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Movidas chuecas de la derecha continental (un reporte desde Ecuador) Guerra irregular ordenada por Uribe contra el pueblo nasa en Colombia Los presos políticos en México * El árbol de uvas: relato chontal El Salvador: peligro de los “feudos del agua” * Brasil: La razón indígena de vivir A quién le interesa Bolivia * Nacho López, un fotógrafo del pueblo Suplemento mensual. Número 133. Mayo 2008 Nuestra América En las garras del águila del Norte POLLERO EN EL RASTRO DE FERRERÍA. CIUDAD DE MÉXICO, 1959

Nuestra América En las garras del águila del Norte · En las garras del águila del Norte ... mitad superior la ocupa un águila imperial de alas abiertas, sus garras extendidas

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Movidas chuecas de la derecha continental (un reporte desde Ecuador)

Guerra irregular ordenada por Uribe contra el pueblo nasa en Colombia

Los presos políticos en México * El árbol de uvas: relato chontal

El Salvador: peligro de los “feudos del agua” * Brasil: La razón indígena de vivir

A quién le interesa Bolivia * Nacho López, un fotógrafo del pueblo

Suplemento mensual. Número 133. Mayo 2008

Nuestra América

En las garras del águila del Norte

POLLERO EN EL RASTRO DE FERRERÍA. CIUDAD DE MÉXICO, 1959

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HABLAN TRINIDAD RAMÍREZ Y FLAVIO SOSA

Los presos y los muertosJuan Trujillo Limones, SanSalvador Atenco, 3 de mayo. Hanpasado dos años de la brutal represiónpoliciaca a este poblado donde losvivos, los presos y los muertos convi-ven para liberar a unos y recordar a losotros. La impunidad que camina porlos jurados también se percibe enforma de denuncia en la plaza princi-pal. Las voces de Trinidad Ramírez yFlavio Sosa se escuchan como si semetieran al mundo de sus presos y susmuertos.

Mientras las mujeres atenquensesse han encargado de organizar el acto,activistas y simpatizantes del Frentede Pueblos en Defensa de la Tierra(FPDT) y de la Otra Campaña se acom-pañan de Flavio Sosa, de la AsambleaPopular de los Pueblos de Oaxaca(APPO), y los padres de los cuatro estu-diantes universitarios muertos enEcuador por el bombardeo del ejércitocolombiano el primero de marzo. Elevento es un encuentro de experien-cias, dolores, movimientos y represio-nes. Los presos y los muertos son laconstante.

El operativo que golpeó a estepoblado y a la organización popular enmayo de 2006, en el que participaroncorporaciones policiacas federales yestatales, causó la muerte de FranciscoCortés Santiago, de 14 años, por dis-paro de bala, y de Alexis Benhumea,universitario herido en la cabeza,quien a poco más de un mes de hospi-talización, murió el 7 de junio de 2006.También hubo 207 detenidos.

Trinidad Ramírez, Trini como ledicen aquí sus compañeras, está a

cargo de la organización del Frente ytambién de la difusión de la defensajurídica de los presos: “No olvidamosla brutal y cobarde represión que hizoel gobierno, nos mantenemos firme enla lucha, y no para lacerarnos, porquenuestro coraje está más vivo mientrasno veamos a todos nuestros compañe-ros libres”.

Frente al auditorio están los colecti-vos de arte. A unos metros se preparanlas detonaciones de los cañones quelos atenquenses usan para sus fiestas.

En 2000 el gobierno del expresi-dente Vicente Fox había planeado unaeropuerto en 9 mil hectáreas. Ahoraque hay indicios de reactivación delproyecto, Trini expresa: “Las grandestiendas nos dicen que sigue el proyec-to, pero el pueblo ya sabe, hicieronque abriéramos los ojos. Luchamoscomo nuestros antepasados, tenemosque mantener viva la memoria histó-rica”.

El impacto por la muerte de losestudiantes en Ecuador llega hoy hastaAtenco. “Les dije a los padres de losmasacrados, que a nuestros hijos tene-mos que mantenerlos de pie, y vivos.Si nos vencemos es matarlos. Su espí-ritu de lucha está aquí. Se van ellos, seva su cuerpo, pero quedan sus idealesaquí con nosotros. Y nos corresponde,mantener esos ideales vivos, por esono podemos abandonar esta lucha”.

Se encuentran todavía presos losentonces líderes del FPDT, Ignacio Del

Valle (Nacho), Felipe Álvarez yHéctor Galindo, con sentencias de 67años y medio de prisión por diferentes“delitos”.

Hay otros 16 presos, de los cuales12 esperan sentencia por secuestroequiparado y uno por ataques a lasvías de comunicación.

Para Trini, tras dos años de la repre-sión, hablar de su esposo Nacho es untema que se mezcla con el de su vidacotidiana:

“Desde el 2 de noviembre pasadoveo a Nacho, así es, vas, vienes, perosiempre con la idea de que vamos alograr nuestro objetivo. Vamos aseguir resguardando nuestra tierra y

lograr la libertad de todos. Hoy tengoun compromiso muy grande con estalucha, hoy no vivo en mi casa. Mi vidaes agitada, de un lugar a otro, perobien vale la pena”.

Después del momento más ardientede la violencia en Oaxaca, Flavio

Sosa, un vocero de la APPO, fue apresa-do por órdenes del gobierno federalentrante, el 4 de diciembre de 2006, yse convirtió en el primer preso políticode Calderón. Sus “delitos”: secuestro,

robo con violencia, lesiones califica-das, daños dolosos, sedición y ataquesa las vías de comunicación. El pasado19 abril Sosa salió libre, mientras elmapa de Oaxaca sigue mostrando loscolores de la sangre y la represión.

En su encuentro con los atenquen-ses, Sosa denunció las condiciones enla prisión del Altiplano y exigió laliberación de cinco de sus compañe-ros. El activista parece adherirse a latesis de que los muertos circundan alos vivos. Afirma que durante su reclu-sión se encontró y conversó en sueñoscon los caídos de Oaxaca:

“Son gente que caminó con nos-otros, a lo mejor nos dimos la mano.Compartimos la calle, el mitin, y se teaparecen con voz y rostro y hablancontigo. No sólo son sombras, sinogente que te dicen ¿qué estás hacien-do? No te sientas triste, dicen. Y tutambién hablas con ellos, les cuentascosas y lloras con ellos”.

Después de la irrupción del movi-miento popular, el saldo conocido demuertos asciende a 26, con su “nor-mal” dosis de absoluta impunidad. “Tedas cuenta que a la gente la hacenluchar los muertos; en Oaxaca lestenemos un respeto y un cariño espe-cial. Es una realidad rulfiana. Losmuertos no han muerto, caminan conlos vivos. Está vivo Zapata, pero tam-bién Guajardo, Carranza, Juárez,Santa Anna, la Virgen de Guadalupeque camina con la gente”, explicaSosa.

“No propiamente se sientan aaconsejarte. Son conversaciones sobrecualquier tema. Sale el asunto de laAPPO, de la barricada. En algúnmomento parecería que en las barrica-das se cometieron excesos. Por ejem-plo, los amarrados. Entonces, derepente en un sueño me veo platicandocon uno de ellos y dice: No cabrón,estás equivocado, tú ves las cosasdesde arriba, las cosas son de otramanera”.

A pesar de la represión y prisión,Flavio Sosa se reincorporó a las activi-dades políticas con la APPO y con elmovimiento magisterial y popular.Según él, en estos momentos el movi-miento pasó a “una etapa de concien-cia colectiva; aún hay miedo, pocaconfianza para salir a la calle”.

La creciente espiral de violenciaque emerge y se alimenta del capitalfinanciero, el narcotráfico, la militari-zación, la paramilitarización, las des-apariciones y el ataque a la soberaníanacional a través del despojo petrole-ro, dibujan un futuro posible dondemuertos y presos podrían seguir comodolorosas constantes.

IMAGEN DEL REPORTAJE GRÁFICO “LAS MIL CARAS DE LA CIUDAD. LA LENTE DE NACHO LÓPEZ”, 1958

El impacto por la muerte de

los estudiantes en Ecuador

llega hoy hasta Atenco.

“Les dije a los padres

de los masacrados que

a nuestros hijos tenemos

que mantenerlos de pie,

y vivos”

La JornadaDirectora General: Carmen Lira SaadePublicidad: Marco Hinojosa.Ojarasca en La JornadaDirección: Hermann Bellinghausen Coordinación editorial: Ramón Vera HerreraEdición: Gloria Muñoz Ramírez y Eugenio

Bermejillo • Fotografía y Diseño: YuririaPantoja Millán • Caligrafía: Carolina de laPeña • Retoque fotográfico: AlejandroPavón y Andrés Torres • Asesoría técnica:Francisco del ToroOjarasca en La Jornada es una publicación

mensual editada por DEMOS, Desarrollo de Me-dios, SA de CV. Av. Cuauhtémoc 1236, Col. San-

ta Cruz Atoyac, delegación Benito Juárez, CP.03310, México DF. Teléfono: 9183 0300 y 91830400. • El contenido de los textos firmados esresponsabilidad de los autores, y los que no, delos editores. Se autoriza la reproducción parcialo total de los materiales incluidos en Ojarasca,siempre y cuando se cite la fuente y el autor.ISSN: 0188-6592. Certificado de licitud de títu-

lo: 6372, del 12 de agosto de 1992. Certificadode licitud de contenido: 5052. Reserva de títulode la Dirección General del Derecho de Autor:515-93. Registro provisional de Sepomex: 056-93. No se responde por materiales no solicitados. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV. Av.Cuitltáhuac 3353, Col. Ampliación Cosmopolita,México, DF.

El escudo del Comando Sur delejército de Estados Unidos es máselocuente que mil discursos. Sumitad inferior la ocupa un desaliña-do mapa del continente, del ríoBravo y Cuba a la Tierra delFuego. Encima no hay mapa; lamitad superior la ocupa un águilaimperial de alas abiertas, sus garrasextendidas sobre la presa, nuestraAmérica, que no comienza enColombia ni en Guatemala, sino enMéxico, aunque haya quienes sesientan desengañados.

Aquí se aplican equivalentes“normas de control” made in USA endiversas modalidades, a cual másde brutales. Inamovibles gober-nadores que encabezan pandillas decriminales repartidas en puestosclave —de secretarías de gobierno,policías, partidos políticos, munici-pios, congreso y tribunales hastabandas de sicarios o paramilita-res—, como es el caso de UlisesRuiz Ortiz en Oaxaca (nuestroÁlvaro Uribe del petatiux).

O la generalizada (por la canti-dad de generales que emplea) “gue-rra” contra las drogas, contra un“terrorismo” sacado de la manga yde paso contra la población afecta-da por las cornadas del hambre y eldespojo. O el “sistema” Baja/So-nora, donde la “guerra” al narco vasimultánea a la entrega al inversio-nismo gabacho de todo lo bueno entierra y mar. O la derecha fascistaque, lejos ya de las catacumbas y elextinto México laico, ha sentadoplaza en los medios masivos, losgobiernos estatales y el gobiernofederal.

El pensador portugués Boa-ventura de Sousa Santos escribiórecientemente sobre la “estrategiacontinental” de control estaduni-dense contra los procesos políticosque lo cuestionan, trayendo acá su“guerra global”. La “guerra contrael terrorismo” incluye espionaje ydesestabilización en Venezuela y latriple frontera (Paraguay, Brasil,Argentina). En Bolivia, “becariosde la Fundación Fulbright son lla-

mados por su embajada para infor-mar sobre cubanos, venezolanos ymovimientos indígenas sospecho-sos, mientras los separatistas deSanta Cruz son entrenados en laselva colombiana por los paramili-tares” (La Jornada, 17 de marzo).

“La verdadera amenaza no sonlas FARC, sino las fuerzas progresis-tas”, en una lógica bélica que blo-quea el ascenso de las segundas,apunta. “Pero la ‘mayor amenaza’proviene de los que invocan dere-chos ancestrales sobre los territo-rios”. El autor cita el informeTendencias Globales-2020, delConsejo Nacional de Informaciónde Estados Unidos, sobre los esce-narios de amenaza a la “seguridadnacional” (la suya). El informe afir-ma que las reivindicaciones territo-riales de los movimientos indígenas“representan un riesgo para la segu-ridad regional”, que “determinará elfuturo latinoamericano”.

Allí se señalan las luchas indíge-nas de Chiapas, Ecuador, Bolivia,Chile y Argentina: “En el inicio delsiglo XXI existen grupos indígenasradicales en la mayoría de los paí-ses latinoamericanos que en 2020podrán crecer exponencialmente,obteniendo la adhesión de la mayo-ría de los pueblos indígenas. Estosgrupos podrán establecer relacio-nes con grupos terroristas interna-cionales y grupos antiglobaliza-ción, que cuestionarán las políticaseconómicas de los liderazgos deorigen europeo”.

*En el cerco mediático que insisteen invisibilizar a los pueblos in-dios, todo espacio para la voz deéstos es bienvenido. Es el caso delsuplemento Mundo indígena que,dirigido por Margarita WarnhorltzLocht, apareció el 12 de mayo enun diario de la capital del país.Todas las voces todas.

UNA HISTORIA DE CHONTALES

El árbol de uvas / Te’ubaAjni untu yinik, Ajsimon, u kinintan te’ uba.

K’oti cha’tu yinik u yile u tsimseno’ ka an u kinintan uba.U k’echijo’, u yits’ k’echbijo’ u luk’u’; komo juntuma an u

kinintan ni te’uba u jolijo’ tika’, uyili u tsimseno’ u jajbeno’ ni te’uba.

K’oti Ajjuan u japin k’a mach u tsimseno’.Xitikna u bi’ejo’ dok ni yok yinik. Mach an nesesida por u

kinintan lo ke es tuba u xe u tsimseno’ ni otra jentejo’A pura lucha u jap Ajjuan.A bixi Ajjuan u chen abisa u yajnoja ke ni u tsimsinte Ajsimon.U yili ajnoja ke u yiktan kinintintik, mach ni xik k’a mach u

tsimseno’ otra jente.U yile Ajsimon ke che’chich, mach u ni xin u kinintan k’a

mach xik u tsimseno’.U chini otra jente ke mach u ni k’ote u yum. Ochi u laj tuk’i-

no’ ni uba; u laj but’ijo’ ti kostal i bixi u choneo’U yumba bik’tesijo’i mach ni sutwini; unejo’chich kolijo’ u

chen mandajo.Che’chich an ni maldaba pan ka’; u jajben untu lo ke mach

tuba; che’chich an jente, mach yo patanba; u yoche u jajben upatan u lot.

U pukij’ tak’in dok u lot; mini chinep, mini u buk, mini u pan-talon tuba u chen lusi dok, pero mach jini u patanba, u patan otro.

Ayan otroba ke u chi sufri u pik’e ni fruta jini tuba u chenmantene u bixch’ok, mach tuba tik u jajben otro ajts’ujle. U chenuba lusi dok ni u patan ni yinik.

Ni yinik u chen sufri u pik’e ni te’ uba.

* * *

Hubo un hombre, Simón, que cuidaba la plantación de uvas.Llegaron dos hombres a decirle que lo iban a matar ahí donde

está cuidando las uvas.Lo amarraron por el pescuezo; como estaba solo cuidando las

uvas, lo arrastraron por el suelo y le decían que lo iban a matarpara quitale las uvas.

Llegó Juan a defenderlo para que no lo mataran.A la fuerza llevaban al pobre hombre. No teniendo necesidad,

sólo por cuidar lo que es de él lo iban a matar esas gentes.A pura fuerza lo defendió Juan. Luego fue Juan a avisar al patrón que iban a matar a Simón.Dijo el jefe que dejara de cuidar, que ya no fuera para que no

lo fueran a matar.Dijo Simón que estaba bien, que ya no va a cuidar para que

no lo vayan a matar.Vieron las otras gentes que ya no llegaba el dueño. Entraron

a cortar uvas; llenaron el costal y se fueron a venderlas.Al dueño lo espantaron y ya no volvió; ellos se quedaron

mandando.Así es la maldad en el mundo, le quitan a uno lo que no es de

ellos; así son las gentes que no quieren trabajar; entran a quitar-le el trabajo a sus compañeros.

Se repartieron el dinero estos amigos; compraron zapatos,compraron camisas, compraron pantalones para lucirlos, perono era su trabajo, sino el trabajo de otros.

Hubo quien sufrió por sembrar esa fruta de uva para mante-ner a sus hijos, no para que se lo vengan a quitar otros flojos.Lucen con el trabajo de otro.

Este hombre sufrió por sembrar las uvas.

Recogido en Nacajuca, Tabasco, transcrito en chontal y traducido al castella-no por Benjamín Pérez González: Literatura chontal de Tabasco,Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, 2007.

En las garras del águila del Norte

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habló en nombre de los indígenas expulsados desus territorios, de sus plantas medicinales, de sucultura y de su tiempo para que la soja y el glifosa-to sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendesdel monte. Qué duro es ver con las manos y tocarcon los ojos que nadie habló en nombre de los cam-pesinos echados a topadora limpia, a bastonazos ya decisiones judiciales sin justicia para que ingre-sen el endosulfán, las promotoras de BASF y laspalas mecánicas con aire acondicionado. Qué duroes saber que nadie habló en nombre del suelo des-truido por la soja y por el cóctel de plaguicidas.

Es duro, sobre todo, porque se adivina una mismamano negra de la derecha en la reivindicación de los

grandes terratenientes croatas, en su afán nazi de limpieza

étnica, que emprenden junto con los voraces aventurerosavecindados en el rincón boliviano de la “república unifi-cada de la soya”, la “anhelada autonomía de Santa Cruz”,una que pasó a referéndum el pasado 4 de mayo y quesegún las cifras oficiales de sus organizadores —la pre-fectura, especie de gobernación del departamento— elvoto por el SI alcanzó un 85% y por el NO, un 15%.Mientras la abstención relativa era inesperadamente alta:“la misma Corte Electoral cruceña reconocía un 36% yotras fuentes elevaban la cifra al 40%” según el recuentode Claudio Testa y José Luis Rojo que afirman:“Tomándose de la cifra de abstención y sumándole losvotos por el NO, en blanco y anulados, Evo Morales, queno hizo nada efectivo contra la consulta, anunció el fraca-so de la misma. Por el contrario, los separatistas, ignoran-do la abstención y tomándose del 85% de votos por el SI,festejan el referéndum como un triunfo absoluto”. Esentonces un momento muy delicado, que algunos hancalificado de pre-golpista, pues para los cruceños autono-mistas el referéndum podría ser el pretexto para una rebe-lión en forma que pudiera crear un nuevo país, o intentarsacar a Evo Morales del poder aunque la consulta derevocación de mandato que el gobierno de Morales sejuega como última carta resultara favorable al actualgobierno. Testa y Rojo agregan:

El triunfo reaccionario es que la pandilla de lascien familias dueñas de Santa Cruz haya podidorealizar su referéndum ilegal (mientras que elgobierno ha tenido que guardarse en un cajón eltexto votado en la Asamblea Constituyente). Estehecho político, que da una cuota de legitimidadnacional e internacional al autonomismo, significaun cierto salto en calidad en el proceso de fortale-cimiento de esa oligarquía capitalista…

A partir de su victoria política del domingo, esaoligarquía puede plantear, con fuerza mayor, suultimátum: o legaliza y aumenta las ventajosas con-diciones adquiridas durante el neoliberalismo delos 90 (ahora sumándole las regalías de los hidro-carburos) o seguirá dando pasos, de manera cadavez más abierta, hacia la división del país. Ahora,amenaza de poner en pie una “confederación dedepartamentos autonómicos”, que podría ser unpaso cualitativo hacia la división del país.

En efecto, el 1º de junio van a realizarse sendosreferéndum en los departamentos de Pando y Beni,y el 22 de junio, en el estratégico departamento deTarija, fronterizo con Argentina. Tarija tiene el 90%de las reservas de gas de Bolivia. Y uno de los pun-tos fundamentales del programa autonomista estomar su control para negociarlas con las multina-cionales petroleras.

Como manifestó a la prensa uno de los dirigen-tes autonomistas, si esto camina, los departamentos“autónomos” constituirían “una federación a la queincluso se le podría llamar Bolivia»”, e invitar alresto de los departamentos (La Paz, Oruro y Potosí)a integrarse... si aceptan las condiciones. Este es,entonces, el plan separatista, si es que el gobiernode Evo no acepta todas sus condiciones.

Si a este escenario le sumamos los vínculos que loscruceños tienen con los estancieros soyeros de Argentinay con los guayaquileños ecuatorianos que también hancoqueteado largamente con una “autonomía” para laregión, es factible considerar que en América del Sur, laderecha continental y Estados Unidos juegan con dadoscargados a desestabilizar, fragmentar, balcanizar o inva-dir una vasta región, de algún modo limítrofe con laAmazonía o que la incluye, lo cual perfila los interesesgeopolíticos que van en pos de recursos minerales ypetróleo, de las fuentes mismas del sistema hídrico ama-zónico. Es expandir también las ya gigantescas e intermi-nables extensiones de pampa o selvas desmontadas paralos monocultivos infaustos de piña, banano, soya o palma

africana, éstas dos últimas transgénicas, con la ayuda deparamilitares sicarios, fumigaciones masivas, y mano deobra esclavizada y desechable.

El modelo tiene su imagen más acabada en el modernoy pujante puerto de Guayaquil en Ecuador: ciudad de

acaudalados magnates que van de la discoteque a la playa,al mall y a las galerías de arte moderno entre fiestas yborracheras mientras la mayor parte de población de laciudad queda prácticamente fuera de las murallas impues-tas por los guardias de los barrios elegantes y prisionerasen las barriadas, viviendo casi sin agua potable pero inun-dada por aguas negras, en los caseríos de lata que pueblanlos manglares y los cerros aledaños. Y se le sojuzga, ase-sina, desaparece, corrompe, maltrata o simplemente se lesimpone un sistema de abandono total y la violencia de laspandillas prohijadas por el sistema policiaco.

Un modelo, sin embargo, insostenible, que tarde otemprano hará visibles los inagotables enclaves de resis-tencia microscópica, cotidiana, de recuperación histórica,trabajo colectivo y horizonte de largo plazo, que siguenahí entreverados con los mares de soya, en las orilladas oen la selva profunda y que ante un futuro sin vida no tie-nen nada sino la suya propia como ofrenda.

A quién le interesa Bolivia

Al decidir la región de Santa Cruz fraccionar el territo-rio de Bolivia, genera un ambiente de inestabilidad polí-tica en Latinoamérica, además de permitir la interven-ción directa del imperialismo yanqui en los prediossureños. No es de extrañar que la mano del imperio estédetrás de la secesión que se busca. La nación afrontauna terrible crisis; al aprobarse los estatutos planteadospor la oposición, se fomenta la violencia y quizás unaguerra civil. Los ganaderos y empresarios que impulsanla división están conscientes del daño que harán a losbolivianos. Sus declaraciones no dejan lugar a dudas, laintención de los secesionistas es controlar los recursosminerales que permanecen en el subsuelo y así acumu-lar más capital en detrimento de la población de indíge-nas, a quienes consideran sus vasallos. Al gobierno deEstados Unidos, la disgregación le facilitaría el accesoa materia prima, mano de obra barata, explotación delos indígenas así como la imposición de su hegemoníaideológica en la zona.

Lo que muchos consideraban un globo de ensayo,está a punto de convertirse en realidad. Declararse ensecesión implicaría para los filofascistas apoderarse delas riquezas que se encuentran en las regiones divididas.El odio demostrado contra los habitantes originarios essólo una señal de las verdaderas intenciones de la opo-sición. A los oligarcas de Santa Cruz, Pando, Tarija yBeni jamás les interesó la suerte de los indígenas boli-vianos; para ellos, son simples sujetos sin derecho adisentir ni decidir.

América y el mundo están en la obligación moral deobjetar la división de Bolivia. No podemos permitir quelas oligarquías criollas y el gobierno estadunidenseencabezado por George W. Bush hagan lo que les de lagana; que vivan metiéndose en los países desestabili-zando los gobiernos legítimos.

Detrás del “referéndum” ilegal que pretende acabarcon Bolivia está latente la intencionalidad del poderosodel norte de quedarse con las riquezas gasíferas y mine-rales que pertenecen al pueblo boliviano. Hoy, Bolivianecesita del apoyo de todos; estamos obligados porhonor a batallar junto a los indígenas y todos aquellosque se oponen a la separación. Bolivia no puede quedar-se sola en estos momentos cruciales, debe contar con elauxilio de quienes amamos la libertad, la vida.José Gregorio González Márquez

Ramón Vera Herrera, Quito, Ecuador. Quien se asomeal tablero geopolítico latinoamericano de los últimos dosmeses se sorprenderá de sentir el aguijón de las sincro-nías que no admiten la casualidad ni la mera coincidenciacomo explicaciones.

Uno de los síntomas más graves es el ataque colom-biano a un campamento de las Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuato-riano que consiguió asesinar al comandante Raúl Reyescuando “cumplía la misión de concretar a través del pre-sidente Hugo Chávez” —según un comunicado emitidopor las FARC justo después del ataque—“una entrevistacon el presidente Sarkozy, donde se avanzara en encon-trar soluciones a la situación de Ingrid Betancourt y alobjetivo del intercambio humanitario”. Varios investiga-dores ecuatorianos, colombianos y mexicanos ven el ata-que como una complicada operación de inteligencia (unsondeo de la factibilidad militar de la región), dondemediante operativos de hostigamiento el gobierno colom-biano fue cerrando los lugares posibles para que ocurrie-ra la liberación de Betancourt en Colombia, le abrió aReyes una ventana en Ecuador en una zona en la que porlo menos durante los últimos tres años quienes controlanson las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia (lacontrainsurgencia) que incluso patrullan por la nocheLago Agrio, Ecuador, en sus motocicletas y son infaustaspor asesinar, torturar y desaparecer a la población ecuato-riana de esa frontera difícil, sujeta a fumigaciones conglifosato y ametrallamientos por parte de las aeronavesmilitares colombianas, como consta en múltiples testimo-nios recabados por las Misiones de ObservaciónInternacional en la región. En esos mismos territorios, escasi inexplicable que Reyes instalara un campamentoprovisional para buscar el intercambio. La tesis es queexpresamente lo ubicaron ahí para luego bombardearlocuando había algunos extranjeros de visita. La campañamediática y de internet machaca sospechosamente que elcampamento atacado era un campamento recreativo, “deputas” (lo cual es una de las tantas falsedades típicas delas operaciones de enlodamiento de la CIA).

Hay evidencias que apuntan a que el ataque fue opera-do desde la base de Manta por efectivos estadunidenses,aunque la embajadora en Quito, Linda Jewell, lo hayanegado enfáticamente en conversación telefónica con lacanciller ecuatoriana María Isabel Salvador, insistiendoen que “que los aviones de vigilancia electrónica quetiene en la base aérea de Manta no estuvieron implicadosen el ataque militar colombiano contra un campamentode las FARC en territorio ecuatoriano”. Según KinttoLucas (IPS, 20 de marzo de 2008), “Para el ministro deDefensa ecuatoriano, Wellington Sandoval, se debeinvestigar si la base de Manta fue utilizada para el ataquey realizar esa auditoría”. Otras fuentes militares ecuato-rianas citadas por Lucas que no revelaron su identidadafirman que “la tecnología utilizada primero para detec-tar el blanco, o sea el campamento, y luego para atacarlo,es de Estados Unidos”. El propio Sandoval afirmó que enel bombardeo se emplearon “equipos que no tenemos lasfuerzas armadas latinoamericanas.”

Por las mismas fechas los grandes terratenientes soye-ros argentinos (con más de 16 millones de hectáreas

de soya, llamada soja allá) emprendieron un paro nacio-nal con bloqueos carreteros para que el gobierno desistie-ra de aumentarles los impuestos a ellos que ganan “unplatal” y son punta de lanza de una agroindustria queamenaza al mundo. Ellos que junto con los santacruceños

de Bolivia, los oscuros caciques paraguayos y sus equi-valentes brasileños tienen declarada la llamada “repúbli-ca unificada de la soya” que además de ser transgénica hadesertificado el campo con las interminables extensionesde su monocultivo y los agrotóxicos asociados y utilizamenos y menos trabajadores indocumentados, seannacionales o extranjeros, porque buscan un campo sincampesinos. La Agencia Periodística del Mercosur, decíael 27 de marzo de 2008:

Al calor de las protestas patronales del campo, lasemana pasada surgieron brotes urbanos de “cace-rolazos”, casi todos en los barrios más ricos deBuenos Aires, en algunos casos organizados y enotros capitalizados por las fuerzas políticas másderechistas y defensoras de la pasada dictaduramilitar.

En ese espectro de derecha se juntan en términosobjetivos desde impresentables familiares de tortu-radores hasta dirigentes políticos del sistema, comola ex candidata a la presidencia Lilita Carrió.

Es decir, las fuerzas de derecha se desparramanpor doquier: los de la Sociedad Rural Argentinalograron que los chacareros de la FederaciónAgrícola Argentina hiciesen por ellos el trabajosucio en los cortes de rutas; los dinosaurios de ladictadura y personajes como Carrió se juntan paraencrespar los ánimos de las capas medias; y elgobierno poco y nada hace para tomar medidas ten-dientes a modificar el paradigma productivo de laArgentina: agroexportador, monocultivista (soja),oligopólico, concentrado en pocas manos y aexpensas de los “pools” de siembras, de las trans-nacionales como Monsanto y de los fondos deinversión también transnacionalizados.

Dicho paro lo emprenden terratenientes que poseen unpromedio de 38 mil hectáreas cada uno, y que logran ven-der “una hectárea en la zona ‘soyizada’ de las provinciasde Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe o Entre Ríos entre 15mil o 20 mil dólares. Sólo por arrendar 300 hectáreas, elpropietario de la tierra recibe un ingreso parásito (sininvertir ni arriesgar) de 180 mil dólares por ciclo soyero”.La pregunta es ¿por qué hacer un paro ante un aumentofiscal que podemos considerar mínimo si lo comparamoscon sus descomunales dividendos?

Raúl Montenegro, de la Fundación para la Defensa delAmbiente (Funam) de Argentina se queja con razón:

Qué duro es sentirse minoría en un país de fal-sas mayorías. Qué duro es ver que el gobiernonacional y los “ruralistas” luchan entre sí cuandoson cómplices necesarios del país sojero. Qué duroes ver cacerolas relucientes y llenas de soja RR en elasfalto civilizado de Buenos Aires… Que duro esrecordar que esas cacerolas relucientes, esos estu-diantes movilizados y esas familias temerosas deldesabastecimiento no salieron a la calle cuando losterratenientes de este siglo XXI expulsaron a fami-lias y pueblos enteros para plantar su soja maldita.Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyessojeros como el Grupo Grobocopatel. Qué duro esver que se cortan las rutas para que China y Europano dejen de tener soja fresca, y para que Monsantono deje de vender sus semillas y sus agroquímicos.Qué duro es comprobar, con los dientes apretados,y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie

Movidas chuecas de la derecha continental

ZONA MARGINADA EN CARACAS, VENEZUELA, 1948

La derecha continental y Estados Unidos

juegan con dados cargados a desestabilizar,

fragmentar, balcanizar o invadir una vasta

región, lo cual perfila los intereses

geopolíticos que van en pos

de los recursos naturales

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Araíz de la tragedia ocasionadapor las avalanchas de los ríosPáez y Moras, desde 1994 los

nasa de Tierradentro confiaban que elEstado colombiano cumpliera su pro-mesa de comprar tierras para recompo-ner la vida cultural de las comunidadesque han visto rotas sus formas de pro-ducción y trabajo cotidiano. Esto serecrudeció a comienzos de 2007 cuan-do el volcán Nevado del Huila entró enactividad ocasionando dos avalanchasde los ríos Páez y Símbola, que afecta-ron las pocas áreas productivas deTierradentro, por lo que los comunerosde más de tres resguardos aledaños alNevado debieron abandonar sus sitiosde convivencia y trasladarse a campa-mentos transitorios.

En aquel entonces, dos comunida-des se ubicaron lejos de sus lugares deorigen, y cuatro más establecieronalbergues dentro de la misma área deamenaza; unos se establecieron en el

municipio del Tambo y otros en Silviamientras otros marcharon hacia las cer-canías del departamento del Huila.Todos fueron acogidos solidariamente,unos por sus hermanos nasa y otros porambalueños, ante la indiferenciagubernamental.

Por presión del mismo gobierno, yante la carencia de respuestas institu-

cionales, algunas comunidades regresa-ron a Tierradentro, no sin antes unirse alos procesos de liberación de la MadreTierra adelantados desde el mes octu-bre en más de cinco municipios deldepartamento, dejando en claro quecualquier situación de riesgo era res-ponsabilidad del Estado colombiano.

Además de la actividad volcánicaque, tal como lo registra Ingeominas ensus casi 50 reportes oficiales, no hacesado desde febrero del 2007, el con-flicto armado es otra amenaza perma-nente para las comunidades indígenasde Tierradentro que han comprobado eldeterioro de sus derechos por acción delos actores armados. Por informaciónde los medios de comunicación se haconocido de los enfrentamientos entreejército y guerrilla en territorios de res-guardo, afectando vidas humanas y cre-ando zozobra, tal como sucedió el 8 demarzo, cuando murió el hijo del capitándel resguardo de Huila, por efecto de la

explosión de un artefacto abandonado. Por otra parte, las comunidades y

autoridades indígenas del departamentodel Cauca consideran que el Estadocolombiano, bajo la responsabilidad delpresidente Uribe, ha declarado la gue-rra a los pueblos indígenas, y al noencontrar argumentos legales para con-tradecir las justas luchas de las comuni-

dades indígenas, en el consejo comuni-tario realizado en la ciudad de Popayánel pasado 15 de marzo le preguntó algeneral que lo acompañaba:“…¿hemos pagado alguna recompensapor información sobre invasores?” y elgeneral le respondió “…todavía no”, alo cual Uribe formuló “…ofrezcámos-la… eso ha sido muy útil en el país…dicen no… es que están allá… estánconsolidados… que no los rompen…los rompen… los delincuentes termi-nan rotos …a uno le dicen… no… esagente es muy unida, se unen para inva-dir y nadie va a delatar al otro… menti-ras… los delincuentes terminan acu-sándose los unos a los otros… uno quecogimos por allá abajo… ustedessaben… ustedes saben o no… saben ono (coro sííí) a ese no lo cogimos consatélites a ese lo cogimos con informa-ción humana… los delincuentes… losdelincuentes… terminan traicionándo-se y la recompensa ayuda a que se trai-

cionen… hay que romperlos con larecompensa mi general”.

Esta conversación, en donde losorganismos de investigación para ade-lantar justicia se disculpan ante la SAG(sociedad de Agricultores y Ganaderos)y el presidente lamenta no tener argu-mentos legales para judicializar a losindígenas (no habla de resolver la pro-

blemática de tierras), muestra que siantes las comunidades indígenas podía-mos esperar cumplimiento a los múlti-ples compromisos del Estado con nues-tros pueblos y comunidades, hoy, elmandatario de los uribistas (no pode-mos decir de los colombianos), noshace saber que su interés y tarea guber-namental es acoplar las normas paracontinuar el robo de nuestros territorioscomo lo hicieron los españoles en laépoca de la conquista y lo continuaronhaciendo los detentadores del poderdurante el periodo republicano.

Por eso hoy, las informaciones quellegan desde el municipio de Silvia semuestran muy alarmantes y pueden darun aviso de tragedia para el Cauca indí-gena, pues es allí donde nuestras comu-nidades (entre ellas las de Tierradentro)realizan acciones de liberación de laMadre Tierra ya están siendo desaloja-dos a bala, al parecer, por efectivos dela fuerza pública y personal de civil.

Ante esta situación, novedosa por lainsolencia como se expresa el poder enColombia contra los procesos socialesy las movilizaciones pacíficas, decimosque no nos queda más que reclamar delos organismos internacionales de dere-chos humanos, gobiernos democráticose instituciones solidarias del mundo, suvigilancia urgente ante esta nueva agre-sión contra nuestros procesos. Tres situaciones debe observar conurgencia la comunidad internacional:

El incumplimiento sistemático delos acuerdos y compromisos delEstado con nuestros pueblos y comuni-dades mantiene latente la amenaza dedesaparición forzada de nuestras socie-dades, culturas y tradiciones.

La aplicación a nuestros procesosde políticas contra el terrorismoaumenta nuestra situación de riesgoinminente, ya que la opinión interna-cional conoce que policía y ejércitoentienden lo dicho en el consejo comu-nitario de Popayán el 15 de marzo,como una orden para hacer uso excesi-vo de la fuerza y los grupos paramilita-res (que siguen ejerciendo su poder conabsoluta impunidad, por ser otros“defensores” de la institucionalidad), loasumen como una directriz presidencialque debe acatarse, así no sea política deEstado.

La generación de leyes contrariasa los principios constitucionales,emitidos por un congreso que tiene unalto porcentaje de personal involucradojudicialmente con el paramilitarismono garantiza que la legalidad sea favo-rable a la mayoría de los colombianos ymenos hacia los desplazados y los indí-genas que hemos sido las víctimas desus acciones.

Consejería MayorConsejo Regional Indígena

Del Cauca (CRIC)Popayán, Colombia. Marzo de 2008

EL PUEBLO NASA DE COLOMBIA BAJO FUEGO

Guerra irregular ordenada por el presidente Uribe

Ricardo Martínez MartínezIzalco, El Salvador. Al comen-zar las primeras lluvias quedespiden al invierno y danbienvenida al verano centroa-mericano, 26 comunidadespipiles náhuatl del occidente deEl Salvador se reúnen en laceremonia de la Luna Nana alas orillas del volcán de Izalcopor refrendar su compromisode defender el agua mediante la“protección milenaria” demanantiales, riachuelos, pozas,lagos y ríos que “dan vida ysustento a nuestro pueblos, noshermanan en cultura y creen-cias y permiten producir elmaíz y el fríjol pinto, alimentossagrados”, explicó doña JulianaAmas, una de las últimas Nanas(abuelas) de la generación pipildel siglo pasado. Todos losaños reciben en comunión latemporada de lluvias y prepa-ran la tierra para la siembra, deconsumo local. Evocan la lunacomo el agua destilada o limpiaque brota de la tierra, compar-ten regalos de dulces y frutassecas a los vecinos, se refuerzael mantenerse unidos y en resis-tencia por sus y tradiciones: asílos pueblos izalcos festejan elinicio de un ciclo más de vidacomunitaria y lucha de resis-tencia.

En un círculo concéntrico depiedras y ramas “centro deceremonia para el agua que caedel cielo y brota de la tierra”,colocan cuatro varas clavadas yorientadas hacia los cuatro pun-tos cardinales, norte, sur, este yoeste; junto a cada una se insta-lan figuras cuadradas formadaspor palos de ocote y en mediode ellas se depositan un huacalde morro con agua, un puño depedazos de cacao, flores blan-cas y alcohol de maíz.

Comienzan a bailar, caminaro meditar alrededor de lasofrendas; unos en pipil y otrosen castellano dan gracias a laluna y al sol, mientras prendenel fogón. Cuando el fuego hacechispar y tronar las maderassecas, cuatro Tatas, abuelos delas comunidades, tocan con susmanos móviles las llamas ylevantan los huacales con agua.

Llegan los alimentos sagra-dos. Tamales de chipilín, unaplanta alimenticia y medicinal

para el buen funcionamiento desistema digestivo, huacales demorro con atol shuco (bebidaproducida con agua de manan-tial, maíz tostado, fríjol, semillade aihuazte (calabaza); horcha-ta de arroz y semilla de morrocomo bebida blanca y espumo-sa o leche de luna, como la lla-man.

Aguardan en ceremonia elocaso del día y cuando se oscu-rece los asistentes tocan lamarimba, botellas con agua yhuacales de distinto tamaño, enhonor a la luna.

Los lencas y los mayos soninvitados y acompañan, pero se

mantienen como observadoresesperando respetuosos elmomento —después de lacomunión— para los acuerdospolíticos: la segunda parte delencuentro.

En esta “llegada intensa delsol y las lluvias”, se recrean loscompromisos de lucha y resis-

tencia de los pueblos indígenasen El Salvador. Los pipiles,anfitriones, convocan a anudarexigencias.

Resistencia en Izalco. DoñaJuliana Amas, nieta del legenda-rio rebelde indígena FelicianoAmas, asesinado durante la dic-tadura de Maximiliano Her-nández en los años treinta, diceque “mientras los gobernantesformales se reparten nuestrasriquezas comunales pues nosquitaron las tierras que eran detodos, nosotros resistimos yluchamos como lo hicieronnuestros padres y abuelos;

recordemos la masacre de 1932donde murieron muchos herma-nos indígenas, pero con todoseguimos adelante y con nuestralucha”.

“En 1982, a cincuenta añosde la hecatombe de Izalco” —más de 30 mil indígenas asesi-nados—, “los pueblos origina-

rios que mantienen sus costum-bres, acordaron en estas mis-mas tierras de Izalco, lucharpor defender la tierra, el agua ysus frutos como lo hemosdemostrado desde siglos atrás”,dice Tata Gustavo.

Desde entonces, la resisten-cia indígena crece y se extiendea ritmos distintos hasta nuestrosdías, pero los ochentas marca-ron un nuevo ciclo de resisten-cias. Eran los años de la luchaarmada. Miles de indígenas seintegraron a la guerrilla delFMLN, otros se mantuvieron enresistencia civil: las fuerzasmilitares oficiales los persi-guieron y asesinaron por igual.

En medio de las balas y losbombardeos sistemáticos, pesea la beligerancia del ejércitosalvadoreño, la asesoría con-trainsurgente, la injerencia delejército estadunidense y la viru-lencia de los escuadrones de lamuerte, la mayoría de los indí-genas optó por sumarse al fren-te rebelde. En diferentes activi-dades formaron parte de lainsurgencia, pero sus tradicio-nes poco influyeron en el traba-jo político-organizativo de laguerrilla.

Se mantuvieron cohesiona-dos y ahora, generaciones des-pués, fungen y se expresan endiversos movimientos sociales,incluso los inspiran como ladefensa del agua contra las pre-sas y represas del Plan PueblaPanamá; la defensa de la tierray contra la minería, la defensade la soberanía alimentaria y elmaíz.

Tata Gustavo comenta de losochenta: “Fueron años de tra-bajo político y comunitario quese reciclan como el agua quecae del cielo y luego vuelve asubir… Tendrá sus frutos,aguacates, tamarindos y mara-ñones, diversos como somos,por eso el compromiso deluchar, decíamos en tiempo dela guerra, para vencer, peroahora por otros medios”.

Acuerdos comunitarios. Peseal nulo reconocimiento guber-namental de los pueblos indíge-nas de El Salvador, sin la ratifi-cación del Convenio 169 de laOIT, con el proceso de mestizajeacelerado, la pérdida de identi-

dad, la migración derivada dela pobreza extrema y la con-frontación social en doce añosde guerra civil, los pueblos ori-ginarios resisten la invasión desus tierras y la confiscación desus territorios —que incluye elagua como insisten ellos.

Son Morazán, al nororiente,y Izalco, donde se mantiene latradición de autoridades comu-nitarias. Con ello desafían alpoder formal y buscan gober-narse por sí mismos con todaslas adversidades presentes yfuturas.

Veintiséis pueblos eligen asus representantes que gestio-nan sus demandas y sus exigen-cias a los gobiernos municipa-les y centrales. No actúan en elámbito de la clase política, perosí exigen condiciones reales deexistencia y demandan respetoa la tierra y al agua como dado-res de vida: dos elementosconstantes de la resistencia porsiglos.

El agua es la mayor de lasdemandas en un país de esca-sez, y sus territorios cuentancon capacidad hídrica sosteni-ble por el afluente del RíoLempa y los extensos mantosfreáticos. Hoy, dice TataGustavo, “es uno de nuestrosantepasados en peligro que hayque defender hasta con lavida.”

En la Luna Nana, los pipilesnáhuatl de Izalco, con el brazoanudado de mayos y lencas enmedio de ceremonias, exigie-ron al gobierno salvadoreño ladevolución de las tierras comu-nales que “usurparon durantetantos años los terratenientes yhoy se concentran en pocasmanos de agroindustriales”, ycancelar la descentralizacióndel agua decretada en 2006 queimpulsa su enajenación regio-nal y municipal y trae el peligrode “feudos de los señores delagua”, o de empresas privadasnacionales y extranjeras, lomismo que refresqueras y cer-vecerías dice doña JulianaAmas.

Ricardo Martínez es periodis-ta del diario Latino de El Salvadory corresponsal en México yCentroamérica de Free SpeechRadio News de Estados Unidos.

EL SALVADOR

El peligro de los “feudos del agua”

MARÍA SABINA “LA SABIA DE LOS HONGOS”. HUAUTLA DE JIMÉNEZ, OAXACA, 1980MARÍA SABINA “LA SABIA DE LOS HONGOS”. HUAUTLA DE JIMÉNEZ, OAXACA, 1980

Page 5: Nuestra América En las garras del águila del Norte · En las garras del águila del Norte ... mitad superior la ocupa un águila imperial de alas abiertas, sus garras extendidas

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Eran tiempos de niños cuando unamujer indígena cantando y feliz bus-caba en los bosques flores para sucasa como una fuente de alegría a sufamilia. Algunos años después, lamisma mujer sacaba las mismas flo-res pero llorando. Eran para hacer unhomenaje a una persona de su fami-lia que había muerto defendiendo latierra.

Hemos escuchado que “la vida esun combate que a los flacos abate”,pero la tradición ancestral indígenanos enseña que la vida es como unafuente muy preciosa que debe de servivida como el olor de las flores quenos hacen bien, y que tiene que sercultivada y compartida a cada des-pertar del sol y a cada noche quellega para demostrar el respeto y elequilibrio entre el gran Creador, lanaturaleza y nosotros.

Con este concepto, base de ense-ñanzas de nuestros ancestros a losderechos humanos, al ambiente, lajusticia, la paz y el respeto incluso alos flacos y diferentes, hemosdemostrado como indígenas un sis-tema de vida individual y colectivo.

Como ejercicio de tradición oraly percepción, hemos aprendido aobservar los caminos de la civiliza-ción y las religiones occidentales, sucomportamiento de preconcepto yracismo contra nuestra forma demirar la vida y de vivir. Hablan deDios, libertad, democracia y ética,pero con referencia a una óptica uni-lateral que nos considera “salvajes”que tienen que ser “civilizados”, conjustificación jurídica, política eincluso legal. Como primeras nacio-nes de las Américas y dueños origi-nales de todos los territorios, hemosdespertado que ahora somos partesde la globalización. Nuestras comu-

nidades aunque lejanas están siendositiadas por nuevas ciudades y pro-yectos económicos que llegan connuevas costumbres y nuevas enfer-medades, cambiando nuestra formade vivir.

Pero hay una nueva conscienciaindígena que se desarrolla para losnuevos tiempos. Sabemos que comonosotros, están los blancos pobres yafro-descendientes que también bus-can una vida con dignidad para sufamilia, que muchas veces no tienequé comer o dónde dormir.

Gracias a nuestro espíritu ances-tral en la relación con la Tierra y la

resistencia de nuestros líderes, bus-camos caminos para nuevas infor-maciones, mirando con mucha aten-ción las señales transmitidas por estanueva civilización y modernidad.Por ejemplo, representación políti-cas y elecciones, juegos de futbol,guerras e incluso nuevas palabrascomo corrupción para ladrones, cri-men organizado.

Medias verdades para la mentira,destrucción del medio ambiente,violación cultural y física contrapueblos indígenas, niños abandona-dos en las calles, esclavitud, todostransmitidos incluso por la prensamás consciente, pero que se trans-forma casi en un cotidiano comúnque estimula nuestra omisión yanula nuestra indignación para reac-cionar.

Como hijos de pueblos tradicio-nales y soberanos, tenemos quedefender nuestras tierras como unpatrimonio territorial con valor a un

nivel alto de calidad de vida, que nopuede creer cómo una sociedadquiere construir la paz en base a laguerra, marginando familias, socie-dades y su soberanía en nombre deldesarrollo. Una civilización quetiene estas bases de vida, no puedejamás asegurar un mundo mejor asus futuras generaciones.

Si tenemos como pueblos indíge-nas la conciencia de nuestros dere-chos como primeras naciones y partede la globalización, debemos afir-mar con responsabilidad y solidari-dad que la paz mundial no será cons-truida en base de guerras y entonces,no podemos aceptar la guerra en Iraky tampoco la violación contra her-manos en el Tibet.

La guerra promueve odio, muer-tes, destrucción, que van a reflejarseen sacrificios de familias, y de otrolado tenemos que pensar quién estáteniendo lucros con estas catástro-fes: ¿Las industrias bélicas?¿Petróleo? ¿Control geográfico?¿Juegos Olímpicos? Ante toda estareflexión, creemos que nosotros lospueblos indígenas, aunque con cam-bios climáticos, cambios culturales,pero con fuerza espiritual, tenemosque ayudar a la humanidad modernaa encontrar los caminos de respeto almedio ambiente, la diversidadhumana, generando una sociedadcapaz de promover una nueva formade convivencia, relaciones comer-ciales con equilibrio ecológico, eco-nómico y calidad de vida.

Y entonces, nuestras mujeresindígenas van a poder buscar sus flo-res en nuestras tierras para hacermás hermosas nuestras casas, nues-tras familias y nuestros corazones,igual que un pájaro que vuele parabuscar uno a uno un pedacito de palou hoja y hacer el confort de su casa.

¿Un poema? Quizás, sí, pero conla realidad indígena de que todavíahay una razón de vivir.

Marcos Terena, piloto aviador ydirigente indígena, pertenece alpueblo terena del Chaco, MatoGrosso do Sul, Brasil.

Radio Ñomndaa, La Palabra del Agua,una radio libre, comunitaria e indepen-diente que transmite desde Suljaa’, en laCosta Chica de Guerrero, anunció queya puede sintonizarse por Internet. Losproductores amuzgos se presentan:

“Somos indígenas mexicanos, nan-cue ñomndaa, que al igual que ustedesestamos luchando por construir unasociedad diferente, donde lo más impor-tante sea el ser humano y no el dinero.Para eso, es necesario que todos noso-tros, indígenas y no indígenas, constru-yamos desde ahora, desde abajo, díastras día, muy otras relaciones sociales.Por lo anterior, nosotros estamos deacuerdo con la Sexta Declaración de la

Selva Lacandona y somos parte de laOtra Campaña, porque entendemos quelos verdaderos cambios sociales losconstruye el pueblo.

“En estos momentos de represión ypersecución de autoridades y caciquesde Guerrero contra pueblos, comunida-des y organizaciones sociales, es muyimportante la solidaridad: la unidad es lafuerza que nos protege ante la agresión.Vemos importante estar informados conla verdad de lo que está pasando ennuestro país. Con esta pequeña lucha

que es Radio Ñomndaa, a pesar de nues-tras limitaciones, pretendemos abrirespacios, construir puentes o redes decomunicación donde se escuche la pala-bra del pueblo que exige justicia, liber-tad y respeto.

“A partir de mayo pueden escucharnuestra señal en internet. Tambiénestamos construyendo una página webpara que el mundo pueda asomarse anuestra pequeña lucha.

“En www.lapalabradelagua.org ywww.nomndaa.org podemos compar-tir la transmisión en vivo, textos,audios, fotos, videos, noticias y otrasinformaciones que nos pueden ayudara estar más cerca”.

CHASKINAYRAMPI, BRASIL

La razón de vivirMarcos Terena

Radio Ñomndaaen Internet

DE LA SERIE “NIÑOS”, 1950. FOTOS: NACHO LÓPEZ

Quizá nadie en México merecemás que Nacho López (1923-1986) el título de fotógrafo delpueblo. En su número 31 larevista Luna Córnea rindehomenaje al maestro de variasgeneraciones de fotoreporte-ros. Ofrece la visión más com-pleta hasta el momento de suvida y su indispensable obra.