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MUSEO ETNOLÓGICO Alcalalí, municipio ubicado en el corazón del Valle de Pop sigue conservando el carácter y la estructura típica de un pueblo tradicional mediterráneo, propia de las construcciones árabes con calles estrechas construidas sobre pequeñas lomas y estribaciones. Situado en el interior de la comarca de la Marina Alta, tiene un término municipal de 14,4 Km2 y su altitud es de 230 metros. El municipio cuenta con una climatología excepcional, importantes recursos patrimoniales, culturales, paisajísticos y gastronómicos que lo convierten en un espacio único tanto para sus habitantes y como para los turistas. Entre los recursos patrimoniales más importantes, además de la Torre Medieval, es de destacar, la antigua Almazara, la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, la ermita de la Mosquera, la ermita del Calvari, el reloj de sol, etc. En la Llosa de Camacho pasa el meridiano 0 de Greenwich, motivo por el que se construyó un pequeño monumento situado a la salida de la villa en dirección a Pedreguer. El entorno natural que rodea Alcalalí es otro de sus atractivos. Enclavado en el corazón del Valle de Pop, el municipio está rodeado de montañas en su mayoría cubiertas por extensos bancales, herencia de los romanos. Desde el mirador de la Torre podrán contemplar magníficas panorámicas. Otro de los atractivos del municipio lo constituye la gastronomía. En Alcalalí se encuentran gran variedad de restauradores que ofrecen el placer de seleccionar entre una gran variedad de platos tanto de cocina autóctona como internacional. Entre la diversidad de platos destaca el cous-cous, el pato, el cordero y los diversos arroces, siendo la paella el plato por excelencia. La comida se acompaña con excelentes vinos de la zona. Entre los postres más típicos, herencia de los árabes, pueden

Museo etnológico español

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MUSEO ETNOLÓGICO

Alcalalí, municipio ubicado en el corazón del Valle de Pop sigue conservando el carácter y

la estructura típica de un pueblo tradicional mediterráneo, propia de las construcciones árabes con

calles estrechas construidas sobre pequeñas lomas y estribaciones. Situado en el interior de la

comarca de la Marina Alta, tiene un término municipal de 14,4 Km2 y su altitud es de 230 metros.

El municipio cuenta con una climatología excepcional, importantes recursos patrimoniales,

culturales, paisajísticos y gastronómicos que lo convierten en un espacio único tanto para sus

habitantes y como para los turistas.

Entre los recursos patrimoniales más importantes, además de la Torre Medieval, es de

destacar, la antigua Almazara, la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora, la ermita de la

Mosquera, la ermita del Calvari, el reloj de sol, etc. En la Llosa de Camacho pasa el meridiano 0

de Greenwich, motivo por el que se construyó un pequeño monumento situado a la salida de la

villa en dirección a Pedreguer.

El entorno natural que rodea Alcalalí es otro de sus atractivos. Enclavado en el corazón

del Valle de Pop, el municipio está rodeado de montañas en su mayoría cubiertas por extensos

bancales, herencia de los romanos. Desde el mirador de la Torre podrán contemplar magníficas

panorámicas.

Otro de los atractivos del municipio lo constituye la gastronomía. En Alcalalí se

encuentran gran variedad de restauradores que ofrecen el placer de seleccionar entre una gran

variedad de platos tanto de cocina autóctona como internacional. Entre la diversidad de platos

destaca el cous-cous, el pato, el cordero y los diversos arroces, siendo la paella el plato por

excelencia. La comida se acompaña con excelentes vinos de la zona. Entre los postres más

típicos, herencia de los árabes, pueden degustarse los sequillos, las tortas de huevo con

almendras y los pastissets.

Actualmente, el municipio está poblado por 1.433 vecinos. Como en la mayoría de los

municipios de los valles del interior de la comarca de la Marina Alta, la actividad económica

predominante ha sido durante años la derivada del sector primario, basada principalmente en el

cultivo y transformación de los cítricos, olivos, almendros, vid, etc.

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En Alcalalí, especialmente, los cultivos básicos fueron durante décadas la almendra, la vid

y el olivo. Para la transformación de estos cultivos se abrieron al público Almazaras. La más

importante, por su grado de actividad fue la Almazara propiedad de la Cooperativa Agrícola de

San José. Esta Almazara se puso en funcionamiento a finales de la década de los 50. Se

encontraba situada en la calle Porche, nº 33, de Alcalalí, y a ella acudían los agricultores del

municipio y de los pueblos vecinos para transformar la uva y la aceituna en vino y aceite. A

continuación se procede a explicar brevemente el proceso seguido en la Almazara de Alcalalí para

la obtención de vino y aceite.

Proceso de transformación de la vid: En primer lugar los agricultores habían de lograr

su turno y al obtenerlo llevaban la uva a la Cooperativa en capazos. Depositada la uva, se iba

vertiendo a la moledora; el caldo que caía de la moledora se filtraba por las maderas e iba a la

cubeta. Con la pasta de la uva se llenaban los esportins y se prensaba; los recipientes con los

esportins de escofina y piel tenían también una salida que se comunicaba con la cubeta

correspondiente con una manguera. De la cubeta ya se podían llenarlas garrafas, llevarlas a casa

y rellenar los toneles. Actualmente, en la Vall de Pop sólo la cooperativa de Xaló se dedica a la

producción de vino no destinado exclusivamente al consumo familiar

Proceso de transformación de la oliva: El olivo es uno de los árboles más

representativos del Mediterráneo y más ligado a nuestra cultura. Las aceitunas se recogían el mes

de diciembre; se tiraban con cañas y se recogían del suelo a mano. Hoy, sin embargo, se recogen

con una red o lona. A continuación se llevaban a la Almazara para hacer el aceite. Allí se pesaban

y se pagaba por kilo. Se vertían las aceitunas en la gronsa, que es un depósito situado encima del

regit, y que dosificaba la caída de las aceitunas en la parte interior y más menuda del trompellot.

De forma hidráulica se hacía se hacía girar el trompellot por encima del regit y como era cónico la

pasta caía hacia el exterior a la acequia. Cuando ésta estaba llena, se paraba, se ponían los

esportins y con la regidora se llenaban de la pasta de la aceituna. Después se procedía a

prensarla durante unas horas. El primer aceite que se obtenía era de más calidad, el resto se

utilizaba para hacer jabón. El aceite que se obtenía era para uso doméstico y sólo si se

consideraba que había excedente se vendía a comerciantes que pasaban periódicamente por la

almazara.

La Almazara de Alcalalí quedó sin actividad y se cerró a cualquier uso en 1998, aunque en

su interior se conservó toda la maquinaria necesaria para el desarrollo de las actividades que se

ejercían en el mismo.