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INTRODUCCION
Un Sistema de Gestión de la Calidad en funcionamiento crea la base para la toma de
decisiones “basadas en el conocimiento”, un óptimo entendimiento entre las “partes
interesadas” y sobre todo lograr un aumento del éxito de la empresa a través de la
disminución de los costos por fallas (costos ocultos) y las pérdidas por roces; las empresas
en pro del mejoramiento del desempeño de su organización deben dar comienzo a la
Implantación del Sistema de Gestión de la Calidad fundamentándose en: El enfoque al
cliente, el liderazgo, la participación del personal, el enfoque basado en los procesos, la
gestión basada en sistemas, el mejoramiento continuo, la toma de decisiones basadas en
hechos y la relación mutuamente beneficiosa con el proveedor.
La aplicación de las Normas de Calidad ISO 9000 constituye para la industria, una
vía de reducir costos y mejorar sus procesos de producción tomando en cuenta que la
calidad es un factor clave para la competitiva en cualquier mercado. La persona que se
dedique a normalizar debe ser conocedora de esta faena garantizando así la incorporación
de un procedimiento que se adapte a la realidad del proceso, que sea útil y de fácil
entendimiento.
Cuando las compañías se hagan crecientemente interdependientes a través de las
fronteras internacionales, habrá cada vez más presión para garantizar la calidad de los
procesos. En tal entorno, existe un conjunto considerable de normas internacionales, y una
única organización internacional que realiza el esfuerzo para tratar de promoverlas.
El Sistema de gestión de Calidad (SGC) forma parte del Plan estratégico [también
llamado Planificación y Control de la Producción (PCP)] de una Organización, está dirigido
al logro de resultados a nivel General, pero referido a objetivos de la calidad, en búsqueda
de la satisfacción de requisitos, necesidades y expectativas de las partes interesadas. En este
caso se analizara el capítulo 6 de dicho sistema, el cual tiene como nombre gestión de los
recursos.
CAPITULO 6
GESTIÓN DE LOS RECURSOS
PROVISIÓN DE LOS RECURSOS
Para la consecución de los objetivos marcados por la organización es básica la
implicación y buena voluntad del personal, pero también es necesario disponer de los
medios adecuados que faciliten la realización del trabajo y el control del mismo. Aquí la
palabra recurso debe entenderse en un sentido amplio, lo que equivale a decir que los
recursos pueden ser personas (un mecánico, por ejemplo), infraestructura (un nuevo
almacén, tres ordenadores y una impresora láser, mobiliario de oficina), ambiente de
trabajo (orden y limpieza, seguridad), información (bases de datos), proveedores
(contratación de nuevos autónomos o agencias de transporte) y socios de negocio (servicios
de transporte propios combinados con servicios de almacenamiento cedidos por un socio de
negocio), incluso recursos financieros (dinero del banco para afrontar la compra de un
nuevo camión o remolque). El apartado 6.1 de la norma pretende que la organización se
asegure de que dispone de los recursos necesarios para mantener y mejorar el SGC y para
prestar el servicio requerido de forma que satisfaga los requisitos de sus clientes. Es
recomendable revisar los recursos con regularidad. Una ocasión idónea es hacerlo como
parte de la revisión del sistema por la Dirección.
CAPACIDAD DE LAS PERSONAS PARA REALIZAR SUS FUNCIONES
En la mayoría de las ocasiones el personal que se incorpora a la organización no
trae consigo las habilidades o los conocimientos suficientes requeridos pero son
incorporados por los valores humanos que se supone que aportarán (y que son imposibles
de adquirir mediante un proceso formativo: la disciplina, la dedicación, la seriedad, etc.).
La organización debe establecer un plan que equipare la formación de los
empleados con el perfil que se necesita para lograr los objetivos propuestos.
La organización debe:
1. Determinar la competencia necesaria para el personal que ha de realizar los trabajos que
afecten a la calidad del servicio.
2. Proporcionar formación o adoptar otras acciones para satisfacer dichas necesidades.
Regularmente es necesario comparar la experiencia, capacitación y habilidades del personal
con las que la organización necesite para sus actividades actuales y previsibles. Con esta
comparación de la competencia actual con la que se necesita, se detectarán vacíos que será
necesario llenar mediante formación.
3. Evaluar la eficacia de las acciones adoptadas. No basta con limitarse a impartir y
registrar la formación sino que también hay que evaluarla. Es por ello que el proceso de
formación debe dejar constancia documentada de la metodología y los criterios utilizados
para la evaluación de la eficacia de las acciones formativas así como de los resultados
obtenidos. En el caso de que los resultados obtenidos no cumplan con los objetivos de la
formación, será necesario tomar acciones para resolver esta situación y de todo ello deberá
dejarse constancia documental. Por este motivo se aconseja definir la finalidad y el objetivo
de las acciones formativas a realizar para, una vez realizadas, poder comprobar si se han
cumplido. Se considera válida la evaluación de la eficacia de todas las acciones de
formación que ha recibido una persona en un periodo determinado
4. Asegurarse de que su personal es consciente de la utilidad e importancia de sus
actividades y de cómo contribuyen al logro de los objetivos de la calidad. Se considera
apropiado impartir una formación general, para incrementar la conciencia de calidad y
motivar la puesta en práctica, y una formación específica para realizar las tareas asignadas.
5. Mantener los registros apropiados sobre la educación, formación, habilidades y
experiencia. Es necesario mantener registros que demuestren qué competencias y/o que
formación tiene un empleado (por ejemplo conducción de carretillas elevadoras o
camiones).
INFRAESTRUCTURAS IDÓNEAS
La organización debe determinar, proporcionar y mantener la infraestructura
necesaria para lograr la conformidad con los requisitos del servicio. Forman parte de la
infraestructura las instalaciones, equipos y servicios necesarios para el funcionamiento de la
organización. Esto incluye, cuando sea aplicable, edificios, espacios de trabajo, equipos
para los procesos (tanto hardware como software) y servicios de apoyo (comunicaciones,
etc.). En el transporte tienen especial incidencia los servicios de mantenimiento preventivo
y de respuesta ante averías, incluida la disponibilidad de piezas críticas que afecten a la
capacidad de prestar el servicio en las condiciones previstas.
AMBIENTE DE TRABAJO
La organización debe determinar y gestionar el ambiente de trabajo necesario para
lograr la conformidad con los requisitos del servicio. Si consideramos que buena parte de
nuestra vida transcurre en nuestro lugar de trabajo, es evidente que todo aquello que nos
rodea debe aportarnos una influencia positiva en nuestra motivación, satisfacción y
desarrollo de nuestras tareas. La creación de un ambiente de trabajo apropiado debe cubrir
los siguientes aspectos: un sistema de seguridad y de prevención de riesgos laborales un
lugar de trabajo apropiado y un entorno de trabajo ergonómico lavabos, comedores,
vestuarios, etc. temperatura, grado de humedad, luminosidad, renovación de aire higiene
colectiva, limpieza general, ruido, vibraciones y contaminación el fomento de las
relaciones humanas entre el personal metodologías de trabajo creativas y participativas.
CONCLUSION
Los sistemas de gestión de calidad sirven como herramientas para la planificación,
la ejecución y la evaluación de los proyectos empresariales con calidad. Para cumplir con
sus objetivos puede recurrir a distintas metodologías, técnicas y estrategias.
Un elemento clave en la gestión de calidad es el capital humano. El sistema de
gestión de calidad debe contemplar la formación y el control de los trabajadores para que
éstos desarrollen sus funciones de manera exitosa. También debe analizar el
funcionamiento de las máquinas y de los dispositivos empleados por la compañía para
lograr que la producción alcance la más alta calidad posible.
Es importante destacar que, con un sistema de gestión de calidad eficiente, el cliente
obtiene productos y/o servicios acordes a sus requerimientos, eliminado su necesidad de
realizar reclamos y perder tiempo. Un cliente satisfecho con la calidad de lo adquirido,
además, volverá a confiar en las propuestas de la compañía en cuestión.