financiación del mismo, eficiencia energética y transferencia de tecnología. Estos
Casos se diseñaron para ilustrar los más probables escenarios energéticos, sin
pretender predecir lo que realmente vaya a ocurrir en el futuro32.
Aquí por lo menos no se recurre a los intentos de inclusión de otros
factores en el discurso, el análisis el claramente económico y tecnológico, y con
esto, se es un poco más conciente en la parcialidad del análisis.
En lo que concierne a todos los estudios que presentan distintos “casos”, la
dinámica general es crear el “sistema energético de referencia”, que se establece
conceptualmente como el modelo que perpetúa el estado actual del sistema, y
éste sólo se modifica para la elaboración de los casos por las necesidades del
mercado energético, generalmente atendiendo al precio de los energéticos
primarios, a las distintas perspectivas de crecimiento económico, de evolución
de la intensidad energética o a la disponibilidad de combustibles, pero sin
alterar sustancialmente la propia estructura del sistema energético con todos
32 WEC, Energía para el mundo del mañana, p. 34
58
sus errores o aciertos. Por un lado se repite la crítica de la exclusiva visión
economisista en la posibilidad de variables utilizadas, pero también, si lo que se
quiere es modificar precisamente el sistema por los efectos que son evidentes
hoy, se debe establecer un modelo que permita modificar precisamente la
estructura misma del sistema energético.
Incluso la demografía se economiza, ya que muchas veces el mismo
crecimiento demográfico se vislumbra sólo como un elemento, una variable del
sistema económico:
La evolución demográfica es importante en la estimación del consumo energético, por
varios motivos: por un lado, para el cálculo de la población activa y las posibilidades
de crecimiento económico, así como por su impacto en las finanzas públicas, dado el
peso del sistema de bienestar en España y, por otro lado, para la evaluación del parque
de viviendas y las tasas de equipamiento familiares y de automóviles33.
Lo primero que hay que recordar es que es precisamente al contrario: la
economía se manifiesta, existe, sólo porque existen los asentamientos humanos;
la economía es una consecuencia de la actividad humana, no su antecedente.
Esto es claro al comparar otras manifestaciones de vida. Es cierto que el ser
humano es hoy un homo economicus, sin embargo, es el ser humano y su
comportamiento el que puede interpretarse desde la perspectiva económica, no
lo contrario. Así que lo lógico es tratar los temas económicos como una
consecuencia de la presencia humana y su expansión, la demografía. Además,
esto separa completamente el comportamiento demográfico de las necesidades
básicas de dicha población, y lo convierte en un indicador económico. La
previsión del crecimiento demográfico es importante porque, precisamente, y
aunque suene a obviedad, nos indica la cantidad de personas a las que se tiene
que satisfacer las necesidades, entendiendo que la energía juega un papel
primordial en dicha satisfacción, al igual que la economía y una serie de otros
factores, pero ninguno por encima del otro: su jerarquía específica dependerá
de la cultura de cada grupo humano.
33 Ministerio de Economía, Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011, MINECO, España, 2003, capítulo 2, p. 4.
59
La preponderancia de la economía, no sólo pasa por controlar las
previsiones y las herramientas que se usan en el sistema energético, hoy en día
controla directamente el sistema energético en sí. Como ejemplo podemos
destacar que con la privatización del mercado energético las prioridades de la
planificación gubernamental cambian también, de tener un carácter de
obligatoriedad a una mera recomendación a las empresas del sector34. Se puede
destacar lo que al respecto opina el Ministerio de Economía español:
La previsión de la demanda de energía a largo plazo cumple una triple función. En
primer lugar, permite establecer un marco indicativo a largo plazo de las necesidades
de abastecimiento de energía, un elemento imprescindible de desarrollo económico y
social. Por otra parte, facilita la programación por las empresas de las inversiones
necesarias para cubrir la demanda, inversiones que, por su magnitud y su largo
período de maduración, requieren una precisa planificación operativa y financiera de
las empresas que deben acometerlas. Asimismo, la evaluación de la tendencia de la
demanda de energía es necesaria para definir una estrategia coherente con los
objetivos de mejora de eficiencia energética de la economía, protección del medio
ambiente y desarrollo sostenible, estrategia que sólo es plenamente eficaz a largo
plazo35.
Parece claro que se obvia lo primordial: la energía la utilizan los seres
vivos, y en particular el ser humano para satisfacer sus necesidades. Lo terrible
es que cada día se pasa de obviar a olvidar, centrando los objetivos en otros
aspectos menos importantes.
Por último, otra consecuencia del control de la economía es el plazo para el
cual se realizan las previsiones, que se hacen por corto tiempo con resultados
económicos y de demanda de energía. Principalmente porque, no se puede
predecir el funcionamiento del mercado a largo plazo (incluso hay ocasiones
que ni al muy corto). Mientras los planes en políticas económicas se establecen
por periodos no superiores a 5 años36, el sector energético requiere planes de
política energética de al menos 25 años. Pero en el sistema energético es 34 Ibid, p. 2. 35 Ibid., p. 1. 36 Mozambique (ver compu-planeación) p. 176.
60
irresponsable no pensar a largo plazo y diseñar o marcar las políticas que
regirán el sector, dado que sólo la construcción de una planta esta entre 7 y 15
años, y su vida útil puede superar los 40 años. Eso nos plantea una perspectiva
de al menos 47 años, y siendo responsables no se puede pretender construir una
central en 7 años sin tener idea de cuales serán las necesidades dentro de 47.
61
Capítulo 3
NUEVO CONCEPTO DE PLANIFICACIÓN ENERGÉTICA
La predicción es un arte muy difícil, especialmente cuando involucra el futuro Neils Bohr
3.1.- Planteamiento conceptual
Conviene comenzar aclarando que el modelo que se propone es un modelo de
evaluación de estrategias energéticas basado en el desarrollo sostenible para el
sector de la energía a nivel mundial. Para esto es esencial cambiar el concepto
de modelo energético, de modelos que se definen como “modelos de desarrollo
económicos y energéticos” hacia “modelos de desarrollo energético con
evaluación de sostenibilidad”, esto es: pasar de un modelo que trate de
representar el sistema económico como regente o regulador del subsistema
energético, para realizar modelos que representen el sistema energético y que
con ello pronostiquen posibles consecuencias en otros ámbitos que
invariablemente se encuentran correlacionados, como la sociedad en general, el
medio ambiente y el sistema económico, entre otros.
Al reconocer las limitaciones e incorrecciones del planteamiento
económico para la planificación energética presente hay que buscar un nuevo
paradigma en el cual basar nuevos planteamientos. Dicho paradigma es más
evidente de lo que parece. Si lo que se quiere es abastecer de energía al ser
humano, es lógico pensar que el origen del planteamiento debe comenzar, al
menos, con el propio ser humano, y ése es el nuevo paradigma. El enfoque del
62
ser humano como principio y fin del esfuerzo de planificación energética revela
una serie de conceptos básicos que han sido obviados; estos son: la energía se
utiliza para satisfacer las necesidades del ser humano y la forma de dicha
satisfacción determina el patrón energético que cada sociedad establece, junto
con los recursos energéticos de los que dispone.
Con estos sencillos conceptos es posible entonces estructurar un modelo
de planificación completamente distinto y en realidad más adecuado. La
planificación energética debe comenzar con un análisis de la necesidad energética
de cada sociedad; debe continuar con un análisis concienzudo sobre las fallas de
dicho modelo energético37, los puntos en los cuales es posible mejorar, y con
ello proseguir al establecimiento del modelo energético que se desee alcanzar, o
bien, un modelo energético meta. La planificación energética se desencadenará
entonces consecuentemente al analizar las posibilidades existentes para unir el
punto de partida y la meta. De esta manera es posible conseguir más claridad
en la planificación: tanto en la dirección que se debe tomar, como en las
medidas que es necesario abordar en cada punto del desarrollo de determinado
plan energético. Además, las consecuencias sociales, ambientales, económicas,
técnicas y filosóficas de un plan energético elaborado de esta manera quedarán
mucho más claras.
Otra consideración esencial es que los modelos que se desa desarrollar no
pretenden predecir el futuro. El primer propósito es crear una herramienta que
ayude a representar distintas posibilidades que a su vez desencadenen
cuestionamientos filosóficos que agilicen la discusión sobre el futuro, que se
determinará entonces, invariablemente, a partir de las decisiones que tomemos
hoy, construyéndose con nuestras acciones concretas.
Lo que se debe buscar con estos esquemas de modelación no es una
herramienta sofisticada y complicada que represente con exactitud el mundo y
los sistemas que lo conforman, y que al variar datos de entrada y políticas
37 En este caso el término “modelo energético” se utiliza en su concepción más amplia, como el esquema energético que sigue una cultura determinada.
63
económicas permita encontrar el “mejor” camino de desarrollo. Se debe buscar
crear herramientas que permitan experimentar con teorías de desarrollo que
esclarezcan los paradigmas filosóficos que se nos presentan hoy y que permitan
resolverlos. El modelado energético se usa hoy más como un medio para probar
distintas políticas de praxis, no hipótesis de teorías. En definitiva, generar un
sistema para la creación de modelos que sirva para definir la política energética
gubernamental futura, tanto de naciones individuales, o sus regiones, cuanto de
nivel internacional.
Para evitar predecir el camino más probable, se deberían generar una
multitud de casos con las variaciones posibles de variables definitorias del
sistema energético, independientemente de su probabilidad de ocurrencia, y al
final plantear casos que reúnan las mejores características en términos de
sostenibilidad, elegir aquellos posibles, aunque sean al mismo tiempo
improbables, y tomar las decisiones políticas, sociales, económicas y técnicas
que sean necesarias para lograr la consecución de dicho camino o escenario.
Para esto se debe comenzar, con establecer metas, que deben ser los
objetivos comunes que se quiere conseguir; después estudiar las acciones
necesarias para lograr su realización. El planteamiento dialéctico es que, en
contra de tratar de predecir el punto futuro a partir de suposiciones válidas,
se debe plantear un futuro posible y deseable a partir de distintas
consideraciones, y tras el análisis de sus implicaciones analizar el camino
correcto para conseguirlas. Con esta perspectiva considero que para analizar
periodos largos de tiempo hacia el futuro, el mejor esquema de modelo sería el
de La Proyección inversa38.
Como segundo pilar conceptual del esquema, además del ser humano
como objetivo principal, se añadiría ahora el desarrollo sostenible, “como aquel
que satisface las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las
capacidades de las generaciones futuras para cumplir sus propias
38 Refiriéndose al término Backcasting, como se explicó en el capítulo II.
64
necesidades”39. En una lectura rápida parece no aportar nada concreto o nada
particular a nuestros planteamientos actuales, ya que en principio todos
queremos lo mejor para nosotros y para nuestros descendientes, por lo que sería
fácil suscribir dicho desarrollo en primera instancia. Sin embargo, si nos
detenemos a reflexionar, a considerar lo que realmente implica satisfacer las
necesidades de las generaciones actuales, todos los seres humanos, y sin comprometer
las capacidades de las generaciones futuras, de nuevo, todas ellas por millones de
años, el planteamiento ya cobra un nuevo matiz, una profundidad
definitivamente estremecedora. Para concretar la amplitud de lo que significa lo
anterior, podemos considerar que el desarrollo sostenible se compone de cinco
factores: el social, el económico, el ambiental, el tecnológico y el filosófico.
Se puede especular que si se consigue un desarrollo que equilibre los
mejores escenarios posibles de cada uno de estos factores, se obtendrá el
deseado desarrollo sostenible. Éste buscaría un máximo desarrollo en el terreno
social global, considerando un desarrollo económico eficaz, que además
minimice el impacto ambiental, utilice la tecnología más adecuada y eficiente
para cada caso, y que por encima de todo esto considere en todo momento
conceptos filosóficos esenciales de justicia, igualdad, fraternidad, respeto y
libertad.
Para trasladar estos conceptos al terreno del análisis energético es
indispensable encontrar un vínculo que por un lado centre el análisis en el nivel
humano, y por otro sea coherente con el desarrollo sostenible. El concepto que
se propone ahora para conseguir esto es: la necesidad energética del ser humano,
entendida o definida como aquella energía requerida por el ser humano para
satisfacer sus necesidades. El requerimiento es entendido en sentido amplio,
incluyendo todas las transformaciones por las que pasa el recurso energético,
así como todos los recursos energéticos que directa o indirectamente se utilizan
en el complejo camino de la satisfacción humana. La idea de necesidad que se
entreteje en este concepto energético comienza con el planteamiento psicológico
39 ONU, Nuestro futuro común,(Informe Burtland), 1987.
65
de Abraham H. Maslow40 y su pirámide de necesidades; se enriquece con la visión
social de Agnes Heller, que llega a la siguiente conclusión: No existen necesidades
ni tipos de necesidades aislados: cada sociedad tiene un sistema de necesidades propio y
característico41.
Desde una perspectiva clínica, el psicólogo norteamericano
construyó una jerarquía de las necesidades básicas e instintivas. Es la
llamada “pirámide de Maslow”que considera:
1. Necesidades fisiológicas
2. Necesidades de seguridad
3. Necesidades de aceptación social
4. Necesidades de autoestima
5. Necesidades de autorrealización
Estableciendo la jerarquía por su importancia percibida por el orden en
que se busca su satisfacción. Cuando un nivel se ve satisfecho, inmediatamente
aparecen las necesidades del nivel siguiente, modificando la estructura
completa y volviéndose más compleja y difícil la forma de satisfacción,
interrelacionándose los niveles de distinta manera cada vez.
Por el otro lado, la socióloga húngara establece que las necesidades
naturales suponen el límite para la supervivencia humana y que todas las
demás serán consideradas estrictamente como necesidades artificiales, pero
ahonda y reformula la idea marxista de un Sistema de Necesidades definido a
partir de: “una determinada persona, de una determinada clase, de una
determinada época, nace en un sistema y en una jerarquía de necesidades
preconstituidas (aunque en evolución) por las costumbres, por la moral de las
generaciones precedentes y sobre todo por los objetos de sus necesidades. El ser
humano interioriza (según las sociedades) ese sistema, aunque de manera
individual”42.
40 MASLOW, Abraham H., Motivación y personalidad, España, Díaz de Santos, 1991, 436 pp. 41 HELLER, Agnes, Teoría de las necesidades en Marx, Barcelona, Península, 1998, p. 115. 42 Op. Cit., p. 82.
66
Concretando todo esto, se concluye que cualquier necesidad humana
requiere energía, incluso las necesidades psico-sociológicas de orden superior
requieren unas condiciones previas que implicaron necesariamente un gasto
energético. Este consumo energético se definirá primero según cada individuo y
su psique, pero determinado histórica, material y socialmente por su entorno
cultural. Con esto se puede analizar la necesidad energética del ser humano con
una perspectiva doble: por un lado su uso individual, y por otro el uso social de
dicha energía, interpretando indistintamente uno a partir del otro.
Por ejemplo, si un individuo disfruta saliendo al cine con sus amigos –
hecho que podría asociarse con las necesidades de aceptación social, entre
otras– no puede considerarse que el gasto energético sea exclusivamente el
relacionado con la energía que se consume en la sala de cine dividido entre los
espectadores de la película. Se debe considerar además todos los gastos
energéticos que se pueden asociar a la satisfacción de las necesidades
fisiológicas y de seguridad del individuo en concreto, como tres comidas al día,
vestido, la preservación de una casa, mantener un trabajo, o el gasto en el que se
incurre para mantenerse sano, además de la energía consumida en el transporte
del individuo hasta el cine. Se entiende entonces que el gasto energético
necesario para satisfacer una necesidad de aceptación social conlleva no sólo el
gasto energético de una actividad concreta, sino además el gasto energético de
todo aquello que le permite establecer la situación para acceder a dicha
necesidad. Por lo tanto, si la cuestión fuera concretamente saber el gasto
energético necesario para conseguir que la población disfrute de su tiempo libre
en sociedad, no basta considerar el gasto energético consumido durante esos
momentos de esparcimiento, pues ese sólo sería un cálculo parcial y específico
de la actividad concreta que se estudie.
Expuesto así, parecería que este concepto dificulta, más que ayuda, a la
elaboración de perspectivas energéticos, dada su complejidad y universalidad,
y es cierto para modelos concretos o de corto alcance. Sin embargo, considero
que para elaborar perspectivas energéticas estratégicas de grupos sociales
67
completos, sociedades o naciones, y por supuesto a escala global, el concepto de
la necesidad energética es indispensable, ya que es el único que permite
comprender el origen y la evolución de la necesidad energética.
Para establecer un punto de comparación inicial en nuestro análisis se
puede obtener, como cálculo referencial de la necesidad básicas energética del
ser humano, el requerimiento mínimo de energía para el mantenimiento de la
vida. El sustento de la vida del cuerpo humano entendiéndolo como una
máquina que necesita un nivel mínimo de energía para funcionar, manteniendo
todos sus componentes operativos y en buen estado, pero sin que estos realicen
una actividad que les suponga un gasto excesivo. Esto es, la energía necesaria
desde el punto de vista biológico, pero aclarando y resaltando que no es la
energía mínima necesaria para el buen desarrollo psicosocial humano. Dicha
referencia se establece para un ser humano de 70 kg en unos 10 MJ diarios, sólo
de alimentos para soportar un tipo de vida sedentaria con una ocupación que
no le demande mucho esfuerzo físico y en un medio ambiente con condiciones
climáticas favorables43. Es lógico suponer, aun intuitivamente, que esta energía
alimentaria no es toda la energía que necesita un ser humano para sobrevivir,
incluso en la situación hipotética analizada por los filósofos herederos de
Descartes como Jonathan Dancy44 con su cerebro confinado. La necesidad
energética no se limita sólo a la ingesta de alimento, ya que se deben dar
condiciones externas adecuadas en el medio que rodea al individuo para el
mantenimiento de la vida. En ese sentido el cuerpo humano necesita de más
energía para subsistir, de tal forma que la temperatura del medio que lo rodea
no sea extrema (calurosa o álgida) y que no existan otros componentes
incompatibles con la vida, como los contaminantes, pues conllevan un gasto
energético al ser que es necesario gastar energía para retirar dichos elementos
del medio o evitar que penetren en él.
43 PEÑA, Antonio y Georges DREYFUS, La energía y la vida. Bioenergética, México, FCE, 1997, (La ciencia para todos, núm. 92), p. 86. 44 DANCY, Jonathan, Introduction to Contemporary Epistemology, UK, Blackwell, 1985.
68
Apartándonos de la especulación puramente filosófica y añadiendo
criterios históricos, antropológicos y psicológicos se puede pensar que el ser
humano ha tenido periodos de mayor y menor consumo energético, y que uno
de aquellos periodos de bajo consumo, coincide con los periodos para los cuales
las necesidades psicológicas elevadas de la pirámide de Maslow no se
presentaban comúnmente (nunca podrían suprimirse del todo). Tales
momentos serían aquellos en los cuales el ser humano sólo lucha por su
subsistencia. Sin entrar por ahora en la discusión de si dicha etapa todavía está
presente en nuestros días, es fácil consensuar que dicho periodo en la historia
del ser humano se dio, fundamentalmente, hace cincuenta mil años, cuando
nuestros ancestros apenas se diferenciaban claramente como homo sapiens
sapiens.
Es posible especular que un ser humano que vivió entonces consumiera al
menos 30 MJ al día, considerando para este cálculo, además de la ingesta de
alimento acorde a su actividad (14 MJ/día), el uso de biomasa, leña45 como
combustibles para cocinar los alimentos y calentarse (16 MJ/día), lo cual
aproximadamente arroja un consumo energético anual de unos 11 GJ/año. Se
observa que este cálculo es tremendamente sencillo y subjetivo, pero resalto que
sólo pretende ser una referencia del mínimo consumo energético posible para
un individuo, no contempla otros gastos energéticos necesarios para cumplir
con otras necesidades sociales o psíquicas, tan necesarias como el alimento
mismo para el mínimo desarrollo humano. Además se considera que el trabajo
humano era la principal fuente de energía en la transformación y adecuación de
su medio, por lo que no se utilizaban más energéticos para otros fines, esta
presunción puede no ser cierta.
Continuando con el cálculo para trasladar al nivel global el gasto
individual, supongamos que todos los individuos que hace 10 mil años
45 Se considera que el aporte energético de 1 kg de leña es aproximadamente 16 MJ.
69
poblaban la tierra (probablemente unos 5 millones46) consumiesen lo mismo
(suposición por demás improbable). El consumo de nuestra especie sería de
55 PJ/año (55x1015 J/año). Cabe aclarar que los cálculos de consumo energético
reportados actualmente no consideran el aporte energético de los alimentos,
que representa casi el 50 % del cálculo ahora realizado para nuestro hipotético
hombre de las cavernas; así que considerando sólo el consumo de la energía que
le aporta el consumo de leña diario, el consumo energético de nuestra especie
rondaría los 29.2 PJ/año, que es algo así como unas 14 mil veces menos de lo
que nuestra especie consumió de energía en el año 2000. En términos de leña, es
probable que el ser humano consumiera, hace diez mil años menos de dos
millones de toneladas al año. Si quisiéramos satisfacer nuestro consumo
energético actual sólo con leña, nos enfrentaríamos a una cifra inimaginable de
leña. (Inimaginable, sí, pero no incalculable: serían poco más de veintiséis mil
millones de toneladas de leña al año = 2.61x1013 kg leña/año).
Continuar con un cálculo energético sobre las demás necesidades
humanas ya no es tan sencillo. La elaboración de una taxonomía o una jerarquía
de necesidades energéticas desde una perspectiva puramente teórica resultaría
demasiado general y poco provechoso, lo cual se alejaría del objetivo de este
trabajo. Tomar una taxonomía o jerarquía de necesidades ya existente y estudiar
el gasto energético que ella implica tampoco me parece adecuado, ya que se
abordaría el problema desde los satisfactores (y el gasto energético implicado
en cada uno) que se involucran en la satisfacción de cada necesidad y eso sería
más complicado aun. Así que un desarrollo práctico y particular de dicha
taxonomía parece más adecuado aunque, el método a utilizar en este análisis no
será exhaustivo. El método exhaustivo consistiría en estudiar a cada individuo,
de cada clase social, de cada cultura, de cada región, de cada país del mundo
para determinar las necesidades energéticas particulares, culturales, sociales,
regionales, nacionales y por tanto globales. Se trata de un camino interminable,
46 EHRLICH, Paul y Anne EHRLICH, La explosión demográfica (El principal problema ecológico), Barcelona, Salvat, 1993. p. 43.
70
tanto por la cantidad de casos a estudiar (más de seis mil millones) como por la
diversidad de medios de satisfacción, en los que hay siempre un uso energético.
El método planteado desde el punto de vista práctico siempre será parcial
y por tanto no completamente generalizable, pero se tratará de complementar
con los conceptos puramente teóricos provenientes de las elucubraciones
filosóficas ya mencionadas para tratar de reducir la parcialidad tanto como sea
posible, además de identificarla para no incurrir en errores al tratar la necesidad
energética humana en un contexto global.
El desarrollo práctico de la jerarquía energética no exhaustiva, pero
general y aplicable a la media de los individuos, podría hacerse estudiando
modelos “tipo” de cada sociedad y generalizar el modelo al conjunto, buscando
principalmente usos energéticos directos. Esto es: contabilizar los energéticos
concretos utilizados por un individuo para satisfacer determinadas necesidades
y después analizar las actividades en las que parece no existir un gasto concreto
de energía, pero en las que obviamente existió en algún momento una entrada
de energía.
Ejemplifiquemos esto analizando las actividades de un individuo abstracto
de la sociedad occidental actual que al levantarse se baña; desayuna; se
desplaza a trabajar; trabaja; se desplaza a comer; come; se desplaza nuevamente
al trabajo; trabaja nuevamente; se desplaza a su casa; entretiene un poco; cena y
duerme. Este individuo consume más energía de lo que en una primera
aproximación pudiese pensarse. Como primer paso se debería contabilizar la
energía utilizada para cocinar sus alimentos, la energía que le aportan los
mismos, calentar el agua de su ducha, el combustible que gasta el transporte
que lo desplaza en ese momento, la energía que requiere específicamente para
su trabajo (si trabaja con alguna máquina que consuma energía o la energía de
los servicios que le ofrecen en su trabajo), la energía eléctrica utilizada como
sustituto de la luz solar y la energía que gasta en su entretenimiento (que puede
ser de lo más variado). Después, hay que analizar toda aquella energía que se
usa para hacer posible que todo esto se realice de la forma en que se hace, esto
71
es: la parte proporcional de consumo energético que hicieron posible la ropa y
efectos personales que usa diariamente el individuo en cuestión, su vivienda, la
energía consumida en transportar el agua a la vivienda del individuo (bombeo),
la energía que se utilizó para producir, transportar y conservar los alimentos
desde su producción hasta el consumo, la energía que se emplea en llevar los
combustibles desde su lugar de producción hasta el lugar de residencia del
individuo estudiado para que los transportes funcionen ese día, la energía
utilizada en la fabricación de todos los utensilios materiales que emplea el
individuo a lo largo del día, la energía consumida por los servicios públicos
como el alumbrado público, la energía que se usa en otros servicios que el
individuo no utiliza, pero que están disponibles para que lo haga si lo desea o
necesita, etc. Esto también parece interminable. Pero enumerarlos e
identificarlos sería necesario si el objetivo es determinar cómo mejorar y reducir
los consumos energéticos de dicho estilo de vida. Sin embargo, por ahora, ése
no es el objetivo, sino analizar y contabilizar el consumo general o global de
cada individuo para posteriormente analizar el detalle de su consumo directo,
indirecto, particular o colectivo.
Este enfoque ya abre otras posibilidades de estudio, ya que el contabilizar
los usos energéticos directos puede resultar sencillo, aún a nivel individual; sin
embargo el problema es el uso energético indirecto o colectivo. Si se analizara a
otro individuo de la misma sociedad se descubriría que parte de la energía que
utiliza en el desempeño de su trabajo, y por tanto para él un consumo directo,
es parte de la energía indirecta que se transforma en la actividad del primer
individuo, sólo que para éste primero se contabilizaría como un consumo
colectivo, por ejemplo. Así es arriesgado, pero no descabellado, pensar que si se
analiza un conjunto de individuos que viven en una misma sociedad se estará
contabilizando incluso la energía indirecta que se transforma cotidianamente
entre ellos. Con esto en mente y contando con datos internacionales sobre el
consumo energético a nivel nacional y sobre la población de cada país, se
establecerá el análisis energético para el presente trabajo. El análisis de la
72
pirámide de Maslow junto con el concepto de sistema de necesidades de Heller
nos permite entender cómo las necesidades particulares de las diferentes
culturas y sociedades, que existen en las diferentes regiones y países, suponen
para su satisfacción la adecuación a un sistema de necesidades que sigue un
orden equivalente al de las necesidades individuales. Esto es, que mientras los
países pobres consumen energía para satisfacer las necesidades más esenciales,
dentro de las primeras categorías de la pirámide de Maslow (necesidades
fisiológicas y de seguridad); los países ricos consumen mucha más energía
pretendiendo satisfacer las necesidades de categorías superiores (necesidades
de aceptación social y autoestima). También de las conclusiones obtenidas del
análisis de la pirámide de Maslow se extrapolar que el proceso de gasto
energético parece ilimitable o al menos nunca será definitivo, dado que las
necesidades humanas parecen siempre aumentar y con ellas el gasto energético
que conllevan, pero cabe aclarar que la cantidad de dicho aumento dependerá
siempre del modelo sociocultural que se adopte.
Tradicionalmente el consumo energético se ha dividido en sectores de
consumo, pero cabe aclarar que dichos sectores no se traducen directamente en
las necesidades energéticas de la sociedad, aunque en principio nos
proporcionan una buena idea del uso energético de las sociedades. En futuros
estudios se deberán analizar y redefinir estos sectores de acuerdo a la necesidad
energética. Los sectores de consumo tradicionales son:
• Industrial
• Agrícola
• Comercial
• Residencial
• Servicios
• Transportes
Simplificando, y teniendo en mente un modelo energético, la necesidad
energética debe analizarse, por tanto, comenzando por el consumo total de los
individuos de una nación y después tratar de examinar la proporción de gasto
73
que cada uno de los sectores energéticos supone en cada sociedad, lo cual
sentaría la base para posteriores estudios más concretos y específicos para cada
sociedad y cultura. Especificar o aislar consumos únicos o propios de cada
sector y aplicarlos en el análisis de individuos concretos, resulta complicado,
aunque no imposible; en mi opinión es mucho más práctico analizar un
conjunto de individuos organizados en grupos sociales que compartan
características histórico-materiales-económico-sociales similares, entendiendo
en todo momento que dichos grupos no pretenden más que la mejor
satisfacción de sus necesidades, fijando consciente o inconscientemente la forma
y el tiempo para ello. Lo que para un grupo social representa, por ejemplo, una
necesidad de seguridad apremiante, para otro grupo puede entenderse como
una necesidad de aceptación social prescindible, o bien aunque la identificación
y valoración sea la misma, la forma de satisfacción puede variar enormemente y
con ello su consumo energético. Por tanto, no es posible la homogenización de
todas las necesidades energéticas en jerarquías preestablecidas, y debe
aceptarse o tolerarse todas de acuerdo al grupo social que se estudie, siempre y
cuando esta satisfacción de necesidades no conlleve la insatisfacción de otras de
jerarquía inferior en la pirámide de Maslow del propio grupo u otro grupo
social.
Con todo esto se puede concretar el estudio de la necesidad energética y
un modelo de planificación energética basado en ella, en tres fases: la primera
sería determinar la cantidad de individuos que conforman una determinada
población, presente y futura. Segundo, determinar las condiciones particulares
en las que se encuentra esa población; que por un lado se refiere a las
condiciones históricas, sociales, económicas, culturales y medioambientales en
las que se encuentra dicha población y por otro lado se refiere a los recursos
energéticos, a la tecnología con la que se dispone para proveer de energía,
además del modelo energético preexistente en dicha sociedad. Por último el
tercer punto sería el establecimiento de un proyecto concreto de satisfacción
energética que debe ser comprendido, aceptado y asumido por parte de la
74
población. En el que se involucraría la elaboración de un modelo energético
computacional.
La primera fase debe completarse con un análisis de los distintos estudios
demográficos existentes, para elaborar una estimación de la población mundial
actual y futura. La segunda fase, que comprende determinar las condiciones
particulares en las que se encuentra esa población, debe abordarse elaborando
grupos de países o regiones con condiciones similares tanto actuales como
futuras, de acuerdo principalmente a su perspectiva demográfica y a su
“desarrollo humano”47, con un análisis país por país de su modelo energético
(usos y recursos energéticos) para así establecer de manera indirecta su
necesidad energética. La tercera fase de establecimiento de un proyecto de
satisfacción energética, se debe plantear, desde una perspectiva sostenible,
distintos casos de evolución energética para los distintos grupos analizados, con
la suposición de que el desarrollo conlleva implícito un proceso progresivo que
puede ser determinado.
Para terminar con los modelos de satisfacción que cada sociedad adopta
conviene aclarar tres conceptos que pueden confundirse al particularizar o
describir las necesidades energéticas: necesidad, satisfacción y satisfactor. La
necesidades entendida como carencia; la satisfacción como la eliminación de
dicha carencia y el satisfactor como el agente concreto de satisfacción (algunas
veces material, otras no). Así, por ejemplo, la necesidad del ser humano de
desplazarse alrededor de su entorno se ve satisfecha muchas veces gracias al
transporte en el sentido amplio y abstracto del término, pero que a su vez
puede concretarse materialmente en una bicicleta para ciertos grupos sociales,
circunscritos en cierta cultura y cierto periodo histórico. Estas formas de
satisfacción son las que primero deben ser valoradas y, tras dicha valoración,
censuradas o no; no así la necesidad de transporte en tanto tal. Claro que si la
necesidad de transporte es a su vez el medio de satisfacción de una necesidad
47 Específicamente el “Índice de Desarrollo Humano” elaborado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP).
75
previa del individuo, como la necesidad de conocer otros lugares, el concepto se
transpone, aclarando que esta transposición siempre será finita.
Todo lo anterior ratifica la vital importancia del concepto de necesidad
energética que es uno de los tres conceptos básicos en los que se debe plantear
cualquier modelo energético orientado al desarrollo sostenible:
• La necesidad energética del ser humano
• El desarrollo sostenible
• La elección de un futuro
El primer concepto centra el análisis, el objetivo y el fin de la planificación
en el ser humano; el segundo establece los cinco factores bajo los cuales se
podrá orientar y evaluar mejor dicha planificación; y el último concepto
determina nuestra disposición de elegir libremente la trayectoria de las
opciones que tomemos y no permitir que las tendencias históricas y teóricas
decreten un futuro.
3.2.- Esquema general de modelación
Con todo lo anterior en mente, se puede intentar plantear un nuevo esquema de
modelación energética. Un esquema que tenga como objetivo y constituyente
estructural la satisfacción energética del ser humano y que contemple a la par el
concepto de sostenibilidad, de modo que nos permita continuar nuestra historia
como especie en este planeta sin intentar luchar contra la inexorable naturaleza,
que acabará prevaleciendo.
En principio el tipo de modelo que mejor conseguiría lo que se pretende es
el de los modelos integrados o multicriterio; sin embargo, si se establecen unos
lineamientos básicos, cualquier tipo de modelo o herramienta informática
puede servir para desarrollar perspectivas energéticas sostenibles.
El primer problema que estos modelos deben superar es de concepto. Se
busca un modelo energético, por lo que en su desarrollo se debe tener en cuenta
qué es energía, o concretamente cuál es el sector energético, sus alcances, sus
76
interconexiones o interdependencias con otros sectores, y la existencia de
subsistemas, como el eléctrico. El segundo problema, y quizás el más
importante, es el de enfocar el estudio en la necesidad energética del ser
humano. Se necesita estudios específicos en este tema a nivel mundial, o bien,
se necesita adaptar los estudios existentes con este concepto como fondo. El
tercer problema será replantear los enfoques habituales, en los que se usa la
economía como base o arranque, e invertir completamente el esquema para que
la economía ocupe su lugar como consecuencia natural de la actividad
energética humana.
Con respecto a este último problema conviene aclarar que aunque se
reconoce la existencia de un vector de correlación entre la necesidad energética
y el PIB, éste varía enormemente entre grupos, países, sociedades, y época; por
lo que fijarlo a priori dentro del modelo es un error. Además, bajo el criterio de
sostenibilidad, dicha correlación es una de las cosas que se busca cambiar; así
que darlo por inamovible sería ir en contra de las intenciones primordiales del
nuevo esquema de modelado.
El esquema que se plantea ahora se puede sintetizar en cuatro fases o
pasos para el análisis y la elaboración de modelos orientados al Desarrollo
Sostenible:
1. Primer paso: determinar el consumo energético
2. Segundo paso: determinar las reservas energéticas y tecnológicas
existentes
3. Tercer paso: determinar los recursos energéticos restantes
4. Cuarto paso: determinar las consecuencias del escenario
Como primer paso determinar el consumo energético parece una sin
razón, ya que éste es el objetivo último de cualquier modelo energético; sin
embargo no lo es. Efectivamente, este primer paso pretende determinar el
consumo energético, pero no debe hacerse partiendo de una perspectiva
económica, concretamente desde la expectativa de crecimiento económico. Debe
77
replantarse el consumo energético de cada región del globo en base a sus
proyecciones de población y al consumo energético per cápita que se desea
alcanzar en el periodo previsto. Y dicho consumo per cápita se determinaría a
su vez teniendo en cuenta la evolución posible de la necesidad energética. Y
aquí se introduce además el pilar de los modelos que buscan la Proyección
inversa. En contra de tratar predecir cuáles serán las posibles tendencias del
consumo energético per cápita en cada región, lo que se debe plantear es cuál es
el consumo energético per cápita y la conformación específica que se desea
exista al final del periodo a analizar. De tal forma, en la elaboración de dicha
meta energética por región sólo se contemplará, para este primer paso, la
situación presente (que asume desfavorable y de ahí que deba cambiar o
mejorar), sin que dicho proceso se contamine con consideraciones especulativas
sobre la posibilidad o no de dicho cambio. Este primer paso implica un trabajo
previo a la realización concreta de las perspectivas energéticas muy extenso, ya
que es imprescindible contar con los datos generales y específicos que permitan
determinar los patrones energéticos de cada región, los usos energéticos de
cada grupo poblacional incluido en el estudio, y aquellos datos que permitan
describir el sistema energético en su conjunto. Además, se necesita contar con
personal especializado capaz de plantear la meta energética deseable y al
mismo tiempo coherente con la realidad.
El segundo paso sería determinar, con certeza, con cuántos recursos
energéticos y tecnológicos contamos actualmente en el globo. Se puede hacer un
análisis estático, asumiendo que dichos recursos se mantendrán sin aumentar
en el futuro, o un análisis dinámico, asumiendo que se descubrirá nuevos
recursos, nuevas formas, desde la perspectiva tecnológica, de aprovecharlos. En
sí, este es un paso de trabajo previo a la elaboración computacional de la propia
perspectiva, pero es esencial para su veracidad, por lo que debe ocupar una fase
propia en el desarrollo conceptual del modelo.
El tercer paso, como una condicionante a priori, sería cruzar las cifras de
nuestro consumo energético previsto y su modelo de satisfacción, con los
78
recursos existentes, estimando así los recursos restantes al final del periodo de
la perspectiva. Esto resalta la primera restricción del escenario que se estudia:
¿son o no suficientes los recursos energéticos con los que contamos para hacer
frente a dicho escenario? Así se verá claramente si es o no necesario alterar el
patrón de consumo previsto.
El cuarto paso contemplaría las consecuencias del escenario planteado.
Conceptualmente es lógico establecer primero un escenario y después estimar
las consecuencias que de él se derivan. Las consecuencias que se deben analizar
para elaborar un análisis de sostenibilidad contemplarían principalmente tres
aspectos cuantificables: el social, al estudiar la evolución posible de ciertos
indicadores sociales bajo el esquema planteado; el económico, analizando el
costo que dicho modelo presenta, pero únicamente en lo que se refiere al
sistema energético y las posibles consecuencias en otros sectores; y por último
las consecuencias ambientales, que se valorarían por la emisión directa,
cuantitativa, de agentes contaminantes provocados por el sistema energético las
posibles consecuencias de dichas emisiones en diversos ecosistemas, por una
valoración subjetiva del modelo basada en lo que se conoce como tablas de
impacto. Con estas tres consecuencias, aunadas a una crítica de cada escenario,
planteado desde el punto de vista tecnológico y ético, hace posible tener una
valoración global del escenario estudiado desde la perspectiva del desarrollo
sostenible.
Los esquemas actuales de modelado sólo se centran en el factor
económico, como eje y como consecuencia. Tan sólo eso los descalifica como
modelos de sostenibilidad. Cabe aclarar que el objetivo de crear un modelo
energético que estudie, como una consecuencia el factor económico es lo
deseable para la elaboración de perspectivas sostenibles del sistema
energético, pero no debe pretender ser una previsión económica en sí. Se debe
tener claro que los modelos energéticos sólo deben prever los costos de los
escenarios y que, con ellos, los economistas tendrán que determinar si las
previsiones de crecimiento para los próximos años son compatibles o no.
79
Figura 3.1.- Esquema de los pasos del modelado energético propuesto.
Paso 1 Consumo Energético
Paso 2 Recursos Energéticos
Paso 3 Recursos Energéticos
Restantes
Paso 4 Consecuencias
80
Capítulo 4
PRIMER MODELO BASADO EN LA NECESIDAD ENERGÉTICA
Ante el título de este capítulo hay que aclarar que en realidad el primer intento
que hago en el modelado energético, no es un modelo propiamente, lo que se
propone en este trabajo es más una herramienta, un instrumento
computacional, que explora una nueva forma de conformar el modelado
energético.
Después de plantear la estructura del nuevo modelo se hace claro que la
base o el pilar fundamental de su atino en la representación del complejo
sistema energético que se pretende modelar está en los datos de entrada.
Personalmente la búsqueda de estos datos puede, en realidad, ser anterior a mi
intención de elaborar un modelo energético, y al mismo tiempo su precedente
lógico, ya que al ser la búsqueda misma de información energética, veraz,
imparcial, homogénea y completa, una tarea casi imposible, me orilló al
desarrollo de un modelo propio de obtención de datos. De tal forma, reafirmo
que el segundo soporte de cualquier buen modelo está en los datos de entrada,
y por tanto, dedicaré un apartado especial, al dato principal de este nuevo
planteamiento de modelización, el ser humano.
Entendiendo que la necesidad energética del ser humano sigue patrones,
personales, sociales y culturales, se hace evidente que si se tratara de un modelo
generalizador del sistema energético mundial, debería contemplar tantas
posibilidades como individuos, pero dada la virtual imposibilidad de esto, surge
la necesidad de agrupar a los individuos en grandes bloques, y éstos se
81
definieron en realidad a partir de los datos a los que se tiene acceso. Ya que los
datos de consumo energético primario se tienen a nivel de estados o países, es
necesario establecer ahí el elemento mínimo para este estudio, y aún así entre
ellos surgen coincidencias que permite agruparlos en macrobloques de países, o
grupos, con los cuales el análisis global se facilita. Como parte de una
investigación posterior habría que descender uno o varios niveles el elemento de
estudio y realizar estudios específicos de necesidad energética, en los diferentes
grupos poblacionales que conforman cada estado o país del estudio, para afinar
aún más el análisis.
4.1.-Expectativas de evolución en la necesidad energética
4.1.1.- Estimación de la población mundial y conformación de los grupos del
estudio.
Parecería que para un estudio de ingeniería energética, el dedicar un apartado
especial al análisis de la población mundial está fuera de lugar, sin embargo,
dado que la discusión demográfica marca dos posturas, al menos, radicalmente
encontradas históricamente, no es un tema que nadie que pretenda crear
perspectivas deba pasar por alto. Además, nuevamente conviene resaltar que el
centro del enfoque de este modelo es, precisamente, el ser humano y por lo
tanto es esencial hacer una buena valoración de dicha variable.
Por sintetizar las dos posturas encontradas en torno al crecimiento
demográfico se puede decir que el conflicto nace en conceptos del orden
filosófico, en los que no se ahondará pero que se reflejan en la apreciación de la
realidad. Por un lado, se tiene a aquellos que ven en la naturaleza un sistema
capaz de adaptar o adoptar los cambios que el ser humano introduzca y que al
mismo tiempo considera que el ser humano es completamente capaz de sortear
las dificultades o adversidades que la naturaleza le presenta y que se adapta a
los nuevos cambios. En definitiva un sistema recíproco, dinámico, pero más
82
importante, imperturbable y perdurable. Desde esta postura, todos los
problemas demográficos o ambientales, son transitorios, entendiendo que el
equilibrio se alcanzará tarde o temprano.
Por el otro lado, se tiene a aquellos que, si bien reconocen la alta capacidad
de adaptación de uno y otro miembro de este simplificado modelo de
convivencia, le encuentran restricciones importantes, como la concepción de la
naturaleza como un ente finito y único, no omnipotente, y además la creencia
que la velocidad de los cambios introducidos altera el resultado. Esto se
resume a entender el crecimiento de la población mundial como un problema
tanto por su velocidad de crecimiento como por su consumo creciente de
medios naturales, claro está sin dilucidar ahora sobre la verdadera esencia de la
naturaleza y su interrelación con el ser humano.
Esta discusión no esta cerrada, y no se resolverá aquí, pero sí se asume la
segunda postura como filosofía de fondo al modelo, pero al mismo tiempo se es
conciente de que el catastrofismo en el que se puede caer si se exagera esta
postura no sólo no es objetivo, sino que perjudica la apreciación social de los
problemas ambientales.
Por todo lo anterior, considero crucial el análisis del crecimiento
poblacional, para iniciar el análisis energético.
La población crece “naturalmente”, o al menos eso se cree, si se hace una
comparación con los animales; ya que nuestro comportamiento general se
reduciría a nacer, crecer, reproducirnos y morir, así que reproducirnos,
regenerarnos, expandirnos, crecer indiscriminadamente puede considerarse
“natural”. A lo largo de millones de años de evolución, parece ser que la meta
principal, o el objetivo de nuestros antepasados ha sido producir una mayor
cantidad de miembros de nuestra especie pero al mismo tiempo el medio
ambiente parecía moderar dicho crecimiento, algo común en otras especies. El
primer punto filosófico que un nuevo tipo de desarrollo, uno sostenible debe
afrontar es precisamente este objetivo primario o primitivo del ser humano, y
superarlo, trascenderlo e incluso, establecer un nuevo objetivo humano, un
83
nuevo paradigma que permita no sólo la existencia de la especie sino su
coexistencia integral dentro del universo.
El ser humano diferenciado, al menos un poco, de los antepasados de los
monos actuales apareció probablemente hace siete millones de años48, época en
la cual estos homínidos alcanzarían poblaciones de apenas decenas de miles de
individuos, y seguramente siendo integrantes del ecosistema con poco impacto
medioambiental. Esto comenzó a cambiar cuando aprendimos a usar
herramientas simples, hace alrededor de 1.7 millones de años, con nuestro
antepasado el Homo habilis, y aunque la población seguramente no creció
demasiado, nuestro papel en el esquema ecológico varió drásticamente ya que
comenzamos a utilizar de modo distinto los recursos naturales, modificándolos
y adaptándonos mejor a entornos cada vez más distintos al que vio nacer a
nuestra especie antecesora.
Hace apenas unos trescientos mil años apareció nuestra especie concreta,
el Homo sapiens sapiens, que comenzó a poblar y modificar realmente todo el
planeta; en franca expansión durante el final de la última era glaciar (hace unos
diez mil años) la población humana podía superar los cinco millones de
individuos. Pero no fue sino hasta unos 8000 años a.C. que descubrimos el uso
de recursos naturales de tal manera que nos ayudaron a crear las
infraestructuras que hoy asociamos con el origen de la agricultura y la
“civilización”, lo que disparó nuestro número hasta las cifras de cientos de
millones (200-300) apenas hace unos 2000 años a.C. La primera gran revolución
de nuestra especie comenzó entonces, con el uso de la agricultura: el
sedentarismo. Pero también trajo consigo, el aumento poblacional y la presión
demográfica sobre el medio ambiente, que pasados algunos miles de años fue la
probable causa de la caída de varias civilizaciones antiguas, como la de
Teotihuacan y la Isla de Pascua, por dar sólo dos ejemplos. La presión de las
aglomeraciones humanas en esa época era reflejada por el medio ambiente a
nivel local o regional, lo que provocaba la depredación de recursos hasta su
48 Diario español “El País” 11 de julio de 2002, y “La Jornada”, México, 12 de julio de 2002.
84
agotamiento y posteriormente el abandono de la zona y la dispersión de la
población a núcleos de asentamiento más o menos cercanos; pero nunca
significó una amenaza medioambiental al crecimiento poblacional a escala
planetaria. La conglomeración en urbes ha acarreado problemas de salud
humana desde la antigua Roma, pero es posible que su apoteosis se diese siglos
después con la proliferación de la peste bubónica, que si bien sí tuvo un efecto
muy significativo en la población europea, no detuvo el aumento poblacional a
nivel global, que llegó probablemente en 1650 a los 500 millones de habitantes y
después se alcanzaron los primeros 1000 millones de seres humanos alrededor
de comienzos del s. XIX.
Parece increíble este crecimiento, pero en realidad –y pese a parecer la
especie más “exitosa” del planeta– el crecimiento humano tenía un ritmo de
duplicación de población de apenas 1500 años49, cosa que cambió drásticamente
a partir del s. XIX cuando se produjeron cambios importantes en la calidad de
vida que tenían que ver con la salud, la producción agrícola, el modelo social
que redujo la tasa de mortalidad50, el incremento de la esperanza de vida, una
mayor comunicación propiciada por la invención de la máquina de vapor, todo
esto disparó la población mundial, con crecimientos de duplicación que
descendió de los 1500 años a apenas más de cien años, por lo que en 1930 se
estima que la población alcanzó los 2000 millones de individuos. A partir de
esta fecha el crecimiento poblacional ha tenido diferentes tasas de crecimiento51
por cortos periodos de tiempo y muy diferenciado por regiones, pero dicha tasa
a nivel global nunca se ha sido negativa, y nos ha conducido a superar los seis
mil millones de habitantes en el año 2000.
49 El ritmo de duplicación es el tiempo, en años, que le toma a una especie doblar el número de sus individuos en un momento dado, de acuerdo a su ritmo de crecimiento. 50 Mortalidad, como el número de defunciones en una población determinada, a diferencia de mortandad que se referiría a las defunciones provocadas por catástrofes naturales, epidemias, guerras, etc. 51 La Tasa de crecimiento poblacional, a nivel mundial, no es más que la diferencia entre las tasas de natalidad y mortalidad, medida en tanto por ciento.
85
Población Mundial últimos 4000 años
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
-2000 -1500 -1000 -500 0 500 1000 1500 2000
Año
Mill
ones
de
habi
tant
es
Figura 4.1.- Estimación histórica de la población humana en los últimos dos cuarto mil años. (el incremento no es en realidad desde 1500, esto es un problema de escala)
Población Mundial últimos 500 años
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
1500 1550 1600 1650 1700 1750 1800 1850 1900 1950 2000
Año
Mil
lon
es d
e h
abit
ante
s
Figura 4.2.- Estimación histórica de la población humana en los últimos quinientos años.
86
La reciente ansia de expansión parece estar en pleno apogeo, y por lo
tanto, parece claro que es necesario estudiar mucho el comportamiento
demográfico del ser humano, sus motivaciones, sus manifestaciones, sus
diferencias sociales, económicas y culturales, y claro sus repercusiones o
consecuencias.
Desde la perspectiva de la ingeniería es importante enfocar el problema
demográfico, no sólo como una realidad tangible del mundo en el que vivimos,
sino que es de vital importancia tenerlo presente en cualquier estudio de
previsión futura. Por tanto, un análisis de perspectivas futuras de consumo
energético debe forzosamente partir de un análisis poblacional serio.
En este trabajo se estimará el crecimiento poblacional entre los años de
1950 y 2050, con intervalos de cinco años (esto es, 21 datos) principalmente a
partir de datos oficiales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)52,
pero con la comparación, análisis y síntesis de datos del Consejo Mundial de la
Energía (WEC, por sus siglas en inglés)53, la Agencia Internacional de la Energía
(IEA, por sus siglas en inglés)54, la Unión Europea (UE), la Administración de
Información de Energía del Departamento de Energía de los EE.UU. (EIA, por
sus siglas en inglés)55 y alguna otra institución regional o estatal para obtener
datos faltantes de países concretos. Cabe aclarar que la homogenización de
datos, tanto en cuestión de conceptos como de unidades, no resultó trivial: no
existe un criterio internacional para este tipo de análisis de síntesis.
Fueron elegidos 50 países para el estudio, considerando principalmente su
población presente y las previsiones futuras. Además se consideraron en el
análisis los datos de la población total mundial como marco de referencia56. Se
52 ONU, World Population Prospects - the 2000 Revision, NY, Population Division-Department of Economic and Social Affairs, 2001. 53 World Energy Council. 54 International Energy Administration. 55 Energy Information Agency. 56 Otros datos totales que suelen citarse así, como ‘América del sur’, ‘países desarrollados’, ‘OCDE’, ‘Asia emergente’, etc no han sido considerados ahora debido a que dichas agrupaciones varían mucho entre las distintas instituciones, ó el año de publicación del estudio,
87
eligieron 19 naciones desarrollados y 23 naciones no desarrolladas. Estos países
de los cinco continentes son:
Europa Asia América África Oceanía
Alemania Arabia Saudita
Argentina Angola Australia
Austria China Brasil Argelia
Bélgica Federación Rusa
Canadá Egipto
Dinamarca Filipinas Chile Etiopía España India Cuba Kenia
Estonia Indonesia Estados Unidos de América
Marruecos
Finlandia Irán México Nigeria
Francia Japón Perú República Democrática del Congo
Grecia Pakistán Venezuela Sudáfrica Holanda Tailandia Irlanda Turquía Italia Vietnam Luxemburgo Polonia Portugal Reino Unido Rumania Suecia Ucrania
Tabla 4.1.- Países considerados en el estudio agrupados por continentes.
El número de naciones involucradas en el análisis se cerró básicamente
por falta de datos de consumo de países en vías de desarrollo57; pero éste no es
un proceso terminado, sigo recopilando datos de naciones diferentes, así como
de las naciones ya consideradas y el paso a seguir con estos datos es tratar de
corroborarlos directamente con la representación del país en cuestión.
por lo que tales agrupaciones se analizarán posteriormente y decidí centrar el análisis en países individuales. 57 Como ejemplo de esta falta de datos ya fuese en población o en consumo energético se puede citar a Afganistán, Sierra Leona, Mali, Sudan, Tanzania, Uzbekistán, etc.
88
En cuanto a los países faltantes, una vez terminada la síntesis de los datos
obtenidos se analizó el porcentaje de la población considerada en este estudio
respecto al total mundial; en 1950 se tiene un 84.21 %, en el 2000 un 81 % y en el
2050 un 71.77 % previsiblemente, que ya es un porcentaje importante para la
consideración de este trabajo global. Geográficamente, la representación en un
mapa terrestre de la distribución de los países considerados para este trabajo
preparatorio es la siguiente:
Figura 4.3.- 50 países considerados en el trabajo (morado). El número de datos recopilados en las instituciones analizadas variaba
enormemente. En general los datos históricos, si bien sí guardaban una relación
cercana entre instituciones analizadas, varían lo suficiente para no considerar
sólo una fuente. Aun así se tomaron los datos de la ONU como base y como
norma de comportamiento. Se desestimaron los datos históricos por debajo del
dato de referencia de la ONU, para trabajar con un margen de seguridad con un
error preferible hacia lo alto que hacia lo bajo. En cuanto a los datos a futuro se
puede decir que es ahí donde más varían los datos, pero aún así traté de seguir
la estimación de la ONU, pero sin despreciar ahora ningún dato. El análisis y
síntesis de los datos consistió en el siguiente proceso:
• Graficar los datos publicados por cada institución.
• Ajuste a curvas de cada familia de datos, obteniendo así datos faltantes a
partir de las ecuaciones de cada curva. Se usaron regresiones del tipo:
89
exponencial, potencial, logarítmico y lineal, según la mejor correlación
entre los datos y su ajuste.
• Se juzgó la similitud entre las distintas tendencias. Descartando datos que
se alejaran de la tendencia predominante. En la mayoría de los casos era
imposible establecer similitudes, por lo que se consideraron todas las
tendencias, aunque fuesen, incluso contradictorias.
• Como tercer y último paso se obtuvo el promedio, la media de todos los
datos, se efectuaron extrapolaciones, ajuste nuevamente a curvas donde
fuese necesario, o bien, una estimación a futuro en base a crecimientos
exponenciales o logarítmicos, e incluso, en casos aislados, una estimación
visual de algún dato faltante.
Este procedimiento se realizó para obtener al final curvas del
comportamiento poblacional, de consumo energético totales y por países. El
resultado en el caso demográfico total es:
90
Población Mundial y Población considerada
6080
2529
10023
4925
2129
7193
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
1000019
50
1955
1960
1965
1970
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2010
2015
2020
2025
2030
2035
2040
2045
2050
Mill
ones
de
habi
tant
es
Total - Mundial Total de países registrados:
Figura 4.4.- Población mundial estimada y total de países considerados en el proyecto.
91
Las tablas con todos los datos, de población y de datos energéticos,
del total mundial, total de países registrados y el de la evolución de cada
uno de los 50 países considerados se incluyen en el Anexo I. Como puede
observarse en la figura 4.3, la población mundial alcanzará, según la
estimación, los diez mil millones de habitantes antes de llegar a mediados
de este siglo, lo que implica un aumento demográfico del 400 % en cien
años, algo no registrado desde que el ser humano descubrió la agricultura.
En los próximos cincuenta años la población aumentará en más de la
mitad de los habitantes actuales.
Se suele afirmar que cuando el crecimiento es vertiginoso como éste, la
población sigue un crecimiento exponencial, pero eso sólo es en el caso teórico de
crecimiento poblacional. Al analizar los datos de los 100 años comprendidos en
este estudio (1950-2050), el crecimiento exponencial como tendencia natural no se
encontró, ni en la población total, ni como tendencia generalizada en los casos
individuales por países; lo que sí se encontró mayoritariamente fue una
tendencia logarítmica; lo que implica que en las proyecciones de las instituciones
analizadas plantean de manera tácita que la población tiende a estabilizarse,
después de 2050. Esta claro que el no encontrar una tendencia exponencial en la
población puede deberse a un problema de escala temporal; esto es, que para el
periodo analizado el ajusté de los datos más cercano es a una función logarítmica
pero de haber incluido una mayor cantidad de datos poblacionales en el tiempo,
tal vez desde 1900, es probable que la función exponencial se hubiese ajustado
mejor, como puede inferirse de la tabla 4.2.
La recopilación de los datos demográficos y energéticos hizo evidente que
analizar individualmente 50 países resultaba poco práctico y poco productivo se
decidió buscar coincidencias entre los países analizados y formar grupos de
países que pudiesen funcionar como países modelos o tipo.
Para tal efecto, se decidió incorporar algún factor de análisis que
englobara tanto consideraciones económicas –como es usual–, como
consideraciones sociales y de desarrollo. El factor elegido es el del Índice de
92
Desarrollo Humano (IDH) que elabora el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (United Nations Development Programme, UNDP). Dicho
índice contempla concretamente cuatro aspectos para su cálculo: la esperanza
de vida al nacer, el analfabetismo, la proporción de incorporación escolar en
tres niveles y el Producto Interior Bruto per cápita. De esta manera se
involucran algunos aspectos sociales en la comparación entre naciones.
Además, los reportes de cada país facilitan más datos, como el acceso a
servicios de salud, desnutrición, tendencias poblacionales, porcentaje de
población rural y urbana, índice de fertilidad, acceso a medicamentos, médicos
per cápita, mortalidad infantil, mortalidad de las madres, enfermedades que
afectan a la población como el SIDA, la malaria o la tuberculosis, gasto en
sanidad, en educación, gasto militar, desempleo, inflación, porcentaje de
población en pobreza, crecimiento económico, tipo de comercio, relación entre
importaciones y exportaciones, ingresos según clase y género, comercio de
armas, seguridad, cuestiones de género como la participación política y social
de las mujeres, consumo energético, participación en acuerdos internacionales
políticos y medioambientales, refugiados o desplazados, entre otros.
La selección de siete grupos de países, se realizó bajo dos consideraciones
básicas: el crecimiento poblacional estimado para los próximos 50 años y el
valor del Índice de Desarrollo Humano en el año 2000. De este modo entiende
que cada grupo contempla retos similares de desarrollo ya que parten, en
principio, de condiciones comunes establecidas en el IDH y se enfrentan a un
comportamiento poblacional similar.
P2050/P2000 ∗∗ 100 = % crecimiento P
Ecuación 1.- Crecimiento poblacional por grupo.
Se tomaron cuatro subgrupos para la evolución poblacional, el grupo de
países con alto crecimiento –cuando al menos se duplica la población en 50
años–, el grupo de países que presenta crecimiento pero que puede ir de
moderado a alto –cuando la población crece al menos un 10 % con respecto a la
93
población del 2000 o crece mucho pero sin llegar a duplicarse–, el grupo de la
estabilidad poblacional–cuando la población oscila entre un crecimiento inferior
al 10 % y un decrecimiento no superior al 10%–, y por último el decrecimiento
–con decrementos mayores a 10% con respecto a al población del 2000 en 50
años–. En cuanto al IDH sólo se consideró alto desarrollo o bajo desarrollo, a
partir de un valor de 0.85. Sería posible establecer una segunda división para
aquellos países con un IDH cercano o inferior al 0.5, pero se previó que sólo
traería un aumento en los grupos y no acarrearía mayor precisión en los análisis
posteriores.
Conviene resaltar que se formaron siete grupos de entre los 50 países del
estudio, muy desiguales en tanto que el número de integrantes varía de 17 a 2.
La Tabla 4.1 contempla los datos del IDH para el año 2000 en orden
descendente, junto con el porcentaje de crecimiento poblacional del 2050 con
respecto al 2000, esto determinará el grupo de estudio en el que se les incluyó.
Países del estudio IDH - 2000 % Pob. 2050
respecto a la del 2000
Grupo
Suecia 0.941 109.08 GIIIA Canadá 0.94 144.46 GIIA EE.UU. 0.939 147.78 GIIA Australia 0.939 148.42 GIIA Bélgica 0.939 104.18 GIIIA Holanda 0.935 107.3 GIIIA Japón 0.933 85.83 GIVA Finlandia 0.93 100.77 GIIIA Francia 0.928 110.5 GIIIA Reino Unido 0.928 101.91 GIIIA Dinamarca 0.926 103.02 GIIIA Austria 0.926 97.67 GIIIA Luxemburgo 0.925 127.46 GIIA Alemania 0.925 89.65 GIVA Irlanda 0.925 127.17 GIIA Italia 0.913 80.22 GIVA España 0.913 99.25 GIIIA Grecia 0.885 100.56 GIIIA
94
Portugal 0.88 98 GIIIA Argentina 0.844 144.27 GIIB Polonia 0.833 87.07 GIVB Chile 0.831 149.74 GIIB Estonia 0.826 53.96 GIVB México 0.796 164.16 GIIB Cuba 0.795 97.11 GIIIB Federación Rusa 0.781 71.23 GIVB Rumania 0.775 80.88 GIVB Venezuela 0.77 182.81 GIIB Tailandia 0.762 139.05 GIIB Arabia Saudita 0.759 276.77 GI Brasil 0.757 155.37 GIIB Filipinas 0.754 172.03 GIIB Ucrania 0.748 60.46 GIVB Perú 0.747 206.5 GI Turquía 0.742 158.88 GIIB China 0.726 116.23 GIIB Irán 0.721 176.51 GIIB Argelia 0.697 178.86 GIIB Sudáfrica 0.695 109.22 GIIIB Vietman 0.688 171.44 GIIB Indonesia 0.684 149.62 GIIB Egipto 0.642 173.77 GIIB Marruecos 0.602 175.26 GIIB India 0.577 158.35 GIIB Kenia 0.513 193.21 GIIB Pakistan 0.499 238.84 GI Nigeria 0.462 261.08 GI Rep. Dem. del Congo 0.431 399.49 GI Angola 0.403 403.94 GI Etiopía 0.327 269.43 GI
Tabla 4.2.- Índice de Desarrollo Humano (ONU – UNPD - 2003 ) para el año 2000, crecimiento poblacional en el periodo 2000-2050, y grupo al que pertenece el país en el estudio siguiente.
95
Evolución de los Grupos - 1950-2000
0
25
50
75
100
125
150
175
200
225
250
275
300
325
350
375
400
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1
IDH
% d
e cr
ecim
ient
o en
50
años
Figura 4.5.- Distribución de los países analizados en el estudio según los grupos con respecto a los dos criterios utilizados. GI – Círculo Rojo, GIIB – Cuadrado Azul, GIIA- Cuadrado Amarillo, GIIIB – Triángulo Verde, GIIIA – Triángulo Azul claro, GIVB – Rombo Verde claro, GIVA – Rombo Morado.
GI
GIIB GIIIB
GIIIA
GIIA
GIVA GIVB
96
La población crece
explosivamente La población crece
moderadamente Población constante Pérdida de población
GI GIIB GIIA GIIIB GIIIA GIVB GIVA IDH<0.85
P2050/2000>200%
IDH<0.85 110<P <200%
IDH>0.85 110<P <200%
IDH<0.85 90<P <110%
IDH>0.85 90<P <110%
IDH<0.85 P2050/2000
<90%
IDH>0.85 P2050/2000
<90% Angola Argelia Australia Cuba Austria Estonia Alemania Arabia Saudita Argentina Canadá Sudáfrica Bélgica Federación Rusa Italia Etiopía Brasil EE.UU. Dinamarca Polonia Japón Nigeria China Irlanda España Rumania Pakistán Chile Luxemburgo Finlandia Ucrania Perú Egipto Francia Rep. Dem. Congo
Filipinas Grecia
India Holanda Indonesia Portugal Irán Reino Unido
Kenia Suecia Marruecos México Tailandia Turquía Venezuela
Vietnam
Tabla 4.3.- Grupos de países y sus integrantes.
Figura 4.6.- Distribución geográfica de los países según los grupos. GI - Rojo, GIIB – Azul, GIIA- Amarillo, GIIIB – Verde, GIIIA –Azul claro, GIVB – Verde claro, GIVA – Morado.
97
Caso 1- Población mundial por grupos
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Mill
ones
de
habi
tant
es
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.7.- Población considerada en el trabajo por grupo. GI - Rojo, GIIB – Azul, GIIA- Amarillo, GIIIB – Verde, GIIIA –Azul claro, GIVB – Verde claro, GIVA – Morado.
98
Analizando concretamente las características demográficas de los siete
grupos formados podemos decir sin lugar a dudas que el problema más
extremo lo presenta el grupo I, conformado por Angola, Arabia Saudita,
Etiopía, Nigeria, Pakistán, Perú y la República Democrática del Congo. En los
próximos años estos países, al menos, duplicarán su población o como en el
caso de Angola, la cuadruplicarán. Las características medias de este grupo en
lo que se refiere a su estructura demográfica y poblacional es:
GI
Población total en el 2000: 432.72 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 7.12%
Población en el 2050: 1211.55 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 7.12%
% de aumento poblacional: 278% en el 2050 con respecto al 2000
IDH medio 2000: 0.518
Producto Nacional Bruto per cápita: 3230 USD por habitante.
Esperanza de vida al nacer: 55.97 años
Fertilidad (Hijos/mujer): 5.9
% de alfabetismo: 59.4
% de la población con acceso a agua potable: 60.57
% de la población con acceso servicios sanitarios: 54.14
Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 3.845
El GI presenta gran divergencia en los datos dado que existe un rango
amplio en el IDH, desde el 0.759 de Arabia Saudita y el 0.403 de Etiopía. En
términos generales los cuatro países de África del grupo se encuentran mucho
peor socialmente que sus otros compañeros de grupo. Como ejemplo de esta
disparidad se puede citar que mientras Arabia Saudita reporta que
prácticamente el 100% de su población cuenta con acceso a servicios sanitarios,
99
en Etiopía el 85 % de la población carece de dicho servicio. Por tanto, los datos
medios del grupo en muchas coacciones favorecen mucho a los países africanos
y desfavorecen a los otros. Otro dato que conviene citar es la estadística de la
proporción de Adultos (entre 15 y 49 años) infectados con el virus del SIDA.
Aquí también se presenta diferencia por continentes, siendo los cuatro países de
África los más afectados, ya que la media es que el 5.65 % de la población
adulta se encuentra infectada por el virus. Esto es simplemente devastador. Los
datos que se contemplan en este trabajo para el continente africano presentan
un sesgo al alza, ya que el patético panorama del alza desmesurada de la
población de hecho es un panorama muy optimista, no en cuanto a crecimiento
poblacional en sí, sino a baja mortalidad en el continente. La ONU anota que las
incertidumbres en este continente son muy grandes y de hecho los datos
tomados como referencia para este proyecto tienen la anotación importante de
estar elaborados sin considerar el impacto del SIDA en el crecimiento de la
mortalidad. Este no es un punto baladí o que pueda rehuirse, las estimaciones
de la ONU para el continente africano contemplan, en un escenario pesimista y
nefasto, más de 35 millones de muertes adicionales sólo en los próximos 15
años, de las cifras presentadas en este trabajo. Esto sería equivalente a la
desaparición para el 2015 de toda la población (la actual y la descendencia
estimada) de Egipto y la República Democrática del Congo. Sin duda la
estimación utilizada para el presente trabajo se encuentra sobre valorada un
poco en este aspecto, tanto para los cuatro países de este grupo como para los
países africanos del grupo GIIB, pero la escogí con la confianza, la ilusión, la
esperanza en que el mundo reaccione y se le proporcione a cualquier enfermo
del mundo los fármacos necesarios para su sobre vivencia, sin condiciones, para
apalear la terrible enfermedad. También conviene resaltar que, si bien los ocho
países considerados para África representan un elevado porcentaje de la
población total del continente, es claro al observar las figuras 4.3 y 4.6 que éste
es el continente que más falta estudiar, y por el que más debemos
preocuparnos. Se puede presuponer que la mayoría de los países africanos no
100
considerados en este estudio podrían incluirse dentro de este grupo, sin
embargo es difícil su inclusión a futuros estudios debido a que la información,
sobre todo energética, para estos países es escasa o nula.
El siguiente grupo analizado el GIIB, es el grupo más numeroso, 17 países,
conformado por aquellos que en el 2000 mostraban un índice de desarrollo
humano menor a 0.85 y su crecimiento poblacional en 50 años será mayor de un
10 % pero que no llegarán a duplicar en dicho periodo la población de
referencia del año 2000. Los países del grupo son: Argelia, Argentina, Brasil,
Chile, China, Egipto, Filipinas, India, Indonesia, Irán, Kenia, Marruecos,
México, Tailandia, Turquía, Venezuela y Vietnam. Los datos más significativos
para este grupo son:
GIIB
Población total en el 2000: 3352.45 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 55.14%
Población en el 2050: 4813.33 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 48.02%
% de aumento poblacional: 143.57% en el 2050 con respecto al 2000
IDH medio 2000: 0.712
Producto Nacional Bruto per cápita: 5431.24 USD por habitante.
Esperanza de vida al nacer: 68.4 años
Fertilidad (Hijos/mujer): 2.92
% de alfabetismo: 81.7
% de la población con acceso a agua potable: 81.76
% de la población con acceso servicios sanitarios: 76.06
Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 1.59
Dentro de este grupo cabe resaltar a los dos países más poblados del
mundo: China e India. Entre ambos contemplan el 37.71 % y el 30.93 % de la
población total en el 2000 y 2050 respectivamente. La política poblacional china
101
prevé un descenso en el crecimiento anual a partir del 2020 al menos, lo cual
provocará que la India se convierta en el país más poblado del mundo a partir
del 2040, ya que para la India no se prevé ningún cambio en su índice de
crecimiento en los próximos 50 años.
El Grupo GIIB, es el más numeroso de este estudio no por casualidad ya
que en realidad puede establecerse que la mayoría de los países en vías de
desarrollo fuera del continente africano se encuentran en condiciones similares
a las de estos países y en futuros estudios el número de integrantes del grupo
seguramente aumentará.
GIIIB
Población total en el 2000: 27.28 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 0.897%
Población en el 2050: 29.11 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 0.581%
% de aumento poblacional: 103.16% en el 2050 con respecto al 2000
IDH medio 2000: 0.745
Producto Nacional Bruto per cápita: 6960 USD por habitante.
Esperanza de vida al nacer: 64.05 años
Fertilidad (Hijos/mujer): 2.35
% de alfabetismo: 91
% de la población con acceso a agua potable: 90.5
% de la población con acceso servicios sanitarios: 90.05
Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): sin datos.
Este es el grupo más pequeño del estudio, sólo dos países: Cuba y
Sudáfrica. Además es el más dispar, ya que las coincidencias entre ambos sólo
está en su comportamiento poblacional, que podríamos definir como de
estabilidad. La población de Sudáfrica se prevé que aumente apenas un 9 %
sobre la del año 2000 en 50 años, y la población Cubana en el mismo período
102
descendería un 3 %. Pero en los demás indicadores las coincidencias se
minimizan, agrupándose en sus altos servicios a la población en general, como
el alto número de alfabetismo, el alto porcentaje de la población con agua
potable y servicios sanitarios, pero en tanto a la esperanza de vida, el PNB per
cápita, la fertilidad y el % de personas adultas con SIDA, los datos se separan
considerablemente. En realidad, al analizar sus características de forma general
es posible que Sudáfrica sea más afín al grupo GIIB y Cuba al GIVB, pero el
criterio establecido en un principio de elegir un grupo con variaciones
poblacionales entre un más menos 10% de variación en 50 años, los distingue
sin duda y dado que es muy poco común que países con bajo índice de
desarrollo humano presenten este panorama de estabilidad poblacional se
mantiene el estudio específico de este grupo, porque considero que es
probablemente un estado de transición entre los distintos grupos analizados en
su proceso de desarrollo.
GIVB
Población total en el 2000: 257.9 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 4.24%
Población en el 2050: 186.42 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 1.86%
% de aumento poblacional: 72.28% en el 2050 con respecto al 2000
IDH medio 2000: 0.793
Producto Nacional Bruto per cápita: 7546.6 USD por habitante.
Esperanza de vida al nacer: 69.58 años
Fertilidad (Hijos/mujer): 1.3
% de alfabetismo: 99.36
% de la población con acceso a agua potable: 64.07
% de la población con acceso servicios sanitarios: 64.27
Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.75
103
El grupo GIVB es un grupo uniforme en datos demográficos, integrado
curiosamente por países de lo que se llamó el bloque socialista, como: Estonia,
Federación Rusa, Polonia, Rumania y Ucrania. La tendencia demográfica clara
en este grupo es la disminución de la población provocada por el bajo índice de
fertilidad y la migración esperada en estos países. El caso más llamativo, y
preocupante es el de Estonia a la que las predicciones le auguran perder casi la
mitad de la población del año 2000 en 50 años. Pese a tener un bajo índice de
desarrollo humano, el grupo GIVB es el que mayor índice tiene de entre los
cuatro grupos hasta ahora estudiado. El porcentaje de Alfabetismo y la
esperanza de vida al nacer son altas, sin embargo, el PNB y los porcentajes de
población con agua potable y servicios sanitarios siguen siendo bajos. Esto se
debe al fuerte descenso económico que provocó la caída del antiguo bloque
socialista. La recuperación de los servicios sociales y de la economía de países
en estas condiciones no es tan preocupante como otros grupos estudiados
principalmente porque la población es pequeña y la distancia con respecto a
niveles de vida aceptables no es tan acuciada como en el grupo GI, por ejemplo.
GIIA Población total en el 2000: 327.31 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 5.38%
Población en el 2050: 481.96 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 4.8%
% de aumento poblacional: 139.06% en el 2050 con respecto al 2000
IDH medio 2000: 0.934
Producto Nacional Bruto per cápita: 33520.4 USD por habitante.
Esperanza de vida al nacer: 77.74 años
Fertilidad (Hijos/mujer): 1.8
% de alfabetismo: 99
% de la población con acceso a agua potable: 100
% de la población con acceso servicios sanitarios: 100
Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.256
104
El grupo GIIA es el grupo que presenta el mayor índice de desarrollo
humano, con un valor de 0.934 en el año 2000. Lo integran países como:
Australia, Canadá, Estados Unidos de América, Irlanda y Luxemburgo. Su
comportamiento poblacional se caracteriza por un aumento, de moderado a
alto, en 50 años. Es interesante resaltar que en estos países se puede diferenciar
claramente dos estratos sociales en cuanto al comportamiento demográfico; en
términos generales la población presenta un bajo índice de fertilidad, sin
embargo en todos estos países se prevé un aumento poblacional contando
principalmente con el flujo migratorio, que por un lado aumenta en números
absolutos la población y por otro el índice de fertilidad de los emigrantes es
muy superior al de la población local. Para los países de este grupo, como para
los del GIIA y GIVA, los indicadores sociales tales como el porcentaje de
alfabetismo, población con acceso a agua potable y servicios sanitarios, o la
esperanza de vida al nacer, son siempre altos o muy altos, y la diferencia entre
estos grupos se hace sólo por su comportamiento demográfico y su PNB per
cápita, que aún siendo altos en los tres, si presenta diferencias apreciables.
GIIIA
Población total en el 2000: 232.64 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 3.83%
Población en el 2050: 241.93 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 2.41%
% de aumento poblacional: 102.9% en el 2050 con respecto al 2000
IDH medio 2000: 0.921
Producto Nacional Bruto per cápita: 23408.6 USD por habitante.
Esperanza de vida al nacer: 77.89 años
Fertilidad (Hijos/mujer): 1.52
% de alfabetismo: 98.09
% de la población con acceso a agua potable: 100
% de la población con acceso servicios sanitarios: 100
Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.246
105
El segundo grupo en número de integrantes es el GIIA, conformado por la
mayoría de los países europeos del estudio: Austria, Bélgica, Dinamarca,
España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Portugal, Reino Unido y Suecia.
Además de contar con un elevado índice de desarrollo Humano, la
particularidad de este grupo es su “estabilidad” demográfica, ya que en
términos generales ninguno de los países que integran este grupo prevé un
aumento o una disminución significativa en su población, principalmente por
un índice de fertilidad bajo y la esperanza de una migración controlada y
moderada.
GIVA
Población total en el 2000: 267.54 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 4.4%
Población en el 2050: 229.51 x106 habitantes
% sobre la población total mundial en el 2000: 2.29%
% de aumento poblacional: 98.8% en el 2050 con respecto al 2000
IDH medio 2000: 0.924
Producto Nacional Bruto per cápita: 25161 USD por habitante.
Esperanza de vida al nacer: 79.06 años
Fertilidad (Hijos/mujer): 1.3
% de alfabetismo: 98.8
% de la población con acceso a agua potable: 100
% de la población con acceso servicios sanitarios: 100
Personas adultas con SIDA (porcentaje de la población total): 0.235
El segundo grupo con menor número de integrantes es el GIVA,
conformado por: Alemania, Japón e Italia. Se caracteriza porque sus
previsiones demográficas aún con emigración es de un descenso poblacional
moderado en 50 años. Su alto índice de desarrollo humano se sustenta en alto
alfabetismo y un alto PNB per cápita, su esperanza de vida al nacer es alto
también y se presupone un alto porcentaje de población con acceso a agua
106
potable y servicios sanitarios, pero en el reporte de la ONU no especificaba
estos datos para estos tres países.
Los indicadores demográficos y sociales medios para los 7 grupos
estudiados son:
Pob. del grupo
2000 X106 hab
Pob. del grupo
2050 X106 hab
% part. del grupo en el total mundial
200058
% part. del grupo en el total mundial
2050
Crecimiento P2050/P2000
%
IDH 2000
GI 432.72 1211.55 7.12 12.09 293.71 0.518 GIIB 3352.45 4813.33 55.14 48.02 143.57 0.712 GIIIB 54.56 58.23 0.897 0.581 103.16 0.745 GIVB 257.9 186.42 4.27 1.86 72.28 0.793 GIIA 327.31 481.96 5.32 4.8 139.06 0.934 GIIIA 232.64 241.93 3.83 2.41 102.9 0.921 GIVA 267.54 229.51 4.4 2.29 85.23 0.924
Tabla 4.4.- Tabla 1 de indicadores demográficos y sociales de los siete grupos.
% de Alfabetismo
PNB per cápita
(USDpp)
Esperanza de vida al
nacer (años)
% de la población con agua potable
% de la población
con servicios sanitarios
Fertilidad (Hijos por
mujer)
Personas adultas
con SIDA % sobre la población
total
GI 59.4 3230 55.97 60.57 54.14 5.9 3.85 GIIB 81.7 5431 68.4 81.76 76.06 2.92 1.59 GIIIB 91 6960 64.05 90.5 90.5 2.35 - GIVB 99.36 7547 69.58 64.07 64.27 1.3 0.75 GIIA 99 33520 77.74 100 100 1.8 0.256 GIIIA 98.09 23409 77.89 100 100 1.52 0.246 GIVA 98.8 25161 79.06 100 100 1.3 0.235
Tabla 4.5.- Tabla 2 de indicadores demográficos y sociales de los siete grupos.
De la tabla 4.4 cabe resaltar que el GI es el único que aumenta su
participación porcentual en el 2050 lo cual es lógico dado el alto índice de
crecimiento poblacional que presentan, y resalta nuevamente la preocupante
situación a la que se enfrentan estos países. En la tabla 4.4 se aprecian
claramente las diferencias sociales entre los grupos del estudio, sobre todo
58 Los porcentajes no suman 100% ya que no se incluye al resto de países, no considerados en el estudio, y que corresponden al 18.99% en el 2000 y 27.95% en el 2050 sobre el total mundial.
107
entre aquellos que cuentan con un alto (A) índice de desarrollo y aquellos que
tienen un bajo (B) índice. Comparar los valores extremos, por ejemplo en
esperanza de vida al nacer, y corroborar que solo por nacer en uno u otro lugar
las personas en términos generales vivirán más de 20 años de menos o de más
que otro semejante es pasmoso. A continuación muestro algunas graficas con
los datos anteriores para visualizar las correlaciones presentes. Conviene
resaltar previamente la gráfica 4.8 que muestra la correlación entre el
crecimiento poblacional previsto y el IDH, ya que estos dos parámetros dan
origen a la conformación de grupos.
Comparación del crecimiento poblacional estimado y el Índice de
desarrollo Humano
0
50
100
150
200
250
300
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
%
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
IDH 2000 Crecimiento P2050/P2000 (%)
Figura 4.8.- Comparación del crecimiento poblacional y el IDH.
108
Comparación del % de Alfabetismo y el Índice de desarrollo Humano
0
20
40
60
80
100
120
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
%
0
0.2
0.4
0.6
0.8
1
IDH 2000 % de Alfabetismo
Figura 4.9.- Comparación del % de Alfabetismo y el IDH.
Comparación del PNB per cápita y el Índice de desarrollo Humano
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
40000
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
USD
per
cáp
ita
00.10.20.30.40.50.60.70.80.91
IDH 2000 PNB por persona (USD per cápita)
Figura 4.10.- Comparación del PNB per cápita y el IDH.
109
Los tres gráficos anteriores muestran las tendencias generales de los otros
indicadores en relación con el IDH. Es fácil prever que al comparar el IDH con
la fertilidad, la gráfica sea casi igual a la del crecimiento poblacional, mientras
que si se compara el IDH con la esperanza de vida, el comportamiento es muy
parecido al observado con el porcentaje de Alfabetismo. Lo mismo ocurre con
el porcentaje de la población con acceso a agua potable y servicios sanitarios,
que comparten la tendencia con el IDH con el porcentaje de Alfabetismo pero
con una desviación en el GIVB, como se muestra en la gráfica 4.10. Por otro
lado se verá más adelante como la relación que muestra el IDH con el PNB per
cápita se repite cuando se analizan los indicadores energéticos, como el
consumo energético per cápita, la emisión de CO2 por habitante, y claro la
intensidad energética de cada grupo.
Comparación del consumo energético primario per cápita y el Índice de desarrollo Humano
0.00
50.00
100.00
150.00
200.00
250.00
300.00
350.00
400.00
450.00
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
GJ
per
cápi
ta
0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1
IDH 2000 Consumo energético per cápita del grupo 2000 (GJ/hab)
Figura 4.11.- Comparación del consumo energético per cápita y el IDH. 4.1.2. El consumo energético mundial
110
El primer gran problema al que me enfrenté para analizar los datos energéticos
entre instituciones es la nomenclatura; que en realidad conduce al cálculo
particular subyacente que cada institución tiene para obtener los datos que
publican. Dos conceptos con el mismo nombre se calculan de distinta forma
entre las instituciones consideradas, y claro está la diferencia entre países es
todavía mayor. Así que se debe considerar que las palabras: producción,
consumo, suministro, demanda, oferta y sus múltiples equivalentes en otros
idiomas, pueden ser sinónimos o antónimos, no basta con buscar aquellos datos
de producción de energía por ejemplo, siempre habrá que revisar a qué se
refiere la institución analizada con ‘producción’ por ejemplo. Además, también
hay diferencia entre los conceptos de: nacional, regional, total, global, general,
por países, por sectores, por agrupaciones de países, por combustible, etc. Todo
esto no plantea un problema serio pero si un retraso colosal en el proceso de
análisis y diferenciación de aquellos datos que pueden o no compararse.
Lo que se requiere para un estudio como el que plantea este trabajo, es el
consumo energético total de cada nación (CE) que se refiere al balance final de
energía entre lo producido en cada país (P), las importaciones (I), las
exportaciones (E), los depósitos (D) y las reservas (R) que el país posea, aunque
éste no es un cálculo generalizado entre las instituciones internacionales, por
diversas razones, entre las que se encuentran la de omitir alguno de los
términos anteriores o el considerar producción propia un energético primario
que en realidad es de importación, por ejemplo.
El consumo energético de un estado o región puede obtenerse por tanto
de la siguiente manera:
CE = P + I + D + R - E
Ecuación 2.- Cálculo usual del Consumo Energético.
Dadas las incertidumbres entre instituciones, en este trabajo se
considerará el dato más alto reportado por cada institución y calculado más o
menos acorde a lo anteriormente expuesto, ya que es el consumo energético
111
que cada país hace para satisfacer las necesidades de sus habitantes, de uno u
otro modo. Generalmente los datos reportados tienden a ser menores de lo real
dado que los ajustes se hacen hacia abajo, por lo que la cifra reportada alta
generalmente incluye todos los rubros anteriores, salvo en el caso de los países
productores de energéticos en donde el dato de producción supera por mucho
al del consumo interno, pero los datos de producción mundial de energéticos si
son fácilmente contrastables, porque actualmente es de lo que más se reporta.
Las instituciones analizadas para el consumo energético fueron el WEC, la
EIA, la IEA, la UE, la ONU en concreto el PDNU, el Instituto de Recursos
Mundiales (World Resources Institut, WRI) y el reporte de Petróleo Británico
(British Petroleum, BP), reportes específicos por nación proporcionados en la
red por el ministerio encargado de los balances energéticos en cada país, y
también reportes específicos sobre el consumo mundial o regional de
determinados energéticos. Con todos los datos recopilados y analizados de
igual manera que con los datos demográficos se consiguió obtener lo que
denominó: caso de referencia. Esta perspectiva del futuro energético es un
resumen o una síntesis de aquellas perspectivas bases barajadas por las
instituciones antes mencionadas, y por lo tanto, lo que consideran probable que
suceda. Esto se abordó con mayor precisión en el capítulo II. Los datos
recopilados para esta opción son los primeros en formar el modelo energético.
Pese a la cantidad de fuentes de información, en general, para esta etapa
del trabajo se contó con muchos menos datos que en el análisis de población,
sobre todo en los países de África, América del Sur, Asia y Europa del Este. Me
parece que esto se debe a dos razones: la primera es la carencia de datos fiables
para estos países, ya que muchas veces el propio país no genera dichos datos, y
la segunda es también un desinterés por parte de las instituciones por ciertos
países, como se comentará más adelante.
Los cálculos de la estimación recogida en este trabajo se realizaron de la
misma manera que la expuesta con anterioridad para el cálculo de la estimación
de población, con la salvedad de que ahora no se descartó ningún dato o
112
tendencia; por un lado porque se contaba con pocos datos y por otro lado,
porque por norma general, no se observó ninguna coincidencia de
comportamiento entre las instituciones, por ejemplo, para algunos países el
WEC presentaba abundancia de datos mientras que la EIA, por ejemplo,
reportaba pocas cifras y completamente distintas, fruto de cálculos distintos; en
otros casos coincidían ambas instituciones hasta en los decimales y los años que
se reportaban. Uno de los reportes más citados para datos energéticos es el
reporte anual de BP, seguramente dada su accesibilidad en el red. También
destaca la EIA del Departamento de Energía de los EE.UU. (DOE) que es el
segundo más citado.
La intención inicial del trabajo era sólo analizar los consumos
históricos, pero se incluyó el análisis de las proyecciones elaboradas por
las instituciones como referencia; aunque como ya se mencionó estas
proyecciones se hacen principalmente siguiendo criterios económicos de
crecimiento, y las que se pretende elaborar tendrán otro enfoque de
partida, el humano. Los datos de consumo energético estimados en este
proyecto para los 50 países del estudio son los siguientes:
113
Consumo energético Mundial y de los grupos considerados
516
623
732
429
498
579
670
419
151
1020
861
367
141
784
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
19501955
19601965
19701975
19801985
19901995
20002005
20102015
20202025
20302035
20402045
2050
X 1
0^18
J
Total - Mundial Total de países registrados:
Figura 4.12.- Evolución del consumo energético mundial. (Se recomienda la comparación con la figura 4.4 de la página 90)
114
Caso 1 - Consumo energético Mundial por grupos
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.13.- Consumo energético por grupo. GI - Rojo, GIIB – Azul, GIIA- Amarillo, GIIIB – Verde, GIIIA –Azul claro, GIVB – Verde claro, GIVA – Morado. (Se recomienda la comparación con la figura 4.7 de la página 97)
115
El análisis de las expectativas de crecimiento que muestran las
instituciones analizadas arroja las siguiente conclusiones: El consumo
energético total mundial ha sufrido un incremento impresionante, con un
comportamiento exponencial claro, según el cuál casi se septuplicará el valor de
partida en 1950 dentro del margen de los cien años analizados.
El consumo mundial en los últimos cincuenta años se ha triplicado (un
aumento del 278%) y aunque la estimación futura prevé un crecimiento algo
menor, éste también es del 243%. Estos datos hacen claro que el crecimiento en
el consumo es mayor que el crecimiento poblacional, por lo que no es
aventurado asegurar que las necesidades energéticas de la sociedad aumentan
no sólo siguiendo el aumento demográfico sino a un factor extra, que muy
probablemente se el modelo vinculado al estilo de vida de la población que
aumenta su demanda con el tiempo; esto será más evidente al analizar los
consumos per cápita entre grupos.
Por ahora es conveniente resaltar que el crecimiento previsto en el
consumo implica la creación de infraestructura energética mundial
equivalente al doble de la actual, sin considerar la sustitución de instalaciones
obsoletas que deben ser reemplazadas, lo cual es un esfuerzo nada desdeñable
para el mundo, no sólo por la infraestructura material en sí y el doble dispendio
de recursos energéticos, sino porque implica, además, un esfuerzo de
planificación estratégica energética que debe ser muy responsable y
consciente de las tensiones medioambientales, sociales y políticas.
Cada país tiene dificultades y condiciones que merecen un estudio
específico, particular y característico, pero es necesario examinar primero el
contexto global para elaborar una efectiva estrategia sostenible a nivel mundial,
que por claro, sería la única manera de conseguir la verdadera sostenibilidad.
Por lo tanto, el análisis por grupo para establecer modelos energéticos tipo, es el
primer paso en la determinación de las necesidades energéticas que permitirán
elaborar los modelos de desarrollo sostenible adecuados tanto global, como
particularmente.
116
Analizando la evolución probable registrada por mayoría de la
instituciones analizadas, se puede observar que el GI no representa un alto
porcentaje en el consumo mundial, ni en el 2000, ni en el 2050. Su porcentaje de
participación en el consumo total mundial para dichos años es de 3.42 y 3.07%
respectivamente. Como se puede observar pese a ser el grupo de países que
presenta el mayor aumento poblacional su participación energética no sólo no
subirá sino que descenderá con respecto a su situación actual, dentro de las
previsiones económicas probables que se han tomado como referencia.
El GIIB por el contrario es el único grupo que aumenta su participación
porcentual en el consumo energético mundial entre el 2000 y el 2050: 27.99 y
32.8% respectivamente. Es lógico no sólo porque es el grupo con mayor número
de países en este estudio, sino porque cuenta con dos de los países que se
espera más aumenten su demanda de energía en los próximos años, China e
India. En general el se prevé que el grupo al menos triplique su consumo
energético en 50 años, lo cual representa un gran esfuerzo en construcción de
infraestructura energética. Aún así, como se verá más adelante, el consumo
energético per cápita de este grupo no logra situarse en el 2050 en los niveles
que presentan los grupos con un alto índice de desarrollo humano en el 2000.
El pequeño grupo GIIIB apenas registra una participación perceptible en el
consumo energético mundial, 1.14% en el 2000 y 0.912% en el 2050, dado que
solo cuenta con dos integrantes, sin embargo, su consumo energético se espera
que se dupliqué en dos años, lo que en comparación con otros países de su
entorno geográfico es un crecimiento moderado.
El Grupo GIVB presenta una gran caída en su consumo energético en la
década de los noventa, provocado, según los economistas, por la caída
económica de todo el bloque socialista. En la gráfica 4.13 es muy apreciable
dicho descenso en la franja color verde claro. En la década de los noventa la
participación del grupo en el consumo mundial de energía era del 18.55%, diez
años después había caído a 11.85% sólo por la disminución en su consumo, y
aunque se prevé que la recuperación económica de estos países consiga
117
aumentar de manera continua su consumo energético hasta alcanzar
nuevamente los niveles de 1990 en términos absolutos, es el grupo que menos
aumenta de manera porcentual su consumo energético, apenas un 157% con
respecto a su consumo en el año 2000, con lo cual su participación en el
consumo mundial será del 6.46%.
El grupo GIIA que en el año 2000 presentaba el mayor porcentaje de
participación en el consumo energético mundial con un 32.5%, desciende a una
participación de 19.41 %, siendo el segundo grupo con mayor participación en
el 2050. Esto se debe a que el aumento en su consumo, un 172% con respecto al
del 2000 es inferior al aumento global de 243 %. Pero cabe resaltar que sólo
cinco países conforman este grupo y que el 85% del consumo del grupo se
concentra en un solo país, EE.UU.
El grupo GIIIA presenta el menor crecimiento en el consumo energético de
entre los grupos con alto índice de desarrollo humano. Su consumo energético
en el año 2050 es 164.5 % el del consumo en el 2000. Su participación en el
consumo mundial pasa de 11% en el año 2000 a 6.3 % en el 2050. Es importante
resaltar que en este grupo se encuentra el único país, dentro de los 50
analizados para este trabajo, cuyas perspectivas energéticas contempla una
disminución en el consumo energético en los próximos 50 años: Suecia,
seguramente porque apuesta por la eficiencia energética y por un cambio en el
modelo de consumo, lo cual es alentador. Dinamarca seguirá una tendencia
similar, sólo que su consumo permanece casi constante a partir del 2000 hasta
aumentar un poco hacia el 2050. Pero la disminución en el consumo debería ser
una tendencia generalizada, si es que la política mundial en términos
energéticos tendiese hacia la sostenibilidad.
Por último, el grupo GIVA que en el año 2000 participaba en el consumo
mundial con un 12.14 % disminuye su participación en el 2050 al 7.88%. Aún así
es casi el 8 % del consumo global concentrado en tres países solamente. El
consumo energético del grupo en el año 2050 representa un 187% su consumo
en el 2000, de este aumento participa especialmente Japón que presenta un
118
consumo en el 2050 que es más del doble que el que presentaba en el 2000, y su
participación en el consumo total del grupo es superior al 60% en el 2050.
Los datos expuestos dan una idea de un sobre consumo mundial de
energía y su relación con la sostenibilidad, pero en realidad sólo con el análisis
del consumo es imposible establecer ese criterio así como el definir el consumo
mínimo de una nación. El consumo medio del grupo o mundial, tampoco sirve
de mucho para definir un consumo óptimo, ya que la gran disparidad entre
países desarrollados y subdesarrollados hace inútil la equiparación a tal cifra,
que además desatiende las particularidades en el consumo de cada nación. Lo
que sirve para encontrar un nivel de consumo óptimo, primero es analizar el
patrón de consumo de cada país, después cambiarlo elaborando un modelo
energético sostenible, opciones que se abordarán en el estudio de los casos.
4.1.3. Análisis del modelo energético por grupo59
El consumo energético de cada grupo no es sino el reflejo, o la
consecuencia, del modelo energético que cada conjunto de países ha adoptado
históricamente. El conjunto de factores que conforman el modelo energético de
cada nación, y por ende, de cada grupo son varias, pero para la caracterización
de este trabajo se tomarán en cuenta tres: el consumo energético per cápita, los
sectores de consumo energético y la cesta energética. Antes de analizar estos
tres factores energéticos en cada grupo del estudio, conviene por un lado
comentar la definición de cada uno de estos conceptos y mostrar el
comportamiento mundial de estos factores para tenerlo como punto de
comparación.
El consumo energético per cápita no es otra cosa que el consumo total de
energía dividido entre el número de habitantes de cada país y se consiguió con
los datos de consumo energético y población que ya se han discutido, ya que no
todas las instituciones reportan el dato concreto del consumo energético per
59 Debo aclarar que aquí se utiliza modelo, como patrón o esquema energético.
119
cápita, sin embargo sí hay algunas que lo hacen, pero puntualmente para años
aislados, y nunca en una análisis de su evolución. En sí mismo es una media del
consumo energético de la población de cada país, dentro del cual habrá
habitantes con un consumo superior y otros con un consumo inferior a esta
media, por lo cual se sobrentiende que para un análisis fiel del consumo
energético de cada país habrá que estudiar más a fondo en cada nación; sin
embargo, para hacer comparaciones regionales y globales, es suficiente.
Los sectores de consumo energético surgen al evaluar los distintos sectores
reportados en los documentos analizados para este trabajo y aunque, muy a mi
pesar, se relacionan con los llamados sectores económicos de la producción,
cabe hacer hincapié en que se debe hacer un análisis posterior basado en sectores
de uso de energía; pero esto es algo que se discutirá en las conclusiones. El primer
problema con los sectores elegidos se presentó cuando el concepto de consumo
por sectores que se encuentra no es el mismo que el que se ha venido usando en
este trabajo, ya que en términos generales el consumo por sectores al que se
refiere la bibliografía del tema no es el consumo de energía primaria, sino el
gasto de energéticos que realiza cada “sector económico de la producción”. La
diferencia entre el consumo primario y el consumo por sector está en las
pérdidas de energía dada la baja eficiencia de generación, el transporte y la
distribución de la energía; así que una diferencia entre el dato de consumo de
energía primaria o producción de energía primaria (como se suele exponer) y el
consumo final de energía, nos daría la energía perdida o energía disipada,
principalmente, en forma de calor al medio. En mi opinión si no se incluye en
los reportes las pérdidas es para no hacer evidente algo que de todas maneras
en los círculos técnicos es por demás sabido, que la pérdida de energía es
brutal60; o bien para cubrir errores en las cifras o errores de cálculo. En los
60 Desde una perspectiva completamente teórica, la segunda Ley de la Termodinámica marca el límite superior para cualquier transformación de energía; en la práctica de la generación de la energía actual se utiliza principalmente tecnología basada en intercambios energéticos térmicos que, en términos de la 2ª Ley, tienen una de las peores relaciones entre energía aprovechada y energía disipada, a lo que se suman las pérdidas en el transporte y uso final de dicha energía; en
120
reportes analizados muchas veces se nombra a estas pérdidas como “uso de
transformación” y se suele contabilizar en ellas las pérdidas de transformación,
las pérdidas en trasmisión y distribución, los usos propios del sector energético,
y también suele considerarse incluso las “diferencias estadísticas” que son todos
los errores debidos a aproximaciones y redondeos que provocan que las cifras
no cuadren al final. En el presente trabajo el sector pérdidas se incluye en el
consumo humano. Si bien es cierto que el ser humano no puede “utilizar” esta
energía disipada es gracias a la utilización de la energía total que se pierde, por
lo que es inevitable; y dado que representa una buena porción del agotamiento
de los recursos energéticos del planeta, obviarlo o eludirlo, por inevitable que
sea, no es realista y puede provocar errores en la elaboración de las estrategias
energéticas acordes al desarrollo sostenible. Este sector se calculó haciendo
precisamente la diferencia entre el consumo primario, o producción primaria, y
el consumo total de los sectores económicos reportados; esto es el consumo
final, y se reporta como “Pérdidas”.
Si la información sobre el consumo energético total era escasa, la
información sobre el consumo energético por sectores es todavía menor y es
difícil de contrastar entre fuentes, no sólo por ser insuficiente sino porque los
pocos datos que existen suelen ser distintos, incluso en algunos casos
completamente contradictorios, ya que cada organismo internacional o cada
Estado elabora la agrupación o conformación por sectores de manera distinta,
no sólo en cantidad de sectores y sus nombres, sino también la conformación de
sectores con idéntico nombre varían según quien lo publique. No existe un
criterio internacional generalizado que sea utilizado por los estados para
considerar cuales y cómo serán calculados los distintos sectores energéticos. La
principal fuente de información en este punto en concreto fue la WEC, aunque
se contrastó esta fuente con los reportes nacionales cuando fue posible. Lo que
no es posible era tratar de obtener medias utilizando distintas instituciones, sólo
definitiva el aprovechamiento final que una persona hace hoy en día es del 30 al 40% de la energía total original, esto es se desperdicia hasta un 70%.
121
es posible corroborar tendencias en los distintos usos según países o regiones.
Los sectores de consumo que los organismos estudiados utilizan y analizan son:
WEC EIA UE SE México Industria Industria Industria Industria Transporte Agricultura61 Transportes Agrícola Otros sectores62 Transporte Residencial Doméstico Usos no energéticos
Residencial Terciaria Servicios
Comercial Comercial
Tabla 4.6.- Comparación de los distintos nombres utilizados para los sectores de consumo energético.
Los datos se obtuvieron para los países individualmente, pero no es
común encontrar reportes por sectores de consumo energético para regiones o
agrupaciones de países y de hecho sólo se encontró un documento de la IEA63
que expusiera el reparto del consumo final mundial por sectores.
La cesta energética se refiere a los distintos energéticos de los que se vale
un país para cubrir la demanda de energía. A diferencia con los sectores
energéticos la mayoría de los reportes internacionales y propios de cada país
suelen hacer hincapié en este punto, no sólo dando datos de años aislados sino
que de una manera u otra informan sobre la evolución del uso de los distintos
energéticos. También es relativamente fácil encontrar reportes sobre
energéticos específicos, por ejemplo el petróleo, que hacen mención sobre el
consumo de dicho energético en distintos países y en distintos periodos, así que
la información es extensa. La dificultad presentada en este punto fue
nuevamente que muchas veces la información reportada entre instituciones
puede ser incluso contradictoria, por lo que el análisis debió ser exhaustivo,
aunque conviene aclarar que las principales fuentes de información fueron los
balances energéticos nacionales, en el caso de ser estos accesibles por la red, y
61 En algunos documentos agricultura es incluida en el sector industria, en otras en el de “otros sectores”. 62 En algunos documentos este sector se divide en dos: residencial y comercial. 63 IEA, Key World Energy Statistics, 2001, pp. 36 y 37.
122
los informes de la EIA y BP. Considerado los datos mundiales el modelo
energético en el que se basa el planeta es el siguiente:
Consumo energético per cápita
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 4.14.- Evolución del consumo energético per cápita de los grupos analizados.
123
Sectores de consumo energético mundial 2000
24.7%
20.1%
26.2%
2.6% 26.4%
SI ST OS UNE P
Figura 4.15.- Estructura de los sectores de consumo energético mundial.
Consumo energético por energético 2000
38.8%
18.3%
19.6%
4.8%3.8% 14.7%
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.16.- Estructura de la cesta energética mundial 2000.
124
El análisis de la figura 4.14 resalta que el consumo per cápita de los países
analizados es mayor que el consumo energético per cápita mundial, tendencia
contraria a las otras gráficas totales (4.7 y 4.13). Eso se debe a que para este
proyecto se ha considerado casi todos los países calificados como
“desarrollados” y precisamente la mayoría de los países no considerados son
los países con el menor consumo energético mundial como muestra la curva
verde.
Conviene señalar dos secciones claras en las tres funciones: la histórica y
la proyectada a futuro. En la segunda sección se presenta un elevado aumento
del consumo per cápita, pero hay que resaltar que dadas las incertidumbres -
comentadas con anterioridad– de las proyecciones futuras, tanto en población
como en consumo energético, se deba tomar su certidumbre con cautela, de lo
contrario se podría pensar con ligereza que en general en el futuro cada vez
una mayor proporción de la población verá satisfechas muchas de las
necesidades energéticas que les aquejan. Sin embargo, me parece más
reveladora la sección histórica de las funciones que presenta un crecimiento
mucho más moderado, que tal vez sea más real, y que reflejaría no una
estabilización del estado actual, sino un crecimiento en la diferencia entre
aquellos países que aumentan su consumo energético satisfaciendo cada vez
más las necesidades de una población relativamente pequeña, y aquellos países
en los que aumenta cada vez más la población y cada vez ven satisfechas
menos necesidades. Conviene aclarar que la curva que representa el consumo
energético del conjunto de países no considerados en el proyecto que presenta
un aumento desmesurado en la década de los noventa, no se presenta como un
dato reflejado en ningún otro trabajo analizado, como las otras dos curvas se
obtuvo a partir de los datos de población y consumo energético si verificado,
pero al ser un grupo de países cuyos datos se calculan básicamente con la
diferencia entre lo reportado como totales mundiales y lo calculado para los 50
países. Lo que para mi evidencia el comportamiento de esa diferencia es que la
mayoría, si no la totalidad, de los reportes analizados para la obtención de
125
datos sobreestiman el consumo energético de todos aquellos países que ellos
mismos no incluyen.
Antes de analizar los grupos conviene analizar a algunos países
individualmente, a aquellos cuyas tendencias parecen marcar las listas de
mayores y menores consumidores per cápita mundiales:
Evolución del consumo energético per cápita de países seleccionados (10)
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
500
1950 1975 2000 2025 2050
Año
GJ/h
ab
EE.UU. Canadá Alemania Holanda
Suecia Nigeria Perú India
Rep. Dem. Congo Angola
Figura 4.17 .- Comparación del consumo energético per cápita para 10 países seleccionados.
126
Lo primero que salta a la vista de la figura 4.17 es la presencia de tres
grupos de países claramente distanciados, y las diferencias en términos
numéricos absolutos, no son en absoluto triviales –menos aún los energéticos o
sociales–. Por ejemplo, en el año 2050, se presupone que la República
Democrática del Congo tendrá un consumo de 5.01 GJ por habitante, mientras
que Alemania tendría 232.47 GJ/hab., y EE.UU. 407.26 GJ/hab. Diferencias
absolutas muy pronunciadas. Como segunda observación pertinente está la
estabilidad de los grupos; en realidad estos tres grupos son constantes en el
tiempo, pero sólo por previsiones probabilísticas no porque esto tenga que ser
así. Si bien es cierto que existen algunos países que parecen desplazarse entre
grupos, como por ejemplo, Luxemburgo que desciende del primer grupo al
segundo, Australia o Finlandia que hacen lo contrario, y Chile o España que
parecen salir en 1950 del tercer grupo y situarse para el 2050 con el segundo, el
comportamiento que presentan en general los 44 países analizados es la de
permanecer en los 100 años analizados en alguno de estos tres grupos, siendo el
más numeroso, desgraciadamente, el tercero, con consumos per cápita que rara
vez superarán los 50 GJ/hab. Hago hincapié nuevamente en que estas
previsiones a futuro se basan en supuestos “probables” del comportamiento
económico del mundo, pero como se expondrá más adelante, éste no sólo no
es un camino sostenible, sino que no es un camino fijo y absoluto. Es cierto
que es poco probable que la India disminuya su población y eleve su consumo
energético de manera tal que su consumo energético per cápita alcance, por
ejemplo, los 150 GJ/hab en el 2050, pero esto no quiere decir que sea imposible
o que no habría que hacerlo. Lo qué sí es imperdonable, inadmisible e
insostenible (en una doble acepción), es aceptar estos grupos como “naturales”,
absolutos o inamovibles.
Retomando también el punto de las diferencias y centrándonos un poco en
el año 2000, habría que analizar los dos extremos del consumo energético per
cápita: los Estados Unidos de Norte América y la República Democrática del
Congo. EE.UU. tiene cinco veces más población que República Democrática del
127
Congo pero consume 180 veces más energía, por lo que su consumo energético
per cápita es 33 veces superior al del país africano. Podríamos comparar el
consumo energético de los habitantes de ambos países con el de nuestros
antepasados humanos. En el principio del capítulo presente se especuló sobre el
consumo energético necesario para la subsistencia de un Ser humano de las
cavernas y se llegó a una cifra de 11 GJ/año, de los cuales aproximadamente el
60 % sería alimento; lo que restaba se consideraba como uso de un recurso
energético como la leña a razón de 800 gr. de leña al día por persona. Si
convertimos el consumo energético de los dos países extremos en kg. de leña
nos sorprendería saber que mientras cada uno de los habitantes de los EE.UU.
consumen el equivalente a 62 kg. de leña al día –esto es 78 veces más energía
calorífica para sobrevivir en diez mil años de “progreso”–, un habitante del la
República Democrática del Congo consume apenas 1.8 kg. de leña al día –esto
es apenas, 1 kg. más de lo que consumía un ser humano hace diez mil años–
seguramente muchos de ellos viven peor que nuestros ancestros; pero no hay
que especular demasiado, si se analiza a la República Democrática del Congo en
1950, con 3 GJ/hab, o el 2050, que lejos de mejorar con respecto al 2000 alcanza
unos 5 GJ/hab; ambos datos estimados sitúan el consumo energético de
millones de personas por debajo del nivel de consumo del Ser Humano de las
cavernas.
Otra anotación pertinente al analizar los datos del 2050 sería la referente a
la posición de la Federación Rusa, que sorprendentemente se sitúa como el país
con mayor consumo per cápita. Esto se debe a que si bien el país no presenta un
crecimiento energético desmesurado, ya que en cincuenta años crecería un
60 %64, sí sufre una disminución de población de casi el 30 %, y esto potencia el
consumo energético per cápita; sin embargo, considero poco probable una
expectativa de crecimiento tan elevada, que por otro lado es esperanzadora
para el pueblo ruso.
64 El crecimiento desmesurado es en comparación con el crecimiento de otras naciones, que alcanzan en algunos casos incluso el 600%.
128
Por último conviene resaltar también que el país con la proyección de
mayor población mundial para el año 2050, India, será también uno de los diez
países con menor consumo energético per cápita del mundo, lo cual plantea un
serio problema dado que el modelo de consumo al que pueden acceder
seguramente no será un modelo sostenible. Esto es más patente si se considera
que en términos generales a la India y especialmente al continente africano, se
les ha desatendido internacionalmente, y no parece que las políticas
internacionales les ofrezcan la ayuda que necesitarían para desarrollarse bajo un
modelo sostenible.
Ahora bien dado que el valor energético de los alimentos no se considera
dentro de los balances energéticos nacionales, la energía que un ser humano
necesita ingerir de los alimentos debería sumarse a los valores antes expuestos.
Pero esto también presenta un problema, ya que la cantidad de energía que el
cuerpo humano necesita varía según la masa corporal y la actividad que se
realiza. Podemos establecer una media de 10 MJ/día para una persona de
actividad sedentaria y 70 kg, como un dato base de la energía necesaria para el
buen desempeño del ser humano, lo que llevaría a un aumento de 3.65 GJ/año
en las cifras anteriores. Pero también hay que considerar que no en todos los
países (por no decir ninguno) se come lo biológicamente recomendable y
considerando que hay problemas de obesidad en los países considerados
desarrollados y el tercer mundo estaría por debajo del peso recomendable. Para
conseguir la necesidad energética humana completa, sumando al consumo
energético analizado aquí el consumo energético alimenticio habría que sumar
unos 2 GJ/año en el tercer mundo y unos 5 GJ/año en el primer mundo, o
quizás un poco menos en el tercer mundo y un poco más en el primero, pero
para establecer bien esa cifra también se necesitan estudios alimenticios en
términos energéticos, o más bien adaptar los estudios ya hechos a energía. Para
generalizar este tipo de análisis energético a los 50 países analizados conviene
usar los siete grupos antes conformados con le IDH y el crecimiento
poblacional, además, se ha encontrado que efectivamente cada grupo presenta
129
tendencias diferenciables aunque al interior cada grupo pueda tener dos países
con modelos energéticos contradictorios, en términos generales sí se encuentra
una uniformidad interna. Previo al análisis de cada grupo se presentan dos
tablas con el resumen de los sectores de consumo, la cesta energética.
SI ST OS UNE P GI 11 12 53 2 22
GIIB 25 18 29 4 24 GIIIB 24 18 19.3 2.7 36 GIVB 26 7.5 28 2.5 36 GIIA 24.4 26.7 22 1.7 25.2 GIIIA 23.3 20.3 25.8 3.3 27.3 GIVA 29 19.5 24 1.7 25.8
Tabla 4.7.- Sectores de consumo energético por grupos en el año 2000 en %.
P C G N H O GI 33.5 5 12 0 4.5 45
GIIB 41.27 13.72 20.44 0.6 7 16.97 GIIIB 25 37 5 2.9 0.1 30 GIVB 31.5 25.15 30 4.7 1 7.65 GIIA 38.2 28.06 19.5 5.3 2.75 6.19 GIIIA 41.5 14.1 18 17 3.5 5.9 GIVA 48.4 15.2 22.4 9.4 1.8 2.8
Tabla 4.8.- Cesta energética por grupos en el año 2000 en %.
En la tabla 4.7 se muestran los sectores de consumo energético que son:
Sector Industrial (SI), Sector Transportes (ST), Otros sectores (OS) que incluye al
residencial y el comercial, también Usos no energéticos (UNE) y las Pérdidas de
energía primaria durante la transformación (P). En la tabla 4.8 se muestra los
porcentajes de participación de cada energético en la cesta energética de cada
grupo, dividido en: Petróleo y derivados (P), Carbón (C), Gas Natural (G),
energía Nuclear (N), energía Hidroeléctrica tradicional (H) y Otros energéticos
(O), que incluye a los energéticos naturales, la biomasa tradicional y moderna,
la minihidráulica y la Geotérmica.
A continuación se presentará la evolución del consumo energético total
por grupo y de su consumo energético per cápita, así como la situación de
referencia para los modelos energéticos centrados en el año 2000, lo cuál incluye
130
para cada grupo, los sectores de consumo, la cesta energética y la participación
del grupo en el consumo energético mundial del año 2000.
GI – Los olvidados
El GI presenta uno de los mayores retos energéticos, así como poblacionales, ya
que su modelo energético se encuentra basado en energéticos tradicionales pre-
industriales y su estructura de consumo excluye también los desarrollos
industriales y de infraestructura. Esto conlleva un gran reto de desarrollo.
Consumo energético
X1018J
Consumo energético per cápita GJ/hab
2000 12.09 27.93 % Participación en el consumo
energético mundial
3.42
2005 13.46 27.43 SI 11 2010 14.79 26.92 ST 12 2015 16.48 26.39 OS 53 2020 18.19 26.14 UNE 2 2025 20.08 25.69
Sectores de consumo
energético 2000 %
P 22 2030 21.97 25.46 P 33.5 2035 24.14 25.53 C 5 2040 26.31 25.59 G 12 2045 28.81 25.92 N 0 2050 31.34 26.52 H 4.5
Cesta energética
2000 %
O 45 Tabla 4.9.- Datos energéticos relevantes del grupo GI.
Cabe resaltar de esta tabla 4.9 que aunque el consumo energético total
anual aumenta, y la participación en el consumo energético mundial aumenta
de 2.89 a 3.07 %, que el consumo energético per cápita disminuye a partir del
2000 y hasta el 2030, cuando se recupera un poco pero al final del período
analizado, en el 2050, el consumo per cápita es menor que el del año 2000. El
descenso en el consumo energético per cápita no es intrínsecamente negativo,
131
pero si se considera que el consumo energético per capita del grupo es de por sí
bajo en el 2000 ya que las necesidades energéticas de la población de este grupo
no se ven satisfechas, el hecho de que las previsiones probables auguren una
disminución no sólo es muy poco solidario sino directamente irresponsable y
mordaz, considerando además que la cantidad de gente en esta situación
aumenta considerablemente. Es fácil observar como el grupo presenta un
modelo energético pre industrial, principalmente al observar que el principal
energético se encuentra en el ramo de ‘otros energéticos’, en concreto se trata de
la biomasa tradicional, la madera principalmente, lo cual acarrea grandes
impactos a los ecosistemas locales, y claro es un energético muy poco eficiente.
En términos de abastecimiento energético, la mayoría de estos países se
autoabastece a base de energéticos tradicionales, pero es dependiente del
exterior para suplirse de hidrocarburos que completan su demanda de energía,
principalmente aquellos derivados del petróleo ya refinados, ya que muchas
veces carecen de la capacidad de refinación. Otro rasgo de este modelo atrasado
es que el principal sector de consumo energético es el de ‘otros sectores’ en
concreto el residencial, y el siguiente es el de pérdidas. Este modelo trae como
consecuencia que el desarrollo de infraestructuras e industria se vea seriamente
en riesgo. Por todo esto el desarrollo sostenible para este grupo es casi
imposible, dado que no se ve una salida clara ni económica, ni social, ni
medioambientalmente. Los hidrocarburos refinados que consumen en estos
países se destinan en mayor medida al precario sector de transportes, ya que
generalmente este sector supera el consumo energético de la industria.
GIIB – Los deslumbrados
El GIIB presenta el mayor consumo energético del estudio, lo cual parece lógico
ya que es el grupo con mayor población. La participación del grupo en el
consumo energético mundial es del 23.6 y 33 %, para los años 2000 y 2050
respectivamente. A diferencia del GI, el consumo energético per cápita
132
estimado para los próximos 50 años crece constantemente y se espera que dicho
consumo se duplique en poco más de cuarenta años, aún así con este gran
aumento no conseguiría en 50 años alcanzar ni la mitad del consumo energético
per capita que los países desarrollados presentan en el año 2000.
Consumo energético
X1018J
Consumo energético per cápita GJ/hab
2000 98.95 29.52 % Participación en el consumo
energético mundial
27.99
2005 114.82 32.29 SI 25 2010 130.6 34.78 ST 18 2015 148.97 38.01 OS 29 2020 167.5 41.03 UNE 4 2025 198.87 44.8
Sectores de consumo
energético 2000 %
P 24 2030 212.31 48.33 P 41.27 2035 239.5 52.81 C 13.72 2040 266.53 57.44 G 20.44 2045 300.95 63.66 N 0.6 2050 335.26 69.65 H 7
Cesta energética
2000 %
O 16.97 Tabla 4.10.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIB.
En comparación con el anterior grupo, se puede observar que si bien la
estructura de consumo mantiene como principales consumidores el sector
residencial y comercial, y las pérdidas son altas, en estos países el sector
industrial consume mucha más energía que en el GI, lo cuál se considera, un
poco con ligereza, que son países en vías de desarrollo. Conviene pues aclarar
que el desarrollo no sólo se da al industrializarse una sociedad, sino en la forma
en la que esta industrialización se lleva a cabo, y dicho desarrollo no será
sostenible si no cuenta el adecuado equilibrio económico, social,
medioambiental y ético. En cuanto a la cesta energética se puede apreciar que el
GIIB ya muestra la tendencia generalizada en el resto de grupos, que es el
predominio de los hidrocarburos en el consumo energético, auque cabe señalar
que es el grupo con mayor participación de la energía hidroeléctrica en la cesta
133
energética, debido claro esta a sus propias condiciones geográficas, pero
también a una decisión político-energética de utilizar al máximo los recursos
propios, ya que cada uno de estos países tratan de aprovechar al máximo los
recursos propios, pero al escasear estos la importación de crudo se convierte en
la principal dependencia de estos países (aquellos no productores), en realidad
es un grupo muy heterogéneo tanto en distribución en la cesta energética y
como importadores o exportadores netos de energía.
GIIIB – Los insumisos
El pequeño GIIB apenas si representa menos del 1 % del consumo energético
mundial tanto en el año 200 como en el 2050. Al ser un grupo conformado por
sólo dos países es difícil establecer un comportamiento energético común o un
modelo energético especial, dado que Cuba y Sudáfrica se encuentran en
situaciones distintas energéticamente hablando, sin embargo ambos presentan
elevada dependencia en energéticos tradicionales como la biomasa, aunque
muy superior por parte de Sudáfrica, y el tipo de biomasa varía entre el uso de
la madera muy común en África y el bagazo de la caña de azúcar que aún es
uno de los principales productos agroindustriales de Cuba. Otra particularidad
es que Sudáfrica es el único país de África que cuenta con reactores nucleares
dentro de su cesta energética, algo apenas significativo en su consumo total,
pero muy significativo en tanto que representa un paso importante tanto
económica como tecnológicamente para el continente. En mi opinión Cuba se
encontraría en la misma situación energética desde el punto de vista nuclear y
con respecto a otros países caribeños, sin embargo, las condiciones políticas no
han permitido a cuba desarrollar esta opción energética pese a contar con el
(mal denominado) capital humano tanto en científicos como en tecnólogos. En
lo demás, es obvio que siendo Sudáfrica una potencia mundial en la producción
del carbón, sea este su principal energético, y por lo tanto se autoabastezca
hasta en un 70 % a partir de este energético, pero que dado que Cuba es un
importador neto de energéticos y al no contar con este recurso en abundancia,
134
la participación del carbón en su cesta energética no alcance ni el 2%. En
definitiva es un grupo muy heterogéneo energéticamente hablando, y podrían
situarse mejor dentro del GIIB o el GIVB en cuanto a su modelo, sin embargo,
como se mencionó al discutir su población, la tendencia demográfica y del IDH
aparta a estos dos países del grupo mencionado.
Consumo energético
X1018J
Consumo energético per cápita GJ/hab
2000 4.05 74.19 % Participación en el consumo
energético mundial
0.97
2005 4.44 80.89 SI 24 2010 4.86 87.95 ST 18 2015 5.41 96.15 OS 19.3 2020 5.97 106.78 UNE 2.7 2025 6.52 117.53
Sectores de consumo
energético 2000 %
P 36 2030 7.08 126.11 P 25 2035 7.64 134.53 C 37 2040 8.19 143.09 G 5 2045 8.74 151.37 N 2.9 2050 9.3 159.71 H 0.1
Cesta energética
2000 %
O 30 Tabla 4.11.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIIB.
Conviene resaltar que para ambos países una coincidencia era su alto
porcentaje en pérdidas energéticas, provocado sin duda por una baja eficiencia
en todos los equipos de transformación y utilización de la energía. Otra
coincidencia es su escasísima participación en energía Hidroeléctrica, pero que
al ser países con un gran porcentaje de costas podrían ser viables los proyectos
maeromotices en el futuro.
GIVB – Los descalabrados
El grupo GIVB parece estar repleto de contradicciones al analizar la tabla 4.12,
pero sólo aparentes. Para empezar, pese a que como se muestra el consumo
energético total del grupo aumenta poco más de un 50% en el periodo
135
analizado su participación en el consumo energético mundial disminuye casi a
la mitad, evidenciando el elevado aumento en el consumo mundial. Por otro
lado también se observa que el consumo energético per cápita aumenta
estrepitosamente, duplicándose antes de completar los 50 años, sin embargo,
este aumento se debe a la más estrepitosa caída en la población de estos países,
y esta sí es una contradicción no aparente, porque la situación social de la
población puede no reflejar el aumento numérico de su consumo energético per
cápita.
Al analizar los sectores de consumo energético resalta la bajísima
participación del sector transportes, la menor participación de entre los 7
grupos. En mi opinión esto se debe al escaso comercio interno de estos países,
pero es sólo una suposición habrá que elaborar estudios específicos sobre este
punto. Si la suposición del bajo comercio es correcta resalta también el alto
consumo en el rubro ‘Otros sectores’ ya que casi sin duda se debe al alto
consumo energético residencial en los meses de invierno. También se observa
que las pérdidas energéticas no muy altas, y como en el grupo anterior, esto se
debe probablemente al uso de equipo muy poco eficiente tanto en la
generación, transformación y consumo de energía.
Consumo energético
X1018J
Consumo energético per cápita GJ/hab
2000 41.89 162.43 % Participación en el consumo
energético mundial
10.01
2005 43.54 174.07 SI 26 2010 45.14 185.12 ST 7.5 2015 47.34 199.92 OS 28 2020 49.49 215.4 UNE 2.5 2025 51.89 233.03
Sectores de consumo
energético 2000 %
P 36 2030 54.29 251.81 P 31.5 2035 57.19 274.24 C 25.15 2040 60.09 298.22 G 30 2045 62.99 324.77 N 4.7 2050 65.89 353.45 H 1
Cesta energética
2000 %
O 7.65 Tabla 4.12.- Datos energéticos relevantes del grupo GIVB.
136
En cuanto a la distribución de la cesta energética conviene señalar un
cambió en los hidrocarburos de principal consumo. En la mayoría de los países
comprendidos en este grupo dependían en el pasado del carbón como principal
energético, y paulatinamente ha sido superado por el petróleo y sus derivados,
pero con un gran crecimiento en la última década del Gas Natural. Conviene
señalar también que dentro de este grupo se encuentran países con un alto
consumo de energía nuclear, pero la escasa información sobre la cesta
energética completa hace difícil estimar la verdadera participación de este
energético que parece ensombrecido por los hidrocarburos, pero me da la
impresión que el consumo de energía nuclear en el consumo de energía
primaria de este grupo es algo mayor al reflejado en la tabla 4.12.
GIIA – Los derrochadores
El grupo GIIA es el grupo consumidor de energía por excelencia, se compone
de cinco países y consumía en el 2000 casi el 30% del total mundial, y pese a que
en el 2050 su participación bajaría según las previsiones probables a un 20% de
la energía mundial, su consumo energético aumenta más de un 70%. Todo esto
conlleva que el grupo presente el consumo energético per cápita más alto de
todos los grupos. Comparado con el GI, la diferencia es abismal; en el 2000 el
consumo personal era 12 veces superior, y en el 2050 será, quizás, 15 veces
superior. Pero no sólo comparado con el GI, el grupo que sigue al GIIA en
consumo energético per cápita es el GIVA, y aún así en el año 2000 una persona
promedio de este último grupo consumía la mitad de otra persona del grupo
GIIA.
137
Consumo energético
X1018J
Consumo energético per cápita GJ/hab
2000 128.47 392.49 % Participación en el consumo
energético mundial
27.43
2005 134.57 390.83 SI 24.4 2010 141.48 391.54 ST 26.7 2015 148.31 393.47 OS 22 2020 154.65 393.96 UNE 1.7 2025 162.4 397.19
Sectores de consumo
energético 2000 %
P 25.2 2030 169.16 397.76 P 42.3 2035 175.03 398.74 C 27.3 2040 181.09 400.07 G 20.2 2045 188.63 403.65 N 1.1 2050 197.94 410.69 H 3.5
Cesta energética
2000 %
O 5.6 Tabla 4.13.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIA.
En cuanto a su modelo energético se puede decir que el GIIA prima los
hidrocarburos sobre las otras fuentes energéticas, considerando en conjunto el
petróleo y sus derivados, el carbón y el gas natural, su consumo es cercano al
90%, en el año 2000. En cuanto a sus sectores de consumo se puede decir que la
particularidad es que es el grupo en el que el sector transporte es el de mayor
participación, con casi un 27% del consumo total de energía. Pero también
conviene resaltar que es el grupo con los consumos más equilibrados entre
sectores, desgraciadamente incluido el de pérdidas, y excluyendo el de usos no
energéticos que es un sector de participación baja en términos generales.
GIIIA – Los vacilantes
Pese a que el grupo GIIIA es el tercer escalafón en el Índice de desarrollo
humano, es el cuarto grupo en el consumo energético en el 2000. Su
participación en el consumo energético mundial en el año 2000 era de un 9% y
se prevé que baje a un 6% en el año 2050, pese a que su consumo aumentará
más del 60% en ese periodo. Su consumo energético per cápita se sitúa a medio
138
camino entre el consumo mundial medio per cápita y el consumo per cápita
más alto, registrado por el GIIA. En términos absolutos es un consumo per
cápita alto y las previsiones esperan que siga subiendo.
En lo que respecta a su estructura de consumo este grupo también destaca
por la homogeneidad de los 4 sectores principales, aunque nuevamente el
mayor porcentaje esta en las pérdidas energéticas. Todas las tendencias
energéticas para estos 17 países apuntan a un mayor control sobre las pérdidas
energéticas y su situación económica y social, le permiten destinar programas
específicos a la mejora en eficiencia de equipos, industria, sectores, por lo que es
muy probable que se consiga reducir las pérdidas al menos unos puntos
porcentuales en 50 años.
Consumo energético
X1018J
Consumo energético per cápita GJ/hab
2000 39 167.49 % Participación en el consumo
energético mundial
9.28
2005 41.34 175.76 SI 23.3 2010 43.25 182.2 ST 20.3 2015 45.27 189.58 OS 25.8 2020 47.29 197.07 UNE 3.3 2025 49.82 206.78
Sectores de consumo
energético 2000 %
P 27.3 2030 52.38 216.47 P 41.5 2035 55.16 227.46 C 14.1 2040 57.95 238.41 G 18 2045 60.92 251.24 N 17 2050 63.89 264.08 H 3.5
Cesta energética
2000 %
O 5.9 Tabla 4.14.- Datos energéticos relevantes del grupo GIIIA.
Al analizar la cesta energética del grupo GIIIA se observa que pese a la
primacía de los hidrocarburos en poco menos de dos terceras partes del
consumo total, hay otros dos sectores que merecen especial mención. Por un
lado el que engloba ‘otros sectores’ que en este grupo es especialmente bajo,
apenas una contribución cercana al 6%. Es digno de mencionarse porque
durante el último siglo se ha hecho una conversión casi total de las fuentes
139
energéticas desde la biomasa tradicional y el carbón, hacia los hidrocarburos
más ligeros. El uso de la leña se ha reducido en el continente europeo hasta un
nivel de mínima utilización, que casi podría denominarse de artesanal. Claro
que aún existen regiones rurales que dependen principalmente de este
energético, pero no sólo son una minoría sino que la tendencia es la de la
sustitución por otros energéticos rápidamente. El aumento previsto de este
sector en el futuro se entiende como una apuesta en energéticos naturales y de
nueva tecnología, como la energía eólica, la biomasa moderna y nuevos
desarrollos, por lo que la tendencia que se presenta en este sector es especial,
compartida en parte por el grupo GIVA y en mucho menor medida el GIIA.
El otro aspecto relevante de la cesta energética del GIIIA es el sector
nuclear. Es el grupo que mayor consumo nuclear tiene y se debe a dos factores,
uno es que probablemente sí sea el grupo que presenta tanto un mayor número
de países con esta tecnología y además contiene aquellos países que más
dependen de la energía nuclear en su consumo primario. Pero también cabe
aclarar que es un grupo donde el acceso a la información del conjunto del
consumo primario y su desglose por energético, no así en los otros grupos, en
los cuales la información se completaba de distintas fuentes y era raro el país
que tuviese la estructura completa del consumo por energético, ya que se
señalaba un aspecto o energético sobre los otros, pero pocas veces todo en
conjunto. Así, pese a que la información sobre la energía producida en cada una
de las centrales nucleares del mundo es de relativo fácil acceso, esos datos no
suelen corresponder adecuadamente con los consumos energéticos reportados
en los balances energéticos nacionales, de tal forma que para este trabajo es
posible que el consumo nuclear de los otros grupos este un poco subestimada
en cuanto a su participación en el consumo primario total, salvo para el grupo
GIIIA.
140
GIVA – Los reconstruidos
Pese a que el grupo GIVA sólo cuenta con tres países y una población que sólo
contribuye al total mundial entre un 4.4 y un 2.3 % para los años 2000 y 2050,
respectivamente, es el tercer grupo consumidor de energía, consumiendo entre
un 10 y un 8 % en los mismos años. El grupo prevé un aumento elevado del
consumo energético per cápita si se compra con los otros tres grupos de alto
índice del desarrollo, ya que en 50 años dicho consumo se duplicará. Y dado
que la población es estable el consumo energético total aumenta casi el doble.
Conviene recordar que estos aumentos se explican ya que son los aumentos que
se prevén en los distintos documentos de previsiones energéticas basadas en las
previsiones económicas, y como se considera tradicionalmente a Japón y a
Alemania como grandes motores económicos, se asume que serán grandes
consumidores de energía, presunción que no necesariamente es cierta.
Consumo energético
X1018J
Consumo energético per cápita GJ/hab
2000 42.93 160.46 % Participación en el consumo
energético mundial
10.25
2005 46.26 172.43 SI 29 2010 48.98 183.08 ST 19.5 2015 52.02 196.74 OS 24 2020 55.11 211.12 UNE 1.7 2025 58.65 228.72
Sectores de consumo
energético 2000 %
P 25.8 2030 62.18 246.89 P 48.4 2035 66.24 268.97 C 15.2 2040 70.31 292.11 G 22.2 2045 75.29 320.23 N 9.4 2050 80.3 349.88 H 1.8
Cesta energética
2000 %
O 2.8 Tabla 4.15.- Datos energéticos relevantes del grupo GIVA.
Al analizar la cesta energética destaca el predominio del petróleo y sus
derivados en casi un 50 % y nuevamente la bajísima participación de ‘otros
sectores’ y la elevada participación de la energía nuclear, pese a que uno de los
141
tres países que conforman el grupo tras una decisión político-social abandonó
su programa nuclear, Italia. En cuanto a los sectores de consumo queda patente
la alta industrialización de estos países ya que precisamente este sector es el que
más energía consume con casi 30 %, pero también resalta que tiene el consumo
en el sector transportes bajo con respecto a los otros dos grupos de alto
desarrollo humano, lo cual convendría analizar, ya que precisamente este sector
el que mayores problemas de sostenibilidad se prevé que presente en el futuro.
142
4.2.- El caso de referencia, evolución prevista entre 2000-2050. Caso C1.
Una vez sintetizados los datos energéticos mundiales, elaborar un modelo
energético siguiendo el esquema general que se comentó en el capítulo anterior,
y que es posible construir en cualquier soporte informático, e incluso sin él,
pero para facilitar la evaluación de la concepción metodológica decidí construir,
el primer modelo en un soporte de fácil acceso y manejo, abierto a la mayor
cantidad de gente posible. De tal forma que, a manera de ensayo, elegí el
paquete informático Excel para el soporte. Al inicio del proyecto de tesis
consideraba que una vez corroborada la eficacia del modelo conceptual, con
este primer ensayo, se elaboraría un modelo energético definitivo en un soporte
informático más formal; sin embargo, el buen desempeño del ensayo, varió
dichos objetivos y se decidió entonces utilizar este modelo para elaborar un
análisis de las distintas perspectivas energéticas posibles, recogidas en casos, y
así, además de proponer un nuevo esquema en la elaboración de los modelos
energéticos, hacer un estudio aplicado de sostenibilidad energética mundial.
Los datos que se alimentarón al modelo, a medida que se elaboraba, son los que
se comentarón en la sección 4.1, y constituyerón, además, la primera
corroboración de viabilidaddel modelo. A medida que se creaba el modelo se
constituía el primer caso de estudio, el caso de referencia (C1), el cuál sólo toma
los datos que las instituciones internacionales, que como se comentó
representan las previsiones económicas usuales, y calcula sus posibles
consecuencias.
La elaboración de este primer modelo comenzó definiendo la evolución
del consumo energético de cada grupo de acuerdo a los dos principios básicos
de la perspectiva, la expectativa de crecimiento en la población y el consumo
energético per cápita, previsto. Dado que es un caso base, de referencia, los
porcentajes de la estructura de consumo y de la cesta energética se mantendrían
143
constantes a lo largo de los 50 años, para así obtener una perspectiva en la que
no se prevén cambios en los modelos energéticos elegidos por cada grupo, sino
que por el contrario cada uno mantenga el suyo inalterado. Un escenario que en
términos anglosajones se denominaría: “buisnes as usual”, que sin ser traducción
literal, significaría algo así como “trabajando como nos es usual”, o bien seguir
tal y como hasta ahora. Entendiendo esto como vectores de desarrollo,
El Paso 1, del método, que consiste en “Establecer la evolución en el
consumo energético” de cada grupo, se realizó en 7 hojas distintas dentro de la
hoja de cálculo, una para cada grupo, y específicamente se establecen como
entradas la población (P) (en millones de habitantes) y el consumo energético
per cápita (CEPC) (en GJ/habitante)65 cada cinco años a partir del año 2000 y
hasta el 2050, calculando con ello el consumo energético total de dicho año (CE)
(en 1018 J):
P ∗∗ CEPC = CE
Ecuación 3.- Obtención del Consumo Energético total anual por grupo.
Con los datos de cada uno de estos conceptos para el año 2050 y el 2000, se
calcula el cambio porcentual que experimentan la población, el consumo
energético per cápita y el consumo energético total del grupo:
CEPC2050/CEPC2000 ∗∗ 100 = % cambio CEPC
CE2050/CE2000 ∗∗ 100 = % cambio CE
Ecuaciones 4 y 5.- Consumo energético per cápita y consumo energético total del año entre el año 2050 y el 2000.
También en estas hojas por grupos se introducen como datos la estructura
de los Sectores de Consumo Energético, en porcentaje (%SCE), tanto en el año
2000 como en el 2050, los cuales para el caso C1 son los mismos. Con dichos
porcentajes y el consumo energético total (CE) para estos años, se calcula el
consumo energético por sector SCE de cada sector (j).
65 1 GJ = 1x109 Jule
144
Ecuaciones 6.- Cálculo del consumo energético por sectores.
Por último en estas primeras 7 hojas, se incluyó un cálculo lineal de la
evolución del Índice de Desarrollo Humano (IDH), interpolando los valores de
cada lustro a partir de dos datos de entrada: el IDH en el año 2000, y el IDH en
el año 2050, este último punto se calcula de manera previa a ser introducido en
la hoja de cálculo como dato, ya que requiere de un análisis multi y
transdisciplinar que supone, a grandes rasgos, que el IDH guarda una relación
estrecha con el consumo energético per cápita. Así que se realizó un estudio
específico sobre cual podría ser la posible evolución del IDH de cada grupo de
acuerdo a historia, su situación actual y su evolución energética. Es obvio que
éste punto es uno que requeriría mayor profundidad de análisis en el futuro, y
si la herramienta matemática de cálculo lo permite, automatizar esta parte del
modelo encontrando una función como la que sigue:
IDH2050 = ff (IDH2000, CEPC, P2050/P2000, %SCE, ... )
Ecuaciones 7.- Función de determinación del IDH en el año 2050.
Con los datos de consumo energético de cada grupo (CE i) se elabora una
síntesis de dichos datos, para obtener el consumo energético global (CEg)para el
periodo del estudio, 2000-2050 (en 1018 J). Dado que los datos anuales son
puntuales, y referidos para cada lustro del periodo, es necesario interpolar
linealmente los consumos energéticos entre cada lustro. También es necesario
estimar el consumo energético de aquellos países que no fueron considerados
específicamente en el estudio de recopilación de datos (aquellos que están fuera
de los 7 grupos: el resto) a partir de la población y del consumo energético per
cápita. También este consumo se incluye en el consumo energético global.
n=j
n=1 ΣΣ %SCEj ∗∗ CE = SCEj
145
Ecuaciones 8.- Ecuación de determinación del consumo energético global para cada año.
El modelo en este punto, además de calcular el consumo energético total
de cada grupo y el consumo global, calcula los porcentajes de participación de
cada uno. Y con esto concluye el paso 1. Para el caso de referencia C1 los datos
obtenidos hasta este momento no suponen nada nuevo a lo ya expuesto en el
inciso 4.1, el cálculo efectuado de esta forma conduce a la confirmación de los
datos de partida.
Las gráficas correspondientes a este caso C1, de población, consumo
energético per cápita por grupos, consumo energético mundial por grupos y
sectores de consumo, ya han sido expuestas al discutir la adquisición de datos,
concretamente en las figuras: 4.7, 4.14, 4.13 y 4.15 respectivamente, sin embargo
convendría analizar a detalle las hojas de cálculo de cada grupo66.
El paso 2 del método: “Establecer la canasta energética y los recursos
energéticos disponibles”, dentro de este ensayo consiste, primero, en introducir
como datos los recursos energéticos reportados en diversos informes
internacionales, convertidos de aquellas unidades en las que suele reportárseles
(BTU, TOE, Barriles, m3 GN, GWh, etc) a un equivalente homogéneo en Jule.
Esto es esencial para poder tener un punto común con el cual evaluar las
reservas entre ellas y con el consumo de cada grupo, pero dicho punto debería
establecerse dentro del Sistema Internacional de Unidades, y dado que se trata
de un análisis energético, me parece lógico que dicho punto sea la unidad
Internacional de la energía, el Jule.
Tras un análisis de diversos reportes internacionales de reservas
energéticas, se establecen para este estudio los siguientes valores, referidos al
año 2000:
66 Se incluye, como elemento anexo a este trabajo escrito una copia del modelo y todos sus casos en un disco de datos, para ahondar en todos estos detalles.
n=1 ΣΣ CEi = CEg
n=i
146
X1018J Energéticos Naturales Energía Solar 4000 al año Energía Eólica 15 al año E. Hidráulica 45 al año E. Geotérmica 3 al año Combustibles Petróleo 11,600 Reservas últimas recuperables (RUR) Carbón 140,000 RUR Gas Natural 4550 RUR Biomasa tradicional 80 al año Biomasa moderna 10 al año Energéticos Nucleares Uranio 1700 Reservas
conocidas
Total: 362,350 X1018J
El proceso de obtención de estos datos es complicado, y no es constante, ya
que cada año los datos de recursos cambian y no existe una metodología que
permita evaluar la cantidad de energía aprovechable en un año concreto a partir
de los energéticos naturales, sin embargo, al tratarse de una variable que se
introduce como dato dentro del modelo, si alguno de estos valores quiere
modificarse puede hacerse con facilidad. En posteriores versiones de este
modelo puede introducirse la evolución de las reservas conocidas en
determinado año, o bien incluir una fracción que represente a los nuevos
descubrimientos previstos, pero en mi opinión sustentar una perspectiva
energética en la esperanza del aumento de algo que se sabe finito
irremediablemente no es un planteamiento sostenible.
Como segunda etapa del paso 2 del método, hay que establecer la
evolución de la cesta energética de cada grupo, para tal efecto se introducen
como datos, la cesta energética del año 2000 y la del año 2050, ambos en
porcentajes (%CsE2000k y %CsE2050k) por energético (k) y multiplicar éstos por el
consumo energético total por cada año (a).
147
Ecuaciones 9.- Ecuación de determinación del consumo energético global para cada año, para cada grupo (i).
De nuevo, el caso C1 toma los datos antes mencionados para la cesta
energética y los mantendrá constantes en el periodo, sin embargo, el modelo
calcula la evolución con interpolación lineal de estos valores de porcentaje en
cada lustro, entre los dos extrmos temporales del estudio (2000-2050), para usar
el mismo modelo en distintos casos o escenarios. Cabe mencionar que si bien,
dentro de la estructura de la cesta energética de cada grupo existe un grupo de
energéticos englobados en ‘otros energéticos’, dentro de la evolución de dicho
grupo se incluye a su vez la evolución particular de todos los energéticos no
especificados concretamente en cada grupo, así que se contempla una evolución
global de estos. Se hizo de esta manera ya que los datos de la participación de
estos energéticos para los 50 países es casi inexistente, sin embargo, si en el
futuro se conduce una investigación en este sentido, podría ampliarse el modelo
energético presentado e incluir de manera particular los energéticos naturales y
la biomasa en la evolución particular de cada grupo, como debería hacerse. El
modelo entonces cuenta con la participación de cada energético dentro de cada
grupo, que unido a la fracción de participación de dicho grupo en el consumo
energético mundial puede obtener el consumo mundial de determinado
energético y la participación de cada grupo en este.
El paso 3: “Establecer los recursos energéticos utilizados”, se realiza al
multiplicar el consumo energético total anual de cada grupo por los porcentajes
de la cesta energética que le corresponden (el CEak de la ecuación 8), para luego
sumar los consumos de cada grupo (i) y cada energético para obtener el
consumo total anual por energético (CEk).
n=1 ΣΣ ΣΣ %CsEak ∗∗ CEa ) = CEak
n=k
n=1
n=a
(
148
Ecuaciones 10.- Ecuación de determinación del consumo energético por energético (k).
Con todos los cálculos anteriores el modelo energético de Excel presenta
las primeras ocho gráficas, que muestran la evolución en el consumo energético
de cada grupo, por energético, de la población, del IDH, de los sectores
energéticos y la cantidad de energéticos que consumiría para ello; el modelo
también calcula los porcentajes de participación de cada energético dentro del
consumo mundial en los 50 años, y la participación (en porcentaje) que cada
grupo efectúa a los distintos energéticos, por cada lustro y en total en los 50
años. A continuación se muestra la evolución del consumo energético mundial
por energético y la constitución de la cesta energética para el caso C1 en los
años 2000 y 2050.
n=1 ΣΣ CEak = CEk
n=i
149
Caso 1 - Consumo Mundial de energía por energético
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.18 .- Caso C1.- Consumo energético mundial por energéticos.
150
Consumo energético por energético 2000 - Caso 1
38.8%
18.3%
19.6%
4.8%3.8% 14.7%
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.19 .- Caso C1.- Cesta energética en el año 2000 (Misma cesta que la expuesta en la figura 4.16).
Consumo energético por energético 2050 - Caso 1
38.4%
15.3%
18.5%
3.4%
4.4%19.9%
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.20 .- Caso C1.- Cesta energética en el año 2050.
151
Conviene comparar la distribución poblacional y del consumo energético
de los 7 grupos contempladas en este caso de referencia C1, ya que las primeras
reflexiones que conducirán a la elaboración de casos alternativos al de
referencia se derivan de estos porcentajes.
Población
2000 %
Consumo energético
2000 %
Población 2050 %
Consumo energético
2050 % GI 7.1 2.9 11.8 3.1
GIIB 55.1 23.6 48 32.9 GIIIB 0.9 1 0.6 0.9 GIVB 4.2 10 1.9 6.5 GIIA 5.4 30.6 4.8 19.4 GIIIA 3.8 9.3 2.4 6.3 GIVA 4.4 10.2 2.3 7.9 Resto 19 12.4 28.2 23.1
Tabla 4.16.- Comparación de los porcentajes de población y consumo energético entre grupos para el caso C1, de referencia.
Como colofón al paso 3 e inicio al paso 4, el modelo presenta 18 gráficas
que son: la evolución del consumo energético global por grupo, por energético
y por sector de consumo, la evolución de la población mundial por grupo, dos
gráficos de barras que comparan las reservas energéticas en el año 2000 y 2050,
las cestas energéticas por grupo en el año 2000 y 2050, la evolución del consumo
energético per capita y del índice de desarrollo humano de los 8 grupos, y la
estructura del consumo energético por grupos, por energético y por sectores en
el año 200 y 2050, y por último el reparto demográfico mundial por grupos del
año 2000 y 2050, algunas de estas ya han sido expuestas.
El paso 4: “las consecuencias del modelo”, ocupa tanto espacio, en hojas
de cálculo en el archivo que conforma el modelo energético como todo lo
anterior. Es una parte esencial del modelo energético propuesto, como se
mencionó en el capítulo anterior y trata de evaluar, o al menos comparar tres de
los cinco aspectos que conforman el concepto de desarrollo sostenible: el
medioambiental con una valoración del impacto ambiental y la emisión de
algunos contaminantes, el aspecto social con la comparación de la evolución del
152
Índice de Desarrollo Humano (IDH) y considerando el agotamiento de los
recursos energéticos también se puede inferir un aspecto de la solidaridad
intrageneracional, y el aspecto económico con una estimación del costo que
representa esta opción energética. Los dos aspectos restantes del desarrollo
sostenible: el tecnológico y el ético, se establecen al plantear los casos y al
analizar sus resultados.
El paso 4 comienza con el cálculo de las reservas de energéticos restantes
(RERk) tras el consumo. Esto se hace sustrayendo por lustro el consumo global
de cada energético (CEk) a las reservas de dicho energético (REk). Y también
calcula los porcentajes de Reservas restantes (%RER).
REk −− CEk = RERk
RERk // REk ∗∗ 100 = %RERk
Ecuaciones 11.- Ecuaciones para el cálculo de los recursos energéticos restantes y los porcentajes de reducción.
Esto se no se hace para cada grupo, sino para el consumo total global de
energéticos, ya que el modelo actual no contempla el comercio internacional de
los recursos, sin embargo en posteriores modelos es posible, contando con los
datos adecuados, incluir dichos flujos particulares, para evaluar más a detalle el
comportamiento geográfico de las reservas, sin embargo, el objetivo de este
estudio de sostenibilidad no es evaluar qué grupo agotará primero sus reservas
y las de los demás, sino el hecho básico del agotamiento de recursos planetarios,
recursos, en definitiva, de toda la humanidad, argumento crucial en el
desarrollo sostenible, desde la perspectiva social de insolidaridad para con las
generaciones actuales y futuras.
Cabe destacar que en cuanto a las reservas restantes, el caso de referencia
C1 pronostica que, dados los datos de entrada, las reservas de petróleo
mundial se agotarían entre el 2045 y el 2050. Para suplir la demanda prevista
habría que descubrir al menos un 16% más de reservas. Las reservas de Gas
Natural bajo el esquema propuesto se agotarían antes del 2040, y habría que
descubrir hasta un 45% más de reservas para completar el consumo previsto. Y
153
el esquema de expansión en energía hidráulica sobrepasaría la capacidad real
del planeta en el año 2050. Con los demás recursos energéticos no habría
problema de escasez.
Otra salia del modelo, la del aspecto social, es la evolución del IDH que se
presenta con una gráfica en la que se muestra la evolución de todos los grupos
considerados y se puede destacar de dicha gráfica que si bien se espera que los
tres grupos de alto desarrollo humano eleven su índice hasta el máximo posible,
bajo el esquema de cómputo actual, sólo uno de los otros cuatro grupos con
bajo IDH alcanzaría, y no por mucho, el nivel de alto desarrollo en 50 años, este
sería el GIVB. Pero peor aún es el hecho que la perspectiva del caso de
referencia pronostica que el índice de desarrollo humano del grupo GI, no sólo
no aumenta sino que disminuye un 5%, esto significa que el GI (los olvidados)
aumenta su población pero empeora su nivel de vida.
154
Índice de desarrollo humano - Caso 1
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 4.21 .- Caso C1.- Evolución del Índice de Desarrollo Humano por grupo.
155
Para calcular las consecuencias ambientales, las siguientes salidas, de la
perspectiva energética presentada, el modelo primero define 12 tablas de
impacto ambiental relativas a cada energético utilizado en el estudio. Hay dos
tratamientos para el impacto en el modelo. Por un lado, se elabora una
valoración subjetiva de 36 aspectos de impacto ambiental por cada energético, y
por otro lado se intentó relacionar dichos aspectos de impacto con la unidad de
energía, para así evaluar en relación numérica objetiva la participación de cada
uno de ellos en la perspectiva energética, sin embargo sólo pudo relacionarse a
9 agentes de impacto, con la cantidad de energía utilizada. Para el impacto
subjetivo global de los energéticos agrupados en ‘otros energéticos’, se pondera
el impacto de cada energético con su participación dentro de este grupo y se
suman los impactos. La tabla utilizada para cada energético se encuentran en
los anexos. Dado que una vez más estas tablas se consideran datos previos, los
valores reflejados en ellas no son fijos y pueden ser motivo de futuras
investigaciones y modificaciones. La valoración de cada agente se hizo bajo 5
categorías de impacto ambiental: impacto muy alto, impacto alto, impacto
medio, impacto bajo e impacto nulo. Y a cada categoría le corresponde una
valoración numérica que va del 0 al 5.
En cuanto a los 9 agentes a los que se les pudo encontrar una relación
directa de emisión con la energía utilizada, se realizó un tratamiento similar al
llevado a cabo en las reservas energéticas, transformando las medidas usuales
en las que se reportan dichos agentes a kg de contaminante por Jule. Esto es, si
por ejemplo, el dióxido de carbono suele reportarse en Ton/GWh se hicieron
los cálculos correspondientes para llegar a kg/J en los 9 agentes y para cada
tipo de energético. Este sin duda es otro aspecto del modelo que no esta cerrado
y que deberá estar sujeto a posteriores investigaciones y correcciones. Otra
particularidad del cálculo que se presenta en este modelo es que la estimación
de consecuencias se realiza a partir del consumo de energético primario, y es
más usual encontrar que las consecuencias se estimen de acuerdo a los usos
finales de energía. Esto se consigue haciendo una estimación general de todas
156
las tecnologías más usuales que aprovechan dicho energético primario, pero en
futuros modelos energéticos se debe hacer más específico este punto, pero
refiriéndolo aún al consumo primario.
Razón de Emisión Contaminantek (kg/J) ∗∗ CEk (J) = Emisión Contaminantek (kg)
Ecuaciones 12.- Ejemplo de cálculo de emisiones de agente contaminante de cada energético (k) a partir del consumo energético primario por energético CEk.
Una vez establecidas estas tablas de impacto ambiental por cada
energético, se completan con el consumo energético de cada energético en cada
lustro, tanto para el consumo mundial, como para el consumo de cada grupo.
De tal forma que las tablas iniciales se multiplican por la fracción de
participación de cada energético, tanto en el consumo energético global, como
por grupo, obteniendo así una ponderación del impacto ambiental, por grupo,
por energético y sumando todo una valoración del impacto global de la
perspectiva energética analizada. También una comparación de la participación
de los grupos particulares dentro del impacto global, ligado este a su consumo
energético, todo lo anterior de manera adimencional. Del mismo modo se
realiza la ponderación de los nueve agentes contaminantes concretos para
obtener una estimación de la emisión total (en kg) del contaminante por grupo,
por energético y su emisión total en los 50 años analizados. Todo lo anterior se
resume en 135 tablas numéricas con las que el modelo presenta su resultados
ambientales y se visualizan con ayuda de 83 gráficos.
Lo que conviene resaltar de los resultados de la valoración de impacto
ambiental para el caso de referencia C1 es que en términos globales se puede
decir que el impacto global se mantendrá constante con esta opción,
disminuyendo apenas un 1.3% en los cincuenta años, básicamente gracias a la
disminución del uso del carbón en términos porcentuales, pero dado que
también disminuye la participación de la energía hidráulica y la energía
nuclear, aumentando sobre todo la participación de la biomasa tradicional en
los países en vías de desarrollo, la consecuencia es que el impacto global no
157
varíe gran cosa. En términos específicos los contribuyentes al impacto ambiental
que esta opción energética más preocupantes serían (en orden de importancia):
Los óxidos de nitrógeno, la pérdida de flora a nivel mundial pero
específicamente en los países en vías de desarrollo, la emisión de micro
partículas, la pérdida de biodiversidad y la emisión de óxidos de carbono
(CO2 y CO). Específicamente se puede destacar que la emisión global de CO2
del año 2050 superaría casi tres veces (2.8) los niveles de emisión del año 1990.
Con un crecimiento entre el 2050 y el 2000 del 246%, que además es el
crecimiento más alto de todos los contaminantes considerados. En la valoración
subjetiva se resalta el NOx, aunque su crecimiento sea un poco inferior, porque
se considera que la biomasa moderan avanzará, aunque tímidamente, frente a
la biomasa tradicional en los 50 años y eso disminuye un poco el crecimiento
del CO2, mientras que los óxidos de nitrógeno no son mitigados.
158
Caso 1 - Impacto ambiental Global por agente en los 50 años
0
5
10
15
20
25
30
35
40
CO
2
CO
NO
x
SOx
CH
4
Otr
os
HC
CO
V
PM
10
H2
S
O3
PAN
Olo
r
Ru
ido
Rad
iaci
ón
Met
ales
Soli
do
s d
isu
elto
s
Soli
dos
su
spen
sos
Met
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Ace
ites
y g
rasa
s
Ag
ente
s b
ioló
gic
os
Age
nte
s qu
ímic
os
Tem
per
atu
ra
Eu
trof
icac
ión
ace
lera
da
Rad
iaci
ón
Otr
os: D
erra
mes
Des
erti
zaci
ón
Def
ores
taci
ón
Uso
de
suel
o-su
per
fici
e oc
up
ada
Pa
isa
je
Hu
nd
imie
nto
s
Ind
ucc
ión
de
acti
vid
ad s
ísm
ica
Des
echo
s p
elig
roso
s
Des
ech
os n
o p
elig
roso
s
Rad
iaci
ón
Otr
os
Flor
a
Fa
un
a
Figura 4.22 .- Caso C1.- Valoración del impacto ambiental global por agente de impacto (adimensional).
159
La última consecuencia contemplada en este modelo energético es el
cómputo del costo que implica la consecución de esta opción energética
concreta. Y cabe aclarar que no se pretende determinar con exactitud las
inversiones necesarias para el sector, o el costo social o ambiental que conlleva
el uso de la energía; la intención última de esta sección es la comparación entre
los distintos casos que se producirán con este modelo energético, y la verdadera
evaluación de la sostenibilidad se dará al comparar éste aspecto entre los casos,
independientemente si el valor económico es certero o no.
El cálculo económico comienza con la determinación de un costo ‘tipo’
para cada energético por sector considerado en el estudio (CoESEk) en dólares
por Joule. Esto se logra evaluando por separado el costo que conlleva
determinado uso del energético (CoUk) en USD por Joule y ponderando dicho
costo por energético con la participación porcentual de dicho uso en el consumo
mundial de dicho energético(%CoSEk).
CoUk (USD/J) ∗∗ %CoSEk = CoESEk (USD/J)
Ecuaciones 12.- Ecuación del costo tipo para cada energético.
Esto es, por ejemplo, que si el 30% del petróleo mundial se destina a la
generación eléctrica y el 70% al transporte, se evaluará por separado el costo
que supone cada Jule de energía primaria consumido para la generación
eléctrica y cada Jule de energía primaria consumido por el sector transportes, y
el costo tipo para el petróleo se conformará como en un 30% del costo eléctrico
y un 70% del costo en transportes. Los porcentajes de participación de cada
sector en el consumo del energético varían según el energético del que se trate,
por ejemplo, si bien es razonable que el 30% del consumo primario de petróleo
se destine al sector eléctrico, el 100% de consumo primario de energía nuclear
de fisión se destina al mismo sector. Estos datos de participación en la realidad
varían de acuerdo a cada grupo, sin embargo dada la escasa información
encontrada en este sentido en los 50 países del estudio, me vi forzado a
establecer estos porcentajes de acuerdo al consumo mundial de los energéticos,
160
y transferir los costos a cada grupo de acuerdo a su participación en el consumo
mundial de dicho energético. En posteriores investigaciones habrá que
establecer estas distinciones para cada país, para posteriormente obtener la
información por sectores y grupos.
En el cálculo se consideraron 5 sectores de consumo: sector eléctrico,
sector transportes, sector industria, sector industrial y otros. Cabe destacar que
éste último sector no corresponde con el considerado en los sectores de
consumo energético como el “usos no energéticos”, ya que dada la increíble
falta de datos con respecto del costo que implica dichos usos no energéticos en
la sociedad, éste último sector no se incluyó. El sector “otros” que sí se incluye
en el cálculo del costo corresponde a su vez a dos aspectos básicos: los costos
ocultos del uso energético y los costos de adaptación. Los costos ocultos se
refieren a todos aquellos costos que la sociedad tiene indirectamente por el uso
de los energéticos y que no se encuentra reflejado, ni en los cálculo de las
inversiones necesarias para estos sectores, ni en los precios finales de los
productos energéticos. Y los costos de adaptación implican un concepto poco
tratado actualmente y que se refiere al costo que tendría la implantación de
ciertos cambios tecnológicos al sistema energético actual, por ejemplo, ¿qué
costo supondría a la sociedad transformar el sistema de servicios en el
suministro de gasolinas para el transporte particular en un sistema de servicios
que proveyera electricidad o hidrógeno? Este terreno del análisis de los costos
está menos documentado aún que el de los costos ocultos.
El cálculo del costo por Jule del sector eléctrico a su vez se compone a su
vez en costo de instalación, operación (que incluye el costo del energético
primario), mantenimiento y desmantelamiento. Esto es posible en este sector ya
que los datos particulares de estos rubros son de relativo fácil acceso y
comparación entre tecnologías y energéticos, lo cual no ocurre para el sector
transportes, industria o el sector residencial, ya que generalmente se obtienen o
bien los datos del costo del energético primario utilizado en cada sector, o el
costo final al usuario, como podría ser el de un producto manufacturado por
161
determinada industria, sin embargo, obtener costos para estos sectores que
incluyeran, como en el caso del sector eléctrico, los costos del activo y el pasivo
para cada energético no es posible sin una investigación más prolongada y
específica, realizada por grupos transdiciplinares en los que los economistas
tendrían un mayor peso, como es lógico. Ya que el problema planteado no pudo
se solventado antes de la elaboración de este primer modelo energético, se optó
que para los sectores de industria, residencial y transportes sólo se considerara
el costo del energético primario utilizado en dichos sectores, haciendo un símil
con el sector eléctrico, esto dejaría fuera básicamente a aquellos rubros
equivalentes a la instalación, mantenimiento y desmantelamiento. Pero esto
presenta no sólo un problema metodológico o de escasez de datos porque en
términos generales cuando se piensa en costo energético es razonable
considerar dentro del cálculo el desmantelamiento de una central eléctrica
nuclear, pero por el contrario parecería broma tratar de incluir el costo del
desguace de los automóviles, o el costo de la instalación de gas natural en las
casas, que sería el equivalente al costo de instalación de un sistema de
calefacción de agua solar. Pese a todo , esto también debería incluirse porque
tiene una relación directa entre nuestro uso energético y el costo social de ello.
Conviene resaltar nuevamente que el propósito de la evaluación del coste del
modelo no es determinar exactamente las inversiones del sector o el coste
excato que le supone a la sociedad este sector, sino estimar una cifra
aproximada de dichos costes para realizar comparaciones entre los distintos
casos.
El traslado de los costos energéticos que generalmente se publican en
costo por unidad de combustible, o costo por unidad de energía final
consumida, fueron transferidos al costo por unidad de energético primario,
usando supuesto generales de eficiencia y operación, distintos para cada
energético, cada tecnología y cada uso, ponderando nuevamente si un
energético en concreto tenía varias tecnologías disponibles para determinado
sector, la participación relativa de cada una de esas tecnologías en el consumo
162
global del energético. Esto es, por ejemplo, que si bien existen para la quema del
carbón para su transformación en energía eléctrica, diversas tecnologías que
permiten un rango de eficiencia entre el 20 y el 40 %, son más comunes aquellas
del 20 y se consideró de manera general estas diferencias. Pero de nuevo, este es
un punto a desarrollar más a detalle en posteriores análisis de los países que se
pueden incluir en nuevos estudios. Además, precisamente el factor tecnológico
que está implícito en el Desarrollo Sostenible, debe incluirse en este tipo de
análisis, con mayor profundidad.
A continuación expondré los costos tipo (CoESEk) para el caso C1, y para
cada energético considerados en este estudio. Cabe señalar que el cálculo del
rubro ‘otros energéticos’ se hizo de acuerdo a la participación y evolución
relativa de cada uno de sus integrantes, como ya se hizo para el impacto
ambiental.
X 10-9 USD / J Petróleo 90.68 Carbón 102.83
Gas Natural 52.18 Nuclear 183
Gran Hidráulica 98 Otros 40.7
Biomasa tradicional 25.01 Biomasa moderna 143.6 Solar fotovoltáica 187
Solar térmica 44.3 Eólica 98
Minihidráulica y mareomotriz 86 Geotrermia 71.2
Con estos valores referidos todos al año 2000 el modelo energético
considera un incremento de 0.5% anual al costo de cada una de las opciones, sin
embargo existe la posibilidad de incrementar unas y disminuir otras
dependiendo de las suposiciones que se hagan. Con esto se obtiene un costo
distinto cada lustro que se utilizará para calcular los costos por grupo,
energético (Cok), al multiplicar el costo tipo por energético por el consumo de
163
dicho energético, y las fracciones de participación de grupos y energéticos en el
costo total del año 2000 y 2050. Como ejemplo de todos estos cálculos tenemos:
CoESEk (USD/J) ∗∗ CEk (J) = Cok (USD)
Ecuaciones 13.- Ecuación del coste por energético.
Cabe destacar que si las diferencias entre la distribución de la población y
el consumo energético eran dispares, las diferencias que estos dos aspectos
tienen con respecto al costo es aún mayor. El grupo que mayor costo soportaría
a lo largo del periodo analizado sería el GIIA, sin embargo no experimenta
mayor crecimiento entre el 2000 y 2050, el grupo que mayor aumento
experimentaría sería el GIIB, haciendo evidente el atractivo que presentan estos
mercados “en vías de desarrollo y liberación”, para las compañías
transnacionales.
164
Caso 1 - Costo global por grupos
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.23 .- Caso C1.- Evolución del costo global por grupos.
165
Caso 1 - Costo por cada energético
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.24 .- Caso C1.- Evolución del costo global por energético (Cok).
166
Por último quiero resaltar una vez más que este método de contabilidad
del costo energético, aunque se elaboró siguiendo los costos reportados por
diversas instituciones y se hicieron diversas corroboraciones para verificar,
sobre todo la magnitud relativa entre energéticos, no pretende ser un cálculo
exacto del costo energético. Lo que sí pretende es sentar un precedente en el
cálculo de dicho costo, para que en el futuro se incluyan todos aquellos aspectos
que por omisión o inexactitud en los valores hacen de éste cálculo inexacto.
Además, lo más importante es que se coloca como una consecuencia del uso
energético, no como su precedente.
Este capítulo plantea un modelo que en su primera versión en forma
práctica, como herramienta de cálculo, podría caracterizarse utilizando la
clasificación que se manejó en el capítulo 2 de la siguiente manera:
• Propósito.- Predicción inversa. Planteamiento y exploración de futuros posibles, diseñando sus posibles recorridos. (Backcasting) Se plantea una meta y se trata de descubrir cual será el camino que nos conduzca a ella.
• Estructura.- Parte de nuevos paradigmas, no económicos. Es un modelo poco endógeno, es decir, requiere de la intervención y monitorización constante del usuario.
• Tratamiento analítico.- Abajo - arriba, de tipo prescriptivo. • Metodología básica.- Punto medio entre la predicción inversa y la
simulación. • Procesamiento matemático.- Cálculos y extrapolaciones lineales. • Alcance geográfico.- Global. • Cobertura sectorial.- Sistema energético. • Horizonte de tiempo.- Largo: 50 años. • Requerimiento de datos.- Agregados. • Tratamiento ambiental.- Cálculo de emisión de contaminantes
específicos y del impacto de contaminantes específicos • Tratamiento socioeconómico.- Primitivo, basado en el IDH.
El propósito esencial de construir un modelo energético tipo es elaborar a
partir de él distintos escenarios energéticos futuros con base en consideraciones
o suposiciones distintas. Pero una de las suposiciones más difíciles que deben
167
establecerse antes de comenzar los escenarios futuros es la dirección del
‘desarrollo’ que seguirá determinado país o determinado grupo de países en el
futuro. Las conjeturas sobre le futuro económico de los grupos son las más
utilizadas para determinar dicha dirección. Sin embargo, como se mencionó con
anterioridad este enfoque es cuando menos, parcial, ya que analiza una serie de
elementos finitos de la realidad. Quizás sea mejor buscar nuevos paradigmas
para la conformación de suposiciones futuras, basadas en presupuestos
filosóficos, históricos o en un análisis más global de la realidad, que involucre
cuantos más aspectos como sea posible, aunque esto acarrearía a una
complejidad casi imposible de manejar. Ante tal problema y las limitaciones de
éste proyecto concreto, es necesario asumir un acercamiento más simple, pero a
la vez evidente y natural sobre las predicciones futuras.
Si se hace un análisis general a la historia y a la psicología humana, se
puede discurrir que el ser humano tiende a emular conciente o
inconscientemente a aquellos personajes que aparentan hacer las cosas bien, o
bien emula a aquellos que parecen tener éxito en aquello que él mismo quiere
conseguir. Esto es válido también para los pueblos, que históricamente han
copiado o emulado diversos modelos importados o impuestos de sus vecinos
que parecían vivir mejor en algún sentido. Con esto en mente la suposición
más trascendental para el diagnóstico futuro será la de conjeturar que los
países con un bajo índice de desarrollo tenderán a emular a los grupos con un
alto índice de desarrollo tratando de adoptar sus modelos energéticos, en
todos sus aspectos y particularidades, sean estos sostenibles o no.
Con esto como base conceptual, los tres escenarios principales a considerar
en este proyecto contemplan cómo los cuatro grupos con un bajo IDH migrarán
del modelo energético que tenían en el año 2000 al modelo energético que
presentan uno de los tres grupos con un alto IDH ese mismo año. Al mismo
tiempo, los grupos con un alto IDH también tenderían a emular el modelo
energético del grupo elegido para dicho escenario, pero migrando el modelo
energético que tenían en el año 2000 al un modelo energético común a los tres
168
grupos en el 2050 establecido por el crecimiento previsto en el caso de
referencia para el grupo elegido para dicho escenario. De este modo el Caso 2a
se establece cuando los demás grupos emulan el modelo energético que
presenta el grupo GIIA. El Caso 2b se establece cuando los demás grupos
emulan el modelo energético que presenta el grupo GIIIA, y el Caso 2c se
establece cuando los demás grupos emulan el modelo energético que presenta
el grupo GIVA. En todos los casos, el bajo IDH que presenta el GI obliga a
establecer un punto intermedio de desarrollo entre este grupo y aquellos de alto
IDH, por lo que dicho paso se establece en la mayoría de los casos con el
escenario energético del GIIB en el año 2000. Conviene resaltar una vez más que
estas suposiciones pretenden únicamente analizar vías de desarrollo posibles,
aunque desde la perspectiva económica actual, estas sean altamente
improbables, todo con el fin de evaluar la sosteniblidad de dichas perspectivas.
Después de explorar las diversas posibilidades en escenarios energéticos y
en desarrollo, y sus problemas, se elaboraron unas opciones energéticas más
adecuadas desde el punto de vista del desarrollo sostenible. Estos casos,
numerados con el 3, se explican en el capítulo 6 bajo el apelativo: las propuestas
sostenibles.
Pero antes habría que confirmar la validez del método, por encima de la
coincidencia del caso de referencia con las perspectivas internacionales, y
esto se consigue con una verificación histórica.
169
4.3.- El control - Caso 0.
Una vez realizado el modelo de referencia C1, se utilizó para modelar el
proceso histórico comprendido entre 1950 y el año 2000. Buscando con esto un
elemento de control al modelo energético.
Los datos de partida para tal efecto fueron la población y el consumo
energético del grupo, a diferencia del consume energético per cápita, necesario
para la proyecciones energéticas. La razón de dicho cambio es que el dato del
consumo energético global por grupo es mucho más fiable y más sencillo de
comparar para hacer la verificación histórica.
El segundo ajuste al modelo de referencia, fue el de los datos de los
porcentajes que componen la cesta energética de cada grupo. Se tomó del Caso
1, la referencia, los datos del año 2000, y se realizó una posterior investigación
para recabar los datos por grupo correspondientes para el año 1950. Los datos
de los porcentajes de los sectores de consumo indagados para el año 1950
fueron insuficientes para generalizar su uso, por lo que se consideraron
constantes en dicho periodo. Éste es un punto que requiere posteriores
investigaciones y corroboraciones. Un tercer ajuste al modelo se realizó con el
Índice de Desarrollo Humano (IDH), ya que sólo se cuenta con datos a partir de
1975, y para completar la información necesaria para el modelo se hizo una
extrapolación a 1950 y se ajustó dicha interpolación tomando en cuenta el
consumo energético per cápita correspondiente a cada año.
Las reservas energéticas consideradas para el año 1950 se estimaron
tomando como base las ya referidas para el año 2000 y aumentando en cada
energético el consumo estimado para los 50 años pasados, un mecanismo trivial
y casi ingenuo ciertamente, sin embargo, ningún reporte sobre reservas
internacionales tiene la relación histórica de reservas reales, algunos de ellos
registran aquellas reservas que se consideraban probadas en dicho año, dato
histórico pero siempre menor ya que las reservas actuales estaban en su
mayoría por descubrirse.
170
Las tablas de impacto medioambiental no se modificaron, sin embargo, las
de costo sí se modificaron en dos aspectos. Por un lado la participación de cada
energético en la energía eléctrica y en otros usos se modificó para mejor reflejar
la realidad de los últimos 50 años, y por otro lado, si en el caso de referencia se
tomó el año 2000 como base de un crecimiento inflacionario del 5% por lustro
hasta el 2050, el caso 0, usa el mismo valor, pero en decrecimiento hasta el año
1950.
Los resultados de este caso, en conjunción con los obtenidos para el año
2000 en el caso 1-de referencia-, pueden tomarse como una corroboración de la
validez del modelo propuesto como método de planificación. En este sentido
convendría analizar cuatro aspectos. Dos que se vinculan con los datos, y dos
vinculados directamente con los resultados.
Conviene recordar que los datos de partida son básicamente la población
y el consumo energético per cápita, o bien en el caso del C0 el consumo
energético total, y que estos datos se alimentan al modelo para cada uno de los
siete grupos contemplados en el análisis y un grupo extra, el resto de países no
analizados de acuerdo a los mismos parámetros que los 50 países del estudio.
La síntesis de los datos de los 50 países, ordenados por grupos y del resto de
países no considerados específicamente , se obtiene el consumo energético
primario mundial, dato esencial para el funcionamiento previo del modelo, y
que puede ser comparado con aquellos datos que diferentes organismos
internacionales publican.
El Caso 0 en cuanto al año 1995 arroja un resultado para el consumo
energético primario mundial de: 375.51 x 1018 J mientras que el Consejo
Mundial de la Energía (WEC) 67 reporta: 407.65 x1018 J, una diferencia de 32.14 x
1018 J, que representa un 8.5% más de lo que obtiene el modelo. Este porcentaje
se mantiene casi constante si se analiza el año 2000, ya que el Caso 0 obtiene:
419.19 x 1018 J, mientras que el WEC: 455.76 x1018 J, esto es 8.7% más. Sin
embargo sí se analizan otras instituciones como la Agencia Internacional de la
67 WEC. Energy for Tomorrows world, acting now. Atalink Projects. UK.2000
171
Energía (IEA)68 o la Administración de Información de la Energía (EIA)69,
tenemos que reportan para el año 2000, un consumo de energía primaria de:
420.43 x 1018 J y 420.81 x 1018 J respectivamente. Analizando estos resultados y
otros reportes de la EIA, se obtiene una tolerancia de 12% alrededor de cada
valor del modelo para el consumo energético primario mundial.
x 1018 J C0 C1 WEC IEA EIA 1995 375.51 - 407.65 - - 2000 419.19 419.19 455.76 420.43 420.81
Tabla 4.17.- Comparación del consumo energético primario mundial entre el modelo y distintos reportes internacionales.
Otro resultado parcial del modelo que se trata internamente, como dato
son los porcentajes de la cesta energética mundial para cada año. Esta se obtiene
en el modelo mediante la suma de los gastos que cada grupo realiza en cada
energético, que a su vez se obtienen de la cesta energética en porcentaje
introducida como dato para cada grupo. A continuación se expone la cesta
energética obtenida para los dos modelos C0 y C1 (que es la misma) para el año
2000, comparada con la que dos instituciones reportan para el mismo año en sus
reportes:
% Modelo - Casos 0 y 1 WEC ∆∆
(% sobre M) IEA ∆ ∆
(% sobre M) Petróleo 38.8 34.44 11.23 34.8 10.3 Carbón 18.3 24.44 -33.55 21.1 -15.3
Gas Natural 19.6 18.88 3.6 23.5 -19.89 Nuclear 4.8 5.55 -15.62 6.8 -41.66
Gran Hidráulica 3.8 4.44 -16.84 2.3 39.47 Otros 14.7 12.25 16.66 11.5 21.76
Tabla 4.18.- Comparación de la cesta energética mundial para el año 2000, utilizada en el modelo y en dos instituciones analizadas.
Analizando la tabla anterior se advierte primero que el modelo presenta
divergencias ligeramente distintas con respecto a las dos instituciones. Con
respecto al WEC la mayor divergencia se presenta en la utilización del carbón, 68 IEA. Key world energy statistics 2002. en: www.iea.org 69 EIA. International Energy Outlook 2003. en: www.eia.doe.gov/oiaf/ieo/tbl_1.html
172
mientras que con la IEA es la energía nuclear la que menos concuerda. Las
diferencias en porcentajes de la cesta energética analizadas y comparadas
individualmente pueden ser muy grandes, y más si se analiza la proporción con
respecto a estas cifras. De este análisis se desprendería que los datos (en
porcentaje) utilizados para la cesta energética contienen un error total muy
cercano a la propia tolerancia de la muestra. Sin embargo, si estos porcentajes se
analizan para cada grupo, con su correspondiente consumo energético total, el
error total disminuye significativamente. Las mayores diferencias se presentan
en el consumo de carbón mundial, con respecto a lo reportado por el WEC y
por otro lado en términos generales la contabilización del consumo energético
que la categoría de Otros energéticos y la Gran hidráulica, ya que por un lado se
consideran juntos en al mayoría de reportes internacionales, o bien no se
contabiliza toda aquella energía no comercial que proviene del uso de biomasa
tradicional.
Otro punto de divergencia sería el rubro nuclear, aunque en términos
globales dicha diferencia se podría explicar fácilmente ya que para el modelo
todos aquellos países no analizados específicamente y que se agrupan en el
grupo Resto, no cuentan con participación nuclear en su cesta energética, sin
embargo sí que existen 51 reactores en dicho grupo, y representan
aproximadamente el 10 % de toda la energía nuclear mundial así que dicho
porcentaje podría elevarse a un 5.3% sí en posteriores investigaciones se
incluyen más países al estudio previo de recopilación de datos.
Precisamente, el análisis del sector nuclear en el modelo me llevó a
incluirle una salida que se vinculaba con el sector eléctrico de cada grupo, y
más en concreto que el modelo fuese capaz de estimar el número de centrales
eléctricas que sería necesario construir para satisfacer la perspectiva energética
que se planteaba para determinado escenario energético previsto en cada caso,
a partir del cálculo de los MW nucleares necesarios en cada grupo. Es muy
difícil hacer generalizaciones de la operación de las plantas eclécticas
mundiales, o bien estimar su número exacto, sin embargo, si sólo se analiza el
173
sector nuclear, es mucho más sencillo conseguir resultados y cotejarlos con
datos fiables, tanto de número de plantas como de capacidad eléctrica instalada.
De esta manera se consiguió que tanto el caso de referencia (C1) y el caso de
control (C0), calcularán la capacidad nuclear necesaria (en unidades tipo de
1000 MW) para cada grupo en el año 2000 (y en los 50 años), dato fácilmente
comparable con la capacidad instalada y en operación existente en el mundo.
Los resultados se contemplan en la siguiente tabla:
Grupo / MWe inst. Modelo – C0 Modelo – C1 Real GI 0 0 1
GIIB 10 000 9 000 9 249 GIIIB 2 000 2 000 1 930 GIVB 45 000 31 000 34 852 GIIA 121 000 108 000 118 924 GIIIA 120 000 105 000 102 305 GIVA 74 000 64 000 67 316 Resto 0 0 35 653
Tabla 4.19.- Comparación de la capacidad eléctrica nuclear instalada en el mundo en el 2000. Como se puede observar las mayores divergencias se encuentran en el
grupo Resto, esto se debe a que se compone de todos aquellos países no
investigados específicamente para este estudio y en los que no era posible
establecer con la certeza necesaria los datos energéticos que sí se consiguieron
para los otros países, por lo que, aunque se conoce que cuentan con 51 unidades
nucleares, esencialmente en países del Este de Europa, Korea, e Israel; no era
posible hacer las estimaciones energéticas necearías para definir su modelo
energético. Este es sin duda un aspecto a desarrollar en el futuro, al aumentar
más países al estudio la divergencia disminuirá.
En términos generales la realidad nos presenta con un número
ligeramente menor de capacidad eléctrica que lo que predice el modelo de
control CO, y un número mayor, pero no tan general, en comparación con el
modelo de referencia C1, esto puede deberse a que el modelo de control
considera un crecimiento continuo de la construcción de centrales, mientras que
el crecimiento del sector en la última década del pasado siglo se vio seriamente
174
disminuido, además de que casi ninguna central ha sido desmantelada. Otra
posibilidad es que existe en la realidad una variación importante tanto en
potencia instalada, como en factores de planta menores a los que considero para
elaborar el cálculo de las centrales tipo, ya que el modelo indica que si las
condiciones fuesen óptimas y los rendimientos del sistema pudieran
aprovechar al máximo las unidades nucleares existentes. Esto puede
solventarse en futuros modelos con más detalle en la información del sector
eléctrico de cada país.
Por último, uno de los resultados del modelo que con mayor facilidad
pueden compararse con otros datos, es el de la emisión de bióxido de carbono
(CO2) a la atmósfera provocado por el uso de energéticos combustibles por
parte del ser humano. Conviene recordar que el modelo energético propuesto
calcula la cantidad (en kg) de CO2 vertidos a la atmósfera para cada
combustible considerado: petróleo y derivados, carbón, gas natural y biomasa
tradicional, de acuerdo a su uso como energético primario y a distintos grados
de emisión, que se consideraron constantes para cada combustible,
independientemente de la tecnología que llevase a cabo la combustión.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(UNFCCC70 por sus siglas en inglés) estima que en 1990 se vertieron al
ambiente: 1949.2x1010 kg CO2/año, y el WEC71 considera para el mismo año
2178 x1010 kg CO2/año. El caso C0 proyecta 2905.53x1010 kg CO2/año, que es
956.33 x 1010 kg (32.91%) más que UNFCCC, y 726.62 x 1010 kg (25%) más que el
WEC. La principal razón de la discrepancia es que el proceso de cálculo
utilizado para obtener estos resultados considera la aportación de la biomasa
tradicional a la atmósfera de forma neta, sin importar que después se absorba o
no, ya que en mi opinión ese es ya un problema de los modelos de
comportamiento atmosférico y no de aquellos modelos destinados a evaluar
escenarios energéticos. El modelo calcula que la aportación global de la
70 Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (United Nations Framework Convention on Climate Change): unfccc.int/index.html 71 WEC. Energy for Tomorrows world,1993.
175
biomasa tradicional a la emisión de bióxido de carbono es cercana al 20%, por
lo que si descontamos dicho porcentaje y reevaluamos las diferencias con los
datos publicados en los informes internacionales, las discrepancias se reducen
a: 16.5% con el UNFCCC y 6.7% con el WEC, para el año 1990.
Año /x 1010 kg UNFCCC WEC Caso CO 1990 1949 2178 2906 2000 2320 - 3308
Tabla 20.- Comparación de las emisiones de CO2 entre el caso C0 y distintos organismos internacionales.
Con todo lo anterior, se concluye que el modelo energético desarrollado
para la elaboración de perspectivas energéticas responde dentro de los límites
de lo razonable y por tanto es apto para la elaboración de nuevas
elucubraciones energéticas futuras con un rango de confianza aceptable.
Para concluir con el estudio del caso C0, se presentan a continuación los
principales datos de entrada y los resultados principales. La siguiente tabla
resume las consideraciones que se estipularon para cada grupo del estudio. Por
un lado la población total del grupo, expresada en millones de habitantes (P) ,
el consumo energético primario en 1018 J/año (CE) , el Índice de Desarrollo
Humano (IDH) y los porcentajes de participación de la cesta energética
compuesta por petróleo (P), carbón (C), gas natural (GN), energía nuclear (N),
gran hidráulica (GH) y otros (O), todo tanto para 1950, como para el año 2000.
176
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
P.x106 hab 117.41 1246.3 19.53 181.33 183.3 181.77 199.71 399.37
CE. x1018 J 2.72 16 0.53 18.75 59.74 18.76 24.04 10.03 1950
IDH 0.25 0.41 0.6 0.715 0.755 0.738 0.746 sd72
P.x106 hab 432.72 3352.5 54.56 227.9 327.32 232.64 267.54 1154.9
CE. x1018 J 12.09 98.96 4.0 41.89 128.47 38.83 42.93 51.97 2000
IDH 0.518 0.712 0.746 0.793 0.934 0.921 0.924 sd
P 0 1.5 1.5 1 28 28 1 0
C 5.5 63 63 82 27 27 82 5.5
GN 0 1.5 1.5 1 18 18 1 0
N 0 0 0 0 0 0 0 0
GH 0 1 1 1 13 13 1 0
Cesta
1950 %
O 94.5 33 33 15 14 14 15 94.5
P 33.5 41.3 25 31.5 38.2 41.5 48.4 33.5
C 5 13.7 37 25.2 28.1 14.1 15.2 5
GN 12 20.4 5 30 19.5 18 22.4 12
N 0 0.6 2.9 4.7 5.3 17 9.4 0
GH 4.5 7 0.1 1 2.7 3.5 1.8 4.5
Cesta
2000 %
O 45 16.97 30 7.65 6.19 5.9 2.8 45
Tabla 4.21.- Caso 0 (Control).- Datos de entrada al modelo.
A continuación se presentan 12 gráficas que representan a grandes rasgos
los datos de entrada al modelo (población, consumo energético per cápita) y los
resultados del modelo: consumo energético global, IDH, Impacto ambiental,
emisiones relevanteas y el coste de este caso.
72 El Índice de Desarrollo Humano para el resto de países no considerados en el estudio no se recopiló.
177
Caso 0 - Población mundial por grupos
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
Mil
lone
s de
hab
itan
tes
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.25.- Población Mundial por grupos.
178
Caso 0 - Consumo energético Mundial por grupos
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.26.- Consumo energético primario Mundial por grupos.
179
Caso 0 - Consumo Mundial de energía por energético
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.27.- Consumo energético primario Mundial por energéticos.
180
Consumo energético per cápita - Caso 0
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.28.- Consumo energético per cápita por grupos.
181
Índice de desarrollo humano - Caso 0
0.0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 4.29.- Índice de Desarrollo Humano por grupos.
182
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
Caso 0 - Impacto ambiental Global por años
Figura 4.29.- Impacto ambiental global.
183
Caso 0 - Impacto ambiental Global por agente en los 50 años
0
5
10
15
20
25
30
35
40
CO
2
CO
NO
x
SOx
CH
4
Otr
os
HC
CO
V
PM
10
H2
S
O3
PAN
Olo
r
Ru
ido
Rad
iaci
ón
Met
ales
Soli
do
s d
isu
elto
s
Soli
dos
su
spen
sos
Met
ales
Ace
ites
y g
rasa
s
Ag
ente
s b
ioló
gic
os
Age
nte
s qu
ímic
os
Tem
per
atu
ra
Eu
trof
icac
ión
ace
lera
da
Rad
iaci
ón
Otr
os: D
erra
mes
Des
erti
zaci
ón
Def
ores
taci
ón
Uso
de
suel
o-su
per
fici
e oc
up
ada
Pa
isa
je
Hu
nd
imie
nto
s
Ind
ucc
ión
de
acti
vid
ad s
ísm
ica
Des
echo
s p
elig
roso
s
Des
ech
os n
o p
elig
roso
s
Rad
iaci
ón
Otr
os
Flor
a
Fa
un
a
Figura 4.30.- Impacto ambiental global por agente.
184
Caso 0 - Impacto ambiental realtivo - 1950
1.81%10.63%
12.45%
39.68%
12.46%
15.97%
6.66%
0.35%
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.31.- Impacto ambiental relativo por grupo en 1950.
Caso 0 - Impacto ambiental realtivo - 2000
1.99%
23.82%
10.08%
30.93%
9.35%
10.33%
12.51%
0.97%
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.32.- Impacto ambiental relativo por grupo en 2000.
185
Generación de CO2 por grupo - Caso 0
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 4.33.- Generación de CO2 por grupo.
186
Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 0
0.000
0.003
0.005
0.008
0.010
0.013
0.015
0.018
0.020
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 4.34.- Generación de residuos radioactivos peligrosos por grupo.
187
Caso 0 - Costo global por grupos
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.35.- Costo de la perspectiva energética por grupo.
188
Caso 0 - Costo por cada energético
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.36.- Costo de la perspectiva energética por energético.
189
4.4.- El control como predicción inversa - Caso 0b.
El caso anterior C0, se basa en los datos históricos de población y consumo
energético por lustro, desde 1950 al 2000, al igual que el caso de referencia C1,
analizado en el capítulo anterior, cuenta con datos para cada lustro de dichas
variables, basados en las previsiones internacionales para los próximos 50 años,
a partir del año 2000. Sin embargo, el propósito del modelo que se propone
evaluar es sólo contar con los datos de partida del año de inicio de la previsión,
y los datos deseados para la meta al cabo del periodo previsto; por lo que los
datos intermedios para cada lustro, serían interpolados linealmente entre estos
dos puntos. ¿cómo afectará esto a la salida de resultados? Para contestar esta
pregunta se plantó el caso C0b.
El Caso C0b compara la previsión hecha para el periodo histórico
comprendido entre 1950 y 2000 del caso C0, modificando los datos intermedios
de población y consumo energético per cápita (CEPC). Esto es, se toman cuatro
pares de datos básicos para cada grupo: la población y el CEPC para los años
1950 y 2000, y se introducen al modelo interpolando linealmente los datos
intermedios para cada lustro. Esto es, básicamente, lo que se pretende hacer en
los siguientes casos para el periodo comprendido entre el año 200 y el 2050. Los
datos introducidos al modelo serán entonces:
Población
1950 X106 hab Población
2000 X106 hab CEPC 1950
GJ/hab CEPC 2000
GJ/hab GI 117.41 432.72 23.14 27.93
GIIB 1246.34 3352.46 12.84 29.52 GIIIB 19.53 54.56 26.98 74.23 GIVB 181.33 257.9 103.4 162.43 GIIA 183.3 327.32 325.9 392.49 GIIIA 181.77 232.64 103.22 166.91 GIVA 199.71 267.54 120.35 160.46 Resto 399.37 1154.95 25.12 45 Total: 2528.76 6080.09
Tabla 4.22.- Datos de entrada para el caso C0b.
190
Con la interpolación lineal se aprecia que las gráficas de consumo
energético por grupo, y en general todas las gráficas, se suavizan, se pulen un
poco, esto es, al eliminar las variaciones de la tendencia general de cada grupo
que se presentan indistintamente en los lustros intermedios, las graficas parecen
ser menos escalonadas. El único caso digno de mención por desviarse de esto
último, es del grupo GIVB compuesto por: Estonia, la Federación Rusa, Polonia,
Rumania y Ucrania. Ya que históricamente, se registra un crecimiento mayor
que el considerado a partir de 1950 y hasta 1985, donde el CEPC alcanza un
máximo de 269.36 GJ/hab, que se modera en 1990 a 257 GJ/hab, para después
caer en 1995 hasta 175 GJ/hab. Este comportamiento histórico es imposible de
modelar linealmente si sólo se consideran los datos de 1950 y 2000, por lo que,
en este grupo en concreto el consumo energético total del grupo entre el caso
C0b y el C0 varía, a la baja, un 40%. Sin embargo, esta pérdida se compensa con
el aumento del consumo energético de otros grupos, que presentaban un
crecimiento general en el caso C0 menos uniforme que el considerado en el C0b,
ya que comenzaban las primeras dos décadas del periodo histórico casi sin
aumento y en la últimas tres décadas casi triplicaron dicho consumo. Tal es el
caso de: GI, GIIB, GIIIB y el Resto. Esto también muestra que es posible asumir
que si un grupo se aparta de la tendencia general que mantienen los demás,
dicha variación se verá compensada por algún otro grupo en el contexto
global. Esto es útil resaltarlo ya para análisis sobre el futuro es importante tener
claro que pequeñas variaciones en los grupos individualmente no afectarán
sustancialmente en lo global, por lo que se podría considerar que en los casos
de análisis futuros se contempla una incertidumbre de ±10% en los datos
globales.
Con estas dos particularidades, el consumo energético total global que el
caso C0b obtiene al final del periodo analizado es apenas un 0.09% menor que
el registrado por el caso C0, esto es se puede considerar que son iguales. Se
puede ver en la figura 4.37 (siguiente página) que las discrepancias son
mínimas.
191
El Caso C0b considera la misma evolución en la cesta energética de cada
grupo y con la variación del consumo individual de cada grupo, se modifica el
consumo individual de cada energético, sin embargo dicha variación resulta
casi anecdótica. En la tabla 4.23 (siguiente página) se comparan los niveles de
participación de cada energético según el tipo de energético considerado en
ambos casos, el C0 y el C0b, y se puede observar que la diferencia no alcanza
los dos puntos porcentuales. En términos absolutos, sin embargo las diferencias
parecen un poco mayores, pero en ningún caso superan un 7% en una u otra
dirección, y la principal pérdida ocurre en el consumo de carbón, y el mayor
aumento lo experimentan los energéticos naturales, lo cual es lógico dado el
comportamiento del consumo energético de los grupos antes discutido. Los
efectos de estos consumos diferenciados se harán evidentes al analizar las
consecuencias de este caso. Esto también se aprecia en la siguientes gráficas:
Caso 0 - Consumo Mundial de energía por energético
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Caso 0b - Consumo Mundial de energía por energético
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 4.37.- Consumo energético primario global por grupos, casos C0 y C0b.
192
% Global C0 % Global C0b CE Global C0 X1018 J
CE Global C0b X1018 J
Petróleo 28.4 27.74 3954.07 3865.94 Carbón 29.23 31.08 4070.22 4331.26 Gas Natural 15.3 15.52 2130.13 2162.33 Nuclear 3.01 3.08 419.06 429.31 Gran Hidráulica 4.81 4.51 669.64 628.47
Otros 1.25 18.07 2680.3 2518.68 Tabla 4.23.- Comparación del consumo energético entre el caso C0 y C0b.
La primera consecuencia que evalúa el presente modelo es el de los
recursos restantes. En comparación con el caso C0, los recursos restantes del
caso C0b es prácticamente invariable. El mayor cambió se presenta en los
recursos petrolíferos restantes, y apenas es de un 0.75% por encima del C0. Lo
mismo sucede con la valoración subjetiva del impacto ambiental que para este
caso alcanza los 745, es decir un 0.73% menos que el caso C0, y aunque resaltan
los mismos agentes contaminantes el caso C0b pone más énfasis en aquellos
relacionados con la biomasa tradicional y un poco menos con los que se
relacionan con el carbón, sin dejar de ser éste último el energético que más
contribuye al impacto ambiental en los 50 años estudiados. De manera
particular se puede decir que la emisión de CO2 global sólo varía un -0.35 % en
este caso respecto del C0, y lo mismo sucede con los residuos radioactivos, que
en los 50 años considerados variarían un –2% respecto del C0, estos dos agentes
reflejan el comportamiento de todos los agentes contaminantes contemplados
en el modelo, ya que realmente no varían, con una excepción: el SOx, que
disminuye un 5.4% en la emisión global considerada en el C0b con respecto al
C0, y esto se debe sin duda a la disminución del uso del carbón por el grupo
GIVB que presenta el CO dados los datos históricos de la década de los 80 y 90,
pero que el el caso COb no tienen forma de predecirse. Aún así cabe destacar
que el modelo presenta discrepancias menores al 10% pese a que existan
cambios tan dráscos como la caída en el consumo energético primario
experimentada por el grupo de los descalabrados (GIVB) en el pasado.
193
Generación de CO2 por grupo - Caso 0
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100x1
0^10
kg/
año
GI GIIB GIIIB GIVB
GIIA GIIIA GIVA Resto
Generación de CO2 por grupo - Caso 0b
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB
GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.38.- Emisión de CO2 global por grupos, casos C0 y C0b.
Caso 0 - Contaminantes generados 2
0
20
40
60
80
100
120
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x10^
10 k
g/añ
o
SOx
Caso 0b - Contaminantes generados 2
0
20
40
60
80
100
120
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x10^
10 k
g/añ
o
SOx
Figura 4.39.- Emisión de SOx global, casos C0 y C0b.
194
Por último se puede citar el cambio en el costo, que como las anteriores
consecuencias apenas se aprecia cambio en el total global de todo el periodo, y
aún así el valor que refleja este caso es un 0.78% menor al que presenta el C0.
Dicho costo sí se distribuye diferente en este caso, pero de nuevo siguiendo el
patrón de menor participación para el grupo GIVB y mayor participación en los
otros grupos, especialmente los otros de IDH bajo.
Caso 0 - Costo global por grupos
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Caso 0b - Costo global por grupos
0
5000
10000
15000
20000
25000
30000
35000
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 4.40.- Costo global por grupos, casos C0 y C0b.
A manera de síntesis se puede decir que pese a no considerar los datos históricos
lustro a lustro, y considerar sólo los datos esenciales para los extremos temporales, el
modelo sigue reflejando esencialmente bien la realidad, con variaciones que en ningún
momento superan un ±1% para los valores globales, un ± 7% para la mayoría de los
valores puntuales, y que si bien la variación específica del grupo GIVB, supera
cualquier variación aceptable, ese tipo de reacciones, son en modelos de largo alcance
temporal, imposibles de predecir, que por otro lado no es la intención de este modelo.
195
Capítulo 5
TENDENCIAS PARA EL DESARROLLO DE LA ESTRATEGIA
ENERGÉTICA
5.1.- Las posibles tendencias evolutivas de los grupos.
El esquema de modelación que se plantea ahora no sólo establece los pasos que
estructuralmente el modelo computacional debe seguir para ser acorde con el
desarrollo sostenible, también presupone un nuevo proceder en la elaboración
de las tendencias evolutivas futuras. Dado que predecir la evolución de todas
las variables que definen el comportamiento de la sociedad para establecer que
en los próximos 50 años la riqueza media de un país aumentará o disminuirá un
5% por ejemplo, parece, no sólo difícil, sino que se demuestra en la práctica
tremendamente falible. Deberíamos plantearnos el problema de manera
inversa, ya que nuestro desarrollo intelectual nos permite intentar conseguir
para el futuro cosas más tangibles e importantes como por ejemplo:
• Que la vida media del país aumente el 5%. • Que nuestros hijos sepan el 5% más de lo nosotros sabemos. • Que la condiciones ambientales no hagan imposible la vida sobre la
tierra. • Y además, claro, de que la riqueza media del país aumente otro 5%.
Para conseguir esos sencillos objetivos quizás habría que hacer otras cosas
que no sabemos, para lo que disponemos de una ayuda importantísima:
sabemos cómo lo hemos hecho hasta ahora. El mundo ya ha recorrido un
camino que le ha hecho progresar económicamente, en salud y en educación, al
196
menos en ciertos grupos, y eso será lo que se intente imitar, por lo que lo
primero que hay que analizar para el futuro es ¿qué pasará si toda la
humanidad sigue ese camino? Y después establecer qué se necesita para
conseguirlo.
Este procedimiento nos exige buscar tendencias históricas en los grupos
de alto desarrollo y considerar una posible equiparación de dichos trayectos por
los grupos menos desarrollados. Para ello y siendo consistentes con los
mecanismos de elaboración de los grupos, hay que analizar si existe una
tendencia en los datos que se exponen en las graficas del IDH-crecimiento
poblacional, que se expuso en la figura 4.5, y ahora en la 5.1:
Evolución de los grupos - 1950-2000
0
25
50
75
100
125
150
175
200
225
250
275
300
325
350
375
400
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
IDH
% d
e cr
ecim
ien
to e
n 5
0 añ
os
Figura 5.1.- Mapa IDH-Crecimiento poblacional. Tendencia en la evolución de los distintos grupos estudiados = línea roja. Círculo rojo = GI, cuadrado azul = GIIB, triángulo verde = GIIIB, rombo verde = GIVB, cuadrado amarillo = GIIA, triángulo azul = GIIIA y rombo morado = GIVA.
GI
GIIB
GIIIB
GIIA
GIIIA
GIVA
GIVB
197
En la figura 5.1 se puede observar la evolución de los 7 grupos estudiados,
siendo el punto correspondiente a la posición del grupo en 1950, el punto
inicial, el que se encuentra más a la izquierda de la gráfica, y el último punto
hacia la derecha de la gráfica el que correspondería al año 2000. En términos
generales se puede apreciar como cada grupo con el paso del tiempo trata de
disminuir su crecimiento poblacional, pasando de la parte superior de la gráfica
hacia abajo (en concreto hacia el 100% que equivale a la estabilidad poblacional
en 50 años), y a aumentar su IDH recorriéndose hacia la parte derecha de la
gráfica, tratando de alcanzar la unidad en el índice.
Hay una tendencia clara en el camino a seguir por la humanidad en este
mapa IDH-crecimiento poblacional. Esa tendencia es la estabilidad poblacional
y el desarrollo humano progresivo, es decir: sin saltos bruscos.
Naturalmente, en cuanto al consumo energético se refiere, esta evolución
de la humanidad precisa de la adopción sucesiva de estrategias energéticas
distintas para cada etapa. De modo que se puede prever el tipo y la cantidad de
recursos energéticos que se demandarán en cada periodo y en el conjunto de
varios.
De lo que vaya a pasar en el futuro nadie sabe nada con certeza, pero sí
sabemos que pase lo que pase se cumplirá “forzosamente” lo siguiente:
• los países de cabeza decidirán qué hacer para mejorar su IDH (aunque sea inconscientemente)
• los países que vayan detrás imitarán el camino, sin dar saltos bruscos, en el mapa IDH-Crecimiento Poblacional, a los de cabeza. (si los países de la cabeza aciertan, los que vayan detrás tomarán “forzosamente” el mismo camino, si se equivocan tratarán de modificar levemente el camino)
Es decir, el futuro sólo será incierto para los grupos punteros, no así para
los rezagados, los cuales, sólo podrán –aunque de muy buena gana– seguir las
pautas marcadas. Utilizando este razonamiento, el mecanismo de planificación
es el siguiente:
198
• Siguiendo las posibles evoluciones en el mapa IDH-crecimiento poblacional, se establece para cada grupo un escenario energético probable en el futuro.
• Los grupos punteros “inventan” nuevos caminos, • Los grupos más rezagados siguen a los de cabeza, cada uno desde su
situación en el mapa. • Los datos “pasados” correspondientes a caminos recorridos con
anterioridad por algún grupo, sirven como datos “ciertos” para el futuro de otros grupos (dado que no es posible dar saltos brusco en el mapa).
Ahora sólo resta probar en el modelo los distintos caminos que parecen
marcar cada uno de los tres grupos punteros: El GIIA: los derrochadores, el
GIIIA: los vacilantes y el GIVA: los reconstruidos. Los criterios de
sostenibilidad que se han adoptado para la evaluación de estos escenarios son
los siguientes:
• Población. ¿Seremos demasiados? • Agotamiento de los recursos. ¿Habrá suficiente energía? • Evolución del Desarrollo Humano. ¿Seremos mejores? • Impacto ambiental (valoración global) • Cambio climático (emisión de CO2)
Ya que sólo hay tres grupos que hayan alcanzado un alto nivel del IDH, se
presupone que los caminos de los patrones de desarrollo que el mundo seguirá
se basarán esencialmente en los que actualmente ostentan estos tres grupos de
países, y generan tres casos para nuestro análisis.
Pero la transición hacia los grupos de alto índice de desarrollo humano no
significa que los seis grupos restantes evolucionen al estado del grupo que
encabece el caso en cuestión en el 2050, porque es materialmente imposible que
en 50 años los países de los grupos de bajo índice de desarrollo humano
consigan superar el umbral del desarrollo y además evolucionar,
aceleradamente, junto con los tres grupos de alto índice de desarrollo hasta
conseguir todos un modelo energético y social único en el 2050. Lo que se
considera plausible es que el grupo GI, migre en 50 años hacia uno de los tres
estados en los que se encontraban los otros tres grupos de bajo índice de
desarrollo humano en el 2000 (GIIB, GIIB y GIVB) y que estos tres grupos
199
tiendan, en conjunto, a la situación en las que se encontraba el grupo que
encabezará el caso en el año 2000. Dejando así a los tres grupos de alto índice
de desarrollo humano un evolución conjunta hacia un modelo que marcará el
grupo que encabece el caso en el año 2050.
200
5.2.- Evolución con alta población y consumo excesivo.- Caso 2a.
El caso 2a, siguiendo a los derrochadores, que tiene como modelo al GIIA, con
un alto índice de desarrollo (0.934) y crecimiento poblacional alto en 50 años
(147.25%), analizará el escenario bajo el cual, el grupo GI evolucionaría hacia la
situación en la que se encontraba el grupo GIIB en el año 2000, para progresar
en el índice de desarrollo humano y moderar un poco el crecimiento
poblacional, pero sin abandonarlo. Los restantes grupos de bajo índice de
desarrollo humano (GIIB, GIIIB y GIVB) evolucionarían hacia la situación en la
que se encontraba el grupo GIIA en el año 2000, y los tres grupos de alto índice
de desarrollo humano evolucionarían hacia el modelo que pronostica el caso de
referencia para el grupo GIIA en el año 2050. En la siguiente tabla se expone los
datos básicos que representa el modelo del GIIA para el año 2000 y 2050, y que
definen este caso. GIIA-Caso 2a 2000 2050
Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 410.69 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%) Petróleo 38.2 Carbón 28.06 Gas Natural 19.5 Nuclear 5.3 Gran Hidráulica 2.75 Otros 6.19 Sectores de consumo (%) Industria 24.4 Transportes 26.7 Otros sectores 22 Usos no energéticos 1.7 Pérdidas 25.2 Tabla 5.1.- Datos básicos del modelo energético del GIIA.
Este modelo energético y demográfico plantea, primero en el terreno
demográfico el apostar por el crecimiento demográfico, que si bien moderado,
201
no deja de crecer. El consumo energético per cápita que se pretendería emular
es el mayor de entre todos los grupos por lo que la tendencia de este escenario
analizará un modelo de alto consumo generalizado, que puede resultar, tal vez,
improbable de alcanzar en 50 años para los grupos de bajo desarrollo
económico, incluso si se pretende alcanzar en el 2050 el consumo energético per
cápita que tenía el GIIA en el año 2000. Pero reafirmo, que las perspectivas
energéticas deben establecerse a partir de un estado deseable a alcanzar,
buscando los caminos que es necesario seguir para conseguirlo, y no basar
dicha perspectiva en la probabilidad de consecución. En cuanto a la cesta
energética se puede resaltar que el GIIA es el tercer grupo que más depende de
los hidrocarburos comerciales, como el petróleo, el gas natural y el carbón.
Siendo además el segundo grupo con el consumo de carbón más alto, por lo que
este escenario también implica un alto impacto ambiental en cuanto a emisiones
atmosféricas. En cuanto al modelo de consumo energético cabe destacar que el
GIIA es el grupo en el que el sector transportes cuenta mayor participación, así
que representaría también un escenario de comercio y comunicaciones. Aunque
también es de destacar que es uno de los modelos de consumo por sectores
más equilibrados entre los cuatro sectores principales.
A continuación se presentarán seis tablas con los datos básicos de
transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo
energético y obtener el caso 2a.
202
GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.1 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 29.52 Índice de desarrollo humano 0.518 0.712 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 41.27 Carbón 5 13.72
Gas Natural 12 20.44 Nuclear 0 0.6
Gran Hidráulica 4.5 7 Otros 45 16.97
Sectores de consumo (%) Industria 11 25
Transportes 12 18 Otros sectores 53 29
Usos no energéticos 2 4 Pérdidas 22 24
Tabla 5.2.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 2a. Tras la introducción de estos datos el grupo GI presenta en el 2050 una
población que aumenta un 3% con respecto al C1, un consumo energético per
cápita (CEPC) que aumenta apenas un 11% respecto al C1 (un 5.6% respecto al
año 2000); estos dos factores provocan que el consumo energético total del
grupo (CE) aumento un 15 % respecto a lo que contempla el C1. Cabe destacar
de este modelo que se impulsaría la industria y se reduciría el porcentaje de
participación de los sectores residencial y comercial, contenidos en el rubro
‘otros sectores’, pero eso es en porcentaje ya que en términos absolutos, si hay
un aumento de dicho sector. La cesta energética abandonaría el abuso de la
biomasa tradicional, para sustituirla principalmente por los hidrocarburos
tradicionales, el petróleo, el carbón y el gas natural. También es destacable la
aparición de la energía nuclear en este grupo.
203
GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.1 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 29.52 392.49 Índice de desarrollo humano 0.712 0.934 Cesta energética (%)
Petróleo 41.27 38.2 Carbón 13.72 28.06
Gas Natural 20.44 19.5 Nuclear 0.6 5.3
Gran Hidráulica 7 2.75 Otros 16.97 6.19
Sectores de consumo (%) Industria 25 24.4
Transportes 18 26.7 Otros sectores 29 22
Usos no energéticos 4 1.7 Pérdidas 24 25.2
Tabla 5.3.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 2a. El Grupo GIIB en este escenario imita el crecimiento demográfico del GIIA
aumentaría un 33 % su población en el año 2050. Si se considera que éste es el
grupo que en el año 2000 contiene al 55% de la población mundial, no es baladí
este dato, y hará que este escenario coincida demográficamente con las
perspectivas de crecimiento alto de la ONU con las cuales la población mundial
rondaría los 12 mil millones de habitantes. El casi impensable salto en el
consumo energético per cápita de este grupo que representa un incremento en
50 años de 1330%, por lo que se necesitaría que el CEPC de los países del grupo
más numeroso de todos, aumentara anualmente, al menos un 5.3%. Este
increíble salto, aunado al crecimiento poblacional, aumentaría el consumo
energético total del grupo en un 750%, lo que a su vez significaría que el grupo
en términos absolutos aumentara su consumo global en 6.7% al año por los
próximos 50 años. De la estructura de los sectores cabe mencionar la subida en
el consumo de los transportes que parece intercambiada por una bajada en el de
otros sectores, presumiblemente en el residencial, pero que debe interpretarse
no como una disminución en términos absolutos sino sólo una disminución en
la participación relativa, provocada por el aumento del transporte. En cuanto a
204
la cesta energética, el mayor aumento lo presentaría el uso del carbón y también
aumentaría la participación de la energía nuclear en el grupo hasta alcanzar un
5.3%, lo cual representaría, no tanto el aumento masivo de las centrales en
aquellos países que ya cuentan con esta tecnología, sino la generalización en el
uso de dicha energía por todos los países que comprenden este grupo. Por
último cabe destacar que estas subidas en la participación y en el consumo
absoluto del carbón y la energía nuclear se acompañarían por el descenso en la
participación de todos los otros energético, siendo mayor el descenso en la gran
hidráulica y el consumo de biomasa tradicional, que no se vería sustituida por
un uso masivo de otros energéticos comprendidos en el sector ‘otros’.
GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 392.49 Índice de desarrollo humano 0.745 0.934 Cesta energética (%)
Petróleo 25 38.2 Carbón 37 28.06
Gas Natural 5 19.5 Nuclear 2.9 5.3
Gran Hidráulica 0.1 2.75 Otros 30 6.19
Sectores de consumo (%) Industria 24 24.4
Transportes 18 26.7 Otros sectores 19.3 22
Usos no energéticos 2.7 1.7 Pérdidas 36 25.2
Tabla 5.4.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 2a. Aunque en el índice de crecimiento poblacional expuesto en la tabla no se
evidencia ningún cambio en la política demográfica del grupo, las expectativas
para este grupo contenidas en el C1, reflejaban una tendencia a la estabilidad
poblacional, y con este índice de crecimiento por lustro, aunque moderado, se
consigue un aumento del 48% respecto a la población del grupo en el año 2000,
que es un 39% más de lo que el C1 refleja. El aumento en el CEPC, aunque
mucho menor que en el grupo anterior, aún significa un aumento del 246%
205
respecto a la expectativa de crecimiento del C1, y un 530% respecto al CEPC del
año 2000, por lo que el consumo energético total del grupo aumenta un 341%
con respecto al C1 y un 783% respecto al año 2000. En este grupo, dado que es el
que más participación del carbón presenta en el año 2000, es el único en el cual
dicho energético disminuye su participación en la cesta energética del año 2050,
que aunado a la mayor disminución en la participación porcentual que presenta
el uso de biomasa tradicional, aumenta forzosamente la participación de los
otros energéticos, principalmente el petróleo y el gas natural. Cabe destacar,
que el alto consumo energético que presentan todos los grupos bajo este
escenario provocaría que un cambio de 2.4 puntos porcentuales, como el que
muestra el sector nuclear para este grupo para alcanzar un 5.3% de este
energético en la cesta de energía primaria significa la construcción en 50 años de
al menos 28 centrales nucleares de 1000 MW de capacidad, frente a las 8 que el
C1 proyecta. Este dato magnifica su significación si se recuerda que el grupo
GIIIB esta formado únicamente por dos países: Sudáfrica y Cuba, y aunque
Sudáfrica cuenta con dos unidades y Cuba se planteó un programa nuclear en
el pasado, la construcción de tal número de centrales en 50 años, parece un poco
exagerado, sin duda. En cuanto a la estructura de dicho consumo energético, en
general los sectores aumentan su participación en detrimento del sector
pérdidas, por lo que este modelo implicaría una apuesta clara por la adopción
de tecnología que permita un aumento importante de la eficiencia de todos
los equipos y todos los sectores.
206
GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 392.49 Índice de desarrollo humano 0.793 0.934 Cesta energética (%)
Petróleo 31.5 38.2 Carbón 25.15 28.06
Gas Natural 30 19.5 Nuclear 4.7 5.3
Gran Hidráulica 1 2.75 Otros 7.65 6.19
Sectores de consumo (%) Industria 26 24.4
Transportes 7.5 26.7 Otros sectores 28 22
Usos no energéticos 2.5 1.7 Pérdidas 36 25.2
Tabla 5.5.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 2a.
En términos demográficos es claro que este grupo cambia radicalmente la
tendencia hacia la expansión, por lo que en este escenario la población
aumentaría un 18 % con respecto al año 2000, pero un 64% respecto a lo que se
prevé en el C1.
El crecimiento del CEPC con respecto al año 2000 para este escenario sería
de un 242% aunque con respecto al C1 es apenas del 11% en el año 2050, así que
el aumento de 183% del consumo energético respecto al C1 se atribuye
principalmente al aumento poblacional. La cesta energética cabe destacar que la
alta participación que en el año 2000 presenta el gas natural para este grupo es
sustituida claramente por los otros combustibles fósiles comerciales, ya que los
otros energéticos no aumentarían proporcionalmente. El sector nuclear de este
grupo bajo este escenario debería reimpulsarse, ya que desde finales de los años
ochenta dicho sector se ha estancado. En cuanto a los sectores de consumo este
grupo tiene un comportamiento análogo al GIIIB, es decir se impulsa sobre los
demás sectores el sector transportes y se intentaría disminuir las pérdidas
energéticas con tecnología de alta eficiencia.
207
GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.64 410.69 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)
Petróleo 41.5 38.2 Carbón 14.1 28.06
Gas Natural 18 19.5 Nuclear 17 5.3
Gran Hidráulica 3.5 2.75 Otros 5.9 6.19
Sectores de consumo (%) Industria 23.3 24.4
Transportes 20.3 26.7 Otros sectores 25.8 22
Usos no energéticos 3.3 1.7 Pérdidas 27.3 25.2
Tabla 5.6.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 2a.
Demográficamente el grupo GIIIA representa en este escenario el
abandono de la estabilidad poblacional y el ligero aumento, ya que bajo estos
datos aumentaría un 28% la población respecto al año 2000 y apenas un 23 %
respecto al C1. El CEPC sí aumentaría mucho ya que el CEPC del año 2050 sería
un 245% del de el año 2000, y un 55 % del supuesto en el C1. Por lo que el
Consumo energético aumentaría respecto al 2000 un 315% y un 192% respecto
al C1.
La cesta energética que en este escenario presenta el GIIA aumentaría
sustancialmente el uso del carbón, por lo que toda la industria europea del
carbón debería reactivarse y esto en disminución principalmente de depender
un poco menos del petróleo, pero mucho menos de la energía nuclear que
presenta la mayor disminución en participación. Cabe destacar que en este
grupo se da el caso de que los ‘otros energéticos’ que contaban con una
participación en el año 2000 cercana al 6%, aumentarían levemente dicha
participación al año 2050. A diferencia de los grupos con bajo índice de
desarrollo en cuyos casos se presenta una disminución de dicho rubro de la
cesta energética, que se explica principalmente por el descenso en el uso de la
208
biomasa tradicional, a favor no de nuevas tecnologías en energéticos naturales,
sino a favor de los hidrocarburos comerciales, en el grupo GIIIA, el aumento,
aunque leve de este rubro, puede y debería interpretarse como la implantación
de las tecnologías modernas de uso de energéticos naturales, como la energía
fotovoltáica, solar térmica, eólica, Geotérmica, biomasa moderna,
minihidráulica y mareomotriz.
La estructura de consumo por su parte, nuevamente presenta la
preponderancia del sector transportes, en detrimento en parte de las pérdidas
como en los dos casos anteriores, pero también se debe a una disminución en la
participación de los ‘otros sectores’ en la distribución final del consumo.
GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 410.69 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)
Petróleo 48.4 38.2 Carbón 15.2 28.06
Gas Natural 22.4 19.5 Nuclear 9.4 5.3
Gran Hidráulica 1.8 2.75 Otros 2.8 6.19
Sectores de consumo (%) Industria 29 24.4
Transportes 19.5 26.7 Otros sectores 24 22
Usos no energéticos 1.7 1.7 Pérdidas 25.8 25.2
Tabla 5.7.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 2a. Demográficamente este grupo abandonaría el descenso poblacional, que
muestra en el caso de referencia, para aumentar un 23% en el año 2050 respecto
al 2000. Ciertamente no parece nada particular salvo que se considere que lo
que se espera que suceda con la población de estos tres países en realidad es
que descienda un poco en los próximos 50 años, por lo que si este aumento se
compara con el del C1 la población del 2050 aumentaría un 43%.
209
El consumo energético per cápita (CEPC) aumentaría un 256% respecto al
año 2000, pero dado que el aumento que el C1 preveía para este grupo era alto,
el valor de este escenario en el 2050 es apenas un 17% mayor que el que
considera el C1. Aún así el consumo energético total del grupo en el año 2050
bajo estos supuestos sería un 315% superior al consumo del año 2000, y un 68%
superior al que prevería el C1. Nuevamente se ve que este modelo favorecería el
aumento del consumo del carbón disminuyendo un poco el consumo de
petróleo y bastante más el del gas natural. También disminuiría la participación
de la energía nuclear, aunque debido al impresionante aumento en el consumo
total, en términos absolutos también este rubro crecería para el 2050. Sería
destacable el importante aumento (aunque sea apenas de 4 puntos
porcentuales) de los energéticos contemplados en el último rubro de la cesta,
que como se comentó en el caso del GIIIA, debería interpretarse como un
impulso fuerte a las nuevas tecnologías en energéticos naturales. En cuanto a
los sectores de consumo sólo cabría destacar el gran aumento del sector
transportes que parece provenir de una disminución en los consumos del sector
industrial.
El aumento en el consumo energético per cápita, junto con la
reestructuración del modelo energético completo de cada grupo, en principio
debería ir acompañado de un aumento recíproco del índice de desarrollo
humano correspondiente. Y es por este motivo por el cual se justificaría las
alzas antes descritas, ya que mientras que en el caso de referencia, el C1, el 88%
de la población mundial en el año 2050 seguiría, presumiblemente, con un
índice de desarrollo humano por debajo de los 0.85, en este caso 2a, esta cifra se
reduciría al 34 % de la población, que aún sigue siendo mucho, pero sin duda es
una gran mejoría. A continuación se presentan las dos gráficas que reflejan esto.
210
Consumo energético per cápita - Caso 2a
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 5.2.- Caso 2a - Consumo energético per cápita por grupos.
211
Índice de desarrollo humano - Caso 2a
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 5.3.- Caso 2a - Índice de Desarrollo Humano por grupos.
212
Con todo lo anterior el consumo energético primario total mundial
alcanzaría en el año 2050 los 3398x1018 J, que representaría el 810% del consumo
mundial en el año 2000. Esto es que si se trata de alcanzar el consumo
energético per cápita que ostenta y pretende el grupo GIIA, encabezado por
EE.UU., el mundo tendría que aumentar ocho veces su consumo energético.
Esta cifra representa un 333% del consumo que el caso de referencia C1 predice
para el mismo año. Esto supondría que a lo largo de los 50 años, el mundo
consumiría hasta: 87 294x1018 J que es 248% más de lo que el mundo consumiría
bajo el escenario planteado en el C1. Gráficamente se puede observar el
aumento demográfico y el aumento en el consumo energético por grupos en las
siguientes gráficas:
213
Caso 2a - Población mundial por grupos
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Mil
lone
s de
hab
itan
tes
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.4.- Caso 2a - Población Mundial por grupos.
214
Caso 2a - Consumo energético Mundial por grupos
0
250
500
750
1000
1250
1500
1750
2000
2250
2500
2750
3000
3250
3500
3750
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.5.- Caso 2a - Consumo energético primario Mundial por grupos.
215
Es claro que el grupo que más consumiría energía sería el GIIB, pero es
también evidente que se debe principalmente al hecho de ser el grupo que
contiene a mayor población.
En términos globales la cesta energética del año 2050, bajo esta
perspectiva, se estructuraría principalmente por hidrocarburos tradicionales en
un 84.2%. Siendo evidente la reactivación del consumo de carbón como fuente
primara hasta rozar el 30% de la cesta, y también resulta evidente la clara
disminución en participación relativa del uso de la gran hidráulica, así como el
rubro de ‘otros energéticos’ aunque en principio esto se debería al abandono de
la biomasa tradicional como energético primario en los grupos de bajo índice
de desarrollo. La siguiente gráfica muestra la estructura de dicha cesta para
este caso, y otra grafica con la evolución del consumo energético global, esta
vez por energético.
Consumo energético por energético 2050 - Caso 2a
37.1%
28.8%
18.3%
5.1% 2.5% 8.1%
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.6.- Caso 2a – Cesta energética 2050.
216
Caso 2a - Consumo Mundial de energía por energético
0
250
500
750
1000
1250
1500
1750
2000
2250
2500
2750
3000
3250
3500
3750
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.7.- Caso 2a – Consumo energético primario Mundial por energéticos.
217
La primera repercusión de este escenario de alto consumo es por supuesto
el consumo de recursos energéticos. Bajo las reservas de los recursos
energéticos que se manejan como datos en este trabajo, este escenario resulta
imposible de conseguir ya que casi todos los recursos energéticos se
agotarían antes de alcanzar el año 2050. Sólo aguantarán el carbón, del cuál
sólo se consumiría un 16% de las reservas probadas, y los energéticos naturales,
que en términos generales son infrautilizados en este caso. La siguiente tabla
resume el estado de las reservas en el año 2050.
Estado de las reservas energéticas (%)
Año en el que se agotarían las reservas.
Petróleo -186 Entre el 2025 y el 2030 Carbón 84.87 - Gas Natural -261 En el 2025 Nuclear -120.35 En el 2035 Gran Hidráulica -91.37 En el 2015 Otros 93.28 -
Tabla 5.8.- Caso 2a - Estado de las reservas energéticas en el año 2050.
La interpretación del cuadro anterior es que, por ejemplo, en el caso del
petróleo se necesitaría descubrir en los próximos años, al menos un 186% más
de reservas petrolíferas para poder completar este escenario, de lo contrario
entre el año 2025 y el 2030, las reservas conocidas se agotarían. Es digno de
mención el caso de la gran hidráulica, ya que este caso no favorece
particularmente a dicho energético en la cesta energética, sin embargo el alto
consumo total, provoca que aún con un bajo porcentaje de participación en la
cesta energética (participación que incluso va decreciendo en los 50 años), se
agoten los recursos hídricos considerados como máximos posibles.
La siguiente consecuencia de este escenario es el impacto ambiental. En
términos del modelo energético de cada grupo, la transición hacia el modelo
que ostenta el GIIA empeora el impacto ambiental, en su valoración subjetiva,
salvo en el caso del GIIIB que mejora un poco. La valoración global de todos los
grupos y todo el periodo alcanzaría una valoración de 707.38, que es superior a
la valoración del caso de referencia C1. Principalmente por el aumento de la
218
participación del carbón. Concretamente se puede resaltar de entre los 36
agentes contaminantes considerados en el modelo, y de los 9 que tienen un
cálculo de emisión atmosférica, que el CO2 aumentaría su emisión anual en el
2050 un 338% respecto al caso de referencia C1, pero más alarmante es que la
cifra de emisión de ese año: 27 529x1010kg, es, con respecto a la emisión del año
1990 un 947.5%. Los residuos radioactivos por su parte alcanzarían un total de
0.406x1010kg en el año 2050, que representaría un 507% respecto al C1. Cabe
destacar que dado que el grupo GIIB es el grupo que más energéticos consume,
es también el grupo que más contaminantes emite, como muestran las
siguientes gráficas.
219
Generación de CO2 por grupo - Caso 2a
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
10000
11000
12000
13000
14000
15000
16000
17000
18000
19000
20000
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 5.8.- Caso 2a – Generación de CO2 por grupo.
220
Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 2a
0.000
0.050
0.100
0.150
0.200
0.250
0.300
0.350
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 5.9.- Caso 2a – Generación de residuos peligrosos por grupo.
221
Por último, el costo que el caso 2a, incluyendo los costos ocultos,
representaría en todo el periodo un gasto de 8 773 billones de dólares73, y en
concreto en el año 2050 el sector energético en general tendría que asumir costos
por 383 billones de dólares. Estos costos en relación con los que el caso de
referencia C1 expone, representarían un 268.8% y un 372% más,
respectivamente. A continuación se presenta una tabla que muestra la
participación porcentual de la distribución del costo por energético y por
grupos, en los 50 años considerados, de este caso en relación con el C1. Y
posteriormente los gráficos que ilustran estas distribuciones.
Caso 2a Caso C1 GI 1.12 2.41 GIIB 67.48 28.08 GIIIB 0.96 0.96 GIVB 4.4 7.79 GIIA 9.53 25.6 GIIIA 4.78 8.9 GIVA 5.1 9.79
Grupos
Resto 6.62 16.47 Petróleo 40.47 43.59 Carbón 29.53 20.87 Gas Natural 11.51 12.26 Nuclear 9.28 8.75 Gran Hidráulica 3.98 5.15
Cesta
Otros 5.23 9.37 Tabla 5.8.- Caso 2a – Porcentajes de participación en el costo de los casos 2a y C1.
73 Billón como 1012.
222
Caso 2a - Costo global por grupos
0
25000
50000
75000
100000
125000
150000
175000
200000
225000
250000
275000
300000
325000
350000
375000
400000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.10.- Caso 2a – Costo de la perspectiva energética por grupo.
223
Caso 2a - Costo por cada energético
0
50000
100000
150000
200000
250000
300000
350000
400000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.11.- Caso 2a – Costo de la perspectiva energética por energético.
224
5.3.- Evolución con población estable y alto consumo.- Caso 2b.
Este caso al tener como referencia el GIIIA (IDH=0.921), el grupo de los
vacilantes, conformado básicamente por países europeos, en términos
demográficos se plantea una evolución en los 50 años en la que se estabiliza la
población (104%), debe arrastrar a los demás grupos a esa tendencia, incluido el
grupo GI, que migraría en 50 años no hacia el GIIB, como en el caso anterior
(C2a), que aún mantiene el crecimiento demográfico, sino migrando hacia el
GIIIB, que ya presenta la tendencia hacia la estabilidad demográfica. Los otros
tres grupos de bajo índice de desarrollo humano restantes (GIIB, GIIB y GIVB)
migrarían en este caso hacia la situación en las que se encontraba el grupo GIIIA
en el año 2000, y los tres grupos de alto índice de desarrollo humano
evolucionarían hacia el modelo que pronostica el caso de referencia del grupo
GIIIA en el año 2050.
En la siguiente tabla se expone los datos básicos que representa el modelo
del GIIIA para el año 2000 y 2050, y que definen este caso.
GIIIA-Caso 2b 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.64 264.08 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)
Petróleo 41.5 Carbón 14.5
Gas Natural 18 Nuclear 17
Gran Hidráulica 3.5 Otros 5.9
Sectores de consumo (%) Industria 23.3
Transportes 20.3 Otros sectores 25.8
Usos no energéticos 3.3 Pérdidas 27.3
Tabla 5.9.- Datos básicos del modelo energético del GIIIA.
225
Al imitar el comportamiento demográfico del GIIIA se buscaría estabilizar
la población mundial, sin embargo el modelo energético utilizado plantea una
transición lineal de los índices de crecimiento poblacional entre uno y otro
grupo, y dado que las perspectivas demográficas para muchos de los países
considerados en este estudio presentan comportamientos no lineales, que
aceleran la reducción en el crecimiento poblacional, sobre todo después del
2030, como es el caso de China, el resultado en la población mundial del modelo
puede resultar un poco mayor para este caso que en el de referencia C1, sin
embargo, y pese a dicho aumento, de seguirse el modelo demográfico
pretendido por el GIIIA, la estabilidad poblacional se acentuaría tras el 2050.
También cabe resaltar que el grupo de países no considerados específicamente
en el estudio, esto es ‘el resto’, no ve afectado su comportamiento demográfico
de referencia en ninguno de los casos 2, y dado que representarán entre el 20 y
el 30% de la población mundial en el año 2050, sería necesario hacer posteriores
estudios para poder incluir tendencias de comportamiento demográfico
también a los países no considerados ahora.
El consumo energético per cápita (CEPC) que se pretendería emular es
ahora menos de la mitad del GIIA, pero aún es, al menos seis veces superior al
CEPC de la mayoría de la población mundial, por lo que aún implicaría un gran
esfuerzo para la mayoría de los países con un bajo desarrollo económico. En
cuanto a la cesta energética se puede resaltar que el GIIIA es el grupo con un
alto IDH que menos depende de los hidrocarburos comerciales, como el
petróleo, el gas natural y el carbón, sin embargo es el que más depende de la
energía nuclear en su consumo primario. Esto comparará un modelo con alta
dependencia en los hidrocarburos con uno que depende un poco más en la
energía nuclear, sin embargo, sería engañoso basarse sólo en el resultado de
impacto ambiental que arrojé el modelo, ya que éste considera para la
valoración subjetiva del impacto un número mayor de agentes contaminantes
relacionados con los hidrocarburos que con la energía nuclear, en cantidad, no
en calidad, y por tanto, para el modelo actual, con las tablas de impacto
226
utilizadas, para la misma participación energética de un hidrocarburo y el
uranio, la valoración de impacto ambiental siempre sería mayor hacia el
hidrocarburo. Esto se aclara porque al final, sin importar las mejoras que
puedan hacerse en este sentido en el modelo, se deben interpretar los datos, y
esa interpretación debe estar sustentada en una idea clara y lúcida sobre la
política energética que se pretende conseguir.
En cuanto al modelo de consumo energético cabe destacar que el GIIIA es
el grupo con un IDH alto en el que los sectores contenidos en pérdidas cuenta
mayor participación, así que se presenta un escenario con muchas pérdidas
energética, que podrán y deberán ser reducidas. También es el grupo de alto
IDH en el que el rubro ‘otros sectores’ (OS) supera en porcentaje al de industria
y transporte, en términos generales esto se interpreta como señal de un modelo
atrasado, ya que es común en los grupos de bajo IDH que esto ocurra, sin
embargo, no debe realizarse dicha interpretación, ya que es claro que los
modelos de consumo entre estos grupos varía enormemente. La razón por la
que el rubro OS en los países con bajo índice de desarrollo, es alto es porque el
consumo de los sectores industria y transporte son casi inexistentes; el consumo
residencial de energía se reduce esencialmente al combustible para cocinar los
alimentos y la mayoría de la población carece de electricidad. Es claro que en el
GIIIA esto es muy distinto, la gran mayoría de la población no sólo tiene acceso
a la electricidad, sino que su consumo es muy alto, además de que cuentan con
otros energéticos para satisfacer otras necesidades residenciales, como
calefacción. Y en lo que respecta a los sectores industrial y de transportes, no se
puede decir que no estén desarrollados y por lo tanto consumen poca energía,
la situación quizás en ese sentido sea que la industria en este grupo ha
adoptado desde hace algún tiempo medidas para reducir sus consumos de
energía sin comprometer su producción, la apuesta en este sentido sería la de la
mejora en la eficiencia energética.
227
A continuación se presentarán seis tablas con los datos básicos de
transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo
energético y obtener el caso 2b.
GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 74.19 Índice de desarrollo humano 0.518 0.745 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 25 Carbón 5 37
Gas Natural 12 5 Nuclear 0 2.9
Gran Hidráulica 4.5 0.1 Otros 45 30
Sectores de consumo (%) Industria 11 24
Transportes 12 18 Otros sectores 53 19.3
Usos no energéticos 2 2.7 Pérdidas 22 36
Tabla 5.10.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 2b. Tras la introducción de estos datos el grupo GI presenta en el 2050 una
reducción demográfica de 24% con respecto al C1, aunque respecto al año 2000
se presentaría un aún gran aumento del 207%. El consumo energético per cápita
(CEPC) que aumenta apenas un 280% respecto al C1, y un 265% respecto al año
2000; estos dos factores provocan que el consumo energético total del grupo
(CE) aumento un 213 % respecto a lo que contempla el C1, y un 551% respecto
al 2000. Este tremendo impulso se invertiría en elevar el IDH hasta alcanzar los
0.745, que si bien aún representa un bajo índice en términos generales, es una
mejora más que sustancial de la situación de abandono en la que se encuentran
estos países y mucho mayor de la que el caso de referencia C1, preveía, ya bajo
éste último escenario su IDH en el año 2050 descendería al 0.5.
En este caso la cesta energética disminuiría el abuso de la biomasa
tradicional, como en el caso 2a, pero no tan radicalmente, y sería sustituida
228
principalmente por el carbón, como un combustible barato. La aparición de la
energía nuclear en este grupo sería más notoria bajo este escenario.
También en este caso se impulsaría la industria y se reduciría el porcentaje
de participación de ‘otros sectores’, pero se hace claro que por la alta
participación de pérdidas, se buscarían tecnologías baratas, por lo que la
preocupación general para este grupo bajo este escenario será el salir de los
niveles de desarrollo paupérrimos en los que se encuentran bajo los esquemas
más simples y directos: tecnología y combustibles baratos.
GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.1 0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 29.52 167.64 Índice de desarrollo humano 0.712 0.921 Cesta energética (%)
Petróleo 41.27 41.5 Carbón 13.72 14.1
Gas Natural 20.44 18 Nuclear 0.6 17
Gran Hidráulica 7 3.5 Otros 16.97 5.9
Sectores de consumo (%) Industria 25 23.3
Transportes 18 20.3 Otros sectores 29 25.8
Usos no energéticos 4 3.3 Pérdidas 24 27.3
Tabla 5.11.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 2b. Pese a que el grupo GIIB en este escenario imita el decrecimiento
demográfico del GIIIA aumentaría un 20 % respecto al C1 y un 172 % su
población en el año 2050. Esto tiene que ver con la migración lineal entre los
índices de crecimiento como se comentó antes. El consumo energético per
cápita de este grupo que representa un incremento en 50 años de 568%, respecto
del año 2050 en el C1 representaría un aumento del 241%. Esto aumentaría el
consumo energético total del grupo en un 977% respecto del año 2000, y un
288% respecto al año 2050 en el C1.
229
En cuanto a la cesta energética, el mayor aumento lo presentaría el uso del
la energía nuclear hasta alcanzar un 17%. La subida de este sector representaría
la disminución en participación porcentual (más no absoluta) de la gran
hidráulica y de los ‘otros energéticos’, malo para el primer caso pero podría
entenderse en el segundo que lo que se buscaría sería sustituir el uso de
biomasa tradicional por energéticos naturales de desarrollo moderno. En
términos porcentuales el uso de los hidrocarburos tradicionales no se afectaría,
seguiría constante, por lo que en términos absolutos aumentarían mucho, sin
embargo en su conjunto no representan una de las cestas energéticas más
dependientes en estos energéticos.
De la estructura de los sectores cabe mencionar los sectores tienden a
homogenizarse, con la industria y los ‘otros sectores’ bajando un poco, el
transporte subiendo un poco, pero las pérdidas también aumentarían mucho, lo
cual podría indicar como en el grupo anterior que se busca el desarrollo
confiando poco en tecnología avanzada destinada al ahorro energético.
GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 167.64 Índice de desarrollo humano 0.745 0.921 Cesta energética (%)
Petróleo 25 41.5 Carbón 37 14.1
Gas Natural 5 18 Nuclear 2.9 17
Gran Hidráulica 0.1 3.5 Otros 30 5.9
Sectores de consumo (%) Industria 24 23.3
Transportes 18 20.3 Otros sectores 19.3 25.8
Usos no energéticos 2.7 3.3 Pérdidas 36 27.3
Tabla 5.12.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB- Caso 2b.
230
Demográficamente, se presenta un aumento del 33% respecto a la
población del grupo en el año 2000, que es un 24.6% más de lo que el C1 refleja.
El aumento en el CEPC es apenas de 5% respecto a la expectativa de
crecimiento del C1, y un 226% respecto al CEPC del año 2000, por lo que el
consumo energético total del grupo aumenta un 31% con respecto al C1 y un
226% respecto al año 2000.
El grupo GIIIB depende tanto en el 2000 del carbón y la biomasa
tradicional que es notoria la sustitución de estos combustibles por los otros
hidrocarburos tradicionales y por la energía nuclear. Y aunque el modelo que
sigue el GIIIA no prima el consumo de la gran hidráulica, dado que el GIIIB no
contaba con este tipo de energético, el aumento de este sector también es
significativo. Y en este punto cabría hacer un paréntesis de crítica más
profundo, ya que el modelo contempla recursos energéticos globales, asume
que el comercio de los energéticos haría que ahí donde un grupo necesitara de
algún energético, se le suministraría, sin embargo, en el caso específico de la
gran hidráulica esto no es posible, ya que este recurso energético es
esencialmente regional, y si, por ejemplo Cuba, no tiene capacidad geográfica
en este caso para alcanzar un porcentaje alto de participación de este recurso, el
modelo debería reestructurase para compensar. Esto podría conseguirse de dos
formas, que el modelo considerara para cada grupo los recursos energéticos con
los que dispone y por tanto habría que agregarle alguna rutina de intercambio
energético entre grupos, o bien, tener mayor conocimiento sobre la capacidad
individual de cada país y sus recursos y tener esto presente a la hora de
introducir los datos.
En cuanto a la estructura de dicho consumo energético, en general los
sectores aumentan su participación en detrimento del sector pérdidas, aunque
no tanto como en el caso anterior. Cabría destacar el aumento que presentaría el
consumo del rubro ‘otros sectores’ lo cual significaría principalmente dotar de
electricidad a la población sudafricana que actualmente no tiene acceso a este
energético secundario.
231
GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 167.64 Índice de desarrollo humano 0.793 0.921 Cesta energética (%)
Petróleo 31.5 41.5 Carbón 25.15 14.1
Gas Natural 30 18 Nuclear 4.7 17
Gran Hidráulica 1 3.5 Otros 7.65 5.9
Sectores de consumo (%) Industria 26 23.3
Transportes 7.5 20.3 Otros sectores 28 25.8
Usos no energéticos 2.5 3.3 Pérdidas 36 27.3
Tabla 5.13.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB- Caso 2b. En términos demográficos en este escenario la población aumentaría un
7% con respecto al año 2000, pero un 24.6% respecto a lo que se prevé en el C1.
El crecimiento del CEPC con respecto al año 2000 para este escenario sería
de un 3% aunque con respecto al C1 decrece un 52% en el año 2050. El mismo
comportamiento experimentaría el consumo energético, que respecto al año
2000 aumenta un 10% y respecto al C1 disminuye un 30%. Este comportamiento
es único para un grupo de bajo IDH, aunque dicho índice no aumenta
proporcionalmente, se asume relacionado con el CEPC, por lo que su
disminución respecto al C1 acarrea una disminución también en el IDH. Si bien,
en el C1 se alcanzaría un IDH de 0.93, en el C2b llegaría a 0.921. Claro, esto no
es del todo seguro; en principio ningún escenario debería apostar por una
disminución en este índice, sino que habría que buscar que aún con una
disminución en el CEPC se alcance el IDH mayor esperado.
La cesta energética cabe destacar que la alta participación que en el año
2000 presenta el gas natural nuevamente es sustituida, pero ahora
drásticamente, este energético se sustituye ahora por petróleo y sobre todo la
energía nuclear. También aumenta la gran hidráulica aunque no mucho.
232
En cuanto a los sectores de consumo este grupo tiene un comportamiento
análogo al caso anterior, es decir, disminuye la participación de Industria y
otros sectores y se impulsa el sector transportes y se intentaría disminuir las
pérdidas energéticas con tecnología de alta eficiencia.
GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 264.08 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)
Petróleo 38.2 41.5 Carbón 28.06 14.1
Gas Natural 19.5 18 Nuclear 5.3 17
Gran Hidráulica 2.75 3.5 Otros 6.19 5.9
Sectores de consumo (%) Industria 24.4 23.3
Transportes 26.7 20.3 Otros sectores 22 25.8
Usos no energéticos 1.7 3.3 Pérdidas 25.2 27.3
Tabla 5.14.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 2b. Demográficamente el grupo GIIA presentaría un ligero aumento del 18%
respecto al año 2000, pero eso significaría una disminución poblacional de un
20% respecto al C1.
La característica más importante de este caso y el siguiente (C2c), es que el
CEPC del grupo GIIA disminuiría en el 2050 un 33 % con respecto al valor que
muestra en el año 2000. Esto representaría comparando el año 2050 entre casos,
que respecto del C1, la disminución sería del 36%. Este es sin duda el aspecto
más controvertido de este caso. El reto estriba en conseguir que esta
disminución en el consumo energético per cápita no sólo no se refleje en la
caída de su índice de desarrollo humano, sino que éste aumente hasta conseguir
el máximo posible, el 1. Bajo un esquema de análisis conservador esto resulta no
sólo ilógico, sino que simple y llanamente es impensable, pero no sólo es algo
que se debe pensar, sino que tiene una lógica que por su simplicidad y
233
obviedad no necesita más que asumirse como verdadera: el hecho es que los
otros grupos de alto índice de desarrollo humano consideran que es posible
alcanzar el IDH 1 con un consumo energético per cápita menor, por lo tanto es
posible. Es una cuestión de decisión. El reto está en convencer a los políticos y a
la sociedad para asumir los cambios necesarios para conseguirlo y no sólo es
buscar disminuir las pérdidas con el aumento de las eficiencias, sino replantear
todo el esquema de consumo. Si esto se consigue el consumo energético total
del grupo GIIA descendería un 20% respecto al año 2000, y un 48.4% respecto
del consumo que este grupo presenta en el caso de referencia C1. Esto sería
además importante porque el GIIA es el segundo grupo que más energía
consume en el C1, por lo que una disminución de su consumo, aunque sólo
represente un 20%, provocaría que el consumo energético mundial en el año
2050 disminuya un 5%, que no es despreciable.
Curiosamente la cesta energética que en este escenario presenta el GIIA
aumenta la participación del petróleo en el grupo, pero disminuye a la mitad la
participación del carbón, sustituido principalmente por la energía nuclear. Esto
es en porcentaje, pero en términos absolutos, lo que significa es que el consumo
de petróleo se mantenga constante y el carbón se vea sustituido por la energía
nuclear. La gran hidráulica aumenta un poco porcentualmente, pero dado que
el consumo energético disminuye esto equivale sólo a mantener la energía
hidráulica existente. Lo que es casi equivalente a lo que les sucede a los otros
energéticos. La característica más destacable del cambio en la estructura de
consumo es la disminución del sector transporte y el aumento del rubro ‘otros
sectores’ (OS) y el de pérdidas. Pero nuevamente, si se considera esto con la
disminución neta del consumo energético, el rubro OS se mantendría
básicamente constante, mientras los otros disminuyen un poco.
234
GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 264.08 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)
Petróleo 48.4 41.5 Carbón 15.2 14.1
Gas Natural 22.4 18 Nuclear 9.4 17
Gran Hidráulica 1.8 3.5 Otros 2.8 5.9
Sectores de consumo (%) Industria 29 23.3
Transportes 19.5 20.3 Otros sectores 24 25.8
Usos no energéticos 1.7 3.3 Pérdidas 25.8 27.3
Tabla 5.15.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA- Caso 2b. Demográficamente en este escenario el grupo nuevamente abandonaría el
descenso poblacional para aumentar levemente hasta un 3.4% en el año 2050
respecto al 2000, pero un 20.6% respecto del C1.
El consumo energético per cápita (CEPC) aumentaría un 65% respecto al
año 2000, pero disminuye un 25% con relación con el C1. El consumo energético
total del grupo en el año 2050 es un 70% superior al consumo del año 2000, pero
disminuye un 9% respecto al C1.
En este caso, el GIVA es el único que baja la participación y su consumo
absoluto de petróleo. El carbón y el gas natural también bajan un poco, pero no
mucho pues ya tenían una baja participación. Todos estos descensos se
compensan con un aumento en la participación de la energía nuclear. Hay
también un aumento, aunque leve, de los energéticos contemplados en el
último rubro de la cesta, que como se comentó en el caso anterior, debería
interpretarse como un impulso fuerte a las nuevas tecnologías en energéticos
naturales.
En cuanto a los sectores de consumo se reestructurarían para convertirse
en unos sectores un poco más homogéneos, pero el aumento de las pérdidas en
235
este grupo si representan una especie de paradoja difícil de explicar, porque al
ser un grupo de alto IDH no se justifica porque se utilicen tecnologías de baja
eficiencia, tal vez, si se impulsa un poco el sector transportes, en términos
generales mucho mas ineficiente que otros, por esta razón aumentarían las
pérdidas, pero en realidad debería hacerse una investigación si la evolución
entre estos dos modelos energéticos es en realidad posible, ya que considero
que las pérdidas no deberían aumentar tanto.
El comportamiento del consumo energético per cápita y del índice de
desarrollo humando de los grupos se resumen en las siguientes gráficas:
Consumo energético per cápita - Caso 2b
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 5.12.- Caso 2b - Consumo energético per cápita por grupos.
236
Índice de desarrollo humano - Caso 2b
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 5.13.- Caso 2b - Índice de Desarrollo Humano por grupos.
237
Bajo este esquema de búsqueda de la estabilidad poblacional, el modelo
nos arroja que la población mundial total en el año 2050, alcanzaría los
10 748x106 habitantes, que es un 7.2% más de lo que el caso de referencia señala.
Esto se debe como se había comentado a la función de decrecimiento lineal que
se usa en el modelo, que no necesariamente refleja las oscilaciones demográficas
reales, sin embargo, sí se puede asegurar que en este esquema la mayoría de los
países estarían en busca de conseguir dicha estabilidad poblacional.
Con todo lo anterior el consumo energético primario total mundial
alcanzaría en el año 2050 los 1571x1018 J, que representaría el 375% del
consumo mundial en el año 2000. Esta cifra de CE representa un 154% del
consumo que el caso de referencia C1 predice para el mismo año. Esto
supondría que a lo largo de los 50 años, el mundo consumiría hasta:
48 094x1018 J que es 137% más de lo que el mundo consumiría bajo el escenario
planteado en el C1. Gráficamente se puede observar el aumento demográfico y
el aumento en el consumo energético por grupos en las siguientes gráficas:
238
Caso 2b - Población mundial por grupos
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
5500
6000
6500
7000
7500
8000
8500
9000
9500
10000
10500
11000
11500
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Mil
lone
s de
hab
itan
tes
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.14.- Caso 2b - Población Mundial por grupos.
239
Caso 2b - Consumo energético Mundial por grupos
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
1400
1500
1600
1700
1800
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.15.- Caso 2b - Consumo energético primario Mundial por grupos.
240
Nuevamente el grupo que más energía consumiría bajo este escenario
sería el GIIB, pero cabe recordar que se debe principalmente al hecho de ser el
grupo que contiene a mayor población, y en este escenario igual que en el
anterior caso se pretende que dicha población aumente su consumo per cápita
para alcanzar un desarrollo, que el caso de referencia no se concede.
En términos globales la cesta energética del año 2050, bajo esta
perspectiva, se estructuraría principalmente por hidrocarburos tradicionales en
un 84.2%. Siendo evidente la reactivación del consumo de carbón como fuente
primara hasta rozar el 30% de la cesta, y también resulta evidente la clara
disminución en participación relativa del uso de la gran hidráulica, así como el
rubro de ‘otros energéticos’ aunque en principio esto se debería al abandono de
la biomasa tradicional como energético primario en los grupos de bajo índice
de desarrollo. La siguiente gráfica muestra la estructura de dicha cesta para
este caso, y otra grafica con la evolución del consumo energético global, esta
vez por energético.
Consumo energético por energético 2050 - Caso 2b
38.3%
18.6%
15.5%
14.2%2.8% 10.6%
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.16.- Caso 2b – Cesta energética 2050.
241
Caso 2b - Consumo Mundial de energía por energético
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
1400
1500
1600
1700
1800
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.17.- Caso 2b – Consumo energético primario Mundial por energéticos.
242
Aunque el consumo energético total de este escenario es sustancialmente
menor al C2a, la primera repercusión nuevamente, es el agotamiento de los
reservas de los recursos energéticas. Sólo aguantarán el carbón, del cuál sólo se
consumiría apenas un 6% de las reservas probadas, ya que se disminuye su
consumo en porcentaje y en términos absolutos, y los energéticos naturales, que
en términos generales son infrautilizados en este caso. La siguiente tabla
resume el estado de las reservas en el año 2050.
Estado de las reservas energéticas (%)
Año en el que se agotarían las reservas.
Petróleo -60 Entre el 2035 y el 2040 Carbón 94.08 - Gas Natural -80.3 Entre el 2030 y el 2035 Nuclear -184.57 Entre el 2030 y el 2035 Gran Hidráulica 0.99 - Otros 95.94 - Tabla 5.16.- Caso 2b - Estado de las reservas energéticas en el año 2050.
En cuanto al petróleo se necesitaría descubrir en los próximos años, al
menos un 60% más de reservas petrolíferas para poder completar este
escenario, de lo contrario entre el año 2035 y el 2040, las reservas conocidas se
agotarían, pero a diferencia del caso anterior (2a) esta situación podría ser
plausible. Desgraciadamente no se podría decir lo mismo de las reservas de
gas, que también están condenadas a agotarse bajo este escenario, quizás un
poco después de lo que el modelo indica si se descubren más yacimientos, pero
no creo que tantos como para evitar el agotamiento. En el caso de la energía
nuclear sucede algo similar, el modelo indicaría que se necesitaría casi doblar
las reservas probadas de uranio, o bien que el impulso de la energía nuclear
que este modelo plantea debería hacerse forzosamente con reactores rápidos.
También habría que cuidar las reservas de la gran hidráulica, porque aunque el
modelo plantea que no se agotarían estos, los recursos restantes apenas
alcanzan un 1%, por lo que se podría interpretar que, como se comentó al
comentar la transición del GIIIB, en algunas zonas dicho recurso podría
agotarse antes de llegar al 2050.
243
La siguiente consecuencia del escenario es el impacto ambiental. En
términos del modelo energético de cada grupo, la transición hacia el modelo
que ostenta el GIIIA mejora la valoración subjetiva de todos los grupos, salvo
en el caso del GI y del ‘resto’ de países no considerados en el estudio ya que
siguen el mismo modelo. Esto se debe básicamente a la disminución en el uso
del carbón, y en general de todos los hidrocarburos, tanto de los comerciales
como de la biomasa tradicional. La valoración global de todos los grupos y
todo el periodo alcanzaría una valoración de 684.38, que es inferior a la
valoración del caso de referencia C1, pero por muy poco por lo que se puede
decir que en términos de la valoración ambiéntales subjetiva el caso C2b es
igual al C1. Pero claro, los agentes de impacto son distintos y deben
solucionarse de distintas maneras.
Se puede resaltar de entre los 36 agentes contaminantes considerados en
el modelo, y de los 9 que tienen un cálculo de emisión atmosférica, que el CO2
aumentaría su emisión anual en el 2050 un 38.8% respecto al caso de referencia
C1, con una cifra de emisión de ese año de 11305x1010kg, que es, con respecto a
la emisión del año 1990 un 389.11%. Mucho más preocupante serían los
residuos radioactivos por su parte alcanzarían un total de 0.524x1010kg en el
año 2050, que representaría un 655% respecto al C1. La emisión y la producción
de estos agentes pormenorizados por grupos se muestran las siguientes
gráficas.
244
Generación de CO2 por grupo - Caso 2b
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
5500
6000
6500
7000
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 5.18.- Caso 2b – Generación de CO2 por grupo.
245
Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 2b
0.000
0.050
0.100
0.150
0.200
0.250
0.300
0.350
0.400
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 5.19.- Caso 2b – Generación de residuos radioactivos peligrosos por grupo.
246
Por último, el costo que el caso 2b, incluyendo los costos ocultos,
representaría en todo el periodo un gasto de 5 019 billones de dólares74, y en
concreto en el año 2050 el sector energético en general tendría que asumir
costos por 191 billones de dólares. Estos costos en relación con los que el caso
de referencia C1 expone, representarían un 154% y un 186% más,
respectivamente, y cabe destacar que el elevado costo se debe al aumento de la
energía nuclear considerada bajo los paramentos de costo actuales. A
continuación se presenta una tabla que muestra la participación porcentual de
la distribución del costo por energético y por grupos, en los 50 años
considerados, de este caso en relación con el C1. Y posteriormente los gráficos
que ilustran estas distribuciones.
Caso 2b Caso C1 GI 3.29 2.41 GIIB 54.8 28.08 GIIIB 0.85 0.96 GIVB 4.49 7.79 GIIA 12.74 25.6 GIIIA 5.75 8.9 GIVA 6.45 9.79
Grupos
Resto 11.63 16.47 Petróleo 39.33 43.59 Carbón 19.86 20.87 Gas Natural 9.91 12.26 Nuclear 20.98 8.75 Gran Hidráulica
3.98 5.15
Cesta
Otros 5.95 9.37 Tabla 5.17.- Caso 2b – Porcentajes de participación en el costo de los casos 2b y C1.
74 Billón como 1012.
247
Caso 2b - Costo global por grupos
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
110000
120000
130000
140000
150000
160000
170000
180000
190000
200000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.20.- Caso 2b – Costo de la perspectiva energética por grupo.
248
Caso 2b - Costo por cada energético
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
140000
160000
180000
200000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.21.- Caso 2b – Costo de la perspectiva energética por energético.
249
5.4.- Evolución con baja población y alto consumo.- Caso 2c.
Este caso, al tener como referencia el GIVA (IDH=0.924), el grupo de los
reconstruidos, conformado por Alemania, Italia y Japón, en términos
demográficos se plantea una evolución en la que decrece moderadamente la
población (-14.21% respecto al año 2000) en los póximos 50 años. Por esto
deberá arrastrar a los demás grupos a esa tendencia, incluido el grupo GI, que
no migraría en 50 años hacia el GIVB, ya que considero que pasar de una
previsión de crecimiento de 273% a un decrecimiento del 28% es a todas luces
imposible, así que como en el caso 2b, la transición del GI será hacia el GIIIB.
Los otros tres grupos de bajo índice de desarrollo humano restantes (GIIB, GIIB
y GIVB) migrarían, estos sí, a la situación en las que se encontraba el grupo
GIVA en el año 2000, y los tres grupos de alto índice de desarrollo humano
evolucionarían hacia el modelo que pronostica el caso de referencia del grupo
GIVA en el año 2050.
En la siguiente tabla se expone los datos básicos que representa el modelo
del GIVA para el año 2000 y 2050, y que definen este caso.
GIVA-Caso 2c 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 349.88 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)
Petróleo 48.4 Carbón 15.2
Gas Natural 22.4 Nuclear 9.4
Gran Hidráulica 1.8 Otros 2.8
Sectores de consumo (%) Industria 29
Transportes 19.5 Otros sectores 24
Usos no energéticos 1.7 Pérdidas 25.8
Tabla 5.18.- Datos básicos del modelo energético del GIVA.
250
Al imitar la tendencia en el comportamiento demográfico del GIVA se
buscaría, no sólo estabilizar la población mundial, sino iniciar un camino hacia
su reducción. Pese a que la mayoría de los grupos en este caso aumentará su
población respecto del año 2000, la tendencia demográfica sería buscar bajar los
índices de crecimiento progresivamente menores, para alcanzar una
disminución poblacional global, después del año 2050 moderada, pero segura,
cosa que no asegura el C1, que si bien presenta una población numéricamente
menor en el año 2050, la tendencia de los grupos más poblados del planeta no
presenta tendencias de decrecimiento, sino todo lo contrario.
El consumo energético per cápita (CEPC) que se pretendería emular es
ahora un punto intermedio entre los dos casos anteriores. Por un lado los
grupos de bajo IDH tenderían a un consumo un poco menor que en el C2b, pero
buscando alcanzar un IDH mayor, y al mismo tiempo los grupos de alto IDH
buscan alcanzar un CEPC mayor que el del caso C2b.
En cuanto a la cesta energética el GIVA es el grupo con un alto IDH que
depende más del petróleo, y su dependencia de los hidrocarburos comerciales
alcanza el 86%. Es un modelo energético que confía poco en otras fuentes
energéticas, pero que sin embargo no consume tanta energía como el grupo
GIIA.
En cuanto a la distribución de consumo energético cabe destacar que el
GIVA es el grupo en el que la industria cuenta mayor participación, así que se
presenta un escenario claramente por una alta industrialización mundial.
Destaca también el bajo consumo de transportes, esto puede interpretarse ya
sea como un modelo que cuenta con un comercio bajo entre países o bien, y creo
esto sería más correcto, como un modelo que apuesta más por transportes cada
vez más eficientes y no personales o familiares, sino transportes masivos.A
continuación se presentarán seis tablas con los datos básicos de transición de
cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo energético y obtener
el caso 2c.
251
GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 74.19 Índice de desarrollo humano 0.518 0.745 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 25 Carbón 5 37
Gas Natural 12 5 Nuclear 0 2.9
Gran Hidráulica 4.5 0.1 Otros 45 30
Sectores de consumo (%) Industria 11 24
Transportes 12 18 Otros sectores 53 19.3
Usos no energéticos 2 2.7 Pérdidas 22 36
Tabla 5.19.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 2c. Tras la introducción de estos datos el grupo GI presenta en el 2050 una
reducción demográfica de 24% con respecto al C1, aunque respecto al año 2000
se presentaría un aún gran aumento del 207%. El consumo energético per cápita
(CEPC) que aumenta apenas un 280% respecto al C1, y un 265% respecto al año
2000; estos dos factores provocan que el consumo energético total del grupo
(CE) aumento un 213 % respecto a lo que contempla el C1, y un 551% respecto
al 2000. Este tremendo impulso se invertiría en elevar el IDH hasta alcanzar los
0.745, que si bien aún representa un bajo índice en términos generales, es una
mejora más que sustancial de la situación de abandono en la que se encuentran
estos países y mucho mayor de la que el caso de referencia C1, preveía, ya bajo
éste último escenario su IDH en el año 2050 descendería al 0.5.
En este caso la cesta energética disminuiría el abuso de la biomasa
tradicional, como en el caso 2a, pero no tan radicalmente, y sería sustituida
principalmente por el carbón, como un combustible barato. La aparición de la
energía nuclear en este grupo sería más notoria bajo este escenario.
También en este caso se impulsaría la industria y se reduciría el porcentaje
de participación de ‘otros sectores’, pero se hace claro que por la alta
252
participación de pérdidas, se buscarían tecnologías baratas, por lo que la
preocupación general para este grupo bajo este escenario será el salir de los
niveles de desarrollo paupérrimos en los que se encuentran bajo los esquemas
más simples y directos: tecnología y combustibles baratos.
GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.1 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 29.52 160.46 Índice de desarrollo humano 0.712 0.924 Cesta energética (%)
Petróleo 41.27 48.4 Carbón 13.72 15.2
Gas Natural 20.44 22.4 Nuclear 0.6 9.4
Gran Hidráulica 7 1.8 Otros 16.97 2.8
Sectores de consumo (%) Industria 25 29
Transportes 18 19.5 Otros sectores 29 24
Usos no energéticos 4 1.7 Pérdidas 24 25.8
Tabla 5.20.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 2c. Pese a que el grupo GIIB en este escenario imita el decrecimiento
demográfico del GIVA aumentaría un 14 % respecto al C1 y un 163 % su
población en el año 2050 con respecto a la del año 2000. Esto tiene que ver con la
migración lineal entre los índices de crecimiento como se comentó antes. El
consumo energético per cápita de este grupo que representa un incremento en
50 años de 544%, respecto del año 2050 en el C1 representaría un aumento del
230.4%. Esto aumentaría el consumo energético total del grupo en un 887%
respecto del año 2000, y un 262% respecto al año 2050 en el C1.
En cuanto a la cesta energética, el mayor aumento lo presentaría el uso del
petróleo, aunque la energía nuclear también crece hasta alcanzar un 9.4% de la
cesta. Los otros hidrocarburos tradicionales aumentan un poco también su
participación y es claro que las disminuciones porcentuales las experimenta
entonces los energéticos naturales. Esto muestra una clara tendencia de
253
desarrollo basado en los energéticos más económicos y más acorde con la
industrialización de los países. Es destacable la disminución de la gran
hidráulica, pero sólo es en porcentaje ya que el alto consumo del grupo
compensaría esta disminución y provocaría que en términos absolutos, este
energético aumente también en el periodo analizado.
De la estructura de los sectores cabe mencionar una vez más el impulso a
la industria y la disminución en ‘otros sectores’ el transporte subiendo un poco,
pero las pérdidas aumentarían también.
GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 160.46 Índice de desarrollo humano 0.745 0.924 Cesta energética (%)
Petróleo 25 48.4 Carbón 37 15.2
Gas Natural 5 22.4 Nuclear 2.9 9.4
Gran Hidráulica 0.1 1.8 Otros 30 2.8
Sectores de consumo (%) Industria 24 29
Transportes 18 19.5 Otros sectores 19.3 24
Usos no energéticos 2.7 1.7 Pérdidas 36 25.8
Tabla 5.21.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB- Caso 2c. La disminución en el índice no consigue aún la estabilidad poblacional y
en este caso se presenta un aumento del 18% respecto a la población del grupo
en el año 2000, que es un 26.1% más de lo que el C1 refleja. El aumento en el
CEPC es de un 19% respecto a la expectativa de crecimiento del C1, y un 216%
respecto al CEPC del año 2000, por lo que el consumo energético total del grupo
aumenta un 19% con respecto al C1 y un 273% respecto al año 2000.
El grupo GIIIB depende tanto en el 2000 del carbón y la biomasa
tradicional que el cambio de estos combustibles por petróleo, gas natural y la
254
energía nuclear, representará un cambio radical en la estructura energética de
estos países. Todo el sistema energético debería reestructurase.
En cuanto a la distribución de dicho consumo energético, en general los
sectores aumentan su participación en detrimento del sector pérdidas. Cabría
destacar, nuevamente el aumento que presentaría el consumo del sector
industrial y del rubro ‘otros sectores’.
GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 160.46 Índice de desarrollo humano 0.793 0.924 Cesta energética (%)
Petróleo 31.5 48.4 Carbón 25.15 15.2
Gas Natural 30 22.4 Nuclear 4.7 9.4
Gran Hidráulica 1 1.8 Otros 7.65 2.8
Sectores de consumo (%) Industria 26 29
Transportes 7.5 19.5 Otros sectores 28 24
Usos no energéticos 2.5 1.7 Pérdidas 36 25.8
Tabla 5.22.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB- Caso 2c. En términos demográficos en este escenario la población del grupo GIVB
aumentaría apenas un 1 % con respecto al año 2000, pero un 39.7% respecto a lo
que se prevé en el C1.
El crecimiento del CEPC con respecto al año 2000 para este escenario sería
de un 1.2% aunque con respecto al C1 decrece un 45% en el año 2050. El
consumo energético se mantiene estable, ya que respecto al año 2000 disminuye
un 0.24% y respecto al C1 disminuye un 63.42%. Si la relación IDH/CEPC fuese
proporcional, se tendría que en el C1 el GIVB alcanzaría un IDH de 0.93, y en el
C2c llegaría, tan sólo a 0.924.
Sobre la cesta energética cabe destacar que la disminución del carbón y del
gas natural se realiza por petróleo y por energía nuclear. También disminuye el
255
rubro ‘otros energéticos’ pero se presupone que se daría dentro de él el impulso
a las nuevas tecnologías.
En cuanto a los sectores de consumo este grupo también presenta una
aumento de la industria, aunque no es tan drástico. El aumento en el transporte
es más acusado, y las disminuciones en la participación del rubro ‘otros
sectores’ y también en las pérdidas.
GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 349.88 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)
Petróleo 38.2 48.4 Carbón 28.06 15.2
Gas Natural 19.5 22.4 Nuclear 5.3 9.4
Gran Hidráulica 2.75 1.8 Otros 6.19 2.8
Sectores de consumo (%) Industria 24.4 29
Transportes 26.7 19.5 Otros sectores 22 24
Usos no energéticos 1.7 1.7 Pérdidas 25.2 25.8
Tabla 5.23.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 2c. Demográficamente el grupo GIIA presentaría un comportamiento más
bien estable con un aumento de apenas un 7% respecto al año 2000, pero eso
significaría una disminución poblacional de un 28% respecto al C1.
Como se comentó antes el consumo energético par cápita del grupo GIIA
en este escenario disminuiría en el 2050 un 11 % con respecto al valor que
muestra en el año 2000. Esto representaría comparando el año 2050 entre casos,
que respecto del C1, la disminución sería del 85%. Esto provocaría que el
consumo energético total del grupo disminuyera casi un 5% respecto a su
consumo en el año 2000 y un 38% respecto del C1.
La cesta energética que en este escenario presenta el GIIA aumenta mucho
la participación del petróleo en el grupo, y disminuye casi a la mitad la
256
participación del carbón, sustituido principalmente por la energía nuclear y el
gas natural.
En cuanto a la estructura de los sectores de consumo se puede decir que
aumenta la industria y pero se destaca la disminución en el consumo de
transportes y las pérdidas.
GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.64 349.88 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)
Petróleo 41.5 48.4 Carbón 14.1 15.2
Gas Natural 18 22.4 Nuclear 17 9.4
Gran Hidráulica 3.5 1.8 Otros 5.9 2.8
Sectores de consumo (%) Industria 23.3 29
Transportes 20.3 19.5 Otros sectores 25.8 24
Usos no energéticos 3.3 1.7 Pérdidas 27.3 25.8
Tabla 5.24.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA- Caso 2c. El grupo GIIIA bajo este escenario descendería levemente un 2% en el año
2050 respecto al 2000, casi un 6% respecto del C1. El consumo energético per
cápita (CEPC) aumentaría un 208.71% respecto al año 2000, y un 132.5% con
relación con el C1. El consumo energético total del grupo en el año 2050 es un
204% superior al consumo del año 2000, y un 125% respecto al C1.
En este caso el GIIIA es el único grupo que baja la participación del sector
nuclear y en contraposición suben los otros hidrocarburos comerciales, sobre
todo el petróleo. Desgraciadamente también baja la participación de la gran
hidráulica y los otros energéticos, también.
La transición de los sectores de consumo es similar a los otros grupos,
aumenta mucho el sector industrial, el transporte aumenta levemente, mientras
que las pérdidas y el de otros sectores bajan.
257
El comportamiento del consumo energético per cápita y del índice de
desarrollo humando de los grupos se resumen en las siguientes gráficas:
Consumo energético per cápita - Caso 2c
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 5.22.- Caso 2c - Consumo energético per cápita por grupos.
258
Índice de desarrollo humano - Caso 2c
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 5.23.- Caso 2c - Índice de Desarrollo Humano por grupos.
259
Con todo lo anterior el consumo energético primario total mundial
alcanzaría, bajo este escenario, en el año 2050 los 1520 .4x1018 J, que
representaría el 362.57% del consumo mundial en el año 2000. Esta cifra de CE
representa un 149.13% del consumo que el caso de referencia C1 predice para el
mismo año. Esto supondría que a lo largo de los 50 años, el mundo consumiría
hasta: 47 611x1018 J que es 135% más de lo que el mundo consumiría bajo el
escenario planteado en el C1. La población mundial total en el año 2050,
alcanzaría los 10 335x106 habitantes, que es un 3.11% más de lo que el caso de
referencia señala. Gráficamente se puede observar el aumento demográfico y el
aumento en el consumo energético por grupos en las siguientes gráficas:
260
Caso 2c - Población mundial por grupos
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
5500
6000
6500
7000
7500
8000
8500
9000
9500
10000
10500
11000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Mil
lone
s de
hab
itan
tes
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.24.- Caso 2c - Población Mundial por grupos.
261
Caso 2c - Consumo energético Mundial por grupos
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
1400
1500
1600
1700
1800
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.25.- Caso 2c - Consumo energético primario Mundial por grupos.
262
Nuevamente el grupo que más energía consumiría bajo este escenario
sería el GIIB, pero cabe recordar que se debe principalmente al hecho de ser el
grupo que contiene a mayor población, y en este escenario igual que en el
anterior caso se pretende que dicha población aumente su consumo per cápita
para alcanzar un desarrollo, que el caso de referencia no se concede.
En términos globales la cesta energética del año 2050, bajo esta
perspectiva, se estructuraría principalmente por hidrocarburos tradicionales en
un 82.15%. Siendo el energético principal el petróleo que se eleva hasta 44% de
la cesta, y también resulta evidente la clara disminución en participación
relativa del uso de la gran hidráulica, así como el rubro de ‘otros energéticos’
aunque en principio esto se debería al abandono de la biomasa tradicional como
energético primario en los grupos de bajo índice de desarrollo. La siguiente
gráfica muestra la estructura de dicha cesta para este caso, y otra grafica con la
evolución del consumo energético global, esta vez por energético.
Consumo energético por energético 2050 - Caso 2c
43.7%
19.6%
18.9%
8.1% 1.5% 8.3%
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.26.- Caso 2c – Cesta energética 2050.
263
Caso 2c - Consumo Mundial de energía por energético
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
1400
1500
1600
1700
1800
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.27.- Caso 2c – Consumo energético primario Mundial por energéticos.
264
Una vez más la primera consecuencia del alto consumo es el agotamiento
de los reservas de los recursos energéticos convencionales, salvo el carbón, del
cuál sólo se consumiría apenas un 6% de las reservas probadas, los recursos de
la gran hidráulica, de los cuales se consume sólo un 50%, y los energéticos
naturales, que en términos generales son infrautilizados en este caso. La
siguiente tabla resume el estado de las reservas en el año 2050.
Estado de las reservas energéticas (%)
Año en el que se agotarían las reservas.
Petróleo -73.17 Entre el 2035 y el 2040 Carbón 93.92 - Gas Natural -101 Entre el 2030 y el 2035 Nuclear -77.22 Entre el 2035 y el 2040 Gran Hidráulica 50.79 - Otros 96.93 -
Tabla 5.25.- Caso 2c - Estado de las reservas energéticas en el año 2050.
En cuanto al petróleo se necesitaría descubrir en los próximos años, al
menos un 73% más de reservas petrolíferas para poder completar este
escenario, de lo contrario entre el año 2035 y el 2040, las reservas conocidas se
agotarían. Las reservas de gas también están condenadas a agotarse bajo este
escenario, al igual que las nucleares. Es digno de resaltar el hecho que este caso
presenta las reservas de la gran hidráulica utilizadas sólo al 50%, por lo que
sería posible buscar un consumo intermedio entre este y el caso anterior para
aprovechar mejor este recurso.
La siguiente consecuencia del escenario es el impacto ambiental. En
términos del modelo energético de cada grupo, la transición hacia el modelo
que ostenta el GIVA mejora la valoración subjetiva de todos los grupos, salvo
en el caso del GI y del ‘resto’ de países no considerados en el estudio ya que
siguen el mismo modelo, esto es igual que en el caso anterior. Esto se debe
básicamente a la disminución en el uso del carbón, y en general de todos los
hidrocarburos, tanto de los comerciales como de la biomasa tradicional. La
valoración global de todos los grupos y todo el periodo alcanzaría una
valoración de 692.84, que es algo superior a la valoración del caso de referencia
265
C1, pero por muy poco por lo que se puede decir que en términos de la
valoración ambiéntales subjetiva el caso C2c es igual al C1. Pero claro, los
agentes de impacto son distintos y deben solucionarse de distintas maneras.
Se puede resaltar de entre los 36 agentes contaminantes considerados en
el modelo, y de los 9 que tienen un cálculo de emisión atmosférica, que el CO2
aumentaría su emisión anual en el 2050 un 45% respecto al caso de referencia
C1, con una cifra de emisión de ese año de 11 807x1010kg, que es, con respecto a
la emisión del año 1990 un 406%. Los residuos radioactivos por su parte
alcanzarían un total de 0.288x1010kg en el año 2050, que representaría un 360%
respecto al C1. La emisión y la producción de estos agentes pormenorizados
por grupos se muestran las siguientes gráficas.
266
Generación de CO2 por grupo - Caso 2c
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
5500
6000
6500
7000
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 5.28.- Caso 2c – Generación de CO2 por grupo.
267
Generación de desechos peligrosos radioactivos por grupo - Caso 2c
0.000
0.010
0.020
0.030
0.040
0.050
0.060
0.070
0.080
0.090
0.100
0.110
0.120
0.130
0.140
0.150
0.160
0.170
0.180
0.190
0.200
0.210
0.220
0.230
0.240
0.250
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA
GIIIA GIVA Resto
Figura 5.29.- Caso 2c – Generación de residuos peligrosos por grupo.
268
Por último, el costo que el caso 2c, incluyendo los costos ocultos,
representaría en todo el periodo un gasto de 4 765 billones de dólares75, y en
concreto en el año 2050 el sector energético en general tendría que asumir
costos por 174 billones de dólares. Estos costos en relación con los que el caso
de referencia C1 expone, representarían un 146.5% y un 169% más,
respectivamente. A continuación se presenta una tabla que muestra la
participación porcentual de la distribución del costo por energético y por
grupos, en los 50 años considerados, de este caso en relación con el C1. Y
posteriormente los gráficos que ilustran estas distribuciones.
Caso 2c Caso C1 GI 3.47 2.41 GIIB 51.08 28.08 GIIIB 0.81 0.96 GIVB 4.34 7.79 GIIA 14.25 25.6 GIIIA 7.09 8.9 GIVA 6.68 9.79
Grupos
Resto 12.28 16.47 Petróleo 44.66 43.59 Carbón 21.47 20.87 Gas Natural 11.67 12.26 Nuclear 13.65 8.75 Gran Hidráulica
3.12 5.15
Cesta
Otros 5.44 9.37 Tabla 5.26.- Caso 2b – Porcentajes de participación en el costo de los casos 2c y C1.
75 Billón como 1012.
269
Caso 2c - Costo global por grupos
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
110000
120000
130000
140000
150000
160000
170000
180000
190000
200000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 5.30.- Caso 2c – Costo de la perspectiva energética por grupo.
270
Caso 2c - Costo por cada energético
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
140000
160000
180000
200000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 5.31.- Caso 2c – Costo de la perspectiva energética por energético.
271
5.5.- Comparación con el caso de referencia.
El objetivo principal de crear un trabajo de planificación con varios casos es
esencialmente su comparación. Se busca confrontar los distintos resultados que
se generan cuando se juega con la combinación de variables, para poder elegir
la mejor combinación de acuerdo a nuestros intereses.
Dado que ya se ha detallado cada uno de los casos generados a partir de la
emulación de los caminos de desarrollo seguidos por los tres grupos de alto
desarrollo humano, no se ahondará en comparar todas sus características, pero
conviene analizar las siguientes 7 gráficas que representan las características
principales de generación de cada caso y algunas consecuencias básicas.
Para comenzar se muestra la comparación entre la evolución del IDH, el
consumo energético per cápita y la población. Estas tres variables definen en
esencia cada caso. Cabe aclarar que el principal objetivo para elaborar casos
distintos, del caso de referencia, fue el de contemplar caminos que pudiesen
elevar el IDH de toda la humanidad, por lo que es la primera comparación y
donde se muestra el aumento generalizado y primordialmente la mejora con el
caso de referencia, aunque dada la proximidad de los valores del IDH que
ostentan los tres grupos de alto desarrollo humano, en esta variable los tres
casos de exploración son prácticamente iguales.
272
IDH - Medio por casos
0,50
0,55
0,60
0,65
0,70
0,75
0,80
0,85
0,90
0,95
1,00
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
C2a C2b C2c C1
Figura 5.32.- Comparación de la evolución del IDH entre el C1, C2a, C2b y C2c. (sin considerar en ningúno de los casos el grupo de países “Resto” de los que no se tienen datos sobre IDH).
273
Población global
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
10000
11000
12000
13000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
6 h
ab
Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1
Figura 5.33.- Comparación de la evolución de la Población entre el C1, C2a, C2b y C2c.
274
CEPC
0
25
50
75
100
125
150
175
200
225
250
275
300
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
C2a C2b C2c C1
Figura 5.34.- Comparación de la evolución del consumo energético per cápita entre el C1, C2a, C2b y C2c.
275
Consumo energético global
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
18 J
Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1
Figura 5.35.- Comparación de la evolución del consumo energético entre el C1, C2a, C2b y C2c.
276
Impacto ambiental
60
61
62
63
64
65
66
67
68
69
70
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1
Figura 5.36.- Comparación de la evolución del impacto ambiental entre el C1, C2a, C2b y C2c.
277
Emisión de CO2 global
0
2000
4000
6000
8000
10000
12000
14000
16000
18000
20000
22000
24000
26000
28000
30000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
10 k
g
Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1
Figura 5.37.- Comparación de la evolución de la emisión de CO2 entre el C1, C2a, C2b y C2c.
278
Costo global
0
20000
40000
60000
80000
100000
120000
140000
160000
180000
200000
220000
240000
260000
280000
300000
320000
340000
360000
380000
400000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
9 U
SD
Caso 2a Caso 2b Caso 2c Caso 1
Figura 5.38.- Comparación de la evolución del costo entre el caso C1, C2a, C2b y C2c.
279
Se aprecia en general que si bien se aumenta sustancialmente el IDH, en
los tres casos se obtiene una población y un consumo energético superior al
planteado en el caso de referencia y que acarrean además un impacto
ambiental, una emisión de CO2 y un costo más elevados. Esto puede
interpretarse como el coste que es necesario asumir para conseguir el aumento
generalizado del IDH en toda la humanidad; sin embargo, conviene recordar
que durante el análisis particular de cada caso se enfatizó el hecho del
agotamiento inexorable de los recursos energéticos en los tres casos, así que no
sólo es discutible el hecho de que lograr dicha elevación del IDH justifica o no el
aumento tan brutal del impacto o del costo económico, sino que es imposible
conseguir estos caminos específicos. Pero esto no quiere decir que no exista la
posibilidad de elevar el IDH de toda la humanidad, simplemente que estos no
son los mejores caminos. Nuestra obligación es aprender de estos casos —como
el porqué de la leve disminución del impacto ambiental para el caso C2a— y
plantear aquellos caminos posibles para conseguir no sólo el objetivo de elevar
el IDH sino de conseguir el desarrollo sostenible mediante el equilibrio no
igualitario entre los factores sociales, ambientales, económicos, tecnológicos y
filosóficos.
280
Capítulo VI
LAS PROPUESTAS ACORDES CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Hay suficiente para la necesidad de todos, pero no para la avaricia de todos Mahatma Gandhi
Tras el análisis de los distintos e hipotéticos casos, sólo está claro una cosa:
elegir la combinación de factores que conforman una opción sostenible no es
fácil, y predecir dentro de éstas, cuáles son las más probables, imposible. Por lo
que se mantiene como solución a este problema la opción de elegir un futuro
deseable, optar por una combinación de factores aceptables bajo los preceptos
del desarrollo sostenible, y a partir de éstos construir una ruta para su
consecución. Aunque también es importarte resaltar que este trabajo se centra
en la propuesta para una nueva forma de elaborar los modelos energéticos
computacionales, necesarios para la creación de perspectivas energéticas reales,
lo que a continuación se describe en este capítulo son los tres primeros intentos
de sintetizar dicho objetivo en propuestas concretas, y que por tanto carecen del
detalle necesario para la implementación concreta de ninguna de las propuestas
que se hace. La intención de la presentación de estas Propuestas Sostenibles, es
señalar la dirección general del cambio sostenible, no es marcar específicamente
los pasos concretos a seguir, como pueden ser los proyectos objetivos,
necesarios para dicho desarrollo. Para la elaboración de dichas perspectivas,
sería necesario realizar un nuevo modelo energético que contemple mayor
detalle, tanto en los datos de partida, como en la metodología y en los
281
resultados, pero siempre siguiendo los planteamientos básicos del desarrollo
sostenible.
No es difícil encontrar artículos o libros que contengan, al menos una
posible solución al problema energético mundial, y al resumirlas todas en
propuestas generales de solución tendríamos distintas versiones de: ahorro
energético, incrementar la eficiencia de la tecnología y los procesos, reciclado
y reutilización para disminuir la producción, disminución de los transportes,
mayor utilización de los energéticos naturales y disminuir el elevado
consumo o bien, racionalizar el consumo excesivo. Y ciertamente se pueden
elaborar distintos casos o escenarios barajando una o todas las opciones
anteriores pero, aunque notáramos mejoras en ciertos aspectos, no tendremos
con certeza un escenario sostenible hasta que no se contemple la elaboración de
dicho escenario comenzando con criterios de sosteniblilidad. Por lo que
conviene recordar los cinco factores del desarrollo sostenible: el social, el
ambiental, el económico, el tecnológico y el filosófico. Con ellos habrá que
preestablecer cuáles deben ser los principales objetivos particulares que se
desea conseguir, para cualquier tipo de estudio, pero en concreto para la
elaboración de las propuestas sostenibles de este trabajo se buscará equilibrar
las siguientes metas básicas:
• Social: conseguir al máxima elevación del Índice de Desarrollo Humano.
• Ambiental: conseguir el menor impacto ambiental. • Económico: conseguir el menor costo. • Tecnológico: la utilización de la tecnología más eficiente. • Filosófico: establecer de manera razonada y libre (sin coacción u
obligación) los siguientes criterios de evaluación: la ética, el amor y la justicia76.
La lógica indeterminación del futuro al final nos obliga a especular
subjetivamente, cuál escenario es mejor, ya que lo que es más sencillo es ver qué
escenarios son peores que otros. Esto es, siempre será discutible si cierta
76 Justicia, no como conformidad de la conducta a determinada norma, sino como la eficacia misma de las normas. Esto es, que no se refiere al comportamiento de las personas en sí, síno a la capacidad de las normas de hacer posible las relaciones humanas.
282
combinación de factores es mejor que otra combinación, sin embargo, si
encuentra que un conjunto de esos factores son peores que otros, es más fácil
sostener dicha afirmación. Por tanto, el siguiente elemento de análisis para la
propuesta sostenible se basa en la comparación de los casos antes analizados
con el caso de referencia C1, que se obtuvo como una media de los estudios
energéticos globales detallados en el capítulo 4. Se buscará, por tanto, un
equilibrio de los cinco factores antes mencionados, que hagan fehaciente que el
caso C1 es, al menos, deficiente, y por lo tanto habría que trabajar para
cambiarlo.
6.1.- La propuesta sostenible débil - Caso 3a.
Dos variables extras a los cinco factores mencionados arriba han demostrado en
los casos anteriores que facilitan la consecución de las tres primeras metas antes
mencionadas: el social, el ambiental y el económico. Estas variables son: la
disminución población y el ahorro de energía, y se explorarán en las tres
propuestas, pero se entiende que esta propuesta es ‘débil’ porque hace uso de
todos los recursos energéticos de los que disponemos hoy, especialmente la
energía nuclear, que es un recurso impensable para muchos ambientalistas
radicales.
Con todo lo anterior es posible sentar las bases para la elaboración de la
propuesta sostenible. Primero se buscaría la elevación del Índice de Desarrollo
Humano (IDH), al menos hacia tres valores: 1, 0.9 y 0.8. Si se consiguiese que
toda la población del globo se enmarcará dentro de uno de estos tres valores en
50 años, ya sería un logro importante. Considerar que algún grupo, o bien no
logra elevar su IDH, o peor aún disminuye su IDH en los próximos años, es
éticamente inaceptable. Conseguir esto, sólo tratando de igualar los Consumos
Energéticos per Cápita (CEPC) de los países en vías de desarrollo con los
desarrollados, resulta insostenible, como lo demuestran los casos C2a, C2b, y
C2c. Esto se debe al alto consumo energético de estos países, y eso queda
283
demostrado con un análisis de las reservas restantes de cualquiera de los casos
analizados. Así que, apoyándonos en el factor filosófico, es razonable establecer
un escenario bajo el cual, los países desarrollados abandonen, libremente, los
altos consumos energéticos y tiendan hacia modelos de satisfacción de
necesidades que los lleven a elevar su IDH y al mismo tiempo disminuir su
CEPC. Esto se logrará no sólo con ahorro energético, sino con un cambio
drástico en los modelos de satisfacción y de consumo energético, en definitiva
establecer un modelo energético racional, mesurado, equitativo y eficiente;
admitido por la mayoría de forma libre y razonada.
También parece evidente que la presión ambiental y sobre las reservas que
ejerce el simple hecho del aumento poblacional, hace imposible mantener un
crecimiento poblacional indefinidamente. Por lo que se propondría buscar un
decrecimiento en la población que rondaría entre el 10 y el 30% con respecto al
caso de referencia C1. Esto buscando que cada grupo busque esa tendencia en la
medida de sus posibilidades, y sin imponer un patrón único de disminución.
En cuanto a la elección de energéticos que conformarían la cesta, se
considera que si bien ningún energético puede o debe ser excluido del todo, la
estructura futura debe reducir su dependencia de los hidrocarburos
tradicionales y aumentar la participación de los energéticos naturales.
Las siguientes gráficas muestras la previsión de la evolución del IDH que
se buscaría alcanzar para conseguir la propuesta sostenible, así como una
primera propuesta de cómo podría evolucionar el CEPC de los grupos para
cumplir con dicho propósito, bajo las restricciones antes comentadas:
284
Índice de desarrollo humano - Caso 3a
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 6.1.- Evolución del IDH para el caso C3a.
285
Consumo energético per cápita - Caso 3a
0
50
100
150
200
250
300
350
400
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 6.2.- Evolución del Consumo Energético per cápita para el caso C3a.
286
A continuación se presentará el análisis de los seis grupos y las tablas con
los datos básicos de transición de cada grupo y que se utilizarán como datos
para el modelo energético y obtener el caso 3a.
El primer grupo del estudio, el GI, formado por: Angola, Arabia Saudí,
Etiopía, Nigeria, Pakistán, Perú y República Democrática del Congo, es quizás
el grupo que más se beneficiaría de la realización de este escenario sostenible,
que es la contraparte de la realidad de que es el grupo que más riesgo corre hoy
en día. Los datos de entrada básicos para este grupo en la propuesta sostenible
C3a son:
GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.035 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 21 Carbón 5 20
Gas Natural 12 9 Nuclear 0 5
Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 40
Sectores de consumo (%) Industria 11 25
Transportes 12 23 Otros sectores 53 25
Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25
Tabla 6.1.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 3a.
Para este grupo la apuesta más importante sería conseguir una
disminución en el índice de crecimiento poblacional por lustro, de 0.12 a 0.035,
en cincuenta años, que aunque representaría que la población para el grupo
aumentara un 202% respecto del año 2000, significaría además una disminución
del 26% en la población comparado con la expectativa del caso de referencia
para el año 2050.
En cuanto al CEPC, sin duda este grupo mostraría el mayor aumento,
tanto respecto al año 2000, cuanto a la expectativa mostrada en el caso de
287
referencia. En términos numéricos el que el grupo llegase a consumir 80 GJ/hab
significaría un aumento del 286% respecto de su consumo actual, sin embargo
en términos sociales y humanos, significaría la recuperación objetiva de estos
seres humanos del borde de la miseria más absoluta, que se representaría a su
vez, fríamente en un aumento del 55% del IDH. Para ejemplificar con actores
específicos este cambió sería como trasladar a toda la población de Pakistán a
los estándares de vida que mostraba Argentina en la década de los ochenta. Y
esto se mostraría más dramático si se recuerda que el caso de referencia plantea
que este grupo tiene previsto, no sólo no mejorar, en los próximos 50 años, sino
empeorar su IDH, de 0.52 a 0.5.
El consumo energético total del grupo aumentaría respecto del año 2000
un 580%, y un 223% respecto del consumo en el año 2050 contemplado en el
caso de referencia. Este aumento, sin embargo, haría que este grupo participara
en el consumo energético mundial del año 2050 sólo un 6.14%, pese a que
representaría a poco más del 10% de la población mundial. Considerando esto,
y que dicho aumento energético se emplearía directamente en la elevación del
nivel de vida de millones de personas, el aumento esta plenamente justificado.
Otro reto para este grupo se encuentra en la cesta energética. Si bien el
único cambio evidente en los porcentajes se encuentra entre el petróleo y el
carbón, es importante aclarar que en términos absolutos, hay varias
particularidades. Por un lado, la aparente disminución del petróleo, no es tal, ya
que si bien en porcentaje su participación disminuye 12.5 puntos, en términos
absolutos el consumo de petróleo de este grupo aumentaría un 363 %. Por otro
lado, el carbón sería esencial para que este grupo pudiese desarrollar tanto la
industria como el sector eléctrico, generalizado a toda la población. Por lo que
la tecnología de tratamiento de azufre debería acompañar desde el principio el
desarrollo de estos sectores. Aunque no se debe perder la noción de que se elige
este combustible para este grupo por su bajo costo, que facilitaría su desarrollo
sin duda. También conviene resaltar que se contempla que la energía eléctrica
de base de estos países sería cubierta gracias a la instalación de la energía
288
nuclear, que aunque representaría un 5% en el año 2050, significaría que cada
país de este grupo contara, al menos, con 8 unidades cada uno en el citado año,
por lo que el aumento es muy grande. Para finalizar lo que concierne a la cesta
energética, la aparente estabilidad en el rubro ‘otros energéticos’, no es tal, ya
que para el escenario propuesto, significaría disminuir el consumo de biomasa
tradicional de un 80% a un 15% dentro de este rubro, y al mismo tiempo la
introducción de todos los demás energéticos naturales, ya que son
prácticamente inexistentes en este grupo, pero sobre todo de la tecnología de
energía solar.
Los sectores de consumo del grupo GI buscarían un equilibrio entre ellos
al disminuir porcentualmente el sector residencial, teniendo claro que sería
imposible conseguir elevar el IDH sin que el sector industrial, comercial y de
transportes aumente de la manera tan acusada como se pretende.
Como último apunte en este grupo, conviene recordar que el modelo
energético que se utiliza para generar estos escenarios, considera los datos de
todos los países no considerados particularmente en el estudio previo, iguales al
GI. Esto es que todos aquellos países considerados en el grupo ‘Resto’
compartirían los datos del GI en el 2050. En posteriores estudios se deben
aumentar el número de países incluidos específicamente en el estudio, que ser
repartirán principalmente en el GI y el GIIB, con algunas excepciones como
Noruega, Suiza, Israel, etc., pero básicamente los países faltantes en el presente
estudio se contemplarían en estos dos grupos, por lo que no es demasiado
aventurado considerar que su meta es similar a la de estos grupos. Con estas
suposiciones, este escenario, el de la propuesta sostenible contemplaría que el
88 % de la población mundial en el 2050 alcanzaría un IDH de 0.8, cifra que la
ONU considera representar a los países con un desarrollo medio, lo cuál sería el
mayor logro de esta opción.
El grupo GIIB, formado por: Argelia, Argentina, Brasil, Chile, China,
Egipto, India, Indonesia, Irán, Kenia, Marruecos, México, Tailandia, Turquía,
Venezuela y Vietnam, presentará un panorama similar al GI, ya que compartiría
289
la meta prevista para el año 2050. Comenzando con el IDH de 0.8. Claro que la
situación particular de su trayectoria hacia su logro, es distinta como se
discutirá tras la tabla de datos de entrada básicos:
GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 -0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 21 Carbón 5 20
Gas Natural 12 9 Nuclear 0 5
Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 40
Sectores de consumo (%) Industria 11 25
Transportes 12 23 Otros sectores 53 25
Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25
Tabla 6.2.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 3a.
Con esta perspectiva de crecimiento poblacional el grupo GIIB aumentaría
en un 31% su población en 50 años, que no parece una gran mejoría, ya que esto
sería una reducción de un 8% respecto a lo que se prevé en el caso de referencia,
pero en números absolutos significaría poco más de cuatrocientos millones de
habitantes menos en estos países 17 países, y por lo tanto un esfuerzo
monumental de planificación demográfica, al tiempo que se cambia la
estructura energética.
El CEPC con respecto al año 2000 casi se triplicaría en este grupo, lo que
significaría un aumento del 15% respecto a los niveles previstos en la referencia.
Que no parece imposible de conseguir, y repercutiría directamente en la mejora
del IDH general, pero provocaría además que el consumo energético total del
grupo aumentara un 357% respecto del año 2000, para convertir a este grupo en
el mayor consumidor de energía en el año 2050, con casi un 40% de toda la
energía del planeta, aunque representaría al 51% de la población global.
290
Como se observa en el grupo anterior, la disminución en puntos
porcentuales de la participación del petróleo y el gas natural, es relativa ya que
en términos absolutos también aumentan y significativamente, ya que
aumentaría un 56% el consumo de gas natural y un 520% el del petróleo, con
respecto al año 2000. También serían significativos los aumentos en la energía
nuclear y las energías naturales, especialmente la solar térmica y fotovoltaica.
Aunque en términos porcentuales la participación de la gran hidráulica
decrezca dos puntos, este escenario plantea la expansión de este tipo de
energético al máximo de la capacidad de cada zona hidrológica.
Por último, el grupo GIIB tendría que desarrollarse industrialmente un
357% para mantener la participación del 25% del consumo global de energía en
el 2050, aunque el sector que más crecería sería el del transporte, con un
crecimiento 456% respecto a su consumo energético neto en el año 2000. Esto
implica un desarrollo industrial fuerte acompañado de un comercio explosivo,
que no necesariamente se acompañará de un esfuerzo desmesurado en la
incorporación de tecnología de punta y de reducción de pérdidas energéticas,
ya que, como en el grupo anterior, el principal objetivo de este grupo es
conseguir el desarrollo del que carecen.
El grupo GIIIB formado por Cuba y Sudáfrica, en términos poblacionales
no se vería alterado en este escenario sostenible, ya que con un aumento
poblacional del 6.5 % en cincuenta años, se considera que ambos países son
estables. Sin embargo si experimentarían cambios en otras áreas como muestra
la siguiente tabla:
291
GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 125 Índice de desarrollo humano 0.745 0.9 Cesta energética (%)
Petróleo 25 20 Carbón 37 13
Gas Natural 5 12 Nuclear 2.9 10
Gran Hidráulica 0.1 6 Otros 30 39
Sectores de consumo (%) Industria 24 27
Transportes 18 23 Otros sectores 19.3 26
Usos no energéticos 2.7 2 Pérdidas 36 24
Tabla 6.3.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 3a.
El Consumo Energético per Cápita de este grupo parece no aumentar
tanto como en los casos anteriores, ya que sólo aumentaría un 68% respecto del
año 2000, sin embargo, traducido en términos de desarrollo social podría
significar que el IDH aumentase un 21%, que una vez más no parece mucho,
pero representaría que estos dos países subdesarrollados obtuvieran niveles de
vida como los que gozaban Austria o Alemania en 1995. La perspectiva que
marca el caso de referencia prevé un 30% más de CEPC en el año 2050, pero al
mismo tiempo un nivel de IDH más bajo, por lo que el escenario sostenible
implicaría que este grupo se desarrollara con la ayuda de tecnología de punta,
que permita tanto ahorro energético como mejor desempeño.
El consumo energético total del grupo en el año 2050 sería un 80 % mayor
que el que ostentaba en el año 2000, pero un 30% menos de lo que el caso de
referencia especula, así que se podría atribuir esta disminución a la eficiencia
energética. Este consumo energético se prevería abastecer principalmente con
petróleo que aunque disminuye en cinco puntos porcentuales, aumentaría un
45 su consumo respecto del año 2000. Después seguiría el consumo de energía
solar fotovoltaica y térmica, que crecerían de la nada prácticamente hasta un
292
15% cada uno. El consumo previsto de carbón sería el único energético que
disminuiría su consumo en números porcentuales y absolutos. Y conviene
resaltar el fuerte impulso de la energía nuclear en este grupo de casi un 3% en el
2000 hasta 10% en el 2050.
El GIIIB presenta en la distribución de sus sectores de consumo energético
una clara tendencia a disminuir las altas pérdidas que se reportan para el año
2000 y el aumento proporcional en los otros sectores. El impulso especial al
transporte y al rubro Otros Sectores, obligaría a prestar especial interés en el
ahorro energético que se pretende conseguir, ya que son dos sectores en donde
tradicionalmente es difícil conseguir dicho ahorro.
Para el grupo GIVB formado por: Estonia, Federación Rusa, Polonia,
Rumania y Ucrania, también se considera que mantendría la población que se
predice en el caso de referencia, que contempla una disminución de 28%
respecto del año 2000. Lo que sí cambiaría es la estimación del crecimiento del
IDH, ya que se considera que este grupo llegaría al máximo posible, ya que
compartiría la evolución del CEPC hasta llegar a 150 GJ/hab. En principio el
CEPC disminuiría un 7.7% en los próximos 50 años, pero se considera que es
posible dicha disminución y que se acompañe con la elevación del IDH.
GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 -0.04 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 150 Índice de desarrollo humano 0.793 1 Cesta energética (%)
Petróleo 31.5 20 Carbón 25.15 13
Gas Natural 30 12 Nuclear 4.7 10
Gran Hidráulica 1 6 Otros 7.65 39
Sectores de consumo (%) Industria 26 30
Transportes 7.5 22 Otros sectores 28 26
Usos no energéticos 2.5 2 Pérdidas 36 20
Tabla 6.4.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 3a.
293
El consumo energético total del grupo disminuye un 28% con respecto al
año 2000, y un 58% respecto de la previsión que se maneja en el caso de
referencia. Aún con esto es posible obtener el máximo IDH. Es notoria la
disminución tanto en números porcentuales y en términos absolutos de los
combustibles tradicionales, especialmente gas natural, petróleo y carbón. Por el
contrario las energías naturales: solar, eólica, hidráulica (gran y minihidráulica),
y la energía nuclear de fisión crece sustancialmente para ocupar el 55% de la
cesta total del año 2050.
Los sectores de consumo muestran dos tendencias en el Grupo GIVB. Una
es la de mantener prácticamente constante el consumo de la industria y de
Otros sectores, y la otra es aumentar el consumo de transportes, al aumentar el
comercio internacional. Esto marca otra tendencia obligada ya que la
disminución del consumo total de energía del grupo se vería exclusivamente
centrado en el sector pérdidas, por lo que todo el peso de dicha reducción se
centraría en conseguir mejoras de eficiencia energética en los otros sectores, y
tal vez sea demasiado grande el porcentaje previsto de reducción para sólo
contar con este factor.
Quizás el grupo que más tendrá que hacer, bajo cualquier escenario
sostenible, no sólo éste, es el GIIA, formado por: Australia, Canadá, EE.UU.,
Irlanda y Luxemburgo. Ya que su consumo es con diferencia, muy superior al
de cualquier otro grupo, y cualquier propuesta seria de sostenibilidad deberá
contemplar su disminución.
294
GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 250 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)
Petróleo 38.2 20 Carbón 28.06 13
Gas Natural 19.5 12 Nuclear 5.3 10
Gran Hidráulica 2.75 6 Otros 6.19 39
Sectores de consumo (%) Industria 24.4 30
Transportes 26.7 22 Otros sectores 22 26
Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.2 20
Tabla 6.5.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 3a.
Este escenario prevería que la población aumentaría un 13% respecto al
2000, pero disminuiría un 23% respecto de la previsión que se contempla en el
caso de referencia.
El punto crucial de este grupo es el descenso en el consumo energético per
cápita, de los casi 400 GJ/hab en el año 2000, a los 250 GJ/hab en el año 2050, lo
cuál significaría una disminución de 36%, y con respecto al año 2050 la
disminución sería del 39%. Pese a esta disminución el grupo GIIA tendría el
consumo per cápita más alto de todos los grupos siendo tres veces más alto que
el CEPC que tendrían el GI, GIIB y el resto, esto es el 88% de la población.
Con la disminución de la población y del CEPC, el consumo energético
total del grupo disminuiría un 28% respecto al consumo del año 2000, y un 53%
respecto de lo que se pronostica el caso de referencia en el año 2050. Si esta
disminución no se produjese, el consumo energético global, de este escenario,
aumentaría un 12%, y la participación del grupo GIIA, paría de 12% a un 20%.
Pese a la reducción del CEPC se da por supuesto que el grupo haría lo
posible por, no sólo mantener, sino aumentar hasta el máximo el IDH.
295
La evolución de la cesta energética contempla la disminución de los tres
combustibles tradicionales, y son los que agrupan la reducción del consumo
energético total, con una disminución total cercana al 40%. Los otros tres rubros
energéticos aumentan, un 36% en lo que respecta a la energía nuclear, un 57%
en la Gran hidráulica y un casi inverosímil 454% en el caso de ‘otros
energéticos’. El aumento de este último rubro debería favorecer principalmente
a la energía solar.
Los sectores de consumo del grupo GIIA mostrarían dos sectores que
reducen poco su consumo, menos de un 15%, por lo que se puede considerar
que tanto el sector industrial, como los agrupados en ‘otros sectores’
—principalmente el residencial y el comercial— se mantienen constantes, con
leves disminuciones. La reducción del consumo energético sería absorbido
principalmente por el sector transportes y por las pérdidas, por lo que se infiere
que este escenario apostaría por una alta implementación de tecnología de alta
eficiencia en todos los sectores, y además de esto el sector transportes debería
reestructurase para consumir hasta un 40% menos.
El escenario 3a, plantea que el grupo GIIIA conformado por Austria,
Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Portugal,
Reino Unido y Suecia, mantenga el comportamiento demográfico que el caso de
referencia plantea, y en el cual la población, aunque reduce su índice de
crecimiento, aumenta un 4% en el año 2050 con respecto al año 2000, por lo que
se puede considerar estable. Por el contrario, el CEPC disminuiría un 10.5%
hasta alcanzar los 150 GJ/hab en el año 2050, esto significaría un 43% menos
que el caso de referencia. Pese a esta disminución el CEPC que ostentaría el
GIIIA sería casi lo doble del GI, GIIB y el resto. Junto con la reducción del CEPC
este escenario contemplaría un aumento del IDH hasta el máximo posible.
296
GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.002 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.69 150 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)
Petróleo 41.5 20 Carbón 14.1 13
Gas Natural 18 12 Nuclear 17 10
Gran Hidráulica 3.5 6 Otros 5.9 39
Sectores de consumo (%) Industria 23.3 30
Transportes 20.3 22 Otros sectores 25.8 26
Usos no energéticos 3.3 2 Pérdidas 27.3 20
Tabla 6.6.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 3a.
El consumo energético total disminuye solo un 7% respecto del 2000, pero
un 43% respecto de lo que predice el C1. El descenso se debe principalmente a
la disminución en más de la mitad del consumo de petróleo, y casi la mitad del
consumo de energía nuclear, aunque también habría un descenso en gas natural
y carbón. Por el contrario, el consumo de gran hidráulica aumenta un 60%, lo
que quizás sea difícil de conseguir en los países que conforman el grupo, y un
aumento de más del 600% en el consumo de energía natural, donde
nuevamente lo principal sería el consumo de energía solar.
La estructura de consumo energético del grupo GIIIA, debe compaginarse
con una estructura de consumo sectorial en la que crecería un 20% el consumo
industrial y los sectores contenidos en ‘otros sectores’ y el de transportes,
prácticamente mantienen constante su consumo. La mayor parte de la
disminución del consumo energético se conseguiría con la disminución en poco
más de un 30% de las pérdidas. Hay dos aspectos que convendría estudiar con
más profundidad para verificar su compatibilidad, y son: por un lado, el uso de
las energías naturales en la producción industrial, y el menor uso del petróleo
297
en el sector transporte y su sustitución por combustibles alternativos, desde gas
natural hasta biocombustibles.
El último grupo que se estudia específicamente, el GIVA formado por:
Alemania, Italia y Japón, también mantiene el comportamiento demográfico
que se plantea en el caso de referencia en este escenario. En principio se espera
que este grupo disminuya casi un 15% en cincuenta años.
GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 150 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)
Petróleo 48.4 20 Carbón 15.2 13
Gas Natural 22.4 12 Nuclear 9.4 10
Gran Hidráulica 1.8 6 Otros 2.8 39
Sectores de consumo (%) Industria 29 30
Transportes 19.5 22 Otros sectores 24 26
Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.8 20
Tabla 6.7.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 3a.
El CEPC de este grupo bajaría un 6.5% respecto del año 2000, pero casi un
60% respecto de lo que en el caso de referencia se contempla. De nuevo,
conviene resaltar que esta disminución no debe influir en el aumento del IDH
hasta el máximo posible.
El CE sería entonces un 20% menor que el registrado en el año 2000, pero
un 53% menor que el que el caso de referencia estimaba para el 2050. El mayor
descenso lo experimentaría el consumo de petróleo, y el mayor ascenso como en
todos los otros casos, el consumo de energéticos naturales, especialmente la
energía solar. Todos los demás energéticos diminuyen su participación, salvo la
gran hidráulica que aumentaría un 269%, que es una cifra que habría que
298
analizar más a detalle para corroborar que estos tres países pueden aumentar
dicha cifra en este energético en particular.
Los sectores de consumo en el año 2050 se comparten en los cuatro
últimos grupos, y como en los anteriores, las pérdidas de este grupo absorben la
mayor parte de la reducción del grupo, casi un 40%. Los otros sectores bajan un
poco, alrededor de un 13% cada uno. Como se comentó con anterioridad el
esfuerzo en la implementación de eficiencia tecnológica es doble, ya que no sólo
se pretende conseguir avanzar con el desarrollo en el IDH y además conseguir
una disminución en el consumo energético total del grupo.
Por último, en lo que respecta al análisis de los grupos, el Resto de países
no considerados específicamente en el estudio, se debe recordar que se supone
que ellos se comportarían de igual manera que el GI, salvo en los sectores de
consumo, que no se han tomado en cuenta para este grupo. Pero en lo que se
refiere al CEPC se considera que todos estos países alcanzarían los 80 GJ/hab, y
un crecimiento poblacional más moderado que lo considerado en el C1, por lo
que alcanzarían los 2300 millones de habitantes, que representaría una
disminución del 19% respecto a lo que se considera en la referencia. Con estas
dos consideraciones generales, el consumo energético total de este grupo sería
22% menor que el considerado en la referencia, con lo que en el año 2050 los
países no considerados en el estudio previo a este trabajo consumirían
alrededor de un 23% de toda la energía global.
Sintetizando las perspectivas demográficas de todos los grupos, este
escenario contempla que en el año 2050 la población mundial alcanzaría la cifra
de 8673 millones de habitantes, que significaría un aumento del 43% respecto de
la población del año 2000, pero una reducción de 13% respecto de la perspectiva
de referencia para el año 2050. En la siguiente tabla se mostrará la participación
de los distintos grupos en el total de población para el año 2000 y 2050, así como
el Índice de Desarrollo Humano, para esos mismos años:
299
Población %
2000 IDH 2000 Población % 2050 IDH 2050
GI 11.8 0.518 10.1 0.8 GIIB 48 0.712 50.9 0.8 GIIIB 0.6 0.745 0.7 0.9 GIVB 1.9 0.793 2.1 1 GIIA 4.8 0.934 4.3 1 GIIIA 2.4 0.921 2.8 1 GIVA 2.3 0.924 2.6 1 Resto 28.2 sd77 26.5 0.8 Tabla 6.8.- Tabla comparativa de población y IDH, entre el año 2000 y el 2050, caso 3a.
C3a-Transición de los grupos - 1950-2050
0
25
50
75
100
125
150
175
200
225
250
275
300
325
350
375
400
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
IDH
% d
e cr
ecim
ient
o en
50
años
Figura 6.3.- Caso C3a – Evolución de los grupos según el IDH y el crecimiento poblacional.
77 Sin dato. Dado que para este grupo no se tienen datos específicos ni históricos ni puntuales para el año 2000.
GIIIA
GI
GIIB GIIIB
GIIA
GIVB
GIVA
300
Es primordial resaltar una vez más que las propuestas sostenibles,
contempla para todos los grupos un alza importante en el IDH. Ir en otra
dirección es social y éticamente indefendible, además de que perdería el
adjetivo de sostenible, ya que iría en contra de dos de los principales pilares del
concepto del desarrollo sostenible. En cuanto al consumo energético mundial
anual, este escenario prevé que para el año 2050 se utilicen 805.42X1018 J, que
representaría un aumento del 92% con respecto al consumo energético del año
2000, pero al mismo tiempo sería un 21% menos que lo que prevería el caso de
referencia C1, para el año 2050, y no es una reducción desdeñable ya que sería
un 40% de lo que se consumió en el año 2000. Si se analiza el consumo
energético total global, esto es, el consumo energético de los 50 años, se observa
una disminución del 10% con respecto al caso de referencia, lo cual sería
equivalente a lograr disminuir 8 años de consumo mundial. El consumo en el
año 2050 se estructuraría de la siguiente manera:
% Cesta 2050 % Grupos 2050 Petróleo 20.8
GI 6.14 Carbón 18.3 GIIB 38.41 Gas Natural 9.7 GIIIB 0.9 Nuclear 6.2 GIVB 5.59 Gran Hidráulica 5.2
GIIA 18.61 Otros 39.75 GIIIA 6.11
GIVA 6.33
Resto 17.9 Tabla 6.9.- Síntesis de la estructura de consumo energético para el 2050, caso 3a.
Dado que el porcentaje de participación de los energéticos naturales cobra
gran importancia en esta opción sostenible, conviene resaltar los porcentajes
que cada uno de ellos ocupa dentro del casi 40% que se muestra en al tabla 6.9.
% Cesta 2050 Biomasa tradicional 15 Biomasa moderna 3 Solar fotovoltáica 36.5 Solar térmica 40 Eólica 4.5 Minihidráulica y mareomotriz 0.5 Geotérmica 0.5
Tabla 6.10.- Estructura del consumo de energéticos naturales para el 2050, caso 3a.
301
Caso 3a - Consumo Mundial de energía por energético
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 6.3.- Evolución del consumo energético mundial por energético. Caso 3a.
302
Caso 3a - Consumo energético Mundial por grupos
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 6.4.- Evolución del consumo energético mundial por grupo. Caso 3a.
303
La primera consecuencia derivada directamente del consumo energético y
de la estructura de la cesta energética, es el consumo concreto de los recursos
energéticos con los que disponemos, y es importarte destacar que bajo los
supuestos de este caso, ningún recurso energético se agotaría. Las reservas
energéticas restantes, con respecto al año 2000, al final del periodo de estudio se
muestran en la siguiente tabla:
% restante en el 2050 Petróleo 21.48 Carbón 96.13 Gas Natural 2.63 Nuclear 1.28 Gran Hidráulica 6.1 Otros 92.21
Tabla 6.11.- Reservas energéticas restantes en el 2050, caso 3a.
% anual restante en el 2050
Biomasa tradicional 40 Biomasa moderna 4.2 Solar fotovoltáica Solar térmica 93.88
Eólica 3.9 Minihidráulica y mareomotriz 41.24
Geotérmica 61.33 Tabla 6.12.- Reservas energéticas naturales anuales restantes en el 2050, caso 3a.
La segunda consecuencia que este primer modelo energético arroja es la
del cálculo del impacto ambiental, en dos modalidades, la primera la valoración
subjetiva del impacto ambiental basada en el patrón o estructura del consumo
energético, y la segunda una cuantificación de algunas emisiones. En cuanto a
la valoración subjetiva se puede apreciar que el impacto global se mantiene
prácticamente constante a lo largo de todo el periodo, disminuye un poco
alrededor del año 2025 y después aumenta un poco hacia el 2050, pero aún con
eso la valoración global del impacto no supera el valor de la valoración que se
plantea en el caso de referencia, así que se puede considerar que es el mismo.
304
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Caso 3a - Impacto ambiental Global por años
Figura 6.5.- Valoración subjetiva del Impacto ambiental global. Caso 3a.
305
En cuanto a la cuantificación de la emisión particular de agentes
contaminantes, se debe resaltar que la mayoría de los diez agentes
considerados, en su valoración global, aumentan levemente, debido a las
emisiones de tres grupos principalmente: GI, GIIB y el Resto. En los restantes
grupos, dichas emisiones o bien se estabilizan o disminuyen drásticamente. La
razón de la elevación de la emisión de estos tres grupos es el incremento de su
consumo energético, consecuencia directa de la elevación de su CEPC. Aún así,
se puede resaltar tres agentes contaminantes de especial interés: el CO2, SOx y
los residuos radioactivos, de baja, media y alta actividad. En cuanto al bióxido
de carbono, se puede decir que aunque para el 2035 se eleva al emisión un 33%
después disminuye dicha emisión hasta convertirse en el 2050 en un 22%
superior respecto a las emisiones del año 2000, y un 39% respecto de las
emisiones del año 1990. Esto se traduce en la emisión en el año 2050 de
4 028X1010 kg de CO2 a la atmósfera. Pese a esto, este escenario plantea una
reducción para el año 2050 del 50% con respecto a lo que prevé el caso de
referencia para el mismo año, y la emisión global del caso 3a de CO2 es un 25%
menor que la del caso de referencia C1.
Las emisiones de los óxidos de azufre como las del CO2 aumentan debido
únicamente a la participación de los grupos: GI, GIIB y el Resto, y por las
mismas razones. Este escenario considera que en el año 2050 se emitirían a la
atmósfera unos 176x1010 kg de SOx, que equivaldría a un aumento del 77%
respecto de las emisiones del año 2000, pero aún así supondría una disminución
del 16% respecto de las emisiones que supone el caso de referencia para el año
2050.
Dado que este escenario contempla la práctica duplicación de la
participación nuclear en la cesta energética, es lógico obtener como
consecuencia que la generación de desechos radioactivos peligrosos en el año
2050 sea casi un 250% mayor que lo que se registra en el año 2000. Pero cabe
aclarar que pese a esto la generación global de residuos en los 50 años de este
contaminante es apenas un 25% mayor de lo que supone el caso de referencia.
306
Caso 4a - Contaminantes generados 1
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
5000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
CO2
Figura 6.6.- Emisiones globales de CO2. Caso 3a.
307
Caso 3a - Contaminantes generados 2
0
20
40
60
80
100
120
140
160
180
200
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
SOxFigura 6.7.- Emisiones globales de SOx. Caso 3a.
308
Caso 3a - Contaminantes generados 3
0.00
0.01
0.02
0.03
0.04
0.05
0.06
0.07
0.08
0.09
0.10
0.11
0.12
0.13
0.14
0.15
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
Des. Pel. Rad.
Figura 6.8.- Emisiones globales de desechos peligrosos radioactivos. Caso 3a.
309
En cuanto a la última consecuencia del costo que representaría esta
propuesta sostenible, se puede resaltar que es prácticamente el mismo que
presenta el caso de referencia. Esto es, el costo planteado para el año 2050 en
este escenario es de 90 017X109 USD, que es 0.08% mayor que el costo, que para
el mismo año, prevé el caso C1. Y lo mismo sucede con el costo total
comprendido en los 50 años, que ascendería a 3 163X1012 USD, esto es, poco
más de tres mil billones de dólares, sin embargo, pese a lo abrumador de la cifra
sólo representaría un 2.75% más de lo que este primer modelo energético prevé
supondría el caso de referencia C1.
310
Caso 3a - Costo por cada energético
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 6.9.- Costo global por energético del Caso 3a.
311
Caso 4a - Costo global por grupos
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 6.10.- Costo global por grupo del Caso 3a.
312
Como se puede apreciar en las dos figuras anteriores, el costo de este
escenario se distribuye de diferentes maneras, y la estructura del costo en el año
2050 se sintetiza en las siguientes tablas:
% 2050 % Grupos 2050 Petróleo 21.6
GI 8.6
Carbón 21.6 GIIB 43.5 Gas Natural 5.8 GIIIB 0.9 Nuclear 13.1 GIVB 3.6 Gran Hidráulica 5.9
GIIA 11.8 Otros 32 GIIIA 4.6
GIVA 4.4
Resto 22.7 Tabla 6.13.- Síntesis de la estructura del costo para el 2050 del caso 3a.
Sintetizando todo lo anterior el caso 3a es un escenario sostenible, donde
la población mundial decrece más de una quinta parte, donde el 90% de la
población eleva sustancialmente su nivel de vida, reflejado en un IDH que la
ONU considera muy aceptable, y el otro 10% alcanza las cotas más altas de
dicho indicador. Y además, esto se consigue sin agotar los recursos del planeta
en tan corto tiempo, y manteniendo relativamente constante tanto el impacto
ambiental, como el costo de esta opción.
Si bien no es una opción que represente efectos drásticos
medioambientalmente, sí es una expectativa de cambio radical social y esto se
conseguiría por el mismo precio —expresándome coloquialmente— que el
escenario que se presenta como más probable por los organismos
internacionales que realizan estudios en el tema. Cabe aclarar que también es
una opción que requiere de gran esfuerzo en lo tecnológico principalmente,
pero también obliga a un cambio profundo en las estructuras de consumo
energético de las sociedades, especialmente las de aquellos países considerados
desarrollados. Sin estos cambios estructurales en las sociedades mundiales, esta
opción energética estratégica es inviable.
313
6.2.- La propuesta sostenible fuerte - Caso 3b.
Se plantea esta propuesta ‘fuerte’ como aquella que prescinde, por completo, de
la energía nuclear tradicional y dispone de los energéticos naturales contenidos
en el rubro ‘otros’ para lograr en el 2050 una participación superior al 40%, un
planteamiento que se tildaría de imposible en los actuales reportes
internacionales.
Como en el caso anterior lo primero que se busca es la elevación del Índice
de Desarrollo Humano (IDH) en dos valores: 1 y 0.8; con la elevación del
consumo energético per cápita por parte de los países en vías de desarrollo y
con la disminución del mismo factor en los países con alto IDH.
Este caso explora un aumento moderado de la población mundial que se
acompañaría de un decrecimiento a partir del año 2035, esto para lograr no
incrementar demasiado el consumo energético global y el impacto ambiental.
Las siguientes gráficas muestras la previsión de la evolución del IDH y del
CEPC que se buscaría alcanzar para conseguir esta propuesta sostenible, bajo
las restricciones antes comentadas:
314
Índice de desarrollo humano - Caso 3b
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 6.11.- Evolución del IDH para el caso C3b.
315
Consumo energético per cápita - Caso 3b
0
50
100
150
200
250
300
350
400
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 6.12.- Evolución del Consumo Energético per cápita para el caso C3b.
316
A continuación se presentaran las tablas con los datos básicos de
transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo
energético y obtener el caso 3b. Dado que el principal cambio entre el caso
anterior y el actual está en la estructura de la cesta energética en el 2050 para
todos los grupos, el análisis no se hará por grupo, sino integral al final.
GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 22 Carbón 5 21
Gas Natural 12 10 Nuclear 0 0
Gran Hidráulica 4.5 6 Otros 45 41
Sectores de consumo (%) Industria 11 25
Transportes 12 23 Otros sectores 53 25
Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25
Tabla 6.14.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 3b.
GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 -0.05 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 22 Carbón 5 21
Gas Natural 12 10 Nuclear 0 0
Gran Hidráulica 4.5 6 Otros 45 41
Sectores de consumo (%) Industria 11 25
Transportes 12 23 Otros sectores 53 25
Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25
Tabla 6.15.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 3b.
317
GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 125 Índice de desarrollo humano 0.745 1 Cesta energética (%)
Petróleo 25 20 Carbón 37 13
Gas Natural 5 14 Nuclear 2.9 0
Gran Hidráulica 0.1 7 Otros 30 46
Sectores de consumo (%) Industria 24 27
Transportes 18 23 Otros sectores 19.3 26
Usos no energéticos 2.7 2 Pérdidas 36 24
Tabla 6.16.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 3b.
GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 -0.05 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 125 Índice de desarrollo humano 0.793 1 Cesta energética (%)
Petróleo 31.5 20 Carbón 25.15 13
Gas Natural 30 14 Nuclear 4.7 0
Gran Hidráulica 1 7 Otros 7.65 46
Sectores de consumo (%) Industria 26 30
Transportes 7.5 22 Otros sectores 28 26
Usos no energéticos 2.5 2 Pérdidas 36 20
Tabla 6.17.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 3b.
318
GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 -0.05 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 180 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)
Petróleo 38.2 20 Carbón 28.06 13
Gas Natural 19.5 14 Nuclear 5.3 0
Gran Hidráulica 2.75 7 Otros 6.19 46
Sectores de consumo (%) Industria 24.4 30
Transportes 26.7 22 Otros sectores 22 26
Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.2 20
Tabla 6.18.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 3b.
GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 -0.01 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.69 125 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)
Petróleo 41.5 20 Carbón 14.1 13
Gas Natural 18 14 Nuclear 17 0
Gran Hidráulica 3.5 7 Otros 5.9 46
Sectores de consumo (%) Industria 23.3 30
Transportes 20.3 22 Otros sectores 25.8 26
Usos no energéticos 3.3 2 Pérdidas 27.3 20
Tabla 6.19.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 3b.
319
GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 -0.03 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 125 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)
Petróleo 48.4 20 Carbón 15.2 13
Gas Natural 22.4 14 Nuclear 9.4 0
Gran Hidráulica 1.8 7 Otros 2.8 46
Sectores de consumo (%) Industria 29 30
Transportes 19.5 22 Otros sectores 24 26
Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.8 20
Tabla 6.20.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 3b.
Sintetizando las perspectivas demográficas de todos los grupos, este escenario
contempla que en el año 2050 la población mundial alcanzaría la cifra de 7954 millones
de habitantes, que significaría un aumento del 31% respecto de la población del año
2000, pero una reducción de 21% respecto de la perspectiva de referencia para el año
2050. En la siguiente tabla se mostrará la participación de los distintos grupos en el total
de población para el año 2000 y 2050, así como el Índice de Desarrollo Humano, para
esos mismos años:
Población %
2000 IDH 2000 Población % 2050 IDH 2050
GI 11.8 0.518 11.31 0.8 GIIB 48 0.712 49.68 0.8 GIIIB 0.6 0.745 0.78 1 GIVB 1.9 0.793 2.34 1 GIIA 4.8 0.934 3.73 1 GIIIA 2.4 0.921 3.03 1 GIVA 2.3 0.924 2.98 1 Resto 28.2 sd78 26.15 0.8 Tabla 6.21.- Tabla comparativa de población y IDH, entre el año 2000 y el 2050, caso 3b.
78 Sin dato. Dado que para este grupo no se tienen datos específicos ni históricos ni puntuales para el año 2000.
320
C3b-Transición de los grupos - 1950-2050
0
25
50
75
100
125
150
175
200
225
250
275
300
325
350
375
400
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
IDH
% d
e cr
ecim
ient
o en
50
años
Figura 6.13.- Caso C3b – Evolución de los grupos según el IDH y el crecimiento poblacional.
GIVB GIVA
GIIIA
GIIA
GI
GIIIB
GIIB
321
La propuesta sostenible 3b presupone un ligero aumento general del IDH
con respecto al caso 3a, pero sobre todo en los grupos GIIIB, dado que se
sobrentiende que sólo el esfuerzo de racionalización energética tan drástica
daría como resultado una racionalización de la estructura social que se vería
inexorablemente acompañada de una mejora en los servicios sociales,
educativos, sanitarios, etc. de la población mundial.
En cuanto al consumo energético mundial anual, este escenario prevé que
para el año 2050 se utilicen 698.63X1018 J, que representaría un aumento del 67%
con respecto al consumo energético del año 2000, pero al mismo tiempo sería un
31% menos que lo que prevería el caso de referencia C1, para el año 2050. El
consumo en el año 2050 se estructuraría de la siguiente manera:
% Cesta 2050
% Grupos 2050
Petróleo 21.6
GI 10.31 Carbón 19.4 GIIB 45.25 Gas Natural 10.8 GIIIB 1.1 Nuclear 0 GIVB 3.33 Gran Hidráulica 6.2
GIIA 7.64 Otros 42 GIIIA 4.31
GIVA 4.24
Resto 23.82 Tabla 6.22.- Síntesis de la estructura de consumo energético para el 2050, caso 3b.
En esta propuesta sostenible los energéticos naturales adquieren
preponderancia en esta opción sostenible, y por tanto conviene resaltar los
porcentajes globales que cada uno de ellos ocupa dentro del 42% que se
muestra en al tabla anterior:
% Cesta 2050 Biomasa tradicional 5 Biomasa moderna 3 Solar fotovoltáica 44 Solar térmica 41.5 Eólica 5 Minihidráulica y mareomotriz 0.5
Geotérmica 1
Tabla 6.23.- Estructura del consumo de energéticos naturales para el 2050, caso 3b.
322
Caso 3b - Consumo Mundial de energía por energético
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 6.14.- Evolución del consumo energético mundial por energético. Caso 3b.
323
Caso 3b - Consumo energético Mundial por grupos
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 6.15.- Evolución del consumo energético mundial por grupo. Caso 3b.
324
La primera consecuencia derivada directamente del consumo energético y
de la estructura de la cesta energética, es el consumo concreto de los recursos
energéticos con los que disponemos, y es importarte destacar que bajo los
supuestos de este caso, nuevamente ningún recurso energético se agotaría. Las
reservas energéticas restantes, con respecto al año 2000, al final del periodo de
estudio se muestran en la siguiente tabla:
% restante en el 2050 Petróleo 24.96 Carbón 96.03 Gas Natural 3.95 Nuclear 71.71 Gran Hidráulica 3.65 Otros 92.85
Tabla 6.24.- Reservas energéticas restantes en el 2050, caso 3b.
% anual restante en el 2050
Biomasa tradicional 82 Biomasa moderna 11.9 Solar fotovoltáica Solar térmica 93.72
Eólica 2.13 Minihidráulica y mareomotriz 46.35
Geotérmica 2 Tabla 6.25.- Reservas energéticas naturales anuales restantes en el 2050, caso 3b.
La segunda consecuencia que este primer modelo energético arroja es la
del cálculo del impacto ambiental. En cuanto a la valoración subjetiva se puede
apreciar que el impacto global disminuye hasta el año 2020 y después aumenta
lentamente hasta el 2050 hasta un valor poco mayor al del año 2000.
325
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Caso 3b - Impacto ambiental Global por años
Figura 6.16.- Valoración subjetiva del Impacto ambiental global. Caso 3b.
326
En cuanto a la cuantificación de la emisión particular de agentes
contaminantes, se debe resaltar que la mayoría de los diez agentes
considerados, en su valoración global, aumentan levemente, debido a las
emisiones de tres grupos principalmente: GI, GIIB y el Resto. En los restantes
grupos, dichas emisiones o bien se estabilizan o disminuyen drásticamente. La
razón de la elevación de la emisión de estos tres grupos es el incremento de su
consumo energético, consecuencia directa de la elevación de su CEPC. Aún así,
se puede resaltar dos agentes contaminantes de especial interés: el CO2 y los
residuos radioactivos, de baja, media y alta actividad. En cuanto al bióxido de
carbono, se puede decir que aunque para el 2025 se eleva al emisión un 23%
después disminuye dicha emisión hasta convertirse en el 2050 en apenas un
1.3% superior a las del año 2000, y un 15% respecto de las emisiones del año
1990. Esto se traduce en la emisión en el año 2050 de 3 353X1010 kg de CO2 a la
atmósfera.
Dado que este escenario contempla el abandono de la energía de fisión
nuclear en la cesta energética, se observa que la generación de desechos
radioactivos peligrosos disminuye paulatinamente hasta desaparecer en el año
2050.
327
Caso 3b - Contaminantes generados 1
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
4500
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
CO2
Figura 6.17.- Emisiones globales de CO2. Caso 3b.
328
Caso 3b - Contaminantes generados 3
0.00
0.01
0.02
0.03
0.04
0.05
0.06
0.07
0.08
0.09
0.10
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
Des. Pel. Rad.
Figura 6.18.- Emisiones globales de desechos peligrosos radioactivos. Caso 3b.
En cuanto a la última consecuencia: el coste que representaría esta
propuesta sostenible fuerte, se debe resaltar que es un 27.5% menor al del caso
329
de referencia para el año 2050; esto es 74 773X109 USD. La razón de la
disminución es la eliminación del gasto de creación de nuevas centrales
nucleares, aunque sí se contempla el gasto en desmantelación de dicha
industria.
Caso 3b - Costo por cada energético
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 6.19.- Costo global por energético del Caso 3b.
330
Caso 3b - Costo global por grupos
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 6.20.- Costo global por grupo del Caso 3b.
331
Como se puede apreciar en las dos figuras anteriores, el costo de este
escenario se distribuye de diferentes maneras, y la estructura del costo en el año
2050 se sintetiza en las siguientes tablas:
% 2050 % Grupos 2050 Petróleo 23.5
GI 10.4
Carbón 23.9 GIIB 45.6 Gas Natural 6.8 GIIIB 1.1 Nuclear 0 GIVB 3.2 Gran Hidráulica 7.3
GIIA 7.4 Otros 38.6 GIIIA 4.2
GIVA 4.1
Resto 24 Tabla 6.26.- Síntesis de la estructura del costo para el 2050 del caso 3b.
Sintetizando todo lo anterior el caso 3b es un escenario sostenible, donde
la población eleva sustancialmente su nivel de vida, reflejado en el IDH. Esto se
consigue sin agotar los recursos del planeta en tan corto tiempo, manteniendo
un impacto ambiental aceptable, y un coste menor al que se plantea como caso
de referencia. Tecnológicamente es posible, y éticamente es, probablemente, el
mejor caso, aunque sin duda plantea un esfuerzo de reestructuración social
realmente drástico; éste es su verdadero coste.
332
6.3.- La propuesta sostenible alternativa - Caso 3c.
Se plantea esta propuesta ‘alternativa’ final, no como una última opción sino
precisamente como la reiteración de la posibilidad de encontrar siempre un
nuevo camino a los ya especulados. En este sentido es en realidad la primera
propuesta de todas aquellas que están por venir, las opciones que se
desarrollarán con el advenimiento de la nueva generación de modelos
energéticos, y que mejorarán el detalle y la precisión de las opciones aquí
planteadas.
En términos de los objetivos de este caso de exploración, se intenta
considerar un camino intermedio entre los dos casos sostenibles explorados
con anterioridad. Ya que si bien no se considera para este caso que la energía
tradicional de fisión se siga utilizando como hasta ahora, no se prescinde de
ella, sino que por el contrario se introducen nuevas tecnologías de fisión a nivel
mundial como aplazamiento al arribo de la energía de fusión. Esto es que este
escenario energético explora la opción de sustituir e instalar a nivel mundial las
actuales plantas nucleares tradicionales de fisión: de agua hirviente, de agua a
presión, CANDU, de gas, etc. con reactores de cría rápida, que no sólo son más
eficientes sino que disminuyen el volumen de material de desecho,
minimizando así el impacto ambiental aún más. Esto como principal estrategia
de sustitución de los hidrocarburos tradicionales y que permitiría a las energías
naturales una incorporación más paulatina.
Como en todos los casos considerados sostenibles en este trabajo se busca
primero la elevación del Índice de Desarrollo Humano (IDH), en este caso en
tres valores: 1, 0.9 y 0.8; con la elevación del consumo energético per cápita por
parte de los países en vías de desarrollo y con la disminución del mismo factor
en los países con alto IDH.
En términos demográficos este caso explora un aumento discreto de la
población mundial que se transformaría después del año 2040 de un
333
decrecimiento moderado para alcanzar en el año 2050 una población de 8 350
millones de habitantes.
Las siguientes gráficas muestras la previsión de la evolución del IDH y del
CEPC que se buscaría alcanzar para conseguir esta propuesta sostenible
alternativa:
Índice de desarrollo humano - Caso 3c
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
1.0
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 6.21.- Evolución del IDH para el caso C3c.
334
Consumo energético per cápita - Caso 3c
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA
Figura 6.22.- Evolución del Consumo Energético per cápita para el caso C3c.
335
A continuación se presentaran las tablas con los datos básicos de
transición de cada grupo y que se utilizarán como datos para el modelo
energético y obtener el caso 3c. Nuevamente el principal cambio entre los casos
esta en la estructura de la cesta energética en el 2050 para todos los grupos:
GI 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 20 Carbón 5 10
Gas Natural 12 10 Nuclear 0 20
Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 35
Sectores de consumo (%) Industria 11 25
Transportes 12 23 Otros sectores 53 25
Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25
Tabla 6.27.- Evolución de datos básicos para el grupo GI - Caso 3c.
GIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.12 -0.02 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 27.93 80 Índice de desarrollo humano 0.518 0.8 Cesta energética (%)
Petróleo 33.5 20 Carbón 5 10
Gas Natural 12 10 Nuclear 0 20
Gran Hidráulica 4.5 5 Otros 45 35
Sectores de consumo (%) Industria 11 25
Transportes 12 23 Otros sectores 53 25
Usos no energéticos 2 2 Pérdidas 22 25
Tabla 6.28.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIB - Caso 3c.
336
GIIIB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 74.19 125 Índice de desarrollo humano 0.745 0.9 Cesta energética (%)
Petróleo 25 20 Carbón 37 10
Gas Natural 5 10 Nuclear 2.9 20
Gran Hidráulica 0.1 5 Otros 30 35
Sectores de consumo (%) Industria 24 27
Transportes 18 23 Otros sectores 19.3 26
Usos no energéticos 2.7 2 Pérdidas 36 24
Tabla 6.29.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIB - Caso 3c.
GIVB 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % -0.01 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 162.43 125 Índice de desarrollo humano 0.793 1 Cesta energética (%)
Petróleo 31.5 20 Carbón 25.15 5
Gas Natural 30 10 Nuclear 4.7 25
Gran Hidráulica 1 5 Otros 7.65 35
Sectores de consumo (%) Industria 26 30
Transportes 7.5 22 Otros sectores 28 26
Usos no energéticos 2.5 2 Pérdidas 36 20
Tabla 6.30.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVB - Caso 3c.
337
GIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.04 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 392.49 180 Índice de desarrollo humano 0.934 1 Cesta energética (%)
Petróleo 38.2 20 Carbón 28.06 5
Gas Natural 19.5 10 Nuclear 5.3 25
Gran Hidráulica 2.75 5 Otros 6.19 35
Sectores de consumo (%) Industria 24.4 30
Transportes 26.7 22 Otros sectores 22 26
Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.2 20
Tabla 6.31.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIA - Caso 3c.
GIIIA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.02 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 167.69 125 Índice de desarrollo humano 0.921 1 Cesta energética (%)
Petróleo 41.5 20 Carbón 14.1 5
Gas Natural 18 10 Nuclear 17 25
Gran Hidráulica 3.5 5 Otros 5.9 35
Sectores de consumo (%) Industria 23.3 30
Transportes 20.3 22 Otros sectores 25.8 26
Usos no energéticos 3.3 2 Pérdidas 27.3 20
Tabla 6.32.- Evolución de datos básicos para el grupo GIIIA - Caso 3c.
338
GIVA 2000 2050 Crecimiento Poblacional por lustro % 0.01 0 Consumo energético per cápita (GJ/hab) 160.46 125 Índice de desarrollo humano 0.924 1 Cesta energética (%)
Petróleo 48.4 20 Carbón 15.2 5
Gas Natural 22.4 10 Nuclear 9.4 25
Gran Hidráulica 1.8 5 Otros 2.8 35
Sectores de consumo (%) Industria 29 30
Transportes 19.5 22 Otros sectores 24 26
Usos no energéticos 1.7 2 Pérdidas 25.8 20
Tabla 6.33.- Evolución de datos básicos para el grupo GIVA - Caso 3c.
En la siguiente tabla se mostrará la participación de los distintos grupos en
el total de población para el año 2000 y 2050, así como el Índice de Desarrollo
Humano, para esos mismos años:
Población %
2000 IDH 2000 Población % 2050 IDH 2050
GI 11.8 0.518 7.8 0.8 GIIB 48 0.712 54.7 0.8 GIIIB 0.6 0.745 0.8 0.9 GIVB 1.9 0.793 3 1 GIIA 4.8 0.934 4.5 1 GIIIA 2.4 0.921 3 1 GIVA 2.3 0.924 3.5 1 Resto 28.2 sd79 23 0.8 Tabla 6.34.- Tabla comparativa de población y IDH, entre el año 2000 y el 2050, caso 3c.
79 Sin dato. Dado que para este grupo no se tienen datos específicos ni históricos ni puntuales para el año 2000.
339
C3c-Transición de los grupos - 1950-2050
0
25
50
75
100
125
150
175
200
225
250
275
300
325
350
375
400
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1
IDH
% d
e cr
ecim
ient
o en
50
años
Figura 6.23.- Caso C3c – Evolución de los grupos según el IDH y el crecimiento poblacional.
GIVB GIVA
GIIIA
GIIA
GIIIB
GIIB
GI
340
En cuanto al consumo energético mundial anual, este escenario prevé que
para el año 2050 se utilicen 743.33X1018 J, que representaría un aumento del 77%
con respecto al consumo energético del año 2000, pero al mismo tiempo sería un
27% menos que lo que prevería el caso de referencia C1, para el año 2050. El
consumo en el año 2050 se estructuraría de la siguiente manera:
% Cesta 2050
% Grupos 2050
Petróleo 20
GI 7.8 Carbón 8.9 GIIB 54.7 Gas Natural 10 GIIIB 0.8 Nuclear 21.1 GIVB 3 Gran Hidráulica 5
GIIA 4.5 Otros 35 GIIIA 3
GIVA 3.3
Resto 23 Tabla 6.34.- Síntesis de la estructura de consumo energético para el 2050, caso 3c.
En esta propuesta sostenible los energéticos naturales adquieren el
segundo papel en importancia, y por tanto conviene resaltar los porcentajes
globales que cada uno de ellos ocupa dentro del 35% que se muestra en al tabla
anterior:
% Cesta 2050 Biomasa tradicional 5 Biomasa moderna 3.5 Solar fotovoltáica 42.5 Solar térmica 42 Eólica 5 Minihidráulica y mareomotriz 1
Geotérmica 1
Tabla 6.35.- Estructura del consumo de energéticos naturales para el 2050, caso 3c.
341
Caso 3c - Consumo Mundial de energía por energético
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 6.24.- Evolución del consumo energético mundial por energético. Caso 3c.
342
Caso 3c - Consumo energético Mundial por grupos
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x 10
^18
J
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 6.25.- Evolución del consumo energético mundial por grupo. Caso 3c.
343
La primera consecuencia derivada directamente del consumo energético y
de la estructura de la cesta energética, es el consumo concreto de los recursos
energéticos con los que disponemos, y es importarte destacar que bajo los
supuestos de este caso, nuevamente ningún recurso energético se agotaría. Las
reservas energéticas restantes, con respecto al año 2000, al final del periodo de
estudio se muestran en la siguiente tabla:
% restante en el 2050 Petróleo 24.84 Carbón 97.39 Gas Natural 5.32 Nuclear 94.7 Gran Hidráulica 17.41 Otros 93.67
Tabla 6.36.- Reservas energéticas restantes en el 2050, caso 3c.
% anual restante en el 2050
Biomasa tradicional 83.74 Biomasa moderna 8.9 Solar fotovoltáica Solar térmica 94.5
Eólica 13.28 Minihidráulica y mareomotriz 5.05
Geotérmica 13.28 Tabla 6.37.- Reservas energéticas naturales anuales restantes en el 2050, caso 3c.
Lo que es imprescindible aclarar en lo que concierne a la tabla 6.36 es que
las reservas de uranio en masa no varían con relación con los otros casos, sin
embargo, dado que se consideró cambiar de tecnología, de los reactores
convencionales de agua hirviente a reactores reproductores o de cría rápida, la
energía que es posible aprovechar hasta 50 veces más las mismas toneladas de
las reservas conocidas. Esto provoca que, aunque este escenario es el que más
depende de la energía nuclear de fisión de todos los analizados, hasta más de
20% de la energía primaria del 2050, es también el escenario que conserva más
reservas de uranio con casi un 95% de reservas en el 2050 con respecto del 2000.
344
Si la comunidad internacional decide, consensuadamente, continuar con el uso
de este tipo de energético, será imprescindible adoptar este tipo de tecnologías.
En cuanto al cálculo del impacto ambiental y la valoración subjetiva se
puede apreciar que el impacto global disminuye año a año casi un 8.8%. En
cuanto a la cuantificación de la emisión particular de agentes contaminantes, se
debe resaltar que la mayoría de los diez agentes considerados, se mantienen
casi constantes o bien disminuyen en el periodo analizado. Por ejemplo el CO2
aumenta moderadamente hasta el 2020 un 12.5% y después desciende
drásticamente hasta una emisión de 2 600X1010 kg que es un 12 % menos que las
emisiones globales de 1990, por lo que este escenario mostraría una forma de
conseguir cumplir el protocolo de Kyoto a nivel global. En cuanto a la
generación de residuos radioactivos es importante señalar que el cambio de
tecnología disminuye hasta en un 50% la generación de residuos, por lo que si
bien la energía nuclear generada en el caso 3c es 4.5 veces superior a la presenta
el caso de referencia, la generación de residuos radioactivos es apenas 2.3 veces
superior. Sin embargo, aún así este escenario presenta que los residuos
radioactivos generados en el 2050 sean 8 veces los del 2000.
345
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
60
65
70
75
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Caso 3c - Impacto ambiental Global por años
Figura 6.26.- Valoración subjetiva del Impacto ambiental global. Caso 3c.
346
Caso 3c - Contaminantes generados 1
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
4000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
CO2
Figura 6.27.- Emisiones globales de CO2. Caso 3c.
347
Caso 3c - Contaminantes generados 3
0.00
0.03
0.05
0.08
0.10
0.13
0.15
0.18
0.20
0.23
0.25
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
10 k
g/añ
o
Des. Pel. Rad.
Figura 6.28.- Emisiones globales de desechos peligrosos radioactivos. Caso 3c.
348
En cuanto a la última consecuencia: el coste que representaría esta
propuesta sostenible alternativa es un 5% mayor al del caso de referencia para
el año 2050; esto es 107 919X109 USD. La razón del aumento es la elevación en el
costo de las nuevas centrales nucleares, de hecho el gasto en este sector es más
del 40% en el 2050.
Caso 3c - Costo por cada energético
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
110000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
Petróleo y derivados Carbón Gas Natural Nuclear Hidroelectricidad Otros
Figura 6.29.- Costo global por energético del Caso 3c.
349
Caso 3c - Costo global por grupos
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
110000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
x10^
9 U
SD
GI GIIB GIIIB GIVB GIIA GIIIA GIVA Resto
Figura 6.30.- Costo global por grupo del Caso 3c.
350
Como se puede apreciar en las dos figuras anteriores, el costo de este
escenario se distribuye de diferentes maneras, y la estructura del costo en el año
2050 se sintetiza en las siguientes tablas:
% 2050 % Grupos 2050 Petróleo 16
GI 6.9
Carbón 8.1 GIIB 48.5 Gas Natural 4.6 GIIIB 1 Nuclear 43.5 GIVB 4.4 Gran Hidráulica 4.3
GIIA 9.5 Otros 23.5 GIIIA 4.4
GIVA 4.9
Resto 20.4 Tabla 6.38.- Síntesis de la estructura del costo para el 2050 del caso 3c.
Sintetizando todo lo anterior el caso 3c es un escenario sostenible, donde la
población eleva sustancialmente su nivel de vida, reflejado en el IDH. Esto se
consigue sin agotar los recursos del planeta, disminuyendo el impacto
ambiental, aunque aumentando un poco el coste que se plantea en el caso de
referencia. Es tecnológicamente es posible, pero filosóficamente deberá
consensuarse el uso de nuevas tecnologías nucleares y requeriría un esfuerzo
importante para hacer accesible este tipo de tecnologías en todos los países del
planeta.
351
6.4.- Comparación con el caso de referencia.
Como se hizo al final del análisis de los tres casos de evolución probable
expuestos en el capítulo anterior, es necesario hacer una comparación entre los
tres escenarios planteados en este capítulo y el caso de referencia explicado en
el capítulo 4, con siete graficas generales.
IDH - Media por grupos
0.50
0.55
0.60
0.65
0.70
0.75
0.80
0.85
0.90
0.95
1.00
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
C3a C3b C3c C1
Figura 6.31.- Comparación de la evolución del IDH entre el C1, C3a, C3b y C3c.
352
Población global
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
10000
11000
12000
13000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
6 h
ab
Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1
Figura 6.32.- Comparación de la evolución de la Población entre el C1, C3a, C3b y C3c.
353
CEPC
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
110
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
GJ/
hab
C3a C3b C3c C1
Figura 6.33.- Comparación de la evolución del consumo energético per cápita entre el C1, C3a, C3b y C3c.
354
Consumo energético global
0
100
200
300
400
500
600
700
800
900
1000
1100
1200
1300
1400
1500
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
18 J
Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1
Figura 6.34.- Comparación de la evolución del consumo energético entre el C1, C3a, C3b y C3c.
355
Impacto ambiental
60
61
62
63
64
65
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
9 U
SD
Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1
Figura 6.35.- Comparación de la evolución del impacto ambiental entre el C1, C3a, C3b y C3c.
356
Emisión de CO2 global
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
9000
10000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
10 k
g
Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1
Figura 6.36.- Comparación de la evolución de la emisión de CO2 entre el C1, C3a, C3b y C3c.
357
Costo global
0
10000
20000
30000
40000
50000
60000
70000
80000
90000
100000
110000
2000 2005 2010 2015 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
10^
9 U
SD
Caso 3a Caso 3b Caso 3c Caso 1
Figura 6.37.- Comparación de la evolución del costo entre el caso C1, C3a, C3b y C3c.
358
Se aprecia en general que si bien se aumenta sustancialmente el IDH, en
los tres casos se obtiene una población y un consumo energético inferior al
planteado en el caso de referencia, lo cuál acarrea, además un menor impacto
ambiental y una emisión de CO2 no sólo menor, sino muy interesante si se
investigan los métodos de combatir el cambio climático. En términos generales
el caso de sostenibilidad débil es el más cercano al caso de referencia y el de
sostenibilidad fuerte el más alejado, esto es, de mejores resultados ambientales;
aunque esto no siempre es así al analizar los otros agentes contaminantes en los
casos particulares. El costo de las opciones resulta también consistente con las
condiciones adoptadas, ya que las opciones con intervención de energía nuclear
resultan un poco más costosas que aquella que depende menos de esta
tecnología, pero se debe aclarar que esto es considerando que el alto coste
nuclear del presente se mantenga constante y esto podría cambiar si la
resistencia social actual lo permite. También conviene resaltar nuevamente que
en ninguno de estos casos se agotan los recursos energéticos del planeta, por lo
que cualquiera de ellos cumple con la condición transgeneracional del
desarrollo sostenible, además de suponer una mejora evidente en los ámbitos
social y ambiental.
La elección de uno u otro camino para el desarrollo, debería depender
en primer lugar de una situación de consenso global, ya que es imposible
adoptar este tipo de cambios estructurales de manera aislada, individual y
sobre todo parcial. El reconocimiento de la viabilidad real de estas opciones es
el primer paso solamente, el siguiente es de voluntad global.
359
Capítulo 7
CONCLUSIONES
Lo primero que debo precisar es que éste no es un trabajo cerrado, todo lo
contrario, éste es apenas el primer paso, tentativo, en el estudio del sistema
energético mundial.
Para facilitar dicho estudio presento una propuesta de elaboración para
los modelos energéticos que se desee orientar hacia el análisis del Desarrollo
Sostenible. Además, para demostrar su validez, efectividad y objetividad, he
desarrollado un prototipo de modelo energético, que por sí solo es una
poderosa herramienta para planificar o prever el consumo energético futuro.
El análisis de los modelos energéticos actuales y su comparación con los
conceptos teóricos propuestos para el desarrollo de nuevos modelos
energéticos, nos conduce a reconocer la ventaja de la propuesta dado la
inclusión de más elementos en el estudio y el desarrollo de los modelos
energéticos. El análisis histórico del modelo (capítulo 2), realizado a manera de
prueba demuestra la validez de la propuesta de modelado y la eficacia del
prototipo que se expone ahora. La tolerancia y los posibles errores serán
superables en futuros modelos energéticos que sigan los cuatro principios
básicos propuestos en este trabajo:
1. Primer paso: determinar el consumo energético a partir del análisis demográfico.
2. Segundo paso: determinar las reservas energéticas y tecnológicas existentes.
3. Tercer paso: determinar los recursos energéticos restantes. 4. Cuarto paso: determinar las consecuencias del escenario.
El prototipo se exhibe con varias ventajas: es un modelo global, que
incluye a los países en grupos que responden a sus características humanas, un
360
modelo que contempla a todos los energéticos –no sólo a los comerciales–,
incluye sectores de consumo energético en el que por primera vez se resaltan las
pérdidas energéticas, y dentro de las consecuencias que se resaltan se incluye
explícitamente los aspectos sociales, los aspectos ambientales, sin dejar de
presentar a los aspectos económicos pero por primera vez como consecuencia y
no como determinante del sistema. Al incluir estos aspectos en el análisis
propuesto es más objetivo y más apegado al desarrollo sostenible.
En definitiva, se concluye que el prototipo de modelo energético aquí
propuesto es mejor que los actuales en el análisis sostenible, y por lo tanto
habrá que seguir con el desarrollo de nuevos modelos, mejores y más
detallados. Este trabajo futuro presenta diversas exigencias, entre las que cabe
destacar la necesidad de crear grupos de trabajo y estudio multi- y
transdiciplinar.
Otra importante propuesta que se presenta con este trabajo es el de utilizar
tanto la proyección inversa como las previsiones basadas en lo que ya ha pasado,
pero no prolongando en cada lugar la tendencia actual, sino analizando la
historia y las condiciones materiales actuales; presuponiendo que si dos grupos
humanos se encuentran ante circunstancias similares, acabarán tomando
decisiones parecidas, siempre buscando una mejoría de acuerdo a la
perspectiva particular de cada grupo de individuos. Claro que teniendo en
cuenta que cada situación es distinta y la historia no se repetirá al pie de la letra;
es más, si se identifican los errores pasados se deben corregir. Con esto se
plantea un camino objetivo y conocido al desarrollo futuro. Con nuestras
suposiciones (expuestas en el capítulo 5) se conoce el futuro para el 86% de la
población, así que el futuro es incierto sólo para el otro 14% y ahí es donde hay
que explorar distintas opciones y tomar las medidas para realizar la que mejor
nos parezca hoy lo que el 86% será, en buena medida, lo que ha hecho el 14%
para llegar donde está hoy. Si esto no fuera cierto, no perdemos nada, porque
estaríamos igual que están la mayoría de los estudios de perspectiva hoy, sin
conocer el futuro para el 100% de la población.
361
El modelo funciona, y se obtienen valiosos resultados, tanto en el
desarrollo que se plantea seguirá el planeta al rondar a los tres grupos con alto
desarrollo (capítulo 5), así como en los casos sostenibles propuestos (capítulo 6),
que además demuestran por sí solos que existen varios caminos posibles hacia
la sostenibilidad.
Sin embargo, como cualquier prototipo, éste es mejorable ya que presenta
varias deficiencias, la más importante quizás sea su rigidez. Al estar planteado
en un formato que permite su uso en cualquier computadora utilizando un
paquete comercial de cálculo, el modelo se diseñó específicamente para
representar el consumo energético de los 7 grupos analizados a partir de los
criterios impuestos para este trabajo; el aumentar o disminuir los grupos
requeriría crear otro archivo de hoja de cálculo desde cero; este problema es el
mismo que presentan los integrantes de los grupos en sí. El trabajo de
recopilación de datos y de conformación de grupos se realiza en un análisis
previo a la introducción de datos al modelo, por lo que el aumentar o disminuir
países, requiere forzosamente más trabajo de análisis y la elaboración de un
nuevo modelo. Pero claro entre mayor sea el número de países considerados,
mejor será el resultado del modelo, y más aún, entre mayor sea el grado de
detalle en las regiones del planeta, mejor serán los resultados de las previsiones.
La rigidez del modelo también se presenta en la falta de retroalimentación
en la estructura interna del modelo. En el futuro sería conveniente poder contar
con una base de datos por países integrados al modelo y al variar sus
condiciones de consumo energético, crecimiento demográfico, niveles de
educación, expectativa de vida y producto nacional bruto, se modificaría el
valor de su Índice de Desarrollo Humano, por lo que su inclusión en un grupo
u otro podría variar, o bien una retroalimentación necesaria se dará entre la
tecnología y los energéticos elegidos, por cada grupo para la conformación de la
cesta energética final.
El modelo actual plantea un período de 50 años dividido en lustros, esto
puede considerarse otra deficiencia del modelo. Para conseguir un modelo
362
energético orientado al desarrollo sostenible realmente funcional en términos
transgeneracionales habrá que aumentar la extensión temporal a 100 años, pero
teniendo la libertad de aumentar o disminuir dicho análisis así como reducir la
unidad de la división a una iteración anual, o incluso por estaciones dentro de
cada año. Así mismo, actualmente se plantea un estudio frontal, esto es hacia
delante en el tiempo, si se vence la rigidez temporal podrían hacerse estudios
hacia el pasado, para confirmar o estimar datos faltantes en los historiales de los
países a estudiar.
Otra deficiencia del modelo actual se encuentra en el tratamiento de las
reservas energéticas. Será necesario introducir más detalle en este rubro y
dinamizarlo, haciendo posible la introducción de nuevos descubrimientos
geográficos y vincular el consumo de cada año a la producción técnicamente
posible en cada momento, ya que no se contempla ahora que una demanda de
combustible no sea cubierta por falta de medios de extracción o distribución.
La tolerancia general de los resultados del modelo se encuentra en torno al
10 % con respecto a los resultados históricos y expuestos por los modelos
tradicionales. En futuros modelos se abatirá fácilmente la incertidumbre actual
con la solución de las deficiencias del prototipo antes planteadas. Lo que se
demuestra ahora principalmente, es que es posible, válido y efectivo crear
modelos energéticos no basados en el PIB y orientados al análisis del desarrollo
sostenible.
Es necesario aumentar el detalle tecnológico que el modelo requiere, al
igual que una investigación y actualización continua, que los modelos
energéticos actuales evitan utilizando sólo la tecnología que se utiliza para el
aprovechamiento de los combustibles tradicionales y no la amplia gama de
posibilidades que la realidad puede ofrecer a nivel tecnológico. Esto mismo es
válido para los datos ambientales y de coste que se utilicen en futuros modelos,
ya que es necesario realizar estudios específicos para filtrar la gran cantidad de
datos existentes y homogenizar la información, entre empresas, países, años,
etc. Con esto se incrementará el grado de detalle en las consecuencias,
363
medioambientales, sociales y económicas. Se podrá incluir también una
valoración del impacto social así como una valoración final, general del grado
de ‘Sostenibilidad’ de la opción energética que presenta cada caso de estudio.
Actualmente el modelo arroja resultados y el análisis de los mismos bajo unos
criterios de sostenibilidad previamente asumidos de manera subjetiva y externa
conducen a la valoración dicotómica en el que un caso es o no es sostenible.
Esto se tendrá que matizar en el futuro.
Adicionalmente al desarrollo de nuevos modelos, en el futuro se requerirá
realizar estudios específicos sobre la necesidad energética de los pueblos, para así
determinar mejor los patrones de consumo futuro y así desvincular los sectores
de consumo energético con los sectores de consumo económico.
Para finalizar este trabajo de tesis se debe resaltar la labor que se comienza
ahora. Se debe crear un nuevo modelo, aprender del prototipo y crear un
modelo más complejo, que supere al presentado. También se debe comenzar un
estudio transdiciplinar que, desde la ingeniería, investigue sobre la ‘Energía y el
Desarrollo Sostenible’ que permita ahondar más en estos conceptos nuevos y
que nos aclaren cómo trabajar para conseguir un mejor entendimiento y control
sobre el sistema energético mundial.
364
ANEXOS
I.- Factor de conversión relevantes 1 J (Joule) = 1 N.m. = 0.7357 ft lbf = 0.2389 cal = 9.48x10-4 Btu 1 cal (Caloría media) = 4.1868 J 1 Btu (British thermal unit) = 1.05587 x103 J 1 kWh (kilowatt-hora) = 3.6 x106 J = 5.454 x 10-4 BEP 1 BEP (Barril Equivalente de Petróleo) (BOE) = 6.4 x 109 J = 1833.33 kWh 1 TEP = Una Tonelada Equivalente de Petróleo = 42.2 x 109 J 1 TEC = Una Tonelada equivalente de Carbón = 29.3 x 109 J 1 TGNL = Una Tonelada de Gas Natural Licuado = 46 x 109 J 1 m3 de Gas Natural = 36 x 106 J 1 kg de leña = 16 x 106 J 1 kg de uranio (reactores convencionales) = 4.2 x 1014 J 1 kg de uranio (reactores reproductores) = 2.1 x 1016 J 1 m3 = 106 cm3 = 103 lt = 35.315 ft3 = 6.1024x104 plg3 = 264.17 galón (líquido
EE.UU.) = 219.97 galon (British Imperial Gallon) 1 Barril = 42 galones (líquidos EE.UU.) = 158.987 lt = 0.1589873 m3 1 kg = 103 g = 0.001 ton = 2.2046 lbm 1 tonelada métrica = 1x103 kg 1 W (Watts) = 1 J/s = 3.41316 Btu/hr = 0.73756 lbf ft /s = 1.3405x10-3 hp 1 hp (horsepower, caballo inglés) = 745.699 W = 2544.5 Btu/h
365
II.- Glosario
Biomasa.- Materia orgánica de origen biológico no fósil. Biomasa tradicional: leña, paja, residuos agrícolas, etc. utilizados a la usanza tradicional. Biomasa moderan: aquella materia de origen biológico que se aprovecha a partir de nueva tecnología.
Cesta energética.- Contribución de las diferentes fuentes energéticas utilizadas para la satisfacción de las necesidades energéticas de un país.
Compuestos orgánicos volátiles (COV).- Compuestos químicos que contienen pocos átomos de carbono en su molécula, y que se encuentran naturalmente en estado gaseoso.
Deforestación.- Eliminación de la masa forestal de una determinada región.
Demografía.- Ciencia que estudia la población, esto es al conjunto de personas que habitan la Tierra o cualquier división geográfica de ella.
Desechos peligrosos.- Residuo considerado peligroso para el ser humano o el medio.
Desechos radioactivos peligrosos.- Residuo considerado peligroso que emite radiación. Se suelen clasificar de acuerdo a su vida media, en Alta cuando la vida media supera los 30 años y en baja para aquellos compuestos que poseen una vida media del orden de segundos hasta los 30 años.
Desertización.- Proceso de pérdida de nutrientes en un suelo determinado, generalmente en zonas climáticas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, como resultado de las fluctuaciones climáticas y de las actuaciones adveras del hombre sobre dicho suelo.
Dióxido de carbono.- (CO2) Óxido gaseosos que se desprende, principalmente, en las reacciones químicas en las que existe la combustión de carbono.
Energía.- Cualidad esencial de nuestro Universo. Se comporta de acuerdo a las tres leyes de la termodinámica y se relaciona con la masa a través de: E = mc2.
Eólico.- Perteneciente o relativo al viento. 2.- Dícese de la energía producida o accionada por la acción del viento.
Escenario energético.- Conformación u ordenación que el sector energético tiene para determinada situación o momento, respecto a la participación de cada energético en la satisfacción de la demanda y el uso que se le da a cada uno.
Estrategia energética.- Proyección o perspectiva energética es el camino que se plantea o los pasos a seguir para alcanzar dicho escenario energético.
366
Eutrofización.- Proceso de enriquecimiento de nutrientes de una masa de agua, que da lugar a la proliferación de algas y otros organismos que acarrean la disminución del contenido de oxígeno en dicha masa de agua.
Geotérmica.- Energía, principalmente calorífica, que procede del subsuelo.
Hidrocarburos.- Familia de compuestos formados exclusivamente por hidrógeno y carbono. Se distinguen tres grandes series: alifática de cadena abierta, alicíclica y aromática.
Índice de Desarrollo Humano (IDH).- Indicador creado por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PDNU) es un índice compuesto que se basa en tres indicadores: longevidad,medida en función de la esperanza de vida al nacer;nivel educacional,medido en función de una combinación de la tasa de alfabetización de adultos (ponderación,dos tercios)y la tasa bruta de matriculación combinada primaria,secundaria y terciaria (ponderación,un tercio),y nivel de vida,medido por el PIB per cápita (PPA,dólares).
Intensidad energética.- Magnitud que mide la relación entre la energía consumida y el Producto Interno Bruto. Es también la medida inversa de la eficiencia energética en su apreciación económica únicamente.
Metales.- Conjunto de elementos químicos buenos conductores del calor y la electricidad. Al tratarse temas relacionados con la contaminación dícese de aquellos que se encuentran presentes en un medio donde no se les espera.
Metano.- (CH4) Hidrocarburo miembro de la serie de los alcanos.
Modelo energético.- Forma o modo, que la humanidad elige para satisfacer sus necesidades energéticas, tanto en la elección de las fuentes energéticas que utiliza en determinado momento y su evolución, como en los usos que se les dan según la cultura. 2.- Mat.- Esquema conceptual, susceptible a tratamiento matemático, que interpreta o predice el comportamiento de un sistema energético determinado.
Monóxido de carbono.- (CO) Óxido gaseosos que se desprende, principalmente, en las reacciones químicas en las que existe la combustión incompleta de carbono.
Necesidad energética.- Energía requerida por el ser humano para satisfacer sus necesidades.
367
Nitrato de peroxiacetileno (PAN).- Compuesto químico formado principalmente por nitrógeno, oxígeno y carbono. Se crea naturalmente en las reacciones que ocurren entre de los compuestos contaminantes provenientes de las emisiones atmosféricas características de ciudades e industrias. Juega un papel importante en las reacciones de lo que se conoce como smog fotoquímico.
Óxidos de azufre.- (SOx) Compuestos formados por oxigeno y azufre, en tres formas: monóxido, dióxido, y trióxido.
Óxidos de nitrógeno.- (NOx) Óxidos formados en todo tipo de combustión a altas temperaturas en presencia de aire.
Ozono.- (O3) Forma alotrópica del oxígeno formado por moléculas triatómicas.
Partículas suspendidas (PM10).- Dícese de aquellos sólidos de menos de 10 micras en diámetro que es encuentran suspendidos en el aire.
Producto Interior Bruto (PIB).- Producción total para uso final de bienes y servicios de una economía,realizada tanto por residentes como por no residentes,y considerada independientemente de la nacionalidad de los propietarios de los factores.Se excluyen las deducciones por depreciación del capital físico o las correspondientes al agotamiento y deterioro de los recursos naturales.En inglés: Gross Domestic Product (GDP).
Producto Nacional Bruto (PNB).- Comprende el PIB, más el ingreso neto a costo de factores desde el exterior, que es el ingreso percibido del exterior por los residentes en concepto de servicios (trabajo y capital)a costo de factores,menos los pagos análogos efectuados a no residentes que contribuyen a la economía nacional.
Proyección inversa.- Planteamiento de planificación que sitúa el inicio de la construcción conceptual en el futuro, en una meta deseable que después, mediante un trabajo retrospectivo, llegará a las condiciones del presente. Término con el que se pretende traducir el término inglés Backcasting, aunque estrictamente no sea éste su uso correcto en lengua castellana.
Radiación.- Emisión de un cuerpo, bien de energía asociada a ondas electromagnética, bien de partículas materiales. Se propaga a través del espacio en línea recta.
Reactor rápido.- También denominado reactor de neutrones rápidos, es aquel en el que la fisión es producida principalmente por este tipo de neutrones.
Reactor reproductor.- También denominado de cría (Breed reactor, en inglés), es aquél que produce más material fisible que el que el que consume, es decir que posee un factor de conversión mayor que la unidad.
368
Sistema fotovoltáico.- Aquél que permite la transformación de la radiación solar, en el espectro de luz visible principalmente, en energía eléctrica.
Smog fotoquímico.- Conjunto de compuestos químicos, orgánicos, gaseosos, líquidos y sólidos, que se concentran en la atmósfera cercana a ciudades o industrias y que reaccionan con la acción de la radiación solar.
Sólidos disueltos o en suspensión.- Partículas sólidas que bien se disuelven o no en el agua. Medidas de la calidad del agua.
369
III.- Tablas de impacto ambiental III.1.- Petróleo
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Alto 3 8.36 x10-8 kg/J
CO Alto 3 1.15 x10-11 kg/J
NOx Muy alto 4 4.85 x10-11 kg/J
SOx Medio 2 1 x10-9 kg/J
CH4 Medio 2 7.2 x10-13 kg/J
Otros HC Medio 2 7.2 x10-13 kg/J
COV Medio 2 8.33 x10-12 kg/J
PM 10 Alto 3 2.14 x10-12 kg/J
H2S Medio 2
O3 Bajo 1
PAN Medio 2
Olor Bajo 1
Ruido Alto 3
Radiación Bajo 1
Aire
Metales Medio 2 6.25 x10-12 kg/J
Solidos disueltos Bajo 1
Solidos suspensos Bajo 1
Metales Bajo 1
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Bajo 1
Agentes químicos Alto 3
Temperatura Alto 3
Eutrofización acelerada Bajo 1
Radiación Bajo 1
Agua
Otros: Derrames Muy Alto 4
Desertización Medio 2
Deforestación Medio 2
Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1
Paisaje Bajo 1
Hundimientos Nulo 0
Inducción de actividad sísmica Bajo 1
Desechos peligrosos Bajo 1
Desechos no peligrosos Bajo 1
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros Nulo 0
Flora Alto 3 Biosfera
Fauna Alto 3
65
370
III.2.- Carbón
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en
base energética Unidades
CO2 Muy Alto 4 10.22 x10-8 kg/J
CO Muy Alto 4 1.41 x10-11 kg/J
NOx Alto 3 7.24 x10-11 kg/J
SOx Muy Alto 4 1.08 x10-8 kg/J
CH4 Medio 2 2.73 x10-12 kg/J
Otros HC Alto 3 2.73 x10-12 kg/J
COV Medio 2 20.83 x10-12 kg/J
PM 10 Muy Alto 4 2.29 x10-10 kg/J
H2S Muy Alto 4
O3 Bajo 1
PAN Medio 2
Olor Medio 2
Ruido Medio 2
Radiación Bajo 1
Aire
Metales Medio 2 1.25 x10-11 kg/J
Solidos disueltos Alto 3
Solidos suspensos Alto 3
Metales Alto 3
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Bajo 1
Agentes químicos Medio 2
Temperatura Alto 3
Eutrofización acelerada Bajo 1
Radiación Bajo 1
Agua
Otros
Desertización Medio 2
Deforestación Medio 2
Uso de suelo-superficie ocupada Muy Alto 4
Paisaje Muy Alto 4
Hundimientos Alto 3
Inducción de actividad sísmica Alto 3
Desechos peligrosos Muy Alto 4
Desechos no peligrosos Medio 2
Radiación Bajo 1
Suelo
Otros
Flora Alto 3 Biosfera
Fauna Alto 3
89
371
III.3.- Gas Natural
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Medio 2 6.95 x10-8 kg/J
CO Medio 2 0.96 x10-11 kg/J
NOx Alto 3 1.48 x10-10 kg/J
SOx Medio 2 3.47 x10-11 kg/J
CH4 Alto 3 9.66 x10-10 kg/J
Otros HC Alto 3 10 x10-10 kg/J
COV Medio 2 13.88 x10-12 kg/J
PM 10 Medio 2 6.64 x10-11 kg/J
H2S Bajo 1
O3 Bajo 1
PAN Bajo 1
Olor Bajo 1
Ruido Medio 2
Radiación Bajo 1
Aire
Metales Bajo 1 2.5 x10-12 kg/J
Solidos disueltos Bajo 1
Solidos suspensos Bajo 1
Metales Bajo 1
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Nulo 0
Agentes químicos Bajo 1
Temperatura Alto 3
Eutrofización acelerada Bajo 1
Radiación Nulo 0
Agua
Otros
Desertización Bajo 1
Deforestación Bajo 1
Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1
Paisaje Bajo 1
Hundimientos Bajo 1
Inducción de actividad sísmica Bajo 1
Desechos peligrosos Bajo 1
Desechos no peligrosos Bajo 1
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Medio 2 Biosfera
Fauna Medio 2
48
372
III.4.- Fisión
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Bajo 1
CO Bajo 1
NOx Bajo 1
SOx Bajo 1
CH4 Bajo 1
Otros HC Bajo 1
COV Bajo 1
PM 10 Bajo 1
H2S Nulo 0
O3 Nulo 0
PAN Bajo 1
Olor Nulo 0
Ruido Bajo 1
Radiación - Radón Alto 3
Aire
Metales Bajo 1
Solidos disueltos Bajo 1
Solidos suspensos Bajo 1
Metales Bajo 1
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Bajo 1
Agentes químicos Bajo 1
Temperatura Alto 3
Eutrofización acelerada Bajo 1
Radiación Alto 3
Agua
Otros
Desertización Nulo 0
Deforestación Nulo 0
Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1
Paisaje Bajo 1
Hundimientos Nulo 0
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Muy alto 4 2.34 x10-11 kg/J
Desechos no peligrosos Muy alto 4
Radiación Muy alto 4
Suelo
Otros
Flora Medio 2 Biosfera
Fauna Medio 2
45
373
III.5.- Biomasa - (Tradicional)
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Alto* 3 11.87 x10-8 kg/J
CO Alto* 3 3.48 x10-10 kg/J
NOx Alto 3 6.47 x10-11 kg/J
SOx Alto 3 2.04 x10-11 kg/J
CH4 Medio 2 3.83 x10-11 kg/J
Otros HC Medio 2 3.83 x10-11 kg/J
COV Alto 3 1.7 x10-10 kg/J
PM 10 Muy alto 4 2.43 x10-10 kg/J
H2S Bajo 1
O3 Medio 2
PAN Medio 2
Olor Medio 2
Ruido Bajo 1
Radiación Nulo 0
Aire
Metales Bajo 1 1.25 x10-12 kg/J
Solidos disueltos Medio 2
Solidos suspensos Medio 2
Metales Bajo 1
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Medio 2
Agentes químicos Nulo 0
Temperatura Bajo 1
Eutrofización acelerada Bajo 1
Radiación Nulo 0
Agua
Otros
Desertización Muy alto* 4
Deforestación Muy alto* 4
Uso de suelo-superficie ocupada Muy alto* 4
Paisaje Muy alto* 4
Hundimientos Bajo 1
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Nulo 0
Desechos no peligrosos Medio 2
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Muy alto* 4 Biosfera
Fauna Alto 3
* Considerando que no se repone dicha biomasa 68
374
III.6.- Biomasa - (Moderna)
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Bajo* 1 12 x10-9 kg/J
CO Bajo* 1 3.5 x10-10 kg/J
NOx Alto 3 6.5 x10-12 kg/J
SOx Medio 2 2 x10-12 kg/J
CH4 Medio 2 3.8 x10-12 kg/J
Otros HC Medio 2 3.8 x10-12 kg/J
COV Medio 2 1.7 x10-11 kg/J
PM 10 Alto 3 2.4 x10-11 kg/J
H2S Bajo 1
O3 Nulo 0
PAN Bajo 1
Olor Alto 3
Ruido Bajo 1
Radiación Nulo 0
Aire
Metales Bajo 1 1.25 x10-13 kg/J
Solidos disueltos Bajo 1
Solidos suspensos Bajo 1
Metales Nulo 0
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Medio 2
Agentes químicos Nulo 0
Temperatura Bajo 1
Eutrofización acelerada Bajo 1
Radiación Nulo 0
Agua
Otros
Desertización Bajo 1
Deforestación Bajo 1
Uso de suelo-superficie ocupada Muy alto 4
Paisaje Muy alto 4
Hundimientos Bajo 1
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Nulo 0
Desechos no peligrosos Medio 2
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Alto 3 Biosfera
Fauna Alto 3
* Considerando que se repone dicha biomasa 49
375
III.7.- Solar - (fotovoltáica)
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Nulo 0
CO Nulo 0
NOx Nulo 0
SOx Nulo 0
CH4 Nulo 0
Otros HC Nulo 0
COV Nulo 0
PM 10 Nulo 0
H2S Nulo 0
O3 Nulo 0
PAN Nulo 0
Olor Nulo 0
Ruido Nulo 0
Radiación - Radon Bajo 1
Aire
Metales Nulo 0
Solidos disueltos Nulo 0
Solidos suspensos Nulo 0
Metales Medio 2
Aceites y grasas Nulo 0
Agentes biológicos Nulo 0
Agentes químicos Bajo 1
Temperatura Nulo 0
Eutrofización acelerada Nulo 0
Radiación Nulo 0
Agua
Otros
Desertización Nulo 0
Deforestación Nulo 0
Uso de suelo-superficie ocupada Muy alta 4
Paisaje Muy alta 4
Hundimientos Nulo 0
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Alta 3
Desechos no peligrosos Nulo 0
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Bajo 1 Biosfera
Fauna Bajo 1
17
376
III.8.- Solar - (térmica)
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Nulo 0
CO Nulo 0
NOx Nulo 0
SOx Nulo 0
CH4 Nulo 0
Otros HC Nulo 0
COV Nulo 0
PM 10 Nulo 0
H2S Nulo 0
O3 Nulo 0
PAN Nulo 0
Olor Nulo 0
Ruido Bajo 1
Radiación Nulo 0
Aire
Metales
Solidos disueltos Bajo 1
Solidos suspensos Medio 2
Metales Bajo 1
Aceites y grasas Nulo 0
Agentes biológicos Nulo 0
Agentes químicos Nulo 0
Temperatura Bajo 1
Eutrofización acelerada Nulo 0
Radiación Nulo 0
Agua
Otros
Desertización Nulo 0
Deforestación Nulo 0
Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1
Paisaje Bajo 1
Hundimientos Nulo 0
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Nulo 0
Desechos no peligrosos Bajo 1
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Bajo 1 Biosfera
Fauna Bajo 1
11
377
III.9.- Eólico
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Nulo 0
CO Nulo 0
NOx Nulo 0
SOx Nulo 0
CH4 Nulo 0
Otros HC Nulo 0
COV Nulo 0
PM 10 Nulo 0
H2S Nulo 0
O3 Nulo 0
PAN Nulo 0
Olor Nulo 0
Ruido Muy alto 4
Radiación Nulo 0
Aire
Metales Nulo 0
Solidos disueltos Nulo 0
Solidos suspensos Nulo 0
Metales Nulo 0
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Nulo 0
Agentes químicos Nulo 0
Temperatura Nulo 0
Eutrofización acelerada Nulo 0
Radiación Nulo 0
Agua
Otros
Desertización Nulo 0
Deforestación Bajo 1
Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1
Paisaje Muy alto 4
Hundimientos Nulo 0
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Nulo 0
Desechos no peligrosos Nulo 0
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Medio 2 Biosfera
Fauna Alto 3
16
378
III.10.- Mini hidráulica y mareomotriz
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Nulo 0
CO Nulo 0
NOx Nulo 0
SOx Nulo 0
CH4 Nulo 0
Otros HC Nulo 0
COV Nulo 0
PM 10 Nulo 0
H2S Nulo 0
O3 Nulo 0
PAN Nulo 0
Olor Nulo 0
Ruido Nulo 0
Radiación Nulo 0
Aire
Metales Nulo 0
Solidos disueltos Bajo 1
Solidos suspensos Bajo 1
Metales Bajo 1
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Bajo 1
Agentes químicos Bajo 1
Temperatura Nulo 0
Eutrofización acelerada Nulo 0
Radiación Nulo 0
Agua
Otros
Desertización Nulo 0
Deforestación Nulo 0
Uso de suelo-superficie ocupada Alto 3
Paisaje Muy alto 4
Hundimientos Alto 3
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Nulo 0
Desechos no peligrosos Nulo 0
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Alto 3 Biosfera
Fauna Alto 3
22
379
III.11.- Geotérmica
zona de impacto
Agente de impacto o contaminación ambiental
Valoración subjetiva del
impacto ambiental
Valoración subjetiva
(puntuación)
Contribución del agente en base
energética Unidades
CO2 Bajo 1
CO Bajo 1
NOx Bajo 1
SOx Bajo 1
CH4 Bajo 1
Otros HC Bajo 1
COV Bajo 1
PM 10 Bajo 1
H2S Nulo 1
O3 Nulo 1
PAN Bajo 1
Olor Alto 3
Ruido Medio 2
Radiación Bajo 1
Aire
Metales
Solidos disueltos Alto 3
Solidos suspensos Alto 3
Metales Medio 2
Aceites y grasas Bajo 1
Agentes biológicos Bajo 1
Agentes químicos Medio 2
Temperatura Alto 3
Eutrofización acelerada Bajo 1
Radiación Bajo 1
Agua
Otros
Desertización Nulo 0
Deforestación Nulo 0
Uso de suelo-superficie ocupada Bajo 1
Paisaje Bajo 1
Hundimientos Bajo 1
Inducción de actividad sísmica Nulo 0
Desechos peligrosos Bajo 1
Desechos no peligrosos Bajo 1
Radiación Nulo 0
Suelo
Otros
Flora Alto 3 Biosfera
Fauna Alto 3
45
380
IV.- Datos de partida
Población Mundial en Millones de habitantes
Regiones y Países 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980
Total - Mundial 2528.8 2888 3246.4 3603.8 3960.3 4315.9 4670.6
Alemania 69.61 70.93 72.26 73.15 74.04 75.52 77.01
Austria 6.93 6.96 7 7.13 7.27 7.41 7.56
Bélgica 8.64 8.94 9.24 9.37 9.5 9.62 9.74
Dinamarca 4.28 4.38 4.49 4.63 4.78 4.86 4.95
España 28.01 30.55 33.1 34.5 35.89 36.57 37.25
Finlandia 4.01 4.23 4.45 4.54 4.63 4.74 4.84
Francia 43 45.03 47.05 48.315 49.58 51.74 53.9
Grecia 8.16 8.56 8.695 8.95 9.2 9.47 9.745
Holanda 11.08 11.76 12.45 12.79 13.13 13.53 13.93 Europa Irlanda 2.99 3.06 3.13 3.2 3.28 3.35 3.43
Italia 47.1 48.6 50.1 51.15 52.21 53.27 54.33
Luxemburgo 0.296 0.31 0.3242 0.3381 0.352 0.366 0.3806
Portugal 8.7 8.86 9.03 9.16 9.29 9.46 9.63
Reino Unido 51.7 52.45 53.21 53.9 54.6 55.53 56.47
Suecia 7.26 7.41 7.56 7.73 7.9 8.1 8.31
Polonia 24.82 26.1 27.8 29.3 31.49 33.26 35.02
Rumania 16.31 16.7 17.6 18.63 19.66 20.93 22.2
Estonia 0.9 1.055 1.211 1.284 1.356 1.416 1.475
Ucrania 37.3 39.34 41.39 42.95 44.52 46.66 48.81
EE.UU. 156.79 170.49 184.19 196.48 208.78 219.9 231.02
Canadá 14.78 16.46 18.15 19.64 21.14 22.635 24.13
México 26.76 30.84 34.92 41.57 48.22 57.53 66.85 América Brasil 53.97 67.29 80.62 91.45 102.27 113.04 123.81
Chile 6.34 7.18 8.02 8.82 9.63 10.49 11.35
Venezuela 5.1 6.96 8.82 10.385 11.95 14 16.05
Cuba 5.85 6.417 7.03 7.781 8.851 8.939 9.716
Argentina 17.15 18.52 19.9 21.86 23.82 25.96 28.106
Perú 8.04 9.69 11.33 12.98 14.64 16.39 18.14
381
China 546 633 720 795 870 954.84 1010.1
Japón 83 89 95 100 105 111 117
Federación Rusa 102 110 118 124 130 134.5 139 Ásia Arabia Saudita 3.2 4.29 5.38 6.33 7.29 8.5 9.71
Filipinas 20.256 23.678 27.1 31.9 36.7 42.1 48.21 Pakistán 39.59 44.19 49.95 57.14 65.7 72.28 82.58 Vietnám 28.023 30.99 34.015 37.679 43.05 47.26 53.72
Tahilandia 19.63 23 27 31.76 35.45 41.47 45.36
Indonesia 80.66 90.96 101.27 105.3 127.76 131.65 153.98
Irán 16.91 21.55 26.19 31.6 37.01 41.09 45.16
India 359.14 417.73 476.32 551.73 627.14 679.8 732.59
Turquía 21.13 25.96 30.79 34.26 37.76 42.47 47.18
Egipto 21.8 25.4 29 32.29 35.58 40.72 45.86
Angola 4.1 4.46 4.83 5.37 5.92 6.85 7.78
Marruecos 8.95 10.87 12.79 14.47 16.16 18.39 20.63 África Nigeria 31.53 36.71 41.9 47.96 54.02 61.81 69.6
Argelia 8.26 10.56 12.86 14.39 15.92 18.395 20.87
Rep. Dem. del Congo 12.184 14.31 16.565 19.16 22.167 25.63 29.62
Etiopía 18.77 21.46 24.145 27.38 30.62 34.56 38.49
Kenia 6.26 6.99 8.11 9.75 11.5 13.66 16.63
Sudáfrica 13.683 17.5 21.2 25 28.25 31.5 34.4 Oceanía Australia 8.447 9.578 10.71 11.725 12.74 13.74 14.74 Tabla IV.1.- Población mundial 1950-1980.
382
Población Mundial en Millones de habitantes
Regiones y Países 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015
Total - Mundial 5024.5 5377.4 5729.4 6080.1 6478.8 6876.5 7273.2
Alemania 78.16 79.32 80.85 82.39 82.5 82.4 81.11
Austria 7.65 7.75 7.94 8.14 8.2 8.15 8.11
Bélgica 9.86 9.99 10.135 10.28 10.33 10.38 10.42
Dinamarca 5.01 5.07 5.18 5.3 5.35 5.4 5.41
España 37.95 38.66 39.35 40.05 40.47 40.6 40.42
Finlandia 4.93 5.01 5.1 5.19 5.235 5.28 5.255
Francia 55.35 56.8 57.88 58.95 60.06 61.18 61.79
Grecia 9.99 10.235 10.45 10.67 10.7 10.74 10.75
Holanda 14.34 14.74 15.315 15.89 16.1 16.32 16.61 Europa Irlanda 3.51 3.58 3.63 3.68 3.81 3.94 4.02
Italia 55.45 56.57 57.36 58.15 57.78 57.41 55.8
Luxemburgo 0.395 0.4088 0.423 0.437 0.4375 0.438 0.456
Portugal 9.75 9.86 9.93 10.01 10.1 10.19 10.17
Reino Unido 56.92 57.37 58.3 59.24 59.63 60.02 60.67
Suecia 8.5 8.69 8.8 8.92 9.01 9.1 9.19
Polonia 36.61 38.1 38.4 38.6 38.38 38.16 37.62
Rumania 23 23.2 22.9 22.44 21.97 21.5 21.14
Estonia 1.52 1.562 1.5 1.39 1.321 1.256 1.192
Ucrania 50.2 51 50.5 49.47 47.46 45.44 43.48
EE.UU. 242.48 253.95 263.85 273.76 288.51 303.27 316.3
Canadá 25.54 26.95 28.69 30.445 31.69 32.945 34.42
México 74.35 81.85 89.73 97.62 104.9 112.18 120.24 América Brasil 134.42 145.04 156.7 168.44 178.19 187.94 198.3
Chile 12.21 13.07 14.12 15.14 16.12 17.09 17.92
Venezuela 18.08 20.11 22 24.08 26.16 28.25 30.27
Cuba 10.083 10.633 10.98 11.254 11.372 11.516 11.645
Argentina 30.31 32.52 34.67 36.82 38.96 41.1 43.12
Perú 20.04 21.93 23.92 25.9 28.14 30.39 32.83
383
China 1064.5 1119 1189.7 1260.5 1312.7 1365 1407.5
Japón 120.5 124 125.5 127 128 127.7 127.5
Federación Rusa 143.5 148 147 146 141 137.48 133.36 Ásia Arabia Saudita 11.94 14.16 17.26 20.36 22.98 25.6 29.43
Filipinas 54.65 61.09 69.43 76.55 83.604 90.64 97.44 Pakistán 98.56 114.2 128.05 141.55 160 180 205.06 Vietnám 59.87 66.23 73.475 78.455 87.35 94.5 100
Tahilandia 49.84 54.29 57.62 62.02 67.21 70.48 73.84
Indonesia 167.37 180.77 194.48 208.2 220.32 232.43 245.35
Irán 51.25 57.35 63.35 69.35 75.52 81.68 87.75
India 799.9 867.24 949.7 1032.3 1103.3 1174.3 1220.6
Turquía 51.76 56.33 61.43 66.53 70.95 75.36 79.85
Egipto 50.99 56.12 61 65.88 71.24 76.6 81.7
Angola 8.96 10.14 11.54 12.94 15.21 17.49 20.21
Marruecos 23.06 25.49 27.55 29.55 31.9 34.26 36.5 África Nigeria 79.7 89.8 104.1 118.4 133.65 148.9 170.34
Argelia 23.375 25.88 28.22 30.56 33.105 35.65 38.085
Rep. Dem. del Congo 34.22 39.521 45.63 50.948 60.75 70.05 80.76
Etiopía 44.09 49.69 56.16 62.62 69.86 77.1 85.91
Kenia 20.37 23.6 26.7 30.5 34 38 40.75
Sudáfrica 36.62 38.85 41.08 43.309 43.52 43.74 44.62 Oceanía Australia 15.77 16.799 17.899 18.999 19.872 20.745 21.73
Tabla IV.2.- Población mundial 1985-2015.
384
Población Mundial en Millones de habitantes
Regiones y Países 2020 2025 2030 2035 2040 2045 2050
Total - Mundial 7668.9 8063.6 8457.4 8850.2 9242 9632.9 10023
Alemania 79.83 78.8 77.78 76.75 75.72 74.79 73.86
Austria 8.08 8.07 8.06 8.05 8.03 7.99 7.95
Bélgica 10.46 10.51 10.56 10.61 10.66 10.68 10.71
Dinamarca 5.42 5.43 5.44 5.45 5.46 5.46 5.46
España 39.95 39.99 40.04 40.06 40.08 39.91 39.75
Finlandia 5.23 5.235 5.24 5.25 5.26 5.245 5.23
Francia 62.4 62.97 63.55 64.17 64.78 64.96 65.14
Grecia 10.76 10.765 10.77 10.78 10.79 10.76 10.73
Holanda 16.89 16.885 16.88 16.875 16.87 16.96 17.05 Europa Irlanda 4.11 4.2 4.29 4.38 4.48 4.58 4.68
Italia 54.19 53.13 52.07 51.02 49.98 48.32 46.65
Luxemburgo 0.473 0.487 0.502 0.515 0.53 0.543 0.557
Portugal 10.15 10.14 10.12 10.07 10.03 9.92 9.81
Reino Unido 61.33 61.58 61.84 61.67 61.5 60.93 60.37
Suecia 9.28 9.37 9.46 9.52 9.59 9.66 9.73
Polonia 37.08 36.54 36 35.46 34.93 34.27 33.61
Rumania 20.78 20.375 19.97 19.56 19.16 18.65 18.15
Estonia 1.128 1.064 1 0.937 0.873 0.81 0.75
Ucrania 41.53 39.58 37.63 35.7 33.77 31.84 29.91
EE.UU. 329.33 343.18 357.02 368.18 379.34 391.95 404.56
Canadá 35.91 37.34 38.78 40.22 41.66 42.82 43.98
México 128.31 132.08 135.85 142.53 149.21 154.73 160.25 América Brasil 208.67 219.31 229.95 238.27 246.6 254.15 261.71
Chile 18.74 19.29 19.84 20.66 21.48 22.08 22.67
Venezuela 32.29 34.31 36.32 38.5 40.68 42.35 44.02
Cuba 11.744 11.765 11.791 11.791 11.587 11.258 10.929
Argentina 45.15 47.105 49.06 50.91 52.761 52.94 53.12
Perú 35.27 38 40.73 43.78 46.84 50.16 53.484
385
China 1450 1475 1500 1510 1490 1478 1465
Japón 127 124.5 122 118.5 115 112 109
Federación Rusa 129.24 125.12 121 116.88 112.76 108.38 104 Ásia Arabia Saudita 33.27 38.04 42.82 47.47 52.13 54.25 56.35
Filipinas 103.48 109.27 113.75 118.24 122.72 127.26 131.69 Pakistán 224.83 246.89 265.13 284 305 321.54 338.08 Vietnám 106.2 111.16 117.05 122.5 126.75 130.8 134.5
Tahilandia 76.81 79.13 80.55 82 83.4 84.82 86.24
Indonesia 258.27 271.13 283.93 296.78 304.58 308.04 311.5
Irán 93.82 97.84 101.86 107.21 112.56 117.49 122.41
India 1267 1333.5 1399.9 1463.8 1527.7 1581.2 1634.7
Turquía 84.34 87.48 90.63 96.85 103.03 104.37 105.7
Egipto 86.81 91.91 97.02 102.11 107.2 110.84 114.48
Angola 22.94 26.51 30.09 34.77 39.46 47.5 52.27
Marruecos 38.75 40.99 43.23 45.45 47.68 49.73 51.79 África Nigeria 191.78 219.38 245 265 280 295 309.12
Argelia 40.52 42.945 45.37 47.783 50.196 52.43 54.66
Rep. Dem. del Congo 93.07 107.22 123.47 142.15 163.58 188.2 203.53
Etiopía 94.72 105.25 115.77 128.44 141.11 154.92 168.72
Kenia 43.5 46.14 48.74 51.33 53.8 56.38 58.93
Sudáfrica 44.165 43.71 44.35 45 45.65 46.48 47.301 Oceanía Australia 22.716 23.7 24.685 25.66 26.636 27.417 28.198
Tabla IV.3.- Población mundial 2020-2050.
386
Consumo Energético (x 10 18 J)
Regiones y Países 19501950 19551955 19601960 19651965 19701970 19751975 19801980
Total - Mundial 150.57 171.6 192.64 215.54 238.54 269.24 300
Alemania 12.6 13.25 13.75 14.15 14.5 14.84 15.19
Austria 0.799 0.827 0.855 0.886 0.916 0.95 0.985
Bélgica 1.32 1.38 1.45 1.52 1.59 1.66 1.76
Dinamarca 0.489 0.51 0.53 0.55 0.581 0.638 0.695
España 1.319 1.531 1.743 1.985 2.23 2.51 2.81
Finlandia 0.546 0.618 0.69 0.762 0.834 0.902 0.97
Francia 4.71 5.29 5.87 6.48 7.08 7.72 8.35
Grecia 0.24 0.255 0.27 0.345 0.42 0.516 0.612
Holanda 1.82 1.96 2.09 2.22 2.356 2.5 2.64 Europa Irlanda 0.165 0.184 0.204 0.218 0.233 0.273 0.313
Italia 3.669 4 4.33 4.67 5.017 5.36 5.71
Luxemburgo 0.132 0.1324 0.133 0.134 0.135 0.1355 0.136
Portugal 0.25 0.27 0.29 0.31 0.33 0.407 0.484
Reino Unido 6.11 6.47 6.83 7.21 7.59 8 8.41
Suecia 1.16 1.265 1.37 1.48 1.58 1.69 1.8
Polonia 2.7 3.1 3.5 3.95 4.4 4.5 4.42
Rumania 1 1.22 1.43 1.65 1.86 2.08 2.3
Estonia 0.05 0.0795 0.109 0.216 0.298 0.348 0.406
Ucrania 4 6 8 9.5 11 12 13
EE.UU. 54 56.42 58.85 61.22 63.6 69.37 75.14
Canadá 4.282 4.864 5.447 6.057 6.668 7.349 8.03
México 1.326 1.498 1.67 1.885 2.1 2.355 2.611 América Brasil 1.828 2.118 2.409 2.793 3.177 3.705 4.232
Chile 0.0955 0.122 0.149 0.159 0.17 0.271 0.373
Venezuela 0.275 0.292 0.31 0.335 0.425 0.53 0.557
Cuba 0.663 0.75 0.837 0.945 1.053 1.194 1.33
Argentina 0.8 0.887 0.973 1.078 1.183 1.338 1.493
Perú 0.267 0.292 0.317 0.344 0.371 0.409 0.446
387
China 6.626 8.203 9.78 11.559 13.338 17.78 22.24
Japón 7.766 8.769 9.773 10.9 12.046 13.34 14.64
Federación Rusa 11 16.5 22 28 34 38 45 Ásia Arabia Saudita 0.252 0.353 0.454 0.492 0.529 0.906 1.284 Filipinas 0.189 0.224 0.259 0.307 0.356 0.448 0.54 Pakistán 0.49 0.517 0.55 0.59 0.67 0.8 1.053 Vietnám 0.1 0.11 0.12 0.134 0.149 0.17 0.192 Tahilandia 0.135 0.1725 0.225 0.2875 0.35 0.395 0.53
Indonesia 0.708 0.884 1.06 1.327 1.594 1.99 2.39
Irán 0.171 0.257 0.343 0.511 0.68 1.025 1.37
India 2.429 3.27 4.12 5.15 6.18 7.5 8.82
Turquía 0.437 0.539 0.642 0.728 0.814 1.03 1.259
Egipto 0.25 0.275 0.3 0.365 0.43 0.594 0.758
Angola 0.059 0.0717 0.0845 0.1 0.117 0.134 0.152
Marruecos 0.061 0.0743 0.0877 0.106 0.126 0.154 0.183 África Nigeria 1.209 1.372 1.536 1.7265 1.917 2.141 2.365
Argelia 0.12 0.135 0.15 0.1895 0.229 0.328 0.427
Rep. Dem. del Congo 0.04 0.063 0.086 0.115 0.144 0.184 0.225
Etiopía 0.4 0.456 0.512 0.583 0.654 0.745 0.837
Kenia 0.067 0.072 0.078 0.084 0.09 0.097 0.105
Sudáfrica 0.252 0.353 0.455 0.492 0.529 0.878 1.226 Oceanía Australia 1.16 1.45 1.74 2.06 2.38 2.73 3.08
Tabla IV.4.- Consumo energético mundial 1950-1980.
388
Consumo Energético (x 10 18 J)
Regiones y Países 19851985 19901990 19951995 20002000 20052005 20102010 20152015
Total - Mundial 327.15 355.11 375.51 419.19 466.85 516.19 569.64
Alemania 15.195 15.192 14.3 14.57 15.51 15.82 16.07
Austria 1.01 1.03 1.08 1.127 1.166 1.205 1.25
Bélgica 1.79 1.83 1.95 2.07 2.145 2.22 2.29
Dinamarca 0.696 0.698 0.778 0.858 0.926 0.995 1.09
España 3.27 3.73 4.26 4.79 5.29 5.31 5.53
Finlandia 1.05 1.14 1.2 1.26 1.33 1.39 1.46
Francia 8.96 9.58 10.39 11.2 12 12.71 13.37
Grecia 0.725 0.839 0.936 1.033 1.15 1.274 1.38
Holanda 2.73 2.824 3 3.19 3.33 3.47 3.6 Europa Irlanda 0.348 0.385 0.443 0.502 0.55 0.607 0.659
Italia 6.03 6.34 6.77 7.21 7.59 7.97 8.32
Luxemburgo 0.139 0.142 0.14 0.137 0.14 0.143 0.144
Portugal 0.564 0.644 0.78 0.923 1.04 1.152 1.27
Reino Unido 8.8 9.19 9.66 10.14 10.62 11.09 11.58
Suecia 1.91 2.01 2.13 2.24 2.34 2.43 2.45
Polonia 3.96 3.5 3.75 4 4.14 4.28 4.42
Rumania 2.45 2.343 1.685 1.7 1.76 1.82 1.88
Estonia 0.225 0.189 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19
Ucrania 13.5 11.99 6.9 6 6.2 6.4 6.6
EE.UU. 80.15 87.861 99.226 112.31 117 122.5 128
Canadá 8.546 9.062 9.911 10.76 11.598 12.437 13.148
México 2.981 3.35 3.751 4.153 4.678 5.203 5.857 América Brasil 4.793 5.354 6.369 7.385 8.615 9.844 11.433
Chile 0.449 0.525 0.691 0.856 1.039 1.222 1.475
Venezuela 0.55 0.522 0.441 0.416 0.4 0.4 0.415
Cuba 1.488 1.642 1.871 2.1 2.37 2.64 2.978
Argentina 1.535 1.576 1.85 2.125 2.35 2.585 2.86
Perú 0.468 0.49 0.523 0.557 0.594 0.631 0.671
389
China 26.34 30.44 37.81 45.18 52.3 59.43 66.98
Japón 15.96 17.28 19.21 21.15 23.16 25.185 27.63
Federación Rusa 48.5 49.29 33.01 30 31.25 32.5 34.25 Ásia Arabia Saudita 1.854 2.424 3.13 3.84 4.149 4.455 4.99 Filipinas 0.676 0.826 1.11 1.403 1.637 1.872 2.264 Pakistán 1.298 1.454 1.712 1.975 2.267 2.56 2.847 Vietnám 0.241 0.29 0.522 0.7 0.901 1.12 1.338 Tahilandia 0.8 1.28 2.274 2.666 2.95 3.1 3.285
Indonesia 2.99 3.592 4.45 5.308 5.921 6.534 7.45
Irán 2.055 2.74 3.43 4.12 4.8 5.49 6.18
India 10.43 12.04 14.48 16.93 20.19 23.45 27.79
Turquía 1.638 2.017 2.548 3.079 3.72 4.366 4.89
Egipto 0.995 1.233 1.396 1.56 1.757 1.95 2.14
Angola 0.17 0.189 0.209 0.23 0.252 0.275 0.3
Marruecos 0.219 0.255 0.315 0.375 0.458 0.541 0.66 África Nigeria 2.639 2.913 3.244 3.575 3.988 4.401 4.921
Argelia 0.562 0.696 0.781 0.867 0.972 1.077 1.181
Rep. Dem. del Congo 0.275 0.32 0.424 0.548 0.66 0.735 0.78
Etiopía 0.952 1.067 1.215 1.362 1.549 1.737 1.975
Kenia 0.112 0.124 0.129 0.142 0.16 0.18 0.208
Sudáfrica 1.721 2.216 2.92 3.632 4.043 4.455 4.995 Oceanía Australia 3.43 3.79 4.28 4.76 5.28 5.8 6.36
Tabla IV.5.- Consumo energético mundial 1985-2015.
390
Consumo Energético (x 10 18 J)
Regiones y Países 20202020 20252025 20302030 20352035 20402040 20452045 20502050
Total - Mundial 622.57 677.91 731.62 796.72 861.37 939.66 1019.5
Alemania 16.36 16.45 16.53 16.62 16.7 16.93 17.17
Austria 1.295 1.342 1.388 1.44 1.49 1.54 1.6
Bélgica 2.36 2.46 2.55 2.65 2.74 2.84 2.94
Dinamarca 1.18 1.18 1.18 1.18 1.18 1.18 1.18
España 5.75 6.12 6.49 7.07 7.64 8.33 9.01
Finlandia 1.53 1.6 1.68 1.75 1.82 1.88 1.96
Francia 14.02 15.07 16.11 17.1 18.08 19.16 20.24
Grecia 1.493 1.63 1.768 1.91 2.06 2.22 2.38
Holanda 3.73 3.88 4.04 4.18 4.34 4.49 4.64 Europa Irlanda 0.711 0.787 0.863 0.945 1.026 1.12 1.22
Italia 8.667 9.12 9.57 10 10.44 10.91 11.38
Luxemburgo 0.145 0.146 0.147 0.1485 0.15 0.152 0.154
Portugal 1.388 1.49 1.61 1.73 1.845 1.96 2.07
Reino Unido 12.07 12.59 13.12 13.69 14.26 14.87 15.47
Suecia 2.47 2.46 2.44 2.46 2.49 2.45 2.4
Polonia 4.56 4.7 4.84 4.98 5.12 5.26 5.4
Rumania 1.94 2 2.06 2.12 2.18 2.24 2.3
Estonia 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19 0.19
Ucrania 6.8 7 7.2 7.4 7.6 7.8 8
EE.UU. 133 139 144 148 152 157.59 164.76
Canadá 13.859 14.814 15.77 16.74 17.713 18.77 19.828
México 6.512 7.327 8.143 9.158 10.17 11.434 12.698 América Brasil 13.021 15.262 17.503 20.463 23.424 27.416 31.408
Chile 1.727 2.087 2.45 2.978 3.506 4.3 5.09
Venezuela 0.431 0.447 0.462 0.478 0.494 0.509 0.525
Cuba 3.316 3.741 4.166 4.698 5.23 5.897 6.564
Argentina 3.14 3.48 3.825 4.239 4.65 5.15 5.655
Perú 0.711 0.756 0.801 0.85 0.899 0.954 1.009
391
China 74.54 82.09 89.64 97.2 104.75 112.31 119.86
Japón 30.08 33.08 36.08 39.62 43.17 47.45 51.75
Federación Rusa 36 38 40 42.5 45 47.5 50 Ásia Arabia Saudita 5.537 6.07 6.615 7.156 7.697 8.236 8.775 Filipinas 2.657 3 3.346 3.848 4.351 4.996 5.642 Pakistán 3.135 3.417 3.7 3.985 4.27 4.55 4.83 Vietnám 1.555 1.773 1.989 2.205 2.421 2.636 2.85 Tahilandia 3.6 3.97 4.4 4.91 5.28 6.08 6.8
Indonesia 8.37 9.49 10.6 11.99 13.37 15.14 16.91
Irán 6.87 7.55 8.24 8.933 9.62 10.31 10.99
India 32.13 38.78 45.43 54.74 64.05 77.54 91.02
Turquía 5.422 6.18 6.94 7.927 8.91 10.26 11.6
Egipto 2.34 2.534 2.727 2.919 3.111 3.3 3.49
Angola 0.325 0.353 0.38 0.411 0.44 0.461 0.511
Marruecos 0.78 0.951 1.123 1.371 1.619 1.977 2.335 África Nigeria 5.442 6.1 6.758 7.605 8.453 9.54 10.628
Argelia 1.286 1.39 1.495 1.599 1.703 1.804 1.905
Rep. Dem. del Congo 0.825 0.862 0.9 0.93 0.96 0.99 1.02
Etiopía 2.214 2.517 2.82 3.2 3.588 4.076 4.565
Kenia 0.232 0.264 0.296 0.325 0.36 0.4 0.442
Sudáfrica 5.536 6.07 6.617 7.157 7.697 8.23 8.777 Oceanía Australia 6.93 7.65 8.38 9.2 10.2 11 11.98
Tabla IV.6.- Consumo energético mundial 2020-2050.
392
METATESIS El título de este trabajo: Modelo de planificación energética orientado al desarrollo
sostenible, entraña y encubre una gran variedad de temas que no pueden ser
tratados a fondo si la tesis se circunscribe a la disciplina de la ingeniería, pero
que deberán ser abordados en futuras investigaciones. Temas transdiciplinares
como lo es en sí el desarrollo sostenible y sus interrelaciones con la energía.
Pero también lo son los otros problemas a los que se enfrenta la humanidad. El
mundo se enfrenta a una gran crisis. Las causas y las evidencias de esto son
varias, pero las muestras más palpables hoy en día se presentan en los aspectos
social y ambiental, principalmente.
El primero presenta síntomas generalizados de inconformidad –en la
ausencia y en la abundancia– malestar, miedo, desesperación, desasosiego, e
incertidumbre, que se materializan en una estructura social injusta, desigual,
que pretende, en un simple y llano autoembaucamiento, no ver el sufrimiento
de la parte más necesitada de sí misma. Esta actitud, que conduce al suicidio, se
evidencia en la infinidad de conflictos violentos que colman la historia.
El segundo aspecto, el ambiental, da señales claras de reacción ante la
acción humana; transformaciones globales que, siguiendo la irrevocabilidad de
una ley física, repercuten más sobre a quien las provoca, y que, además parecen
dar poco tiempo de adaptación. Generalmente se considera al ambiente como
aquello externo a nuestra sociedad, a nuestro sistema, a nosotros mismos, y por
lo tanto ajeno. Sin embargo, esta idea prueba nuestro atraso mental, ya que la
realidad es justo lo opuesto. Nosotros, nuestro sistema social, nuestra sociedad
en su conjunto, es apenas una minúscula parte de un sistema mayor que
contacta y conecta con nosotros precisamente a través del ambiente. Realizar
cualquier acción en contra del ambiente, es irremediablemente ejercer una
acción contra nosotros.
393
Actualmente se escuchan voces de alarma, de atención. Mucho más
comunes y abundantes en la denuncia de nuestro abuso al ambiente que en el
abuso social. Esto seguramente se debe a que hoy por hoy es más evidente
nuestra pertenencia al ambiente y no lo es tanto el que seamos todos lo mismo,
que por otro lado, resulta impopular recordarlo. Esto es, se percibe que los
efectos nocivos al ambiente nos afectarán a todos por igual, y nos engañamos,
aún, pensando que los males sociales perjudican sólo a aquellos que no
queremos ver.
El crecimiento demográfico excesivo que experimenta nuestra especie
actualmente es contraproducente tanto al aspecto social, como al ambiental. Es
una cuestión numérica, y/o física simple, y que cada vez es más evidente: en un
espacio finito, es imposible satisfacer a un número infinito de individuos. Y la
añeja creencia que sobre valora al ambiente como un abastecedor y sumidero
infinito, se desmorona por sí sola. Por esto considero que cualquier trabajo que
plantee una acción concreta para la resolución de los problemas actuales, tiene
que contemplar el factor demográfico necesariamente. Y por si el factor
poblacional no fuese suficiente para complicar los problemas actuales, debemos
estar concientes que el aumento demográfico de nuestra sociedad se acompaña
de un crecimiento desmedido, y desigual, de las necesidades humanas y
sociales, del consumo de energía y por tanto, de los recursos energéticos del
planeta.
De lo anterior se deduce que, aún si nuestros medios y recursos fuesen
infinitos tendríamos serios problemas para soportar el ritmo actual de
crecimiento, pero si además, partimos del hecho que después de 10000 años la
Tierra ya presenta síntomas evidentes de estar maltratada por nuestra
presencia, el emprender una carrera sobreexplotadora, parece inmolación, y no
evolución.
En el año 2000 el planeta Tierra contaba con poco más de 6000 millones de
seres humanos, que consumimos 419 x 1018 J de energía primaria. Poniendo en
contexto esto, hace 10000 años la especie apenas rozaría los 2 millones de
394
individuos –3000 veces menos– y consumía, probablemente, 29.2 x 1015 J –esto
es 14000 veces menos–. Las previsiones auguran que la población aumentará en
las próximas cinco décadas hasta alcanzar más de 10 mil millones de individuos
y que consumirán hasta 1020 x 1018 J . En los próximos 50 años podemos
aumentar un 65% nuestra población y un 250% el consumo energético primario,
insensato.
Para agravar la situación actual, la desigualdad de la que es capaz nuestra
especie, condena al 86% de la población a vivir con menos del 50% del consumo
energético total. Si se analiza el IDH se advierte que este 86% de la población
vive con un nivel de desarrollo equivalente a 0.657, mientras que el 14%
restante alcanza un 0.926, un 40% más. Para empeorar la situación, si
analizamos los reportes económicos y de previsiones energéticas
internacionales no parece que tengamos intención de corregir esta evidente
injusticia.
La sociedad mundial debe cambiar mucho para afrontar los retos
venideros. Lo primero en el ámbito energético es hacer general la conciencia de
que nuestra sociedad requiere energía para satisfacer las necesidades de todos
sus integrantes, presentes y futuros. Esto no es baladí, ya que hay que asumir
que la sociedad consigue mejorar su situación gracias al uso de la energía, y
esto no puede olvidarse o despreciarse. Sí se le niega a parte de la sociedad,
presente o futura, el uso de recursos energéticos, se le niega la posibilidad de
desarrollo. La sociedad, como extensión del ser humano individual, presenta
una infinidad de necesidades que requieren satisfacción mediante el uso de
energéticos. Si se asume colectivamente que dichas necesidades tienen un
número limitado de satisfactores y de recursos energéticos para su satisfacción,
surge como condición la administración y la planificación de dichos recursos,
así como la gestión de las necesidades para que su satisfacción no conduzca a
un perjuicio mayor a la especie y del planeta.
El desarrollo de la humanidad está en juego. No sólo de unos cuantos,
sino de la humanidad como conjunto, como ente indivisible que es. Para
395
asegurar el desarrollo de toda la humanidad hay que adoptar un nuevo
paradigma, quizás éste sea el Desarrollo Sostenible, junto con otros modelos
sociales nuevos. Esto plantea ya no sólo un camino para la subsistencia, sino
una encrucijada para la evolución del ser humano.
El desarrollo sostenible pretende abordar el análisis del desarrollo
mediante el estudio de 5 factores de la realidad: el social, el ambiental, el
económico, el tecnológico y el filosófico. Esto es en sí mismo una innovación ya
que actualmente la mayoría de los análisis en este campo se realizan siguiendo
tan sólo el aspecto económico.
Para aplicar el desarrollo sostenible al campo energético se encuentra una
conexión conceptual que es el análisis de un sistema de las necesidades energéticas
del ser humano, que es lo que en definitiva determina la esencia el sistema
energético. Y que se puede aproximar, al principio, haciendo un análisis de tres
factores principalmente: el consumo energético per capita, la cesta y los sectores
de consumo.
Con estos elementos se deben crear perspectivas energéticas en base a
preceptos de crecimiento en el desarrollo humano y de la sociedad y no
inventarlos según convenga al desarrollo de los indicadores económicos.
Además, los casos de análisis se deben elaborar en su posibilidad positiva, esto
es pensando en que los grupos aumenten su IDH, esto es aumentando la
esperanza de vida, aumentando el alfabetismo y aumentando la renta per
cápita. Elaborar perspectivas en contra de esto, no sólo no es sostenible por
definición, sino que no es ético, y denota la injusticia intrínseca al sistema social
actual, que es asumida, y hasta cierto punto consentida por aquellos que
elaboran las perspectivas.
Asumiendo, además, que la dirección del camino futuro lo eligen aquellos
con las condiciones históricas, sociales y económicas adecuadas, y los demás
tratarán de emular el camino que siguieron aquellos que lograron aquello que
añoran. Este precepto marca en realidad el sentido del desarrollo, por lo que
sólo se tiene que afinar la dirección. Este planteamiento encaja con el método de
396
la proyección inversa que se utiliza poco en la disciplina de la proyección
energética.
Resumiendo, el planteamiento básico, se propone incorporar a la
planificación energética los siguientes factores: el desarrollo sostenible, el
desarrollo humano, el análisis de las necesidades energéticas del ser humano y
la proyección inversa.
El trabajo que se nos plantea ahora es el de concienciar a los estrategas y
analistas energéticos, junto con la sociedad en su conjunto, para determinar
objetivos solidarios y sostenibles en los pronósticos energéticos. Las líneas
básicas de estos objetivos son:
• Elevar el IDH de todos los seres humanos. • No limitar las posibilidades de generaciones futuras mediante el
esquilmamiento de los recursos naturales. • Minimizar el impacto ambiental. • Minimizar el costo económico.
Esto no es una utopía. En la práctica concreta real, todo esto sí puede
conseguirse si se disminuye el consumo energético excesivo, se elige el
energético según su uso, usuario y tecnología disponible y se evita el uso
excesivo de hidrocarburos. Pero requiere de una situación previa de consenso
internacional, voluntad política y social, y comenzar primero y antes que nada
con una educación respetuosa y tolerante de la diversidad cultural, respetuosa
del medio ambiente, y que busque un sistema de satisfacción de necesidades
que no este basado exclusivamente en satisfactores de consumo material. Desde
el punto de vista tecnológico, aunque no se exploró concretamente entre las
posibilidades en este trabajo, ya que escapa al marco temporal de 50 años, se
intuye que de desarrollarse nuevas tecnologías como la fusión, se conseguirían
los objetivos de satisfacción energética con mayor facilidad.
Es de vital importancia asumir que hoy nos planteamos, en varios ámbitos
y disciplinas de la sociedad, el camino que recorrerá la humanidad, y más aún,
que debemos ejercer la libertad de elegir qué futuro queremos y no permitir que
397
se pronostique el mantenimiento de un porvenir marcado por un modelo
energético nada favorable para el ambiente y nuestra especie.
Todo esto requiere un profundo y generalizado cambio social. Un
replanteamiento colectivo que comienza con la educación, la formación de
todos en la razón, la tolerancia, el respeto, la justicia, la libertad, la igualdad, y
el amor. Una modificación social que puede implementarse concretamente
además de en el ámbito educacional, estableciendo estos últimos principios en
los sistemas democráticos, en la estructura y planteamiento del concepto social
de trabajo, en el manejo de la economía en general, y sobre todo en el
funcionamiento de los organismos supranacionales.
El ser humano debe aspirar a ser mejor, eso nos define y nos motiva a
vivir, a subsistir a través de los siglos. Sólo hay que elegir qué es ser mejor,
queremos que sea, y elegir caminar esa ruta. Tenemos la oportunidad de elegir
el camino de nuestra evolución. Somos concientes de las implicaciones de una u
otra elección, por lo que no puede haber sorpresas o arrepentimientos, sólo hay
que elegir, y tener la esperanza en que el camino que elija la humanidad sea el
de evolucionar y no involucionar.
398
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Páginas consultadas en la red global:
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