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MUTÁGENO En biología, un MUTÁGENO (latín , "origen del cambio") es un agente físico,uímico o biológico que altera o cambia la información genética (usualmente ADN ) de un organismo y ello incrementa la frecuencia de mutaciones por encima del nivel natural. Cuando numerosas mutaciones causan el cáncer adquieren la denominación de carcinógenos . No todas las mutaciones son causadas por mutágenos. Hay "mutaciones espontáneas", llamadas así debido a errores en la reparación y la recombinación del ADN . Gracias a las mutaciones, actualmente existe gran biodiversidad . Si no fuera por las variaciones que producen las alteraciones en el ADN, no habría variabilidad fenotípica , ni adaptación a los cambios ambientales. Por lo tanto, las mutaciones tienen su parte positiva, ya que todo proceso biológico tiene sus ventajas e inconvenientes. Aunque también hay que decir que el cáncer es considerado como el producto final de uno o más fenómenos de mutación.

MUTÁGENO

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mendoza cayllahua luis miguel travajo de mutageno

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MUTÁGENOEn biología, un MUTÁGENO (latín, "origen del cambio") es un agente físico,uímico

o biológico que altera o cambia la información genética (usualmente ADN) de un

organismo y ello incrementa la frecuencia de mutaciones por encima del nivel

natural. Cuando numerosas mutaciones causan el cáncer adquieren la

denominación de carcinógenos.

No todas las mutaciones son causadas por mutágenos.

Hay "mutaciones espontáneas", llamadas así debido a errores en la reparación y

la recombinación del ADN.

Gracias a las mutaciones, actualmente existe gran biodiversidad. Si no fuera por

las variaciones que producen las alteraciones en el ADN, no habría variabilidad

fenotípica, ni adaptación a los cambios ambientales.

Por lo tanto, las mutaciones tienen su parte positiva, ya que todo proceso

biológico tiene sus ventajas e inconvenientes.

Aunque también hay que decir que el cáncer es considerado como el producto

final de uno o más fenómenos de mutación.

Mutación causada por la radiación ultravioleta.

FUENTES DE LA RADIACIÓN

El simple hecho de estar vivos nos expone a radiaciones que pueden causar

mutación.

Estamos expuestos constantemente a las radiaciones:

RADIACIONES AMBIENTALES

Proceden de fuentes naturales de la radiación como los rayos cósmicos, la

luz solar y los minerales radiactivos de la corteza terrestre como el torio y el

uranio, y el gas radón.

RADIACIONES PRODUCIDAS POR EL HOMBRE

Como las usadas en exploraciones médicas porque pueden obtenerse

rayos X producidos con una máquina (radiografías) las producidas en

laboratorios de investigación, centrales nucleares porque en éstas pueden

obtenerse rayos alfa, beta y gamma de fuentes radiactivas como el radio y

el cobalto-90 y algunas plantas de manufactura.

Muchos productos de consumo producen radiación y pueden ser un factor

de exposición a la misma, como aparatos de televisión, detectores de

humo, los relojes de esfera luminosa.

También las radiaciones ionizantes que se utilizan para:

- Romper la dormancia de las semillas.

- Inhibir el brotado de las patatas durante su almacenaje, para eliminar

parásitos y para esterilizar alimentos de consumo humano.

- Contribuciones del uso médico de los rayos X y los riesgos de

irradiación en el trabajo son comparativamente menores a la exposición

natural.

Otra fuente de radiación fueron bombas atómicas y de hidrógeno, de las

que hoy en día muchas personas todavía sufren sus efectos.

EFECTO BIOLÓGICO DE LA RADIACIÓN

Los efectos biológicos de la radiación consisten en alteraciones a diversos niveles

de organización, como son las moléculas, los orgánulos y las células.

RADIACIÓN IONIZANTE

REACCIONES OXIDATIVAS: Son radiaciones con pequeña longitud de onda

y son por tanto más energéticas lo que conlleva que sean más "penetrantes". Es el

principal mecanismo por el que la radiaciones interaccionan con la materia

orgánica (y por lo tanto con el ADN)

En el proceso de penetración esta radiación de alta energía produce iones porque

al chocar con los átomos hace que éstos liberen electrones y estos a su vez

chocan con otros átomos liberándose nuevos electrones.

El cambio del número de electrones transforma un átomo en un estado reactivo

iónico. Como el 80% de la célula es agua, la radiación ionizante suele generar

radicales libres, en forma de hidrógeno o de radicales hidroxilo (OH) ionizados,

derivados ambos del agua.

Estos radicales reaccionan con otras moléculas de su misma clase para formar

peróxido de hidrógeno (H2O2) cuyas moléculas tienen gran poder de reacción y

puede destruir la estructura de las proteínas y del ADN. La lesión producida por la

radiación induce trastornos del funcionamiento de los procesos metabólicos

celulares llevándola a la muerte.

DAÑOS CROMOSÓMICOS: Dependiendo del momento de la división en el

que se irradien las células, una aberración cromosómica puede incluir una o dos

cromátidas.

Ejemplo:

A) LA IRRADIACIÓN EN INTERFASE:

Antes de que comience la síntesis de DNA, normalmente da lugar a roturas

que más tarde aparecen como si se hubiesen producido cuando los

cromosomas todavía no se hubiesen replicado (roturas cromosómicas). b)

las roturas producidas en el período de interface después de comenzar la

síntesis del DNA normalmente aparecen separadamente en cada una de

las dos cromátidas de un cromosoma (rotura de cromátidas)

Se ha sugerido que la irradiación, en lugar de roturas físicas únicas, ocasiona

“lesiones” cromosómicas que luego estimulan intercambios entre partes del mismo

cromosoma o de diferentes cromosomas, dando lugar, a su vez, a deleciones,

translocaciones y otras aberraciones cromosómicas. Así pues, las cromátidas de

un cromosoma irradiado pueden solaparse en un punto donde coinciden dos

lesiones, dando lugar a intercambios completos o incompletos. Si el intercambio

es completo, no se observa un daño morfológico aparente ya que hay una

transferencia simétrica de material cromosómico entre las cromátidas hermanas.

Tales intercambios pueden detectarse mediante técnicas de tinción diferencial.

Los intercambios incompletos dan lugar a la pérdida de material en una o en las

dos cromátidas. De igual manera, los intercambios inducidos por rayos X pueden

dar lugar a inversiones o a translocaciones, aunque en este último caso debería

ocurrir entre cromátidas no homólogas.

La radiación puede producir aneuploidía por pérdida de cromosomas.

RADIACIÓN NO IONIZANTE:

RADIACIÓN ULTRAVIOLETA

La radiación ultravioleta puede dar lugar también a aberraciones cromosómicas,

su efecto es considerablemente más suave que el de los rayos X debido a que son

mucho menos penetrantes y no dan lugar a una trayectoria de iones y por

consiguiente ha sido utilizada principalmente para estudiar mutaciones puntuales.

Teniendo una longitud de onda demasiado larga como para producir iones, la

radiación UV parece actuar afectando tan solo a aquellos compuestos que la

absorben directamente. En la célula, la absorción directa de los rayos UV está

principalmente confinada a compuestos orgánicos con estructuras en forma de

anillo, tales como los nucleótidos, siendo citosina y timina las bases que absorben

especialmente las longitudes de onda UV.

El mecanismo por el que se produce la mutación es el siguiente:

La radiación UV provoca la inserción de una molécula de agua en el doble enlace

C-C. También se rompen los dobles enlaces de timina por lo que las bases de

timina pueden conectarse para formar un dímero. Esta íntima relación entre la

radiación UV y los componentes del DNA también aparece al comparar el espectro

de absorción de la radiación UV del DNA y las tasas de mutación ocasionadas por

las longitudes de onda UV.

Estudios in vitro indican que la formación de dímeros de timina puede ser el

principal efecto mutagénico producido por los rayos UV. Tales dímeros

distorsionan la hélice de DNA e impiden su replicación, como resultado la célula

no se divide y puede morir.

También es posible una acción indirecta de la radiación UV porque puede actuar

sobre varios precursores del DNA y sobre enzimas que a su vez afectan la

mutación. Este proceso puede evitarse por foto reactivación,es decir, exponiendo

las células a radiaciones con longitudes de onda del espectro azul.

EFECTOS DE LAS MUTACIONES

Los cambios en una la secuencias de un ácido nucleico debido a una mutación

contempla la sustitución de nucleótidos pares-base e inserciones u omisiones de

uno o más nucleótidos dentro de la secuencia de ADN. Aunque muchas de estas

mutaciones sean mortales o causen una enfermedad grave, algunas solo tienen

efectos secundarios, como los cambios que ocasionan en la sucesión de proteínas

codificadas sin significancia alguna. Muchas mutaciones no causan ningún efecto

visible, ya sea porque ocurren en los intrones o porque ellos no cambian la

sucesión de aminoácidos.

ENFERMEDADES

XERODERMA PIGMENTOSUM: Variedad de procesos hereditarios que se

caracteriza por gran sensibilidad a la luz solar, los pacientes tienen

pigmentaciones cutáneas y formación de cánceres cutáneos. Los individuos

afectados por este proceso no son capaces de reparar normalmente los

daños causados al ADN por la luz ultravioleta.

Síndrome de Cockayne: Proceso autosómico rara caracterizado por

sensibilidad a la luz, retraso mental y muerte temprana.

Anemia de Fanconi: Proceso autosómico rara caracterizado por

disminución de las células sanguíneas circulantes y anomalías

cromosómicas.

Los individuos son sensibles a los rayos X y a otras radiaciones ionizantes.

La reparación del ADN es defectuosa.

Síndrome de Bloom: Proceso autosómica recesivo caracterizado por

enanismo, deterioro de la inmunidad y sensibilidad a la luz solar.

La fragilidad y translocación de los cromosomas indican una reparación

defectuosa del ADN.

Factores que no son agentes mutágenos pero que determinan si

una mutación tendrá lugar o no:

Presión de oxígeno : El efecto que tiene el oxígeno en la mutación se

debe a que forma peróxidos durante la irradiación, y como los peróxidos

son moléculas altamente reactivas pueden ser responsables de algunas

mutaciones. La actividad mutagénica del peróxido de hidrógeno puede

estar afectados por enzimas (catalasas) producidos en el interior de la

célula.

La formación de peróxidos tiene lugar mediante el siguiente

mecanismo:

La radiación ioniza moléculas de agua, dando radicales de hidrógeno e

hidroxilo (H+OH).En presencia de oxígeno los átomos de hidrógeno pueden

formar fácilmente peróxido de hidrógeno porque H+O2 da HO2. HO2+H da

H2O2 (peróxido de hidrógeno)2HO2 da H2O2+O2.

El efecto del oxígeno se demostró cuando Thoday y Red estudiaron que al

disminuir la cantidad de oxígeno durante la irradiación de Vicia faba

disminuía la frecuencia de mutación. También hay que decir que las fases

espermáticas, al tener un contenido de oxígeno superior al de los

espermatozoides presentan una susceptibilidad muy superior a la mutación

causada por los rayos X.

Temperatura: en Drosophila melanogaster choques térmicos muy altos o

muy bajos dan lugar a un incremento de la frecuencia de los letales

recesivos.

Envejecimiento: Las semillas y granos de polen almacenados durante

largos períodos de tiempo presentan un incremento de la tasa de mutación.

Se basa en la idea de que las mutaciones espontáneas se producen con

una velocidad bastante constante y que por tanto se acumulan con el

tiempo.

MECANISMOS DE REPARACION DEL ADN

La estabilidad de la copia del material genético en un entorno celular considerado

como normal está muy comprometida, por lo que si no hay nada que se oponga a

ello, el número de mutaciones por célula y generación sería de tal calibre que la

vida resultaría difícil o imposible en tales circunstancias. sin embargo, como ya se

adelantó, la célula ha adquirido a lo largo de la evolución toda una serie de

mecanismos que tienden a reducir el daño que se produce en el ADN.

Estos actúan haciendo desaparecer el agente inductor del daño, como es el caso

de las enzimas antioxidantes:

Su peróxido, dismutasa, catalasa, etc., neutralizando de esta forma especies

reactivas del oxígeno, que de otra forma podrían atacar el ADN, mientras que

otros mecanismos, tratarían de reparar el daño producido en esta molécula.

Las características generales de estos sistemas de reparación:

  – Ubicuidad: En todas las células.

 – Redundancia: Varios sistemas por célula.

 – Complejidad: Numerosos elementos intercambiables en la mayoría de los casos.

 – Eficiencia: nunca al 100% (unos más que otros).

 – Variabilidad funcional: un mismo sistema podría actuar de manera diferente en cada tipo de célula.

 – Homología interespecífica: por lo general bien conservados evolutivamente.

Características generales de los sistemas de reparación y supervisión del ADN.

 La importancia que tiene el mantener una copia “sana” del material

genético para la célula, ha hecho que desde una etapa muy temprana,

los seres vivos desarrollasen toda una serie de estrategias para

reparar los daños que se producen de manera constante en el ADN.

Los primeros estudios que analizaron estos mecanismos se llevaron a

cabo en procariotas, más tarde el campo se amplió a eucariotas. En

ambos casos se observó que dichos mecanismos son redundantes, es

decir que la célula no confía la supervisión y reparación de su genoma

a uno sólo de ellos, sino que dispone de varios que en muchos casos

interaccionan. Se calcula que una célula de mamífero dispone de al

menos 130 genes involucrados en tales funciones, y no resultaría

extraño que, a medida que se conozca mejor el papel de los distintos

genes humanos, aparezcan nuevos loci relacionados con la reparación

del ADN. Estos datos, por sí solos, dan una idea de la importancia que

para una célula tiene el mantener su genoma sin defectos. Pero el

aspecto más representativo de la importancia de los mecanismos de

reparación del ADN tal vez sea el gran número de patologías cuya

etiología se asocia a fallos en elementos moleculares en dichos

mecanismos.

En la mayoría de los casos, en estos mecanismos intervienen

numerosos componentes, por lo que su modo de acción no deja de ser

complejo. En nuestro caso presentaremos los más relevantes (Tabla

3), y dentro de cada uno se presenta de forma simplificada su

mecanismo de acción.

 REPARACIÓN DIRECTA

 Por estos mecanismos se reparan: metilación de guanina, y en

algunos vertebrados dímeros de pirimidina. No intervienen nucleasas

ni ADN-polimerasas.

 REPARACIÓN INDIRECTA

 Hay intervención de nucleasas y ADN-polimerasas. Se necesita hebra

“molde” perteneciente al mismo cromosoma o al homólogo.

Escisión de base. Reparan casos de alteraciones puntuales en bases

nitrogenadas. Se origina un “sitio AP” y luego se retira el nucleótido “AP” y

se resintetiza la hebra.

Escisión de nucleótido. Reparan alteraciones que distorsionan la

conformación del dúplex y que obstaculizarían la transcripción y replicación.

Generalmente inducidos por bases alteradas o mal apareadas. Una

nucleasa escinde una porción de la hebra próxima al lugar del daño.

Inmediatamente se resintetiza una nueva siguiendo el molde

complementario.

Recombinación de regiones homólogas/ Unión de fragmentos terminales de

hebras rotas. Reparan lesiones en las que se ven afectadas ambas hebras,

o en las que no existe una hebra complementaria que pueda actuar de

molde fiable. Mecanismo más complejo que los anteriores.

Diferentes sistemas de reparación del ADN en eucariotas según su

mecanismo de acción. 

La etapa más importante del proceso tal vez sea aquella en la que se

detecta el punto o puntos del genoma donde se localiza la alteración.

Se cree que una de las condiciones para que esto se pueda llevar a

cabo es que la molécula de ADN se encuentre descompactada, lo que

permitiría al sistema de detección “rastrear” dicha región en busca de

errores, que se localizarían por la distorsión estructural que un

apareamiento de bases incorrecto produce en el dúplex.

En este sentido hay evidencias de que tanto la replicación como la

transcripción del ADN son etapas donde se lleva a cabo una intensa

actividad por parte de los sistemas de reparación.

Los sistemas de reparación indirecta intervienen sobre el ADN, en

replicación (fase S), transcripción o sobre hebras de ADN

seccionadas. Como ya se comentó anteriormente, la propia polimerasa

del ADN, o algunos de los componentes del mecanismo

transcripcional, llevan a cabo la supervisión de la copia recién

sintetizada. En otros casos hay complejos moleculares que cooperan

con la polimerasa del ADN resolviendo casos en los que esta ha de

replicar o transcribir una determinada zona del genoma en la que se

detecta una alteración. A pesar de la gran cantidad de mecanismos y

moléculas que intervienen en estos procesos hay un denominador

común en todos ellos, y es que la mayoría están conservados

evolutivamente.

Otros de los mecanismos que actuarían para preservar la integridad

del material genético serían aquellos que, en lugar de intervenir

reparando la copia del ADN, lo harían supervisando la integridad de

los desoxirribonucleótidos que serán utilizados para la síntesis del

ADN, ya que algunos derivados de estos pueden ser incorporados por

la polimerasa en lugar del d-ribonucleótido normal pudiendo dar lugar

a una mutación, tal es el caso del 8-hidroxi-dGTP.

 MECANISMOS DE REPARACIÓN DIRECTA:

-  RECUPERACIÓN DE GUANINAS

METILADAS

Una de las alteraciones que se conocen en el ADN es el caso de la

metilación de restos de guanina para formar O6-metilguanina; en este

caso la célula dispone de una enzima “suicida” que localiza el lugar de

la alteración y seguidamente transfiere el grupo metilo desde la

guanina a un resto de cisteína en su centro activo, la enzima queda

ahora inactivada, ya que este proceso no es reversible

 

Recuperación de guaninas metiladas por acción de la guanina metil-

transferasa.

- REPARACIÓN DE DÍMEROS DE PIRIMIDINA

Un sistema similar actúa en procariotas y en muchos eucariotas, en él

interviene una enzima que detecta dímeros de pirimidina que se

producen en restos adyacentes C-C, C-T (siendo el más frecuente T-

T).

En procariotas la enzima que repara esta alteración es la fotoliasa. En

primer lugar la enzima localiza el punto donde se ubica el dímero y

seguidamente se posiciona sobre él y repara la alteración.

REPARACIÓN DE DÍMEROS DE PIRIMIDINA.

 Esta enzima además tiene una interesante peculiaridad, y es que se

activa por irradiación con longitudes de onda visibles próximas al U.V.

Aunque en algunos vertebrados se han detectado enzimas que actúan

de manera similar a la fotoliasa no se ha descrito todavía para el caso

del ser humano, donde este tipo de alteraciones se repara por otros

mecanismos. En este caso, los dímeros de pirimidina (que se supone

un tipo de lesión frecuente que produciría el envejecimiento de la piel)

se pueden reparar por otro mecanismo (escisión de nucleótido) que se

describirá más adelante.

 MECANISMOS DE REPARACIÓN INDIRECTA

En general estos mecanismos actúan eliminando la base alterada

utilizando diferentes estrategias:

 REPARACIÓN POR ESCISIÓN DE BASE:

En este caso la base alterada es retirada del ADN por un tipo de

enzimas denominados glicosidasas. Hay varias y cada una se ocupa

de un tipo de modificación (Hipoxantina-ADN glicosidasa, uracil-ADN -

glicosidasa, etc.). Cuando estas retiran la base dañada se genera un

sitio AP (también se pueden generar sitios AP por otras causas), que

resultaría muy mutagénico si se dejase sin reparar, ya que bloquearía

la replicación o transcripción del ADN en ese punto, por lo que

seguidamente interviene una endonucleasa que retira el resto de

ribosa fosfato del sitio AP, dejando un hueco de un nucleótido que es

rellenado inmediatamente por la acción de una polimerasa del ADN,

por último la hebra es sellada por la ligasa .

 

Mecanismo de reparación por escisión de base.

 

 Reparación por escisión de nucleótido o hebra

Este mecanismo de reparación es muy similar al anterior, y de hecho

comparte con aquél algunos de sus elementos moleculares.

En una primera etapa, el sistema reconoce el punto de la lesión.

Seguidamente actúa una endonucleasa que corta un pequeño

fragmento de la hebra que presenta la lesión a ambos lados de la

misma dejando entre el nucleótido afectado y ambos puntos de corte

varios nucleótidos.

Luego se retira esta porción de la hebra al tiempo que una polimerasa

de ADN comienza la síntesis del fragmento que sustituirá al eliminado,

tomando como molde la hebra “sana”.

 

Mecanismo de reparación por escisión de nucleótido. 

Como en el caso anterior la ligasa sellará la hebra nueva, dejando de

esta forma reparada la alteración (en la descripción de estos

mecanismos, y para su simplificación, se omiten otras proteínas que

intervienen en el proceso, y que son también importantes para que

este se lleve a cabo).

Son muchas las alteraciones que se reparan por este mecanismo,

entre ellas los dímeros de pirimidina, bases alteradas, etc.

En bacterias este sistema está muy bien estudiado y se parece

mucho al que actúa en levaduras (eucariotas unicelulares), aunque en

estas últimas consta de más elementos y es por ello más complejo.

En mamíferos el sistema es similar al de levaduras lo que demuestra

que está evolutivamente bien conservado.

 

-  Mecanismos de reparación por

recombinación

Este mecanismo es complejo, y a diferencia de los hasta ahora

estudiados, utiliza una estrategia de recombinación similar a la que

opera en el intercambio de cromátidas que se da en la meiosis,

uniendo regiones homólogas de los cromosomas paternos y maternos.

El tipo de alteraciones que se reparan mediante este mecanismo

suelen ser aquellas que, por diferentes razones, no permiten disponer

de hebra molde (rotura de hebras, apareamientos anómalos entre

bases, etc.). Este último tipo de anomalía ha de ser reparada antes de

que la zona sea replicada por la polimerasa, ya que de no ser así se

podría bloquear el proceso replicativo en dicho punto o inducir una

mutación permanente en la descendencia celular. Si durante la fase S

del ciclo celular, la polimerasa de ADN se encuentra una alteración

que no ha sido reparada anteriormente, puede ocurrir que introduzca

un nucleótido al azar con el consiguiente riesgo de mutación, o

continúe su labor dejando sin replicar la zona alterada hasta su

reparación. En este último caso la solución al problema consiste en

retirar la porción de una de las hebras no replicadas y seguidamente

sintetizar una hebra nueva de ADN por un mecanismo que toma como

molde la hebra complementaria del cromosoma homólogo

 Se han descrito varias polimerasas del ADN que participan en la

resolución de problemas de este tipo. En general estas polimerasas no

poseen la alta fidelidad de copia de la polimerasa normal (la que

replica el genoma en la fase S del ciclo celular), por lo que cabe

esperar una tasa de error incrementada con respecto al que presenta

esta última, y parece que cada una de ellas se especializa en

solucionar un tipo específico de alteración.

 

Mecanismo de reparación de cromosomas fragmentados.

Reparación mediante recombinación.

 La fase S del ciclo celular resulta crítica para la vida de la célula, ya

que en ella el material genético a replicar ha de estar en las mejores

condiciones posibles antes de ser transferida a la descendencia, de tal

forma que si dicha copia está muy dañada podría bloquear el proceso

replicativo, hasta el punto de que la célula opte por el “suicidio”

(apoptosis) para evitar que pasen genes defectuosos a la

descendencia. El mismo sistema que regula la entrada en apoptosis

alerta a los mecanismos de reparación de errores en la copia del ADN

celular a transcribir. En caso de que este sistema falle podrían

acumularse un número excesivo de mutaciones en la célula. En este

sistema de control participan numerosas proteínas, aunque una de

ellas, la denominada p53 juega un papel decisivo en el mismo. Una

prueba evidente de la importancia de esta proteína en el control del

ciclo celular la tenemos en el hecho de que una de las mutaciones

más frecuentes en tumores afecta a dicha proteína, este aspecto se

tratará más en detalle en el siguiente apartado.

El sistema de reparación por recombinación homóloga se cree que es

utilizado con frecuencia por la célula para llevar a cabo la reparación

de cromosomas rotos. Este tipo de lesión, como ya se ha comentado,

puede producirse por ataque de radicales hidroxilo sobre el dúplex de

ADN. De no repararse, la presencia de tales alteraciones provocará

graves daños a la célula, y su descendencia será con toda

probabilidad inviable debido a la pérdida de una cantidad importante

de material genético. Por ello la célula es particularmente sensible a

este tipo de lesión, y para remediarlo pone en marcha complejos

mecanismos de reparación en los que intervienen un elevado número

de proteínas.

Además de esta estrategia de reparación que se basa en la

recombinación homóloga, se sabe que la célula dispone de otra no

menos sofisticada (aunque menos estudiada) para reparar el mismo

tipo de lesión. En este mecanismo la reparación de la rotura se

produce por empalme entre los extremos de los fragmentos del dúplex

truncado.