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Himno del Monaín Introducción
Reseña histórica del Monaín
APUNTES METODOLÓGICOS ¿CÓMO TRABAJAR CON UN NIÑO INQUIETO Y/O PROBLEMÁTICO?
Jornadas Preparatorias Preparación de los zagales
Organización del material
Apertura e inauguración
Actividades catequéticas
Actividades lúdicas, recreativas y culturales Juegos, rondas y dinámicas
Carrusel pedagógico: “Cuidando el agua, los niños y las niñas
manifestamos nuestra fe”
Competiciones de juegos tradicionales Fiesta y concurso de disfraces: “Los niños y niñas de fe, nos revestimos
de Cristo para ser mejores personas”
Jornada artística: “Pintando mi comunidad de fe”
Desfile de valores: “Vivo mi fe con alegría” Concierto navideño
Clausura
HIMNO DEL MOVIMIENTO NAVIDEÑO INFANTIL MONAIN
Adelante muchachos valientes, Paso firme y alegre a la vez,
Y cantemos con ánimo ardiente,
Aquí está ya llegó Monain. (Bis)
MONAIN
Monain, significa alegría
Monain significa amistad
Porque tiene por reina a María,
A María modelo de humildad, (Bis) MONAIN
Cantaremos alegres canciones
La parroquia verá nuestro ardor Y daremos nuestros corazones
A Puerto Triunfo a Colombia y a Dios (Bis)
INTRODUCCIÓN
ORIGEN Y FINALIDAD DEL MONAÍN
El Monaín comenzó en Canadá a principios del siglo XX con el nombre de O.T.V.
(Organización en tiempo de Vacaciones). A eso de 1950, unos misioneros
Sulpicianos, provenientes de Canadá, llegan a Manizales, Colombia, e
implementaron allí las O.T.V., dándole el nombre del Monaín (Movimiento
Navideño Infantil). Desde allí, poco a poco se fue irradiando a otras partes del
país, e incluso de Suramérica.
El objetivo Principal del Monaín es proporcionar a los niños un espacio de
integración comunitaria, manteniendo vivo el espíritu navideño y las tradiciones
propias que acompañan la celebración del nacimiento del Niño Jesús, y sus
objetivos específicos son cultivar la espiritualidad navideña mediante la
celebración de la novena, fortalecer las dimensiones culturales, recreativas,
cívicas y lúdicas en los niños con la estructura propia del Monaín, integrar en la
vida de los niños el sentido de participación en competencias, asumiendo de
forma adecuada tanto el triunfo como el fracaso.
Las actividades se realizan usualmente desde el 16 al 23 de Diciembre, en una
propuesta de trabajo a doble jornada (mañana y tarde), en la que participan
niños de 5 a 13 años. Con ellos se reza la novena de Navidad, se desarrolla una
catequesis sobre la Navidad, se realizan juegos, desfiles y actividades culturales,
se les ofrece un refrigerio, y el día final se hace la premiación y la entrega de
regalos a cada niño, todo esto gracias a donaciones de la misma comunidad.
APUNTES METODOLÓGICOS
En la presente propuesta se sugiere un trabajo doble jornada: en la mañana se
realizan las actividades catequéticas, y en la tarde, las actividades lúdicas,
recreativas y culturales; estas actividades se distribuyen en doce días, entre el 12 y el 23 de diciembre (claro que allí donde no se acostumbre a celebrar Primeras
Comuniones el 24 de Diciembre, o éstas se celebren en horas de la tarde, se
pueden realizar entre el 13 y el 24); dos de estos días son destinados para la
preparación de los animadores y la elaboración del material necesario para el Monaín, uno para su apertura e inauguración, y nueve para la realización de las
actividades catequéticas, el rezo de la novena y las diversas actividades recreativas y culturales.
En algunas partes se tiene la costumbre de interrumpir el trabajo del Monaín los
domingos. Recomendamos que no se haga esto, sino, más bien, tratar de organizar el trabajo de tal forma que las actividades catequéticas se puedan
realizar y que, luego de ellas, los niños participen en la Misa y, al final de ella,
antes de los ritos finales, se rece la novena. Las actividades lúdicas y recreativas,
en cuanto no están directamente vinculadas (a excepción de una o dos) con la
temática de los distintos días, se pueden manejar más libremente.
La idea es conformar 9 grupos de trabajo, integrados por niños de edades más o
menos iguales, cada grupo se denominará “rebaño” y adoptará como nombre uno
de los valores referentes a la fe que se van a trabajar durante los nueve días de la novena, con su correspondiente signo y lema. Los niños y las niñas serán las
“ovejas” del rebaño y el lugar donde se reunirám será el “redil”. El animador o
animadora de cada rebaño será denominad@ “Zagal” o “Zagala” (“Zagales” o
“Zagalas” cuando se hable en plural), respectivamente, y el coordinador del Monaín será denominado “Mayoral”. En la ficha 1 de las fichas de trabajo de las
ovejas se explica el por qué de esta terminología, y aparece el cuadro con los
nombres, los signos y los lemas de cada grupo.
Lo ideal es que cada rebaño tenga un número de 10 integrantes, entre niños y niñas; pero esto se puede ajustar según las posibilidades y las necesidades de
cada parroquia, procurando que cada rebaño tenga al menos 5 niñ@s y un
máximo de 15. Allí donde no se congregue suficiente cantidad de niños y niñas, o
donde no se logre reunir el número suficiente de animadores, de modo que no sea posible conformar los 9 rebaños, se puede optar por conformar los que se
considere más significativos de la virtud teologal de la Fe. A cada rebaño se le
encargará la preparación de un día de la Novena. Así mismo, se le encargará (en
un día distinto del que le corresponde la novena) preparar la dramatización de un pasaje bíblico. En cambio, allí donde se congregue una gran cantidad de niños y
niñas, de modos que los rebaños, o algunos de ellos, resulten demasiado
grandes, estos rebaños se pueden dividir en el número de “sub rebaños” que
sean necesarios para que no superen el número de 15 integrantes, pero conservando, sin embargo, la idea de que son un solo rebaño, sobre todo a
efectos de las actividades lúdicas, recreativas y culturales. También, en caso de
que algún rebaño resulte demasiado pequeño, se puede complementar sus
integrantes sustrayendo algunos del rebaño que tenga integrantes de edad más
cercana a los de él.
Es conveniente que, aún durante las reuniones generales del principio de cada jornada, cada rebaño se ubique reunido junto con su zagal o zagala,
insistiéndoles a l@s zagal@s, desde la reunión preparatoria, la necesidad de que
ayuden a manejar el comportamiento de l@s niñ@s en estas reuniones, ya que
cuando están reunidos en grandes grupos, suelen presentar una conducta más impulsiva, inquieta y escandalosa que de costumbre.
El orden del día propuesto es, como ya se dijo, a doble jornada: en la mañana las
actividades catequéticas y, en la tarde, las actividades lúdicas, artísticas,
culturales y recreativas. Allí donde se opte por esta doble jornada, se recomienda hacer el rezo de la novena al final de la jornada de la tarde; en este caso, el
orden de trabajo propuesto para la jornada de la mañana, es el siguiente:
Dinámicas y cantos de animación.
Saludo y motivación inicial por parte del Mayoral. Desarrollo por rebaños de las actividades catequéticas (no olvidar que, ya que
la novena se va a rezar en la tarde, en cada rebaño se debe hacer oración
para terminar las actividades catequéticas).
Refrigerio.
En la motivación inicial es conveniente proclamar el lema de cada día, y repasar
los lemas y los signos de la novena de los días anteriores, procurando que los
niños se los vayan aprendiendo de memoria.
Allí donde se opte por no desarrollar las actividades de la jornada de la tarde, o
donde se hagan pero se prefiera realizar la novena en la mañana, se sugiere
hacer la novena integrada a las actividades catequéticas, no posteriormente a
ellas, según el siguiente esquema: 1. ENCUENTRO GENERAL
o A. DINÁMICAS Y CANTOS DE ANIMACIÓN
o B. MOTIVACIÓN INICIAL POR PARTE DEL MAYORAL
o C. ELEMENTOS INICIALES DE LA NOVENA i. Villancicos
ii. Invocación inicial
iii. Saludo
iv. Oración a Dios Padre v. Villancicos
vi. Presentación del personaje del día
vii. Pasaje bíblico
2. ENCUENTRO POR REBAÑOS: CATEQUESIS NAVIDEÑA (comenzar
comentando brevemente lo que sucedió en el pasaje bíblico y el mensaje que deja; es más, si se estima conveniente, se puede leer y explicar acá la
“Meditación” de la novena, en vez de en el lugar indicado más adelante).
3. REUNIÓN GENERAL: ELEMENTOS FINALES DE LA NOVENA o A. MEDITACIÓN DE LA NOVENA
o B. ORACIÓN PARA LA COLOCACIÓN DE LA FIGURA EN EL PESEBRE
o C. VILLANCICOS
o D. GOZOS AL DIVINO NIÑO JESÚS o E. ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA
o F. DESPEDIDA
o G. BENDICIÓN FINAL
o H. VILLANCICOS
4. REFRIGERIO
Se sugiere realizarlo de este modo, porque, cuando se hace la novena de corrido,
puede llegar a hacerse muy pesada para los niños y, en consecuencia, terminar
generándose mucha desconcentración, desorden e indisciplina en los niños.
Durante la realización de las actividades por rebaño, el Mayoral debe estar atento
al manejo del tiempo por parte de los zagales y zagalas. Si es del caso,
avisándoles con 15 o 10 minutos de antelación a su terminación, para que ellos tengan tiempo de hacer el cierre adecuado. Es importante recalcarle a los zagales
y zagalas que las actividades se terminen puntualmente a la hora señalada, ni
antes ni después, toda vez que muchos niños son recogidos por sus padres o por
otra persona responsable, y el darles salida a una hora distinta de la establecida,
no sólo puede ocasionar disgustos con los responsables de recoger los niños, sino que puede también generar confusiones y situaciones peligrosas que den lugar,
incluso, a la pérdida o desaparición de algún niño.
A este respecto, es importante que cada zagal o zagala esté informad@ de cuáles de sus niños o niñas serán recogidos por un responsable, y si es posible, que
disponga de un número telefónico para comunicarse con él en caso necesario;
además, que les recuerden cada día a estos niños y niñas que, si los responsables
de recogerlos tardan en llegar, no se alejen del sitio de trabajo, ni se vayan solos, sino que esperen y, si es necesario, que busquen a su zagal o zagala. Ello implica
que l@s zagal@s deben asumir el compromiso de no irse de la parroquia hasta
tanto no hayan sido recogidos todos los niños y niñas que tienen a su cargo.
En los sitios donde se tenga la costumbre de distribuirles regalos a los niños y
niñas el último día del Monaín, se puede organizar a los zagales y zagalas para
que hagan campañas de recolección de regalos en el sector comercial de la
parroquia, población o ciudad, ya sea en los días previos al comienzo de las
actividades con los niños y las niñas, ya sea durante su realización. Igualmente, conviene que el párroco, en los días previos, ojalá desde el comienzo mismo del
mes de diciembre, envíe cartas a los comerciantes y a personas pudientes
solicitándoles donaciones; y que, en los domingos previos al 24 de diciembre, en el momento de los “anuncios parroquiales” solicite la colaboración de la
comunidad con la donación de regalos.
Ahora bien, como en algunas partes puede suceder que las celebraciones navideñas estén demasiado penetradas de la mentalidad consumista, y que los
niños participen en el Monaín sólo por el interés del regalo, puede optarse por
realizar, en vez de la distribución de regalos, un “Ágape Navideño”,
distribuyéndoles a los niños chocolate, natilla y/o buñuelos, u otro comida
navideña tradicional del lugar.
Allí donde si decidan a realizar las actividades de la tarde, se debe tener en
cuanta que, desde el primer día, y todos los días hasta su realización, se debe
motivar a los niños a prepararse y participar en ellas, especialmente en las que, como la «Fiesta y concurso de disfraces: “Revestidos de Cristo somos mejores
personas”», y el «Desfile de valores: “Vivo mi fe con alegría”», requieren cierta
preparación en casa de los niños. En cada parroquia, durante la reunión
preparatoria, se pueden establecer las condiciones y características específicas para los disfraces y vestidos.
En algunas de las actividades alternativas y de las actividades lúdicas, recreativas
y culturales, se sugiere la utilización de “rompecabezas”. Los rompecabezas de
los que se habla son fáciles de elaborar: sobre un cartón rígido, que en la medida de lo posible no esté encorvado, se dibuja y colorea el motivo necesario, y se
recortan las piezas con un bisturí; las piezas se pueden cortar en forma regular
(por lo general cuadradas y/o rectangulares, del mismo tamaño o con diferentes
tamaños) o en forma irregular; si se opta por esta última forma, debe procurarse evitar las esquinas demasiado angulosas, pues este tipo de esquinas tienden a
deformarse con facilidad.
¿CÓMO TRABAJAR CON UN NIÑO INQUIETO Y/O PROBLEMÁTICO?
Claves para trabajar con niños “difíciles”
Habitualmente, en este tipo de actividades encontramos entre los grupos de niños y niñas que congregamos, algunos que ocasionan problemas a causa de su
comportamiento inquieto, incontrolado (no se están en su puesto, hablan
permanentemente y a destiempo, no siguen las normas, molestan a sus
compañeros, son “respondones”, etc,) e, incluso, agresivo. Para trabajar con
ellos, y evitar que puedan entorpecer el trabajo o que lleguen a hecerse daño a sí mismos o a otros, proponemos las siguientes claves básicas:
Supervisión constante: tiene dos finalidades: 1) prever y anticipar situaciones que pueden representar un problema; 2) generar mayor seguridad y autocontrol
en el niño. Sin embargo, debe evitarse crearle al niño la sensación de que se le
está “vigilando” a él, con exclusividad, pues esto fuera de mejorar sus
comportamientos, puede empeorarlos, ya porque sienta que se le presta atención, y eso es precisamente lo que de modo incosciente busca; ya sea como
reacción negativa ante lo que podría constituir para él un “acoso” por parte del
animador. Son diversas las estrategias que se pueden emplear: constante
contacto visual con los niños, dar “rondas” por el grupo cuando estén trabajando
individualmente o en subgrupos, tener frecuente contacto físico con ellos (por ejemplo, poniéndoles la mano sobre el hombro mientras se observa que están
haciendo).
Coloquios individuales: ante la conducta inadecuada de un niño, es fácil dejarse llevar por el impulso de reprenderlo frente a todos sus compañeros, lo
cual, sin darnos cuenta, puede resultar humillante para él. Por eso, hay que tratar
de evitar las reprensiones en público. Es mejor buscar un espacio y un momento
discretos para hablar a solas. Estos diálogos o coloquios individuales tienen como finalidad: 1) señalarle con claridad qué comportamiento se espera de él; y 2)
pactar algunas “señales” con las cuales el orientador le pueda indicar frente a sus
compañeros, en forma discreta, que está obrando mal y que debe corregirse.
Deben ser espacios de diálogo y negociación antes que de imposición por parte
del animador.
Uso de herramientas básicas para el control del comportamiento: son
estrategias pedagógicas y psicosociales con las cuales se busca modificar el
comportamiento de los niños en el sentido de estimulrle los comportamientos positivos y desestimularle los negativos. Téngase en cuenta que, con mucha
frecuencia, el comportamiento de algunos niños genera problemas más por la
reacción inadecuada del animador que porque el niño o su comportamiento sean
en sí mismos problemáticos. Obviamente que el uso de estas herramientas requieren paciencia y capacidad de observación y de autoevaluación por parte del
animador, para adquirir la capacidad de detectar qué es lo más conveniente y
efectivo en un momento y con un niño determinados, pues lo que funciona con un
niño, puede no funcionar con otro, y lo que funciona con un niño en un momento determinado, puede no funcionar con él en otro momento.
Herramientas para el control del comportamiento
El refuerzo positivo: consiste en darle al niño un “reconocimiento” por sus comportamientos adecuados, a fin de estimularlo a que los realice más
habitualmente. Tiene la finalidad de generar autoestima y respeto, ya que con
frecuencia, los niños inquietos son niños de baja autoestima que buscan, con su comportamiento inadecuado, que se les brinde un poco de atención. Al aumentar
su autoestima, disminuirá su necesidad de atraer hacia sí la atención de los
demás. El refuerzo positivo más sencillo de manejar es el “elogio”, consistente
en felicitar al niño cuando realice aquellos comportamientos que queremos que se den con más frecuencia. Al aplicar esta herramienta, se debe tener en cuenta lo
siguiente:
Al felicitar al niño, se debe ser muy claro y concretos en cuanto al
comportamiento por el cual se le felicita. Decirle “Bien hecho”, “te has portado bien” no le informa con claridad al niño cuál es el motivo por el que se le
elogia, cosa muy distinta si se le dice, por ejemplo: “Muy bien, Gloria, así es
que se debe hacer: levantando la mano para solicitar la palabra. Puedes
hablar”, o: “Te felicito, Humberto, porque estuviste quieto y en silencio mientras explicaba”.
Elogiar siempre de forma sincera, para que el niño pueda sentir que el
animador le habla de corazón, con afecto y cariño.
Combinarlo con variedad de refuerzos sociales (felicitación, alabanza, afecto), de otorgamiento de privilegios sencillos (asignar algunas
responsabilidades frente al grupo; ayudarle al animador en algo, a modo de
“asistente”, etc.), pequeños premios (calcomanías, cromos, dulces –con este
último, no hay excederse y, en cambio, hay que saber buscar el momento
apropiado, pues no debemos olvidar que los dulces les proporcionan energía extra a los niños, que luego necesitarán quemar, y por tanto, al consumirlos se
pondrán inquietos-).
El refuerzo negativo: también denominado “extinción”, consiste en aplicar medidas que desmotiven la realización de comportamientos indeseados. El
refuerzo negativo más recomendable con los niños es el consistente en no prestar
atención (no mirar, no escuchar, no decir nada, no hacer ningún gesto, hacer
como si no pasara nada) a un comportamiento indeseado. Al aplicar esta herramienta, se debe tener en cuenta lo siguiente:
A veces, hay otros factores que refuerzan positivamente (es decir, incentivan)
los comportamientos que el animador desea extinguir; por ejemplo, que los
compañeros se ríen por los comentarios salidos de tono que hace el niño. De modo que el animador deberá implementar también estrategias de
desestimulen esos factores (por ejemplo, en vez de regañar a los que se
rieron, felicitar a aquellos que no lo hicieron).
Al principio de la aplicación de esta estrategia, la intensidad y la frecuencia de
los comportamientos inadecuados pueden aumentar; esto no significa necesariamente que la herramienta no funciona, sino, más frecuentemente,
que el niño está “retando” o “probando” la paciencia del animador. Por ello,
para usar esta herramienta se necesita mucha paciencia y equilibrio psicológico hasta que se den cambios significativos en el comportamiento del
niño.
Tiempo fuera: consiste en aislar al niño en un lugar libre de estímulos durante un período determinado. Debe aplicarse sobre todo frente a conductas riesgosas
o violentas. Para su aplicación, debe tenerse en cuenta lo siguiente:
En la parroquia o en el sitio donde se desarrolle el Monaín, se debe destinar
con antelación un sitio para realizar la “detención” de los niños que estén en “tiempo fuera”, así como un responsable de cuidar al niño o a los niños
sometidos a esta medida.
La detención debe hacerse en silencio. Si es del caso, disponer de alguna
lectura edificante para generar la reflexión en el niño durante el tiempo que dure la detención.
Desde el principio del Monaín, se debe explicar a los niños con qué conductas y
en qué condiciones se llevará a cabo. Es sumamente importante presentarle a
los niños esta medida, en vez de como un castigo, como una consecuencia del “comportamiento antisocial”: el que no sabe convivir en paz y respeto con los
demás, no merece estar con los demás.
No es conveniente que se prolongue por demasiado tiempo: lo recomendable
es aplicar un minuto por cada año de edad que tenga el niño.
Al aplicar la medida, el animador debe hacerlo calmadamente, evitando cualquier manifestación de enfado, ira o impaciencia. Por lo general, lo
recomendable es recordarle al niño que la conducta manifestada está prohibida
y que su consecuencia es el “tiempo fiera”, y acto seguido, invitarlo a dirigirse
con el animador al sitio donde se realiza la detención; ejemplo: “María, sabes que está prohibido gritarle a los compañeritos, y que si lo haces, te debes
retirar del grupo por un tiempo; hazme el favor y me acompañas”.
Si el niño, al aplicársele la medida, se rehúsa a cumplirla, negociar con él el
comportamiento que va a tener en adelante; si no cumple lo pactado, o si ese mismo día o uno posterior vuelve a manifestar una conducta que amerite el
“tiempo fuera”, ahí sí será necesario ser inflexible ante la aplicación de la
medida y, si es del caso, recurrir al apoyo del coordinador y, en última
instancia, del sacerdote. En todo caso, evitar en todo momento cualquier trato hacia el niño que pudiera resultar humillante o agresivo.
Al finalizar el “tiempo fuera” quien esté cuidando la detención deberá
preguntarle al niño si ya está dispuesto a volver al rebaño y comportarse bien.
Y cuando se integre nuevamente al rebaño, el animador deberá acogerlo
amablemente, sin hacer alusión alguna a lo sucedido.
Las normas y los límites
Las normas son una serie de pautas que les indican con claridad a los niños qué
se espera de ellos y cuáles son las consecuencias en caso de que su
comportamiento no se ajuste a esas expectativas. El establecimiento de normas y
límites tiene como finalidad proporcionarle a los niños un ambiente estructurado y seguro que les ayude a formarse en el autocontrol, ya que, por una parte, esas
pautas se convierten para ellos en una referencia para decidir qué hacer y qué
no, en qué momentos es posible hacer determinada cosa o comportarse de
determinado modo, y de qué manera se pueden hacer las cosas y cómo no han
de hacerse (autocontrol); y por otra parte, al tener claras las conductas deseables, las no deseables y las consecuencias de realizar las unas o las otras,
pueden comportarse con mayor seguridad, sin el temor ni la incertidumbre que
pueden generar el no saber si un comportamiento es permitido o prohibido, y
cuales son las consecuencias de lo uno o de lo otro. Al aplicar esta herramienta, se debe tener en cuenta lo siguiente:
Formular las normas y los límites siempre que sea posible, en forma
positiva; por ejemplo, decir: “Debes estar dentro del salón”, en vez de: “No
puedes estar afuera del salón”. Al establecer la norma, explicar la razón de por qué se establece; por
ejemplo: “Puedes jugar con la pelota en el patio, porque dentro del salón
puedes hacer un daño”.
Al establecer la norma, se debe establecer simultáneamente la
consecuencia de su infracción; ej.: “Si te peleas con un compañero, te retirarás del grupo hasta que te calmes y estés dispuesto a seguir
trabajando”.
Poner por escrito en un cartel, de modo que se vean claramente, las
normas que más habitualmente se violan, y repetirlas cada día al iniciar el trabajo, motivando a los niños a cumplirlas… pero sin recalcar ni señalar
que es que se están incumpliendo mucho.
Algunas sugerencias para situaciones concretas
Cuando un niño no se está en su sitio:
Recordar la norma correspondiente antes de iniciar el trabajo del día.
Asegurarse de que cada niño dispone del material necesario. Si es preciso, para subsanar carencias, organizarlos en parejas o en subgrupos.
Reforzar la conducta correcta e ignorar la incorrecta. Por ejemplo, acercarse y
decirle: “Qué bien que estás en tu sitio, mira que así trabajas bastante bien”.
Establecer un sistema claro y sencillo que les permita moverse de su sitio
cuando realmente lo requieran. Aplicar las consecuencias establecidas para quien incumpla la norma.
Interrumpe constantemente: Poner por escrito y en un lugar visible, cuales son las condiciones para
participar y hablar (levantar la mano en silencio, esperar a que se le dé la
palabra, etc.)
Acordar con los niños una señal o gesto que les recuerde la norma. Aprovechar las situaciones en que se dé el comportamiento deseado para
recordarles la norma; ej.: “Démosle la palabra a Gregorio, que está sentado en
silencio y con la mano levantada”.
Felicitar al niño que muestre la conducta deseada; Ej: “Lucía, me gusta mucho
que siempre esperas en silencio a que se te dé la palabra. Te felicito”. No llamar la atención por la conducta indeseada, sino, más bien, recordar cuál
es la norma; ej.: “Ricardo, sabes que debes levantar la mano para hablar y
esperar a que yo te dé la palabra”.
Al niño que es impulsivo, le podemos dar cierto margen de interrupción y, simultáneamente, llevarlo a que aprenda a esperar y a tener en cuenta la
norma; ej.: “Claudia, primero voy a terminar con lo que estaba diciendo, y
después te respondo a lo que me acabas de decir; pero, por favor, a la
próxima no olvides que debes levantar la mano y esperar que yo te dé permiso de hablar”.
Molesta a sus compañeros:
Ofrecerle un espacio para que él trabaje sólo, presentándoselo como un
espacio “para que trabaje tranquilo” en vez de cómo un espacio “donde no moleste a sus compañeros”.
Felicitarlo cuando trabaje en forma adecuada y armónica con sus compañeros;
ej.: “Pedro, que bien estás trabajando con tus compañeros”.
Si es del caso, aplicar el “tiempo fuera”, diciéndole antes de enviarlo a la detención: “Cuando creas que puedes trabajar concentrado en la actividad y
respetando a tus compañeros, puedes volver”.
Pierde el control, hace berrinches, desafía al animador: Si pierde completamente el control, aplicársele el “tiempo fuera”.
Se debe evitar el abuso del “tiempo fuera”. Si el animador comienza a usarlo
con frecuencia debe preguntarse a sí mismo qué está haciendo mal en el
manejo de las normas que produce que los niños se le comporten mal y “se le salgan de las manos”.
Al niño que es desafiante, inicialmente se le pueden ofrecer otras alternativas
(ej.: “Bueno, si no quieres escuchar, ayúdame a leer”); si esto no funciona, es
necesario mantenerse firme, sin caer en la lucha de poderes (mucho cuidado
con: “El que manda soy yo”, o con: “Es que usted no se manda solo”, que lamentablemente se nos salen con mucha facilidad y frecuencia), no “echarle
cantaleta” (es mejor decir: “Después hablamos”, y seguir la actividad
ignorando sus comentarios) y no incurrir en ningún tipo de agresividad (física, verbal o gestual).
Cuando ya el niño esté calmado, y en un momento en que no se interrumpan
las actividades, hablar con él, escuchándolo, dejándolo que explique bien sus
motivos, buscando conjuntamente soluciones, recordándole los límites y las razones de estos, y tratándolo con respeto y delicadeza en todo momento.
Se acelera mucho:
Reforzarlo cada que presenta la conducta adecuada.
No darle demasiada importancia a ciertas conductas inadecuadas de poca importancia; es mejor ignorarlas.
Proporcionarle actividades que le permitan liberar tensiones; ej.: rayar una
hoja; asignarle alguna actividad que lo distraiga temporalmente de la situación
presente como enviarlo a buscar algo o a hacer algún encargo; realizar esporádicamente “pausas activas”, pero sin relacionarlas directamente con el
comportamiento inadecuado, para evitar que los niños empiecen a
comportarse mal a propósito cuando se sientan aburridos y quieran una
“pausa activa”. Prever los momentos que puedan generar estrés o ansiedad, ya sea para
evitarlos, si es posible, o para abordarlos de tal forma que las tensiones se
diluyan fácilmente.
JORNADAS PREPARATORIAS
PREPARACIÓN DE LOS ZAGALES Y ZAGALAS
Con esta reunión se pretende: Generar un ambiente de cercanía y comunión entre quienes van a colaborar
con el montaje y la animación del Monaín.
Dar a conocer los aspectos generales de la metodología del Monaín.
Establecer las condiciones requeridas para prestar el servicio de animación del Monaín.
Ofrecer elementos pedagógicos para el trato con los niños y las niñas.
Establecer las normas y las medidas pedagógicas convenientes para realizar
un adecuado trabajo con los niños. Distribuir responsabilidades y compromisos que favorezcan un adecuado
desarrollo del Monaín.
Para ello, se sugiere el siguiente orden de trabajo:
Acogida de los animadores: o Saludo y bienvenida.
o Dinámicas y cantos de animación.
o Presentación personal de los integrantes del equipo de animación del Monaín (si se estima conveniente se pueden hacer dinámicas de
presentación y conocimiento).
Entrega de las cartillas y las novenas a cada animador.
Explicación del trabajo a realizar. o Qué es el Monaín y qué se busca con él.
o Metodología de trabajo.
o Cronograma general.
o Orientaciones pedagógicas para el trato con los niños y las niñas.
o Generación de propuestas para recolectar regalos para darles a los niños el último día, o sugerencias para una actividad alternativa, en caso de
que no se quiera vincular la participación en el Monaín al interés por
recibir un regalo.
Asignación de los animadores por rebaños, y de los respectivos “rediles”. Distribución de responsabilidades para la Octava del Nacimiento de Jesús:
o Días de la novena.
o Representación de los pasajes bíblicos.
o Distribución del refrigerio. o Otras responsabilidades que en cada lugar se considere necesarias.
Refrigerio.
ORGANIZACIÓN DEL MATERIAL
Con estas 3 jornadas se pretende diseñar y elaborar, en forma colaborativa, el
material que se requiere para el desarrollo del Monaín. El material que se sugiere
elaborar es el siguiente:
Una pancarta o pasacalles por cada uno de los siguientes textos:
o “Monaín. Movimiento Navideño Infantil”.
o “Los niños y las niñas, con gran felicidad, nuestra fe celebramos en esta
Navidad”. o “Año de la fe. 11 de octubre de 2012 al 24 de noviembre de 2013”.
o Cada uno de los nombres de los temas de cada día.
Un cartel por cada uno de los lemas del Monaín.
Insignia de cada uno de los rebaños. Ésta se construye con un palo de escoba y un cartón (cuadrado o circular) de 30 ó 40 cm de alto y de ancho, sobre el
que se dibuja o se pinta el signo del rebaño respectivo.
Recortado de los carnets y de los signos recortables para los carnets y para las
fichas, y pegado de los signos en los carnets.
Si se va a realizar la actividad alternativa del tema “Fe es alegrarse en Dios”, se debe elaborar el material necesario para los puestos del carrusel
pedagógico (ver en la respectiva ficha de las “Fichas de trabajo de las ovejas”).
El material requerido para la realización de las actividades lúdicas, recreativas
y culturales (ver más adelante).
Para su elaboración, se sugiere disponer del siguiente material básico:
CARTULINA
PAPEL KRAFFT
MARCADORES PINCELES
VINILOS / TÉMPERAS
LÁPICES DE COLORES
CARTÓN PALOS DE ESCOBA / TRAPERA
ESCARCHA / MIRELLA
FOTOCOPIAS DE LOS CARNETS
FOTOCOPIAS DE LOS SIGNOS PARA CCARNETS FOTOCOPIAS DE LOS SIGNOS PARA CARNETS
FOTOCOPIAS DE LOS SIGNOS PARA FICHAS
CHINCHES
TIJERAS
BISTURÍES GRAPAS
ENGRAPADORAS
Recomendaciones:
Es necesario insistir en que el material se elabore de forma colaborativa en los
espacios determinados para ello. Razones para ello:
El trabajo colaborativo se convertiría en un espacio de conocimiento y/o integración de los animadores, lo cual, a su vez, ayudará a generar/fortalecer
su sentido de eclesialidad y comunitariedad.
El trabajo colaborativo permitirá poner en común, al servicio de todos, las
habilidades especiales que cada uno pueda tener. Lo anterior, se constituye en un soporte solidario para aquellos que disponen
de menos aptitudes estéticas.
El trabajo colaborativo asegura que todo el material elaborado cuente con,
más o menos, la misma calidad de elaboración y presentación, de forma que
no haya un material “muy bonito y bien hecho” y otro material que, como se dice popularmente: “Dé tristeza verlo”.
Con el trabajo colaborativo se superan las tendencias egoístas y competitivas, que fácilmente llevan a las personas a “concentrarse en lo suyo”, y en tratar
de sobresalir más que los otros.
Antes de empezar el trabajo, es conveniente escuchar sugerencias sobre cómo diseñar los diversos elementos y qué material se requiere, ya que esto no sólo
puede aportar ideas nuevas, sino que permite simultáneamente detectar quienes
tienen aptitudes estéticas. Este sondeo se debe hacer durante la reunión de
acogida y preparación de los zagales, para tener tiempo de conseguir los
materiales nuevos que ellos propongan.
Tomando en cuenta las aptitudes detectadas, se pueden organizar dos o tres
grupos de trabajo (o los que se puedan conformar) para asignarles la realización
de distintos materiales, dejando en claro que quienes terminen primero deben ayudarle a los demás. Es bueno que, quienes dispongan de más aptitudes
estéticas, sean nombrados como coordinadores de cada uno de estos grupos de
trabajo.
Empezar por el diseño de los materiales de los primeros días para que, en caso de
que en los dos días destinados para su elaboración no se puedan terminar,
acordar la estrategia para terminar de elaborar el material que quede haciendo
falta.
Disponer de música y de refrigerio para amenizar las jornadaa de trabajo. No se
debe olvidar que los animadores (zagales y zagalas) están colaborando y
donando con gusto y gratuitamente su tiempo de descanso, y por ello la
parroquia los debe atender en forma adecuada, demostrando así la gratitud hacia ellos.
APERTURA E INAUGURACIÓN
Los propósitos para este día son:
Generar un ambiente de acogida y alegría que motive a los niños a participar
en todo el Monaín.
Distribuir y organizar los distintos subgrupos de trabajo o rebaños. Visibilizar socialmente el Movimiento Navideño Infantil mediante la realización
de un desfile inaugural por las principales vías de la comunidad.
El orden del día que se sugiere es el siguiente:
En horas de la mañana: Apertura del Monaín y acogida de los niños y niñas
monainistas.
1) dinámicas y cantos de animación. 2) Saludo y motivación inicial por parte del Mayoral.
3) Explicación general sobre el Monaín y el trabajo que se va a realizar durante
esos días.
4) Presentación de los Zagales y Zagalas. 5) Conformación de los rebaños.
6) Desplazamiento de los rebaños hacia sus respectivos rediles.
7) Desarrollo de las actividades y dinámicas de presentación, conocimiento y
ruptura del hielo (si se realiza la actividad “El periodista”, esta se concluye
socializando algunos de los puntos, y verificando si los niños son capaces de identificar al niño o niña que les respondió el punto socializado).
“Carnetización” de los niños. Tómese en cuenta que, al terminar el trabajo de
cada día, el zagal o zagala debe recoger los carnets y devolverlos en la
actividad siguiente; esto, porque sabemos que los niños no son cuidadosos, y si se les deja a ellos los carnets, es muy probable que los dejen en la casa o
que los boten.
8) Trabajo con la ficha Actividades de aprendizaje. Se finaliza llenando la ficha
“Mi rebaño” (en la “Presentación” de las fichas de trabajo de las ovejas se explica el trabajo a realizar con estas fichas).
9) Finalmente, se invita a los niños para el desfile inaugural en horas de la
tarde, y se pasa a la distribución del refrigerio, si lo hay.
Si en alguna parroquia optan por no realizar las actividades de la jornada de la tarde, se les invita a realizar, por lo menos, tanto el desfile inaugural como el de
clausura, así sea al precio de recortar un poco el trabajo de las actividades
catequéticas del día y realizándolos inmediatamente después de ellas, caso en el
cual, el refrigerio se distribuirá después del desfile.
En horas de la tarde: Desfile inaugural.
Se debe tomar en cuenta que, allí donde se requiera, se debe solicitar con suficiente tiempo de anticipación los permisos y la compañía de las competentes
autoridades de tránsito, sobre todo si el desfile se va a realizar por vías que
tengan un considerable flujo vehicular. Igualmente, se debe haber gestionado con
suficiente tiempo de anticipación la consecución de bolsas de agua para la hidratación de los niños y los animadores durante el recorrido. Uno o dos de los
animadores deberán responsabilizarse de distribuir el agua a los niños cada
determinado tiempo de recorrido.
Ya que los rebaños reciben su nombre de acuerdo a los temas que se van a trabajar durante la novena de navidad, se propone que, en el desfile, se
organicen siguiendo el orden en que se van a trabajar dichos temas. Cada rebaño
deberá portar el cartel con el título del tema que les corresponde y su insignia, y todos los niños deben llevar sus carnets en sitio visible. Al frente de todo el
desfile, irán las pancartas del año de la Fe, del Monaín y del lema del Monaín, en
ese mismo orden.
Durante el recorrido, se puede ir cantando villancicos y proclamando los lemas del
Monaín, así como otros eslóganes que en cada parroquia se crean pertinentes.
El desfile debe durar entre 30 y 45 minutos. Al final del recorrido, reunidos otra
vez en el templo, se entonan villancicos, se proclaman los lemas, se hace un breve momento de oración dando gracias a Dios por el inicio del Monaín y
encomendándole el trabajo de los días subsiguientes; luego se les despide,
invitándolos para el trabajo del día siguiente, y se les distribuye agua o algún
refresco, antes de despacharlos para sus casas.
Al finalizar, se deben recoger las pancartas, los carteles, los distintivos y los
carnets, pues durante los días sucesivos se volverán a usar. Por ello mismo, debe
insistírseles a los niños que los porten que los traten con cuidado, y estar pendientes de que efectivamente lo hagan.
ACTIVIDADES CATEQUÉTICAS:
Se sugiere que sean realizadas en la jornada de la mañana, siguiendo el orden
establecido en “Apuntes metodológicos”. Para el trabajo catequético, véase las
indicaciones propuestas en la “Presentación” de las fichas de trabajo de las
ovejas. En caso de que se opte por no realizar las actividades lúdicas, recreativas y culturales, la Novena del Nacimiento del Niño Jesús se puede rezar al final de
las actividades catequéticas, o integrada a ellas, tal como se indica en la
“Presentación” de la Novena. En estas actividades se trabajarán 9 temas, que
corresponden a los mismos temas de la novena:
Fe es creer en Dios
Fe es escuchar a Dios
Fe es orar a Dios Fe es alegrarse en Dios
Fe es obedecer a Dios
Fe es comunión con el pueblo de Dios
Fe es irradiar a Dios
Fe es confiar en Dios Fe es conocer a Dios
ACTIVIDADES LÚDICAS, RECREATIVAS Y CULTURALES
Se propone realizarlas en la jornada de la tarde, y que cada día se finalicen con
el rezo de la Novena del Nacimiento del Niño Jesús; en caso de que se haya
optado por rezar la Novena en la jornada de la mañana, se debe terminar las actividades lúdicas, recreativas y culturales con un breve momento de oración de
acción de gracias.
Juegos, rondas y dinámicas
Para un mejor manejo de los niños durante esta actividad, se propone realizar
estas actividades por rebaños, aunque allí donde los rebaños tengan un bajo
número de integrantes, se pueden juntar dos o tres de ellos para realizarlas. En
el blog encontrará algunos vínculos a páginas web donde podrán encontrar diversidad de actividades apropiadas para este día. Cada zagal o zagala será el
responsable de preparar los juegos, rondas y dinámicas que vaya a realizar con
su rebaño.
Carrusel pedagógico: “Cuidando el agua, los niños y las niñas
manifestamos nuestra fe”
Se propone el montaje de cinco puestos, con rotación cada 10 o 15 minutos
(dependiendo del tiempo que en cada lugar dispongan para la realización de estas actividades, el cual, incluyendo la congregación inicial y el rezo de la novena,
puede ir de hora y media a dos horas); es decir, el tiempo transcurrido entre un
aviso de cambio de estación y el siguiente aviso es de 10 ó 15 minutos, por lo
cual, debe planificarse bien la distribución de los puestos de forma que, ni queden tan distanciados que se pierda mucho tiempo en el traslado de los niños de un
puesto a otro, ni queden tan cercanos que se entorpezcan mutuamente el trabajo
que se hace en cada puesto. Además, cada puesto debe contar con una
decoración que ambiente e ilustre el tema específico que se trata en él. En el blog se proponen algunos links a páginas que ofrecen información instructiva para
documentarse acerca de los temas de cada puesto. Se sugieren los siguientes
puestos:
“El planeta Agua”. Tiene como finalidad conscienciar a los niños y las niñas
acerca de que el agua cubre las tres cuartas partes de la superficie de la tierra,
por lo que, si la contaminamos, le hacemos un daño grande a la naturaleza y a
nosotros mismos. La actividad propuesta es que, al llegar al puesto, se les
distribuya a los niños y las niñas dibujos del planeta tierra (continentes y océanos) en media hoja oficio, para que los niños coloreen (esto implica que
en el puesto se debe disponer de lápices de colores y/o crayones). Para esto
se les puede dar alrededor de 5 minutos, pero no más; en el tiempo restante se les explica el tema, de forma ágil, en la medida de lo posible apoyándose
por láminas o dibujos que representen los aspectos esenciales del tema.
“El agua de la vida”. Tiene como finalidad conscienciar a los niños acerca de la
importancia que tiene el agua para la vida, muy especialmente para la vida humana, y de cómo ponemos en riesgo nuestra vida y nuestra salud cuando la
contaminamos. Se sugiere que el presentador de este puesto disponga de
láminas o dibujos que representen los usos y beneficios del agua para la vida
humana, en forma general (aseo, alimentación, etc.) y, cuando ellos lleguen,
establecer con ellos un diálogo en el que ellos digan ejemplos de esos usos (por ejemplo, para el aseo: bañarnos, lavar la ropa, lavar la loza, etc.) y qué
pasaría, en esos aspectos, si no dispusiéramos de agua (ej.: desaseo,
enfermedades, etc.).
“La vida del agua”. Tiene como finalidad presentarles a los niños y las niñas el ciclo natural del agua y el efecto que tienen sobre él fenómenos como la
contaminación atmosférica, la deforestación; el uso de los ríos, los lagos y los
mares como depósito de basuras y desperdicios hogareños e industriales, etc.
Cuando los niños lleguen al puesto, se les asigna por grupos, rompecabezas que representen el ciclo natural del agua. Se les da un máximo de cinco
minutos para armarlo. Luego se les explica el tema, apoyándose en un cartel.
“Cuando destruimos la fuente de la vida”. Tiene la finalidad de conscienciar a
los niños y las niñas acerca de los diversos modos de contaminación del agua y
las consecuencias negativas para la naturaleza, los seres vivos y el ser humano. Se tiene dispuestos en el sitio seis vasos, así: 1°: con agua
enturbecida con pantano; 2°: agua jabonosa, en la medida de lo posible, con
espuma; 3°: agua con basura (restos de comida, papeles, plásticos, etc.); 4°:
un vaso que tenga en sus lados la calavera; 5°, otro con agua que esté amarillenta, y que tenga flotando una “materia fecal” de broma; y 6°: un vaso
con agua limpia. Al llegar al puesto, se les pregunta a los niños cuales de esos
vasos no beberían y por qué. Luego del diálogo, se les explica el tema.
“Cuidando la fuente de la vida”. Tiene como finalidades conscienciar a los niños acerca de la necesidad de implementar estrategias de ahorro y conservación
del agua, y presentarles varias de esas estrategias. De acuerdo a lo consultado
en las páginas web sugeridas, diseñar una sopa de letras, ya sea en un pliegos
de cartulina (téngase en cuenta que, en este caso, se deben hacer cinco sopas, una para cada cambio de grupo), para resolver de forma colectiva; ya
sea en papel bond, para fotocopiarlas y resolverlas por subgrupos. Para esto
se destina máximo cinco minutos. Luego se pasa a la explicación del tema.
Allí donde no se factible hacer el carrusel pedagógico, o donde se prefiera no hacerlo, por el motivo que sea, se sugiere planear por lo menos una campaña
ecológica.
Competiciones de juegos tradicionales
Para realizar esta actividad se sugiere, sobre todo en sitios donde se congreguen
muchos niños, que se hagan agrupaciones de a tres rebaños, y que el equipo resultante de zagales y zagalas se responsabilice de organizar las competiciones
con sus niños y niñas. No se considera conveniente hacer esta actividad con la
agrupación general de los niños y niñas, ya que cuando se reúne a una gran
cantidad de niños en un mismo sitio, su comportamiento suele ser más difícil de
manejar, aún cuando estén bajo supervisión permanente de un responsable. Claro que allí donde se pueda contar con el apoyo de personal capacitado para el
trabajo con grupos numerosos de niños, como, por ejemplo, recreacionistas
profesionales, es factible hacer una agrupación general.
Según se opte por una agrupación general o de a tres rebaños, y de acuerdo a las
características de cada competición, por cada rebaño puede participar uno o dos
representantes por rebaño en cada competición. En el blog se ofrecen algunos
links a páginas web que presentan algunos juegos y competiciones tradicionales.
Fiesta y concurso de disfraces: “Los niños y niñas de fe, nos revestimos
de Cristo para ser mejores personas”
La idea es invitar a los niños a que, para esta actividad, luzcan disfraces que representen actividades y profesiones de la vida real que nos ayudan a ser
mejores personas y a construir una mejor sociedad. El lugar, preferentemente
distinto al sitio o templo donde se realiza el culto religioso, se debe adornar como
para una fiesta, con globos, serpentinas, y otros adornos festivos, según las costumbres y las posibilidades de cada lugar. También se debe organizar un
“jurado” que se encargue de seleccionar a los premiados. Para la premiación se
pueden elegir diversas categorías, como “El mejor disfraz casero”, “El mejor
disfraz comercial”, “El mejor disfraz ecológico”, “El disfraz más original”, etc.
Se comienza con cantos y dinámicas de animación, tras lo cual se realiza el
desfile de disfraces que, para economizar tiempo, debe realizarse haciendo pasar
al mismo tiempo, en fila, a todos los niños y niñas de cada rebaño. Se puede elegir los ganadores de cada categoría de acuerdo a dos estrategias: el jurado, en
deliberación, elige tres “candidatos”, y los niños y niñas eligen al ganador por
“Aplausómetro”, es decir, ganaría el que más aplausos obtenga. O dos,
igualmente por deliberación, se eligen tres finalistas por categoría y luego, por un
sistema de calificación por tabletas, los jurados eligen al ganador de acuerdo al puntaje total obtenido por cada niño. La premiación puede consistir en la entrega
de regalos o de una especie de “diplomas” o de “reconocimientos”. Tras la
premiación, se vuelve a hacer otra sesión de cantos y dinámicas de animación, y se concluye la actividad compartiendo por rebaños el refrigerio.
Jornada Artística: “Pintando mi comunidad de fe”
La idea de esta actividad es que cada rebaño haga una pintura colectiva que
represente a la parroquia. Se propone una obra colectiva como una manera de
acentuar y fomentar los lazos comunitarios y eclesiales de los niños con su
parroquia y de ellos entre sí. Sin embargo, allí donde se crea más conveniente, se
puede optar por hacer dibujos o pinturas individuales.
Allí donde se opte por la obra colectiva, se debe disponer de dos o tres pliegos de
papel krafft u otro soporte que no se deshaga o deteriore fácilmente con la
humedad de la pintura, y prever una forma de evitar que se manche el piso con la pintura; igualmente, se debe anunciar con suficiente tiempo de anticipación
tanto a los niños como a los padres de familia, para que este día los niños vengan
vestidos con ropa que puedan manchar con pintura, cosa bastante difícil de evitar
cuando se realizan este tipo de actividades con niños.
Si se opta por obras individuales, entonces se debe disponer de suficientes hojas
de papel bond (hojas de block, como se les llama popularmente) o de cartulina,
tamaño carta o tamaño oficio, así como de témperas, vinilos, pinceles de diversos
tamaños, vasos o tarros para el agua con qué lavar los pinceles, lápices de colores, crayolas, marcadores, lápices, borradores, sacapuntas, y otros materiales
de dibujo y pintura que se puedan requerir. Es necesario disponer de ellos pues,
aunque se les solicite a los niños que traigan los materiales de su casa, es muy
probable que a un alto número de ellos se les olvide o que, en el caso de los niños que viven en barrios muy pobres, no tengan.
Antes de empezar las pinturas y/o los dibujos, el zagal o la zagala debe conversar
brevemente con los niños y las niñas acerca de qué es una parroquia, quiénes la conforman, cuál es la importancia del “centro parroquial” (casa cural, despacho y
templo) dentro de la Iglesia local, cuáles son los barrios o sectores que
conforman la parroquia, qué otras instituciones (escuelas, comercio, centros
médicos, etc.) hay en el territorio parroquial, qué tipos de personas conforman la parroquia (hombres y mujeres; niños, jóvenes, adultos y ancianos), etc., a fin de
que entiendan que no se trata sólo de dibujar o pintar el templo, sino la
comunidad o el territorio parroquial. Una vez aclarado esto, se hace necesario
planear con los niños el diseño del dibujo o pintura, y luego asignar
responsabilidades, de forma que todos puedan participar de forma colaborativa y coordinada.
Una vez terminadas las pinturas y/o los dibujos, se hace con ellos una exposición y cada zagal o zagala hace un recorrido con los niños y niñas, invitándolos a
compartir comunitariamente sus apreciaciones sobre cada obra (o sobre cada
conjunto de obras, si se optó por las obras individuales en vez de por las
colectivas).
Al finalizar, se recoge las obras para exponerlas en el templo durante el domingo
siguiente, o el 24 y el 25 de diciembre, si estos días están más próximos.
Desfile de valores: “Vivo mi fe con alegría”
Para el desfile de valores se deben presentar dos candidatos por rebaño, un
hombre y una mujer. La idea es organizarlo como un desfile de modas. Las
condiciones para los trajes se pueden establecer en cada lugar; acá se sugiere la utilización de material reciclable. Además, debe organizarse debidamente la
pasarela, de forma que los participantes sean adecuadamente visibles para todos
los niños y niñas. Cada zagal o zagala organizará las palabras de descripción y
presentación de los trajes que lucirán los representantes de su rebaño, procurando ser cómico pero, a la vez, dejando un mensaje referente al valor que
le corresponde al rebaño; estas palabras serán leídas por quien haga las veces de
presentador del desfile, que se recomienda que sea el Mayoral. Se sugiere no
hacer concurso o premiación alguna, pero esto se deja a criterio de cada lugar.
Concierto navideño
Se trata de organizar una serie de canciones y villancicos navideños e
interpretarlos para los niños y las niñas. Obviamente, esto sólo será posible si en el sitio se cuenta con un ministerio de música, de lo contrario, se organiza una
sesión de trabajo en la que se cante con los niños más villancicos y canciones de
navidad, y dinámicas y cantos de animación, que de los que se ha venido
cantando habitualmente hasta el momento, para concluir rezando la novena. O, si se prefiere, se puede organizar para este día otra jornada de juegos, rondas y
dinámicas de recreación. En la medida de lo posible, es bueno tratar de realizar el
concierto, con el cual lo que se busca es preparar el ambiente, para el día
siguiente, de la celebración de la Natividad del Señor.
Clausura del Monaín
La clausura consiste en tres actividades consecutivas: un desfile, el cual se hace
en las mismas condiciones y con los mismos materiales del desfile inaugural, a los cuales se les añade la participación, encabezando el desfile, de los ganadores del
concurso de disfraces y de los participantes en el desfile de valores. Terminado es
desfile se reza el último día de la novena y se finaliza con el convite navideño y/o la entrega de los regalos.