Upload
others
View
2
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
| 1
_
Hábitat Inclusivo
.
AUTORAS: Daniela Szajnberg Sofia Spinelli.
Colaboradoras: Cintia Pamela Pastrana
y Bárbara Guerrero.
CONTACTO:
gestionurbanacontemporanea@gmail. com; [email protected] Palabras Claves: Gestión Urbana. Perspectiva de Género. Mujeres Urbanistas. Key words: Urban Management. Gender perspective. Women in Urban Management.
MUJERES EN LA GESTIÓN URBANA
Aproximaciones desde la perspectiva de
Géneros Este trabajo visibiliza con perspectiva de Género, el quehacer de las mujeres en la Gestión Urbana. Recorre interseccionalidades contextuales y conceptuales para su entendimiento, y aporta reflexiones a partir de una serie de entrevistas a mujeres que han accedido a cargos de rango gerencial, sobre sus trayectorias, productos-procesos, obstáculos, posibilidades, ventajas y expectativas. This work spreads the perspective of Gender, applied to the
work of women in Urban Management. It shows contextual and
conceptual intersectionalities for its understanding, and
provides reflections from a series of interviews with women who
have reached managerial ranks, about their careers, product-
processes, obstacles, possibilities, advantages and expectations.
Introducción y estado de la cuestión
Este artículo es avance de una línea de investigación sobre “Gestión Urbana con
Perspectiva de Género”, en el espacio académico GuIJuSo (Gestión Urbana,
Innovación y Justicia Socio-Espacial), Universidad de Buenos Aires – Facultad de
Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA-FADU) – en el Instituto de Espacialidad
Humana y el Instituto Superior de Urbanismo, Territorio y Ambiente, integrados
por los Proyectos de Investigación UBACyT “Gestión Urbana y Justicia Socio-
Espacial”, PIA-PUR15 “Las infraestructuras urbanas básicas como políticas de
inclusión en los procesos de urbanización en la Región Metropolitana de
Buenos Aires” y PIA-PUR13 “Instrumentos de gestión urbana desde el enfoque
del Derecho a la Ciudad. Bajada territorial en la Provincia de Buenos Aires” +
Gestión Urbana Contemporánea, carrera Arquitectura cátedra Szajnberg +
Curso de Posgrado Instrumentos de Gestión Urbanística e Innovación para el
Desarrollo Urbano.
| 2
GuIJuSo ha evolucionado como un espacio académico desarrollado durante 25
años, originalmente poniendo la mirada desde los conflictos y las
oportunidades territoriales de la Región Metropolitana de Buenos Aires hacia
los instrumentos de gestión territorial, en la especificidad urbana, en los
términos en que Néstor García Canclini (1990, 1999) planteaba a las grandes
metrópolis como epicentro de los conflictos multiculturales de la globalización.
En una segunda etapa, y habida cuenta de la multiplicidad de instrumentos
asequibles, este espacio ha invertido el periscopio, en virtud también de la
construcción y puesta en marcha de dos espacios de enseñanza aprendizaje en
grado y posgrado. Partiendo del heterogéneo menú de instrumentos de gestión
urbana (estratégicos, tácticos, postulativos, restrictivos, de promoción, etc.), y
los contextos en los que los mismos se generan, evolucionan e implementan
(socio-culturales, tecnológicos, de desarrollo, etc.).
Imagen 1: Equipo docente de Gestión Urbana Contemporánea (GUC) UBA-
FADU-UBA. 2018
Uno de los contextos más significativos de gran transformación y crecimiento
en los últimos años, tiene que ver con el enfoque con perspectiva de género. Y
una de sus especificidades, el de la perspectiva feminista, que nos atañe en este
trabajo.
Para abordar la gestión urbana desde este enfoque, es necesario sintetizar un
breve estado de la cuestión. Primero respecto de la reciente masificación de la
cuestión feminista en nuestro país, y luego, de su influencia en el campo
disciplinar de las disciplinas inherentes a la Gestión Urbana.
| 3
(1) Colectivo independiente que en 2015 surge como respuesta al abrupto aumento de femicidios. entre otras cuestiones. http://niunamenos.org.ar/quienes-somos/carta-organica/. Con origen en misma causa internacional (Mee too), de empoderamiento a través de denuncias de abusos e injusticias, entre otras acciones.
(2) Sin desconocer los diversos aportes multidisciplinares, multiactorales y policlasistas a nivel internacional, con gran impacto en el siglo XX, mencionando referentes como Simone De Beauvoir o Silvina Ocampo, o los movimientos sufragistas o de madres y abuelas de desaparecidos forzados en contextos dictatoriales, sin ser exhaustivas, ponemos énfasis en las recientes tres décadas de Encuentros Nacionales de Mujeres, catorce años de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito.
(3) Que realizó una línea de tiempo de la historia feminista en nuestro país, disponible en http://lab.economiafeminita.com/aborto/
Los últimos años se presentan dentro de la temática, en nuestro país, como un
cambio de paradigma. Con movilizaciones masivas como el Ni Una Menos (1), y
el tratamiento legislativo de temas inherentes al colectivo de las mujeres
(violencia de género, interrupción voluntaria del embarazo, entre otros). Este
movimiento masivo atravesó a partidos políticos, organizaciones sociales y
activismos varios, permitiendo, pasar a ocupar el centro de la escena pública,
cuestionando numerosos tipos de derechos, como el derecho a decidir, la
autonomía de los cuerpos, la idea del deseo, la función de los medios, entre
otros, en prácticamente todos los ámbitos, los sectores sociales y las escalas.
Imagen 2: Reunión Plenaria del equipo GuIJuSo. 2018
Todos estos hitos no se encuentran aislados; el feminismo en nuestro país no
se presenta como un movimiento nuevo (2). No es propósito de este trabajo
reconstruir una línea histórica sobre la lucha feminista en nuestro país, trabajo
que han realizado otros grupos de investigación como Economía Feminista (3).
Los distintos aportes en las luchas feministas han dado cuenta del lenguaje
como construcción socio-cultural, que denota en sí mismo aquellas relaciones
de poder y valores culturales de una sociedad, y como afirma Eleonor Faur
| 4
(4) El habla hispana tiene la particularidad de la carencia de neutros, basándose así en masculinos y femeninos para nombrar a las distintas identidades. Los masculinos genéricos encierran una invisibilización de los roles femeninos y los binarismos, en general, también lo hacen con aquellas otras identidades que no se ven identificadas con ellos. El lenguaje inclusivo aludido, que los colectivos feministas están intentando difundir, utiliza la “e” como genérico neutro. Lo que recientemente se está incorporando en los ámbitos académicos, entre otros.
(5) Queer es una palabra anglosajona que posee varias acepciones originariamente despectivas, que puede traducirse como “raro” o “torcido”. Originalmente utilizada como un insulto, se retoma como parte de la identidad y símbolo de lucha, resignificándola dentro de la comunidad LGBTTIQ.
(2017) también encierra aquellos valores que hoy están sujetos a disputas por
el sentido de lo que nombramos. Motivo por el cual, de estos colectivos ha
surgido el lenguaje inclusivo, como uno de los caminos de des-invisibilizar los
roles femeninos(4).
Hablamos de feminismos, en plural, ya que no se trata de un único movimiento
homogéneo con iguales reivindicaciones, sino de un movimiento diverso, que
logra unificarse por demandas específicas, pero con diferencias
trascendentales en sus tendencias. El feminismo al que hacemos referencia en
este trabajo, y bajo el cual regimos nuestro análisis, se considera un
movimiento plural, no-biologicista, que incluye a las disidencias y a aquellas
identidades que no se ven reflejadas en el binarismo hombre-mujer,
incorporando la teoría queer (5) e interseccionalidades (raza-género-clase) .
Como lo indican Hernández y Soto (2009), la teoría queer tiene su origen en los
la década de los setenta en Estados Unidos, con estudios en torno a la
sexualidad, la heterosexualidad obligatoria y la existencia lesbiana. Los estudios
de género y mujer se han emparentado con la teoría queer, ya que ambos
cuestionan los roles sociales de las identidades, y cómo estas no se presentan
parten de una construcción social, dando cuenta a su vez de los diversos
mecanismos de opresión que el sistema aplica a las diferentes identidades.
Como señala L. Albor (2017) los mecanismos de opresión se complejizan si se
les aplica la interseccionalidad de otros aspectos como la raza, el género y la
clase, como conjunto de elementos que juegan a la hora de analizar los
privilegios y opresiones de un sujeto en la sociedad.
“La interseccionalidad sostiene que no es posible comprender y hacer
frente a un solo tipo de opresión sin atender al resto que componen
el organigrama social: no es posible comprender y enfrentarse al
machismo sin tener en cuenta el racismo, la homofobia, o el clasismo.
Y también a la inversa: no es posible enfrentarse al clasismo sin
atender al machismo, el racismo o la homofobia.” (Albor, 2017)
Otros trabajos, como el de Carolina Brandariz (2019) sin ser exhaustivas,
centran su análisis en el trabajo reproductivo y de cuidado que en las
sociedades capitalistas se presentan como un trabajo no pago, realizado en la
| 5
mayoría de los casos por mujeres, pero fundamental para el funcionamiento de
todo el sistema.
Imagen 3: Encuentro Nacional de Mujeres, 2018. Fotografía propia.
Nuestro campo disciplinar (Urbanismo, Arquitectura, y la especificidad de su
aplicación a la Gestión Urbana), no es inmune a este proceso, y en los últimos
años presenciamos una mayor visibilización, resurgimiento, reivindicación y
proliferación de grupos académicos que centran su análisis en la conjugación
de los dos campos. De esta forma, cuando nos preguntamos cuál es esta
relación entre feminismo y ciudad, encontramos diversas respuestas y
referentes en el tema:
“La dimensión del género femenino en el estudio de las estructuras
urbanas- y en particular de los hábitat populares- nos revela más
nítidamente el empalme entre espacio y experiencias cotidianas; la
interacción fluida entre el hacia afuera y hacia adentro de la vivienda;
las continuidades y rupturas de los modos de vivir cotidianamente las
condiciones materiales y las relaciones sociales, políticas y el “orden”
urbano; nos descubre los poderes y núcleos de opresión y desigualdad
sobre las mujeres, que coexisten con la segregación y expoliación
material en la esfera de la reproducción social.” (Massolo, 1991)
| 6
(6) Disponible en la página web de Col Lectiu punt 6: http://www.punt6.org/wp-content/uploads/2016/08/PDF-mujeres-baja-con-portada.pdf.
Jane Jacobs, activista urbana de la década de los sesenta del siglo XX en Estados
Unidos, se presenta como una de las primeras en dar cuenta de la necesidad de
repensar las formas de producción urbanas bajo una perspectiva del cuidado y
la comunidad. En su libro Muerte y Vida de las Grandes Ciudades, la autora
analiza en un barrio de Nueva York, la forma en la que se construye la noción
de seguridad, y cómo le influye poseer un nivel de comunidad barrial. Centra
su análisis en las pequeñas intervenciones que generan una ciudad viva y
diversa en contraposición con las grandes intervenciones que parten de un
modelo de planificación tradicional de la mano de Robert Moses. El libro
atraviesa diversas escalas de análisis y temáticas, pero lo interesante es que
dentro del relato de la autora, lo cotidiano se presenta como un elemento
fundamental para pensar la planificación urbana.
Col Lectiu punt 6, de Barcelona, es un referente contemporáneo muy
interesante, ya que no sólo poseen un desarrollo académico, sino que lo
acompañan, con diversos tipos de intervenciones, campañas, y guías de las
cuales destacamos Mujeres trabajando. Guía de reconocimiento urbano con
perspectiva de género (6). Nacen como colectivo en el 2004 a partir de la ley de
Barrios, una normativa que ponía en marcha medidas sociales y urbanas, y que
constaba de ocho puntos básicos a desarrollar, siendo el campo seis, la equidad
de género en el uso del espacio urbano y los equipamientos.
Zaida Muxi, arquitecta argentina que actualmente reside en Barcelona,
presenta la perspectiva del hábitat y las tareas de cuidado y cómo estas
impactan en la construcción de la ciudad. De esta forma, visibiliza la necesidad
de tener estas perspectivas en cuenta en la planificación de nuestras ciudades.
En su último libro, Mujeres, Casas y Ciudades, se propone una revisión de la
historia de la arquitectura y del urbanismo a partir de los aportes de mujeres
que han sido in-visibilizadas en la historia.
A nivel nacional existen diversos grupos de investigación que centran sus
trabajos dentro de estas perspectivas:
Ana Falú es investigadora y Profesora en la Universidad Nacional de Córdoba,
en la cual es Directora del INVIHAB -Instituto de Investigación de la Vivienda y
Hábitat-. Por su desarrollo académico es una referente en temas vinculados al
derecho de las mujeres a la ciudad. Destacan entre sus publicaciones, Ciudades
para varones y mujeres. Herramientas para la acción (2002). Desde su activismo
| 7
(7) 8M es la fecha en que anualmente se conmemora el Día Internacional de la Mujer.
impulsó numerosas iniciativas institucionales y contribuyó a instalar los
derechos de las mujeres a la ciudad, a la vivienda y al hábitat.
“Un Día una Arquitecta” es una iniciativa que busca visibilizar el aporte de las
mujeres en el campo de la arquitectura y el urbanismo, difundiendo sus
biografías, proyectos y obras. El equipo de redacción está formado por Cecilia
Kesman, Florencia Marciani, Inés Moisset, Gueni Ojeda (Argentina), Zaida
Muxí (España), y Daniela Arias (Uruguay-España).
La colectiva Ciudad del Deseo, se forma en torno al 8M (7) en Buenos Aires,
conformada por arquitectas, sociólogas, antropólogas, trabajadoras sociales,
abogadas, geográficas, artistas y gestoras culturales, que realizan distintos tipos
de intervenciones urbanas cuestionando la configuración de la ciudad y la
experiencia urbana según su condición de género.
Repensar entonces las formas en las que producimos ciudad desde el campo
de las políticas públicas y la gestión con perspectiva de género, nos lleva no sólo
a cuestionarnos la teoría sino también a repensar referentes. Partimos de una
disciplina que a lo largo de la historia se encontró masculinizada, tanto en la
formación como en la práctica, existiendo una visibilización de lo masculino
como propio de la Arquitectura y el Urbanismo a nivel disciplinar (y también de
otras disciplinas inherentes a la Gestión Urbana). A partir de lo cual, uno de los
pasos pertinentes en la búsqueda de una potencial Gestión Urbana con
perspectiva de género, en la especificidad de las mujeres, debe partir del
reconocimiento, la indagación y la visibilización de aquellas mujeres que
lideraron o participaron en roles de rango gerencial y/o fundacional en
procesos y productos dentro del campo disciplinar y profesional (planeación,
proyectación, administración, seguimiento, etc.). Sin desconocer el quehacer y
aporte de numerosas mujeres que han participado y participan en rangos
medios y emergentes, pero visibilizando el potencial de este género para
participar en equidad de condiciones y posibilidades respecto del de los
varones, en contraposición contracultural a varios siglos de perspectiva
patriarcal en estas cuestiones.
“…las mujeres han dejado muchas menos huellas que los hombres en
la documentación histórica. Esta es una de las consecuencias más
importantes de las actitudes culturales negativas hacia las mujeres.
Si su historia se define como los hechos de los hombres, se
| 8
menosprecian sus acciones, la vida de las mujeres se hace
“ahistórica”, al vivir fuera del mundo de las empresas masculinas…”
(Anderson y Zinsser 1998).
De esta forma, desde nuestro campo como estudiantes, arquitectas,
urbanistas, profesoras, investigadoras, y miembros de demás disciplinas
inherentes a la Gestión Urbana (GU), desde GuIJuSo comenzamos a
cuestionarnos cómo son los recorridos de las mujeres dentro de nuestra
disciplina, como inicio en estas temáticas, con la perspectiva de encontrar
respuestas propositivas para nuestro campo de intervención.
Inspiradas en trayectorias de mujeres que se han destacado en este campo, que
no han tenido (a nuestro entender), suficiente visibilización, como, sin ser
exhaustivas, las arquitectas Iliana Mignaqui y Liliana Elguezabal. Ambas con
titulación de Posgrado en Planificación Urbana y Regional en la Facultad de
Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, y
meritorios antecedentes académicos en docencia e investigación, y en la praxis
profesional, alcanzando inserción en altos grados de nivel gerencial en la
función pública en distintos tramos del siglo XXI. La primera, graduada en la
Universidad de la Plata, entre otras funciones como asesora y consultora, llegó
a ocupar el cargo de Vicepresidenta de la Corporación Buenos Aires Sur
Sociedad del Estado. La segunda, graduada en la Universidad de Buenos Aires,
llegó a ser Directora de Mantenimiento Barrial en la Comuna 9 en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Ambos cargos en el Gobierno de la Ciudad de
Buenos Aires. También destacamos entre otros similares logros inspiradores,
los de la arquitecta Marta Aguilar (a cargo del desarrollo técnico del Plan
Estratégico Territorial 2016 en un organismo de jurisdicción nacional como la
Secretaría de Planificación Territorial y Coordinación de Obra Pública) y la
arquitecta Aurora Carrera, quien a su vez estuvo a cargo del área de políticas
de tierra y vivienda del Municipio de La Matanza, provincia de Buenos Aires.
| 9
Imagen 4: Encuentro Nacional de Mujeres, 2018. Autoría propia.
En esta primera instancia de indagación, realizamos un primer paneo de
actrices de la Gestión Urbana, que ya habían destacado en categoría Senior en
las últimas décadas del siglo XX y que continuaron en funciones de rango
gerencial en el primer quindenio del siglo XXI. Entre colegas, amigas, contactos,
conocidas, sin tratarse de una muestra científicamente conformada.
Sorprendentemente, son numerosos los casos que cumplen con las
características pre-establecidas para la indagación, por lo que decidimos a
partir de ese universo, iniciar una serie de entrevistas semi-estructuradas a
algunas de ellas.
Las arquitectas Sara Ciocca, Dione Sabattini, Alicia Novick, Lidia Varela y Olga
Wainstein (todas ellas con inserción académica en universidades nacionales en
alguna de sus instancias formativas de grado y/o posgrado y varias en el rol de
capacitadoras y formadoras, además de prestigiosas referentes de la praxis
profesional inherente a la gestión urbana: entre otras, la Universidad de Buenos
Aires, la Universidad de General Sarmiento, la Universidad de Tres de Febrero;
así como también de universidades privadas como la Universidad de Morón o
la de San Andrés), nos atendieron muy generosamente. Aun advirtiéndonos,
que en su época de inicio y desarrollo, las cuestiones de género no estaban
incluidas en la agenda general, ni mucho menos en la del quehacer profesional
que nos convoca, como está comenzando a acontecer en los años recientes.
Pero con una valiosa predisposición a contarnos sus experiencias y colaborar
con las nuevas generaciones de profesionales senior, semi-senior y junior que
| 10
(8) Arquitecta (Universidad de Buenos Aires). Doctora en Historia (Universidad de San Andrés). Máster en Urbanismo y Planificación Territorial (Paris XII). Directora del Doctorado en Estudios Urbanos de la Universidad de General Sarmiento. Profesora en Maestría en Planificación Urbana y Regional de la Universidad de Buenos Aires. Docente e investigadora en Instituto de Arte Americano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y del Instituto del Conurbano de la Universidad de General Sarmiento. Consultora nacional e internacional. Entre otros créditos profesionales y académicos.
estamos en lucha por la equidad de género en todos los campos en general y
en el de la GU y las disciplinas inherentes al mismo, en particular.
Imagen 5: Marcha 8 de Marzo, 2019. Autoría propia.
Algunas trayectorias y productos-procesos de les entrevistades
Las entrevistas abordaron tres bloques de preguntas “disparadoras”: las
trayectorias profesionales de les entrevistades, los productos-procesos
destacados en sus carreras, y reflexiones en torno a la nueva coyuntura,
lecciones aprendidas en cuanto a posibilidades y limitaciones, que permitieran
reflexionar sobre esas mismas prácticas en el nuevo contexto.
A continuación, presentamos parte de algunos tramos de las trayectorias de les
entrevistades, ajustados al acotado espacio que permite un artículo de difusión
y comunicación en una revista académica. El material completo está siendo
procesado en el marco de la Pasantía de Formación en Investigación FI, de la
Secretaría de Investigaciones de la Facultad de Arquitectura, Diseño y
Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, que Sofía Spinelli está
desarrollando en el espacio GuIJuSo.
Alicia Novick(8)
Luego de terminada la carrera de Arquitectura en la Facultad de Arquitectura
Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires, Alicia Novick siempre
continuó vinculada a la facultad. Luego de realizar su Master en Urbanismo y
| 11
(9) Arquitecta (Universidad de Buenos Aires). Especialista en Arquitectura y Urbanismo (Instituto Technion, Haifa). Con estudios en el Atelier Parisien d`Urbanisme, París. Fue Directora de Playas Ferroviarias S.A. y Coordinadora de Planificación Urbana de Pro.Cre.Ar. Y ha participado de la Secretaría de Coordinación Económica y Mejora de la competitividad del Ministerio de Economía. Ex docente de Planificación Urbana de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires. Consultora experta en Transporte, entre otras actividades de consultoría de planes urbanos y de ordenamiento territorial (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otras ciudades).
Planificación Territorial en París, tuvo una dedicación exclusiva en el Instituto
de Arte Americano en la UBA. Relata la rareza de su situación resaltando el rol
de Odilia Suárez en la Secretaría de investigación, y de Pancho Liernur en la
dirección del instituto. “Una carrera académica me parece que es una
confluencia de oportunidades de gente que conocés”, afirma en la entrevista.
Reflexionando sobre la actualidad entiende que hoy el ambiente académico es
mucho más competitivo, pues no había tantos arquitectos investigadores en el
momento en el que ella arrancó su desempeño profesional, o había más
oportunidades. Y además, señala que llegada la democracia en 1983, se
conforma la comisión de Hábitat del CONICET y había muchos subsidios
disponibles.
Junto con Daniela Soldano y Cristina Cravino conformaron el equipo de lo que
sería la Maestría en Estudios Urbanos de la Universidad de General Sarmiento.
La conformación de este posgrado se les presentó como un proyecto colectivo
en el que tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre qué es lo que hay que
saber en materia urbana, definir un perfil al que apuntar, analizar las
formaciones que ya existían, para pensar qué no les parecía acertado, y de esta
forma, luego de dos años de trabajo, de convocar docentes, y transitar la
burocracia, lograron la conformación del posgrado. Es un desafío constante,
según Alicia, mantener actualizada la currícula, y que logre responder a un
mundo tan cambiante en materia urbana. Para ello intentan mantener
docentes jóvenes que posean alguna especificidad, pero resalta que una parte
fundamental de todo este proceso son los estudiantes que se inscriben, el
posgrado se arma en gran medida gracias a elles.
Actualmente se encuentran analizando, a partir de un pedido de la facultad, la
forma en la cual poder incorporar formalmente los estudios de género dentro
del posgrado. Más allá de ésto, tienen estudiantes que se encuentran
trabajando bajo estas temáticas.
Sara Ciocca(9)
Sara Ciocca, inició su carrera profesional vinculada a temáticas del transporte e
infraestructuras ferroviarias, lo que la llevó a la inserción estatal dentro de la
Secretaría de Transporte de la Provincia. Se desempeñó durante casi 30 años
| 12
(10) Arquitecta (Universidad de Buenos Aires). Maestría en Ambiente Humano (Universidad de Lomas de Zamora). Especialista en Planificación Urbana y Regional (Universidad de Buenos aires). Fue directora General de Planeamiento, Desarrollo y Medio Ambiente en la Municipalidad de Florencio Varela.
como docente de la Facultad de Arquitectura, Diseño (FADU) y Urbanismo de
la Universidad de Buenos Aires en el área de Planeamiento Urbano.
En 1997, realiza estudios en París que le representan un cambio en el eje de su
vida profesional. A partir de ese momento, se enfoca en temáticas más propias
del urbanismo y la planificación. Esa época coincide con el auge de la creación
de planes estratégicos en el país. En el 2000 focaliza su área de estudio a la
Ciudad de Buenos Aires y sus áreas centrales, a partir de consultorías que
realizaba la FADU. Realizó diversos proyectos y concursos para la Ex Au3, en el
actual Donado Holmberg, un parque cívico de la ciudad y Dársena Norte.
En 2012 se lanza el ProCreAR (Programa de Crédito Argentino para la
producción y adquisición de Vivienda por parte de los sectores medios), con la
idea de generar un proyecto contracíclico ante la crisis. ProCreAr estaba
conformado por el Ministerio de Economía como motor conceptual, ANSES
(Administración Nacional de Seguridad Social) que aportaba los fondos, y ABE
(Agencia de Bienes del Estado) que aportaba los terrenos para algunos
programas. Cada ente, a su vez, brindó personal para la conformación del
equipo que rondaba en unas 50 personas. En general, se trataba de gente muy
joven, equipos mixtos, nos indica Sara, excepto quienes se encontraban en la
parte de gestión y licitación. Sara trabajaba, en ese momento en el Ministerio
de Economía, y fue convocada para conformar el equipo como Coordinadora
de Planificación Urbana.
El ProCreAR poseía dos grandes áreas: una dedicada al crédito para la
construcción de la vivienda, y otra de desarrollo de proyectos urbanísticos con
viviendas. Desde la Coordinación de Planificación Urbana las tareas se
vinculaban con la gestión de los desarrollos y los vínculos con las Secretarías de
Planeamiento de todo el país. Sara resalta lo interesante de la experiencia: a
pesar que en general, los funcionaron fueran hombres, existían intendentas de
pequeños pueblos, donde la gestión era llevada a cabo por mujeres jóvenes
muy aguerridas. El proyecto se identifica como un éxito, en palabras de la
entrevistada “tan grande fue, que ni siquiera el actual gobierno quiso cambiar
el nombre, porque ProCreAR fue de una transparencia, de una ejecutividad tan
grande, que la palabra está ligada a hechos positivos”.
| 13
(11) Arquitecta (Universidad de Morón). Estudios en Gestión Ambiental Metropolitana (Universidad de Buenos Aires). Fue coordinadora General de Proyecto Ejecutivo para la rehabilitación del edificio histórico y puesta en valor del sector urbano de la Estación Ferroviaria de Puerto Deseado. Y Consultora responsable urbanística de Ciudades emergentes y Sostenibles en ciudades petroleras Añelo en Neuquén y Las Heras en Santa Cruz. Premiada en Concursos por instituciones como la Sociedad Central de Arquitectos, entre otras.
Lidia Varela(10)
En 1970 con tan sólo 22 años de edad, Lidia Varela ingresa a trabajar en el
Municipio de Florencio Varela, donde desarrolló gran parte de su trayectoria
profesional. Apasionada de la estadística, se fascinó rápidamente por las
potencialidades de la administración municipal, y del planeamiento. Todos los
equipos que llegó a conformar los pensaba mixtos, en sus palabras: “no tenía
ni muchas chicas, ni muchos varones, porque se generaba un equilibrio que era
de lo más interesante. Entonces en ese aspecto lo hice, pero no con el criterio
actual. Por ahí si es lo que se busca ahora...en ese momento había muchas más
mujeres en otras áreas. Yo te diría que hasta el año 1990, prácticamente debo
haber sido la única arquitecta que hubo en la municipalidad”.
En sus años en la municipalidad, donde trabajó aproximadamente 3 décadas,
llegó a desarrollar vínculos con los distintos actores y entidades que habitaban
el territorio. Su objetivo siempre fue colaborar desde su lugar con los proyectos
que pudiera: “llegaban los temas a mi oficina, entonces me enganchaba con
todo el mundo, en la medida que existiera la posibilidad de colaborar con los
proyectos, la búsqueda de terrenos para concretarlos, y toda la asistencia
posible”.
Actualmente, se encuentra trabajando en relación a los Parques industriales y
las posibilidades que el vínculo público-privado le aportan a los municipios.
Dione Sabbatini(11)
Dione Sabattini, inició su trayectoria profesional vinculada a la arquitectura,
con un perfil mixto; se involucró en temáticas urbanas desde los conflictos
ambientales, a partir de la especialización en Planificación y Gestión Ambiental
Metropolitana.
A comienzo de los años 2000 realizó proyectos de concientización social
vinculadas a las identidades barriales. Mujeres Unidas por Ituzaingó (MUI): Aula
Itinerante Inteligente, fue un grupo que buscaba recuperar la cultura e historia
locales generando actividades para las infancias y adolescencias, construyendo
la idea de Identidad en torno al municipio de Ituzaingó, que se encontraba
recientemente conformado. Fue un proyecto muy reconocido tanto por la
comunidad, como por otros agentes externos al territorio. Con gran esencia de
| 14
(12) Arquitecta (Universidad de Buenos Aires). Magíster en Desarrollo Económico Local (Universidad Nacional de San Martín y Universidad Autónoma de Madrid). Co-titular del Estudio Staff. Consultora de organismos nacionales e internacional a cargo de equipos multidisciplinarios y de importantes proyectos urbanos para municipios y obras de políticas de vivienda. Directora del Centro de Estudios del Hábitat y la Vivienda en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.
autogestión, Dione notó mayor interés por consolidar la comunidad con otra
perspectiva, en las mujeres, que en los varones.
Participó en la Gerencia de Desarrollo Urbanístico de la Corporación Buenos
Aires Sur Sociedad del Estado, en un equipo conformado fundamentalmente
por mujeres. En este caso, las mujeres tenían cierta capacidad de decisión
político-técnica, pero el contexto económico del país, en plena crisis de
principio de siglo XXI, no acompañaba esta oportunidad. Desarrollaron
distintos tipos de proyectos con la idea fundamental de cambiar el eje de las
inversiones, y que estas se radiquen en la zona Sur, generando en consecuencia
una mixtura social mayor. Muchos de los proyectos elaborados por el equipo
en ese momento, se están llevando a cabo actualmente “pero con otro
sentido”, nos cuenta.
Desarrolló proyectos urbanísticos de revitalización de patrimonio en Puerto
Deseado, Santa Cruz como responsable de equipo y de desarrollo urbanístico
de las Ciudades petroleras para Vaca Muerta, entre otros proyectos. Y cuenta
que en algunas experiencias, hubo algunas rispideces de género (más al interior
de los equipos que en relación con los funcionarios y actores de los territorios
locales), que con gran personalidad de las mujeres del equipo, iban transitando
y subsanando.
Olga Wainstein(12)
Olga Wainstein integró el estudio Staff en conjunto con Teresa Bielus y Jorge
Goldemberg, en el que desarrollaron una gran cantidad de conjuntos
habitacionales de vivienda social. El desarrollo del estudio se dio en contextos
políticos complejos del país, atravesando más de un golpe militar en su extensa
carrera profesional.
Recuerda cuando comenzó a estudiar la carrera de arquitectura en la UBA, la
escasa presencia de las mujeres en la institución. Pero más allá de este factor,
ya existían precedentes de arquitectas destacadas en la arquitectura,
planeamiento, conservación y restauración, editoras, etc., como lo eran Itala
Fulvia Villa, Odilia Suarez, Marina Waisman, Carmen Córdova, Chiquita
Cazzaniga, entre otras. “En la década del ´60 del siglo XX, empezó a abrirse el
| 15
espectro de estudiantes mujeres en la arquitectura y ya en los ´70, muchos
estudios más destacados compartían la titularidad con mujeres”, relata.
Son muy interesantes sus reflexiones sobre la producción de los grandes
conjuntos habitacionales que desarrolló a lo largo de su carrera: Ciudad Evita,
Conjunto Ciudadela 1 y 2 el Conjunto Habitacional Soldati, entre otros.
Entendiendo las necesidades cotidianas de las poblaciones para las cuales
proyectaba, siempre se preocupaban por la incorporación de equipamientos
comunitarios y el diseño de un espacio público integrador; se encontraron con
los conflictos de la gestión de estas ideas, y la carencia de voluntad política para
el desarrollo de proyectos integrales.
Con el retorno a la democracia volvió a la universidad, como docente de diseño
y a cargo de la materia “Vivienda y Hábitat, Políticas y Estrategias”. Y como
Directora del Centro de Estudios del Hábitat y la Vivienda. A partir de la
coordinación de equipos multidisciplinarios de consultoría público y privada su
recorrido profesional comenzó a centrarse en el planeamiento estratégico de
la ciudad, en los conflictos territoriales, del hábitat, vivienda y medio ambiente,
con desarrollo local y regional.
Cada una de estas cinco mujeres, que generosamente sostuvieron extensas
entrevistas que en este espacio no hay espacio para profundizar, desde sus
trayectorias y diversas especializaciones dentro de la disciplina, han marcado
caminos y experiencias que son valiosas de recuperar. Y estamos
contribuyendo a visibilizar, con perspectiva de género. En sus historias
encontramos distintos relatos con mayores o menores dificultades de inserción
en la disciplina, pero con un eje en común, son mujeres apasionadas que han
incidido en proyectos de gran importancia en materia de gestión de las
ciudades. La importancia de recuperar sus voces, implica la necesidad de
aportar las experiencias y miradas femeninas invisibilizadas generalmente en la
historia de la gestión urbana, y de disciplinas de matriz patriarcal, como la
Arquitectura y el Urbanismo.
Aproximaciones para la Gestión Urbana con perspectiva de géneros en
general, y feminista en particular
Entendemos a las ciudades como territorios en disputa donde interactúan una
innumerable cantidad de actores y actrices sociales, institucionales, políticos,
| 16
(13) Dependiendo de la fuente analizada la cantidad de horas varía. Ambos datos en este caso fueron extraídos del Diario Clarín. https://www.clarin.com/sociedad/violencia-genero-mujer-muere-32-horas-argentina_0_qFX7eU9Yg.html.
(14) Dentro del 34% de trabajo en negro, en las mujeres la cifra sube a 37% mientras que para los hombres es el 32%, detalla en base a los últimos números oficiales disponibles. (Valli, 2018)
cívicos, etc. Donde los intereses y las relaciones de poder se ponen en juego
dando por resultado la consolidación de un tipo de producción urbana. Vivimos
en ciudades inundadas de desigualdades, en ciudades regidas por la
mercantilización del suelo que, en palabras de Díaz y Gago, conlleva un espacio
urbano jerarquizado en función del género. Existen distintos factores que
determinan los privilegios y opresiones en el ámbito urbano, el género, la clase
social, el ser una persona racializada, la identidad sexual, la diversidad funcional
o la edad, entre otros Valdivia (2018), generan en la actualidad una forma de
transitar y vivir la ciudad.
Desde la Revolución industrial, atravesando el Movimiento Moderno, la
producción urbana está centrada en una lógica mercantilista: ciudades
zonificadas, construidas por y para la producción. La zonificación habría
olvidado que las tareas reproductivas requieren de mucho más que una
vivienda, o una zona residencial. De esta forma, nos encontramos con que los
vínculos de las zonas residenciales a los centros laborales suelen ser directos,
mientras que existen grandes sistemas de transporte que van cosiendo la trama
urbana, conectando aquellas actividades vinculadas a la cotidianeidad, es decir,
a las tareas reproductivas. De esta forma, son invisibilizados, dentro de la
planificación, todos aquellos usos del territorio, vinculados al cuidado, y las
tareas que se desprenden de ellos, tradicionalmente encarnadas por cuerpos
feminizados. Por acción u omisión, el Estado contribuye a la constitución de un
tipo de ciudad:
“La ciudad es producida activamente por las políticas estatales como
el espacio para la concurrencia de individuos igualmente capaces de
realizar actividades consideradas productivas, sujetos autosuficientes
que no cuidan, ni necesitan de otros.”(Díaz y Gago, 2018)
Hablar de Derecho a la Ciudad en la actualidad implica no sólo el acceso a las
infraestructuras urbanas, o la redistribución de las plusvalías que esta genera
(Harvey 1997). Sino que implica reflexionar sobre las espacialidades y los
cuerpos que las habitan, poder reflexionar sobre líneas como las de Jane Jacobs
sobre las percepciones de seguridad, las relaciones de la ciudad con el espacio
público, la calle como motor de la vida urbana, y la importancia de una mixtura
de usos. No se trata únicamente de una perspectiva de reproducción de la vida,
sino que nos encontramos en ciudades donde los movimientos feministas
| 17
expresan “cuando vuelva a casa quiero ser libre, no valiente”, donde la
expectativa de vida de las mujeres “trans” en Argentina no supera los 35 años.
Ciudades en que cada 30 horas ocurre un femicidio (13); donde son las mujeres
las que sufren en mayor medida los deterioros de la economía, llegándose a
hablar de Feminización de la Pobreza (14)(Valli, 2018).
“La división sexual del trabajo es lo que subyace al cómo están
pensadas las ciudades en su perspectiva de género. Hay sujetos
omitidos en el planeamiento urbano y las mujeres somos quienes más
hemos soportado el crecimiento de la pobreza.” (Falú, 2017)
El cambio de paradigma cultural producido en los últimos años lleva a
cuestionar la neutralidad de las políticas públicas (Díaz y Gago, 2018) y en
consecuencia a preguntarnos ¿existe una gestión urbana con perspectiva de
género? ¿Es posible responder desde el Urbanismo y la Gestión Urbana a las
demandas feministas? ¿Es posible imaginar, proyectar, incidir desde las
políticas públicas en la construcción de una ciudad con perspectiva de género?
A continuación se desarrollan distintas temáticas que surgieron de las
entrevistas como posibles ejes de trabajo, al pensar la relación de ciudad,
género y feminismos.
Una inquietud común de las entrevistadas es cómo llevar a cabo este proceso,
cuál es la forma de encarar estas temáticas en el territorio. Los conflictos están
identificados, por ejemplo, como indica Alicia Novick: trabajando en barrios
populares se clarifica, las jefas de hogar son mujeres, en las juntas vecinales son
mujeres. En estos casos, nos encontramos no sólo con la feminización de la
pobreza, sino con la opresión en sus distintos niveles de interseccionalidad,
raza, género y clase. Poder pensar en estas circunstancias, en las condiciones
de los cuerpos que habitan la ciudad, podría llevarnos a establecer políticas
públicas específicas, que pudieran no sólo dar una respuesta a los problemas
estructurales sino a aquellos aspectos invisibilizados hasta el momento.
Poniendo en el centro del debate lo cotidiano como las infraestructuras
necesarias para la reproducción, arquitecturas no mercantiles sino centradas
en el uso, dando una respuesta a las necesidades específicas de la población.
Pensar lo cotidiano de las espacialidades para Sara Ciocca representó la
inclusión de viviendas aptas para capacidades diversas en los proyectos
| 18
urbanos de ProCreAr. Quiénes habitan y cómo proyectamos los espacios en
cuestiones mínimas, como por ejemplo cómo se limpian. Repensar los espacios
en relación a estos ejes nos da la posibilidad de visibilizar las cargas domésticas
que deben sobrellevar algunos cuerpos en nuestras ciudades, rol generalmente
ocupado por las mujeres.
En la misma línea, cuestionando cómo proyectamos y producimos tanto los
espacios como los entornos urbanos. Alicia Novick reflexiona sobre esto en
clave de escalas, identificando dos: una escala de lo cotidiano y una mayor; y
repensar la vinculación que poseen ambas, en temas de transporte, espacio
público y tiempo.
La perspectiva de género aplicada al urbanismo se entiende desde la
experiencia y, por lo tanto, la escala próxima, pero esto no excluye la
lectura analítica de la estructura general, que nos permitirá hacer
recomendaciones en otros momentos de la planificación, más
generales y lejanos, como puede ser un plan general (Muxi et al.,
2011).
Para el desarrollo de las diversas actividades que se llevan a cabo desde la
vivienda al espacio laboral, cuando el sujeto se responsabiliza de las tareas de
reproducción, es necesaria una ciudad con mixtura de usos y transportes que
respondan a estas demandas. Dione Sabattini comparte la reflexión Dione
Sabattini comparte la reflexión en torno a la ciudad de Brasilia que posee una
estricta zonificación por usos, donde identifica en ella la imposibilidad de “ir
cosiendo actividades entre sí”, es decir, el desarrollo de las actividades
reproductivas, en contraposición de ciudades que se presentan con mixturas
de usos.
Lidia Varela identifica los cambios en las demandas cuando las instancias
participativas son integradas por hombres o mujeres, mientras que los
primeros tenian relacion con infraestructura, bacheo o el desagüe, las mujeres
tenían que ver con las escuelas, instituciones de salud, guarderías, etc:
Podemos identificar en sus palabras que las demandas cambian de perspectiva
rotundamente, y esto tiene que ver con los roles que ocupa cada sujeto en la
dinámica social. Mientras que los hombres se preocupaban por cuestiones de
| 19
la infraestructura urbana, las mujeres identificaban sus demandas en relación
a las tareas de reproducción.
Olga Wainstein en los diversos proyectos de vivienda social que realizó
presentaba la preocupación sobre el espacio público y la importancia de los
equipamientos comunitarios para la vida cotidiana, guarderías, canchas de
fútbol, locales comerciales. El mayor conflicto que encontraban para resolver
estas problemáticas eran las gestiones estatales, para las cuales la única
importancia residía en la construcción de la vivienda.
Las palabras de Olga critican la lógica mercantil de producción de ciudad. Es
clara la necesidad de reconocer en el Estado el rol principal que posee en la
modificación de las lógicas de planeamiento en la ciudad, como actor
responsable de la sedimentación de las desigualdades materiales y simbólicas
del espacio urbano (Díaz y Gago, 2018). Los estudios de transporte con una
mirada de género, a partir de los recorridos urbanos diferenciados que realizan
las mujeres, nos dan la posibilidad de pensar las distintas escalas de
intervención y de conflicto, vivienda, barrial y urbana.
Una pregunta del último bloque de las entrevistas (que sabemos que es
incómoda y por ello, a fin de proteger las fuentes, excluimos autorías en las
respuestas en ese sentido en este trabajo), está referida a las posibilidades y
obstáculos de acceso a los cargos profesionales de nivel gerencial. En el rango
etario abordado en esta primer etapa de la investigación (clase anterior al año
1960, aproximadamente), correspondiente a mujeres que accedieron a este
tipo de puestos ya sea en el sector público, privado o no gubernamental, en
relación de dependencia o como profesionales independientes o del
emprendedurismo, casi todas coincidieron en que en su época no había tanta
concientización ni del “techo de cristal”, ni del “piso embarrado”, ni del
“síndrome de abeja reina”, ni ningún otro tipo de metáforas, como las que
actualmente se utilizan para definir las dificultades del género femenino para
acceder a este tipo de cargos, en paridad con el género masculino.
En esos tiempos, la disparidad estaba naturalizada, y quedaba por cuenta de
las pocas mujeres que tenían algún contacto o mentor de naturaleza patriarcal,
o mayor tenacidad, o más suerte, y generalmente de clase media-media o clase
| 20
(15) Quien tuvo una prolífica actividad en rangos de nivel gerencial o de comando, y entre otros créditos llegó a ser Vicepresidenta de la Sociedad Central de Arquitectos y a Profesora Emérita de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Habiendo articulado vida y actividades profesionales y académicas, como señala Zaída Muxi (2015), con el Arquitecto Eduardo Sarrailh, autor de Planes Directores como el de Buenos Aires y estuviera a cargo del Curso Superior de Planificación Urbana y Regional en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires.
medio-alta, quienes podían acceder tanto a los estudios universitarios como a
las profesiones hegemonizadas por el género masculino.
Salvo muy pocas excepciones, en generaciones aún anteriores a las de las
entrevistadas, el acceso era casi imposible o incidental. Tanto en la formación
universitaria como en la praxis profesional de la disciplina urbanística y de
arquitectura, no abundaban las mujeres. De hecho, para estudiar aún en la
universidad pública, y estar actualizados de las innovaciones en la materia a
nivel mundial, debían afrontarse costosos viajes al extranjero, que sólo ciertas
élites argentinas acomodadas podían afrontar. Y la mayoría eran varones. Aún,
en el acceso a becas y/o mecenazgos, generalmente patriarcales. Hay muy
pocos casos, como el de la prestigiosa arquitecta y urbanista Odilia Suarez (15),
pero no muchos más.
Los relatos de estas mujeres que acabamos de entrevistar, dan cuenta de una
gran tenacidad, inteligencia intelectual y emocional para aprovechar algunas o
todas estas circunstancias, y acceder casi inicialmente y con gran esfuerzo y
sentido de oportunidad a puestos de rango gerencial, de comando de
productos-procesos en el campo de la Gestión Urbana.
Sus relatos están llenos de satisfacciones y descontentos, logros y asuntos
pendientes. Prácticamente todas con estudios de posgrado, algunas cuentan
que eran las únicas mujeres en ese ámbito en cierta época. Otras que tuvieron
inconvenientes de reinserción luego de sus licencias por maternidad. Otras que
recibieron comentarios discriminatorios en reuniones entre pares varones
donde eran prácticamente las únicas mujeres. Alguna ha llegado a tener que
admitir la omisión de su autoría en proyectos en lugares en los que existía y aún
existen prejuicios dogmáticos y metafísicos respecto de la mala suerte que
ocasionarían las mujeres en lugares con riesgos como los de derrumbe o
navales. Otras comentan que en general no han percibido diferencias, pero que
creen haber tenido suerte personalmente en ese sentido.
Prácticamente todas continúan en mayor o menor medida en actividad, y con
merecidas carreras ascendentes, y perciben que otras generaciones anteriores
y subsiguientes a las de ellas han tenido mayores inconvenientes, al masificarse
el acceso del género femenino en estos campos académicos y de praxis
profesional, y perciben con alegría, el enorme cambio que las nuevas
generaciones vienen aportando en materia de perspectiva de género a nuestro
| 21
campo disciplinar y profesional en particular, y a los avances del género
femenino en general.
A modo de “bonus track” contamos con el aporte de Marcelo Lorelli, también
referente disciplinar y Co-director de la Maestría en Gestión de Ciudades de la
Universidad de Buenos Aires, quien fue entrevistado para dar testimonio de
una atípica experiencia: haber colaborado en los años 2016-2017 a la
constitución de cuatro equipos consultores para la realización de estudios y
propuestas para planes urbanos, planes estratégicos territoriales y/o códigos
urbanísticos, de municipios de la Región Metropolitana de Buenos Aires, desde
la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos
Aires, en articulación con la Secretaría de Relaciones Institucionales a cargo del
arquitecto Fernando Schiffani. De cinco consultorías en este sentido, cuatro
fueron encomendadas a dirigir y/o coordinar por consultoras mujeres (a
excepción de la del Municipio de Morón desarrollada en la misma época).
Cuatro a una, una proporción similar a la de les abanderades estudiantes, en
los actos institucionales de esta misma facultad. Con distintos resultados y
grados de avance, las consultorías fueron dirigidas por las siguientes
arquitectas: Mónica Giglio (para Municipio Pilar), Iliana Mignaqui (para
Municipio Escobar), Rosa Aboy (para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires
–en este caso para la elaboración de un inventario de temas inherentes a
políticas habitacionales considerando variables de estudios urbanos-), y quien
suscribe este artículo, Daniela Szajnberg (para municipio Hurlingham).
De la entrevista a Lorelli, quien pertenece a una generación intermedia, se
desprende una mirada más conciliadora no sólo con la incorporación y
visibilización del quehacer profesional de la mujeres en la GU, sino también, en
la acción, en procura de contribuir a comenzar a equiparar los roles, no sólo en
las bases, sino también en los niveles medios y jerárquicos. En tal sentido, en la
entrevista, da cuenta de haber interactuado de manera cooperativa con
colegas mujeres, en su praxis profesional independiente, así como también en
otros ámbitos jurisdiccionales como por ejemplo en Neuquén (académicos,
sector público, colegiaturas profesionales), entre otros. Y deja un mensaje
esperanzador, por cuanto percibe que el proceso ya está en marcha.
| 22
Imagen 6: Acto de asunción de nuevas autoridades de FADU-UBA en el año
2017
Nos encontramos en un contexto donde los estudios con perspectiva de
géneros sobre feminismos, sobre el rol de las mujeres en distintos campos,
vienen proliferando. Esto no se trata de una voluntad académica aislada, sino
de un contexto social y político que exige no sólo una visibilización, sino un
cuestionamiento en relación a estos temas. Desde nuestro campo nos
proponemos recuperar experiencias y saberes en torno a la GU para poder
visibilizar el rol de las mujeres en su experiencia en la gestión, y a su vez pensar
nuevas escenarios y respuestas a conflictos sociales y oportunidades
específicos.
La necesidad de pensar en la ciudad y las políticas públicas urbanas desde esta
perspectiva es fundamental en tanto ésta es el medio de producción y
reproducción en nuestras vidas. Poder analizar el campo urbano desde una
perspectiva multicultural que dé cuenta de la interseccionalidad de la opresión
y la desigualdad, nos permitirá poder diseñar políticas públicas inclusivas,
diseñar espacios y en definitiva abogar por una producción urbana feminista,
considerando la necesidad urgente de:
● Visibilizar la praxis, el pensamiento, la investigación y la enseñanza de
las mujeres en la GU.
● Repensar los proyectos a través de las críticas, los conflictos de la
gestión en torno a las diversas perspectivas de género, con énfasis en
la de las mujeres.
| 23
● Un Estado comprometido dentro de estas temáticas.
● Asumir que el rol de las mujeres en los diversos procesos da cuenta
de una perspectiva de la reproducción del cuidado por el mismo rol
que les toca habitar en la Sociedad. Es una construcción social cultural
que nos abre el cambio de paradigma de los últimos años poder
colectivizar estos roles, poder pensar en ciudades donde no sean las
mujeres las encargadas de esta tareas, si no es ciudades diversas
donde sea la misma infraestructura, los equipamientos los que
ayuden al reparto de las tareas de reproducción. Con legislación
acorde a estas transformaciones en curso.
| 24
Bibliografía
Albor, L. (2017) Angela Davis y la Interseccionalidad. En Libros Prohibidos. Consultado
07-08-2019. Disponible en:
https://www.libros-prohibidos.com/angela-davis-y-la-interseccionalidad/
Anderson, Bonnie S. y Zinsser, Judith P. (1998) Historia de las mujeres. Una historia
propia, Barcelona: Ed. Crítica.
Brandariz, Carolina (2019) No es amor. Aportes al debate sobre la economía del
cuidado. Editorial Indómita Luz. Buenos Aires.
Díaz, N. Gago,V. (2018) Una mirada feminista de la economía urbana y los comunes en
la reinvención de la ciudad en Economía Feminista, desafíos, propuestas, alianzas.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Madreselva. 77-109
Falú, A. (2017) Un feminismo para rebelarse en la Ciudad financiera: Ana Falú lo
cuestiona todo. Entrevista realizada por Florencia Minici. LATFEM. Disponible en
https://latfem.org/un-feminismo-para-rebelarse-en-la-ciudad-financiera-ana-falu-lo-
cuestiona-todo/
Faur, E. (2017) Géneros en movimiento en Mujeres y varones en la Argentina de Hoy.
Siglo XXI Editores, Fundación OSDE. Ciudad autónoma de Buenos Aires. 9-26
Fonseca Hernández, Carlos, & Quintero Soto, María Luisa. (2009). La Teoría Queer: la
de-construcción de las sexualidades periféricas. Sociológica (México), 24(69), 43-60.
Recuperado en 31 de julio de 2019, de
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-
01732009000100003&lng=es&tlng=es.
García Canclini, Néstor (1990) Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la
modernidad, Grijalbo, México, 1990
Harvey, D. (1973) Urbanismo y desigualdad social. España: Siglo XXI.
Jacobs, Jane (2011) Muerte y Vida de las Grandes Ciudades. Capitan Swing. Madrid,
España.
Massolo, A. (1991) De la Tierra a los Tortibonos: la lucha urbana de las mujeres en la
Ciudad de México, en Las mujeres y la Vida de las Ciudades. Grupo Editor
Latinoamericano S.R.L. Buenos Aires, Argentina.63-90
Massolo, A. (2005) Género y Seguridad Ciudadana: el papel y reto de los gobiernos
locales. En PNUD El Salvador (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo),
Programa “Hacia la construcción de una sociedad sin Violencia”. Ponencia en el
Seminario Permanente sobre Violencia, El Salvador.
Valli, P. (2018) Feminización de la pobreza: cómo impacta el ajuste en las políticas de
género. Perfil. Disponible en: https://www.perfil.com/noticias/50y50/asi-impacta-el-
ajuste-en-las-politicas-de-genero.phtml
Valobra, A. (2018) Ciudadanía política de las mujeres en Argentina. Grupo editor
Universitario. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Colección la Argentina Peronista.
Valdivia, B. 2018. Del urbanismo androcéntrico a la ciudad cuidadora. Hábitat y
Sociedad. n°11, 65-84
| 25
Muxi Martinez, Z. Casanovas, R. Ciocoletto, A. Foneseca, M. Gutiérrez Valdivia, B.
(2011) ¿Qué aporta la Perspectiva de género al urbanismo?. Feminismos. Revista del
Centro de Estudios sobre la Mujer de la Universidad de Alicante. N°17. 105-129.
Muxi, Zaída (2015) “Odilia Suárez 1923 - 2006”. En Enseñanza, género, política,
proyecto, urbanismo. Un día. Una Arquitecta. 4 de junio, 2015.
https://undiaunaarquitecta.wordpress