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María, Madre del pueblo, esperanza nuestra NOVENA 2020 VIRGEN DE HUACHANA 200 AÑOS DE AMOR

NOVENA 2020 - WordPress.com...una fuerza especial al rezar cada día, porque somos parte de un pueblo que clama a Dios, que le reza, que le tiene un profundo cariño. A su vez, rezamos

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  • María, Madre del pueblo, esperanza nuestra

    NOVENA 2020

    VIRGEN

    DE HUACHANA

    200 AÑOS DE AMOR

  • Querido peregrino y devoto de la Virgen de Huachana: ¡Feliz bicentenario de nuestra Madre del Monte! Desde hace 200 años, la Virgen nos viene bendiciendo desde Huachana. Con el alma llena de gratitud, alabamos a Dios por tanta gracia derramada en Huachana en estos 200 años de amor. Damos gracias y bendecimos por tantos que han pasado en estos años, sirviendo a la Virgen y a sus peregrinos. Muchos de ellos nos acompañan desde el cielo.

    Este año nos toca providencialmente celebrar la fiesta desde nuestros hogares, haciendo de cada casa, un santuario. Sabemos que no nos resulta fácil quedarnos en casa y no poder estar en Huachana, como habitualmente sabemos estar. Sin embargo, encontramos un sentido a este quedarnos en casa, porque lo hacemos, justamente, para cuidarnos y cuidar la vida de otros.

    Este dolor de no poder estar en Huachana quiere ser transformado en ofrenda a la Virgen, pidiendo por tantos hermanos que están sufriendo la pandemia del covid-19 y sus terribles consecuencias. Sabemos que la Virgen se las ingeniará para que, de toda esta incertidumbre, dolor y angustia producida por esta enfermedad, broten insospechados frutos de Vida nueva para todos.

    A continuación, les dejamos esta propuesta de oración para realizarla en nuestras casas, en comunión con todos los devotos de la Virgen de Huachana y con los que más están padeciendo las consecuencias de esta pandemia.

    Aprovechemos este año jubilar del bicentenario y esta novena para pedir alguna gracia especial, que seguramente la Virgen nos quiera conceder.

    Por último, quisiéramos compartir las palabras de una peregrina, al recibir la noticia de la realización de la fiesta de Huachana, sin presencia de fieles: “Recibí la carta de suspensión. Yo llevo 16 meses aquí, y mi viaje estaba soñado para Huachana. Aunque parta el alma en mil pedazos, siento que es un susurro de la Madre. Una mamá no sabe hacer otra cosa que cuidar de sus hijos y alejarlos de todo peligro y riesgo, y aunque duela el alma, la paz que uno recibe es que nuestra Madre nos cuida desde allí, desde el monte, porque Ella se ocupa de todo. De lo que vemos y de lo que no también. Sentí que es la decisión que cualquier mamá hubiera tomado pensando en sus hijos.”

    1. Rezar una novena:

    La mujer cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se

    olvida del dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. (Jn 16,21)

    El vocablo quichua Huachana significa: lugar de nacimiento, lugar de parición, donde se da a luz.

    Rezar una novena es algo muy propio de nuestra memoria de fe, una tradición que hemos recibido

    de nuestros mayores, una herencia sagrada de nuestro pueblo cristiano. Rezamos la novena de algún santo

    querido, o a la Virgen, o a Jesucristo. Rezamos la novena a nuestros fieles difuntos, durante nueve días.

    Rezamos una novena para prepararnos para una fiesta patronal.

    Podemos decir que, estos nueve días de oración se asemejan a los nueve meses que una madre

    tiene a su hijo en su vientre. Durante ese tiempo, el bebé va creciendo, adquiriendo sus propias formas, su

    fisonomía, se le van desarrollando los órganos, tan maravillosamente dispuestos por la mano de Dios. Y

    todo eso es posible, gracias a la vida que le comunica su madre. Ella también va cambiando exteriormente

    y su cuerpo se va amoldando a esta vida nueva que acoge.

    Al concluir la reza de los nueve días por nuestro querido difunto, creemos y esperamos que Dios

    ya lo recibe como persona nueva en su Casa, a semejanza de un parto, de la gestación de una vida nueva.

    Así también nosotros, durante nueve días, iremos creciendo en este camino de fe, para poder gestarnos

    como criaturas nuevas, como hombres y mujeres nuevos.

    Rezar una novena, por lo tanto, es ponernos en camino, iniciar una peregrinación de crecimiento,

    de madurez, para así prepararnos para esa vida nueva que queremos recibir de Dios. De ahí que, muchas

    veces, esta oración suele concluirse con la confesión de nuestros pecados, a través del Sacramento de la

  • Reconciliación. Acompañamos también este paso con algún compromiso que deseamos ir elaborando

    durante este camino, para poder vivirlo al concluir la novena, como fruto de esta vida nueva gestada por

    Dios en nuestros corazones.

    Estos días de oración podemos vivirlos sumergidos en el vientre de María, para que Ella nos

    pueda ir configurando con los sentimientos de su Hijo Jesús, y nos pueda dar a luz, como cristianos

    nuevos. Esperamos, entonces, esta novedad. Deseamos entrar en el vientre de María, dejarnos gestar por

    Ella. Anhelamos renacer a una vida nueva, por eso nos ponemos en camino, con nuestra mirada puesta en

    la meta, que es la promesa de Jesús: Yo hago nuevas todas las cosas (Ap 21,5).

    2. Rezar la novena de la Virgen de Huachana:

    ¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás

    participan de su alegría. Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese

    Cuerpo. (1Cor 12,26-27)

    Esta oración que iniciamos, no la hacemos solos, sino en comunión con otros hermanos que la

    están rezando con nosotros. Sentirnos parte de un pueblo peregrino es algo hermoso que nos libra de todo

    aislamiento e individualismo. Ponernos a caminar, en esta peregrinación de la fe, nos hace caer en la

    cuenta de que formamos parte de una gran familia: la de los hijos de Dios y de María. Por eso, sentimos

    una fuerza especial al rezar cada día, porque somos parte de un pueblo que clama a Dios, que le reza, que

    le tiene un profundo cariño.

    A su vez, rezamos por otros. En nuestro corazón se encuentran muchos rostros y nombres que le

    presentamos a María. Deseamos que nuestro corazón se vaya dilatando cada día más, para cobijar a otros

    hermanos. Tal vez a muchos por los que nadie reza. Tal vez a tantos peregrinos que se confían a la Virgen

    de Huachana y que necesitan de nuestra oración de intercesión.

    Muchos iniciamos esta novena para agradecerle a María algún beneficio recibido. Otros para pedir

    alguna gracia especial que están necesitando. Otros, simplemente, como un modo de ofrecerle su cariño y

    entrega a la Virgen. Todos lo hacemos movidos por una profunda fe y deseo de ser transformados por

    Dios, en el vientre de María, donde deseamos transitar estos días.

    3. Historia de la Virgen de Huachana:

    En aquel 1820, la noche se presentaba perfecta para asistir al encuentro de siempre. El brillo sin

    igual de millones de estrellas y el imperturbable cielo azulado eran sus mejores aliados. Una vez más,

    Telésfora Verón salió en silencio de su humilde hogar y se perdió en la espesura del monte, que a esa

    altura ya se había convertido en su mejor amigo. Llegó al lugar sagrado y esperó el celestial encuentro de

    siempre. Pasaron unos instantes, y el milagro volvió a iluminar la oscuridad del bosque impenetrable, y

    trajo sosiego a su alma. Alucinada, observó la imagen divina por eternos segundos y regresó con urgencia

    a su pequeña casa. Los enérgicos latidos de su corazón le habían quitado la voz, pero no el poder de

    asombro. La familia reunida en la mesa la miró otra vez con desaire y con ganas de no escucharla, justo

    en el momento en que recuperó su palabra. “La he visto de nuevo… juro que la he visto de nuevo”,

    anunció enfáticamente, pero ninguno de los comensales quitó su mirada de lo que ofrecían los platos

    servidos.

    Un silencio aterrador y la indiferencia colectiva fue su única respuesta. Por enésima vez en su

    vida, clavó su mirada al piso de tierra y girando 180 grados, encaró por la precaria puerta de lienzo para

    no regresar nunca más. Sí, la niña cansada de que la tomaran por loca por lo que decía y afirmaba, se

    introdujo en la espesura del monte santiagueño para no volver jamás a su hogar. Pero esta decisión de la

    joven Telésfora no pasó inadvertida para todos los miembros de la familia Verón, mucho menos para su

    hermano Juan Cruz, quien logró convencer a los vecinos y a sus propios parientes de que valía la pena

    llegar hasta el lugar de las apariciones para comprobar, o desechar finalmente, lo que la niña les venía

    anunciando.

    Una noche, donde Félix Taboada a cargo del destacamento policial de Huachana, reunió a los

    lugareños y caminaron hasta el preciso lugar donde Telésfora afirmaba que aparecía una imagen divina.

    Instalados en la zona marcada, junto a un árbol, hicieron vigilia toda la noche. Pasaron algunas horas y el

    frío comenzó a adormecer las ansiedades. Para mitigar la helada soledad del monte, prendieron una

  • enorme fogata, a la que se abrazaron con fuerza para soportar hasta el amanecer. Y, precisamente, cuando

    el sol anunciaba su arribo al cielo santiagueño, el milagro se produjo. En medio de enormes llamas que

    ardían en todo su esplendor, una imagen celestial enmudeció al monte y a todos sus habitantes. Era la

    Virgen María, la que tantas veces se le apareció a la niña, a quien nunca le habían dado crédito y habían

    dejado partir para siempre. Todavía asombrados y sorprendidos por lo que sus ojos captaban, los testigos

    de aquella divina aparición apagaron las llamas y comenzaron, sin saberlo, a forjar la historia de la Virgen

    de Huachana. Con el humo anunciando el final de la fogata, Juan Cruz Verón, hermano de la niña que vio

    por primera vez a María, trasladó la pequeña imagen hasta su humilde hogar, donde por muchos años

    miles de devotos llegaron a venerar a la Virgen.

    4. La oración del Rosario, un camino de contemplación

    Al igual que sucede con la lectura orante de la Palabra de Dios, en el Rosario hay un movimiento inherente de la reflexión al simple descanso en Dios. Imagínate que dedicas media hora al Rosario cada día. Supón que, mientras reflexionas sobre los misterios, sientes una atracción interior a guardar silencio en presencia de Nuestra Señora y asimilar únicamente la dulzura de su presencia con tu espíritu interior. Podrías sentir la cercanía de la divina presencia en tu interior de la misma manera que la proximidad de Nuestra Señora. Esto es lo que quiere decir con el término “descansar en Dios”. El camino hacia la contemplación es ir más allá de las oraciones vocales (recitadas) y más allá de la reflexión cuando sientes la atracción de guardar silencio. Éste es el momento en que deberías sentirte libre para dejar de decir las oraciones vocales (recitadas) y seguir la atracción de quedarte callado, porque tanto las oraciones vocales (recitadas) como la meditación discursiva (las reflexiones) están destinadas a conducirnos gradualmente a ese lugar secreto y sagrado. Éste es el único propósito. Muchos no lo comprenden y piensan que tienen que rezar un número determinado de misterios o un número determinado de oraciones. Éste no es el propósito del Rosario.

    Cuando te comunicas con un amigo o un ser querido, la conversación ha de ser espontánea y cuando te sientes inclinado a descansar en el otro, tienes que permanecer en silencio. Si la otra persona habla o si tú dices algo, se rompe ese nivel particular de comunicación y volvéis a la conversación. Cuando pasa la sensación de descansar en Dios, puedes volver a tu recitación del Rosario donde lo dejaste. Si no tienes tiempo para ello, no importa. No hay ninguna obligación de terminar nada. En realidad la compulsión a completar un cierto número de oraciones vocales dificulta la espontaneidad de la oración contemplativa. Es necesaria la libertad interior para seguir el movimiento de Espíritu tanto en nuestras reflexiones como en nuestra relación con la comunicación silenciosa. Esta libertad es renovadora.

    Conozco a muchas personas que han aprendido a rezar el Rosario de esta forma. Pero también tenemos que enseñar a otros a orar de esta forma. Muchos se sienten atraídos a permanecer en silencio a pesar de sí mismos o por casualidad, y se sienten culpables porque no completan el número fijado de oraciones vocales. El Espíritu los lleva a ese espacio sosegado, pero involuntariamente en ocasiones se oponen al Espíritu, que los llama al silencio, por causa de sus ideas preconcebidas.

    Todo el propósito del Rosario es conducir a esta experiencia profunda de Nuestra Señora, que junto con Jesús infunde el Espíritu en nosotros. Lo que importa es la calidad de la oración y no tanto la cantidad. El desarrollo de la fe y del amor es el fruto de la reflexión en los misterios del Rosario y, especialmente, del descanso en ellos. (Thomas Keating, Intimidad con Dios, pp.146-148)

  • 1° día de la novena: Jueves 23 de julio María mujer del silencio y de la escucha

    (Tener preparada una vela)

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del

    Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer

    levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: «¡Feliz el seno que te llevó y los pechos

    que te amamantaron!» Jesús le respondió: «Felices más bien los que escuchan la Palabra

    de Dios y la practican.» (Lucas 11,27-28)

    III) En este primer día de la novena rezamos por NUESTRAS FAMILIAS. Invitamos a

    encender una vela y pasarla de mano en mano, dejando que la luz de Jesús

    ilumine nuestra familia. (Pausa para realizar el signo).

    IV) Hoy vamos a contemplar a María, mujer del silencio y de la escucha.

    1. María, mujer del silencio y de la escucha, enséñanos a estar disponibles, a la espera y

    atentos a la voz de Dios, como tú lo supiste hacer. Danos tu silencio que nos ayude a crear

    un espacio de acogida a la Palabra de Dios. Libéranos de todo ruido que nos impida

    escuchar la voz de Jesús. Ayúdanos a conservar y a guardar las palabras de tu Hijo,

    meditándolas, contigo, cada día, en nuestro corazón.

    Primer misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que es bautizado por Juan en el río

    Jordán: Jesús en el río de Juan recibió, el santo bautismo donde Dios habló. Ave, Ave,

    Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, mujer del silencio y de la escucha, tu presencia desde hace 200 años en el

    monte santiagueño nos invita al silencio contemplativo, a percibir la belleza y la bondad

    de Dios presente en cada una de sus criaturas, nos anima al cuidado y al respeto hacia todo

    lo creado, nuestra Casa común, en donde reconocemos la presencia amorosa del Creador

    que todo lo habita, rodea y sostiene.

    Segundo misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que hace su primer milagro en

    Caná a pedido de su Madre María: Jesús en las bodas el agua cambió, y sacó de ella el

    vino mejor. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    3. María, mujer del silencio y de la escucha, enséñanos a escucharnos más en nuestras

    familias, a que cada hogar sea un espacio de diálogo, respeto y entendimiento. Que

    sepamos escuchar a los niños, enseñándoles el valor de la comunicación serena y amorosa.

    Que sepamos escuchar a nuestros mayores, aprendiendo de su sabiduría. Que sepamos

    crecer como pareja en el diálogo y la escucha cotidiana.

    Tercer misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que anuncia el Reino de Dios: Jesús

    anunciaba el Reino de Dios, pidiendo a los hombres su fe y conversión. Ave, Ave, Ave

    María…1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 4. María, mujer del silencio y de la escucha, mira nuestra patria argentina, en este Año

    Mariano Nacional, en que celebramos los 400 años de tu presencia en Catamarca, bajo la

    advocación de Nuestra Señora del Valle. Danos la sabiduría del diálogo, para crecer como

    Nación en la escucha, la tolerancia, la búsqueda en conjunto del bien común, atendiendo

    más lo que nos une, que aquello que nos pueda dividir.

    Cuarto misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que es transfigurado en el Monte:

    Jesús en el monte su rostro cambió, mostrando a los suyos la gloria de Dios. Ave, Ave,

    Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, mujer del silencio y de la escucha, bendice nuestras comunidades, para que

    sean fiel reflejo de los valores del Reino de Jesús, en la escucha atenta del hermano, en el

    silencio orante y el compromiso misionero. Ayúdanos a escuchar y a estar más cerca de

    los pobres, para aprender de su fortaleza y de su honda sabiduría, y así responder con

    mayor prontitud a sus necesidades.

    Quinto misterio luminoso: Contemplamos a Jesús en la Última Cena que nos deja su

    presencia en la Eucaristía: Junto a sus amigos Jesús entregó, su Cuerpo y su Sangre que

    a todos dejó. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA

    MARÍA MADRE DE JESÚS, TE INVOCAMOS HOY EN LA LENGUA DE NUESTROS

    PADRES CON EL DULCE NOMBRE DE VIRGEN DE HUACHANA.

    TÚ QUE FUISTE POBRE Y HUMILDE RUEGA POR NOSOTROS ANTE EL SEÑOR, PARA

    QUE CREZCA NUESTRA FE, AMEMOS A TODOS COMO HERMANOS Y SEAMOS

    CRISTIANOS DE VERDAD.

    ESCÚCHANOS SEÑORA EN NUESTRAS NECESIDADES Y ASÍ NOS ALEGRAREMOS

    SIEMPRE DE PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS. AMÉN.

  • 2° día de la novena: Viernes 24 de julio María mujer del sí y de la entrega disponible

    (Tener preparado un recipiente con agua bendita)

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del

    Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo… No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo.» María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.» (Lucas 1, 26-38) III) En este segundo día de la novena celebramos la fiesta de San Francisco

    Solano, incansable misionero que anduvo por nuestras tierras predicando la

    Palabra de Dios. Nos unimos a la comunidad de “El Galpón” (Salta), que celebra

    a su santo patrono. Hoy rezamos por LAS VOCACIONES. Todos nosotros como

    bautizados, estamos llamados a ser santos, cada uno desde su propio lugar:

    como padres de familia, trabajadores, profesionales, matrimonios, sacerdotes y

    consagrados. Vamos a acercarnos ahora al recipiente con agua bendita, para

    persignarnos con ella y renovar nuestra vocación de hijos de Dios, recibida en

    nuestro Bautismo. (Pausa para realizar el signo).

    IV) Hoy vamos a contemplar a María, mujer del sí y de la entrega disponible.

    1. María, mujer del sí y de la entrega disponible, gracias por la generosidad en tu

    respuesta a la misión que Dios te encomendó. Gracias por tu sí incondicional que diste al

    Padre, en nombre de todos nosotros. Con tu entera libertad, disponible a la obra del

    Espíritu Santo, te convertiste en la puerta de entrada para nuestra salvación, reconciliando

    a la humanidad herida, que, en Adán y Eva, había rechazado el Amor del Padre.

    Primer misterio doloroso: Contemplamos a Jesús rezando en el Huerto antes de su

    Pasión: Orando en el huerto el buen Redentor, vertió de su sangre un largo sudor. Ave,

    Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, mujer del sí y de la entrega disponible, toda tu vida ha sido un gran sí a Dios.

    Por eso, eres la mujer más bella, la siempre limpia y pura Inmaculada Concepción, la llena

    de Dios y del Espíritu Santo. En tu vida no hay sombra de pecado, nunca pretendiste

    realizar tu propia voluntad, sino la del Padre. La luz de Dios nunca fue oscurecida en ti.

    Segundo misterio doloroso: Contemplamos a Jesús que es azotado: Cuando en la

    columna azotes sufrió, por todos los hombres Jesús padeció. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 3. María, mujer del sí y de la entrega disponible, ante la palabra escuchada, no

    demoraste tu respuesta, sino que obedeciste con valentía y coraje, haciéndote cargo, con

    entera libertad, de lo que Dios te estaba encomendando para todos nosotros. Ayúdanos,

    Madre, a ser fieles a nuestra vocación, dando nuestro sí generoso a Dios y a los hermanos.

    Tercer misterio doloroso: Contemplamos a Jesús coronado de espinas: Coronas de

    espinas su frente rasgó, por los pensamientos que ofenden a Dios. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. María, mujer del sí y de la entrega disponible, ayúdanos a decir sí a todo lo que nos

    toca vivir, abrazando con amor nuestro presente, evitando la queja estéril, el lamento, los

    reniegos, la rutina, el desaliento y la tristeza. Que en tu rostro, Madre, descubramos la

    alegría que brota de la entrega sin reserva a los demás.

    Cuarto misterio doloroso: Contemplamos a Jesús cargando con la Cruz camino al

    Calvario: Al monte Calvario camina Jesús, llevando en sus hombros divinos la Cruz. Ave,

    Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, mujer del sí y de la entrega disponible, que tu ejemplo nos mueva a darnos sin

    medida. Enséñanos tu secreto: que no demos las cosas a cuenta-gotas, o de mala manera, o

    como si nos las estuvieran quitando, sino que podamos elegir cada día, junto a tu Hijo,

    ofrecernos libremente por amor. Hoy te damos gracias por el testimonio de tantas vidas

    generosas que, en este tiempo de pandemia, se brindan incondicionalmente a los demás.

    Quinto misterio doloroso: Contemplamos a Jesús que muere por amor a nosotros en la

    Cruz: En la Cruz clavado muere el Salvador, dejando a María por Madre de amor. Ave,

    Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA VIRGEN DE HUACHANA Cuida nuestra Vida. Ayúdanos a contemplarla como don sagrado, valioso y bello; a amarla, respetarla y defenderla de toda amenaza

    Haznos más contemplativos… MADRE DEL MONTE Tu manto verde refleja la Creación que nos cobija. Nos compromete a cuidarla y sentirla como nuestra Casa común. Nos impulsa a la atención de toda vida amenazada por diversos peligros: narcotráfico, trata, abusos, aborto, violencia.

    Haznos más atentos y cuidadosos con la Naturaleza y los pobres… PEREGRINA DE LA LUZ Tu luz disipa toda tiniebla, devuelve la claridad y la confianza. Tus pasos nos apuran para salir al cruce de todo lugar en donde la vida esté en riesgo, para compartir la luz de tus ojos

    ¿A dónde quieres que te llevemos para regalar la luz de tus ojos?

  • 3° día de la novena: Sábado 25 de julio María mujer humilde y agradecida

    (Tener preparada una bandera argentina)

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del

    Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Durante la visita a su prima Isabel, María dijo: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador. Porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!” (Lucas 1,46-49)

    III) En este tercer día de la novena celebramos la fiesta de Santiago Apóstol,

    patrono de la Provincia de Santiago del Estero. Hoy rezamos por esta provincia

    donde la Virgen eligió quedarse y también por todo el interior de nuestro

    querido territorio argentino, la Argentina profunda. Pidamos para que siempre

    se sepan reconocer los valores tan ricos y hondos del interior de nuestra patria y

    que podamos crecer en un mayor federalismo, donde todas las voces sean

    escuchadas y atendidas. Acercamos a nuestro altarcito una bandera argentina,

    como signo de nuestro compromiso en el trabajo por un país más federal y con

    más oportunidades para todos. (Pausa para realizar el signo).

    IV) Hoy vamos a contemplar a María, mujer humilde y agradecida.

    1. María, mujer humilde y agradecida, ayúdanos a alabar y a reconocer contigo las

    innumerables bendiciones de Dios en nuestras vidas. Que nunca olvidemos que todo es

    gracia, todo es don. Ayúdanos a ser agradecidos con Dios, con la vida y con nuestros

    hermanos, viviendo en una permanente alegría y acción de gracias por tanto amor gratuito

    de Dios para con nosotros. Gracias por elegir nuestros hogares para hacer brillar la luz de

    Dios en estos tiempos de pandemia.

    Primer misterio gozoso: Contemplamos a María que acepta la voluntad de Dios de ser la

    Madre de su Hijo: Llegó hasta María del ángel la voz, serás tú le dice la Madre de Dios.

    Ave, Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, mujer humilde y agradecida, gracias por mirar a Telésfora Verón, una niña

    campesina, hace 200 años, para manifestarte y darte a conocer. Gracias por elegir el monte

    santiagueño, como hogar y santuario, para que se honre a tu amado Hijo Jesús. Gracias por

    estos 200 años de amor y por la vida de tantos servidores que pasaron por la historia del

    santuario. Gracias por nuestros mayores que nos han transmitido esta devoción hacia Ti.

    Segundo misterio gozoso: Contemplamos a María embarazada que se pone en camino

    presurosa para visitar a su prima Isabel: María visita a Santa Isabel, llenando de gracia

    a su sierva fiel. Ave, Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 3. María, mujer humilde y agradecida, en tu voz resuenan las voces de los que no tienen

    voz, las de los olvidados que Dios no olvida. Tú entonas el canto de los pobres, de los que

    sólo cuentan con Dios, de aquellos que lo esperan todo de Él, de los que se saben

    totalmente dependientes de su Providencia. Ayúdanos a estar más cerca de los pobres,

    haciéndoles llegar tu ternura y tu cariño de Madre.

    Tercer misterio gozoso: Contemplamos a Jesús que nace pobre en el pesebre de Belén:

    En pobre pesebre nació el Salvador, los ángeles cantan la paz y el amor. Ave, Ave, Ave

    María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. María, mujer humilde y agradecida, ayúdanos a andar en la verdad, sin creernos ni

    más ni menos de lo que somos. Que dejemos a un lado toda preocupación por nuestra

    propia imagen, por lo que dirán los demás. Que no busquemos aparentar y evitemos toda

    comparación. Danos la fuerza de caminar en la humildad, agradando sólo a Dios y su

    divina voluntad.

    Cuarto misterio gozoso: Contemplamos a María y a José que presentan en el Templo al

    Niño Dios: La Virgen su ofrenda al templo llevó, y allí a Jesús niño a Dios presentó. Ave,

    Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, mujer humilde y agradecida, danos la gracia de sabernos hijos amados de

    Dios, que esa sea nuestra alegría más profunda. Que todas nuestras acciones broten de esta

    fuente cristalina. Que sepamos reconocer con humildad la presencia viva de Dios en el

    rostro de cada hermano que nos sale al encuentro en el camino de la vida.

    Quinto misterio gozoso: Contemplamos a Jesús hallado en el Templo enseñando a los

    doctores y sabios de la Ley: Tres días perdido estuvo Jesús, y dio a los doctores raudales

    de luz. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA

    MARÍA MADRE DE JESÚS, TE INVOCAMOS HOY EN LA LENGUA DE NUESTROS

    PADRES CON EL DULCE NOMBRE DE VIRGEN DE HUACHANA.

    TÚ QUE FUISTE POBRE Y HUMILDE RUEGA POR NOSOTROS ANTE EL SEÑOR, PARA

    QUE CREZCA NUESTRA FE, AMEMOS A TODOS COMO HERMANOS Y SEAMOS

    CRISTIANOS DE VERDAD.

    ESCÚCHANOS SEÑORA EN NUESTRAS NECESIDADES Y ASÍ NOS ALEGRAREMOS

    SIEMPRE DE PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS. AMÉN.

  • 4° día de la novena: Domingo 26 de julio María mujer servicial y misionera

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del

    Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.» María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. (Lucas 1,39-45.56)

    III) En este cuarto día de la novena celebramos la fiesta de San Joaquín y Santa

    Ana, los padres de la Virgen y abuelos de Jesús. Por eso, hoy rezamos por todos

    los ABUELOS, especialmente en este tiempo de pandemia. Damos gracias a Dios

    por todo lo que hemos aprendido de sus vidas, por el preciado don de la fe, que

    nos ha llegado a través de sus personas. Vamos a realizar ahora, en casa, el

    gesto de la bendición, dándonos unos a otros la bendición de Dios, como nos

    enseñaron nuestros mayores. (Pausa para realizar el signo).

    IV) Hoy vamos a contemplar a María, mujer servicial y misionera.

    1. María, mujer servicial y misionera, toda tu vida fue un servicio desinteresado al

    prójimo. Tú eres la primera misionera. Al portar en tu vientre al Salvador del mundo,

    llevaste a tu prima Isabel la Buena Noticia de la presencia de Dios, que llena de alegría los

    corazones. Por eso, hoy te invocamos, Madre, para que nos sigas trayendo a tu Hijo Jesús,

    la Luz del mundo, el regalo más grande que nos puedes conceder.

    Primer misterio glorioso: Contemplamos a Jesús que resucita de entre los muertos:

    Después de tres días revive el Señor, de muerte y pecado feliz vencedor. Ave, Ave, Ave

    María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, mujer servicial y misionera, tú nos enseñas a no demorarnos para salir a hacer

    el bien al prójimo. Tu generosidad nos alienta a dejar nuestras comodidades, para salir al

    encuentro de nuestros hermanos. Tú eres la fiel Servidora del Señor, que nos anima a

    gastar nuestra vida en el servicio humilde y perseverante. Abre nuestros ojos, afina

    nuestros oídos, para que nuestras manos estén prontas y sin demora al servicio de tus hijos.

    Segundo misterio glorioso: Contemplamos a Jesús que asciende al cielo a los cuarenta

    días de su Resurrección: Subiendo a los cielos en carne mortal, nos abre las puertas de la

    eternidad. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 3. María, mujer servicial y misionera, en este tiempo de pandemia, hemos podido

    valorar más el trabajo y la entrega de tantos hermanos que dedican sus vidas a los servicios

    de salud, investigación, seguridad y tantos otros. Hoy queremos pedirte por todos ellos,

    para que los sigas sosteniendo con tu amor, para que no desfallezcan en medio de tanto

    dolor y que tu manto verde los anime a seguir cuidando toda vida amenazada.

    Tercer misterio glorioso: Contemplamos la venida del Espíritu Santo sobre la Virgen y

    los Apóstoles en la fiesta de Pentecostés: En lenguas de fuego cual dones de amor, llegó

    hasta los Doce el Consolador. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. María, mujer servicial y misionera, ayúdanos a descubrir el preciado tesoro del

    servicio oculto y desinteresado al prójimo. Bendice a tantas personas de bien que, a lo

    largo y ancho de nuestra patria, sirven con gran generosidad en sus familias, comunidades,

    barrios, parajes. Te pedimos para que sigamos compartiendo, con valentía y fortaleza, la

    luz de Jesús que llevamos en nosotros desde el Bautismo.

    Cuarto misterio glorioso: Contemplamos a la Virgen que es llevada al Cielo: En cuerpo

    y en alma la Virgen se va, al cielo donde Ella nos esperará. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, mujer servicial y misionera, ayúdanos a estar más atentos a las necesidades de

    los demás, como tú lo supiste hacer en las bodas de Caná. Que en nuestros servicios

    cotidianos, nos entreguemos de corazón a los hermanos, sin buscar el aplauso o el

    reconocimiento, sino la dulce mirada buena del Padre, que está en lo secreto y que ve en lo

    secreto, y hallemos en Él nuestra única recompensa.

    Quinto misterio glorioso: Contemplamos a María coronada como Reina y Madre de

    toda la creación: De cielos y tierra se escucha una voz, María es la Reina de la creación.

    Ave, Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA VIRGEN DE HUACHANA Cuida nuestra Vida. Ayúdanos a contemplarla como don sagrado, valioso y bello; a amarla, respetarla y defenderla de toda amenaza

    Haznos más contemplativos… MADRE DEL MONTE Tu manto verde refleja la Creación que nos cobija. Nos compromete a cuidarla y sentirla como nuestra Casa común. Nos impulsa a la atención de toda vida amenazada por diversos peligros: narcotráfico, trata, abusos, aborto, violencia.

    Haznos más atentos y cuidadosos con la Naturaleza y los pobres… PEREGRINA DE LA LUZ Tu luz disipa toda tiniebla, devuelve la claridad y la confianza. Tus pasos nos apuran para salir al cruce de todo lugar en donde la vida esté en riesgo, para compartir la luz de tus ojos

    ¿A dónde quieres que te llevemos para regalar la luz de tus ojos?

  • 5° día de la novena: Lunes 27 de julio María mujer intercesora y orante

    (Tener preparadas algunas flores)

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del

    Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Después que Jesús subió al cielo, los Apóstoles regresaron entonces del monte de los Olivos a Jerusalén. Cuando llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos. (Hechos 1,12-14) III) En este quinto día de la novena celebramos la fiesta de San Pantaleón, patrono de los enfermos y del personal de salud. Hoy rezamos por todos ellos, especialmente por los que sufren de COVID-19 y de Dengue, para que la Virgen los consuele en su dolor, e interceda ante Dios, para que pronto se recuperen. Acercamos a nuestro altarcito algunas flores, como signo de la ofrenda del cuerpo de nuestros enfermos, mientras vamos diciendo el nombre de las personas por quienes deseamos pedir por su salud. (Pausa para realizar el signo). IV) Hoy vamos a contemplar a María, mujer intercesora y orante.

    1. María, mujer intercesora y orante, tú acompañaste la primera comunidad cristiana,

    que se sentía huérfana, sin la presencia física de Jesús, en la espera del Espíritu Santo

    prometido. Hoy nos acompañas a nosotros como signo de consuelo y de firme esperanza,

    manteniéndonos unidos en la oración, en la comunión y en la misión de cada día.

    Primer misterio gozoso: Contemplamos a María que acepta la voluntad de Dios de ser la

    Madre de su Hijo: Llegó hasta María del ángel la voz, serás tú le dice la Madre de Dios.

    Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, mujer intercesora y orante, hace 200 años te has quedado en Huachana, para

    interceder por tus devotos peregrinos, transformando el monte santiagueño, en tu

    Santuario, en casa de oración y de encuentro. Hoy estás en cada familia y, con tu presencia

    maternal, transformas nuestros hogares en santuarios, en pequeñas iglesias domésticas.

    Segundo misterio gozoso: Contemplamos a María embarazada que se pone en camino

    presurosa para visitar a su prima Isabel: María visita a Santa Isabel, llenando de gracia

    a su sierva fiel. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 3. María, mujer intercesora y orante, en estos tiempos de pandemia, nos enseñas a

    descubrir la fuerza de la oración, el profundo valor de la intercesión. Hoy nos sentimos

    más unidos que nunca con tantos hermanos que están sufriendo las consecuencias de esta

    enfermedad. Con nuestra plegaria deseamos aliviar el dolor de los que han perdido su

    fuente de trabajo, de tantos que se sienten solos, angustiados, apenados, desesperanzados.

    Tercer misterio gozoso: Contemplamos a Jesús que nace pobre en el pesebre de Belén:

    En pobre pesebre nació el Salvador, los ángeles cantan la paz y el amor. Ave, Ave, Ave

    María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. María, mujer intercesora y orante, hoy queremos presentar a Dios todo aquello que

    nos duele y que nos pesa. Sabemos que todo lo que se ofrece con amor, cobra un valor

    sagrado y precioso a los ojos de Dios. En esta gran familia, que es la Iglesia, deseamos

    sostener la vida frágil de tantos cristos sufrientes, con nuestras vidas ofrendadas con amor

    y con nuestra súplica confiada.

    Cuarto misterio gozoso: Contemplamos a María y a José que presentan en el Templo al

    Niño Dios: La Virgen su ofrenda al templo llevó, y allí a Jesús niño a Dios presentó. Ave,

    Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, mujer intercesora y orante, danos la gracia de la oración. Que sepamos

    encontrar, en cada jornada, ese espacio y tiempo sagrado para consagrarlo a estar con

    Jesús, a solas, disfrutando de nuestra mutua compañía. Que nuestra plegaria cotidiana se

    ensanche cada vez más con el rostro de muchos hermanos, a semejanza de esa casa

    grande, con lugar para todos, como es tu santuario de Huachana.

    Quinto misterio gozoso: Contemplamos a Jesús hallado en el Templo enseñando a los

    doctores y sabios de la Ley: Tres días perdido estuvo Jesús, y dio a los doctores raudales

    de luz. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA

    MARÍA MADRE DE JESÚS, TE INVOCAMOS HOY EN LA LENGUA DE NUESTROS

    PADRES CON EL DULCE NOMBRE DE VIRGEN DE HUACHANA.

    TÚ QUE FUISTE POBRE Y HUMILDE RUEGA POR NOSOTROS ANTE EL SEÑOR, PARA

    QUE CREZCA NUESTRA FE, AMEMOS A TODOS COMO HERMANOS Y SEAMOS

    CRISTIANOS DE VERDAD.

    ESCÚCHANOS SEÑORA EN NUESTRAS NECESIDADES Y ASÍ NOS ALEGRAREMOS

    SIEMPRE DE PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS. AMÉN.

  • 6° día de la novena: Martes 28 de julio María Madre de la Iglesia mujer de comunión

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Los hermanos se reunían asiduamente para escuchar la enseñanza de los Apóstoles y participar en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Todos los creyentes se mantenían unidos y ponían lo suyo en común. Íntimamente unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón; ellos alababan a Dios y eran queridos por todo el pueblo. La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos. Los Apóstoles daban testimonio con mucho poder de la resurrección del Señor Jesús y gozaban de gran estima. Ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. (Hechos 2,42-47; 4,32-36)

    III) En este sexto día de la novena rezamos por el TRABAJO. Pedimos en este

    tiempo de pandemia, especialmente por todos aquellos que sufren la

    precariedad laboral y por todas sus familias. Vamos a mirar por unos instantes

    nuestras manos, que son nuestro principal instrumento de trabajo, y luego las

    acercamos hasta la Virgen que tenemos en nuestro altarcito, para tomar gracia

    de su santa imagen. (Pausa para realizar el signo).

    IV) Hoy vamos a contemplar a María, Madre la Iglesia, mujer de comunión.

    1. María, Madre de la Iglesia, mujer de comunión, tú estás presente en la comunidad

    cristiana fortaleciéndola para que nunca se encierre ni se detenga en su pasión por

    instaurar el Reino. Acompaña hoy a nuestras comunidades para que resplandezcan con el

    testimonio de la comunión y del servicio. Que todos reconozcan que somos discípulos de

    Jesús, por el amor que nos tengamos los unos a los otros.

    Primer misterio doloroso: Contemplamos a Jesús rezando en el Huerto antes de su

    Pasión: Orando en el huerto el buen Redentor, vertió de su sangre un largo sudor. Ave,

    Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, Madre de la Iglesia, mujer de comunión, tu presencia fiel hace 200 años en

    Huachana, tierra de encuentro, es un signo claro de esperanza de que es posible vivir la

    comunión, en un mundo dividido por las enemistades y las discordias. Une nuestras

    familias con el vínculo del amor, para que hagamos de nuestros hogares, santuarios que

    cuiden y favorezcan el don de la vida.

    Segundo misterio doloroso: Contemplamos a Jesús que es azotado: Cuando en la

    columna azotes sufrió, por todos los hombres Jesús padeció. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 3. María, Madre de la Iglesia, mujer de comunión, haz que todos podamos encontrar

    nuestro lugar en la comunidad. Que poniendo en común nuestros talentos y capacidades,

    construyamos juntos la familia grande de la Iglesia, donde nadie quede afuera, donde

    todos se sientan invitados a participar de la mesa del Reino.

    Tercer misterio doloroso: Contemplamos a Jesús coronado de espinas: Coronas de

    espinas su frente rasgó, por los pensamientos que ofenden a Dios. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. María, Madre de la Iglesia, mujer de comunión, mira nuestra querida Patria,

    queremos ser una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el

    bien común. Que podamos vencer todo aislamiento, prejuicio, indiferencia, egoísmo,

    violencia y toda clase de hostilidad. Haz que reconozcamos lo que nos une profundamente,

    para vivir así, de una vez y para siempre, esa tierra bendita soñada por nuestros mayores.

    Cuarto misterio doloroso: Contemplamos a Jesús cargando con la Cruz camino al

    Calvario: Al monte Calvario camina Jesús, llevando en sus hombros divinos la Cruz. Ave,

    Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, Madre de la Iglesia, mujer de comunión, ayúdanos trabajar juntos por la

    unidad de nuestras familias y comunidades. Haz que miremos siempre lo mejor de cada

    uno, evitando el chisme, la crítica, y todo aquello que lastime la comunión. Que podamos

    hacer posible el sueño que Jesús expresó al Padre, antes de morir: “Que todos sean uno:

    como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el

    mundo crea.”

    Quinto misterio doloroso: Contemplamos a Jesús que muere por amor a nosotros en la

    Cruz: En la Cruz clavado muere el Salvador, dejando a María por Madre de amor. Ave,

    Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA VIRGEN DE HUACHANA Cuida nuestra Vida. Ayúdanos a contemplarla como don sagrado, valioso y bello; a amarla, respetarla y defenderla de toda amenaza

    Haznos más contemplativos… MADRE DEL MONTE Tu manto verde refleja la Creación que nos cobija. Nos compromete a cuidarla y sentirla como nuestra Casa común. Nos impulsa a la atención de toda vida amenazada por diversos peligros: narcotráfico, trata, abusos, aborto, violencia.

    Haznos más atentos y cuidadosos con la Naturaleza y los pobres… PEREGRINA DE LA LUZ Tu luz disipa toda tiniebla, devuelve la claridad y la confianza. Tus pasos nos apuran para salir al cruce de todo lugar en donde la vida esté en riesgo, para compartir la luz de tus ojos

    ¿A dónde quieres que te llevemos para regalar la luz de tus ojos?

  • 7° día de la novena: Miércoles 29 de julio María Reina y Madre de la Creación

    (Tener preparados 3 recipientes: uno con agua, otro con tierra y otro con semillas)

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. II) Escuchamos la Palabra de Dios: Alaben al Señor desde el cielo, alábenlo en las alturas; alábenlo, todos sus ángeles. Alábenlo, sol y luna, alábenlo, astros luminosos; alábenlo, espacios celestiales y aguas que están sobre el cielo. Alaben el nombre del Señor, porque Él lo ordenó y fueron creados; Él los afianzó para siempre, estableciendo una ley que no pasará. Alaben al Señor desde la tierra, los animales marinos y los abismos del mar; el rayo, el granizo, la nieve, el humo, y el viento huracanado que obedece a sus órdenes. Las montañas y todas las colinas, los árboles frutales y todos los cedros, las fieras y los animales domésticos, los reptiles y las aves que vuelan. Los reyes de la tierra y todas las naciones, los príncipes y los gobernantes de la tierra; los ancianos, los jóvenes y los niños, alaben el nombre del Señor. Porque sólo su nombre es sublime; su majestad está sobre el cielo y la tierra, y Él exalta la fuerza de su pueblo. (Salmo 148)

    III) En este séptimo día de la novena, rezamos POR EL CUIDADO DE NUESTRA

    CASA COMÚN, LA TIERRA. María lleva los colores del monte santiagueño, donde

    quiso quedarse. María, la llena de gracia, nos regala una Vida nueva, la de su

    Hijo Jesús que ha venido para que todos tengamos vida y Vida en abundancia. Su

    manto verde nos compromete en el cuidado y defensa de la vida del monte y la

    naturaleza, nuestra Casa común, fuente de vida de nuestros hermanos

    campesinos.

  • IV) Hoy vamos a contemplar a María, Reina y Madre de la Creación.

    1. Acercamos a nuestro altarcito un recipiente con semillas, que son promesa de vida y

    compromiso para que nadie muera de hambre en la Patria bendita del pan.

    María, Reina y Madre de la Creación, te pedimos que cuidemos las plantas, árboles y

    arbustos. Que nuestro afán de consumo no extermine a los vegetales. Que tu manto verde,

    que es todo el monte santiagueño, nos comprometa en el cuidado de nuestra naturaleza.

    Danos la audacia de sembrar árboles, para seguir dando vida a las próximas generaciones.

    Primer misterio glorioso: Contemplamos a Jesús que resucita de entre los muertos:

    Después de tres días revive el Señor, de muerte y pecado feliz vencedor. Ave, Ave, Ave

    María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. Acercamos a nuestro altarcito un recipiente con tierra, dando gracias por la fecundidad

    de nuestra Madre Tierra.

    María, Reina y Madre de la Creación, te pedimos que cuidemos la tierra que nos cobija

    y alimenta. Da fecundidad a nuestros sembrados. Que no contaminemos con la basura este

    bien tan preciado. Que el hombre no abuse con monocultivos la riqueza de la tierra y no la

    agote ni la resienta con su ambición. Pedimos perdón por tantos desmontes en nuestras

    tierras, por tantos desalojos injustos y violentos de nuestros hermanos campesinos.

    Segundo misterio glorioso: Contemplamos a Jesús que asciende al cielo a los cuarenta

    días de su Resurrección: Subiendo a los cielos en carne mortal, nos abre las puertas de la

    eternidad. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    3. Vamos a cerrar nuestros ojos por unos instantes. Respiremos lenta y profundamente.

    Sentimos en nuestro cuerpo el aire que nos renueva y nos permite vivir. (Pausa).

    María, Reina y Madre de la Creación, te pedimos que cuidemos y valoremos el aire

    sano que nos permite respirar cada día. Que cuidemos las plantas que hacen posible

    renovar y oxigenar nuestra vida. Que nuestros avances tecnológicos no contaminen este

    don tan preciado.

    Tercer misterio glorioso: Contemplamos la venida del Espíritu Santo sobre la Virgen y

    los Apóstoles en la fiesta de Pentecostés: En lenguas de fuego cual dones de amor, llegó

    hasta los Doce el Consolador. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. Acercamos a nuestro altarcito un recipiente con agua, dando gracias por este don tan

    necesario para la vida y pidiendo por los que sufren de su escasez.

    María, Reina y Madre de la Creación, te pedimos que siempre podamos cuidar el agua.

    Que no derrochemos este escaso recurso. Que sepamos usar y enseñar a usar el agua

    responsablemente. Que nunca nos falte el don del agua y de la lluvia.

    Cuarto misterio glorioso: Contemplamos a la Virgen que es llevada al Cielo: En cuerpo

    y en alma la Virgen se va, al cielo donde Ella nos esperará. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 5. Si tenemos un animal en nuestra casa, lo acercamos al altarcito.

    María, Reina y Madre de la Creación, te pedimos que cuidemos a los animales. Que no

    descarguemos nuestra maldad y odio en sus frágiles vidas. Que respetemos su hábitat

    natural. Que cuidemos las especies que están desapareciendo por nuestra desidia. Que

    contemplemos en sus variadas especies la riqueza de la bondad, la gloria y la belleza de

    nuestro Padre Creador.

    Quinto misterio glorioso: Contemplamos a María coronada como Reina y Madre de

    toda la creación: De cielos y tierra se escucha una voz, María es la Reina de la creación.

    Ave, Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA

    MARÍA MADRE DE JESÚS, TE INVOCAMOS HOY EN LA LENGUA DE NUESTROS

    PADRES CON EL DULCE NOMBRE DE VIRGEN DE HUACHANA.

    TÚ QUE FUISTE POBRE Y HUMILDE RUEGA POR NOSOTROS ANTE EL SEÑOR, PARA

    QUE CREZCA NUESTRA FE, AMEMOS A TODOS COMO HERMANOS Y SEAMOS

    CRISTIANOS DE VERDAD.

    ESCÚCHANOS SEÑORA EN NUESTRAS NECESIDADES Y ASÍ NOS ALEGRAREMOS

    SIEMPRE DE PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS. AMÉN.

  • 8° día de la novena: Jueves 30 de julio María mujer fiel que permanece y acompaña en el dolor

    (Tener preparado un cuaderno de intenciones)

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del

    Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la

    hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y

    cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo.»

    Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento, el discípulo la

    recibió en su casa. (Juan 19,25-27)

    III) En este octavo día de la novena rezamos por NUESTRA QUERIDA ARGENTINA:

    quédate con nosotros Jesús, que da miedo tanta oscuridad, no es posible

    morirse de hambre en la Patria bendita del pan. Invitamos a escribir en el

    cuaderno de intenciones un sueño para nuestra querida Argentina. (Pausa para

    realizar el signo).

    IV) Hoy vamos a contemplar a María, mujer fiel que permanece y acompaña en el dolor.

    1. María, mujer fiel que permanece y acompaña en el dolor, en este año Mariano

    Nacional, queremos darte gracias por tu presencia fiel en nuestro suelo argentino. En tus

    distintas advocaciones del Valle, Itatí, Luján, el Milagro, Sumampa, Río Blanco, Carballo,

    Huachana y tantas otras, reconocemos, Madre, tu compañía cierta, tu cariño fiel, que

    nunca nos abandona en el camino de la vida.

    Primer misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que es bautizado por Juan en el río

    Jordán: Jesús en el río de Juan recibió, el santo bautismo donde Dios habló. Ave, Ave,

    Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, mujer fiel que permanece y acompaña en el dolor, atiende y consuela a los

    que más están sufriendo las consecuencias de esta pandemia: a nuestros enfermos, a

    quienes han perdido un ser querido, sin poder despedirlo como es debido, a quienes

    padecen la ausencia o pérdida de trabajo. Ahí tienes, Madre, a tus hijos, para acompañarlos

    y sostenerlos en esta hora de dolor y de cruz, y animarlos en la esperanza de la Vida

    nueva, que brota de la Pascua de Jesús.

    Segundo misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que hace su primer milagro en

    Caná a pedido de su Madre María: Jesús en las bodas el agua cambió, y sacó de ella el

    vino mejor. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 3. María, mujer fiel que permanece y acompaña en el dolor, hoy queremos ofrecerte

    con amor el quedarnos en nuestra casa para vivir esta fiesta en Huachana. Tú bien conoces

    nuestros anhelos de estar allí, junto a ti, en tu Santuario. Gracias porque tu presencia fiel

    está haciendo de nuestro hogar, un santuario. Intercede ante Jesús, para que pase rápido

    toda esta pandemia, y pronto nos reencontremos todos juntos en Huachana.

    Tercer misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que anuncia el Reino de Dios: Jesús

    anunciaba el Reino de Dios, pidiendo a los hombres su fe y conversión. Ave, Ave, Ave

    María…1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. María, mujer fiel que permanece y acompaña en el dolor, tú que estuviste plantada

    ante la cruz, con una fe inquebrantable, danos la certeza de que la Vida vence a la muerte.

    Tú no escapas ante el dolor, sino que lo asumes, lo abrazas y lo llenas de sentido. En las

    horas de oscuridad, Madre, que sintamos tu ternura incondicional, que nos anima a vivir

    nuestras cruces con amor, ofrendándolas al Padre Dios, como una plegaria humilde que

    irradia luz y paz para la humanidad sufriente.

    Cuarto misterio luminoso: Contemplamos a Jesús que es transfigurado en el Monte:

    Jesús en el monte su rostro cambió, mostrando a los suyos la gloria de Dios. Ave, Ave,

    Ave María…1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, mujer fiel que permanece y acompaña en el dolor, danos tu valentía y coraje

    para que no abandonemos y nos hagamos cargo de tantos Cristos Crucificados. Ayúdanos

    a estar siempre de pie, aliviando, consolando y testimoniando con nuestra vida, que Dios

    está cerca del que sufre, susurrándole al oído: Ahí tienes a tu Madre.

    Quinto misterio luminoso: Contemplamos a Jesús en la Última Cena que nos deja su

    presencia en la Eucaristía: Junto a sus amigos Jesús entregó, su Cuerpo y su Sangre que

    a todos dejó. Ave, Ave, Ave María…1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA

    VIRGEN DE HUACHANA Cuida nuestra Vida. Ayúdanos a contemplarla como don sagrado, valioso y bello; a amarla, respetarla y defenderla de toda amenaza

    Haznos más contemplativos… MADRE DEL MONTE Tu manto verde refleja la Creación que nos cobija. Nos compromete a cuidarla y sentirla como nuestra Casa común. Nos impulsa a la atención de toda vida amenazada por diversos peligros: narcotráfico, trata, abusos, aborto, violencia.

    Haznos más atentos y cuidadosos con la Naturaleza y los pobres… PEREGRINA DE LA LUZ Tu luz disipa toda tiniebla, devuelve la claridad y la confianza. Tus pasos nos apuran para salir al cruce de todo lugar en donde la vida esté en riesgo, para compartir la luz de tus ojos

    ¿A dónde quieres que te llevemos para regalar la luz de tus ojos?

  • 9° día de la novena: Viernes 31 de julio María Madre del pueblo esperanza nuestra

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: «No tienen vino.» Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía.» Pero su madre dijo a los sirvientes: «Hagan todo lo que él les diga.» Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús dijo a los sirvientes: «Llenen de agua estas tinajas.» Y las llenaron hasta el borde. «Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete.» Así lo hicieron. El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: «Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento.» Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él. (Juan 2,1-11)

    III) ¡Feliz día de la Virgen para todos! En este día principal de la novena, deseamos renovar nuestra alianza con María, consagrando nuestras familias al cuidado de nuestra Madre. Tomamos la imagen de la Virgen de nuestro altarcito y vamos a ir siendo pisados por Ella. De este modo, realizamos este hermoso signo de protección y amparo. María se posa unos instantes y nos hace reposar en su presencia, en su regazo. Toda la fuerza de la Virgen, la llena de gracia, se nos comunica en este momento sagrado, para transmitirnos la gracia de Dios, su aliento, su Espíritu. (Pausa para realizar el signo). Al concluir la pisada, decimos juntos, tres veces: Tú eres nuestra y nosotros somos tuyos, renovando así nuestra consagración a María de Huachana. IV) Hoy vamos a contemplar a María, Madre del pueblo, esperanza nuestra.

    1. María, Madre del pueblo, esperanza nuestra, tú estás presente en lo cotidiano de

    nuestras vidas, celebrando nuestras alegrías, como lo estuviste en Caná, intercediendo por

    aquellos novios, ante Jesús. Tú estás atenta para que no se acabe en nosotros el vino de la

    alegría y la esperanza, siempre dispuesta para presentar a Jesús nuestras necesidades más

    urgentes, y renovar con Él nuestra esperanza.

    Primer misterio doloroso: Contemplamos a Jesús rezando en el Huerto antes de su

    Pasión: Orando en el huerto el buen Redentor, vertió de su sangre un largo sudor. Ave,

    Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 2. María, Madre del pueblo, esperanza nuestra, tu presencia hace 200 años, en el monte

    santiagueño, es un gran signo de esperanza, que nos anima a confiar en el poder milagroso

    de Dios, capaz de transformar lo agreste y hostil, en casa acogedora de fiesta y de

    encuentro, de alegría y de esperanza.

    Segundo misterio doloroso: Contemplamos a Jesús que es azotado: Cuando en la

    columna azotes sufrió, por todos los hombres Jesús padeció. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    3. María, Madre del pueblo, esperanza nuestra, mira nuestro mundo azotado por esta

    pandemia. Vela por todos aquellos que han perdido la esperanza, los abatidos y

    desanimados, los heridos por tanta injusticia y desigualdad. Alienta, con tu manto verde,

    nuestras vidas, para que, haciendo lo que Jesús nos dice, hagamos posible el milagro de la

    alegría y la esperanza.

    Tercer misterio doloroso: Contemplamos a Jesús coronado de espinas: Coronas de

    espinas su frente rasgó, por los pensamientos que ofenden a Dios. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    4. María, Madre del pueblo, esperanza nuestra, reanima nuestras comunidades para que,

    viviendo en el amor, la generosidad y el compromiso, sean signos de esperanza y causa de

    alegría para nuestra sociedad. Danos la gracia de renacer, en esta fiesta, a una vida nueva,

    como devotos de tu sagrada imagen, aparecida en Huachana, lugar donde se nace.

    Cuarto misterio doloroso: Contemplamos a Jesús cargando con la Cruz camino al

    Calvario: Al monte Calvario camina Jesús, llevando en sus hombros divinos la Cruz. Ave,

    Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, Madre del pueblo, esperanza nuestra, ayúdanos a descubrir la fuente de

    donde mana la verdadera alegría. Reaviva en nosotros la certeza de sabernos hijos amados

    del Padre, para que contagiemos la alegría y la esperanza de la presencia de Dios, que

    nunca abandona a sus hijos. Que nuestros gestos de solidaridad y creatividad, en medio del

    dolor, reanime la esperanza perdida.

    Quinto misterio doloroso: Contemplamos a Jesús que muere por amor a nosotros en la

    Cruz: En la Cruz clavado muere el Salvador, dejando a María por Madre de amor. Ave,

    Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    V) Concluimos rezando la siguiente oración:

    ORACIÓN A LA VIRGEN DE HUACHANA MARÍA MADRE DE JESÚS, TE INVOCAMOS HOY EN LA LENGUA DE NUESTROS

    PADRES CON EL DULCE NOMBRE DE VIRGEN DE HUACHANA.

    TÚ QUE FUISTE POBRE Y HUMILDE RUEGA POR NOSOTROS ANTE EL SEÑOR, PARA

    QUE CREZCA NUESTRA FE, AMEMOS A TODOS COMO HERMANOS Y SEAMOS

    CRISTIANOS DE VERDAD.

    ESCÚCHANOS SEÑORA EN NUESTRAS NECESIDADES Y ASÍ NOS ALEGRAREMOS

    SIEMPRE DE PERTENECER A LA FAMILIA DE DIOS. AMÉN.

  • 1°de agosto María Madre y luz en nuestra misión cotidiana

    (Tener preparada una vela por cada integrante de la familia)

    I) Nos ponemos en la presencia de Dios: En el nombre del Padre, del Hijo y del

    Espíritu Santo.

    II) Escuchamos la Palabra de Dios: Los pastores fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. (Lucas 2,15-20)

    III) Hoy vamos a contemplar a María, Madre y luz en nuestra misión cotidiana.

    1. María, Madre y luz en nuestra misión cotidiana, como a los pastores de Belén, luego

    de contemplar al recién nacido, nos toca emprender el regreso a lo cotidiano. Nos aguarda

    una nueva peregrinación. Llegó la hora de partir. Hemos sido testigos de un nuevo

    nacimiento en nosotros. Haznos descubrir esta vida engendrada, para que la cuidemos, y

    acompañemos, para que siga creciendo y dando abundantes frutos. Nos preguntamos:

    ¿Cuál fue la gracia que nos has concedido, Madre, en estos días? (Pausa)

    Primer misterio gozoso: Contemplamos a María que acepta la voluntad de Dios de ser la

    Madre de su Hijo: Llegó hasta María del ángel la voz, serás tú le dice la Madre de Dios.

    Ave, Ave, Ave María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    2. María, Madre y luz en nuestra misión cotidiana, como fruto de esta novena, deseamos

    abrirte de par en par las puertas de nuestro corazón, para que tu presencia resplandezca en

    nuestras decisiones y acciones de cada día. Queremos acogerte como miembro de honor en

    nuestra familia, no como un “adorno” en un rincón escondido de la casa. Tú deseas estar

    bien presente y llenar con tu luz toda nuestra familia. Nos preguntamos: ¿Qué cambios

    tendré que hacer en mi vida personal y familiar para acogerte mejor? (Pausa)

    Segundo misterio gozoso: Contemplamos a María embarazada que se pone en camino

    presurosa para visitar a su prima Isabel: María visita a Santa Isabel, llenando de gracia

    a su sierva fiel. Ave, Ave, Ave María…1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    3. María, Madre y luz en nuestra misión cotidiana, como los pastores, no podemos

    callar lo que hemos visto y oído en estos días. Una fe que no se comparte, es una fe que

    tiende a desaparecer. Tu Hijo nos envía como sal y luz del mundo, para dar un sabor

    nuevo e iluminar las tinieblas. Que a través de nuestro humilde testimonio, los que nos

    rodean puedan gustar y ver qué bueno es el Señor. Nos preguntamos: ¿Qué lugares y

    personas necesitan ser iluminadas con esta nueva luz que hay en mi vida? (Pausa)

    Tercer misterio gozoso: Contemplamos a Jesús que nace pobre en el pesebre de Belén:

    En pobre pesebre nació el Salvador, los ángeles cantan la paz y el amor. Ave, Ave, Ave

    María… 1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

  • 4. María, Madre y luz en nuestra misión cotidiana, te encomendamos este pequeño

    fuego, avivado en estos días. Ayúdanos a arrimarle los leños de la oración con la Palabra,

    con el Rosario, dedicando un tiempo y lugar especial para el encuentro con tu Hijo. Que la

    participación en nuestra comunidad nos ayude a sostener nuestra fe, con el apoyo de los

    demás. Que nuestras humildes acciones solidarias alimenten este fuego interior, como ese

    oxígeno que aumenta la llama, evitando que se ahogue a causa del encierro. Que

    fortalecidos con los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación, mantengamos la

    temperatura de este fuego interior. Nos preguntamos: ¿Qué puedo hacer para cuidar y

    alimentar esta luz encendida y reavivada en Huachana? (Pausa)

    Cuarto misterio gozoso: Contemplamos a María y a José que presentan en el Templo al

    Niño Dios: La Virgen su ofrenda al templo llevó, y allí a Jesús niño a Dios presentó. Ave,

    Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    5. María, Madre y luz en nuestra misión cotidiana, hoy hacemos nuestra la oración del

    Papa Francisco, pidiendo por toda la humanidad:

    «Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios».

    En la dramática situación actual, llena de sufrimientos y angustias que oprimen al mundo

    entero, acudimos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y buscamos refugio bajo tu

    protección. Oh Virgen María, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia

    de coronavirus, y consuela a los que se encuentran confundidos y lloran por la pérdida de

    sus seres queridos, a veces sepultados de un modo que hiere el alma. Sostiene a aquellos

    que están angustiados porque, para evitar el contagio, no pueden estar cerca de las

    personas enfermas. Infunde confianza a quienes viven en el temor de un futuro incierto y

    de las consecuencias en la economía y en el trabajo.

    Madre de Dios y Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta dura prueba

    termine y que volvamos a encontrar un horizonte de esperanza y de paz. Como en Caná,

    intercede ante tu Divino Hijo, pidiéndole que consuele a las familias de los enfermos y de

    las víctimas, y que abra sus corazones a la esperanza.

    Protege a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, a los voluntarios que en este

    periodo de emergencia combaten en primera línea y arriesgan sus vidas para salvar otras

    vidas. Acompaña su heroico esfuerzo y concédeles fuerza, bondad y salud.

    Permanece junto a quienes asisten, noche y día, a los enfermos, y a los sacerdotes que, con

    solicitud pastoral y compromiso evangélico, tratan de ayudar y sostener a todos.

    Virgen Santa, ilumina las mentes de los hombres y mujeres de ciencia, para que

    encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus. Asiste a los líderes de las

    naciones, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que

    carecen de lo necesario para vivir, planificando soluciones sociales y económicas de largo

    alcance y con un espíritu de solidaridad.

    Santa María, toca las conciencias para que las grandes sumas de dinero utilizadas en la

    incrementación y en el perfeccionamiento de armamentos sean destinadas a promover

    estudios adecuados para la prevención de futuras catástrofes similares.

    Madre amantísima, acrecienta en el mundo el sentido de pertenencia a una única y gran

    familia, tomando conciencia del vínculo que nos une a todos, para que, con un espíritu

    fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones

    de miseria. Anima la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio y la constancia en la

    oración.

  • Oh María, Consuelo de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos

    libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su

    curso normal con serenidad.

    Nos encomendamos a Ti, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y de

    esperanza. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén.

    Quinto misterio gozoso: Contemplamos a Jesús hallado en el Templo enseñando a los

    doctores y sabios de la Ley: Tres días perdido estuvo Jesús, y dio a los doctores raudales

    de luz. Ave, Ave, Ave María…

    1 Padrenuestro, 10 avemarías y 1 gloria.

    Rezamos por las intenciones y la salud de nuestro Papa Francisco:

    1 Padrenuestro, 3 avemarías y 1 gloria.

    IV) Concluimos nuestra oración y todos estos días de novena y de fiesta

    encendiendo nuestras velitas, una por cada miembro de la familia, como signo

    y compromiso de llevar la luz de Jesús a todos nuestros hermanos. Rezamos

    juntos, diciendo tres veces: Tú eres nuestra y nosotros somos tuyos.

    Desde los profundo del corazón, nos unimos a esta oración:

    Estos últimos pasos, Madre, en los que te acompañamos para que te quedes en tu casita,

    son pasos de despedida. Pasos que nos dan la posibilidad de partir lentamente

    y de recordar y guardar en el corazón lo vivido durante estos días:

    nos hemos encontrado con tu mirada, nos pusiste bajo tu manto, hiciste crecer nuestra fe,

    nos has hecho experimentar que somos todos hermanos, y nos vamos alegres de pertenecer a la familia de Dios.

    Nos despedimos, Madre. Y nos despedimos de nuestros hermanos peregrinos.

    Regresamos distintos a nuestros hogares, guardando en el corazón todo lo que nos enseñaste en esta novena,

    para poder vivirlo en nuestro día a día. Sabemos que nos harás volver al año, y junto a Vos, Madre de Huachana,

    le deseamos a nuestros hermanos peregrinos: "Buen regreso a la vida cotidiana. Que Dios los bendiga

    y la Virgen de Huachana los cuide". Amén. Dios te salve María…

    María, Madre del pueblo, esperanza nuestraNOVENA2020VIRGENDE HUACHANA200 AÑOS DE AMOR