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1 Nacionalidad, Socialismo y Globalización Ponencia de Chile para el Tercer Encuentro Ideológico de Nacionalidad y Socialismo, México 2003.

Nacionalidad, Socialismo y Globalización

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Nacionalidad, Socialismo y Globalización

Ponencia de Chile para el Tercer Encuentro Ideológico de Nacionalidad y Socialismo, México 2003.

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Nacionalidad, Socialismo y Globalización

Ponencia de Chile para el Tercer Encuentro Ideológico de Nacionalidad y Socialismo, México 2003.

“Nosotros tendremos un Gobierno Mundial, agrade o no. La única pregunta es saber si se creará por conquista

o por consentimiento”.

Paul Warburg Miembro del C.F.R. y del Grupo Bildelberg

(Actas del Senado Norteamericano – 17 de Febrero de 1950)

“Gente sin mandato, que sólo se representa a sí misma, que no rinde cuentas a nadie, recibe el encargo de administrar el mundo y a sus habitantes (no consultados) de acuerdo con las recetas rígidas de un régimen que jamás anunció su existencia pero que de esa manera se consolida aún más, en detrimento de los pueblos”.

“Organismos que en conjunto ejercen plenos poderes, encargados de conducir la economía global, no pueden sino mutilarla en función de consignas monomaníacas que ningún individuo ni grupo de personas físicas les ha dado, que sólo se sustentan en el aire y en la concatenación de lógicas correspondientes a la omnipotencia del lucro privado”.

Viviane Forrester “Una Extraña Dictadura”

¿Constituyen la Nacionalidad y el Socialismo alternativas viables ante la Globalización? ¿Tienen

hoy cabida estos conceptos en un mundo al menos aparentemente ya “globalizado”?, o por el contrario,

¿son simples vestigios arcaicos y obsoletos de una realidad histórica superada por el tiempo y los

conocimientos? Finalmente, ¿existe siquiera alguna posibilidad de reemplazar la Globalización por una

propuesta diferente aunque de igual potencia?

Quizá para algunos estas preguntas podrían parecer de perogrullo. Para ellos: “La globalización

es un proceso irreversible ante el cual no existe ninguna posibilidad o alternativa”.

Para otros, tal vez, la sola idea de que conceptos como “Nacionalismo”, o “Socialismo”, posean

aún alguna vigencia, implica negar las cuestiones antes planteadas.

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Hay quienes sostienen, incluso, que se encuentran de acuerdo con la Globalización, pero no con

un mundo “dividido entre globalizados y globalizadores”

Para nosotros, sin embargo, posiciones como las mencionadas sólo esquivan el análisis y reflejan

claramente la posición –el “lugar en el mundo”-, de quienes así opinan. Efectivamente, al menos en

términos conceptuales, el mundo ya se encuentra dividido entre “Globalizadores”, y ya –o al menos

potenciales- “Globalizados”.

Para los primeros, preguntas como las que inician este ensayo simplemente no tienen sentido.

Para los segundos, entre los cuales desde ya nos incluimos, estas preguntas son de gravitante actualidad,

fundamental trascendencia e ineludible importancia.

En efecto, desde el 11 de Septiembre del 2001, se ha venido afirmando que “el mundo cambió”.

Si esta fecha y los hechos que en ella ocurrieron marcan efectivamente o no un punto de inflexión en la

historia, es algo que aún está por verse.

Sin embargo, es claro que el inicio del Siglo XXI para América –esto es, para todas las naciones al

sur del Río Grande-, implica un desafío fundamental e ineludible: la preservación de su identidad, de su

cultura y de un futuro libre, soberano e independiente, o bien, su completa subordinación social,

política, económica y cultural, al Imperio dirigido desde los Estados Unidos por quienes están empeñados

en imponer al Planeta –por conquista o consentimiento- un único, omnipotente y absoluto Gobierno

Mundial.

Este desafío para las Naciones de América, es lo que deseamos analizar en nuestra ponencia para

el “Tercer Encuentro Ideológico Internacional de Nacionalidad y Socialismo, México 2002”.

Alexis López Tapia

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I.- Las ideas fundamentales del Mundialismo

En sentido estricto, la noción de un mundo “global” –paso previo indispensable para el

surgimiento de las ideas mundialistas-, puede retrotraerse históricamente a los griegos. En efecto, el

geógrafo Eratóstenes (275-195 a.C.) calculó la circunferencia del planeta, y en la Biblioteca de Pérgamo

se construyó un modelo de globo terráqueo, quizá el primero. De igual modo, las primeras

organizaciones “internacionales” también surgieron en Grecia: Anfictionía de Calauria (1100), Liga de

Delfos, Confederación Acadiana y de Beocia, Liga del Peloponeso, Confederación de Atenas, y otras.

Sin embargo, sería sólo con el regreso de la expedición de Hernando de Magallanes a Europa, en

1532, que se completa la primera vuelta alrededor del mundo, y se confirma que el Planeta es un

“globo”. En tal sentido, puede sostenerse que el primer acto jurídico de naturaleza mundialista, fue el

Tratado de Tordesillas, firmado en 1494 por los reyes de Católicos de España y Juan II de Portugal con el

auspicio de la Santa Sede, por el cual se “atribuyó” a los gobernantes castellanos las tierras descubiertas

o por descubrir, a 370 leguas al Oeste de las Islas del Cabo Verde. La naturaleza de este “Tratado”, que se

realizó en la más completa ignorancia de los pueblos que serían sometidos a sus dictados, marca una

jurisprudencia ilegítima que será desde allí constante en las ideas “mundialistas”.

Sólo a partir de entonces, será posible pensar de modo “global”, esto es, “mundial”. Aunque, de

todos modos, las limitaciones propias de los medios de comunicación, particularmente los de transporte,

limitaron -cuando no impidieron-, que una visión unificadora pudiese imponerse en el Planeta durante

los siguientes cuatro siglos.

No obstante, los criterios fundamentales del pensamiento “mundialista” no estuvieron -en su

origen-, ligados directamente a las posibilidades materiales de su realización: la noción de que

determinadas ideas tienen validez “universal”, las “verdades universales”, son propias del surgimiento y

expansión de las religiones reveladas monoteístas, particularmente el Cristianismo y el Islam, así como

en general de aquellas concepciones que determinan una activa difusión por quienes las sustentan. Al

respecto, es necesario señalar que será sólo con San Pablo –Saulo de Tarso-, que el Cristianismo

adquirirá el carácter “universal” con que hoy lo conocemos.

Adicionalmente, muchas de las características del Mundialismo estarán claramente influenciadas

por la teología subyacente a las religiones reveladas, particularmente, a su escatología o creencia en el

“Fin del Mundo”, o –dicho en términos nietzscheanos-, en el “Fin de la Historia”.

En fecha tan temprana como 1737 y 1741, el educador del pretendiente a la corona británica, el

escocés Ramsay, en su calidad de orador de las grandes logias francesas, había lanzado en su

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fundamental “Discurso de un Gran Maestre”, la idea de una “República democrática universal, que

debería fundarse sobre la tolerancia absoluta” (1).

Bajo estas premisas, en 1926, apareció en Francia una obra muy curiosa con un título

enigmático: “Paris, Capital de las religiones o la misión de Israel”, de Jean Izoulet, profesor de filosofía

social del Collège de France.

Desde las primeras páginas, se nos dice que “La idea de la unificación progresiva del globo es una

idea en marcha. Pero ella está generalmente acoplada a otra idea: la idea de pacifismo y de desarme

inmediato y universal”.

El libro del profesor Izoulet señala: “La religión es la esencia misma, o si uno quiere, la doble, la

triple, la cuarta y la quintaesencia de la política. Sin el gobierno religioso y moral, no se sabría ni se

tendría fe en el gobierno político y social. Sin la obediencia interna de la Ley Moral, no se sabría ni se

tendría fe, permanentemente, en la obediencia externa de la Ley “legal”” (op. cit. págs. 118-119)”.

Pero, ¿a qué religión se refiere el autor?

Izoulet no tarda en contestar: “Pero esta es una última o primera religión, que no tiene nada de

regional o de local, y que está por todas partes presente. Una religión internacional e intercontinental, en

una palabra, una religión global. Y esta es la religión Mosaica de Israel” (op. cit. pág. 50).

En la siguiente página, Izoulet aclara que: “Es el primer cristianismo el que importa a Israel”.

Agregando: “Este es un mosaísmo que está inconscientemente camuflado para el uso del mundo pagano,

y que ha conquistado para Israel 650 millones de almas. Actualmente, el camuflaje ha desaparecido, y

Moisés aparece como solo y único jefe de la religión universal y eterna; como solo y único jefe de la

religión cívica y científica, como solo y único jefe, en fin, de la religión laica”. Ya que, después de todo, “Si

Israel aspira al Imperio del Mundo, está en su derecho” (p. 52).

Y en conclusión “Sólo existe un problema sobre la tierra, y es el problema de Israel”, “Problema

que posee dos caras: la cara interna del laicismo (relación de la ciencia y de la fe), y la cara exterior del

Internacionalismo (relación de la Patria y la Humanidad)”. Señalando por último que “el Laicismo y el

Internacionalismo son las dos caras del judaísmo”.

“Para fundar este nuevo poder espiritual, es necesario dirigir las instituciones espirituales e

intelectuales, mentales y morales que se llaman Universidades”. La meta es llegar a formar la “Federación

de las Mil Universidades”.

“En la cúspide de esta Federación de las Mil Universidades, se creará una universidad suprema,

una universidad planetaria, una universidad mundial para conducir el coro inmenso de mil universidades

esparcidas por el mundo entero” (p. 151).

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“Y podemos sugerir que las principales funciones de esta Suprema Universidad consistirán en

establecer”:

1.- Un idioma mundial

2.- Una moneda mundial

3.- Una religión mundial

4.- Una ciencia (con una división del trabajo de investigación científica) mundial

5.- Una historia (con una primera fecha) mundial

6.- Una literatura mundial

7.- Un arte mundial

8.- Un periodismo mundial

9.- Una Oficina del Arbitraje Mundial – Un Tribunal Mundial

10.- Un Orden mundial de honor

11.- Un calendario mundial de grandes hombres (ampliado a todas las razas)

12.- Una biblioteca mundial

13.- La Exposición mundial

14.- Las Misiones Comerciales y la Bolsa de Valores mundiales

A la lista proyectada por Izoulet, nosotros simplemente queremos agregar:

15.- Un Gobierno Mundial

De este modo, ya a inicios del Siglo XX las directrices fundamentales del Mundialismo han

quedado establecidas, al menos, en términos teóricos.

Su implementación ha sido sin embargo, un proceso continuo, que ha venido a acelerarse

significativamente gracias a la evolución de los medios de transporte y comunicación, que hoy posibilitan

–de hecho-, la aplicación práctica y efectiva de las ideas globalizadoras.

Y por ello, resulta evidente que muchas de las ideas de Izoulet han sido desarrolladas incluso con

antelación a la posibilidad práctica de su aplicación. Veamos:

Notas:

(1) Dieter Swarz, “La Francmasonería. Cosmovisión, organización y política”, Zentralverlag der NSDAP, Franz Eher Nachf. G.m.b.H.,

Berlín, 1938. - Ed. Nueva Cruzada, Buenos Aires, Argentina, 1998.

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1.- Un lenguaje Mundial

Una de las tentativas más significativas fue la creación en 1887, por el francmasón alemán

Zamenhof, del llamado idioma internacional: el “Esperanto”. “La francmasonería francesa, sobretodo la

del Gran Oriente de Francia, durante la primera mitad del Siglo XX, intentó divulgar el Esperanto. En la

Gran Logia de Francia, existe, desde 1913, la Logia Esperanto, que trabaja en esta lengua” (2).

Los motivos de la creación de esta lengua tienen claras justificaciones escatológicas. Un artículo

de Hermine Sabetay, secretario del Comité Regional de Países Latinos de la Sociedad Teosófica, señala:

“El pueblo hebreo cree en el avenimiento, en un futuro indeterminado, de una época mesiánica, que a

traerá el restablecimiento de la lengua única”, lengua que –según la Biblia-, se habría perdido como un

castigo de Dios por la construcción de la Torre de Babel. Agregando que “Aunque este ideal es una utopía

en las condiciones actuales, es no obstante un esperado proyecto para la Sexta sub-raza, que sucederá a

la actual –la Quinta-, y que establecerá el Reino de la Fraternidad Universal, sostenido por una lenguaje

común a todos” (3).

Al respecto, vale mencionar aquí la noción que, con respecto a esta “Sexta sub-raza”, describió el

francmasón vienés Coudenhove-Kalergi, presidente del “Movimiento Paneuropeo”, en su ensayo

“Idealismo Práctico”, de 1925: “El ser humano del futuro será mestizo. Las actuales razas y castas

desaparecerán (sic), víctimas de la superación cada vez mayor de espacio, tiempo y prejuicio. La raza del

futuro, eurásico-negroide, exteriormente semejante a la egipcia antigua, reemplazará la multiplicidad de

los pueblos por una multiplicidad de personalidades”.

Adicionalmente, en otro escrito de Coudenove-Kalergi, publicado en 1923 bajo el título de

“Nobleza”, se lee en la página 39: “En lugar de destruir al judaísmo, Europa -contra su voluntad-,

mediante aquel proceso artificial de selección lo ha ennoblecido, educándolo como nación conductora del

futuro… De este modo, una bondadosa Providencia, en el momento en el que la nobleza feudal entró en

decadencia, obsequió mediante la emancipación de los judíos una nueva raza noble por gracia del

espíritu”.

Sin embargo, pese a lo anterior, los intentos por difundir el Esperanto han tenido poco éxito, y

actualmente –pese a poseer incluso diccionarios, gramáticas y literatura-, es sólo motivo de curiosidad.

Mayor éxito, aunque por otras razones, ha tenido el inglés norteamericano, actual “lingua

franca” al menos en Occidente, y con pretensiones de lograr efectivamente un predominio “mundial”,

sobretodo en virtud del auge de las comunicaciones a través de la Red Internacional de Computadores,

Internet.

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Cabe señalar, sin embargo, que el inglés que tiende a “universalizarse” está lejos de aquello que -

en rigor- constituye dicho idioma: lo cierto es que sobre la base del inglés se ha desarrollado una

verdadera explosión de jergas, mezcla bizarra y a veces ininteligible de varios idiomas que circulan, se

entrecruzan y difunden por la red.

Adicionalmente, la realidad material del lenguaje conspira contra las ideas mundialistas. Las

lenguas y los idiomas surgen, se desarrollan y mueren como una específica forma de adaptación cultural

a condiciones ecosistémicas y ecosociales determinadas. La pretensión de imponer un único idioma, una

única lengua, implica negar la calidad cambiante y ricamente adaptativa del lenguaje, a la par de su

estabilidad, ya que en esencia constituye un “órgano” en evolución permanente junto al ser humano.

Dicho en pocas palabras: la posibilidad efectiva de la existencia de una “única lengua universal”,

está biológica y socialmente determinada por la existencia de una “única raza y cultura universal”, que –

citando a Coudenove-Kalergi-, “será mestiza”.

No obstante, cabe destacar que este es también uno de los principales objetivos del

Mundialismo: el fomento de la mezcla racial a nivel mundial, a excepción, únicamente, de los miembros

de la “raza noble por la gracia del espíritu”.

Notas:

(2) Diccionario Universal de la Francmasonería. Edición de 1974. Tomado de «La Trilatérale et les secrets du Mondialisme», de Yann

Moncomble, Paris, 1980.

(3) El Loto Azul, Revista de la Sociedad Teosófica, Noviembre de 1973.

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2.- Una moneda mundial:

Los intentos por unificar las transacciones internacionales en torno a una moneda única tienen

amplios precedentes. Su aplicación práctica, no obstante, ha encontrado diversas dificultades, cuya

resolución resumió ya en 1976, Albin Chalandon, miembro del Grupo Bilderberg, sosteniendo que “lo

esencial sigue siendo la instauración de un mecanismo coercitivo, que imponga a cada país un mínimo de

disciplina (económica) sin la cual no puede haber un orden monetario internacional” (4).

Este “mecanismo coercitivo”, ha venido en la práctica a ser asumido por el Fondo Monetario

Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que si bien, no han instaurado una moneda única en términos

planetarios, controlan la circulación internacional del Dólar estadounidense, el cual -para todos los

efectos prácticos-, constituye ya una moneda mundial.

Al respecto cabe destacar que más del 60% del circulante de dicha moneda, se encuentra fuera

de Estados Unidos, y que, adicionalmente, esta moneda ya no posee relación con un patrón “universal”,

como durante gran parte del Siglo XX fue el oro. En efecto, como señaló Alan Greenspan, jefe de la

Reserva Federal de los Estados Unidos, el dólar hoy está respaldado “por la confianza del pueblo

americano (sic)”.

Por otra parte, las economías de varios países se han “dolarizado”, particularmente en Sur

América, a partir de Ecuador.

Otro ha sido el caso de Argentina. Como resultado del plan de convertibilidad desde 1991, la

economía trasandina sufrió un fuerte deterioro de su aparato productivo nacional y un aumento

creciente de la tasa de desempleo y la delincuencia a nivel nacional. En otras palabras, el sostenimiento

de la paridad Dólar-Peso se logró mantener con un altísimo costo social, costo que finalmente determinó

una debacle financiera que ha significado un colapso de la economía del país, y cuyo futuro es incierto.

En este caso, y tal como lo señalaba Chalandon ya en 1976, el Fondo Monetario Internacional ha

presionado para que en Argentina se “imponga un mínimo de disciplina”, cuyo nuevo costo social

repercutirá por décadas en el país.

Pero, la moneda única, aún es un proyecto de incierto futuro. El surgimiento de grandes bloques

económicos con una moneda propia, como el Euro, suponen un freno potencial, al menos por ahora,

para la instauración global de este proyecto.

Adicionalmente, la subsistencia del Dólar como moneda de intercambio preferente, depende

mayoritariamente del estado de la Economía Mundial, y su relación con la economía norteamericana. Si

la recesión mundial se transforma, de un proceso cíclico en uno continuo y progresivo, llegando a afectar

las bases de la economía norteamericana, el colapso podría ser incontrarrestable incluso para los propios

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órganos financieros del Mundialismo. Bastaría para ello, que una mayoría de pequeños países optara –

con los costos sociales y políticos que ello implicaría-, por sanear su economía doméstica desligándola de

los pagos internacionales, para que el valor del dólar se redujese drásticamente. Obviamente, ello

implicaría aceptar las represalias “coercitivas” del Fondo Monetario Internacional, e incluso, las

presiones político-militares del Imperio.

Pero incluso existe una alternativa más siniestra, que debe ser considerada:

La instauración de una Moneda Mundial implica la sumisión del propio Estados Unidos a un

Organismo Económico Internacional, aunque nominalmente dicho órgano estuviese dirigido por y desde

dicho país.

Esta sumisión pasa por la completa separación de la emisión de circulante del control estatal,

cosa que al menos en términos prácticos ya opera, puesto que la Reserva Federal imprime circulante de

acuerdo a los requerimientos –órdenes-, de los diversos Bancos privados del país, que controlan la

demanda, si bien nominalmente esto depende de las Reservas Federales de cada Estado.

Sin embargo, la operacionalización real de una Moneda Mundial, implica en la práctica, la total

separación de cualquier tipo de control monetario por parte del Estado, -de cualquier Estado-, aunque

sea del propio Estados Unidos, por lo cual, una crisis financiera, y el traspaso del control de las emisiones

a un organismo “internacional” –FMI verbi gracia -, podrían ser alternativas plenamente consideradas

por el plan mundialista.

Al respecto, ya en 1998, Lyndon LaRouche señalaba: “Estamos al borde del mayor derrumbe

financiero conocido en la historia de la civilización europea desde el Siglo XIV –lo que se llamó “Nuevo

Oscurantismo”-, parte de un proceso en el que aproximadamente la mitad de la población de Europa fue

eliminada por las enfermedades y la hambruna y varios tipos de demencia. La culminación de eso, en

aquel entonces, igual que hoy en día, fue el derrumbe de un sistema bancario financiero –el llamado

sistema bancario Lombardo.

Durante ese período, la mitad de los municipios, las parroquias de Europa, desaparecieron. La

tercera parte de la población de Europa, en un período de tiempo relativamente corto, desapareció por

enfermedades, hambruna y conflictos. Estamos al borde de tales cosas, no sólo en Asia, no sólo en Ibero

América, sino aquí mismo en los Estados Unidos” (5).

En la práctica, como resultado de una debacle de esta naturaleza, la moneda internacional

podría continuar llamándose “Dólar”, pero ya no correspondería siquiera a la realidad monetaria de

Estados Unidos, sino que sería la expresión de la política financiera del Fondo Monetario Internacional.

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Adicionalmente, dicha moneda no tendría siquiera que constituir un medio físico de intercambio:

la moneda electrónica –el dólar virtual- será tanto más poderoso, cuanto menos “material” sea su

realidad… ¿o alguien cree sensato especular con la acumulación individual de tarjetas de crédito?

Esto no es siquiera una especulación. Es ya casi una certeza.

En otras palabras, puede esperarse con fundadas razones que una crisis económica terminal a

nivel mundial, sea el paso previo e indispensable para el total control económico del planeta por el

Gobierno Mundial. La eliminación de las monedas nacionales es sólo cosa de tiempo, y –finalmente-, un

problema menor: la Moneda Mundial no está referida en términos primarios a los medios de

intercambio domésticos, sino a aquellos internacionales.

Como el proyecto mundialista considera finalmente la eliminación de las soberanías nacionales,

el problema de las monedas locales será resuelto por esta vía: no habrá monedas nacionales… porque

simplemente ya no habrá naciones.

Notas:

(4) Le Monde, 10 de Marzo de 1976.

(5) Lyndon H. LaRouche, “Cómo piensa el uno por ciento pensante de los ciudadanos estadounidenses”, EIR, Resumen Ejecutivo.

Síntesis quincenal del “Executive Intelligence Review”, Volumen XV, Nº 3, primera quincena de febrero, 1998.

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3.- Una religión mundial:

El Ecumenismo, -esto es, literalmente, el movimiento universal, que se extiende a todo el orbe-,

de la Iglesia Católica, adquirió pleno dominio en las políticas del Vaticano a partir del Concilio Vaticano II,

efectuado en 1965, donde se definieron las directrices de la actual Religión Católica.

En palabras del ex Arzobispo católico, Monseñor Marcel Lefebvre: “Fui testigo en particular en la

última sesión preparatoria del Concilio Vaticano II, de una violenta discusión entre el Cardenal Bea y el

Cardenal Ottaviani sobre un documento relativo a la libertad religiosa. Yo era miembro de la Comisión

Central de la Iglesia, en la cual había sesenta Cardenales y veinte Obispos, entre los cuales me contaba

como miembro de la Conferencia Episcopal del África francesa.

Yo les quiero dar sólo un ejemplo de lo que fue el concilio: hicimos lo posible para que el Concilio

Vaticano II condenara al comunismo. Siendo un concilio pastoral, es decir, un concilio que tiene como

preocupación principal la salvación de las almas, que tiene como objeto destruir los errores que

amenazan a las almas, era necesario, sin dudas, que este Concilio se opusiera al peligro más grave que se

presenta en esta época, como es el Comunismo. Un peligro que se extiende por todo el mundo.

Este Concilio, donde estaban reunidos 2.500 obispos responsables de la Iglesia Católica ¡no fue

capaz de condenar formalmente al comunismo!

Nosotros, por nuestra parte, hicimos todos los esfuerzos posibles para que se condenara al

comunismo. Así logramos reunir 450 firmas para pedir esa condenación. Monseñor Sigaud y yo fuimos a

ver a Monseñor Felici, el Secretario del Concilio, llevando en nuestras manos las firmas que habíamos

reunido dentro del tiempo establecido de acuerdo con el Reglamento interno, a fin de que se propusiera

esta condenación del Comunismo a los Padres Conciliares.

Cuando Monseñor Garrone, que era el relator del Concilio hizo referencia a este documento, dijo

que tan solo un obispo había presentado la posibilidad de que se condenara al Comunismo, siendo que

nosotros habíamos reunido 450 firmas.

- “Yo no he oído hablar de eso”…

Esta es la verdadera historia de este documento de condenación del comunismo que nunca fue

aprobado por el Concilio” (6).

Dos años más tarde, el 9 de Diciembre de 1983, durante una conferencia de prensa realizada en

el aeropuerto de Roissy, el Arzobispo Marcel Lefebvre entregó nuevos antecedentes de los acuerdos

secretos entre el Vaticano y Moscú. Estos entendimientos fueron logrados por Monseñor Willebrans,

antes del Concilio Vaticano II, y su propósito fue que desde dicho Concilio se iniciara un entendimiento

permanente entre la Iglesia Católica y el Comunismo Internacional. Estos arreglos, permitieron que los

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sabios de la Escuela Leninista de Moscú, dieran el pase para que el Gobierno Soviético permitiera la

salida de las delegaciones que asistieron a la inauguración del Concilio Vaticano II. Las delegaciones de

las iglesias representaban a la mayoría de los países de la órbita soviética.

Todo esto explica el fracaso de los obispos conservadores para quienes fue imposible condenar

al comunismo en el Concilio, ya que los acuerdos para no condenarlo estaban tomados con anterioridad,

y así la Iglesia entró comprometida en el Concilio Vaticano II.

De esta forma, Moscú no sólo obtuvo la no condena del comunismo: como regalía adicional,

consiguió que la curia romana se comprometiera a cambiar a todos los sacerdotes que se oponían al

marxismo en la órbita soviética. Estos religiosos fueron sustituidos por los llamados “Sacerdotes de Paz”,

que eran simpatizantes y colaboradores del régimen soviético.

Uno de los primeros resultados de este acercamiento, fue el desarrollo de la llamada “Teología

de la Liberación”, una especie de mixtura entre cristianismo y marxismo, de amplia y trágica difusión

especialmente en América Latina, durante las últimas décadas del Siglo XX.

Sin embargo, el principal efecto de este concilio fue retrotraer el Cristianismo Católico a su

antecedente mosaico, acercándolo a los hoy llamados “hermanos mayores” de Israel, y rompiendo con la

tradición que la iglesia sustentó por casi dos mil años en Occidente.

El cisma resultante del Concilio Vaticano II aún no termina, pero sus efectos ya se han

comenzado a sentir contundentemente.

El primer gran cambio que se generó a partir del Concilio mencionado, fue la absolución de los

judíos de la crucifixión de Cristo, de tal modo que en el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, se les

exoneró de toda responsabilidad por la muerte de Jesús, a pesar de la afirmación de que “su sangre

caiga sobre nosotros y nuestros hijos” (7).

Para ello, fue necesario que el Vaticano desautorizara –por primera vez en dos mil años- los

Evangelios de San Mateo (27, 25), San marcos (15, 11), y los Hechos de los Apóstoles (2,23; 2,36; 3,13;

4,10; 5,30; 7,52; 10,39; 13,28 y otros más). Este nuevo “catecismo”, imputa “a los cristianos la

responsabilidad más grave en el suplicio de Jesús”. (pág. 145) (8). De hecho, actualmente la

responsabilidad por la muerte de Jesús se ha hecho extensiva “a toda la humanidad”.

De este modo, en 1994, cuando el Vaticano finalmente estableció relaciones con el Estado de

Israel, William Rees-Mogg publicó en el Times de Londres un llamado a un acto de contrición general:

"Las iglesias cristianas deberían hacer algún acto formal de contrición por lo que ha ocurrido en estos dos

mil años... debemos disculparnos por las matanzas, por la Inquisición, por los ghettos, por los distintivos,

las expulsiones, las acusaciones del asesinato ritual, y por sobre todo, por el fracaso de la cristiandad en

percibir a tiempo, o denunciar a tiempo, la maldad del Holocausto en toda su dimensión".

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Casi como una respuesta, el Papa Juan Pablo II realizó, el 12 de Marzo del año 2000, un acto de

constricción para “purificar la memoria” por los “errores” que los miembros de la Iglesia Católica

pudieron haber cometido en defensa de la Fe en sus dos mil años de historia, modificando para siempre

la legitimidad de los actos de la Iglesia hacia el futuro, pese a las reticencias del cuerpo cardenalicio y de

la curia romana.

A partir de la Encíclica “Tertio Millenio Adveniente”, se elaboró el documento “Memoria y

Reconciliación: la Iglesia y las culpas del pasado”, redactado por un grupo de teólogos encabezados por

el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El texto consideró:

“Las divisiones entre los cristianos; el uso de la violencia al servicio de la verdad; la responsabilidad de los

católicos en el antisemitismo y las responsabilidades de los católicos “por los males de hoy”. A partir

estos cuatro “pecados generales”, se hace referencia a temas concretos, como las guerras de religión, los

cismas, las cruzadas, la inquisición, las conversiones forzadas, el “antisemitismo”, las injusticias sociales,

los derechos humanos individuales y colectivos, el racismo, para llegar a los males modernos de

sociedad, como el relativismo ético, el ateísmo, la pobreza e incluso, el machismo.

En términos simples, el Papa reconoció la “humanidad”, la “materialidad” histórica de la Fe

Católica.

Por ello, el trasfondo ideológico fundamental de este cambio, dice relación con la

transmutación completa de la espiritualidad cristiana en el materialismo mosaico, en consonancia con

la necesidad mundialista de establecer una “Religión Laica Universal”, ya anticipada conceptualmente

–entre otros-, por Izoulet.

Lo que esto implica se deduce claramente de la siguiente afirmación del escritor judío Werner

Sombart, autor de “El Capitalismo Moderno” y uno de los mejores analistas teóricos del Marxismo: “El

principal carácter de la religión Judía consiste en que es una religión que no tiene que ver con el más

allá, una religión –por decirlo así-, única y esencialmente terrestre” (9)… es decir, una religión

materialista.

Resulta curioso señalar que esta tendencia ya había sido anticipada e incluso condenada por la

propia Reforma y Martín Lutero (1483 - 1546), particularmente en “La cautividad babilónica de la

Iglesia”.

Así se ha llegado finalmente a la síntesis actual del cristianismo con su antecedente mosaico: la

actual fe no es simplemente cristiana. Es “Judeo-Cristiana”.

Sin embargo, este proceso se inició mucho antes del Concilio Vaticano II, con el surgimiento del

llamado “modernismo”, que fue condenado por el Papa Pío X, señalando que dicha corriente estaba

“enfocada a la destrucción de la Iglesia desde dentro de la propia Iglesia” (10).

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No obstante, ha sido en el propio Ecumenismo –universalismo, o mundialismo religioso si se

quiere-, donde más claramente se puede visualizar el giro que ha dado el Catolicismo. Originalmente

concebido como un medio de Evangelización, el actual Ecumenismo quiere establecer la igualdad entre

los diferentes credos cristianos, pero su efecto se amplía hasta abarcar a la totalidad de las “religiones

reveladas”, o –en términos islámicos- las “religiones del libro”.

De este modo, quedan en pie de igualdad el Anglicanismo del uxoricida Enrique VIII; el Bautismo

de Mr. Smith creado en 1606; el Adventismo inventado por Mr. Miller en 1918; o la “Luz del Mundo”,

creada en Guadalajara por Aarón Flores en 1926, etc. (11). Particularmente evidente en las sectas

estadounidenses, el mosaísmo es absolutamente exaltado. Ello también se encuentra en la “Iglesia de

Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”, más conocida como Iglesia de Mormón, quienes incluso

sostienen que los pueblos americanos tienen su origen en Israel. A mayor abundamiento, los “Testigos

de Jehová” también sostienen una postura judaizante, además de una gran serie de cultos menores,

todos influidos, cuando no financiados y dirigidos, directamente desde los Estados Unidos.

Cabe mencionar que ya antes de la Segunda Guerra Mundial, existía en dicho país una asociación

internacional denominada “Fraternidad de Religiones” (Fellowships of Faiths). Esta “fraternidad” nació

de la fusión de la “Liga de Voisins”, creada en 1910 en los EE.UU. por el rabino Stephen Wise, con la

“Unión del Oriente y el Occidente”, fundada por H. G. Wells –el reconocido autor de “La Guerra de los

Mundos” y de la menos conocida “El Nuevo Orden Mundial”- y Sir Olivier Lodge, entre otros.

El Comité director de esta curiosa organización estaba compuesto por S St-Clair Stobart, de la

Sociedad Teosófica y fundador de la “Cruzada de Religiones”; Sir Herbet Samuel, último “Procurador de

Judea”; Lord Allen de Hurtwood, de la “Sociedad Fabiana” y miembro del P.E.P., de Israel Moses Sieff;

Lord Halifax, antiguo Virrey de la India y por Lord Lamington, Vicepresidente de la “Sociedad para la

propaganda del Evangelio”. Actualmente, la Sociedad Teosófica lleva adelante esta empresa, “cuya

ambición espiritual más elevada es la Unificación de las Religiones”.

Por cierto, estas ideas no sólo quedaron en el papel. Algunos años más tarde se creó en

Washington un movimiento llamado “El Templo del Conocimiento” (“The temple of Understanding”),

que “reúne todos los años a las jefaturas de las diferentes religiones mundiales”. “El Templo del

Conocimiento” desarrolló el proyecto de construir un Templo donde estarían representadas todas las

grandes religiones del mundo, que sería edificado ¡nada menos que en Washington!: “Imagine una

estrella de seis puntas. Cada una de ellas será dedicada a una de las grandes religiones, mientras que el

centro será un Templo de la Meditación, donde todos podrán reunirse en silencio y meditar sobre la idea

de la Unidad de las Religiones” (12).

Page 16: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

16

Por su parte, algunos movimientos católicos están claramente a favor de la lucha del

mundialismo.

Pax Christi, movimiento católico internacional por la paz, declaró el 22 de abril de 1978 que “Sólo

la instauración de un Orden Económico Internacional enteramente nuevo será exclusivamente capaz de

resolver los problemas de fondo de las grandes migraciones debidas al desequilibrio económico

planetario” (13). Posteriormente, el “Sínodo de la Iglesia Reformada de Francia”, invitó a los creyentes a

“movilizarse en vista de un Nuevo Orden Económico Mundial que es más acorde con la voluntad de Dios”

(14). Otra organización de este tipo es la de los “Caballeros de Colón” también en EE.UU., representantes

de la derecha conservadora católica estadounidense, quienes se presentan como la “cara democrática”

de los Caballeros de Malta.

En tanto, dos de las organizaciones Católicas más poderosas de la actualidad, aparecen con una

curiosa contradicción interna: la “Legión de Cristo”, y el “Opus Dei”.

La “Legión de Cristo”, fundada en México en 1941, es descrita como “una organización de

combate ideológico inspirada en la preparación, la organización y la disciplina tradicional de los jesuitas.

Formados con dureza en largos años de estudio, sus miembros (la Legión es una de las congregaciones

que cuentan con más vocaciones desde el Concilio Vaticano II), se consideran “militantes en el sentido

espiritual”, y combaten ardientemente a su principal adversario: la Teología de la liberación” (15).

Para sectores del llamado “progresismo”, -la izquierda de discurso renovado-, esta sería una de

las instituciones de la “derecha” Católica. Sin embargo, su nacimiento estuvo fuertemente marcado por

la intensa persecución que sufrió la iglesia bajo los sucesivos gobiernos mexicanos del PRI, que incluso

llegó al asesinato de sacerdotes, lo que motivó, en 1927, el surgimiento de un grupo de autodefensa

religiosa conocido como los “Cristeros”.

El fundador de los legionarios, el Padre Maciel, será víctima en su juventud de esta persecución,

lo que marcará fuertemente el carácter de la congregación.

En palabras de sus críticos, los legionarios anunciarían el “regreso de una Iglesia “organizada y

visible”, en general cercana al poder, que busca la “restauración cristiana” (16).

Por ende, si bien conservadora en sus principios, y por ello claramente opuesta a las ideas

dominantes del Concilio Vaticano II, es precisamente su “cercanía al poder”, la que trastoca su

potencial resistencia frente al mundialismo. Lo mismo puede deducirse a partir de su financiamiento, el

cual proviene el gran parte de fundaciones privadas estadounidenses y alemanas.

Similar es también la situación de la actualmente más influyente congregación Católica en el

Vaticano: el “Opus Dei”, “Obra de Dios”, fundada por el hoy canonizado (escribo esto precisamente el

Domingo 6 de octubre), Monseñor José María Escrivá de Balaguer.

Page 17: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

17

Majaderamente acusado de simpatías con el nazismo –específicamente a partir de la valoración

que Escrivá de Balaguer hizo de su lucha anticomunista y, por ende, anti atea (valoración que no dice

relación específica con la ideología Nacional Socialista en sentido más amplio)-, y estrechamente

vinculado en su origen al Franquismo, a quien aporta numerosos ministros, el “Opus Dei”, está marcado

desde entonces con el anatema de “fascista”, de acuerdo a la definición surgida de la “Tercera

Internacional”.

Los hechos, sin embargo, dicen otra cosa.

El “Opus Dei”, vinculado efectivamente en su origen a sectores conservadores de la clase media

española, deviene rápidamente en una especie de “escuela de selección y formación” de la clase

dirigente, en términos económicos, de los países en que se inserta.

Es precisamente esta relación con el poder económico, su penetración en organizaciones

financieras a partir de los años ’70, lo que terminará por transformarla en uno de los instrumentos

teológicos del Mundialismo.

En palabras de sus críticos: “la nueva estrategia de la Obra consiste en infiltrarse en las

organizaciones internacionales, por ejemplo las Naciones Unidas, la UNESCO o la Organización para el

Comercio y el Desarrollo económico (OCDE). El Parlamento Europeo en Estrasburgo y la Comisión Europea

son sus lugares preferidos” (17).

Curiosamente, aún cuando son sus propios detractores “progresistas”, quienes nos informan de

esto, no son capaces de verificar que –empíricamente- no hay contradicción entre sostener ideas

conservadoras en términos religiosos, y a la par, liberales y mundialistas en términos económicos, una

síntesis que representa uno de los polos ideológicos del globalismo.

Estas variables están plenamente presentes en Chile, respecto del actual candidato de la Derecha

Económica: Joaquín Lavín, connotado miembro del Opus Dei, y a la par, uno de los brazos operantes del

mundialismo a nivel nacional.

El otro polo, está precisamente operacionalizado a través de los partidos “socialdemócratas”,

liberales en términos religiosos –e incluso ateos-, pero tan globalistas como los anteriores. El caso del

actual presidente de la República en Chile, Ricardo Lagos, es por ello, paradigmático: es la versión laica,

agnóstica y liberal del mundialismo.

Por su parte, los fines del propio judaísmo quedaron tempranamente explícitos en esta cita del

periódico “Mundo Judío”: “El gran ideal del judaísmo, es que el Mundo entero sea imbuido de las

enseñanzas judías y que una Fraternidad Universal de Naciones –de hecho, un judaísmo ampliado-, haga

desaparecer todas las separaciones de razas y de religiones” (18).

Page 18: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

18

De igual modo, es evidente la relación cada vez mayor entre la Masonería y la Iglesia Católica. No

sólo porque la primera aparece como una especie de “fuerza moral laica”, casi en igualdad de

condiciones con la iglesia, sino fundamentalmente, porque el Vaticano ha renunciado por completo a la

histórica doctrina de condena de la Masonería, sustentada por numerosas Bulas, Edictos y Encíclicas.

La primera acción en tal sentido se inició en 1737 a través de Tribunal del Santo Oficio, la

Inquisición, resultando en la Bula contra la Masonería promulgada el 28 de Abril de 1783, llamada “In

Eminente”, por el Papa Clemente XII, donde se condenaba la sociedad de los francmasones y sus

reuniones secretas, bajo pena de inmediata excomunión. En dicha Bula se señala que en la

francmasonería: “hombres de todas las religiones, a través de la apariencia usurpada de una cierta

especie de rectitud natural, se unen entre sí por una alianza estrecha y misteriosa de acuerdo con leyes y

ritos fijos, actuando simultáneamente en forma oculta, mientras que tanto por un juramento prestado

sobre las Santas Escrituras, como por la amenaza de graves castigos, son obligados a un silencio

inquebrantable”.

Desde esa ya lejana época, la lucha prosiguió por todos lados con indeclinada vehemencia. Una

segunda Bula “Providas” fue promulgada por el Papa Benedicto XIV en el año 1751, con impacto aún

mayor que la primera. A estas dos Bulas seguirían otras con el correr del tiempo, así como declaraciones

y escritos condenatorios de diversos organismos eclesiásticos y de entidades católicas contra la

francmasonería.

Sin embargo, en las primeras décadas del Siglo XX surgieron los primeros intentos de acercar

posiciones. De este modo, en 1928, se celebró la llamada “Conferencia de Aquisgrán”, entre el

investigador católico de la francmasonería, el padre jesuita Hermann Gruber, y los francmasones Ossian

Lang, Eugen Lennhoff y el Dr. Reichi, a través de la cual se acordó una “tregua”, que ha permanecido

básicamente estable hasta hoy.

En tal sentido, resulta altamente notorio el rol que ha jugado la más importante logia masónica

del mundo: la “B’nai B’rith”, (también “B’ne B’rith”) compuesta exclusivamente por judíos. Dada esta

doble condición masónica y racial, su íntima relación con la “Alianza Israelita Universal”, amén de su

manifiesta y relevante importancia política, por ser la única institución de su tipo que cuenta con

“representación permanente” ante la Casa Blanca -sede del Gobierno Norteamericano-, esta

organización opera sistemáticamente como un puente directo entre los intereses del sionismo masónico,

el poder político supranacional, y la Iglesia Católica a nivel mundial.

En idéntica forma opera el A.I.P.A.C. (American Israeli Affairs Commitee), el lobby más poderoso

oficialmente acreditado ante el Capitolio norteamericano.

Page 19: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

19

En tal sentido, cabe destacar que la importancia del Catolicismo Norteamericano, es muchísimo

más relevante de la que puede deducirse por la simple apreciación numérica de sus creyentes en dicho

país. En efecto, son fundamentalmente los católicos norteamericanos quienes hoy constituyen el

principal sostén económico del Vaticano, superando con creces los aportes de la totalidad de las Iglesias

de las restantes naciones del planeta.

Notorias en el sentido antes descrito, son por ello las palabras que el más famoso Presidente

católico norteamericano, John F. Kennedy, pronunció durante su encuentro con el Primer Ministro de

Israel, David Ben Gurión, en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York, en la primavera de 1961: “Sé que he

sido elegido gracias a los votos de los judíos americanos. Les debo mi elección. Dígame que debo hacer

por el pueblo judío” (19).

No es de extrañar entonces, que el gabinete de Kennedy haya estado formado básicamente por

judíos, como Haberel Harriman –director del C.F.R. de 1950 a 1955-; Abraham Ribicoff; Arthur J.

Goldberg –presidente del Comité Judío-Americano-, Douglas Dillon –miembro del C.F.R. y presidente de

honor del “Instituto para un Orden Mundial”; Walt Withman Rostow (C.F.R.), Arthur Schlesinger (C.F.R.),

Adlai Stevenson (C.F.R.), Orville Freman, James M. Landis, Adam Yarmolynsky, Eugene Ghirona Fubini y

Abb Schwartz, entre muchos otros.

Un hecho similar, aunque más velado, ocurre hoy con el Presidente George W. Bush, cuya

elección fue definida por el electorado cubano–americano que reside en Miami en el sur de la Florida.

Los cubanos anticastristas, que controlan los principales resortes del poder en ese Estado,

organizaron un enorme fraude para imponer al hijo del ex director de la CIA, miembro del C.F.R., y

también ex Presidente de Estados Unidos.

La organización que controla al exilio cubano anticastrista en ese lugar, la Fundación Nacional

Cubano–Americana (FNCA) fue construida en 1981 por Jorge Mas Canosa conforme a los patrones de la

A.I.P.A.C., el poderoso lobby judío en Washington y, de hecho, contrataron sus servicios para replicar la

estrategia y formas de acción.

A comienzos de este año, cuando arreciaban los ataques genocidas del Estado de Israel, la FNCA

emitió una declaración en respaldo de la “lucha contra el terrorismo” que desarrollaba el sionismo y

expresó su confianza en que Estados Unidos, Cuba e Israel marcharán pronto, unidos, en defensa de los

valores de la democracia occidental.

Al respecto, el polémico escritor norteamericano Gore Vidal señaló: “La política norteamericana

es, básicamente, un asunto de familia, como en la mayor parte de las oligarquías. Cuando se le preguntó

al padre de la Constitución, James Madison, cómo demonios podía el Congreso hacer algo de provecho si

Page 20: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

20

el país tenía ya cien millones de habitantes y sus representantes elegidos pasaban de medio millar,

Madison respondió: "No hay que preocuparse, la ley de hierro de la oligarquía siempre prevalece".

Esos padres fundadores, que tanto nos gusta citar, sentían tal temor y aborrecimiento por la

democracia que se inventaron el Colegio Electoral para sofocar la voz del pueblo de la misma forma que

el Tribunal Supremo ha sofocado la de los votantes de Florida el 12 de diciembre. No estamos

predestinados a ser una democracia, sometida por ello a la tiranía mayoritaria, ni tampoco una

dictadura, sometida a la locura cesarista.

John Adams dijo que éramos una nación de leyes, no de hombres, lo que con el tiempo se ha

convertido en una nación de abogados, no de personas... o al menos de personas cuyos votos se cuentan

en las elecciones”.

Seguramente, Vidal conocía la advertencia que Benjamín Franklin hizo a la Convención

Constitucional celebrada en Filadelfia en 1787, respecto a la acción política del judaísmo dentro del

gobierno norteamericano: “en menos de doscientos años nuestros descendientes estarán trabajando en

los campos para proporcionarles su subsistencia, en tanto que ellos estarán en los Bancos haciéndose

más ricos. Yo les advierto, caballeros, que si no excluyen a los judíos para siempre, sus hijos los culparán a

ustedes desde sus tumbas”.

Finalmente, quisiéramos señalar brevemente que en este cuadro también adquieren importancia

diversas sectas, que a su modo postulan y buscan activamente la igualación de sus credos con las

“religiones reveladas”. Entre ellas cabe destacar a la Secta Moon, del “Reverendo Sun Myung Moon”,

quien se propone como “mesías” de una “Iglesia de Unificación”, que precisamente propugna la unidad

de todas las formas religiosas, organizando costosos congresos y seminarios, en Estados Unidos y Corea

del Sur, con representantes de todos los sistemas religiosos.

Lo mismo puede decirse de numerosas sectas pseudo religiosas, como la Cienciología, el

Movimiento New Age, el Movimiento Gnóstico, la propia Teosofía, y muchas más.

Igual cosa sucede con las religiones orientales “no reveladas”, -el Hinduismo, el Budismo, el Zen y

el Shintoismo-, las que dada su propia estructura doctrinaria, son las más fácilmente asimilables por una

“Religión Mundial”, la que sólo deberá conservar sus formas exteriores de ser necesario.

Las implicaciones de todos los antecedentes expuestos exceden las pretensiones de este ensayo.

Sin embargo, es claro que -al menos en términos de doctrina- se ha producido un sistemático

acercamiento entre el judaísmo y el cristianismo, mismo que se ha ido extendiendo hacia la totalidad de

las religiones, cultos y sectas existentes. De este hecho, a la completa “Ecumenización Materialista Laica”

hay sólo un paso: para efectos prácticos, no tiene importancia alguna si en el Vaticano gobierna un Papa,

o si este Papa es un “Vicario Mundial de las Religiones”.

Page 21: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

21

La idea, la esencia, la praxis de una “Religión Mundial” es ya casi un hecho consumado.

Es en este sentido profundo como debe ser comprendida la actual embestida contra el Islam:

la última de las religiones reveladas que se resiste a ser sincretizada y transformada en un

materialismo laico carente de espiritualidad.

No existe por ello, como pretende sostener Samuel Huntington, ningún “choque de

civilizaciones”. Lo que sí hay es una embestida final y abierta del materialismo, en contra de la única

Religión Revelada que se resiste a ser mundializada.

Por ello, una vez destruido el Islam, la creación final de una Religión Mundial será un hecho

posible y absoluto.

De este modo, desprovista de su espiritualidad esencial, carente de todo valor moral y ético

fundamental, funcional a la política imperial del Gobierno Mundial, pletórica de formas sin contenidos y

símbolos sin significado trascendente, la “Religión Mundial Laica” será el “consuelo metafísico” final, el

verdadero “opio del pueblo” permanente, para una humanidad que ya no tendrá nada de humana, y que

quizá ya no podrá volver a acercarse a lo Divino.

Notas:

(6) Monseñor Marcel Lefebvre, Conferencia pública en Buenos Aires, 13 de agosto de 1981. Revista Roma Nº 70, órgano de la

Tradición Católica Argentina.

(7) Salvador Borrego E., ¿A dónde nos quieren llevar?, Tipografías Editoriales, México, 2002.

(8) Catecismo de la Iglesia Católica, Librería Editrice Vaticana. Imprimatur 1992. Págs. 145, 146.

(9) Werner Sombart, “Los Judíos y la vida Económica”, pág. 291.

(10) Encíclica Pascendi Dominici Gregis, 8 de Septiembre de 1907.

(11) Salvador Borrego E., op.cit.

(12) El Loto Azul, Revista de la Sociedad Teosófica, Junio-Julio de 1973.

(13) Le Monde, 26 de Abril de 1976.

(14) Le Monde, 6 de Mayo de 1980.

(15) Michel Arseneault, “La Legión de Cristo, contraofensiva del Vaticano en América Latina”, Le Monde Diplomatique edición

chilena, Nº 5, Enero – Febrero 2001- Artículo republicado como parte del libro “El Poder del Opus Dei y otros artículos sobre

religión publicados en Le Monde Diplomatique”, Editorial Aún Creemos en Sueños”, Santiago, 2001.

(16) Michel Arseneault, op. Cit.

(17) François Normand, “El Poder del Opus Dei”, Le Monde Diplomatique edición chilena, Nº 12, Septiembre 2001- Artículo

republicado como parte del libro “El Poder del Opus Dei y otros artículos sobre religión publicados en Le Monde Diplomatique”,

Editorial Aún Creemos en Sueños”, Santiago, 2001.

(18) Jewish World (Londres), 9 de Febrero de 1883.

(19) Edward Tivnan, The lobby, p. 56, que cita al biógrafo de Ben Gurion, Michel Bar Zohar. Tomado de “Los Mitos Fundacionales del

Estado de Israel”, de Roger Garaudy.

Page 22: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

22

4.- Una Ciencia Mundial

Mucho antes de que se establecieran los actuales organismos científicos mundialistas, como la

Puwash y el I.I.A.S.A., existían organizaciones que agrupaban a la comunidad científica internacional. La

Federación de Científicos Americanos (F.A.S.) en los EE.UU.; la Asociación de Científicos Atómicos (A.S.A.)

y la Federación Mundial de Trabajadores Científicos (W.F.S.W.) cuyo presidente era Joliot-Curie.

Alrededor de estas tres organizaciones gravitaba Eugène Rabinovitch (20), director del “Boletín de

Científicos Atómicos”.

El fue el primero en trabajar en la organización de un “Encuentro Científico Internacional”,

logrando reunir en Chicago, en septiembre de 1951, durante una Conferencia sobre Física Nuclear, un

cierto número de científicos para su proyecto.

Tres años más tarde, el Primer Ministro de la India, Jawaharlal Nehru, demandó la creación de un

Comité de Científicos, “para exponer al mundo los efectos que podría tener la energía nuclear sobre la

humanidad” (21).

La idea lanzada por el F.A.S. y la A.S.A., fue llevada a cabo en julio de 1954, cuando Eugène

Rabinovitch y Joseph Rotblat, vicepresidente de la A.S.A., constituyeron un grupo de estudios a cargo de

preparar una “Conferencia Internacional de Ciencia y Sociedad”. Pero, aún cuando la idea venía de

Rabinovitch y Rotblat, la iniciativa de lanzar una gran conferencia internacional de científicos fue

presentada por el Premio Nobel de Literatura, Bertrand Russell, y uno de los primeros científicos en

adherir a ella, fue otro Nobel: Albert Einstein.

De su unión nació lo que se convertiría en “la Biblia de la Puwash”: el manifiesto Russell-Einstein.

Sin embargo, lo que es mucho más conocido es que esta primera conferencia estuvo ligada a la égida y el

control de la “Asociación de Parlamentarios para un Gobierno Mundial”, con sede en Londres.

Los organizadores de esta asociación, demandaron la ayuda de unos pocos científicos, tales

como Alexander Hadow, miembro de la “Asociación de Parlamentarios para un Gobierno Mundial”, y el

propio Joseph Rotblat, para que ayudaran a preparar la Conferencia. Cosa curiosa, en esta reunión de

“científicos” -que se desarrolló en Londres del 3 al 5 de Agosto de 1955-, participaron sólo algunos

verdaderos científicos. La mayoría de los asistentes estaban ligados a la política. El grupo de científicos

más importante era la delegación soviética, con cuatro representantes. Su jefe era Alexandre Topchiev,

ferviente partidario de una cooperación internacional entre científicos, que más tarde ocuparía un

destacado rol en el nacimiento de la Puwash.

Page 23: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

23

En julio de 1955, después de la publicación del “Manifiesto Russell-Einstein”, el multimillonario

canadiense Cyrus Eaton, se propuso subvencionar anónimamente una reunión de científicos, y les

ofreció su hospitalidad, en Puwash, Nueva Escocia, Canadá.

Nacido en Puwash el 27 de diciembre de 1883, Eaton se instala a partir de 1900 en los Estados

Unidos, donde se naturaliza en 1913. Inició sus negocios cerca de John D. Rockefeller y se transformó en

pocos años en una importante personalidad de las finanzas internacionales y dueño de acciones de

enormes compañías norteamericanas. Políticamente afín al comunismo, recibió el “Premio Lenín de la

Paz”, por su apoyo a la Unión Soviética.

Finalmente, después de tres años de preparación y de apresurados contactos, se llevó a cabo,

entre el 7 y el 10 de julio de 1957, la primera “Conferencia sobre el Desarme y la Seguridad Mundial de

Puwash”, que reunió a 22 participantes, y que eligió como presidente –pese a su ausencia-, al propio

Bertrand Russell.

Al finalizar la conferencia, se constituyó un Comité permanente de la Puwash, a cargo de

organizar las futuras reuniones. Además de Bertrand Russell, el Comité estaba compuesto por Cecil

Powell, Eugène Rabinovitch, Joseph Rotblat y Dimitri Skobeltzyn. Este comité se comenzaría a reunir

permanentemente, y después de su décima sesión, concluiría que sus principales objetivos serían:

1) Influenciar a los Gobiernos.

2) Formar una sólida cadena entre los científicos del mundo entero.

3) Educar a la opinión pública.

Los principales países representados en las Conferencias fueron los EE.UU., la ex Unión Soviética

y Gran Bretaña.

La mayor parte de los participantes –científicos o no-, eran miembros del Consejo de Relaciones

Exteriores, C.F.R. (Council on Foreing Relations); de la Fundación Rockefeller; del grupo Bilderberg; del

Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, I.I.S.S.; de la Comisión Trilateral; del Instituto de Asuntos

Internacionales, (I.I.A.); del Real Instituto de Asuntos Internacionales (R.I.I.A.) y de la Fabian Society.

Pero, ¿cuáles son las propuestas que surgieron de estas reuniones para “influenciar a los

gobiernos”?

Sólo un ejemplo: En la Sexta Reunión de la Puwash, que se realizó en Moscú del 27 de noviembre

al 5 de Diciembre de 1960, el Presidente John F. Kennedy envió como delegados a dos importantes

miembros del C.F.R.: Walt Whitman Rostow, y Jerome Wiesner.

El primero de ellos, ciudadano israelí de origen ruso, profesor del M.I.T. y miembro de la Oficina

de Servicios Estratégicos (O.S.S.), propuso que “todas las fuerzas armadas del mundo fueran puestas

Page 24: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

24

bajo el control de una Organización Federal Mundial”. ¡Curiosa propuesta para una organización

“científica”!

En cuanto al segundo, -hijo de un revolucionario ruso de origen judío que emigró a Estados

Unidos en 1905-, mantuvo activos contactos con el Partido Comunista norteamericano al punto de ser

investigado por la CIA y el FBI. Su hermano, Eugène Víctor, fue director del “Comité Judío-Americano”.

Por su parte, Jerome se especializó en electrónica y llegó a ser presidente del Instituto Tecnológico de

Massachussets (MIT) desde 1971.

EN 1964, los miembros de la Puwash, reunidos en la C.I.B.A. de Londres, decidieron crear una

nueva Fundación “para promover la búsqueda de la paz”. Así nación la “Asociación Internacional de

Búsqueda de la Paz”, I.P.R.A., el 1º de diciembre de 1964.

Otra ramificación de la Puwash fue creada en julio de 1966, con el nombre de “Instituto

Internacional de Búsqueda de la Paz de Estocolmo” S.I.P.R.I. (Stockholm Internacional Peace Research

Institut).

Finalmente, existe otro grupo mucho menos conocido que trabaja en cercana relación con la

Puwash: el es “Grupo Bellerive”, que se interesa particularmente en el Plutonio (subproducto de las

Centrales Atómicas), y en el cual participan no sólo “científicos”, sino una curiosa pléyade de personajes

y organizaciones mundialistas como el “Consejo Mundial de Iglesias”, el I.I.S., la YMCA, el grupo

Bilderberg, etc.

El “Grupo Bellerive” se reúne regularmente en medio de gran hermetismo en el castillo de

Bellerive, en Collonge-Bellerive, en el Cantón de Ginebra, la dirección privada del Príncipe Aga Kahn, Alto

Comisario de las Naciones Unidas para los refugiados.

Paralelamente a la Puwash y sus ramificaciones, otra de las organizaciones científicas

mundialistas es el curioso “Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados”, I.I.A.S.A.

Fue formado por soviéticos, norteamericanos, europeos y otros, que en número de 130, se

reunieron para “inventar y fabricar” el mundo del año 2000.

“En otras palabras, lo que ocurrió en el Castillo de Laxenburgo, cerca de Viena, fue

probablemente mucho más importante que muchas reuniones de Jefes de Estado. Por primera vez, en

efecto, algunos sabios fundaron una Internacional: capitalistas, comunistas, todos reunidos en la misma

lucha” (22).

Con el apoyo de los gobiernos de Moscú, Washington, Londres, París, su meta será intervenir

en los asuntos del mundo para transformarlo... en un Nuevo Orden Mundial...

Así, desde su creación, en octubre 1972 a julio de 1973, será director Howard Raiffa, -un

producto puro de la famosa universidad de Harvard-, pero a contar de 1967 lo integran personalidades

Page 25: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

25

como Aurelio Peccei -fundador del “Club de Roma”, miembro del grupo Bilderberg y del instituto

Atlántico-; Philip Handler, presidente de la academia de las ciencias de los Estados Unidos-; Jermen

Gvishiani, de la Academia de Ciencias de U.R.S.S. (yerno de Alexis Kossyguine) y Pierre Aigrain, el

consejero científico del Gobierno francés, miembro de Instituto Carnegie de Tecnología de de Pittsburg,

quienes proponen fundar un instituto dónde sabios de todos los países industriales podrían unirse para

"salvar el mundo, cambiarlo".

Será necesario esperar 5 años para que esta idea se consolide. Curiosamente, ello ocurre

durante el viaje del presidente Nixon y de Henry Kissinger a Moscú, en mayo de 1972, cuando se decide

formalmente la creación del I.I.A.S.A.

El 4 de octubre de ese año, en Londres -nuevamente-, representantes de doce Academias

Nacionales Ciencias firman la Carta del “Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados”

I.I.A.S.A. (23).

1) La Academia de las Ciencias de la U.R.S.S. (J. M. Gvishiani).

2) El Comité del Instituto Internacional de Análisis Aplicados de Canadá. (J. R. Whitehead)

3) El Instituto Internacional de Análisis Aplicados de la República Socialista de Checoslovaquia.

(T. Vasko)

4) La Asociación francesa para el desarrollo de Sistemas de Análisis. (Maurice Lévy, director del

Centro Nacional de Estudios Espaciales, miembro del Instituto de Estudios Avanzados de

Princeton).

5) La Academia de Ciencias de la República Democrática Alemana. (O. Leupold)

6) El Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados de Japón. (Prof. K. Miyasawa,

miembro de la Trilateral).

7) El instituto Max-Plank para el avance de las Ciencias de la República federal de Alemania (24).

(Dr F. Schneider)

8) El Centro Nacional de Cibernética y Técnicas de Cómputo de la República Popular de Bulgaria.

(M.C. Zhelezov)

9) La Academia de Ciencias de los Estados Unidos. (P. Handler)

10) El Consejo Nacional de Investigaciones de Italia. (Prof. N. B. Cacciapuoti)

11) La Academia de Ciencias de Polonia. (Prof. D. Smolenski)

12) La Real Sociedad de Londres. (Sir Alan Hodgkin)

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26

Posteriormente, se integraron los siguientes miembros nacionales: La Academia de Ciencias de

Austria; el Comité húngaro de Análisis de Sistemas Aplicados; el Comité Sueco de Análisis de Sistemas

Aplicados; el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados de Finlandia y la Fundación

I.I.A.S.A. de Los Países Bajos.

Pero, importante precisión: fueron Mc George Bundy, anterior consejero del Presidente Johnson,

junto al profesor Gvishiani, actual presidente del I.I.A.S.A. (1980), quienes jugaron el papel más

importante en la creación del I.I.A.S.A.

Es ciertamente sólo un “azar” que Mc George Bundy haya sido también miembro del C.F.R., del

grupo Bilderberg y del I.I.S.S.

Es de nuevo ciertamente un “azar”, que el vicepresidente del Consejo (25) desde 1974 a 1978,

haya sido Jacques Lesourne (representante de la Asociación francesa para el Desarrollo del Análisis de

Sistemas - A.F.D.A.S.), que pertenecía al club para-masónico “El Siglo”, y que su sucesor, André Danzin,

sea miembro de la Comisión Consultiva para la Producción de Energía Nuclear, del Club de Roma y del

instituto Atlántico… simples coincidencias.

Por otro lado, el actual director del instituto, Roger Levien (desde 1975) es un producto puro de

los centros formativos mundialistas. Miembro de Harvard y la Corporación Rand –el más importante

"think tank" de los Estados Unidos.

¿Y sus trabajos?

“El 28 de agosto de 1975, se desarrolló en el Castillo de Laxenburgo un evento que pasó

inadvertido: por primera vez, la elite internacional de la Fisión Atómica, tanto los adversarios como los

partidarios las Centrales Nucleares, se encontraron y se pusieron de acuerdo en la redacción de un texto

conjunto.

Este texto es corto -una página y media-, pero muy elocuente. Los firmantes, premios Nobel de

Física de Suecia, Estados Unidos, Alemania, y la Unión Soviética, señalan que la tecnología moderna

puede proporcionar toda la energía necesaria que el planeta necesita, gracias a las Centrales Nucleares.

Pero con la condición expresa de pagar el precio de todas las medidas de seguridad necesarias. Sociales,

ecológicas y políticas" (26).

Sin embargo, en la práctica las cosas serían completamente diferentes.

Como se señala en “Los Barones Nucleares”: “El poder de los Organismos Atómicos llegó a ser

casi totalitario, e impuso a menudo que los científicos e ingenieros suprimiesen informes que hubiesen

cortado la marcha de la revolución nuclear” (27).

Page 27: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

27

Sin embargo, sólo un mes después el Instituto reunió a los miembros de la Comisión de Energía

en Varna, Bulgaria, para exponer, a un centenar del Altos Funcionarios provenientes de todos los países

comunistas, las grandes líneas de un Plan Mundial.

El Periodista Daniel Garric, asombrado por la multitud de ideologías presentes en el organismo,

preguntó a Roger Levien, director del Instituto:

- “¿Cómo diablos llega usted a reconciliar elementos tan discordes como una Empresa Capitalista y una

Comunista?”

El entrevistado respondió:

- "Las diferencias entre el Occidente y el Este no son tan grandes como uno cree en las grandes

organizaciones. Nada se parece más a una burocracia que otra burocracia. El ministerio Norteamericano

de Defensa al ministerio Soviético de la Industria".

¡Finalmente alguien se expresa claramente! Finalmente una "personalidad del medio" que no

duda decir a toda voz que la diferencia entre las Organizaciones Internacionales no es tan grande como

siempre se quiso decir o se nos intentó hacer creer. En efecto, los organismos Internacionales del

Mundialismo eran ya completamente operativos en plena “Guerra Fría”, ya que las “diferencias” entre

capitalistas y comunistas siempre han sido aparentes.

Finalmente, el Instituto posee un recurso esencial sobre todos otros los centros de investigación.

El recibe toda la información y las donaciones recibidas de todos los países. Está conectado

permanentemente por una red de computadoras similar a Internet.

De este modo, la idea de una “Ciencia Mundial”, logró implementarse por completo mucho

antes de la caída del Muro de Berlín. Bajo su control se encuentra la investigación científica del todo el

planeta, y –lo que es más importante-, el destino y orientación de los fondos internacionales destinados

a la Ciencia.

En la práctica, la I.I.A.S.A. opera como la propia Trilateral: una organización supranacional –

“privada”-, que concentra un enorme poder, superior al de cualquier Gobierno del Planeta, financiada

por los mismos organismos históricos de control y financiamiento económico del Mundialismo: la

fundación Ford, la Fundación Volkswagen, la Fundación Rockefeller; Naciones Unidas; el Programa de

Naciones Unidas del Ambiente; la Oficina Nacional de Protección de Ambiente sueca de Estocolmo; la

Comisión de Comunicaciones Europea; el Ministerio para la Investigación y la Tecnología de Alemania; la

Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. a través del programa de soporte para la Cooperación

Internacional en la Investigación del Análisis de Sistemas (I.C.S.A.R.); el Fondo para el Desarrollo de la

Investigación científica de Viena; la Asociación francesa para el Desarrollo del Análisis de Sistemas

Page 28: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

28

(A.F.D.A.S.); el Instituto de Investigaciones de Energía Eléctrica de Palo Alto, California EE.UU. y –cómo

no- la Shell Internacional Petroleum Co., de la Haya (28).

La línea conceptual del desarrollo científico propuesto por estas y otras organizaciones, surgió a

partir de 1945, cuando el asesor del presidente de Estados Unidos, Harry Truman publicó “Ciencia, la

frontera sin límites”, y suponía la existencia de un “Estado Mecenas” que financiaba la investigación

científica.

Este histórico modelo ha sido definido por Gibbons (“The new productions of knowledge: The

dynamics of science and research in contemporany societes”, Londres, Sage, 1994), como “Modalidad 1”.

En los últimos años del Siglo XX y en los primeros del actual, la situación ha ido cambiando, y se

ha comenzado a proponer un nuevo paradigma, al que se conoce como “Modalidad 2”. Según Merle

Jacob (“The future of the knowledge production in the Academy”, Open University Press, Buckingham,

2000), la “modalidad 2”, está definida por conocimientos que se producirían en el contexto de su

aplicación, es decir, orientados hacia el mercado. Respecto de los socios que participan, Etzkowitz y

Leydersdorff (“The University in the Global Knowledge Economy: A Triple Helix of Academy-Industry-

Government Relations”, Londres, Cassell, 1997), proponen una triple hélice (otra Trilateral) o cuerda de

tres hebras, en que participan académicos, empresarios y gobierno.

Otras características del la “modalidad 2” son la transdisciplinariedad, la heterogeneidad y

diversidad de la organización del los proyectos. En vez de núcleos aislados de investigadores en una

Universidad, los proyectos de esta modalidad son constituidos por Consorcios o Redes de

investigadores, en universidades, consultoras, empresas e institutos gubernamentales, que se juntan o

separan con gran fluidez según el proyecto cumple etapas. Finalmente, el proyecto y sus resultados

deben ser analizados con criterios de relevancia, estudios de mercado, costo-efectividad, y aceptación

social.

Sin embargo, la arremetida de la “modalidad 2” es resistida por muchos en las Universidades

más tradicionales, ya que atenta contra la idea de que docencia e investigación son interdependientes.

También se argumenta que en el modo tradicional, las Universidades están protegidas de influencias

políticas y económicas, y por ello, pueden dedicar buena parte de su esfuerzo a las ciencias

fundamentales, o ciencias básicas, sin que primen, necesariamente, criterios de mercado.

Por supuesto, las Universidades Mundialistas encabezan la lista de aquellas que ya se encuentran

trabajando de acuerdo a la “modalidad 2”, partiendo por el MIT en Boston, y Standford en Silicon Valley,

llamadas “universidades emprendedoras”. Lo mismo ocurre con las empresas de biotecnología de San

Francisco, al amparo de la Universidad de California (UCLA) y de Berkeley, o la de Cambridge, en

Inglaterra, de la que se nutren las empresas de alta tecnología.

Page 29: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

29

El punto en cuestión es que la Ciencia no es privilegio del mercado, ni puede operar bajo sus

premisas.

Lo mismo ocurre con la generación de conocimiento “no útil” en términos industriales o de

aplicación inmediata, o la consecución de investigaciones que no posean demanda social evidente, como

la clasificación taxonómica, y otras labores propias de Museos.

El esquema mundialista persigue generar una “trilateral científica”, donde quienes determinen el

curso de la investigación y la generación de conocimiento dejen de ser los Pueblos a través de sus

Estados, y sean reemplazados por la “rosca” del aparato político-militar-industrial.

Evidentemente, el éxito de esta tesis no sólo está dado por el enorme poderío económico de las

organizaciones mundialistas, sino porque sus bases están completamente desarrolladas a nivel

internacional, a partir de las organizaciones que imprimen la “dirección” de las investigaciones.

Sólo así se puede explicar, por ejemplo, la idea de que el Siglo XXI será “El Siglo de la

Biotecnología”, no precisamente porque sus resultados sean los más urgentes o indispensables (aún no

se resuelve, por ejemplo, el tema de un transporte ecológico y socialmente sustentable), sino porque

precisamente se encuentra en consonancia con los intereses del mundialismo y su intrínseca pretensión

de “guiar” la evolución humana.

¿Es necesario seguir?...

Notas:

(20) Eugène Rabinovitch nació en San Petersburgo, Rusia. Naturalizado norteamericano en 1943, participó entre 1942 y 1945 en el

“Proyecto Maniatan”, que condujo a la creación de la primera Bomba Atómica estadounidense. «La Trilatérale et les secrets du

Mondialisme», de Yann Moncomble, Paris, 1980.

(21) J. Rotblat, “Científicos en la búsqueda de la Paz”, publicado por el MIT. – Yann Moncomble, op. Cit.

(22) Le Point, Nº 161, 20 de Octubre de 1975. Artículo de Daniel Garric. Sin embargo esta no era la primera vez que científicos

capitalistas y comunistas se reunían, pues ya lo habían hecho antes en la Puwash. Yann Moncomble, op. Cit.

(23) Los nombres de los Representantes Oficiales se indican entre paréntesis.

(24) El Director del Instituto Max-Plank, Carl Friederich Weizsäcker, no sólo es miembro de la Puwash, sino además vicepresidente

propio I.I.S.S. Un número importante de miembros está afiliado a ambos organismos mundialistas.

(25) El Consejo del I.I.A.S.A. decide todo. Toma contacto con los Institutos, los Gobiernos y las Multinacionales. Es quien administra

las finanzas y determina los temas que serán estudiados por el Instituto, quien admite o expulsa a los miembros del I.I.A.S.A. y

que nombra el Presidente y el Vicepresidente de la organización.

(26) Le Point, 20 de Octubre de 1975.

(27) Peter Pringle, James Spigleman, «Los Barones Nucleares» (cita tomada del prólogo), Editorial Planeta, Barcelona, 1984.

(28) Yann Moncomble, op. Cit.

Page 30: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

30

4.- Una Historia Mundial

Desde la Convención del Gran Oriente de 1925, un deseo se expresó: “Que sea formada una

Oficina de Historia Universal, bajo la égida del Instituto de Cooperación Intelectual…; que tendrá la

misión de redactar un manual de Historia Universal que –a la vez de instructivo, positivo y simple, sería la

base de la enseñanza elemental en todas las escuelas del Mundo”.

Uno de los pasos más importantes de este “proyecto”, ha consistido sin duda en la imposición

del llamado “delito de opinión”, particularmente en Europa, y la pretensión de hacerlo extensivo al

resto del mundo.

La lista de autores y personas condenadas en Europa por "delitos de opinión" es enorme: en

noviembre de 1998, en España, se condenó al dueño de la Librería Europa, Pedro Varela, a 5 años de

prisión por el delito de "Negación del Holocausto". La sentencia llegó a afirmar lo que vendría a ser la

más patente muestra de la verdadera dimensión del espíritu de estas leyes, al sostener que: "Los

Derechos Humanos están por sobre las libertades individuales, incluida la Libertad de Expresión"...

Pero no sólo de esa Libertad...

El cientista político alemán, Udo Walendy, -de 71 años-, que ha publicado más de diez libros de

historia, incluido "Verdad para Alemania", fue condenado en 1997 a 14 años de prisión por contradecir

la "opinión oficial del Estado alemán sobre el Tercer Reich y el Holocausto", aun cuando los tribunales

habían reconocido que todas las aseveraciones que el autor sostenía en sus libros estaban "basadas en

citas y referencias bibliográficas que están probadas y son legítimas...", y que "no existe ningún otro libro

de historia tan detallado como el de Walendy, de modo que, en caso de duda, ningún otro libro de

historia puede refutar sus tesis; sino sólo presentar un punto de vista contrario". Sin embargo, el Tribunal

rechazó todos los documentos que probaban la veracidad de los análisis de Udo. El juez afirmó entonces:

"No se está juzgando lo que usted escribió. Eso, este tribunal no lo analiza. Lo que interesa es aquello

que no escribió". Dicho de otro modo, se le condenó por lo que "habría pensado al escribir".

Agreguemos entonces a la anterior sentencia de la corte española —ya que el gobierno alemán

pretende que estas leyes se apliquen en toda la Comunidad Europea—, que: "Los Derechos Humanos

están por sobre las Libertades

Individuales… incluida la Libertad de Pensamiento".

Y no es un caso aislado, ni único... la lista es enorme.

El libro Feuerzeichen, publicado en 1980 -un estudio detallado de la famosa Noche de los

Cristales Rotos-, podía ser adquirido libremente en Alemania hasta 1994. Sin embargo la tercera edición

fue colocada en la lista de "literatura

Page 31: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

31

peligrosa" y en 1995 fue formalmente prohibido. Actualmente, es "ofensa criminal" poseer más de una

copia.

El juego de video General Panzer fue prohibido porque el jugador podía lograr que -en una

simulación de combates-, los tanques alemanes ganaran las batallas. No pasa lo mismo con su homólogo

Wolfenstein, donde siempre pierden los nazis.

El editor de la revista austríaca Kommentare zum Zeitgeschehen, Konrad Windish, fue condenado

a un año de prisión por publicar un poema titulado "La luz tiene que volver en estos tiempos oscuros". El

delito: "reanimar el Nacional Socialismo", ya que el tribunal sentenció que la "interpretación" del poema

era que "La luz" significaba el nacionalsocialismo. Al editor no le valió de nada reclamar que la

interpretación del tribunal era absurda y sin fundamentos.

El profesor alemán de origen judío, Erwin Adler, de 62 años, fue expulsado de su cátedra de

Política y Ciencia Social en la Universidad de Münich después de 25 años de docencia, por haber

sostenido en clases: "La pregunta es: ¿fueron gaseados sistemáticamente (los judíos) o no lo fueron. En

este punto yo debo manifestar mi opinión personal. ¡Yo simplemente no lo sé!". Esta duda le costó la

carrera.

El canadiense Ernst Zundel fue encarcelado en Canadá y Alemania por publicar el libro

"¿Murieron realmente seis millones?". Sistemáticamente ha debido enfrentar juicios por sus tesis

revisionistas, pese a que ha ganado todos los casos.

El famoso historiador inglés David Irving, fue encarcelado en Canadá y actualmente tiene

prohibición de ingreso a ese país, a Alemania y a Austria, por los contenidos revisionistas de algunos de

sus libros y conferencias. Su primer texto: "La destrucción de Dresden", fue un éxito enorme y un gran

escándalo, porque demostraba que los aliados habían cometido un genocidio dirigido al exterminio del

pueblo alemán con el bombardeo.

Debido a las enormes presiones y difamaciones a las que se ha enfrentado, Irving hizo este

curioso comentario: "antes, un antisemita era alguien que odiaba a los judíos, ahora, es cualquier

persona a la que los judíos odien".

El historiador es quizá uno de los casos más emblemáticos de los que mencionamos, porque al

igual que el pensador francés de izquierda, Roger Garaudy, tiene un prestigio indestructible, más

documentación original que muchos museos o archivos, y políticamente no es ni siquiera simpatizante

del nacionalsocialismo. No obstante, la persecución llegó a límites insospechados cuando se atrevió a

sostener que no había pruebas sobre una responsabilidad especial de Hitler en acciones antisemitas,

fuera de lo normal en la Europa de aquella época.

Page 32: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

32

Por su parte, el profesor francés Robert Faurisson, prestigioso historiador revisionista, fue

golpeado en 1989 hasta quedar agónico, por cuatro terroristas judíos kazares de la organización "Hijos

de la Memoria", a causa de sus textos.

El médico e investigador forense de Auschwitz, Ditlieb Felderer, encarcelado en Suecia a causa

de sus escritos.

Al animador de la TV estadounidense, Arsenio Hall, se le canceló su programa por haber invitado

al escritor revisionista Louis Farrakhan, debido a las presiones del Centro Simón Wiesenthal.

Gunther A. Deckert, fue sentenciado en 1994 a un año de prisión, por traducir al alemán un

discurso pronunciado por el revisionista estadounidense Fred Leuchter.

A la profesora Suiza Mariette Paschoud, en 1986, se le prohibió enseñar historia después de que

expresó dudas acerca de las cámaras de gas.

Pero esos son los casos serios, porque por si fuera poco...

En 1990 se acusó a la película "Willie Wonka y la fábrica de Chocolates", porque según la autora

de la guía para niños Michele Landsberg, aludiría a Auschwitz. Y contra la serie de TV "Nuevo

Testamento", de la Christian Family Entertainment Network, que fue acusada en 1991 por el Centro

Simón Wiesenthal dado que —según sostiene— "dichos videos acerca de la vida de Cristo refuerzan

negativos y peligrosos estereotipos acerca del pueblo judío". Además, en Canadá se prohibió la enseñanza de

la obra "El mercader de Venecia" de William Shakespeare, cuando en 1991 un lobby presionó porque

contendría "anti-éticos caracteres judíos". Peticiones similares también se dirigieron contra el libro

"Oliver Twist" de Charles Dickens.

Qué decir del caso del ecologista y amante de los animales suizo, Erwin Kessler, quien fue

condenado a dos meses de prisión por protestar contra la matanza ritual de animales en mataderos

judíos. ¡Fue acusado de antisemitismo! Por su parte, el miembro de la Comisión de Derechos Humanos

de Naciones Unidas, el australiano Frederick Toben, fue expulsado del organismo por que habría

sostenido opiniones revisionistas.

Y también en Chile.

El periodista y conductor de televisión Fernando Villegas, acusado de antisemita por las satíricas

definiciones vertidas en su "Diccionario Histérico de Chile", donde —entre cientos de divertidas y nada

serias afirmaciones—, escribió: "Antisemita:

1.- Lo es toda persona que alguna vez haya hecho un comentario sobre los judíos que no fuera una

descarada adulación de los judíos. 2.- La definición anterior acaba de otorgarle al autor la definición

plena de antisemita. 3.- La definición anterior acaba de otorgar al autor de este diccionario la calificación

de antisemita rabioso y nazi emboscado".

Page 33: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

33

El ex subsecretario del Interior, Guillermo Pickering, quien públicamente debió dar excusas a la

Comunidad judía por haberse referido en forma despectiva a una supuesta "Troika Judía" de Ministros,

que habría operado en el gobierno del Presidente Eduardo Frei.

Y, por su parte, el destacado escritor Enrique Lafourcade, quien fue duramente cuestionado por

el hoy fallecido Presidente del Comité Representativo de Entidades Judías en Chile, Elimat Jasón, debido

a un irónico artículo de su columna del diario El Mercurio, sobre las memorias del escritor Miguel

Serrano.

Y así... Podríamos seguir citando casos y casos donde las Libertades de Conciencia, Pensamiento

y Expresión -pese a ser reconocidas por los Estados- no operan en la práctica con referencia a este tema.

Más de 80 condenas en toda Europa.

De esta forma, el “delito de opinión” consagra la doctrina de que la “historia” sólo puede ser

enfocada una manera, de una manera “políticamente correcta”, es decir, “políticamente mundialista”.

Esto no es nada, absolutamente nada nuevo.

Si por “Historia” entendemos la transmisión escrita de determinados hechos a través del tiempo,

entonces el “delito de opinión” es casi tan antiguo como la propia escritura.

En efecto, ya en tiempos de Tutankamón, los sacerdotes de Amón se vengaron de su padre, el

Faraón Akenaton –que había impulsado una religión monoteísta contraria a los intereses del clero-,

suprimiendo sistemáticamente todos los jeroglíficos, estatuas y papiros en que aparecía su nombre…

literalmente, “lo borraron de la historia”, incluso persiguiendo a quienes se atrevían a preservar algún

tipo de objeto que hiciera mención de su nombre. Era “delito de opinión” el mantener cualquier tipo de

registro sobre su período.

Esto no se trata de una simple “censura” o un burdo engaño, como a priori podría pensarse. La

pretensión fundamental de esta legislación es –como se ve-, cambiar la historia… alterar la memoria

para siempre.

Por ello, la idea de una Historia Mundial, “instructiva, positiva y simple”, es la pretensión de

imponer un determinado “recuerdo” de los hechos del pasado. Una específica y concreta forma de

memoria colectiva, de acuerdo a los intereses de quienes detentan el poder, en este caso, del Gobierno

Mundial.

No se trata entonces, en este caso, de realizar una simple o compleja “interpretación” de la

Historia, como -por ejemplo-, lo hizo el marxismo teórico respecto al proceso social en Europa desde el

período Feudal a la Revolución Industrial. No.

Se trata de algo de naturaleza muy diferente.

Page 34: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

34

Se trata de “borrar” de la conciencia, la memoria individual y social de aquellos hechos que

impliquen un cuestionamiento de la ideología dominante.

Para comprender lo que aquí ocurre, imaginemos por un momento que –por alguna razón-, no

existiesen registros fósiles de ningún período geológico del Planeta: la paleontología no existiría, por lo

cual, no habría modo de saber cómo fue la Tierra y la vida en el Pasado.

Ahora, sólo como un ejercicio lúdico, imaginemos que alguien –un grupo ufológico interesado,

por ejemplo-, quisiera comprobar que la humanidad llegó al Planeta desde el espacio exterior hace sólo

unos cuantos miles de años.

Para lograrlo, literalmente “crea” una prehistoria, e inventa las pruebas geológicas de su

existencia, quizá enterrando y “descubriendo” determinadas piezas y registros que concuerdan con su

teoría: entonces tendríamos una “Historia” que comenzaría diciendo, “La humanidad llegó al Planeta

hace unos cuantos miles de años proveniente del Espacio exterior”…

Pues bien, nosotros sabemos –o al menos podemos probar con ciertas bases- que esto no fue

necesariamente así, precisamente porque tenemos registros fósiles que prueban la existencia de seres

humanos desde hace al menos un millón de años en el Planeta, y porque además, hemos sido capaces de

interpretar dichos registros para llegar a la conclusión de que descendemos de antiguas especies pre-

humanas ya extintas, muchísimo más antiguas.

Si bien hay discrepancias y dudas del modo en que este proceso ocurrió, las pruebas están allí

para que cada cual pueda estudiarlas y llegar a sus propias conclusiones: la “verdad” histórica está sujeta

a interpretaciones, análisis y nuevos descubrimientos que obligan a revisar continuamente lo que hasta

ese momento sabíamos.

La implantación del “Delito de Opinión”, es el equivalente a que un paleontólogo fanático -

partidario de determinada teoría-, sistemáticamente eliminara de los registros fósiles aquellas piezas que

no concuerdan con sus ideas, y a la vez, prohibiese investigar a quienes dudan de las mismas.

A corto plazo, esta nefasta acción puede ser revertida.

Pero a largo plazo, significa la imposición de una verdadera amnesia sobre la memoria

colectiva de la humanidad.

Por cierto, esta es la única forma real en que es posible crear algo semejante a una “Historia

Mundial”, ya que –por ejemplo- la “historia” de la conquista del “lejano Oeste” es muy diferente para los

cowboys que para los nativos norteamericanos. Si se quiere imponer una determinada versión,

necesariamente, indudablemente, se debe suprimir la contraria.

Page 35: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

35

Adicionalmente, debemos señalar que esta noción de imponer una amnesia colectiva, está en

directa consonancia con el fundamentalismo mesiánico escatológico que subyace en la misma raíz del

Mundialismo.

En efecto: es perfectamente lógico que quienes quieren dirigir los destinos de la humanidad

hacia determinados fines, deben tener la capacidad necesaria para “escribir” la historia. No cualquier

historia, sino precisamente aquella que desean crear.

En este sentido, el concepto del “Fin de la Historia”, tanto en términos nietzscheanos como en su

correlato mesiánico y mundialista, implica la total eliminación de las interpretaciones acerca de la

misma.

En un mundo globalizado, mundializado, sólo puede haber una única historia… lo contrario

significa precisamente que no existe mundialización.

Para finalizar, uno de los efectos directos de esta política, amen de los ejemplos ya presentados,

lo constituye la actual corriente de “desmitificación” de las figuras históricas nacionales.

En Chile, el caso más reciente se ha presentado con una polémica “obra de teatro”, que ridiculiza

la memoria de Arturo Prat, el héroe más relevante de la historia nacional. Lo mismo ha venido

ocurriendo con otros próceres, como Simón Bolívar –“retratado” groseramente en una pintura de nula

calidad artística-; Diego Portales, a expensas de su vida económica; Rosas, en tanto genocida; etc.

Esta política es significativamente coherente con la necesidad de eliminar las identidades

históricas nacionales, para establecer una “identidad histórica mundial”.

Sólo en una historia sin héroes, sin próceres, en fin, sin arquetipos sociales nacionales, la

pretensión de imponer figuras y valores históricos mundialistas se hace verdaderamente posible.

Dicho en términos simples: la pretensión del mundialismo es –a la vez-, prohibir dudar de la

Historia Oficial, y permitir destruir todo lo que para ella sea innecesario o contrario.

El primer paso, el paso fundamental para lograr esto, es eliminar el recuerdo y la admiración

de los Pueblos por su propia Historia.

Page 36: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

36

6 y 7.- Una Literatura Mundial. Un Arte Mundial.

Lucien Febvre, profesor del Colegio de Francia y miembro del Centro de Estudios Políticos

Extranjeros –homólogo francés del “Council on Foreing Affaire”, C.F.R.-, declaró: “Yo creo… que nos

proponemos organizar sobre sólidas bases la esta cooperación en las Ciencias, la Literatura y las Artes,

para el génesis de un Nuevo Orden… Ampliemos las bibliotecas, traduzcamos a todas las lenguas de la

civilización todos los grandes libros que merecen ser traducidos…” “Hagamos circular las obras y los

hombres, las novelas y los novelistas, los cuadros y los pintores” (29).

Muy bien… pero ¿quién decidirá cuales son “los libros que merecen ser traducidos” y cuáles no

lo merecen? ¿Quién decidirá cuáles cuadros y pintores se harán circular?

Veamos lo que decía, ya en 1930, el libro de Camille Mauclair “Los extranjeros contra el Arte

francés”: “El señor Uhde (30) ha declarado… que el mercado de la pintura está en manos de vendedores y

coleccionistas judíos… Por consiguiente, el señor Uhde explicó que la pintura de razas, de tierras, de

patrias, estaba acabada, que uno iba a ver una pintura internacional, europea, que los Judíos iban a

colocar en el primer plano” (31).

Comparemos el párrafo precedente con este tomado de “Hacia un Socialismo Europeo”, de Jorge

Mota: “El arte, para serlo, debe llegar al pueblo, debe ser del pueblo. Esta es la premisa fundamental

para que una obra de arte tenga el carácter de tal. Puede parecer incongruente esta afirmación, puede

parecer absurda y falsa, pero lo que es evidente es que existe una lucha encarnizada entre la

intelectualización del arte y su socialización”… “Los pseudoartistas de hoy odian cualquier manifestación

del arte que pueda abrir los ojos al pueblo, pues saben que si bien éste ha dejado de ir a los museos, a los

teatros y a los conciertos, volvería a unos y otros si se comprobara que existe un verdadero arte, propio

de nuestra época, y que nada tiene que ver con las mamarrachadas de costumbre. Y entonces, dándose

cuenta de haber sido miserablemente engañado, tomaría éste las soluciones drásticas oportunas para

terminar de una vez para siempre con este fraude inmenso del arte antipopular, del arte burgués, del arte

intelectualizado, o del “arte moderno”, como sorprendentemente se le conoce” (32).

Aquí se encuentra claramente planteada la disyuntiva fundamental que implica la instauración

de un “Arte Mundial” y de una “Literatura Mundial”: básicamente, alejar a los pueblos del Arte

verdadero, y reemplazarlo por un sistema de expresiones acorde a los principios y antivalores del

mundialismo, sistema por cierto, al que se le asigna y califica con la calidad de “arte”.

Para lograr este objetivo, el mundialismo no sólo tiene en sus manos las cadenas de “crítica” y

valoración de aquellas obras funcionales a sus objetivos; sino además, posee el monopolio de la

Page 37: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

37

comercialización de las mismas: la transformación del Arte en un objeto de mercado es la fase más

importante de su mundialización.

El efecto más concreto de este proyecto, puede observarse en la asignación de recursos públicos

para la creación de obras literarias y artísticas en general: son los criterios de selección, los criterios

temáticos y de contenidos los que definen en la práctica qué “productos artísticos” serán beneficiados.

No se trata en este caso, de la promoción de determinados estilos –posean o no un determinado

trasfondo ideo-político-, como era el caso de las obras producidas en la desaparecida Unión Soviética.

Uno podría discutir respecto de la ideología subyacente en las mismas, pero sería injusto y miope negar

por ello su valor artístico, como por ejemplo, en la película “Alexander Nevsky” del cineasta ruso de

origen judío, Sergei Eisenstein.

De lo que se trata en el caso del arte mundializado, es de algo mucho más sutil y pernicioso: la

promoción y financiamiento de obras “artísticas” con completa ausencia de contenidos trascendentes,

de valores espirituales y de paradigmas identitarios nacionales y populares.

El arte mundializado es, por definición, la negación del arte.

Notas:

(29) Liens entre Nations, Edición SPID, 1947, pp. 190-191.

(30) M. W. Uhde, esteticista alemán, autor de ”Picasso y la tradición francesa”, donde sostiene: “La obra de Picasso viene a ser la

realización perfecta de un hombre de genio universal”… “Los extranjeros contra el Arte francés”, p. 101. Yann Moncomble, op.

Cit.

(31) Camille Mauclair, “Los extranjeros contra el Arte francés”, Éditions de la nouvelle revue critique. 1930, p. 108. Yann Moncomble,

op. Cit.

(32) Jorge Mota, «Hacia un Socialismo Europeo. ¿Falange o Comunismo?”, Ediciones Bau, Barcelona, 1974.

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38

8.- Un Periodismo Mundial

La Escuela superior de Periodismo de Lille, bajo el impulso de su director, el señor Hervé

Bourges, publicó en el primer número de “Trimedia”: “La urgencia de instaurar un Nuevo Orden Mundial

de la información, necesita una respuesta en cuestión, una crítica vigilante, una atención a toda

investigación creativa” (33). El 30 de agosto de 1978, el primer ministro de Túnez, señor Heidi Nouira, se

declaró “en favor de un Nuevo Orden Mundial de la Información” (34), lo que fue refrendado por el

delegado de dicho país ante la UNESCO, con un artículo publicado en Le Monde con el título: “El Nuevo

Orden Mundial de la Información” (35). Al mismo tiempo, un “Reporte Intermedial sobre los problemas

de la Comunicación en la Sociedad Moderna”, estaba siendo elaborado por la U.N.E.S.C.O. Curiosamente,

la comisión estaba presidida por Sean McBride (Irlanda) –premio Lenin y premio Nobel de la Paz-, y

amigo de Joseph Retinger, nada menos que el fundador del Grupo Bilderberg.

Con estos antecedentes, en diciembre de 1979, reunidos en Fez bajo la égida del Secretariado

Internacional de la “Federación Mundial de Villas Pareadas”, F.M.V.J. (Féderation mondiale des villes

jumelées), un número de periodistas de la prensa escrita, audiovisual, de agencias noticiosas de países

industrializados y del tercer mundo, dieron nacimiento a un “Comité Mundial de Periodistas de Ciudades

Unidas”. Michel P. Hamelet (36), uno de los fundadores, señaló: “Nuestro Comité debe constituir la

expresión de un Nuevo Orden Mundial de la información”. En el curso de esta reunión, todos los grandes

órganos de la prensa mundial estaban presentes. Por parte de Francia asistieron: Le Figaro, Le Monde, La

Croix, Ouest-France, Le Nouvel Observateur, Asociated France Press y la A.C.P. De igual modo participó

un enviado de la Prensa de Leningrado, a costas de sus colegas Norteamericanos.

No es de extrañar que haya sido precisamente el profesor de la Escuela Superior de Periodismo

de Lille –el mismo que lanzó la idea de un Nuevo Orden de la Información-, el señor Hervé Bourges,

quien haya sido elegido primer Presidente de este Comité Mundial. Por otra parte, es interesante señalar

que esta asociación estuvo desde su origen en estrecha relación con C.I.M.A.D.E., grupo protestante de

izquierda, ligado al “Movimiento Cristiano para el Socialismo”, a través de su secretario general, Roby

Bois, colaborador asiduo de la Revista Sudeste, nada menos que al lado de Jacques Chonchol -ex Ministro

de agricultura del Gobierno de Salvador Allende en Chile-, y de Pierre Luc Séguillon, redactor en jefe de la

Revista “Testimonio Cristiano”… ¿No son curiosas relaciones? La verdad es que no.

Como se ha visto, los organismos del mundialismo están compuestos por una casi inextricable

trama de organizaciones, la mayoría formada por los mismos hombres, los cuales -en diferentes

funciones-, forman una compleja red de relaciones personales e institucionales que, como veremos, dan

cuerpo a la estructura del Gobierno Mundial.

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39

En el caso de la Prensa, estas relaciones se han vuelto aún más transparentes desde la creación

del “Comité Mundial de Periodistas” en 1979, ya que desde esa fecha, la concentración de los Medios

de Comunicación se ha vuelto un fenómeno mundial.

Este es, por ejemplo, el caso del la Compañía “New York Times”, propiedad de Arthur Ochs

Sulberger, y dueña de otros 22 periódicos, ocho canales de Televisión y siete Revistas de circulación

nacional en Estados Unidos, entre las que destaca la propia revista “Time”. A su vez, el hijo de Sulberger,

es el editor del propio “New York Times”, el diario más influyente del país (37). Otro ejemplo lo

proporciona la Cadena de Televisión C.N.N. –el principal medio de la política mundialista-, que se ha

transformado en el órgano rector del discurso oficial del Nuevo Orden Mundial.

En Chile la situación es verdaderamente patética: dos conglomerados periodísticos, “El

Mercurio” y “COPESA”, concentran cerca del 80% de la prensa escrita nacional. Por su parte, tres de los

cinco principales canales de Televisión son propiedad de transnacionales. ¿Es necesario seguir? La

realidad de un “Periodismo Mundial” ha superado con creces las mejores expectativas que Izoulet

pudiese haber tenido a principios del Siglo XX.

Finalmente, la posibilidad de establecer “resguardos” a los contenidos de Internet, se ha vuelto

un objetivo fundamental para las aspiraciones mundialistas.

El panorama no sólo es sombrío… es tétrico.

Notas:

(33) Le Monde, 9 de Julio de 1977.

(34) Le Monde, 1 de Septiembre de 1978.

(35) Le Monde, 26 de Octubre de 1978.

(36) Seudónimo de Mario Daniel, consejero permanente de “Le Figaro” y administrador de la “Societé Figaro Editions”.

(37) “A portrait of Word Power”, Vanity Fair, Noviembre 1997.

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40

9.- Desde una Oficina de Arbitraje Mundial a un Tribunal Mundial

La idea original de Izoulet acerca de un “Tribunal de Arbitraje Mundial” está hoy representada

por la “Corte Internacional de Justicia de la Haya”.

Sus objetivos son: “Juzgar los diferendos que puedan ocurrir entre los Estados. Cuando éstos

acuden a ella, el juicio de la Corte es obligatorio para ellos. Da opiniones consultivas en materias jurídicas

a demanda de algunos organismos, en particular, de la Asociación General del Consejo de Seguridad”.

Hasta 1980, de 151 Estados Miembros de Naciones Unidas, sólo 45 habían aceptado su jurisdicción. Esto

cambiaría con el tiempo.

La Corte está compuesta por quince magistrados que son elegidos para un mandato de 9 años,

renovable indefinidamente, por la Asamblea General del Consejo de Seguridad, y está financiada

íntegramente por Naciones Unidas. Sin embargo, sus atribuciones no son las que un Gobierno Mundial

podría requerir de un Tribunal, particularmente en el área de la jurisdicción y de los ámbitos jurídicos.

En efecto, como se aprecia en la descripción de sus objetivos, la Corte Internacional de Justicia

resuelve diferendos… entre Estados… es decir, entre Naciones.

Como el proyecto de un único Gobierno Mundial exige la desaparición de los Estados

Nacionales, la Corte Internacional de la Haya –que juzga conflictos entre Estados- obviamente no será

el organismo de “justicia” de dicho Gobierno.

Por ello, a partir de la última década del Siglo XX, los esfuerzos del mundialismo incrementaron la

presión para crear una verdadera Corte Mundial.

De este modo, el 22 de septiembre de 1997, el presidente de EE.UU. William Clinton propuso, en

las Naciones Unidas, la creación de un "tribunal permanente" transnacional sobre "crímenes contra la

humanidad", un hecho aterrador y único en toda la historia universal, que pretende "legalizar" la

completa hegemonía de la globalización y el fin de las soberanías nacionales.

De esta forma surgió finalmente el proyecto del “Tribunal Penal Internacional”. ¿Cuál es la

importancia de este aparentemente simple cambio de nombre? Mucha más de la que parece.

En efecto, la diferencia fundamental entre ambas cortes, es que el Tribunal Penal Internacional,

posee jurisdicción sobre los propios ciudadanos de los Estados que han aceptado su jurisdicción. En

términos simples, los Estados signatarios han cedido la soberanía sobre sus ciudadanos a una Corte que

no pertenece al propio Estado. Por ello, el argumento fundamental de esta iniciativa ha sido que el

Tribunal sólo juzgará “crímenes contra la humanidad”, es decir, un tipo muy especial de crimen, creado

jurídicamente en los Juicios de Nüremberg, que –según se aclara-, muchas veces los propios Estados en

que se comete, no están en condiciones de llevar a juicio.

Page 41: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

41

De este modo, la propuesta aparece como parte fundamental de la defensa de los Derechos

Humanos impulsada por las Naciones Unidas, y por ello, con una legitimidad al parecer a toda prueba.

Salvo por un inconveniente… Curiosamente, desde su proposición por Estados Unidos en 1997, el

único Estado que se ha resistido vehementemente a aceptar la jurisdicción del Tribunal ha sido… el

propio Estados Unidos. La paradoja es increíble: el principal impulsor de la iniciativa ha sido,

precisamente, el primero en negarse a participar en la misma. Junto a EE.UU., también Israel ha

manifestado que no suscribirá el tratado.

Sin embargo, la potencia mundial ha presionado fuertemente a la totalidad de las restantes

Naciones para que se sometan a la jurisdicción del Tribunal.

Las implicaciones más simples señalan que –dada la calidad de eje rector de la geopolítica

mundial-, EE.UU. no “puede” firmar un tratado por el cual, en el futuro, podrían ser juzgados los actos

cometidos a nivel mundial por sus fuerzas armadas, las que se encuentran precisamente empeñadas en

una supuesta “Guerra contra el Terrorismo”, que ya ha significado la completa destrucción de Afganistán.

Pero la lectura correcta es muy diferente.

Lo cierto es que EE.UU. desea que todos los países del mundo firmen el tratado, porque de este

modo, en primera instancia, podrán ser perseguidos internacionalmente sus enemigos. Es decir, en

términos del discurso de esta potencia: “los enemigos de Occidente. Los enemigos de la Civilización. Los

enemigos de la Paz”.

Pero por otra parte, es claro que la existencia del Tribunal es un paso indispensable para la

instauración de un Gobierno Mundial, y como ese gobierno mundial será presidido desde Estados

Unidos, sería ilógico someterlo a la autoridad de uno de sus propios órganos de control internacional.

Sin embargo, comprendiendo que el Mundialismo tiene precisamente por objetivo la eliminación

de todos los Estados Nacionales, más tarde o más temprano el propio Estados Unidos dejará de existir.

Por ello, es posible aseverar que tarde o temprano, EE.UU. terminará por firmar el tratado del

Tribunal Penal Internacional, y podemos estar seguros que de ello, a la creación formal de un Gobierno

Mundial, sólo habrá un pequeño paso.

En palabras de Viviane Forrester: “Los grandes organismos internacionales, libres de toda traba,

aislados de la opinión pública, eximidos de rendir cuentas a los gobiernos mientras que éstos sí deben

hacerlo, son omnipotentes. Pero están al servicio y son tributarios de un poder hegemónico del cual son

los mejores instrumentos” (38).

Notas:

(38) Viviane Forrester, “Una extraña Dictadura”, Editorial Fondo de Cultura Económica de Argentina, Buenos Aires, 2000.

Page 42: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

42

10.- Un Orden Mundial de Honor

La idea original de Izoulet fue rápidamente desarrollada, y se trata nada más ni nada menos que

de los Premios Nobel, fundados por Alfred Nobel –el creador de la dinamita-, “en beneficio de las obras

literarias, científicas y filantrópicas del mundo entero”.

En particular, un área de estos Premios ha sido claramente la expresión del poder del

mundialismo, y de su capacidad para determinar el curso de la política mundial. Nos referimos a los

Premios Nobel de la “Paz”, que sistemáticamente se han utilizado para premiar a los agentes

internacionales del mundialismo.

En particular, algunos premiados son claramente identificables como tales: Henrry Kissinger o el

duque Tho.

Menos conocido es el hecho de que quien propone los candidatos para este premio es el

“Instituto Noruego de Asuntos Extranjeros”, es decir, ¡el homólogo del C.F.R. (Council on Foreing Affairs)

en ese país!, largamente presidido por el Dr. Sannes. A estas alturas, no debe sorprender que el Dr.

Sannes haya sido miembro de Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (I.I.S.S.), y –cómo no-, de la

mismísima Trilateral.

En 1964 el premio fue otorgado al Pastor Martin Luther King.

En 1965 a la “Organización de las Naciones Unidas para la protección de la Infancia” U.N.I.C.E.F.,

uno de los órganos mundialistas.

Entre 1965 y 1968 no fue otorgado, hasta que -en octubre de 1968- se otorgó a René Casins, uno

de los autores de la “Declaración Universal de Derechos del Hombre”, fundador de la U.N.E.S.C.O., y

presidente de la “Alianza Israelita Universal”.

Con estos antecedentes, no debería causar ninguna sorpresa la impresionante cantidad de

Premios Nobel de la Paz que aparecerán ligados, una y otra, y otra vez, a las organizaciones

Mundialistas… y que serán sin lugar a dudas, miembros fundamentales del cercano Gobierno Mundial.

Page 43: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

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11.- Un calendario Mundial

Sólo comentaremos brevemente este aspecto. En 1954, la Décimo Octava sesión del Consejo

Económico y Social de Naciones Unidas, reunida en Génova, propuso la creación de un nuevo

“Calendario Mundial”. Dieciocho Estados se declararon partidarios de la reforma, y sólo seis fueron

contrarios.

Históricamente se han propuesto varias alternativas de modificación del actual calendario, para

reemplazarlo por un sistema mundial. Todos ellos presentan variaciones entre sí, referidas a la cantidad

de meses, días en el mes, y otros datos.

Básicamente las principales cinco propuestas son:

a) 4 trimestres de 91 días cada uno, con meses de 30 y 31 días.

b) 13 meses de 28 días cada uno (calendario lunar).

c) 4 trimestres con 2 meses 28 días y un mes de 35 días (5 semanas).

d) Regulación de los bisextiles: propone suprimir un día cada 128 años, para así permitir que

todos los años comiencen por el mismo día de la semana.

e) Proyecto decimal: propone aplicar la división decimal: 1 hora = 1 día; 1 decihora = 10 días; 1

centihora = 100 días; 1 kilohora = 1000 días, etc… (!!)

Uno podría preguntarse acerca del porqué de estas extrañas ideas, y la razón es simple: según

quienes lo proponen, se “pierden” muchos días laborales al año por la forma en que se desarrolló el

actual calendario Juliano-Gregoriano. Adicionalmente, no todos los países utilizan este calendario, y por

ende las fechas varían de lugar en lugar.

El proyecto con más es el calendario lunar. Curiosamente, su difusión cuenta con el apoyo de grupos

pseudo esotéricos, que plantean una serie argumentos para su implantación, relacionándolo con el

Calendario Maya y con ciclos naturales.

Sin embargo, el argumento central es fundamentalmente económico y pragmático: se trata de

generar una unidad de tiempo internacional, que permita organizar sistemáticamente la vida de la

humanidad. Eso es todo.

Como señaló el periodista Charles Reber: “En cuanto a las cámaras de comercio del mundo entero,

dan apoyo sin condiciones a este proyecto” (39).

Notas:

(39) Le Soir, Bélgica, sábado 24 de julio de 1954.

Page 44: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

44

12.- y 13.- Una Biblioteca Mundial y las Exposiciones Mundiales.

Aquí sólo quisiéramos hacer notar dos ideas centrales: más allá de los planes de Izoulet que

hemos venido siguiendo para verificar su existencia, es claro que en su época no existía algo como

Internet.

Por ello, ni aún en sus mejores sueños hubiese pensado en la existencia no sólo de una Biblioteca

Mundial, sino de la mayor Biblioteca “virtual” de todos los tiempos…

A la fecha los cálculos más moderados indican que la Red Internacional de Computadores,

duplicará su tamaño en los próximos 5 años, sumando literalmente miles de millones de nuevos usuarios

y documentos a los ya existentes.

En cuanto a las Exposiciones Mundiales, estas se iniciaron en 1855, y han continuado

esporádicamente hasta ahora.

Lo importante de estas Ferias es que allí se exaltan y promueven los “valores” mundialistas: en

efecto, son las grandes “vitrinas” del mundialismo. Adicionalmente, son quizá las estructuras de

“apertura económica” más poderosas después de los Tratados de “libre” Comercio.

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14.- Las Misiones Comerciales y la Bolsa de Valores mundiales

Estas dos ideas de Izoulet son las que quizá más rápidamente lograron ser implementadas por el

mundialismo, y en la práctica constituyen su principal fuente de poder.

Dejemos la palabra nuevamente a Viviane Forrester: “el FMI, la Organización de Cooperación y

Desarrollo Europeo, el Banco Mundial, la organización Mundial de Comercio, que no tienen

fundamentos democráticos (como no los tiene el Consejo Europeo en Bruselas), ya que sus miembros no

son elegidos por los ciudadanos. ¿Por qué habrían de serlo? Su cometido no es ser gerentes de los

negocios del mundo, como pudiera parecer, sino de los del mundo de los negocios que los recluta, los

designa o los hace designar.

Todo funciona de maravillas. Estos organismos son perfectos para transmitir y hacer aplicar los

decretos del régimen ultraliberal dominante, para obligar a los gobiernos a obedecer.

Han implantado sus principios y reglas en un mundo cada vez más adaptado a sus deseos; han

neutralizado las leyes que los estorbaban, y cuya tinta borrosa sólo afecta a los Estados y los pueblos.

Han demostrado gran talento como colonizadores y apuntan a dominar la totalidad del globo terrestre

con poco gasto.

Los grandes organismos internacionales, libres de toda traba, aislados de la opinión pública,

eximidos de rendir cuentas a los gobiernos mientras que éstos sí deben hacerlo, son omnipotentes.

Pero están al servicio y son tributarios de un poder hegemónico del cual son los mejores instrumentos.

Encargados oficialmente de velar por el equilibrio en el reparto de las riquezas, en verdad están

forzados a velar por que el reparto siga siendo perfectamente desigual, de manera tal que las riquezas

prácticamente no se repartan sino que se concentren cada vez más en las manos de una casta soberana y

condensada. Deben manipular a las naciones como marionetas, defender la disparidad de sus ingresos

con respecto a los países ricos y, más escandaloso aún, con respecto a ciertas fortunas privadas. Con

pretextos humanitarios, deben explotar la pobreza de ciertos países, reducirlos a la sumisión como a

otros tantos individuos acosados por las dificultades, con la misma indiferencia por sus realidades.

Al manejar fondos que podrían salvar a los países estructuralmente pobres o en crisis (o ambas

cosas), al FMI no le resulta difícil obligarlos a ceder a las condiciones de sus préstamos, a cambio de los

cuales este organismo ejercerá el derecho de revisar su filosofía política y por esa vía su política interior y

exterior, que acabará por dictar.

Privatizaciones, desregulaciones, supresión de subvenciones a los sectores sociales: todo eso

sucede. Abdicación. Alineación estricta de todos con un modelo único. Un solo catecismo para todos los

pueblos. Para todos los mismos métodos, el mismo brebaje mágico, que reduce todos los parámetros

Page 46: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

46

sociales a uno solo, el de la rentabilidad, pero aquella que beneficia a los acreedores. Austeridad. Olvido

de toda ambición, de toda inclinación propia, de toda producción que no vaya en el sentido deseado, que

rara vez corresponde al interés del país en cuestión. Sacrificios. Reducción implacable de costes, siempre

los mismos, los del trabajo, las estructuras indispensables, la cultura, la salud, las conquistas sociales y

otras futilidades. Renunciar a la independencia de la política interior, va de suyo. Derecho a la injerencia

del FMI en países convertidos, en el mejor de los casos, en protectorados. Ajustes sobre ajustes.

Redes todopoderosas, ciegas a todo lo que no corresponda a la ideología liberal, a todo lo que no

consista en poner a su servicio todo lo que está a su cargo, es decir, casi todo. No sin profesiones de fe

humanitarias, no sin alusiones a sus funciones de buenos pastores.

Gente sin mandato, que sólo se representa a sí misma, que no rinde cuentas a nadie, recibe el

encargo de administrar el mundo y a sus habitantes (no consultados) de acuerdo con las recetas rígidas

de un régimen que jamás anunció su existencia pero que de esa manera se consolida aún más, en

detrimento de los pueblos.

Organismos que en conjunto ejercen plenos poderes, encargados de conducir la economía global,

no pueden sino mutilarla en función de consignas monomaníacas que ningún individuo ni grupo de

personas físicas les ha dado, que sólo se sustentan en el aire y en la concatenación de lógicas

correspondientes a la omnipotencia del lucro privado” (40).

¿Es necesario agregar algo más?

Notas:

(40) Viviane Forrester, Op. Cit.

Page 47: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

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15.- El Gobierno Mundial

En 1888 se descubrió y publicó una carta enviada por el famoso judío neomesiánico, Baruch

Levy, a Carlos Marx, en la que sostenía:

“El pueblo judío, tomado colectivamente será el mismo su Mesías. Su reino sobre el Universo se

obtendrá por la unificación de las otras razas humanas, la supresión de las fronteras y de las monarquías

-que son el baluarte del particularismo-, y el establecimiento de una República Universal que reconocerá

por doquier los derechos de la ciudadanía a los judíos.

En esta nueva organización de la Humanidad, los hijos de Israel diseminados actualmente sobre

toda la superficie del globo, todos de la misma raza y de igual formación tradicional, sin formar no

obstante una nacionalidad distinta, llegarán a ser sin oposición el elemento dirigente en todas partes,

sobre todo si llegan a imponer a las masas obreras la dirección estable de algunos de entre ellos.

Los gobiernos de las Naciones, al formar la República Universal, pasarán todos, sin esfuerzo a

manos de los israelitas, a favor de la victoria del proletariado. La propiedad individual podrá entonces ser

suprimida por los gobiernos de raza judía que administrarán en todas partes la fortuna pública. Así se

realizará la promesa del Talmud que –cuando los tiempos del Mesías habrán llegado-, los judíos tendrán

bajo sus llaves los bienes de todos los pueblos del mundo”. (41)

En este punto del ensayo, es necesario realizar una importante aclaración.

Si bien en términos generales, la crítica histórica que el Nacional Socialismo realizó tanto al

Capitalismo como el Comunismo, señalando que ambos eran la expresión de un único sistema: el

materialismo, fue y sigue siendo válida, no es menos cierto que dicha crítica ideológica se tiende a sobre

simplificar en la forma que sostienen “Los Protocolos de los Sabios de Sión”, esto es: la idea de que tras

ambos sistemas única y exclusivamente se encontrarían “los sabios de Sión”, y que por ende, la

comprensión y análisis de la dicotomía Capitalismo v/s Marxismo era innecesaria.

No es la intención de este ensayo insistir en esa forma de comprender el problema, sino todo lo

contrario. En efecto, el problema de esta tesis es que –hasta antes de la caída del Comunismo-, podía ser

sustentada con mayor o menor rigor, dado que la realidad operante efectivamente le otorgaba

verosimilitud.

Otro es el caso actual, porque válidamente se puede objetar que, si tras ambos sistemas se

ocultaba un único grupo rector que obtenía dividendos del proceso, entonces ¿por qué se habría dejado

fracasar a una de las dos expresiones?

Adicionalmente, esa tesis no explica –aunque fuesen solamente una apariencia-, los enormes

esfuerzos de ambos “bandos” por obtener la hegemonía mundial hasta poco antes del final del Siglo XX.

Page 48: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

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En este sentido, nos parece mucho más lógico sostener que, si bien la presencia de judíos

puede constatarse permanentemente en uno y otro bando, no es precisamente ello lo que genera la

unidad fundamental del Capitalismo y el Marxismo.

Para nosotros, dicha unidad es verificable con mucho mayor rigor, en dos aspectos

fundamentales:

Primero: tanto el Capitalismo como el Marxismo tienen implícita la idea de dominación mundial,

de mundialismo, y dicha idea –en ambos casos-, supone la eliminación de la diferencia como base del

fenómeno social.

En efecto, tanto para el Marxismo como para el Capitalismo, la pretensión de un dominio

mundial está fundada en la eliminación de las especificidades, de la nacionalidad, de la raza y de las

diferentes culturas del Planeta en aras de la “unicidad” implícita en la total imposición de uno de los dos

sistemas.

Por ende, el Capitalismo y el Marxismo como procesos no son idénticos, pues suponen

diferentes medios, pero –y eso es lo fundamental-, sus fines sí lo son. Parafraseando a Hegel: “No

importa si el día fue despejado o nublado: lo que importa es que llegará la negra noche, y que todas las

vacas serán oscuras”.

Segundo: dado que –como indicábamos en un inicio-, las bases fundamentales del mundialismo

provienen de un mesianismo operante sobre la realidad social, cuya definición fundamental es la

escatología mosaica, laica en la versión marxista, y sincretizada en la capitalista. Lo que efectivamente

une ambas doctrinas es precisamente el materialismo teológico del cual surgen sus propuestas, y no

precisamente la “raza” que conduce el proceso.

Como sostiene el escritor judío Otto Weininger en “Sexo y Carácter”: “Debo, ante todo, decir

claramente lo que yo entiendo por judaísmo. En mi opinión, no se trata de una raza, ni de un pueblo, ni

menos todavía de un credo legalmente reconocido”.

“El judaísmo debe ser considerado tan sólo como una dirección del espíritu, como una

constitución psíquica posible a todos los hombres”

“Es, pues, perfectamente lógico que en el Antiguo Testamento no aparezca la menor referencia

acerca de la inmortalidad. Quien carece de alma no podrá sentir la necesidad de la inmortalidad. En

términos generales puede decirse que los judíos, al igual que las mujeres, no tienen la necesidad de la

inmortalidad. "Anima naturaliter christiana", decía Tertuliano”…

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49

“Los judíos han sido también los que con más facilidad han aceptado una concepción mecánico-

materialista del mundo, precisamente porque su modo de adorar a Dios poco tiene que ver con la

verdadera religión”.

“Únicamente así se puede comprender la larga vida del judaísmo que ha sobrepasado la de todos

los restantes pueblos y razas. Privados totalmente de una creencia, los judíos no hubieran podido persistir

y mantenerse, y esta creencia es el sentimiento confuso, oscuro, sin embargo, desesperantemente cierto

de que algo tendría que suceder al judaísmo y en el judaísmo. Este algo es el Mesías, el Salvador del

judaísmo es el Salvador de los judíos”.

Por ello, la majadera insistencia en el tema del “antijudaísmo”, de la “raza”, como única

explicación para comprender la historia, nos parece miope y completamente desacertada: los judíos no

son una “raza”.

Como adecuadamente señala Miguel Serrano, son precisamente lo contrario, una “antirraza”.

Por ello la explicación precedente nos parece importante, ya que permite comprender cómo el

mesianismo mosaico logra penetrar en las escatologías mundialistas con tanta facilidad: en términos

simples, porque quienes adhieren a sus postulados terminan “judaizándose” psíquicamente. Ese es su

verdadero secreto.

Es el poderoso influjo del materialismo el que se expresó en el Capitalismo y el Marxismo

históricos. El eventual triunfo de uno o del otro es completamente irrelevante para efectos del

cumplimiento de la escatología subyacente: el “Mesías” mundialista podía igualmente anunciar su

llegada en Moscú, en Washington o en el mismísimo Monte Sión, da exactamente lo mismo en términos

del cumplimiento de la profecía.

Adicionalmente por ello, la crítica que históricamente realizó el Movimiento Nacional

Socialista chileno, MNS, al racismo del NSDAP, considerándolo una expresión del materialismo, es hoy

más vigente que nunca.

En efecto, al adherir sin un análisis riguroso a los postulados neodarwinianos de Rosemberg (El

Mito del Siglo XX), sin una puesta al día de la comprensión de la naturaleza, se cae exactamente en el

juego de aceptar el materialismo –en este caso el determinismo biológico-, para criticar al

materialismo. El resultado suma cero: simplemente no existe.

El mundialismo es precisamente por ello un fenómeno complejo: sus bases materialistas

pueden confundirse demasiado fácilmente con un racismo mal comprendido.

En ese sentido, el verdadero y único “racismo” en todo el sentido negativo del término, ha sido

y continúa siendo fundamentalmente el Sionismo, base político-filosófica fundamental del

Mundialismo en su esencia.

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Lo que hemos tratado de exponer en este largo análisis, es precisamente que el carácter del

mundialismo en términos ideológicos, está directamente referido a este materialismo esencial que

deviene del mosaísmo y su anhelo del “fin de la Historia”, y no está por ello determinado por la “raza”

de quienes lo sustentan: es por ello “una dirección del espíritu, una constitución psíquica posible a

todos los hombres”.

Esto es lo fundamental, ya que es lo que permite y determina su existencia y aplicación

empírica a nivel mundial: su imposición “a todas las razas”

Los hechos estuvieron y están determinados por esta premisa básica.

Entre el 28 y el 30 de Junio de 1917, se llevó a cabo en París el “Congreso de los Francmasones de

las naciones aliadas y neutrales”, convocado por el “Gran Oriente” y por la “Gran Logia” de Francia.

En él fue discutida y proyectada una “Liga de las Naciones”, a ser creada, expresando el

“derecho de autodeterminación de los pueblos” y el “derecho de las nacionalidades subyugadas” de

Austria y de Polonia a su autonomía. Asimismo, se exigió la cesión por parte de Alemania de Alsacia-

Lorena y Tieste.

Paralelamente, se envió un telegrama de homenaje al “hermano” Odd-Fellow, Presidente de los

EE.UU., Thomas Woodrow Wilson (1854 – 1924) -quien poco antes había proclamado sus “14 Puntos”-,

en el que se afirma que el Congreso se siente feliz de “colaborar con el señor Presidente Wilson en la

realización de esa obra de justicia internacional y confraternidad democrática, que encarna el ideal

francmasónico”.

Se daban así los primeros pasos para la creación del Gobierno Mundial.

Pero desde el principio, esta organización estaba achacada de impotencia: “La Liga de las

Naciones –escribe Pierre Gerbet en “Las Organizaciones Internacionales”-, descansaba, en efecto, sobre

un equívoco fundamental. Francia hubiese querido una Liga de las Naciones fuerte, capaz de cuidar a

Alemania, de hacer respetar los tratados de paz, disponiéndose para este efecto de una fuerza militar,

verdadero instrumento de la seguridad colectiva. Los anglosajones, por el contrario, eran hostiles a ese

“militarismo internacional”, considerando que una fuerza armada llevaría el riesgo de limitar la

soberanía de los Estados; no teniendo en mente la preocupación de seguridad cerca de Alemania, no

querían una “sociedad coercitiva”, sino “una sociedad de buena voluntad” con el simple compromiso de

acudir a la mediación internacional en caso de litigio; temiendo ver el derecho corrompido por el uso de

la fuerza puesta a su servicio, estimaban que la Sociedad de las Naciones –reflejo de la opinión pública

internacional-, debería actuar ejerciendo una “presión moral” sobre los Estados, con vista al

mantenimiento de la paz”. Por ello, el organismo tuvo una corta, muy corta vida.

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En abril de 1946, la “Sociedad de las Naciones” transfirió sus bienes y posesiones a la recién

creada “Organización de las Naciones Unidas”.

Si bien es cierto que la mayoría de los organismos mundialistas son parte de, o tienen cabida en

Naciones Unidas, también es cierto que esta organización no es precisamente la “sede” del Gobierno

Mundial. Al igual que en el caso del Tribunal de la Haya, Naciones Unidas “regula” las relaciones entre los

Estados Nacionales. Lo mismo puede decirse del “Consejo de Seguridad”. En este sentido, si bien son

organizaciones supranacionales, sus estructuras no responden por completo a la lógica de un Gobierno

Mundial. Para que esto se entienda, uno debe intentar pensar –al menos para efectos de análisis-, en lo

que verdaderamente significa un único Gobierno para todo el Planeta, una única “Nación” y un único

“Estado”.

Entonces ¿cuáles son las características de los organismos, las estructuras, los verdaderos

“ministerios” del Gobierno Mundial?

Primero: son organizaciones que no dependen de ningún Estado.

Segundo: son a la vez, supranacionales y “privadas”.

Tercero: son jerárquicas, no “democráticas”, y “hereditarias”.

Cuarto: poseen sus propias fuentes de financiamiento.

Quinto: no están bajo la jurisdicción de ningún tribunal nacional.

A lo largo del ensayo, hemos sistemáticamente nombrado a algunas de estas organizaciones,

pero la lista es aún mayor. Veamos entonces, cuáles son los principales “órganos” del Gobierno Mundial

y una breve reseña de su historia:

a) El “Consejo de Relaciones Exteriores” (C.F.R). y El “Real Instituto de Asuntos Internacionales”

(R.I.I.A.): ambos poseen una larga historia. Sus antecedentes son la Asociación Fabiana, con

ideas socialistas de tipo marxista, fundada el 4 de junio de 1884; muchos de cuyos miembros

darán origen, en 1909, a la “asociación de beneficencia” conocida como “Mesa Redonda” (Round

Table), fundada por Alfred Miller. Esta organización se extendió rápidamente, y en 1915 ya

estaba presente en siete países: Inglaterra, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelandia, la India y

Estados Unidos.

En 1919, en el Hotel Majestic, un cierto “coronel” Edward Mandell House, miembro de la

masonería iluminista y sinárquica “Maestros de la Sabiduría” y de la “Mesa Redonda”, invitó a

cierto número de delegados norteamericanos e ingleses a una reunión. Sus conclusiones serían

Page 52: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

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publicadas más tarde bajo el título: “La Sociedad Adquisitiva” y “Consecuencias económicas de la

Paz”, obras que preconizaban la creación de un “Nuevo Orden Mundial”, fundado sobre la

doctrina socialista de la Sociedad Fabiana.

Este grupo se conocería desde entonces como el “Grupo Majestic” o “Majestic 12”, y será uno

de los poderes ejecutivos del Gobierno Mundial, cambiando frecuentemente de nombre a través

de los años, pero manteniendo casi intactos a sus fundadores y “herederos”.

Como resultado de la reunión, se acuerda formar el “Instituto Británico de Asuntos

Internacionales” (B.I.I.A.). En 1926, el B.I.I.A., recibe el “privilegio real”, y a invitación del Rey

Jorge V, toma su nombre definitivo: “The Royal Institute of internacional affairs”, “Real Instituto

de Asuntos Internacionales” R.I.I.A.

Por su parte, en Estados Unidos existe el “Instituto Norteamericano de Asuntos Internacionales”,

que en 1921 pasará a llamarse “Consejo de Relaciones Exteriores”, C.F.R. (Council on Foreing

Relations), que mantiene un bajo perfil hasta que en 1929, la familia Rockefeller toma interés en

él, y pasa a tomar absoluta preponderancia internacional. Todas estas organizaciones obtuvieron

recursos de la explotación colonial, de la especulación financiera, de sus estrechos contactos con

el gobierno, y paulatinamente lograrán extender su influencia a la mayoría de los países del

mundo, donde se formarán Institutos similares. Debe tenerse presente en todo momento que

todas estas organizaciones son privadas.

b) El Instituto Atlántico: “El Congreso Atlántico reunido en Londres en junio de 1959, adoptó una

resolución que fue propuesta por la Comisión Cultural, demandando la creación de un “Centro de

Estudios de la Comunidad Atlántica”. Para cumplir esta propuesta, un grupo de delegados se

reunió en Bruselas en octubre de ese año, formando un Comité Provisional para la creación del

“Instituto Atlántico”.

Pero, ¿cómo se llegó a esto?

La idea de crear un Instituto a cargo de estudiar y de centralizar las cuestiones atlánticas no fue

debatida sino a partir de 1953, por lo cual se debe buscar aún más atrás su origen, en la llamada

“Cuestión Atlántica”.

Pues bien, en 1928, el escritor H. G. Wells, un socialista mundializante, importante miembro de

la “Sociedad Fabiana” y presumiblemente “alto iniciado”, escribió: “El Mundo Atlántico, es de

una clase única en su tipo, una amplitud suficiente de pensamiento y de discusión son allí posibles

para un adecuado desarrollo de la Conspiración Abierta” (42).

La idea de H. G. Wells encontraría su camino y, poco tiempo después de la Segunda Guerra

Page 53: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

53

Mundial, se formará una organización llamada “Unión Federal”, “preludio de la puesta en

marcha de un Gobierno socialista mundial” (43), para trazar las grandes líneas de la “Unión

Atlántica” preconizada por Wells, y especialmente por los miembros de la “Mesa Redonda”.

Los principales fundadores de la “Unión Atlántica” fueron:

R.W.G. Mac Kay: miembro de la Oficina Internacional de la “Sociedad Fabiana”

(Comité Directivo).

Clarence Streit: miembro de la “Tabla Redonda”, fundador de la Oficina Internacional

de la “Sociedad Fabiana”, y desde 1939, miembro del C.F.R.

Herbert Agar: miembro del Comité Ejecutivo de la Oficina Internacional de la

“Sociedad Fabiana”.

Georges Catlin: socio de Clarence Streit y Walter Lippmann (44). Miembro del Comité

Ejecutivo de la Sociedad Fabiana, de la sociedad Martin Luther King, de la Fundación

Rockefeller, del I.I.S.S., de la Puwash y de la “Sociedad Pilgrims”.

En 1945, la creación de la Organización de las Naciones Unidas en San Francisco da nacimiento a

un proyecto para constituir una Unión Atlántica.

Cuatro años después, a continuación del Tratado del Atlántico Norte -firmado el 4 de abril de

1949-, se funda el “Comité de la Unión Atlántica”. En el mismo momento, se funda en Nueva

York el “Comité Americano por una Europa Unida”, que –curiosamente-, ocupará las mismas

oficinas que el “Comité de la Unión Atlántica”.

El 18 de Junio de 1954 se funda en la Haya la “Asociación del Tratado Atlántico”, y –finalmente-,

en forma “oficial” se funda el “Instituto Atlántico” el 1 de junio de 1961. Pero, ¿Cuál es su

importancia?

Simple: los jefes de la O.T.A.N., la alianza militar más poderosa del planeta, son todos

miembros del “Instituto Atlántico”. ¿Hay que agregar algo más?

c) La Comisión Trilateral: “Debemos buscar la cooperación con los países comunistas, en vistas a

una conciliación, en primer lugar política; mas, ulteriormente, filosófica”. Zbignew Brzezinski (45).

Desde 1970, en su ensayo “Betwen Two Ages” (Entre dos eras), Zbignew Brzezinski esbozaba las

grandes líneas de una comunidad de naciones occidentales desarrolladas, fundada sobre el

triángulo Estados Unidos, Europa y Japón.

Page 54: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

54

“Desde el punto de vista de los Estados Unidos, los cambios más importantes y más

prometedores que se producirán en los próximos años, se manifestarán en Europa Occidental y

en Japón.

La aptitud que mostrarán estas naciones a mantener su tasa de crecimiento económico y de

conservar unas formas políticas relativamente democráticas, obrará más profundamente sobre la

evolución de un nuevo sistema internacional que no podrá hacerle unas modificaciones

eventuales en las relaciones USA-URSS.

Es de Europa Occidental y de Japón que provendrán, probablemente, unas iniciativas destinadas

a dar una nueva textura a las relaciones internacionales; y, como estas regiones son —al igual

que los Estados Unidos-, la vanguardia del progreso científico y tecnológico, ellas son, como los

Estados Unidos, las más importantes del globo” (46).

En Noviembre de 1972, durante una reunión confidencial que agrupaba a los señores David

Rockefeller, presidente del Chase-Manhatan Bank; Max Konhstam, antiguo presidente del

“Comité Jean Monnet” y Georges Franklin, fue puesta a punto la que vendría a ser la Comisión

Trilateral.

Poco tiempo después, en Marzo de 1973, tuvo lugar la Conferencia Europa-América, organizada

por el Movimiento Europeo. En su resolución final, ella expresó el deseo que “se instaure entre

América del Norte y la Comunidad Europea un diálogo abierto y franco sobre todos los problemas

de fondo y los métodos que plantean sus relaciones”. (47)

La cuestión de Japón fue planteada y se manifestaron disensiones a este respecto; muchos

oradores deseaban la participación de este país en todas las discusiones económicas entre los

Estados Unidos y Europa. Y un periodista de Le Monde concluyó: “Un texto en este sentido ha

sido rechazado por muy poco”.

Esta conferencia concluyó con una explosión del Sr. Habib Deloncle y una advertencia lanzada

por el Sr. George BalI a los europeos: “Expresando su Disgusto en nombre de los miembros de la

U.D.R. que tardíamente invitados, debieron rechazar de asistir a una conferencia

misteriosamente organizada, el Sr. Habib Deloncle dijo en sustancia: ‘Me parece que esta

conferencia ha sido colocada bajo un directorio anglo americano’, como lo atestigua la lista de

las organizaciones británica, americana y canadiense que figuraban como invitantes” (48).

Estaban presentes durante esta reunión “misteriosamente organizada”, los Sres. Michael

Stewart, del grupo Bilderberg; Roy Jenkins, de la “Fabian Society” y miembro de la Trilateral;

Page 55: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

55

Mandling Thorpes; Lord Chafont, miembro del “Comité Atlántico Europeo”, del R.I.l.A., del grupo

Bilderberg y del Instituto Atlántico y Lord Harlech, miembro del grupo Bilderberg, de la “Pilgrims

Society” y de la Trilateral.

Del lado francés, en ausencia del Sr. Gaston Deferre, que había rehusado a participar en una

conferencia “demasiado americana” —lo que es divertido, al saber que el Sr. Deferre es miembro

del Grupo Bilderberg-, se encontraban el Sr. Péronnet, diputado reformador por el

Departamento de Allier, Oliver Giscard d’Estaing que se reencontrará en la Trilateral y Pierre

Christian Taittinger.

En cuanto a los americanos, estaban presentes los infaltables David Rockefeller, Mac Cloy,

Brzezinski, Fowier, Eugene Rostow y Bali, todos miembros del C.F.R. y del grupo Bilderberg; a los

que, por otra parte, se les encontrará muy rápidamente en el seno de la Comisión Trilateral.

En julio de 1973, esta organización privada, reunía a importantes personalidades de la Banca,

de la Política, y de los Negocios, así como de universitarios de Estados Unidos, Japón y de

Europa, es oficialmente creada y toma el nombre de Comisión Trilateral. (“Trilateral

Commission")

Constituido para una duración de tres años, su Comité Ejecutivo -reunido en Kyoto, en mayo de

1975-, decidió por unanimidad de prorrogar sus actividades por otros tres años. Desde entonces

sus mandatos fueron sistemáticamente prorrogados hasta 1982.

Su primera reunión tuvo lugar en Tokyo, Japón, el 23 de octubre de 1973. En el curso de esta

reunión los miembros japoneses preconizaron una gran prudencia en las declaraciones y las

publicaciones de la Comisión.

En cuanto a su definición, citaremos las palabras de Jacques Chirac, entonces Primer Ministro y

actual Presidente de Francia, durante una comida ofrecida el 2 de diciembre de 1975 a la

Trilateral: “Es lo que nosotros llamamos en Francia una sociedad de pensamiento. Y ésta es una

de las más eminentes”.

Estaban presentes en esa comida, Edgar Faure, Presidente de la Asamblea Nacional y Alain

Poher, Presidente del Senado.

Pero, realmente, ¿cuál fue el origen de esta “sociedad de pensamiento”?

Page 56: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

56

Si le creemos al diario Le Monde del 4 de diciembre de 1974: “David Rockefeller ha recogido un

cierto número de ideas expresadas por George BalI, antiguo sub-secretario de Estado y, en menor

grado, por Delouvrier, presidente de “Electricité de France”.

Ahora bién, si Paul Delouvrier no es —si puede uno permitirse usar este término-, más que un

antiguo colaborador de Jean Monnet y Director de la División “France” de la C.E.C.A., no

podríamos decir lo mismo del Sr. George BalI que es, como nos lo describe Pierre de Villemarest,

si es un muy curioso personaje...

George Ball, nació en 1909, en el Estado de Iowa, es uno de los asociados de la firma “Lehmann

Brothers”. Entró al Departamento del Tesoro en 1933 y estuvo allí hasta 1935, trabajó de la

mano con Harry Dexter White y otros agentes ulteriormente condenados como espías soviéticos.

Fue, a continuación, uno de los técnicos de la ayuda económica y militar a la URSS (1942-1944),

uno de los especialistas encargado en Londres (1944-1945) de escoger los objetivos estratégicos

de los bombardeos aliados en Europa. El fue uno de los que escogieron arrasar con Dresden

antes que con las fábricas de armamentos alemanas, en las cuales Ball y sus amigos de Wall Steet

tenían intereses financieros durante e –incluso-, antes de la guerra.

“Después de haber supervisado (1945-1946) la ayuda económica a Francia, Ball se convirtió en

uno de los directores de la firma “Cleary, Gottlieb, Steen & Ball”... que, desde 1950 hasta 1961,

“representa” en los Estados Unidos (con gratificaciones muy apreciables), a la C.E.C.A., a la

EURATOM y también a “importantes intereses franceses”. Esto explica que él sea uno de los

miembros permanentes del Grupo Bilderberg, uno de los permanentes del C.F.R., uno de los

permanentes de la Trilateral desde sus fundación y uno de los pilares de la Unión Atlántica de

Clarence Streit, cuyo programa es organizar un “gran conjunto” atlántico destinado a suprimir a

las soberanías nacionales y, una vez realizado, co-administraría el mundo en “interdependencia

con la URSS” (49).

No obstante, según la versión oficial:

“La Trilateral fue fundada en 1973 por simples civiles de la Europa Occidental, del Japón y de la

América del Norte, para propagar la idea de una más estrecha cooperación entre estas tres

regiones del mundo en sus problemas comunes. Ella busca mejorar la comprensión de estos

problemas por la opinión pública y a crear en estas regiones el hábito y la experiencia del trabajo

en común” (50).

Page 57: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

57

Sin embargo, en la revista americana “The Review of the News” del 18 de agosto de 1976, el

periodista M.J.C. Blasdale, nos da una información que reviste un interés muy particular.

Apoyándose sobre el editorial de Gar Smith en el “Berkeley Barb” del 30 de julio —el cual, a su

vez, se refiere también a un artículo del semanario izquierdista italiano “Europea”-, él escribe:

“La Trilateral fue en su origen, la sola idea de David Rockefeller, ha declarado George S.

Franklin, secretario de la Comisión para América del Norte y miembro del C.F.R. Pero Zbignew

Brzezinski —llamado algunas veces “el Kissinger de David”, ha sido reconocido como el

arquitecto de la Trilateral”.

“Europea” informa que Brzezinski ha concebido a la Trilateral para que venga a ser “el grupo

de potencias intelectuales y financieras más fuerte que el mundo jamás ha conocido” (51).

“El año último, la Trilateral ha publicado un documento “La Crisis de la Democracia”, en el cual

ella preconiza como remedio “una mínima dosis de democracia” y una muy grande

intervención del Estado.

Había necesidad de un candidato que “pudiera restablecer las cosas” y es así que en calidad de

miembro fundador de la Trilateral, Jimmy Carter decidió mostrar su estatura y su doctrina de

candidato. Como se cuestionaba G. Franklin sobre la parte tomada por la Comisión Trilateral en

la ascensión meteórica de Carter: “En el caso Carter —respondió- yo creo que hemos jugado un

papel considerable. El, por su lado, tuvo confianza en la trilateral para su educación en política

internacional” (52).

“La comunidad —como la llamaron alguna vez sus dirigentes-, quiere crear “un Nuevo Orden

Internacional” conforme a los propósitos del profesor Brzezinski, su principal animador y su

teórico”.

“Dejando a otros la tarea de conquistar a las masas, los hombres de la Trilateral seleccionan a

los políticos capaces de llevar rápidamente a buen término sus proyectos. Ellos rápidamente se

dieron cuenta que el ambicioso Carter correspondía al Presidente que ellos deseaban ver

próximamente en la Casa Blanca” (53).

Declaración digna del mayor interés, porque Jimmy Carter, cuando era el candidato del Partido

Demócrata, señaló al diario “l’Express”: “La ascensión de los comunistas en Europa no es una

catástrofe” (54).

Y, una vez elegido, se pudo percibir que había sido bien seleccionado: el aportó sin dificultad su

sostén a Andrew Young (de la Trilateral), representante americano en la O.N.U., cuando éste

Page 58: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

58

declaró, a propósito de la intervención cubana en Angola: “Es exacto que la venida de tropas

cubanas, fuerza militar disciplinada, ha ayudado al restablecimiento del orden y que ella ha

evidentemente estabilizado la situación” (55). Claramente: “... la Trilateral selecciona a los

políticos capaces de llevar rápidamente a buen término sus proyectos...”

Jimmy Carter fue “enganchado” por la organización, durante un viaje a Londres a fines de 1973,

donde él se reuniría para promover las exportaciones del Estado de Georgia. Invitado a una

comida privada por David Rockefeller -ayudado por su inefable consejero- Zbignew Brzezinski, él

adhiere inmediatamente a la Trilateral y Brzezinski se convierte en su profesor de política

exterior.

Y, “cuando Joseph C. Harsch, editorialista del “Christian Science Monitor”, escribía que Carter no

le debía nada a nadie, ni a ninguna coalición de intereses, él sabía mejor que ninguna otra

persona, siendo miembro del “Council on Foreign Relations” (C.F.R.: Consejo de Relaciones

Exteriores), cómo y por qué el agricultor de Plains había sido escogido” (56).

Lo que hizo decir a Claude Bourdet: “El ha sido aupado por cooptación cuidadosamente por la

Trilateral, y preparado en su rol de Presidente “sin vínculo con el pasado” y el mayor número de

sus colaboradores más importantes han sido escogidos desde esta institución. Todo eso no deja

de ser inquietante” (57).

Así, durante su campaña presidencial, Carter tomó por consejeros a: Zbignew Brzezinski, Cirus

Vance, Paul Warnke, Robert Roosa, Averell Harriman, A.W. Clausen, Paul Nitze, Ted Sorensen,

Richard Holbrook, Anthony Lake, Leonard Woodcook, Michael Blumenthal y Harold Brown, todos

miembros de la Trilateral y del C.F.R.

De este modo, a partir del primitivo “Grupo Majestic”, “Majestic 12” o simplemente, “MJ12”, y

el Grupo Bildelberg, que dieron origen al C.F.R. y la Trilateral, estas organizaciones han

acumulado tal cantidad de control sobre el poder político, económico e incluso militar, que en

la práctica constituyen el verdadero “Poder Ejecutivo”, del Gobierno Mundial.

Al respecto, se ha señalado que –en las elecciones presidenciales norteamericanas-, es fácil

saber cuál será el Candidato electo: basta saber a cuál de ellos han invitado a una reunión

estas organizaciones.

Pero, al parecer, no se trata sólo de los presidentes de Estados Unidos.

Page 59: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

59

El actual presidente de Chile, Ricardo Lagos, fue invitado a una reunión con el grupo Bilderberg

en Portugal, a la que no tuvo acceso la prensa, poco antes de las elecciones. Su contrincante,

Joaquín Lavín, no fue invitado… ¿Simple coincidencia?

d) El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, I.I.S.S.: oficialmente fue creado el 20 de

noviembre de 1958 por un “grupo de analistas británicos, que comprendía académicos, políticos,

periodistas y de hombres de iglesia a fin de estudiar los complejos problemas que posee la era

nuclear” (58).

Oficiosamente, el I.I.S.S. fue establecido entre otros por intermediación de Denis Healey -amigo

personal de Joseph Retinger, miembro del grupo Bildelberg-, con una contribución de US$

150.000, provenientes de la Fundación Ford. Se puede sostener también, que este Instituto no es

más que una emanación directa de Chattam House, uno de los centros mundialistas por

excelencia.

De todos modos, si uno revisa información anterior, es claro que todos estos políticos,

periodistas y otros fundadores, eran miembros del “Real Instituto de Asuntos Extranjeros”

(R.I.I.A.), de la “Sociedad Fabiana” y del “Instituto Atlántico”, entre otras organizaciones

globalistas.

Rápidamente se sumaron periodistas de la mayoría de los diarios más importantes de los cinco

continentes, y de este modo, en sus comienzos, el I.I.S.S. llegó a contar con 500 miembros, que

hacia 1980 eran 2.142, entre ellos, 188 miembros del C.F.R., 34 de la Trilateral, 51 de la Puwash y

28 de Instituto Atlántico. En esa época, el Comité Directivo del I.I.S.S. estaba formado por 35

miembros, 4 de ellos miembros del R.I.I.A., 7 del C.F.R., 6 de la Puwash, 5 de Grupo Bildelberg, 6

de la Trilateral, 6 de Instituto Atlántico, 1 del Instituto Noruego, 1 del I.A.I., 1 del Instituto

Holandés y uno del Instituto Francés.

Además, se contaban 712 miembros de Estados Unidos, 512 de Gran Bretaña, 153 de Alemania

Federal, más de un centenar de Canadá, 48 de Francia, no menos de 43 entre la India y Corea, y

más de cincuenta de Japón. ¡Una muestra bastante global por cierto!

El financiamiento de esta organización corre exclusivamente a cargo de fondos no

gubernamentales, a excepción de las donaciones recibidas de los países donde se efectúan las

Conferencias anuales.

Las principales organizaciones que financian el Instituto son:

Page 60: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

60

Estados Unidos:

Fundación Ford

Fundación Rockefeller

Fundación Carnegie

Fundación Mellon

Fundación The Heritage Foundation

Fundación George Marshall Foundation

Alemania

Fundación Fritz Tyssen

Fundación Alfred Krupp

Fundación Volskwagen

Fundación Friederich Ebert

Fundación Konrad Adenauer

Fundación de Ciencias Alemana

Gran Bretaña

Joseph Rowntree Memorial Trust

Third World Foundation

Italia

Fundación Agnelli

Fundación Olivetti

Japón

Fundación Luigi Einaudi

Fundación Takahushi

Etc., etc., etc. (59)

Adicionalmente, los miembros del Instituto pagan una cuota de incorporación, una cuota anual y

otros estipendios. Sus publicaciones pronostican y determinan las estrategias geopolíticas del

mundo, y –en términos simples-, opera como una especie de “Oficina de Inteligencia” del

Gobierno Mundial, ya que a la vez, recibe información de inteligencia de fuentes abiertas (p. ej.

agencias noticiosas y periodistas de todo el mundo); de fuentes cerradas (conexión con intereses

religiosos, económicos, financieros, políticos y militares), y genera reportes sobre la situación

mundial, que sirven de base y pronóstico de acciones políticas, militares, y estratégicas en amplio

grado.

Page 61: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

61

Pese a que oficialmente la información que proporciona el I.I.S.S. es de dominio público, ello sólo

es válido para aquellas áreas no esenciales de sus estudios, ya que los temas específicos tienen

claras limitaciones de circulación.

Esta reseña de los principales organismos del mundialismo no es exhaustiva, ya que la sola

enumeración de las instituciones, miembros y redes mundialistas requeriría de varios tomos. Al respecto,

cabe señalar que toda la información presentada debió ser extractada y traducida de numerosas obras,

algunas casi inencontrables, como las de Yann Moncomble: “La Trilateral y los Secretos del

Mundialismo”, y “La irresistible expansión del Mundialismo” –cuyas tiradas originales fueron de sólo

veinte, sí, sólo 20 ejemplares numerados- o “El Occidente desmantelado”, de Jacques Bordiot, por las

cuales nos hemos guiado. No obstante, es claro que de lo expuesto pueden, al menos, deducirse ciertos

principios generales:

1. Las organizaciones mundialistas se afianzaron y expandieron a partir del final de la Segunda

Guerra Mundial, como “una conspiración a la luz del día”.

2. Forman una compleja red de relaciones personales, institucionales, financieras, políticas,

militares y religiosas, que actúan coordinadamente por centros de poder transnacional,

determinados por una precisa escatología materialista.

3. Son enteramente autónomas, particularmente en términos económicos, pero a la par, se

encuentran completamente imbricadas con organismos internacionales.

4. Poseen articuladores diversos, insertos en la realidad política de todos los países del mundo,

sin excepción: su conformación es básicamente transnacional.

5. Son dirigidas por una verdadera elite político-económica, con un marcado origen racial sin ser

excluyente, compuesta por relevantes figuras de la alta finanza y de la política internacional, si

bien sus operadores, sus “ejecutivos”, se manejan en un permanente bajo perfil público.

6. Sus métodos de acción –en la mayoría de los casos-, son indirectos: es casi imposible

desentrañar las articulaciones mundialistas que determinan los hechos finales en las

realidades nacionales e internacionales.

Page 62: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

62

7. La consolidación del poder militar hegemónico en manos del mundialismo, y la completa

desmantelación de los ejércitos nacionales son procesos paralelos, cuya finalización marcará el

verdadero inicio del Nuevo Orden Mundial.

8. El definitivo Gobierno Mundial aún está en etapa de consolidación. Las bases fundamentales

de su instauración existen, y se encuentran completamente operativas, pero aún quedan

numerosas áreas en que no ha logrado obtener el poder necesario para imponerse.

Es a partir de esta última constatación, desde donde iniciamos el análisis de las posibilidades que la

Nacionalidad y el Socialismo poseen para oponerse al mundialismo.

Notas:

(41) Salluste. “Los orígenes secretos del bolchevismo, Henri Heine y Kart Marx” Edición Jules Tallandier, París. Pág. 33. – Tomado de

“El motor secreto del Comunismo”, por Maurice Pinay.

(42) H. G. Wells, “The Open Conspiracy”, 1928.

(43) Rose L. Martin, “Fabian Freeway”, Western Island, 1966, p. 67.

(44) W. Lippmann, presidente del “Club Socialista de Harvard”, miembro de la “Mesa Redonda”, del C.F.R. y de la “Sociedad

Fabiana”.

(45) Miembro del C.F.R. y de la Trilateral, en “Trialogue” (revista de la “Comisión Trilateral”) Verano de 1975, número 7.

(46) “La Révolution Technétronique”, Paris. (Calman-Levy) 1971, págs. 352 y siguientes. Publicado por la revista “Défense Nationale”,

Julio de 1978, artículo de Charles Zorgbibe, “Trilatéralisme”.

(47) Le Monde, 30 de Marzo de 1973.

(48) Le Monde, 30 de marzo de 1973.

(49) “La Lettre d’lnformation” núm. 14, de Pierre de Villemarest, en “Lectures Francaises”, núm. 262, febrero de 1979.

(50) “Trialogue” —revista de la Trilateral-, núm. 9, Invierno 1975 - 1976.

(51) George Franklin proporcionó también la información de que: “La idea de lanzar la Trilateral fue tomada por Rockefeller en el

seno de otra élite, el Grupo Bilderberg”. — Robert Manning. “A World Safe for Business”, “Far Eastern Economic Review, 25 de

marzo de 1977.

(52) “Lectures Francaises”, núm. 238, febrero de 1977

(53) “Lectures Francaises”, núm. 236, diciembre de 1976.

(54) Le Monde, 24 de agosto de 1976.

(55) Le Monde, 19 de abril de 1977.

(56) “Témoignage Chrétien”, 24 diciembre de 1979.

(57) Le Monde, 5 de enero de 1978.

(58) Presentación del Instituto, 1978.

(59) Presentación del Instituto, 1977 – 1978

Page 63: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

63

II.- Nacionalidad y Socialismo

El actual escenario internacional se presenta complejo y altamente volátil.

La realidad geopolítica del Siglo XXI estará marcada por la probable imposición de la hegemonía

militar norteamericana, y su abierta pretensión de transformar a todas las naciones –al menos en una

primera etapa-, en una especie de “protectorados” bajo su égida.

Estados Unidos ha anunciado formalmente que nunca más permitirá que ninguna nación, o

asociación de naciones, pueda poner siquiera en duda su predominio geopolítico mundial.

Paralelamente, bajo el pretexto de la “Guerra Contra el Terrorismo”, se prepara a obtener el control de

las principales reservas de petróleo del planeta, a partir de la potencial invasión de Irak, que se sumará

a su incursión en Afganistán.

No es curioso que estas acciones se lleven a cabo cuando la economía norteamericana se ha

visto afectada por fuertes “escándalos financieros”, cuyo principal efecto ha sido menoscabar la

confianza del pueblo norteamericano en las instituciones comerciales, confianza sobre la cual descansa

la fortaleza internacional de dólar.

Adicionalmente, focos de conflicto militar se desarrollan entre la India y Pakistán por Cachemira;

entre China y Taiwan, y –por supuesto-, entre Israel y Palestina ocupada, con amplias posibilidades de

expandirse a todo medio oriente en caso de que Irak sea atacado.

En Europa, la masiva y casi incontenible llegada de inmigrantes es foco de conflicto permanente,

a lo que se suman las demandas permanentes y no resueltas del país Vasco, de Irlanda, y la por ahora

contenida realidad de los Balcanes.

La situación en América es igualmente precaria.

México ha resentido duramente los efectos de la firma de un Tratado de Libre Comercio con

EE.UU., sin que se avizoren potenciales mejoras en su situación a mediano plazo, y sin que el conflicto de

Chiapas se haya resuelto definitivamente.

Cuba vive al ritmo de la declinación física de Fidel Castro, que habría nacido el 13 de agosto de

1926, cumplió 76 agitados años. Por ello, hubo manifiesta inquietud cuando hace algunos meses, en una

ceremonia pública, sufrió una conmoción que le obligó a abandonar el acto y realizarse un chequeo

médico.

Page 64: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

64

Desde entonces, la preocupación de los cubanos orbita en torno a qué ocurrirá con el país

cuando Fidel muera, y –particularmente-, si será posible mantener ciertos beneficios sociales que ha

traído la revolución, frente a la fuerte embestida económica y política, que de seguro realizará Estados

Unidos al llegar ese momento.

Por su parte, Venezuela no ha logrado resolver la crisis de poder que sufre el Gobierno de

Chávez. Un intento de Golpe propiciado por Estados Unidos, fue a duras penas contenido, pero los

intentos de conspiración no han cesado. Para muchos, Chávez representa de algún modo el único

Gobierno antimundialista de la región –lo que incluso ha despertado manifiestas simpatías en ciertos

sectores Nacional Revolucionarios-, sin embargo, la percepción de los propios Nacionalistas

venezolanos, como el movimiento “Nueva Sociedad Venezolana”, es fuertemente crítica, ya que

quienes apoyan al gobierno son clásicos representantes de la izquierda marxista “latinoamericana”.

Adicionalmente, su alineamiento con Fidel Castro, no representa necesariamente un punto a su favor. En

tal sentido, es preocupante que la posible salida de Chávez precipite una vez más a Venezuela bajo el

control norteamericano, pero su “Revolución Bolivariana” no ha logrado demostrar viabilidad ideológica,

ni menos política.

El caso de Brasil es muy interesante. Esta semana se efectuaron elecciones presidenciales, en las

cuales el Candidato del Partido de los Trabajadores, Luis Inacio da Silva –quien ha moderado su discurso

radical, y se ha aliado con sectores liberales de centroderecha-, obtuvo la primera mayoría, sin lograr

resultar electo en primera vuelta. Sus históricas críticas al Fondo Monetario Internacional pesan en la

conciencia de la alta finanza internacional, y determinarán el impacto que su posible elección tenga en la

economía de la región.

Por su parte, Argentina se debate en la peor crisis económica y social de su historia, sin que se

avizore una salida a corto o mediano plazo. Las esperanzas están puestas en las elecciones del 30 de

marzo del próximo año, donde es posible que resulte electo Adolfo Rodríguez Saá, cuya recordada

denuncia del Fondo Monetario Internacional como responsable de la crisis del país, determinó su rápida

salida como presidente Interino, que había asumido tras la renuncia de De la Rúa.

Rodríguez Saá –representante del Peronismo más tradicional-, encabeza las encuestas de

popularidad, seguido por Elisa Carrió, quien también se ha manifestado crítica frente al FMI.

En el evento de una posible elección de “Lula” en la segunda vuelta en Brasil, y el potencial

triunfo de Rodríguez Saá en Argentina, se produciría una situación interesante: una especie de “Liga

Sudamericana Atlántica”, de países con Gobiernos críticos al mundialismo representado por el FMI:

Argentina, Brasil, Venezuela y –como no-, la misma Cuba.

Page 65: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

65

Esta situación empero, sería contrarrestada de algún modo por la posición de Perú –plenamente

entregado a los poderes del mundialismo y con fuerte presencia sionista a partir de la “primera Dama”

del país-, y por la potencial llegada al poder en Chile de Joaquín Lavín, el hijo predilecto de los

denominados “chicago boys”, adalides continentales de las políticas mundializantes.

En tanto en Colombia -considerada la verdadera “punta de lanza” militar de Estados Unidos en la

Región-, la llegada del nuevo Presidente, quien ha prometido terminar con la guerrilla, supone un

aumento considerable de la presencia militar norteamericana de acuerdo a las directrices del llamado

“Plan Colombia”. Sus efectos están por verse.

El escenario se presenta entonces, al menos para América, con una interesante alineación

geopolítica de fuerzas: Pacífico v/s Atlántico.

Es esta potencial situación la que nos debe hacer meditar sobre las políticas que a nivel local, así

como su coordinación Continental, deberían realizar las organizaciones que representamos, en el

presente Encuentro Ideológico Internacional de Nacionalidad y Socialismo, México 2003, y ello

constituye la propuesta fundamental de nuestra ponencia.

Page 66: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

66

1.- La Nacionalidad como idea fuerza.

El uso del concepto “nacionalidad” como parte de propia la definición ideo-política de Patria

Nueva Sociedad, no es fruto de la casualidad ni constituye una especie de eufemismo políticamente

correcto.

Por el contrario. Su aplicación fue el resultado de un largo análisis, cuyo antecedente inmediato

fue el artículo “Crítica del Nacionalismo Puro”, que este autor publicó en Revista Pendragón Nº 10, de

diciembre de 1997.

Allí se revisaba críticamente el concepto de “nacionalismo”, verificando que su contenido

ideológico, semántico y político se prestaba a numerosas confusiones, por lo cual, en términos de una

propuesta hacia el futuro, debía ser operacionalizado de un modo completamente diferente.

Ello motivó que a contar de la formación del Comité Organizador, el Movimiento comenzara a

utilizar el concepto de “Nacionalidad”, como la expresión fundamental de la Comunidad del Pueblo, de

acuerdo a las tesis originales del Nacional Socialismo histórico, respecto de la Nación como “contenedor”

del la Comunidad del Pueblo, y a esta, desde la perspectiva planteada en la propuesta de la “Europa de

las Etnias”, que llegó a ser desarrollada como programa por la SS.

Los efectos de este desarrollo semántico han sido notorios: el Movimiento es comprendido como

un defensor de los criterios nacionalistas, pero sin la carga de chauvinismo y “demodé” que el sistema

utiliza para desacreditarlo como opción política.

Adicionalmente, este concepto refuerza la noción de que el socialismo que propiciamos es

Nacional, no “nacionalista”, como demasiado frecuentemente quiere hacerse aparecer.

Es obvio que la fuerza del sano nacionalismo está implícita en las ideas que sostenemos, pero

cosa muy diferente es su operacionalización política para efectos de la lucha contra el mundialismo.

De allí que deseemos plantear la importancia que tiene analizar e incluir esta variable, como

parte operativa del discurso de las orgánicas que representamos. De otro modo, es fácil desacreditar

nuestros esfuerzos de coordinación continental a ojos de los Pueblos, señalando que somos simples

“resabios nacionalistas extremos y arcaicos”.

En términos simples: la única vía de oposición conceptual eficaz al Mundialismo es,

precisamente, la Nacionalidad.

Esta es la idea fuerza más importante que podemos sostener como eje de nuestras acciones: la

defensa de los valores, tradiciones, costumbres, lenguajes, historia y conocimientos, expresados en la

pertenencia a una Comunidad del Pueblo cuya expresión es nuestra Nacionalidad.

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De ello deviene la noción de que las únicas relaciones estables, justas y legítimas, son aquellas

que se producen entre y por las Naciones, de acuerdo a la voluntad soberana de sus Pueblos, por lo

cual, todas las pretensiones del mundialismo, así como sus instituciones y órganos, carecen

absolutamente de legitimidad, y así serán juzgadas llegada la hora.

Consideramos indispensable que nuestros Camaradas comprendan que la lucha semántica no es

un simple “accesorio lingüístico” del combate en otros frentes, sino que constituye la esencia misma de

la posibilidad de oposición a las fuerzas mundialistas. Hasta ahora, ellos llevan la delantera en este

sentido.

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2.- El Socialismo como fundamento de la Vida.

Patria Nueva Sociedad ha generado una conceptualización completamente nueva de las tesis

originales en este sentido.

En efecto, para el Nacional Socialismo histórico, el Socialismo –pese a ser claramente

identificado como una expresión de la voluntad de los individuos al servicio de la comunidad–, no logró

escapar del criterio materialista, al considerarlo básicamente una categoría política derivada de una

función sociocultural, la que -en términos marxistas-, puede ser calificada como una “estructura”.

El movimiento, consecuentemente a los actuales conocimientos, ha propuesto una ampliación

del concepto original, desligándolo de los aspectos estructurales –esto es, materiales-, a través de una

nueva definición:

“El Socialismo no es un modelo económico o una teoría política, sino la expresión directa del

altruismo inmanente de la Vida” (“111 Conceptos para comprender el Socialismo Nacional”).

Esta definición se funda en la concepción de que el altruismo es la base del fenómeno social, la

causa de la vida en comunidad y el fundamento de la identidad cultural del Ser Humano, expresada en el

concepto de Comunidad del Pueblo.

En palabras simples, la Vida como fenómeno, es producto del altruismo, cuya expresión más

básica es el surgimiento de “sociedades” en términos de organismos y ecosistemas.

Este cambio de enfoque dice relación con las mismas críticas históricas que el MNS chileno

efectuó al NSDAP alemán, en términos de su uso de criterios materialistas para definir variables

ideológicas y políticas.

Es absolutamente indispensable expurgar cualquier resabio materialista de las definiciones

operacionales del Socialismo Nacional hacia el futuro, ya que –por una parte-, los llamados “socialismos

reales” han fracasado, y –por otra-, el Socialismo Nacional no puede tener relación alguna con dichas

tesis si pretende ser viable.

Es la profunda raíz Espiritual, que nos liga a nuestro propio origen, la que debemos rescatar y

potenciar como fundamento de nuestras ideas.

Por ello, aceptar que como parte de nuestras definiciones –incluso aún cuando aparentemente

sea necesario–, deban incluirse variables materialistas es un error fundamental.

Page 69: Nacionalidad, Socialismo y Globalización

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El Socialismo que nosotros planteamos está en completa contradicción con el egoísmo, el

individualismo, la competencia y el nihilismo propiciado por el mundialismo, ya que sus bases

conceptuales son completamente opuestas a éste.

En efecto, los resultados de la implantación de un Gobierno Mundial, significarán el término de la

Evolución de la humanidad, coherente con la tesis del “Fin de la Historia”. Paralelamente, el impacto de

las políticas mundialistas en los ecosistemas del Planeta, implican un grave riesgo para la totalidad de los

organismos.

Es decir, el mundialismo atenta contra los fundamentos de la Vida misma.

Por ello, la redefinición del socialismo que hemos presentado, representa no sólo una clara

contradicción con los postulados mundialistas, sino además, la única alternativa viable frente a sus

efectos.

De este modo, el socialismo que nosotros propiciamos no tiene nada que ver en su esencia con

determinadas políticas económicas, mal llamadas “socialistas”.

La experiencia del NSDAP en este ámbito es clara: el manejo de la economía alemana por el

Tercer Reich, fue eminentemente pragmático, desideologizado, y flexible.

No obstante, todas las acciones en este sentido estuvieron determinadas por el concepto

fundamental de que la economía está al servicio del hombre y el hombre al servicio de la economía.

El Socialismo Nacional por ende, no puede basar su fuerza en programas económicos

deterministas –como las privatizaciones, colectivizaciones, corporativismo, etc.-, sino que debe ser capaz

de generar y promover soluciones específicas, viables y coherentes de acuerdo a las diferentes

realidades. Un socialismo cuyo criterio económico es así Nacional, sin que esto signifique aplicar sólo

ciertas políticas económicas. Frente al mundialismo –a la “unicidad”-, debe promoverse la diferencia y la

diversidad. Ello es más válido aún en términos económicos, donde las políticas no pueden estar

determinadas por criterios materialistas, sino fundamentalmente, por criterios altruistas, flexibles,

sensibles, pragmáticos y efectivos.

La vida económica de las naciones está ligada a la existencia de sanas condiciones sociales. Una

sociedad que pierde este norte, está condenada a sufrir los efectos de las políticas económicas, y no así

sus beneficios.

Por ello, esta noción de Socialismo también está en contradicción con el modelo de “desarrollo”,

propio de los sistemas lineales basados en el materialismo.

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América no debe aspirar al “desarrollo” en términos de lo que los países “desarrollados”

promueven como tal, ya que ello es precisamente la expresión del mundialismo y de sus fundamentos

conceptuales.

Por ende, el “desarrollo” que nuestras organizaciones deben promover, no puede estar basado

en la simple comparación de índices macroeconómicos, de variables de mercado, o de tasas de

intercambio comercial.

El “desarrollo” que nosotros entendemos dice relación, antes que nada, con la existencia de

sanas condiciones de vida, tanto en lo individual como en lo social. Sólo a partir de allí surge la

posibilidad de una economía nacional, y una política económica internacional, sustentable a largo

plazo.

No es desarrollado el país más endeudado con el FMI, por más que su ingreso per capita sea

equivalente al de los EE.UU.

No es desarrollado un país con una enorme tasa de intercambio comercial, que sólo sea reflejo

de la inequidad en la distribución de los ingresos en la población.

No es desarrollo vivir a expensas de un modelo exportador de recursos naturales, ya que

simplemente constituye “pan para hoy y hambre para mañana”.

Nosotros debemos enfocar nuestros esfuerzos en promover una completa alternativa al

mundialismo, no sólo un reemplazo parcial de sus políticas más dañinas. Para ello es fundamental revisar

nuestras directrices ideológicas, desligándolas de cualquier punto de contacto con las matrices del

pensamiento global.

Entendemos que estas nociones pueden parecer poco “prácticas” en la lucha que nuestras

organizaciones llevan adelante, pero –sinceramente-, creemos que sin estas medidas, todo esfuerzo por

serio y sacrificado que sea, estará condenado al más completo fracaso.

El Nacional Socialismo histórico no era una simple “alternativa” a los dos modelos globalistas

de su época, era una Weltanschaunng, una Cosmovisión, una visión completa y diferente de la

realidad.

Por ello, nuestro principal deber es lograr reformular las tesis originales de acuerdo a la actual

fase de desarrollo del conflicto, para generar todo un modelo ideológico y práctico diferente: una

propuesta de igual potencia que las ideas y acciones del mundialismo, y completamente contraria a

éste.

Hay quienes sostienen que estas reformulaciones o revisiones son peligrosas, o que incluso

representan una “traición” a las “ideas” originales. Creemos que esto simplemente es absurdo e

insostenible.

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El Nacional Socialismo se fundamentó en el respeto de la Naturaleza y sus leyes. La Naturaleza

no es estática, la Vida no está fosilizada en un momento determinado de su existencia. Por ende, es la

propia concepción original del Nacional Socialismo la que nos obliga a revisar constantemente las ideas

originales, para verificar su evolución a través del tiempo en función de los nuevos conocimientos y para

reconocer los errores que históricamente pudieron haberse cometido en su aplicación.

En palabras de Ramón Bau: “Aceptamos la existencia de errores en el desarrollo histórico del

Nacional Socialismo, que es obra de hombres y como tales sujetos al error más o menos voluntario. Lo

que negamos es la realidad de grandes errores, y de una intencionalidad negativa en las decisiones del

Nacional Socialismo” (60).

En este mismo sentido, es fundamental reformular las coordenadas ideológicas históricas

respecto al tema racial.

Nuevamente en palabras de Bau: “Políticamente definimos Racismo al movimiento cultural-

político que tiende a la conservación de la identidad de las diferentes razas y pueblos. Tal voluntad de

acción surge del conocimiento adquirido a través de las ciencias antes reseñadas y del deseo de conseguir

metas más altas para todas las razas” (61).

Por ello, Patria Nueva Sociedad insistirá en la necesidad de la continua realización de estos

Encuentros Ideológicos Internacionales, ya que es aquí donde tenemos la oportunidad de contrastar

nuestras particulares visiones sobre el socialismo nacional, y en ello se encuentra toda la posibilidad de

lograr generar una verdadera fuerza para oponerse al mundialismo.

Las páginas precedentes pretenden dar una muestra del poder al que nos enfrentamos, y una

rápida mirada a las alternativas que deberemos enfrentar en América a corto plazo.

Nuestra propuesta fundamental en términos de acción puede resumirse en la idea de “Pensar

globalmente. Actuar localmente”.

Nuestro compromiso entonces, es no cejar en el esfuerzo por construir una verdadera y efectiva

“Red de Coordinación Continental”, y es ello lo que nos motiva a promover estos Encuentros.

Serán nuestros propios hijos y nuestros propios pueblos, los que nos demandarán mañana, el no

haber sido capaces de acercar posiciones y obrar con la altura de miras necesaria para Construir el

Futuro.

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Hoy agradecemos a los Camaradas de Último Reducto el haber acogido nuestras ideas, y

hacemos un fuerte llamado para que estos Encuentros continúen efectuándose, sin importar los

problemas materiales que presenta su realización.

Vendrán tiempos mejores por mejores hombres en tierras mejores.

Queremos ser parte de quienes logren hacer este sueño una realidad.

Estamos luchando para ello.

Con un saludo a todos los Camaradas de América y el Mundo:

¡América Despierta!

Alexis López Tapia

Santiago de Chile de la Nueva Extremadura, 7 de Octubre del 2002

Notas

(60) Ramón Bau, “Nuestras Ideas”, pág. 59, Nº 4.1, Ediciones Nueva República S.L., Barcelona, 2002.

(61) Ramón Bau, op. Cit. Pág. 21, Nº 1.3.