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música historia
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Motete
El uso medieval del término motete corresponde a una composición vocal a varias voces, definida no
tanto por su función sino por su forma particular: estaba basada sobre una melodía litúrgica "dada" (es
decir, no original, no compuesta especialmente) llamada 'ténor' (acentuada en la 'e'), la cual podía ser
cantada o tal vez tocada con algún instrumento, ya que incluso en algún caso esto se indica claramente
(como en el 'In seculum viellatoris' del Codex Bamberg, por ejemplo). En ocasiones, incluso en obras de
uso religioso, la melodía dada era de origen profano. En ese sentido el motete sucedió al conductus,
incluso en su vertiente más reivindicativa.
El motete pasa a convertirse en el género musical más importante del siglo XIII; a partir de 1250, sólo
queda esta forma (prácticamente se dejan de componer conductus y organum). Su origen se encuentra en
un tipo de 'tropo vertical', sobre los Tenores o las partes de organum o discantus. Se les añade un texto
nuevo (y diferente, incluso en distinto idioma), y se les llama Duplum y Motetus (y si hay más voces,
Triplum, Quadruplum, etc.), como se verá más adelante.
No se puede afirmar que el motete sea una forma musical, ya que, rigurosamente, esta denominación la
desarrollan los teóricos y compositores del siglo XVIII, se podría designar como un género musical.
El motete desarrollado a partir del organum, normalmente a partir de los de Perotin, añade un texto
silábico para las voces superiores (el mismo texto para todas ellas). Entonces, su forma es muy similar a la
del conductus: se le llama motete-conductus. Este motete-conductus no gozó de evolución posterior.
La evolución del motete surge de las letras añadidas a las cláusulas (secciones de discanto) de los
antiguos organa. Los más primitivos ejemplos son cláusulas de discanto a dos voces en las que
al duplum se le añade un texto religioso en latín que comenta el canto. A partir de ahí, se encuentran
composiciones a tres (esto era lo más frecuente en la época) o cuatro voces, creadas a partir
de cláusulas sustitutivas: se le añade un texto diferente a cada una de las voces superiores (incluso en
diferentes idiomas). Aparece así una característica muy importante del motete de esta época:
la politextualidad. Con el tiempo, se añadirían textos profanos en francés a las voces superiores, lo que
hizo que el motete se convirtiera en una forma independiente y saliera del contexto litúrgico, con lo cual
comienza la existencia de música profana polifónica (aunque realmente se desconoce todavía su uso
práctico concreto).
La evolución del motete en la historia de la música fue muy curiosa: su origen fue sacro, pasó a ser
profano y luego volvería a ser sacro. El término "motete" se comienza a utilizar cuando pierde su uso
litúrgico ("mot" significa "palabra" en francés). Incluso existen motetes bilingües en los cuales
el duplum puede ir en latín y llevar texto religioso, y eltriplum, en francés y texto profano. Los textos no
tenían que ver nada entre sí, pero sólo en apariencia, ya que normalmente habían sido seleccionados
para crear complicados simbolismos, relaciones y metáforas entre sus significados (como ya
encontrábamos en los conductus).
En la segunda mitad del siglo XIII existe un motete con tres voces diferenciadas, cada una con un texto y
un carácter distintos. Es el motete característico de Franco de Colonia. En este motete, el tenor va en
valores más largos y tiene texto en latín mínimo (se trata de un cantus firmus). Por encima del tenor
estaba el duplum, con texto profano en francés de carácter melancólico, y en la parte superior, se
encontraba el triplum, que lleva texto profano en francés, pero de carácter más alegre y de ritmo más
rápido.
Con estos motetes había un problema, ya que el sistema rítmico modal que se utilizaba hasta entonces
en los organa no era el más adecuado. El texto de las voces superiores era ahora silábico (siendo difícil
adaptar el texto y reconocer el modo rítmico), por lo que en la segunda mitad del siglo XIII se empieza a
desarrollar un tipo denotación mensural que indica el valor absoluto de las notas independientemente del
lugar donde se encontrasen (en su mayor parte). El primer tratado en el que aparece este tipo de notación
es el "Ars cantus mensurabilis", de Franco de Colonia.
Los motetes dejan de escribirse en forma de partitura (es decir, una voz sobre otra) y se escriben en
formato de libro de coro, normalmente a doble página (el duplum un lado, el motetus en el otro y el tenor
bajo los dos). Es posible que este cambio, en parte, se diera porque los pergaminos eran escasos y caros
(aparte, el tenor ocupaba menos espacio que las voces superiores).
Una técnica compositiva usada frecuentemente al final de los motetes era el hoquetus ("eco", "hipo",
"hueco"), en la cual, las voces se contestaban silencio contra nota, alternativamente. Algunas
composiciones eran casi completamente hoquetus.