CONCLUSIONES.

Reconocer nuestras emociones es fundamental, pues es muy importante saber lo

que estamos sintiendo, ya que nos permite conocernos y canalizar esas

emociones de manera adecuada.

El miedo es una emoción con la que nacemos, y va modulándose por las

experiencias. El miedo lo podemos definir como una emoción primaria, que altera

el ánimo, produciendo angustia ante un peligro o perjuicio previniéndote de una

situación real o imaginaria por suceder, actuando como un mecanismo de alerta

para protegerte.

El miedo tiene varias características pero las principales son:

Es una emoción primaria, universal, inevitable y necesaria.

Todos sentimos miedo, ya que es una señal emocional que advierte cuando

estamos en peligro o ante una amenaza inminente, real o imaginaria.

Implica inseguridad en relación a la capacidad para soportar o manejar la

situación amenazante: la intensidad de la respuesta emocional depende de

la incertidumbre sobre los resultados.

Es un instinto, que mediante cambios fisiológicos relacionados

directamente con el sistema nervioso autónomo y el endocrino, con la

finalidad de sentir miedo ante el peligro y asegurar la evolución y

conservación de la especie.

Existen dos clases de miedo en los que se agrupan todos; el miedo agudo que

nace por estímulos o situaciones tangibles, desaparecen con facilidad al retirarse

o evitar el estímulo que los provoca y el miedo crónico que en cambio es complejo

y puede o no estar ligado a un estímulo o situación tangible.

El miedo tiene efectos que le hacen fácilmente reconocible:

Subjetivos. Gran preocupación y malestar, e incluso pérdida de control

Fisiológicos. Incremento de la presión cardiaca, baja la temperatura

corporal, aumento de la conductancia y sudoración de la piel, dilatación de

las pupilas, aumento del tono muscular llegando incluso a la rigidez

dificultando su movimiento.

Funcionales o de afrontamiento. Estas reacciones pueden ser amenazar o

atacar, retirarse tratando de evitar el ataque, o paralizarse.

La emoción del miedo, es fundamental para nuestra vida pues nos permite evitar

situaciones de riesgo, también puede resultar perjudicial al convertirse en un

trastorno psicológico, por lo que consideramos necesario detectar estos limites

que permitan llevar una vida funcional.