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Música Autóctona de Guatemala
La postura de interesarse por la música autóctona y también por las temáticas
literarias del pasado maya se cristalizó en la actividad y obra de Jesús Castillo.
Sus oberturas indígenas y más tarde su ópera Quiché Vinak fueron fundamentales
para establecer una postura de apreciación y valoración de las herencias culturales
guatemaltecas. Su hermano Ricardo Castillo, compositor, quien tuvo la
oportunidad de estudiar en París, continuó con esta orientación, introduciendo a su
música elementos estilísticos del impresionismo y del neoclacisismo
musicales. José Castañeda fue otro compositor de esa generación en interesarse
por el pasado maya, si bien en sus composiciones instrumentales mantuvo una
postura más bien experimental, en tono con las tendencias más avanzadas de su
tiempo. Una influencia importante emanó del compositor austriaco Franz Ippisch,
quien hizo los primeros pasos hacia la valoración de la herencia musical histórica y
proporcionó recursos a varios jóvenes músicos de Guatemala. Entre los alumnos
de estos maestros varios se interesaron por seguir la misma corriente,
componiendo obras basadas en historias del Popol Vuh o en la temática
del Rabinal Achí. Esta postura valorativa se manifestó en diversos entornos
estilísticos, extendiéndose al ámbito de la marimba y de
la composición electroacústica a finales del siglo XX.
Música Autóctona de El Salvador
Antes de la llegada de los colonos españoles, El Salvador compartía la cultura con
los Mayas/Pipiles, que hablaban la lengua Náhuat, los Lencas que hablaban
Potón, los Chortís cuya lengua era la Chorti, etc. Los Pipiles fue la etnia más
numerosa; además hubo Pokomames, Cacaoperas, etc.
Poco se sabe sobre la música tradicional de estos pueblos antes del contacto con
los europeos.
La música de los Pipiles y Antiguos Mayas era principalmente
con Tambor, Traqueteo y Flauta. Un grupo notable de música indígena
es Talticpac, que significa en castellano: “sobre la tierra”.
A la venida de los españoles, la música clásica europea y la española se
mezclaron con los estilos nativos.
Una canción indígena muy conocida en El Salvador es "El Torito Pinto".
Un músico salvadoreño muy conocido fue Pancho Lara, quien escribió la canción
"El carbonero", la cual es proclamada popularmente como el segundo Himno
Nacional de El Salvador, y esta composición menciona al ave nacional, "el
torogoz".
Música Autóctona de Nicaragua
Por su parte, la música vernácula y autóctona nicaragüense es una de las más
ricas de la región centroamericana, señalando a recopiladores y autores de la
misma como Camilo Zapata, Erwin Krüger, Víctor M. Leiva, Los Bisturices
Armónicos, los hermanos Carlos Mejía Godoy y Luis Enrique Mejía Godoy, Otto de
la Rocha, Los de Palacagüina, Flor Urbina, entre otros. La música propia
nicaragüense (Son nica, polkas y mazurcas segovianas, y la música vernácula en
general) muestran gran influencia española y africana.
También en Masaya se desarrolla la marimba de arco que es un instrumento
propio de Nicaragua; aunque, la marimba como tal se conoce en todos los países
centroamericanos y el sur de México. Los chicheros son pequeñas bandas locales
que amenizan las fiestas patronales y corridas de toros.
En la región del Caribe se observan bailes y sones africanos, como el Palo de
Mayo.
Música Autóctona de Costa Rica
La música autóctona, tradicional, música folclórica, música folklórica o música típica (como se le conoce en algunos países de América), es la música que se transmite de generación en generación al margen de la enseñanza musical académica como una parte más de los valores y de la cultura de un pueblo. Así pues, tiene un marcado carácter étnico que normalmente la hace fácil de comprender a escala internacional. No obstante, existen excepciones notables como el flamenco, la jota, el tango, la samba y, en general, todos los ritmos latinos que hayan mantenido cierta entidad propia con el tiempo y sean algo más que una moda.
Características
Desde una perspectiva histórica, la música folclórica ha tenido estas características:
Es transmitida a través de una tradición oral. La música está usualmente relacionada a la cultura nacional de un pueblo. Se conmemoran eventos históricos y personales. Carece de derechos reservados en las canciones. Fusiona culturas. No es comercial. No tiene autor conocido. En algunas excepciones Se puede modificar. Se transmite de generación en generación.
Música Autóctona de Panamá
El punto es un género musical autóctono de Panamá, que incluye en su estructura
la forma melódica y la coreográfica. Posee una composición creada
específicamente para el baile, ejecutado por una sola pareja que hace gala de
donaire, precisión y gracia. Es de pura ascendencia hispánica y es considerado el
baile y género musical más bello y elegante de todo el Istmo de Panamá.
No es baile de toda una noche como puede serio el tamborito y la cumbia
panameña; el pindín y la mejorana. Se baila más bien como una demostración
atractiva entre los minutos de descanso de un baile, para regalo de los ojos y goce
del espíritu de la concurrencia a una fiesta. Si la pareja se luce, la concurrencia
estalla en aplausos y hasta hay monedas que ruedan por el suelo, en su honor.
Muchas veces los músicos, entusiasmados, han rendido su homenaje a los
bailadores notables, "doblando' los tambores como designan ellos al acto de
inclinarlos frente a los pies de la dama.