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A. Los Negros Mascogos: la raza pujante y brava que conquisto su libertad. Todo pueblo tiene sus raíces, su historia.Ningun pueblo transita por el tiempo sin dejar a su paso una estela de recuerdos imborrables, imperecederos de su legado, de si mismo. Los grupos de gente, desde que inició la historia de la humanidad crecen, emigran, se mezclan, evolucionan, retroceden, huyen, conquistan o son conquistados, se emancipan, se revelan, luchan, se aíslan, comparten, perecen o permanecen, se imponen a la vida misma y continúan en el devenir de los tiempos, de las circunstancias, de las vicisitudes y piedras que encuentran en el camino. Un grupo de personas en especial, que puede compartirnos su paso por la historia, es el grupo Negros Mascogos, quienes habitan en la localidad llamada El Nacimiento, a unos cuantos kilómetros de

monografia negros mascogos

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A. Los Negros Mascogos: la raza pujante y brava que conquisto su libertad.

Todo pueblo tiene sus raíces, su historia.Ningun pueblo transita

por el tiempo sin dejar a su paso una estela de recuerdos imborrables,

imperecederos de su legado, de si mismo.

Los grupos de gente, desde que inició la historia de la humanidad

crecen, emigran, se mezclan, evolucionan, retroceden, huyen,

conquistan o son conquistados, se emancipan, se revelan, luchan, se

aíslan, comparten, perecen o permanecen, se imponen a la vida

misma y continúan en el devenir de los tiempos, de las circunstancias,

de las vicisitudes y piedras que encuentran en el camino.

Un grupo de personas en especial, que puede compartirnos su

paso por la historia, es el grupo Negros Mascogos, quienes habitan en

la localidad llamada El Nacimiento, a unos cuantos kilómetros de la

CD. Melchor Mùzquiz, Coahuila, En el municipio de Mùzquiz, al norte

de la republica mexicana.

Ellos dan fe, de los cambios que pueden experimentar los grupos

humanos; viven el presente en un pedazo de tierra que les fué

regalada, en una tierra de la cual no son originarios, y a ella llegaron

como inmigrantes de otra tierra a la cual tampoco pertenecían y en la

cual fueron explotados como esclavos. Como de forma coloquial dice

la gente, no son de aquí, ni de allá.

La escuela primaria tiene la misión de alfabetizar,y de compartir

los hechos relevantes de la historia de la humanidad, para que

conociendo el pasado, el alumno logre comprender el presente,

reconozca la influencia del medio natural sobre el desarrollo humano,

y para desarrolle habilidades para analizar hechos históricos, como

continuidad, cambio, causalidad, intervención de diversos actores e

intereses.

Es de suma importancia que el alumno conozca la historia de su

país, del mundo en general, pero igual de importante es que conozca

la historia del lugar donde vive, de su localidad, de su entorno,

historia regional que en ocasiones, dentro de la escuela no se le

presta la debida atención, porque no aparece en el currículo o

aparece contemplado de una manera muy breve, somera, sin

profundizar.

Es necesario incluir en los contenidos que se imparten, la historia

regional, para que el alumno comprenda las características sociales,

económicas, demográficas de su comunidad; sus costumbres y

tradiciones, la heterogeneidad de su gente, la supremacía de algunas

actividades económicas sobre otras, y que se motive a conocer e

investigar sobre su propia tierra, valorando los grupos étnicos que hay

a su alrededor, de los cuales quizá no conozca nada,o lo peor aún,

que ni siquiera se haya percatado que existen.

Tiempo, pasado, sociedad y cambio son conceptos

fundamentales de la historia, cuya comprensión se dificulta a los

niños; por eso su enseñanza se inicia con lo más cercano, la historia

propia y familiar: Incluir la historia regional puede ser también un buen

inicio para ayudar a los alumnos a manejar y comprender estos

conceptos.

Los niños conciben la comunidad en la que viven como un

espacio territorial con determinados límites, pero les resulta difícil

comprenderla como conjunto de relaciones sociales donde los

individuos desarrollan diversas acciones que influyen sobre otros y

donde existen normas, obligaciones y derechos. Estudiar la historia

regional contribuye a que el alumno y el maestro venzan obstáculos

que dificultan la comprensión de la historia, ya que permite

comprender la interacción entre el hombre y la geografía, intereses

que mueven a las personas, en este caso a las personas del pasado

que habitaron su comunidad y que establecieron las pautas para que

su comunidad tenga las características del presente, y que los

habitantes de hoy en los que se incluye a si mismo, determinarán,

junto con la geografía y las relaciones sociales que se dan entre los

mismos habitantes; las condiciones del mañana.

Así de una manera cercana, se estarán sentando las bases para

que el alumno logre comprender los hechos históricos que sucedieron

en el pasado en otras partes del mundo,y los hechos que hoy en día,

escriben la historia.

1. La raíz de un pueblo y un crimen llamado esclavitud.

Para saber de donde son originarios en realidad, y cómo llegaron

hasta el norte de la república mexicana, es necesario dar una mirada

al pasado lejano, cuando después de salir de la oscuridad de la edad

media, e inicia el renacimiento en Europa, comenzó también una era

de exploraciones y descubrimientos, que a su vez originó un negocio

cruel y despiadado, que fué el tráfico de esclavos negros.

Por aquellos tiempos los portugueses, fueron los primeros en aventurarse a lo desconocido.Se dice que el príncipe portugués Enrique el Navegante, reunió a los mejores geógrafos, consiguió dinero y organizó viajes de exploración por la costa de África. En cada viaje los portugueses llegaban más al sur. En uno de ellos, los marineros capturaron a un grupo de africanos y los llevaron de regreso para venderlos como esclavos. Así nació un negocio cruel, que provocó devastación en varias regiones de África y tuvo grandes consecuencias en la formación de la población de América.1

Los negros Mascogos, antes de venir a México, habitaron el actual

territorio de la Florida y Carolina del sur, en los Estados Unidos de

Norteamérica. Ahí eran llamados Seminoles porque se unieron a un

grupo de indios que así se denominaban fueron llevados a esas

tierras por los españoles, quienes en su sed de riqueza, y hambre de

dominio, exploraban esas tierras buscando oro y la fuente de la

eterna juventud.

1 SEP. Libro de historia quinto grado.p137

Y no los llevaron precisamente para compartirles lo que

encontraran, sino que los llevaban para que fueran ellos, los esclavos

negros, quienes hicieran todo el trabajo pesado.

Los ingleses, fundaron trece colonias en el norte de lo que

actualmente es Estados Unidos, y los españoles exploraban el sur.

Ambos países se disputaban las tierras.

Los ingleses Fundaron el puerto de Charleston, y les llevaban

ventaja a los españoles, porque comenzaron a exterminar a los

grupos indígenas para apoderarse de sus territorios, para ello hicieron

pactos con otros pueblos indígenas, les proporcionaron armas y los

incitaron a matar a sus congéneres, de esta forma se aprovechaban

de la rivalidad existente entre los mismos, para cumplir su cometido.

Los españoles, por su parte, tenían prohibido poner armas en

manos de los indígenas, aún así, La Florida les pertenecía. Los

ingleses ganaron cada vez más ventaja sobre los españoles, y fueron

ellos quienes se quedaron con la gran Mayoría de las tierras y las

colonizaron. Sus pueblos comenzaron a prosperar. Las poblaciones

inglesas del sur dependían principalmente de la agricultura. Era un

trabajo, duro, pesado. Entre mas se plantara, mas riqueza se

generaba. Así que los ingleses necesitaban manos que trabajaran, sin

descanso. Usaban como esclavos, a indígenas que capturaban y a

otros que como esclavos de guerra, poseían algunas tribus,y los

vendían a los ingleses.Tambièn utilizaban a los negros, y fueron éstos

últimos, los de su mayor agrado para ponerlos a trabajar ya que

tenían mucha fuerza y resistencia.

Los esclavos negros trabajaban sin descanso, en pésimas

condiciones, con un trato indignante para un ser humano, sin

derechos, solo obligaciones, y su obligación era trabajar como bestia,

servir al colonizador blanco, a quien pertenecía, y quien decidía su

suerte, y quien también era propietario de su vida, así que el dueño

podía darle muerte, en cuanto le apeteciera. Los mayordomos y

capataces de los grandes ranchos o propiedades, que bien parecían

feudos, se ensañaban con los esclavos negros, y miles de ellos

murieron en las tierras agrícolas víctimas de los golpes y castigos, qué

les proporcionaban.

Todo aquel que trataba de escapar y era capturado, deseaba

antes de morir, no haberlo intentado nunca o con muda resignación

agradecía que al fin descansaría en brazos de la muerte. La horrenda

muerte que se les proporcionaba, servía como ejemplo de

escarmiento, para los de su raza.

En los pocos asentamientos españoles que había en aquellas

tierras, se promulgó un decreto real en el año de 1699 que prometía

proteger a todos los negros desertores de los ingleses , que lograran

llegar y refugiarse en el fuerte de Saint Agustine, en el actual territorio

de la Florida, con la única condición de abrazar la religión católica.

La riqueza inglesa de los estados sureños, no era concebida sin

esclavos. Ellos eran la principal materia prima, para crear y aumentar

la producción agrícola. Pero en cuanto los esclavos negros

comenzaron a escuchar los rumores del decreto español, más y más

comenzaron a aventurarse en tratar de escapar. “El auge del

esclavismo africano convirtió el territorio español en refugio de

esclavos fugitivos no solo de Carolina del Sur, sino también de los

entonces territorios de Georgia y Alabama”2.

En pocos años ya existían asentamientos considerables en

tamaño y población, de esclavos negros que habían escapado del

esclavismo, y se dedicaban a la agricultura para subsistir, y el fruto de

su trabajo les pertenecía. Ellos se habían asociado a un grupo nativo

de esas tierras, indígenas norteamericanos llamados Seminoles,

quienes en esos tiempos eran parte de la confederación Creek.

2. Los indios Seminoles, pueblo amigo y protector.

Los Seminoles descendían de varias tribus del sudeste de

Estados Unidos que formaban la confederación Creek. Los esclavos

fugitivos bajo el dominio español recibieron asilo de los Seminoles y

de la mezcla de ambas razas surgieron los Mascogo o Seminoles

Negros.

2 Paulina del Moral. Tribus olvidadas p. 89.

Los Seminoles aceptaron a los esclavos negros, porque éstos

conocían técnicas agrícolas, y tantas cosas útiles que habían

aprendido de los blancos, y que a su vez les servían a ellos, y al

asociarse compartían sus conocimientos. Los Seminoles se

convirtieron en sus protectores y vivían en sociedad.

Los Seminoles se llamaban a sí mismos "ikaniuksalgi", pueblo de

la península. Estaban establecidos en Florida y su lengua era el

muscogi. Estos grupos se establecieron en la península de Florida a lo

largo del siglo XVIII aprovechando la desaparición de los pueblos

aborígenes (Timacuas, Calasas etc.) que se habían extinguido por

enfermedades y conflictos armados como el de 1702 cuando los

ingleses destruyeron a los Apalaches. Por ello, los emigrantes se

encontraron con un amplio espacio que poblar ya que los españoles

solo se asentaban en algunos puntos fortificados como Pensacola o

San Agustín.

Su forma de vida tradicional se basaba en el cultivo de maíz,

calabazas, tabaco, patatas, melones, la caza y pesca, y la recolección

de ciertas frutas silvestres. Criaron ganado vacuno a partir de unos

animales abandonados por los españoles. Este pueblo era

fundamentalmente mestizo, constituido por aportaciones sucesivas de

indios que huían del avance de los blancos (yamasis, apalaches,

creeks, red sticks) y esclavos negros.

Los Mascogos proceden de La Florida cuando esta era territorio

español llegaron allí en busca de refugio, para escapar de los

esclavistas. Algunos de los primeros negros, después llamados

Mascogos, fueron comprados en calidad de esclavos por los

Seminoles, quienes también tomaron un buen número de ellos como

botín de guerra cuando los capturaban en expediciones indias contra

los blancos. Sea cual fuera su procedencia, los ex esclavos

establecieron una convivencia no sólo pacífica, sino de mutua ayuda,

con los indios Seminoles.

De 1817 a 1858, tres guerras que sostuvieron los seminoles y los

negros contra los americanos les forzaron a abandonar

progresivamente Florida. Excepto 300 Seminoles que se negaron a

abandonar los Everglades, el resto permaneció en el exilio.

Anexada La Florida a los Estados Unidos, en 1821, los

codiciosos blancos esclavistas iniciaron lo que se conoce como las

“guerras Seminoles”, en las que los indios y los negros pelearon

siempre como aliados como aliados.

 

3. Las guerras de los blancos contra los Seminoles y los negros

que deseaban libertad. (El inicio de las guerras seminolas)

Los esclavistas no estaban contentos con la situación de sociedad

entre los negros y los indios, y mucho menos resignados a dejar

escapar a sus pertenencias humanas, que tanto trabajo y esfuerzo le

ahorraban, y tanta ganancia le aportaban.

El deseo de recuperar a sus esclavos negros y la codicia que le

ocasionaban las tierras propiedad de los Seminoles, les llevaron a

emprender guerras en contra de los Indios con la intención de :

recuperar sus esclavos y ganar tierras. Así dieron inicio las famosas

guerras seminolas.

Los norteamericanos recibieron apoyo de los británicos, para

sustentar y sostener estas guerras cuyos propósitos eran apoderarse

de las tierras de la Florida, acabar con los negros desertores y con los

indios nativos, que pudieran ocasionar futuros problemas.

La primera guerra contra los Seminoles fué en 1817-1818 comandada por el ejercito norteamericano al mando de Andrew Jackson conocido por su lema de “solo el indio bueno es el indio muerto”, quien afirmara que de una vez por todas resolvería el problema de los Seminoles y lograría anexar a territorio norteamericano la península de la Florida.3

En 1817, los Seminoles crearon problemas en las fronteras y

Jackson penetró entonces en el territorio español en su persecución.

Por entonces la Florida oriental que corresponde a la actual península,

era un refugio de desheredados y maleantes aprovechando la escasa

3 Ibid.

autoridad española (la Florida occidental había sido ya anexionada

por Jackson en 1812).

El comandante del ejército norteamericano, era aguerrido, odiaba

a los negros por haber escapado, por desear su emancipación, y

también deseaba ganar prestigio militar si lograba vencer a los

Seminoles y los negros juntos, para quedarse con sus tierras y lograr

quitarles de las manos la Florida a los españoles.

Si ganaban esta guerra lograrían impedir que los negros se

asentaran en tierras adyacentes al estado de Florida y creciera su

población, ya que los blancos los deseaban como esclavos a su

servicio, no como hombres libres, y antes de que proliferaran, los

querían ver muertos.

Iniciaron atacando sus refugios en la Florida y todo lugar cercano

al estado.El ejército norteamericano, con ayuda de los ingleses

destruyó los asentamientos de los negros y de los indios Seminoles,

eran batallas cruentas, sanguinarias y despiadadas, en las cuales

ningún bando quería ceder o permitir al otro que le rebasara. Los

indios y los negros doblegaban esfuerzos para no ser erradicados,

para no ser expulsados de sus tierras, y los norteamericanos no

estaban dispuestos a dejarlos en paz.

Estados Unidos tenía buenas razones para querer apoderarse de

la Florida, existían razones estratégicas como el control que podría

ejercer ya que la península daba al golfo de México. Pero también

estaban las quejas de los plantadores del sur que veían huir a muchos

de sus esclavos a un territorio extranjero donde no podían capturarlos.

No es pues extraño que España se viera obligada a ceder este

territorio a la joven nación ese mismo año de 1817.

Tras una serie de batallas que parecían interminables, en 1821

se anexó La Florida de forma total, al dominio de los norteamericanos.

Aún no habían logrado acabar con los negros, y en esas fechas

existían por lo menos tres poblaciones de negros en la península,

quienes seguían asociados a los Seminoles.

Después de la anexión, los indios firmaron un tratado en Moultrie

Creek en el año 1823 por el que recibían una gran reserva y una

indemnización por las tierras que cedían, pero pocos años después se

produciría un acontecimiento decisivo para todos los indios al este del

Misssisipi.

B. La unión negra-seminol contra la creación del indian territory

En 1829, Andrew Jackson se convirtió en el séptimo presidente

de los Estados Unidos de Norteamérica. Luchador incansable contra

los indios (estos le apodaban cuchillo acerado), demócrata

convencido pero a la vez autoritario, nacionalista y puritano

representaba estas primeras generaciones de mandatarios que

habían conocido el problema indio de primera mano y no tardaría en

darle una solución radical con la aprobación del Indian Territory. Esto

consistía en deportar a la mayor parte de los indígenas de diferentes

denominaciones, a la zona occidental del río Misssisipi, allí se

constituiría el territorio indio donde habitarían todas las tribus y les

pertenecería para siempre.

Seria una especie de nación india bajo la protección de Estados

Unidos de Norteamérica, Para que los indios no salieran de allí se

preveía establecer una cadena de fuertes que impidieran el paso

hacia las colonias.

En los primeros años de la creación del Indian Territory se

mantuvo la acción. Había que transportar a los indígenas hasta su

nuevo emplazamiento. La mayoría no opusieron resistencia a las

tropas que les rodeaban ni tenían oportunidad de hacerlo.

Especialmente triste fue el caso Cherokee.

Estos habían concluido hacia tiempo que no se podía detener a

los blancos y que la única manera de sobrevivir era adaptando sus

costumbres, de esta manera se convirtieron en granjeros, crearon

escuelas y hasta un alfabeto propio y formaron su propia iglesia

cristiana. Pero nada de esto les sirvió para evitar la deportación en

cuyo curso murieron la mayoría de hambre y enfermedad. Tan solo un

pequeño grupo escapó a lo más intrincado de los bosques y años

después se les concedió una pequeña reserva en los Smoky Mountain

de Carolina del Norte. Pero los indios Seminoles eran y serían otra

historia; ellos no estaban dispuestos a ceder así como así, no como

los Cherokee; ellos estaban dispuestos a luchar por lo que les

pertenecìa, y tenían a sus amigos negros para luchar unidos. Así que

permanecían en sus tierras de la Florida cuando todos los demás eran

confinados al Indian Territory.

La frontera de la reservación, que debía ser "permanente"

apenas duró unos pocos años. Los colonos Yankees entraron en

Texas (perteneciente a México) y finalmente propiciaron el conflicto

militar que dio a Estados Unidos el control de los territorios de Texas,

California y Nuevo México. Por estas fechas los colonos ya

comenzaban a establecerse también en territorios de Kansas y

Colorado al oeste del Misssisipi.

1. Los norteamericanos en el recién anexado territorio de la

Florida. (Segunda guerra seminola)

Los norteamericanos rápidamente comenzaron a colonizar la

Florida, pero continuaban molestos porque los negros y los Seminoles

continuaban en sus territorios. Habiendo Proclamado un decreto por

medio del tratado de Moultrie creek en el cual obligaron a los

Seminoles a entregar sus tierras, renunciar a ellas sin reclamos, a

excepción de una reservación que se encontraba en la parte central

del estado. Los negros y los Seminoles continuaban en sus tierras de

la Florida.

En 1830 le comunicaron a los indios que debían empaquetar sus

pertenencias y marcharse a miles de kilómetros de distancia, algunos

aceptaron, pero muchos otros, incluyendo a los negros que habían

adoptado como amigos y parte de la tribu, se negaron en rotundo.

El general Clinch intentó en Fort King convencer a los jefes

Seminoles de firmar el tratado de traslado pero fracasó, porque había

un líder que se opuso a otros jefes de la congregación y les advirtió

de no aceptar conducir a la tribu a la reservación del indian territory.

Según la tradición era un joven jefe llamado Osceola, quien rasgo

con su cuchillo el tratado; este jefe seria el alma de la resistencia

indígena.Osceola lideró a su gente para no aceptar irse al Indian

Territory, a combatir a los norteamericanos.

2. El gran líder de los Seminoles: Osceola

Osceola, cuyo nombre deriva de asiyahola (Black Drink Crier),

nació en Talapoosa River cerca de la frontera de Alabama. El era

Descendiente de madre creek y padre británico, se trasladó a Florida

siendo un niño (junto a su madre en 1814) y se crió con Seminoles.

Era apenas un muchacho cuando participó en la primera guerra

seminola contra el poder norteamericano (1817-1818).

En 1823, algunos jefes Seminoles como Neamathala, firmaron el

Tratado de Moultrie Creek, por el que se creaba la reserva seminol y

se les entregan las tierras a los indios. Años después, en aplicación

de las cláusulas del Tratado de Payne’s Landing (1832) se exigió a

los Seminoles que abandonaran la reserva en un plazo de 3 años, y

que todos los Seminoles descendientes de afroamericanos (que

convivían en igualdad con los seminolas puros) fuesen vendidos como

esclavos.

El descontento entre los indios iba en aumento, y los líderes se

enfrentaban por su diversidad de opiniones. En 1833, siete jefes

Seminoles, (Emathla, Foke Luste Hajo y otros) se sumaron al Tratado

de Fort Gibson, que les otorgaba tierras en Oklahoma. Osceola se

opuso radicalmente al desplazamiento seminol convirtiéndose en un

líder para gran parte de los Seminoles.

Se organizaron grupos antinorteamericanistas debido a la tensión existente, que explotó cuando en 1835, Wiley Thompson (agente de asuntos indios) dictó un nuevo tratado que obligaba al desplazamiento Seminol. Las opciones eran la firma o la muerte. Según la tradición Seminol, Osceola, constituido ya en uno de los jefes de su pueblo, exclamó, mientras clavaba su cuchillo en el nuevo tratado: “Esto será mi tratado”.  4

Osceola fue detenido y encarcelado. Dado que era inminente el

traslado, cuando salió de la cárcel tendió una emboscada a Charley 4 David Crochet. Osceola el gran líder Seminol..www. Google.com

Emathla, uno de los dirigentes Seminoles que habían aceptado el

tratado de conducir a su gente a una reservación y tomar una

compensación por las tierras. Osceola le provocó la muerte, y arrojó

sobre su cuerpo el dinero americano cobrado por la firma del tratado.

Asimismo, el 28 de diciembre de 1835, Osceola asesinó a Wiley

Thompson (agente de asuntos indios, quien dictó el nuevo tratado de

desplazamiento indio). La segunda guerra seminola había

comenzado.

La primera acción subversiva se produjo al poco tiempo, cuando

una columna de soldados al mando del mayor F. Langhorne Dade fue

atacada por los Seminoles al mando de Osceola, cuando se dirigía al

fuerte King. De 111 hombres, solo tres vivieron para contarlo, este fue

el inicio de la segunda guerra Seminol. Esta guerra se caracterizó por

ser despiadada y sangrienta.

En un paisaje similar al de Vietnam, los indios utilizaron tácticas parecidas a las de ese conflicto, atacando por sorpresa y desapareciendo luego en los pantanos. Fue una guerra de desgaste que costó al gobierno unas 1500 vidas (muchas más si contamos los fallecidos por enfermedades tropicales) y 40 millones de dólares. Solo en 1837 empezó a declinar la resistencia india cuando el general Jessup llamó a Osceola para mantener conversaciones de paz. “Fiado en la palabra del militar, Osceola se presentó bajo bandera de tregua en San Agustín y fue inmediatamente arrestado. fuè vilmente traicionado. Murió en prisión un año después. El medico que le atendía le cortó la cabeza y la hizo exhibir en las ferias”.5

5 www.um.es/pantarei/leerarticulo.php Revista de ciencia y didàctica de la historia.

Con todo, esto no se puso fin a las hostilidades, los

norteamericanos estaban desesperados, pues nunca imaginaron que

luchar contra un grupo de indios y negros, llegara a costarles tanto

tiempo, dinero, esfuerzos y bajas. Era tanta su desesperación que

llegaron a importar sabuesos de Cuba expertos en perseguir esclavos,

pero su actuación constituyó un sonoro fracaso.

Tras dos años de enfrentamientos se celebró un consejo de paz

con los líderes Seminoles en Fort Agustine que constituyó solo una

maniobra de traición para capturar a Osceola, pues en realidad no

tenían intenciones de negociar. Osceola fue detenido y recluido en el

Fuerte Moultrie (Charleston, Carolina del sur). Allí murió el 30 de

enero de 1838. Las causas de su muerte no están claras (un

enfrentamiento, malaria, envenenamiento...) pero su cabeza fue

mantenida, a modo de trofeo, en el museo médico a cargo del Dr.

Frederick Weedon, hasta que éste fue destruido en un incendio en

1866.”El recuerdo del jefe muerto siguió alentando durante años a los

grupos seminolas que se negaban a abandonar Florida, y que

continuaron oponiendo una feroz resistencia”.6

Desde aquellos tiempos, el heroísmo de los Seminoles es

conocido, pues fueron incontables los infructuosos intentos de los

militares norteamericanos por acabar con ellos, y solo a traición, fué

que lograron aprender a su principal líder Osceola. Gato de Monte

6. www.mapaundi/estudios/et/.es

( wild cat) fuè quien mantuvo viva la llama después de la muerte de

Osceola, junto a Emathla o King Philipo, Micanopy, jhon Horse,

Alligátor, Hospitaka y Hallek Tustennugger.

Su sucesor, Gato de Monte (Wild cat), continuó con la lucha

hasta 1841, año en el que se rindió. En 1842 la mayor parte de los

Seminoles (unos 3.800 indios, 5.000 según otras fuentes) fueron

trasladados a territorio indio y sus descendientes se unieron a las

Cinco tribus civilizadas. Allí formaron 25 villas dirigidas por una

tustanugee.

C. L a rendición del pueblo seminol.

Por muchos años los destinos de los indios Seminoles y de los

negros estuvieron unidos, su unión les hacía a fuertes, y los negros

vivían agradecidos hacia los indios que les extendieron los brazos y

se rehusaron a entregarlos a los esclavistas de Georgia y Carolina del

sur. Los Seminoles pelearon guerras precisamente por este principio.

Pelearon unidos hasta el final. No se veían como dos razas diferentes,

sino como una sola. Los negros llegaron a verse como indios negros.

Cuando la mayoría de los Seminoles fueron sometidos y enviados

a la reservación, a pesar de sus fuertes vínculos con los indios

Seminoles, algunos negros no resistieron la idea de pasar sus vidas

en una reservación, y comenzaron a huir a otras partes, algunos

escaparon en barcos a la isla de Andros en las Bahamas, se dice que

escaparon en barcos ingleses, y muchos mas, presa de la

desesperación, en frágiles canoas; era mejor morir en el intento, que

volver a vivir en la esclavitud.

Después de concluida la guerra, de rendirse muchos negros

estuvieron viviendo en la reservación de Oklahoma, junto con sus

fieles amigos los indios Seminoles, pero ahí también vivían los Creek,

quienes eran enemigos acérrimos de los negros y de los Seminoles;

muchos esclavistas de Arkansas sabían de la enemistad, y

comenzaron a entrar a la reservación, tratando de persuadir a los

Creek de que capturaran negros y se los vendieran. Llegaron a

ofrecerles cien dólares por cada negro que capturaran.

Los Creek no resistieron la tentación y comenzaron a capturar

hombres, mujeres y niños que vendieron a los esclavistas de

Arkansas. El representante seminol manifestó su inconformidad ante

el gobierno de Arkansas, pero no se le diò importancia.

A los negros se les llamaba, ya para ese entonces, negros

Seminoles, pues eran considerados parte de la tribu, se había dado el

mestizaje entre ellos, pero, sus lazos de unión iban mas allá del color

de la piel.

Al hacer caso omiso el gobierno, ante la denuncia de los

Seminoles contra la venta de negros por parte de los Creek, algunos

hombres Seminoles se reunieron para tratar de encontrar una solución

a esa situación que merecía apremiante atención, pues se

encontraban otra vez a manos de los esclavistas.

Reunieron un consejo entre los que se encontraban como

líderes Louis Pacheco, el negro Abraham y otro conocido como Gato

de Monte, quien tenía como brazo derecho a un negro mestizo de

raza india y negra conocido Juan Caballo (Jhon Horse), quienes

estuvieron hablando y deliberando. Se mencionó que en México no

existía la esclavitud, que había una constitución que declaraba libre a

todo hombre esclavo, con el solo hecho de pisar tierra mexicana.

Decidieron ir a la capital del estado de Coahuila a solicitar permiso de

radicar en tierras mexicanas, ahí estuvieron el 11 de julio de 1848

ofreciendo ayudar a proteger la frontera de México si les concedían

vivir en suelo mexicano. Logrando el permiso decidieron emigrar.

El último líder seminol Gato de Monte, junto con un grupo numeroso

de indios y negros, entre los que abundaban mujeres y niños, y su

brazo derecho Juan Caballo decidieron huir hacia tierras mexicanas

tratando de encontrar nuevos horizontes, nuevas posibilidades.

1. El viaje ha México.

El 10 de Septiembre de 1849, emprendieron la marcha hacia

ese país vecino llamado México que prometía ser una nueva

oportunidad de sobrevivir. Eran Cerca de trescientos hombres, entre

niños, mujeres, indios y negros quienes montados a caballos,

cabalgaban, abrazando la esperanza de encontrar un mejor lugar para

vivir.

Los hombres iban armados, los niños y las mujeres cargaban

todo tipo de instrumentos, lo que les era posible llevar de acuerdo al

peso del instrumento y al tamaño corporal de quien lo transportaba.

Marchaban alerta pues sabían que podían ser presa de un

ataque repentino de alguna tribu, de los esclavistas, o de los colonos

norteamericanos. Sufrieron algunos ataques de los Creek pero de

todos salieron victoriosos, causando considerables bajas al enemigo.

“A su paso por territorio texano, convencieron a un centenar de

kikapús para que los acompañaran como custodia aliada durante su

travesía por la frontera”.7

El 15 de mayo de 1850 llegaron a un campamento militar ubicado

a cinco millas de Fort Crogan. Los hombres dejaron a los niños y sus

mujeres a una milla de distancia del campamento, ellos se

aproximaron al asentamiento blanco dirigidos por Gato de Monte.

Dialogaron con tres oficiales blancos y solicitaron provisiones,

para su gente, cansada y agobiada del largo viaje. Acamparon cerca y

les dieron algo de pan y animales como provisión. Posteriormente

continuaron su viaje, buscando atravesar el río para llegar a la tierra

prometida.

7 Guillermo Rios. reflejo de contradicciones seculares entre las culturas nativas y la occidental: P.56

2. La soñada tierra de la libertad.

Los Seminoles llevaron sus hombres, mujeres, y niños al cruce

del Río Bravo. Así el 29 de diciembre de 1850 se presentó en la

ciudad de Saltillo, Coahuila el capitán Dalgi Imafla de la tribu

Mascoque, acompañado de otros hombres solicitando un tratado de

paz al gobierno coahuilense, quien era representado por el

gobernador y comandante general Francisco Mejìa.

Todo esto se encuentra registrado en un acta con esa fecha, en

los archivos generales de historia del estado de Coahuila, y se cree

que los nombres están distorsionados, porque la pronunciación que

presentaban los hombres al hablar el español, no fué bien entendida

por quienes elaboraron el acta y se supone que los nombres reales

correspondían a Espopogue Imafla, miembro de los hermanos

Emathla, reconocidos líderes seminol, de la época.

Los hombres en cuestión, como representantes de diversos

grupos de indios de varias denominaciones, (Acompañaban a los

Seminoles individuos de varias tribus indias: cherokees, caddós,

chickasaws, kikapúes y otras) solicitaban permiso de asentarse, sobre

las márgenes del río Sabinas, cerca del punto de confluencia de este

río con el río Carrete.

Los jefes indios, manifestaron al gobierno de Coahuila que

venían en son de paz, ya que por aquellos tiempos, en ambos lados

de la frontera, en México y en territorio norteamericano, se tenían

muchos problemas con los indios Apaches y con los comanches que

atacaban los asentamientos blancos, y provocaban terror, destrozos,

robos y muerte.

Ellos ofrecían al gobierno mexicano servir y ayudar en la

defensa del territorio contra los ataques de comanches y Apaches,

pedían a cambio, que se les permitiera vivir en territorio de México en

calidad de hombres libres, proporcionándoles algunas tierras que

pudieran considerar como propias de los presentes y de sus

descendientes, sometiendose a la autoridad del gobierno supremo de

México y mantenerse en paz con los habitantes del país.

Solicitaban tierra necesaria para que cada tribu formara su

pueblo, herramienta para trabajarla y algo de ganado para subsistir,

pero también hicieron énfasis que se comprometían a acatar las leyes

del país que les adoptara, pero suplicaban que se les permitiera vivir

bajo el régimen y las costumbres que les inculcaron sus antecesores.

Antes de haberse presentado en Saltillo, los jefes indios ya

habían hecho una diligencia (el 11 de julio de 1848).

Gato de Monte, junto con varias familias de negros, ciento diez y

ocho personas en total, entre adultos y niños, se presentaron en la

colonia militar de Guerrero (cercana a Piedras Negras, Coah.) ante el

comandante José María Andrade expresando su deseo de radicar en

México, y a la vez informando que 650 personas de su tribu habían

pasado con dirección a San Fernando o Villa de Rosas (hoy

Zaragoza), en donde el tenía que volver a unírseles y esperar a otro

contingente.

Al día siguiente en San Fernando (Zaragoza), el jefe Kikapù se

presentó ante el coronel Juan J. Galán, solicitando asilo para su tribu

y otras familias de Bascoquis que por su conducto también pedían

permiso de habitar tierras mexicanas.

Por tanto el 13 de julio, el capitán Juan M. Maldonado, de la colonia militar de Guerrero, ante quien se había presentado Wild Cat, ofrece a las tribus asiladas toda la protección que las leyes de México dispensan a los extranjeros que se sujetan a ellas y les concede que interinamente se establezcan en secciones separadas o unidas en la cabecera del Río de San Antonio, sobre el punto llamado el remolino o en el Potrero de las mulas, nacimiento del río de San Rodrigo con facultad de hacer la caza al oriente de dicho río hasta el Moral en el Bravo y al norte hasta donde quieran por la banda derecha de dicho río Bravo.8

La lista existente que enumera a los integrantes de las tribus que

ingresaron a radicar en territorio mexicano menciona más de veinte

tribus, y un número de personas que asciende a más de ciento

veintinueve mil cuatrocientos hombres de armas. Cantidad que al

secretario de Gobierno, Rafael González, en su reporte al ministerio

de guerra y marina, le pareció mencionar y catalogar como

8 Paulina del Moral.Op.cit.p.8

exagerado, ya que eran demasiadas personas para que vivieran en

las zonas otorgadas, para ser habitadas por estas tribus.

Es de resaltar el hecho de que les permitieron quedarse en tierras

que eran las entradas principales de los Comanches, esto quiere

decir que se reconocía su capacidad militar y guerrera, como de gran

utilidad en salvaguardar las fronteras mexicanas de los ataques de las

tribus enemigas, que tanto daño hacían y tanto terror sembraban.

Después de recibir la autorización de permanecer en suelo

mexicano, se reunieron los jefes de cada tribu para explicar a sus

anfitriones con mayor claridad sus motivos para solicitar asilo:

Papicuano como representante de los Kikapù, Juan Caballo por los

negros libres, Gato de Monte en representación de los Seminoles.

Manifestaron estar agradecidos que una tierra amiga les

tendiera la mano, porque habían sido despojados de las suyas,

habían vertido su sangre en la tierra en donde habiendo nacido,

ahora no podían pisar, sin ser tratados como inferiores o como

esclavos, masacrados sus niños y sus mujeres.

En la junta se acordó que avisarían a sus congéneres que

todavía se encontraban en la tierra dominada por el blanco

sanguinario, exterminador, que detrás de las montañas azules, en

México, existía un gobierno que les habría las puertas para vivir en

paz, a cambio de acatar las leyes y ofrecer apoyo en la lucha contra

los Apaches y Comanches. Entonces habrían de hacer el

comunicado, para todos aquellos negros e indios que todavía se

encontraban maltratados y perseguidos en Arkansas.

3. Los líderes indios en la ciudad de México.

Los tres líderes representantes de las tribus más numerosas

asiladas en territorio mexicano, deciden viajar a la ciudad de México el

16 de octubre de 1851 para entrevistarse con el Presidente de la

República, en ese entonces el Lic. José Joaquín Herrera, mismo quien

les admite en el país, como parte del sistema de defensa de la nación

y a su vez considera su admisión como un servicio a la causa de la

humanidad.

Nombran a Gato de Monte como juez de paz y jefe oficial de la

pequeña confederación india, y se le encarga que a través de su

persona todo hombre indio se sujete a las leyes de la república

mexicana, sin menospreciar sus costumbres y tradiciones ancestrales.

Los jefes indios lograron que el presidente de la república les

otorgara a cada colonia un sitio de mil setecientos cincuenta y seis

hectáreas de ganado mayor, y que de ese momento en adelante se

reconociera a los individuos actuales y sucesivos como ciudadanos

mexicanos, con los mismos derechos y obligaciones de todo

mexicano. A cambio ellos se comprometían a vivir como amigos de

México, a evitar las incursiones de los comanches y otras tribus

bárbaras y a no comerciar con ellas.

El 23 de octubre del mismo año la legislatura de Coahuila les

ratifica la propiedad de los terrenos a sus antiguos propietarios y ellos

son reacomodados, en un sitio mayor: los Seminoles en la navaja, los

Kikapù en El Tulillo y los Mascogos en el Moral.

Las tierras que se les asignaron no les agradaron y

posteriormente se les diò la tierra del Nacimiento, misma que había

sido expropiada al mayor latifundista de América Latina Don Jacobo

Sánchez Navarro.El decreto de sus nuevas propiedades se ofició el 2

se Agosto de 1852. El presidente Juárez expresó en 1861su deseo de

proteger a estos grupos indígenas, de respetar su soberanía y de

nombrarlos mexicanos.

4. La insistencia de los esclavistas y filibusteros tejanos.

El hecho de estar asentados en tierras mexicanas, no salvó a los

negros Seminoles, de volver a ser atacados por los esclavistas.

Durante la década de 1850 todavía sucedieron algunas incursiones de

tejanos a territorio habitado por los negros con la intención de

capturarlos y llevarlos a trabajar como esclavos a sus propiedades.

Grupos numerosos de negros comenzaron a refugiarse en las

tierras del Nacimiento o a ocultarse en las serranías adyacentes, eso

motivaba a los tejanos a atreverse a intentar capturarlos en territorios

que no les pertenecían.

Un hecho memorable ocurrió en 1855 cuando un gran número

de traficantes tejanos llegaron a territorio mexicano en busca de

negros y el ejército mexicano habiendo sido alertado por los

Seminoles los obligó a retroceder. Los tejanos frustrados y enojados,

en venganza incendiaron la ciudad de Piedras Negras, Coahuila.

Los Seminoles llegaron a un país que había abolido la esclavitud en 1829 y de ahí en adelante dio la bienvenida a los esclavos fugitivos.  Periódicamente bandas de cazadores de esclavos  cruzaron el río para apresar a gente negra y llevarlos a su tierra para venderlos. Algunos políticos mexicanos conspiraron con los bandidos para financiar sus campañas políticas.

Apenas se habían establecido las familias Seminoles en el año 1851, cuando el bandido estadounidense John "Rip" Ford irrumpió en México con una banda de 400 hombres a caballo. Les tocó a Gato del Monte y Juan Caballo el ahuyentar a los bandidos, que eran ex rangers de Tejas y tejanos desempleados.  Sesenta guerreros Seminoles repelieron a los tejanos sin sufrir una sola baja. 9

5. La adaptación a su nueva tierra

Los negros y los indios Seminoles aceptaron desempeñarse

como fuerza defensiva de la frontera norte, tras rechazar las tierras de

la navaja, porque no les agradó vivir ahí, por tanto les fueron

entregadas nuevas tierras denominadas El Nacimiento que se ubican

9 Loren Katz. Indios Negros. P. 73

al norte del estado de Coahuila, a 32 kilómetros de ciudad Melchor

Mùzquiz, cruzando la región carbonífera y la ciudad fronteriza más

próxima es Piedras Negras, que colinda con Eagle Pass, Texas, a 190

kilómetros de distancia de la localidad Kikapù en donde radican desde

entonces hasta la fecha.

Durante sus primeros años vivieron liderados por Gato de Monte

y por Juan Caballo El pueblo rápidamente comenzó a adoptar rasgos

de aculturación de la nueva sociedad en la cual se encontraba

inserta.Uno de ellos fué que comenzaron a abrazar la fe católica. En

diciembre de 1853, se llevaron a cabo bautizos masivos en la

propiedad negra- seminol, donde se iniciaron relaciones de

compadrazgo, ya que el cura de la parroquia de Mùzquiz convenció a

los padres Seminoles que los padrinos de sus hijos fueran habitantes

de la villa de Mùzquiz, quienes otorgaban su apellido a los recién

bautizados.

Cabe mencionar que fueron los indios Seminoles quienes

aceptaron los bautizos con mayor agrado a comparación de los

negros a quienes ya se les llamaba mascokes, pues los segundos

eran en su mayoría bautistas, religión que habían adoptado durante

su estancia en la reservación de Oklahoma.

Inclusive un hijo de Gato de monte y de Maria Line que contaba

con dos años y seis meses, fué bautizado con el nombre Francisco

Treviño, adoptando el apellido y el nombre de su padrino: Don

Francisco Treviño habitante de la villa de Melchor Mùzquiz, Coahuila.

La población de los Mascogos o Mascokes se incrementó varias

veces debido a oleadas de afroamericanos que provenían de

diferentes lugares de la unión americana.Los nuevos que llegaban no

sentían tanto aprecio o agradecimiento como los primeros que

llegaron y pidieron asilo a la nacían mexicana, así que en varias

ocasiones provocaron desorden que resquebrajaba la imagen buena

que tenían las tribus ante los ojos de los pobladores de la legión, y

este mismo desorden provocaba distanciamiento entre las tribus

Seminol y Mascogo.

Los Seminoles eran grandes cazadores y guerreros, y con

mayor agrado atendían el llamado de lucha en la frontera, y los

Mascogos eran más inclinados a la agricultura, así que este hecho

ocasionó varios problemas por la posesión del agua entre ambos

grupos.

En 1857 hubo una epidemia de viruela negra entre los

integrantes de las tribus Mascogo y seminol, murieron muchos

hombres victimas de la enfermedad; murieron más a causa de ella,

que por motivos de los combates que sostenían con los atacantes de

la frontera.Hubo más muertos de los Seminoles que de los Negros

Mascogos.

Gato de Monte cayó victima de la enfermedad; era visitado por las

personas amigas de la villa de Mùzquiz, quienes llevaron de visita a

un doctor norteamericano que no era del agrado del líder indio, y fué

este hombre quien aprovechó su cercanía y un descuido del guardia

para asesinar a Gato de Monte cortando su cabeza escapando con

ella como trofeo, dirigiéndose a Estados Unidos.

D. La tercera guerra Seminol.

Los indios seminoles y los negros habían huido a México, solo

algunos se encontraban dispersos, escondidos en los pantanos de la

Florida y resistieron como pudieron.

En 1857 los norteamericanos desencadenaron la tercer guerra

Seminol tercera guerra Seminol que solo fue en realidad una cacería

de estos fugitivos. La mayoría murieron o fueron capturados y

enviados al oeste. Con todo, unas docenas resistieron y finalmente las

autoridades se cansaron de buscarlos. Tiempo después se les

concedió una reserva en los mismos Everglades donde aun

permanecen sus descendientes. Mientras tanto sus parientes en

México lloraban la muerte de Gato de Monte, asesinado por un

hombre que huyó con su cabeza a territorio norteamericano.

E. Las guerras de México y su influencia en la comunidad

Mascogo.

Cuando el presidente Antonio López de Santa Anna cedió a los

norteamericanos mas de la mitad del territorio mexicano en el año de

1854, desembocó conflictos en la posesión de las tierras de Coahuila,

mismos que influyeron de manera negativa en las tribus aliadas ya

que se vieron afectadas por los movimientos que realizaban los

políticos anexando tierras,o separándolas a su antojo.

México sufrió la ocupación francesa en 1862, Y toda la

atención militar se desvió al centro del país, ya no en la frontera. Esta

situación fué aprovechada por el entonces gobernador de Coahuila,

Santiago Vidaurri quien primero anexó las tierras de Coahuila a las de

Nuevo León el 19 de febrero de 1856, decreto que fué revocado el 26

de febrero de 1864, y fué entonces que el gobernador comenzó a

presionar a las tribus Kikapù y Mascogo- Seminol para que reforzaran

la vigilancia de la frontera.

Los Kikapù no se mostraron muy disponibles, no gustaban de

demasiada presión, así que como en Estados Unidos comenzaban a

gozar de cierto respeto optaron por regresar al vecino país, y los

negros y Seminoles que eran hábiles guerreros, no acataban al cien

por ciento las disposiciones que se les hacía, en ocasiones se

rebelaban, pero ambas tribus odiaban a los tejanos, cada quien por

sus propios motivos: los Kikapù por el ataque que sufrieron de parte

de los tejanos en Dove Creek y los Negros y Seminoles por la

constante amenaza que representaban para ellos los tejanos como

traficantes y captores de negros, para esclavizarlos.

En varias ocasiones fueron exhortados a inmiscuirse en batallas

particulares de políticos Mexicanos, por sus diferentes intereses, pero

los Seminoles negros no participaron debido a que su representante,

Juan Caballo, como gran diplomático se negó a que su gente tomara

parte en asuntos internos del país, argumentando que ellos se habían

comprometido solamente a luchar contra las tribus bárbaras que

atacaran la nación en la zona fronteriza, y no podían participar en

acciones que perjudicaran a la nación que tan amablemente les había

abierto las puertas para residir cuando no tenían un lugar seguro

donde vivir.

1. Los Seminoles se separan de los Mascogos y regresan a

Estados Unidos.

Un grupo de Seminoles viajaron a Los Estados Unidos en el año

de 1858 y regresaron al año siguiente, trayendo la noticia a la gente

de su tribu residente en El Nacimiento de que el máximo jefe seminol

residente en Arkansas ordenaba a la tribu errante que regresara, ya

que en el año de 1856 a los Seminoles les fué otorgada su

independencia de la nación Creek, y desde ese momento la tribu

dividida, la tribu dispersa, tenía la oportunidad de reunificarse, en el

sitio que le correspondía.

Los Seminoles se encontraban muy sensibles sin la presencia

de Gato de Monte quien fué asesinado, y además corrían rumores de

que iban a ser nuevamente reubicados en otro territorio, a causa de

que las tierras que habitaban, anteriormente habían sido un latifundio

propiedad de Sánchez Navarro y éste no fue indemnizado y exigía sus

tierras. Todo ellos los impulsó a acatar la orden de regresar a los

Estados Unidos y así lo hicieron en febrero de 1859.

Un contingente indio regresó a los Estados Unidos, y otros

tantos, cerca de veintidós guerreros, sesenta mujeres y niños,

permanecieron en el Nacimiento al mando del jefe Nokosimala.

La partida de los Seminoles dejó desprotegida a la comunidad

Mascogo,los tejanos se verían tentados a allanar nuevamente el

territorio mexicano para tratar de capturarlos, ya que por esos tiempos

pedían cerca de seiscientos pesos por cada uno, y en la localidad

vivían mas de doscientos personas miembros de la tribu.Por lo tanto

representaban un gran negocio.

El 28 de marzo de 1859 Miguel Blanco escribe al gobernador

Vidaurri alertándole de esta situación, especificando que los

Mascogos eran ahora presa fácil para los tejanos y que esas

circunstancias podían provocar graves problemas para la región al

tener que defenderlos y colocaba en peligro la estabilidad de las

comunidades aledañas así como de su población.Recomendaba

reubicar a la tribu , a una región mas alejada de la frontera para tratar

de evitar ser tentación a los tejanos.

El gobernador aceptó las sugerencias de Miguel Blanco y

ordenó a la tribu que fuera a vivir a la región de Parras de la Fuente.

Eran 164 negros quienes marcharon con sus familias a su nuevo

destino. Llegaron a la antigua hacienda “De Horno” el 6 de junio de

1859, misma que había sido propiedad del latifundista Leonardo

Zuloaga.

Los Seminoles que habían permanecido en tierra mexicana, los

que no se habían ido, decidieron regresar a los Estados Unidos, no

se sabe si a causa de que sus amigos Mascogos fueron reubicados y

ellos no querían irse tierras más adentro, o por si fueron presionados

por sus parientes indios que estaban ahora en Arkansas.

Los Seminoles se fueron ; solo permanecieron Isidro y María

Neko una de las familias que perduró en el Nacimiento y cuyos

descendientes, al regresar los Mascogos de su exilio en Parras de la

Fuente, se mezclaron con los Mascogos y perpetuaron su estadía en

la historia de esta tribu, unida por el destino.

Los Mascogos regresaron a sus tierras en el Nacimiento, gracias

a la intervención de Jhon Kibett, el sucesor de Juan Caballo, quien se

animó a reclamar en la ciudad de Monclova, Coahuila, el día 11 de

enero de 1866 las tierras que tenían anteriormente. Escribió una carta

al gobernador del estado Andrés S. Biesca, en donde le expone su

descontento debido a la acción del anterior gobernador que les privó

de lo que con tanto sacrificio y merecido esfuerzo habían logrado, sus

casas, sus terrenos cultivados, provocando la dispersión de la tribu

Mascogo y alentando la separación de la tribu Seminol, a quien se

encontraban unidos por fuertes lazos.

El señor gobernador estuvo de acuerdo con los reclamos de

Jhon Kibett y ratificó el derecho de los Mascogos, regresándoles sus

tierras en dos sitios de ganado mayor en comparación con el que

habían tenido anteriormente, mismos que habían sido confiscados a

los hermanos Sánchez Navarro.

Cuando pasó por Coahuila el presidente Juárez en el año de 1865 les ratificó la posesión, que desde entonces sus tierras fueron bautizadas como “Sociedad colonial Benito Juárez” cuyos derechos de propiedad serían ratificados en octubre de 1919 por el presidente Venustiano Carranza.10

2. Los Mascogos al servicio de la milicia Norteamericana.

El 1 de enero de 1863, Abraham Lincoln décimo sexto

presidente de los Estados Unidos, publicó la Proclamación de la

Emancipación que declaró por siempre libres a los esclavos dentro de

la Confederación.

10 Enciclopedia de los municipios de Mèxico. Estado de Coahuila. P.13.

Estados Unidos había superado su guerra civil, los negros ahora

eran libres también en ese paìs, pero la nación norteamericana sufría

todavía problemas con algunas tribus que impedían la expansión de

Texas, así que se les ocurrió invitar a los negros Seminoles o

Mascogos para que formaran parte del ejercito que estaban

reuniendo, para hacer frente continuo contra estas tribus molestas.

Sabían que los Mascogos eran hombres fuertes, valientes,

experimentados en la lucha, osados, que dominaban el idioma

español y el inglés también lo hablaban. Eran excelentes

rastreadores, ya que su convivencia con los Indios Seminoles les

había dejado esta valiosa herencia, eran por lo tanto, piezas de gran

valor para que formaran parte del servicio militar contra los indios.

Eran tan expertos como sus opositores para sobrevivir y luchar en el

desierto.

La manera de convencerlos de que abandonaran México y

fueran a Estados Unidos fué tarea fácil a cargo del General Zenas R.

Bliss, quien enviò al capitán Frank W Perry al Nacimiento a reclutar

negros ofreciéndoles tierras, alimento seguro para sus familias y sobre

todo la posibilidad de ganar un estatus diferente al de agricultor, al

engrosar las filas del ejército.

En 1870 Zenas R. comenzó a reclutar a negros del Seminole de México para el ejército americano. A cambio de sus servicios, los hombres recibieron paga y las raciones. Se permitió a sus familias vivir en las fortalezas donde colocaron a los exploradores. En el cuarto del julio de 1870, los primeros reclutas cruzaron la Río Grande para alistar por seis meses. Los exploradores funcionaron sobre todo fuera de la fortaleza Clark y de la fortaleza Duncan, Tejas.11

El regimiento de Mascogos recibió el nombre de Seminole

Negro Indian Scouts, ya que un decreto aprobaba contratar indios,

pero no negros, por esa razón los Mascogos tuvieron que abrigarse

con el nombre de sus amigos indios para poder aparecer en las

nóminas de pago.

Eran aproximadamente 25 Scouts con sus familias quienes

abandonaron el Nacimiento y se fueron a vivir a las márgenes del río

Las Moras cerca de Brackettville, Texas, donde instalaron su

campamento.Mismo que tenía el estilo de las construcciones

mexicanas, hacían sus casas de adobe.

Los soldados Mascogos sobresalían por encima de los blancos

por su bravura, por su coraje y su estrategia de combate.Durante

veintiséis expediciones, ganaron doce batallas sin perder a uno solo

de sus hombres.

A pesar de que sufrían discriminación de parte de los soldados

blancos, jamás dieron muestras de querer desertar, eran leales a la

causa. Fueron dotados con los peores caballos, famélicos algunos, los

11 .www.nps.gov/archive/foda/Fort_Davis.Fort Davis Nacional Historic Site

negros eran mal alimentados y se les daba equipo defectuoso, y aún

así sobresalían, opacaban a los soldados blancos.

Algunos soldados Negros recibieron condecoraciones por su

valiosa intervención, tal fué el caso de Adam Payne por su

extraordinario valor al combatir a los apaches en Palo Duro Canyon, el

sargento Ward, Payne y Factor quienes salvaron la vida al teniente

Bullis el 25 de abril de 1875, cuando se enfrentaban a treinta

comanches en el río Pecos.

No obstante que la cooperación de los Mascogos fué

invaluable, nunca recibieron lo prometido, vivían extremadamente

carentes en sus chozas, sin tierras, con pan a medias. Dos Scouts o

soldados negros fueron asesinados por hombres blancos, Payne fue

baleado a traición y casi mataron a Juan Caballo en una emboscada.

Los Mascogos decidieron disolver la unidad Scout, algunos

regresaron a México, Juan Caballo escribió al General Thomas Augur

de Fort Griffin, Texas, exponiéndole que nunca se cumplió a su

pueblo, las promesas que les hicieron y solicita que intervenga en

Washington para que les den tierras, porque les mencionan que

tienen los mismos derechos que los Seminoles, pero a ellos, los

negros, no les brindan absolutamente nada.

El gobierno estadounidense se negó a reconocer los derechos

de los negros Mascogos a recibir tierras. Los Mascogos se

marcharon, algunos a Oklahoma y otros tantos a México,

encontrándose con la novedad de que sus tierras habían sido

vendidas. Compradas de forma ilegal, ya que sus tierras habían sido

expropiación presidencial, las recuperaron, no sin antes sufrir crisis

temporal.

CAPITULO IV

El Nacimiento, pueblo Mascogo, hoy en día.

El Nacimiento, pueblo Mascogo, hoy en día.

A. La comunidad en el presente.

Actualmente existen tres comunidades diferenciadas que

comparten un mismo origen étnico e histórico: los negros Seminoles

en Brackettville, Texas; los freemen en Oklahoma, y los Mascogos en

Coahuila, México.

El Nacimiento se ubica al norte del estado de Coahuila, a 32

kilómetros de ciudad Melchor Mùzquiz, cruzando la región carbonífera

y la ciudad fronteriza más próxima es Piedras Negras, que colinda con

Eagle Pass, Texas, a 190 kilómetros de distancia de la localidad

Kikapù.

En la práctica existen dos Nacimientos: el de los mascogos, que

todavía en algunos mapas aparece como El Nacimiento de los

Negros, denominado también Colonia Benito Juárez en algunos

documentos oficiales; y la colonia-ejido de los kikapús, conocido

popularmente como Ranchería El Nacimiento.

Los Mascogos de El Nacimiento celebran la Fiesta de los Negros

cada 19 de junio para conmemorar su libertad, según dicen, en

solidaridad con sus hermanos de raza de Estados Unidos.

Actualmente viven cerca de setenta familias, habitando casa de

estilo tradicional de techos de lámina de dos aguas. Los habitantes de

mayor edad expresan que antaño la gente era muy trabajadora, y que

existía un molino que les preemitía trabajar con esmero, y en la

actualidad hay mucha pobreza, y casi todos sueñan con emigrar en

busca de los dólares americanos, anhelando nuevas y mejores

oportunidades que en el Nacimiento no tienen.

Los adultos visten a usanza vaquera, los jóvenes de forma

moderna como su situación económica se los permite. La gran

mayoría tienen parientes que viven en Estados Unidos, y les regalan

ropa cuando vienen de visita, pero ninguno se queda, se vuelven a ir.

La propiedad de la tierra es comunal, no hay propiedad privada

de la tierra, y consideran que tienen más derecho a la asignación de

parcelas aquellos nacidos de padres Mascogos que de madre

Mascogo casada con mexicano o norteamericano y quien otorga el

permiso es el jefe del poblado.

El tercer domingo de cada mes, llevan a cabo la junta mensual de

la colonia donde exponen las necesidades, se solicitan parcelas, se

ponen de acuerdo sobre las acciones que competen a todos los

miembros de la colonia Mascogo.

La propiedad de los Mascogos dejó de ser propiedad o dominio

de la nación, según lo certifica un documento del 7 de julio de 1941 y

solo la zona conocida como Las Estacas, otorgada por el Presidente

Cárdenas, tiene carácter ejidal.

La creación del ejido Morelos, destinado para los descendientes

de mestizos negros, a los cuales llaman cuarterones, porque dicen

solo tienen un cuarto de sangre negra, ha suscitado conflictos entre

los Mascogos y los cuarterones, en relación a la posesión de tierras.

Esta distinción racial, entre gente de color y el grupo integrado por mestizos afroamericanos y mestizos mexicanoafroseminoles ha traido como consecuencia, años después, paradójicos enfrentamientos entre colonos y ejidatarios descendientes del mismo tronco de razas, pero despintados por el mestizaje.12

La comunidad o colonia sigue su curso, sobrevive con penurias,

con escasez, sobre todo de agua, que tanto afecta sus ingresos

económicos, ya que se dedican a la cría de ganado y en menor escala

a la agricultura, pues las áridas tierras, no permiten el lujo de vivir de

la siembra.

En la comunidad de Melchor Mùzquiz, es fácil ver y reconocer

descendientes cuarterones de los negros Mascogos. Todavía hay

quien los discrimina, ignorando la rica y conmovedora historia de esta

raza pujante y brava .Los niños son los que son presas de burla y

escarnio con mayor facilidad, de parte de sus compañeros de escuela.

Si se observa el mapa del municipio de Mùzquiz, no aparece la

colonia Benito Juárez, y sì aparece “El Nacimiento” de la tribu Kikapù,

12 Ibid.

existe mucha documentación y referencias bibliográficas relacionadas

con los Kikapù, pero sobre Los Negros Mascogos, no. Hay quienes

se atreven a mencionar o calificar el hecho como una especie

subliminal de racismo, pues la historia de los negros Mascogos es tan

rica e interesante como la de la tribu Kikapù, y no hay que olvidar que

ambos llegaron juntos a suelo mexicano.

Algunos alegan que los negros Mascogos no pueden ser clasificados

como grupo étnico, porque no son originarios de tierras americanas y

los indios Kikapù, si lo son. Los Kikapù son indios, ya que los

originarios de América recibimos esa denominación de acuerdo al

error de Cristóbal Colón cuando creyendo haber llegado a la India

llamó indios a los habitantes de América, y los negros al ser

originarios de África, no son indios, son aborígenes. Pero que màs dà,

si ambos grupos son, en síntesis un tesoro de historia, sin importar de

donde sean sus raíces, son un patrimonio de la humanidad, y los

negros son un claro ejemplo de valores universales como la fortaleza,

la templanza, la determinación, la unidad, la amistad, la lealtad y el

respeto a sus tradiciones y costumbres milenarias, por donde corre la

historia inmortal de su pueblo, sin importar la aculturación, el

mestizaje,o el suelo donde radique en el presente. Sui su pasado lo

lleva en el alma y en el corazón con gran orgullo.

Ya son contados los que conservan muy marcados los rasgos

negroides. El mestizaje es claro, sin embargo ellos han sido, son y

seguirán siendo los descendientes de una raza que ha sabido

sobrevivir ante la amenaza, la persecución, la discriminación, y se ha

levantado una y mil veces como el ave fénix, de entre las cenizas, y

orgullosos caminan con la frente en alto celebrando la libertad que

ahora tienen, de gritar con la mirada que estàn orgullosos de sus

orígenes, de sus antepasados, de su lucha y que sus sacrificio bien

han valido la pena, pues aquí están en el presente como fulgurante

ejemplo de fortaleza, de pasión por la vida sin importar las penurias

que se tengan que soportar, manifestando que vale la pena luchar por

vivir, ya que la vida es el regalo mas hermoso y sobre todo si se vive

en libertad.

.