Upload
hoangkien
View
226
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
MONTONEROS 17 de Oc1Ubre
A nuestros compañeros del Pueblo Argentino:
Nosotros, militantes populares, unidos por la común preocupaciérl de enfrentar con eficacia
a la dictadura militar que hoy usurpa el poder en la Argentina, y sin otro propósito que el de
contribufr con nuestro esfuerzo para que el proceso de lucha de la clase obrera y el Pueblo
argentino alcance metas revolucionarias, hacemos pública nuestra •paración de las estructu
ras en que hasta el presente inscribimos nuestra militancia: el Mcwimiento Peronista Monto
nero y el Partido Montonero.
Los ex· Con•jeros de Movimiento Peronista Montonero (M.P.M.) que hoy integran MONTONE
ROS 17 • Octubrt trataron de explicitar en la última reunión del Consejo Superior del M.P.M.
fas pOiiciones aquí descriptas. Su propósito no fue otro que intentar promover transformacio
nes suata1ciales que permitieran salvar a esas estructuras de su desintegración a través de un
franco y profundo debate interno que resultó infructuoso. la ruptura que no buscamos, se
produjo inevitablemente.
Este núcleo de ex- consejeros del M.P.M., a su vez, venía desarrollando coincidencias poli tic~
ideológica con un grupo de integrantes del Partido Montonero que también entablaron una
lucha in11ma por principios limilares que debían •r debatidos en un Con~eso que fue negado
por la Conduccibn Montonera. La profundizacibn de los acuerdos entre ambos sectores y la
común delición de continuar la lucha emprendida, concretó el nacimiento de MONTONEROS
17de Oñabft.
Ante nuestros compafleros y frente a la clase trabajadora, querem01 precisar con toda claridad,
por que nos tuvimos que ir de esas estructuras y cual es la poi ítica superadora que proponemos.
Nos convocamos bajo las banderas de la gran movilización de masas de la Argentina, inspirados
en la histórica jornada que protagonizaron 101 trabajadores el 17 de octubre de 1945 y que dib
origen al Movimiento Peronista, al que asumimos plenamente, con todos sus errores y todos sus
aciertos.
Nos convocamos como MONTONEROS. No abjuramos de nuestro pasado. Somos montone
ros como somos peronistas y queremos rescatar de nuestra historia los fundamentos revolucio
narios que demostraron nueatra concecuencia con los intereses de la clase trabajadora y el Pue
blo argentino.
2
No dudamos en abrirnos a la critica histórica de las masas, las mismas que en su mo
mento alentaron grandes esperanzas ante las propuestas de Montoneros y que hoy no se sienten
convocad• alrededor de una política que pennita unificar el descontento y la rebeldía popular
creciente. Descartando toda soberbia sometemos también nuestra práctica a la critica del con
junto de la militancia.
Los cuestionamientos a la conducción del Partido Montonero que hoy hacemos públicos, for
man parte de nuestra propia autocrática. Sin embargo, haber sido partícipes de una política,
no debe impedirnos sef\atar la contumacia de la Conducción Nacional de Montoneros que ha ...
obstaculizado y finalmente impedido tocfe, intento democrático de revisar seriamente su tác-
tica y estrategia.
Sepan nuestros compafteros, que quienes hoy nos identificamos como MONTONEROS 17 de
Octubre, ejerceremos la más profunda autocrítica para superar nuestros errores, en el libre ejer
cicio de la democracia interna que es fundamental para el crecimiento de toda fuerza revolu
cionaria.
Esta es nuestra convicción y nuestro compromiso. Y sblo el comienzo de un camino en el que
todos aprenderemos, con modestia, a reinscribir nuestra práctica en la realidad de nuestro Pue
blo que, para· nosotros, es la única verdad.
CRITICA Y AUTOCRITICA. •
lCuáles han sido las razones del creciente aislamiento de Montoneros, ha pesar de su anterior
inserción y ctpacidad de convocatoria? lC6mo se explíca la actual crisis del peronismo monto
nero?.
En el peronismo montonero han coexistido permanentemente dos tendencias: una que hizo
hincapié en el desarrollo de la poi ítica de masas y otra que sobrevaloró la importancia de la
lucha armada en la acumulación de poder popular.
La coexistencia entre ambas tendencias no tennin6 nunca de sintetizarse y fue aquella última, la
militarista, la que mantuvo su preminencia en el manejo del aparato y en la conducción de la
poi ítica, con graves consecuencias para nuestro desarrollo.
La total ausencia de instancias democráticas para la elaboración y sr,tesis en común de nuestra
práctica revolucionaria, impidió su superación a través de la crítica y autocrítica realizada por
el conjunto de los militantes, cuyos cuestionamientos individuales fueron silenciados por el a
parato.
3
A nuestro juicio, los dos errores b'sicos cometidos a lo largo de nuestra historia provienen de
haber subestimado el trabajo de masas en el seno del peronismo, sobreestimando a su vez el
papel de la lucha armada como generadora de conciencia, organización y acción revoluciona
ria.
Al perder el Movimiento Peronista a su 1 íder, el General Perón, cuya conducción integraba a la
lucha de masas nuestro accionar armado, intentamos constituirnos en la vanguardia del movi
miento pero aplicando sin variantes la misma estrategia de lucha, la de guerra popular y prolon
gada. Pretendimos vanamente la masificación de la lucha armada a partir de presupuestos mi
litaristas y vanguardistas, que nos fueron aislando de las masas y sectarizandonos frente a ellas.
No incorporamos la concepción dialéctica de la vanguardia. En vez de concebirla como fer
mento que se eleva con las masas, la entendimos erroneamente como un núcleo cerrado de
avanzada que debía arrastrarlas.
En la elaboración de la táctica omitimos toda caracterización poi ítica de la etapa de la lucha;
antes bien, la hicimos en función de la correlación de fuerzas (ofensiva, defensiva, o equili
brio estratégico) y no de las tareas poi íticas a desarrollar en cada fase, confundiendo en conse
cuencia, aliados con enemigos, luchando contra todos simultaneamente y hasta empleando
nuestl'll propias milicias de autodefensa en acciones ofensivas de hostigamiento militar.
El creciente aislamiento a que nos condujo aquella poi ítica, la falta de rigor científico con que
encar•nos el ~álisis de la formación social argentina, así como nuestra propia autcx:rítica, nos
llevó a una visibn simplista y superficial del Movimiento Peronista, que consideramos prematu
ramen11 agotado en la realidad política argentina. Sin mayores reflexiones ni análisis, sin coo
sultar a las bases partidarias, optamos por gestar otro más acorde con nuestros deseos y que, a
diferencia del peronismo tradicional, incorporaba el Partido Armado a su conducción. Si nues·
tras coocepciones chocaban con la realidad, debíamos adaptar esa realidad a nuestras concep-
• clones.
En la propuesta de coostrucci6n del Partido Revolucionario y fundamentalmente en la práctica
de su construcción, subyacieron las mismas limitaciones y errores ideológicos. En la seleccibn
de los cuadros de conducción se priorizb la experiencia foqu ista de su origen, aislando al Parti
do de la lucha de las masas, de cuyo seno debía rescatar su conciencia, experiencia y organiza
ción .
El golpe militar del 24 de marzo de 1976 sorprendió a MontonerQS por su profundidad y con
tundencia. 1
4
Convocamos correctamente a la resistencia activa, pero la seguimos encarando con un concep
ción militarista y en vez de replegamos a nuestro espacio natural, el peronismo, que dimos por
agotado, optamos por convocarla desde la identidad política más expuesta, y no suficientemen
te masificada, el montonerismo.
La heroicidad y consecuencia de nuestros militantes nos permitió mantener durante 1976 y
1977 e incluso en algunos meses de 1978, una tenaz aunque declina1te resistencia a la junta
militar. La naturaleza feroz de la ofensiva reaccionaria puso en evidencia nuestras propias limi
taciones y errores, y nuestro virtual autoaislamiento de las masas y si bien no logró el aniqui-•
lamiento total de Montoneros -en razón del repliegue de la mayor (a de sus cuadros sobrevivien-
tes al exterior .. no es menos cierto que Montoneros perdió considerablemente su ya menguada
1 igazón concreta con las masas.
Con el lanzamiento del M.P.M. en abril de 1977, y p01teriormente con el documento de Reuni
ficación, Transformacibn y Trascendencia del peronismo, a mediados de 1978, intentamos cor
regir aquella poi ítica militarista y vanguardista. Pero una vez más las correctas propuestas de
masas quedaron supeditadas al inmediatismo de aquella concepcibn militar errónea que con
funde la lucha de clases, en la compleja formación social argentina, con una guerra convencio
nal entre dos ejércitos.
Con un enfoque triunfalista de la Resistencia, se decidió en 1979 el lanzamiento de la campa
ria de contraofensiva popular; con definiciones más claras sobre la necesidad de nuestra inser
ción y de impulsar movimientos ofensivos de masas; pero una vez más y en esta oportunidad
bajo la absoluta responsabilidad de la Condua:ión Nací onal de Montoneros, aquellas propues
tas fueron desvirtuadas en la práctica: no se priorizó la inserción poi ítica de los cuadros en el
seno de las masas, se recayb en prácticas organizativistas y aparatistas y todo nuestro accionar
estuvo dirigido a montamos desde afuera en el creciente proceso de presión popular que la cla
se obrera peronista, principalmente, ha iniciado contra la dictadura militar.
Los resultados de la campafta de contraofensiva no fueron , por cierto, los esperados por la Con
ducción Nacional de Montoneros. No se alcanzaron los objetivos propuestos, perdimos valio
sos cuadros partidarios, no avanzamos en nuestra inserción y como consecuencia debimos re
plegar una vez más al exterior al resto de los cuadros que empeñamos en la maniobra militar.
5
CRISIS Y SUPE RACION.
La dictadura militar mantiene la iniciativa e intenta consolidarse. La nueva Ley de Asociacio
nes Profesionales, Las Bases Poi íticas que suponen la subordinación de los partidos poi íticos
al poder militar, la Ley de Presunción de Fallecimiento que implica blanquear el asesinato de
miles de desaparecidos, la legislación que favorece la libre importación y autoriza la liquida
ción de las empresas Estatales, demuestran suficientemente la voluntad de la Junta Militar de
institucionalizar jurídicamente los atropellos perpetrados mediante el Terrorismo de Estado.
Esta restauración oligárquica ha sum ido al conjunto del campo popular en una profunda cri
sis. En ese marco general se inscribe la crisis del peronismo en su conjunto y la del montone
rismo en particular.
Desde la muerte del General Perón en 1974, es evidente la crisis de conducción y la ausencia
de una propuesta unificadora en el gran movimiento de masas argentino. Esto es real y supo
ne una limitación que todos debemos aspirar a superar. Pero tambienes cierto que no por ello
el peronismo ha perdido su identidad, que no es "lo malo conocido" -como afirman los docu
menta~ del Partido Montonero- sino "lo bueno conocido" por millones de hombres y mujeres
de nuestro pueblo. Hay sei\ales inequívocas de su vigencia: carac1Brizados miembros de la ca
marilla militar lo reconocen tácitamente al afirmar que el peronismo "tal cual es", "el peronis
mo como lo hemos conocido", no tendrá cabida en la democracia vigilada que quieren impo
nemos.
A su vez ese peronismo, tanto a nivel poi ítico como gremial, declara que no pactará con los
opresotes. Los dirigentes advierten el creciente malestar e indignación de las bases, intuyen •
un proce1o de radicalización que desembocará en nuevos picos de luchas de masas, un proceso
en fin, que alienta las esperanzas de superar la crisis y genera condiciones materiales favorables
para la transformación del peronismo.
El peronismo gremial y el peronismo poi ítico, impulsados por las organizaciones de base, han
rechazado los condicionamientos de la Junta gorila y convocan a la unidad del campo popular.
La propuesta común de un peronismo reunificado en torno a las tres banderas, es la respuesta
que dará por tierra con los propósitos de quienes tanto desde afuera como adentro del propio
peronismo, aspiran a la domesticacibn del movimiento de masas más poderoso de América
Latina.
6
Nosotros queremos ser un factor activo de ese proceso de unidad, pero al mismo tiempo esta·
mos persuadidos de que es imprescindi ble superar los errores del pasado. Le cabe hoy al pero
nismo un deber histórico: el de su propia transformación.
Si, como creemos, es el bloque social más dinámico de la sociedad argentina, deberá oponerse
como tal, al inten to oligárquico-imperial ista de convertí r a nuestro país en una factoría inserta
en el esquema mundial de las multinacionales. Llevar hasta las últimas consecuencias el pro
yecto de país independiente y soberano que rescatan las banderas históricas del peronismo pre
supone, el enfrentamiento masivo con la oligarquía y el imperialismo en el contexto de la lu
ha de clases.
As í como en 1973 los peronistas nos unimos en tomo a la conducción de Perón y las pautas
programáticas que el Pueblo plebiscitó en las urnas, hoy debemos unimos en torno a un nuevo
programa, en un proceso en el cual la clase trabajadora sea su columna vertebral y conducción.
Esto también reclama una estrategia para la toma del poder y el desarrollo en el seno del movi ·
miento de masas de un partido revolucionario. Un partido que sepa interpretar las distintas e·
tapas de la lucha de clases, conduciendo a los trabajadores hacia formas superiores de enfren
tamiento que den cabal respuesta a la creciente violencia del régimen. Un partido capaz de
conducir una insurreción annada de masas; cuyo proyecto estratégico esté orientado a transfor
mar nuestra sociedad, poniendo los medios de producción en manos de los trabajadores, tor
nando cierta y plena la justicia social, y profundizando la vida democrática a través de la lucha
de loe organismos de masas. Un verdadero partido revolucionario de la clase obrera que abra el
camino hacia una sociedad socialista.
LA LUCHA DEMOCAATICA.
Nuestro objetivo presente se inscribe en la estrategia que acabamos de definir. En esta etapa
nuestros enemigos principales son la oligarquía y el imperialismo, que levantan un proyecto de
drásticas transformaciones cuyo instrumento de aplicación es la dictadura militar. Para enfren
tarlo debemos construir una propuesta democrática que pueda ser asumida por el conjunto de
los sectores nacionales y populares, un idos en un Frente Cívico de Oposición.
Hoy como ayer el peronismo es el "hecho maldito" del rég imen, porque es la expresión de la
lucha de clases en la Argentina. Por lo tanto, cuando hablamos de lucha democrática, habla
mos concretamente de la participación plena del peronismo. Sin él no habrá democracia. Sin
él cualquier convocatoria será rechazada por el Pueblo.
7
EL PROYECTO OLIGARQUICO.
El proceso contrarrevolucionario que se pronuncia el 24 de marzo de 1976 propone ~~refundar"
la Argentina, para integrarla a una nueva división in1ernacional del trabajo. Igual que su an
tecesor, el famoso proyecto oligárquico que hace precisamente un siglo (el de la generación
del 80) aspira a construir una nación rica con un pueblo pobre.
Esa profunda transformación requiere la atomización y sobreexplotación del movimiento o
brero, el aniquilamiento de todas las organizaciones populares revolucionarias, la destrucción
o el traspaso a manos privadas de las empresas del Estado y la liquidación de l empresariado na
cional en beneficio de los monopol ios. Este plan también se propone la domesticación de las
capas medias, del estudiantado y de los sectores intelectuales que, junto a la clase trabajadora,
protagonizaron el pronunciamiento democrático del 11 de marzo de 1973.
EL PLAN VIOLA.
El ex comandante del Ejército, general Roberto Viola, prepara para marzo de 1981 su ascenso
a la Presidencia de la Nación. Su antecesor, el dictador Jorge Rafael Vi del a, con el concurso
principal del ministro Martínez de Hoz, le prepara el ca m in o con una política de tierra arrasada.
El proyecto continuista y neodesarrollista que Viola pretenderá llevar a la práctica será la pro
longación institucionalizada del golpe aplicado en 1976. El plan Viola intentará consolidar la
hegeunonra de las clases dominantes con un cierto grado de consenso social y poi ítico. Su fa
mosa "convergencia cívico • militar'', es la reedici6n del contubernio de la década infame, co
mo él mismo lo ha dicho: una democracia vigilada, una democracia "para los amigos".
Con esa base poi ítica Viola intentará enajenar definitivamente los recursos principales en que
se fundamenta la riqueza argentina: la energía y los alimentos, y procurará integrar la econo
mía nacional como parte complementaria de los proyectos imperialistas de la Tri lateral.
HACIA UN FRENTE PERONISTA DE LIBERACION NACIONAL.
En la conciencia de los trabajadores argentinos hay una memoria irreductible de la Patria Li
bre , Justa y Soberana, que supone el bienestar y la participación, la existencia del sindicato y
la democracia irrestricta, que es antag6nica, incompatible, contrapuesta al proyecto oligárquico.
8
Es necesario, pues, encauzar esa capacidad de lucha que se manifestó en la Resistencia a través
de la huelga, el sabotaje, el trabajo "a tr isteza" y también rnstrumentando la violencia de "los
de abajo" contra la de los opresores.
La corriente histórica que nace con Evtta y se prolonga en el pensamiento y la acción de
John William Cooke, en la Resistencta Peronista, en los programas de La Falda, Huerta Grande
y la CGT de los Argentinos, en las tnsurrecciones de Córdoba y otras ciudades, en el poceso de
confluencia que culmina en Montoneros, en la movilización obrera del Rodrigazo, debe poner
se nuevamente en pie para aportar el movimiento de masas su trayectoria revolucionaria.
La consecuencia de esa lucha lleva en lo inmediato a la defensa de la participación democráti
ca de todo el pueblo en la determinación de los destinos nacionales.
Es a partir de toda esta experiencia que proponemos la construcción de un verdadero Frente
Peronista de Liberación Nacional, que concebimos indispensable para lograr la unidad del pe
ronismo combativo y revolucionario, que también se fragmentó y se dispersó como resultado
de la crisis que afecta al conjunto de nuestro Pueblo.
Junto a todos los que aspiran a recuperar las banderas revolucionarias de Perón y Evita, con
esos compañeros, podremos aspirar, sólo entonces, a la verdadera reunificación del peronismo.
A partir de la autocrítica que hemos formu lado, sin pretensiones hegemónicas ni sectarias,
hacemos este llamamiento a todos los compañeros del peronismo revolucionario para ir cerran
do filas en torno a una estrategia común . Y lo hacemos en la convicción de que esta es sólo
una tarea más en la lucha de nuestro pueblo contra la oligarqu ia.
En cada fábrica, en cada comisión interna, en cada sindicato, en cada taller, en cada escuela,
en los centros vecinales, en las cooperadoras, en las aulas universitarias, en los centros religio
sos, artísticos, clubes de barrio y organizaciones de bien común, las consignas históricas del pe
ronismo están presentes. Es necesario impulsarlas, generando múltiples organismos de todo
tipo que vayan ganando espacios de legalidad a la dictadura. Es tarea nuestra, como revolu
cionarios, procurar que las numerosas vertientes por las que discurre la indtgnación popula~
se unifiquen en un torrente que desplace para siempre a la oligarquía de l cuerpo social de
nuestra Patria.
Las masas trabajan en la base por la unidad. Necesitan una conducción estratégica que, nacien
do de su seno, supere los errores del pasado. Ello ocurrirá en un intercambio creador en el que
las masas aprenderán de su conducción revolucionaria, pero en el que esa vanguardia deberá
aprender a su vez de las masas.
'
9
Empecemos por aprender que esa voluntad de unidad de las masas expresa una lección para las
fuerzas revolucionarias divididas, para cada una de las parcialidades del peronismo revoluciona-.
no.
NUESTRO PRIMER CONGRESO.
Nosotros, que no somos más que una de esas parcialidades, advertimos la necesidad de una pro
funda polémica democrática en el seno de nuestra fuerza. Este planteo, como es natural, nos
lleva a una reorgan ización de nuestra mili tancia que impida la repetición de viejos errores.
La cooducción que hoy conformamos tiene sólo carácter provisorio y una de sus principales
tareas es ir receptando, de manera democrática, los aportes de nuestros compañeros, para arri
bar, en pocos meses, a la realización de nuestro Primer Congreso, instancia creadora que du
rante 1 O arios nos estuvo negada.
Hacemos la convocatoria a este Congreso de MONTONEROS 17 de Octubre bajo la advocación
de Rodolfo Walsh, de su ejemplo militante y su lucidez crítica. En esta asamblea se definirá
nuestro Programa, nuestra estrategia y la conducción que los compaiieros elijan.
Este primer paso, la reorganización de nuestra fuerza , constituye una instancia necesaria para
legitimar nuestra presencia en un Frente Peronista de Liberación Nacional.
La profundidad del proyecto oligárquico reclama una respuesta que no puede elaborarse sólo
desde una parcialidad . Una respuesta que requiere el aporte conjunto de todos los sectores re ·
volucionarios, peronistas y no peronistas, empeñados en la lucha por la Liberación Nacional y
Social de nuestra Patria.
La consecuencia en esta lucha contra la dictadura oligárquica es el mejor homenaje que pode
mos rendir a nuestros compañeros caídos por enfrentarla. A ellos, a los presos, a los desapare
cidos, a los muertos, les decimos una vez más que la sangre derramada no será negociada.
NUESTRA PROPUESTA.
La lucha democrática es la lucha por la democracia de masas, la lucha por la participación y
legalización de "el peronismo tal cual es''.
10
En la fase corresponde, por tanto, trabajar por la conquista de mayores espacios de legalidad Y
semi legalidad para los organismos de masas generados por el pueblo en la resistencia a la dicta
dura. Donde estos no existieran la tarea promoverlos y desarrollarlos, tendiendo a abarcar la
totalidad de los frentes de masas, tanto gremiales como poi íticos y territoriales.
Nuestros esfuerzos poi íticos deberán orientarse a un ificar todo lo que la dictadura fracturó ,
empezando por lo principal, que es la unidad del movimiento obrero, para reconstituir su alian
za con las capas medias y el empresariado nacional .
La lucha de la democracia para todos, sin exclusiones ni condicionamientos, es la bandera
principal de la hora. No debe ser obstaculizada por acciones desvinculadas del proceso de ma
sas. Esa lucha presupone la unidad del campo popular, sólo a partir de ella pueden y deben
convocarse dive~os sectores poi íticos y sociales en un Frente Cívico de Oposición que enfren
te con eficacia a la dictadura. Ese Frente, con representantes de las diferentes fuerzas demo
cráticas y revolucionarias de la Argentina, tiene, a nuestro entender, un papel histórico en el
más próximo futuro.
Contra el Terrorismo de Estado de la dictadura, los militantes populares que asuman dinamica
mente ese proyecto, deberán organizarse desde sus agrupaciones poi íticas y gremiales, tam
bién con las formas clásicas de la autodefensa popular. Con ellas y con un claro criterio poi í
tico, el pueblo ganará la calle en una etapa superior de su lucha contra la dictadura. Nuestro
pueblo, exigirá el derecho que le otorga la misma Constitución Nacional : el derecho a gober-• • narse a SI mrsmo.
Simuftaneamente, es preciso fortalecer nuestra poi ítica de reunificación del peronismo, al
mismo tiempo que alentar su transformación en los hechos concretos que suponen levantar
un programa, nuevas Pautas Programáticas que opongan el modelo de país que nuestro pue
blo ambiciona, al proyecto oligárquico-i mperialista. Esta unidad del peronismo deberá, en
consecuencia, darse en tomo a la previa concertación de l peronismo revolucionario en un
Frente Peronista de Liberación Nacional.
Estos son los contenidos del trabajo poi ítico a desarro llar en consonancia con las tareas
reivindicativas que debemos impulsar en todos los organismos de masas ; anteponiendo las
necesidades de organización y de miles de pequeñas victorias parciales, a la propagandiza
ción -de nuestra identidad; atendiendo a las necesidades de las masas, sus niveles de organi
zación y sus ritmos de acción.
11
Debemos contribu ir a cambiar el concepto de "guerra" por el de "rebeldía popular". Y poner
en evidencia Que la violencia dictatorial es el correlato indispensable de un programa económi
co de entrega y explotación.
Más que algunas acciones espectaculares, es la suma de miles de pequeñas acciones anónimas
lo que desestabiliza al régimen. En la multi plicación y eficacia de éstas, es donde debemos a
plicar nuestra experiencia. Nuestro pueblo es conciente de que su lucha es también la lucha de
otros pueblos oprimidos.
En el plano internacional, MONTONEROS 17 de Octubre rescatará la poi ítica de "autode
terminación de los pueblos" y plena soberanía nacional sostenida por los gobiernos popula
res de Y rigoyen y Per6n.
Reafi rmamos, asimismo, nuestra adscripción al movimiento de Países No Alineados, que
suscribiera el gobierno popular de 1973, señalando la presencia injustificada de la dictadura
mi li tar en ese foro.
Comprometemos nuestra solidaridad irrestricta con los pueblos hermanos de Latinoamérica
que luchan por su liberación nacional y social , y muy especialmente con los del Cono Sur.
Ratificamos ante el mundo nuestro apoyo a la Revolución Sandinista y al proceso insurrec
ciona! que hoy libra el heroico Pueblo Salvadoreño, como así también nuestra identificación
con todos los pueblos que luchan contra el imperialismo, el colonial ismo, el neocolonialismo
y el racismo.
LA SANGRE DERRAMADA NO SERA NEGOCIADA
LA PATRIA DEJARA DE SER COLONIA
O LA BANDERA FLAMEARA SOBRE SUS RUINAS
ABAJO LA DICTADURA OLIGAROUICA Y VENDEPATRIA
LIBERACION O DEPENDENCIA PATRIA O MUERTE
!VENCEREMOS!
.Abil cE 1900.
PROGRAMA DE LUCHA
1.- PLENA VIGENCIA DE LA CONSTITUCION NACIONAL: Libre ejercicio de todos los
derechos v garantías constitucionales. Funcionamiento pleno de todos los Partidos Po
líticos, derogación de las Actas Institucionales e inmediata convocatoria a elecciones sin
proscripciones ni condicionamientos de ninguna naturaleza.
2.· RESTITUCJON DE LA CGT A LOS TRABAJADORES: De los sindicatos intervenidos,
de las obras sociales v de toda la legislación laboral suprimida. Por salarios justos v dig
nos para los trabajadores v la unificación de las esca las salariale. Derogación de la nueva
Ley de Asociaciones Profesionales v su reglamentación. Vigencia de las Convenciones
Colectivas de Trabajo.
3.- DESTITUCION DE MAATINEZ DE HOZ: Y cambio de la política económica en favor
de los intereses nacionales v populares. Defensa de la Empresa Estatal.
4.- LIBE ATAD A TODOS LOS PRESOS POLITICOS: Cese de la violación de los Derechos
Humanos v del Terrorismo de Estado. Inmediato esclarecimiento de los secuestros,
desapariciones v juzgamiento de los inculpados.
5.- UNIDAD, SOLIDARIDAD Y ORGANIZACION : Por la unidad del peronismo revolu
cionario, la reunificación del peronismo v la constitución del FRENTE CIVICO DE
OPOSICION.
Abril de 1980.
Aené Chavez
Comienza su militancia peronista en la Universidad Nacional del Comahue, en la Línea Estu
diantil Nacional.
Simultaneamente es activa dirigente de la Juventud Peronista de Neuquén, en cuya represen
tación resulta electa Diputada Provincial por el Frente Justicialista ae li beraci6n Nacional
(FREJULI), el 11 de marzo de 1973 .
.Presidenta del Bloque del Partido Auténtico, integra la Mesa Promotora Provincial de Neuquén,
y en representacion de la Rama Femenina se incorpora al Movimiento Peronista Auténtico.
A partir de 1977 forma parte del Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero.
Desde 1978 desarrolla tareas de solidaridad con la lucha del Pueblo Argentino y en el Frente
de la Mujer Latinoamericana.
Julio Rodríguez Anido
En 1954, en las postrimerías de los dos primeros gobiernos peronistas, el Dr. Rodríguez Anido
es designado Secretario General de la Juventud Peronista de la Provincia de Tucumán, cargo
que manf.ene después del golpe contrarrevolucionario de 1955, llevando a cabo tareas de re
sistencia contra aquella dictadura militar.
Posteriormente se incorpora al Partido Justicialista, donde desarrolla buena parte de su tra
yectoria poi ítica.
Al crearse 1a combativa CGT de los Argentinos, es designado asesor provincial y nacional de
dicha central obrera.
En el largo período que transcurre hasta el regreso del peronismo al gobierno, asesora veinti
tres sindicatos de Tucumán, entre ellos al principal: la Federación de Obreros y Trabajadores
de la Industria Azucarera ( FOTI A).
Fundador de la Coordinadora Peronista, es elegido candidato a gobernador de la provincia
por dicha agrupación, en los comicios de marzo de 1973.
Rodríguez Anido, actualmente profesor de la Universidad de Cherbrooke, en Montreal, Cana
dá, desplegó también una intensa actividad académica en la Argentina, antes del advenimiento
de la dictadura militar de Videfa: fue profesor de la Facultad de Derecho, de la Universidad
Nacional de Tucumán, y también de las Universidades Tecnológica y Católica de la misma pro
vincia.
•
•
Pedro Org~~nbidl
Escritor. Delde su juventud trabajó intimamen18 vinculado a los movimientos populares, en
tareas de prensa y propaganda, además de instrumentar su tarea literaria en el mismo sentido.
Autor de teatro polihico (''Juan Moreira Supershow", "Se armó la murga", "Prohibido Gar
del'', etc.), ncwelista y ensayista ("El pensamiento político de Borges").
En 1976 obtiene el Premio Casa de las Américas.
Se incorpora, en el exilio, al Comité de Solidaridad con el Pueblo Argentino en México, como
secretario de Cultura.. •
En 1978 milita en el Movimiento Peronista Montonero, como Secretario de Prensa de la Rama
de lnttlectulles, Profesionales y Artistas .. Posteriormente se incorpora al Consejo Superior del
MPM, deavincu~ndose del mismo en marzo de 1980.
-
Daniel Vaca Narvaja
Comenzb muy joven su militancia en el peronismo. En 1966 mantuvo frecuentes contactos
como dirigen1e estudiantil peronista con el General Perón, a la sazón exiliado en Esparia.
Sociólogo, profesor universitario, en 1971 participó en la organización de 1 os primeros nú
cleos de Montoneros en la ciudad de La Plata, Capital de la Provincia de Buenos Ajres.
En 1972 organizó con otros militantes la Agrupación Eva Perón en el gremio de Empleados
Públicos e integra la Comisión Directiva de la Regional La Plata de la Asociación de Trabaja
dores del Estado.
En el gobierno popular permista de 1973 fue designado Asesor Superior de la Gobernación
y pos1eriormente integró el equipo ministerial del gobierno a cargo de la Asesoría Provincial
de Desarrollo.
En 1974 debió pasar a la clandestinidad y fue responsable de Montoneros en la zona sureste
de la provincia de Buenos Aires, trabajando principalmente en los grernios de trabajadores de
la Pesca y Ferr01iarios.
En 1975 fue dirigente del Partido Peronista Auténtico en el sur de la pr"'incia de Buenos
Aires.
En 1976 y 1977 militó en la Capital Federal, en las Secretarías de Organización y Política del
Partido Montonero.
A mediados de 1977 salió de Argentina para cumplir diversas tareas en el exterior. Integró la
conducción de la Secretaría de Relaciones Exteriores del MPM y del Partido Montonero. Tuvo
a su cargo el Departamento Europa y fue representante del MP~ ante la Internacional Socia
lista.
Posteriormente cumplió funciones especiales en Bolivia en vísperas de los últimos comicios y
en Nicaragua fue corresponsable de la delegación del Partido Montonero en los días previos al
triunfo de la insurrección sandinista.
,
Olimpia O íaz
Inicia su militancia en Panamá, su país natal. Participa en trágicos hechos ocurridos el 9 de
enero de 1964 en la Zona Militar del Canal.
Posteriormente desarrolla su actividad poi ítica en la Democracia Cristiana panameña.
Ocupó posiciones directivas en fa Juventud Demócrata Cristiana de Centro América.
En 1969 se radica en la Argentina y se incorpora al Movimiento Peronista .
•
Entre 1969 y 1973 desarrolla diversas tareas militantes en la Juventud Peronista del Chaco.
Se incorpora a Montoneros, donde milita por espacio de muchos años.
Desde 1979 forma parte del Cuerpo Directivo de la Comisión Argentina de Derechos Huma
nos (CAOHU).
Susana C,1rmen Sanz
Abogada laboralista, se desempeñó desde 1965 hasta 1975 como asesora de numerosos gremios
y de la CGT de San Rafael, Mendoza. Participó de todas las luchas libradas por los trabajadores
mendocinos e impulsó la participación de distintos sectores populares en organismos de masas.
Fue interventora del Movimiento Peronista en la Provincia de Mendoza, San Juan y San Luis,
para trabajar en las tareas reorganiza ti vas del peronismo previas a la campaña electoral que el
11 de marzo de 1973 llevó al Dr. Héctor Cámpora a la Presidencia de la Nación.
Fue asesora del Gobierno de la Provincia de Mendoza durante la gestión del Dr. Martínez Baca.
Fue' integrante de la Mesa Nacional de Conducción de la Agrupación Evita de la Rama Femeni
na del Partido Justicialista, en representación de la Región de Cuyo.
Después fue incorporada a la Mesa Nacional del Partido Peronista Auténtico, e integró la con
ducción del Movimiento Peronista Auténtico, en 1975.
Responsable del oesarrollo en el interior del país del Movimiento Peronista Montonero, dentro
de la Secretaría Política del Partido Montonero, durante 1977.
A fines del af\o 1977 salió del país para integrarse al Consejo Superior del Movimiento Pero
nista Montonero en la Rama Femenina, donde ocupó los cargos de Secretaria de Organización
y de Relaciones Internacionales.
Participó en numerosos congresos de mujeres en el exterior, desempeñando funciones rela
tivas al desarrollo del Frente de la Mujer Argentina.
En 1979, en su carácter de Secretaria de Organización de la Rama Femenina del MPM, desem
peñó tareas políticas en la Argentina hasta marzo de 1980.
Jaime F. Dri •
Militan1B de la Juventud Peronista. Participó en movilizaciones para impedir que soldados
argentinos participaran en la intervención de Estados Unidos a Santo Domingo.
En los arios 1971 y 1972 actuó en el plano sindical como delegado de la Unión Personal Civil
de la Provincia del Chaco e integró el Comité de Huelga que encabezó las movilizaciones que
hicieron renunciar al Gobernador de esa provincia.
Electo Diputado por la Juventud Peronista el 11 de marzo de 1973, con el triunfo del Frente
Justicia lista de Liberación.
Posteriormente fue Secretario Genera l del Partido Peronista Auténtico y organizador de dicha
agrupación para el nordeste y el 1 itoral .
Producido el Golpe Militar del 24 de marzo de 1976, pasó a la clandestinidad y en 1977 se in
t gró al Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero en su Rama Poi ítica.
El 15 de diciembre de 1977 es detenido en la República Onental del Uruguay y llevado clan
destinamente a la Argentina por efectivos de la Armada de este último pa ís, permaneciendo
en campos de concentración de la Escuela de Mecklica de la Armada y del 11 Cuerpo de Ejér
cito con asiento en Rosario, logrando fugarse en el mes de julio de 1978.
Desde entonces hasta marzo de este año, realiz6 tareas en el exterior de denuncia y solidari
dad con los presos y desaparecidos en Argentina.
Ernesto Jauretche
Comenzó a militar como activista peronista en la escuela secundaria, en los años del golpe
antiperonista de 1955.
Prosiguió después su militancia en la Primera Resistencia Peronista, integrando las estructu·
ras de la Juventud Peronista y luego del peronismo revolucionario. 1
En 1968 fue uno de los fundadores de JAEN (Juventudes Argentinas para la Emancipación
Nacional). 1
En 1971 participó en la creación del Consejo Provisorio de la Juventud Peronista, que tuvo
destacada actuación en las movilizaciones que culminaron con el regreso del General Perón
al país y el triunfo electoral de 1973.
En 1972 fue designado miembro del Consejo Nacional del Partí do Justicialista.
En 1973 y 1974 se desempeftó como subsecretario de Asuntos Municipales de la Gobernación
de la Provincia de Buenos Aires.
De 1974 a 1975 fue secretario del Bloque de Diputados Nacionales de la Juventud Peronista.
Ese mismo afto comienza a desarrollar tareas de prensa y propaganda en el Partido Peronista
Auténtico y en el Movimiento Peronista Auténtico.
En 1976 y 1977 cumplió tareas clandestin as en la Secretar ía Poi ítica del Partido Montonero.
En 1977 fue designado Delegado de Organizacibn de la Juventud Peronista de las Regionales.
En octubre de ese año salió al exterior para integrar el Consejo Superior del Movimiento Pero
nista Montonero. En 1978 cumplió func iones en el exterior, en la Secretaría de Relaciones
Exteriores del MPM.
En 1979 y hasta marzo de 1980 estuvo en Argentina, desempeñándose como delegado de la
SRE del MPM en el territorio Argentino.
'
•
Dra. Sylvia Bermann
La doctora ~ermann, conocida en Argentir.a por su tarea poi ítica y científica, inició su militan
cia en el medio estudiantil, en la provincia de Córdoba, donde fue Secretaria General de la Fe
deracibn Universitaria.
Ha sido profesora en las Universidades de La Plata y Buenos Aires y tuvo a su cargo el Servicio
de Psicopatología del Hospital Finochietto.
Fue Presidente de la Federación Argentina de Psiquiatras .. Integró luego el Foro de Buenos
Aires por los Derechos Hum211os.
En 1 Y77 se in1egr6 al Consejo Superior del Movimiento Peronista Mootonero, actuando como
Secretaria de Organización de la Rama de Profesionales, Intelectuales y Artistas.
En 1979 integró la Brigada Sanitaria" Adriana Haidar" del MPM, que prestó apoyo asistencial
al pueblo niclragüense, en los tr~mos finales de la lucha sandinista.
En marzo de 1980 se retiró del Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero.
Gerardo Bavio
Militante del peronismo desde los orígenes de ese movimiento. Actuó en las filas del estudian
tado en Córdoba y en las provincias del norte argentino.
A partir del golpe militar de 1955 se integra a la resistencia peronista contra la dictadura.
En 1960, en la ciudad de Córdoba, funda el Peronismo de Acción Revolucionario (PAR), uno
de los grupoa combativos que van configurando lo que se designa como peronismo revolucio
nario. Desarrolla una acción coofluyente con otros sectores como el liderado por John
WiiHam Cooke.
En 1969 1e integra a la organización Montoneros, en la que realiza una activa militancia,
en oposición a la dictadura militar en el poder.
En .1972, en la ciudad de Salta, integra el Comando 1 ecnológico del Partido Justicialista,
estructura desde la cual participa en la campaña democrática que llevó al gobierno al Frente
Ju~cialista de Liberación Nacional.
En 1973 es elegido Intendente Municipal de la Ciudad de Salta . •
En 1975 se integra a la Junta Promotora Nacional del Peronismo Auténtico.
En 1977 se incorpora al Movimiento Peronista Montonero.
Mi!J,Iel Bonasso
Entre los aRos 1970 y 1973, desarrolló su militancia en el gremio periodístico, al te mando
sus labores como delegado sindical Cal la participación en la Mesa Ejecutiva de la Agrupa
ción de Prensa "26 de Enero" y, posteriormen1e, del Bloque Peronista de Prensa.
En 1973, el Dr. Héctor J. Cámpora, candidato a la Presidencia de la Nación por el Frente
Justicialista de Liberaci6n, lo designó Secretario de Prensa de la coalición frentista y, luego
del triunfo electoral del 11 de marzo de 1973, asesor de la Secretaría de Prensa y Difusión
de la Pr•idencia.
Desde noviembre de 1973 a septiembre de 1974, ejerció la direcci6n del diario "Noticias",
vocero del peronismo auténtico y popular matutino que fue clausurado a instancias del
entonces ministro José lbpez Rega.
En 1975 fue designado Secretario de Prensa del Partido Peronista Auténtico, permaneciendo
en dicho cargo hasta 1976, en que la Junta Militar ilegal izó a dicho partido.
En abril de 1977, Bonasso salió al exterior para incorporarse al Consejo Superior del Movi
miento Peronista Montonero, ejerciendo las funciones de Secretario de Prensa hasta marzo
de 1980, en que se separó del MPM para sumarse a Montoneros 17 de Octubre.
Eduardo Marcos Astiz
Desde 1955: artista plástico y crítico de <:trte.
Inició su militancia poi ítica en la ciudad de Buenos Aires en 1969. A partí r de 1971 desarrolló
su actividad como militante peronista en los frentes oe masas correspondientes a las Villas Mi
seria y casas pensiones y de inquilinato Entre 1972 y 1975 intervino en numerosos conflictos
y movilizaciones de estos frentes, participando en la formación del Mov imiento Villero Pero
nista y el Frente de Lisiados Peronistas. Esta práctica poi ítica en frentes marg inales determinó
que Montoneros lo designara responsable poi íticos de los frentes de masas del Movimiento de
Inquilinos Peronista (M IP) y Movimiento Villero Peronista (MVP) de Capital Federal.
Desde principios de 1976 se desempeñó en el Ejército Montonero y las Tropas Especiales. Du
rante 1977 fue representante del MPM en la República de Chile, cumpliendo funciones en la
Secretaría de Relaciones Exteriores.
Durante 1979 desarrolló tareas en las Tropas Especiales de Agitación (encargadas de las trans
misiones de Radio Liberación - TV ), que tuvieran destacada participación en conflictos sindi
cales del Gran Buenos Aires, en la Campaña de Contraofensiva Popular lanzada por el Partido
Montonero.
En Febrero de 1980 se separó del Partido Montonero para integrarse posteriormente a Monto
neros 17 de Octubre.
Dr