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63 INTRODUCCIÓN En la cuenca de San Luis (Flores 1969), localizada en el borde sudoccidental de las Sierras Pampeanas, afloran una serie de sucesiones continentales del Mesozoico y del Cenozoico. Estas sedimentitas son los principales constituyentes del "cordón de serranías occidentales", que tiene 300 km de longitud por un ancho que no supera los 25 km, se ubica al oeste de la provincia de San Luis próximo al límite con Mendoza, y Revista de la Asociación Geológica Argentina 61 (1): 63 - 80 (2006) MODELO DE SEDIMENTACIÓN CONTINENTAL PARA EL RIFT CRETÁCICO DE LA ARGENTINA CENTRAL. EJEMPLO DE LA SIERRA DE LAS QUIJADAS, SAN LUIS David RIVAROLA 1 y Luis SPALLETTI 2 1 Facultad de Ciencias Físico, Matemáticas y Naturales, Universidad Nacional de San Luis. Chacabuco y Pedernera, 5700 San Luis. E-mail: [email protected] 2 Centro de Investigaciones Geológicas. Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata y CONICET. Calle 1 nro. 644, 1900 La Plata. E-mail: [email protected] RESUMEN En este trabajo se estudian las sedimentitas continentales cretácicas (Grupo del Gigante) en la sierra de las Quijadas, ubicada en el noroeste de la provincia de San Luis. La información se obtuvo mediante el relevamiento de 15 perfiles sedimentológicos de detalle que permitieron definir 21 facies sedimentarias y 12 asociaciones de facies. Las facies permitieron interpretar los principales procesos de acumulación sedimentaria, mientras que a partir de las asociacio- nes de facies se propusieron los modelos paleoambientales. Los depósitos cretácicos se han acumulado en sistemas de abanico aluvial, lóbulos fluviales efí- meros, planicies fangosas y barreales, dunas eólicas y ambientes lacustres hidrológicamente cerrados. El registro de la sierra de las Quijadas representa a los depósitos clásticos del margen activo de una cuenca extensional con geometría de hemigraben, desarrollada en un marco paleoclimático árido a semiárido. En él se reconocen dos secuencias deposicionales limitadas por sendas discordancias. Cada una de estas secuencias se compone de una fase de sinrift y otra de postrift. En las fases iniciales o de sinrift las asociaciones de facies reflejan pendientes fuertes, ascenso tectónico de las áreas de aporte ubicadas hacia el oeste (Alto del Desaguadero) y subsidencia mecánica en la cuenca. Las fases de postrift se caracterizan por depósitos efímeros de bajo gradiente y lacustres que responden a una alta tasa de acomodación y tendencia al ascenso del nivel de base geomorfológico que se vinculan con una etapa dominada por sub- sidencia termal generalizada. PALABRAS CLAVES: San Luis, Argentina, Cretácico, sistemas fluviales efímeros, rift. ABSTRACT: Model of continental sedimentation for the Cretaceous Central Argentinean rift: example from Las Quijadas hill, San Luis province. The Cretaceous continental deposits of the El Gigante Group in the northwest of San Luis Province (Sierra de las Quijadas), consist of proximal to distal alluvial fan - ephemeral fluvial, playa and lacustrine systems. The sedimentary record is composed of two sequences, each with different architecture and lithofacies compositions. The lower sequence is characterised by: (1) proximal and medial alluvial fan facies, constituted by clast-supported and matrix-sup- ported conglomerates and subordinate sandstone and mudstone; (2) ephemeral sandstone lobes formed mainly of low-angle and trough cross-stratified sandstones, plane-bedded and cross-laminated sandstones and subordinate heterolitic and mudstone levels; (3) distal playa deposits comprising sheet-like hete- rolitic intervals composed of massive mudstones alternating with ripple cross-laminated fine-grained sandstones and siltstones; and (4) aeolian deposits repre- sented by large-scale, cross stratified sandstones (dunes) associated with low-angle or horizontally laminated layers with dinosaur ichnites (dry interdunes or aeolian sand-sheet deposits). The facies associations of the upper sequence are: (1) terminal alluvial fan sheets characterized by pebbly sandstones and sands- tones with a hole range of sedimentary structures (plane-bedding, planar a trough cross-bedding, ripple cross-lamination and massive layers); (2) proximal alluvial debris flow deposits associated with imbricated and massive clast-supported stream- and sheet-flood conglomerates; (3) amalgamated large-scale and wedge shaped cross-bedded sandstone sets interpreted as barjanoid ridges; and (4) massive and laminated lacustrine mudstones showing intercalations of nodular gypsum, laminated anhydrite and fine-grained lake margin sandstones. Alluvial and fluvial systems flowed east from the Alto del Desaguadero Uplift. During lower sequence time the climate was arid to semiarid. During the upper sequence the climate though still semiarid was more humid. The sequence stratigraphy provides a framework in which to asses the evolution of depositional style. The two fining upward sequences of Sierra de las Quijadas represent the sedimentary infill of an active margin of a half graben basin. Both sequences are characterized by an initial synrift stage and a final postrift stage. The initial stage was governed by regional tectonic subsidence. The sedimentary record comprises proximal alluvial fan facies which passed downstream into ephe- meral fluvial facies and mudflat/lacustrine facies. A prominent change in depositional style from proximal to distal deposits occurred in the postrift stage. This suggests an increase in sediment accommodation and a general rise in base-level related to a change from mechanical to thermal basin subsidence. KEY WORDS: San Luis, Argentina, Cretaceous, ephemeral fluvial systems, rift.

MODELO DE SEDIMENTACIÓN CONTINENTAL PARA EL RIFT … · La información se obtuvo mediante el relevamiento de 15 perfiles sedimentológicos de detalle que permitieron definir 21

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INTRODUCCIÓN

En la cuenca de San Luis (Flores 1969),localizada en el borde sudoccidental de las

Sierras Pampeanas, afloran una serie desucesiones continentales del Mesozoico ydel Cenozoico. Estas sedimentitas son losprincipales constituyentes del "cordón de

serranías occidentales", que tiene 300 km delongitud por un ancho que no supera los 25km, se ubica al oeste de la provincia de SanLuis próximo al límite con Mendoza, y

Revista de la Asociación Geológica Argentina 61 (1): 63 - 80 (2006)

MODELO DE SEDIMENTACIÓN CONTINENTAL PARA EL RIFT CRETÁCICO DE LA ARGENTINA CENTRAL. EJEMPLO DE LA SIERRA DE LAS QUIJADAS, SAN LUISDavid RIVAROLA1 y Luis SPALLETTI2

1Facultad de Ciencias Físico, Matemáticas y Naturales, Universidad Nacional de San Luis. Chacabuco y Pedernera, 5700 San Luis.E-mail: [email protected] Centro de Investigaciones Geológicas. Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata y CONICET.Calle 1 nro. 644, 1900 La Plata. E-mail: [email protected]

RESUMENEn este trabajo se estudian las sedimentitas continentales cretácicas (Grupo del Gigante) en la sierra de las Quijadas, ubicada en el noroeste de la provinciade San Luis. La información se obtuvo mediante el relevamiento de 15 perfiles sedimentológicos de detalle que permitieron definir 21 facies sedimentariasy 12 asociaciones de facies. Las facies permitieron interpretar los principales procesos de acumulación sedimentaria, mientras que a partir de las asociacio-nes de facies se propusieron los modelos paleoambientales. Los depósitos cretácicos se han acumulado en sistemas de abanico aluvial, lóbulos fluviales efí-meros, planicies fangosas y barreales, dunas eólicas y ambientes lacustres hidrológicamente cerrados. El registro de la sierra de las Quijadas representa a losdepósitos clásticos del margen activo de una cuenca extensional con geometría de hemigraben, desarrollada en un marco paleoclimático árido a semiárido.En él se reconocen dos secuencias deposicionales limitadas por sendas discordancias. Cada una de estas secuencias se compone de una fase de sinrift y otrade postrift. En las fases iniciales o de sinrift las asociaciones de facies reflejan pendientes fuertes, ascenso tectónico de las áreas de aporte ubicadas hacia eloeste (Alto del Desaguadero) y subsidencia mecánica en la cuenca. Las fases de postrift se caracterizan por depósitos efímeros de bajo gradiente y lacustresque responden a una alta tasa de acomodación y tendencia al ascenso del nivel de base geomorfológico que se vinculan con una etapa dominada por sub-sidencia termal generalizada.

PALABRAS CLAVES: San Luis, Argentina, Cretácico, sistemas fluviales efímeros, rift.

ABSTRACT: Model of continental sedimentation for the Cretaceous Central Argentinean rift: example from Las Quijadas hill, San Luis province.

The Cretaceous continental deposits of the El Gigante Group in the northwest of San Luis Province (Sierra de las Quijadas), consist of proximal to distalalluvial fan - ephemeral fluvial, playa and lacustrine systems. The sedimentary record is composed of two sequences, each with different architecture andlithofacies compositions. The lower sequence is characterised by: (1) proximal and medial alluvial fan facies, constituted by clast-supported and matrix-sup-ported conglomerates and subordinate sandstone and mudstone; (2) ephemeral sandstone lobes formed mainly of low-angle and trough cross-stratifiedsandstones, plane-bedded and cross-laminated sandstones and subordinate heterolitic and mudstone levels; (3) distal playa deposits comprising sheet-like hete-rolitic intervals composed of massive mudstones alternating with ripple cross-laminated fine-grained sandstones and siltstones; and (4) aeolian deposits repre-sented by large-scale, cross stratified sandstones (dunes) associated with low-angle or horizontally laminated layers with dinosaur ichnites (dry interdunes oraeolian sand-sheet deposits). The facies associations of the upper sequence are: (1) terminal alluvial fan sheets characterized by pebbly sandstones and sands-tones with a hole range of sedimentary structures (plane-bedding, planar a trough cross-bedding, ripple cross-lamination and massive layers); (2) proximalalluvial debris flow deposits associated with imbricated and massive clast-supported stream- and sheet-flood conglomerates; (3) amalgamated large-scale andwedge shaped cross-bedded sandstone sets interpreted as barjanoid ridges; and (4) massive and laminated lacustrine mudstones showing intercalations ofnodular gypsum, laminated anhydrite and fine-grained lake margin sandstones. Alluvial and fluvial systems flowed east from the Alto del Desaguadero Uplift.During lower sequence time the climate was arid to semiarid. During the upper sequence the climate though still semiarid was more humid. The sequencestratigraphy provides a framework in which to asses the evolution of depositional style. The two fining upward sequences of Sierra de las Quijadas representthe sedimentary infill of an active margin of a half graben basin. Both sequences are characterized by an initial synrift stage and a final postrift stage. Theinitial stage was governed by regional tectonic subsidence. The sedimentary record comprises proximal alluvial fan facies which passed downstream into ephe-meral fluvial facies and mudflat/lacustrine facies. A prominent change in depositional style from proximal to distal deposits occurred in the postrift stage.This suggests an increase in sediment accommodation and a general rise in base-level related to a change from mechanical to thermal basin subsidence.

KEY WORDS: San Luis, Argentina, Cretaceous, ephemeral fluvial systems, rift.

hacia el norte penetra escasamente en laprovincia de San Juan (Fig. 1). De sur anorte, este cordón está compuesto por lassierras de Varela, Charlone, Las Barrancas,El Tala, Cerrillada de Las Cabras, delGigante, Las Quijadas, Cantantal yGuayaguas.Este trabajo abarca el estudio de los depó-sitos continentales cretácicos del parquenacional Sierra de las Quijadas, distante 116km al noroeste de la capital de la provinciade San Luis. La región se ubica entre los 32°20' y 32° 47' de latitud sur y los 67° 10' y 66°58' de longitud oeste (Fig. 1). Mediante elestudio de dos transectas y 15 perfiles sedi-mentológicos (Fig. 1) se describen las faciessedimentarias, las asociaciones y secuenciasde facies, y se interpretan los principales sis-temas de acumulación sedimentaria. Se pro-ponen modelos ambientales, climáticos,paleogeográficos y se presenta un esquematentativo de la evolución de la cuenca.También se analiza la cronología de loseventos que controlaron la sedimentaciónen función del contenido paleontológico delas unidades estudiadas y otros elementosde diagnosis.

CARACTERÍSTICAS GENE-RALES DE LOS DEPÓSITOSCRETÁCICOS

En distintos sectores de la cuenca de SanLuis, las sedimentitas cretácicas aparecen,tanto en su base como en el techo, en rela-ción discordante con unidades estratigráfi-cas de variada edad y origen. Suprayacen albasamento ígneo y metamórfico de lasSierras Pampeanas en las sierras de Varela,Charlone, Las Barrancas y al norte delGigante y Guayaguas. En Varela lo hacensobre rocas efusivas del Permo-Triásicoasignadas al Grupo Choiyoi, mientras que alnorte de Guayaguas se apoyan también endiscordancia sobre sedimentitas neotriásicas. Generalmente están cubiertas, discordanciamediante, por sedimentitas continentalesatribuidas al Terciario y conocidas comoFormación San Roque (Flores 1969), entanto que en otros sectores quedan sepulta-das por la cubierta de sedimentos loessoi-des cuaternarios (Fig. 1). En las sierras delas Quijadas, de Guayaguas y en laCerrillada de las Cabras, la sucesión cretáci-

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Figura 1.-Mapa de ubicación del Cordón de Serranías Occidentales de la provincia de San Luis ymapa geológico de la sierra de las Quijadas (Rivarola 1999). A: La Elda, B: Los Guanacos, C:Los Mogotes, D: La Aguada, E: Los Laberintos, F: Los Cimarrones, G: Los Troncos, H:Quebrada de la Cuesta, I: El Vallecito, J: Quebrada de Hualtarán, K: Casa de Piedra 1, L: Casade Piedra 2, M: Lomas Puesto Lezcano y N: Cerro San Ignacio.

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ca incluye intercalaciones de basaltos alcalinos.Los primeros estudios sistemáticos en lacuenca comenzaron con los trabajos pros-pectivos de Yacimientos PetrolíferosFiscales (Biondi 1937, Trumphy 1937,1942, Fossa Mancini 1937, 1939, Díaz1947). Con posterioridad se dieron a cono-cer muy diversos aportes de carácter estrati-gráfico y paleontológico (cf. Rivarola 1999).Entre ellos, merecen destacarse los deFlores (1969) quien al analizar la geologíaregional de San Luis establece la primeracolumna estratigráfica formal para las sedi-mentitas cretácicas, constituida por lasFormaciones Los Riscos El Jume, LaCantera, El Toscal y La Cruz, esta últimaasociada a efusiones basálticas. Por encima,y en relación de discordancia, se encuentrala Formación Lagarcito (Fig. 2). Flores yCriado (1972) realizaron una síntesis sobreel modelo sedimentario de la cuenca de SanLuis y agrupan a las unidades mesozoicaspreviamente estudiadas por Flores (1969)bajo la denominación de Grupo delGigante. Poco más tarde, y sobre la base dedatos paleontológicos y radimétricos,Yrigoyen (1975) reasignó el Grupo delGigante al Cretácico temprano y laFormación Lagarcito al Cretácico tardío, eincluye un esquema de correlación de lacuenca de San Luis con áreas circunvecinas.A partir del análisis de líneas sísmicas y dedatos de superficie, Yrigoyen et al. (1989),agruparon al conjunto cretácico en tressecuencias deposicionales (SD). La másantigua comprende a la sucesión concor-

dante de Formaciones Los Riscos, El Jumey La Cantera; la siguiente a las formacionesEl Toscal y La Cruz, y la última a laFormación Lagarcito. Por su parte, Rivarola(1994 y 1995a) reconoció en superficie a lasdiscontinuidades de mayor jerarquía a nivelde cuenca y divide al conjunto sedimentariocretácico en dos ciclos mayores, el primerocorrespondiente a la sucesión concordanteLos Riscos - El Jume y La Cantera, y elsegundo a las Formaciones El Toscal - LaCruz y Lagarcito (Fig. 2). Todas la unidades cretácicas están constitui-das principalmente por capas rojas silico-clásticas, algunas de ellas con estrechassimilitudes litológicas, como por ejemplolas Formaciones Los Riscos y La Cruz queson de carácter mayormente conglomerádi-co. La Formación El Toscal varía en sucomposición desde conglomerados a are-niscas según la localidad de afloramiento,mientras que las Formaciones El Jume, LaCantera y Lagarcito se componen esencial-mente de areniscas y pelitas, con intercala-ciones de bancos de yeso. Vale destacar quela diferenciación entre las Formaciones LosRiscos y El Jume ha sido efectuada en laSierra del Gigante. En cambio, en la zonade estudio resulta bastante dificultoso reali-zar dicha discriminación, razón por la quetanto en el mapa geológico como en losperfiles ambas unidades aparecen reunidas. Los espesores de la sucesión en su conjun-to han sido estimados en forma variable,aunque existe acuerdo en asignarle más de1.000 m de potencia, pudiendo llegar casi alos 2.000 m en el flanco occidental de lacuenca. Obviamente los espesores de lacolumna varían de acuerdo a la localidad y ala posición en el interior de la cuenca (cf.Lurgo 1967, Flores 1969, Flores y Criado1972, Yrigoyen 1975, Bossi 1977, entre otros).Al margen de las subdivisiones formales,debe destacarse que la sucesión cretácica dela sierra de las Quijadas muestra dos impor-tantes discontinuidades en el registro sedi-mentario. La primera aparece en la base dela sucesión, y marca la apertura de la cuen-ca durante la Distensión Araucana y el con-comitante ascenso del bloque deDesaguadero. La otra, ubicada en el límiteentre las Formaciones El Jume y El Toscal(cf. Fig. 2), fue definida por Fossa Mancini(1939) y posterioirmente inferida a partir de

datos de subsuelo por Manoni (1985). Estafuerte discontinuidad erosional interna enel registro cretácico permite definir dossecuencias deposicionales a las que infor-malmente denominamos inferior y supe-rior. El conjunto de las Formaciones LosRiscos - El Jume conforma a la secuenciainferior, mientras que la superior compren-de al resto de las unidades litoestratigráficasantes mencionadas (Fig. 2). En las unidades cretácicas de San Luis, conexcepción de la Formación Los Riscos, sehan identificado muy diversos restos fósiles,entre los que se encuentran peces, reptiles,icnitas de dinosaurios, insectos, restos vege-tales y una variada asociación de palinomor-fos Rivarola (1999) ha efectuado una com-pleta revisión del contenido paleontológico.No obstante, la edad de las formacionescontinentales cretácicas, en especial las másantiguas, no ha podido ser establecida conprecisión. Aquéllas de las que se poseeinformación paleontológica y geocronoló-gica se ubican en el Aptiano - Albiano(Chiappe et al. 1998, Rivarola 1999,Prámparo y Milana 1999).Los estudios referidos a la caracterizaciónsedimentológica y paleoambiental de lasucesión cretácica son bastante recientes y -en su mayoría- se trata de comunicacionessuscintas en reuniones científicas y de tra-bajos inéditos de licenciatura de laUniversidad Nacional de San Luis. Rivarolay Di Paola (1992a, 1992b) y Rivarola (1994)han realizado aportes de esta índole en lasierra de las Quijadas, Maggi (1994) hahecho lo propio en Cantantal y Guayaguas;Rivarola (1995b) ha elaborado un esquemade evolución tectosedimentaria para el con-junto de las unidades mesozoicas.Fontanilla (1997) caracterizó las sucesionescretácicas del extremo norte de sierra de lasQuijadas y una tarea similar fue hecha porAberastain (1998) en la sierra de lasBarrancas. Finalmente Pérez y Lucero(2004) y Pérez y Códega (2004) aportaronnuevos conocimientos para las zonas de surde sierra del Gigante y sierra de Varela, res-pectivamente.

MÉTODOS DE ESTUDIO

El presente trabajo fue desarrollado sobrela base del relevamiento de 15 perfiles sedi-

Modelo de sedimentación continental para el rift cretácico…

Figura 2: Estratigrafía de la sierra de lasQuijadas (basado en Flores 1969 y Rivarola1999).

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mentológicos a distintas escalas (1:500,1:200, 1:100 y 1:50), los que abarcan más de1600 metros de sedimentitas cretácicas.Estos perfiles se presentan en las figuras 3,4, 5, 6 y 7. Durante las tareas de campo sereconocieron las principales facies sedimen-tarias y se identificaron las superficies decontacto entre distintos litosomas.Posteriormente, las facies fueron agrupadasen asociaciones de facies. La interpretaciónpaleoambiental se efectuó mediante el des-arrollo de modelos conceptuales. Además,la repetitividad vertical de asociaciones defacies y de secuencias fue empleada paraestablecer la ciclicidad a distintas escalas(espesores) y proponer los factores de con-trol extrínsecos e intrínsecos sobre el regis-tro sedimentario. Estos estudios, a los quese sumaron los datos de paleocorrientes,permitieron proponer un modelo paleogeo-gráfico para el área de estudio.La determinación de facies está fundada enel criterio objetivo de Bosellini et al. (1989).Estos autores consideran que una facies esun cuerpo sedimentario de espesor métrico,constituido por uno o varios grupos deestratos y caracterizado por sus rasgos lito-lógicos (composición y textura) y estratigrá-ficos (espesor y geometría de estratos,estructuras sedimentarias y contenido pale-ontológico). Para la caracterización defacies se utiliza un código litofacial (Cuadro1) que ha sido adaptado de los que seemplean habitualmente en los trabajos deesta índole (Miall 1978, Spalletti 1997, 2001,Veiga 1997, entre otros).Por su parte, la asociación de facies consis-te en la distribución ordenada de variasfacies elementales que se encuentran gené-ticamente relacionadas (véase Torres 1994).En tal sentido, la asociación de facies debecumplir con dos requisitos básicos: 1) vin-culación espacial (vertical - lateral) sin quemedien discontinuidades mayores y 2) vin-culación genética. El concepto de asocia-ción de facies es esencial para la caracteriza-ción de los sistemas deposicionales.

FACIES Y ASOCIACIONESDE FACIES

Sobre la base de la metodología antes des-cripta, se han definido en este trabajo 21facies sedimentarias y 12 asociaciones de

facies. Las características de las facies se sin-tetizan en el cuadro 1. La asociación de facies 1 corresponde a lostérminos más bajos de la secuencia sedi-mentaria inferior (Formación Los Riscos) yestá constituida por las facies Gms. Se reco-nocen aquí cuerpos formados por aglome-rados rojizos, soportados por matriz guijo-sa hasta limosa, en estratos con geometríaen manto, masivos o con gradación normal,así como conglomerados rojizos, soporta -dos por matriz areno-limosa, mantiformesy masivos. El proceso sedimentario involu-crado en la formación de los cuerposcorresponde a movimientos de remociónen masa rápidos del tipo flujo de detritoshasta flujos hiperconcentrados (Spalletti1980, 1997, 2001, Nemec y Steel 1984,Colombo 1989). La potencia de las capassugiere la presencia de flujos de un espesorconsiderable, mayores que dos metros, dealta competencia y capacidad de transporteque se infiere a partir de la fábrica. El régi-men de flujo se interpreta como alto,mayormente del tipo masivo con una ciertacomponente turbulenta, inferida a partir delas marcas de impacto entre bloques y lapresencia de algunos fenoclastos partidos.Desde el punto de vista ambiental se losconsidera depósitos de lóbulos formadosen los sectores de cabecera hasta el cuerpointerno de abanicos aluviales (Nemec ySteel 1984, Colombo 1989, Blair yMcPherson 1994).La asociación 2, también se encuentra enlos niveles inferiores de la primera secuen-cia (Formación Los Riscos) y se caracterizapor las facies Gm. Consiste en conglomera-dos rojizos clasto a matriz soportados (are-nosa a guijosa fina), mantiformes y con gra-dación inversa y normal. Se la atribuye a flu-jos tractivos de competencia moderada amuy alta ya que presentan bloques de hasta70 cm de diámetro. El régimen de flujotuvo apreciable fluidez y componente tur-bulenta, reflejada por frecuentes marcas deimpacto entre los clastos, guijarros partidosy el propio esqueleto del depósito. Los ban-cos presentan gradación normal e inversa.La geometría de los cuerpos (escala verticaly desarrollo lateral) permiten vincular a losdepósitos de esta facies con crecidas lami-nares de importante desarrollo hasta creci-das levemente encauzadas más espasmódi-

cas, de menor energía y con pérdida progre-siva de competencia (Colombo 1989, Blair yMcPherson 1994).La asociación de facies 3 aparece algo másarriba en la secuencia inferior (FormacionesLos Riscos y El Jume). Se compone deciclos dominantemente arenosos granode-crecientes y dinámico menguantes con par-ticipación de las facies Ah, Al y At (arenis-cas finas, en partes guijosas, con variadasestructuras mecánicas de régimen variable ycon trazas de invertebrados), Ar (areniscasmuy finas, con óndulas) y heterolíticas (condelgadas láminas de fangolitas laminadas ycon estructuras de escape de agua). Se reco-nocen en ella distintos arreglos basados enla proporcionalidad entre las facies intervi-nientes; en algunas hay neto predominio defacies de mayor régimen de flujo (Ah a At)y en otras estos depósitos se asocian conabundantes areniscas ondulíticas. Tambiénhay casos donde la facies heterolítica puedeestar ausente por no depositación o ero-sión. En conjunto, conforman bancos cen-timétricos (hasta 1 m), con base erosionalpoco marcada, eventualmente con un nivelde guijas. Estos cuerpos se han acumuladopor una fase inicial tractiva de régimenintermedio a bajo, seguida por otra dedecantación suspensiva. La geometría man-tiforme de los cuerpos, con relaciónancho/profundidad de 100:1 hasta 10:1,permiten inferir repetidas crecidas lamina-res asociadas, en sectores, a canalizacionesmuy expandidas (Williams 1971, Steel 1974,Hubert y Hyde 1982). En esta asociación sereconocen elementos arquitecturales detipo LS (arenas laminadas), SB (barras are-nosas), OF (finos de decantación) y enmucha menor proporción CH (canales are-nosos) (Miall 1985) generados en ambientesvariables desde abanico aluvial árido distal alóbulos arenosos de un sistema de wadiintermedio a distal (Mc Kee et al. 1967,Tunbridge 1981, 1984, Hubert y Hyde1982, Olsen 1987, 1989, Spalletti yColombo 2005). También en la secuencia inferior se identifi-ca a la asociación de facies 4 (Formación ElJume), que tiene carácter monofacial (sedi-mentos finos, heterolíticos) y geometría demantos de gran extensión lateral, con rela -ción ancho/profundidad >100:1. Se reco-nocen conjuntos donde las proporciones de

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67Modelo de sedimentación continental para el rift cretácico…

Figura 3: Perfiles de Arroyo La Aguada (D,Formaciones Los Riscos, El Jume y LaCruz), Los Guanacos (B, Formación El Jume)

y La Elda (A, Formación El Jume).

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arenas y pelitas son semejantes, y otrosdonde es neto el predominio de pelitas.Algunos niveles están constituidos por are-niscas finas limolíticas con óndulas escalan-tes de forma exclusiva. Las láminas areno-sas intercaladas muestran óndulas variadasque gradan a laminación, con restos de

troncos y raíces fósiles. Esta asociación sedestaca por la abundancia de niveles deóxido-reducción verdosos. Los procesossedimentarios corresponden a tracción debajo régimen seguida de decantación, enflujos de muy escasa profundidad. La aso-ciación se interpreta como el depósito de

Figura 4: Perfiles de Quebrada de la Cuesta 2 (H, Formación La Cruz), Quebrada de la Cuesta1(H, Formación El Toscal) y Los Mogotes (C, Formación El Jume).

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lóbulos de derrame de un sistema fluvialefímero en su ingreso a cuerpos de aguassomeros y estancos, del tipo lagunas efíme-ras o barreales (Hubert y Hyde 1982,Tunbridge 1984, Spalletti y Colombo 2005).Los términos con mayor proporción dearena pueden atribuirse a las zonas másproximales de una planicie fangosa, mien-tras que las ricas en pelitas representan el

ámbito interno del barreal o la planicie fan-gosa media a distal. La última asociación (5) reconocida en lasecuencia inferior (Formación El Jume)muestra la participación de las facies Ahe yApe, atribuidas a procesos de sedimenta-ción eólica. Los sectores donde prevalece lafacies Ahe (areniscas finas a muy finas roji-zas, con geometría mantiforme de hasta un

metro, laminación o estratificación delgadahorizontal y lineación por partición, queportan icnitas de vertebrados) se interpre-tan como depósitos de mantos arena eólicahasta interdunas secas (parcialmente húme-das). Por su parte, los conjuntos caracteri-zados por la facies Ape, constituyen típicasacumulaciones de dunas eólicas. Son are-niscas finas a muy finas, rojizas, con geo-

Modelo de sedimentación continental para el rift cretácico…

Figura 5: Perfiles de Cerro San Ignacio (N, formaciones La Cruz y Lagarcito) y Lomas Puesto Lezcano (M, Formación Lagarcito).

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metrías acuñadas lateralmente, estratifica-ción cruzada planar en gran escala y de altoángulo, del tipo plano paralela y linguoide;portan también icnitas de vertebrados yalgunos niveles presentan laminación con-torsionada. Se presentan en estratos dehasta un metro de potencia, con superficiesbasales netas y amalgamación. Por las carac-terísticas de las capas internas se infierenprocesos de caída de granos y flujos de gra-nos (Clemmensen y Abrahamsen 1983,Kocureck y Nielson 1986, Ahlbrandt yFryberger 1988, Veiga et al. 2002). Los cuer-pos constituidos por la amalgamación decapas cruzadas se interpretan como crestasbarjanoides, en tanto que las capas cruzadassolitarias, intercaladas entre niveles de inter-dunas, corresponderían a barjanes (Mc Kee1979). En forma muy subordinada apare-cen bancos de areniscas muy finas lajosas,

lenticulares y de reducida extensión lateral,de marcada coloración violácea, general-mente con trazas de invertebrados, restosde raíces y grietas de desecación que soninterpretados como depósitos de interdu-nas húmedas (Langford 1989, Langford yChan 1989, Veiga et al. 2002). La asociación de facies 6 pertenece a lasecuencia superior (Formación El Toscal) yse compone de las facies de areniscas con-glomerádicas (AGh, AGp, AGt, AGi) y are-niscas (Ah, Ap, At, Ar, Am), todas ellas congeometrías mantiformes dominantes y conniveles canalizados subordinados. La mayo-ría de las areniscas poseen estructuras pla-nas de alto régimen y niveles entrecruzadosplanares. En las facies más gruesas se defi-nen algunas imbricaciones, mientras que enlas más finas aparecen óndulas de corrien-tes y gradaciones normales. Desde el punto

Figura 6: Perfiles de Los Troncos (G,Formación El Jume), Los Cimarrones (F,Formación El Jume) y Los Laberintos (E, for-maciones Los Riscos + El Jume).

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Figura 7: Perfiles de El Vallecito (I, formaciones El Toscal y La Cruz), Quebrada de Hualtarán(J, Formación Lagarcito), Casa de Piedra 1 (K, Formación Lagarcito) y Casa de Piedra 2 (L,Formación Lagarcito).

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de vista de los elementos arquitecturales, laasociación está caracterizada por litosomasde tipo SB (geoformas arenosas) (Miall1985). El sistema deposicional es fluvial decarga traccional y pobre grado de canaliza-ción, por lo que no se descarta que corres-ponda a una red entrelazada areno gravo-sa caracterizada por importantes cambiosen el estado de flujo, tanto en el tiempocomo en sentido regional (Miall 1985), quese habría desarrollado en ámbito de abani-co aluvial muy distal o en el área proximalcanalizada de un wadi (Mc Kee et al. 1967,Glennie 1970, Tunbridge 1981, Miall,1985).Con un carácter monofacial, en la secuen-cia superior (Formación El Toscal) seidentifica a la asociación de facies 7, cons-tituida por conglomerados rojizos conmatriz soporte areno-arcillosa, principal-mente en mantos y masivos de la faciesGms. Estos depósitos han sido formadospor movimientos de remoción en masarápidos de competencia moderada y altacapacidad de transporte (Colombo 1989,Spalletti 1997). La abundancia de matriz, elpobre grado de selección y la masividadreflejan mecanismos de transporte alta-mente viscosos, por lo que se los atribuyea flujos de barro (elemento arquitecturalSG de Miall 1985) que habrían alcanzadoel pie de sistemas de abanicos aluviales deregiones áridas. En estrecha vinculacióncon estos depósitos y en la misma unidadlioestratigráfica se encuentra la asociaciónde facies 8, compuesta por conglomeradosgrisáceos con bloques aislados de hasta 60cm de diámetro y con frecuentes fenoclas-tos impactados y partidos, clasto a matrizsoportados, en mantos y con estratifica-ción gruesa que forman conjuntos amal-gamados (facies Gm, Gi). Son el resultadode procesos altamente competentes, tur-bulentos y de moderada a baja viscosidad,que corresponden a crecidas laminares ycanalizadas que habrían actuado en elcuerpo de sistemas de abanicos aluviales(Nemec y Steel 1984, Colombo 1989, Blairy McPherson 1994).También se relacionan lateral y vertical-mente a las anteriores los depósitos de laasociación de facies 9 (Formación LaCruz), en la que participan en proporcio-nes variables las facies gravosas (Gm, Gi)

Caracteres Còdigo Tipo de depósito Ambiente UnidadDiagnósticosAglomerados Gms Flujo de detritos Abanico aluvial Fm. Los Riscos - conglomerados y flujos de barro a (Cabecera-cuerpo Fm. El Toscalcon matriz areno flujos hiperconcentrados interno - pie)-limosaConglomerados Gi Flujos encauzados Abanico aluvial Fm. La Cruz imbricados y no encauzados, (Cuerpo interno)

alto régimenConglomerados Gm Flujos no encauzados Abanico aluvial Fm. Los Riscoscon matriz guijosa (Cuerpo interno) Fm. La Cruz fina a arenosa Fm. LagarcitoConglomerados Gm Depósito próximo Playa gravosa de bolsón? Fm. Lagarcito

a un área volcánicaAreniscas AGi, Flujos encauzados y no Fluvial efímero trenzado Fm. El Toscal conglomerádicas, encauzados, alto régimen -abanico aluvial distalimbricaciónAreniscas AGt, Flujos encauzados y no abanico aluvial distal. Fm. El Toscalconglomerádicas, encauzados, migración de Fluvial efímero trenzado Fm. Lagarcitocapa plana barras transversales - wadi intermedioAreniscas AGt, Flujos encauzados y no Fluvial efímero trenzado Fm. Los Riscosconglomerádicas, encauzados, migración (Cuerpo interno) Fm. La Cruz estratificación en artesa de barras transversales Fm. LagarcitoAreniscas AGp Flujos encauzados y no Fluvial efímero trenzado Fm. El Toscalconglomerádicas, encauzados, alto régimen -abanico aluvial distalcruzada planar Areniscas, At Migración de dunas Abanico aluvial - Fm. El Jume estratificación subácueas planicie arenosa. Fm. El Toscalcruzada en artesa Wadi intermedioAreniscas con Ah Crecidas no encauzadas Abanico aluvial - Fm. El Jume capa plana distales planicie arenosa. Fm. El Toscal

Wadi intermedio Fm. La Cruz a bajo Fm. Lagarcito

Areniscas, Al Migración de dunas Abanico aluvial - Fm. El Jume estructura de subácueas planicie arenosa. Fm. Lagarcitobajo ángulo Wadi intermedio

a bajoAreniscas con Ar Lóbulos de Fluvial efímero Fm. El Jume óndulas desbordamiento (wadi distal) Fm. El Toscal

Fm. LagarcitoAreniscas, Ap barras bidimensionales Fluvial efímero Fm. El Toscalestratificación transversales trenzado. Wadi Fm. La Cruz cruzada planar intermedio Fm. LagarcitoAreniscas masivas Am Lóbulo arenoso Wadi intermedio Fm. El Toscal

a bajo Fm. LagarcitoAreniscas, Ahe Mantos de arena, e Eólico Fm. El Jumeestratificación interdunas secas y horizontal delgada húmedas Areniscas, Ape Barjanes y complejos Eólico Fm. El Jume estratificación de dunas barjanoides Fm. Lagarcitocruzada planarFinos heterolíticos Hm-r Planicie fangosa Barreal o lago Fm. El Jume

(proximal a distal) efímeroPelitas físiles Fl Decantación suspensiva Lacustre distal, Fm. Lagarcitoy laminadas perenneFangolitas Fm- Am Flujos friccionales Lacustre perenne Fm. Lagarcito-areniscas muy finas masivasPelitas masivas, Lm Decantación suspensiva Lacustre distal, Fm. Lagarcitopelitas castañas perenne o efímerocarbonosas y pelitas gris oscuroYeso Y Evaporita, costra salina Lacustre efímero Fm. Lagarcito

CUADRO 1: Facies sedimentarias de la sucesión cretácica en la sierra de las Quijadas

73

y arenosas (Ah, Ap). En este caso, los depó-sitos de la facies psefíticas son más finosque los de la asociación anterior, mientrasque los de la facies psamíticas son areniscasguijosas rojizas, mantiformes (con relaciónancho/profundidad 10:1), y con estratifica-ción plana y cruzada planar muy subordina-da. Esta asociación es el resultado de flujosde competencia elevada a moderada, y altorégimen, que corresponden a crecidas lami-nares y encauzadas del cuerpo de abanicosaluviales (Steel 1974, Rust 1979, Nemec ySteel 1984, Blair y McPherson 1994). Adiferencia de la asociación anterior, en éstase tiene el registro de la merma en la com-petencia de la corriente, por lo que se des-arrollan secuencias granodecrecientes cons-tituidas por pasajes desde las facies gravosasa las arenosas. Las últimas tres asociaciones de facies seencuentran en la parte más alta de lasecuencia superior, en depósitos referidosclásicamente a la Formación Lagarcito. Laasociación 10 tiene carácter monofacial y setrata de un único banco de conglomeradoscon soporte de matriz arenosa fina a media-na, con incipiente gradación inversa, fábricadesorganizada y geometría en aparienciamantiforme (Gm). Corresponde a un depó-sito de procedencia local por acción de flu-jos fluidales concentrados. La madurez tex-tural es pobre y la mineralógica muy baja. Seinfiere un depósito próximo a un área fuen-te de origen volcánico (basaltos deHualtarán), que incorporó en la matriz unsedimento eólico o de playa de bolsón (?)por infiltración, ya que los granos de arenaintersticial presentan madurez textural ymineralógica buena.Por su parte, la asociación de facies 11 secaracteriza por areniscas gravosas y arenis-cas con variadas estructuras primarias.Participan areniscas medianas guijosas, enmantos con estratificación horizontal dealto régimen, en partes con gradación nor-mal (AGh), areniscas finas con estratifica-ción delgada difusa a masivas y abundantesbioturbaciones (Am) y areniscas muy finas amedianas, en mantos, con estratificaciónplana, cruzada planar y ondulítica (Ah, Al,Ap, Ar). El conjunto responde a agentestraccionales y turbulentos de régimen varia-ble. Se considera que la facies AGh corres-pondería a una zona de wadi medio sin

canalizaciones, pero de energía apreciableen las crecidas (Tunbridge 1984, Olsen1987, 1989, Spalletti y Colombo 2005),mientras que las restantes conformaríanlóbulos arenosos generados por crecidaslaminares distales de un wadi intermedio abajo (Tunbridge 1984, Spalletti y Colombo2005). En esta asociación también se iden-tifica la facies Ape de areniscas con típicosestratos acuñados con internas cruzadasplanares de gran escala y alto ángulo, porsectores con óndulas y rosetas de yeso, pro-ducidas por procesos de flujo y caída degranos en medio eólico, y que se atribuyepor tanto a barjanes o crestas barjanoides(Mc Kee 1979). Finalmente la asociación de facies 12 estáconformada por depósitos pelíticos (Fl,Fm) y evaporíticos de yeso blanquecino enmantos delgados, laminados y arriñonados(Y), así como intercalaciones de sedimenti-tas psamíticas (Ah, Al, Ap, Ar). La asocia-ción en su conjunto se habría formado enlos ambientes más distales de un sistemarestringido a hidrológicamente cerrado encondiciones de apreciable desecación. Sereconocen sedimentos finos, castaños, car-bonosos y masivos, con restos de vertebra-dos, plantas y trazas fósiles, asignados a unambiente de planicie fangosa distal o barre-al. Entre ellos, interestratifican las facies deareniscas que representan los rellenos decauces de alta sinuosidad y pobre expresiónque habrían atravesado la planicie fangosa. Los depósitos más conspicuos y abundan-tes de esta asociación corresponden aambientes lacustres de características hidro-lógicas variables, representados por eldominio de lutitas y fangolitas laminadas,debidas a decantación suspensiva enambientes depocentrales lacustres, tantobajo condiciones óxicas como anóxicas (cf.Allen y Collinson 1986, Talbot y Allen1996, Spalletti 1997, 2001). Los sistemaslacustres más efímeros muestran interestra-tificaciones de lutitas y fangolitas laminadascon niveles de yeso nodular y láminas deanhidrita (facies Y) que evidencian períodosde generación de salmueras por evapora-ción hasta eventual desecación (Gore 1988,Anadón 1989). Los sistemas lacustres máspermanentes se caracterizan por el netodominio de lutitas y fangolitas laminadasentre las que aparecen intercalaciones de

limolitas a areniscas muy finas (Fm-Am)con geometrías lenticulares amplias, desdemasivas a laminación irregular difusa, conestructuras del tipo de deformación sinsedi-mentaria, atribuidas a flujos friccionales.Por su parte, las zonas marginales lacustresestán representadas por cuerpos mantifor-mes de limolitas arenosas amarillentas y masi-vas con abundantes marcas de óxido-reduc-ción asociadas a bioturbaciones vegetales.

CONSIDERACIONESPALEOGEOGRÁFICASREGIONALES

A partir de los datos de paleocorrientesobtenidos principalmente por valores deimbricación en guijas y de la variación detamaños máximos de clastos en facies con-glomerádicas (véanse Figs. 3 a 7), se defineuna marcada direccionalidad hacia el este delos sistemas deposicionales aluviales y flu-viales. En algunos sectores existen variacio-nes locales en el patrón de paleocorrientesdebido a la presencia de bloques de basa-mento en superficie. Por ejemplo ello ocu-rre en la Sierra del Gigante en donde paralo que en este trabajo se denomina sistemade abanico aluvial gravoso de la FormaciónLa Cruz, Schmidt et al. (1995) y Gardini etal. (1996) documentaron direcciones depaleocorrientes hacia el norte y sur. Datosde paleocorrientes sobre los afloramientosde las Formaciones La Cruz y Lagarcito enla zona de Las Barrancas en el extremo aus-tral de la sierra de San Luis, también indicanaportes occidentales. Respecto de las áreas de procedencia, variosautores (Rivarola 1994 y 1995a, Maggi1994, Schmidt et al. 1995, Gardini et al.1996) han postulado sobre la presencia deun elemento positivo al oeste del actual cor-dón de serranías occidentales, de direcciónaproximadamente meridianal y coincidien-do con el actual trazo del río Desaguadero.Yrigoyen et al. (1989) lo han denominadoAlto del Desaguadero o del Desaguadero -Tunuyán y lo caracterizan como un bloquebasamental de forma paralelepípeda, cons-tituido por rocas precámbricas y enterradoen la actualidad a no más de 1.000 m deprofundidad. Parte del mismo se expone ensuperficie conformando los bloques debasamento de las sierras de Varela, El

Modelo de sedimentación continental para el rift cretácico…

74 D. RIVAROLA Y L. SPALLETTI

Gigante, Guayaguas y Pie de Palo. Si biendicho elemento estuvo conformado princi-palmente por rocas de igual composición alas que actualmente presentan los bloquesque componen las Sierras Pampeanas, tam-bién contenía alguna unidad de origen sedi-mentario, ya que como se destacara previa-mente en la matriz del conglomerado de laFormación Los Riscos de sierra de lasQuijadas se han encontrado clastos de are-niscas de grano fino. Por otra parte, las sucesiones cretácicas enel subsuelo de la depresión longitudinalcentral parecen acuñarse hacia el este, con-tra el bloque de basamento de la sierra deSan Luis y sus prolongaciones más australes(Cerro El Lince, El Tala, Las Barrancas yCharlone; Fig. 1). Por tal motivo es posibleque este elemento basamental haya consti-tuido también un área positiva durante elCretácico. Altos menores de basamento han produci-do la delimitación de subcuencas cretácicasen la región. Ello ocurre con la dorsal deSan Pedro que separaba las áreas de acumu-lación cretácica de las sierras de las Quijadasy del Gigante (Yrigoyen et al. 1989).

EVOLUCIÓN DEL RELLE-NO SEDIMENTARIO

A partir de la vinculación espacial entre lasasociaciones de facies y de su desarrolloregional se han definido siete etapas evolu-tivas, las tres primeras corresponden a lasecuencia inferior y las restantes a la supe-rior (Fig. 8).Etapa 1: estuvo caracterizada por la gene-ración de un abanico aluvial de baja eficaciade transporte construido mayormente apartir de flujos masivos y no encauzados dela secuencia inferior en el área occidental dela cubeta, y sus depósitos se observan en losperfiles Arroyo La Aguada y Los Laberintos(Figs. 3 y 6). Las evidencias de campo per-miten postular la existencia de uno o másabanicos aluviales que hacia la zona depo-central de la cuenca evolucionaban hacia unsistema fluvial efímero. Durante esta etapa,y en las zonas más alejadas del área fuente,habría comenzado a desarrollarse la planiciefangosa o sistema de barreal, localmenteacompañada por niveles eólicos. El áreafuente de detritos se ubicaría al oeste de los

actuales afloramientos y su composición erade carácter mixto, por un lado rocas delbasamento cristalino como las que actual-mente se observan en los afloramientos deSierras Pampeanas, y también alguna uni-dad de origen sedimentario (triásica?), yaque los conglomerados presentan guijas deareniscas muy finas.Etapa 2: se inicia la retrogradación del sis-tema de abanico aluvial - fluvial efímero y lamigración del depocentro de la cuencahacia el oeste. La sedimentación en el áreapasa a quedar dominada por un mayor des-arrollo de la planicie fangosa del sistema debarreal que durante períodos de fuertessequías era cubierto por un sistema eólico. Talsituación queda evidenciada en los perfiles LaElda, Los Guanacos, Los Mogotes, LosTroncos y Los Cimarrones (cf. Figs. 3 y 6).Etapa 3: se caracterizó por la máximaretrogradación del sistema de abanico alu-vial - fluvial efímero de las formaciones,ligada a la pérdida de expresión topográficadel área fuente de detritos durante un esta -dio caracterizado por el ascenso relativo delnivel de base. El sistema de barreal experi-mentó su mayor expansión hacia la zona decabecera del abanico aluvial. Asimismo losdepósitos eólicos habrían perdido expre-sión o pasaron a ocupar sectores marginalesdel barreal. Los depósitos correspondientesaparecen en el tramo cuspidal de los perfi-les del flanco oriental del Potrero de laAguada (secciones A, B y C Fig. 1 y Figs. 3y 4), a partir del punto en donde las faciesque componen el sistema de barreal se tor-nan ampliamente predominantes.Etapa 4: se inicia el desarrollo de la secuen-cia superior con un nuevo sistema fluvialefímero de amplia expansión areal, peroescaso registro vertical, tal como se observaen el Perfil La Cuesta 1 (Fig. 4). Dicho sis-tema progradó sobre los barreales del topede la secuencia inferior posiblemente comoresultado de un evento tectónico que expu-so nuevas áreas del basamento cristalino yde sucesiones sedimentarias previamenteformadas. Posteriormente aparece el siste-ma de wadi proximal de la Formación ElToscal, que en el ámbito de la cuenca cubriócasi por completo al sistema fluvial efímeropreviamente formado e indica una tenden-cia progradante que se puede asociar con lacontinuidad de la actividad tectónica.

Etapa 5: representa al clímax del procesoprogradacional, ya que está caracterizadapor el amplio desarrollo de depósitos delsistema de abanico aluvial gravoso (Figs. 4,5 y 7), los cuales, y siguiendo la tendenciaevolutiva general, se habrían desarrolladocon dirección este y noreste. La composi-ción de las facies que lo integran hace supo-ner un mayor aporte de rocas de basamen-to cristalino por sobre cualquier otra litolo-gía. La notable monotonía facial y la granamplitud lateral de los afloramientos del sis-tema de abanico aluvial gravoso inducen apostular la existencia de una extensa bajadaaluvial, la cual es posible seguir en todo elámbito de la cuenca de San Luis. Los térmi-nos distales de este sistema deposicional seidentifican con claridad en el extremo surde sierra de las Quijadas (perfil PuestoLezcano, Fig. 5).Etapa 6: comienza la retrogradación delsistema de abanico aluvial gravoso acompa-ñada por la efusión de los basaltos alcalinosen el área, cuyos afloramientos se observanen Pozo de Piedra, Hualtarán y QuebradaLarga Puesto Agüero (Fig. 1). Estos cuer-pos basálticos habrían tenido influencia enla configuración paleogeográfica de estesector de la cubeta. En la zona de QuebradaLarga, en donde el volcanismo está escasa-mente representado, los basaltos se interca-lan entre los niveles fluviales del sistema deabanico aluvial gravoso. En cambio, entreHualtarán y Pozo de Piedra (Fig. 1) los efu-sivos alcanzaron su mayor desarrollo verti-cal (más de 10 m) conformando una barre-ra paleogeográfica local que produjo la des-viación de las corrientes del sistema aluvialy de los depósitos más distales de lóbulosarenosos fluviales efímeros contemporáne-os. Hacia la zonas más distales, el sistema delóbulos se relacionaba lateralmente conniveles lagunares en los que se concentróuna rica fauna de vertebrados, invertebra-dos y plantas. Etapa 7: en un marco de ascenso generali-zado de nivel de base y retracción de los sis-temas sedimentarios gravosos, sucedenvarios pulsos de expansión y retracción deun sistema lacustre (Fig. 7), bajo condicio-nes hidrológicas variables, desde episodiosde lago abierto con amplio desarrollo defauna y flora hasta aquéllos de lago cerradocon predominio de sedimentación química

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y formación de niveles eólicos. Cada pulsode expansión y retracción queda limitadopor la presencia de niveles de areniscas(lóbulos) de un sistema fluvial efímero. Elárea fuente de detritos habría ido perdiendoexpresión topográfica y la subsidenciahabría controlado la ubicación de los depo-centros lacustres. Sobre la base de los restosde peces, es posible inferir que durante losestadios de lago abierto la cuenca haya teni-do alguna conexión con el mar o bien conotra cuenca hidrológicamente conectada a él.

ARQUITECTURA SECUEN-CIAL Y CONTROLES SOBRELA SEDIMENTACIÓN

Durante el Aptiano-Albiano en la placasudamericana, y más específicamente en elcentro de la Argentina, se desarrollaroncuencas de rift con relleno netamente con-tinental y con marcada elongación en senti-do meridiano. El origen de estas cubetasestá vinculado a la extensión cortical rela-cionada al desmembramiento delGondwana (Uliana y Biddle 1988, Uliana etal. 1989, Urien et al. 1995, Ramos 1996,1999, Rossello y Mozetic 1999, Franzese etal. 2003). La geometría deposicional de lassecuencias estudiadas, su arreglo cicloestra-tigráfico y la presencia de cuerpos efusivosbasálticos de intraplaca revelan que laCuenca de San Luis era la manifestaciónoccidental de este sistema de rifts (Schmidtet al. 1995) y habría tenido la conformacióngeométrica de un hemigraben (cf. Costa etal. 1999). Las fallas extensionales activas se habríanlocalizado hacia el flanco occidental de lacuenca y se extendían en sentido meridiano.La asimetría del hemigraben ha tenido graninfluencia sobre los sistemas deposiciona-les, ya que en gran medida ha determinadola existencia de marcadas pendientes y untamaño relativamente discreto de las áreasde drenaje de las áreas positivas ubicadashacia el oeste, en el bloque yaciente (foot-wall) del sistema. Además, como en los máscaracterísticos rifts continentales, en lacuenca analizada se registran tasas de subsi-dencia elevadas y alta disponibilidad deespacio de acomodación hacia el flancoactivo, lo que se refleja en la singular asime-tría del registro sedimentario, espeso y de

textura muy gruesa en el sector occidental yque tiende a acuñarse hacia el bloque col-gante o flanco pasivo del hemigraben (han-ging-wall). En la sucesión cretácica de la sierra de lasQuijadas la secuencia inferior incluye a sis-temas de abanico aluvial-fluvial efímero,eólico y de barreal. Por su parte, la secuen-cia superior se caracteriza por sistemas flu-viales efímeros y de wadi proximal, de aba-nico aluvial gravoso, y por último fluvial efí-

mero, eólico y lacustre (Fig. 9). La disponi-bilidad de espacio de acomodación y losaportes de materiales clásticos han sido fac-tores determinantes en las característicasgenerales de estas secuencias. Las variacio-nes en el espacio de acomodación se rela-cionan con el movimiento de las fallas delhemigraben y con cambios periódicos en elritmo de subsidencia de la cuenca (cf. Crosset al. 1993), mientras que el tipo de materia-les clásticos aportados a la cuenca ha estado

Modelo de sedimentación continental para el rift cretácico…

Figura 8: Etapas evolutivas y modelos conceptuales de sedimentación de la sucesión cretácicaen la Sierra de las Quijadas.

76 D. RIVAROLA Y L. SPALLETTI

determinado por la naturaleza de las rocasmadres, las pendientes tectónicas y el clima. El desarrollo de las discontinuidades basa-les de las secuencias, y por ende el abruptotránsito desde los sistemas de barreales ylacustres distales de la primera secuencia alos aluviales de la siguiente (Fig. 9), se vin-cula con una importante variación haciapendientes regionales fuertes, ascenso delas áreas de aporte e incremento en la sub-sidencia mecánica de la cuenca. Por suparte, el diseño de superposición granode-creciente de estas secuencias es el resultadode la reducción en las pendientes del áreadeposicional o aplanamiento progresivo delperfil de equilibrio (Xue y Galloway 1993,Legarreta et al. 1993) y disponibilidad de unespacio de acomodación mucho más gene-ralizado en la cuenca. En este contexto, laretrogradación evidenciada por la regionali-zación de las facies distales de barreal y/olacustres, refleja el ascenso relativo en elnivel de base (Browne y Plint 1994, Plint yBrowne 1994). Los diseños de superposición granodecre-cientes como los encontrados en ambassecuencias del registro cretácico de LasQuijadas son característicos de los márge-nes activos de los rifts asimétricos o hemi-grábenes (Mather 1993, Melvin 1993,Fernández et al. 1993, Cole y Rigway 1993,Crews y Ethridge 1993). Asimismo, paracada una de las dos secuencias reconocidas,y sobre la base de los conceptos de Currie(1997), se pueden definir un tracto degrada-cional representado por las facies aluvialesque se encuentran sobre las discontinuida-des estratigráficas, un tracto transicionalcompuesto por los sistemas aluviales dista-les y lóbulos fluviales efímeros (wadi) y untracto agradacional que se caracteriza por eldominio de sistemas de barreal y lacustresgenerados en condiciones de elevada posi-ción relativa del nivel de base. En la evolución del relleno sedimentario delos sistemas de rift suelen reconocerse dosfases principales: sinrift (o simplemente rift)y postrift (cf. Ingersoll y Busby 1995,Leeder 1995). En la primera, la subsidenciaes mecánica y resulta mayor preferentemen-te a lo largo del margen activo donde segenera más espacio de acomodación. Losespesores sedimentarios son importantes yla textura de los sedimentos es gruesa, con

rápidas variaciones de facies tanto en senti-do transversal como paralelo al eje mayorde las depresiones. La fase de postrift estágobernada por subsidencia térmica o porcarga la que se distribuye mucho más uni-formemente (Leeder 1982, 1995, Leeder yGawthorpe 1987). Viene acompañada porel desarrollo de sistemas retrogradacionalescon dominio de los ambientes deposiciona-les de menor energía cinética. La geometríadeposicional tiene tendencias simétricas ylos ejes de los depocentros se ubican hacialos flancos pasivos de los hemigrábenes. Una de las características de la sedimenta -ción cretácica en Las Quijadas es que encada una de las dos secuencias definidas eneste trabajo se pueden identificar las fasesde sinrift y postrift, por lo que su desarrolloestaría esencialmente determinado por con-troles tectónicos. En la primera de lassecuencias la fase de sinrift abarca a losdepósitos que conforman los sistemas deabanicos aluviales con los equivalentes flu-viales efímeros distales, mientras que la depostrift coincide con la expansión de lossistemas lacustres efímeros y de barreales(Fig. 9). Por su parte, los sistemas deposi-cionales de carácter proximal que se esta -blecen con posterioridad pueden ser atri-buidos a una segunda fase de sinrift, entanto que el postrift subsiguiente comenza-ría con la expansión de los sistemas deposi-cionales mayormente lacustres que se atri-buyen a la Formación Lagarcito, por secto-res asociados a la efusión de volcanismoalcalino. Vale agregar que en la interpretación de losdepósitos cretácicos de San Luis no debedescartarse la influencia de las condicionesclimáticas. Los atributos sedimentológicos ypaleontológicos permiten inferir que duran-te la sedimentación de la secuencia inferiorhabrían prevalecido condiciones áridas asemiáridas templadas, lo que queda avaladopor el carácter fuertemente oxidante queexhiben las capas rojas que la constituyen,así como la presencia de cuerpos de abani-cos aluviales de baja eficacia de transporteasociados a redes fluviales efímeras interdi-gitadas con depósitos eólicos y extensosbarreales. Dicha condición parece habercambiado durante el desarrollo de lasecuencia superior, ya que en ésta los indi-cadores paleoclimáticos muestran mayores

variaciones, con evidencias de ciclos máshúmedos (abanicos aluviales de la secuenciasuperior, con elevada capacidad de trans-porte y menor grado de oxidación, en aso-ciación con cuerpos lacustres perennesricos en vertebrados, invertebrados y florafósil) y secos (sistemas fluviales efímeros,episodios de acumulación eólica y cuerposlagunares con sedimentación evaporítica).

CONCLUSIONES

En los depósitos cretácicos de la sierra delas Quijadas se definen dos secuenciasdeposicionales limitadas por sendas discor-dancias. La secuencia inferior comprende alas Formaciones Los Riscos y El Jume, y lasuperior a las Formaciones El Toscal, LaCruz y Lagarcito.En el conjunto se han definido 21 faciessedimentarias y 12 asociaciones de faciesque se asignan a sistemas de abanico alu-vial, lóbulos arenosos de sistemas fluvialesefímeros, planicies fangosas y barreales,dunas eólicas y ambientes lacustres, tantoperennes como efímeros. El patrón depaleocorrientes muestra persistente direc-cionalidad de los flujos hacia el este, por loque se infiere que las áreas de aporte seencontraban esencialmente en el Alto delDesaguadero.Sobre la base de la distribución de las aso-ciaciones de facies en las diversas seccionesrelevadas se han podido definir tres etapasevolutivas para el relleno sedimentario de lasecuencia inferior y cuatro para el de lasecuencia superior. Tanto el clima como latectónica han jugado un rol de importanciacomo controles en los procesos de sedi-mentación. La secuencia inferior se ha des-arrollado en un marco árido a semiárido, entanto que en la superior existen evidenciasde una mayor variabilidad en las condicio-nes climáticas. Por otra parte, la arquitectu-ra secuencial ha estado esencialmente con-trolada por la disponibilidad de espacio deacomodación y de los aportes de materialesclásticos. Ambas secuencias muestran dise-ños de superposición granodecrecientes enlos que se reconocen tractos degradaciona-les, transicionales y agradacionales que pue-den asociarse con las etapas de sinrift y depostrift de la cuenca. Las fases de sinriftreflejan la existencia de pendientes regiona-

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les fuertes, ascenso tectónico en las áreas deaporte y subsidencia mecánica en la cuenca,en tanto que las de postrift se caracterizaronpor el aplanamiento del perfil de equilibrioy el más amplio desarrollo regional de faciesde baja energía asociado con un proceso desubsidencia termal o por carga generalizada.

AGRADECIMIENTOS

Los autores desean expresar su agradeci-miento a la Dra. S. Barreda, a un revisoranónimo y a los editores de la Revista porlas importantes observaciones y sugerenciasefectuadas a la versión original de esta con-tribución. El trabajo fue financiado por laSecretaría de Ciencia y Técnica, Facultad deCiencias Físio-Matemáticas y Naturales,Universidad Nacional de San Luis y por elCONICET, Institución a la que los autoresdejan sentado su reconocimiento.

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Recibido: 20 de julio, 2005Aceptado: 30 de noviembre, 2005