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Nelson Mandela 1918-2013
El hombre que derrotó el racismo, en un país en el que la segregación racial fue legal durante cuatro décadas, murió ayer a los 95 años. Los 27 años que estuvo en prisión le provocaron una infección pulmonar que nunca lo dejó, y por la cual en 2013 estuvo hospitalizado durante tres meses.
El primer presidente negro de Sudáfrica, retirado de la vida pública en 2004, es considerado una de las figuras más grandes del siglo XX.
Reconciliación Muere el alma de la
La Razón Especiales | Viernes 06.12.2013
Impresiones de ÁfricaTécnica: litografía
Artista: Nelson MandelaAño: 2003
La Razón|Viernes 06.12.2013II
EL PRESIDENTE DE SUDÁFRICA, Jacob Zuma, anunció la muerte “en paz y en familia” de Nelson Mandela, a los 95 años; las banderas ondean a media asta para rendirle homenaje
“Hemos perdido al más grande de nuestros hijos”
EL MUNDO LLORA A MADIBA
Por Lizeth Gómez De Anda >[email protected]
E l país del arcoiris se quedó huér-fano... A las 20:50 (hora local) el pueblo sudafricano y el resto del mundo escucharon una noticia
que no querían que llegara: Nelson Man-dela había muerto. En paz y rodeado por su familia el ícono de la reconciliación falleció luego de vivir durante años un proceso degenerativo provocado por una infección pulmonar, producida durante sus 27 años de encarcelamiento en Rob-ben Island.
“Hemos perdido al más grande de nues-tros hijos”, confirmó el presidente sudafri-cano, Jacob Zuma, en un mensaje a la na-ción. Con la tristeza y la emoción plantadas en el rostro, Zuma recordó el legado del primer Presidente negro en Sudáfrica.
“Su lucha incansable por la libertad le ganó el respeto del mundo; su humildad, su compasión y su humanidad le ganaron su honor”, afirmó el Presidente.
El mandatario sudafricano ordenó que todas las banderas del país se coloquen a media asta, hasta que terminen las exe-quias, y también anunció los funerales de Estado en honor al hombre que logró unificar su país después de 40 años de racismo legal. “Nos unió a todos y todos juntos lo vamos a despedir. Lo amaremos siempre, que su alma descanse en paz,
EL PRESIDEN-TE sudafricano, Jacob Zuma, ayer, al anunciar la muerte de Mandela.
1956EL 5 DE DICIEMBRE es detenido junto con 155 personas y juzgado
por alta traición. Antes de que acabe el año se inicia el juicio.
1944SU LUCHA contra la segregación racial lo lleva a afiliarse al CNA, en el cual comienza su batalla por la igualdad. Meses después se casa
con Evelyn Mase, prima de Sisulu.
1952DIRIGE Rebeldía, el primer acto
de desobediencia civil (desacato al toque de queda). Con Tambo abre
en Johannesburgo el primer bufete de abogados negros de Sudáfrica.
1918NACE NELSON ROLIHLAHIA
MANDELA el 18 de julio de 1918 en Qunu, Umtata, capital de Trasnekei. Su destino era convertirse en el jefe
del clan de los temblu.
1955EL 26 JUNIO se adopta la Carta de la
Libertad, un documento redactado en la clandestinidad que exige la
consecución de una sociedad demo-crática, libre y multirracial.
1940PARA LIBRARSE de un matrimonio
concertado, decide huir a Johan-nesburgo, lugar en que conoce a un
miembro del CNA: Walter Sisulu.
1948JUNTO con Oliver Tambo y Walter
Sisulu funda la Liga Juvenil del CNA, de la cual es electo secretario gene-
ral y dos años más tarde se convierte en el presidente.
EXISTENCIADIFÍCIL
1961ES ABSUELTO del cargo de alta trai-
ción tras un juicio en el que asumió su propia defensa. Poco después
pasa a clandestinidad y crea la Lanza de la Nación, brazo armado del CNA,
que él dirige.
1962EN ENERO abandonó Sudáfrica y se
dirigió a Argelia, donde recibió en-trenamiento guerrillero. A su vuelta
es juzgado por abandono ilegal del país. Lo condenan a cinco años.
1963ES ENVIADO a la cárcel de máxima
seguridad de Robben Island. En noviembre comienza el juicio de
Rivonia.
Dios bendiga a África”, sostuvo.La noticia no fue una sorpresa debido
al deteriorado estado de salud de Madi-ba: desde septiembre se mantenía al líder sudafricano en su casa de Johannesbur-go conectado a un respirador artificial y constantemente se escuchaban rumores sobre su muerte. No obstante, el país está conmocionado.
El martes las palabras de su hija mayor, Makaziwe, fueron el preámbulo al desenla-ce anunciado por Zuma. En una entrevista con la televisora local expresó: “Tata (su pa-dre) estará con nosotros siempre, él es muy
fuerte, tiene mucho coraje. A pesar de que se encuentra en su lecho de muerte toda-vía nos da lecciones de paciencia, amor y tolerancia”.
Madeleen Engelbrecht, una ingeniera afrikáner, citada por el diario español El País resumió el sentir de la nación: “Estoy consternada, me parece mentira”.
Pero también en la nación se escuchan música y voces a coro que repiten “Nelson Mandela”. El retumbar de los tambores da ritmo a la gente que viste los colores de la bandera sudafricana: verde, amarillo y negro, y marca la pauta para decir adiós al héroe del antiapartheid.
“Aquí no hay tristeza, hay celebración. Es un gigante”, dice Nomhlahla Donry, una mujer de 57 años, a una agencia de noticias. Ella, que tuvo a su marido encar-celado junto a Madiba, sonríe mientras de-rrama lágrimas que homenajean a quien fuera presidente de un país que se negaba a la existencia de la raza negra.
Pero la lucha de Mandela no se centró sólo en su país, alrededor del mundo lle-vó un mensaje de paz, unidad, toleran-cia... Por eso, desde su país hasta Estados Unidos, Reino Unido, Georgia, la gente lo llora... En los lugares donde se erigen esculturas con la imagen de Madiba las flores y las velas se apilan, en medio de oraciones para dar el último adiós al hom-bre que se convirtió en un símbolo de la reconciliación.
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18
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ESPOSAS y seis hijos tuvo
el ex mandatario sudafricano
DE JULIO se celebra el Día
Internacional de Nelson Mandela,
proclamado por la ONU en 2009
MESES ESTUVO ingresado en el hos-
pital de Pretoria
Nelson Mandela 1918-2013
DOLIENTES se reunieron, ayer, afuera de la casa de Mandela, en Johannesburgo.
Viernes 06.12.2013|La Razón III
Líderes mundiales reconocen labor del “gigante justiciero”
EN REINO Unido colocan ofrendas de flores en una efigie de Madiba.
UN NIÑO posa frente a una estatua del líder sudafricano en Washington.
Jacob Zuma Presidente de Sudáfrica
“Nuestro pueblo ha perdido a un pa-
dre, aunque sabíamos que este día llegaría, nada puede disminuir el sentido de una pérdi-da profunda”
Enrique Peña Nieto Presidente de México
“La humanidad ha perdido a un lucha-
dor incansable en favor de la paz, la libertad y la igualdad. Descanse en paz Nelson Mandela”
Raúl Castro Presidente de Cuba
“Será recordado por la altura de su
ejemplo, la grandeza de su obra y la firmeza de sus convicciones en la lucha contra el apartheid”
Barack Obama Presidente de EU
“Perdimos uno de los hombres más
grandes, con más espe-ranza, más bondad”
Bill Clinton Ex presidente de EU
“Nunca olvidaré a mi amigo Madiba”
Ban Ki-moon Secretario general ONU
“Muchos en el mundo han sido in-
fluenciados por su lucha a favor de la dignidad humana y la igualdad”
Por Anabel Clemente Trejo >[email protected]
El presidente Jacob Zuma dio un mensaje televisivo para anun-ciar la muerte de Nelson Man-dela. Al poco tiempo, en el resto
del mundo los líderes de Estado y repre-sentantes deportivos y de la industria del entretenimiento dieron su mensaje de despedida al líder del antiapartheid.
Después del presidente sudafricano fue David Cameron, primer ministro bri-tánico, el que envió su mensaje de soli-daridad al pueblo africano: “se ha ido un héroe de nuestro tiempo… una gran luz se ha apagado”, dijo y ordenó que la ban-dera ondeara a media asta en Downing Street en homenaje a Mandela.
Barack Obama fue el siguiente en brin-dar su respeto. Comentó en un mensaje televisivo: “Hoy hemos perdido a uno de los hombres y una de las personas de ma-yor influencia y de mayor humanidad. Ya no está con nosotros, fue un hombre que sacrificó su propia libertad por la libertad de otros, nos mueve a todos”.
El mandatario agregó que Mandela fue su inspiración, su lucha contra el apartheid fue una de sus motivaciones como político. “Su viaje de prisionero a Presidente demuestra que un hombre y un país pueden cambiar para mejor”.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también se unió a las condo-lencias y describió al líder sudafricano como el “gigante de la justicia” que ins-piró movimientos libertarios en el mun-do. “Muchos en el mundo han sido influenciados por su lucha a favor de la dignidad humana, la igualdad y la liber-tad”, indicó.
En Latinoamérica no pasó inadvertida la noticia. Los pre-sidentes de Colombia, Brasil, Venezuela y México hicieron lo propio para despedir al íco-no de la lucha racial del siglo
XX. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, señaló: “La humanidad ha perdido a un luchador incansable en fa-vor de la paz, la libertad y la igualdad”.
Mientras tanto en otros ámbitos, como el deportivo, también hubo reac-ciones. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, comentó en un comunicado: “Me despido de una personalidad ex-traordinaria, probablemente uno de los mayores humanistas de este tiempo y un querido amigo: Nelson Rolihlahla
Mandela”.Y Morgan Freeman, el
actor estadounidense que protagonizó una película so-bre la vida del libertador de Sudáfrica en 2008, lamentó el deceso a través de Twitter, red social que durante toda la tarde mantuvo el nombre de Nelson Mandela entre los principales trending topic.
COSAS VEREDES
Por Luis de la Barreda Solórzano
Mandela
Mandela combatió a uno de los regímenes más opro-biosos de la historia, totalitario y racista. La población negra, que constituía el 88% del país, era explotada y discriminada. Mandela apostó por derrocar al gobierno con acciones armadas, sabotaje y otras formas de vio-lencia, y formó un grupo de comandos activistas que se entrenaban en Cuba, China, Corea del Norte y Alemania Oriental. En 1964 cayó preso y fue condenado a reali-zar trabajos forzados a perpetuidad. Las condiciones de su reclusión los primeros nueve años fueron durísi-mas. Se le encarceló en Robben Island,una isla frente a Ciudad del Cabo rodeada de remolinos y tiburones, en una celda minúscula, en la que no tenía comunicación con nadie, se le alimentaba tres veces al día con potaje de maíz, se le permitía media hora de visitas cada seis meses, y sólo podía recibir y remitir dos cartas al año, que eran revisadas antes de entregarse o enviarse pues no debía en ellas mencionarse ningún tema político.
En esa difícil circunstancia, lejos de cultivar el ren-cor, caer en la desesperación o desquiciarse, Mandela reflexionó, sometió a examen autocrítico sus ideas y llegó a la conclusión de que las formas de lucha que había elegido eran erróneas y estaban condenadas al fracaso. El camino adecuado era el de la negociación con el gobierno, el cual estaba sometido a una intensa presión internacional que le exigía terminar con el apar-theid. Los blancos no debían ser pasados por las armas, como querían resentidamente muchos opositores, sino, por el contrario, persuadidos a quedarse en el país cuan-do Sudáfrica fuera gobernada por un representante de la mayoría negra. La convivencia entre blancos y negros no sólo era posible sino necesaria y conveniente.
Parecía un sueño de ilusa ingenuidad. La ferocidad con que se reprimía a la mayoría negra y las acciones terroristas de los líderes de la resistencia habían gene-rado un clima de resentimiento y animadversión que hacía temer un baño de sangre. Mandela no se amilanó. Haciendo gala de argumentación lúcida y de paciencia, fue convenciendo desde la prisión a sus compañeros de lucha y posteriormente a la minoría blanca de que era factible y deseable una transición pacífica hacia un sistema en el que todos, blancos y negros, tuvieran los mismos derechos. Si resultó complicado convencer a los camaradas, mucho más trabajoso fue persuadir al grupo que detentaba el poder y se creía —como los mo-narcas absolutos medievales— con el indiscutible dere-cho de ejercerlo por siempre.
Ante el asombro del mundo, Mandela salía de su celda a beber el té de las cinco con los sucesivos go-bernantes Botha y De Klerk, y en conversaciones civi-lizadas y cordiales les iba haciendo comprender que su planteamiento era correcto. Al quedar en libertad fue electo presidente en la primera elección multirracial. Su popularidad era gigantesca no sólo entre la población negra sino también entre los blancos. Él no se mareó con el fervor popular. Siguió siendo un hombre senci-llo y razonable. Pudo haberse perpetuado en el poder, pero no quiso hacerlo: cumplida su misión se retiró a descansar a la aldea de sus mayores. Mandela es uno de los mayores héroes de la historia de la humanidad.
Lo que más me impresiona de Nelson Mandela, lo que más admiro de él, es que al llegar a la presidencia de Sudáfrica, des-
pués de estar preso 27 años, no quiso tomar venganza sino construir un país que dejara atrás un pasado ominoso.
EL EX presidente se encontraba en su residencia de Johannesburgo desde el 1 de sep-tiembre, cuando fue dado de alta de un hospital de Pretoria, donde estuvo ingresado tres meses.
Nelson Mandela 1918-2013
DAVID CAMERON, Barack Obama y Ban Ki-moon destacan la labor libertadora del ex presi-dente; decretan duelo y ondean bandera a media asta
Foto
s> AP
Nelson Mandela 1918-2013IV La Razón|Viernes 06.12.2013
Nelson Mandela ha muerto. Pocos hombres de su talla, de su altura, con su carácter y su historia. Fue el primer Presidente negro sudafrica-no, ganó el Premio Nobel de la Paz y
estuvo preso 27 años en una celda de 2 x 2.A partir de hoy se escribirán miles,
millones, de palabras en su nombre para honrarlo y llorarlo en todos los idiomas. Pero ya nadie podrá fotografiarlo.
Lo conocí y fotografié hace 22 años, primero en México en 1991 y luego en el invierno de 1993 cuando recibió el Nobel en Oslo. Allá estábamos a menos de 14 grados centígrados, nevaba. Lo saludé, me temblaban las manos e intercambia-mos un par de impresiones sobre el terri-ble clima noruego en el lobby de su hotel y recordábamos su visita a México. Eso fue todo. Nada más y nada menos.
Yo era un novato y tenía 23 años, unos meses trabajando como fotógrafo (recuerdo que entonces sacaba cuentas y decía: él estuvo más tiempo en la cárcel de lo que yo tengo de vida) y mis fotos no eran ninguna maravilla. Lo retraté con una vieja cámara Canon AE-1 y se-guramente en TRI-X. Como buen novato, esos negativos los perdí en alguna mu-danza. No importó, daba igual, no eran buenas, pero el momento fue imborrable.
Desde entonces enloquecí con su increíble historia, aún recuerdo su pecu-liar acento inglés y la profundidad de su mirada.
Sin embargo, desde entonces cono-cí una foto que en verdad me hubiera gustado hacer y es la del fotógrafo co-munista nacido en 1908 en Letonia, el sindicalista Eli Weinberg, quien le hizo este peculiar retrato en 1961. Y ahí vemos el verdadero rostro de Madiba, como lo conocían en su tierra. Es prácticamen-te un negro tribal, de ahí su carácter, su necedad e insólita resistencia. Él fue siempre un activista de “verdad”. Vamos, Mandela le da sentido a la expresión “ac-tivismo social” no como los charlatanes de hoy que tuitean indignados sobre las desgracias del mundo, conectados en un Starbucks con su Caramel Machiatto des-cafeinado al lado, buscando 3 seguidores más y usando el hashtag de moda.
No. Mandela era un hombre sin miedo en sus entrañas. Cuando le tocó hablar en su propia defensa, en 1964, dijo: “He luchado contra la dominación blanca, y he peleado contra la domina-ción negra . He buscado el ideal de una sociedad democrática y libre en la que todas las personas vivan juntas en armo-nía y con igualdad de oportunidades. Es un ideal por el que espero vivir. Pero si es necesario, es un ideal por el cual también estoy preparado para morir”.
Vean este retrato de Mandela en blan-co y negro y no olviden que este hombre le puso fin al apartheid en su país. Y que él se convirtió en el primer Presidente negro de Sudáfrica. Un ejemplo para el mundo.
Twitter: @Ulysses68
La mejor foto de MandelaEn la Mira | Por Ulises Castellanos
No perdamos de vista que ahora Mandela se convierte en inmortal fren-te a su propia muerte. Y nada lo ratifica mejor que el poder inmortal que sólo la fotografía tiene. No olvidemos que fue Eli Weinberg quien lo fotografió casi sin saber quién era o en qué se convertiría.
Ayer Mandela murió a los 95 años, pero en esta foto tenía 43, casi a la mitad de su vida, y sin embargo parece tener una mirada “nueva” de un hombre de 30; imaginen la fortaleza de su espíritu. En paz descanse.
Ojo: Hoy arrancamos en este espacio. Gracias por su confianza.
“Es prácticamente un negro tribal, de ahí su carácter, su necedad e insólita resistencia. Él fue
siempre un activista de ‘verdad’. Vamos,
Mandela le da sen-tido a la expresión ‘activismo social’”
Auge y caída del Apartheid»Año: 1961 »Fotógrafo: Eli Weinberg
Neeeeeeeeeeeeeeeeeeeelslslslslssslssssssslssssslslssssslslsslsssslslssslslsssssssslslsssssssslslslsslsslslsslssllslslslslslssllllsslssllslsssslslllllslsslslsslsllllsssslllsslssslslsslllslsssslllsslllsssllllssslllsssslllsssssllllsslsssoooooonooonononnonoooooooooonoonnnnnoooooonononnnnooononnononononononnnnononoononooonononoononooonononnnonoonononononnnnnnnonoonnnnononnnononoonoonnnnnononoonnonononoononononononononnononononononoon MMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMMManaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa dela
A partir de hoy La Razón publica cada viernes la columna En la Mira. Su autor, Ulises Cas-tellanos, ha sido editor de foto en Proceso, El Centro y Excélsior; ha sido colaborador en Paris Match y El País Semanal, es autor del Manual de fotoperiodismo. Retos y soluciones y actualmente es director de la escuela de fotografía Círculo Rojo.
Nelson Mandela 1918-2013VViernes 06.12.2013|La Razón
DESCENDIENTES alemanes y holandeses impusieron las reglas del apartheid; el contexto internacional estaba marcado por la Guerra Fría
Cinco décadas de racismo legal
1948-1990
Luego de la detención de Nelson Mandela y su condena a cadena perpetua, el 12 de ju-nio de 1964, Sudáfrica fue cercada por los países vecinos.
Entre 1965 y 1988 Moscú animó la lucha contra el apartheid al armar a Angola y Mozambique, naciones cuyos gobiernos prosoviéticos se enfrenta-ban a guerrillas apoyadas por Sudáfrica.
Sudáfrica quedó excluida de los Juegos Olímpicos de Munich, en 1972, ante la amenaza de boicot general de los países africanos.
El régimen sudafricano fue oficialmente con-denado por la co-munidad occidental y quedó sometido a un embargo de armamento.
La caída del Muro de Berlín, el 9 y 10 de noviembre de 1989, provocó el fin de un sistema de alian-zas internacionales existentes en este con-tinente que apoyaban el apartheid.
En 1985 el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a los Estados miembros a adoptar sanciones económi-cas contra el país.
En el marco de la Guerra Fría (1947-1991) el régimen sudafri-cano fue visto por Europa y Estados Unidos como un escudo contra la expansión del comunismo en África y le brindaron su apoyo.
Los Estados africanos y asiáticos, indignados por el apartheid, intensifi-caron su presión para expulsar a Sudáfrica, que finalmente se retiró de la Commonwealth el 31 de mayo de 1961.
1944
1990
1989
1948
1954
1965
1972
En 1948 el primer ministro Daniel François Malan estableció leyes para segregar
oficialmente a cada individuo de acuerdo con su raza, estableciendo un registro
racial obligatorio bajo control del gobier-no. También prohibió los matrimonios
interraciales.
Johannes Gerhardus Strijdom, sucesor
de Malan, instauró nuevas leyes en 1954,
entre las que se incluía que los negros no
podían ocupar posiciones en el gobierno
y que tampoco tenían perm
itido entrar en
zonas asignadas para población blanca.
Tras ser electo primer m
inistro, en 1960,
Hendrik Frensch Verwoerd creó los ban-
tustanes (territ
orios exclusivos para los
negros), lo cual fo
rzó el desplazamiento
en masa de la población de color. Además
instauró un sistema educativo dividido
por razas.
En 1990 el presidente sudafricano
Frédérik de Klerk, en su primer discur-
so, anunció que iniciaría un proceso de
eliminación de leyes discriminatorias y
empezó a negociar la liberación de Nelson
Mandela.
Apareció oficialmente el apartheid en Sudáfrica
Una guerra racialCon el objetivo de desarrollar econó-mica y políticamente Sudáfrica, los ciudadanos descendientes de euro-peos en el país africano decidieron marginar a los negros.
1960
1961
1964
1947
1977
1985
¿Qué es?El término significa en afrika-ans, variante sudafricana del
holandés, segregación. Apareció oficialmente en Sudáfrica en
1944, se estableció legalmente en 1948 y se aplicó de forma
sistemática hasta 1990.
3MILLONES y medio de personas fueron obligadas a despla-zarse para vivir en
los bantustanes
2TERCIOS de los
ciudadanos no vivían relegados hasta
antes de que se im-pusiera el apartheid
Infografía > Juan Carlos Ramírez Por Lizeth Gómez >
La Razón|Viernes 06.12.2013VI
EXISTENCIADIFÍCIL
MANDELA SE CONVIRTIÓ en un paradigma de la libertad, pese a que estuvo privado de ella por 27 años; nunca predicó ideas políticas ni religiosas
El más incluyente del siglo XX
ÍCONO DE LA RECONCILIACIÓN
Por Lizeth Gómez De Anda >[email protected]
“Cuando salí de la cárcel ésa era mi misión: liberar tanto al oprimido como al opresor”... Ésta es una de las frases que le valieron a Nelson Mandela el reconocimiento no sólo de los sudafricanos, sino también de grandes personali-
dades, mandatarios, activistas y empresarios alrededor del mundo. Junto con Mahatma Gandhi y Winston Churchill es parte del grupo de
los grandes políticos del siglo pasado que supieron ejercer sus liderazgos apelando a la fuerza moral. En su país es un ícono tanto para negros como para blancos. A los primeros los ayudó a terminar con las injusticias del apartheid (ley de segregación) y a los segundos los sorprendió al no usar su poder como presidente a manera de venganza, tras estar preso por 27 años.
“El perdón libera el alma, hace desaparecer el miedo. Por eso el perdón es un arma tan potente”, expresó Mandela. Estas palabras, ahora míticas, exhiben su visión del mundo y de la humanidad.
Y es que, a pesar de que en 1999 se retiró de la vida pública, su ausencia no borró sus logros; por el contrario, siguió siendo una figura venerada más allá de las fronteras de África. Fue calificado por Desmond Tutu como el ícono mundial de la reconciliación, que nunca predicó ideas políticas ni religiosas, sino que encarnó los valores universales como unidad, igualdad, trabajo, esperanza y perdón.
Sin embargo, Madiba nunca trató de asumir un papel divino. Cuando era joven le gustaban el deporte —incluso fue boxeador amateur— y los trajes y tenía fama de seductor.
“Mandela es total y absolutamente humano, la esencia del ser humano en todo lo que esa palabra puede significar”, escribió sobre él su compa-triota Nadine Gordimer, Premio Nobel de Literatura. Algo que el propio
Mandela afirmó: “Uno de los problemas que me preocupaban en prisión era la falsa imagen que tenía y no quería proyectarla al mundo. Me consi-deraban un santo y nunca lo fui”.
Aunque al inicio figuraba en la lista de terroristas de la ONU y era con-siderado un hombre radical, tras su liberación sus primeras decisiones políticas, apostando por la reconciliación racial y denostando el sistema comunista, provocaron que la comunidad internacional se volcara en la figura del líder sudafricano.
Hilda Varela, investigadora de El Colegio de México (Colmex), señala que si bien Mandela siempre se ha mantenido respetuoso con el jefe de Estado en turno, el jefe pacifista tuvo un gran peso político y “seguirá sien-do una persona política incuestionable en contra de la discriminación”.
Otro de los grandes aportes de Mandela a la humanidad, afirma, es haber demostrado el poder de la mediación, pues usó a su favor la prominencia y el prestigio que había adquirido como luchador social pacifista a favor de los derechos humanos y la igualdad, para hacer intervenciones a nivel internacional y gracias a su experiencia convertirse en mediador en los conflictos de Angola, Burundi y República Democrática del Congo.
“Siempre que había un conflicto él trataba de usar su prestigio para que se llegara a una negociación pacífica entre las partes y, aunque era un hom-bre acabado por tantos años en la cárcel, para él un aspecto fundamental fue la reconciliación; logró sentar a personas totalmente diversas y conse-guir la reconciliación”, destacó.
Mandela fue por años el carismático patriarca de un pueblo multirracial. La sencillez, la bondad y la humildad que lo caracterizaron durante sus tiempos de lucha no desaparecieron cuando llegó a la cima del poder. Por el contrario, supo retirarse a tiempo, dejar el poder pese a que podría haber buscado una reelección o convertirse en presidente (o dictador) hasta que le llegara la muerte.
1993ES RECONOCIDO con el Premio
Nobel de la Paz el 15 de octubre de 1993, junto con el entonces presi-
dente sudafricano, Frederick Williem de Klerk, por su lucha para acabar
con el racismo en Sudáfrica.
1990LUEGO de la derogación de la ley
de segregación racial es nombrado presidente del CNA por aclamación.
Sustituye a Oliver Tambo.
1991TRAS LA APROBACIÓN de la nue-va Constitución sudafricana, que el
propio Mandela firmó en diciembre, se pone fin al periodo de transición
democrática.
1985MANDELA rechaza ser liberado,
pues a cambio le pedían renunciar a su lucha. Un año después acepta
negociar con el ministro de justicia, Kobie Coetsee.
1994EL 26 DE ABRIL se realizan las
primeras elecciones libres. Con 62.6 por ciento de los votos, Mandela fue
electo presidente y tomó posesión el 10 de mayo.
1995EN LA FINAL del Mundial de
Rugby, Mandela entrega el trofeo a los sudafricanos, que resultaron
ganadores. Ese día es histórico, pues se considera que fue el que empezó
con la unificación de la nación.
2008EL MUNDO celebra su 90 cumplea-ños con un llamado a la paz. Londres
le rinde homenaje con un macro-concierto y EU lo saca de su lista de
terroristas.
1999EL LÍDER sudafricano anuncia su re-
tiro del Congreso Nacional Africano y de la política, con el argumento de que quería llevar una vida tranquila.
2009LA ONU DECLARA el 18 de julio
como Día Internacional de Nelson Mandela. En 2010 se efectuó la
festividad por primera vez.
1964EL 12 DE JUNIO es condenado a
cadena perpetua y un día después es trasladado a la prisión Robben Island, frente a Ciudad del Cabo.
“Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo
mismo otra vez. Lo mismo que
haría cualquier hombre que se atreva a llamar-
se a sí mismo un hombre”
“La muerte es algo inevita-ble. Cuando un hombre ha hecho lo que él considera como su deber para con su pueblo y su país, puede descansar en paz”“Me gustan los
amigos que tie-nen pensamien-
tos indepen-dientes, porque suelen hacerte ver los proble-
mas desde todos los ángulos”
“Yo no tenía una creencia espe-cífica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuer-te y que estaba ganando cada vez más y más apoyo”
Impresiones de ÁfricaTécnica: litografía
Artista: Nelson MandelaMedidas: 65 x 50 cm
Año: 2003
Nelson Mandela 1918-2013
Viernes 06.12.2013|La Razón VII
DESDE QUE SALIÓ DE LA CÁRCEL, el líder sudafricano combatió los mitos con acciones: un lide-razgo en favor del diálogo, la reconciliación entre todos los sudafricanos y la humanización del sistema
Columna Invitada
Nelson Mandela: el rugby como unificación de un pueblo
En la película Invictus (2009), basada en un libro de John Carlin (Playing the enemy: Nelson Mandela and the game that changed a Nation), se aborda un acontecimiento que era poco conocido a nivel internacional antes de la publica-ción del libro de Carlin, que sucedió en los primeros años del gobierno de Man-dela y que gira en torno al Campeonato Mundial de Rugby de 1995, que tuvo como sede a Sudáfrica. Ese film tiene un gran mérito: lamentablemente estamos acostumbrados a ver películas en las cuales se presentan aspectos negativos de los africanos, en cambio en Invictus se narra cómo de manera muy inteligen-te Mandela recurrió al rugby para crear lazos de unión entre los dos grandes grupos poblacionales sudafricanos: la población de piel negra y la población blanca. Allister Sparks (Beyond the Mi-racle) afirma que lo que logró Mandela durante ese campeonato fue el éxito más espectacular de su gobierno (1994-1999).
La película inicia con una breve refe-rencia a la liberación de Mandela (febrero de 1990), pero se centra sólo en los años 1994-1995. Los dos personajes centrales son el propio Mandela y el entonces ca-pitán del equipo sudafricano de rugby (los Springboks), Francois Pienaar. Los Springboks atravesaban momentos di-fíciles, marcados por derrotas y por el intento de la directiva del gobernante Congreso Nacional Africano (conocido por sus siglas en inglés como ANC) de cambiar colores, uniforme, emblema y hasta el nombre del equipo de rugby, al identificarlos con el apartheid. Mandela consideró que esas acciones sólo logra-rían ahondar las divisiones y optó por una estrategia audaz: mantener los sím-bolos de los Springboks, pero convirtién-dolos en un equipo con el cual se identifi-cara toda la población, sin distinción del color de la piel. Además de platicar con Pienaar para que compartiera su filoso-fía de liderazgo, basada en la inspiración y el ejemplo, pidió que ese equipo se de-
dicara también a entrenar a niños negros de los paupérrimos townships (barrios obreros). Por primera vez en su historia, Sudáfrica ganó ese campeonato, hecho que fue vivido por la gran mayoría de la población sudafricana como un triunfo nacional. Mandela logró su objetivo: usar el deporte más odiado por la gente negra para unir a la población sudafricana.
En la película hay aspectos muy re-levantes de la situación que vivía Sudá-frica en esa época y que explican la tras-cendencia de la estrategia de Mandela, pero éstos no son abordados. Entre los más importantes: la imagen prejuiciada que de Mandela existía entre los secto-res blancos ultraconservadores; la des-confianza mutua y la profunda división interna, que iba más allá del color de la piel; los 27 años que injustamente pasó Mandela en la cárcel, el extraordinario poderío de la elite blanca y el liderazgo de Mandela.
Es importante subrayar que entre 1983-84 y 1994 en Sudáfrica se vivió una espiral de violencia política, que algu-nos observadores han calificado como una guerra civil, con el riesgo de que se convirtiera en el peor baño de sangre del siglo XX. Los principales escenarios eran los townships y los trenes que transpor-taban a población negra desde las ciuda-des, legalmente “exclusivas de blancos”, donde trabajaban, a sus hogares. Los ataques eran generalmente lanzados por grupos negros (minoritarios), colabo-radores del régimen —que contaban con la complicidad y el apoyo de la policía—, en contra de la gente negra contraria al apartheid. Aunque también hubo inci-dentes en los cuales eran simpatizantes del ANC los principales protagonistas de la violencia.
Como secuela de más de tres siglos de explota-ción basada en el color de la piel, a principios de los años 90, la sudafricana era una sociedad pro-fundamente dividida en todos los aspectos de la vida, incluidos los deportes: el rugby era casi una
obsesión para la población blanca, mientras que la población africana se identificaba con el futbol y no perdía oportunidad para expresar su rechazo frente al rugby, calificado como “el orgullo” del nacionalismo excluyente de los blancos.
Mandela optó por una estrategia
audaz: mantener los símbolos de los Spring-
boks, pero convirtién-dolos en un equipo
con el cual se identi-ficara toda la pobla-ción, sin distinción del color de la piel
Ante el fracaso de los esfuerzos del régimen del apartheid por reprimir a los opositores y conservar la esencia del sis-tema de explotación racista sólo quedó una opción, no compartida por todos los blancos y sus aliados negros: negociar una salida pacífica con los auténticos representantes de la población negra. El gobierno ofreció a Mandela su excarcela-ción condicionada, la cual rechazó. A ini-cios de 1990 fueron liberados todos los presos políticos, sin condiciones, lo cual dio paso al proceso de negociación que concluiría con la elección de 1994, pero persistían la desconfianza mutua y los mitos racistas entre algunos sectores de la población blanca en torno a Mandela, calificado como un “terrorista”.
Desde su salida de la cárcel, Mande-la combatió los mitos con acciones: un liderazgo en favor del diálogo, la recon-ciliación entre todos los sudafricanos y la humanización del sistema. Enfrentó una tarea muy difícil: tratar de superar las profundas heridas provocadas por siglos de explotación racista. Mandela dio los primeros pasos, pero era prác-ticamente imposible que en tan pocos años tuviera éxito, sobre todo tomando en cuenta que la elección de 1994 fue un triunfo político, pero que el control de la economía y del ejército seguía en manos de los ultraconservadores blan-cos y que gran parte de la población ne-gra carecía de instrucción formal y vivía en la pobreza. El resultado electoral de 1994 marcó el triunfo de la lucha en contra del racismo. La tarea iniciada por Mandela no ha concluido, pero resulta extraordinario que haya podido impedir que Sudáfrica se convirtiera en el peor baño de sangre del siglo XX, recurrien-do incluso al rugby.
NELSON MANDELA entrega el trofeo del Campeona-to Mundial de Rugby al capitán de los Spring-boks, François Pienaar, el 24 de junio de 1995.
Directora del Centro de Estudios de Asia y Africa (CEAA), El Colegio de México
Por Hilda Varela
Nelson Mandela 1918-2013
La Razón|Viernes 06.12.2013VIII
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La Razón de México. Nueva época, Año de publicación: 5
»EDICIÓN Lizeth Gómez De Anda
Familia se pelea una fortuna de 14 mdd
HIJOS, NIETOS Y AMIGOS, INVOLUCRADOS
Por Lizeth Gómez De Anda>[email protected]
Nelson Mandela aún no moría, pero su estirpe ya se disputaba su fortuna, que, según The Guardian, asciende a 14 millones de dólares. A medida que se agravaba la salud de Madiba, como era llamado
de cariño, empezó de lleno la lucha por reclamar su legado, su imagen y su potencial para hacer dinero: camisetas, vinos, rea-lities... Todo vale. Hay millones en juego.
En el país del arco iris (como lo llamó Desmond Tutu), Man-dela es un símbolo omnipresente hasta el punto de que un pu-blicista propuso rebautizar Sudáfrica para llamarla ahora Man-delia. Pero su prole busca algo más que el prestigio del apellido.
Las tensiones alrededor de Mandela, que dispone de una fun-dación que se llama como él —promueve sus valores y vela por su nombre—, se avivaron en abril de este año, cuando dos de sus hijas iniciaron una demanda para tomar el control de dos de sus empresas que manejan un fondo valorado en 1.7 mdd.
“Es innecesario que mi abuelo en su vejez tenga que pasar tanto dolor. No me esperaba que fueran sus propias hijas las que no protegieran su dignidad”. La frase fue dicha por Mandla
Mandela, nieto del ex presidente sudafricano, quien arremetió duramente por la cacería de la familia sobre los bienes de su an-tecesor cuando aún estaba vivo. El problema es que Mandla fue acusado de hacer negocio con la muerte de su abuelo.
Makaziwe, hija de la primera esposa del ex presidente suda-fricano, y Zenani, fruto de su segunda esposa, Winnie, apelaron una sentencia de 2004, en la que Mandela las había excluido de la gestión de las creaciones artísticas y de dos fondos de inver-sión para asegurar los estudios de sus herederos.
“Esta mujer deseaba tomar el dinero, no para un propósito específico, y distribuirlo entre miembros de la familia. Eso es contrario a las disposiciones del fondo. Por tanto nos negamos a darle el dinero”, afirmó George Bizos, de 84 años, quien defendió a Mandela durante los años del apartheid.
Antes el periodista John Carlin, autor del libro El factor huma-no, relató que en una ocasión escuchó cómo dos hijas de Mandela discutieron, en presencia de su propio padre y de un asesor, qué muebles se llevaría cada una cuando fuera momento de heredar.
La edad y la frágil salud de Mandela condujeron a una guerra cada vez más amarga en torno a cómo será recordado, pero sobre todo lo que dejó para heredar, incluyendo su imagen, que han aprovechado para crear mercancías y shows televisivos.
SE DEMANDAN para controlar fideicomisos, negocian pagos por la transmisión de su entierro, usan su imagen para beneficios políticos; aún no moría y ya luchaban por su legado
CNA El Congreso Nacional Africano, tras el encarcelamiento del líder, utilizó su imagen, una silueta o su rostro detrás de barras carcelarias sobrepuestas a la misma. Convirtió esta imagen en su ícono y en el de su lucha en contra de la segregación racial. “Tan pronto como Mandela estuvo en la cárcel, el CNA decidió que él sería nuestro héroe”, reveló Sisonke Msimang, activista exiliado.
Jacob Zuma El actual presidente de Sudáfrica fue criticado luego de aparecer junto al líder en un video difundido el 29 de abril. La familia acusó a Zuma de em-plear la imagen de Mandela con fines publicitarios. Las tomas mostraban a Madiba débil y desorientado, aunque el gobierno dijo que estaba “en buena forma y de buen humor”.
Mandla Mandela Fue acusado de querer vender los derechos exclusivos para filmar el fu-neral del icono del antiapartheid por alrededor de 340 mil dólares. El jefe de la tribu, de 37 años, presuntamen-te se puso de acuerdo con la South African Broadcasting Corporation (SABC)y la BBC.
Zaziwe Manaway y Swati DlaminiLas dos nietas de Mandela lanzaron una línea
de ropa también utilizando el nombre familiar, además de protagonizar un reality de televisión llamado Being Mandela (Ser Mandela) en el que
las dos aparecieron de compras en los centros comerciales más lujosos de Johannesburgo.
Tukwini MandelaLa nieta de Tata (como es llamado de
cariño) también creó, con el apoyo de su madre, el vino House of Mandela. En su etiqueta figura un logotipo en forma de abeja que pretende repre-sentar la humanidad, la compasión, el acto de compartir y el simbolismo
de quien desafió el statu quo.
Alianza democráticaTambién el principal rival del par-
tido, la Alianza Democrática, ha sido cuestionada por usar una foto de Madiba abrazando a uno de sus
líderes blancos, lo que ha impulsado quejas de que la oposición intenta
cooptar la imagen de Mandela para desbancar al CNA.
YA AL FINAL de sus días Mandela intentó compensar su ausencia como padre, abuelo y bisabuelo al fundar empresas que se encargarían de asegurar que no les faltaría nada a sus descendientes una vez que él muriera.
20 FONDOS y cuen-
tas individuales para sus hijos y
nietos creó Madiba
Nelson Mandela 1918-2013