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NOTAS EXEGÉTICAS:RELACIONES EN EL CIELO A. 1 Tesalonicenses 4: 13-18

CONTEXTO Diferente a algunas de las otras epístolas de Pablo, esta carta es una que casi tiene correcciones o reproches. Desde el comienzo de la carta, Pablo alaba a los tesalonicenses por su amor, sus obras y su testimonio que se ve en todas partes, incluso en medio del sufrimiento (1: 6). Tomaron a Dios por su palabra (2:13), animan a otros por su estilo de vida (3: 7), y fueron enseñados por Dios que deberían amarse los unos a otros (4: 9). A veces, la única exhortación que Pablo puede darles es seguir haciendo más de lo que ya están haciendo (4: 1, 10).

Este amor desbordante en la iglesia de Tesalónica es la razón de la enseñanza de Pablo en nuestro pasaje; estaban realmente preocupados por los creyentes que habían muerto. Teniendo en cuenta el contenido de ambas epístolas (especialmente 2 Tes. 2: 2), parece que algunos falsos maestros habían difundido la noción de que la resurrección ya había sucedido. Obviamente, esto sería problemático para los Tesalonicenses si eso fuera cierto y si todavía hubiera creyentes que no fueron resucitados. Sin duda, esto traería temores de que nunca volverían a ver a sus seres queridos otra vez. B. 1 Tesalonicenses 4: 13-14

DOLOR INFORMADO

Pablo comienza con expresando su preocupación de que los Tesalonicenses estén debidamente informados, no con un tipo de superioridad, sino con una preocupación genuina. Él no quiere que lloren cuando no hay razón para que lo hagan, ni que se aflijan como incrédulos. Los incrédulos no tienen

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esperanza: para ellos solo existe esta vida y la muerte es el final. Es definitivo, y la muerte significa nunca volver a ver seres queridos una vez mas.

Pero Pablo quiere que los tesalonicenses tengan la esperanza de que ciertamente verán a sus seres queridos algún día nuevamente. Este deseo puede nacer del contexto anterior donde Pablo los exhorta a vivir una vida tranquila y respetuosa ante los extraños. Estos creyentes tienen una oportunidad de oro para ser un ejemplo para los no creyentes en cómo ellos lloran por aquellos que han fallecido.

Los paganos no tenían esperanza en muerte. Por ejemplo, un escritor griego, Catulo, escribió: "El sol puede ponerse y salir nuevamente / Pero una vez que se pone nuestra breve luz / Hay una noche interminable para dormir". 1 La muerte era un sueño eterno del que nunca despertabas.

Pablo parece usar el mismo eufemismo de dormir para describir la muerte, pero la voltea sobre su cabeza. Donde, como pensaba el pagano que nunca despertabas de la muerte, un callejón sin salida. Pablo habla de él como una interrupción menor que es simplemente una puerta a una relación perfecta con Dios y otros creyentes.

También es importante señalar que Pablo no les está diciendo a los creyentes que no se afligen. Llorando nunca es desanimada en la Escritura. Incluso Jesús se afligió cuando su amigo, Lázaro, murió (Juan 11: 33-36). El punto de Pablo entonces no es si lloran (por supuesto que lo harán), sino más bien la forma en que se lamentan. Deberían llorar con esperanza. DOLOR FIEL

Esta forma de doler con esperanza está arraigada en una confesión que Pablo comparte con los creyentes: "nosotros creemos que Jesús murió y resucitó de nuevo". Esta es la roca de la comunión de Pablo con los Tesalonicenses, y la roca de su esperanza de que volverán a ver a sus seres queridos. Deberían tener un dolor que sea fiel (o lleno de fe).

En otra parte, Pablo enseña que Jesús es la primicia de los muertos (1 Cor. 15: 20-23), en que Jesús fue el primero en experimentar los frutos de su muerte sacrificial, resurrección. Pero el fruto de su muerte también beneficia a quienes ponen su fe en él, y heredarán la vida eterna y recibirán un cuerpo resucitado y glorificado. Parece que Pablo está refiriendo a esa misma enseñanza aquí.

Si creemos que Jesús murió y resucitó de nuevo, entonces, "nosotros creemos que Dios traerá con Jesús a los que se han quedado dormidos en él". La comprensión de Pablo de lo que Dios haría en el futuro estaba arraigado en lo que Dios ya había hecho en el pasado. Si resucitó a Jesús, nos resucitará. Si estamos completamente convencidos de que Jesús murió por nosotros, entonces podemos estar tan seguros de que volveremos a ver a nuestros seres queridos.

____________________________________________________________________________________ 1. Citado en Michael W. Holmes, 1 y 2 Tesalonicenses, El Comentario de la Aplicación NIV (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1998), 148.

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C. 1 Tesalonicenses 4: 15-16

LA VENTAJA DE LOS MUERTOS

Pablo declara formalmente a los Tesalonicenses lo que sucederá en la resurrección. Él usa una fórmula ("te declaramos por una palabra del Señor") similar a "así dice el Señor", una frase que lleva la autoridad de Dios.

Pablo les da a los creyentes un breve resumen de lo que sucederá cuando Jesús regrese. Pablo no está tratando esto exhaustivamente, sino solo tocando las verdades más importantes que sustentan su punto.

Pablo les declara que, cuando Jesús regrese, no vamos a preceder a los que han muerto. No seremos "trasladados" (como algunos lo llaman) primeros en cuerpos glorificados. Más bien, los que han muerto consiguen una ventaja. Por supuesto, esto significaba que los tesalonicenses podían descansar tranquilos. Si los muertos resucitaran primero, entonces los tesalonicenses no estaban en cuerpos glorificados, y todavía verían a sus seres queridos.

LA ORDEN DE LA RESURRECCIÓN

Después Pablo les da un vistazo de cómo será el regreso del Señor. El Señor primero descenderá de su lugar en el cielo con un grito de mando para reunir a su pueblo. Esto será acompañado por la voz del arcángel y la trompeta de Dios. Hay mucha especulación sobre esto, pero mi intención no es centrarme en la escatología. Basta decir que están comúnmente asociados con el regreso del Señor a lo largo de la Escritura.

Entonces, lo primero que sucede es que los muertos serán resucitados. Según Pablo entonces, aquellos que están muertos en Cristo tienen el privilegio de ser levantados primero. Los tesalonicenses lo tenían al revés: los muertos no iban a ser dejado atrás, sino que serían levantados antes que ellos.

D. 1 Tesalonicenses 4: 17-18

UNA GLORIOSA REUNIÓN Y UNIÓN

Solo después de que los muertos resuciten seremos arrebatados con ellos en el aire. Nuevamente, se especula mucho sobre el verbo "arrebatados", pero no nos dejemos arrebatar también en el debate. Lo principal que debe saber es que es instantáneo (ver también 1 Cor. 15:52).

Incluso entonces, el punto de Pablo no es detallar cómo sucederán las cosas. No hay una línea de tiempo de eventos, no hay cuadros complejos. Ni siquiera los está consolando al señalarlos a calles de oro o puertas perladas. Su preocupación no es tanto cómo va a suceder o lo que haremos, solo la firme garantía de dónde estaremos: juntos y con el Señor.

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El objetivo del texto es consolar a los que están en dolor. Gene L. Green comunica esto poderosamente: “Esto no es materia de profecía especulativa o best-sellers en los últimos tiempos. El texto se encuentra en la funeraria, el servicio conmemorativo y junto a la tumba. Se coloca en las manos de cada creyente para consolar a otros en su momento de mayor dolor”. 2

UN VERDAD QUE CONSUELE

La teología y la doctrina a menudo tienen una mala reputación por ser aburridas o inútiles, sin embargo, Pablo teje magistralmente la verdad sobre la muerte, resurrección y regreso de Cristo de una manera que genuinamente consuele. La buena teología hace más que simplemente informar.

Pablo sabe que ha quitado un peso de preocupación de las mentes de los creyentes, por eso les dice que no se lo guarden para ellos mismos, sino que se consuelen los unos a los otros con lo que acaba de informarles. Consolando a alguien es más que solo saber de algo que consuele, sino también contándole al respecto y recordándoselo. Eso le daría fuerza a cualquiera, incluso en dificultades.

CONCLUSIÓN

La verdad de que Dios resucitará a los muertos y de que todos estaremos juntos con el Señor es una verdad que esperamos sea consolando para todos nosotros. Las dos cosas que siempre nos alejan de las relaciones son el pecado y la muerte, y todos estamos universalmente afectados por ambos.

Estirándose todo el camino de vuelta al jardín del Edén, la historia del hombre ha sido una de relaciones rotas y muerte amarga (Gén. 3:12, 4: 8). Pero en Cristo, Dios restaura relación y quita el aguijón de la muerte. No solo se nos da vida eterna, pero Dios nos lleva a una relación con él y, a través de su Espíritu, nos provee amor el uno por el otro.

Este amor el uno por el otro se ve en los Tesalonicenses. Su amor el uno para el otro era más fuerte que la muerte, y si se veía así en este lado de la resurrección, ¿qué tan hermoso sería en el otro lado? Si estaremos juntos y con Jesús para siempre, eso significa que nunca más tendremos una relación rota por el pecado o la muerte.

Los creyentes temían que la muerte solitaria fuera el final, pero el punto de Pablo es que para los creyentes, una vida amorosa y relacional es el comienzo eterno. Si eso es así, entonces Pablo tiene razón en que la fe, la esperanza y el amor permanecen, pero el más grande es amor (1 Cor. 13:13). Quizás podemos superar la necesidad de fe y esperanza cuando se convierten en la vista, pero nunca superaremos el amor.

____________________________________________________________________________________ 2. Gene L. Green, La Carta a los Tesalonicenses, El Pilar Comentario del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2002), 229.