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Narrativa de la guerra: 1980-2006 http://zonadenoticias.blogspot.com/2006/12/narrativa-de-la- guerra-1980-2006.html Miguel Gutiérrez “Si en nuestro país desde la época de Mariátegui la intelectualidad se había orientado de manera general hacia la izquierda (socialismo marxista-leninista, socialismo libertario, colectivismo andino, humanismo existencial e, incluso, social democracia), ahora, bajo la tutela del fujimorato, surgieron varias modalidades de la derecha, una juvenil y beligerante que (según el ejemplo de Vargas Llosa) es abiertamente anticomunista y antisocialista, y neoliberal en el plano económico, y otra que asume la estrategia de la neutralidad o del apoliticismo, aunque en el nivel estético se muestra belicosa, casi fundamentalista, en sus ataques al realismo.” (Gutierrez; 2006) “Una de las formas primigenias del relato es el testimonio oral sobre hechos de irracional violencia que los poderes vigentes ocultan y reprimen. En el caso de la guerra interna que nos ocupa, todas las formas más elaboradas del arte narrativo palidecen, en cuanto a intensidad y contundencia, frente a los testimonios de pobladores anónimos de las zonas más apartadas y pobres de los Andes y de la Amazonía que, en número considerable, o por lo menos representativo, ha recogido la Comisión de la Verdad. Todos estos testimonios dan cuenta de la extremada violencia y crueldad en que se desarrolló esta guerra en la que las masas pobres y desamparadas fueron víctimas de las fuerzas en pugna.” “la lectura de los dos libros resulta aleccionadora ya que muestra que corrientes de pensamiento que se fundaron después de la Conquista todavía mantienen su vigencia en el Perú actual. Pues mientras el estudio de Flores Galindo se inscribe en la tradición de las corrientes indigenistas y del pensamiento marxista contemporáneo, Vargas Llosa se revela como un seguidor

Narrativa de La Guerra

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Apuntes sobre la Narrativa de la guerra. Texto de Miguel Gutierrez

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Narrativa de la guerra: 1980-2006

http://zonadenoticias.blogspot.com/2006/12/narrativa-de-la-guerra-1980-2006.html

Miguel Gutirrez

Si en nuestro pas desde la poca de Maritegui la intelectualidad se haba orientado de manera general hacia la izquierda (socialismo marxista-leninista, socialismo libertario, colectivismo andino, humanismo existencial e, incluso, social democracia), ahora, bajo la tutela del fujimorato, surgieron varias modalidades de la derecha, una juvenil y beligerante que (segn el ejemplo de Vargas Llosa) es abiertamente anticomunista y antisocialista, y neoliberal en el plano econmico, y otra que asume la estrategia de la neutralidad o del apoliticismo, aunque en el nivel esttico se muestra belicosa, casi fundamentalista, en sus ataques al realismo. (Gutierrez; 2006)

Una de las formas primigenias del relato es el testimonio oral sobre hechos de irracional violencia que los poderes vigentes ocultan y reprimen. En el caso de la guerra interna que nos ocupa, todas las formas ms elaboradas del arte narrativo palidecen, en cuanto a intensidad y contundencia, frente a los testimonios de pobladores annimos de las zonas ms apartadas y pobres de los Andes y de la Amazona que, en nmero considerable, o por lo menos representativo, ha recogido la Comisin de la Verdad. Todos estos testimonios dan cuenta de la extremada violencia y crueldad en que se desarroll esta guerra en la que las masas pobres y desamparadas fueron vctimas de las fuerzas en pugna.

la lectura de los dos libros resulta aleccionadora ya que muestra que corrientes de pensamiento que se fundaron despus de la Conquista todava mantienen su vigencia en el Per actual. Pues mientras el estudio de Flores Galindo se inscribe en la tradicin de las corrientes indigenistas y del pensamiento marxista contemporneo, Vargas Llosa se revela como un seguidor de las corrientes hispanistas, de los cronistas toledanos, y del pensamiento de una derecha moderna y cosmopolita.

Como dije en un apartado anterior, la narrativa de la guerra surgi como una lnea marginal de la vertiente realista de la narrativa peruana.

Con el avance por todo el territorio nacional de la denominada "guerra popular", pero sobre todo despus de la cada de Guzmn y la derrota de Sendero, y despus de la debacle del fujimorismo y ms an de la publicacin de las conclusiones de la Comisin de la Verdad sobre la guerra interna, la narrativa de la guerra dej de ser una lnea casi clandestina de la narrativa peruana de fines del siglo XX y convoc el inters de todos los narradores de las generaciones todava vigentes, empezando por los mayores: Zavaleta ("El padre del tigre"), Reynoso ("El mural"), Glvez Ronceros (Historias para reunir a los hombres), Vargas Llosa (Lituma en los Andes).

De modo que a m no me cabe la menor duda que la gran novela sobre esta terrible guerra, sobre este tiempo del dolor, tardar algunos aos y aun dcadas para concebirse. Con todo, resulta estimulante que los escritores ms jvenes aquellos que eran nios o al borde de la adolescencia empiecen a hurgar en el pasado reciente como fuente de inspiracin, en contra o como alternativa de aquella narrativa del olvido que prim en la dcada del 90. Por supuesto, el peligro es que la vida en el Per en las condiciones de la guerra interna, debido a la acogida y demanda del mercado y que alientan en estos ltimos aos las grandes empresas editoriales del mundo, se convierta slo en un tema literario, ajeno a todo imperativo humano histrico, poltico, moral que debe inspirar este tipo de literatura.

esta situacin de violencia extrema hall eco en los narradores andinos porque exista una slida tradicin de una narrativa social, de denuncia, de combate, que vena del indigenismo y de escritores como Alegra, Arguedas y Scorza. Estos dos factores ms la persistencia de elementos mgicos y formas de contar que privilegian la oralidad en la lnea de Vargas Vicua antes que de Arguedas, confieren algunas notas particulares a la narrativa andina de la guerra. Sin embargo, tambin hay escritores que practican formas ms modernas de construir una historia, con diseos ms compactos y estrictos, tal vez tomando como base el modelo del guin cinematogrfico norteamericano, como lo hace de manera eficaz Zein Zorrilla en su admirable libro de cuentos Siete rosas de hierro. El ultimo es tambin el caso de morillo