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RESUMEN En el presente artículo se aportan noticias sobre puentes de la provincia de Oviedo recogidas en el Archivo Histórico Nacional y Real Academia de San Fernando. Los datos abarcan desde el siglo XVI al XIX y espe- cialmente detallados son los del siglo XVIII. En muchos casos se aclaran fechas, autoría y construcción de los puentes más importantes. ABSTRACT This article brigs severals documents about bridges of the province Oviedo collected in Archivo Histórico Nacional and Real Academia de San Fernando. The news are very detalle and interesting, specially the ones regarding to the bridges built in the XVIII century. In several times they clarify questions about dates or authors of the construction of important bridges. PALABRAS CLAVE: Puente, construcción, siglos XVI y XVIII. KEYWORDS: Bridge, construction, XVIth and XVIIIth centuries. * * * * Noticias sobre algunos puentes asturianos en la Edad Moderna Inocencio Cadiñanos Bardeci Doctor en Historia LIÑO 14. Revista Anual de Historia del Arte. 2008

Noticias sobre algunos puentes asturianos en la Edad ModernaEl resto de los puentes, más modes-tos, salvan ríos de menor entidad. Los caminos Es más que discutible el origen romano

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Page 1: Noticias sobre algunos puentes asturianos en la Edad ModernaEl resto de los puentes, más modes-tos, salvan ríos de menor entidad. Los caminos Es más que discutible el origen romano

RESUMENEn el presente artículo se aportan noticias sobre puentes de la provincia de Oviedo recogidas en el Archivo

Histórico Nacional y Real Academia de San Fernando. Los datos abarcan desde el siglo XVI al XIX y espe-cialmente detallados son los del siglo XVIII. En muchos casos se aclaran fechas, autoría y construcción de lospuentes más importantes.

ABSTRACTThis article brigs severals documents about bridges of the province Oviedo collected in Archivo Histórico

Nacional and Real Academia de San Fernando. The news are very detalle and interesting, specially the onesregarding to the bridges built in the XVIII century. In several times they clarify questions about dates orauthors of the construction of important bridges.

PALABRAS CLAVE:Puente, construcción, siglos XVI y XVIII.

KEYWORDS: Bridge, construction, XVIth and XVIIIth centuries.

* * * *

Noticias sobre algunos puentesasturianos en la Edad Moderna

Inocencio Cadiñanos BardeciDoctor en Historia

LIÑO 14. Revista Anual de Historia del Arte. 2008

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Los puentes asturianos son numerosos,excelentes y todavía poco conocidos. Nuestraprovincia se encuentra entre las primeras deEspaña por el número de estas construcciones.

Estamos en una tierra montañosa y muyhúmeda. Por esto los cauces de los ríos fueron(y siguen siendo) dirección obligada de cami-nos. Unas vías tortuosas y difíciles de mante-ner, pues suelen ir a cotas bajas, ajustadas alcauce, por lo que a la menor riada quedaninutilizados. Incluso los de piedra, pues essabido que de los de madera no quedaba nada.

Los valles de los grandes ríos asturianossirvieron siempre de caminos para unir la costacon Castilla a través de difíciles pasos abiertosen los Picos de Europa como son los puertos deSajambre y Tarna hacia Riaño, o San Isidro,Pajares, Ventana, Somiedo y Leitariegos haciaLeón1.

Los puentes que aquí estudiamos se alzansobre los ríos más caudalosos. Concretamentesobre el Sella (Ribadesella), Nalón (Puente deArco, Langreo, Olloniego, Pola de Siero,Santullano, Pravia y Soto del Barco), Lena oCaudal (Mieres, Pola y Ujo), Narcea (Cangas,Pola de Somiedo y Cornellana) y el Navia (Boaly Navia). El resto de los puentes, más modes-tos, salvan ríos de menor entidad.

Los caminos

Es más que discutible el origen romano delos varios puentes así considerados popularmen-te en la provincia. Algunos, como los famosos deCangas de Onís, Puente de Arco (Laviana) yOlloniego, que aquí tratamos, son claramentemedievales y nada recuerdan aquel imperio2.

Es sabido que, en la Edad Media, uno de losmás importantes ramales del camino deSantiago (el de San Salvador) cruzabaAsturias. Debió encontrarse siempre en defi-cientes condiciones. Lalaing escribía a comien-zos del siglo XVI “cuyo camino varios peregri-nos temen pasar para ir a Santiago porque estápoco habitado, es estéril y mucho más monta-ñoso que el otro”3. El hecho de que los puentes

fueran construcciones en beneficio general,hacia un lugar devoto, hospital o de peregrina-je, explica el que en la Edad Media los papasconcediesen indulgencias a quienes ayudasena construir o reparar alguno de ellos. En 1419así lo hacía Martín V con el puente de SantaCatalina de Montesacro, cerca de Mieres. Elmismo pontífice concedía unos años despuésla misma gracia a quienes ayudasen a edificarun puente situado cerca del mar, en territoriode Colunga, quizá el de Bueño que aquí estu-diamos. En ambos casos se trataría de unospasos provisionales de madera.

Asturias fue importante acceso por mar enel siglo XVI como lo demuestra el desembarcode Carlos I en Tazones. En cambio, las comu-nicaciones por el interior de la provincia erandesastrosas. Lo constata el hecho de que elemperador tuviera que recorrer la costa (aveces por mar) hasta Cabezón de la Sal y, desdeaquí por un difícil camino, llegar a Reinosa yValladolid. Pronto el Principado perdería estapreponderancia marítima en favor de otrospuertos del cantábrico como lo demuestranposteriores viajes del propio emperador y suce-sores. El paso de Pajares siempre fue el mejory más accesible, según Jovellanos. En el sigloXVI era acondicionado como camino carreterilque costeó el obispo de Oviedo, Diego deMuros. Los vecinos de los pueblos de los con-tornos estaban exentos de ciertos impuestosreales a cambio de conservar dicho camino ymantenerle libre de nieve en los inviernos.

Los mapas del siglo XVIII nos muestranuna provincia apartada, con caminos realessecundarios. En 1760 solo destacaban los deherradura desde León a Oviedo y Tineo y otrodesde Santander a Gijón. Únicamente dospequeños tramos de rueda unían Oviedo conGijón y Avilés. Pocos años después, TomásLópez señalaba para toda la provincia dichostramos de rueda que se prolongaban hastaLeón a través del puerto de Pajares. Ello signi-ficaba la conexión del cantábrico con laMeseta, posibilitando salvar la difícil cordille-ra astur-leonesa. Desde entonces se vio incre-mentado el tradicional comercio de pescado,ganado, sal, frutas y hierro que llegaban a lasconcurridas ferias de Medina, Rioseco yVillalón. En sentido opuesto, es decir haciaAsturias, se volvía con pan, vino y paños.También era paso de los rebaños de la Mestadesde León y de peregrinos hacia Santiago ySan Salvador.

El único puerto marítimo de cierta impor-tancia fue el de Gijón, destruido a mediados

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1 CADIÑANOS BARDECI, I., “Puentes de León” en Tierrasde León”, nº. 111 y 112, León, 2001.

2 SANTOS YANGUAS, N., “Vías de comunicación deépoca romana en el valle del río Nansa, (Concejo deCangas de Narcea)” en BRIDEA nº. 127. Oviedo, 1988.

3 MARTÍNEZ VEGA, A., (Coord.) El camino jacobeo deAsturias. Oviedo-1999. LABANDERA CAMPOAMOR, J.A., “Rutas jacobeas por tierras del Eo” en BIDEA nº. 74,1971, pp. 633-647.

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del siglo XVIII y reconstruido en su segundamitad. Una de las consecuencias de esta obrasería la notable remodelación de la carreteraque unía este puerto con León. En 1776 sehabla de la “Carretera que se construye para lahabilitación del paso a los reynos de Castilla”o Carretera de Asturias. En 1783 fue interrum-pida para ser retomada una década despuésbajo la dirección de Jovellanos quien mantuvola dirección por el puerto de Pajares a pesar devarias opiniones en contra. A mediados desiglo habían sido compuestos varios caminos,entre ellos el de Pola de Gordón (León), paso decorreos y postas hasta León y las dos Castillas,ramal del que pasaba por Pajares. Los maestrosMiguel la Fuente Velasco y Manuel Ortiz eva-luaron su costo en 313.288 rs. en el que ibanincluidos algunos puentes y pontones4.

Otros varios puentes aquí estudiados estánen relación con el moderno tendido de loscaminos en el siglo XIX que dividen el

Principado en amplias parcelas, generalmentealargadas de este a oeste y cortadas de norte asur, siguiendo los cauces de los ríos. Sólo unimportante camino interior, más o menos para-lelo a la costa, unía Panes, Cangas de Onís,Oviedo, Tineo y Grandas de Salime para aden-trarse en Galicia por Fonsagrada. Los caminoscosteros hacia Santander y Galicia continua-ron siendo malos y peligrosos, cortados pormuchísimos ríos, arroyos y valles, como lodemuestra el que eran salvados, entonces, por10 puentes, 5 barcas y 16 vados.

Todavía a comienzos del siglo XX ciertoescritor inglés hablaba de “Asturias que ofrecelas mismas particularidades que Galicia.Comarcas montañosas sin caminos, sin medioalguno de comunicación, cubiertas de nieve enel invierno, pobres y míseras”. Y el mismoautor recordaba la imposiblidad que habíaexistido en el siglo XIX de circular vehículosde transporte desde Castilla a Asturias.

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Noticias sobre algunos puentes asturianosen la Edad Moderna

4 CIENFUEGOS, F., Jovellanos y la carretera de Castilla.Oviedo; 1970. RUIZ GONZÁLEZ, D., “Reformismo bor-bónico en Asturias. El camino Oviedo León” en BIDEAnº. 51, 1964, pp. 89-97. MADRAZO MADRAZO, S., “Las

transformaciones en la red viaria asturiana 1750-1869”en BIDEA nº. 90-91, 1977, pp. 61-137. MADRIDÁLVAREZ, V de la, La arquitectura de la Ilustración enAsturias. Manuel Reguera. 1731-1798, Oviedo; 1995.AHN: Cons. legs. 241, 857, 1.244 y 5.961.

PROYECTO DE NUEVOS PUENTES ASTURIANOS

Pueblo Año Río Arquitecto Constructor CostoProyectista

Barayo 1789 Barayo Prancisco A. - 21.000 rs. Pruneda

Brieves 1832 Esba Ramón Secades - -Bueño 1676 Espasa Antonio López Juan de Orejo 240.000 rs

Solaesa y Pedro GarcíaCornellana 1831 Narcea Ramón Secades - -Franco (El) 1718 Porcia José Martínez Ventura Gómez 16.821 rs.Infiesto 1716 Piloña Francisco de la José Pérez de 36.816 rs.

Riba Ladrón de la Portilla y Gon-Guevara zalo de Setién

Llanes 1832 Bedón Ramón Secades (Concejo) Nueva - -Olloniego 1780 Nalón - Marcos Vierna,

José V. Palacio Manuel Reguera -

Pravia 1799 Nalón Manuel de la Francisco Pru- -Peña Padura neda

Ribadedeva 1773 Deva Fray Antonio - 378.796 rs.San José Pontones

Ribadesella 1588 Sella Domingo de la Domingo de la 1.400 du- Mortera Mortera y Ro- cados

drigo de RierzaSantullano 1788 Nalón M. Reguera M. Reguera 800.000 rs.Soto del Barco 1747 Nalón Pedro Muñiz - -Soto de Luiña 1791 Soto Francisco A. - 136.000 rs.

Pruneda

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El siglo XVIII: La Academia de San Fernandoy los arquitectos

El XVIII es el “siglo de hacer caminos”debido a la ilustrada y práctica política des-arrollada por los Borbones. En buena parte lorequirieron las urgencias y abandono quevenían sufriendo durante todo el siglo XVII yaún antes. También lo exigió la incipienteexplotación minera de la provincia, especial-mente el carbón. Desde siempre lo habían sidopara extraer madera destinada a la construc-ción, aperos, incremento del carboneo vegetal,uso en las atarazanas reales y la exportación aCastilla. Como se ha dicho, se vieron unidos ycompletados con los grandes y costosos puer-tos marítimos que en la segunda mitad de siglose modernizan en Asturias: Gijón, Candás yLastres, sobre todo.

A examen de la Academia pasaron los másimportantes puentes. Esta exigió técnica,buena traza y resultado, a tenor de la RealOrden de 1777. En 1832 aseguraba que noaprobaba el proyecto de Brieves “por falta deinteligentes demostraciones artísticas, suma-mente esenciales en obras de esta naturaleza”.

Entre los arquitectos más activos se encon-traron Francisco Pruneda y Manuel Reguera,ambos académicos. A este segundo, estudiadopor Llaguno, le alaba por su valía en la cons-trucción de caminos “de que había gran nece-sidad en Asturias”. Entre lo más meritorio desu intervención cita los puentes de Grado ySantullano. Ramón Secades, arquitecto muni-cipal de Oviedo fue, posteriormente, el favori-to de la Academia. A partir del primer terciodel siglo XIX se le encomendaron casi todoslos importantes puentes del Principado. En1832 se le encargaba el puente de Brieves “elcual desempeñará su cometido con el aciertoque tiene acreditado en otros de igual clase”.Importantes arquitectos que intervinieron depasada en nuestra provincia fueron frayAntonio de San José Pontones, VenturaRodríguez y Marcos de Vierna.

Proceso administrativo. Financiación y materiales

En el siglo XVI la construcción y reparo delos puentes es cosa de los municipios, obisposo particulares, interviniendo muy poco elEstado. Algún mayor interés público se nota enel siglo siguiente, aunque la grave crisis delmomento lo redujo a casi nada. La preocupa-

ción e intervencionismo de los Borbones sedeja ver en todos los puentes que aquí estudia-mos. Las solicitudes de los municipios, forma-ción de proyectos, señalamiento de recursos,remates y solución de problemas, siguieron unmismo proceso en España5.

Estas obras públicas requirieron grandesinversiones. El resultado casi siempre fue insa-tisfactorio por los nulos recursos que aportabala anticuada fiscalidad de la época. Los soco-rridos repartimientos trajeron dificultades yproblemas que quedaron plasmados en quejasy pleitos ante el Consejo Real, cuyos escritosnos han servido para redactar este estudio.Otro de los recursos fue la aplicación de losantiquísimos pontazgos que desde la EdadMedia se venían cobrando, únicamente, enbeneficio particular y no como medio de man-tener dichos puentes. Los reyes ilustrados sóloen contadas ocasiones permitieron que sesiguiera percibiendo bajo rigurosas condicio-nes, o prohibiéndolo como en los puentes deMata de Grado y Santo Dolfo. Los barcajessolucionaron a menudo la falta de puentes o laimposibilidad de usar un vado. El nombre dealgún lugar actual, como Soto del Barco,recuerdan todavía la circulación de aquellasbarcas durante siglos. Con todo, causaron fre-cuentes conflictos por “el exceso y tiranía en elprecio que practican los barqueros y son conti-nuos los riesgos en tiempo de crecientes y ave-nidas”. Buen ejemplo las quejas por los abusoscometidos en Santiago de Castrillón en 1797,cuyos ingresos sólo beneficiaban al concejo sininvertirse nada en el arreglo de los caminos6.

En momentos de aguda crisis y apremiantenecesidad de reparos se echó mano de las tra-dicionales veredas vecinales, como ocurrió conel arreglo de la carretera de Pola de Somiedo.

En 1736 el Principado pedía que se le sepa-rase de los repartimientos para puentes de laprovincia de León, comprometiéndose a coste-ar los de toda su provincia. Todos los años sele asignaban cupos de lo que se sentía “opri-mido”. En 1738 en solo 4 meses se le habíancargado 4 repartimientos considerables paradichos puentes ajenos mientras que en 40 añosla provincia de León sólo había contribuidopara unos pocos puentes asturianos. Que cadauno reparara los suyos. Sin duda que era cier-

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5 CADIÑANOS BARDECI, I., “Los puentes del sur de laprovincia de Burgos durante la Edad Moderna” enBiblioteca / 11. Aranda de Duero, 1996, p. 10.

6 AHN: Cons. leg. 2.054.

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ta la petición y quejas, por lo que León seopuso a la petición.

Como se dijo, el empleo de la madera en lospasos menos importantes fue algo generaliza-do debido a su baratura y rapidez de tendido.La parte negativa de este abundante materialse encontró en su breve duración por la fragi-lidad frente a cualquier riada que los arrastra-ba. Al abundar mucho la piedra a pie de obray debido a su solidez, frecuentemente fueronlevantadas las cepas en este material para sos-tener pisos o calzadas de madera. En cambio,casi todos los grandes puentes fueron de pie-dra o pizarra desde el siglo XVIII. Cuando enalgún caso no fue posible por su alto costo, seesperaría a un siglo después para verlo tendi-do en este sólido material.

Sin duda que la valía de estas construccio-nes dentro del paisaje e historia del arte astu-riano es grande pues van desde algunos restosrománicos, pasando por los numerosos góti-cos, renacentistas (Ribadesella), barrocos(Bueño) hasta los neoclásicos que son la mayo-ría de los aquí estudiados. Su practicidad,siglos de existencia y calidad arquitectónicabien merecen un cuidadoso respeto a la hora

de mantenerlos, repararlos o llevar a cabocualquier otra intervención.

Resultados

Barayo (Río)La concurrida carretera que une Navia con

Luarca salva, a medio camino, el río Barayo.Allí se alza el puente que estudiamos.

En 1789 el concejo de Navia proponía laejecución de varias obras públicas. Una fuente,una torre para el reloj, reparo de varias callesy el puente sobre dicho río.

El puente estaba como a dos leguas de lavilla. Aunque era paso real, sólo existía uno demadera para viandantes, pero no de animales nicarros. Era preciso sustituirle por otro de piedrapues se encontraba en una carretera muy concu-rrida junto a la costa que unía Galicia y Portugalcon Francia. Le resultaba muy necesario al pue-blo que tenía unos 200 vecinos y un frecuenta-do mercado. En diversas ocasiones había repara-do el puente de madera en el que, recientemen-te, había gastado 4.000 rs. Pero sin mucho éxito,porque pronto quedaba inutilizado.

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Noticias sobre algunos puentes asturianosen la Edad Moderna

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En el mencionado año el arquitectoFrancisco Antonio Pruneda trazó los corres-pondientes planos, uno de ellos a propósitopara dicho puente. Señaló 9 condiciones paraconstruirle y lo presupuestó en 21.000 rs. Altratarse de un río modesto, también lo sería elpuente. Como muestra el dibujo, llevaba dosmedias cepas y sus correspondientes manguar-dias. El único gran arco presenta perfil ligera-mente rebajado con la rosca enmarcada poruna moldura a modo de alfiz sobre el que vanlos desagües de la calzada y el pretil coronadode pequeñas pirámides. Toda la construcciónva ejecutada a base de sillarejo.

La solicitud que el pueblo dirigió al ConsejoReal lo era para que fuese aprobado el proyec-to, se le diese permiso para reparar el paso delas Aceñas y dar el visto bueno a los arbitriospropuestos, entre ellos imponer un moderadopontazgo sobre el nuevo puente7.

BoalEn 1715 el concejo de Boal pedía licencia

para construir un puente que le comunicaracon Castrillón y Santiago de Lourias, sobre elrío del Canto. Era necesario para que los feli-greses acudieran a su parroquia y a los merca-dos de Fuensagrada y Ribadeo. Debían coste-arlo todos los pueblos del contorno.

Se admitió que era muy preciso, aunquealgún lugar se opuso a contribuir. El Consejopidió más detalles. Al año siguiente el Fiscalproponía que lo proyectara algún arquitectooficial8.

BrievesEn 1832 el maestro Antonio Fernández

Palomino presentaba diseños para un puentede piedra en este pueblo del concejo de Valdés.Iba sobre el río Esba, salvando el cruce de lacarretera que recorría su cauce con la que,desde Cudillero a Luarca, se adentraba en elinterior del pais.

Remitido al examen de la Real Academia deSan Fernando, no fue aprobado “por falta deinteligentes demostraciones artísticas, suma-mente esenciales en obras de esta naturaleza“.Que se encomendase al maestro mayor deOviedo, Ramón Secades, “el cual desempeñarásu cometido con el acierto que tiene acostum-brado en otras de igual clase”.

Al año siguiente así lo hacía. Ahora sí fueaceptado por los académicos. Al mismo tiempoel arquitecto municipal advirtió sobre la nece-sidad de levantar un nuevo puente de piedraen Luarca9.

Bueño (Colunga)La carretera que corre por la costa salva el

riachuelo Espasa en el puente de este caserío.La explicación de su gran tamaño se encuen-tra en que se alza en la desembocadura y hastaallí llegan las mareas.

En 1676 se aseguraba que aquí había exis-tido un puente de piedra en el pasado. Unariada del mismo año y la acción del mar learruinaron en su mayor parte de tal forma queno se podía pasar ni a pie ni a caballo. Erapaso imprescindible hacia Francia, Galicia,Portugal y las dos Castillas y por él se comer-ciaba con mucho pescado y “se hazen las sacas

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7 Idem: Cons. leg. 1.467. MADRID ÁLVAREZ, V. de la,“Los arquitectos Francisco Pruneda y Benito AlvarezPerera. La práctica académica en Asturias a finales delsiglo XVIII (I)” en BRIDEA nº. 142, 1993, pp. 379-380.

8 Idem: Cons. leg. 29.111.

9 Arch. Ac. S. Fernando 31-10/2. MADRID ÁLVAREZ, V.de la, “La arquitectura fernandina en Asturias.Francisco Antonio Muñiz Lorenzana y Ramón Secades”en BRIDEA, nº. 145, 1995, pp. 205-245.

Bueño: Proyecto de Antonio López y Pedro García.

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del mar” de los puertos de Lastres, Tazones yVillaviciosa. Debía ser reconstruido y repartir-se su costo en 30 leguas.

Al año siguiente daban trazas, condicionesy presupuesto los canteros Antonio López deSolaesa y Pedro García. Fijaron seis condicio-nes. Al contratista se le daban 2 años paraconcluirle. Su costo sería de 253.500 rs. Tanalto presupuesto en una época de grave crisiseconómica, trajo la oposición al repartimientode algunos lugares, lo que dio lugar al pleito.

El proyecto de dichos canteros nos muestrael alzado de un puente de cinco ojos, iguales ymuy pequeños los extremos (18 pies de luz), ymucho más alto y ancho (44 pies) el central.Como consecuencia, el perfil resulta muy alo-mado, al mejor gusto medieval. Mientras quelas cepas centrales son muy potentes, las dosque las flanquean se reducen a la mitad.Presentan tajamares en ángulo curvo, lo queindica cierto avance en la concepción de losempujes de la corriente, aunque mantienen losespolones cuadrados. Todo iría construido enbuena sillería.

Se ordenó pregonar la obra. Juan de Orejo(vecino de Cudeyo, en Trasmiera), le puso en240.000 rs.10.

Aquí acaba el expediente. Quizá quedaratodo en suspenso por entonces.

Madoz nos dice que a mediados del sigloXIX existía un puente en la desembocadura delrío Espasa.

Cangas de NarceaEsta villa controla la carretera que recorre

el angosto valle del Narcea y que une la costacon el puerto de Leitariegos.

En 1680 se solicitaba que fuese reconstrui-do el puente de Cangas de Tineo (hoy, deNarcea). Una crecida de poco antes se habíallevado casas, molinos y diversos puentes,como el de Brieves. Eran malos años y de pro-funda depresión por lo que el Consejo fuerotundo: “No ha lugar”.

Pero las autoridades locales insistieron porser una obra absolutamente precisa y urgentepara el comercio y tratarse de un camino real.Se pretendía reparar este puente junto con elcercano de Pontecilla. Al año siguiente eranreconocidos con detalle por los maestrosToribio de Jove “que está haciendo el muelle deLuanco” y Domingo Gutiérrez “que hizo elmuelle en el puerto de Tazones”. Detallaron que

el arco inmediato al principal, de 21 pies devuelo, había sido llevado por el río, junto consu pilar. Para reconstruirlo era preciso tenderdos estribos con sus respectivos cortamares(tajamares) y cubos (contrafuertes) a base desillería, mampostería y argamasa. Había quecompletarlo con dos manguardias, una de 62pies de largo, 6 de ancho y otro tanto de altoy la otra de 68 pies de largo por 9 de ancho y8 de altura. Todo ello costaría 19.800 rs.

En cuanto al de Pontecilla, el río se habíallevado una buena parte de él. Necesitaba dosestribos, un pilar y reconstruir parte de unarco. Por no tener madre suficiente, era preci-so encauzar las aguas con dos manguardias de270 pies de largo, 8 de ancho y otro tanto dealto. Costaría 13.200 rs.

Al mismo tiempo dichos maestros recono-cieron los deterioros causados por las lluvias encaminos y otros puentes. En el de Onon habíadesaparecido una parte. Necesitaba reparos porvalor de 1.100 rs. El puente de Corias precisaba2.800 rs. Y en cuanto al arreglo de caminos,ascendía a una gran cantidad de dinero.

Hubo varios pregones. Francisco Gutiérrezde la Madrid hizo una notable rebaja. Comouna gran peña obstruía el paso de las aguasbajo el puente de Pontecilla que obligaba a undesvío que atacaba al puente, se decidió rom-perla, lo que aumentó el costo en otros 2.650rs. El total de la definitiva adjudicación a favordel cantero Pablo de Cubas fue de 28.112 rs.(año 1682).

Se pidió que fuera repartido en 10 leguas encontorno a Cangas correspondiendo dos terce-ras partes a 80 pueblos y el resto a la villa. Porlos 1.050 vecinos de ésta y su concejo, tuvoque aportar 318.603 mrs. Sin embargo, se opu-sieron a pagar varios pueblos así como losconcejos de Navia y Luarca, lo que retrasó lasobras de tal forma que en 1687 todavía seseguía pleiteando11.

CornellanaCornellana es un importante centro de

comunicaciones. Allí se cruza la vía que reco-rre el cauce del Narcea con la carretera que vade Oviedo a Salas. En su término se unen aesta última otros varios caminos secundarios.

En 1827 se pretendía reparar su puente demadera sobre el Narcea. Lo proyectó Antonio

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10 AHN: Cons. leg. 25.302.

11 Idem: Cons. leg. 26.269. PÉREZ RODRÍGUEZ, M., yFLOREZ DE LA SIERRA, D., Puentes en la villa deCangas de Narcea, Principado de Asturias, Asturias,2004.

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Muñiz. Entre otras cosas sería reconstruidouno de los pilares de piedra. La barca que lesustituía resultaba peligrosísima. Así se hizo.

En 1831 Ramón Secades trazaba diseñospara un nuevo reparo. Seguía siendo su piso demadera. Pero la Diputación Provincial expusoque era necesario completarle totalmente enpiedra. Para ello dicho arquitecto formó nue-vas trazas. Al año siguiente así se hacía cons-tar: “Puente que se está construyendo sobre elrío Narcea en el punto llamado deCornellana”12.

Franco (El) En este pueblo y su caserío de Porcía, el

puente que estudiamos salva la carretera cos-tera que une Francia con Galicia y Portugal.Levantado en la desembocadura del ríoGrandas (hoy Porcía) a gran altura servía, en elpasado, de vía para comerciantes, peregrinos ytropa.

En 1712 consta que dicho puente se encon-traba arruinado. De no repararse pronto, podríadesaparecer por completo, siendo una gran pér-dida por su importancia. “Tenía las bóvedas delos ojos abiertas por arriba, desempedrado, fal-taban los caireles y tenía mal las pilastras ynecesitado de otros reparos”. En caso de hun-dirse, su reconstrucción costaría unos 20.000ducados. No era posible pasar el río a pie, caba-llo o barco por la rapidez de sus aguas.

En 1716 era reconocido por los canterosDomingo Fernández, Domingo Pico Coaña yFrancisco García. Detallaron que se componíade 5 arcos de sillería de pizarra de 59 brazas delargo por 2,5 de ancho. Estaban abiertas laspilastras de los dos arcos principales. Habíaque reconstruir estribos, tajamares y bóvedadel cuarto arco junto con otros muchos deta-lles. Costaría todo 80.000 rs. pues resultabacostosa la traída de piedra así como el desvíode las aguas para ejecutar dichas obras. Noseñalaron las condiciones.

Dos años después fue reconocido de nuevopor el arquitecto José Martínez. Señaló nuevasruinas en la cepa del segundo arco haciaFranco. Era preciso hacerle volver a su antiguamadre con una manguardia. Señaló 9 condi-ciones, trazó la planta y tasó el conjunto de lasobras en 22.928 rs.

Hasta 1722 no hubo posturas. En este añose comprometía a llevarlo a cabo Pedro Muñiz

por 22.428 rs. Se le remató y dio fianzas. Perolo rebajó Ventura Gómez de la Riva hasta16.821 rs. y a él fue adjudicado.

Se ordenó el repartirlo en 20 leguas pero,como siempre, la recogida fue dificultosa.Como no se le abonó la primera paga, Gómezno inició las obras.

En 1726 todo seguía parado. Poco despuésse hizo notar que la actuación de Gómez noera del todo correcta por lo que el Fiscal acon-sejó que se le obligase a dar fianzas13.

GradoEn 1688 esta villa pedía que, por reparti-

miento, fuese reparado su puente de SanPelayo, sobre el río Cubia. Una avenida del mesde abril había arruinado uno de sus dos gran-des ojos de piedra y las manguardias.Posteriormente también se hundió el otro arcopermaneciendo, únicamente, un paredón de 35varas de largo. Resultaba imprescindiblereconstruirle pues era paso hacia Oviedo, lasdos Castillas y se encontraba en el Camino deSantiago. Circunstancialmente fue acondicio-nado en madera, siempre costoso de mantenerpor tratarse de un río caudaloso.

Se pidió que fuera costeado por reparti-miento pues la villa carecía de los recursosnecesarios. Que contribuyesen, incluso, algu-nos pueblos de Galicia y León.

En 1692 el Fiscal se oponía a esta últimapetición.

El nuevo puente se debió, según Llaguno, aManuel Reguera constando “de 212 pies delargo con tres arcos de a cincuenta pies de diá-metro cada uno, y otro más pequeño”14.

Madoz recuerda que existían en los contor-nos de este pueblo varios puentes siendo elmás notable el de San Pelayo, a la salida del lavilla, en el camino que se dirigía a Oviedo.

InfiestoInfiesto es un centro de comunicaciones del

interior de la provincia a media distancia delprincipal camino que une Oviedo conRibadesella. En este pueblo convergen un altonúmero de carreteras secundarias, especial-mente numerosas las que proceden de la costa,como claramente se indica en el dibujo quedamos a conocer. Por el centro del pueblocorre el río Piloña.

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12 Arch. Ac. S. Fernando 31-10/2. MADRID ÁLVAREZ, V.de la, “La arquitectura Fernandina en…”, opus cit, p.236 (nota 56).

13 AHN: Cons. leg. 28.476.14 Idem: Cons. leg. 26.486. MADRID ÁLVAREZ, V. de la,

La arquitectura de la…, opus cit, pp. 206-207.

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En 1716 se solicitaba el reparo y reedifica-ción de su puente. Se trataba de una antiguaconstrucción de piedra que había sido repara-do en profundidad en 1691, cuando se arruinóen casi su totalidad. Francisco de la RibaLadrón de Guevara, que estaba trabajando enel monasterio de San Pelayo y convento deSan Francisco de Oviedo, fue el encargado deproyectarle. Puso 13 condiciones, entre ellasque debía derribarse el viejo. Se ofreció a eje-cutarlo él mismo por 109.984 rs. Por este infor-me y los planos, cobró 25 doblones.

El dibujo del proyecto es un tanto comple-jo. Con el fin de mostrarnos la importancia delpaso, señala diversos edificios a la entrada ysalida del puente. Este es, en realidad, doblepues en el extremo izquierdo aparece otropequeño paso de dos arquitos sobre el quecorre el camino que llevaba a Oviedo y Galicia.El nuevo puente presenta todavía las clásicasformas del pasado, ligeramente alomado, conun gran arco central de 56 pies de hueco por30 de altura, flanqueado por otros dos de casila mitad de tamaño pues miden 25 pies de luzpor 19 de alto. Los contrafuertes son angularespor ambos lados, alcanzando la rasante y for-mando aparcaderos. Todo va en sillería.

Al año siguiente Pedro Muñiz y GarcíaÁlvarez de Castañeda hacían notables rebajas.Primeramente fue rematado en DomingoGarcía por 49.088 rs. Pérez de la Portilla lodejó en 36.816 rs. y a éste fue adjudicado. Sele puso como condición que no podría pedir

mejoras. Una baja tan llamativa indica doscosas: que la tasación del proyecto había sidoexcesiva y que estas bajas se debían a losmalos años con falta de trabajo. Tales pro-puestas acarrearon trabajos deficientes quedieron lugar a conflictos, como ocurrió en estede Infiesto.

En 1719 José Pérez de la Portilla comenza-ba a trabajar. Se nombró como veedores aMauricio de Aedo y a Félix de Cueto, quienhabía dado por bueno el antes citado proyecto.Se ordenó llevar a cabo el correspondienterepartimiento en un contorno de 24 leguas.

En 1721 Portilla aseguraba que ya tenía“cerrado y perfeccionado los tres arcos deldicho puente”. Que se le pagase.

El Consejo ordenó que el veedor Mauriciode Aedo reconociese e informase sobre lacalidad del resultado. Se trataba de un puen-te nuevo, pegante al viejo. Acusó a Portillade haber usado piedra de mala calidad, quiense defendió alegando haberse ajustado a latraza y condiciones y trabajado “conforme aarte”. Lo demostraba el hecho de que, des-pués de 5 meses de concluido, permanecía enpie y sólido.

Al año siguiente seguía sin pagársele,tachado de ser un puente imperfecto y en peli-gro de desmoronarse. Ciertos maestros lehallaron arruinado por la parte de abajo y conun arco “no hecho según arte y reglas de geo-metría” pues tenía la clave descentrada. Erauna obra débil y no ajustada a las condiciones.

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Noticias sobre algunos puentes asturianosen la Edad Moderna

Infiesto: Proyecto de Francisco de la Riba.

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Ante la disputa se ordenó informar almaestro Pedro de Bercedo que estaba constru-yendo el puente de Ujo. Portilla, por su parte,nombró a Felipe de la Lastra que fue rechaza-do por parcial. Le sustituyó Pedro Muñiz.Declararon que no había trabajado conforme alo pactado. Por el contrario, poco después loscanteros Francisco Alonso de la Riva yAntonio de Areces le consideraron correcto, aexcepción de algunos defectos en el arco prin-cipal y alguna parte no concluida. Tasaron lohecho en 15.380 rs. Como tercero en discordiase nombró a Francisco Mijares, quien pidió quele acompañara Cosme González. Según dije-ron, era preciso demoler y reconstruir el puen-te en su mayor parte, especialmente el arcomayor. Portilla fue apresado.

En 1722 Gonzalo de Setién tenía a su cargoel acabar y acondicionar el puente. Acabarlecostaría unos 18.000 rs.

En 1826 el Ayuntamiento solicitaba poderconstruir un puente de piedra en el sitio deno-minado Orrín. Lo ideó Antonio MuñizLorenzana. La Academia de San Fernano loaprobó por ajustarse a las reglas del arte15.

En el diccionario de Madoz se habla conalguna inexactitud del puente sobre el Piloñadel que se dice construido con mucha solidezen 1710 y reparado en 1816 a expensas de todala provincia.

JarceleyEn 1662 este pueblo solicitaba que fuera

reconstruido su puente sobre el rio Villar deLantero. Se trataba de un paso de madera parael tránsito de todos los pueblos del contornoque venía siendo mantenido, reparado yreconstruido por todos ellos desde hacíamucho tiempo atrás.

Le reconocieron los maestros Juan FernándezTebongo y Juan Díaz. Presupuestaron su recons-trucción en 2.400 rs. Iba sobre pilares de made-ra, grandes y altos, que era preciso fortificar.

Eran años de profunda recesión económicay la oposición a contribuir obligó a acudir alConsejo Real para que así lo hiciera la feligre-sía de San Martín de la Sierra16.

LangreoEn la segunda mitad del siglo XVI, los veci-

nos pedían licencia para repartir 7.000 duca-

dos en el Principado y reino de León con losque reparar su puente de Torrillos. El rio Nalónse había salido de madre y dejado el puente enseco. Era preciso reencauzarle con varias man-guardias. Se trataba de “un rio muy caudalosoy una puente muy pasajera”.

En 1831 Ramón Secades formaba planospara “aumento y reedificación” del puente deSama sobre el Nalón. Fue aprobado por lacomisión académica de San Fernando17.

Laviana (Concejo)Puente de Arco es un caserío emplazado

cerca de Pola de Laviana en la carretera queune Oviedo con Riaño (León), siguiendo elcauce del Nalón. Fue uno de los nudos decomunicación más antiguos de la provincia.

A fines del siglo XVIII se exponía la nece-sidad de reedificar el puente de piedra del ríoNalón, denominado el puente del Arco. Sedecía que había sido construido de canteríahacía más de diez siglos. Era paso haciamuchos lugares, provincias y puertos. Llevabaunos 30 años con la cepa del sur desmorona-da. A falta de dinero, estaba acondicionado enmadera. En 1795 se hundió la otra cepa. Noquedó, pues, nada del viejo puente sin otromedio para pasar el río pues no había nisiquiera una barca.

Los vecinos solicitaron que se les permitie-ra la corta de cierta cantidad de árboles concuya venta obtener recursos para reconstruirle.Antes de acceder, el Consejo pidió informesmás detallados al Intendente provincial y quetodo fuera ideado por un arquitecto18.

Un siglo después era arruinado de nuevopor una riada y vuelto a ser reparado.

Se trata de un puente medieval de mam-postería con algo de sillarejo, alomado, condos ojos, de mayor luz el del centro del cauce.La cepa común se asienta en el afloramiento deun roquedo.

Llanes (Concejo)En 1832 eran proyectados dos puentes

sobre los ríos Bedón y Nueva de este concejo.Los planos y condiciones fueron firmados porRamón Secades. Enviados al examen de lacomisión de arquitectura de San Fernando, lostuvo “por muy dignos de la nota con que deben

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15 Idem: Cons. leg. 31.992 y Arch. Ac. S. Fernando 31-10/2.

16 AHN: Cons. leg. 27.964.

17 Idem: Cons. leg.. 28.354 y Arch. Ac. S. Fernando 31-10/2. MADRID ÁLVAREZ, V. de la, ·”La arquitecturaFernandina en…” opus cit, p. 239.

18 AHN: Cons. leg. 1.767.

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ser autorizados por la Academia”. Se trató deun puente de tres ojos19.

Mata de Grado (La) y Santo DolfoEn 1791 se aseguraba que entre estos pue-

blecitos del sur de Grado, un particular habíatendido sendos puentes hacía poco tiempo. Porser propiedad privada y para resarcirse de sucosto, impuso a los viandantes 2 mrs. y cadacaballo pagaba 4 mrs. Los vecinos de Grado,Mata y Santo Dolfo estaban libres de pagar aexcepción de los miércoles y domingos, dias demercado.

Se denunció el hecho. El interesado solicitópermiso oficial para seguir cobrándolo, pero elConsejo Real le ordenó cesar en ello inmedia-tamente. Estaba claro que dicho sujeto másque una obra benéfica lo que pretendía eraconvertirlo en un negocio20.

NavelgasEste pueblo se halla en la difícil carretera

que une Tineo con Luarca. Allí salva el río delmismo nombre sobre el puente que estudia-mos.

En 1792 los vecinos solicitaban que todo elPrincipado contribuyera a la reconstrucción desu puente. Era “único tránsito que en muchodistrito ai para la comunicación y comerzio delas provincias de Castilla, Galicia y Oviedo”.Era paso de carros y caballerías. El existenteera de madera, mantenido por el pueblo, ahoradestruido por una riada. El reducido pueblo nopodía costear el que se pretendía reconstruir enpiedra.

En el mismo año informaban los arquitec-tos Ramón Díaz Canel y Francisco González deSela. El lugar disponía y mantenía nada menosque 8 puentes de madera. El que se pretendíaconstruir era conocido como “Puente Grandede Navelgas”, a las afueras del pueblo en cami-no real. Costaría unos 24.000 rs. En 1794 elRegente advertía que no convenía fabricarloen piedra. En consecuencia, en1803 el Consejoordenaba: “No ha lugar a lo pedido por estepueblo”.

Eran duros años de crisis económica ysocial. Fue recompuesto de madera, con 20varas de largo y una de ancho21. Sin embargo,a mediados del siglo XIX ya estaba construidoen piedra como nos informa Madoz.

OlloniegoEl “puente romano” de este pueblo salva el

Nalón en el camino que une Mieres con lacapital provincial. Es mencionado por primeravez a mediados del siglo XII, aunque el actuales posterior. En 1159 el rey Fernando II deLeón concedía parte de los derechos de paso almonasterio de Santa María de Oviedo y, a finesde siglo, traspasaba otra parte al obispo y cate-dral. Consta que en 1426 el papa Martín Vconcedía varias indulgencias a quienes ayuda-sen a concluir dicho puente muy transitadopor los peregrinos. Fue reparado a principiosdel siglo XVI a costa del cabildo catedraliciopues seguía cobrando los mencionados dere-chos. En 1530 el obispo tuvo que contribuirpara nuevas obras. Una gran riada de 1676dejaba en seco este famoso puente y hubo quetender otro provisional de madera. Todavíahoy podemos admirar aquel paso medieval dearcos góticos, el central mucho mayor, ligera-mente alomado, con roscas fabricadas a basede sillarejo y el resto de mampostería.

En 1780 era levantado otro puente de can-tería costeado por repartimiento entre los pue-blos de los contornos. Sus constructores fueronMarcos de Vierna, José V. Palacio y ManuelReguera. El resultado fue un paso con potentesarcos de medio punto a base de sillería, rasan-te horizontal y contrafuertes rectos rematadosen copetes angulares. Por su gran solidez, elestado actual sigue siendo muy bueno. Madozle califica de “un magnífico y sólido puente decinco arcos”22.

Peñamellera (Valle de)Valle emplazado en el extremo oriental de

la provincia, cercano a Cantabria, recorridopor el río Cares. Paralela al cauce pasa la carre-tera que une Panes con Cabrales y Cangas deOnís.

En 1690, reunidos los delegados vecinalesen Abandames exponían que el valle dePeñamellera estuvo a punto de desaparecerdebido a ciertas inundaciones. Una fuerte riadase había llevado por los cimientos sus cincomejores puentes de piedra y los molinos queallí funcionaban. Se trataba de los puentes deOrnia, Alles, Trescares, Siejo, Narganes... Hastaentonces venían manteniéndolos y reparándo-los por su cuenta “sin haber hecho jamásrepartimientos para ellos”. Eran pasos impres-

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Noticias sobre algunos puentes asturianosen la Edad Moderna

19 Arch. Ac. S. Fernando 31-10/2.20 AHN: Cons. legs. 1.432 y 2.767.21 Idem: Cons. leg. 2.177.

22 Idem: Cons. leg. 6.037. Más detalles en MADRID ÁLVAREZ,V. de la, La arquitectura de la…, opus cit, pp. 192-194.

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cindibles para Vizcaya, Cantabria y CuatroVillas de la Costa... Estaban presupuestados lostrabajos de reconstrucción en cerca de 6.000ducados. Era una alta cantidad que, unida a lapobreza de los campesinos, calamidades de lostiempos y gastos causados en sus puentes ycalzadas, les tenían imposibilitados para con-tribuir al repartimiento de puentes extraños.

Ante lo expuesto, el Fiscal aconsejó que seles librase de contribuir durante 15 años. Asífue y la gracia le sería prorrogada en diversasocasiones.

En la segunda mitad del siglo XVIII el vallepedía exención perpetua. No se accedió a ellosino a una prórroga más como las que se levenían concediendo23.

Pola de SomiedoLa carretera que desde tierras de Pravia se

dirige hacia el sur, se adentra en tierras deLeón por la Babia. El camino aprovecha elvalle abierto por el río Narcea y sus afluentesel Pigüeña y Somiedo. Antes de abandonarnuestra provincia, comienza el duro ascenso alpuerto de Somiedo. Los puentes tendidos sobredichos ríos fueron numerosos y de cierto tama-ño, como puede suponerse.

En 1779 se solicitaba el urgente arreglo delpuerto de Somiedo, el resto del camino y cons-trucción y reparo de sus puentes. Dicho cami-no era “el menos peligroso y directo a los rei-nos de Castilla, Bierzo, Oviedo y Galicia...unode los más bajos de los puertos secos de estePrincipado y más útil y necesario...desde lospuertos del mar de Avilés”. Estaba intransita-ble. Debían ser reparados o construidos variosimportantes puentes del camino como lo eranlos de Escobio de las Abejas, San Pedro de laRiera y Pola de Somiedo, costeados por repar-timiento pues también el concejo de Somiedohabía contribuido recientemente al reparo oreconstrucción de los puentes de los concejosde Grado, Olloniego, Santullano...y los leone-ses de Luna, Domingo Flóres y Villarente.

A fines de siglo volvía a pedirse el acondi-cionamiento del mismo camino y puerto. Eravia indispensable de mercancías como madera,piedra y carbón.

Francisco Antonio Muñiz Lorenzana lo vioy levantó planos. En el proyecto son mencio-nados numerosos puentes, varios de ciertaimportancia. El reparo de los tres tramos cos-taría 324.000 rs. Ante tan alto costo, el

Consejo ordenó que fuera compuesto “por con-cejadas con el trabajo de pala y azadón preve-nido en las ordenanzas”.

De entonces será alguno de los puentes queactualmente siguen salvando la concurridacarretera y puerto de Somiedo24.

PraviaPravia es centro de convergencia de nume-

rosas carreteras comarcales. La que desdeGrado lleva a Pravia, salva el Nalón sobre elpuente de Peñaullán a las afueras de la pobla-ción. Allí se bifurca en varios ramales, uno queconduce a la costa y otro que se adentra en laprovincia hasta Salas.

En 1764 nuestra villa acudía al ConsejoReal solicitando se le concediese licencia paraque, a costa de sus propios, pudiese componercalles, caminos y puentes, además de ensan-char sus iglesias de San Donato y San Dámaso.Reconocido todo por el arquitecto José B.Meana, reguló el total en 420.195 rs. Tambiénlevantó planos de la Casa Consistorial y cárcel.Fueron aprobados y su ejecución se alargódesde 1764 a 1776. En 1792 consta ciertoexpediente sobre la construcción de un puenteen este concejo, sin darse más detalles. En1799 Manuel de la Peña y Padura levantaba elcorrespondiente plano.

Efectivamente, en 1801 era encomendada laejecución del mencionado gran puente dePeñaullán a Francisco Pruneda. Al tratarse de unarquitecto y fontanero oficial de Oviedo, el regi-miento no le permitió abandonar la capital y leamenazó con arrestarle como antes lo habíahecho con Manuel Reguera, su antecesor, pormarchar a Covadonga. Pruneda tenía mucho inte-rés en dirigir “el puente de Peñaullán que es de las(obras) más vastas que pueden ocurrir en elPrincipado pues sobre las dificultades que ofrecesu localidad, sin embargo de los varios planos quese hicieron, acaso en 12 o más años no se con-cluirá”. Se le habían prometido 5 rs. diarios desueldo. Simultáneamente a la oposición de la ciu-dad, el Regente también amenazó al arquitectocon la cárcel si, por el contrario, no acudía aPravia “pues una obra de tanta entidad no debequedar parada”.

Se aplicaron a la obra los sobrantes de lasrentas públicas y con éstas solo se llegaron alevantar los estribos25.

INOCENCIO CADIÑANOS BARDECI

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23 Idem: Cons. leg. 27.181.

24 Idem: Cons. legs. 898 y 31.195.25 Idem: Cons. leg. 6.962 y Arch. Ac. S. Fernando 31.9/2.

MADRID ÁLVAREZ, V. de la, “Los arquitectos FranciscoPruneda y…, opus cit, pp. 381 y 382.

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RibadedevaPuente sobre el rio Deva, que hace de divi-

soria entre las provincias de Asturias yCantabria y villas de Colombres y Unquera. Espaso fundamental de la carretera costera deambas provincias y otras muchas vías del inte-rior que allí convergen.

En 1772 el padre Pontones ideaba la cons-trucción del puente de este pueblo por 378.796rs. Se trataba de un largo paso con numerososarcos adaptados a lo accidentado del terreno.Según Marcos de Vierna, podía ser encargadoa Diego Martínez y Pedro Arnáiz maestrosfacultativos en esta clase de obras. En 1776 seordenó suspender la construcción hasta quefuera finalizado el cercano puente de Pesués(Santander).

A pesar de tratarse de un paso tan impor-tante sobre el río Deva, tardaría muchos añosen construirse allí el puente. El actual fuelevantado primero en 1922 por José Pardo Gily reconstruido en 1937, tras su destruccióndurante la guerra civil26.

RibadesellaEn 1486 los caminos de este concejo eran

reparados a costa de la sisa del vino. En 1588 el cantero Domingo de la Mortera

ideaba el nuevo puente de esta villa. Puso 14condiciones para su reconstrucción. El puentede “Pilas” se encontraba en los Arenales, en unbrazo de mar y río Sella, “por donde se nave-gaba y de ordinario pasaba mucha gente dearrieros y traxineros...ganados...y pescados”.Iba en el Sella “que era caudaloso y de grandesavenidas”. Ya había existido anteriormente unpuente llamado “El Pilar” de mucho tránsito.En 1580 las riadas le arruinaron, se hundió yllevó el río en su mayor parte. No se podíapasar aunque era dirección obligada haciamuchos lugares.

En el mismo año era rematado en el pro-pio proyectista por 1.400 ducados, sin la cal yarena que lo aportaría el concejo. Este lo enco-mendó a Rodrigo de Rierza. Fueron repartidos1.565 ducados en 12 leguas a la redonda. Seríareconstruido y reparado al mismo tiempo queel camino llamado de “Las Encinas”27.

El gran puente actual que salva la ría es delsiglo XIX.

Santo AdrianoEste puente salva un riachuelo, afluente del

Trubia, en las carreteras que se adentran en elsur montañoso de la provincia.

Fue reparado en 1791 bajo la dirección delarquitecto Diego de Ochoa28. Por suerte laintervención fue un tanto superficial pues hoyse conserva aquel puente alomado medievalcon un gran arco que abarca todo el cauce delrío, anclado entre dos fuertes cepas, al estilodel de Cangas de Onís.

SantullanoPuente sobre el río Nalón (Caudal) debido a

Manuel Reguera. Ideado simultáneamente alde Olloniego, en 1785, ya se tenía recaudadacierta cantidad para llevarle a cabo. Pero comoen dicho año no se hacía nada y “daba tre-guas”, se solicitó detraer 134.000 rs. de susfondos con el fin de invertirlo en el reparo delcamino de Oviedo a Grado.

En 1794 se exponía la necesidad de concluirdicho puente, del que estaba construida unaparte, ahora expuesta a arruinarse por abando-no. Podrían aplicarse 150.000 rs. del mediomillón del expolio de la sede vacante. Paraconstruir este puente y el de Olloniego habíansido repartidos un millón y medio de realesentre los pueblos del Principado y algunos deotras provincias. Se fabricó el de Olloniego yquedaron 714.944 con los cuales se comenzó aconstruir este de Santullano en 1788. Estabaregulado en 800.000 rs. Debido a los malosresultados de los puentes cedidos en asiento, laReal Academia de San Fernando lo encomendóal arquitecto Manuel Reguera a jornal, con unsueldo de 7.000 rs. anuales. Así lo hizo hastallegar al arranque de los arcos. En ello se gasta-ron 432.576 rs. En 1791 se adjudicó el resto dela obra a Benito Álvarez Perera por 286.986 rs.como lo había regulado dicho Manuel Reguera.

Álvarez pidió un adelanto con el fin deacopiar los materiales. El Consejo Real advirtióque si no seguía con los trabajos, que fueraencargado a otro cantero. Ahora, solo queda-ban 6.279 rs. por lo que se solicitaba dichacantidad del expolio con el fin de concluirle. ElConsejo accedió a la continuación de las obras,aunque sin permitir otro nuevo repartimientoentre los vecinos por resultar muy gravoso “enlas circunstancias presentes”29.

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Noticias sobre algunos puentes asturianosen la Edad Moderna

26 AHN: Cons. leg. 28.500. CANO SANZ, P., Fray Antoniode San José Pontones, arquitecto jerónimo del sigloXVIII, Madrid, 2005. El plano del P. Pontones en lalámina 48a.

27 AHN: Cons. leg. 28.348.

28 Arch. Ac. S. Fernando. Comisión arquitectura nº. 76 (8abril 1791).

29 AHN: Cons. legs. 860, 1.113 y 6.037. MADRID ÁLVAREZ,V. de la, La arquitectura de la…, opus cit, pp. 194-196.

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Siero, Puente de BergueresConsta que a fines del siglo XV los de este

concejo estaban exentos de pagar pontazgo.En 1774 el concejo de Siero hacía presente

la necesidad de reparar y ensanchar su puentede Bergueres. El ayuntamiento había gastadorecientemente 2.000 rs. en ello, pero era preci-so invertir otros 10.000 que pensaba detraer desus propios para lo que pedía licencia alConsejo Real.

Los trabajos más urgentes fueron encomen-dados al cantero Pedro Hernán Pérez por 2.900rs. Pero al comenzar a trabajar advirtió que unode los arcos se encontraba en completa ruina.Junto con otros reparos de calzadas cercanas, lotasó en 90.000 rs. Al mismo tiempo también sepensó en reparar los puentes de Valderromán yBlimares y reemplazar en piedra el puente demadera de la plaza de Santa Pola.

Ante las dudas y obras tan diversas, elFiscal aconsejó que el prestigioso arquitecto M.Reguera lo proyectase y “para que se executesegún arte”, bajo la dirección de José Palaciosy Manuel de la Sierra.

Al año siguiente el Consejo accedía a lapetición de la villa.

Efectivamente, lo proyectó Reguera, aun-que durante años todo quedó en suspenso porfalta de medios30.

Soto del BarcoEste pueblo se halla en la desembocadura

del Nalón, en donde el río adquiere una consi-derable anchura. Por allí pasa la importantecarretera que, desde Avilés, se dirige a Galicia.

En 1747, con la recuperación económicageneral, se solicitaba construir un puente depiedra en este lugar que sustituyera a la barcaque allí circulaba. Se argumentaba que, en

buena parte, se necesitaba por “el exceso ytiranía en el precio que practican los barque-ros y son continuos los riesgos en tiempo decrecientes y avenidas”.

Lo reconoció Pedro Muñiz Somonte.Informó que el barco pertenecía al convento dedominicos de Nuestra Señora del Rosario.Antes (al menos en 1518) los derechos de bar-caje y pesca habían pertenecido al obispo deOviedo. Rendía anualmente 137,5 ducados.Completó este informe con la traza y 21 con-diciones para un nuevo puente de piedra. Estasfijaban que tendría 300 pies de largo, construi-do a base de mampostería. Al resultar ligera-mente alomado, sus cinco ojos de medio puntoserían simétricos y de decreciente tamaño, conestribos angulares a ambos lados.

De nuevo fue reconocido por José Morán(por el convento), Domingo Fernández Ferrero(por el pueblo) y el mencionado Pedro Muñiz(por el Regente). Este último se encargó de pro-yectarle en piedra. Señaló 21 condiciones, entreellas que llevaría 300 pies de largo y una bar-bacana. Como muestra el dibujo, resultaba algoalomado, de cinco ojos con arcos de mediopunto y estribos angulares por ambos lados.

Al año siguiente, se insistía en la notorianecesidad de construir el puente. De tendersede madera, su costo se reduciría a tan solounos 4.000 rs.

En 1753 se concedía licencia para hacerloen madera ante la falta de medios para levan-tarlo en piedra. No podría exigirse nada por supaso. El monasterio de los dominicos siguióinsistiendo en sus derechos de paso.

Para su mantenimiento y reconstrucción, sehicieron en años sucesivos varios repartimien-tos que, como siempre, fueron muy contesta-dos por los pueblos circunvecinos31.

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30 AHN: Cons. leg. 1.314. 31 Idem: Cons. leg. 27.005.

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La mencionada necesidad de un sólidopuente de piedra se vería satisfecha un siglodespués en que consta que “se están preparan-do los materiales para hacerlo de piedra”.

Soto de LuiñaPueblo costero que atraviesa la carretera de

Galicia a Francia. Allí salva este puente la des-embocadura del río del mismo nombre, en elconcejo de Pravia.

En 1791 los vecinos exponían que una ave-nida del año anterior había destruido su puen-te de madera, paso indispensable de tráfico ycorreos sustituido, ahora, por un peligrosovado. La carretera que aprovechaba el desapa-recido puente había sido abierta hacía unos 10años a costa del concejo de Pravia. Podríareconstruirse en piedra, abundante y cercana.El ayuntamiento de Pravia era rico y podríacostearlo, a pesar de que por entonces teníadestinadas buenas cantidades de dinero a lacostrucción de su nueva Casa Consistorial.

Lo reconoció el arquitecto F. Pruneda.Levantó planos y aconsejó que fuera un puen-te de piedra. Señaló 14 condiciones. Llevaría100 pies de largo e iría emplazado donde estu-vo el de madera con el fin de aprovechar lascalzadas existentes. Costaría unos 136.000 rs.aunque si los vecinos acarrearan los materia-

les, se reduciría a 110.000 rs. También formóotras 6 condiciones para un posible puente demadera.

Al año siguiente pasaba todo al examen dela R. Academia de San Fernando. La comisiónde arquitectura expuso que resultaba un pro-yecto insuficiente para poder formarse unaclara idea de la obra que se deseaba llevar acabo. Que el arquitecto lo trazase de nuevo demanera más detallada.

La villa de Pravia advirtió que el sitio noera el más adecuado. Debía encomendarse aotro arquitecto. Pero, posiblemente, lo que pre-tendía era dar largas al asunto pues veía queella lo tendría que costear. En 1799 consta queseguía encomendado a Pruneda.

Su segunda idea es la que aquí damos aconocer, consistente en tres trazas. Un ampliodibujo nos presenta las cercanías de la zona enque iba a ir emplazado el paso, en sitio en queel río torcía bruscamente formando ramalesque debían ser encauzados por fuertes y largasmanguardias. Destaca la “calzada antigua”que, ahora, salvaría el río sobre el nuevo puen-te. Un segundo dibujo muestra un corte deéste. En el tercero se precisa que constaría detres arcos carpaneles anclados sobre pilaressemicirculares aguas arriba y rectos en el ladoopuesto coronados de agudos copetes. La

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Noticias sobre algunos puentes asturianosen la Edad Moderna

Soto de Luiña: Proyecto de F. A. Pruneda.

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rasante es horizontal. Todo hecho a base desillería y sillarejo.

La Academia de San Fernando advirtió queen el nuevo proyecto iba 100 varas más abajo.Encargó a Manuel Reguera que lo viese pues laAcademia le consideraba muy experimentadoen esta clase de obras.

Al año siguiente seguía proyectado, perosin comenzar los trabajos32.

TrubiaEn 1796 Francisco Sabatini diseñaba un

puente de madera sobre el río de la villa “parafacilitar la comunicación y conducción demateriales a la fábrica de municiones”. Se tra-taba de un puente de tablas con algunas par-tes de cantería. Sustituiría al caro sistema detransporte por barca usado hasta entonces33.

Ujo, Mieres y Pola de LenaConstruido el de Ujo en madera por la igle-

sia, ésta cobraba pontazgo. Fue reparado a

comienzos del siglo XVI. En 1529 se decidíaconstruirle de piedra con la sisa impuesta entodo el Principado. Diez años después ya teníalevantados seis pilares y tendido cinco arcos,que costaron 3.500 ducados. Otros puentes de lacomarca se encontraban en parecida situación.

En 1640 se hablaba del puente grande deSantullano, llamado de Ujo. Efectivamente,aquí salvaba este puente el río Lena (Caudal)en la importante carretera que recorre el valledesde Oviedo a León. Tenía diez ojos desnive-lados y otros llevados por las riadas. Estabaacondicionado en madera. Era preciso recom-ponerlos pues eran antiguos, bajos, deforma-dos, sin correspondencia con el resto de laconstrucción. Había que darle mayor alturapara conseguir más seguridad al tratarse de unrio caudaloso y rápido. Al mismo tiempo eranecesario reconstruir un puente en Mieres,sobre el río San Juan (dentro del casco de lavilla) y otro en Pola de Lena denominado deNareda. Habían sido sustituidos por otros demadera, que desaparecían a la menor avenida.Eran todos puentes importantes y muy costo-sos que no podía pagarlos únicamente elPrincipado.

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32 Idem: Cons. leg. 35.750.33 AGS. Mapas, planos y dibujos, nº. XLVI-59 y 60. G. M.

leg. 5.724.

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Para reconocerlos se nombró al arquitectoJuan de Celis. Dijo que el puente de Ujo eragrande, de unos 500 pasos de largo por 32 (aveces se dijo que 16) pasos de ancho, con ungran arco a su inicio más alto que los restan-tes por el que pasaba la mayor parte de lacorriente. Cinco arcos estaban desparecidoshasta sus cimientos. Señaló las condicionespara la reconstrucción y reparo de dichos arcosy también del “cortamar” (tajamar) del arcomayor. Todo ello costaría 18.000 ducados.

Volvió a verlo el maestro Juan Pérez, veci-no de Peñamellera, quien evaluó su costo entre9 y 10.000 ducados.

El expediente se alarga reproduciendo lasdeclaraciones de varios testigos. La madre delrío Lena tenía poca profundidad, era muyancha, con pocos sitios firmes. El arco mayortenía 69 pies de “claro”, con una de sus pilasagrietada.

El puente de piedra de dos arcos del río SanJuan de Mieres necesitaba ser reconstruido. Yaen la Edad Media consta que allí había unomandado reparar por el rey Juan I por ser“paso de muchos peregrinos”. Costaría unos1.000 ducados. También se propuso que podría

ser de madera sobre cepas de cantería con loque su costo se reduciría mucho. El de Pola seencontraba a la salida del pueblo, muy concu-rrido por los trajineros. Del antiguo puente depiedra quedaban algunos restos en el centro dela corriente. También podría sustituirle uno demadera. Posiblemente a alguno de éstos serefería el papa Gregorio XI cuando concedíavarias indulgencias a cuantos ayudasen areparar el derruido puente de piedra del rioLena, junto a Mieres, por el que pasabannumerosos peregrinos hacia Santiago y SanSalvador de Oviedo.

No consta que fuera llevado a cabo lo soli-citado. Eran tiempos de grave depresión eco-nómica.

En 1704 Pablo de Cubas y Jacinto delCampo proyectaban su reconstrucción. El anti-guo emplazamiento era mal sitio para mante-nerse con seguridad. Pero allí siguió y para ellopusieron condiciones.

En el mismo año era pregonada su cons-trucción. Al año siguiente era aplazada laejecución ante la imposibilidad de recoger lorepartido. Los trajineros se quejaron pues elpeligro aumentaba al no disponerse ni

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siquiera de barca debido a la fuerza de lacorriente.

En 1718 los maestros Francisco de la Ribay Mauricio de Aedo hacían nuevo reconoci-miento y señalaban las condiciones, teniendopresentes las anteriores.

Poco después consta que estaba puesta laobra en nada menos que 29.600 ducados porAntonio Cuervo, con algunas adiciones queseñaló por valor de otros 6.510 ducados. Contodo, sería adjudicado a Francisco Alonso de laRiba por 29.500 ducados conforme a las trazasde Cubas y Campos y añadidos de Aedo y de laRiba.

En 1720 hubo varias bajas más. Pedro deBerredo (o Bercedo) Velasco lo dejó en 19.495ducados con condición de no poder pedirmejoras.

En 1723 consta que se estaba fabricando.Matías Machuca fue nombrado veedor por serarquitecto “totalmente yndependiente en estenegocio y de toda inteligencia en su arte”. Estemismo arquitecto propuso completarle con unabarbacana.

España no se había recuperado de la pro-funda depresión del siglo XVII y las conse-cuencias de la guerra de Sucesión estaban muypróximas. Por ello el trabajo era escaso, lo quellevaba a hacer posturas temerarias en la eje-cución de trabajos de fuertes inversiones. Amenudo resultaba una obra deficiente o que-

braba el contratista, como arriba hemos visto.Esto último es lo que, también, pasó en Ujo.Berredo dijo haberse equivocado en la baja yque la obra no costaría menos de 30.000 duca-dos. Por ello dejó de trabajar y se le encausó34.

Como ya se dijo, en 1785 se pedía que partede lo recaudado para el puente de Ujo fueradestinado al arreglo del camino de Oviedo aGrado. Por entonces el puente debía ir muyavanzado, después de tantos años en que habíasido comenzado.

VillaviciosaA fines del siglo XV las sisas de posadas,

pesos y medidas de este pueblo eran destinadasal reparo de nuevos caminos.

En 1779 esta villa exponía la necesidad dereparar tres puentes de piedra sitos en su juris-dicción, así como una calzada ya principiada yotras obras complementarias. Dichos puentesestaban en barrancos peligrosos, en caminoreal que recorrían los trajineros y correos.Como había contribuido en los repartimientosde las obras de los puentes de Grado yOlloniego, pedía en compensación que se leconcediese poder cobrar cierto arbitrio sobre elcomercio de la avellana ya que no disponía demedios para ejecutar los reparos mencionados.

Al año siguiente el Consejo pedía más deta-lles y los correspondientes proyectos de unarquitecto35.

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34 AHN: Cons. legs. 24.970 y 32.004. RUIZ DE LOIZAGA,S., Lo sacro y lo profano en la España de los siglos XIV-XV, según documentos del Archivo Vaticano, Burgos,2007, pp. 127-150.

35 Idem: Cons. leg. 905.