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INSTITUTO COSTARRICENSE DEL DEPORTE Y LA RECREACIÓN
POR:
Roberto Roque Pujol
NÚMERO 1. SEPTIEMBRE A DICIEMBRE 2008CASA DEL LAGO. PARQUE METROPOLITANO LA SABANA
SAN JOSÉ, COSTA RICA
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 1
MODELO TEÓRICO DEL OCIOUna propuesta de interpretación conceptual
MODELO TEÓRICO DEL OCIO
Una propuesta de interpretación conceptual
Por: Roberto Roque Pujol
PHD, MSC, LIC.
INTRODUCCIÓN
Para poder diseñar y realizar una labor promocional en el campo de !a recreación y
en el contexto de las necesidades y problemas acumulados que enfrentan los países
en vías de desarrollo, particularmente los países latinoamericanos, se requiere claridad
y precisión en el universo teórico de referencia, de forma tal que se formulen
políticas nacionales e institucionales adecuadas no solamente a las condiciones
sociales, económicas e históricas del país, sino también -y quizás en primer lugar— a
las características específicas que tiene este campo de acción y al tipo de procesos
sociales e individuales que ocurren en esta esfera del ocio.
Por eso, se proponen a continuación un conjunto de interpretaciones y definiciones
sobre los conceptos centrales de la acción y la promoción recreativa, a saber, ocio,
tiempo libre, juego y recreación, enlazados lógicamente en un modelo teórico
explicativo que permita ofrecer una visión sintética de esos conceptos y que pueda
ser aplicado al desarrollo de las políticas sociales en este campo. La base conceptual
de estas definiciones se encuentra resumida en el libro "Ocio y tiempo libre", editado
por el ICODER en 19991, en donde se analiza la evolución teórica de esos
conceptos en el pensamiento occidental desde su aparición en la filosofía griega
clásica hasta el panorama teórico dominante en la década de 1980 en Estados
Unidos de América y Europa Occidental. Las generalizaciones emanadas de ese
decursar teórico han constituido el fundamento de las siguientes propuestas
1 Roque Pujol, Roberto. Ocio y tiempo libre. ICODER. Ed. Cossestra Intl. S.A., San José, Costa Rica, 1999.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 2
conceptuales.
ABSTRACT
In order to be able to design and to make a promotional work in the field of
recreation, in the context of the necessities and accumulated problems that they
face the developing countries, particularly the Latin American countries, we
require clarity and precision in the theoretical universe of reference, so that
governments and institutions can formulate policies according to the social,
economic and historical conditions of the country, but also according to the
specific characteristics and the types of social processes and that happens in
the sphere of leisure.
For that reason, I propose a set of interpretations and definitions on the central
concepts of recreational promotion, that is to say, leisure, free time, game and
recreation, connected logically in an explanatory theoretical model that allows to
offer a synthetic vision of those concepts and that can be applied to the
development of the social policies in this field. The conceptual base of these
definitions is summarized in the book “Leisure and free time”, published by the
ICODER in 1999, where the theoretical evolution of those concepts in the
western thought is analyzed from its appearance in the classic Greek philosophy
to the dominant theoretical panorama in the decade of 1980 in the United States
of America and Western Europe. The generalizations emanated of that
theoretical evolution have constituted the foundation of the following conceptual
proposals.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 3
PROPUESTA TEÓRICA: MODELO DE RELACIONES
CONCEPTUALES ENTRE OCIO, TIEMPO LIBRE, JUEGO Y
RECREACIÓN
Toda teoría parte de un modelo simplificado de relaciones lógicas entre sus
conceptos centrales, que tiene la función de sintetizar la estructura interna de la
teoría, o sea, su lógica conceptual. Una de las más importantes funciones de los
modelos conceptuales es definir las interrelaciones entre los conceptos, su
jerarquía y subordinación lógica.
Es precisamente en este aspecto en donde las teorizaciones sobre el ocio a nivel
mundial encuentran su más importante escollo, provocado por el hecho de que
existe una enorme dispersión de enfoques teóricos, muchos de los cuales son de tipo
empírico - causal, sustentados en generalizaciones de procesos particulares que son
muy importantes para comprender la naturaleza y dinámica del ocio, pero limitados
en su capacidad de ofrecer una visión global del proceso.
Como resultado de ello, es común encontrar que los conceptos centrales de la teoría
del ocio, a saber, ocio, tiempo libre, juego y recreación, son enfocados prácticamente
por numerosos autores como sinónimos, o con tal grado de coincidencia semántica
que los convierte en sinónimos parciales o totales. En esta confusión conceptual, es
quizás el concepto de juego el que ha sido más cabalmente definido intensional
y extensionalmente, debido entre otras razones a que es un concepto central de la
psicología infantil y ha sido trabajado independientemente de las teorizaciones sobre
el ocio.
Pero en lo relativo a los conceptos de ocio, tiempo libre y recreación, el grado de
dispersión conceptual es muy elevado y esta situación ha traído como consecuencia
que la formación académica de muchos recreacionistas o profesionales que
emplean la recreación como instrumento de acción, carece del apropiado rigor
teórico y de una visión generalizados del problema del ocio en la sociedad y en el
individuo.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 4
Y esta limitación se ha agravado cuando se ha incluido -o intentado incluir— a la
recreación como un factor integrante de las políticas sociales, apareciendo
numerosas interrogantes acerca de las funciones reales que el ocio, el tiempo libre y
la recreación tienen en la sociedad, acerca de cuáles son los ámbitos de cada uno de
ellos y de cómo pueden implementarse políticas adecuadas sobre procesos que son
enfocados de forma en muchas ocasiones coincidentes y basados en el conocimiento
común.
Por ello, es necesario proponer, debatir y aceptar consensualmente un modelo de
relaciones conceptuales, que puede y debe ir perfeccionándose, pero que sea un
punto de partida teórico generalizador. Para contribuir en este proceso se propone el
siguiente modelo:
MODELO TEÓRICO INTEGRATIVO DEL OCIO
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 5
DESARROLLO TEÓRICO DE LA PROPUESTA
1. EL OCIO: FUNDAMENTO SOCIAL E INDIVIDUAL DEL TIEMPO
LIBRE Y LA RECREACIÓN
1.1 El ocio como esfera de la actividad vital del ser humano
El ocio ha sido definido de muy diversas maneras a lo largo de la historia, comenzando
por los filósofos de la Grecia Clásica, principalmente Platón y Aristóteles, pero sobre
todo en el siglo XIX con la consolidación de la sociología y la psicología, en donde se
formularon algunas de las generalizaciones más importantes; en la primera mitad del
siglo XX, con la aplicación del análisis funcional a! campo del ocio; y con la aparición
de diversos enfoques causales de tipo explicativo en la segunda mitad de este siglo,
fundamentalmente a partir de la década del los años setenta.
En este largo esfuerzo teórico, ha aparecido con claridad que el ocio es una esfera
de acción independiente de los seres humanos y de las sociedades, al mismo
nivel que las esferas del trabajo, de la familia, de la vida política u otras. Una esfera o
campo de actividad con sus propias leyes, sus propias características distintivas y sus
resultados en términos del desarrollo y la felicidad humana, o sea, de la calidad de la
vida.
Esta idea inicial es muy importante para destacar la significación del ocio en la vida
de las personas y de las sociedades y se contrapone a la noción tradicional en las
culturas hispana e hispanoamericana que lo han definido como pereza,
vagabundería y mal empleo del tiempo libre en actividades perniciosas o,
sencillamente, en no hacer nada. La historia del concepto de ocio en el idioma y la
cultura hispana e hispanoamericana ha contribuido a restar importancia a los
procesos que ocurren en esta esfera de actividad, en pro de una moral estoica
vinculada al trabajo y a la renuncia, a la culpa y al arrepentimiento, más que al libre
desenvolvimiento de las potencialidades, las capacidades y los intereses de las
personas, aspectos que son un requisito para su desarrollo integra!.
A la inversa de lo postulado por esa cultura de la culpa y la renuncia, el desarrollo de
la sociedad moderna y, sobre todo, en las actuales condiciones de cambio hacia
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 6
una sociedad de la información y los conocimientos, el ocio se ha redefinido como
una de las más importantes esferas de la actividad vital de las personas y de las
sociedades, que abarca campos como-el económico, en el que hoy en día fluyen
miles de millones de dólares con un dinamismo que lo convierte en uno de los más
importantes sectores de las economías nacionales y de la economía global; campos
como el sociopolítico, en el que el ocio (y su proceso derivado, la recreación) se
convierte en un medio para la estabilidad social y la canalización de las tensiones
sociopolíticas, y en un instrumento para el desarrollo social y humano, que promueve
eficaz y activamente el mejoramiento de la calidad de la vida en la sociedad y en la
prevención de muchos problemas sociales y de salud, como la delincuencia, la
drogadicción, la obesidad y muchas enfermedades psicosomáticas.
Pero para poder considerar al ocio como una esfera particular de actividad humana -al
mismo nivel que el trabajo, la vida familiar y la acción social y política— debe tener
características que lo distingan de esos otros campos de actividad, por lo que se
requiere también precisar cuáles son esas características.
Existe un amplio universo de definiciones del ocio, en un continuum que se explícito
por vez primera en el pensamiento filosófico en la Grecia Clásica con Platón y
Aristóteles, que adquirió fisonomía sociológica a fines del siglo XIX y principios del XX
con Thorstein Veblen; que en las décadas siguientes mostró el tránsito del empirismo
al funcionalismo y que, en el último período, condujo a la formulación de modelos
plurifactoriales de explicación. En la mayor parte de estas teorizaciones, se abrieron
paso y adquirieron prestigio algunos rasgos que en estos momentos presentan veracidad
consensual; desde todos los puntos de vista, el ocio se trata de una esfera de la vida:
(i) En la que existe relativamente poca determinación externa sobre la conducta;
(ii) en la que domina la libertad y, sobre todo, la percepción de la libertad;
(iii) en la que la búsqueda del placer ejerce la fuerza dinamizadora fundamental;
(iv) en la que la práctica individual depende de procesos de selección guiados por
motivaciones, intereses, valores y otros elementos intrínsecos a la personalidad;
(v) en la que coexisten actividades de muy diversa naturaleza, cuyos sujetos pueden
ser públicos o privados, o una combinación de ambos, y cuyos actores y/o
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 7
receptores se distribuyen por los diversos estratos de la sociedad;
(vi) en la que ocurren activos y profundos procesos formativos y se expresa con
claridad la educación no formal;
(vii) y en la que se ejerce —con una nitidez y una fuerza no comparable en otro tipo de
actividad— el proceso de humanización del propio ser humano, su
transformación y desarrollo.
1.2 Las necesidades humanas que sustentan el ocio
En la esfera del ocio, a diferencia del trabajo y de la acción sociopolítica, cuyos
objetos son externos al individuo {verbigracia, naturaleza y sociedad), o con una
mayor direccionalidad hacia los aspectos volitivos que en caso de la educación, esta
esfera representa el contexto de la humanización que el hombre ejerce sobre sí
mismo. A diferencia de las otras esferas de actividad, aquí el individuo singularmente
considerado es tanto el sujeto como el objeto de la humanización: su actividad tiene
una meta estrictamente individual, está guiada por consideraciones y móviles
internos que dependen de la conformación de su personalidad y tiene el rasgo
excepcional de ser una actividad que busca de manera incesante e! placer, encontrado
gracias a la satisfacción de dos grandes necesidades humanas: la conservación,
equilibrio o restauración de las capacidades individuales, comúnmente llamada
necesidad de equilibrio psicofísico, y el desarrollo de esas capacidades. El sociólogo
francés del ocio Joffre Dumazedier2, ha concedido gran atención a ambas
necesidades y ha planteado que en el ocio se efectúa una constante interacción entre
las funciones de equilibrio y restauración y las de desarrollo.
La necesidad de conservación, equilibrio o restauración de las capacidades
individuales es una de las necesidades básicas de todas las personas ya que impulsa al
mantenimiento de la vida y de las condiciones que la hacen posible. En una visión
amplia podría incluir todas las necesidades que se han denominado "vitales", o sea,
de alimentación, abrigo, protección y otras3, pero que en el campo del ocio adquieren
una dimensión específica, vinculada principalmente a los procesos de restauración de
la fuerza de trabajo gastada en el proceso productivo a fin de lograr un equilibrio
2 Dumazedier, Joffre. Sociology of Leisure. Amsterdam-Oxford-N.York, 1974 3 Para más información, ver la estructura de necesidades de Maslow.
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psicofísico que permita a la persona continuar siendo productiva y activa en el
contexto de las demandas sociales.
De hecho, esta necesidad humana consolida una de las más importantes funciones del
ocio: el equilibrio psicofísico, que consiste en una serie de funciones subordinadas;
tales como, por un lado, la canalización de tensiones, un escape a las presiones de la
vida (que puede llegar hasta el uso de las drogas), el empleo socialmente aceptado de
la agresividad y la alternativa al aburrimiento. Mientras que, por otro lado, se
encontrarían las funciones de estímulo a la actividad física y mental, la aparición de
motivaciones e intereses que guíen la conducta cotidiana, el disfrute de "estados de
flujo" y de "excitación óptima"4.
La necesidad de desarrollo es la segunda necesidad humana que fundamenta las
funciones del ocio y consiste en el impulso al perfeccionamiento de las
capacidades existentes y a la adquisición de nuevas capacidades en los planos físico y
mental. En un contexto amplio, incluiría las necesidades superiores de Maslow, pero
que en el caso particular de la esfera del ocio se manifiesta en un ambiente
caracterizado por la libertad, real o percibida, de la persona para involucrarse en
procesos formatívos que amplifiquen y desarrollen sus capacidades, según e! enfoque de
Neulinger, expresado en su libro The Psychology of Leisure5. Este enfoque basado
en la libertad significa que en el ocio ocurren incesantemente procesos formatívos y
educativos, pero que tienen ía característica de ser, en su misma esencia, de tipo no
formal y caracterizados por la libertad de elección y por la ausencia de
compulsiones y motivaciones externas a la actividad, aspectos por los cuales son
mucho más eficaces y tienen un mayor impacto que los procesos educativos formales.
La función de desarrollo de las capacidades se convierte así en la plataforma para la
formulación de políticas sociales encaminada al desarrollo humano y basadas en
procesos recreativos.
4 Se trata de la Teoría del Flujo, de M.Csikszenímihalyi en: Beyond Boredom and Anxfety, publicado en 1975 y dela Teoría de la Excitación Óptima, de Bilis, M.J. en su libro Why People Play, de 1973. Para más información, ver:Roque Pujol, Roberto. Ocio y tiempo libre, ICODER, Ed, Gossestra Intl. S.A., San José, Costa Rica, 1999. Neulinger,J. The Psychology el Leisure. Illinois, 1981.
5 Neulinger, J. The Psychology of Leisure. Illinois, 1981.
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1.3, Las características del ocio como esfera de actividad vital humana
La sociología del ocio ha indicado con bastante profusión un conjunto de
características que constituyen los elementos que diferencian el proceso del ocio
del resto de las esferas de la actividad vital humana:
(i) la libertad respecto a restricciones externas al individuo, sobre todo la
percepción de esa libertad;
(ii) motivaciones y satisfacciones intrínsecas, unidas a un sentimiento de placer
que emana de la satisfacción de las necesidades de equilibrio y desarrollo
psicosomático;
(iii) un compromiso personal con la actividad que es el resultado de una atención
concentrada en el objeto y el flujo de las percepciones y capacidades hacia la
ejecución de la actividad.
Estas características se expresan a través de diferentes conjuntos de opciones
recreativas existentes en la sociedad gracias a la actividad de individuos,
grupos, instituciones y otros sujetos sociales, privados o públicos. Las
opciones recreativas constituyen un abanico muy extenso y diferenciado, que
tiene ciertas regularidades, pero que en cada país o región, y en cada
momento histórico, revisten formas distintas. Pero es posible identificar
algunos campos relativamente estables, como el de la cultura artística y
literaria, la cultura física y el deporte, la cultura del turismo y del contacto con
la naturaleza (cultura ecológica), la cultura popular urbana, la cultura
tradicional o folklórica, la cultura de masas proveniente de los medios
masivos de comunicación, la cultura científico-recreativa, la cultura místico-
trascendental (sin incluir aquí la práctica de los ritos religiosos), los hobbies o
pasatiempos, entre los más comunes. Estos campos, en lo adelante,
constituyen la extensión del concepto de ocio.
Sin embargo, esas características no pueden ser abstractas, es decir, deben
expresarse en la actividad del ser humano, ¿qué tipo de actividad humana
particular, de índole individual, genera y expresa esos valores?. Como se puede
observar, se está partiendo de un presupuesto: desde el punto de vista
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 10
epistemológico, el ser humano tiene dos rasgos esenciales: establecer su
relación con la realidad (que es independiente de él) a partir de procesos de
conocimiento, mediante los cuales crea una realidad subjetiva. Y una vez
formada esta, se revierte hacia la realidad objetiva mediante la actividad o
práctica individual y social.
SER HUMANO OBJETO REALSENTIDOS
ACTIVIDAD
PRÁCTICA
De aquí que la actividad humana es la forma en que hombres y mujeres a lo largo de
la historia han transformado al entorno y a sí mismos a partir del conocimiento, que
ha permitido entender !a realidad y encontrar las vías para solucionar los problemas,
proceso que ha tenido un resultado sustantivo: la construcción un mundo
humanizado erigido sobre la cultura. La actividad, basada en el conocimiento, es
la especial manera en que la humanidad se desarrolla. La actividad humana se
despliega en áreas diferentes: en la transformación de la naturaleza y la
producción de bienes de consumo necesarios para la vida, o sea, el trabajo; en la
vida de familia; en la política y la convivencia social; en el tiempo libre.
En cada uno de esos campos se desarrolla un tipo de actividad especial, que no
puede ser confundida con las restantes y que es estudiada por ramas específicas
de la ciencia, por ejemplo, la actividad que se realiza en la esfera del trabajo, o
actividad laboral, se estudia desde la economía, la sociología del trabajo y otras
ciencias sociales.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 11
En el caso de la actividad que se realiza en el tiempo libre, ¿qué características
debe tener para diferenciarse de las restantes?. Se trata de la actividad libre y
placentera de ios hombres y las mujeres en la sociedad, que se objetiva en
dependencia de la acción democrática de diferentes sujetos sociales, como el
Estado, el sector privado, distintos componentes de la sociedad civil y los individuos,
con vistas a la creación y el aseguramiento de las opciones recreativas. Un
importante aspecto contemplado en la definición es el indisoluble vínculo entre la
actividad individual y/o grupal con el esfuerzo social de creación y mantenimiento,
de oportunidades recreativas.
Como indica el propio concepto, la actividad inherente al ocio tiene dos
características fundamentales: la libertad relativa, mejor expresada con el término
de regulación indirecta, y el placer que proporciona. El apelativo «libre» se deriva
de la primera de el las y el proceso histórico la ha convertido en la más evidente nota
distintiva de este tipo de actividad y del tiempo en que se ejecuta.
1.3.1. La libertad
El principal rasgo distintivo de esta forma de actividad es su carácter libre,
autodirigido y motivado intrínsecamente. Significa la primacía de los móviles
individuales e intrínsecos, mientras que en el trabajo y otras esferas esos móviles
son externos y compulsivos. Significa también la ausencia de obligaciones
exteriores, o al menos su debilitamiento hasta quedar reducidas a
condicionamientos indirectos de la selección de opciones recreativas, que
pueden ser restrictivos o estimulantes y de tipo social, económico, geográfico o
natural. A diferencia de las restantes formas de actividad, esta tiene su fin en sí misma
y se realiza sin la mediación compulsiva de influencias externas directas, como la
búsqueda del sustento, leyes y disposiciones legales, presiones familiares,
compromisos políticos, regímenes y disciplinas institucionales.
Pero este rasgo se ha absolutizado muy a menudo y se ha ignorado o subvalorado la
existencia de numerosas influencias indirectas que condicionan ese «libre» juego
de la voluntad individual. El análisis de las restricciones al libre albedrío en e! ocio
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 12
revela la existencia de un conjunto de presiones indirectas que pueden ser
agrupadas en dos campos: condicionamientos socioambientales y psicosociales.
Los primeros incluyen el estado de la economía, la tecnología, las relaciones de
producción y laborales, el fondo de bienes materiales socialmente existente y su
distribución clasista o intergrupal, el nivel de vida de los sectores sociales, las
regulaciones legales y administrativas, las características naturales del entorno
ambiental y la ubicación geográfica, entre otros. Los segundos agrupan a los patrones
de comportamiento socialmente aceptados, los objetivos conscientes de la acción, los
hábitos y tradiciones, las necesidades, motivos e intereses, las actitudes y
capacidades, fundamentalmente.
En el caso de la actividad libre y placentera, esos condicionamientos constituyen el
límite de lo posible, es decir, una persona puede desear realizar una actividad, pero
con el deseo no basta, se requiere también que sea posible desde los puntos de vista
socioambiental y psicosocial. Por ejemplo, si esa persona vive en el trópico y desea
practicar patinaje sobre hielo, solamente tiene dos opciones: viajar a otro país con el
clima apropiado o que exista una pista artificial bajo techo y, en caso de existir, que esté
a su alcance económico; su deseo está limitado socioambientalmente. Además,
quizás sus motivaciones no son tan fuertes como para viajar a grandes distancias, para
disponer del dinero necesario o para obtener la aprobación de su familia, por lo que se
enfrenta aquí a limitaciones psicosociales.
En la regulación indirecta, los condicionamientos objetivos proporcionan el campo de la
posibilidad, mientras que los psicosociales determinan su realización concreta.
No basta con que una actividad sea objetivamente posible de realizar porque se
den ¡as condiciones sociales y materiales; es necesario también que exista la motivación
de la conducta específica, que es el resultado de las necesidades y motivos psicológicos,
de los patrones de conducta y otros factores subjetivos.
Ocurre así porque la ejecución de esa actividad viene precedida por un proceso de
selección entre diferentes alternativas posibles puestas ante el sujeto por la sociedad.
Los individuos tienen la facultad de decidir conscientemente sobre su conducta
recreativa, en lo que constituye la especificidad del ocio. La elección, por su parte,
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 13
está entonces determinada indirectamente por las relaciones siguientes entre las nocio-
nes de posibilidad y probabilidad, que se expresan en el gráfico siguiente:
CONDICIONAMIENTOS SOCIO-AMBIENTALES
CONDICIONAMIENTOS PSICO-SOCIALES
La naturaleza y la sociedad ofrecen teóricamente el universo o el total de opciones
recreativas disponibles para que la persona elija la que más le gusta y conviene en un
lugar y momento dado; de igual forma, influyen en la aparición del universo de
motivaciones y otras variables psicológicas rectoras de la conducta. Pero la acción de
ambos condiciona mientos restringe a esos universos al convertir a cierto número de
opcio nes en realizables y otras en irrealizables y ai vincular o abstraer las motivaciones
de sus respectivos objetos-meta.
Con ello, queda indicada la idea de que la libertad de selección es una noción relativa
que está condicionada en muchos sentidos. Pero también se reafirma la tesis
tradicional de que el ocio facilita la libre expresión de la conciencia y la voluntad
individual, quedando los límites relegados a una influencia indirecta.
Interviene aquí otro ángulo del problema: tal como han indicado numerosos estudios
empíricos y fuertes corrientes de pensamiento, en el ocio, la percepción subjetiva de la
libertad por el individuo es un factor a menudo más importante que la libertad objetiva o
real. El primer indicio teórico de este aspecto fue la consideración clásica de que el
ocio proporciona «oportunidades» para alcanzar la felicidad; sin embargo, la mayoría de
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 14
CAMPO DE LAS ACTIVIDADES POSIBLES
ACTIVIDADES NO POSIBLES POR CAUSAS SOCIO-AMBIENTALES
ACTIVIDADES NO POSIBLES POR CAUSAS PSICO-SOCIALES
los análisis restringían las oportunidades a su percepción por las personas
involucradas. Con posterioridad, sobre todo a partir de Neulinger, esa postura
evolucionó hacia la consideración —actualmente muy respaldada— de que el rasgo
definitorio del ocio es precisamente la percepción de la libertad.
«El criterio primario de definición es la libertad o, para ser más específico, la
percepción de la libertad. Por esto queremos decir un estado en el cual las
personas sienten que lo que están haciendo está dado por la selección y porque
uno desea hacerlo. No se requiere una definición filosófica de la libertad. Cada
uno conoce la diferencia entre hacer algo porque hay que hacerlo y hacer algo
porque uno quiere hacerlo. Es irrelevante que esa percepción sea una verdadera
libertad o sólo una ilusión, como ha ilustrado Lefcourt (1973). Aún las ilusiones
tienen reales consecuencias y la consecuencia crucial de la ilusión de libertad es
el ocio»6.
La forma en que funciona la percepción de la libertad se observa en la teorización
ofrecida por los profesores Witt y Ellis, continuadores de la línea de Neulinger, que
incluye (i) la aptitud para percibir el ocio, (ii) el control de la percepción del ocio, (iii) la
habilidad para satisfacer las necesidades de ocio mediante la participación en la
recreación y (iv) la habilidad para lograr un profundo compromiso en las actividades y
una actitud de juego.
«Se asume que los individuos que tienen una alta percepción de libertad
tienen un alto grado de autosuficiencia en el ocio. La mayoría de sus
actividades de ocio están intrínsecamente motivadas. Tienen una alta
propensión a experimentar 'estados de flujo', se sienten confortables con su
nivel de habilidad y su compromiso con las actividades recreativas, y exhiben
un alto nivel de satisfacción con el ocio. Se asume que los individuos que
tienen un bajo grado de percepción de la libertad, por otra parte, perciben un
sentimiento de incompetencia en el ocio. Sus compromisos en el ocio están
por lo general motivados extrínsecamente, les falta confianza en su
6 Para mayor información sobre el enfoque teórico de las oportunidades, ver:: Roque Pujol, Roberto.Ocio y tiempo libre. ICODER, Ed. Gossestra Intl. S.A., San José, Costa Rica, 1999.Csikszentmihalyi, M. Beyond Boredom and Anxiety. S.Fco, )osey- Bass, 1975.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 15
habilidad para participar exitosamente en las habilidades recreativas, y son
infelices con su ocio7 ,
Si bien se corre el riesgo de sobre valorar este factor, tal como parece ocurrir en la
cita anterior, su importancia no puede ser desdeñada o subvalorada. En efecto, la
práctica recreativa institucional, pública o privada, y los estudios empíricos han
evidenciado que en la vida cotidiana las personas traducen y colorean los hechos
recreativos de forma subjetiva, gracias a una percepción e interpretación psíquica
muy personal que depende de los conocimientos anteriores y de elementos
constitutivos de la personalidad. El resultado subjetivo de la percepción puede ser
diferente del hecho externo. Y la imagen subjetiva de ser libre, de elegir y de disfrutar
libremente a veces esconde y a veces revela restricciones mal percibidas. La imagen
de la libertad sustituye al grado real de libertad de que dispone la persona y como
todo reflejo subjetivo puede acercarse o distanciarse de la realidad. Pero es
indudable que opera como un factor causal de la conducta con una fuerza
movilizativa que ha sido detectada por numerosos investigadores.
1.3.2. El placer
El placer puede ser considerado como la segunda característica esencial de la
actividad libre. Consiste en el sentimiento provocado por la satisfacción de dos
necesidades psicológicas principales, a saber, el equilibrio o la restauración psico-
física y el desarrollo de la personalidad, por medio de la realización de una
conducta recreativa libremente elegida y orientada hacia actividades, servicios y
productos que tienen la virtud de proporcionar a cada persona los estímulos que
requiere para que se realicen esas actividades.
Indudablemente, las restantes esferas de la vida cotidiana ejercen sobre los
individuos una presión dirigida hacia los componentes físicos y psicológicos de su
personalidad. El trabajo, la familia, la participación política, demandan el gasto de
energías físicas y mentales que deben ser restauradas para la reincorporación a la
7 Witt, P. and G.Ellis. Perceived Freedom in Leisure: Implícations for Research and Practice. En: World Leisureand Recreation, august 1985.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 16
vida activa, en muchos casos sin una orientación motivacional fuerte, es decir,
percibiendo la actividad como algo externo y compulsivo. La vida cotidiana, erigida
sobre la repetitividad, la obligatoriedad de la mayoría de las acciones y la falta de
interés que despierta en las personas, provoca inevitablemente tensiones,
cansancio mental y físico, stress, siendo así imprescindible un proceso que alivie
estas situaciones y permita la recuperación de las capacidades y energías perdidas.
Ese proceso no depende solamente de la alimentación o del sueño, sino que requiere
de un descanso activo, de la ejecución de actividades de otra naturaleza, libremente
elegidas y que proporcionen placer. El ocio brinda ese placer mediante el conjunto de
opciones recreativas.
Para el sujeto agotado por el trabajo u otras preocupaciones y obligaciones, la
ejecución de una actividad libre y placentera opera como una función de equilibrio y
restauración, mucho más efectiva que si descansa pasivamente. El placer es el
sentimiento que emana (i) de esa restauración de las capacidades; (ii) del equilibrio
mental y físico obtenido en el ocio; (iii) de la diversificación de su actividad cotidiana y
de los ambientes y relaciones sociales en que se desenvuelve en las restantes esferas;
(iv) de la relajación, es decir, de la eliminación de las tensiones y
preocupaciones; iv) de la eliminación del aburrimiento; (vi) e incluso de una catarsis
substitutiva de los problemas insolubles y agobiantes. Todo ello proporciona placer,
ese sentimiento de gratificación y de entrega que los niños obtienen mediante el
juego y que con el paso del tiempo el adulto concentra en las actividades recreativas.
El juego, convertido posteriormente en ocio por el desarrollo ontogenético,
proporciona estimulación, relajación, equilibrio y catarsis, tal como han mostrado
diferentes estudios.
En el último período, los enfoques causales sobre el ocio han indicado además otras
funciones equilibradoras, tales como el compromiso con la actividad, el aumento de la
atención y la disminución del aburrimiento, el empleo de las capacidades creativas, el
incremento de la excitación y del flujo psicológico y la canalización de la experiencia
recreativa de la niñez.
Pero el placer obtenido en el ocio no se reduce a la función restauradora, sino que
alcanza a lo que se ha denominado la necesidad de desarrollo de la personalidad.
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Esta necesidad, inherente al ser humano, no se canaliza exclusivamente mediante
el ocio, sino a través de todas las esferas de la actividad vital, sobre todo en la
educativo-familiar. Pero en el caso del ocio presenta una especificidad: ocurre como
un proceso de selección auto motivada, guiada por móviles intrínsecos a la persona
y de carácter estrictamente individual, es decir, que tiene un sentido personal
predominante, más allá de sus significados sociales. El desarrollo físico, mental,
informativo, cognoscitivo, estético o de cualquier otro tipo alcanzado en el ocio,
presenta el rasgo esencial descrito: su plena individualidad y su carácter intrínseco,
pero por ello mismo, es un tipo de desarrollo o de perfeccionamiento muy efectivo e
integral, que alcanza zonas psico-somáticas muchas veces impermeables a los
esfuerzos educativos externos propios de otras esferas vitales.
Y esas habilidades, conocimientos y capacidades alcanzadas o perfeccionadas
mediante la conducta recreativa son fuente inmediata de placer. El placer se ubica
no solamente en la adquisición de las capacidades o habilidades, o en su
perfeccionamiento, es decir, en el resultado final, sino en el proceso mismo, en el
curso de la actividad. La más importante característica del placer en este aspecto es
precisamente su carácter instrumental y no finalista: la ejecución de la actividad
proporciona placer, además de que el conocimiento adquirido o las habilidades
perfeccionadas son también una fuente de placer al final del proceso. Si este rasgo
no se respeta, como en muchas ocasiones ha ocurrido en numerosos planes
institucionales de índole formativa para el tiempo libre, sencillamente (a
actividad no proporciona placer y no se obtiene el resultado esperado.
El problema del placer ha sido estudiado también desde el punto de vista del juego
en la infancia, y sus resultados tienen plena validez para la fase de adultez. La
actividad lúdica en los niños, según se ha comprobado, tiene varias características y
funciones: en primer lugar, es la reproducción o el reflejo de fenómenos,
acciones y relaciones objetivamente existentes en la sociedad o en el entorno
natural de los niños, mediante vías o procedimientos originales, que se basan
fundamentalmente en la amenidad y en el placer sensorial e intelectual que provoca
su ejecución.
Esta amenidad o placer hace que el juego no sea solamente una vía para la ejecución
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 18
de actividades de muy diverso contenido, sino que también incide en que pueda
llegar a ser incluso una forma especial de contacto con el mundo objetivo y con las
relaciones sociales. En síntesis, el juego es un reflejo activo de la vida social cuya
característica central es el disfrute que provoca su ejecución en el niño.
Pero ¿qué es lo que hace que sea una actividad placentera?. La respuesta a esta
pregunta es muy compleja mas puede sostenerse que el placer del juego depende
de su capacidad de expresión creadora de infinitos contenidos y su libertad formal en
materia de procedimientos. La realidad exterior se refleja en el juego, pero de
manera distorsionada, con violaciones que dependen de la imaginación y la
experiencia vital de los participantes, en una dinámica de creación de contenidos que
hacen divergir el juego de la simple copia de la realidad. Además, en el juego se
manifiesta una amplia libertad procedimental, ningún esquema de acción está
prefijado, a menos que sean juegos ya codificados por el uso, y aún así es
prerrogativa de los participantes variarlos a voluntad. Se trata, en síntesis, de libertad
de creación.
La importancia de la libertad de creación para la experiencia del ocio no se pierde
en la infancia, sino que pasa a formar parte de la conducta recreativa de los adultos.
El juego no desaparece: se convierte en ocio. El placer experimentado en el ocio es
así la resultante del ejercicio de la libertad de creación, experimentación y
percepción que es uno de los rasgos definitorios de la actividad recreativa.
De esta forma, han quedado suficientemente aclarados los dos rasgos esenciales del
tipo de actividad inherente a la esfera del ocio: la libertad —real o percibida--,
denominada regulación indirecta, y el placer que despierta en el sujeto su ejecución.
La actividad regulada indirectamente y placentera constituye la expresión en el ocio
del proceso mediante el cual el ser humano se auto-valora. Y el proceso global de
realización de la actividad libre por el individuo, los grupos sociales, las instituciones
y la sociedad en su conjunto constituye el proceso del ocio.
2. EL CONCEPTO DE TIEMPO LIBRE
El tiempo libre, sobre todo en las culturas hispana e hispanoamericana, se ha
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 19
convertido en la plataforma fundamental de análisis y referencia respecto al proceso
de! ocio. Sin embargo, gran parte de sus significados dependen de las teorizaciones
sobre el ocio y las superposiciones existentes entre estos dos conceptos muchas
veces crean confusión tanto en los promotores recreativos como en las personas que
simplemente desean una mejor calidad de vida mediante un ocio activo y multifacético.
Se trata entonces de reducir el alcance exagerado que se ha otorgado al concepto de
tiempo libre en detrimento de las acepciones sustantivas del ocio. Se trata de
aclarar qué es el tiempo libre. Como su nombre lo indica con claridad, el tiempo
libre no es más que tiempo. Una parte importante, pero al fin y al cabo sólo una
parte del tiempo social e individual.
¿Cómo se determina esta parte del tiempo total que posee cada persona?. Muy
sencillo. Se ha definido al tiempo libre como «el tiempo que queda después de
terminadas las tareas y actividades necesarias para la vida u obligatorias», sentencia
en la que han coincidido muy frecuentemente cientistas sociales de muy diversa
orientación sociopolítica y filosófica y que se ha denominado "definición residual"
porque convierte al tiempo libre en un residuo (algo que sobra) del tiempo total.
Así pues, e! tiempo libre es el tiempo liberado de las obligaciones y deberes, que
cada persona tiene para sí y que ofrece la posibilidad de que el individuo elija las
actividades que le motive e interese sin presiones y con la sola guía de sus
motivaciones y gustos. La libertad es la característica central de esta porción del
tiempo y es la nota distintiva de la lógica en esta definición «residual»".
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 20
TIEMPO TOTAL
TIEMPO DETRABAJO
TIEMPO DEOBLIGACIONESFAMILIARES
TIEMPO DENECESIDADES
BIOFICIOLOGICA
TIEMPOLIBRE
Richard Kraus, en su balance teórico del concepto ocio, indicó que:
«El más común acercamiento al ocio (...) es considerarlo como una forma de
tiempo no-obligatorio o discrecional (...). Este concepto de ocio lo concibe como
tiempo que es libre del trabajo o de esas responsabilidades relacionadas con el
trabajo, como ¡os viajes.- estudios o complicaciones sociales basadas en el trabajo.
También se concibe como un tiempo no dedicado a actividades esenciales de
auto-mantenimiento, como el sueño, comida o cuidados personales. Su más
importante característica, no obstante, es el debilitamiento del sentido de obligación o
compulsión. (...) El más importante elemento para una definición parece ser un
sustancial grado de no~obligatoriedad y sentido de la libertad e individualidad en la
selección por parte del participante (...)»8.
Pero ocurre en este razonamiento una debilidad lógica; el tiempo libre provee
libertad, pero al ser solamente una referencia temporal ocurre que la organización
cronométrica industrial puede limitar y hasta puede llegar a cercenar las
posibilidades de esa libertad y del enriquecimiento personal.
2.2.1 Causas históricas de la definición residual del tiempo libre
¿Qué fenómeno social generó el antagonismo entre un ocio entendido como tiempo
de libertad y un trabajo identificado a la necesidad, la obligatoriedad y la falta de
libertad?. Algunos autores indagan en estas causas, entre ellos merece señalarse el
estudio sobre la evolución de las interpelaciones entre el trabajo y el ocio en el
contexto de la Revolución Industrial, particularmente en los siglos XVMI a principios del
XX, realizado por los sociólogos Kenneth Roberts y Deborah Chambers, de la
Universidad de Liverpool, en su artículo Changing Times9.
En los siglos XVIII y XIX la industrialización acelerada en Inglaterra provocó en sus
primeras etapas un crecimiento del tiempo de trabajo y una consolidación del trabajo
efectivo dentro de la ¡ornada laboral, excluyendo todo tiempo 'perdido' o 'no-laboral',
es decir, menor cantidad de tiempo l ibre mediante días y semanas laborales más
8 Kraus,R. Recreatíon and Leisure in Modern Society. N.York, Meredith Corporation, 1971,p. 256-260.
9 Roberts, K. and D.Chambers. Cbanging Times. En: World Leisure and Recreation, february 1985.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 21
extensas, complementadas por la imposición de una disciplina temporal mucho
más fuerte en el trabajo. Pero la industrialización capitalista tuvo influencias
sobre el tiempo libre que no se redujeron a esta rigidez temporal. Otra
consecuencia ya evidente en el siglo XIX fue una división entre trabajo y tiempo
libre, en la que el tiempo de trabajo devino propiedad de los patronos y se convirtió
en medida de la productividad y la ganancia. Durante el siglo XIX los obreros y sus
familias tuvieron que ser educados en el enfoque cronométrico del tiempo, que lo
define como una preciosa mercancía que debía ser ahorrada y gastada productiva-
mente. A los niños les fue enseñada la puntualidad, la regularidad y la obediencia en
las escuelas elementales en preparación para la disciplina temporal del trabajo
industrial.
Y a su vez, el tiempo libre adquirió una función compensatoria que permitía la
restauración de las energías físicas y mentales gastadas en el trabajo, por lo
que ¡os patronos aceptaron esta importante función del ocio e incluso
organizaron actividades de ocio para sus trabajadores, a condición de que
fuera en el tiempo que quedaba después de la jornada laboral. Este panorama
se ratificó con las conquistas obreras de la jornada de 8 horas, logradas
después de la Segunda Guerra Mundial y las décadas de los 50 y 60.
La libertad, la autonomía, lo humano, se ha situado fuera del trabajo, mientras que
este se ha caracterizado por la opresión, la obligatoriedad la inhumanidad; el trabajo
es lo ajeno, y lo que está fuera del trabajo es lo propio. Y por supuesto, este reino
de libertad está situado fuera del tiempo de trabajo, es decir, en el tiempo libre. Este
tiempo tiene la función de reproducir la capacidad creadora del obrero, su fuerza de
traba jo, sus potencialidades físicas y psíquicas, mediante un conjunto de
actividades de subsistencia y otras de tipo recreativo, que son las que
verdaderamente se identifican con la libertad, la autorrealización y la socialidad,
oponiéndose radicalmente al tiempo y a las actividades laborales.
Esta estructura de funciones ha sido descrita por H. Laloup:
«(...) muchos de nuestros contemporáneos viven en un estado endémico de
inferioridad. En tareas parcelarias de buró o de fábrica, el trabajador se
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 22
encuentra humillado: no es más que un agente secundario, cuya función está
modestamente limitada bajo una vasta jerarquía. Algunas formas de ocio
destruyen toda jerarquía, amplían los límites restringidos de la función y
suprimen así la fuente de la humillación. La humillación de la vida ordinaria
engendra a menudo la necesidad de la afirmación de sí (...) lo que el trabajo no
puede asegurar, el ocio lo procura»10 .
Esta 'ruptura' entre el trabajo y el ocio fue ratificada por el Congreso Mundial sobre
Investigación del Tiempo Libre, celebrado en Francia en 1984:
«Si el tiempo libre no es más que el tiempo de supervivencia evocado, la
ruptura entre el tiempo de trabajo y el tiempo libre no solamente se ha
mantenido, sino se ha acentuado, quizás, para numerosos trabajadores: es
que un trabajo consagrado a tareas sin interés, aunque su duración sea
reducida, pesa demasiado sobre el resto del tiempo disponible, junto a que
muchas de esas tareas aumentan la fatiga nerviosa. Es pues en el trabajo que
debe ser investigada la cualidad del tiempo Ubre" 11.
De esta manera, el trabajo se siente como obligatorio y el ocio como libre; no
como el resultado de relaciones sociales determinadas históricamente, sino
como la consecuencia de sus propias naturalezas. El trabajo es, en este enfoque,
siempre e intrínsecamente opresivo, mientras el ocio es siempre e intrínsecamente
libre.
Por supuesto que de inmediato surge la pregunta acerca de si este análisis continúa
siendo vigente en un mundo donde el desarrollo tecnológico, la informatización, la
automatización y la aparición de nuevas formas organizativas de la producción, junto a
una búsqueda permanente de mecanismos de incentivación de los obreros por todo
el proceso productivo han ido debilitando paulatinamente, cuando no erradicando en
determinados países y focos, las condiciones que establecieron la ruptura entre el
tiempo libre y el tiempo de trabajo.
En efecto, la transformación de la economía por la informatización y el conocimiento,
10 Laloup,). Le ternps de loisir. Bélgica, Casterman, 1964, p.73
11 Coursin, F, Discours d'overture. Congress Mondiai sur le temps livre et le loisir.Francia, 1984. En: World Leisure and Recreation, december 1984.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 23
la actual "nueva economía", ha hecho debilitarse la radical oposición entre tiempo libre
y tiempo de trabajo, para dar paso a una complementariedad funcional. No se trata ya,
como tendencia fundamental, de que el trabajo es el reino de la obligatoriedad y de la
enajenación, mientras que el tiempo libre es el reino de la libertad y la realización, ya
que en ambos pueden ocurrir ambas cosas: la intelectualización del trabajo y su
alta dosis de creatividad e iniciativa hacen posible la realización personal para todos
aquellos que participan de la nueva economía; mientras que el tiempo libre pasivo,
reducido a la calidad de espectador de una cultura masificada y estandarizada,
reducen su capacidad de libertad y de realización humana y lo convierten en un medio de
estancamiento y una vía simple de canalizar las tensiones y evitar el aburrimiento.
En este momento histórico, tanto el tiempo de trabajo como el tiempo libre pueden ser
fuente de realización o de opresión del individuo y la clave de la distinción se halla en
sus capacidades respectivas de comprometer las energías psíquicas y físicas de las
personas mediante una movilización de las motivaciones internas y la creatividad.
Este punto de vista ha sido enfatizado por las teorías del ocio que más consenso y
respaldo han tenido durante los últimos años, como por ejemplo la Teoría del Flujo, la
Teoría de la Excitación Óptima y la Teoría del Paradigma del Ocio. En su teorización
sobre los estados de flujo (flow), Mihalyi Csikszentmihalyi ha planteado que
"...cuando se comprende el trabajo sin demasiados prejuicios culturales y con la
determinación de modelarlo de manera que sea personalmente significativo, aún
el trabajo más mundano puede enriquecer la calidad de la vida, más que afectarla" 12.
Esto ocurre porque para muchas personas que encuentran satisfacción en el
trabajo, el flujo es una parte integrante de su actividad laboral, debido a que, según
este autor, "No son las condiciones externas las que determinan cuánto el trabajo
contribuirá a la excelencia de la vida. Es cómo uno trabaja y cuáles son las
experiencias que uno puede derivar de confrontar los retos de la labor”13 . En este
enfoque, el tiempo libre y el tiempo de trabajo pueden proporcionar los retos
apropiados para las capacidades de cada cual y, con esto, pueden ambos ser un
medio para el enriquecimiento de la calidad de la vida y la realización personal.
12 Csikszentmihalyi, Mihaiyí. Finding Flow. Basic Books, 1997, p. 6113 Witt, P. and G.Ellis. Perceived Freedom in Leisure: Implications for Research and Practice.En: World Leisure and Recreation, august 1985.
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 24
Por su parte, Michael Ellis ha considerado que el factor fundamental que explica
el ocio, pero que también es aplicable al trabajo, es la excitación óptima, que se
observa claramente en el juego, que "...es causado por una necesidad fisiológica
constante de los individuos de mantener un nivel óptimo de interés o de atención.
Este nivel óptimo de excitación puede ser mantenido por el ajuste de la novedad y la
complejidad del input proveniente del medio ambiente»14. Este enfoque abre la
puerta a considerar que los trabajos creativos e intelectuales pueden ofrecer a las
personas que los realizan un grado de novedad y pueden despertar la atención y el
interés a un grado tal que ocurran estados de excitación óptima, con lo cual la
aparente distinción con el ocio desaparece.
En el caso del Paradigma del Ocio, de Neulinger, los dos factores centrales a
considerar para definir el ocio son la percepción de la libertad y las motivaciones de
la persona. El primero de estos factores consiste en que la persona debe sentirse y
percibirse libre en el proceso de la selección de las actividades y en su realización; y
las motivaciones pueden ser extrínsecas e intrínsecas, en asociación con la libertad
percibida. Pero como esta última es el factor determinante, Neulinger concluye en
la idea de que puede haber estados de ocio en el trabajo: «El ocio no está definido ya
en contraste con el trabajo; este no es más lo opuesto a un valor positivo. El trabajo
puede conducir al ocio tanto como a una experiencia de no-ocio»15.
De esta forma, el concepto tiempo libre, considerado por su propia naturaleza
como el reino de la libertad en oposición al trabajo, a su vez considerado como el
reino de la obligación, resulta una noción teóricamente insostenible y superada
por la transformación sufrida por el trabajo a todo lo largo del siglo XX y sobre todo
en las actuales condiciones de informatización y creatividad que de ella resulta.
Sin embargo, aún subsisten numerosos países y focos dentro de ellos en los que el
trabajo no es una fuente de realización personal, sino que continúan siendo
vigente las condiciones enajenantes anteriores. En esos casos, el tiempo libre es
todavía la alternativa al trabajo y la única opción para la realización personal de
millones de personas. Estas distinciones deben ser tenidas en cuenta en cada caso
concreto.14 Neulinger,J. The Psychology of Leisure. Illinois, 1981.15 Idem
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 25
2.2.2 Los espacios recreativos
Junto al tiempo libre, otro importante factor que influye en el ocio es el espacio para
la recreación. Al igual que en la consideración del tiempo, que puede estructurarse de
acuerdo a sus funciones en tiempo de trabajo o tiempo libre, para solamente citar dos
de sus componentes, el espacio para las actividades humanas se caracteriza por sus
funciones y se especializan espacios para el trabajo, para la vida familiar, para la
vida política y asociativa y, por supuesto, espacios para la recreación. Esta división
no es absoluta y en la práctica ocurre una interpenetración de estas funciones en los
espacios de la vida cotidiana, de forma tal que en los centros de trabajo se organizan
actividades familiares como convivíos, y actividades recreativas como fiestas; y
simultáneamente en los centros recreativos trabajan personas que hacen posibles
las actividades. Sin embargo, en la sociedad existe una especialización de los
espacios, de forma tal que es indudable que un centro de trabajo es para trabajar,
aunque en él se hagan otras actividades y que un centro recreativo es para emplear
el tiempo libre aunque haya personas que trabajen en él.
Los espacios recreativos constituyen un importante factor de análisis del ocio y la
recreación, pues en ellos se realizan las actividades recreativas y ocurren los
procesos de administración de la recreación. No obstante, en este análisis teórico no
tienen una especial significación en relación con las intersecciones entre los
conceptos de ocio, tiempo libre, juego y recreación, por lo que no será analizado en
detalle.
Un elemento que sí hay que considerar, sin embargo, es su unidad con el tiempo
libre. Tiempo y espacio van unidos en un continuo físico, pero sobre todo en un
continuo social y ambiental. El tiempo libre es el ámbito temporal del ocio y la
recreación, pero los espacios recreativos son el entorno geográfico y ambiental
en donde ocurren las actividades recreativas. Ambos, tiempo y espacio, están
unidos naturalmente, pero también socialmente, por lo que cualquier
consideración teórica y práctica debe unirlos en un modelo de análisis integral:
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 26
RELACIÓN ENTRE EL TIEMPO Y EL ESPACIO EN LA RECREACIÓN
Tiempo y espacio funcionan como un eje de coordenadas que caracteriza a las
actividades recreativas y que puede servir para medir su calidad y diferentes
aspectos de su concepción y diseño, de su organización, administración y
realización.
3. LA RECREACIÓN: PROCESO SOCIAL DEL OCIO
El ocio se convierte en recreación. El concepto de recreación significa
etimológicamente "volver a crear", por lo que, aplicado al ser humano y a la
sociedad es un proceso en el cual ocurre una re-creación de sí mismo y del medio
social. Esta interpretación amplia tiene como fundamento la mayor parte de las
teorizaciones sobre el ocio descritas anteriormente, precisamente porque el ser
humano encuentra en él las condiciones para su equilibrio, restauración y
desarrollo personal. De hecho, cuando se analizan las definiciones teóricas sobre
el concepto
de recreación, se encuentra una casi total coincidencia de contenidos con la definición
del ocio y paralelamente un enlace con la noción de juego. Por eso el concepto de
recreación representa un espacio conceptual muy ambiguo, que carece de un perfil
propio y de una definición clara16 .
16 Para enriquecer este análisis teórico desde los puntos de vista del ocio y el juego, puede encontrarse una
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 27
ACTIVIDADES
TIEMPO LIBRE
ESPACIOS RECREATIVOS
La recreación ha sido considerada, por algunos autores, con rasgos conceptuales que
la convierten en sinónimo del ocio, o sea, reconocen que la libertad, real o percibida,
es su fundamental pilar conceptual, que es motivada internamente, que provoca
placen que proporciona satisfacción a las necesidades humanas, que estimula el
desarrollo, que posibilita el equilibrio psicofísico, entre otras características que son
comunes al concepto ocio.
Quizás la generalización conceptual sobre la recreación que se ha convertido en un
acercamiento clásico es la que aportó hace ya casi treinta años Richard Kraus, en su
libro «Recreation and Leisure in Modern Society», de 1971: « En su sentido tradicional, ¡a
recreación ha sido un período de actividad ligera que permite el descanso,
voluntariamente elegida, que restaura a la persona de las actividades obligatorias y
pesadas, o del trabajo»17. En otra parte de este libro, Kraus sostuvo que la:
«Recreación consiste en actividades o experiencias llevadas a cabo dentro del
ocio, usualmente seleccionadas voluntariamente por el participante, tanto por la
satisfacción o el placer que obtiene de ellas o porque percibe ciertos valores
personales o sociales que se derivan de ella»18.
Insistiendo en esta idea, uno de los autores clásicos sobre el ocio, Sebastian De
Grazia, en su texto de 1962, Of Time, Work and Leisure, planteó la «recreación es una
actividad que descansa a los hombres del trabajo, a menudo dándoles un cambio
(distracción, diversión) y restaurándolos (re~crear) para el trabajo»19 ,
Una manera de definir la recreación como un factor subjetivo o psicológico la
propone Ruth Russell, en su libro Planning Programs in Recreation: La recreación es
"...una experiencia, más que una actividad específica. La recreación es considerada
como un sentimiento -un producto de /a conducta humana en el cual el participante
se siente renovado, refrescado, contento, excitado, feliz, orgulloso, descansado,
alegre, o sea, recreado"20 .
excelente sistematización en: Kraus, Richard. Recreation and Leisure in Modern Society. N.York, MeredithCorporation, 1971.17 Kraus, Richard. Leisure and Recreation in Modern Society. Appleton-Century-Crofts. New York, 1971, pag.260.18 Kraus, Richard. Ob. cit. pag. 266.19 De Grazia, Sebastian. Of Time, Work and Leisure. New York, Twentieth CenturyFund, 1962, pag. 233.20 Russell, Ruth.Planning Programs in Recreation. The C.V. Mosby Company, London,1982, p, 5
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 28
Otro ejemplo, pero con un enfoque que subjetiviza a la recreación es el del Instituto
Colombiano de juventud y Deporte, que publicó el estudio del experto canadiense en
administración recreativa David Lloyd Minsha, quien expresa que la recreación "... es
una necesidad humana básica. La recreación es un asunto personal, es subjetiva ...
toma lugar en el tiempo libre o no obligatorio... provee a los participantes de un
sentimiento de gozo y satisfacción"22 .
Este acercamiento a la recreación es una clara muestra de las confusiones conceptuales
existentes entre los conceptos de ocio y recreación, ya que no se establecen
campos delimitados entre ellos que permitan comprender a procesos diferentes
aunque relacionados. Pero una acepción clara de la recreación es comprenderla
como una actividad, o un conjunto de actividades, inherentes al ocio, por lo que
comparten todas sus características definitorias. La recreación, así concebida, es la
expresión del ocio en actividades concretas.
Otro ángulo de la definición de la recreación es asociarla al juego. En este sentido,
Sebastian De Grazia planteó explícitamente en 1962 la idea de que el juego y la
recreación son procesos funcionalmente concomitantes: «Cuando los adultos juegan
—como hacen, por supuesto, con personas, cosas y símbolos—e/los juegan para
recrearse». O sea, la recreación tiene la función de materializar el juego en
actividades concretas. Más adelante, continúa diciendo que el juego es «una forma
de recreación»21.
No obstante, queda en pie una sensación de confusión teórica en cuanto a los
límites entre las zonas conceptuales del ocio, la recreación y el juego, que
dificultan extraordinariamente poder establecer una base teórica apropiada
para el desarrollo de las acciones prácticas. La idea de este epígrafe es
proponer un despeje teórico entre estos conceptos que contribuya a una
mejor operacionalización práctica en el contexto de las políticas sociales,
gubernamentales y no gubernamentales.
Para ello, se partirá del enfoque conceptual generalmente aceptado de la
21 Lloyd Minshall, David. Administración de servicios recreativos. Instituto Colombianode la juventud y el Deporte, 1991, p. 20,
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 29
recreación como «actividades que se realizan en el ocio». El asunto clave es
determinar qué tipo de actividades son estas. En el análisis del ocio se definió
este como un tipo de actividad humana caracterizado de manera simultánea
por la libertad y ef placer. Sí fa recreación son las actividades que se hacen en
el ocio, entonces, ¿cómo establecer las diferencias entre ambos conceptos?.
En lógica formal esta situación es catalogada como una tautología, es decir
definir un concepto por otro que a su vez es definido por el primero, lo que
conlleva a una definición vacía.
Lo que se requiere es que ambos conceptos tengan su propia definición. Para
ello se debe partir del concepto ocio, que es el proceso general de realización
de la actividad libre y placentera en la sociedad, entendiendo a la recreación
como una manifestación práctica y concreta del ocio, determinada social e
históricamente por un conjunto de condiciones que les son propias.
Así entendida, la recreación puede ser analizada en dos niveles:
a)Individual, en el que cada persona establece una conducta de ocio que se
manifiesta en actividades específicas, elegidas libremente y motivadas
fundamentalmente por el placer que despierta su realización. Esa conducta de
ocio, expresada en actividades, es la recreación personal o individual, que por
supuesto se ve influida o condicionada por un gran número de factores
sociales, familiares y psicológicos; pero que al mismo tiempo es la expresión
de la unidad entre las motivaciones e intereses individuales con las
restricciones y las oportunidades que la
sociedad impone en cada momento y lugar.
b) Social, en la que la recreación es la expresión de un amplio conjunto
de ofertas u opciones sociales que existen en cada sociedad, cada ciudad o
comunidad en un determinado tiempo histórico. La recreación, así considerada,
incluye todos los programas de actividades recreativas organizadas por
instituciones públicas o privadas; por empresas comerciales e instituciones
públicas; por las familias, por grupos de amigos o por grupos formales; por iglesias,
centros de trabajo, colectivos sociales; es decir, por cualesquiera agrupación o
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 30
colectividad humana que se organiza en función de fines recreativos. Así
considerada, la recreación constituye la dimensión del ocio organizado e institucio-
nalizado.
Es en esta última acepción como adquiere relevancia la definición de la recreación.
En efecto, nada nuevo se obtiene si se define desde y para el individuo, pues se
transita por el contexto del ocio, que es básicamente individual, A lo sumo, este
ángulo teórico permitiría enfatizar el proceso individual de la selección de las
actividades de ocio para constituir la recreación individual, lo cual es evidentemente
útil si se enfoca un ángulo de consejería del tiempo libre, que enfatiza precisamente
los problemas que aquejan a las personas cuando organizan su conducta
recreativa. Pero más allá de este nivel no es útil este enfoque.
Pero si se define a la recreación desde el punto de vista social, se encuentra un
fértil campo de análisis: el universo de programas recreativos organizados que integran
las opciones recreativas totales de una sociedad o de una comunidad humana en
un momento y lugar determinados, con derivaciones hacia la sociología, la
economía y la administración de la recreación.
La recreación entonces es precisamente el conjunto de esos programas recreativos
de muy diverso tipo que distintos agentes sociales generan y llevan a la práctica
motivados por móviles muy diversos, desde el espíritu empresarial impulsado por la
ganancia económica hasta el móvil altruista de las políticas sociales o de las
iglesias, que organizan programas recreativos con el fin de beneficiar a ciertos
grupos humanos. Así definida, la recreación adquiere un campo particular claro
sobre el cual tanto los recreacionistas como la población puede ubicarse para
entender su importancia para la sociedad y las complejidades de su desarrollo.
4 EL JUEGO COMO FUNDAMENTO PSICOSOCIAL DE
LA RECREACIÓN
El juego ha sido ampliamente trabajado desde las posiciones de la psicología y de
la educación, en la medida en que se ha visto con claridad a extraordinaria
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 31
importancia del juego en el desarrollo infantil y en un enfoque educativo más libre
y adecuado a la construcción de los conocimientos, en donde el juego puede ser
un factor de motivación que permita unir el placer del aprendizaje con el placer
lúdico.
Más aún, se ha observado una tendencia creciente a identificar funciones v beneficios
del juego y del ocio, en un enfoque vinculado a la calidad de la vida, en el que estos
procesos son vistos como recursos de primera magnitud en el logro de la
individualidad, la felicidad y la calidad de la vida de los individuos y de las
comunidades. :
En este contexto de creciente atención a la importancia del juego, se han publicado
diversas obras teóricas tendentes a sistematizar las más importantes definiciones
sobre el juego, algunas con una óptica esencialmente psicológica, y más bien de
psicología experimental y de psicoanálisis; así como también desde un enfoque
vinculado al ocio, como por ejemplo, el excelente texto de MJ.Ellis, «Why People
Play». Es desde esta última perspectiva que se expondrán algunas consideraciones
generales sobre el juego y su vínculo con el ocio y la recreación.
Una manera tradicional de definir al juego ha sido entenderlo como una conducta
motivada intrínsecamente, o sea, que no esté motivada por el resultado final de la
actividad sino por el placer que despierta el proceso mismo de realizarla. La libertad
del individuo y el placer han sido, en este enfoque, las características esenciales del
juego. ¿Qué diferencias existen entonces entre el juego y el ocio, si ambos son
definidos de la misma manera?. En este enfoque el placer ha sido visto como una
actividad libre y placentera que provoca disfrute en los niños. Libertad y placer
aparentemente han sido definidos como dos rasgos esenciales del juego.
No obstante, la libertad de elección, o más bien la percepción de esa libertad, y el
placer, pueden ser condiciones del juego, pero no sus características definitorias, ya
que de ser así juego y ocio serían procesos coincidentes y los estudios en psicología
experimental y en pedagogía han mostrado que e! juego tiene un campo
específico de acción y funcionamiento.
Ellis reseña en su texto un amplio conjunto de definiciones « sobre el juego que
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 32
denomina “clásicas”, que incluyen las reflexiones de Huizinga (1949) sobre los
significados del concepto juego en la lengua inglesa, en oposición al trabajo y a
otras conductas útiles; la definición del juego en tanto energía sobrante (Sapora y
Mitchell, 1961); las del juego como conducta voluntaria (Schlosberg, 1947); la
que define al juego por los motivos intrínsecos de la conducta (Hunt, 1965); el
juego como contenido lúdico de la actividad humana(Gump, Schoggen y Redi,
1963); el juego como relajamiento, recuperación o regeneración de las energías
gastadas en el trabajo (Patrick, 1916); su definición como instinto básico inherente
a todo animal (lames, 1890; Spencer, 1896; McDouglas, 1923); como
preparación para la vida adulta (Groos, 1898); como recapitulación de toda la
historia evolutiva del mundo animal en cada individuo (Gulick, 1989).
Las teorías recientes sobre el juego, según Ellis, son de tipo causal ya que
intentan explicar la conducta humana en el juego y se sintetizan en las siguientes:
a)Generalización y compensación de tareas. Son las teorías que definen al
juego a partir de la naturaleza del trabajo, en la medida en que «.../as
personas que ejecutan su trabajo bien y están satisfechas con el mismo,
tenderán a comportarse de forma similar durante el ocio, yuxtapuesto a eso, /
as personas que están
frustradas en su trabajo tenderán a escoger otras formas de conducta
durante su ocio.»22 Kimbie, 1961; Breery Locke, 1965; Labowitz, 1968; Bishop,
1970).
b)Teoría del juego como catarsis. Plantea que el juego sirve para canalizar de
forma inocua las emociones fuertes e indeseables que pudieran causar daño
si no existiera esta válvula de escape (Groos, 1908; Berkowitz, 1964;
Meninger, 1960).
c)La teoría del juego dentro de la dinámica cognitiva, que comienza con Piaget y
se desarrolla posteriormente con muchos psicólogos pospiagetianos, y que
plantea que las conductas, y en particular el juego, t ienen una función
activa en la naturaleza del pensamiento y una mayor influencia que el
medio ambiente, 22 Ellis, Ob. cit., pag.49
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 33
d)El juego como conducta aprendida. Sostiene que una conducta es más
fácilmente reproducible si es reforzada por experiencias placenteras y lo
contrario si la experiencia es negativa. Es un enfoque de estímulo-respuesta
que no explica el juego en sí mismo sino su función en los aprendizajes
(Thorndike, in Kimble, 1961; Sutton-Smith, 1962).
Otro grupo de teorías sobre el juego, enunciadas en los últimos treinta años, ha
puesto de relieve algunas importantes características que se vinculan directamente
con el ocio, por lo que serán más ampliamente desarrolladas. Son las
teorizaciones que explican diversas áreas de conducta en términos de un impulso
para mantener un estado óptimo de excitación o de alerta psicológica. Consiste en
la búsqueda de un estado de equilibrio (u óptima excitación) entre dos estados
negativos: el aburrimiento y la sobreestimulación; la primera es la búsqueda del
estímulo, mientras la segunda es el rechazo al estímulo23. El juego cae dentro de la
primera categoría:
«El organismo tiene una necesidad de conductas dirigidas a la búsqueda de
estímulos que solamente es interrumpida por la necesidad de eliminar la fatiga
por el sueño y de satisfacer impulsos primarios potentes. El estado normal del
organismo refleja el estado de su sistema nervioso que es un estado de
constante actividad. El organismo normal necesita estar recibiendo
constantemente entradas de información del medio externo que satisfaga
su necesidad de estimulación.
Esta conducta de búsqueda de estímulos puede involucrar actividades que
aparentemente tienen potencial para sostener al organismo o pueden ser
aparentemente inútiles. En el primer caso, la conducta es clasificada como
seria, mientras que en el último caso, de juego.»24
Un caso particularmente interesante son las investigaciones neurocerebrales
de la excitación. Entre 1957 y 1960 se realizaron diversos estudios sobre el
funcionamiento de la excitación a nivel cerebral, determinándose la existencia de
un centro de la excitación en el cerebro, denominado «sistema reticular de la
23 Ellis, Ob. cit., pag.80 24 Ellis, Ob. cit., pag.81
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excitación», que es una red difusa de neuronas en el cerebro inferior que ofrece una
vía alternativa a la información sensorial para dirigirse a la corteza cerebral. La
corteza y el sistema reticular están íntimamente relacionados y se ubican en
funciones opuestas respecto al equilibrio de la excitación del organismo: el sistema
reticular ejerce una influencia estimulante, mientras que la corteza inhibe al sistema
reticular. El efecto resultante determina el nivel de excitación del organismo.
«Cuando el sistema reticular es dañado o anestesiado, el organismo cae en
somnolencia, mientras que si es excitado el organismo pasa a un estado de
alerta evidente. La entrada de estímulos puede causar la desinhibición del
sistema reticular por la corteza en proporción a su impacto. El impacto es
definido por Fiske y Maddi (1961) en términos de su intensidad, su
significación para el individuo y la medida en que difiere de la estimulación
precedente. SÍ el estímulo es intenso, está asociado con algún acontecimiento
crítico o es en alguna medida nuevo o inesperado, entonces la corteza es
incapaz de preparar la adecuada inhibición para contrarrestar el efecto
generado por la llegada de ese estímulo al sistema reticular. El desbalance a
favor del sistema reticular crea un incremento del nivel de excitación del
organismo hasta que este logra adaptarse, reaccionar o declarar inocuo al
acontecimiento intenso o inusual.»25
Este análisis del proceso de funcionamiento cerebral de la excitación permite
fundamentar este enfoque del juego como una conducta que busca mantener un
nivel de excitación óptimo con bases muy sólidas desde el punto de vista
experimental. Además, esta definición permite comprender el atractivo del juego y
sus funciones de desarrollo humano, de estimulación, catarsis y recuperación. Por
otra parte, explica también el hecho de que mediante el juego tanto los animales
como los niños incrementan su atención, su motivación y su desempeño en las
tareas que ejecutan a un nivel óptimo, precisamente por el hecho de que logran un
alto grado de excitación, adecuado a sus capacidades. El autor propone un interesante
gráfico explicativo de este equilibrio entre excitación y desempeño en la ejecución
de tareas:
25 Ellis. Ob. cit., pag.81
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 35
Relación entre el desempeño en las tareas y el nivel de excitación
La U invertida significa que a medida que crece el nivel de excitación,
aumenta proporcionalmente la eficacia del desempeño, hasta un límite en el que
la excitación es tanta en que el organismo se sobreexcita y se afecta el
desempeño hasta llegar a límites cercanos a cero.
Los factores que determinan el nivel de excitación han sido catalogados de diversa
manera. Ya se dijo anteriormente que Fiske y Maddi definieron tres:
• Intensidad,
• significado para el individuo
• diferencias con estímulos precedentes.
Otro autor, Berlyne26 , propuso tres factores muy vinculados a estos:
• novedad, que significa que el estímulo no ha sido experimentado
anteriormente o no lo ha sido recientemente;
• incertidumbre o disonancia, que se crea cuando experiencias anteriores que
han creado una expectativa en el individuo, son variadas en su secuencia, en
el patrón de continuidad del acontecimiento, en su intensidad, en la
modalidad de recepción del estímulo o en su orden temporal; estos cambios
26 Ellis, Ob.cit, pag.91
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 36
DESEMPEÑO
EXCITACIÓN
provocan incertidumbre acerca del resultado final de la situación; y
• complejidad, que actúa a través del incremento del número de componentes
distinguibles, por el incremento de la desigualdad entre los componentes y
por la manipulación de los elementos de forma tal que no puedan ser
categorizados de forma simple.
En el ser humano, la excitación también se alcanza por el manejo de estímulos
simbólicos en el contexto de una cultura determinada, mediante vías como la
reformulación de ideas conocidas, ía adaptación de ideas existentes a ambientes
diferentes, la crítica a ideas establecidas y la producción de ideas nuevas. Un ángulo
especialmente interesante de estímulo a la excitación por vía intelectual es la
resolución de problemas de inconsistencia lógica entre sistemas o subsistemas de
ideas, que constituye un aspecto inherente al trabajo intelectual o teórico que ha
sido denominado «conducta epistémica27 », caracterizada como un
comportamiento humano impulsado por la búsqueda del conocimiento como
motivación y estímulo.
Muy cercana a esta explicación de la conducta epistémica se halla el enfoque de la
risa y el humor, hecho por Berlyne, en el que se señala su dependencia de factores
semejantes a los que provocan la excitación, tales como la novedad, la sorpresa, la
ambigüedad y la complejidad, dentro de un proceso esencialmente cognitivo de
asimilación de ideas de forma tal que se genere una expectativa que se resuelve
de forma sorpresiva28.
Esta breve revisión de la posición clásica de Ellis y otros autores acerca de las
conductas de búsqueda de estímulo, pone en primer plano las similitudes entre esa
conducta y el juego. En ¡as propias palabras de Ellis: «...ambos ocurren sin que
exista una necesidad primaria prepotente; se acompañan de sentimientos positivos;
ambos involucran exploración, investigación y manipulación del medio ambiente o
de las representaciones simbólicas de la experiencia; y esas conductas de búsqueda
27 Berlyne, D.E. Motivational problems raised by exploratory and epistemic behavior.In; S. Koch (ed.) Psychology as a Science. New York: Me Graw Hill, vol.5, 1963.
28 Ellis, Ob.cit., pag.100
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 37
de estímulo y de juego son emitidas con mayor frecuencia por los más jóvenes de la
especie. Las similaridades entre ambas conducen a la pregunta obvia: ¿No son el
mismo fenómeno?. La respuesta parece ser que el juego es claramente una conducta
de búsqueda de estímulo, pero no toda conducta de búsqueda de estímulo es juego,
si insistimos en que este no se relaciona directamente con la supervivencia del
jugador.»29
Sobre esta base, Ellis propone la siguiente definición de juego: «... es esa conducta
que es motivada por la necesidad de elevar el nivel de excitación hacia el
óptimo»30. Sin embargo, aparece aquí el problema de que la separación entre juego
y trabajo es de tipo convencional, en la medida en que muchas conductas con base en
el trabajo logran mantener un óptimo nivel de excitación. La línea divisoria entre
juego y trabajo solamente se define con claridad en la medida en que se puedan
establecer condiciones puras de motivación intrínseca para el primero y motivación
extrínseca (para la supervivencia) del segundo, pero esas condiciones son irreales
para muchas personas, sobre todo en la sociedad actual, basada en el conocimiento
y la información, en la que la realización laboral ha adquirido una dimensión
insospechada hace pocas décadas, gracias precisamente a la intelectualización del
trabajo. Es por ello que Ellis y otros teóricos han llegado a la conclusión, que hoy
en día tiene amplio consenso, de que el juego y el trabajo se ubican en un
contínuum conductual del cual son los dos polos extremos.
La educación también puede verse dentro de este esquema conceptual,
estableciéndose un contínuum entre dos factores que son la libertad de la conducta
(más bien la percepción de esa libertad) y la modalidad educativa. M.Banks31
propuso en 1 972 un gráfico muy interesante que relaciona estas variables en el
proceso educativo y que establece una ruta crítica en la eficacia de la educación:
29 Ellis, Ob. cit. pag. 109
30 Ellis, Ob. cit. pag. 110
31 Banks, M. Personal Communication. New York, Wiley and Sons, 1972.
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Los procesos educativos que integren dosis elevadas de libertad, real o percibida,
en la operación didáctica y que paralelamente se expresen mediante formatos
lúdicos, alcanzan un nivel de eficacia pedagógica mayor que los que tienen menores
grados de libertad y menores aspectos lúdicos. Este análisis es muy interesante y útil
para la implementación de un modelo de recreación formativa en el contexto de
políticas sociales y de programas institucionales encaminados al desarrollo de
las capacidades de los participantes, ya que indica un camino para alcanzar altos
niveles de eficacia pedagógica y del cumplimiento de los objetivos formativos de
esos programas.
En resumen, el juego es un proceso psicológico y social que si bien posee
características semejantes a las del ocio, vale decir, libertad y placer, tiene rasgos
definitorios asociados principalmente a las nociones de excitación óptima, que
significa que el juego es claramente una conducta de búsqueda de estímulo,
encaminada a elevar el nivel de excitación hacia el óptimo posible dadas las
circunstancias sociales y naturales externas al individuo.
CONCLUSIONES: EL MODELO INTEGRATIVO DEL OCIO
Si el juego se define de esa manera, es posible entonces establecer un claro nexo
entre este concepto y los de ocio y recreación:
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ENTRENAMIENTO
DIVERSIÓN
39
COMPLETAMENTE LIBRE
NIVEL INTERMEDIO DELIBERTAD
COMPLETAMENTE OBLIGADO
COMPONENTE DETRABAJO
COMPONENTE DEJUEGO
El ocio es un tipo de actividad humana caracterizada por la libertad y el placer,
que tiene como impulso primario a la necesidad de juego de toda persona,
independientemente de su edad o de otros factores sociales e individuales, y
que se expresa mediante un amplio abanico de actividades recreativas en las
que se complementan el individuo y la sociedad en conductas y programas
recreativos libremente elegidos y realizados por las personas.
El ocio es el marco general de la actividad recreativa de las personas e instituciones,
mientras que el juego es la necesidad psicológica que le sirve de móvil directo para
su realización. Se establece entonces un sistema de relaciones lógicas entre estos
conceptos que sustentan una teoría del ocio de tipo integrativo:
La necesidad de juego, es decir, de excitación óptima, es el móvil directo del ocio
como actividad humana de tipo especial, caracterizada por la libertad y el placer. SÍ
se analiza que precisamente la libertad y el placer son condiciones del juego, se
observa que se está ante un sistema caracterizado por esas notas distintivas. A
diferencia del trabajo, que como esfera de la actividad humana se encuentra
motivado o impulsado por la necesidad de reproducción ampliada del individuo y la
familia, el ocio tiene su móvil en la búsqueda del nivel óptimo de excitación para
cada individuo, de forma tal que exista una estimulación apropiada para evitar el
aburrimiento y para impulsar las conductas recreativas concretas, en un ambiente de
libertad y placer, en el contexto temporal del tiempo libre y en el contexto espacial de
las instalaciones y espacios recreativos.
Y el ocio, así motivado, es la base para la elección que hace cada persona de aquellas
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MODELO TEÓRICO INTEGRATIVO DEL OCIO
Conductas
40
actividades concretas que define como sus opciones recreativas y que le permite
organizar su conducta recreativa de la manera que mejor satisfaga su necesidad de
juego y con base en las opciones reales que existen en su entorno social y geográfico.
Y el ocio es también la base de los programas de actividades que organizan y
ejecutan las empresas comerciales de la recreación, instituciones públicas y los grupos
humanos organizados para brindar opciones y programas recreativos que sean
acogidos favorablemente y realizados por las personas a que van dirigidas.
La utilidad práctica de este enfoque teórico para el trabajo socio recreativo
estriba en que se puede contar con un modelo explicativo de tipo integral, que no
aísle estos conceptos, sino que los fusione en una visión global del proceso social
e individual del ocio en la sociedad. La recreación, así considerada, no es un
sinónimo del ocio ni del juego, ni se confunde con el tiempo libre, sino que es
precisamente la conducta humana, individual o social, materializada en actividades
específicas que requieren de organización, planificación y relaciones sociales, en
el caso de las actividades recreativas elegidas y realizadas por cada persona;
pero además, requiere de procesos administrativos, manejo de recursos y
compromiso institucional, en el caso de las que organizan las instituciones y
empresas.
La recreación es la expresión del ocio en el proceso de organización y realización
de las actividades recreativas, que se realizan en el tiempo libre y en los espacios
recreativos tanto por el individuo como por las instituciones sociales. La recreación
es entonces un concepto operativo que vincula la conducta de personas e
instituciones a un amplio conjunto de factores sociales, temporales,
geográficos, administrativos, organizativos y de planificación que son los que
hacen posible la elección que cada persona hace de acuerdo a su necesidad de
juego y a sus gustos específicos.
Por ello, el trabajo socio recreativo debe sustentarse en una clara comprensión
del juego como móvil de la conducta humana en el campo del ocio,
independientemente de la edad, y de las características de este importante sector
de la vida humana, definido por la libertad y el placer. Sobre esta base, las
instituciones y empresas pueden diseñar planes recreativos adecuados que
Revista Digital “ACTÍVATE”. ICODER, COSTA RICA, 2008. 41
satisfagan esa necesidad de juego, que está histórica y socialmente condicionada
y por lo tanto varía de acuerdo a cada grupo humano en sus condiciones
específicas; y que canalicen la percepción de libertad de los participantes y
despierten la sensación de placer que busca toda persona al elegir una actividad
recreativa.
Ocio, tiempo libre, juego y recreación no son sino tres componentes básicos de un
proceso social que involucra no solamente diferentes actores sociales, sino que
es esencial para el desarrollo armónico de toda persona y de toda sociedad.
La labor institucional en el campo de la recreación encuentra así una
plataforma teórica explicativa que unifica los conceptos antes de dividirlos y
que permite un mejor diseño de programas recreativos.
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