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¡Hora de Gatear!
Juguetes
Consejos para Dormir a
tú bebé
Ayúdalos a enfrentar
sus miedos
E l gateo es el mo-
mento el bebé
adquiere por pri-
mera vez la li-
bertad de desplazarse
por sí solo y conseguir
una mayor autonomía . No
solo obtiene mayor movi-
lidad, sino que además
perfecciona sus sentidos y
la manera de relacionarse
con su entorno.
Este proceso le ayuda a
adquirir habilidades que
le serán de gran impor-
tancia en el futuro y que
podrían evitar posteriores
fracasos escolar.
¡Hora de Gatear!
Volumen 1, nº 1
Fecha del boletín
La importancia del gateo va mas allá
del desarrollo físico del bebé, esta
etapa esta directamente relacionada
con su desarrollo intelectual. Así que
mientras el bebé gatea muchos cam-
bios van surgiendo en su organismo.
Integración sensorial, madurez del
sistema nervioso, desarrollo de los
sentidos, desplazamiento y equili-
brio, son algunos de los avances que
adquiere el infante al momento de
realizar este primer movimiento.
¡ UN GRAN PASO!
l primer paso antes de que el bebé co-
mience a gatear es lograr mantenerse senta-
do . Una vez que pueda sentarse sin ningún
problema , aprenderá a mantener la cabeza
erguida y fortalecerá los músculos de las
piernas, espalda, y brazos.
Posteriormente , comenzará la etapa de
arrastre en la que aprenderá a pasar de la
posición sentado a la de cuatro patas y, fi-
nalmente, descubrirá que empujando sus
rodillas contra el suelo obtendrá el impulso
necesario para desplazarse.
A nivel Físico:
El gateo ayuda a fortalecer los músculos y huesos de
todo el cuerpo, además de mejorar el equilibrio y la fuer-
za del bebé.
Al recorrer diferentes superficies y texturas, el niño desa-
rrolla una sensibilidad táctil de los dedos y la palma de la
mano, lo que le facilitará el agarre de objetos pequeños
y lo ayudará en un futuro a tomar el lápiz de manera
correcta.
El gateo desarrolla el proceso de acomodación visual ya
que permite focalizar objetos y ver a qué distancia se
encuentran. Esto ayuda al niño a orientarse en su espa-
cio y a realizar tareas escolares como la lectura y escri-
tura.
A nivel Intelectual:
El gateo permite crear conexiones entre los hemisferios
del cerebro. Como se sabe los hemisferios controlan
los movimientos de las extremidades del cuerpo. De
esta manera, cuando el bebé gatea , además de coor-
dinar sus movimientos, adquiere destrezas motoras y
desarrolla funciones cognitivas.
Al despegarse por primera vez de sus padres y em-
prender la búsqueda del objeto que desea , el bebé
desarrolla confianza en sí mismo y autoestima.
ESTÍMULOS
Hay varios ejercicios que se pueden
practicar para ayudarlo a gatear.
Al momento de cambiarlo, es
bueno extender y flexionar sus
piernas como si estuviera peda-
leando una bicicleta.
Gatear a su lado como si fuera una
actividad normal.
Colocar juguetes llamativos, y con
sonidos alejados de él para que
sienta la necesidad de desplazar-
se.
¿ Aún no gatea?
El hecho de que el bebé no gatee
puede estar influenciado por muchos
factores como peso excesivo, falta de
estimulación, miedos o alguna discapa-
cidad física. Sin embargo, es importan-
te tomar en cuenta que no todos los
bebés se desarrollan de igual manera.
Si el niño esta sano y logra mantener-
se sentado no hay de qué alarmase, lo
fundamental es que trate de desplazar-
se por sí mismo sin importar la manera
en que lo haga.
Por otro lado, si el bebé tiene seis
meses y no logra sostener su cabeza ni
muestra signos de movilidad como
darse la vuelta, es preciso consultar al
pediatra.
Es muy cierto que no es obligatorio
que el bebé gatee antes de caminar,
también es cierto que se debe estimu-
lar a diario con una serie de ejercicios
que recomendara el pediatra.
Desarrollo
Del Gateo
A gunas investigaciones indi-can que el feto ya realiza este
tipo de movimientos en el útero de la embarazada. Algunos, como el reflejo de succión, no maduran hasta las 36 semanas de embarazo. Esto podría explicar las dificultades que presentan los bebés prematuros a la hora de ali-mentarse mediante lactancia mater-na. En su conjunto, se cree que los reflejos intrauterinos ayudan a facili-tar el paso del bebé por el canal del parto. En los bebés recién nacidos, la mayoría de los movimientos es de
tipo automático. Al madurar su siste-ma nervioso, los bebés adquieren poco
a poco el control voluntario de sus músculos y "pierden" u "olvidan" los reflejos. En muchos casos, los reflejos del bebé recién nacido tienen una fi-nalidad concreta, como la succión o búsqueda del pecho para alimentarse o para reforzar su desarrollo psicomo-tor cuando se arrastra para desplazar-se. Algunos se mantienen hasta los 4 meses del bebé.
Los neonatólogos y neurólogos han descrito muchos reflejos. Detectarlos
sirve para calcular de forma indirecta la edad del bebé (o su madurez), espe-cialmente en los bebés prematuros.
Juguetes Más allá de la recreación
Sobre el
Objeto Desde miles de años la figura del
“juguete” , como una herramienta rele-
vante para el aprendizaje, socialización y
formación de valores en el niño, ha esta-
do presente como producto de circunstan-
cias culturales y sociales de las diferentes
comunidades.
Estos son uno de los primeros recursos
pedagógicos con los que entran en con-
tacto nuestros hijos. Una de sus mayores
características es su función recreadora y
al mismo tiempo formativa.
Todos estos objetos de entretenimien-
to, han sido desarrollados con la intención
de distraer y estimular la imaginación de
los niños, sin embargo, de ellos podemos
sacar el mayor provecho, pues contienen
en sí mismos un componente educativo
de gran peso: el juego, que es preciso
para motivar métodos de aprendizaje, e
incluso, les induce a descubrir cómo
desenvolverse en el mundo exterior, y por
ende a cómo interrelacionarse con los
otros.
Función
Son múltiples las funciones que podemos mencionar sobre los jugue-tes, pero sin duda alguna de las principales son: formación, aprendi-zaje y estimulación de los aspectos
intelectual, psicológico, sensorio-
motriz y de convivencia social.
La función del juguete en los ni-ños, básicamente, es la de apoyar el desarrollo de sus principales aspec-tos tanto a nivel físico como psicoló-gico. Es a través del juguete que los niños exploran, descubren, apren-den e interactúan. Además, en el caso del rompecabezas o juegos de memoria y motivación del aprendi-zaje, les ayuda a resolver problemas
y a superar obstáculos.
Por Edad
Entre 0 y 2 años. La misión de los
padres es que los hijos descubran
nuevas experiencias a través de sus
capacidades sensoriales. Objetos que
emiten sonidos, los que estimulan el
tacto y la vista, son los que más lla-
man la atención en esta época. Aque-
llos que puedan morder, estimulan el
gusto y fortalecen su mandíbula.
De 3 a 5 años. Las andaderas, trici-
clos, bicicletas, son muy recomenda-
bles para contribuir a su desarrollo
psicomotriz. Objetos que estimulen su
imaginación, como pizarras, libros
para colorear, rompecabezas, estimu-
lan su capacidad motora y cognosciti-
va.
Por otra parte, y mas en los tiempos
actuales, los niños se esfuerzan por
imitar en sus juegos el mundo de los
mayores: juegan a ser médicos, a
policías, a mamá y a papá, por ejem-
plo. El papel de los padres es evaluar
las preferencias y habilidades especi-
ficas de sus hijos para poder seleccio-
nar sus juguetes de la manera más
adecuadas.
Entre los 6 y los 8 años. Aquí los
niños están iniciando su etapa esco-
lar primeria, son mas curiosos, explo-
radores, argumentativos. En esta
etapa suelen están definiendo sus
gustos y preferencias; a esto deben
estar atentos los padres. Por lo gene-
ral juguetes de uso en espacios abier-
tos, son la preferencia: patines, bici-
cletas, balones, entre otros.
Actualmente, cobran especial impor-
tancia los videojuegos y las nuevas
tecnologías. En este sentido, los pa-
dres han de monitorear qué cosas les
llama la atención de la internet y so-
bre los videos juegos , y procurar ayu-
darlos a canalizar esas preferencias
para motivar el aprendizaje del niño y
no otros vicios.
De 9 a 11 años. Los niños ya son
adultos en miniatura. Les interesan
las cosas con las que se distraen sus
mayores: leen, saben de videojuegos
y juegos en red. Aquí, empiezan a
desenvolverse con los juegos de es-
trategia. En estas edades aben per-
fectamente qué les gusta y qué no, y
no se conforman con cualquier cosa.
En esta etapa cobran especial impor-
tancia aquellos juegos didácticos que
les permiten compartir con otros ni-
ños al mismo tiempo que aprenden y
ejercitan su mente.
Videojuegos Otros elementos de recreación
que pueden resultar nocivos para la
salud intelectual y emocional del
pequeño, son los juegos de video,
que según su temática puede con-
tribuir o afectar el desarrollo social
y personal del niño.
La mayoría de los videojuegos, se
basa en matar al adversario, ya sea
a través de peleas o mediante po-
deroso armamento.
El problema de estos juguetes es
que además de fomentar la violen-
cia, no le permiten al niño echar a
volar su imaginación, pues todo
Desventajas Si bien los juguetes tienen en sí mismos numerosos atributos,
algunos de ellos pueden resultar un tanto peligrosos e incluso
conflictivos para el niño.
Así como hay juguetes que promueven la creatividad, el aprendi-
zaje, la socialización, hay otros que por su función especifica pro-
mueven estados de violencia, como los bélicos.
Los llamados juguetes bélicos, son aquellos que aún y cuando
están fabricados con alta tecnología, difunden mensajes conflicti-
vos. Entre ellos:
Personajes de guerra y destrucción
Armas Plásticas.
Dulces Sueños para el bebé
T odos los padres añoran poder
dormir de corrido toda la noche,
como lo hacían antes de la llega-
da de su pequeño angelito. Sin
embargo, ese sueño se vuelve casi imposi-
ble los primeros meses. Lo importante es
saber qué es normal y qué hacer cuándo la
hora del sueño nocturno se vuelve una pe-
sadilla.
A los 5 ó 6 meses, el bebé debiera dormir
toda la noche o despertarse de vez en
cuando. Lo importante es que vuelva a que-
darse dormido sin la ayuda de papá o ma-
má. Si pasan los días, las semanas, los me-
ses y sigue despertándose y llorando, qui-
zás es buena idea intentar el método Fer-
ber, que muchos padres aseguran es muy
efectivo.
El método Ferber
Según el doctor Ferber, existe un méto-
do progresivo para que los niños apren-
dan a quedarse dormidos sin la ayuda de
un adulto. Cada vez que el bebé se des-
pierta o llora, los padres deben esperar
unos minutos más antes de entrar al dor-
mitorio del infante para chequear que es-
té bien. Lo importante es que estén entre
2 a 3 minutos en la habitación, lo calmen,
pero que eviten cargar al bebé, mecerlo
o alimentarlo. El método también se pue-
de aplicar a la hora de la siesta. Sin em-
bargo, si el niño sigue despierto después
de una hora, se debe desistir de tratar de
hacerlo dormir siesta.
El método Ferber
Día
Minutos que de-
bes dejar llorar
al bebé
Si sigue lloran-
do, antes de ir
una segunda
vez, esperar
Si sigue llorando,
antes de ir una ter-
cera vez, esperar
Si sigue llorando,
antes de ir más ve-
ces, esperar
1 5 10 15 15
2 10 15 20 20
3 15 20 25 25
4 20 25 30 30
5 25 30 35 35
6 30 35 40 40
7 35 40 45 45
¿Cuándo ir
al Médico?
A A veces hay niños que tienen problemas médicos que
justifican sus problemas a la hora de conciliar el sueño. Por
ejemplo, pueden tener irritaciones a la piel que les produ-
cen picazón. O los bebés con asma tienen dificultades para respirar.
En estos casos, los padres deben consultar al pediatra, para asegurar-
se de que el niño está bien y averiguar cómo enfrentar los problemas
que tiene para quedarse dormido. A veces cambiar algún medica-
mento es la solución. Otras veces, se trata de diagnosticar alguna
alergia o enfermedad. Lo más importante es no perder la paciencia.
Que tu bebé duerma toda la noche no sólo es un sueño, sino que pue-
de ser una realidad. Cualquier pregunta, consulta al pediatra, ya que
puede tener sugerencias muy útiles, dada la frecuencia de los trastornos
del sueño en los bebés.
Miedos en los niños
Ayúdalos a Superarlos
L os miedos son una parte normal del
desarrollo y son esenciales para los
seres humanos. Sin miedo, no nos apartaría-
mos del fuego, de los precipicios o de al-
guien con una pistola. En general, los seres
humanos tenemos miedo a lo desconocido y
potencialmente peligroso. A medida que
nos hacemos mayores, esto disminuye pero
si pensamos en todas las cosas que pueden
ser desconocidas y peligrosas para un ni-
ño(a) en edad preescolar empezaremos a
entender porque pueden tener tantos mie-
dos. Algunos miedos comunes son el miedo
a la oscuridad, a animales, a los payasos o
personajes disfrazados, a estar solos, etc.
Además durante los años preescolares, los
niños tienen una imaginación muy activa y
continúan teniendo dificultad separando lo
real de lo imaginario, aumentando así las
posibles fuentes de miedos.
Demuéstrale que
le entiendes Para ayudar a nuestros peque-
ños a combatir sus miedos, he-
mos de demostrarles que les en-
tendemos. En vez de desmentir
sus miedos y decirles que no son
nada, probemos de ponernos en
su piel y demostrémosles que
comprendemos cómo se sienten;
"veo que estás muy asustado
cuando cerramos la luz, sé que
puede asustar mucho verlo todo
a oscuras."
Ayúdale a explorar
sus miedos
Evita negar sus miedos ("esto
no es nada"), y prueba de com-
prenderlos. Podemos hacerles
preguntas para ver qué es exac-
tamente lo que les asusta y qué
tienen en su cabecita; "¿Qué pasa
cuando cierro la luz?" "¿Qué es lo
que más te asusta de estar a os-
curas?" "¿Dónde crees que hay
monstruos?" Aunque las historias
que nos cuente sean muy fantás-
ticas, probemos de no minimizar-
las o ridiculizarle sino simple-
mente escucharle atentamente.
Usa tus poderes
Igual que la imaginación les sir-
ve para darles poderes mágicos a
los objetos de su entorno, los
preescolares también atribuyen
poderes mágicos a sus padres.
Aprovecha tus poderes para darle
mucho apoyo, seguridad y com-
prensión. Dile que tú siempre estás
ahí para protegerle y que no vas a
dejar que le pase nada. Los niños
de esta edad creen que los pode-
res de sus padres pueden prote-
gerles contra muchísimas cosas.
Poder hablar contigo de sus mie-
dos abiertamente, va a ser en sí
una gran ayuda
Pensar juntos cómo
combatir los miedos
Pensar juntos en cosas que podéis hacer
para aliviar sus miedos. Ya sea mirar de-
bajo de las camas antes de ir a dormir,
dejar una lucecita abierta o dormir con un
osito u otro objeto querido. Dale el poder
de decidir y pensar en soluciones para su
miedo. También puedes proporcionarle
explicaciones simples para ayudar a cal-
mar sus miedos. Estas explicaciones pue-
den decirle cosas concretas que hacer
cuando se enfrente al miedo. Por ejem-
plo, "los payasos son señores que van
pintados y no quieren hacerle daño a los
niños. Cuando veamos uno, si tienes mie-
do, dame la mano y yo te cuidaré y me
aseguraré que no nos acercamos a él."
Facilítale estrategias para
combatir miedos del pasa-
do
Cuando los miedos se basan en una ex-
periencia pasada que ha sido real, no le
mientas para calmarle. Por ejemplo, si tie-
ne miedo de los médicos porque de pe-
queño tuvo que estar mucho tiempo en el
doctor o el hospital, no le mientas dicién-
dole que no le van a hacer daño. Es mejor
darle estrategias para sobrellevar el mie-
do. Asegúrale que siempre estarás con él/
ella, déjale llevarse un muñeco u objeto
que le calme, háblale de lo que va a pasar
y dale mucho, mucho cariño y apoyo
Ayúdale a afrontar los mie-
dos de manera progresiva
Puedes ayudarle a afrontar algunos mie-
dos de manera progresiva. Por ejemplo, si
tu pequeña(o) tiene miedo del tren y sus
ruidos, puedes empezar leyendo libros
acerca de trenes y cómo funcionan, jugar
con trenes y otros vehículos, podéis ver un
tren en televisión, hacer un dibujo de un
tren, jugar a hacer ver que vais en tren y
solo si se siente lista(o) aventuraros a ir al
tren juntas(os) – quizás con tapones en las
orejas al principio hasta que se sienta más
cómoda con sus ruidos. ¡Nunca le fuerces a
enfrentarse a un miedo! Esto podría provo-
carle una reacción todavía peor. Sólo da
pequeños pasos si ves que tu pequeña(o)
los tolera. Jugar a hacer ver (juego de fan-
tasía) que combate sus miedos es una ma-
nera ideal de practicar las habilidades que
necesita para hacerles frente.
Protégele de la fuente
de los miedos
Intenta proteger a tu niño
de cosas que engendran
miedo, como películas en la
televisión, el noticiero/ las
noticias, imágenes en el pe-
riódico, etc. Los adultos es-
tamos tan acostumbrados a
estas imágenes que a menu-
do nos olvidamos del fuerte
impacto que pueden tener
en los más pequeños (¡y
también en nosotros!) No dudes en buscar ayuda adi-
cional
Si crees que los miedos de tu peque-
ño(a) están interfiriendo con su vida
diaria y su habilidad de disfrutar de
las cosas, si le duran mucho tiempo o
se hacen más intensos con el tiempo e
influyen con su vida social (su habili-
dad de hacer amigos, ir a la escuela),
es buena idea que hables con un pro-
fesional – su pediatra, un psicólogo o
consejero – quien puede ayudaros a
combatir los miedos para que tu pe-
queño(a) disfrute de una vida llena de
gozos.