Museo del Árbol No.11, Julio 2011

Publicación mensual de arte y culturadel árbol en Costa Rica

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A ñ o 0 N o . 1 1 J u l i o 2 0 1 1museo del árbol


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Publicación independiente sobre arte, cultura y sostenibilidad en Costa Rica, circula en Internet a través de la plataforma Issu.com.Por la calidad de diseño y concepto, obtuvo el Sello de Respaldo de la Presidencia de la Asociación Latinoamericana de Diseño, 2010.

Un día más, 2011, fotografía de Manrique Suárez.


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Portada: Fuego en el bosque seco. Fotografía Manrique Suárez (Mansua).

museo del árbolA ñ o 0 N o . 1 1 J u l i o 2 0 1 1


4Sacramento, Heredia, Costa Rica. Foto Jorge Poveda, 2010


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Museo del Árbol brota como un espacio contemplativo, de reflexión crítica y valorativa, y de sensibilidad acerca de la figura del árbol en la naturaleza y en nuestras vidas. No es un museo físico, sino virtual, se puede acceder a su espacio en la red y movernos por sus páginas-salas.


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Grupo editorLuis Fernando QuirósRodolfo Uder

Amigos de la publicaciónRolando CastellónIlse UderMiwako SuzukiManuel ObregónCarmen CubillosCecilia ParedesLuis ChacónHelen TempleGiancarlo PucciOscar PamioAna María SavareikasAurelio HortaMiguel Flores CastellanosMiguel Ángel Bonilla ToruñoPaolo BergomiRodolfo MoralesNaín ArtjoyJoaquín MurilloRoberto CastilloIrina YébenesFermín NavascuésRicardo Ávila Nelson MoyaJavier GuerraMauricio BianchiFranca Rosi

Cristina GastaldelloCecilia BrugniniTom CrownCarolina ValenciaMayra BarrazaLucía MadrizJorge PovedaAlfredo GonzálezDunia MolinaRodrigo QuirósDinorah CarballoCarlos PovedaFUNDECONGO Mundo ForestalDunia MolinaRafael Angel García

Colaboran en esta edición:Jaime GamboaGiancarlo PucciRaymond PaulyIris OioManrique SuárezAlberto Quesada UreñaNelson MoyaCréditos:Revisión textos, Ilse UderDiseño: L.F.Q.Fundación Árboles MágicosMundo ForestalJulio 2011

Museo de ÁrbolCr

éditos


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Conten

idos

Museo del Árbol, Créditos, pág. 6

Los Editores: Cuando el bosque arde, pág.8

Raymond Pauly: Enamorado del árbol 2, pág.14

Manrique Suárez: La naturaleza me seduce, pág. 26

Fernando Quirval: Dos Zonas Upala/Cañas, pág. 34

Fundación Árboles Mágicos, pág. 48

Alberto Quesada: Fusionar Arte y Naturaleza, pág. 56

Dunia Molina: Árboles del Gran Cañón, pág. 64

Iris Odio: La Seducción del Color, pág. 70

Nelson Moya: Un bosque en crecimiento, pág.74

Nelson Moya: El bosque crece sano y fuerte, pág.77

Natasha McIver: Composiciones Vacío, pág.82

Contemplar el Árbol, pág.86


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La portada de la edición No. 11 correspondiente al mes de Julio 2011 la dedicamos al fotógrafo Manrique Suárez, por una foto titulada “Fuego en el bosque seco”, en tanto es una imagen recurrente, quizás, en la mejor de las situaciones, relacionándola con los atardeceres costeños cuando el firmamento se tiñe de rojo naranja y el bosque interior de

Editorial: Cuando el bosque arde

Los

edit

ores


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Manrique Suárez, Fuego en el bosque seco 1.


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cada uno de nosotros arde -como la zarza bíblica- de plenitud ante la acción contemplativa del entorno creado por Dios, pero, lastimosamente, también son comunes de observar durante los veranos en el bosque seco. Decimos “lastimosamente” pues la mayoría de esos incendios son provocados cuando personas inescrupulosas encienden fuegos sin percatarse del acecho del viento, y que esos ramajes resecos se queman con prontitud y desenfreno.


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Todos los años, enormes extensiones en el Área de Conservación de Guanacaste, cerros enteros, quedan convertidos en cenizas y -aunque son un imagen hermosa de observar, sobre todo en las noches cuando se miran candentes líneas de fuego serpenteando entre las recortadas siluetas montañosas-, éstas provocan enormes daños a la ecología, se exterminan especies de flora y fauna, el humo sube los niveles de contaminación y pueden provocar desertificación, si no se atienden, reforestan, o se aplica un apropiado plan de regeneración ecológica.



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Ya tuvimos la desastrosa experiencia de ver quemarse la vieja Casona de Santa Rosa, testigo muda de la defensa de nuestra soberanía delante de los filibusteros que en 1856 pretendían invadir el país. Dicen que fue quemada por unos cazadores para protestar pues no los dejan cazar en esa área protegida. ¡Qué horror! Es paradógico que ahí donde nosotros observamos belleza -en el caso de fotografías de incendios-, hay devastación y crimen en contra del planeta y su ecología, pero nos sirven para reflexionar, para fomentar atención y cuidado, y sobre todo en el terreno de la educación; es ahí donde podremos regenerar nuestras actitudes y cultura


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sembrando esperanzas para un mejor mañana donde todos de la mano y en sintonía espiritual, amemos al bosque, a sus criaturas, a la Tierra la madre de todos.



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En la edición No. 10, anterior, disfrutamos la primera selección de las hermosas fotografías de Raymond Pauly, el apasionado por el árbol, quien como se dijo en esa oportunidad encuentra en los caminos esas tramas arbóreas las cuales capta para imprimir su sensibilidad, su belleza, su amor por estas criaturas maravillosas que acrecientan la naturaleza

Raymond Pauly: Enamorado del árbol

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Segunda parte


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Raymond Pauly. Windswept. Fotografía tomada en San José de Abangares, Guanacaste. 2009


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y nos obsequian paz, esperanza, futuro. Para quien busca y encuentra, los caminos son muchos; él encontrará siempre a sus sujetos verdes dispuestos a ser atrapados por la lente, y juntos

Raymond Pauly. Farm Gate , fotografía tomada en Liberia, Guanacaste, 2007.


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él con nosotros sus seguidores poder descubrir que, aunque los vientos aticen éstos parecen guerreros en medio del potrero defendiendo su existencia en el paisaje de nuestra memoria.

Raymond Pauly. Fotografía tomada en las cercanías de Cañas, Guanacaste en Enero 2007


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Me imagino a Raymond Pauly cuando trabaja, como lo hace un pintor, como el poeta o el músico teniendo en mente un árbol, que observó en sus andanzas fotografiando, o que bosqueja en el

Raymond Pauly. Higuerón. Fotografía tomada en Liberia, Guanacaste en Enero 2009


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Raymond Pauly. Leafless Tree. Fotografía tomada cerca de Hojancha, Guanacaste en Enero 2010


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incierto lienzo del territorio su trazo, aún no incursionado, no descubierto pero que ciñe en su pensamiento para ir tras él.

Raymond Pauly. Lonely road. Fotografía tomada cerca de Filadelfia, Guanacaste en Enero 2011


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Raymond Pauly. Fotografía tomada cerca de Puriscal, 2008


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Raymond Pauly. Lone tree(arriba)Fotografía tomada cerca de La Lima, Cartago, 2006. Top of the Hill (al lado)Fotografía tomada cerca de Tilarán, Guanacaste 2007.


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Raymond Pauly. Springtime. Fotografía tomada en Los Angeles de Tilarán, Guanacaste 2007


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Raymond Pauly. Tree on a Hill. Fotografía tomada en Los Angeles de Tilarán, Guanacaste 2007


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Raymond Pauly. Tilarán. 2007 (arriba).In the woods (al lado)Fotografía tomada en Sacramento, Heredia 2007


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Cola

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El amigo de nuestra página de Museo del Árbol en Facebook Manrique Suárez (ManSua), es Ingeniero de Sistemas, y labora para su propia empresa ofertando servicios de Sistemas de Información Geográfica. Por la naturaleza de su trabajo y -aunque vive en San José-, se desplaza por todos los rincones de Costa Rica; expresa que le faltan muy pocos sitios de su patria por recorrer, de manera que puede afirmar que conoce su país.

Manrique Suárez: La naturalezame seduce


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Manrique SuárezCarretera a Liberia

Manrique SuárezCortez amarillo.


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Durante los viajes tomar fotografías, en tanto, como dice él: la naturaleza me seduce y me habla a través de los colores y de las formas, por lo que se me hace inevitable hacer fotografías a la diversidad

Manrique Suárez, Liberia.


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de vida que nos rodea por todas partes. Para él los árboles son personajes que busca fotografiar, para expresar, en cada imagen, su inmanente majestuosidad y belleza.

Manrique Suárez. Bosque


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Manrique Suárez. Laguna del Arenal


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Manrique Suárez. Volcán Arenal


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Manrique Suárez. Montezuma.


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En este ensayo fotográfico observamos árboles en zonas recreativas y turísticas como el volcán Arenal y su laguna, pero también de la espesura selvática subtropical, quizás del Sur, o del Caribe, e incluso del Pacífico Seco como por ejemplo la fila de malinches floreados que captó en la carretera hacia la ciudad de Liberia, Guanacaste.

Manrique SuárezForesta.


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Los cerros y montañas de la cordillera dividen las planicies guanacastecas de las llanuras de San Carlos, en la zona Norte del país. Se trata de dos climas diferentes, por lo tanto, los árboles adquieren una morfología muy singular para cada área geográfica. La carretera que une Cañas con Upala, ofrece muestras de dicha diversidad; la vía lleva su trazo por entre dos volcanes: el Miravalles y el Tenorio.

Fernando Quirval: Dos zonasUpala/CañasCo

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Paso de Cañas, Guanacaste, a Upala. Foto L.F.Q.


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Los árboles en la zona guanacasteca Extienden su copa para arrojar una abundante sombra donde se protege el ganado de las candentes jornadas asoleadas; ahí encontramos los ficus


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como el higuerón o “matapalo”, que en verano observan sus esqueléticos ramajes. También, entre diciembre y enero, el cortés negro exhibe sus pomas de flores rojo violeta, y el cortés amarillo


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de ropaje amarillo-dorado comienza su floración anunciando la llegada de la temporada veraniega.

Los árboles de las llanuras sancarleñas Son altos como buscando los aires más frescos que alivien la temperatura caliente y húmeda de los terrenos; abundan los laureles caribeños, cuyo


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tronco es de una altura considerable pero de un diámetro de entre 10 o 12 pulgadas. También encontramos uno que otro árbol de Guanacaste, como el que está contiguo a la escuelita de Santa Rosa de Pocosol, que, por precaución, han quitado la corteza a su tronco pues es tan alto y añoso que pareciera caer sobre ésta.


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Los dos climas El clima guanacasteco es seco y ventoso, sus terrenos son dedicados a la ganadería, a la siembras de arroz y caña de azúcar. El de la zona Norte es similar al caribeño que en cambio, como se dijo, es húmedo y lluvioso; abundan los sembrados de piña y otros frutales,


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además de plantaciones de yuca, banano y hortalizas. Resulta curioso como esa cordillera genera una especie de división de ambos climas, así como la morfología de sus árboles, los colores y el ropaje del paisaje.


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Educación


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Árboles Mágicos es una organización

sin fines de lucro creada para incentivar la

conservación de los árboles, especialmente

de las especies nativas.

Fundación Árboles Mágicoswww.arbolesmagicos.org

Mediante el conocimiento de sus

espectaculares floraciones, sus cualidades

ornamentales y medicinales, su origen,

historia y relación con la sociedad humana,

buscamos estrechar los vínculos de afecto

hacia nuestros árboles y popularizar su

cultivo y protección.


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Apto para bosques húmedos, este árbol de espectacular floración ha mostrado una gran capacidad para adaptarse a climas más secos como el de la península de Nicoya, por lo que allí puede encontrarse en ciertos rincones privilegiados.

ChapernosLonchocarpus salvadorensis, Lonchocarpus phlebophyllus

y varios otros…Fotografías de Giancarlo Pucci

Texto de Jaime Gamboa

El árbol de guayacán real

Las flores del olvido


51El árbol de guayacán real


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Este nativo, que una vez pobló de manera abundante la zona central de Costa Rica, comenzó a ser desplazado hace siglos y hoy resulta raro encontrarlo cerca de pueblos o ciudades. Incluso


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en fecha reciente el cantón de Poás de Alajuela lo declaró su árbol oficial, en honor a su gran belleza, y recomendó su siembra como árbol ornamental “no tradicional”. Es llamativo si pensamos


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que, en realidad, se trata de una de las especies originarias de esos suelos. Las razones de esta cuasi desaparición del hermoso chaperno de sus hábitats pueden ser muchas, pero un viejo dicho popular parece darnos una pista


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cierta: “leña de chaperno, enciende verde”. Según relatan quienes usaban cotidianamente hornos de leña hace tan solo 40 años, tal parece que la madera del chaperno tiene la curiosa cualidad de prender aún húmeda y recién cortada, antes de haberse secado, sin despedir la cantidad de humo con que cualquier otra inundaría la cocina y la casa entera. Sea por lo que fuere, el chaperno ha quedado relegado a un lugar marginal y pocas personas logran ver cada año sus sobrecogedoras floraciones púrpura. Quizás en unos años, al esfuerzo de los vecinos de Poás se sumen muchos otros, para devolverle a nuestros ojos la imagen mágica de los chapernos florecidos.


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Alberto Quesada estudia diseño gráfico en la Universidad de Costa Rica, y se declara enamorado de la fotografía, esa es una de las razones principales por la que elegió esa carrera, en la cual los cursos de fotografía son fundamentales. Expresa que al iniciar esa carrera profesional eligió centrarse en el tema de la naturaleza, que le apasiona incluso tanto como el arte.

Alberto Quesada: FusionarArte y NaturalezaCo

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Alberto cree que con la fotografía, intenta fusionar el arte y la naturaleza. Acota que después del arte, en su vida, sigue la biología, y piensa que la unidad principal de la naturaleza son los árboles, en tanto


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muchos seres vivientes dependen del árbol, hasta nosotros los humanos. No solo veo el árbol como un proveedor, sino como un modelo de belleza universal y perfecta. Cada árbol tiene un alma, una esencia, que quiero capturar y mostrar al mundo; mostrar quizás lo importantes que son para la Tierra y para cada ser viviente sobre ella.


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Agrega que, como fotógrafo, se propone mostrar las bellezas que puedan existir en cada rincón de este mundo, bellezas que la gente ha ignorado pero que están ahí, porque creen que su existencia es superior a todo lo demás, sin saber que


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solo somos una minúscula parte de este extraordinario planeta. Hermoso pensamiento de este joven artista oriundo de Puriscal, que damos bienvenida a estas páginas esperando sus futuras colaboraciones.


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Dunia Molina es una de las más asiduas colaboradoras para con esta publicación web, además, tanto como creativa se vuelve apasionada por el arte y lo demuestra la fogosidad de estas fotografías tomadas en el Parque Nacional Gran Cañón del Colorado, en Arizona, Estados Unidos.

Dunia Molina: Árboles delGran CañónCo

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Como el terreno, de naturaleza erosionada, los troncos de los árboles poseen cortezas también resquebrajadas, gruesas, de fuerte textura. Se trata de troncos de árboles que parecen reptar en el paisaje, quizás serpenteando por la crudeza del clima que calcina de día o entumece de noche; ella, la artista, se movió por esos riscos, con su cámara, sigilosa captándolos, sintiéndolos, albergando en la memoria la fuerza con que carga a esas fotografías.


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Las coníferas y los arbustos son un manto verde que se resiste a desaparecer del paisaje, la gruesa tectónica dibujada por el tiempo y las circunstancias atmosféricas poseen un signo inconfundible, que Dunia supo captar para obsequiarlo a sus seguidores y visitantes del Museo del Árbol.


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En la página de Facebook de Museo del Árbol son etiquedas muchas hermosas fotografías que colectamos para la publicación, en la medida que

Iris Odio: La seducción del colorCo

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Flor de una Solanácea, le llaman cuernavaca, Solanum wrightii.


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se trata de una revista web es lógico que trabajemos con la cultura del árbol que se mueve en las redes; tal es el caso de la contribución de la fotógrafa Iris Odio, oriunda de Escazú, quien estudió

Flor de una graba llamada inga.

Flor del malinche o flamboyán.

Turismo, profesión que acompaña muy bien el trabajo fotográfico. Iris con este aporte, va al detalle, capta la flor del árbol, que lo caracteriza


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y que con ello tiñe de muchos colores y alegría los tiempos de floración y los campos.

Flor del cortez amarillo. Flor del caña fístula.

Flor delllama del bosque. Flor del cortez negro


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Flor del pochote.


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Según lo demuestran las dos fotografías existe un antes y un después, por este medio se demuestra la evolución que ha tenido el bosque que se ubica en el Recinto de Paraíso.

Nelson Moya: Un bosque en crecimientoCo

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La diferencia de tiempo entre ambas fotos, data de hace aproximadamente 14 años, donde se puede observar cuando no habían árboles –era solo un potrero-, y ahora existen y siguen creciendo especies tales como: el chilamate, fresnos, loritos, urucas, sotacaballo, ratón, pinos,

poró, targuá, tuete, guayabos, llama del losque. Uno de los responsables directos del crecimiento sano de los árboles ha sido el señor Julio Calderón, quien se dedica al mantenimiento


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de zonas verdes, con quien conversamos un poco. Don Julio: ¿Qué representa para usted este antes y después en las fotografías? D.J.: “Sin duda está mejor, porque ahora hay más vegetación y se ha ido logrando conformar un minibosque. Como ser humano, el sembrar árboles es sembrar vida para el futuro, para las nuevas generaciones. La idea es que haya vegetación para consolidar un bosque que genere bienestar a la población. El cuido que se le da es mantenerlo limpio de maleza y constantemente aplicarle abono”. Como lo expresa Don Julio, es imperativo que cada vez que se pueda mantener y cuidar un bosque; y como en este caso, la siembra de nuevos árboles acordes a la zona, permitirá consolidar el bosque y generar nueva vida, en pro del bienestar del ser humano y de las especies vivas que lo habitan.


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En el contexto de la Feria Ambiental, organizada por la Sede del Atlántico de la Universidad de Costa Rica, la cual se realizó del 30 de marzo al 3 de julio del presente año, en

Nelson Moya: El bosque crece sano y fuerteCo

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el Recinto de Paraíso se realizó la siembra de árboles en el bosque que se encuentra dentro de la propiedad. En tan importante actividad participaron tanto estudiantes, como docentes y personal administrativo del Centro Universitario. Se sembraron cerca de 100 árboles, dentro de los cuales se encuentran especies de: mata sano, cedro dulce, cocobolo, muñeco, corteza amarilla, ceiba, sotacaballo, isopo, llama del bosque, uña de gato.


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Fotografías de Mauricio Chinchilla.


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Los arbolitos fueron donados por el vivero que pertenece al Instituto Costarricense de Electricidad que se encuentra en Cachí, y dentro de sus prioridades está la consolidación de almácigos de las especies antes


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mencionadas, las cuales son en su mayoría especies nativas de la zona, y que permitirán atraer especies de pájaros tanto para su anidación y como fuente de alimento.

Fotografías de Mauricio Chinchilla.


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Piel de corteza, torrentes de savia El cuadro, como un plano sensible, asemeja cortezas de árbol, hojarascales, ramajes, espesura del bosque que trastoca el alma y reconforta el espíritu enfrentado al trajinar cotidiano de la vida actual. La artista Natasha McIver -nacida en Inglaterra, vive en Costa Rica- trabaja la técnica de los acrílicos sobre lienzo.

Natasha McIver: Compo-siciones vacío

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Natasha McIver, Composiciones Vacío, acrílicos sobre tela.


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La idea que mueve la creación de esta colección en particular, surgió cuando cortaron unos pinos delante de su casa; eran simbólicos para ella, al motivarla a meditar, sobre todo, porque se alzaban justo al oeste de su casa y la imagen del sol poniente era algo espectacular a través de estos árboles. Cuando los cortaron, decidió eternizarlos en sus pinturas, como en una especie de homenaje; también para motivar una reflexión sobre el tema de la tala innecesaria e inconsciente, lo cual le parece contradictorio delante de la imagen que se quiere dar acá de un país ecológicamente sensible. Expresa que conceptualmente trabaja sobre la idea del vacío, y agrega que es precisamente, lo que origina el nombre a la

Natasha McIver, Composiciones Vacío, acrílicos sobre tela.


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colección, “Composiciones Vacío”. Opina: El juego de composición-disolución del espacio pictórico torna en intento por

reflejar el actual proceso de degradación, destrucción real y conceptual en todas sus manifestaciones, específicamente en relación con los problemas del medio ambiente.


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Para esta sección tenemos hermosas fotografías donde brindar una mirada de amor hacia el árbol, por su enormidad, belleza, años de existencia, curiosidad o simplemente porque nos parece el amigo que encontramos siempre que nuestras miradas se poce en él. Luis Pineda es un Ingeniero Forestal que ha etiquetado varias fotos en nuestra página, como esta de un árbol joven de

Contemplar el ÁrbolFo

togr

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Luis Pineda. Un árbol joven de cristobal floreado.

cristobal floreado, Luis desea sumar en el respectivo crédito a su colega Ricardo Luján quien los cuida y plantó.


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El Diseñador Industrial y amigo de Museo del Árbol Daniel Mcklaren etiquetó esta fotografía de un sorprendente roble encino, que encontró en las zonas costeras del Pacífico Sur costarricense.


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Jenny Arroyo Sánchez, en su caminata por el Chirripó, captó esos follajes musgosos de los árboles de altura.


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L.F.Q. capta un almendro que forma una especie de horqueta, se localiza en Playa Junquillal, en el Cantón de Santa Cruz, Guanacaste.


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Roy Leandro, profesio-nal en Estudios Rurales oriundo de Pacayas, Cartago, envía estas fotografías del árbol “bala de cañón”, Couroupita guianensis, Lecitidácea, que se encuentra en la Sede Atlántica de la UCR en Turrialba. Demuestra el interés de la juventud por regenerar la cultura del árbol y apreciar sus beneficios para con la naturaleza y la vida de todas(os).


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P u b l i c a m o s otras dos fotografías que acrecientan el aporte de Manrique Suárez (Mansua) a esta edición: un tronco desnudo en algún paraje costero del país, cuyo tratamiento en photoshop lo envuelve de fuerte expresión gráfica, como para utilizarlo en un cartel.


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Y, con toda la gracia de la esperanza, nos etiqueta esta fotografía de un guayacán listo para ser depositado en el terreno, para verlo crecer, y llegar a ser árbol con todo lo que ello conlleva.


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