Instituto Zacatecano

De Cultura

COMUNICADO DE PRENSA

27 de junio de 2010No. 173/10

En un ambiente idóneo

Realizaron el espectáculo “Noche de panteones y luz de tenebra”. o El nutrido auditorio disfrutó plenamente de las

terroríficas historias. Una noche fría, un aire que agitaba las ramas de los árboles y una luna llena que iluminó tenuemente el cementerio “La Purísima”, fueron elementos que dieron realce al espectáculo “Noche de panteones y luz de tenebra”, realizado en el marco del 6º Festival Internacional de Narración Oral. Allí pudimos disfrutar, atentos en todo momento, historias de suspenso y miedo a cargo de Theresa Amoon, Rosa Martha Sánchez, Gabriel Martínez, Benjamín Briseño y Juan Carlos Pinto. La primera historia, a cargo de Juan Carlos Pinto, fue la de Don Juan Manuel, un asesino que terminó ahorcado, y doña Beatriz, su esposa, una mujer muy bella que lo engañaba. La francesa Theresa Amoon, nos platicó sobre un granjero que tenía que sacar agua de un pozo, pero que tenía miedo, ya que cuando intentaba obtenerla, se escuchaba una canción, cuya voz que le pedía un regalo para conseguir el vital líquido, dicha melodía se escuchó ante el respetable. EL colombiano Gabriel Martíne, compartió tres cuentos que le platicó su abuelo, sobre el llanto de un niño, el galopar de unos caballos, perros degollados y acerca de cuatro amigos que al salir de un bar apostaron cruzar un cementerio. Rosa Martha Sánchez contó la tenebrosa leyenda de Don Pedro Terrazas, a quien se le murió su amada Mariana; él quería vencer a la muerte por el amor que le tenía a su esposa, y lo logró, de tal modo que el día de su aniversario de bodas, pudo tocar y ver a Mariana. Aquí la asistencia se llevó un susto. Finalmente emergió de la oscuridad, mientras entonaba una canción, Benjamín Briseño; él narró una historia muy tétrica sobre Don Hernando, quien pertenecía a una banda de maleantes y afirmaba no tenerle miedo a nada ni a

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nadie. Un día se le apareció una niña, y él quedó convertido en perro; entonces comprendió que se le debe mostrar respeto a los muertos. Miedo y sustos vivió la importante cantidad de niños, jóvenes y adultos que se dieron cita en el Panteón “La purísima”, para disfrutar de las tenebrosas leyendas que ofrecieron las y los cuenta cuentos, mismas que fueron recibidas con calurosos aplausos.

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