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Novena Oración San Rafael Arcángel para casos de enfermedades Señor San Rafael mío, a vos llego con alegría y contento para que me remedies esta necesidad mía antes de los 21 días, y para que me acompañes y guíes como acompañaste y guiaste al joven Tobías. (Se reza un Padre Nuestro y un Ave María, el primer día, dos al segundo y así sucesivamente aumentando uno todos los días.) ¡Oh fidelísimo compañero y custodio mío! destinado por la Divina Providencia para mi guardia tutelar, protector y defensor mío, que nunca te apartes de mi lado, y gracias te daré yo por la fidelidad y el amor que me profesas y por los muchos beneficios que a cada instante estoy recibiendo de ti; tú velas sobre mí, cuando estoy durmiendo, cuando estoy triste tu me consuelas, cuando estoy desmayado me alimentas, tu apartas de mi lado los peligros presentes y me enseñas a precaver los futuros, me desvías de los malos y me inclinas a los buenos, y me reconcilias con Dios y mucho tiempo hace que estaría ardiendo en el infierno si con tus ruegos y gemidos no hubieran detenido la ira del Señor, suplícote no me desampares en las cosas adversas, modérame en las prosperidades, líbrame de los peligros y ayúdame en las tentaciones para no dejarme vencer jamás y lleva ante el acatamiento de Dios mis oraciones y todas mis obras buenas, consiguiendo que de esta vida sea trasladada mi alma en gracia de Jesús, María y José, Joaquín y Ana. (Se reza una Salve a Nuestra Señora de las Mercedes y un Padre Nuestro y Ave María a las almas del purgatorio.) Salve Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ave María Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Novena Oración San Rafael Arcángel para casos de enfermedades

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Novena Oración San Rafael Arcángel para casos de enfermedades

Señor San Rafael mío, a vos llego con alegría y contento para que me remedies esta necesidad mía

antes de los 21 días, y para que me acompañes y guíes como acompañaste y guiaste al joven Tobías.

(Se reza un Padre Nuestro y un Ave María, el primer día, dos al segundo y así sucesivamente

aumentando uno todos los días.)

¡Oh fidelísimo compañero y custodio mío! destinado por la Divina Providencia para mi guardia

tutelar, protector y defensor mío, que nunca te apartes de mi lado, y gracias te daré yo por la

fidelidad y el amor que me profesas y por los muchos beneficios que a cada instante estoy

recibiendo de ti; tú velas sobre mí, cuando estoy durmiendo, cuando estoy triste tu me consuelas,

cuando estoy desmayado me alimentas, tu apartas de mi lado los peligros presentes y me enseñas a

precaver los futuros, me desvías de los malos y me inclinas a los buenos, y me reconcilias con Dios

y mucho tiempo hace que estaría ardiendo en el infierno si con tus ruegos y gemidos no hubieran

detenido la ira del Señor, suplícote no me desampares en las cosas adversas, modérame en las

prosperidades, líbrame de los peligros y ayúdame en las tentaciones para no dejarme vencer jamás y

lleva ante el acatamiento de Dios mis oraciones y todas mis obras buenas, consiguiendo que de esta

vida sea trasladada mi alma en gracia de Jesús, María y José, Joaquín y Ana.

(Se reza una Salve a Nuestra Señora de las Mercedes y un Padre Nuestro y Ave María a las almas

del purgatorio.)

Salve

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los

desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada

nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de

tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto

de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.