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028 ISSUE 45 029 ISSUE 45 TXT TEATRO TXT NAZARENO CASERO Creció entre estudios de televisión y desde muy chico aprendió el arte del humor absurdo con los mejores maestros. El actor habla de su infancia, de su relación con Alfredo Casero y de su debut como cantante. ANDREA CUKIER ADRIANA MONTALDO VERA Llega temprano y propone com- partir varias porciones de bocadi- tos dulces para acompañar el café helado que corta con el calor, que acecha la tarde palermitana. Deja a su fiel compañero –su perro Ye- so- en el auto y la charla transcu- rre amena, entre bromas. A los 28 años, Nazareno Casero ya cons- truyó una carrera sólida en televi- sión, cine y teatro y, así como a Bart Simpson le piden que haga su gra- cia diciendo “Yo no fui”, Nazareno confiesa que a él siempre le recuer- dan su participación en el sketch de “ Cha Cha Cha” en donde inter- preta a un joven alumno dando exá- men. Cuenta que de chico fue nó- made y que vivió con sus padres en distintos lugares. Un club de barrio en Agronomía le sirvió de ancla y creció rodeado de animales porque su papá Alfredo fue adiestrador de perros durante muchísimo tiempo. Voyeurista de las redes sociales, hoy vive en San Isidro, en donde lle- va un ritmo de vida muy tranquilo y divide su tiempo entre las tablas y el estudio de grabación. ¿Cómo te resulta la experiencia de participar en teatro con El secreto de la vida ? Hicimos bastantes funciones el año pasado y ahora retomamos de jueves a domingo en Buenos Ai- res. Me gusta porque es un proyec- to que me deja tiempo y estoy con ganas de estar un poco conmigo. También escribí un unipersonal que voy a presentar a partir del 16 de enero en el Velma Café. Estás muy presente en las redes sociales, ¿qué te engancha de eso? Soy voyeurista pero no soy muy ac- tivo. Es una buena herramienta de marketing para contar lo que ha- go. Por ejemplo, en Twitter me gus- ta separar las cosas que digo como si fueran parte de un sketch que se está formando pero no me di- vierte charlar con la gente, prefie- ro mandarles un mensaje de texto o un whatsapp. Desde que tengo un teléfono que saca fotos estoy en Instagram: me parece interesante destruir la imagen, desaturarla pa- ra que parezca algo irreal. En Facebook subís muchas fotos con tu perro Yeso, ¿Tu amor por los animales nació cuando tu papá adiestraba perros? Cuando tenía 4 ó 5 años mi viejo la- buraba como adiestrador de perros y siempre vivimos con bichos. Ga- tos, perros, chanchos… Si se pue- de acariciar a un chancho y el chan- cho está feliz, me encanta. Tendría un mono también si lo pudiese res- catar, pero no me gusta sacar a los animales de su ambiente. A Yeso lo tengo desde hace 10 años, lo encontró mi viejo cuando vivía en Puerto Madryn. Lo habían atropellado y era un cachorro, me lo trajeron enyesado y me lo quedé. Condujiste un programa sobre animales, ¿cómo fue esa experiencia? Animanía fue un programa infantil que hice en canal 7, se armaba en base a grabaciones de la BBC. Las grabaciones se editaban y les po- nían efectos divertidos. Era un pro- grama de sketches cortos con vi- deos de estilo documental. ¿Te copa conducir? Me divierte porque salís del lugar de actor y te ponés en el persona- je de conductor. Podés ser since- ro con lo que decís, pero para con- ducir estás en pose. Me encantaría conducir un noticiero. ¿Estás muy informado? ¿Te interesa la actualidad? Ni en pedo, pero ahí leo lo que ten- go que decir, ¿no? Me gustaría de- cir: “…Y en Avellaneda nacieron cuatro gatitos. Uno (pausa pro- longada) de color naranja”. Ese to- no solemne de noticiero me resul- ta interesante como lenguaje y me gusta el desafío de decir la palabra exacta en el momento exacto. En la actuación tenés que tener todo eso sin darte cuenta. Sos ferviente hincha de Comunicaciones, ¿De chico te probaste para jugar en el club? Me presenté varias veces y des- pués quedó otra gente que real- mente tenía aptitudes para jugar. Nunca lo vi como una profesión, pe- ro quería ir a patear la pelota y en- trenar. Fui con unos compañeros de colegio pero no prosperó. Tuve la suerte de conocer un club y un equipo que me generó un senti- do de pertenencia. No fue algo he- redado. Yo viví por muchos luga- res y a los 15 años, mi viejo vivía en Agronomía entonces fuimos al club Comunicaciones. Me gusta- ba el fútbol pero no encontraba el cuadro y cuando fui a la cancha de Comu, sentí que ese era el club. ¿Cómo fue crecer en esa academia del humor que fue Cha Cha Cha? ¿Qué cosas aprendiste en esa época? Para mi fue normal, muy natural. Fundamentalmente aprendí que siempre hay que tener un chiste pa- ra retrucar, mas no siempre usarlo. Es muy importante tener en cuenta hasta dónde se remata una situa- ción graciosa. Mi viejo me enseñó muchas co- sas y otras las aprendí cometien- do errores. No creo que sea tan difícil actuar, si sos astuto podés comprender por donde tiene que ir “LAS REGLAS INQUEBRANTABLES DE MI CASA ERAN: NO SE JUEGA CON LA COMIDA, NO SE MIRA FÚTBOL Y NO SE LE PEGA A LAS MUJERES.”

Nazareno Casero

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Entrevista a Nazareno Casero para la revista DMAG.

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NAZARENO CASEROCreció entre estudios de televisión y desde muy chico aprendió el arte del humor absurdo con los mejores

maestros. El actor habla de su infancia, de su relación con Alfredo Casero y de su debut como cantante.

Andr E A C Uk I E r Adr IAnA MonTAldo VErA

Llega temprano y propone com-partir varias porciones de bocadi-tos dulces para acompañar el café helado que corta con el calor, que acecha la tarde palermitana. Deja a su fiel compañero –su perro Ye-so- en el auto y la charla transcu-rre amena, entre bromas. A los 28 años, Nazareno Casero ya cons-truyó una carrera sólida en televi-sión, cine y teatro y, así como a Bart Simpson le piden que haga su gra-cia diciendo “Yo no fui”, Nazareno confiesa que a él siempre le recuer-dan su participación en el sketch de “Cha Cha Cha” en donde inter-preta a un joven alumno dando exá-men. Cuenta que de chico fue nó-made y que vivió con sus padres en distintos lugares. Un club de barrio en Agronomía le sirvió de ancla y creció rodeado de animales porque su papá Alfredo fue adiestrador de perros durante muchísimo tiempo. Voyeurista de las redes sociales, hoy vive en San Isidro, en donde lle-va un ritmo de vida muy tranquilo y divide su tiempo entre las tablas y el estudio de grabación.

¿Cómo te resulta la experiencia de participar en teatro con El secreto de la vida?Hicimos bastantes funciones el año pasado y ahora retomamos de jueves a domingo en Buenos Ai-res. Me gusta porque es un proyec-to que me deja tiempo y estoy con ganas de estar un poco conmigo. También escribí un unipersonal que voy a presentar a partir del 16 de enero en el Velma Café.

Estás muy presente en las redes sociales, ¿qué te engancha de eso?Soy voyeurista pero no soy muy ac-tivo. Es una buena herramienta de marketing para contar lo que ha-go. Por ejemplo, en Twitter me gus-ta separar las cosas que digo como si fueran parte de un sketch que se está formando pero no me di-vierte charlar con la gente, prefie-ro mandarles un mensaje de texto o un whatsapp. Desde que tengo

un teléfono que saca fotos estoy en Instagram: me parece interesante destruir la imagen, desaturarla pa-ra que parezca algo irreal.

En Facebook subís muchas fotos con tu perro Yeso, ¿Tu amor por los animales nació cuando tu papá adiestraba perros?Cuando tenía 4 ó 5 años mi viejo la-buraba como adiestrador de perros y siempre vivimos con bichos. Ga-tos, perros, chanchos… Si se pue-de acariciar a un chancho y el chan-cho está feliz, me encanta. Tendría un mono también si lo pudiese res-catar, pero no me gusta sacar a los animales de su ambiente.A Yeso lo tengo desde hace 10 años, lo encontró mi viejo cuando vivía en Puerto Madryn. Lo habían atropellado y era un cachorro, me lo trajeron enyesado y me lo quedé.

Condujiste un programa sobre animales, ¿cómo fue esa experiencia?Animanía fue un programa infantil que hice en canal 7, se armaba en base a grabaciones de la BBC. Las grabaciones se editaban y les po-nían efectos divertidos. Era un pro-grama de sketches cortos con vi-deos de estilo documental.

¿Te copa conducir? Me divierte porque salís del lugar de actor y te ponés en el persona-

je de conductor. Podés ser since-ro con lo que decís, pero para con-ducir estás en pose. Me encantaría conducir un noticiero.

¿Estás muy informado? ¿Te interesa la actualidad? Ni en pedo, pero ahí leo lo que ten-go que decir, ¿no? Me gustaría de-cir: “…Y en Avellaneda nacieron cuatro gatitos. Uno (pausa pro-longada) de color naranja”. Ese to-no solemne de noticiero me resul-ta interesante como lenguaje y me gusta el desafío de decir la palabra exacta en el momento exacto. En la actuación tenés que tener todo eso sin darte cuenta.

Sos ferviente hincha de Comunicaciones, ¿De chico te probaste para jugar en el club? Me presenté varias veces y des-pués quedó otra gente que real-mente tenía aptitudes para jugar. Nunca lo vi como una profesión, pe-ro quería ir a patear la pelota y en-trenar. Fui con unos compañeros de colegio pero no prosperó.Tuve la suerte de conocer un club y un equipo que me generó un senti-do de pertenencia. No fue algo he-redado. Yo viví por muchos luga-res y a los 15 años, mi viejo vivía en Agronomía entonces fuimos al club Comunicaciones. Me gusta-ba el fútbol pero no encontraba el cuadro y cuando fui a la cancha de Comu, sentí que ese era el club.

¿Cómo fue crecer en esa academia del humor que fue Cha Cha Cha? ¿Qué cosas aprendiste en esa época?Para mi fue normal, muy natural. Fundamentalmente aprendí que siempre hay que tener un chiste pa-ra retrucar, mas no siempre usarlo. Es muy importante tener en cuenta hasta dónde se remata una situa-ción graciosa.Mi viejo me enseñó muchas co-sas y otras las aprendí cometien-do errores. No creo que sea tan difícil actuar, si sos astuto podés comprender por donde tiene que ir

“L as regL as inquebr antabLes de mi casa er an: no se

juega con L a comida, no se mir a fú tboL y no se Le pega a

L as mujeres.”

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la actuación y también influye mu-cho la memoria. Yo soy muy obser-vador; tal vez no me doy cuenta pe-ro veo a alguien en una situación y como reflejo, después reproduz-co los movimientos de esa perso-na si tengo que actuar una situa-ción similar. No se si puedo llorar instantáneamente pero lo que sí puedo hacer es poner piel de galli-na cuando quiero (se concentra y a los cinco segundos tiene la piel del brazo erizada).

¿En ese momento tomabas conciencia de las cosas que decías en el programa?A mí me decían dos o tres cosas a las que yo tenía que llegar en algún mo-mento. Es fácil poder ser abstrac-to cuando no tenés el lóbulo frontal desarrollado, el que te pone el filtro. Para mí era jugar a decir cualquier cosa y ellos lo hacían rendir.

¿Esa dinámica que tenías con tu papá con la cámara encendida la tenías también puertas adentro?Sí, había esa onda pero tampoco nos la pasábamos actuando. Los lí-mites nunca fueron claros, siempre fue muy abierto todo y yo podía de-cir cualquier cosa en cualquier mo-mento. Las reglas inquebrantables de mi casa eran: no se juega con la comida, no se mira fútbol y no se le pega a las mujeres.A papá le parecía que la violencia en el fútbol no estaba buena y no le gustó nunca. Mi casa fue siempre straight edge: ahí no se escabiaba y no se fumaba.

¿A qué edad te independizaste?Me fui a vivir solo a los 18 años. Mi casa siempre fue un bardo, es al-go de varón. El quilombo en mi casa siempre empieza de la misma ma-nera, se me van juntando las cosas hasta que ya no se puede estar. No soy un acumulador grado 10 pero tengo mi quilombo.

¿Qué cosas acumulás?Si quiero un recorte de una revis-

ta, no guardo el pedacito, guardo la revista entera. Y así con todo. Igual siempre encuentro mis cosas, es el orden dentro del desorden.

¿Es verdad que te fuiste a China por amor?Por desamor. Me fui a cortar con mi ex novia, ella estaba laburando y ha-bían quedado algunas cosas incon-clusas. Cuando llegué me di cuenta de que teníamos que cortar y des-pués me quedé un mes paseando. Tal vez no hubiese ido a China de otra manera y fue un giro inespe-rado. La cultura oriental es maravi- llosa, ellos tienen otra cabeza.

¿Tenés algún vínculo con la religión?La vida espiritual poco tiene que ver con las religiones. Tampoco tie-ne que ver con el poder acumulado de las instituciones. Me parece bien

que la gente tenga una creencia pe-ro no le creo a ninguna religión.

¿En qué cosas creés?En todo. No me animo a decir que no existen los extraterrestres o los signos del zodíaco ¿Quién soy yo para decir que no es así? Una cosa es el fenómeno y otra cosa es quién lo interpreta.

También estás grabando un disco ahora, ¿cómo surgió ese proyecto?Nació de una necesidad de ir más allá de la actuación, algo menos acotado. Me junté con un productor y tenemos el demo maqueteado, son cuatro temas. Tiene un poco de rap, hip hop y músicas urbanas. Creo que para marzo ya tendremos un tema con un video así que me gustaría presentarlo y poder empe-zar a tocar en bares.