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21 de marzo de 2015 • Número 90 Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Suplemento informativo de La Jornada Crece dependencia alimentaria Pág. 20 LA CARAVANA DE LOS MUTILADOS Reportaje y fotografías de Joseph Sorrentino Portada PORTADA Osiris Puerto TEMA DEL MES

NO. 90 Crece dependencia alimentaria

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Los precios agrícolas internacionales –que sufrieron una caída continua en los dos años recientes- continuarán declinando en 2015 y 2016 hasta tocar fondo y luego repuntarán gradualmente por lo menos hasta 2024, prevé el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su reporte Agricultural projections to 2024, publicado en febrero pasado. Asimismo, la demanda mundial de productos agrícolas se mantendrá al alza entre 2015 y 2024, y la producción crecerá más rápidamente que la población, “lo que permitirá un aumento pequeño en el consumo per cápita de la mayoría de tales productos en medio mundo” (en países en desarrollo) y fortalecerá el comercio global, sobre todo las ventas de los países exportadores tradicionales, señala el documento, cuyas proyecciones se basan en supuestos concretos sobre la situación macroeconómica, la política, el clima, la demografía y acontecimientos internacionales, aunque sin considerar posibles shocks internos o externos

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Page 1: NO. 90 Crece dependencia alimentaria

21 de marzo de 2015 • Número 90

Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver

Suplemento informativo de La Jornada

Crecedependencia alimentaria

Pág. 20

LA CARAVANA DE LOS MUTILADOSReportaje y fotografías de Joseph Sorrentino

Portada

PORTADAOsiris Puerto

TEMA DEL MES

Page 2: NO. 90 Crece dependencia alimentaria

21 de marzo de 20152

EL PEOR DE LOS MUNDOS

El arranque del siglo se caracteriza por una crisis sistémica que incluye cambio climático y deterioro ecológico, astringencia energética, recesión económica… Y dentro del colapso múltiple, una crisis agrícola que se expresa en éxodos campesinos, carestía alimentaria y hambre. Hambre que aqueja a casi mil millo-nes de personas.

En años recientes aumentaron las cosechas e inventarios y bajaron los precios de los granos. Pero éstos siguen siendo relativamente más caros que hace una década. La crisis agrario-alimentaria y su saldo el hambre no son co-yunturales y transitorios sino estructurales y prolongados. Y lo son pues en ellos se com-binan problemas de producción y problemas de distribución. Es decir cosechas erráticas y tendencialmente insuficientes sobre las que se monta la especulación, tanto comercial como financiera, tanto de las grandes grane-leras como de los tiburones de la bolsa.

Según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Econó-micos (OCDE), la agricultura mundial, que creció 2.1 por ciento la década pasada, en ésta crecerá sólo 1.4, un 0.7 por ciento menos. Esto significa que la oferta alimentaria, que duran-te la segunda mitad del siglo XX se expandía aceleradamente, aumenta ahora cada vez más despacio.

Múltiples son las razones:

El paquete tecnológico de la llamada “revo-lución verde” llegó a su límite; los recursos naturales están degradados, lo que incluye la fertilidad de los suelos y la disponibilidad de agua; el cambio climático hace más erráticas las cosechas; el alza histórica y coyuntural del petróleo encareció combustibles, fertilizantes, transportes…; muchos países, autosuficientes hace 30 años, desalentaron su producción ali-mentaria y hoy dependen de importaciones, y su demanda presiona sobre la producción de los excedentarios. El resultado por el lado de la oferta son situaciones recurrentes de inven-tarios disminuidos y reservas escasas.

Al mismo tiempo la demanda sigue aumen-tando. En cuanto a la alimentaria tenemos: crecimiento sostenido de la población mun-dial, cambio de hábitos de los países emer-gentes hacia un mayor consumo de proteína animal y por tanto mayores requerimientos forrajeros. En cuanto a la industrial tenemos: crecimiento de la producción de etanol y bio-diesel que presiona sobre el destino de cose-chas que podrían ser para alimentación hu-mana. El resultado es demanda alimentaria, forrajera e industrial incrementadas.

Y sobre este tendencial desequilibrio entre una demanda que aumenta aceleradamente y una oferta que crece cada vez más lenta-mente, se monta la especulación. Tanto la de los grandes compradores y procesadores, como la que opera en las bolsas. La crisis no se resuelve sólo distribuyendo con equidad y eficacia, no se soluciona sólo acabando con los monopolios especulativos o acotándolos. Esto es muy necesario, pero la cuestión de fondo y las grandes preguntas que debemos responder se ubican en la producción: ¿qué necesitamos producir?, ¿dónde hay que pro-

ducirlo?, ¿cómo debe ser producido?, ¿quiénes deben producirlo?

El modelo productivo de la agricultura es el que está en crisis. Y sobre esta crisis se monta la crisis del sistema distributivo.

Desde 2008 la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultu-ra (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) enfatizaron que la solución estaba en impulsar de nuevo la agricultura campesina. El resultado fue contradictorio:

El positivo: en algunos países de la periferia que confiados en las importaciones baratas habían desatendido o desmantelado su pro-ducción alimentaria, los gobiernos y algunos organismos multilaterales impulsaron la pro-ducción campesina. Acciones por las que hoy el incremento de la oferta agrícola mundial ya no viene como antes de los países centrales, sino sobre todo de los periféricos.

El negativo: los altos precios de los productos agrícolas despertaron la ambición de los gran-des capitales. Por un lado, por primera vez en muchos años poderosos inversionistas vieron en la producción agrícola la posibilidad de grandes negocios y un lucrativo refugio para la crisis de inversiones especulativas que se inició en 2008. Y comenzó en grande la com-pra de tierras. Paralelamente, gobiernos de naciones con dependencia alimentaria como los países petroleros árabes, o con necesidades de abasto pero también de expansión, como China, comenzaron a comprar grandes exten-siones fuera de sus fronteras. El resultado: en diez años cambiaron de manos 300 millones de hectáreas, sobre todo en África y América Latina.

En balance la privatización, concentración, extranjerización y financierización de la tie-rra y la agricultura le van ganando con mucho al módico impulso recibido por la pequeña y mediana agricultura campesina.

En México confluyen los rasgos más nega-tivos del colapso: sufrimos más que otros la carestía pues en 30 años desmantelamos se-riamente nuestra producción alimentaria que nos había hecho autosuficientes; en contraste con otros países emergentes, aquí no hay po-líticas públicas orientadas a recuperar el dina-mismo y apoyar la agricultura campesina; es verdad que diferencia de África y el resto de América Latina, la concentración y extranje-rización de la tierra agrícola no ha avanzado tanto, pero todo indica que el presente go-bierno se propone remediarlo facilitando aún más el acceso de las trasnacionales a nuestro territorio.

En las dos décadas del Tratado de Libre Co-mercio de América del Norte (TLCAN) el campo –que de por sí iba mal- empezó un curso ininterrumpido de decadencia: el PIB agropecuario pasó de 5.4 a 3.5 por ciento, casi dos puntos porcentuales menos; la superficie cultivada disminuyó unos cinco millones de hectáreas; el peso de las exportaciones agroali-mentarias respecto del total de las exportacio-nes disminuyó al pasar de 7.3·a 6.1 por ciento; el peso de las importaciones agropecuarias respecto del total de importaciones aumentó pasando de 7.25 a 7.5 por ciento. Resultado: en 20 años de Tratado pasamos de tener un modesto superávit en la balanza agropecua-ria de 539 millones de dólares, a enfrentar un abismal déficit de cinco mil 234 millones de

dólares. Así hoy en México importamos cerca de la mitad de lo que comemos.

Esto se refleja en un encarecimiento de los alimentos excepcionalmente alto en compa-ración con el resto del mundo: entre 2012 y 2013 en Estados Unidos la inflación en los precios al consumidor fue de uno por ciento, en los países de la OCDE fue en promedio de 2.1, en países como España, Francia y China fue de entre dos y tres por ciento, en México el encarecimiento fue de seis por ciento, casi tres veces más que el promedio de la OCDE, de la que formamos parte.

La situación es insostenible y no podrá re-montarse sin cambiar el modelo hoy impe-rante. Por una parte dependemos cada vez más de las importaciones, en un contexto de oferta global errática y precios altos. Por otra parte, la producción alimentaria interna depende cada vez más de un sector pequeño y privile-giado de nuestra agricultura: una producción empresarial de riego, intensiva y de altos rendi-mientos; un sector que concentra las tierras de mayor potencial: planicies costeras con riego por gravedad, que recibe más del 80 por cien-to del crédito al campo y que acapara 60 por ciento de los subsidios públicos, que se ejercen mediante programas altamente regresivos; un sector ubicado sobre todo en el noroeste que cosecha cerca de 30 por ciento del maíz blanco y porcentajes aún mayores de otros granos; un sector que en las décadas recientes ha crecido en rendimientos y producción, pero que ya no da para mucho más pues su agricultura es muy costosa cuando los insumos se encarecen y depende por completo del agua cuando las sequías “atípicas” se vuelven recurrentes.

Entre tanto, la producción alimentaria cam-pesina ha perdido dinamismo, en ciertos ca-sos disminuyó porcentualmente y en algunas regiones se desplomó. No podía ser de otro modo si consideramos que de los 5.5 millones de hectáreas que se cultivan, sólo el cuatro por ciento tiene crédito.

México necesita urgentemente un fuerte golpe de timón. Un cambio de rumbo general y particularmente en el ámbito agropecuario. Respecto del campo, necesitamos modificar drásticamente los énfasis. Hay que pasar de fomentar exclusivamente la gran agricultura empresarial a fomentar también y sobre todo la pequeña y mediana agricultura campesina; de apostar principalmente a la agricultura de riego a impulsar también –donde es posible- la de temporal; de pensar sólo en grandes distri-tos de riego a fomentar también sistemas de regadío más modestos y un aprovechamiento de las aguas eficiente pero de menor escala; de una agricultura intensiva de altos costos económicos y ambientales, a una agricultura menos costosa y más amable con el medio am-biente; de una agricultura preocupada sólo por los rendimientos técnico-económicos, a una agricultura que busque también rendimientos socio ambientales; de una agricultura ubicada mayormente en el norte semiárido, con estrés hídrico y afectado crecientemente por sequías, a una agricultura ubicada también en el sur y el sureste donde abunda el agua; de una agri-cultura destinada a la exportación o controla-da por los grandes compradores nacionales, a una agricultura que atienda también a los mercados regiones y el autoabasto.

La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Me-dios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Teléfono: 9183-0300.Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, delegación Azcapotzalco, México, DF, teléfono: 5355-6702. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo número 04-2008-121817381700-107.

Suplemento informativo de La Jornada 21 de marzo de 2015 • Número 90 • Año VIII

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COMITÉ EDITORIAL

Armando Bartra Coordinador

Luciano Concheiro Subcoordinador

Enrique Pérez S.Lourdes E. RudiñoHernán García Crespo

CONSEJO EDITORIAL

Elena Álvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Bórquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Plutarco Emilio García, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Yolanda Massieu Trigo, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Alfonso Ramírez Cuellar, Jesús Ramírez Cuevas, Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Víctor Suárez, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal.

Publicidad Rosibel Cueto FloresCel. 55 2775 8010 Tel. (55) 2978 [email protected]

Diseño Hernán García Crespo

BUZÓN DEL CAMPOTe invitamos a que nos envíes tus opiniones, comentarios y dudas a

[email protected]/jornadadelcampofacebook.com/La Jornada del Campoissuu.com/la_jornada_del_campo

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TLAMIKTIJKETL

Notajtsin melauak yotekikualan,tlauelchoka,

ixtenchachapaka ika choka.Kijtoua te kinkixtis ixtololojuanniman kintlalpachos ijtik tlajle.

Xok kineke kisas ipan ojtle kampa kijtouane kiyauak yemiyak nemej tlamiktijkej,

tlakamej uan xteiknelianej,uan kimimiktsiaj inminiktsitsiuan

niman yajua,san kimimiktsia ipitsotsitsiuan.

Sanka on tlamantle,iyoltsin yepeua kualo.

Tetekuika kechka ueye itlakayo,kimakase kampa mostla noso uiptla,

ixuiuan maixpoliuikan niman noijke makisakan

tlamiktijkej.

CARNICERO

Mi padre está cruelmente molesto.Llora de rabia,derrama amargas lágrimas.Quiere arrancarse los ojosy enterrarlos bajo tierra.Reniega mirar a la calleporque sus competidoresson más sangrientos que él,hacen trizas a sus propios hermanos mientras que él,sólo lo hace con sus puercos.

Por ello,el corazón comienza a enfermársele.Se le forman sismos en todo el cuerpotodo, porque mañana o pasado, sus nietos pierdan la vista y lleguen a sercarniceros.

CHICHETLALTIPAK

Notlaltipak tlachijchijtleika tlakamej uan xtlachaj,

tlakamej uan xtlakakej niman tlakamej uan nontsitsintin.

Nichante ipan se tlaltipaktlekampa siuatsitsintin tlatemikej

maske xkinpiyaj inmauan, maske xkinpiyaj inmastlakapaluan,

siuatsitsintin uan xaka kinkakekampa xneme akinon

makintlatlapouile ipan se kalktsintle.

Nichante ipan se tlaltipaktlekampa kokonej tojtomajkej niman tejteuakej,

kampa siuakokonej ikxitsotsoltikej niman kakyejkej.

Nichante ipan se tlaltipaktlekampa melauak nemej chichimej,

chichimej uan yekinmakasej tlakamejkampa melauak yokintempanouijkej,

yokimixtekilijkej intokayo niman intlauan.Aman te xok nokuaj chichimej, nokua tlakamej,

notejtekej ken itla pitsonakatl.Uan ache uejueixtokej,

uan sa yejyektin tlakamej,kikuaj nakatsintle uan amo

yajuamej okinotekitilijkej.

TIERRA DE PERROS

Mi mundo está hechode hombres ciegos, hombres sordos y hombres mudos.

Vivo en un lugar de mujeres con sueñospero sin brazos,sin alas,sin una voz que las escuche,sin una puertaque las reciba.

Vivo en un lugarde niños gordos y flacos,de niñas descalzas y de zapatos.

Vivo en un lugar donde abundan los perros,perros que tienen miedo a los hombresporque han sido rebasados,les han robado el nombre y hasta los colmillos.Ahora son los hombres quienes se muerden,se hacen trizas con las manos.Los más finos, los de raza alta,comen de la carne que no han ganado.

NOCHANIJKAUAN

Se tonajle nochanijkauan okinemilijke yeskej ken se tototsintleyaskej uejka niman patlaniskej itsalko moxtle.

Chika yolik okinemilijkejoyejkokej tsopilomej niman inka intentlatekiluan

okitetsojtsopinijke niman okechtsonteke on ajakatsintle.

Aman tetlayouisyotl niman xochitonaltsintle

inuaxka on xkuajkualtin tsopilotexipaltin.

MI GENTE

Mi gente quiso ser ave un díacon el simple placer de volar sobre las nubespero tardaron en decidiry llegaron los buitres y con sus filosos picos,lastimaron al viento y le cortaron la cabeza.

Hoy por hoy,el día y la noche secuestrados estánpor esos sucios y violentos pajarracos.

OME SEMPOUAJLE IUAN YEYE

Ueye tekokou kuak mixkuatipan kitekestokej se miktepostle.Ueye teajman kuak mixpan kimiktsiaj se tokni

niman xuele itla tikijtos kampa tla titlajtoua teuan tonkisas.

¡Tajua! no ompa tiuajlo kampa tichantitok ipan ojtle,kampa timomaxtijketl uan xtla kuelita.

¡Tajua! no ompa tiuajlo kampa ojtin melauak tlachaj,innakasuan uejueimej ken itla elefante

niman intemiktijkauan,xkaman kimitaj ipan kalpan

nin ipan kaltekiua kan tetlakanonotsalo.

¡Tekojkej ojtsitsintin uan tlaxayakamatlaloltin ika monontsintlajtol!

CUARENTA Y TRES

Duele estar en casa con un fierro en la frente.Duele ver morir a los demás y no poder respirar frente a los vómitos de fierro.

¡Tú! serás el siguiente porque eres de la calle,porque eres un estudiante inconforme.¡Tú! serás el siguiente porque las calles tienen ojos, tienen orejas del tamaño de un elefantey sus asesinos, son invisibles ante el pueblo yante la justicia.

¡Duelen las callesmaquilladas con tu silencio!

NOTLALTIPAK

Notlaltipak melauak ueyeniman noijke ueye inejyamanyo.

Aman te chika nojuitsia tonaltsintle,tlayouisyotl notlajtolpatla

ika inkualankachokalis tepostlauilanaltinniman inkualankatsajtsilis miktepostin.

MI MUNDO

Mi mundo es diversoy triste por su ambivalencia.Cada día que pasa, la noche cambia su silencio por rugidos de autosy gritos irritados de metralla.

ITLAN TLAYOUISYOTL

Najua te nitlajtoltsintle uan okitlalmimilo totlakaneluayo,tlajtoltsintle uan choka ipan ojtin niman xaka kake,

konetsintle uan kineke tsajtsis niman xuelekampa yokojkotonilijkej itlajtoltsin.

Najua te on tlakatsintle uan kuikatlalia atsintle,tlakatsintle uan kitsotsona tamponatsin ipan tepeyo

niman nijtotsia kuak nokuikatsia se kechua,xochikouatsin uan tlajtotsia ika itlajchayastsin.

Najua te nitlajtoltsintle uan kine topone ijuiyo,patlanalistle uan xkita kanon noseuis, tetsintle tlapalio uan sankan tlakaktok,

uan sankan tlachixtok.

Najua te ixochiponaltsin Nesaualkoyotl, tlajtoltsintsintle uan xkaman poliuis.

BAJO LA NOCHE

Soy aquella palabra arrastrada por la historia,el grito de calles perdido en la intemperie,el niño con ansias de gritar y no puedeporque tiene la lengua semicortada.

Soy el hombre que canta al agua,toca el tamponatsin sobre las montañasy baila al son del kechua,serpiente de sonaja delicada.

Soy la palabra de pequeñas plumas,el vuelo desesperado sin una pista visible,piedra pintada de oídos estáticos y mirada fija.

Soy el fruto de Nesaualkoyotl,la palabra que nunca acaba.

POEMAS NAHUASMartín Tonalmeyotl

¡QUE NO TE APAGUEN LA RADIO!

SOLIDARIDAD CON CARMEN ARISTEGUI Y SU EQUIPO.

LA JORNADA DEL CAMPO

¡AGUAS CON LA LEY DE AGUAS!

CONSTITUCIÓN POLÍTICA MEXICANA. ARTÍCULO 4º. "TODA PERSONA TIENE DERECHO AL ACCESO, DISPOSICIÓN Y SANEAMIENTO DE AGUA PARA CONSUMO PERSONAL Y DOMÉSTICO EN FORMA SUFICIENTE, SALUBRE, ACEPTABLE Y ASEQUIBLE (...) EL ESTADO GARANTIZARÁ ESTE DERECHO".

LA JORNADA DEL CAMPO

Martín Tonalmeyotl (Martín Jacinto Meza, 1983) es narrador y poeta nahua ori-ginario de la comunidad de Atzacoaloya, Guerrero. Licenciado en Literatura Hispanoamericana por la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), maestro en Lingüística Indoamericana por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y profesor de tiempo completo en la Universidad Intercultural del Estado de Puebla.

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Próxima década

VOLVERÁN A ELEVARSE LOS PRECIOS INTERNACIONALES DE ALIMENTOS

Los precios agrícolas inter-nacionales –que sufrieron una caída continua en los dos años recientes- conti-

nuarán declinando en 2015 y 2016 hasta tocar fondo y luego repun-tarán gradualmente por lo menos hasta 2024, prevé el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) en su reporte Agricultural projec-tions to 2024, publicado en febrero pasado.

Asimismo, la demanda mundial de productos agrícolas se manten-drá al alza entre 2015 y 2024, y la producción crecerá más rápida-mente que la población, “lo que permitirá un aumento pequeño en el consumo per cápita de la mayoría de tales productos en medio mundo” (en países en de-sarrollo) y fortalecerá el comercio global, sobre todo las ventas de los países exportadores tradiciona-les, señala el documento, cuyas proyecciones se basan en supues-tos concretos sobre la situación macroeconómica, la política, el clima, la demografía y aconteci-mientos internacionales, aunque sin considerar posibles shocks in-ternos o externos en los mercados agrícolas mundiales.

De acuerdo con el USDA, países de ingresos bajos y medianos son los que asumirán la mayor par-te del incremento previsto en el consumo agrícola mundial y en la demanda de importaciones en gra-nos, oleaginosas, algodón y produc-tos pecuarios en los diez años que considera el reporte. Los factores que fundamentarían este compor-tamiento son altas tasas relativas de crecimiento demográfico y de los ingresos en esas naciones, un gran número de consumidores de bajos ingresos con propensión a gastar nuevos ingresos en más alimentos, incremento en la urbanización y el consecuente cambio en las dietas

–con diversificación y exposición a nuevos alimentos, así como el acercamiento de la población a ex-pendios minoristas-. Y todo ello, en el marco de un crecimiento econó-mico mundial estable.

Con base en esto, dice que tras su-frir reducciones en 2015 y 2016, los ingresos en efectivo de los produc-tores mejorarán durante el resto del periodo de proyección. Los pro-nósticos del USDA son aplicados a los productores estadounidenses. “Aunque los gastos de producción agrícola también se elevarán más allá de 2016, el ingreso neto de las fincas se mantendrán por encima de su promedio 2001-10”, dice.

El USDA prevé que el consumo de carne continuará la tenden-cia alcista que ya registra a lo largo de 2015-24. El consumo de carne de pollo, que es la de precio más bajo, aumentará más rápido, en 2.2 por ciento anual; el consu-mo de carne de vacuno aumenta-rá en 1.3 por ciento anual, y en cerdo el aumento promedio por año será de 1.2.

Estima que los países en desarrollo aumentarán su consumo de cerea-les secundarios (maíz, sorgo, ceba-da), y con ello las importaciones crecerían en 2.1 por ciento anual hasta 2024, mientras que el con-sumo de estos granos crecerá sólo uno por ciento al año en los países desarrollados.

Parte sustancial del aumento en consumo de todo tipo de produc-tos corresponderá a países de Áfri-ca y Medio Oriente, regiones para las cuales se prevén crecimientos económicos anuales promedio de 5.2 y 4.1 por ciento, respectivamen-te durante 2015-24. El reporte des-taca la situación de México como un país cuya economía crecería en promedio anual en 4.1 por ciento y que fortalecería sus importacio-

nes de granos, oleaginosas y carne. Asimismo resalta el caso de China como importador de soya, de sor-go, algodón y carnes.

Los países en desarrollo represen-tan alrededor de 81 por ciento del aumento previsto en el consumo mundial de carne, el 87 por cien-to del aumento de la demanda de cereales y oleaginosas, y práctica-mente todo el crecimiento en el consumo de algodón. Las tasas de crecimiento anual para el con-sumo de carne en los países desa-rrollados y en desarrollo son un 0.7 por ciento y 1.9, respectivamente, durante el período de proyección.

Para el trigo (y harina de trigo), dice que su comercio mundial crecerá en casi 24.5 millones de toneladas o sea 16 por ciento entre 2015/16 y 2024/25 para llegar a 180 millones de toneladas. La deman-da de países africanos y del Medio Oriente fortalecerán las importa-ciones. Y además de los exporta-dores tradicionales de este grano (Estados Unidos, Australia, Unión

Europea, Argentina y Canadá), fi-gurarán en las ventas países de la ex Unión Soviética y otras naciones europeas que se están colocando en el escenario de los exportadores. En algodón, el USDA dice que su comercio global registrará un cre-cimiento de 4.6 por ciento anual entre los ciclos 2015/16 y 2024/25, con lo cual se recuperará del decli-ve que sufre en 2014-15 a causa de una baja en la demanda de parte de China, situación que fue influida por políticas internas de ese país re-lativas a sus niveles de inventarios.

En cuanto a soya y productos de soya, el USDA señala que su comer-cio ha mantenido un crecimiento rápido desde fines de los 90’s y ha sobrepasado el comercio global tan-to de trigo como de granos duros (maíz, sorgo, cebada, centeno, ave-na y granos mixtos). Esta tendencia continuará debido a la creciente de-manda global, en especial de Chi-na y otros países asiáticos, de aceites vegetales y harinas con proteína.

Respecto de la producción agrícola mundial, el USDA considera que los bajos precios de 2015-16 deses-timularán en principio la siembra (sobre todo en algunos países con tierras de cultivo marginales), y al mismo tiempo granos relativamen-te baratos para la alimentación pe-cuaria representarán un incentivo para la expansión del subsector ga-nadero. Pero después de 2016, con un cambio en la tendencia de los precios de los granos, hacia el aza, el USDA prevé que siga aumentan-do la producción con miras hacia el año 2024, al ritmo que crecen los rendimientos gracias a mejoras tecnológicas, y también por expan-sión de áreas de siembra.

De cualquier forma, aclara, “la tasa de crecimiento promedio de las co-sechas a escala mundial ha venido disminuyendo durante casi dos dé-cadas y se prevé que siga a la baja en los próximos diez años. La reduc-

ción de la inversión pública en inves-tigación y desarrollo durante los 25 años pudo haber contribuido a esta desaceleración. (…) Además, la es-casez de agua en algunos países está impidiendo la expansión del riego”.

El USDA pronostica que, a nivel mundial, la superficie total sembra-da con cereales, oleaginosas y algo-dón crecerá a una tasa media anual de 0.5 por ciento en 2015-2024, para pasar de 934 millones a 982 millones de hectáreas. “El área se expandirá más rápidamente en los países con una reserva de tierra y políticas que permitan a los agricultores responder a los precios. Éstos incluyen a Rusia, Ucrania, Brasil, Argentina, otros de Suramérica y algunos países de Áfri-ca Subsahariana. Más de la mitad del crecimiento previsto de la pro-ducción mundial de cereales, oleagi-nosas y algodón (1.3 por ciento anual para 2024) se logrará del aumento de los rendimientos, a pesar de que el crecimiento en el rendimiento de los cultivos continuará en una tenden-cia de desaceleración”.

Según los pronósticos del USDA, el aumento en la demanda mun-dial de productos agrícolas dará lugar “a una mayor producción y exportaciones de los principales países exportadores durante el pe-riodo de proyección “. Respecto de los que han exportado tradicional-mente una gran cantidad y una amplia gama de productos agrí-colas, como Argentina, Australia, Brasil, Canadá, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, “se espe-ra que sigan siendo exportadores importantes durante la próxima década. Pero de los países que han hecho importantes inversiones en sus sectores agrícolas y aplican políticas destinadas a fomentar la producción, incluyendo a Rusia, Ucrania y Kazajstán, se espera que tengan una presencia creciente en mercados de exportación. India se ha convertido en un importante exportador de arroz, algodón

Comercio mundial: trigo, granos duros, soya y productos de soya

Millones de toneladas 1/ Total de soya, harina y aceite de soya

Precios para el agricultor de EU: maíz, trigo y soya

Dólares por bushel

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y carne de res en la década reciente, y se prevé que continúe en esa tónica. Birmania y Cambo-ya han expandido la producción de arroz y se espera que aumenten significativamente sus exportacio-nes de arroz durante el período de proyección”.

En cuanto a las reservas o inventa-rios mundiales, señala que han au-mentado en la mayoría de los culti-vos durante los años recientes. “A raíz de la volatilidad de los precios de los cultivos básicos desde 2008, las polí-ticas también han tendido a apoyar niveles de existencias superiores. En China, las políticas de apoyo a los productores han dado lugar a la acu-mulación de grandes cantidades de granos y algodón. Del mismo modo, Tailandia ahora tiene grandes reser-vas de arroz, y la India tiene fuertes reservas de arroz y el trigo, debido en parte a las políticas dirigidas produc-tores y para garantizar la seguridad alimentaria. Los inventarios en ma-nos de Estados o acordados con éstos son una parte importante de las exis-tencias totales de algunos países. Los cambios previstos en estos niveles de existencias afectarán la trayectoria de los mercados de cereales y algodón a nivel mundial durante los primeros tres o cuatro años del período de proyección”.

El USDA considera por otro lado que la expansión global de la pro-ducción de agrocombustibles con-tinuará durante la próxima déca-da, aunque a un ritmo más lento que en los cinco años recientes. Como resultado, la demanda de materias primas para estos produc-tos (maíz, caña de azúcar, oleagi-nosas) también seguirá creciendo, aunque más lentamente. Los pro-ductores de agrocombustibles más grandes son: Estados Unidos, Bra-sil, la UE y Argentina. Indonesia y Malasia siguen aumentando la producción de éstos, pero a partir de aceite de palma y Filipinas está expandiendo el uso de copra para ese propósito.

La UE seguirá siendo el mayor importador mundial de agrocom-bustibles en todo el periodo de pro-yección. El biodiesel representa la mayor parte de las importaciones de agrocombustibles de la UE. Brasil suministra gran parte de las importa-ciones de etanol de la UE. También se proyecta que la UE importe semi-llas oleaginosas y aceites vegetales para su uso como materia prima de biodiesel, principalmente de Ucra-nia, Rusia e Indonesia. Argentina, Brasil y Estados Unidos son los ma-yores exportadores mundiales de biocarburantes, con Argentina espe-cializada en biodiesel a base de acei-te de soya, Brasil en etanol a base de caña de azúcar y Estados Unidos en etanol a base de maíz. Las exporta-ciones de Argentina y Brasil crecerán de manera constante en las proyec-ciones, pero las exportaciones están limitadas ya que se prevé que ambos países incrementen su uso nacional de biocombustibles. (LER).

Próxima década

MÉXICO IMPORTARÁ CADA VEZ MÁS PRODUCTOS AGROPECUARIOS

Si bien es cierto que África y Medio Oriente destacan como las principa-les regiones donde se fortalecerán la demanda de alimentos y su comercio

(fundamentalmente importaciones) durante la próxima década –según prevé el Depar-tamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA)- México resalta en los pronósticos globales de manera importante.

“Se prevé que México sea otro gran y cre-ciente mercado para las importaciones de carne, granos y semillas oleaginosas. El au-mento sostenido de la demanda de carne per cápita de México en la próxima década ofrece incentivos para ampliar la producción de ga-nado en ese país, así como para importar más carne y alimento para animales. Se prevé que en el periodo las importaciones de carne de res se eleven en más del doble, mientras que las de carne de cerdo y aves de corral crezcan en 36 y 52 por ciento, respectivamente. Mé-xico figurará como el segundo mayor impor-tador de maíz en los próximos diez años –sus compras externas aumentarán en 32 por cien-to- y para 2024 empatarán a las previstas para Japón (en 15 millones de toneladas) que es el importador de maíz número uno en el mun-do”, señala el reporte USDA Agricultural pro-jections to 2024, publicado en febrero pasado.

Según el documento, a escala mundial está previsto que el comercio mundial de “cerea-les secundarios” (maíz, sorgo, cebada, cente-no) aumente en 15 por ciento, o sea 23.8 mi-llones de toneladas, entre 2015/16 y 2024/25. “Se espera que el maíz cubra una parte cada vez mayor de ese comercio. La producción ganadera en los países con déficit de alimen-tos continuará siendo el principal motor de crecimiento de las importaciones de granos. Mercados de crecimiento clave incluyen China, México, África y el Medio Oriente”.

“Las importaciones mexicanas previstas de maíz representan una sexta parte del incre-mento esperado en el comercio mundial de cereales secundarios durante la próxima dé-cada”, dice.

En cuanto a sorgo, el reporte señala que las importaciones mexicanas de este grano dis-minuyeron significativamente durante los dos años recientes, ya que los precios de fo-rraje alternativo, en especial maíz, disminu-yeron y se activó la preferencia de compra por este último grano. Se estima que la demanda de importación de sorgo por parte de México continúe a la baja hasta 2024 por el mismo motivo de precio, pues la demanda china de sorgo propiciará que los precios de este gra-no forrajero sean menos competitivos que los del maíz. El USDA dice que entre 2003/04 y 2012/13 las importaciones mexicanas de sorgo promediaron más de dos millones de toneladas anuales, pero el promedio estima-do para 2015/16-2024/25 es de sólo 68 mil toneladas anuales.

“Históricamente, muchos productores pe-cuarios mexicanos han mostrado una ligera preferencia por el sorgo para la alimentación de sus animales, lo que facilitaba los envíos de sorgo de Estados Unidos, desde la zona suroeste, hacia México. Los patrones históri-cos de intercambio han sido cambiados por el aumento de la demanda de China por sorgo”, dice el USDA.

Prevé que las importaciones de soya por parte de México aumenten en el periodo pronosticado en 11 por ciento a 4.5 millones de toneladas en 2024/25. “Esas importacio-nes apoyarán la producción de harina soya para las industrias de aves de corral y cerdo y para el aceite de soya de consumo huma-no”. También México elevará sus compras externas de harina de soya, de 1.4 millones de toneladas a 1.7 millones durante los diez años considerados.

En cuanto a carne, las previsiones para Mé-xico es que eleve en más del doble sus im-portaciones de carne de bovino, mismas que, dice el USDA, tradicionalmente consisten en carne de alto valor (de animales alimentados con granos, de Estados Unidos). En carne de cerdo las importaciones mundiales crecerán en 19 por ciento en los diez años de referen-cia y China y México presentarán los mayo-res aumentos.

“Se prevé que México se convertirá en el tercer mayor importador de cerdo en este periodo, después de China y Japón; entre 2015 y 2024 sus importaciones crecerán un acumulado de 37 por ciento. El aumento de los ingresos y de la población son los principales motores de la creciente demanda de carne de cerdo

de México. Estas importaciones de México representan en 2014 un 15 por ciento del total de los principales países importadores (Japón, China, Hong Kong, Corea del Sur, Rusia, Centroamérica en su conjunto y Canadá) y para 2025 cubrirán 19 por ciento. El docu-mento dice que las naciones de la Cuenca del Pacífico y México son mercados claves para el crecimiento a largo plazo de las exportaciones de carne de cerdo de Estados Unidos.

El reporte dice también que el aumento de los ingresos fortalecerá la demanda de car-ne de aves de corral y las importaciones de México y de la región Centroamérica y el Caribe. “Los productos avícolas siguen sien-do menos caros que la carne de vacuno o de cerdo, y eso estimula aún más la demanda. La producción avícola nacional de México seguirá aumentando durante el periodo de proyección, pero se elevará menos que el consumo, con el resultado de más impor-taciones, que crecerán en medio millón de toneladas, o sea 52 por ciento”.

Los cuadros que acompañan a esta nota inclu-yen los detalles de previsiones de importación de parte de México en aquellos productos donde figura como parte de los “importado-res líderes” en el mundo. (LER).

Proyecciones del USDA: México, importaciones de granos

Producto Años2014/15 2016/17 2019/20 2021/22 2024/25

Granos duros* 11.2 12.5 13.2 14.1 15.3Maíz 10.9 12.2 12.9 13.8 15.0Sorgo 0.1 0.1 0.1 0.1 0.1Trigo 4.6 4.7 4.9 5.0 5.1Arroz 0.78 0.76 0.79 0.81 0.85Soya 4.0 4,1 4.3 4.4 4.5Harina de soya 1.4 1.4 1.5 1.6 1.7Algodón* 1.0 1.0 0.8 0.6 0.3

Millones de toneladas para algodón, la medida es millones de balas. Fuente: USDA.

Proyecciones del USDA: México, importaciones de carne

Producto Años2014 2017 2020 2022 2024

Carne de bovino 235 302 429 453 517Carne de cerdo 815 920 1,028 1,087 1,052Carne de pollo y pavo 855 1,027 1,160 1,276 1,386

Cifras en miles de toneladas para los granos. Para algodón, en millones de balas (de 220 kilos). Fuente: USDA.

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21 de marzo de 20156

EN LA ASIGNACIÓN DE RECURSOS PÚBLICOS SE EXCLUYE Y MARGINA A LOS CAMPESINOSJorge Arturo Luna Lujano Asesor en Desarrollo Rural del Grupo Parlamentario del PRD

Los productores campesinos, de pequeña escala –denomi-nados internacionalmente agricultores familiares- son

invisibles para los gobiernos y para las políticas públicas de México en lo que a fomento productivo se refiere. Muy probablemente están presentes en los padrones de apoyos asistencialistas y en la hoy de moda Cruzada Nacional Contra el Hambre (CNCH), pero desde siempre han sido excluidos de los programas de fomento productivo.

Eso es grave si consideramos que en el medio rural vive 23 por ciento de la población nacional, unos de 26 millo-nes de personas, con fuertes lazos con la agricultura, y 70 por ciento de ellos sufre condiciones de pobreza.

Y es aún más grave si vemos que del total de unidades productivas

del campo, cuatro millones 68 mil, 85 por ciento son minifundis-tas: cuentan con menos de cinco hectáreas. Los campesinos de es-tos predios suman en el país unas cien mil hectáreas y son responsa-bles de 40 por ciento de la produc-ción agropecuaria nacional, pero la autoridad los ignora y desprecia, pues los ve como el lastre en el rezago del campo; en el Plan Na-cional de Desarrollo 2013-18 no se menciona una sola vez el concep-to “economía campesina”.

Hay que decir en principio que los 353 mil millones de pesos asigna-dos al Presupuesto Especial Con-currente para el Desarrollo Rural (PEC) en 2015 representan apenas 7.5 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Y de este monto, sólo 20.6 por

ciento, o sea 72 mil 576 millones de pesos, se orienta a fomentar la producción (nueve de cada diez de estos pesos los opera la Secretaría de Agricultura). El restante del PEC corresponde a educación, salud, infraestructura, vivienda, apoyos asistenciales y otros rubros ajenos a la productividad agrícola, pecuaria, forestal y pesquera.

Si analizamos los recursos que opera la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), observa-remos que los ejidos, las comunida-des y el minifundio son excluidos o minimizados por diversas vías:

1.- Desde la estructura progra-mática del presupuesto federal, establecida por Sagarpa y por la Secretaría de Hacienda, se eviden-

cia el sesgo a favor de los grandes productores y las agroindustrias que monopolizan el sector. Por ejemplo, Mujer Emprendedora, prácticamente el único programa de Sagarpa destinado al apoyo de las mujeres del campo, tiene ape-nas mil 200 millones de pesos, es decir 1.41 por ciento del recurso de Sagarpa; igual pasa con el Progra-ma de Incentivos para Productores de Maíz y Frijol (Pimaf) orientado al apoyo de pequeños productores de esos granos, con mil 226.3 mi-llones (1.44 por ciento); o con el Procafe, para apoyar a 560 mil pro-ductores de café, con el 0.85 por ciento (730.6 millones de pesos).

En cambio, en el Programa de Comercialización y Desarrollo de Mercados de la misma Sagarpa, se etiquetan 12 mil millones de pesos

(14.5 por ciento). En este programa expresamente está excluida la agri-cultura de autoconsumo y los bene-ficiarios son grandes empresas na-cionales y trasnacionales como lo veremos más abajo. El Programa de Fomento Ganadero, con casi siete mil millones de pesos para repoblar el hato de los grandes productores; o el de Sanidad e Inocuidad Agro-alimentaria, con cinco mil 332 mi-llones de pesos y destinado a apoyar a los grandes productores avícolas, como Bachoco y Pilgrim’s.

Para ilustrar cómo se reparte el presupuesto público en el caso del Programa de Comercialización y Desarrollo de Mercados, damos un ejemplo. Son datos de 2011, pero la estructura y el padrón de beneficiarios operado por la Agen-cia de Servicios a la Comer-

Aserca EL NORTE PRIVILEGIADO EN APOYOS A LA COMERCIALIZACIÓN; FALTA ORGANIZACIÓN CAMPESINALourdes Rudiño

De los 11 mil 89 millones de pesos asignados en el presupuesto 2015 a comercialización de granos (Ingreso Objetivo, compensación de bases, cobertura de precios e inducción

productiva), alrededor de dos mil 400 millones de pesos, esto es 21.6 por ciento del total, apoyarán las cosechas de primavera/verano 2014, localizadas fundamentalmente en el centro-sur del país, en tierras de temporal y de mini-fundio, y el resto será para el otoño/invierno, que implica tierras del norte, de agricultura comercial y con riego.

Héctor Riemann Valenzuela, director en jefe de la Agen-cia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA), informó lo anterior y justificó: “el norte es donde están las grandes produc-ciones de este país, Sinaloa trae una producción de cinco millones de toneladas de maíz, Tamaulipas más de dos millones de toneladas de sorgo… Las grandes planicies y las grandes zonas de riego efectivamente están en estos estados y es allí donde se generan los excedentes de pro-ducción y donde se producen los alimentos que consume este país”.

El funcionario fue entrevistado respecto del mecanis-mo Ingreso Objetivo (IO), el cual se actualizó en trigo panificable, trigo cristalino, arroz, algodón pluma, maíz, sorgo, cártamo, canola, soya y girasol, después de tres años de mantenerse estático, con aumentos desde ocho por ciento para algodón y de 50 por ciento para maíz.

Recordó que el acceso a las compensaciones de precio en que consiste el IO precisa en los casos de maíz, trigo, sorgo y soya que los productores participen en esquemas de agricultura por contrato (AxC) –esto es que tengan convenida con anticipación la venta de su cosecha con compradores específicos, y por tanto con coberturas de precios en los mercados internacionales-. Puede pensarse que en Sinaloa y Tamaulipas un ciento por ciento de los agricultores están en esa condición, dijo, mientras que en Oaxaca o Guerrero “no alcanzaría ni a ponerle un por-centaje; son entidades donde la organización económica de los campesinos es incipiente por problemas estructu-rales de muy atrás, pero se trata de estados que en buena medida producen para el autoconsumo y si comercializan lo hacen en la informalidad, con pequeños excedentes, y no siempre lo hacen en malas condiciones (de precio)”.

Y los productores de estados aledaños al Distrito Fede-ral, como el Estado de México logran precios mejores que los que pueden obtener los productores de Sinaloa y pueden llegar a superar el precio de indiferencia (basado en las cotizaciones internacionales) gracias a la gran de-manda de los consumidores de esta zona.

Cabe decir que la organización económica resulta indis-pensable para realizar coberturas de precios en los mer-cados internacionales, pues por ejemplo los contratos de maíz y sorgo en la Bolsa de Chicago son cada uno de cinco mil busheles, equivalentes a 127.01 toneladas.

“Nos queda muy claro que un productor en lo indivi-dual no va a celebrar un contrato de compra venta, pero un grupo de productores constituidos en una organiza-ción sí pueden hacerlo. Definitivamente falta mucha or-ganización y sobre todo en el centro sur del país”, dijo.

Pero hay avances no despreciables, aclaró. ”Conforme se han dado pasos en esquemas de comercialización, el pro-ductor ha entrado en la formalidad de emitir una factura y tener el pago de su cosecha en su cuenta bancaria o con cheque nominativo o para depósito en cuenta. Cuando inició el IO (en 2002) en Jalisco 50 por ciento de los pro-ductores estaban formalizados, y ahora son 90 por ciento”.

“Y la AxC ha demostrado su aceptación, pues en un año ordinario manejamos más de 15 millones de toneladas en este mecanismo”. ¿Qué representa esto? “Por ejemplo en maíz se podría decir que de la producción total, un 42 por ciento entra en estos esquemas”.

Aclaró sin embargo, que los mecanismos de apoyo vía la AxC y el IO “lo que buscan es regular, no necesariamente se debe comercializar todo bajo este esquema; si no tene-mos un problema de comercialización, pues no se activa el programa, no vamos a ir a resolver un problema que no existe. Pero pensemos en trigo del Valle de Mexicali, la oferta de 600 mil toneladas que allí se produce es infini-tamente más grande que la demanda. Si no intervenimos, no se va a comercializar ese volumen. Es el mismo caso del maíz de Sinaloa. En cambio en la agricultura que está cercana a los grandes centros de consumo, la demanda es enorme y la tienen frente de ellos; “sin entrar al esquema de AxC venden igual o mejor”.

Afirmó que Aserca tiene la plena seguridad de que las compensaciones del IO le llegan al productor. “Han pa-sado más de dos años en que Aserca no emite un solo cheque. Aserca le solicita a la Tesorería de la Federación que deposite en la cuenta bancaria del productor. Por tanto la idea de que (el recurso público) podría quedarse en los grandes comercializadores, con ese mecanismo es imposible, ¿a quién le pago?, al productor en la cuen-ta bancaria que él me dio.

-Hay información que muestra que grandes comprado-res reciben apoyos de Aserca –se le planteó.

“Aserca sólo da apoyos a los productores, ya sea direc-tamente o a través de los compradores, pero el apoyo siempre va al productor (…) Si un comprador llega aquí y trae un contrato y está comprometido con mil produc-tores a pagarles un determinado precio, entonces para apuntalar ese contrato, nosotros le damos la cobertura de precios (con un apoyo de 45 por ciento del costo de la prima para el comprador y de un 75 por ciento al productor). Así es como aparentemente un comprador se ve beneficiado, pero es porque trae un compromiso de pago con los productores. Otro mecanismo es que si en una determinada circunstancia el precio de mercado fuese de dos mil 900 pesos la tonelada pero para ayudar a la dispersión de los apoyos decimos: ‘a ver, compra-dor, tu págale tres mil pesos al productor y yo te voy a recuperar a ti esos 100 pesos. Aparentemente el apoyo fue para el comprador pero no fue así, es un medio de dispersión”.

Aserca, dijo, se asegura de que el comprador transfie-ra el pago, y las reglas de operación implican facturas, identificaciones y CURP, información del origen de la cosecha (para lo cual en parte apoya el padrón de Proagro, antes Procampo); que el acopio se realice en centros registrados ante Aserca y otros factores, además de que “las auditorías son permanentes”. Comentó que Aserca ha detectado intentos de cobro irregulares “y por supuesto que no los pagamos” y los infractores, además de ser sancionados, quedan vetados de intervenciones posteriores de Aserca, pero en ninguno de esos casos han estado involucradas empresas grandes, las cuales “son muy serias”.

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cialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (Aserca), dependiente de la Sagarpa, se mantienen igual.

En 2011, por medio de este pro-grama, fueron entregados a poco más de dos mil empresas un total de 11 mil 244 millones de pesos. Si hacemos un corte en las que recibieron más de 50 millones de pesos, resulta que 38 obtuvieron cuatro mil 390 millones (ver cua-dro). Por supuesto allí aparece Cargill, el gigante número uno en los agronegocios del mundo. Pero hay que ver también las interrela-ciones. Cargill es socio de la Co-mercializadora Industrial AOASS, SPR de Sonora, que recibió 265 millones 553 mil 541 pesos; y jun-tos, integran la empresa Productos Agrícolas AOASS, que recibió 89 millones 272 mil 588 pesos. Asi-mismo, Cargill recibió en el com-ponente “Compensación de bases en agricultura por contrato”, en el mismo año, la cantidad de 85 mi-llones 766 mil pesos. Así, Cargill y asociados recibieron en subsidios 665 millones 512 mil 469 pesos.

2.- La exclusión del sur-sureste. El Proagro Productivo es sólo un ejem-plo del manejo arbitrario de padro-nes de productores y de la exclusión de las políticas agropecuarias de las regiones más pobres del país.

Un análisis al Proagro muestra que su padrón es aproximadamente de dos millones 600 mil productores y una superficie de casi 13 millo-nes de hectáreas. Con un recurso de poco más de 14 mil millones de pesos para 2015, este programa, que desde 1994 da un apoyo por hectárea cultivada (originalmen-te de granos y ahora de cualquier cultivo lícito), resulta por supuesto más provechoso para quienes tie-nen mayor superficie y para quie-nes producen en dos ciclos (otoño/invierno y primavera/verano). El estudio comparativo de los estados del norte con los del sur, con datos de 2011, no deja lugar a dudas: un campesino de Tamaulipas recibe en promedio 17 mil 547 pesos por año, pero en Tabasco, Guerrero o Chiapas recibe menos de tres mil.

Además es mayor la cobertura del Proagro Productivo en los estados

del norte. Por ejemplo, Tamaulipas, con una superficie total sembrada durante los dos ciclos de un millón 447 mil hectáreas, tiene una cober-tura de 89 por ciento; en Oaxaca, en cambio, con un millón 421 hec-táreas, sólo tiene cobertura de 38 por ciento. Así, mientras que en Ta-maulipas hay unos diez mil campe-sinos fuera de Proagro, en Oaxaca más de 150 mil están excluidos y en Guerrero arriba de 120 mil.

Sucede así con el Proagro que 73 mil productores (menos del tres por ciento del padrón), quienes tie-nen más superficie y potencial pro-ductivo, reciben 25 por ciento del total de los recursos (tres mil 473 millones de pesos), mientras que en el otro extremo un millón 614 mil productores (61 por ciento del padrón) con menos de tres hectá-reas, reciben 24 por ciento (tres mil 362 millones 630 mil pesos).

3.- Las reglas de operación de los programas son otro factor clave para obstaculizar el acceso a los pequeños productores a los recur-sos públicos. Las de Sagarpa de 2015, con su articulado, anexos, formatos, instructivos de llenado, guiones para elaborar proyectos, etcétera, suman más de 600 hojas de letra chiquita y temas comple-jos; comprenden 517 artículos en un entramado interminable de fracciones, numerales, incisos, su-bincisos, envíos a consulta de ane-xos y lineamientos, tablas técnicas, términos de referencia, fórmulas financieras, claves de control y más. Todo ello tratado en un len-guaje técnico difícil de digerir aun para especialistas. A este articula-do, lo acompañan 66 anexos técni-cos, que incluyen diversos forma-tos con instructivo, en donde hay que introducir en algunos casos más de cien datos personales, de organización, de autoridades, de tipo de propiedad, etcétera.

Más todavía. Para el acceso a los re-cursos en casi todos los programas, las reglas de operación remiten a convocatorias de escasa circula-ción pública, en donde se estable-cen de nueva cuenta más requisi-tos, nuevos lineamientos, términos de referencia, plazos fatales para la presentación de proyectos, etcéte-ra, en una burocracia sin fin.

¿Puede atender esto un productor de dos o de cinco hectáreas, ubica-do muchas veces en zonas de di-fícil acceso, con educación escasa y con urgencias inmediatas, como alimentarse cada día? Realmente, en los llamados componentes y en los lineamientos técnicos operati-vos de cada programa está la au-téntica camisa de fuerza, en don-de ya no entran los millones de productores de la economía social. Aquí desaparecen las prioridades de género, de jóvenes, indígenas y regiones prioritarias establecidas en el Plan Nacional de Desarrollo, en los Programas Sectoriales y en el mismo PEF. Es aquí donde se atora el 95 por ciento de las solici-tudes de apoyo de los campesinos.

4.- La mayoría de los recursos presupuestarios están etiqueta-dos. Voy a ilustrar esta afirmación con el programa de Sagarpa lla-mado “Concurrencia con las En-tidades Federativas” y con el caso de Chiapas.

Para 2015, la Federación firma un convenio con Chiapas por 929.7 millones de pesos para el campo. Pero resulta que de ese presupues-to, 446.4 millones están etiquetados para las comunidades del Programa Estratégico de Seguridad Alimenta-ria (PESA), seleccionadas de ante-mano; 112.5 millones son para sani-dad e inocuidad agropecuaria y no para inversión productiva; 28.9 mi-llones son para obras de captación de agua (COUSSA), también en comunidades previamente seleccio-nadas por la Comisión Nacional del Agua; 4.4 millones son para el SNI-DRUS (sistema para acopiar y sis-tematizar información del sector); o sea, cerca de 600 millones están etiquetados de antemano y quedan un poco más de 300 millones para “proyectos estratégicos” ¡de 300 mil productores agropecuarios del es-tado! Por ello, aunque en aparien-cia se destinan muchos recursos al campo, en realidad son presupues-tos inerciales que no modifican en nada la situación que por décadas arrastra el sector.

5.- La aportación del productor, la burocracia y el “clientelismo” político. Los pocos programas que salen de esa fórmula inercial, esta-blecen requerimientos que limitan o excluyen a los campesinos. Por ejemplo, el Programa Mujer Em-prendedora ofrece apoyos de hasta 240 mil pesos por grupo (mujeres que estén organizadas y “preferen-temente sin tierra”) para proyectos agropecuarios o de servicios, co-mercio o industria. Las solicitudes son sancionadas por un “comité técnico” integrado por nueve di-rectores de la Sagarpa. Pienso en campesinas de Chiapas, de la Sie-rra Tarahumara, de zonas pobres de Guerrero o Veracruz haciendo esos trámites con peticiones de 20 o 30 mil pesos, elaborando sus pro-yectos y registrando su solicitud en internet para que después ésta ten-ga que ser sancionada por ¡nueve

directores en la Ciudad de Méxi-co! Por lo general la respuesta es negativa, pues como vimos este programa apenas tiene el 1.4 por ciento del presupuesto de Sagarpa.

Asimismo, existen diversos pro-gramas con apoyos desde cien mil hasta 30 millones de pesos por proyecto, que requieren que el beneficiario ponga el 50 por ciento de la inversión, lo cual por supuesto es prohibitivo para los campesinos pobres. Están exclui-dos de facto de los programas de capitalización, comercialización, innovación tecnológica, sistemas

de riego, asistencia técnica, etcé-tera. Comúnmente ni los campe-sinos organizados pueden cumplir con tantos requisitos.

Por último pero no menos relevan-te, es la distribución discrecional de los recursos por autoridades federales y estatales, para cubrir compromisos políticos, favorecer a organizaciones corporativas, a ami-gos, compadres, familiares, etcéte-ra. De tal forma que son insignifi-cantes los recursos presupuestarios que se distribuyen libremente para apoyar a los campesinos en sus lo-calidades y regiones.

Empresas que en el 2011 recibieron subsidios por más de 50 millones de pesos en el programa manejo y prevención de riesgos de SAGARPA (Hoy Comercialización y Desarrollo de Mercados)

EMPRESA ESTADO MONTOMOLINOS DEL SUDESTE SA DE CV SONORA 50,618,210.26GRUPO ACEITES DEL MAYO SA DE CV SONORA 53,003,772.20TARAVIAS VALLE DE LA SEMILLA SPR DE RL DE CV CHIHUAHUA 54,228,012.12

COMERCIALIZADORA VALLE HERMOSO, SA DE CV TAMAULIPAS 54,427,115.45

GRUPO TRIMEX SA DE CV SONORA 54,745,480.60AGROINDUSTRIAS UNIDAS DE MEXICO SA DE CV. (AMSA) SONORA 59,364,846.41

LA SOLEDAD DE SANTA APOLONIA SPR DE RL TAMAULIPAS 59,997,614.85

GRAMOSA AGROALIMENTOS, S.A. DE C.V. SEDE QUERETARO 60,428,386.55

AGRO SERVICIOS A PRODUCTORES DEL VALLE SA DE CV SINALOA 62,974,851.96

MOLINO HARINERO SAN BLAS SA DE CV SONORA Y SINALOA 63,481,961.25

HARINERA LOS PIRINEOS, SA DE CV SONORA 66,662,050.92LONJA AGROPECUARIA DE JALISCO SA DE CV

JALISCO Y MICHOACAN 66,711,660.77

INCUBADORA HIDALGO, S DE RL DE CV TAMAULIPAS 67,009,286.84GRANEROS UNIDOS SA DE CV SINALOA 67,868,320.82CP INGREDIENTES SA DE CV ZACATECAS 68,155,297.41MINSA, S.A. DE C.V. SINALOA VARIOS 72,550,541.12FERIVA SPR DE RL SONORA 75,958,367.06CERRO DE LA INSTANCIA SPR DE RL DE CV CHIHUAHUA 77,481,300.68PRODUCTOS AGRICOLAS AOASS S DE RL DE CV SONORA 89,272,588.39

ELADIO VERDUZCO DE LA PEÑA SONORA Y B.C. 102,671,372.19GRUPO GAMESA S DE RL DE CV SONORA VARIOS 104,450,267.11HARINAS SA DE CV SONORA 104,806,390.25AGROVIZION INTEGRADORA, S.A. DE C.V. BC Y SONORA 109,848,862.53COMERCIALIZADORA DE GRANOS PATRON, SA DE CV SINALOA 124,020,784.43

ALMACENADORA MERCADER, S.A (ALMER) SINALOA 124,022,325.23TABLEX MILLER S DE RL DE CV SONORA 126,864,667.32BACHOCO, SA DE CV Varios 133,584 816.11PROVEMEX AVICOLA S DE RL DE CV SINALOA 148,289,075.53MUNSA MOLINOS SA DE CV SONORA 149,134,345.11GRANEROS SAN JUAN SPR DE RI TAMAULIPAS 154,616,459.92MOLINERA DE MEXICO SA DE CV VARIOS 161,832,206.95UNION AGRICOLA REGIONAL … DEL ESTADO DE CHIHUAHUA CHIHUAHUA 180,907,770.36

UNION GANADERA REGIONAL DE PORCICULTORES DE SONORA SONORA 185,836,122.46

GRADESA, S.A. DE C.V SONORA VARIOS 213,825,128.50CARGILL DE MEXICO SA DE CV VARIOS 224,920,340.46Integradora comercial de los ríos Culiacan y San Lorenzo, S:A: de CV E I SINALOA 257,282,047.16

COMERCIALIZADORA AGROINDUSTRIAL AOASS SA DE CV SONORA 265,553,541.96

COMPAÑIA NACIONAL ALMACENADORA, SA DE CV VARIOS 292,367,772.45

Fuente: Elaborado por el autor con datos Padrón de beneficiarios del programa Aserca/Sagarpa.

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21 de marzo de 20158

La dependencia mexicana de importaciones de tri-go panificable, de más de 50 por ciento hoy, va en

ascenso debido a factores climáti-cos –sequías y heladas-, así como a falta de dotación de agua, que han reducido la superficie de siembra y la producción en los años recien-tes, pero también a causa de la apatía de los productores a enfo-carse a las variedades que requiere la industria molinera y a factores estructurales que encarecen los traslados del trigo de las zonas pro-ductoras a las de consumo, afirma la Cámara Nacional de la Indus-tria Molinera de Trigo (Canimolt).

En el año agrícola 2012/13 la pro-ducción de trigo panificable en México sumó tres millones 357 mil toneladas, 2.5 por ciento más que un año atrás pero muy deba-jo de los cuatro millones 116 mil registradas en 2008/09. En este periodo de cuatro años se ha ob-servado una reducción sensible en la superficie triguera, de 183 mil hectáreas, y también fenómenos climáticos adversos que han daña-do la producción, según datos de la Canimolt, la cual muestra que en 2012/13 México importó tres millones 997 mil toneladas de tri-go (procedente fundamentalmente de Estados Unidos, en 71 por cien-

to, pero también de Canadá, en 24 por ciento, y el resto de Rusia y Francia). Por otro lado México exportó ese año 610 mil toneladas de trigo cristalino (no panificable).

De acuerdo con José Luis Fuente Pochat, presidente ejecutivo de la Canimolt, “las perspectivas futu-ras son de una dependencia exter-na de trigo cada vez mayor, si no incrementamos la producción de trigo panificable. A pesar de tener un ingreso objetivo diferente del cristalino, y de haber apoyos a la

reconversión de cultivos, no se ha logrado convencer a los producto-res de fortalecer sus siembras de variedades panificables en lugar de cristalinos o de maíz excedentario.

Según el directivo, sí hay condi-ciones para que México produz-ca más trigo, pero para ello debe darse esa reconversión productiva, fundamentalmente en el noroes-te. Asimismo, es indispensable que haya un esfuerzo de los inves-tigadores “para que en tierras de temporal se desarrollen varieda-

des más resistentes a los cambios climáticos, o de ciclos más cortos, pero con calidad harinera; que se dote de agua conforme las necesi-dades de los productores, y no pri-vilegiando sectores consumidores de otro tipo de granos en algunas regiones del país debido a sus ci-clos de producción más cortos, y que el costo de mover granos de las importantes zonas productoras a las consumidoras, sea mucho menor que lo que hoy nos cuesta traer el trigo de Estados Unidos, Canadá o, incluso del Báltico”.

La producción de trigo en Mé-xico ocurre fundamentalmente en Sonora y Baja California. El primer estado cosechó en 2012/13 casi dos millones cien mil tonela-das y el segundo 516 mil 480. Lue-go están Chihuahua con 155 mil 274 y Jalisco con 101 mil 616 to-neladas. Siguen Tlaxcala, Sinaloa, Guanajuato, Michoacán y Nuevo León en ese orden. Otros estados producen cantidades inferiores a 30 mil toneladas cada uno. Este grano es el segundo en importan-cia en volumen de consumo en México después del maíz.

Según la Canimolt, la industria molinera de México se abaste-ce utilizando el mecanismo de agricultura por contrato (AxC) en alrededor del 80 por ciento de sus necesidades de trigo na-cional, e incluso ha habido años de mayor porcentaje. Este año el productor tiene asegurado por lo menos un precio de cuatro mil pesos por toneladas (con base en la actualización del Ingreso Objetivo, el cual opera siempre y cuando haya AxC), y, comenta Fuente Pochat, si bien es cierto que los precios internacionales de los granos en general han ido a la baja, la devaluación del peso frente al dólar tendrá un efecto compensatorio. (LER).

Aun con apoyos públicos –que representan 20 por ciento del pago de diez mil pesos por tonelada

que recibirán por sus cosechas de fines del año 2014- los productores de frijol de Chihuahua tendrán ingresos muy limitados, compara-dos con los costos en que incurren para la siembra y que se dispararán con la devaluación del peso. Esta situación no es nueva, los bajos precios y la escasa rentabilidad, es algo ya común en este cultivo bá-sico de la dieta mexicana.

Fernando Ortega Valderrama, coordinador estatal del Frente De-mocrático Campesino de Chihua-hua (FDCH), comenta que la cose-

cha primavera/verano 2014 de frijol en la entidad sumó entre 58 mil y 60 mil toneladas, con tierras de temporal predominantes. Junto con productores de otros estados como Zacatecas y Durango, definieron con la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASER-CA), de la Secretaría de Agricultu-ra, un acuerdo para que el precio de mercado, que es de ocho mil pesos por tonelada en Chihuahua, se complemente con un apoyo públi-co de dos mil por tonelada.

Pero hay incertidumbre. “Ya con-cluyó el proceso de acopio. Esta-mos en una etapa donde hacemos registros ante Aserca para que reci-

ban los productores este ‘incentivo a la cultura de la calidad del frijol’, como ellos lo nombran. Pero las dependencias son lentas y espera-mos que no nos alcance la veda electoral”.

El ingreso, señala Ortega, es li-mitado. “Los costos por hectárea son de siete mil pesos; en poblados donde se obtuvieron 900 kilos por hectárea, la utilidad va a ser míni-ma; en regiones donde se obtuvo una tonelada de rendimiento, a lo mejor se obtendrá una utilidad de dos mil a tres mil pesos por hectá-rea, pero hay que considerar que en los costos por lo general no incluimos ni la mano de obra del productor ni la renta de la tierra”.

“Producimos un ciclo por año y predomina el temporal, y en años secos como 2011 o 2012 hay una pérdida enorme en el campo; de lo que invierten los campesinos, no recuperan ni siquiera los gastos. Es el caso de 2011 y 2012 que no nos favorecieron las lluvias y todo mundo cayó en bancarrota. En 2013 sí nos favorecieron las lluvias y en 2014 igual”.

Una preocupación nueva es la de-valuación del peso. “El fertilizante se cotiza en dólares, y ahorita una tonelada de urea anda entre nueve mil y 10 mil pesos, lo que es muy, muy caro. Por otro lado el diésel anda alrededor de los 14.50 por li-tro. No es posible que un productor tenga que vender kilo y medio de frijol para comprar un litro de dié-sel. O casi 5 kilos de maíz par aun litro de diésel. No tiene lógica.”

Ortega considera que el gobierno federal incumple con la responsa-bilidad de generar una política que dé certidumbre para los agricul-tores. No hay una institución que fije un precio piso, un precio base del frijol, y los coyotes hacen de las suyas, por eso los precios se desplo-man. Así, mucha gente ha dejado de sembrar. Son pocos los produc-tores que continúan en el frijol, so-breviven porque tienen otras acti-vidades con las que complementan su ingreso. Desde la desaparición de los precios de garantía y de Co-nasupo a inicios de los años 90’s, la incertidumbre es la constante en frijol; los rendimientos nacionales

están estancados y el potencial de incrementar la producción para atender la demanda nacional se ve acotado, señala.

“Lo que necesitamos en el cam-po mexicano, no sólo en Chihua-hua, es, en primer lugar, un fácil acceso a crédito oportuno y barato –pues hoy es inaccesible-; segun-do, abaratar los costos de produc-ción, que el gobierno le invierta con subsidios por lo menos al diésel y a los fertilizantes; tercero, hace falta mucha capacitación y seguimiento técnico, nuevas tec-nologías que se adecuen o vayan de acuerdo con la región donde estemos, semillas aptas para siem-bra, nuevas variedades, y por últi-mo, darle certidumbre de precios al productor, que el productor sepa que obtendrá un precio razo-nable para recuperar inversión y que le dé para una vida digna de él y su familia”.

A escala nacional, la producción de frijol sumó en 2013 casi un mi-llón 300 mil toneladas y se estima que en 2014 fue similar; el rendi-miento estimado para ambos años es de 740 kilos por hectárea. El valor de la producción nacional es de casi 14 mil millones de pesos. Zacatecas es el principal produc-tor, con 28.2 por ciento del total de las cosechas. Y junto con otras cin-co entidades concentra el 72 por ciento de la producción nacional. En orden de importancia son Si-naloa, Durango, Chihuahua, Na-yarit y Chiapas. (LER).

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21 de marzo de 2015 9

Chiapas

PRODUCTORES COMPROMETIDOS CON LA AGRICULTURA SUSTENTABLE

Campesinos de diversas regiones de Chiapas –Centro, Altos, Sierra, Norte y Selva- decidie-

ron formar un frente para mante-nerse en línea con las acciones que realizan para “fortalecer los medios de vida de las familias y las comu-nidades a las que pertenecemos”, y para ello ampliarán sus esfuerzos por recuperar las tecnologías tra-dicionales de producción agrícola, reforzadas con investigación par-ticipativa y con aporte científico, para mejorar y conservar el suelo, las semillas propias y los procesos de producción, así como con es-trategias locales de comercializa-ción. Ello, aun cuando van contra corriente del modelo económico nacional y de las políticas públicas.

El 28 y 29 de enero se conformó la Red de Organizaciones Locales Productoras de Alimentos, con el lema “Sembrando conciencia y co-sechando justicia alimentaria”.

En su declaratoria final, destacaron que fortalecen los medios familiares y de sus comunidades, “reconocien-do, revalorando y contribuyendo a mejorar las formas de producir, la defensa de la agrobiodiversidad exis-tente y respetando y fortaleciendo las formas de organización de indígenas y campesin@s”, y también por me-dio de la organización para el traba-jo “desde la familia, la comunidad, la región y el estado, mediante la suma de esfuerzos regionales y es-

tatales para mejorar la producción y la comercialización de nuestros pro-ductos”, pues, afirman, “están com-prometidos con el buen uso de los re-cursos naturales para el buen vivir”.

“Reconocemos y revaloramos nues-tros sistemas de producción en po-licultivos: la milpa, el solar y el ca-fetal diversificado, y desarrollamos alternativas para su mejoramiento -el manejo de las milpas en laderas, la producción silvo-pastoril, el me-joramiento de los solares-traspatios-huertos, etcétera. Construimos alter-nativas para el mejoramiento de la producción para el mercado del café, del maíz, de la miel, de los frutales y de las hortalizas”, señalaron en su do-cumento y destacaron entre las tec-nologías que utilizan los microorga-nismos para la fertilidad, biofábricas, y control biológico de plagas.

Sobre la comercialización, estable-cieron: “Ayudamos a reconstruir y fortalecer los mercados locales y las diversas formas de intercambio, po-niendo en el centro, la alimentación de nuestras familias y el ahorro local. La búsqueda de mercados para nues-tros productos es una tarea central de nuestras organizaciones y una de las más complejas, en la que enfren-tamos directamente a los poderes económicos que monopolizan los mercados tanto de insumos, como de nuestros productos. En materia de acopio y comercialización de las cosechas de maíz, hemos logrado crear poder campesino a través de la transición de la comercialización indi-vidual a la organizada, compactando volúmenes grandes de cosechas para la negociación de los precios en el mercado nacional más justos para los productores. Ello frente a la baja de los precios internacionales de los granos básicos, principalmente del maíz”.

Respecto de la cafeticultura, muy importante para Chiapas por ser una opción de ingreso, de benefi-cios ambientales y generación de empleo, señalaron que la actividad presenta serios problemas de bajos rendimientos por cambio climáti-co, la presencia de las trasnaciona-les que acaparan las cosechas y la falta de apoyo suficiente. Sin em-bargo, los productores participan-tes en esta Red “hemos generado viveros semitecnificados y tecno-logías sustentables para el manejo de las plagas, particularmente de

la roya, participamos y fortalece-mos el mercado justo e incidimos en los mercados internacionales”.

En el caso de la apicultura, tam-bién muy importante para la eco-nomía familiar de Chiapas, “he-mos avanzado en la organización de la comercialización, lo que ha permitido mejorar el precio de nuestra miel, e introducir la miel al mercado internacional, al tiem-po que se fortalecen las capacida-des de los productores y se logra el incremento de la producción”.

En síntesis, “venimos desde hace muchos años, trabajando modelos, formas, experiencias de trabajo y de vida que contribuyen a rescatar la vida campesina y a construir la justicia alimentaria, mediante un uso más sustentable de los recursos naturales y organizaciones más ho-rizontales y equitativas. Hoy esta-mos aquí, juntando nuestros sabe-res, nuestras experiencias, nuestras voluntades y nuestras fuerzas, para abonar al derecho a la alimenta-ción y a la justicia alimentaria”.

Las organizaciones precisaron en su declaración que la agricultura sustentable que realizan y los es-fuerzos para que las familias cam-pesinas capitalicen lo mejor posible su trabajo ocurren “en un contexto muy contrario a nuestros sueños y necesidades: Un gobierno que no acaba de entender la diversidad de nuestras regiones y la necesidad de

políticas y programas más acordes con nuestras formas de producir; muy pocos programas destinados a nuestras regiones y con reglas de operación que los alejan de nuestra realidad; falta de investigación y de apoyos para lo que hacemos desde nuestras organizaciones; proveedu-ría centralizada que no desarrolla la economía local y no atiende a la especificidad de nuestras condi-ciones ecológicas y de producción; distribución de despensas que no fortalecen la alimentación de las familias, sino que erosionan la auto-suficiencia alimentaria; Un modelo depredador y consumista que daña la cultura, el tejido social y la vida”.

“Hoy el reto es fortalecer nuestras organizaciones, refrendar y mejorar las alianzas con líneas de trabajo más claras y de mayor envergadura, insistir en la necesidad de modificar las políticas públicas y el destino de los recursos en los tres órdenes de gobierno, para destinarlos a apoyar la producción, la mejora técnica y la co-mercialización de los pequeños pro-ductores. Éstos que constituimos el 70 por ciento de las unidades de pro-ducción en el país y para quienes se destinan muy escasos recursos eco-nómicos y menos reconocimiento. Seguiremos sembrando conciencia, información, investigación, organi-zación, nuevas tecnologías con el fir-me propósito de construir la justicia alimentaria para nuestras familias, para nuestros pueblos y para nuestra patria”, concluye la declaración.

ChiapasESFUERZOS CAMPESINOS DE SEGURIDAD ALIMENTARIA: LA MILPA PERMANENTE DE LA ARIC ID*Lorena Paz Paredes

Los representantes y promotores de la ARIC ID de Chiapas están impulsando con mucho entusiasmo programas de agricultura sustentable para “el cuida-do de la madre tierra y los recursos naturales”, de

seguridad alimentaria, de ecología, y para generar oportuni-dades económicas e ingresos, pues según Pedro Guzmán, coordinador del área agroecológica de la organización, esto es importante, ya que “cada año hay hambre en nuestros pa-rajes, y es que en vez de sembrar milpa hay tierras que están usándose en la ganadería… sobre todo en Ocosingo”

En busca de seguridad alimentaria y para resistir la crisis, la ARIC ID desde hace casi una década promueve en cinco regio-nes el programa La Milpa Permanente, que combina acciones ecológicas, sustentables y de diversificación. Se trata en primer lugar de no quemar el terreno de cultivo, de hacer curvas de ni-vel, obras de conservación de suelos, usar abonos verdes en vez de agroquímicos y plantar otras especies además de maíz. “Nos gusta el programa –dice Pedro- porque así cuidamos el medio ambiente, y en las curvas de nivel podemos sembrar árboles fru-tales como el plátano y la yuca, la piña, papaya, verduras como la mostaza, el repollo, el chayote, y en la milpa aparte de maíz meter frijol y calabaza… Así podemos sacar más para comer… queremos que en ese terreno haya siempre varios cultivos, por eso se llama permanente. La meta es que cada promotor, cada productor tenga así por lo menos una hectárea”.

“Antes del programa –cuenta Pedro- algunos ya no quemába-mos, y echábamos abono orgánico, pero no hablábamos de mil-pa diversificada… de unos años para acá como que el progra-

ma agarró fuerza, sobre todo en diez comunidades donde hay parcela diversificada… En otras comunidades hay apenas un empiezo porque ya no se quema y se siembra maíz y frijol con abonos verdes. Y aunque la mayoría todavía quema, ya no usa químicos. Algo se ha avanzado en la mentalidad de la gente”.

Los campesinos de la ARIC ID están conscientes de la crisis alimentaria y del futuro de hambrunas que se avecina si no se hace algo. “Sí resentimos que el maíz está muy caro –insiste Pe-dro- y que los empresarios y el gobierno se están poniendo a sem-brarlo para hacer combustible, por eso tenemos que preocupar-nos más en no dejar la milpa... Informar a nuestras comunidades, estar atentos y que nadie nos quite nuestras variedades de maíz que tenemos por andar sembrando semilla mejorada, porque con la cruza de la híbrida y la nativa, vamos a perder lo nuestro”.

“En la organización –explica Pedro- somos 22 promotores y promotoras con parcelas de milpa permanente, unos avan-zados y otros apenas iniciados, pero si dios quiere y no nos pasa nada, en dos o tres años vamos a tener más compromi-so con las comunidades.

Además de este programa, la ARIC ID esta animando el culti-vo del arroz “que quiere en partes planas -explica Pedro- y aho-ra que está caro nos conviene sembrarlo. Ya repartimos semilla en Agua Azul, El Zapotal, San José, Villa de Los Pinos, Las Ta-zas y otras”. Las y los promotoras están aprendiendo a sembrar hongo seta, “que es rápido, bueno para alimentarse y vender. En Las Tazas ya saben cómo se siembra, cómo se cuida, y se enseña a otros, se invita a que vengan a ver como se hace”.

También las mujeres de la ARIC ID están organizadas. En la región de Avianal en la comunidad de Las Tazas tra-bajan en colectivo un estanque de peces, panadería, tien-da, artesanías y además siembran hortalizas. Ellas están tan comprometidas como ellos en buscar opciones alimenta-rias y nutritivas. En algunas labores las apoyan los hombres, por ejemplo ellos hicieron el estanque, y también ponen los tablones de los camellones de la hortaliza y ayudan a cercar. En cada una de las cinco regiones hay una coor-dinadora que hace asambleas, reuniones, visitas. “Algunos hombres –explica Pedro- ya le dan algo de libertad a su mujer para que participe, permiso de salir. Las madres so-las sirven en la organización, las casadas con hijos, menos, porque no las dejan... Pero los hombres estamos recibiendo la capacitación, la sensibilización del taller de género como coordinadores, como autoridades regionales, y es que pri-mero hay que sensibilizarse y luego compartir lo que apren-dimos en las comunidades, para ayudar a que avancen las mujeres, y cambiar nuestra mentalidad los hombres”.

Pedro Guzmán piensa en el futuro e imagina desarrollo, crecimiento, bienestar. “Si orita tengo diez quiero que haya otros 20, otros 30 más sembrando la milpa permanente, que haya cambios, que se vean, que las comunidades crean en nuestro trabajo, que aprendan lo que enseñamos para que la vida vaya mejorando”.

*Artículo originalmente publicado en el Boletín 10 del Programa de Intercambio, Diálogo y Asesoría en Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria (PIDAASSA).

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GRANOS BÁSICOS: CAMBIO Y CONTINUIDAD 2012-2015Víctor Suárez

En solidaridad con Aristegui y equipo

Con el retorno del PRI a la Presidencia de la Repúbli-ca y la imposición de En-rique Peña Nieto (EPN)

en Los Pinos, se instaló un discurso oficial sobre el cambio en el campo. Más allá de la demagogia electoral, el actual gobierno se comprometió en el programa sectorial de la Secretaría de Agricultura 2013-2018 a las siguientes metas, entre otras: a) reducir la depen-dencia alimentaria a no más de 25 por ciento, b) alcanzar un equilibrio en la balanza comercial agroalimentaria, c) crecer tres por ciento promedio anual en el Producto Interno Bruto Agrope-cuario, d) priorizar la agricultura de pequeña y mediana escala y e) com-batir el hambre y la carestía.

A poco más de dos años de la ac-tual administración se hace indis-pensable realizar un balance de la situación de la agricultura y en particular del estratégico ramo de granos básicos: maíz, frijol, trigo, arroz, sorgo, soya y cebada. Hay su-ficientes elementos toda vez que en esta administración se han aproba-do y puesto en ejecución tres presu-puestos para el campo (2013, 2014 y 2015), han sucedido cinco ciclos productivos (P-V/O-I) y han trans-currido dos años calendario (2013 y 2014).

A continuación presentamos un balance de resultados en granos básicos, enfatizando los aspectos de continuidad y cambio observados respecto a la situación y políticas públicas de los 25 años recientes.

Continuidad neoliberal

Producción.- La superficie sem-brada de granos básicos continúa disminuyendo, dentro de una ten-dencia de 20 años; pasó de 15 mi-llones de hectáreas en 1985 a 12.5 millones en 2014, como resultado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y las políticas neoliberales (gráficas 1 y 2). Es notable el descenso en la su-perficie de maíz, arroz y frijol (grá-fica 3). En cuanto a producción, se observa un crecimiento moderado como resultado de una mejoría en la productividad física –rendimien-to- de los cultivos, debido principal-mente a condiciones favorables de la precipitación pluvial en los años recientes. En 2013 se obtuvo un rendimiento promedio de granos básicos de 2.7 toneladas por hectá-rea, 60 por ciento más que el 1.7 de 1980. Esto es, ¡en 35 años 28.5 kilos por hectárea al año o 1.7 por ciento al año! (gráfica 4).

En contraste, la Organización de las Naciones Unidas para la Ali-mentación y la Agricultura (FAO) ha estimado que se requiere dupli-car la producción alimentaria de los países hacia el 2050. De no cambiar

las políticas de fomento productivo en granos básicos en el país, nuestra dependencia alimentaria crecerá irremediablemente y será imposi-ble alcanzar las metas de FAO. No obstante, en el caso del maíz sí se observa un mejor desempeño de la productividad física, al pasar de 1.6 toneladas por hectárea en 1980 a 3.1 en 2013 (gráfica 5).

Importaciones.- Las importaciones de granos básicos han mantenido su tendencia ascendente desde 1994. En los dos años de la administración de EPN se importaron 37 millones de toneladas con un valor de casi 12 mil millones de dólares (gráfica 6). Se registraron importaciones históricas de maíz (10.3 millones de toneladas en 2014), de arroz (932 mil 226 toneladas en 2013), de trigo (4.5 millones de toneladas en 2014) y de soya (1.9 millones de toneladas en 2013); ver gráfica 7. Este resul-tado contradice el propósito y las metas establecidas en el programa sectorial.

Balanza comercial agropecuaria.- Su saldo en 2013 y 2014 continúa siendo deficitario en mil 942 millo-nes y mil 299 millones de dólares, respectivamente. Si sólo se con-sidera la balanza de los capítulos “cereales” y “oleaginosas”, el saldo negativo asciende a siete mil 224 millones y seis mil 946 millones de dólares en 2013 y 2014, en ese or-den (Reporte Económico, de David Márquez; La Jornada, 23 de febrero de 2015). Por su parte, la balanza comercial total del país arroja dé-ficits crecientes por la caída de los precios del petróleo y de la platafor-ma de exportación en dos mil 442 millones y ocho mil 25 millones de dólares en 2013 y 2014, respectiva-mente. Si a esto agregamos el enca-recimiento de las importaciones en pesos por la devaluación de 23 por ciento de nuestra moneda frente al dólar durante el gobierno de EPN, la pregunta ahora es ¿con qué se pagarán las importaciones agroali-mentarias? ¿Con más deuda públi-ca? ¡Esto es insostenible!

Dependencia alimentaria.- El es-tancamiento en la superficie sem-brada y un bajo crecimiento de la productividad física, aunados a las mayores importaciones, en el mar-co del TLCAN y del abandono del campo, han mantenido la tendencia alcista de la dependencia alimenta-ria del país (gráfica 8). Este hecho incumple el compromiso guberna-mental de aumentar la producción interna y reducir la dependencia de las importaciones.

PIB Agropecuario.- El producto interno bruto agropecuario (PIBA) en los dos primeros años de la ad-ministración peñista ascendió a 1.74 por ciento promedio anual, un cre-cimiento muy lejos de la meta com-prometida de tres por ciento (gráfica 9). Si descontamos el crecimiento poblacional anual de 1.1 por ciento, resulta que el crecimiento del PIBA per cápita es de 0.6 por ciento anual. Es decir, en los hechos, el sector agropecuario continúa sin crecer. Y si a esto agregamos la desigualdad en el crecimiento entre regiones y tipo de productores, encontraremos una de las causas profundas de la persis-tencia y aumento de la pobreza, el hambre, la migración y el deterioro ambiental y de la cohesión social, así como el avance del control territorial del crimen organizado.

Precios al productor, comercializa-ción y precios al consumidor.- La actual administración ha mantenido sin cambios el modelo neoliberal de formación de precios agrícolas y de comercialización con base en el

“libre mercado”. El desorden en los mercados, la incertidumbre en la co-mercialización, la caída de los precios y de los ingresos de los productores y el crecimiento de los precios al con-sumidor son la constante en el país, en un contexto internacional caracte-rizado por la volatilidad. Las políticas agrocomerciales continúan subsi-diando a los agricultores comerciales y a las grandes corporaciones agroali-mentarias. En el bienio de EPN los precios agrícolas internacionales ca-yeron 40 por ciento en promedio y sin embargo los precios de los alimentos siguieron aumentando al doble del índice inflacionario. Este hecho hace polvo la de por sí limitada, asistencia-lista y clientelar Cruzada Nacional Contra el Hambre y demuestra que los monopolios agroalimentarios siguen capturando el diseño de las políticas públicas y los subsidios agrí-colas del país.

Modelo agotado de revolución ver-de.- A pesar de haber mostrado su agotamiento y fracaso en México y en el mundo, la revolución verde es asumida por la actual administra-ción como el modelo a seguir. Úni-camente se ha pretendido ajustarlo con el anuncio de la rehabilitación de una planta en manos de Pemex para la producción nacional de urea en busca de la sustitución de las importaciones y con la terquedad gubernamental de impulsar las se-millas transgénicas. Mientras en el mundo el modelo de agricultura cor-porativa de insumos está en retirada por improductivo, poco rentable y de alto costo social y ambiental,

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en nuestro país la industria corporativa agroalimentaria trasna-cional sigue imponiendo su modelo tecnológico.

Reforma energética.- La contrarre-forma constitucional en materia de hidrocarburos impulsada por EPN no sólo entrega nuestra riqueza petrolera a las empresas extranje-ras, sino promueve la “desamorti-zación” de tierras, aguas y demás recursos territoriales de ejidos y co-munidades. La “servidumbre legal de hidrocarburos” y las concesiones mineras representan en los hechos una expropiación de los territorios campesinos. La ley Korenfeld de aguas –frenada hasta ahora por la oposición de los movimientos so-ciales- pretende la privatización del vital líquido y la legalización de la fractura hidráulica para la explota-ción de petróleo y gas shale. ¡Y con-tinúa en lista de espera la reforma privatizadora de la propiedad social de la tierra! Estos hechos –de per-sistir- disminuirán la disponibilidad de tierras y aguas para la produc-ción de granos básicos, agravando la

dependencia alimentario del país.

Cambios relevantes. Como se ob-serva en el apartado anterior, con el gobierno de EPN ha prevalecido la continuidad y profundización de las políticas neoliberales en la agricultu-ra y en particular en la rama estraté-gica de granos básicos. Sin embargo, en estos años también se han susci-tado algunos cambios relevantes no sólo en la línea de la resistencia a las políticas neoliberales sino en el ámbito de su reorientación y cambio de modelo agroalimentario. A conti-nuación se reseñan brevemente esos cambios.

Modelo ACCI/MICI.- En oposición y alternativa al modelo de revolu-ción verde, la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) ha desarrollado el modelo de agricultura campesina de conocimientos integrados (modelo ACCI) y el sistema de manejo integral de cultivos inducidos (sistema MICI) con resultados sumamente exitosos y prometedores: incremento de rendimientos y disminución de

costos muy significativos, y en el corto plazo, incremento de la rentabilidad de la producción, elevada capacidad de resiliencia frente a meteoros –se-quías, heladas, granizadas, golpes de calor, etcétera-, sustitución de agro-químicos, disminución de emisión de carbono, y más. Como un botón de muestra, mientras que con el modelo de revolución verde en Sinaloa produ-cen 12 toneladas de maíz por hectárea en grandes superficies de riego con un costo de tres mil pesos por tonelada, con ACCI/MICI se obtiene el mismo rendimiento en predios pequeños y me-dianos de temporal y a la tercera parte del costo de producción de Sinaloa. Este modelo requiere generalizarse y elevarse a política pública en sustitu-ción de la obsoleta revolución verde, únicamente beneficiosa para los mo-nopolios de semillas y agroinsumos.

Lucha exitosa por precios remunera-tivos de los granos básicos.- Frente a la caída de los precios internacionales de entre 40 y 60 por ciento y el incre-mento en los costos de producción en 40 por ciento, en la Asamblea Gene-ral de la ANEC, del 6 al 8 de octubre pasado, se acordó impulsar un frente amplio y una movilización de pro-ductores de granos básicos en torno a una demanda única: la actualización del sistema de ingresos-objetivo cuyo nivel de precios estaba estancado des-de 2002. Este frente se constituyó el 22 de octubre pasado en Ocotlán, Jalisco, acordando impulsar un plan de movilizaciones a nivel nacional: bloqueos carreteros simultáneos, marchas, mítines, tomas de oficinas, conferencias de prensa… Como re-sultado, el frente de productores logró su objetivo -aunque parcialmente- al convenir con la Cámara de Diputa-dos y el gobierno federal (Secretarías de Gobernación, Hacienda y Agricul-tura) la actualización de los precios-objetivo de los granos básicos (cuadro 1). Así, por ejemplo, sin la actualiza-ción de los precios-objetivo del maíz, un productor tenía únicamente la expectativa de obtener por tonelada entre dos mil 600 pesos (sin agricul-tura por contrato, AxC) y tres mil 200 (con AxC). Con la actualización, se logró un ingreso tres mil 300 por to-nelada para los “libres” (sin AxC) y de tres mil 800 para los de AxC más 200 pesos por tonelada de apoyo de los gobiernos locales para llegar a cuatro mil pesos por tonelada.

Acción colectiva contra la siembra comercial de maíz transgénico.- El 5 de julio de 2013, un grupos de organi-zaciones campesinas, ambientalistas y de derechos humanos, así como científicos, académicos, personalida-des y ciudadanos de a pie –la mayoría integrantes de la Campaña Sin Maíz no hay País- interpuso una demanda de acción colectiva contra la siem-bra comercial de maíz transgénico, para defender su derecho humano a un medio ambiente sano y a la pre-servación de la diversidad de maíces nativos mexicanos. El 17 de septiem-bre de ese año, un juez federal otorgó medidas cautelares para prohibir al gobierno federal el otorgamiento de permisos de siembra comercial de se-

millas de maíz transgénico. Este he-cho inédito ha representado un gran logro de las organizaciones campesi-nas y de la sociedad civil en defensa de la agricultura campesina, la pre-servación de la diversidad de maíces nativos, la soberanía alimentaria y el derecho campesino al intercambio libre de semillas y en contra de su privatización. La medida cautelar prevalece a pesar de que las empre-sas trasnacionales de biotecnología y el gobierno de EPN han interpuesto más de 70 recursos contra ésta. Asi-mismo, es de destacar la lucha de los apicultores de la península de Yuca-tán contra la siembra de soya trans-génica y que ha logrado ganar dos amparos contra el gobierno federal prohibiendo el otorgamiento de per-misos de siembra comercial.

Financiamiento a pequeños produc-tores.- Una vieja demanda de las orga-nizaciones de pequeños productores ha sido contar con financiamiento a tasas bajas y de fácil acceso. En la segunda mitad de 2014 la nueva Fi-nanciera Rural abrió un programa de crédito para pequeños y medianos productores a tasas de siete por ciento para hombres y 6.5 por ciento para mujeres, con un tope de 230 mil pe-sos, con garantía de las cosechas y sin garantías líquidas y/o inmobiliarias. Está es una señal en la dirección co-rrecta y puede ser un factor de impul-so a la producción de granos básicos a condición de que se generalice y mantenga en los próximos años.

Compras chinas de maíz blanco.- Como resultado de la cancelación de las exportaciones de maíz de Estados Unidos a China por haberse encon-trado maíz transgénico (MIR 162 de Syngenta), el gobierno chino ha des-cubierto que el maíz blanco mexicano es libre de transgénicos y de altísima calidad. El gobierno chino hace lo

que el gobierno mexicano debería de hacer: prohibir las importaciones de maíz transgénico por su daño a la salud humana y animal y valorizar la importancia de producir maíz libre de transgénicos. Los chinos pretenden sustituir las importaciones de maíz de Estados por otros proveedores: Ucrania, Brasil, Argentina, Sudáfrica y México. Ante ello, el gobierno de EPN está muy interesado en las ex-portaciones de maíz (y sorgo) a China. La balanza comercial México-China es deficitaria para nuestro país en más de 40 mil millones de dólares. China pretende comprar en 2015 alrededor de un millón de toneladas de maíz blanco nacional. Este hecho refuerza, por un lado, la importancia estratégica de preservar a México como el país con la mayor producción mundial de maíz blanco libre de transgénicos y, por otro lado, la necesidad de suspen-der las importaciones de maíz transgé-nico de Estados Unidos para consumo humano y animal. De otra forma, nos veríamos en el peor de los mundos: exportar a China maíz blanco libre de transgénico y consumir maíz transgé-nico importado de Estados Unidos.

Conclusión. Como se observa, el gobierno de EPN ha continuado y profundizado la política neoliberal de dependencia alimentaria y aban-dono del campo, dejando a un lado los objetivos y metas propuestas en el programa sectorial de la Secreta-ría de Agricultura. En estos años, ha habido cambios relevantes y prome-tedores impulsados por las organiza-ciones campesinas y de la sociedad civil. Sin embargo, se requiere una mayor y más efectiva capacidad de los movimientos sociales para no solamente resistir los embates de las políticas anticampesinas, sino para lograr los cambios de fondo que re-quiere la agricultura mexicana y en especial los granos básicos.

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paradojas del aromático

FALTA CAFÉ, PERO CAEN LOS PRECIOS

El consumo mundial del café va en ascenso, a un ritmo mayor que la pro-ducción, eso indica que

hay déficit. Sin embargo, los pre-cios internacionales de este cultivo –propio de América Latina, África, Asia y Oceanía- han sufrido una caída singular de octubre pasado a la fecha (periodo de cosecha en va-rios países, incluido México), que los coloca en su peor posición en un lapso de un año, según se ob-serva en el Informe del mercado del café, febrero 2015, de la Organiza-ción Internacional del Café (OIC).

El documento, disponible en la página web de esta organización, www.ico.org, y el cual se actualiza mes con mes, muestra que el precio compuesto de todas las variedades café cayó de 172.88 centavos de dó-lar por libra registrado en promedio en octubre de 2014 a 141.10 centa-vos promedio en febrero de 2015. Esto es, hubo una baja de 18.4 por ciento. Este precio registró en febre-ro de 2014 un nivel de 137.81 centa-vos y en marzo de 2014, 165.03.

De acuerdo con la OIC, el moti-vo del declive fue una mejora del tiempo en Brasil –el líder mundial en producción- que indujo una presión fuerte por vender.

Cabe decir que, según análisis de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC), las expectativas que te-nía el mundo apenas en octubre pasado es que la cosecha brasileña del 2015 sería afectada por sequía en un segundo año consecutivo y eso, aunado a las afectaciones por la roya en el café de Centroamé-rica, Perú y México, propiciaría una reducción de la oferta global. Hoy, día, dice la CNOC, la infor-mación que, se dice, influye en los mercados internacionales del café

(en Nueva York y Londres) es la re-lativa al registro de lluvias en Bra-sil, que llevarían a una mejoría de su próxima cosecha 2015 (mayo-septiembre), además de que una fuerte devaluación de la moneda brasileña, el real, ante el dólar pro-piciaría que Brasil exporte buena parte de sus inventarios acumula-dos de los ciclos 2012-13 y 2013-14.

Sin embargo –dice CNOC-, la es-peculación está detrás de todo esto. Señala que por la información re-ciente de la OIC, “se concluiría que

la producción será casi igual que el consumo en los ciclos 2014-15 y 2015-16 y los inventarios se manten-drían en alrededor de 36.5 millones de sacos. Los inventarios son relati-vamente bajos para un cultivo pe-renne y tropical. (…) La explicación de la fuerte disminución de precios estaría más en la dinámica especu-lativa de los mercados financieros y la fortaleza del dólar, que lleva a un fuerte aumento de los mercados accionarios y a una caída de los pre-cios de las materias primas como serian el petróleo y el café. Lo que se ve actualmente es que se utilizan las noticias sobre Brasil para reforzar una apuesta bajista de precios”.

El reporte de la OIC estima que la producción mundial de 2014-15 (octubre-septiembre) será de 142 millones de sacos (de 60 kilos), 4.6 millones menos que en 2013-14 y el nivel más bajo en tres años.

“Eso significa un déficit en el mercado cafetero en el año en curso, aunque las existencias en los países exportadores han permitido hasta ahora que las exportaciones continúen a un fuerte ritmo”.

Las estadísticas de la OIC señalan que el consumo en 2013 sumó 146 millones 100 mil sacos, 2.1 por cien-

to arriba de un año previo y 6.5 por ciento sobre los 137 millones 185 mil registrados en 2010. Tanto los países exportadores, como los mercados emergentes y los mercados tradicio-nales registran aumento en su con-sumo absoluto de café, pero el alza es más marcada en los dos primeros.

En cuanto a México y Centroamé-rica, la OIC estima que la produc-ción total será en 2014/15 de 18 mi-llones de sacos, 7.9 por ciento más alta que en 2013-14, “lo que sugiere que el impacto de la roya del café está disminuyendo un tanto. No obstante, deberá tenerse en cuenta que esa cifra es menor en dos millo-nes de sacos respecto de la produc-ción de esa región en 2011-12, antes del brote de roya, y que continúa el daño social y económico que la pla-ga causó en muchos países”.

Las variedades de café que la OIC menciona son suaves de Colombia, otras suaves, brasileñas naturales y robustas. Los cafés otras suaves, a los cuales corresponde el café mexicano, registraron en febrero de 2014 un precio de 173.64 cen-tavos de dólar por libra, en marzo de ese año pasaron a 211.07 y para octubre de 2014 llegaron a 225.29 centavos. En febrero de 2015 estu-vieron en 178.89. (LER).

RECONFIGURANDO EL MERCADO: LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES Y EL COMERCIO JUSTOSilvia Jurado Celis Doctorado en Desarrollo Rural, UAM-Xochimilco

El Comercio Justo (CJ) es un movimiento inno-vador que ha permitido a miles de pequeños productores alrededor del mundo posicionarse en el mercado internacional por medio de redes

solidarias de comercio. Incorpora valores sociales a este mercado para que de ser un espacio de desigualdad, y ha presentado a lo largo de su historia de más de tres décadas una serie de contradicciones y complejidades que lo tie-nen hoy en una encrucijada.

Quiero en este texto aportar un acercamiento al CJ y sus implicaciones desde el punto de vista de los pequeños productores.

Avances y retrocesos. La primera relación entre una or-ganización de pequeños productores de café y una comer-cializadora solidaria en Holanda surgió en México, con la Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI) como protagonista.

La iniciativa de vender directamente el café al consumidor fue un éxito, poco a poco el volumen de ventas aumentó y el sistema se fue complejizando, y se consolidaron estrate-gias, como el uso del sello que garantiza que el producto se comercializa mediante canales justos y que avala un pre-cio mínimo superior al que marca la Bolsa internacional del café y una “prima” que permite a las organizaciones de pequeños productores tener acceso a mayores ingresos.

Se construyeron instituciones que pudieran apoyar su regulación; nació la Fairtrade Labelling Organization International (FLO, que actualmente es FI) en 1997; así como procedimientos como la certificación por terceros, que se ejerce vía FLO-Cert (organismo separado de FI, responsable de regular procedimientos y estándares de certificación).

El CJ comenzó a girar alrededor de un sello, más que de la propuesta política. Este sistema ha caído en una serie de contradicciones ante los pequeños productores, que son quienes le dieron origen; poco a poco se fue establecien-do una distancia importante entre sus instituciones y las organizaciones de base, por la toma de algunas decisiones como: a) eliminar la representación de los productores en la junta directiva de FLO, y b) incluir corporaciones y plantaciones en el esquema de certificación, lo que abrió la puerta a empresas como Nestlé, impulsando así una franca competencia desleal en un espacio de comercio justo.

La reflexión aquí es que si bien hay que regular el trabajo de los jornaleros agrícolas, la ganancia fi-nalmente se queda con el dueño de la plantación. ¿Dónde está la justicia?

Por otra parte, la flexibili-zación de estándares a favor de las corporaciones, así como la certificación de oro que le abre la puerta a la minería, son hechos que han ampliado la distancia entre la institu-ción y los pequeños productores.

Ante este panorama, las organizaciones campesinas no se han quedado con los brazos cruzados. Están trabajando en la conformación de la alternativa mediante diversas acciones:

1.- Conformaron la Coordinadora Latinoamericana y del Ca-ribe de Pequeños Productores de Comercio Justo (Clac), en el entendido que el CJ es una de las vías que los coloca

de manera más favorable en el mercado, pero debe ser con-cebido bajo las reglas de los pequeños productores.

2.- Se ha implementado el Símbolo de Pequeños Producto-res (SPP). Así pretenden mantenerse en el mercado pero con un distintivo de pequeños productores, diferencia-dos del sistema FLO.

3.- Se han conformado redes de pequeños productores de Asia y África que, junto con la Clac, están ejerciendo presión dentro de FI para que se decida a favor de los campesinos y arte-sanos y no de las grandes corporaciones. Con ello han logrado replantear la repre-sentación de los pequeños productores.

En esta coyuntura, los puntos estratégi-cos para los pequeños productores son: a) dar prioridad a mercados nacionales, lo cual es una manera de re-territorializar el CJ como apuesta política entendién-dolo desde los mercados locales y regio-nales. Para ello se han puesto en marcha cafeterías y redes de comercio local, y b)

potenciar el comercio sur-sur, en un afán de no depender de las ventas de exportación hacia Estados Unidos o Eu-ropa; la estrategia está en proceso de consolidación, pero es una de las principales apuestas.

Por medio de estas acciones, los pequeños productores continúan marcando puntos de cambio en el mercado internacional, apostando por un comercio desde “el Sur” es decir, desde los campesinos; esto implica un proceso de descolonización, que en este caso se propone vía la re-territorialización del espacio comercial. El mercado es así un espacio más para la lucha campesina.

Producción mundial de café, por región

Millones de costales 2015 International Coffee Organization (www.ico.org)

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21 de marzo de 2015 13

UN FUTURO DIFÍCIL PARA LOS CAFETALEROS MEXICANOSFernando Celis Callejas Asesor de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras (CNOC)

La producción de café en México es en 90 por ciento de arábigos lava-dos (pergaminizados),

considerados los de mayor calidad. En los 15 años recientes la produc-ción y el consumo mundiales de este café no han aumentado, con excepción de los cafés especiales, como los de alta calidad, de origen, orgánicos, y de Comercio Justo.

Lo que sí ha aumentado es la producción y el consumo de café robusta y en menos de siete años esta variedad rebasará el consumo de arábigos. Los robusta son más baratos, se les considera de menos calidad y son usados por la gran in-dustria solubilizadora, que ha en-focado su principal promoción en el sudeste de Asia, donde se tiene el mayor crecimiento de demanda de este café.

Después de dos ciclos de precios por arriba de 200 dólares por cien libras para de los cafés arábigos, en los ciclos 2012-13, 2013-14 se tuvo un fuerte aumento de la pro-ducción en Brasil y Vietnam que llevó a una baja de precios a un nivel cercano a cien dólares en no-viembre del 2013; posteriormente, en febrero del 2014, una sequía en Brasil elevó los precios hasta unos 180 dólares en promedio y luego se registraron fuertes vaivenes du-rante 11 meses.

En los meses recientes la fortale-za del dólar; la caída de precios del petróleo; una disminución del consumo mundial de café en 2014, y lluvias en Brasil, que limitarían las pérdidas de una segunda cose-cha con problemas de sequía, oca-sionaron una fuerte baja de precios en enero y febrero de este año, en medio de la cosecha en México, y para marzo ya se colocan hasta en 130 dólares las cien libras.

En nuestro país, los ciclos 2011-12 y 2012-13 brindaron cosechas pro-medio de 4.4 millones de sacos (de 60 kilos), pero las afectaciones por la roya motivaron una caída a 3.3 millones de sacos en 2013-14 y no superará los 3.2 millones en la ac-tual cosecha. De no controlarse los daños por la roya, de continuar ca-yendo la producción y si persiste la tendencia negativa de los precios, se tendrá una crisis sin precedentes en la cafeticultura nacional.

En cuanto al consumo interno de café, ha aumentado de un mi-llón de sacos a 2.6 millones en los 15 años recientes, y aún es bajo, de 1.2 kilos per cápita, contra 2.5 en Centroamérica y cinco en Brasil. Si con el establecimiento de miles de nuevas cafeterías con un café de más calidad y mejor prepara-do se mejoró el consumo, ahora se tiende a un retroceso, ya que la gran industria solubilizadora

(Nestlé) está recuperando terre-no con el producto soluble, más barato, que incluye más robusta, y en algunas presentaciones de bolsitas, su contenido es de azúcar en más de 50 por ciento, no más de diez por ciento de café soluble, polvo de leche y una buena can-tidad de saborizantes artificiales y conservadores. Se perfila así una mayor “chatarrización” del consu-mo de café en México.

Las políticas públicas y los pro-gramas para el café. Con retraso y recursos limitados, en 2013 se definieron nuevos programas; lo que era Fomento Productivo se convirtió en el Procafé; para el 2014 se asignaron 700 millones de pesos a este programa, que son hasta 40 por ciento inferiores a lo que se operó en algunos años de la década anterior.

Ahora desde la Secretaría de Agri-cultura (Sagarpa) se centraliza la administración de los recursos y programas. Se quitó el manejo del padrón cafetalero y de algunos programas a la Asociación Mexi-cana de la Cadena Productiva del Café (Amecafé), se ha debilitado la relación entre el Sistema Pro-ducto Café y la Sagarpa y se rea-lizan muy pocas reuniones para revisar el avance de los programas y definir su operación.

Los resultados hacia fines del 2014 y para el 2015 no son positivos. He aquí algunos casos:

a. En septiembre de 2014 echó a andar una actualización en el padrón de productores de café, y pese a las peticiones del sec-tor de empezar con la atención de nuevos productores y el geo posicionamiento satelital de los que tenían menos de me-dia hectárea, se empezó con la recepción de los documentos legales de los que se consideran

productores; la mayoría de los que ya estaban en el padrón no acudieron y para fines de febre-ro de 2015 hay un fuerte retraso y aparecen muchos nuevos pro-ductores a los que no se les ha geo posicionado su terreno. Si se pretendía reducir el número de productores a unos 350 mil, probablemente aumentarán en varias decenas de miles.

b. En Impulso Productivo se atien-de a unos 150 mil productores con un apoyo de mil 300 pesos para cada uno. Esto no es inte-resante para muchos producto-res, pero hacen los trámites para recibir el dinero sólo para “no quedarse fuera”, considerando que pudiera haber más apoyos a futuro.

c. En la compra de planta de café, de hasta 500 unidades por pro-ductor no se conoce el núme-ro de beneficiarios; la Sagarpa realiza la compra y no se co-noce cuánta se compró, de que variedad, como se distribuyó, cuántas se introdujeron y cuán-tas estarán en condiciones de producir.

d. En lo que corresponde a viveros tecnificados, se programaron 40 en el 2014, para producir 500 mil plantas cada uno, y para fe-brero del 2015 ya se decía que serían 32 y probablemente la mayoría no producirán planta para el 2015.

e. En cuanto a la asistencia técni-ca, se contrataron 400 técnicos que para fines del 2014 apenas se estaban capacitando y, se-gún reportan organizaciones y productores, en este 2015 los técnicos andaban levantando firmas para justificar el año an-terior y realizando diagnósticos. Estos técnicos en la mayoría de los casos no están ligados a

organizaciones y tienen dificul-tades para integrar a los grupos que atenderían, ya que tendrían que coincidir con los que re-ciben plantas y apoyos para la producción.

f. En relación a la promoción del consumo, se sabe que se elaboró un video y un libro y se hacen promociones que no fueron consultadas ni acordadas con los integrantes del sector.

Para el 2015 el presupuesto de Procafé es de 730 millones de pesos; desde el sector productor se hacen propuestas y no se toman en cuenta. Se ha insistido en que en este monto se destine princi-palmente el recurso a Fomento Productivo y no se incluyan cues-tiones como el padrón, asistencia técnica, promoción del consumo y otros, ya que la Sagarpa cuen-ta con recursos para ello en otras áreas. Se sigue con la misma diná-mica de 2014, de ignorar las pro-puestas del sector productor.

El tema más controvertido es el del control de la roya. En 2013 el Ser-vicio Nacional de Sanidad, Ino-cuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) no intervino porque los recursos fiscales se asignaron a la Dirección de Productividad de la Sagarpa. Se aplicó un nuevo pro-ducto biotecnológico en Chiapas que, según la mayoría de los pro-ductores, no funcionó. En 2014 tampoco intervino el Senasica, porque, se dijo, no le autorizaron recursos. Para 2015 se ha informa-do que se tendrían 55 millones de pesos para campañas contra broca y roya, y desde el sector productor se considera que este monto es insuficiente. Según Senasica, se tendría un plan de control de la roya en febrero y se iniciarían re-uniones en los estados en marzo. Desde el Sistema Producto Café se planteó que se hiciera un plan

de manera conjunta, pero hasta ahora no se conoce lo que realiza-rá el Sensaica.

Lo que se observa en la Sagarpa es descoordinación entre sus diferen-tes áreas y poco interés por acordar las políticas y programas con las organizaciones de productores.

Las organizaciones. Entre 1992 y 2009 se tuvo una coordinación de las principales organizaciones gre-miales cafetaleras, que logró cierto éxito en la propuesta e instrumen-tación de políticas públicas para el sector, pero desde el 2010 se ha dado una fuerte dispersión y debili-tamiento en la capacidad de gestión.

En algunas organizaciones influ-yen más los intereses de las gran-des empresas y algunos represen-tantes son más bien compradores de café; otras se ligan a agrupacio-nes del Congreso Agrario Perma-nente (CAP) y actúan más como organizaciones campesinas con demandas más generales de inter-vención estatal. La Coordinadora Nacional de Organizaciones de Café (CNOC) ha decidido seguir participando en las instancias del sector, como el Sistema Producto Café, la Amecafé y el Fideicomiso de Recuperación del Fondo de Es-tabilización, Fortalecimiento y Re-ordenamiento de la Cafeticultura Nacional (Fircafé), y presenta pro-puestas de políticas públicas, pero los resultados no son significativos.

Se observa una gran dispersión de los productores, que siguen es-trategias de tener otros ingresos, subsidios y una relación más uti-litaria con las organizaciones de productores.

Se perfila un futuro con muchos problemas para los cafetaleros, si no se controlan las afectaciones por la roya y no se establece un plan na-cional de renovación de cafetales; si los precios del café disminuyen por debajo de los 120 dólares las cien libras, y si desde el gobierno fede-ral se continúa con una definición unilateral de los programas, un ma-nejo centralizado, la falta de trans-parencia e ineficiencia en el uso de los recursos. Todo esto sin duda propiciará una mayor inconformi-dad de los productores de café, que tenderán a ser más demandantes. Es necesario detener el deterioro en la cafeticultura nacional, princi-palmente en lo que corresponde a la producción y el consumo inter-no. Para ello se requiere construir una coalición más amplia de pro-ductores y organizaciones con la fuerza suficiente para influir en las políticas públicas, pero además se necesita un gobierno que realmen-te entienda y atienda los intereses de los productores de café, que en su gran mayoría son campesinos e indígenas.

Cortador de café arábigo en el municipio de Coatepec, Veracruz. Esta variedad es la mejor cotizada en el mercado.

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LA CAFETICULTURA CAMPESINALeonardo Durán Olguín Unión de Tosepan Titataniske

Durante la segunda mi-tad del siglo pasado, la cafeticultura mexica-na transitó de ser una

actividad exclusiva de las grandes fincas a ser dominada por peque-ños productores. El acceso inicial de los campesinos indígenas a esta rama fue paulatino y sigiloso, pues su primer acercamiento fue vía su contratación como peones para el trabajo en las fincas. Así fue como conocieron al café como cultivo y desarrollaron sus primeras expe-riencias como productores. En los años 60’s el Estado mexicano tomó la decisión de fomentar la produc-ción del aromático y encontró en los campesinos la plataforma más sólida para concretar ese impulso.

Los campesinos, en su mayoría indígenas, que viven en las zo-nas serranas de transición entre las selvas tropicales y los bosques templados, establecieron en sus terrenos el café, cultivo que se in-tegró armónicamente a sus modos de vida y a las condiciones de los predios. El café es una planta que crece bajo árboles de sombra, algo que los pequeños productores su-pieron entender como una virtud.

La irrupción campesina al café dio lugar al desarrollo de un mo-delo tecnológico sui generis: la producción del grano, con proce-sos de conservación y restauración ecológica, contribuyó de manera importante a la preservación de los recursos. Este modelo fue diseña-do por las manos y la sabiduría de los campesinos, que en su cosmo-visión indígena heredan una tradi-ción agrícola milenaria, donde la diversidad es la estrategia más fuer-te de permanencia. Es un modelo que responde a un modo de vida, el campesino, que tuvo que sortear las embestidas de la revolución ver-de para no perder su identidad.

Respondiendo a las intenciones del Estado por incrementar la producción como una forma de generar divisas para el país, se pro-movieron modelos de producción especializada, cuya estructura se basaba en simplificar o eliminar los árboles sombra. Así, los técni-cos extensionistas promovían los modelos de cultivo bajo sombra mono específica o a pleno sol, que en otros países como Brasil, Colombia o Costa Rica, fueron altamente adoptados por los ca-feticultores, pero que en México hicieron muy poco efecto en los pequeños productores.

Al margen de estos modelos im-puestos, los pequeños productores mexicanos desarrollaron los pro-pios con estructuras de complejos sistemas agroforestales. Se crearon desde sistemas de tipo rusticano, que consisten en introducir el café en áreas con vegetación natural

(se eliminan los arbustos y se con-servan los árboles para sembrar debajo el café), hasta sistemas de policultivo, en donde la planta de café se siembra asociada a otras es-pecies de árboles y arbustos.

Dichos policultivos tuvieron su ex-presión más simple en los sistemas de tipo comercial, donde el café se cultiva junto con otras especies bajo un diseño de plantación espe-cífico, el cual posibilita la cosecha de otros productos distintos al aro-mático (como plátanos, cítricos, maderables, etcétera), que se desti-nan al mercado. Pero la expresión más popular del policultivo fueron los sistemas de tipo tradicional, en los cuales el cafetal es un espacio donde se siembran muchas espe-cies vegetales más, las cuales son fomentadas o toleradas sin un arre-glo específico, pero respondiendo a las necesidades de crecimiento particulares de cada planta, lo cual resulta en interesantes mosaicos de la biodiversidad, con hasta más de cien especies vegetales asociadas.

Los sistemas de cultivo de los pe-queños productores mexicanos fueron diseñados con el interés de generar diversos satisfactores a las familias y a las comunidades cafetaleras, tanto por la cosecha de productos destinados al auto-consumo, como por los ingresos por la venta de productos distintos al café. Son sistemas que basan su estructura y funcionamiento en la diversidad de opciones que ofrece el cultivo, más allá de la produc-tividad específica por la cosecha

del grano. Es decir, son sistemas que responden al modo de vida campesino y que no se ajustan a la lógica de la producción del sis-tema capitalista. Por lo tanto, son sumamente cuestionados desde los cánones convencionales de la tecnología agrícola, pero han dado muestras de su nobleza y potencial en términos sociales y ambientales (muchos agrónomos los desdeñan, mientras que biólogos y sociólo-gos son sensibles y aprecian sus cualidades).

Sobre todo, son sistemas de cultivo que han permitido diseñar estrate-gias más firmes en los momentos de afrontar las crisis.

Tomando como referencia la tra-dición comunitaria que emana desde los pueblos campesinos, los pequeños productores de las distintas regiones cafetaleras han creado organizaciones que buscan mejorar las condiciones de vida de sus socios y que funcionan con base en los principios de la autono-mía y la solidaridad.

Una de sus estrategias ha sido la creación y el impulso de los segmentos orgánico y de comer-cio justo en el mercado global del café, los cuales permitieron revalo-rar los agroecosistemas cafetaleros de los pequeños productores, y re-sultaron ser la forma más eficiente para enfrentar el entorno de crisis que se ha vivido desde la década de los 90 s. El recrudecimiento de las políticas neoliberales en el mercado mundial del aromáti-co propició la penetración de las grandes trasnacionales a lo largo de la cadena productiva, indus-trial y comercial del café; la es-peculación es el arma de control más poderosa de esas empresas. Estas políticas destruyeron al sec-tor agroexportador del café, que anteriormente estaba sustentado en estructuras gubernamentales (el Instituto Mexicano del Café), así como a un importante sector de industrializadores y comercia-lizadores del grano, provenientes de familias de abolengo. En muy pocos años las trasnacionales afianzaron su dominio en la co-mercialización del café mexicano. Las organizaciones de pequeños productores que se insertaron a los circuitos de mercado mediante la producción orgánica y el comer-cio justo son las únicas que han hecho frente a la embestida de las trasnacionales.

Crear nuevos espacios en el mer-cado del café ha sido la principal innovación aportada por las orga-nizaciones de pequeños producto-res en los 20 años recientes, en el marco de la apropiación del pro-ceso productivo. A partir de esta innovación, se han desarrollado muchas otras, como el diseño de normas y procesos de certifica-ción, el establecimiento de redes de productores, o el impulso de organismos financieros desde las propias organizaciones.

Sin embargo, y pese a la vocación campesina de las organizaciones de pequeños productores, se ha dejado de lado la reapropiación del eslabón más importante en la ca-dena productiva: la producción en campo. En las dos décadas recien-tes, se ha invertido mucho desde estas organizaciones para avanzar en los procesos agroindustriales y comerciales, pero se ha hecho muy poco o nada por mejorar la producción en los cafetales. Al tiempo que se fueron generando nuevas ideas para desarrollar me-joras de mercado e institucionales, se fue dejando de lado la vocación productiva, y hoy tanto los cafeta-les como los cafeticultores se están avejentando. Para los productores jóvenes hoy resulta muy seductor trabajar en las áreas administrati-vas de sus organizaciones, usando la computadora, pero les parece muy poco atractivo trabajar en sus

parcelas, usando un machete o una pala para atender las matas de café. Y las consecuencias de este abandono en la vocación producti-va se están sintiendo con fuerza en la época actual.

El entorno actual se ha vuelto sumamente agreste para la so-brevivencia de los pequeños pro-ductores de café. Por un lado, las políticas gubernamentales se han orientado a favorecer aún más el control de las trasnacionales, algo que en el actual gobierno federal se está mostrando con más claridad; muchos calificamos la actual ges-tión pública como un desastre en política cafetalera. Estrategias que buscan enganchar a los producto-res con las trasnacionales (median-te el concepto de “agrocluster”) o que fomentan esquemas financie-ros donde los productores compro-meten la propiedad de su parcela son signos claros de una política pública que busca poner fin a una cafeticultura campesina (algo que fue planteado desde el sexenio de Vicente Fox, por el entonces secretario de Agricultura, Javier Usabiaga, quién señaló que debía encontrar un “esquema de salida” para los pequeños productores de café). El cambio climático, que se manifiesta claramente en las zonas cafetaleras, vuelve cada vez más complejo el mantener los ci-clos productivos de forma estable. Los proyectos extractivos están in-cursionando con fuerza en las zo-nas cafetaleras, buscando despojar a los campesinos de los recursos de su territorio. Y por si fuera poco, la roya del café, altamente agresi-va, está presente en México desde hace tres años, avanzando de sur a norte, y ha causado fuertes daños en una cafeticultura descuidada y con productores que están poco preparados para enfrentar esta enfermedad.

Esto pone de manifiesto que hoy más que nunca es necesario re-gresar a nuestros cafetales, para encontrar desde ahí las respuestas al entorno adverso del presente y poder soñar en el futuro. Porque la cafeticultura del siglo XXI tendrá que ser la de una cafeticultura que regrese a sus orígenes para avan-zar hacia adelante. Que recobre la visión campesina en su relación con la tierra desde la parcela y la construcción del territorio desde el pueblo. Una cafeticultura dise-ñada por la innovación agrícola en manos de los pequeños pro-ductores, para desarrollar una tec-nología propia desde la sabiduría campesina. En las organizaciones de pequeños productores se está cobrando cada vez más concien-cia de la necesidad de recobrar nuestra vocación campesina. Es momento de regresar a los cafeta-les para seguir adelante, el tiempo nos dirá si pudimos hacerlo.

Crear nuevos espacios en el mercado del

café ha sido la principal innovación

aportada por las organizaciones de

pequeños productores en los 20 años recientes

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Chiapas

LUCHA POR LA CONSERVACIÓN Y LA SOSTENIBILIDAD DE LAS ORGANIZACIONES DE PEQUEÑOS PRODUCTORESHugo Lares Asesor de Triunfo Verde

La Reserva de la Biosfera El Triunfo se encuen-tra dentro del sistema montañoso de la Sierra

Madre de Chiapas. Es un área na-tural protegida con una superficie de unas 119 mil hectáreas, confor-mada por una zona de amortigua-miento, donde se permite la agri-cultura y explotación de ganado, y una zona núcleo, donde se desa-rrollan únicamente actividades de investigación, monitoreo de fauna silvestre y ecoturismo (visitas guia-das al campamento base).

El Triunfo también es una de las principales zonas productoras de café de calidad en México, la agricultura orgánica que realizan grupos organizados de pequeños productores ha podido abrir es-pacios dentro de los cafés de alta especialidad, donde la principal característica es la calidad, sabo-res diferenciados que posee, que lo hace atractivo para los consu-midores de Estados Unidos (prin-cipal destino de la exportaciones) y Francia. Estar certificado como orgánico y de Comercio Justo le da más valor agregado,

Destacan dos organizaciones de productores: Campesinos Ecológi-cos de la Sierra Madre de Chiapas (Cesmach) y Triunfo Verde. Am-bas forman la Unión El Triunfo, y agrupan alrededor de mil produc-toras y productores de café orgáni-co desde hace más de 15 años.

La cafeticultura nacional, y en es-pecífico en la región de El Triun-fo, ha sido castigada severamente las dos cosecha recientes por la roya del café (Hemileia vastatrix),

que ha bajado la cantidad y cali-dad de las cosechas.

La roya es una enfermedad que, se tenía pleno conocimiento, había de-vastado a los países productores de café de Centro y Suramérica. Las autoridades sanitarias en México no aplicaron una estrategia adecuada de cuarentena y monitoreo de la roya; fueron los mismos afectados quienes prendieron las alarmas e iniciaron sus propios esquemas de control.

En 2013 el gobierno del estado de Chiapas implementó un programa de manejo de la roya, con brigadas y entrega de insumos a producto-

res, aplicando fungicidas conven-cionales, con resultados desastro-sos, debido que el producto no tuvo algún efecto positivo. Además de que mucho no fue aplicado por la falta de recursos de los produc-tores para realizar las aspersiones.

Para el caso Triunfo Verde, los cafetaleros establecieron una biofábrica, donde se están produ-ciendo insumos para recuperar la plantaciones (fertilizantes foliares y fungicidas). “El manejo orgáni-co es la mejor manera de ganar terreno a la roya, plantas jóvenes de variedades locales tolerantes a roya, adaptadas a la región, bien

podadas, con una fuente conti-nua de nutrientes y aplicación de fungicidas preventivos a tiempo, en las dosis y etapas precisas, nos permitirán controlar los daños de la roya”, dice Lenin, coordinador de producción. La producción de fungicidas y fertilizantes foliares tiene un costo de producción que representa sólo 20 por ciento del costo de los convencionales.

Las dependencias gubernamentales y las instancias que rigen las políti-cas cafetaleras (Amecafé y Sistema Producto Café) han promovido la utilización intensiva de híbridos de la variedad Catimor (que implica más densidad y aplicación de quími-cos), como la única solución para re-ducir los efectos de la enfermedad.

Silvia Roblero, encargada del área de producción de Cesmach, comenta: “En nuestras parcelas hemos encontrado árboles de va-riedades Bourbon, Pachi y algunas nativas más, tolerantes a roya, las cuales hemos seleccionado y cata-do con alta calificación, mismas que se estar distribuyendo para re-novar las plantaciones afectadas”.

México fue hasta hace unos cinco años el primer productor de café orgánico del mundo, Sixto Bonilla, de Cesmach, indica que “es nece-sario recuperar la productividad en nuestras parcelas y la calidad de nuestras cosechas, a fin de garanti-zar una oferta de café diferenciado para los nichos de mercado espe-ciales, y que esto a la vez asegure a los productores de nuestras orga-nización mejores ingresos para el sostenimiento de sus familias”.

Evento: Foro en De-fensa del agua y la vida. Organiza: Varias organizaciones. Fecha, lugar y hora: 20 y 21 de marzo, salón Car-los Marx, Facultad de Economía de la BUAP. A partir de las 09:00 horas.Informes: [email protected]

Libro: Tierra arrasada. Petróleo, soja, pas-teras y mega minería. Radiografía de la Ar-gentina del siglo XXI. Autor: Darío Aranda. Editorial Sudamericana. http://www.darioaran-da.com.ar /2015/02/l i b ro - t i e r ra -a r rasa -da-petroleo-soja-pas-teras-y-megamineria/

Libro: Apropiación de agua, medio ambi-ente y obesidad. Los impactos del negocio de bebidas embotella-das en México. Coordi-nador: Gian Carlo Del-gado Ramos. Editan: UNAM. Centro de In-vestigaciones Interdis-ciplinarias en Ciencias y Humanidades.

Vivero con plantas orgánicas tolerantes a la roya del café.

Capacitación en biofabrica para la producción de insumos orgánicos.

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Argentina

TRANSGÉNICOS: UN NEGOCIO ATENDIDO POR SUS DUEÑOSDarío Aranda Periodista, colaborador del Periódico de la CTA

Un organismo clave en la autorización de transgénicos, la Comi-sión Nacional Asesora

de Biotecnología Agropecuaria (Conabia), está dominado por las empresas del agro y por científicos vinculados al sector privado.

Las multinacionales Monsanto, Bayer, Syngenta y Dow son algunas de las empresas que, en el marco de la Conabia, tienen injerencia en la aprobación de los transgénicos que esas mismas empresas impulsan. También participan en la Conabia empresas “nacionales” (Biosidus y Don Mario), las cámaras empre-sarias e “investigadores indepen-dientes” con claras vinculaciones con empresas. El gobierno y las compañías publicitan a la Conabia como un “espacio pionero con un marco regulatorio sólido y de base científica”. De los 47 integrantes, más de la mitad (27) pertenecen a las empresas o tienen clara vincu-lación con las mismas firmas que deben evaluar.

Conflictos de intereses, y com-plicidades, en la aprobación de transgénicos en Argentina

Conabia. La Conabia funciona desde 1991, depende del Ministerio de Agricultura y actúa en tándem con la Dirección de Biotecnología (también del Ministerio). Tienen como objetivo “garantizar la biose-guridad del agroecosistema”.

Según información oficial, la Conabia “analiza y evalúa las soli-citudes presentadas para desarrollar actividades con organismos gené-ticamente modificados –transgé-nicos- (OGM)). Con base en in-formación científico-técnica y en datos cuantitativos respecto de la bioseguridad del OGM, emite un dictamen” para la continuación o rechazo del pedido empresario.

La Conabia reconoce que cuen-ta con representantes del sector público y privado y los denomina “expertos”. Aclara en su página de internet que “los miembros deben expresar cualquier tipo de conflicto de interés que pudiera surgir en la evaluación de las solicitudes pre-sentadas. Esto es imprescindible para garantizar la transparencia e imparcialidad de los dictámenes”.

Integrantes. Son dos hojas A4. Una lista de nombres, apellidos y perte-nencia institucional. Aunque son integrantes de un espacio oficial, la información no provino de nin-guna oficina de gobierno (que es-conde los nombres), sino del sector privado. En la lista figuran 47 per-sonas. De ellas depende, en gran medida, la aprobación de transgé-nicos en Argentina. Y, paradoja, 27

de ellas son de las mismas empresas que impulsan el modelo transgéni-co o de científicos con estrechos lazos con las mismas empresas.

También hay 12 técnicos y fun-cionarios del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Sena-sa), Instituto Nacional de Semi-llas (Inase), Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Todos espacios con frondosos an-tecedentes de colaboración con el sector privado y transgénico.

Monsanto. Miguel Álvarez Aran-cedo es ingeniero agrónomo recibi-do en la Universidad de Buenos Ai-res (UBA). Participa en la Conabia como parte de la Cámara de Sani-dad Agropecuaria y Fertilizantes (Casafe). Su lugar de trabajo real es Maipú 1210, la oficina central de Monsanto en Argentina. Aran-cedo es desde 2004 el director de Asuntos Regulatorios de la princi-pal multinacional transgénica del mundo y también es vicepresiden-te de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), espacio de arti-culación y cabildeo político de las multinacionales y empresas locales.

En marzo de 2012, Arancedo ce-lebró que la nueva soja (soya) de Monsanto (Intacta RR2 Pro) co-menzaría a sembrarse en breve y se refirió al sistema de liberación del transgénico: “Tenemos la aproba-ción de Conabia, así que venimos muy bien en los tiempos. Creemos que podría llegar a estar a disposi-ción de los productores el año que viene (2013)”.

Arancedo no aclaró que él mismo participa en la Conabia y en el sis-tema de aprobación. El gobierno nacional autorizó la soja ese mismo 2012.

Syngenta. Juan Kiekebusch está inscrito en Conabia como miem-bro de ASA. Lo cual es cierto. Pero también es director del Comité Ejecutivo de Syngenta, una de las mayores corporaciones del agro. En el Biotech Forum (publicitado como el “primer foro internacional

del negocio de la biotecnología”), Kiekebusch reclamó acelerar los tiempos de aprobación de transgé-nicos: “Un avance biotecnológico que en Japón tarda un año y medio en ser aprobado, aquí y en Europa lleva cinco años”.

En el XVIII Congreso de la Aso-ciación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), el directivo de Syngenta e integrante de Conabia reclamó “decisiones políticas” para un marco regulato-rio que contemple la “protección de derechos de propiedad inte-lectual” para así facilitar nuevos transgénicos.

Aacrea. Juan Balbín figura en la Conabia como representante de la Asociación Argentina de Con-sorcios Regionales de Experimen-tación Agrícola (Aacrea), espacio institucional de pequeños y media-nos empresarios del agro. En mayo de 2013 integró la comitiva oficial a China (encabezada por el ex mi-nistro de Agricultura y presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez).

También formaron parte del viaje Pablo Vaquero, presidente de Mon-santo; Gastón Fernández Palma, presidente de Aapresid y vicepresi-dente de Maizar –que reúne a las empresas del sector-; Miguel Calvo, titular de la Asociación de la Cade-na de la Soja de Argentina (Acsoja), y Manuel Mihura, director de Nue-vos Negocios de la semillera Don Mario, entre otros. El motivo del via-je fue exponer la bondades de la soja Intacta, que no contaba aún con la aprobación en China, y al mismo tiempo convencer a los funcionarios chinos de las (supuestas) ventajas de los eventos transgénicos para maíz.

Por Aacrea también está Bernar-do Debenedetti. La organización se autodefine como “una asocia-ción de empresarios agropecuarios que trabajamos en grupo, y com-partimos nuestras experiencias y conocimientos para aumentar la rentabilidad y lograr el crecimiento económico sustentable de nuestras

empresas”. Debenedetti también integra el Grupo Biotecnología, es-pacio que se reúne en la Bolsa de Cereales, y donde participan Casa-fe, Aapresid, Ciara (exportadores), ASA, y Maizar, entre otras. En resu-men: todas las empresas del sector.

Animales transgénicos. Biosidus es una empresa de referencia en la clonación de animales o, también llamados, “animales transgéni-cos”. Con más de tres décadas en el mercado, se autodefine como “una compañía de biotecnología argentina que ha desarrollado un negocio global en el suministro de biofármacos de alta calidad en territorios de Asia, África, Europa del Este y América Latina”. Uno de sus más publicitados trabajos fue “la primera vaca clonada”, en 2002, bautizada Pampa. En esa iniciativa participó Lino Barañao y siempre fue público su trabajo y su cercanía con Biosidus (es curioso que en su CV no aparezca su desempeño en la empresa de biotecnología).

Andrés Bercovich es bioquímico de la UBA, hace 23 años trabaja en Biosidus (desde 2008 es gerente de Investigación y Desarrollo) y tam-bién tiene una silla en la Conabia. Bercovich estuvo a cargo del pro-yecto de los clonados terneros llamados Patagonia I, II, III y IV, publicitados como material genéti-co para obtener insulina humana. La publicidad empresaria prometía que con dos mil 500 vacas similares se podría abastecer de insulina a todo el mundo.

“Los argentinos somos muy abiertos a todo lo nuevo en tecnología. No es un país miedoso” , afirmaba el científico en una entrevista pública y daba un ejemplo: “La soja trans-génica tiene una trascendencia económica enorme para el país. Y aquí en la Argentina la mayor parte de los cultivos son de plantas trans-génicas y nadie tiene problemas en consumirlas ni cultivarlas. Hay una historia, una apertura mental. La biotecnología trae soluciones tras-cendentes, como en el caso de la soja o de los biofármacos”.

En 2010, formó parte del equipo que clonó el “primer caballo en La-tinoamérica”, llamado Ñandubay Bicentenario. Era de la raza ñan-dubay, utilizada para selectos de-portes (polo y salto).

Caña transgénica y DDHH. Atilio Castagnaro es referente de la Esta-ción Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (INTA Tucu-mán). En 2011 formó parte de un equipo de científicos del Mercosur que creó que un robot que busca las plantas de soja más aptas para resistir la sequía. “Un gran resulta-do de este proyecto es el haber sido

capaces de construir un robot o pla-taforma automática para la evalua-ción masiva de genotipos de soja, respecto de su capacidad de tolerar el déficit hídrico o sequía”, dijo Castagnaro. Cada día, el robot re-corre simultáneamente 120 mace-tas con plantas de soja, determina su consumo hídrico para regarlas con la cantidad precisa de agua, y les toma fotografías estereoscópicas para documentar el crecimiento.

En el grupo de trabajo (y de patente) participaron dos empresas: Nidera (una de las grandes multinaciona-les del agro), y el Instituto de Agro-biotecnología de Rosario(Indear), espacio de referencia en cuando al impulso de los transgénicos. In-dear, a su vez, pertenece a la em-presa Bioceres, donde están presen-tes Gustavo Grobocopatel (unos de los mayores pooles de siembra del continente) y Víctor Trucco (presi-dente honorario de Aapresid).

Castagnaro coordina el proyecto de la Cadena Oleaginosa de Biotecsur (BiotecSojaSur), un espacio promovi-do por el Ministerio de Ciencia don-de confluyen académicos, ámbitos estatales y, claro, empresas del agro.

Castagnaro es un férreo impulsor de la caña de azúcar transgénica para agrocombustibles (iniciativa muy cuestionada por movimientos campesinos y organizaciones so-ciales por sus efectos sociales y am-bientales). Atilio Castagnaro propu-so en 2013 que 50 por ciento de la matriz energética de Argentina sea con base en agrocombustibles.

Junto a Castagnaro trabaja Bjorn Welin, también parte de la Conabia.

Ingenio Ledesma. Ricardo Fer-nández de Ullibarri figura como participante de la Conabia por la Chacra Experimental Agrícola Santa Rosa (Salta). La Chacra es el “instituto de investigación” del In-genio Ledesma e integra también la Asociación Semilleros Argenti-nos (ASA), donde están todas las grandes empresas internacionales. “El objetivo principal (de la Cha-cra) es crear variedades que mejo-ren la productividad, competitivi-dad y rentabilidad de los ingenios del norte argentino”, remarca la presentación de la empresa.

Fernández de Ullibarri es un im-pulsor de los organismos genética-mente modificados. “Ya tenemos nuestras propias cañas transgéni-cas, pero aún no las sacamos co-mercialmente. En todo el mundo se está trabajando sobre eso, pero nadie aún se animó a cultivarlas comercialmente por los prejuicios que hay. Lo más lento es toda la burocracia relacionada a las

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normas de bioseguridad y legales, no la investigación en sí”, se quejó en 2007. Y tomó postura sobre los críticos a los OGM: “Hay que trabajar con empresas y consu-midores en lo que es imagen, por-que hay muchos prejuicios sobre los transgénicos entre la gente”.

Cuadro de Monsanto: Hugo Per-mingeat figura en Conabia como “investigador científico de la Fa-cultad de Ciencias Agrarias de Rosario”.

Como secretario general de la Fa-cultad y junto a la decana (Liliana Ramírez), Hugo Permingeat jus-tificó abiertamente la incidencia privada en la universidad pública: “Monsanto forma sus cuadros aquí. Son ingenieros agrónomos a los que les brinda la capacitación de posgrado y Monsanto valora esa ca-pacitación que brindamos”.

Fue la forma de justificar que Monsanto, Pioneer y Syngenta hayan “donado” un laboratorio de biotecnología en la Facultad y equi-pamiento por 300 mil dólares. “An-tes no teníamos nada, así que en verdad es nuestro orgullo. Cuando golpeamos la puerta (de Monsan-to) para que nos ayuden, no tienen miramientos y nos ayudan a hacer cosas como el laboratorio”.

Permingeat, como parte de Conabia, debe autorizar o rechazar pedidos de Monsanto.

¿Ecologista? Diego Ferraro es in-geniero agrónomo e integra la Conabia como representante de la Asociación Argentina de Ecolo-gía (AAE). Curioso es que nadie dentro del mundo socioambiental, asambleas, ONGs y académicos co-nozca a la AAE.

La dirección postal de la AAE es San Martín 4453. Es la misma de la Facultad de Agronomía de la UBA, y también la del Instituto de Inves-tigaciones Fisiológicas y Ecológicas (Ifeva), un espacio de estudio con explícita vinculación a las empresas del agro y ferviente defensor del modelo de agronegocios.

El director del Ifeva es Claudio Ghersa, un reconocido impulsor de los transgénicos y con publicacio-nes científicas junto a Monsanto. Diego Ferraro trabaja en el Ifeva junto a Ghersa, y tienen media de-cena de publicaciones científicas en coautoría.

Ante el avance de las malezas resis-tentes a agroquímicos (uno de los grandes problemas irresueltos del agronegocios), en febrero de 2014 se relanzó la Asociación Argentina de la Ciencia de las Malezas (Asa-cim). Entre otros, la integran Gher-sa y Ferraro. Y también participan las empresas. Entre otras: Aacrea y Aapresid.

ILSI, Monsanto, Bayer... María Fernanda Foresto figura como in-

tegrante de la Conabia como refe-rente por la Chacra Experimental Agrícola Santa Rosa (del Ingenio Ledesma). Pero hay otro conflic-to de intereses. Foresto integra el Comité de Biotecnología del Insti-tuto Internacional de Ciencias de la Vida (ILSI), uno de los grandes centros internacionales de cabildeo científico en favor de los transgéni-cos. El ILSI está auspiciado y finan-ciado por Monsanto, Dow Agros-ciences, Bayer y Syngenta.

INTA. Dalia Marcela Lewi es parte del Instituto de Genética del INTA y forma parte de la Conabia. En el libro Biotecnología y mejora-miento vegetal II, Capítulo X, es-cribe un texto académico titulado “Aplicaciones de la biotecnología en el control de insectos”. Remarca los beneficios de los transgénicos en el control biológico, reducción de plaguicidas, aumento del rendi-miento y, como si fuera poco, me-nor uso de agua. Firma el artículo en coautoría con Clara Rubinstein, de Monsanto Argentina.

También investigó, junto a la em-presa Bioceres (otra de las referen-tes del agronegocios), la resistencia del maíz transgénico al frío y a la salinidad.

Lewi también forma parte del Comité de Biotecnología de ILSI, junto a investigadores de Mon-santo, Syngenta, Bayer y Dow Agrosciences.

Escribió un breve artículo en el periódico de la Sociedad Argen-tina de Apicultores (una de las producciones más afectadas por las fumigaciones). Lewi intentó llevar tranquilidad a los apicultores perjudicados: “Los cultivos gené-ticamente modificados producen alimentos seguros para el consumo humano y animal. Se han estudia-do cuidadosamente y cumplen con las normas de seguridad ambien-tal y alimentaria. Toda la evalua-ción está basada estrictamente en criterios científicos. Vale la pena destacar que no existen peligros de toxicidad o alergenicidad”. Fir-

mó el artículo como “miembro de Conabia”. Omitió sus vinculacio-nes con las empresas transgénicas.

Popurrí. Teresita Martín figura como parte de Conabia en repre-sentación del Foro Argentino de Bioteconología. No específica que es referente de la empresa DuPont Pioneer. En Conabia también par-ticipan (y deciden) Luis Negru-chi (Aapresid) y Alejandro Petek (Aapresid).

Guillermo Mentruyt firma como integrante de ASA (semilleros), no aclara que es gerente de Asuntos Regulatorios de Dow AgroSciences

En julio de 2012, Dow AgroS-ciences anunció “la inminente comercialización” de los primeros híbridos de maíz con hasta cinco características “modificadas a tra-vés de la biotecnología”. Mentruyt explicó que los maíces ya había pasado “todas las evaluaciones pertinentes relacionadas con la bio-seguridad para el agroecosistema (a cargo de la Conabia)”. Omitió que la misma Syngenta integra la Comisión.

Lucas Lieber es egresado de la Fa-cultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Rosario. Su currí-culum detalla su trabajo en Indear y Bioceres. También está presente en Conabia.

La bióloga Magdalena Sosa Be-láustegui aparece como parte de Casafe. También es, desde 2004, parte de la multinacional Bayer. En su currículum resalta que en 2013 recibió el Premio Bayer a la Innova-ción en Asuntos Regulatorios.

Fernando Bravo Almonacid (Coni-cet) es investigador “independiente del Conicet en el Instituto de Inves-tigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular (Ingebi-UBA) y trabaja en la mejora genética de la papa. Luego de seis años de traba-jo, en 2013 logró una nueva varie-dad, que sería más resistente a los virus del campo. Todo lo referido a la aprobación en Conabia quedó

a cargo de la empresa Tecnoplant (del Grupo Sidus). Almonacid tam-bién forma parte de Conabia.

Cómo “observadores” de la Conabia figuran dos integrantes de la Cámara Argentina de Biotec-nología). Gerónimo Watson (desde hace nueve años con el cargo de “líder en desarrollo” de la empresa Indear) y Mirta Antongiovanni (ge-rente de Asuntos Regulatorios de la semillera Don Mario).

UBA, S.A. Eduardo Pagano es agrónomo, doctor en ciencias bio-lógicas y fue, hasta marzo pasado, vicedecano de la Facultad de Agro-nomía de la UBA. También integra la Conabia y es profesor a cargo de la cátedra de Bioquímica de Agronomía de la UBA. Desde esa cátedra, trabaja junto a la semille-ra Don Mario (una de las grandes empresas argentinas del sector) en cultivos de trigo y soja. “Elegimos vincularnos con Don Mario por-que es una empresa nacional que apuesta a la formación de recursos humanos y porque esta relación nos ofrece una posibilidad concreta de trasferir el conocimiento que gene-ramos y de llegar con nuestras in-vestigaciones al medio productivo”, afirmó Eduardo Pagano .

El director de Investigación de Don Mario, Marcos Quiroga, también celebró el trabajo conjunto: “Gene-ramos tecnologías que sirven para dar soluciones concretas a proble-mas muy importantes para el culti-vo de soja en la Argentina, Estados Unidos y Brasil”, ejemplificó.

Pagano fue más allá y celebró que estudiantes de la UBA hagan sus tesis en la empresa Don Mario: “En nuestra cátedra participan es-tudiantes que recién comienzan a cursar, así como otros que están ha-ciendo su trabajo de intensificación para finalizar la carrera, o realizan maestrías, doctorados y posdoctora-dos. El hecho de que haya investi-gadores instalados en una empresa haciendo su posgrado es novedoso en el sistema científico argentino”.

Pagano nunca expresó conflictos de intereses para aprobar transgéni-cos en Conabia.

Denuncias y relatos. Desde la aprobación de la soja RR con uso de glifosato en 1996, el accionar de la Conabia siempre fue blanco de denuncias por organizaciones so-ciales y científicos no vinculados al sector privado. Desde los gobiernos siempre relativizaron la incidencia empresaria pero también siempre ocultaron la nomina de integrantes y nunca precisaron la forma de fun-cionamiento de la Comisión. Mu-cho menos hacen públicas las actas y la forma de aprobar los pedidos empresarios.

El Centro de Estudios Legales del Medio Ambiente (CELMA) de-nunció en 2013 ante la justicia fede-ral la forma “irregular” en que fue

aprobada la semilla de soja Intacta RR2 de la empresa Monsanto (en 2012). Cuestionó la inexistencia de consulta pública (como establece la ley argentina), la carencia del debi-do estudio de impacto ambiental y la omisión de frondosa bibliografía científica sobre los efectos nega-tivos en salud y ambiente de los transgénicos.

El CELMA accedió al expediente administrativo de aprobación de la soja de Monsanto, denunció que la semilla aprobada “no posee una debida declaración de impacto am-biental” por parte de la Conabia y explicó que la aprobación “se sus-tenta en estudios sólo de Monsan-to”. El Estado no realizó ningún estudio. Fernando Cabaleiro, del CELMA, cuestionó el rol de la Conabia y del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Sena-sa). “Se basan sólo y exclusivamen-te en los estudios realizados por la propia firma solicitante, Monsanto. No existe ninguna observación ni pregunta sobre los trabajos pre-sentados por la empresa”, afirmó el abogado y mostró la foja 37, do-cumento de decisión con el que la Conabia aprobó la nueva soja. Se visualizan 11 garabatos-firmas, sin aclaración de nombres, especiali-dad ni cargos. “Pudo ser cualquie-ra. Es insólita la impunidad con la que dan luz verde a una semilla que abarcará millones de hectá-reas”, dijo el abogado.

La Conabia aprobó más de 30 even-tos transgénicos (maíz, soja y algo-dón), pero se niega a hacer públicos los expedientes de aprobación. El Periódico de CTA llamó al secreta-rio ejecutivo de la Conabia y direc-tor de Biotecnología del Ministerio de Agricultura, Martín Lema. Pero éste no devolvió los llamados.

En 31 de octubre pasado, el Mi-nisterio de Agricultura envío una gacetilla elocuente, titulada “el trabajo de la biotecnología Argen-tina fue reconocido por la Orga-nización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agri-cultura (FAO). Celebraba que la Conabia había sido seleccionada como “centro de referencia” de la FAO para la “bioseguridad” de transgénicos. La Conabia pasará a “prestar asesoramiento técnico y científico” a la FAO.

El comunicado del Ministerio de Agricultura se autoelogiaba. “Rea-firma a nuestro país como uno de los principales líderes a nivel mun-dial en biotecnología” y definió a la Conabia como “un espacio pione-ro a nivel mundial en materia de aprobación de OGM, que prioriza la seguridad para el agroecosistema y la inocuidad para el consumo hu-mano y animal”.

Este artículo fue editado. Originalmente se publicó en el Periódico de la CTA Nº 107, correspondiente a los meses de noviembre-diciembre 2014. http://is.gd/L0mm85

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José Alberto Velázquez Cruz Docente de la Escuela Preparatoria 1, de Ocozocoautla, Chiapas. Estudiante de la maestría Medio Ambiente: Dinámica de Territorios y Sociedades, en el Museo Nacional de Historia Natural de París, Francia [email protected]

La agricultura y las ciu-dades. La historia de la humanidad cambió ra-dicalmente a partir del

desarrollo de la agricultura hace unos diez mil años. Los primeros grupos humanos capaces de pro-ducir sus alimentos a partir de la siembra de las semillas –que con el paso del tiempo irían perfec-cionando por medio de un com-plejo sistema de selección para tener productos de buen sabor, de mayor duración en almacén, de mayor aporte energético y mejor resistencia a las enfermedades- de-sarrollaban a la par una forma de vida ligada a la tierra, un sistema cultural (lenguaje, vestimenta, ceremonias, construcción, educa-ción) centrado en la agricultura como relación hombre-naturale-za. Podemos observar ejemplos de esta relación tan estrecha en las civilizaciones de la antigüedad de todos los continentes.

Cada pueblo ha tenido una histo-ria diferente en cuanto al uso de la tierra, las técnicas agrícolas, las plantas y los animales selecciona-dos para alimentarse y la calenda-rización de las siembras y cosechas según las latitudes geográficas. A pesar de estas diferencias, la agri-cultura –posesión de la tierra y de-recho a la producción alimentaria- ha sido un tema de fondo en los movimientos sociales y las luchas históricas más emblemáticas de la humanidad. Detrás de cada uno de nosotros hay más de un ances-tro agricultor, y no tenemos que ir muchas generaciones atrás para valorar la herencia cultural ligada al campo. La historia de la mo-dernidad y el sistema económico actual basado en el consumo de bienes y servicios tiene sus raíces relativamente recientes. Durante ese devenir histórico de los tres siglos recientes, el campesino ha perdido su papel central para abrir paso a nuevos roles sociales que la sociedad moderna demanda.

Durante el siglo XVII se construi-rían las bases filosóficas y cientí-ficas que abrirían paso a la nueva tecnología para el desarrollo de los grandes polos de población de la modernidad –las ciudades-

pasando claramente por una re-estructuración de la organización económica, geográfica, social y cultural después de la Revolución de 1789, y se concretizarían en el siglo XVIII y XIX con la mecánica como fundamento del modelo de sociedad industrial europea; ese modelo, que posteriormente sería reproducido en las sociedades de los demás continentes, tiene su expresión máxima del desarrollo en las ciudades. Estos centros de población integran bienestar eco-nómico, organización política, ar-quitectura, sistema educativo, me-dios de comunicación, sistemas de mercado, desarrollo de tecnología, producción industrial, y por otro lado la pérdida de la subjetividad humana en un ambiente que abre paso al individualismo citadino, un sujeto calculador, objetivo, que por vivir en las sedes de mercado trabaja para satisfacer sus necesi-dades en ese mismo ámbito que mercantiliza todas las cosas.

La tendencia a la urbanización está al alza: hoy 54 por ciento de la población mundial vive en las ciudades.

La crisis económica. La pobla-ción mundial ha llegado a poco más de siete mil millones de per-sonas, de las cuales una de cada siete vive con menos de un dólar al día. Sobre las desigualdades económicas que agudizan la po-breza en el mundo, un reporte re-ciente de Oxfam sostiene que para 2014, el uno por ciento de los más ricos ostentaba ya el 48 por cien-to de la riqueza mundial, dejan-do el 52 por ciento de la riqueza restante para el 99 por ciento de la población mundial. En esta so-ciedad mercantilista, en la cual es necesario comprar los alimentos para sobrevivir, el problema de la pobreza se agudiza por al desem-pleo y los bajos ingresos económi-cos familiares. Mientras tanto, las grandes corporaciones aumentan sus ganancias de manera sorpren-dente. Según un informe del gru-po ETC, en 2007 los ingresos de Walmart fueron más altos que el PIB de Grecia o el de Dinamarca y las ganancias de British Petroleum excedieron el PIB de Sudáfrica.

Por otro lado, la producción de ali-mentos se encuentra en manos de unas cuantas agroindustrias. Las semillas, que tradicionalmente se conservaban de generación en ge-neración por los campesinos del mundo, son ahora comercializa-das. Existen diez compañías mun-diales que acaparan 82 por ciento del mercado global de semillas de propiedad, entre las cuales desta-can las estadounidenses Monsan-to, DuPont y Land O’ Lakes; la sui-za Syngenta; la francesa Groupe Limagrain, y la alemana KWS AG.

La distribución no equitativa de alimentos en el mundo es en parte responsable de que un habitante por cada ocho (870 millones) sufra de desnutrición crónica, según datos de 2012 de la Organización de las Na-ciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Así, resulta inadmisible que en el planeta 54 por ciento de los alimentos sean desecha-dos durante las fases de producción y de conservación después de la cose-cha, y el 46 por ciento se deseche du-rante la transformación, distribución y el consumo. La crisis alimentaria y económica son sólo una parte de lo que Morin ha llamado crisis civi-lizatoria y Wallerstein crisis del sis-tema-mundo, que trasciende todos los ámbitos de la sociedad moderna: educación, cultura, política y demo-cracia, y de las relaciones humanas en la sociedad. En ese contexto, será importante rescatar parte de nuestras historias, aquellas que nos permitan afrontar la crisis, y en particular el acceso a los alimentos.

Producción en tiempos de crisis. ¿Es posible afrontar la crisis econó-mica y alimentaria como ciudada-nos, como habitantes de las grandes ciudades? Durante la crisis españo-la de 2009, la sociedad de aquel país salió a tomar las calles para deman-dar sus derechos laborales que les permitieran vivir de manera digna, para afrontar la pérdida de empleos provocada por los altibajos de la economía del país ibérico. Es im-portante destacar la organización social que parte de la colaboración y distribución colectiva del trabajo para desarrollar una agricultura de barrios o de colonias de Sevilla, que fomenta de alguna manera la

resistencia a la crisis y la solidaridad entre las personas, que puede llevar a los gobiernos locales a retomar el modelo de producción urbana como alternativa al estancamiento del desarrollo económico y social.

Otra posibilidad de la producción en tiempos de crisis se encuentra en los datches soviéticos, punto de encuentro de saberes y de convi-vencia entre las familias con fines no sólo de producción alimen-taria, sino además con objetivos terapéuticos y estéticos de dimen-siones enormes. Hablar de cuatro millones de parcelas de entre 300 y mil metros cuadrados cada una es referirse a un potencial produc-tivo de grandes proporciones, que habría de permitir la sobrevivencia a las grandes crisis provocadas por las guerras a principios y media-dos del siglo pasado en la antigua Unión Soviética (URSS).

Más ejemplos de cómo la orga-nización urbana permite hacer frente a la crisis los encontramos en América Latina. En el caso par-ticular de Cuba, que después de la caída de la URSS y sometido al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, tuvo que buscar alternativas para la satisfacción de la alimentación de su población. A finales de los años 90’s montó un ambicioso programa de recate de variedades nativas de plantas co-mestibles, y de innovación en téc-nicas de producción agroecológica en las ciudades para poder produ-cir los alimentos de la población. Actualmente, Cuba es uno de los países de América Latina que de-sarrolla nuevas técnicas de manejo agroecológico de los cultivos.

Agricultura urbana en México. En México existen 145 millones de hectáreas que se utilizan en las actividades agropecuarias (73 por ciento de un territorio total de 198 millones de hectáreas). La agricul-tura sigue siendo una actividad fundamental en el medio rural, según la FAO.

¿Cuántos mexicanos viven en las zonas rurales? De acuerdo con la FAO, uno de cada cuatro mexica-nos vive en pequeñas localidades

rurales dispersas de menos de 25 mil habitantes (aproximadamente 24 millones de mexicanos). Sin embargo, 98 por ciento de las lo-calidades tienen menos de dos mil 500 habitantes; es decir, la mayo-ría de las poblaciones son de tipo rural. Existen dos mil poblaciones urbanas en el país que se han de-sarrollado a partir de un contexto campesino, rural y que poseen un potencial de saberes y prácticas relacionadas con la producción de alimentos que pueden ser aprove-chados para generar proyectos de agricultura urbana.

La historia de la agricultura en México se remonta a más de ocho mil años. El país es centro de ori-gen de numerosas variedades de especies como maíz, tomate, agua-cate, chile y cacao. Estas especies se desarrollaron como resultado de la interacción hombre-naturaleza mediada por la cultura de las po-blaciones del México antiguo. Es posible encontrar en nuestros días sistemas productivos antiguos en ciudades como el Distrito Federal. Por ejemplo, el sistema de produc-ción de chinampas. Muchas de las ciudades del país tuvieron su ori-gen en pequeñas localidades ru-rales, cuyos habitantes trabajaban el campo. Poco a poco adoptaron el modelo de desarrollo urbano y crearon servicios públicos para los ciudadanos, los habitantes dejaron las labores del campo para trabajar como servidores públicos u obre-ros. Sin embargo, los conocimien-tos campesinos se conservaron en algunas familias. De tal forma que es posible observar cómo en algu-nas familias se siembran plantas comestibles como chayotes, cilan-tro, perejil, rábano, chile, cebo-llines y acelgas; también plantas medicinales como romero, manza-nilla e hinojo. En casos particula-res, principalmente en las colonias de las periferias urbanas, es posible ver familias que crían aves de tras-patio: guajolotes y gallinas, y en al-gunos casos conejos, como en San Cristóbal de las Casas, en Chiapas

En la actualidad, la crisis económi-ca y agrícola que se vive en México ha generado la organización de un sector de la sociedad, princi-

PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE LA AGRICULTURA URBANA

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palmente jóvenes citadinos preocupados por la salud, por la so-beranía alimentaria y por el medio ambiente. Algunos han decidido comenzar proyectos de agricultura biológica ligados a las comunida-des rurales, fuera de las ciudades; otros han quedado en las ciudades e impulsan pequeñas redes de pro-ducción urbana y comienzan a ge-nerarse círculos de consumidores responsables. En general existe la tendencia de retomar el conoci-miento ancestral de los pueblos campesino y aprender de ellos para afrontar la crisis de alimentos y de la economía nacional. Es precisa-mente esta idea de soberanía ali-mentaria la que es vista como eje fundamental del trabajo de colecti-vos que se inician en la producción urbana. La soberanía vista como el derecho de todas las naciones a mantener y desarrollar su propia capacidad de producir alimentos básicos respetando la diversidad cultural y productiva.

Conclusión. El presente nos ha-bla del potencial productivo de alimentos, tanto en el ámbito rural como en el urbano, en un contex-to de crisis mundial en los diversos componentes de la civilización pos-tindustrial: educativo, económico, político, cultural, social, ambiental.

El pasado de todos los pueblos del mundo, de todos los continentes está aquí, como herencia cultural y de saberes, de conocimientos que se transmiten de generación en generación, sea por escrito o de manera oral. Venimos de una his-toria ligada a la tierra, de una rela-ción profunda hombre-naturaleza, de una historia milenaria que no debemos olvidar.

En ese diálogo pasado-presente es donde podemos encontrar las alternativas a la crisis en la distri-bución y producción de alimen-tos. La producción urbana deberá sustentarse en una nueva relación entre los ciudadanos, una relación de cooperación, colaborativa, de compartir el trabajo y la produc-ción, de generar alternativas eco-nómicas y de consumo; se necesita una nueva pedagogía, quizás, para retroalimentarse de los saberes campesinos, ahora marginados, un tanto olvidados. Cada región del mundo tiene sus particularida-des, sus matices y sus dificultades que habrán de generar innovacio-nes en las prácticas y en las teorías.

Los problemas a enfrentar pueden ser difíciles en algunas regiones: el problema de la contaminación de los suelos y del agua, el combate a los monopolios de semillas, la difi-cultad para salvaguardar la biodi-versidad local, la pérdida de saberes locales, la desvinculación entre la ciencia y el saber del pueblo. Hay quienes prefieren abandonar las ciudades, pero si habremos de que-dar en ellas deberemos al menos imaginarlas diferentes, y construir en ellas otras formas de vida.

QUIÉN FUE FÉLIX SERDÁN NÁJERAPlutarco Emilio García

Félix Serdán Nájera nació el 19 de enero de 1917 en El Higuerón, municipio de Jojutla, Morelos. Su padre fue Sotero Serdán Quevedo,

trabajador de la hacienda de San Nicolás Obispo y posteriormente soldado zapatista bajo las órdenes del general Vicente Aranda; su madre fue doña Tiburcia Nájera, quien era originaria de Coatetelco. El padre de don Félix, como muchos campesinos de la re-gión, se unió a las fuerzas revolucionarias en marzo de 1911 y en noviembre de ese mismo año estuvo presente en Ayoxustla, Puebla, cuando se firmó el Plan de Ayala. Don Sote-ro no firmó este documento porque sólo era soldado y no oficial del ejército zapatista.

Félix comenzó sus estudios en Galeana y ter-minó la primaria en Querétaro. En 1936, ya creado el ingenio azucarero de Zacatepec, le solicitó trabajo a Rubén Jaramillo, y éste lo aceptó como ayudante del jefe de grúa.

En abril de 1942 estalló la primera huelga obrero-campesina en el ingenio de Zacatepec, exigiendo mejores salarios para los obreros y un mejor precio para la caña y en contra de las corruptelas del gerente Zelerino Carrera Peña. Entre los dirigentes de la huelga, por parte de los obreros, destacaban Mónico Rodríguez y Filiberto Vigueras; por parte de los cañeros fi-guraban Félix Serdán y Lucas Alonso, quienes fueron detenidos, acusados de promover el movimiento de huelga. En julio de 1943 Félix se unió al levantamiento que había iniciado Rubén Jaramillo en febrero del mismo año. Fue herido en combate y detenido, y obtuvo la am-nistía en 1945, junto con los demás jaramillistas, por intervención del general Lázaro Cárdenas.

Tras ser amnistiado se enroló como bracero a Estados Unidos en 1945, de donde regresó al año siguiente, cuando Rubén Jaramillo y varios de sus seguidores (entre ellos el maes-tro José Rodríguez, Pedro García Velázquez y obreros del ingenio de Zacatepec) habían creado el Partido Agrario Obrero Morelense (PAOM), por medio del cual lanzaron la can-didatura de Jaramillo para gobernador del estado de Morelos en 1946.

En los años siguientes Félix se casó y procreó varios hijos e hijas y trabajó como maestro ru-ral en el municipio de Tlaquiltenango.

En la década de los 50’s participó activa-mente en la campaña política a favor de la candidatura presidencial del general Mi-guel Enríquez Guzmán y de Jaramillo como candidato nuevamente a la gubernatura de Morelos. Luego se mantuvo al lado de Jara-millo en las luchas cañeras, la lucha contra el nefasto gerente del ingenio de Zacatepec, Eugenio Prado, hasta su caída en 1958. En 1961 se incorporó junto con Jaramillo en la toma de las tierras de los llanos de Michapa y El Guarín, de donde fueron desalojados por la fuerza pública y pistoleros de los caciques de la región.

Después del asesinato de Rubén Jaramillo (1962), igual que varios dirigentes del PAOM y trabajadores del ingenio, como Mónico Ro-dríguez y Francisco Ruíz, don Félix tuvo que salir temporalmente del estado de Morelos. Estudió medicina homeopática y combina-ba su actividad de curandero con la venta de libros. Cuando regresó, comenzó el trabajo de reorganización de los ex militantes jara-millistas y se vinculó a grupos marxistas de la Ciudad de México.

Siendo integrante de la Unión Reivindicado-ra Obrero-Campesina, (UROC), en 1965 se dio un proceso de fusión con la Liga Leni-nista Espartaco (LLE) y el Partido Revolucio-nario del Proletariado (PRP), dando origen a la Liga Comunista Espartaco (LCE). Félix, junto con Emilio, Dionisio y Benito, como miembros del Seccional Ho Chi Minh, fue uno de los impulsores de la crítica interna a la dirección de la LCE y de la Campaña de Rectificación orientada hacia el trabajo de masas y un compromiso real con los obreros y los campesinos.

Inmediatamente después de los sucesos del 2 de octubre en Tlatelolco, Félix y un grupo de jaramillistas y espartaquistas crearon el Comité Revolucionario Campesino-Estu-diantil, que realizó mítines en los pueblos del oriente de Morelos para denunciar la masacre de Tlatelolco y llamar a los campe-sinos a organizarse. No obstante que las reu-niones se realizaban en la clandestinidad, el grupo fue infiltrado por agentes del gobier-no y varios compañeros fueron detenidos, permaneciendo en prisión por más de cinco años. Félix fue uno de los que escaparon de

esta represión y se refugió por un tiempo en Ciudad Juárez.

En 1980, ya radicado en un pequeño po-blado del sur de Puebla y haciendo equi-po con Renato Ravelo, Fernando Acosta y Ramón Corona, formaron la Unión Regio-nal de Ejidos y Comunidades del Sur de Puebla (URECSEP), que agrupaba a cam-pesinos de comunidades como Mitepec, Santa Ana Tamasola, Huachinantla y otros pueblos de la región sur del estado. Bajo la dirección de Félix Serdán, la organización atendió asuntos agrarios, apoyos para la producción, la comercialización y el abasto en las comunidades, la creación de coope-rativas, gestión de obras de infraestructura y combate a la corrupción. Después de tres años de lucha, Félix comenzó a ser hostiga-do y perseguido por los caciques y tuvo que abandonar la región y regresar a su estado natal en compañía de su compañera, Emi-lia Sosa Marín.

En 1989 se inició la Campaña 500 Años de Resistencia Indígena, Negra y Popular. Re-presentando a la Unión de Pueblos de Mo-relos de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (UPM-CNPA) y al movimiento indí-gena mexicano, Félix fue una de las figuras principales de reuniones y movilizaciones en México y América Latina. Una de sus parti-cipaciones más emotivas fue en la clausura del II Encuentro Continental, realizado en Quetzaltenango, Guatemala, cuando com-paró la organización y la unidad de los pue-blos indios con “las gotas que forman peque-ñas corrientes y después arroyos que se unen para formar ríos caudalosos que barren con todo lo que encuentran a su paso”.

Poco después de iniciado el levantamiento indígena del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas, don Félix viajó a la selva Lacandona para expresar el apoyo de los veteranos zapatistas y jaramillis-tas a ese movimiento, donde le fue otorgado el grado de Mayor Honorario del EZLN. En agosto de 1994, junto con el veterano zapa-tista Estanislao Tapia, fue nombrado asesor del Ejército Zapatista y miembro del Consejo Nacional de la Convención Nacional Demo-crática (CND).

Fue digno portador de la Bandera Nacional, encomendada por la Comandancia General del EZLN, como lo fue con la bandera del movimiento jaramillista.

En 2004 fue nombrado miembro del Conse-jo Consultivo de la Universidad Campesina del Sur y en 2009 y le fue otorgada la me-dalla Emiliano Zapata por la Fundación del mismo nombre, que encabeza Margarita Za-pata, nieta del general Zapata. Con el apoyo de varios activistas de izquierda, encabezó el Centro Cultural Autónomo Rubén Jaramillo.

Félix Serdán fue el superviviente zapatis-ta-jaramillista más destacado, respetado y querido por militantes y dirigentes de los más importantes movimientos sociales de México.

Con su fallecimiento, acaecido el 21 de fe-brero de 2015, los movimientos sociales de Morelos y de México, pierden a una de sus figuras más congruentes y ejemplares.

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LA CARAVANA DE LOS MUTILADOSJoseph Sorrentino

Al igual que millones de centroamericanos, José Luis Hernández Cruz no pudo encontrar un traba-

jo bien pagado en Honduras, por lo que decidió enfilar hacia Esta-dos Unidos (EU). “Para los centro-americanos, la Unión Americana es como la tierra prometida”, dice. Su única oportunidad de entrar allá era llegar por México y cruzar la frontera norte de manera ilegal. Su primer viaje, en 2004, terminó cuando fue sorprendido por In-migración en Ixtepec, Oaxaca, y

fue deportado. Un año después, él estaba dispuesto a hacer otro intento, una vez más viajó en el tren que llaman La Bestia. En ese viaje, se enteró de lo peligroso que eso podía resultar.

Cerca de 400 mil centroame-ricanos entran a México cada año, la mayoría con la esperanza de llegar a EU. Durante años han podido ser vistos montados en la parte superior de un ferrocarril de carga que va a gran velocidad atravesando México. Al tren se le

denomina muy adecuadamente La Bestia; los migrantes son ataca-dos por pandillas, secuestrados por narcos, robados por la policía, y la violación de mujeres registra tasas alarmantes.

Cruz casi llegó a la frontera con Estados Unidos en su segundo viaje cuando ocurrió el desastre. “Fue en Delicias”, dice. Delicias está a unos 300 kilómetros de la frontera. “Tuve hambre, sed, can-sancio. Debí haberme desmayado y caí del tren”. El ferrocarril le pasó por encima y perdió su pier-na y brazo derechos y parte de la mano izquierda. Es un milagro que haya sobrevivido. “Alguien de la Cruz Roja conducía por allí. Ellos me encontraron y me lleva-ron al hospital”, dice. Después de pasar dos años en tres hospitales diferentes en México, fue deporta-do a Honduras. Ahora, él y otros 16 hondureños mutilados por La Bestia atraviesan México en La Caravana de los Mutilados.

La caravana salió de Honduras el 24 de febrero, hizo paradas en los albergues para migrantes en Tapachula, Chiapas, e Ixtepec, antes de llegar a Distrito Federal el 5 de marzo. Los hombres (y es

que todos son hombres) viajan en autobuses, y pagan por ello con dinero que les dieron sus familia-res y amigos y con donaciones de extraños.

Hay varias razones para la carava-na. “La gente necesita saber acerca de nosotros”, dice Adam Escobar Ceballos, quien perdió su pierna izquierda a causa del tren, “saber acerca de lo que puede pasar en La Bestia”. Los hombres, todos, dicen que el gobierno hondureño no hace nada para ayudarlos y es-peran que la caravana ejerza pre-sión y finalmente haga algo. Uno de los principales objetivos de la caravana es llegar a Washington, DC. “Queremos ver a Obama para que conozca la pesadilla que los inmigrantes enfrentan”, dice Cruz; “queremos pedirle que ayu-

de a generar puestos de trabajo en Honduras para que podamos dete-ner la migración”.

La razón por la que muchas perso-nas emigran es simple: hay pocas esperanzas para ellas en Honduras. “Hice una investigación de los jó-venes en Honduras; ellos creen que no tienen opciones”, dice Olivia Do-mínguez Prieto, profesora en el Insti-tuto Politécnico Nacional, quien ha acompañado a la caravana aquí en el Distrito Federal. “Muchos se unen al crimen organizado… no pueden ir a la universidad, no hay trabajo, o si lo hay es con salarios muy bajos”. Así que, literalmente, se juegan la vida por una oportunidad de algo mejor.

Un sábado por la tarde, la cara-vana estuvo presente en el Zócalo, con carteles que describen su situa-ción. Recogieron algunas donacio-nes, conversaron con personas que se detuvieron. “En Honduras, el único lugar para nosotros es el ce-menterio”, dice Norman Saúl Vare-la, quien sostuvo en alto un letrero que rezaba: “Somos hondureños en busca de respeto de nuestros de-rechos”. Trabajó como carpintero antes de perder una pierna a causa de La Bestia y, como la mayoría de los otros en la caravana, la lesión lo dejó incapacitado para trabajar. “Somos como fantasmas en nuestro país; nadie puede vernos”. La espe-ranza es que la caravana al menos los haga visibles. Y con eso, tal vez van a recibir un poco de ayuda.

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