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Número 2 ISBN:1690-6616 Bs. 600,oo Caracas, Septiembre 2004 Depósit o Lega l Órgano de divulgación de la Fundaci ón Aguas de Mayo Considerando que una cosa es el decir del personaje, otra estar frent e a ese decir y otra ser ese decir; a conti nuación reproduzco me merece especial atención, por la forma senci lla en se expresa su autor. Su humildad me llevó a l os duros pasajes que nos muestran Beckett, Dostoyevski, Tólstoi, o Kafka, a ese cordón común que tienen los pueblos en la miseria. Este trabajo tiene una secuencia rigurosa, no se da respiro, no tiene atajos, ni desvíos; se ajusta a lo que es, a lo acontecid o, no i nterpreta, no saca conclusiones, no se pliega. La relación que hace es p ul cra desde el punto de vista de la situación, la cual se halla limpia de rech azo, de la resistencia de quien cuenta al mostrar su escrúpul o. apartar la vista para digerir el impacto. La fortaleza de este joven, un escriba incipiente, nada literato, consiste en la nitidez para expresar la acción, sin la mendicidad de quien busca salvarse, si acaso de quien ha ingresado a un túnel y sólo se ve en la oportunidad de recorrerloo de develar el puño en que ha sido atrapado. C.D.S un texto que la cual Nos ha ocurrido que al leer escenas como estas, si quiera nos han he cho V ivía junto a mi familia en en una casa. Yo estudi aba en la escuela Acosta de Sucre. Todos los días bajaba caminando hasta el . Era un chico despistado, constantemente dejaba la merienda en la casa y en ocasiones, si me quedaba tiempo regresaba a buscarla. Tardaba mucho en la parada esperando camionetas y a veces llegaba tarde al colegio. No prestaba atención a las clases, nada más cuando anotaba en el p izarrón o dictaban. De resto, prefería echar a volar mis pensamientos, haciéndome ilusiones con dibujos animados o películas de superhéroes. No tenía buenas relaciones con mis compañeros. Me llamaban Me sentía burlado por los niños del salón y muchas veces no me tomaban en cuenta para realizar actividades en grupo. Me aislaba con frecuencia en el pupitre ya que en ocasiones le pedía permiso a la maestra y me decía que no, que me aguantara hasta el recreo. Decidí no pedirle más permiso por el miedo de que me dijera que no, y aguantaba lo más que podía, pero me orinaba y no me despegabadel pupitre hasta que se hacía la hora del recreo. No me juntaba con nadie a realizar actividades deportivas o rec re ativas (juegos de niños). P r efería aislarme El Sauce, Dalco Tanque Mión o Piojoso. por completo, ni iba a ver los juegos de niños en el patio, que yo no conocía. Me sentaba en lugares solitarios, esperando que se me secara el pantalón para poder llegar a casa y que no me pegaran. A veces se secaba y a vec es no. T erminaba el recreo y m e ajust aba a la formación, S egún Platón para Sócrates, el enamorar al amado consistía en sustraerlo de sus propios encantos o atribu tos, de llevarlo a sus flaquezas, de colocarlo en desventaja, de manera que éste abandonara su donaire y se acercara a aquello que eclipsaba su belleza. Esta actitud irónica apunta a una paradoja, a ”. Sin lo c ual lo que falta no puede darse e l encanto, el amor, la gracia, ni la libertad; que es precisamente lo que agrega el amante. Esta acción no sólo corresponde a una visión griega de la seducción de la pareja, también respecto de la obra de arte. Recordemos que este vocablo deviene del profundo sentido del trabajo, respecto del hablar, del escribir, del crear, de quien entrega sin agotar ni agotar se, y es qu e toda obra de arte ofrece aquello que puede recibirs e. no es en modo alguno abandono, descuido del autor; es el Lo que falta, otro para quien fue concebida la obra y a quien notifica, hace saber que la necesita, que es suya y que vale la pena. Esta actitud ante la belleza rebasa los arquetipos sociales, las convenciones, moviliza los conceptos y valores de la época; hace sudar a la bella com o al feo, los reúne en el cuestionamiento, los cruza; trabajan juntos en el c ontenido de su impresión, de su imagen; como para los griegos, ya no sólo era lo bello, lo proporcional, también la fuerza , lo intrépid o, lo bueno, lo útil. en la obra de arte es un Lo que falta, impacto para la muerte, para el sueño del bello durmiente; es una sacudida que quizás se resiente, se rechaza o se adula. Más que eso, es un llamado de atención al contacto, a la relación e integración, una invitación al ser íntimo. es el pozo en que media el sujeto respecto a s u objeto, y a la inversa; es la distancia que determina el trato, el acercamiento o el . Esta dista ncia es la que da origen al des eo y la necesidad de entenderlo. Lo que fal ta roce Cristóbal Deffit Silva luego iba al salón de clases, me sentaba en otro pupitre, los de plástico que quedaban pegados a una ventana que daba co n el jardín. Era una pared con visió n clara . A esas horas, menos prestaba atención a las clases, ya que veía para afuera constantemente, calculando la hora para ir a casa. Veía los pajaritos, y en eso me entretenía bastante, jugaba con el lápiz, el sacapuntas y el borrador, encima del pupitre, como si fuesen carros pequeños. A veces tenía discusiones por que contestaba a los insulto s de los otros niños. Sonaba el timbre y llegaba a la salida del colegio, trat aba de esconderme para que no me vieran y p oder ir a casa s in salir golpeado por otros niños. A veces lo s lograba eludir, otras v eces no. Cuando me enfrentaba con cualquier niño, me defendía como podía, incluso corriendo como loco, desesperado. Eso no ocurría todo el tiempo, también en ocasiones salía ileso sin que me molestaran, y me iba caminando poco a poco hacia la parada, veía para todos lados y me paraba arecoger mangos verdes de las matas, recogía flores y arrancaba las que fuesen bonitas para mí. Llegaba a la parada y de nuevo se tardaban las camionetas, y llegaba tarde a casa, a eso de las 7 de la noche. Ya mi hermana y mi mamá sabían lo de las orinadas que me daba. Si llegaba seco me salvaba y s i no, bueno, era horrible para mí por la pela que me daban. Si llegaba ant es que ellas, escondía el pantalón, así estuviese seco, ya que también olía a orine, a una cierta distancia. Alexis  “No se puede m ori r si no se ha nacido. Esto se aprende m uriendo.” Anónim o F undac ión May o Aguas de

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Número 2

ISBN:1690-6616

Bs. 600,oo

C a r a c a s , S e p t i e m b r e 2 0 0 4 Depósito Lega l

Órgano de divulgación de la Fundación Aguas de Mayo

Considerando que una cosa es el decir del personaje, otra estar frente a esedecir y otra ser ese decir; a continuación reproduzco me mereceespecial atención, por la forma sencilla en se expresa su autor. Suhumildad me llevó a los duros pasajes que nos muestran Beckett, Dostoyevski,Tólstoi, o Kafka, a ese cordón común que tienen los pueblos en la miseria. Estetrabajo tiene una secuencia rigurosa, no se da respiro, no tiene atajos, nidesvíos; se ajusta a lo que es, a lo acontecido, no interpreta, no sacaconclusiones, no se pliega. La relación que hace es p ulcra desde el punto devista de la situación, la cual se halla limpia de rech azo, de la resistencia dequien cuenta al mostrar su escrúpulo.

apartar la vista para digerir el impacto. Lafortaleza de este joven, un escriba incipiente, nada literato, consiste en lanitidez para expresar la acción, sin la mendicidad de quien busca salvarse, siacaso de quien ha ingresado a un túnel y sólo se ve en la oportunidad derecorrerloo de develar el puño en que ha sido atrapad o.

C.D.S

un texto quela cual

Nos ha ocurrido que al leer escenascomo estas, siquiera nos han he choVivía junto a mi familia en

en una casa. Yoestudiaba en la escuela

Acosta de Sucre. Todos los díasbajaba caminando hasta el .E r a u n c h i c o d e s p i s t a d o ,constantemente dejaba la meriendaen la casa y en ocasiones, si mequedaba t i empo reg resaba a

buscarla. Tardaba mucho en laparada esperando camionetas y aveces llegaba tarde al colegio. Noprestaba atención a las clases, nadamás cuando anotaba en el p izarrón odictaban. De resto, prefería echar av o l a r m i s p e n s a m i e n t o s ,haciéndome ilusionescon dibujosa n i m a do s o p e l í c u l as d esuperhéroes. No tenía buenasrelaciones con mis compañeros. Mellamaban Me sentíaburlado por los niños del salón ymuchas veces no me tomaban encuenta para realizar actividades engrupo. Me aislaba con frecuencia enel pupitre ya que en ocasiones lepedía permiso a la maestra y medecía que no, que me aguantarahasta el recreo. Decidí no pedirlemás permiso por el miedo de que medijera que no, y aguantaba lo másque podía, pero me orinaba y no medespegabadel pupitre hasta que sehacía la hora del recreo.No me juntaba con nadie a realizar actividades deportivas o rec reativas(juegos de niños). P refería aislarme

El Sauce,

Dalco

Tanque

Mión o Piojoso.

por completo, ni iba a ver los juegosde niños en el patio, que yo noconocía. Me sentaba en lugaressolitarios, esperando que se me

secara el pantalón para poder llegar acasa y que no me pegaran. A vecesse secaba y a vec es no. Terminaba elrecreo y m e ajustaba a la formación,

Según Platón para Sócrates, elenamorar al amado consistíaen sustraerlo de sus propios

encantos o atribu tos, de llevarlo a susf l a q u e z a s , d e c o l o c a r l o e ndesventaja, de manera que ésteabandonara su donaire y se acercaraa aquello que eclipsaba su belleza.

Esta actitud irónica apunta a unaparadoja, a “ ”. Sin lo cuallo que falta

no puede darse e l encanto, el amor,la gracia, ni la libertad; que esprecisamente lo que agrega elamante. Esta acción no só locorresponde a una visión griega de laseducción de la pareja, tambiénrespecto de la obra de ar te .Recordemos que este vocablodeviene del profundo sentido deltrabajo, respecto del hablar, delescribir, del crear, de quien entregasin agotar ni agotarse, y es qu e todaobra de arte ofrece aquello quepuede recibirse.

no es en modo algunoabandono, descuido del autor; eselLo que falta,

otro para quien fue concebida la obray a quien notifica, hace saber que lanecesita, que es suya y que vale lapena.Esta actitud ante la belleza rebasal o s a r q u e t i p o s s o c i a l e s , l a sc o n v e n c i o n e s , m o v i l i z a l o sconceptos y valores de la época;hace sudar a la bella com o al feo, losreúne en el cuestionamiento, loscruza; trabajan juntos en el c ontenidode su impresión, de su imagen; comopara los griegos, ya no sólo era lobello, lo proporcional, también la

fuerza , lo intrépid o, lo bueno, lo útil.en la obra de arte es unLo que falta,

impacto para la muerte, para el sueñodel bello durmiente; es una sacudidaque quizás se resiente, se rechaza ose adula. Más que eso, es un llamadode atención al contacto, a la relacióne integración, una invitación al ser íntimo. es el pozo en quemedia el sujeto respecto a s u objeto,y a la inversa; es la distancia quedetermina el trato, el acercamiento oel . Esta distancia es la que daorigen al des eo y la necesidad deentenderlo.

Lo que fal ta

roce

Cristóbal Deffit Silva

luego iba al salón de clases, mesentaba en otro pupitre, los deplástico que quedaban pegados auna ventana que daba co n el jardín.Era una pared con visión clara . Aesas ho ras , menos p res tabaatención a las clases, ya que veíapa ra a fue ra cons tan temen te ,calculando la hora para ir a casa.Veía los pajaritos, y en eso meentretenía bastante, jugaba con ellápiz, el sacapuntas y el borrador,encima del pupitre, como si fuesencarros pequeños. A veces teníadiscusiones por que contestaba a losinsultos de los otros niños. Sonaba el

timbre y llegaba a la salida delcolegio, trataba de es conderme paraque no me vieran y poder ir a casa s insalir golpeado por otros niños. Aveces los lograba eludir, otras v ecesno. Cuando me enfrentaba concualquier niño, me defendía comopodía, incluso corriendo como loco,desesperado. Eso no ocurría todo eltiempo, también en ocasiones salíaileso sin que me molestaran, y me ibacaminando poco a poco hacia laparada, veía para todos lados y meparaba arecoger mangos verdes delas matas, recogía flores y arrancabalas que fuesen bonitas para mí.Llegaba a la parada y de nuevo setardaban las camionetas, y llegabatarde a casa, a eso de las 7 de lanoche. Ya mi hermana y mi mamásabían lo de las orinadas que medaba. Si llegaba seco me salvaba y s ino, bueno, era horrible para mí por lapela que me daban. Si llegaba antesque ellas, escondía el pantalón, asíestuviese seco, ya que también olía aorine, a una cierta distancia.

Alexis

 

“No se puede m orir si no se ha nacido. Esto se aprende m uriendo.” Anónim o

FundaciónMayoAguas de

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Director:

Coordinadora

Comité de redacción

Cristóbal Deffit Silva.

Yajaira Brito:

:Ottoniel Juárez

Williams BarroetaGuillermo MorilloLourdes SifontesOswaldo Ramos Ilustrador 

Saraid Romero Diseño,

:Julio Gaviria

Hospital Neuropsiquiátrico deSebucánHospital Psiquiátrico de Caracas

Diagramación y Montaje.

Colaboradores

Pedro Tellez

Agradecimientos:

Incluido en el programa Literatura en espacios no convencionales

Periódico que responde al trabajocreativo de un sector de la población,de personas en conflicto emocional yps ico lóg ico , espec ia lmentepacientes psiquiátricos y de quienes

los acompañamos.Estos textos fueron realizados en lostalleres de narrativa, que cumplen

con el Proyecto: El leer comoproceso de integración personal ycolectivo, del cual este impresoforma parte.

 

Telfs.: 0416.8025952 - [email protected]

Este número es subsidiado por el CONAC Dirección General de Literatura

sujeto cognoscente, diatriba con elotro, ha de impulsar movimientoscaleidoscópicos para armar figurasconsensuadas.Apoyándose en el poeta Baquílides,B l a n c h o t e s t a b l e c e u n a

conversación entre Apolo y Admeto,intuimos presencia física en el hablar entre el Dios y el mortal. ¿Quieredecir que hablar requiere de un yoforáneo, distinto? ¿No es posible unhabla que le confiera sentido a lainterioridad, a la subjetividad, a lamás recóndita soledad?A diferencia de Blanchot, quieneshan dialogado en situaciones límites,el místico, el chamán, el poeta, elloco y el niño, indican que hay unhabla que dialoga consigo misma,sin necesidad de presenciascorpóreas, un habla construida apartir de ausentes, mediante la cualesos ausentes pueden ser ubicadosen “…el fin de toda relación humanay divina; es decir en los intersticiosdel Ser y la Nada”.

El pensamiento y el lenguajepsicótico, no es un habla de dos; esfranca lucha contra Apolo para poder pensar, salir del círculo de la

exclusión de un Admeto, fundador del diálogo, pero sometido a laDeidad. El habla de un psicóticopertenece a lo inefable. Los textosrecogidos en los talleres: “Del Leer como Proceso de Integraciónpersonal y colectivo”, conducidos por Cristóbal Deffit, a lo largo de variosmeses en el Servicio Nº 2 del HospitalPsiquiátrico de Caracas sonproducto de ello. Éstos, señalan queel habla no se difumina en la Nada,sino que por el contrario surgentriunfante del limbo mediante laescritura. Ese proceso ha generadoun alud de vidas ocultas, por conducto de lápiz y papel, de muchosAdmeto subyugados por el terror delo “creíble”, la “verdad” y unpensamiento único que correspondaa las reglas de la lógica. Los escritos,trazos y pensamientos de laspersonas participantes en estostalleres, arrojan, parafraseando aB l a n c h o t , q u e e l h a b l averdaderamente es plural, es

interrupción, ruptura, discurso,propuesta, exposición, labor infinita;en definitiva el habla es tá destinada ala exigencia escrita.

Cada vez que hay lectura el ser,cual esponja absorbe laslíneas, para luego comunicar 

los códigos secretos a través delhabla y de las distintas formas dellenguaje. En el Diálogo Inconcluso,

Maurice Blanchot nos lleva acuestionar nuestras nocionespreconcebidas, en temas tandisímiles, que en definitiva hacen desu obra, escritura rara.De un habla plural, extraemos lasiguiente frase “…sólo dos puedenestablecer una relación dialogal”.Lasideas y conceptos sobre los textos enesta obra, convierten la lectura envehículo de aprendizaje, hace de ellafuente para dioses y mortales, a fin deconstruir pensamientos, reflexionese intereses personales y colectivos,para arribar a respuestas más allá delsaber y el conocer determinados.El leer es aprender, lo aprendido essimiente para futuras controversias,con nuevos objetos de conocimiento,a fin de contrastar con ausencias y

presencias de experiencias, propiasy ajenas. Por lo que aprender, implicauna acción individual y colectiva.Lo aprendido ha de dialogar con el

El pensamiento y el lenguaje psicótico no es un habla de dos…

Los escritos en este periódico por parte de atrevidos que juegan a

escribir, revelan interrogantes desoledades humanas, ávidos decompañías con otros distintos, susletras y líneas anhelan comunicar que dos hablas no son necesariaspara decir una misma cosa. Hablar consigo mismo, y a la ausencia, esuna hermosa locura. El loco divagaen fuentes de muchos tiempos. La“cordura” teme a la inmensidad delvacío. Escribir es presencia en esostextos-, de un habla, una palabra, unlenguaje, desgranados en el morterode las experiencias vitales, depersonas en situaciones límites,intentando transmitir códigos de unaotredad, rechazadas por la “razón” yla “cordura”. Dichos textos, nosbrindan pensamientos de orígenesdisímiles a fin de ubicar nuestracertitud en la dimensión existencial

del entredicho.Williams Barroeta

Había una vez un hombre quese llamaba Juan. Se pasabala vida paseando por el

mundo en avión y en barco, por placer. Hasta que un día el barco

donde viajaba sufrió un desperfecto yse hundió, muriendo todos los que aél lo acompañaban, que eran elcapitán, unos 18 marinos, su papá yvarias personas más. Él logró

sobrevivir montado en un pedazo demadera que flotaba. No sabiendocuál era su rumbo, ya que estaba enalta mar, estuvo dormido y comenzóa llover, pasó 7 días flotando hastaque llegó a una parte del mar quetenía olas muy fuertes y lo empujó ala orilla de una isla. El hombre estabadesmayado del hambre y de la sed,eran las 4 de la tarde de un díasábado, cuando el hombre se

despertó y se puso a gritar porquesabía que había naufragado. Gritotras grito y no veía a nadie, seempezó a desesperar y empezó anadar hacia lo profundo del mar,llegando donde estaban las olas

fuertes y siendo rebotado una y otravez hasta que se dio por vencido. Elhombre ya estaba obstinado, habíapasado dos años en ese lugar comiendo puro coco y pescado ycangrejo crudo, tomaba agua de cocoy agua de lluvia. Después se puso ahacer una balsa con troncos, ramas,hojas y desperdicios que todavíallegaban a la orilla, que eran del barcohundido. Haciendo esto se tardó un

año. Cumplió tres años en la isla,estaba peludo, barbudo, estabaacostumbrado a la isla. Un viernes enla mañana lanzó la balsa al mar ycomenzó a remar y a remar hasta quellegó al sitio donde habían las

enormes olas y luchaba para salir deloleaje fuerte, hasta que la balsa noaguantó y se desbarató por completo, las olas lo llevaban denuevo a la orilla y el hombre llamadoJuan, obstinado de tanto sufrimientodecidió suicidarse, se montó en unaloma que había en la isla y se lanzó ydescubrió que podía volar. Se fuevolando muy contento y haciendopiruetas se fue a su casa y se volvió

un hombre muy famoso. Pudodisfrutar el resto de su vida al lado desu esposa y de su madre que loesperaron.

Alberto

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“Cuando la sensualidad detiene su rumor, pica la abeja.” C.D.S.

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Muchos años atrás, la montañamás elevada de Caracastomó una forma de unicornio.

Colores despedían luz de todos sus

huecos y con su brisa movía losá r b o l e s e n u n a f o r m a d erompecabezas.El Ávila arropó a Caracas y repartióestrellas e ideas entre la tierra.El sol jugaba en péndulo con la lunapara darle horas de rotación a nuestrabola terráquea.Empezó a mover gente y todos ellosse vistieron para la caminata. Querían

decir cosas muy interesantes, hastaque algunas veces querían quedarsemudos de tanta belleza. Yo quise leer,para memorizar objetivos y poderloscompenetrar con un trabajo oestudio, y así lograr mi meta de esebonito día que caminaba, siguiendouna luz verde para tratar detransportar aún bonito, y seguro quesería increíble, campo de fútbol,queriéndome ayudar a realizar unentrenamiento del deporte que másamo y al final inhalé un airepropiamente del mar, donde mil almarespira con el propio y espectacular ambiente que dormía del otro lado,queriendo barrer esa indescriptiblepared de selva.

Juan

La otra orilla de la muerte estuvo cerca de mi espalda, casi pudo tocarme y sentirse su frialdad, tr asladándome de un lugar aotro, la atmósfera permanecía con un sutil frío, sin poder escapar con tanta niebla a mi alrededor a donde ir. Si la muerteestaba tan cerca de mí, sin poder tocarla y sintiendo su presencia, sin poder escapar, buscando res puesta y sin salida,

buscando algo cálido donde cobijarme, buscando un resplandor de luz. De pronto encuentro la salida, un rayo de luz ilumina miser, diciéndome -No es tu hora, debes salir de aquí y buscar algo más terso para ti.-.¿A donde iré, después de haberme tocado la muerte y s entir su nitidez y su atmósfera cruda?

Arturo

Cuando yo tenía 12 años de

edad, tuve un amigo que iba atodas partes conmigo. Cuando

yo lo llamaba él iba y cuando le decíaquédate, se quedaba; cuando yo ibapara la plaza se iba conmigo. Él eraNerón, mi perro, nació de un parto detres cachorros que tuvo Canela, laperra era de mi mamá. Él se crío en micasa, le gustaba jugar muchoconmigo y con mis hermanos. Era unperro muy grande, gris, muy lanudo,parecía un pastor alemán, le gustababañarse y jugar mucho, también ibaconmigo para el monte, le gustabacorretear conejos o cualquier otroanimal, le gustaba meterse por lagunas y matorrales. Era un perromuy bonito, sus ojos brillaban al tener contacto con la luz, un día unosladrones que intentaron entrar en la

casa le metieron una puñalada, derefilón, en un costado. Me levanté y alver a mi perro sangrando, le coloquéun algodón con meltiolate, le amarréla herida con una cinta de tela, hastael otro día que compré una aguja parasuturar y le agarré cinco puntos, luego

mi perro sanó. Tiempo después

fuimos para el monte, en una laguna,Nerón se metió y al salir de ella teníala pata delantera derecha cortada. Leamarré una tira y lo llevé a la casa,ahí mis hermanos y yo le suturamosla herida con ocho puntos. A mi perrosiempre le sucedían cosas, perosiempre sanaba y seguía jugandocon nosotros. A mucha gente en elbarrio le gustaba el perro, decían queera muy bonito. Un día el perro noamaneció en la casa, por ningúnlado. Lo buscamos todo el día y noapareció. Mis hermanos y yo, nospusimos muy tristes, esperábamosque regresara a casa, pero pasaron12 meses hasta que mi mamá nostrajo una noticia que nos inquietómucho. Nos dijo -Hijos donde yotrabajo, en el hospital, por la parte deatrás, en el basurero he visto unperro que se parece mucho a Nerón.Cada vez que lo llamo se alegramucho y me sigue. Quiero queustedes lo vayan a ver para queverifiquen si es él.- Mi mamá estabatan segura de que era él, que nos

convenció. Al otro día hablamos con

un amigo que tenía una camioneta yfuimos mis hermanos y yo para esehospital que quedaba muy lejos de lacasa. Al llegar a él, llamamos al perropor su nombre y él hizo caso. Paraverificar si era, buscamos unasmarcas que tenía en el cuerpo, comola cicatriz en la pata delanteraderecha, la cicatriz en un costado, elcolor del pelo, una oreja con la puntaquebrada y sus ojos que brillaban

con la luz, todas esas marcas las

tenía. No dudamos más y montamosa mi perro en el carro. Yo estaba muycontento porque había recuperado ami mejor amigo, a mi perro Nerón.Vivió conmigo unos años más, hastaque murió de una enfermedad.Siempre lo recuerdo y guardo unafoto donde está él.

José

Cuantas más injusticias sehan sufrido, mayor es elriesgo de caer en el

engreimiento y hasta en lasoberbia. Toda víctima sevanagloria de ser un elegido a

contracorriente y reacciona enconsecuencia, sin sospechar quees así como actúa el diablo.

a locura no ahoga la envidia,ni siquiera la calma. Laprueba es X., que sale del

manicomio más rencoroso quenunca. Si la camisa de fuerza noconsigue modificar el fondo de suser, ¿qué puede esperarse de untratamiento o incluso de la salud?Después de todo, la demencia esuna conmoción más radical que lavejez, pero por lo que se vetampoco ella consigue arreglar nada.

L

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El mejor medio de consolar aun desdichado es asegurarleque una maldición pesa

sobre él. Ese género de halago leayuda a soportar sus infortunios, yaque la idea de maldición supone la

de haber sido escogido miserableelección. La adulación surte efectohasta en plena agonía. El orgullosólo desaparece con la concienciae incluso la sobrevive a veces,como ocurre en nuestros sueños,en los que una lisonja puedeconmovernos con tal intensidadque l legue a despertarnosb r u s c a m e n t e , d e já n d o n o sextáticos y avergonzados.

ontribuir, como sea, a ladisolución de un sistema, eslo que persigue quien piensa

al ritmo de lo fortuito, quien senegará siempre a pensar por pensar.

C

La DesgarraduraE. M. Cioran

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Entro en mi cuarto, terso y febril. ¿Cómo escapar de este cuarto oscuro?Llevo aquí mucho tiempo y sin pensar que no he salido en muchotiempo. Ha llovido, las gotas caen transparentes frente a mí, con una

atmósfera fría. He despertado después de un sueño cálido, en lo más terso yoscuro de la vida. Me levanto a pintar, usando colores, preferiblemente fríos,para manchar el comienzo de la tela, entre azules y verdes grisáceos. He

descubierto lo más oscuro de mi subconsciente, pienso que va a ser una obramuy espiritual y oscura.

Arturo

Vitelio López

Artista Plástico

Contactos e Inicios

La Naturaleza y el Hombre

Desde pequeño yo tenía esainquietud, desde que mi padre unavez me llevó un cuadro a la casa demi hermano. Eso me impresionó, laposición del rostro, de las manos.Estaba arriba de un asiento. Meinspiró ese cuadro, un motivo: ser artista. Tenía siete años, empezabala vida. Cuando llegué al colegio,trabajaba en las carteleras. Un díaestaba en el trabajo de mi papá, élera frutero, llegó un señor llamadoJulián Saavedra y dijo que yo teníamucho amor al arte y me puso con elpintor Julio Salas , mi primer profesor.A partir de él, estuve con GuevaraMoreno, con Piqué, Pascual Navarro

y otros.Cuando no tenía profesores, pintabacon cualquier material, un coleto,usaba óleo, pero sin técnica, conesta empecé con Julio Salas.A Guevara Moreno lo conocí en laEscuela de Artes Plástica, CristóbalRojas, fui sualumno en elcurso libre, por d o s a ñ o s ,trabajé con élen el taller delitografía. Enese tiempo sutrabajo eraabstracto yfigurativo. AP a s c u a lN a v a r r o l oconocí en laT o r r e L aPrensa. Con él aprendí la técnica delcarboncillo y el pastel. Ellos meenriquecieron el amor al arte y meayudaron a comunicárselo a losdemás.Entre los autores venezolanos queme llaman la atención, esta ArturoMichelena. Aprendí su técnica, la delcuadriculado, que también la apliquéen el carboncillo, en acuarela y enóleo, en algunos trabajos de ArturoMichelena como en la Vara Rota.

Cuando fui con mi papá, en pazdescanse, fuimos a la Gran Sábana,me llamó la atención los Tepuy y El

Salto Ángel. Todo eso se me plasmóen una impresión hermosa. No sabíaque aquí en Venezuela teníamos esagrandeza de la naturaleza. Empecé apintar los Tepuy, el río Caroní, laguacamaya. Las palmeras en casitodos mis trabajos está. Para aquel

momento yo tenía aproximadamente

unos 25 años.Comencé con los paisajes, cuandome hospitalicé incluí a los pacientes,las clínicas con pocos pacientes, asíse fueron agrupando, incluso los queestaban en sillas de ruedas, puesellos también tenían algo queexpresar, lo transmitía en los dibujos.La inclusión del hombre en mi paisajelo asumí de forma positiva, porqueme estaba aislando, hasta que fuiagregándole gente al trabajo. Asítenía un apoyo del grupo. Con losretratos comencé con los vecinos,con los estudiantes, quienes eran dela comunidad. Hice unos cincoautorretratos.

Debido a la situación económica, unoel artista tiene que utilizar cualquier medio que esté a su alcance, hastaen una servilleta se pone a plasmar,ya eso es arte. No es necesario queuno tenga que usar cuadros tancaros, sofisticados. Una hoja, allí se

pueden dar ideas, que después unopuede llevar a otra técnica, alcarboncillo o a la acuarela. A mi lo queme gusta es sentir lo que hago. Siestoy haciendo acuarela, el placer deutilizar mi mano y sentir el ambiente,los colores, todo lo que me motivapara hacer el trabajo. Una de mismejores etapas fue cuando yo estabaen Los Teques, hacia mucho paisaje,era donde crecía el río Guaire, enSan Pedro de los Altos, iba con miamigo Feder ico , qu ien meaconsejaba y yo sentía que estar ahíera como sentirse en otra época. Fuehace cuatro años.

El artista es como una lente quepercibe las cosas, como un niño queestá viendo alrededor, que vapercibiendo esa lente, va captandolos tonos, los semitonos, los reflejos,todas esas sensaciones vanenriqueciendo al artista, quien lo va

Recursos de un Artista

Arte, Inspiración y Espiritualidad

Toda obra de arte es hija de su tiempo, muchas veces

es madre de nuestros sentimientos.

V. Kandinsky

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Entrevista realizada por C. Deffit y P. Telles

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mí: palmeras, símbolos, rayas,colores en aguada, carboncillo. Esosson mis últimos trabajos. Luegoquiero, al final de mis trabajos (no esque sea esto lo que esté haciendo),ver la parte infantil que he tenidoencerrada en mí y la parte que no haflorecido; irla sacando en lostrabajos de acuarelas y carboncillo,en bosquejos. La infancia que mefuera prohibida en mis trabajos. Mehe negado a hacerlo, ahora no. Dejoel miedo a la expresión, a losobstáculos, al prójimo, ser yo mismoen el trabajo. Ello también me vienepor el Taller de Narrativa. Cuandoestoy escribiendo aparecen las

imágenes de loq u e e s t áocurriendo.

Mi estado deá n i m o p a r ap in t a r e s e lsereno, quien loh a c eagresivamente,es cosa de él, nolo comparto. Enmi arte está lap u r e z a , l a

sensibilidad, la parte espiritual, laquietud. Para la persona que estéobservando tenga paz, serenidad.Cuando pinto los Tepuy y los pájaroses otra cosa. Por supuesto haycosas a las que uno se niega. Desdehace dos años me planteo el tema, lov isua l izo , va aparec iendo,floreciendo, distinto al encierro enque yo vivía.

Temple yCarácter 

transmitiendo en su trabajo.Mi parte espiritual ha influido,m e h a l l e n a d o y h etransmitido el arte, mi pint uraen la parte religiosa, como lasoledad de San Marcos, elNazareno, la Virgen deBetania, son obras que herealizado. Mi parte espiritualme ha influenciado para

hacer las cosas. En el artebusco el mensaje religioso,para que cuando uno deje deexistir eso quede para losnietos, nuestra descendencia. Unoen esta vida debe dejar algo, yo dejomis cuadros. Cada cuadro que hagolo bendigo antes de hacerlo, para quela persona que tenga ese cuadro seabendecida también.

En mi proceso de la obra, primero,disponiendo de mis materiales,plasmo mentalmente mi trabajo en ellienzo, con lo que tenga empiezo,surgen cosas con las que no estoyconforme y vuelvo hasta que élmismo se desprende, cuando lo pida.Puede ocurrir lo siguiente, si uno se

pasa, puede dañar el cuadro, escomo una comida, si usted se pasade fuego, eso se quema.

Aparte de lo religioso, el paisaje y lourbano, he trabajado la abstracción,ligada a lo figurativo, algo propio en

Métodos

Horizonte

El filósofo Xavier Zubiri,comentó que Sócrates, almeditar, "centraba su mente

sobre las cosas, tales como se

presentan en la vida, a fin de hacer depender ésta de lo que aquéllas sonen sí mismas, así el 'son', eladquiere un nuevo sentido"...Además, "al concentrarse sobre lascosas usuales, lograba la visión del

de las cosas de la vida".La meditación, ya sea un ejerciciocomo lo practican los guíasespirituales o un ejercicio filosóficocomo lo practicó Sócrates, es unaampliación de nuestro campo devisión que contribuye a la formaciónde la conciencia, a la sintonía con larealidad, es una profundización en losustancial, un encuentro con loradical que nos hace descubrimos enla realidad total. La meditación, asíentendida, no es ajena al proceso deproducción artística, donde tambiénlas cosas adquieren una significación

diferente sin dejar de ser lo que enrealidad son. Así, por medio de lameditación, el ser descubre elsentido de las cosas, recoge elinterior de las cosas y se siente unidos a ellas. Hasta las cosas másinsignificantes empiezan a significar.La persona empieza a darse cuenta.Hasta las conversaciones dejan deser disputas, ya que -como comentaZubiri- la meditación se hace "unhablar en que el hombre más bienhace hablar las cosas; son casi lascosas mismas las que hablan ennosotros". Claro está, hablan ennosotros, pero no necesariamentepara decir lo que queremos quedigan, sino lo que ellas sonrealmente, como se nos presentanen su verdad desnuda.

einai,

qué

Es cierto que la meditación requierecierto aislamiento de los otros, peroes un aislamiento que implica unabúsqueda de una comunicación

superior, más fecunda, porque tiendea liberar de las relaciones comunescon el objeto de estar disponiblespara establecer relaciones másprofundas con personas y cosas delpresente y las huellas de su pasado.Entonces, la meditación permitedescubrir una unidad de sentido enlas dualidades del mundo. Con estaunidad puede observar lo observabley experimentar lo que sea posible,retomando después de cadaexperiencia, integrando cadaexperiencia y plasmando nuevasformas elegidas por uno mismo. Estaapertura profunda a la realidad, serealiza en una existencia abiertaíntimamente, de ahí que el asombro,la admiración sean tambiénelementos esenciales de lameditación. Esto es valido tanto en la

filosofía, en la producción artística yhasta en las experiencias místico-religiosas. De hecho, es lo queIgnacio de Loyola llamó "la oracióncon aplicación de sentidos" y quetrata de combatir la alienación de larelación vital, en la que se ve alprójimo como un medio y no como unfin en sí mismo, como un sujeto. Yprecisamente esto es lo que trata lameditación: fortalecer la capacidadde los sentidos para percibir a losotros, escuchar con oídos atentos,tener el tacto cercano y poder olfatear la vida que viven laspersonas y de esta forma rehacerseinteriormente, constituyéndosecomo persona plenamente humana.

Ottoniel Juárez

Los refranes y decires anónimos, hermosos y sintéticos,

son las botellas que arroja al mar cada idioma de tiempo

en tiempo.

Eugenio Montejo

Cuando era niña solía jugar conmi prima, éramos tremendas.A p r o v e c h á b a m o s q u e

llegaran las visitas para hacer lo quequeríamos, jugábamos a las

escondidas y asustábamos a mi tía.Se dio el caso que llegó Ligia ydecidimos meternos en un cesto deropa y nos cubrimos con la ropa.Esperando a que nos llamaran, nos

quedamos dormidas y sucedió quec u a n d o n o s d e s p e r t a m o sestábamos asustadas porque teníandos horas buscándonos. Mi tío dioaviso a la policía y un hermano mío

nos llamó y nos encontró, luego nosecharon una pela por estar asustando. Esa es una de lasnecedades que solíamos hacer.

Maribel

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“Damas Víctimas de la Violencia”, es el programa, coordinado por Yajaira Brito (Psicólogo Clínico), en elServicio de Psicología del Hospital Psiquiátrico de Caracas, que dirige la Lic. Irene Sierralta, al quepertenecen las autoras de los siguientes trabajos. Personas que se inician y aprenden de su relato.Actualmente, cada una de ellas, elabora su propia novela, su nueva manera de mirarse.

Hay un acontecimiento queocurrió cuando estaba enpreescolar, y me buscaba mi

primo Ebelio, el hijo de mi tía Hilda,quien también era hermano de Marta,quien vivía con nosotros pero élaparte, con mi abuela. Ese día lleguécon Antonio, mi casa tenía un garajepero sin puerta, donde papáguardaba el carro. Estaba lleno degente, de todos los tamaños ycolores. Antonio subió conmigotomado de la mano, mi abuelo seencontraba arriba, a la entrada de la

casa, golpeaba fuertemente lapuerta, decía: “Coño de madre, sieres tan guapo, ábreme y me golpeasa mí.” Entonces papá respondíadesde adentro: “Si abro, viejo cabrón,te voy a dar una patada que no sédónde vas a parar. Ya no puedescontigo mismo.” Para el momento miabuelo contaba con 90 o 94 años. Alparecer, papá y mamá se habíanpeleado como era de costumbre; eltrato verbal era grotescos, pero enesta oportunidad no sólo fue verbal,se golpearon ambos. Mi hermana sípresenció la pelea. No se le abrió lapuerta a mi abuelo. Él bajó lasescaleras y se iba a su casa, pero lagente gritaba: “No se vaya que se vana matar.” Yo estaba parada en elescalón grande de la escalera con

Ebelio, mi abuelo le dijo a mi primo en

forma brusca: “Suba a ver, si a ustedle abren la puerta, entregue a lac h i n i t a . ” E b e l i o e r a u npreadolescente o más. Fue,comenzó a tocar, a decir: “Soy yo y lanena.” Y tampoco abrían, la multitudgritaba: “Abran la puerta, llegó la niñapequeña, dejen de pelear.” Y deadentro sólo se oían sonidos

diversos y fuertes de platos y otrossimilares. La gente ayudaba a Ebelioa golpear, entonces aunque yo nosabía qué pasaba, comencé a decir:“Soy yo, nena, ábranme.” Despuésde repetirlo varias veces, con laayuda de la gente que decían: “Yabasta, háganlo por la niña, óiganla.”De repente se abrió la puerta. No se

quien lo hizo, pero entré y de lamisma forma se cerró de un golpe.Ebelio quedó afuera y observé elespectáculo, la casa estaba hechaun desastre: ollas, platos, cubiertosen el piso, muebles y sillas fuera delugar, restos de algunos alimentos odesperdicios de frutas en el piso. Mihermana parada en un rincón ymamá con la cara muy molesta, conun reflejo de mucha rabia, me veíacon su gesto que me producía temor:“Vea las cosas de su querido papá.”Papá se dirigió a la sala, tomó latijera, tenía la camisa puesta perodesabrochada, entonces se la quitó ycomenzó a filetearla en forma detiras, después que la dañó toda medijo: “Mira lo que me hizo tu mamá.” Apesar de mi corta edad, fui testigo deque eso lo hizo él. Pasado un tiempo

mamá me contó lo que habíasucedido ese día, que papá habíallegado a buscar el desayuno y ella leestaba haciendo el jugo de naranja,cuando lo estaba colando, papá laagredió verbalmente, algo como queella no servía para nada, y ella mecontó que le dio tanta rabia, agarró elcolador y se lo plantó sobre lacabeza y así comenzó este episodioagresivo. Según mamá, en otrasoportunidades en esa casa, sehabían presentado situaciones deeste tipo. Posterior a éstas, tuve queverlas en mi adolescencia y en esaedad o más, cuando se presentó elproblema de mi tía Aída, donde volvía presenciar un episodio violento demi madre hacia su hermana, cuandoella salió embarazada de papá.

 Elvia

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al final leer: “Estoy con unos amigos,pero no puedo olvidarte, te amo.Roberto.” Me sentía flotar. Élestudiaba, pronto se graduaría. Perosus hormonas estaban a millón. Unavez viajó a Cúcuta y me pidió que noscasáramos a escondidas. Sí secasaba, su mamá y su papá, lequitarían todo el apoyo económico y

él vivía muy bien. No acepté, pero alos meses aunque nos seguíamosescribiendo y yo pensaba que todoestaba bien, una tarde llegó una cartaque me dolió profundamente. Me

Demasiado tarde para reparar.Fue lo que sentí ante tantosrecuerdos que brotaron. Me

pregunté, cómo mejorar mi relacióncon mi mamá. Sí... eso también tienesu historia. Yo amaba a mi mamá.Sentía que si estaba lejos de ella, measfixiaba, pero no siempre fue así.Mamá trabajaba en Caracas, yo vivíaen Cúcuta, empezaba a estudiar enla Universidad, ella nos enviabadinero y frecuentemente viajaba avernos. Por aquel entonces conocí aR o b e r t o . M e e n a m o r éprofundamente de él, pero vivía enBogotá y nos veíamos poco, aunquesiempre se hacía presente con susdetalles encantadores, sus cartas,

sus postales, aquellos telegramasque al principio asustaban, cuando alas 2 o 3 de la madrugada tocaban lapuerta: “Telegrama para la Srta.Amelia Duran.” Carreras, susto, para

decía que me amaba, que no podríavivir sin mí, que nos casáramos deinmediato, porque se habíainvolucrado con una joven, queestaba esperando un bebé, que noera de él, ya que se había cuidado. Yome escurría en la silla, no lo podíasoportar, de hecho no lo acepté. Alfinal todo resultó como él dijo. Elpadre del bebé se hizo responsable yse casó con la chica. Me pidió que loperdonara, así lo hice. Pero cuandoAlicia me escribió y él no lo ocultó(ella era como 10 años mayor). Mehabló de que él tenía necesidadesque yo no podía cubri,. que noscasáramos... Hoy me río, una novelade Corín Tellado estuvo en pañales

con ese episodio. ¡Qué drama! Llegóde viaje, me invitó a comer y a bailar.Le dije que sería la última vez queestaríamos juntos, que no podíaperdonarlo. Sé que había dos copas

en la mesa, después de la cena,estábamos saboreando un licor. Élempezó a insistir y las lágrimasempezaron a rodar por sus mejillas.No tuve palabras ni demostracionesde afecto, ni promesas. Miresolución no cambiaría, me sentíamorir pero sería la última vez. Me fuea esperar al otro día a la Universidady delicadamente le expliqué que nodeseaba volver a verlo. Nosmontamos en el autobús, me pasó elbrazo, me besó las manos. Hablabay yo quería paralizar el tiempo. Por eso, para mí la canción Reloj, es lahistoria de aquel suceso. Me río,puro Corín Tellado.Pedimos la parada, él se bajo,

esperándome, pero yo no lo hice,por la ventana vi su manodespidiéndose. No lo volví a ver.

Maira

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Papá Jairo, esposo de mi tíaNelly trabajaba en la funerariaV i r g e n d e l V a l l e , e r a

subgerente, tenían una vida cómoda,hasta tenían una lancha. Una o dosveces al mes íbamos para unalaguna que se llamaba Laguna Negray había otra que se llamaba M orichalLargo, pero eso me daba muchomiedo, la primera era porque el aguaera oscurísima y pesada, tenía unmorichal en todo el centro de lalaguna y ahí escuchábamos cuentossobre el morichal que todos los díascambiaba de sitio y eso quizás medaba miedo, meterme al río abañarme. Un día que fuimos, nosmontamos varios en la lancha, en elrecorrido del paseo, papito, el esposode mi tía Luisa, se cayó de la lancha yse estaba ahogando, yo siempreestaba como agachada o quizásescondida, porque pensaba que meiba a caer. Dimos la vuelta en lalancha, uno de mis tíos y papito Hugose lanzaron al río y lo s acaron.Fueron momentos de miedo paratodos o quizás para mí, porque nuncahabía presenciado algo así. Luegoque pasaba el s usto, llegaba la horade repartir la comida, siempre eran

frijoles con oreja de cochino salado.Luego nos daban refresco y depostre el bendito cambur. Despuésque comíamos ya no nos podíamosbañar, porque era comida pesada ynos podía dar mala digestión. De laotra laguna o río Morichal Largo, elmiedo era porque la carretera erapeligrosa y decían que MorichalLargo tenía mucho temblador y alque tocaba lo mataba. En realidadmás miedo me daba la hora, cuandonos íbamos para la casa, porque casitodos ellos venían bebidos y laverdad que eso me aterraba, másporque tenían la costumbre devenirse a las 5 de la tarde, en el

recorrido del río a la casa,anochecía. Otra cosa que no megustaba era cuando llegábamos a la

casa, teníamos que bajar las sillas ylos corotos de la camioneta, luegonos mandaban a bañarnos, a fregar y luego adormir.Al otro dían o sp a r a b a ntempranopara ir a lae s c u e l a .Lo que melevantabaeran l osgr i tos demaita Lila yel olor ag u a r a p or e c i é ncolado, als a l i r d e l

cuarto nospreparaban e ldesayuno:u n o sbollos conmantequilla y quesor a y a d o .Sin embargo me los medio comía,p o r q u e s i e m p r e d e t e s t é l amantequilla, me daba asco. Cuandono, era avena y sí me gustaba. Mefascinaban las empanadas de quesoo carne molida porque quedabantostaditas y eran del iciosas,acompañadas de casabe mojado

con guarapo, también nos daban pancon mantequilla y queso. Yo le decíaa mi maita Lila que no le echaramantequilla porque no me gustaba,ella contestaba: cómetelo todoporque no hay más pan. Después detodo esto, maita Lila nos llevaba a laescuela y en el recorrido, pasábamospor la casa de tía Nelly para pedirle labendición. Ella le preguntaba a

maita, cómo iba yo en la escuela, sime habían quitado los piojos, miabuela le contestaba que estaba en

eso y sobre loses tud ios , l edecía -cuandolleguen de lae s c u e l a l a smando pa rac a s a d eV a l e r i a - l amujer de paitoHugo, ella nosenseñaba lasmatemáticas ydictado. Peroyo prefería conella y no con tíaNelly, porque,aparte de quenos colocaba

caraota y maízamarillo parac o n t a r l o snúmeros, yocolocaba lasmanos debajode la mesa yas í con tabacon los dedos,

pero era para que tía Nelly no meagarrara por las orejas y los c abellos.Era horrible, las veces que nosmandaban para allá, porque apartede pegarme, siempre con lasofensas, diciéndome que era unabruta y que cuando fuera grande ibaa ser una puta como mi mamá.

Volviendo a las tareas que Valerianos mandaba, ella nos trataba bien,no sé si era porque éramos hijas ysobrina de paito Hugo, o era porqueen realidad nos quería sin ningúninterés. Recuerdo que Cheché yMarina se iban primero que yo, al ratoera que yo llegaba, ya que en elcamino me quedaba jugando pichas(metras), en la casa de losBustamante, familia que estimabamucho. Me gustaba esa casa porqueuno entraba y todo era limpiecito, elpiso era verde y brillante. Un día jugando con todos ellos, me caí y mehice un chichón en la frente y la únicamanera que se me bajaba eracolocándome una locha, porque sinoMaita Lila se daba cuenta y me jodía.En la casa de los Bustamante habíauna mata que echaba una fruta queera castaña, yo s iempre esperaba laépoca y las pedí a. El patio era grandey bonito, al lado de los Bustamantevivía la señora Ramona, amiga de lacasa y comadre de paíto Morillo yMaita Lila, ya que eran padrinos deChelín y Tibisay. Con ellos si nosdejaban jugar bastante. Sus otrashijas eran Rosa y Xiomara, estaúltima es madrina de confirmación.

Las otras amigas que teníamos eraZoraida, hija de la señora Catalina ydel señor Miguel, vecinos que vivíanal lado de la casa, a tres casas másvivía la familia Tiapa, ellos teníanunas hijas Yoli, Onesis, Yen yAlfredito, ellos eran contemporáneoscon nosotros, pero Yoli era másamiga mía y Onesis era con mi primaMarina. A partir de las siete de lanoche, cuando cada familia sesentaba en la acera de cada casa,nos dejaban jugar. A mi me gustabamucho jugar béisbol, tambiénescondido, la botellita y otras tantasque la verdad no recuerdo losnombres.

Lila

Antes de escribir, cerré los ojosy me encontré allí, sumida enaquel inmenso dolor. Sí, me

trasladé con el dolor y lo vi, lo sentí,creí que mi corazón por un momentodejaba de palpitar, creí que todo eramentira, de repente, mi casa estaballena de vecinos, la noticia de lamuerte de mi mamá se esparció por todas partes del barrio dondevivíamos, al rato llegaban todos mishermanos y hermanas con susrespectivas esposas y esposos. Yo

estaba inerte, inmovil izada, no podíareaccionar.De repente una de mis hermanas,me dice: Glenda, recoge la ropa quenos vamos. Yo no reaccionaba, ellame sacudió -que rec ojas la ropa, que

nos vamos para Mérida-. Como unasonámbula empecé a recoger la ropamía y de mi hermanito, ya que a Luisdecidimos dejarlo con un vecino quese quedó en casa.Ellos buscaron el transporte y nosfuimos. En la carretera yo pensaba-esa noticia no es verdad, seequivocaron, seguro que mi mamá loque está es desmayada- y me acordédel desmayo que había sufrido unmes atrás. Me repetía una y otra vez,-eso fue lo que pasó y ellos piensanque está muerta-. Con esas ideas enmi mente, me tranquilicé y me quedédormida.Más tarde, escucho la voz de mihermana que me dice -Glenda, yavamos a llegar-. Me desperté,

enseguida empecé a sentir miedo,mucho miedo. Cuando nos bajamosdel carro, las p iernas me t emblaban,vi mucha gente en el pueblo, la iglesiaestaba abierta de par en par y de ellasalía más gente. Me decía -seguro

que están en misa-. No quería seguir andando, por un momento quiseretroceder, pero de pronto laspersonas se acercaron a nosotros ynos daban el pésame. Creí morirme-sí es verdad, mi madre murió-. Enese momento llegó mi hermano y nosdijo -mi mamá está en la iglesia-.Todos caminamos hacia allá. Noquería entrar, no quería v er, pero m ihermana me dijo -vamos, Glenda-.Me abrazó fuerte mientras entramos,ellos fueron a ver el rostro de mimadre en el ataúd, yo observaba amis hermanos y cuñados, todos seretiraron del vidrio, espantadosdijeron - no puede ser-. Tuve miedode mirar el ataúd, pero mi hermaname dijo -Glenda, ten fuerzas-.

Entonces miré, aquel rostro no era elde mi madre, empecé a gritar enplena iglesia esa no es mi mamá, esn o e s m i m a m á - e s t a b airreconocible, su cara estabatotalmente deforme, era como un

pedazo de hígado, no se le veían susojos, su nariz, por su rostroirreconocible sólo brotaba zaguaza.Pregunté -¿qué es esto?-, sólo unarespuesta dieron -bajaba sola, secayó, en el camino la encontraron,seis o más horas después, el sol lepegó en la cara y ocurrió eso...- Nosé cuando la sacaron de la iglesiapara enterrarla. Lo cierto es que yamuy de noche, estábamos donde mihermana Lola, quien vivía en elcampo, la casa estaba full de gente,en la cocina igual, los vecinos de mihermana cocinando, repartiendochocolate y consomé de gallina. Veíaque la gente era solidaria, pero yoestaba muda, sentía que no habíapalabras, se me había agotado el

vocabulario. Veía a mi hermanita yme acercaba a ella, la abrazaba, enun momento le dije -nos quedamossolas, se nos murió la que nosquería, ahora, ¿qué hacemos?-.

 Maricarmen

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tuviera un bebé, pues estaba casadoy no le convenía bajo ningúnconcepto, pero e so lo descubrí comodos años más tarde, cuando yaestaba aquí en Venezuela y leconseguí el cheque a nombre de esaseñora. Por eso que no podía buscar un alquiler como debía. Él me decíaque no podíamos porque noteníamos documentos, y el cuartodonde nos alquilaron, cuando yo

llegué aquí a Venezuela ya él habíahecho el arreglo con la señoraMercedes, quien era la dueña delapartamento. Una vez, le estabadando de comer al bebé de cuatromeses. Me regañó, que tenía quelavar una ropa. Entonces le dioquejas a Jesús, y también él meregañó. Yo me molesté, le dije queme querí a ir de ahí. La señora delfrente me quería mucho, me decía

M

e había saltado una etapaimportante de mi vida,donde creo que por mi

ignorancia o porque me sentí sinfuerzas de empezar a comprender las cosas. Casi cometo la peor torpeza de mi vida.Cuando conocí al padre de mis hijosy me enamoré como loca, sinconocerlo realmente cómo era, ycuando quedé embarazada de miprimer bebé, primero él me dijo queun bebé era muy bonito; pero que enese momento era m uy difícil, porqueel quería hacer las cosas bien, y enese momen to un bebé e racompl icado. Yo no entendíarealmente la situación. Mi sorpresafue que me llevó para donde unosseñores que eran muy raros, allí mei n y e c t a r o n e n l a v e n a ,supuestamente era una vitamina,pues me sentí muy mal, y al día

siguiente tenía que volver. Esanoche no dormí, me daban unosdolores de barriga fuertísimos y metemblaba todo el cuerpo. Él me dijoque se me iba a pasar pronto. Yorealmente no entiendo por qué eratan ignorante. Si era que no c onocíanada de la vida, pero cuando lepregunté y me dijo que sí, que comoestaba empezando el embarazo, nome pasaría nada. Lloré muchísimo yle dije que no iba más para allá, queyo deseaba tener ese hijo. Tampocome obligó y mi embarazo siguió, yoestaba muy nerviosa por unainyección que me habían puesto.Después fui al médico, le conté loque había pasado y me dijo quemenos mal que me habían puestosólo una inyección. Supuestamente,por si un retraso, que viniera el

período, más nada. Pero eranmentiras, me quería hacer abortar,porque a él no le convenía que yo

que trabajaba más dela cuenta, que ella meiba a ayudar a buscar 

trabajo donde unacuñada de ella. Asíf u e , e r a e n u na p a r t a m e n t o e nCaricuao. Allí estabaviviendo la señoraNina, quien era ladueña, enfermera, cons u s h i j o s : t r e shembras y un varón.Al l í me quis ieronmucho, también metocaba trabajar, perome querían al nenéquien ya tenía cincomeses. La señoraNina lo quería mucho,su hija menor teníaentonces trece años yella lo veía. Era comoun muñeco y a Miguel

lo veía los fines desemana; él vivía en untaller donde trabajabay no se podía ir.Pasamos como seismeses allí y la señoraNina quería que leregalara el niño. Estome dio mucho dolor,rabia, y me fui para eltaller donde Migueltrabajaba. Allí habíaun Wolswagen viejo,donde él había puesto

un colchón. Allí dormimos y fue micasa y cocina, cuna del nené. Ochomeses más tarde quedé embarazadade mi segundo hijo. Ahí fue dondebuscó ese cuarto en el Guara taro queera horrible también. Nunca hetenido una casa decente, jamás,aunque parezca mentira.

Teresa

Un lugar

L a n o c h e f u e l l e n a d edescubr imiento, l lena demelancolía porque llovía. La

lluvia hacía notar más tu ausencia, elcaudal de agua era tan fuerte, que mecaía agua sobre la cara, entraban por la ventana gotas agua. No habíadescubierto tal felicidad en unasgotas de lluvia. Recuerdos cuandocorría debajo de la lluvia, cuando eraniña.

Laura

Cuando al fin se hayan cerrado las murallasy el fuego de nuestra habitación se haga fugaallá en la imperturbable oscuridad habráun paisaje en la memoria,una , vórt ice es pec tral del aguaun deseo de ir bajo la lluviasilabeando una c anción de los orígenesun tatarí para que no escampe nuncaun tatará para que la lluvia siga.Aún amigo la muralla no se ha cerradoel fuego apenas comienzacanta conmigo la cancióncántala ahora mismo.

Jaime Betancourt

 

cascada

 

Cuando al fin