Notas sobre una campana científica realizada en Ifni

por

Luis Lozano y ReyC a t e d r á t i c o de l a U n i v e r s i d a d C e n t r a l

Profesor Agregado al Instituto Español de Oceanogiaiía

DEDICATÓRIA

Con la mayor complacencia dedicamoseste trabajo a la memoria del GeneralCapaz, a quien nos cupo el honor de co-nocer por la larga conversación que tu-vimos con él, en la Comandancia Militarde Canarias, con motivo de nuestrdcampaña científica en I fn i o Santa Cruzde Mar Pequeña.

NOTA PRELIMINAR

El territorio de Ifni, que debiera llevar el nombre más adecuadoy bello de Santa Cruz de Mar Pequeña, fue objeto de una explora-ción científica, que duró algo más del mes de julio de 1934, de la queformamos parte, contando con la eficaz asistencia de D. Manuel Gar-cía Llorens, tarxidermista afecto a la Sección de Arertebrados del Mu-seo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, de la que somos Jefe.

Desde aquella fecha a la actual ha cambiado notablemente el as-pecto de ciertos lugares de aquella interesante región, sobre todoPor haberse construido una importante población, donde antes noexistían más que unas cuantas edificaciones toscas de adobes, de unaplanta, más algunas tiendas de campaña, como puede verse en lalámina 13.

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EXPLICACIÓN DE LAS LAMINAS'

1. Las costas de lini, durante gran parte del año, están fiera-mente denfendidas por el mar, que dificulta el acceso de las embarca-ciones a las playas.

Para la existencia de esas rompientes no es necesario que hayatemporal en la localidad, porque casi siempre se debe a la «mar boba»,o sea, a la arribada a los bajos fondos litorales de las olas mansas,pero de una gran amplitud, procedentes de algún temporal desarro-llado en la inmensa extension del Atlàntico.

Obsérvese que, fuera de las rompientes, no hay espuma en la cres-ta de las olas, lo que demuestra que son ondulaciones formadas porvientos que actuaron lejos.

2. El río Ifni está casi siempre seco, y tiene su salida al marobstruida por una barra de arena y piedras. En su cauce se ha des-arrollado la vegetación.

En la playa que está delante desembarcó el coronel Capaz, quetomó posesión del país.

Al pie del promontorio que se ve al fondo está el Wanco morabitode Sidi Ifni.

En la playa están ios cárabos que utilizan los moros para sus em-presas marinas y que han servido para desembarcar el cuantiosomaterial necesario para nuestras fuerzas de ocupación.

La parte superior de ese promontorio es una superficie plana o«rasa», formada por la acción del mar, y que si ahora ocupa un nivelsuperior, se debe al proceso de elevación del terreno que ha tenidalugar en la costa de esa parte de Africa, a través de los tiempos.

'•'). Cuando llega un transporte, entran en funciones los cárabos.para poner en t ierra el pasa je , el material, e incluso el ganado.

No existiendo en ningún lugar de la costa el más sencillo embarca-dero, no había más remedio que recurrir a los cárabos, que eran lasúnicas embarcaciones adecuadas para salvar las rompientes.

Como los transportes no pueden acercarse a la costa sin peligro,suelen anclar a mucha distancia de la orilla, de modo que los cárabostienen que hacer una larga travesía a femó. A veces, se utilizan bar-cazas, que se remolcan con una canoa, para acortar la distancia, nave-gando en la zona libre de las rompientes ; pero esto obliga a un trans-bordo difici l ísimo, en aquel mar tan movido.

Juzgúese lo difícil que será transbordar carros, motores, bidonesy otros artefactos voluminosos, y pesados y, sobre todo, el ganado.En cierta ocasión, a nuestro regreso, experimentamos impresión pe-nosa viendo cómo se ahogaban dos mulos que cayeron al mar entino de estos transbordos y que no hubo posibilidad de salvar.

4. Moros y cristianos contr ibuyen al transporte de un cárabo, latípica y única clase de embarcación que poseen y saben construir losnaturales del país, que las hacen nevegar valiéndose sólo de remospor no disponer de aparejos de vela, por lo que no pueden alejarsedemasiado de la costa.

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7. En la construcción del cárabo se emplea el argán, el pino yalguna otra madera del país. Cada madera tiene su destino en laconstrucción, según sus cualidades.

Pueden verse por debajo de los extremos de los asientos unospuntales curvos que contribuyen a la rigidez del ligero casco. Se ventambién los toscos remos. La proa del cárabo es la que se ve al fondo.

•8. El arte ño está muy cultivado en estos moros, que, como losrestantes de nuestros territorios de Soberanía y Protectorado, no pa-recen pertenecer a la raza que tanto esplendor dio a España en laépoca de su dominación.

No obstante, el adorno que se ve en la borda, del cárabo, grabadoal fuego, nos parece que es una obra maestra de ornamentación demucho carácter y de una sobriedad que está muy lejos de la censura-ble simplicidad de muchos dibujantes modernistas.

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O. A falta de una Constructora Naval, los ingenieros navales deífni disponen de los astilleros que se ven en esta fotografía, situa-dos al fondo de la playa y al pie de uno de los senderos que conducena la hermosa llanura que se extiende por la base de las montañas delcordón litoral.

10. El territorio de If ni linda con el mar por medio de un acan-tilado de unos 50 ó 60 m. de altura, que cae a pico sobre el mar o quesuele tener a su pie una playa más o menos extensa.

Este es el extremo meridional de la playa de los cárabos, opuestaal del N., que es donde está la desembocadura del río Ifni. En lo altode la rasa costera se ve la silueta del pabellón Docker, que sirvió dealojamiento a la Comisión científica.

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11. La Dirección General de Sanidad cedió a la Comisión cientí-fica un viejo pabellón Docker, que fue desembarcado en la playa deSidi I f n i por el expeditivo procedimiento de arrojar sus piezas al mar,no tardando el furioso oleaje en deshacer los embalajes, dispersán-dose los restos por la playa.

Todo fue recogido lo mejor que se pudo, .y gracias al celo quepuso en la labor el Oficial de Ingenieros de la guarnición y a la peri-i ia y buena voluntad de un equipo de soldados que trabajaron a susórdenes, se realizó el milagro de montar el pabellón, con sus consi-guientes remiendos.

Puede verse la llanura litoral del país, y parte de su cadena mon-tuosa al fondo ; las tiendas del campamento de Ingenieros y, delan-te, la característica vegetación de esa parte del país.

12. El pabellón Docker lo emnlazamos sobre la rasa, cerca delmar, en un Itgar rodeado de bello panorama.

En el fondo se ve el barco correo de Canarias, y, en primer tér-mino, las abundantes y clásicas euforbias del país, de característicaforma hemisférica, tan resistentes, que soportan el peso de un liom-b.-e si se sienta en ellas.

Estas plantas están impregnadas en un jugo lechoso o látex, quenos parece que podría servir de primera materia para la obtención dealgún producto útil.

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13. En la llanura litoral, que, como antes se ha dicho, está ele-vada unos 50 ó GO m. sobre el mar, está el Gobierno de lini, lucien-do la bandera nacional en una esquina de sus muros de barro.

Había unas cuantas tiendas de campaña destinadas a diversos ser-vicios : alojamientos de Oficiales, Guardia Civil, almacén de Inten-dencia, radio, etc. Frente a una de ellas había un tenderete de paloscon techo de cañas y de hojarasca, que era el comedor de jefes yoficiales, presididos por el Gobernador.

La casa del Gobierno estaba en los linderos del aeródromo. Paraconstruir éste'ño ha sido necesario más que arrancar las plantas 7desembarazar el terreno de las abundantes piedras que tenía.

14. La Comisión disponía de cinco tiendas de campaña para al-bergarse durante 'las salidas al campo.

En este caso estaban bajo la protección del morabito de SidíUadsik,

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17. Una gran parte del litoral de lini es una amplia y larguísimaplaya muy poco inclinada, por lo que su anchura varia de un modoconsiderable, por el efecto de las mareas. Su arena, impregnada porel agua del mar, forma un suelo liso y compacto, por el que podríancorrer, sin peligro, los automóviles.-

18. La ensenada de Curtis, única al parecer que existe en todo ellitoral de Ifni, fue la que aprovechó el colonizador de ese nombre-para establecer la factoría pesquera, que hoy no existe.

Realizando en esa ensenada las obras convenientes, puede conver-tirse en un puertecito pesquero.

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19. La llanura litoral se manifiesta aquí en la plenitud de su as-pecto salvaje, cubierta de su vegetación de euforbias características.Por ella se ven con frecuencia correr las gacelas. Al fondo está unade las montañas más características del litoral, llamada el «Antílopegrande».

20. Para construir la pista en esta hermosa llanura, no ha habidomás que descuajar las plantas y apartar las piedras.

La montaña más próxima que se ve al fondo es el «Antílope gran-de» ; la más lejana, el «Antílope chico».

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21. La montaña que se ve en primer termino es el «Antílope chi-co», que está al S. del «Antilope grande», y que tiene las laderas desu región superior más abruptas.

22. Trasponiendo la cadena litoral de montañas se pasa al inte-rior del país, que es muy quebrado, y que adquiere cada vez elevaciónmayor, estando frecuentemente cubierto de un bosque claro, consti-tuido principalmente por el argán, que es el árbol característico deIfni.

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23. Casi todos los ríos del país están secos, pero su acción secu-lar, posiblemente más activa en tiempos pasados, en los que la clima-lología era distinta, más propicia a las lluvias, fue suficiente paraabrirse paso a través de aquellos terrenos rocosos, considerablementeresistentes, abriendo en ellos profundos valles, como el del Tazarut..

ÍÍ4. El río Tazarut ofrece en este último tramo, próximo a sudesembocadura, un fondo arcilloso profundamente resquebrajado, de-nunciando haber estado ocupado en época reciente por extensa char-ca o tabla final del río.

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25. El mismo río, en su inmediato contacto con el mar, tiene estetaponamiento de piedras, cuyo tamaño demuestra la inusitada violen-cia que el río ha llegado a adquirir en algunos de sus períodos de ac-tividad. Las olas del mar, durante los temporales, han contribuido, sinduda, a amontonar 'las piedras.

Indudablemente, aún deja llegar al mar este río, aparentementemuerto, algún agua dulce, que circula por vía subálvea, porque entrelas piedras de su desembocadura, bañadas por el agua del mar, hemoscogido anguilas en fase semilarvaria, que, como es sabido, acuden ala desembocadura de los ríos atraídas por el agua dulce.

26. El único río con agua corriente que hemos visto es el Asaka,que separa el territorio de Ifni por el S. de la zona francesa.

El tramo representado en la fotografía está cercano al mar, que,con su incesante oleaje, ha formado una barra que impide la comu-nicación directa con las aguas litorales, dando lugar a esa especie deembalse, bastante profundo, repleto de vegetación acuática y rico enpeces. En las orillas se desarrolla una exuberante vegetación.

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27. El agua potable escasea en Ifni. No obstante, hay pozos endiferentes lugares del país, sobre todo en el cauce de los ríos, dondepueden tener caudal suficiente para atender con ellos al riego de lashuertas. También hay manantiales. Uno de ellos fluye copioso en lamisma playa de Sidi Uadsik, por una grieta de las rocas calizas, enun punto que cubre el mar en la marea alta.

28. La fotografía representa uno de los pocos manantiales exis-tentes en Ifni, situado en Tilihuin y afluente del Asaka. Unos moros,con una red nuestra, pescan barbos, que son abundantes en aquel río,incluso en las aguas jabonosas que suele tener, porque las morasopinan que es el lugar más adecuado para lavar la ropa.

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29. Las numerosas huertas existentes en las riberas del río ASÍ,lea, requieren abundante riego, que se logra valiéndose de regatos des-tacados del río, siendo algunos de importancia, como el de la hermosa presa que se ve en la fotografía, construida por los moros.

Toda esa parte del río, poblada por los árboles más variados, esde una belleza singular.

30. El tesoro vegetal de Ifni es el argán, precioso árbol propiodel país y que suple allí al olivo, aunque pertenece a una familiacompletamente diferente, pero se le parece por tener unos frutos oleo-sos, semejantes por su forma y su tamaño a las aceitunas. De esosfrutos se extrae un aceite especial.

El árbol no tiene desperdicio, porque sus hojas constituyen unpasto apreciadísimo por el ganado. Los dromedarios comen sus ra-millas con delicia, a pesar de las agudas y fuertes púas de que estáruprovistas.

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31. Encuéntranse en bastantes sitios arganes centenarios, entre'.os que puede figurar el representado por la base de su tronco en lafotografía, que no es el mayor de los que tuvimos ocasión de ver.

La madera del argán es notablemente pesada y dura, es el «palode hierro», que justifica el nombre de Argania sideroxilón que se da¿ este árbol.

32. Los únicos olivos que hemos visto en el país son esos de unahuerta de Tilihuín. Eran hermosísimos árboles, de gran elevación yde hojas coloreadas de un verde oscuro que denunciaban la frescura¿del terreno donde se habían desarrollado.

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38. Las cabras son abundantísimas. Las que aparecen en la foto-grafía son, aproximadamente, la mitad de las que componían un rebaño que estaba en las orillas del río Asaka, en la zona española.'A laizquierda se ve un grupo de ovejas.

Puede admirarse lo abrupto de las montañas que bordean el cau-ce del río en aquella región.

3-í. Los dromedarios son abundantísimos en If ni. La fertilidad delpaís les permite nutrirse a satisfacción y alcanzar un considerable des-arrollo y un estado de plena salud y fortaleza. Hemos podido apre-ciar la diferencia existente entre ellos y los más raquíticos del Saharaespañol.

Los que aparecen en la fotografía están abrevando en un vadodel río <Asaka,

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Ïí5. La presencia de pastos, relativamente abundantes en Hui,permite la existencia de ganado vacuno, como el que se ve en da foto-grafía, reposando en las orillas del río Asaka.

30. Trasponiendo la cadena litoral montañosa del territorio deIfni, se entra en una región de alturas en las que se suceden zonas sur-cadas por profundos barrancos y extensas llanuras o mesetas, siendofrecuente que el horizonte aparezca cerrado por cadenas montañosasde mayor importancia. En estas mesetas, como en las rinconadas delos valles, así como en los puntos estratégicos o inmediatos de lasvías de comunicación, están ios poblados.

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37. En la Zona dei Protectorado Español de Marruecos es sabi-do lo abundantes que son las chumberas, que se encuentran por todaspartes (aunque no sean plantas indígenas), y también son frecuentes enlos caseríos, sirviéndoles de defensa. En Ifni, se cultivan en huertosespeciales y, dada la temperatura más fresca del país, maduran mu-cho más tarde que en Marruecos ; pero, en cambio, se encuentranen. las mismas cumbres, porque allí no hace nunca fr ío, ni en in-vierno.

38. Jalonando el curso del Nun, en la porción que sirve de límiteentre las zonas española y francesa, hay una serie de posiciones mili-tares y puestos de observación guarnecidos por fuerzas de los respec-tivos países. Uno de los principales es la posición militar de Asaka,situada en una de las principales vías de penetración de los indígenasal desierto, en nuestro territorio. Allí el paisaje tiene un interesantecolor bélico. España y Francia, corteses en Europa, se observan rece-losas y lucen con orgullo sus respectivos pabellones : España, en unarcaico fortín de barro construido por los moros ; Francia, en lo altode un cerro que hay a la otra orilla del río.

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¡J!). El fortín de Asaka, hoy ocupado por los españoles, debió serlestigo de numerosos y encarnizados combates entre los moros deJ f ni y los nómadas del desierto, cuando estos acudían a aprovecharsede los pastos del país o a dedicarse al pillaje.

Lo que es seguro es que los constructores no hicieron demasiadouso de la plomada. Abajo se ve un cementerio moro, correspondiendolas piedras apiladas y la bandera blanca a la sepultura de un santón.

40. Las casas de los moros de Ifni son de tapial, de gruesos mu-ros y dispuestas de modo que parecen verdaderas fortalezas, comoésta de Tilihuín.

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41. Ifni, como muchas localidades de Marruecos, vive en ple-na Edad Medía, bajo el poder de los señores feudales, dueños de ex-tensos territorios, poseedores de numeroso ganado, con sus escla-vos, vasallos y guerreros, y alojados en mansiones que, por su em-plazamiento, su magnitud y sus características, son verdaderos cas-tillos.

42. La feracüad del territorio no se debe a la lluvia, porque éstacae sólo de tarde, en tarde, sino a la humedad del aire, de modo quelas plantas reciben más el agua de la atmósfera que de la tierra.

•Como los ríos están casi secos y no hay apenas manantiales ni«rroyos, el agua escasea para beber. Para aprovechar la de 'la lluviao los más insignificantes afloramientos de agua, los moros construyenaljibes como el que se ve en la fotografía.

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4.']. En lini, como en Marruecos y en el Sahara, existen hombrespertenecientes a diversas razas, muy alteradas por el cruzamiento ;desde el moro de correctísimas facciones, hasta el negro.

Pero allí es muy frecuente encontrar individuos que a primeravista no tienen de moros más que la indumentaria, siendo muchos bas-tante más listos e instruidos que no pocos campesinos europeos.Abundan los que saben francés. Los hay que chapurrean ademásel alemán, el italiano o el inglés, y son bastantes los que han hechoextensos viajes, dándose la circunstancia curiosa de que mientras lintes poco menos que un país impenetrable para los europeos, sus natu-rales, además de hacer grandes viajes por el desierto, conocían perfec-tamente las Canarias, las modernas ciudades de Marruecos y de Arge-lia, y hasta algunas de la propia Europa.

44. Los naturales del país nos han recibido con la mayor cordia-lidad, y justo es reconocer que nosotros, con nuestra proverbial hi-dalguía, respondimos a su buena disposición y la fomentamos.

África y Europa, de la mano, en actitud fraternal, amenizan laiarga caminata con una conversación llena de interés y de afectomutuo.

A la hora de la despedida tiene uno que disimular la emoción quese experimenta al separarse, probablemente para siempre, del amigoen que se ha convertido el fiel servidor.

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45. La faxina de vertebrados de lini no debe comprender nadadesconocido, como no sea algún ratoncillo, musaraña o lagartija in-significante. Lo que pasa es que allí son más abundantes que en otraspartes, por las condiciones propicias del país, determinadas especiesva conocidas de todo el confín marroquí y sahariano.

No obstante, merecen citarse por su abundancia las gacelas, loschacales y las hienas, entre los mamíferos de talla mediana o grande,y entre los pequeños, la preciosa ardilla moruna (Atlantoxerus getu-lus}, que en lugar de vivir en los árboles, como la de Europa, viveen las rocas y se guarece en sus grietas.

En el paraje representado en la fotografía, con nuestros gemelosy escondidos en un matorral próximo, pudimos observar a nuestroplacer, más de media hora, diez o doce ardillas que se perseguían ycorreteaban, haciendo prodigios de.habilidad, adoptando actitudes cu-riosas y desapareciendo como lagartijas en las grietas al menor indi-cio de alarma.

46. La pesca abunda frente a las costas de lini, pero los morosse preocupan poco de ella, limitándose algunos a pescar con caña en!os acantilados, o con anzuelos, desde los cárabos.

Como' allí los bajos fondos adquieren una gran extensión y -la na-turaleza de ellos es propicia, se puede aprovechar mediante el em-pleo de las artes de arrastre la notable riqueza ictiológica que exis-te, aunque su importancia es menor que las de .nuestras costas saharia-nas. Además, la costa de Ifni es inhospitalaria y actualmente carecede puntos de refugio y de desembarco.

La fotografia representa una raya (Raía alba), de poco valor eco-nómico, pescada con anzuelo, no 'lejos de la costa.

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47. Cuando baja la marea, quedan visibles grandes extensiones<le fondo rocoso, pero materialmente cubierto de seres marinos delas especies más dispares, entre los que figuran grandes cantidades•de mejillones, que constituyen densas colonias.

48. La persistente actividad erosiva del mar, ataca y derrumbalos acantilados, por fuertes que sean, y luego tritura y dispersa susrestos, dejando sólo una plataforma más o menos extensa y regularque se descubre alternativamente por la acción de las mareas y en laque se desarrollan legiones de seres variados, predominando los se-•dentarios y fijos. Como entre éstos abundan los que están provistoscié caparazones, que a su vez pueden servir de punto de.fijación a lasgeneraciones venideras de su especie o de otras de semejante natura-leza, resulta que la roca subyacente, no sólo queda protegida contrala acción mecánica del mar, sino que sobre ella tiende a formarse y acrecer una nueva roca de origen orgánico, por estar constituida porla acumulación de caparazones o cubiertas de las incontables gene--raciones de seres que las produjeron. En este caso, 'los mejillones,íicosados por el desarrollo de los Balcmus, especie de crustáceos, pro-vistos de una concha, que se fija a la roca, no han tenido más lugar..donde establecerse que en ese limitado seno.

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49. El yodo, preciado producto, puede extraerse de las lamina-rias, que son esas hermosas algas de tres a cuatro metros de longitudo más, sostenidas por un pie radiado en su base y extendido por elextremo opuesto en la forma de unas prolongaciones laminares, pal-meadas, de color achocolatado.

El mar bravio de aquellas costas arranca las laminarias y las arro-ja a la orilla en enormes cantidades, haciendo que se amontonen en íaplaya, donde esparcen su sano y agradable aroma, y sirviendo enton-ces de refugio a diversos animalillos, sobre todo a enjambre de sal-tonas pulgas de mar.

50. Oficiales de la guarnición de Ifni que presenciaron un ejerci-cio de lanzamiento de granadas, arrojadas por sencillos morteros des-de el borde de la rasa o planicie elevada litoral ; abajo, en la arena deia playa, se hablan trazado amplios círculos que servían de blancopara apreciar el acierto en ía puntería, que es difícil lograr con esasnrmas que lanzan granadas hacia lo alto, de modo que éstas siguenuna trayectoria de gran elevación y corto alcance.

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51. El gobernador de lini, acompañado de los jefes y oficialesque estaban a sus órdenes, y de su escolta de moros, recorre lá largaplaya principal de If ni.

52. El coronel Capaz, hombre inteligente, valiente y bondadoso,gestionó y realizó la incorporación de lini a España, por lo que sehizo merecedor de las más preciadas recompensas, lo que acrecientala responsabilidad de los revolucionarios que le asesinaron.

En el desembarco le acompañaba el teniente Lorenzi, a quien tuvi-mos el honor de conocer y que aparece en la fotografía a caballo,disponiéndose a hacer una salida de inspección por el territorio deIfni.

Al fondo se ven los primitivos edificios de adobe, donde estabainstalada la Comandancia, y en la cual aparece la bandera españolaextendida por la acción del viento.

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