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Nace en Montemayor el Nuevo, Portugal en
1495
De familia pobre pero muy piadosa.
Su madre murió cuando él era joven
y su padre entro en la vida religiosa hasta su
muerte.
Ejerció como pastor y fue tan apreciado por su
patrón que este le propuso, sin
éxito,que se casara con su hija
y fuese su heredero.
Juan entró en la milicia y participó en varias
batallas de Carlos V.
En una de las campañas le pusieron a cuidar un
depósito y, como el enemigo logró saquearlo, le
condenaron a la horca.
Juan se encomendó a la Virgen María y le perdonaron la vida.
Dejo la vida militar pero en ella aprendió a ser disciplinado y sufrido.
Se dedicó entonces a vendedor ambulante de
libros y estampas religiosas.
En una ocasión, llegando a la ciudad de Granada, vio un niño muy pobre y se ofreció a ayudarlo.
Aquel niño era Jesús quien le dijo antes de
desaparecer: "Granada será tu cruz"
En una ocasión asistió a la prédica del famoso
Padre San Juan de Ávila
que estaba de visita en Granada.
En plena prédica, cuando hablaba contra la
vida de pecado, San Juan se
arrodilló y comenzó a gritar: "Misericordia Señor,
que soy un pecador".
Tenía unos 40 años.
Se confesó con San Juan de Ávila y se propuso
como penitencia hacerse el loco para adquirir
rechazos y humildad.
Repartió todas sus posesiones entre los
pobres.
Deambulaba por las calles pidiendo
misericordia a Dios por todos su pecados.
La gente lo creyeron loco y lo trataban con gran desprecio.
Hasta lo atacaban a pedradas y golpes. Al fin lo llevaron
a un asilo para locos donde recibió fuertes palizas, como se hacia en esa época con los pobres dementes.
Sin embargo sus custodios notaban que Juan no se disgustaba por los azotes sino que lo ofrecía todo a
Dios.
Juan también corregía a los guardias y les llamaba la atención por el modo tan
brutal de tratar a los demás
enfermos.
Cuando San Juan de Ávila volvió a la ciudad y supo que Juan estaba recluido en un asilo para locos,
fue y logró sacarlo.
Le aconsejó que no hiciera más la penitencia
de hacerse el loco.
En vez se debería dedicar a una verdadera "locura
de amor": gastar toda su vida
y sus energías ayudando a los enfermos más
miserables por amor a Cristo Jesús,
a quien ellos representan.
La estadía de Juan de Dios en el asilo fue providencial.
Comprendió el gran error que es pretender curar
las enfermedades mentales
a bases de golpes y desprecio.
Se propuso ayudarles.
Alquila una casa vieja en Granada para recibir a
cualquier enfermo, mendigo, loco, anciano,
huérfano o desamparado.
Durante todo el día atiende a cada uno
con el más exquisito cariño, haciendo de enfermero, cocinero, barrendero,
mandadero, padre, amigo y hermano de todos.
Por la noche se va por la calle pidiendo limosnas para sus pobres.
Sabía poco de medicina pero tenía mas éxito
curando enfermedades mentales
que cualquier médico. Enseñó con su ejemplo que a ciertos enfermos hay que curarles primero el alma
con amor si se quiere obtener
la curación de su cuerpo. Este fue el comienzo de la fundación de su
hospital. Mas tarde vinculó a su
obra un grupo de compañeros,
los cuales constituyeron la Orden de los Hospitalarios
de San Juan de Dios.
Pronto se hizo popular el grito nocturno de Juan por las calles de Granada.
"¡Haced el bien hermanos,
para vuestro bien!"
Las gentes salían a la puerta
de sus casas y le daban las sobras de la comida
del día.
Al volver cerca de medianoche se dedicaba
a hacer aseo en el hospital, y a la
madrugada se echaba a dormir un
rato debajo de una escalera.
La obra llegó a oídos del señor obispo.
Admirado le añadió dos palabras a su nombre que en adelante sería "Juan de
Dios".
Como Juan de Dios cambiaba sus ropas por los
harapos de los pobres que
encontraba en las calles, el prelado le
dio un hábito negro con el
que se vistió hasta la muerte.
Un día su hospital se incendió. Juan de Dios entró varias veces
a través de enormes llamaradas para sacar a los enfermos sin sufrir quemaduras. Así logró salvarle la
vida a todos sus pacientes.
Otro día el río creció y arrastraba troncos y
palos. Juan necesitaba abundante leña para el invierno para
sus ancianos.
Mientras sacaban troncos del río, uno de sus
compañeros jóvenes de pronto fue arrastrado por la corriente. Juan se
lanzó al agua para salvarle la vida.
El agua fría le hizo enfermar
y empezó a sufrir espantosos dolores. Trataba
de que no se notara cuanto sufría.
Por la artritis tenía sus piernas retorcidas y con
grandes dolores.
Eventualmente se hizo imposible esconder su enfermedad.
Una señora obtuvo del señor obispo autorización para llevarlo a su casa y cuidarlo un poco. El santo fue ante el Santísimo Sacramento para despedirse
de su amado hospital.
Le confió la dirección de su obra a Antonio Martín
quien había tenido gran enemistad
con otro hombre.
Juan los reconcilió y ambos habían entraron con
el a la vida religiosa
como buenos amigos.
Al llegar a la casa de la rica señora, Juan exclamó:
"OH, estas comodidades son demasiado lujo para mí
que soy tan miserable pecador".
Allí trataron de curarlo de su dolorosa enfermedad,
pero era tarde.
El 8 de marzo de 1550, sintiendo que le llegaba la
muerte, se arrodilló en el suelo y
exclamó: "Jesús, Jesús, en tus manos me encomiendo", y quedó
muerto, así de rodillas.
Muchos milagros se han atribuido a su intercesión. El Papa lo canonizó en 1690. Es Patrono de los que
trabajan en hospitales y de los que propagan libros religiosos.
Los religiosos Hospitalarios de San Juan de Dios, unos
1,500 sirven a enfermos mentales
y otros enfermos en 216 casas en todos los continentes.
En Italia se les conoce como «Fatebenefratelli».
Los primeros beatos de Colombia pertenecieron a esta
santa comunidad.
"Si mirásemos cuán grande
es la misericordia de Dios,nunca dejaríamos de hacer bien mientras
pudiésemos: ...Porque así como el agua
mata al fuego, así la caridad al pecado...”
-San Juan de Dios-
Oración
Señor, tú que infundiste en san Juan de Dios
El espíritu de misericordia, haz que nosotros,
practicando las obras de caridad,
merezcamos encontrarnos un día entre los elegidos de
tu reino.
Por nuestro Señor Jesucristo.
Todo lo que hicisteis con cada uno de estos
mis hermanos enfermos, conmigo lo
hicisteis (Mt. 25,40).
http://siembraconmigo.blogspot.com
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