DÍA DE NAVIDAD

Era un día como otro cualquiera, bueno no, era Navidad. Decidimos salir a pasear para contemplar el maravilloso paisaje en un día tan especial. Los animales estaban agitados y ansiosos por la gran velada, aunque ese día, no todo fue tan perfecto.

Estábamos cruzando el bosque, estaba todo nevado, era maravilloso pero nos alarmamos cuando vimos unos pajaritos revoloteando preocupados. La Navidad no se podía celebrar.

Nos explicaron lo sucedido, y nos pusimos a pensar qué podíamos hacer. Nos resultó difícil de creer, ¿pero cómo han podido engañar a Papá Noel? Nos pusimos a pensar cuando, de repente empezó a nevar.

Nos resguardamos en un árbol, todavía no sabíamos qué hacer, cada vez hacía más frío pero había tanta nieve que resultaba imposible ver el camino de vuelta así que esperamos a que dejara de nevar..

Hacía tanto frío que lo único que se nos ocurrió para soportar las temperaturas fue mantenernos unidos, así nos daríamos calor. Teníamos mucho frío y pocas ganas de pensar cuando se nos ocurrió la idea más maravillosa que podíamos tener.

No íbamos a discutirlo más, visitaríamos a Papá Noel.

No voy a explicar cómo lo hicimos porque es una historia muy larga pero llegamos al polo norte, y en concreto a la casa de Papá Noel.

Tuvimos una charla entretenida y nos explicó que los Reyes Magos le habían boicoteado para llevarse más protagonismo. Le ayudamos y conseguimos quitarles el trineo que le habían robado gracias al cual disfrutaríamos de la tan esperada Navidad. Papá Noel nos agradeció la ayuda ya que sin nosotros no lo habría podido conseguir.

Volvimos a casa pasada la noche ya que era un trayecto largo y cansado, aunque mereció la pena ya que niños de todo el mundo podrán disfrutar por fin los regalos que merecen.

En el salón había algo, debajo del árbol, eran nuestros regalos, y por muy tarde que fuese hicimos una grandiosa cena para celebrarla, si, hablo de la Navidad.

¡FELICES FIESTAS!