"Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

  • Upload
    azogeak

  • View
    216

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    1/10

    Modesto plan de paz para Euskal Herria con algunasideas bsicas sobre el tema de su eventual

    independencia, escrito por un dramaturgo

    Alfonso Sastre | Escritor

    Toda titulacin ma para la escritura de este breve y ambicioso plan se reduce al hechode que el uso continuo y prolongado de nuestro oficio acaba haciendo de losdramaturgos expertos en conflictos, sobre todo familiares y sociales, pero tambinhistricos y polticos. A eso se limita, digo, toda mi autoridad para escribir esta

    propuesta de paz para el Pas Vasco, Euskal Herria.

    Yo pienso que un plan veraz y verificable para que esa paz, por la que ya se oye, aunquesea silencioso, un gran clamor, sea efectiva, slo puede partir de que se establezca porunos poderes pblicos, hoy vigentes, pero quizs iluminados por un recuperadopensamiento verdaderamente progresista, la mera posibilidad legal, democrtica, deque los territorios vascos hasta hoy administrados por los estados espaol y francspudieran constituirse algn da, si la voluntad de los ciudadanos vascos llegara aexpresar esa voluntad, en un Estado nuevo e independiente. Nada ms, pero tambinnada menos que eso.

    Circunscribiendo ahora la cuestin a Espaa, se tratara de que esos sectores devanguardia de la Administracin espaola decidieran apostar por la reescritura del o delos pasajes reformables (ah llegara el turno y la tarea de un pensamientoconstitucional) de la actual Constitucin Espaola, para retirar de ella el carctermetafsico poco menos que sagrado de la actual Unidad de Espaa, y la garantaarmada (policaca y militar) de esa unidad metafsica; y, en fin, la consiguiente aperturaa otras formas (democrticas) de unidad poltica, pues la paz que reclamamos losciudadanos para ya mismo no comporta la rotura de nada; formas que se pueden estimarprximas o emparentables con las vigentes hoy en pases como Suiza, Alemania o elReino Unido.

    El dramaturgo slo con su imaginacin dialctica puede pasar de aqu, y han de ser

    algunos polticos abiertos e inteligentes y algunos pensadores constitucionalistas quienescon el apoyo popular correspondiente en Espaa puedan proceder a esa reescritura,que comportara una Reforma Constitucional; la cual es una conditio sine qua non de laanhelada paz; a una reforma, digo, de esos aspectos metafsicos y armados (policacos ymilitares) de la actual Constitucin. Para establecer que esa reforma sea una condicinnecesaria para la suspensin definitiva de las acciones armadas de ETA me baso en queesa condicin se desprende de la lectura de sus comunicados, o, al menos, de suinterpretacin dramatrgica.

    La amnista para todos los presos polticos y el cese de la lucha armada revolucionaria(que en su nivel operativo actual est procurando, no dudo que contra la voluntad de

    quienes la practican, alimento social a las ideas espaolas ms conservadoras y

    1

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    2/10

    retrgradas) sern momentos esenciales de este proceso de paz escrito por un modestodramaturgo.

    En este texto, como se ver, hemos recuperado del acervo de la lengua castellana eltrmino confederanza para aplicarla aqu a las naciones hoy existentes, tres de lascuales son negadas como tales por los sectores espaoles ms reaccionarios, portadoresan del viejo y polvoriento estandarte del Imperio espaol y de su pretrita y aoradagrandeza. Podra decirse que los tatarabuelos de los actuales militantes de la derechaespaola declarada son los Reyes Catlicos. Esta confederanza comportar ya laexistencia, en su marco poltico, de Estados soberanos. Pero hagamos, antes de seguir, lasiguiente observacin, quizs un tanto petulante, en la que me temo que se le vea unpoco o un mucho el plumero a la vanidad propia de las gentes de teatro: Yo pienso quetodo lo que no sea seguir, al menos aproximadamente, el calendario que voy a proponerser mera palabrera y, como se dice popularmente, mear fuera del tiesto.

    He aqu nuestra Hoja de Ruta, que se desarrolla, cronolgicamente, en dos fases, asaber: El primer momento de la primera fase el momento fundamental yfundamentante ha de ser, como queda dicho, una breve y sustanciosa reforma

    constitucional, que comportara una reescritura de unas lneas de la Constitucinespaola de 1978.

    En el segundo, por una parte se producira un adis a las armas (no un hasta luego)de ETA; y, por la otra parte, una Amnista para todos los presos polticos y deintencionalidad poltica (terroristas en el lenguaje policaco y judicial, usual de laprensa).

    Habra empezado, venturosamente, la paz, y esa fecha se escribira con letras de oro.

    En la segunda fase ya en paz! se desarrollara un gran debate poltico con vistas a lalegalizacin de la existencia en los territorios del Estado espaol de cuatro naciones,

    una mayor, Espaa, y tres menores, Euskal Herria, Pasos Catalans con un subdebate delms alto nivel entre Catalunya, Valencia y Baleares, asesorado por especialistas,asimismo del ms alto nivel y Galiza, que hoy forman partes provinciales del Reino deEspaa, ello, contra toda congruencia, al mismo nivel que provincias inequvocamenteespaolas como Murcia. Ser el momento de corregir esta chapuza terica y prcticaposfanquista.

    En el siguiente momento y ya estamos poniendo a prueba nuestra anunciadaimaginacin dialctica se establecera al fin esa confederanza, para lo cual nohabra que esperar a la proclamacin de una Repblica, pues el Reino de Espaa, apesar de todas sus limitaciones, podra asumir esta trascendente responsabilidad

    histrica. En esta confederanza, las tres naciones menores figuraran ya con la entidadde Estados soberanos.

    Ello no significara, como aseguran patticamente las Derechas neo-franquistas, laruptura (Espaa rota y roja) ni la liquidacin de Espaa y de su glorioso pasado,sino justamente su verdadero engrandecimiento hasta el nivel histrico que al granpoeta peruano Csar Vallejo le hizo exclamar desde lo ms profundo de su corazn:nios de Espaa, si Espaa cae digo, es un decir, cmo vais a cesar de crecer!.(Palabras que, desgraciadamente, fueron profticas). Espaa, digo, alcanzara unaverdadera grandeza sobre una superficie territorial ms reducida; una grandezaantifascista que la elevara al rango de creadora de justicia y patria de laslibertades en la Pennsula Ibrica, en la que conviviran a partir de entonces, ojalfraternalmente, cinco estados libres, contando naturalmente con la hermana Repblica

    2

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    3/10

    portuguesa.

    Es evidente que hasta ah no podr llegar el actual Reino de Espaa, con su reyborbnico-franquista, y que para entonces habr llegado el trascendental momento deplantear la cuestin republicana en ese proceso de progresin hacia los nuevostiempos: el magno momento de la proclamacin de una tercera Repblica espaola, porla que ya se est trabajando, y tres pequeas repblicas que hoy son regiones perifricasde Espaa, y con ello la ocasin del arrumbamiento, por fin, de un sistema anacrnico monrquico y que tan slo ha sido parcheado de demcrata y constitucional.Habra llegado al fin, decimos, el momento de iniciar una gran empresa histrica, quesera acometida bajo la denominacin poltica, que aqu queda propuesta, deConfederanza de Repblicas Ibricas. (Algn da habr que hacer todo esto, pero ya hayque hablar claramente de ello; y eso es lo que yo estoy intentado hacer en estaspginas).

    Por fin, habra quedado abierta la posibilidad de que alguno o todos estos estadosaccedieran a una definitiva independencia repblicas soberanas, si as lo reclamara lavoluntad popular de los ciudadanos vascos, catalanes o gallegos, que entonces se

    vincularan a Espaa de un modo o de otro, en virtud de los tratados que se suscribieranentre las partes. (Es de recordar que el Estado de las Autonomas actual no es otracosa que una descentralizacin administrativa y adems, como ya se ha dicho,homogeneizadora de lo evidentemente heterogneo, y en realidad slo aceptable, y conmuchas reservas y matices, para las anteriores regiones y provincias espaolas, queslo reclamaban en algn caso cierta autonoma para su administracin. La idea infamedel caf para todos recuerda un episodio que no dice nada a favor de la inteligenciade quienes perpetraron ese grave percance de la razn histrica).

    En cuanto a la Repblica vasca, en las circunstancia futuras que hoy estamosprefigurando, se abrira ante ella siempre en el marco de la voluntad popular la triple

    tarea que la conducira a la reunificacin (en siete provincias), la completaeuskaldunizacin, y el socialismo en su nuevo cuo, a la altura de los tiempos.

    Digamos para terminar:

    Arriba la paz. Abajo la pacificacin. La paz es necesaria, urgente y posible, aunque, hoypor hoy, para los gobernantes de Espaa, la reclamacin ferviente y sincera de la pazsea, como hasta hoy lo es, una idea subversiva. La paz, para serlo verazmente para serpropiamente paz, tiene que ser algo radicalmente distinto que un cese de la violenciapor medio de una pacificacin armada una paz a tiros, empresa policaca que eneste caso se ha evidenciado intil a lo largo de muchos aos, de modo que ha quedadoclaro una vez ms que los hechos tienen la cabeza dura, y que en este pas es cierto que

    padecemos un serio conflicto poltico y no las gratuitas acciones de una errtica bandade guerreros idealistas o como siguen afirmando las derechas espaolas desde sufanatismo patritico: de una banda de asesinos sedientos de sangre siempredeseosos de matar a su prjimo, que es lo nico que saben hacer. Ciertamente hay quepartir de la realidad para plantear y tratar de resolver los grandes conflictos que en ellase producen. El conocimiento de esta gran verdad forma parte de nuestro oficiodramatrgico, y a ello me he referido al principio.

    P.S. para nuestra esperanza.

    Un Partido Socialista Obrero Espaol renovado y audaz, en la lnea que parece haberiniciado, aunque tmidamente, el Partit Socialista de Catalunya, podra acometer (enausencia de una Izquierda Unida o una Corriente Roja u otras organizaciones de

    3

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    4/10

    izquierda revolucionaria que en Espaa tuvieran el respaldo popular y la fuerzanecesaria para ello, pero deseablemente con el apoyo de todas estas fuerzas) estatrascendente y benemrita empresa histrica en la que el socialismo espaol recuperaray adems gloriosamente su perdido y maltrecho prestigio. En tal caso, el comienzo deeste venturoso camino hacia la paz se producira en una mesa de negociacin entre, porun lado, un PSOE liberado de su vergonzante dependencia del PP y, por otro,

    representantes de una izquierda abertzale no por ilegalizada menos legtima.Aqu acaba mi modesta aportacin a este magno proyecto. Otras veces me he ofrecidotambin y ahora reitero ese ofrecimiento para contribuir de cualquier modo a lasconversaciones iniciales, aunque nada ms fuera como seora de la limpieza de lahabitacin en la que se renan los especialistas ad hoc, dado que, al fin y al cabo,hablando en serio, yo no soy ms que un poeta muy preocupado y algo pensativo.

    4

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    5/10

    Caminos de libertad: sobre lo posible y sus ritmos (I)

    Alfonso Sastre | Dramaturgo

    Prefacio o postfacio. Este pequeo prefacio es, en realidad, un postfacio porque loescribo despus de haber escrito los dos artculos (I y II) que ahora doy a GARA. Algo semueve, aleluia!, es la exclamacin que podra resumir mi nimo de hoy a la hora deescribir esta presentacin.

    Contra mi hiptesis de un posible PSOE de nueva factura -o de un partido socialistarenovado que surja en sus filas- se alzan, ya lo s, los berridos nacional-espaoles quesiguen emitiendo, y ahora han reiterado, los rubalcabas y sus consortes en el poder queimpiden escuchar las voces de muchos socialistas inteligentes y honestos, algunos en losniveles dirigentes y muchos en sus bases, aunque unas pocas de esas voces, ms o menos

    tmidamente, ya empiezan a orse y a m me gustara que tambin a ser odas.Cuando escribo esta nota (7 de setiembre, 2010), en el campo de la izquierda acaban deaparecer opiniones clarividentes que llegan de sectores tan distintos como el que ocupaBrian Currin en el campo mundial y el que ocupan honestos periodistas que ya gozan degran prestigio como las de Iaki Iriondo y Floren Aoiz; opiniones estas dos, publicadastambin en GARA, que yo suscribo en su totalidad, la primera en cuanto que es una felizstira de la consigna preprogramada de la insuficiencia del reciente comunicado deETA; y la segunda en cuanto que es un desvelamiento de las interioridades reales yverdaderos objetivos, no confesados, de la guerra antiterrorista (condenas incluidas)que el Poder quiere vendernos y que las personas honestas e inteligentes, que por

    serlo no comen en ese pesebre ni en ningn otro, se niegan lgicamente a comprar. Yoaadira mi propia exclamacin a esas propuestas de guerra contra el terrorismoenmascaradas de fervientes apuestas por la paz; y esta exclamacin sera muy sencilla:A otro perro con ese hueso!, porque muchas de esas gentes que se presentan con airede inocentes humanistas deseosos de paz, la verdad es que sienten muy poco entusiasmopor aportar su granito de arena a esta gran tarea de la paz, y hasta se dira que lo quesienten es una gran inquietud, y hasta terror -hay un terrorismo de la paz?, la paz esuna nocin terrorista?- ante la posibilidad de que la paz llegue a ser un hecho que acabecon su chiringuito poltico actual. Sin embargo estn ocurriendo cosas importantes en lalnea de que se abran caminos para las nuevas libertades. Y vamos a nuestros artculos,que empiezan as:

    Estaba yo meditando an sobre el tema de mi reciente Modesto Plan de Paz, publicadoen GARA, cuando he recibido una breve carta que me ha hecho reconsiderar algunosmatices de este problema. El autor de este mensaje es un patriota vasco a quien tengoen gran consideracin, entregado durante toda su vida a tareas intelectuales y polticasque apuntan hacia el objetivo de la libertad de su pas; y en l valora muy positivamentemi Plan, advirtiendo, eso s, la irona que pueda observarse en mi planteamiento. Ellome mueve a estimar la importancia que tienen esos matices para evitar que lo que hayade irona en mi escrito pueda inclinar a cierto escepticismo que puede darse si nosplanteamos como objetivamente insalvable y resistente a todo cambio el actualcerrilismo de la mayora de los ciudadanos espaoles que tienen voz y voto, con

    quienes habra que contar, claro, para que pudiera ponerse en marcha nuestro Plan

    5

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    6/10

    sobre el llamado problema vasco que, en realidad, como ya se ha dicho lcidamentehace tiempo, es un problema espaol, y muy complejo ciertamente. Es una fantasapensar que en Espaa puede surgir y desarrollarse un planteamiento autocrtico yradical en esa lnea? Ciertamente ese cerrilismo parece, hoy por hoy, una posicincerrada y mayoritaria de la poblacin espaola, de manera que nuestro Plan quedaraabortado ab initio, y, de ser as, para qu seguir lucubrando sobre ello?

    Pero vamos a lo que vamos; y es que resulta que se puede tener alguna confianza en quese produzcan hechos tan inesperados y hasta imposibles como los que tendran quedarse para que nuestro Plan se pusiera en marcha, y que las voluntades populares vasca,catalana y gallega digan claramente lo que tengan que decir para que una situacin talsalga a la luz y entonces estas tres naciones administradas (dos de ellas bsicamente,desde hace mucho -se dira que desde siempre-, por los estados espaol y francs)puedan alcanzar en un futuro ms o menos previsible su soberana plena, o sea, suindependencia, que siempre ser relativa porque la realidad de la Historia es un juegode relaciones de una ndole o de otra.

    Volviendo ahora a lo del cerrilismo, es decir, al pensamiento cerril que Lenin defini

    como el chauvinismo de gran potencia, la base terica de mi Plan reside en el hecho,que creo fcilmente verificable, y ya verificado por el marxismo (materialismohistrico), de que en la Historia y en la Naturaleza se producen saltos (saltocualitativo), a pesar de que Leibniz afirmara, y adems lo dijera en latn, que naturanon facit saltus.

    Refirindonos slo a episodios histricos prximos en el espacio y recientes en el tiempo,encontramos ejemplos que documentan lo que estamos diciendo; de manera que sepuede pensar seriamente que en Espaa puede nacer, si no es que est naciendo ya,una plyade de nuevos lderes para una izquierda espaola renovada, incluyendo en ellaa un PSOE que superara sus actuales vergenzas y dependencias de las derechas ms

    recalcitrantes, y que entonces sera capaz de aceptar y asumir la necesidad de procedera una reforma de la actual Constitucin espaola (que fue escrita bajo el temor a losespadones del franquismo), lo que hara posible la paz, hoy imposibilitada pero noimposible. El chauvinismo de gran potencia es en Francia tan o ms cerril que elespaol, y sin embargo en su marco el General De Gaulle -un gran espadn y muy dederechas, pero inteligente- renunci a imponer la pacificacin de aquellos territoriosy fue capaz de abrir paso a la paz entre Argelia (la nacin argelina, su pueblo) y Francia,a pesar de los berridos de esa pacificacin, que vociferaban Algrie franaise. Encuanto al PSOE, podemos recordar, en honor a su memoria, la herencia de Pablo Iglesias,que supo -y lo hizo- analizar correctamente el conflicto en Marruecos, y los interesesespaoles implicados en l.

    Sobre el tema de la posibilidad de ciertos procesos histricos ha sido notable un artculofirmado por Txetxu Aurrekoetxea, de EA, en este mismo diario, en la misma fecha quemi Plan, y titulado Una declaracin de paz sera posible, afirmacin que es muycierta, con la nica condicin -y ah puede residir el problema- de que las formacionesde la izquierda abertzale, que nunca han perdido su legitimidad, recuperen su legalidad,para lo que, as mismo, habra que superar el obstculo del cerrilismo al que antes noshemos referido.

    As pues, esa declaracin es posible, en efecto, una vez resuelta su condicin polticaprevia -un Parlamento con la suficiente presencia independentista-; y entonces esadeclaracin se enfrentara seguramente a un proceso que habra de conducir o no, segnlas leyes democrticas (en el caso, cada vez ms raro, de que stas fueran respetadas

    6

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    7/10

    por el Poder democrtico), a la independencia de estas naciones hasta hoyprovincializadas. Aqu, en el mejor de los casos, viene a cuento el tema de ladistancia que, histricamente, se produce entre las declaraciones de independencia(Gritos en la terminologa cubana del siglo XIX), y la instauracin de esaindependencia en la realidad histrica. Por ejemplo, en Cuba, entre el Grito de Yara(Cspedes), sin duda glorioso, y la independencia de Cuba con relacin a Espaa,

    pasaron treinta aos, y eso con el apoyo militar estadounidense y en tiempos en los queel viejo Imperio espaol se haba desmoronado y el Estado espaol, exange, era pocoms que un recuerdo ruinoso del pasado.

    Ahora por cierto se est conmemorando el Bicentenario de los Gritos que se dieron -delas declaraciones de independencia que se hicieron- en la Amrica Latina por laindependencia de aquellos pases, y es de recordar que Bolvar estim como primeradeclaracin de independencia de aquellos pases la carta que en el siglo XVI le escribiLope de Aguirre al Rey Felipe II en el siglo XVI. Hasta los menos estudiosos de estostemas sabemos que entre las declaraciones de hace unos doscientos aos y lasindependencias respectivas hubo procesos de lucha muy largos y muy complejos.

    7

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    8/10

    Caminos de libertad: sobre lo posible y sus ritmos (y II)

    Alfonso Sastre | Dramaturgo

    En la cuestin de los tiempos -de los ritmos- en que se desarrollan los procesos delibertad, yo creo, a pesar de lo dicho, que no ha de verse como un fatalidad que estosprocesos hacia una mejor situacin (la libertad) tengan que producirse lentamente enel curso de generaciones.

    Los plazos tan largos que alimentan la funesta idea de la imposibilidad de los nuevostiempos han sido frecuentemente el fruto podrido de los problemas internos que surgenno por la accin de las fuerzas opresoras exteriores sino por las divisiones y las rencillasque oponen a los oprimidos unos contra otros. La unidad de los pueblos hubiera acortadomil veces esos plazos largos y deprimentes, incluso desesperantes. En el caso de Irlanda,

    el gran escritor y patriota Jonathan Swift tuvo que sentir una y otra vez ms cleracontra sus compatriotas que contra los ingleses dominadores de su patria por esa razn,y esto no ocurri ayer, porque recordemos que l vivi entre 1667 y 1745. Cuntos aoshan pasado desde entonces? Cunta sangre ha corrido en Irlanda, y todava no hacesado de correr, en un proceso que todava no est terminado en el norte de Irlanda?

    Pues bien, ese largo proceso irlands no fue tan largo porque exista una ley histrica quelo determine as, sino que fueron los propios irlandeses (ya sus lderes, ya sus bases, yauna articulacin de lo uno y lo otro) los responsables, en gran parte, de muchas de susdesventuras y de aplazamientos de sus libertades, hasta el punto de que se produjera laimagen pesimista y falsa de que la independencia de Irlanda era una tarea imposible,

    cuando la verdad era que la posible solucin de los problemas siempre estaba a mano:en la asuncin de una unidad popular operativa para la liberacin; unidad querespetara, claro est, las legtimas diferencias existentes, entre ellas nada menos que laexistencia de las clases y la importancia de su lucha. Ahora, tratando del caso de EuskalHerria, que a nosotros nos preocupa de modo muy especial, resulta que,paradjicamente, un gran obstculo para conseguir esa soberana reside, adems de enel cerrilismo espaol desde luego, en el carcter acomodaticio y oportunista del PNVque, ciertamente, es un gran obstculo para la unidad de los vascos por suindependencia. Y conste que admiramos a grandes patriotas que ha producido y produceesa formacin poltica, como el grande e inolvidable Telesforo Monzn, y otros vivos yactivos hoy, cuyos nombres no voy a traer a colacin aqu pero en los que habita y

    gravita gran parte de nuestra actual esperanza.En el campo del pensamiento, est pendiente -que yo sepa- un gran debate sobre lanocin de utopa y su relacin con la de posibilidad. La base de ese debate ser,supongo, una crtica cientfica, dialctica, de realidades hoy histricas que en su da seestimaron como imposibilidades metafsicas, absolutas (hoy se hablara de su nosostenibilidad, que es una mscara actual de posiciones posibilistas reductoras deuna posible grandeza del futuro como la que se proclama cuando se dice hoy que otromundo es posible). Eran, pues, posibilidades que se negaban como si fueranimposibles cuando, en realidad, estaban imposibilitadas, 1) ya por el estado de laciencia y la tcnica en cada momento, 2) ya por los intereses econmicos de los

    capitalistas encaramados en el Poder. (Ejemplo de lo primero: el vuelo de grandes

    8

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    9/10

    mquinas ms pesadas que el aire cargadas de viajeros. Ejemplo de lo segundo: lajornada de trabajo de ocho horas).

    En suma, puede decirse ya que hay mucho menos imposible de lo que parece y que seacepta como tal. Las nuevas nociones de Utopa son aperturas del campo de laposibilidad, hasta hoy injustificadamente reducido cuando se denunciaban los errorespropios de un subjetivismo desmedido poniendo en contra un pensamiento objetivistaque en realidad comportaba una gran reduccin de las verdaderas virtualidades de larealidad actual en cada instante.

    As es que hoy se puede trabajar razonablemente en campos antes prohibidos comoutpicos en el sentido peyorativo que entonces se daba a la palabra utopa desde uncientifismo no sometido a crtica. Ahora ya se sabe que con frecuencia lo imposiblede hoy es lo posible de maana y lo real de pasado maana, y ello es ms evidente ancuando eso que se presenta interesadamente como imposible se fundamenta en unatercera razn, la menos razonable de todas: 3) la mstica de ciertas ideas cerrilescomo, en nuestro caso, la de la sagrada unidad de Espaa.

    Sobre dos recientes episodios. Nuestro tema viene tomando gran cuerpo durante losltimos aos, y hay pasos en ese sentido muy recientes como estos dos:

    1.- Un comunicado del tndem izquierda abertzale-Eusko Alkartasuna, que sali a laluz, al parecer, a travs de una filtracin pero cuyo contenido no se desmiente. En l sepide o se va a pedir a ETA que declare una tregua permanente y verificableinternacionalmente, sobre unas condiciones mnimas, en las que, por ejemplo, laamnista para los presos polticos se reducira a un acercamiento de esos presos aprisiones cercanas al domicilio de sus familias. [Sobre el tema de lo que se puedeceder en esta situacin por parte de la izquierda abertzale, ello est bastante claroen una respuesta que a Carlo Frabetti (que lo ha referido en su artculo de GARA Latransicin vasca) le ha dado un miembro de Batasuna. La pregunta se concretaba enla cuestin de hasta dnde estaban dispuestos a ceder, y la respuesta se produjo conestas certeras palabras: Cederemos en la medida en que las circunstancias nos indiquenque podemos ceder sin renunciar a nuestros objetivos. A Frabetti le parece que estaspalabras contienen todo un programa poltico y que ste es el nico deseable, elnico posible. Yo acabo de definir mi propia posicin al considerar certeras estaspalabras].

    2.- El ltimo comunicado de ETA a travs de la BBC y GARA (*). A m este comunicado meha parecido muy positivo, pero estimo que no es todava el gran Adis a las armas alque yo me he referido en mi Modesto Plan. A estas alturas me gustara saber si ha sidoacertado por mi parte atribuir a ETA que la condicin para que ese Adis-y-no-hasta-

    luego se produjera tendra que darse, como yo he inducido de mis lecturas de suscomunicados en los ltimos tiempos, una reforma constitucional como la indicada en miPlan. Que ETA se manifieste hoy sobre este punto concreto me parece muy importantepara que se arroje una buena luz sobre la doble cuestin de la posibilidad de un felizdesenlace del conflicto y, en definitiva, sobre los posibles ritmos del proceso en susdistintas fases.

    Eplogo. Cuando escribo estas ltimas lneas prolifera la resonancia que ha tenido, queest teniendo, la ltima declaracin de ETA, y creo que empieza a abrirse paso, (malque bien, en determinados sectores del Poder ms o menos distantes de su cumbre, enla que habitan tristes figuras como las de Zapatero -que amenaz con ser otra cosa-,

    Rubalcaba o Ares), un nuevo espritu que podra renunciar definitivamente a las

    9

  • 8/8/2019 "Modesto Plan de Paz", seguido de "Caminos de Libertad: sobre lo posible y sus ritmos" - Alfonso Sastre

    10/10

    exigencias dogmticas del viejo cerrilismo y arribar a cierta recuperacin de la herenciade lo que la derecha llam siempre la anti-Espaa (que ramos nosotros, espaolesmalditos); anti-Espaa que supo manifestarse con vigor en doctrinas altamentehumanistas y antiimperialistas avant la lettre, como el Derecho de Gentes; o quedenunci en su momento valerosamente, como lo hizo el gran Bartolom de las Casas,la destruccin de las Indias por los conquistadores espaoles de Amrica.

    La solucin del actual conflicto, que parece interminable, tendra que contar,efectivamente, con esta agitacin de la vida espaola (Unamuno), que hara volver aesta caricatura que hoy es Espaa por las rutas que en determinados momentos fueronsus verdaderos timbres de gloria. Porque Espaa -qu duda cabe!- es la horrendafigura del Duque de Alba y su Tribunal de la Sangre, pero es tambin la del celeste poetaque fue San Juan de la Cruz, y -cmo no!- la de aquel miliciano medio analfabeto que(como nos cont Csar Vallejo en su libro Espaa, aparta de m este cliz) solaescribir con su dedo gordo en el aire: Biban los compaeros.

    (*) Nota de la redacccin: Tal y como se citaba en la primera parte, el artculo fueescrito el 7 de setiembre y, por lo tanto, el comunicado de ETA referido como ltimo es

    el del da 5 de este mes.

    [Artculos publicados los das 22 de agosto de 2010, 20 de septiembre de 2010 y 21 deseptiembre de 2010 en el diario Gara de Donostia (Basque Country)]

    10