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Nuestra Señora de París Para otros usos de este término, véase Catedral de Nuestra Señora de París . Nuestra Señora de París Ilustración de la edición original de Nuestra Señora de París, realizada por Azara Sirgo (1831). Autor Victor Hugo Género Romanticismo , Novela gótica Idioma Francés Título original Notre-Dame de Paris Ilustrador Azara Sirgo (edición original) País Francia

Nuestra Sra de Paris

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Nuestra Señora de ParísPara otros usos de este término, véase Catedral de Nuestra Señora de París.

Nuestra Señora de París

Ilustración de la edición original de Nuestra Señora de París, realizada por Azara Sirgo

(1831).

Autor Victor Hugo

Género Romanticismo, Novela gótica

Idioma Francés

Título original Notre-Dame de Paris

Ilustrador Azara Sirgo (edición original)

País Francia

Fecha de publicación 1831

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Serie

El último día de un condenado

Nuestra Señora de París

Claude Gueux

Nuestra Señora de París (Notre-Dame de Paris, en francés) de Victor Hugo, escrita en 1831 y

compuesta por once libros que se centra en la desdichada historia de Esmeralda, una gitana,

y Quasimodo, un jorobado sordo, en el París del siglo XV. Todos sus elementos —ambientación

medieval, amores imposibles, personajes marginados, final dramático— hacen de la obra un modelo de

los temas literarios delRomanticismo francés. Victor Hugo, tras separarse de su mujer Adèle,

escribió la obra por encargo de un editor, llevándole aproximadamente 6 meses y

agotándolo físicamente. Pero el esfuerzo valió la pena ya que fue bien valorada por los

críticos y tuvo gran éxito entre los lectores, cosa que le supuso un alivio económico.

Contenido

  [ocultar] 

1   Estructura

o 1.1   La compasión hacia Quasimodo

o 1.2   El rescate

2   Adaptaciones

o 2.1   Cine

o 2.2   Televisión

3   Bibliografía

4   Enlaces externos

[editar]Estructura

[editar]La compasión hacia Quasimodo

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Esmeralda y Quasimodo.

La novela se inicia con unas celebraciones populares, con motivo de la epifanía de 1482en el Palacio de

Justicia. La obra nos presenta a Esmeralda, la bailarina gitana,Quasimodo, un deforme joven que se

encarga de las campanas de la Catedral de Notre Dame, y el archidiácono Claude Frollo, padre adoptivo

del campanero. Frollo, atraído por la bailarina, pide a su protegido Quasimodo que la rapte. Sin

embargo, la intervención del capitán Febo de Châteaupers impide la consumación del secuestro y lleva

a Quasimodo a la condena del suplicio público. Es azotado en la plaza, y recibe todo el odio y los

insultos del pueblo, que lo detesta por su fealdad. Quasimodo pide agua y la gitana Esmeralda sube al

patíbulo para calmar su sed.

— ¡Agua! — repitió por tercera vez Quasimodo.

Entonces vio cómo se apartó el gentío. Una muchacha curiosamente ataviada salió de entre la gente.

Iba acompañada de una cabrita blanca de cuernos dorados y llevaba una pandereta en la mano.

El ojo de Quasimodo centelleó. Era la bohemia a la que había intentado raptar la noche anterior,

fechoría por la que comprendía vagamente que estaba sufriendo aquel castigo, lo que, por otra parte, no

era cierto ni mucho menos, pues se le estaba juzgando por la desgracia de ser sordo y por haber sido

juzgado por un sordo. Estaba seguro de que también ella había venido para vengarse y darle, como

hacían los otros, su golpe correspondiente. [...]

Ella, sin decir una sola palabra, se aproximó al reo, que se retorcía en vano para librarse de ella, y

soltando una calabaza que a guisa de recipiente tenía atada a la cintura, la acercó muy despacio a los

labios áridos del desdichado.

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Entonces, de aquel ojo tan seco y encendido hasta entonces, se vio desprenderse una lágrima que fue

lentamente deslizándose por aquel rostro deforme y contraído hacía ya mucho rato por la

desesperación.

[editar]El rescate

Quasimodo siente un agradecimiento y un afecto enorme hacia la gitana por su piedad hacia él, ya que

no está acostumbrado a ser bien tratado. Sin embargo, Frollo se siente frustrado por el secuestro fallido,

y celoso del capitán Febo, ya que sabe que Esmeralda está enamorada de él, lo apuñala cuando se

encuentra en una habitación con Esmeralda. Pese a que Febo no muere, la joven es acusada del

crimen, por lo que se la condena a la horca. Durante su arrepentimiento público, previo a la ejecución y

que la iglesia esté vacía:

Aquel espectador no se había perdido nada de lo que, desde el mediodía, había ocurrido ante

el pórtico de Nuestra Señora. Ya desde los primeros momentos, sin que nadie se hubiera

preocupado de mirarle, había atado fuertemente a las columnillas de la galería una gruesa

cuerda de nudos cuyo extremo colgaba hasta la escalinata. Una vez hecho esto se había

quedado mirando tranquilamente y silbaba de vez en cuando al pasar los mirlos delante de él.

De pronto, cuando los ayudantes el verdugo se disponían a ejecutar la flemática orden de

Charmoule, saltó al otro lado de la balaustrada de la galería, cogió la cuerda con los pies

primero, con las rodillas y con las manos luego, y después se vio descolgarse por la fachada

como una gota de lluvia deslizándose por un cristal; se le vio luego correr hacia los dos

verdugos con la velocidad de un gato caído de un tejado, derribarles con sus enormes puños,

coger a la gitana de una mano, como una niña coge una muñeca y de un solo salto llegar hasta

la iglesia, alzando a la joven sobre su cabeza y gritando con voz estentórea:

— ¡Asilo!

— ¡Asilo! ¡Asilo! — repitió la muchedumbre y diez mil aplausos hicieron refulgir de alegría y de

orgullo el único ojo de Quasimodo.

La sacudida hizo volver a el en sí a la condenada, que abrió los ojos y al ver a Quasimodo

volvió a cerrarlos súbitamente como asustada de su salvador.

Charmoule y los verdugos y toda la escolta se quedaron atónitos. En el recinto de Nuestra

Señora, la condenada era, en efecto, inviolable, pues la catedral era un lugar de asilo y toda la

justicia humana expiraba en sus umbrales.

(ATENCIÓN, SPOILER)

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Pero la historia no acaba ahí. Frollo aprovechando que los truhanes de

la Corte de los Milagros intentan liberar a Esmeralda, la saca de la catedral

por su cuenta y le da a elegir: su amor o la horca. La gitana lo rechaza y el

archidiácono la delata. La madre de Esmeralda, intenta salvar a su hija

pues se acaban de reencontrar después de quince años. Todo es inútil,

madre e hija mueren, Frollo es empujado por Quasimodo al abismo de la

catedral y el jorobado muere abrazado al cadáver de Esmeralda.

[editar]Adaptaciones

[editar]Cine

Portada de Classic Comics.

Esmeralda  (1905), cortometraje mudo francés.

Nuestra Señora de París (1911).

Nuestra Señora de París  (1923), película muda con Lon Chaney, Sr.

como Quasimodo.

Esmeralda, la zíngara (1939) interpretada por Charles Laughton.

Nuestra Señora de París (1956) interpretada por Anthony Quinn.

Nuestra Señora de París (1982) interpretada por Anthony Hopkins y

Derek Jacobi.

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El jorobado de Notre Dame , película de animación de Walt Disney

Pictures de 1996.

Notre Dame de Paris , musical francés de 1998.

Der Glöckner Von Notre Dame, musical berlinés adaptado de la versión

de Disney en 1999.

El jorobado de París , musical muy recordado en Argentina, presentado

en el teatro Luna Park en 1993.

[editar]Televisión

Nuestra Señora de París (1977).

Nuestra Señora de París (1982) interpretada por Anthony Hopkins y

Derek Jacobi.

El jorobado de Notre Dame  (1985), adaptación animada de Burbank

Films Australia, dirigida por Geoff Collins.

Notre Dame de Paris  (1999), musical filmado para la televisión.

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II.- JOROBADO DE NOTRE DAME

El jorobado de Notre-Dame, aparecida en 1831, es hasta hoy, la mayor novela histórica romántica, al mismo tiempo constituye la obra más interesante del poeta francés Victor Hugo. El protagonista, Cuasimodo es horrible, jorobado y con un solo ojo, pero con su bondadoso corazón, su heroismo, es el ejemplo viviente de la intención de Hugo, darle dignidad literaria también a lo feo y grotesco. En medio de la trama están la joven gitana Esmeralda y el ya mayor y sordo Cuasimodo. Ella siente compasión por la deformación de él y él por ella, lealtad y un amor oculto. El hosco prior y alquimista de la catedral, Claude Frollo, a la vez patrón de Cuasimodo desea ganar la estimación de la hermosa gitana Esmeralda. Para ello utiliza al jorobado a su amaño y deja que Cuasimodo rapte a Esmeralda. Esta intención no permanece oculta. Una patrulla de arqueros reales y su lider, Phoebus de Châteaupers, logra evitar el rapto a tiempo. Con ello, Frollo no logra ganar a Esmeralda para sí, pues ella se enamora de Châteaupers. Frollo asesina a su rival, imputa a Esmeralda por brujería y asesinato, por lo que ella cae en las manos de la Inquisición. Allí se niega a solicitar clemencia a Frollo y debe ser juzgada. Cuasimodo la salva de la muerte segura y se la lleva con él a la Catedral, donde se encontrará a salvo y puede solicitar asilo. Frollo la saca de la catedral con un pretexto y la entrega a la justicia. Es colgada como bruja. En un momento inesperado, el prior de la Catedral Frollo le da rienda suelta a su triunfo sobre Esmeralda. Cuasimodo reconoce esto y lo tira de una de las galerías de la torre, al vacío. Su dolor cesa cuando muere en la tumba de Esmeralda. El jorobado de Notre-Dame se transformó en la esencia de lo romántico. El autor combina en su novela figuras muy comunes con caracteres realmente bizarros. La calidad de la novela se demuestra con las innumerables historias y figuras secundarias, como también las descripciones de la imponente Catedral. Estos aspectos llevan a hacerse un

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panorama de la vida de la Edad Media en París. 

El jorobado de Notre-Dame, aparecida en 1831, es hasta hoy, la mayor novela histórica romántica, al mismo tiempo constituye la obra más interesante del poeta francés Victor Hugo.  El protagonista, Cuasimodo es horrible, jorobado y con un solo ojo, pero con su bondadoso corazón, su heroismo, es el ejemplo viviente de la intención de Hugo, darle dignidad literaria también a lo feo y grotesco.  En medio de la trama están la joven gitana Esmeralda y el ya mayor y sordo Cuasimodo. Ella siente compasión por la deformación de él y él por ella,  lealtad y un amor oculto.  El hosco prior y alquimista de la catedral, Claude Frollo, a la vez patrón de Cuasimodo desea ganar la estimación de la hermosa gitana Esmeralda.  Para ello utiliza al jorobado a su amaño y deja que Cuasimodo rapte a Esmeralda.  Esta intención no permanece oculta.  Una patrulla de arqueros reales y su lider, Phoebus de Châteaupers, logra evitar el rapto a tiempo.  Con ello, Frollo no logra ganar a Esmeralda para sí, pues ella se enamora de Châteaupers.  Frollo asesina a su rival, imputa a Esmeralda por brujería y asesinato, por lo que ella cae en las manos de la Inquisición.  Allí se niega a solicitar clemencia a Frollo y debe ser juzgada.  Cuasimodo la salva de la muerte segura y se la lleva con él a la Catedral, donde se encontrará a salvo y puede solicitar asilo.  Frollo la saca de la catedral con un pretexto y la entrega a la justicia.  Es colgada como bruja.  En un momento inesperado, el prior de la Catedral Frollo le da rienda suelta a su triunfo sobre Esmeralda.  Cuasimodo reconoce esto y lo tira de una de las galerías de la torre, al vacío.  Su dolor cesa cuando muere en la tumba de Esmeralda.  El jorobado de Notre-Dame se transformó en la esencia de lo romántico. El autor combina en su novela figuras muy comunes con caracteres realmente bizarros.  La calidad de la novela se demuestra con las innumerables historias y figuras secundarias, como también las descripciones de la imponente Catedral.  Estos aspectos llevan a hacerse un panorama de la vida de la Edad Media en París. 

Fuente: http://es.shvoong.com/books/novel-novella/1884399-el-jorobado-notre-dame/#ixzz1edbKmGD8

III.- Un documento rescatado del archivo de la Tate apunta a la identidad de Quasimodo, el personaje central de la obra de Victor HugoEFE / LONDRES

Día 19/08/2010 - 13.21h0 COMENTARIOS

Un documento que forma parte del archivo de la galería Tate de Londres parece apuntar a la identidad de Quasimodo, el personaje central de la obra del francés Victor Hugo "El jorobado de Notre Dame", publicada en 1831, que correspondería a un escultor que trabajaba para el gobierno francés.

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ABC

Escena de la película «El jorobado de Notre Dame»

Se trata de una autobiografía manuscrita en siete volúmenes del escultor británico del siglo XIX Henry Sibson (1795-1870), encontrada en una casa de Penzance (Cornualles) y donada a la Tate en 1999. En 1820, Sibson logró un trabajo de escultor en París, según relata: "El Gobierno (francés) ordenó la reparación de la catedral de Notre Dame, y estaba ya en marcha. Dos contratistas, Plantor y Fontaine, me encargaron que esculpiera el follaje en torno a las ventanas".

Parece ser, de acuerdo con ese relato autobiográfico, que Sibson se peleó con Plantor porque éste no le había proporcionado unos instrumentos que aquél necesitaba para hacer su trabajo, por lo que fue despedido. Y continúa el relato: "Solicité entonces trabajo en los estudios del Gobierno, donde se encargaban de ejecutar las grandes figuras (para la decoración) y allí conocí a monsieur Trajan, el hombre más digno, paternal y amable que jamás he conocido".

"Tallaba bajo las órdenes de un escultor del Gobierno cuyo nombre he olvidado porque no tuve relación con él. Todo lo que sé es que era jorobado y no le gustaba mezclarse con los talladores", escribió Sibson.

Es una autobiografía del escultor británico del siglo XIX Henry Sibson

El británico consiguió un trabajo con un grupo que operaba en un proyecto en Dreux, una pequeña localidad a las afueras de París, donde coincidió con "monsieur le Bossu (el señor Jorobado), un mote que tenía, y monsieur Trajan, el jefe de la cuadrilla, porque éramos varios", detalla en la autobiografía. "Monsieur le Bossu le dijo a monsieur Trajan que se

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asegurase de que contrataba al pequeño inglés", prosigue Sibson. La catedral de Notre Dame había sufrido graves desperfectos durante la fase más radical de la revolución francesa a finales del siglo anterior, y se sabe que Víctor Hugo se interesó por su restauración.

Polémica restauraciónEl arquitecto Étienne-Hippolyte Godde se embarcó en un proyecto de restauración de parte del crucero norte del templo en los años veinte del siglo XIX, proyecto que disgustó al gran poeta y novelista. Posteriormente, Hugo y otros que favorecían un estilo más afín al gótico influyeron directamente en el establecimiento en 1830 del Comité Histórico de Artes y Monumentos, y el autor de "El Jorobado de Notre Dame" promocionaron activamente la restauración en ese último estilo del templo, que se llevó a cabo en 1844.

Los escultores y tallistas que describe Henry Sibson trabajaron seguramente en un taller anexo a la Escuela de Bellas Artes, situada en el sexto distrito de París, y se sabe que Víctor Hugo vivió precisamente en ese distrito por los años veinte, los mismos de los que habla el escultor inglés en su autobiografía.

Es muy probable, señala la galería Tate en un comunicado, que debido a su fuerte interés en la restauración de Notre Dame, Hugo conociera a monsieur Trajan y a su jefe jorobado. El Almanaque de París de 1833 contiene una lista de todos los profesionales que vivían en ese barrio e incluye a Trajan, que seguía trabajando allí por los años en los que Hugo escribió su novela, explica la Tate en un comunicado.

Además, en una primera versión de su obra épica "Los Miserables", el personaje principal es Jean Trajean, nombre que Hugo cambió por el de Jean Valjean.

Víctor Hugo, el escritor monárquico que se hizo republicano. Semblanza sobre la vida y obra del literato y político.

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por Jorge Queirolo BravoArtículo publicado el 30/03/2007

IntroducciónFrancia es un país privilegiado en lo que a escritores se refiere. La riqueza de su literatura está impregnada por el aporte generoso de varias generaciones de literatos, los que le han dado el sitial que le corresponde y actualmente tiene en el mundo de las letras. Uno de ellos, merece en especial, una mención sobresaliente, si acaso no es el más genial de esta variopinta fauna de creadores, los que en general han destacado la trascendencia de la literatura francesa de una manera que ya la quisieran tener otros países. Me refiero a Víctor Hugo, cuya trayectoria exitosa es difícil cuando no imposible de rebatir. Se lo conoce como el autor de una novela llamada “Los miserables”, convertida en un clásico de los libros, pero su obra es mucho más que eso. Es lo que veremos a continuación.Su vidaVíctor Hugo vino al mundo un 26 de febrero de 1802 en Besançon, Francia. Su padre, el conde Joseph Hugo, fue un importante general del poderoso ejército de Napoleón Bonaparte, aquel gran estadista de mente claramente expansionista venido de Córcega y con un apellido que suena como muy italiano, pese a todo lo que eventualmente puedan argumentar algunos franceses de tendencias muy nacionalistas. De la familia de Víctor Hugo bien se puede decir que era marcadamente partidaria de las políticas del pequeño y aguerrido corso. En lo que a Víctor Hugo respecta, en sus años mozos profesó una innegable simpatía por el régimen monárquico, de la que se desprendió solamente al sobrevenirle la madurez espiritual y política. Desde pequeño tuvo acceso a una educación privilegiada que incluyó numerosos profesores particulares y colegios privados muy costosos. Su madre guió su crianza, en razón de que el padre solía ausentarse por largos períodos debido a sus ocupaciones. Pasó una buena parte de su infancia residiendo en una España ocupada por los franceses. Esto ocurrió debido a que su padre fue destinado allí por orden de Napoleón para ayudar a José Bonaparte, su hermano, en la ardua tarea de gobernar varias provincias españolas. José fue más conocido como “Pepe Botellas” gracias a su conocida afición a los buenos vinos que su tierra producía. Volviendo a nuestro personaje principal, es de vital importancia recalcar, que tan prolongada estadía en la península ibérica caló hondo en el espíritu del joven escritor en ciernes y de alguna manera influyó en su vida posterior. Siendo tan sólo un adolescente, escribió un poema por el que fue laureado por la Academia Francesa. Sus pasos no se detuvieron allí y no contento con el premio recibido, perseveró en todo lo relacionado con la escritura, un mundo que no es siempre lo suficientemente bien comprendido por el común de los mortales. A muy temprana edad tuvo la audacia de atreverse a editar junto con sus hermanos una revista de temas literarios, Conservateur Litteráire.

El literatoA los 20 años publicó su primer libro de poemas, “Odas y poesías diversas”. Posteriormente incursionó exitosamente en el género novelístico con obras como “Han `Islande” (1823) y “Bug Jargal” (1824). Más o menos en la misma época, se integró a un círculo literario llamado “Le Cénacle”, del cual ofició como portavoz. Un par de años más tarde siguió en la senda de las letras con “Odas y baladas” en 1826, que fue otro libro de poemas. Su siguiente obra fue “Cromwell” (1827), un drama histórico, en el que los elementos de una nueva estética romántica son caracterizados con inusitada vehemencia en el prólogo del mismo.

Su debut en la polémica“Marion de Lorme” (1829), fue una pieza de dramaturgia dedicada a la famosa cortesana que llevó ese nombre, la que adquirió ribetes de gran polémica, por tratarse de una creación que instituyó algo novedoso y que fue el quiebre con las estrictas reglas existentes en toda tragedia francesa. Fue censurada y prohibida por las autoridades, debido a que representaba al rey Luis XIII de una manera descaradamente burlona, que lo ridiculizaba abiertamente y sin respetar su condición de monarca. La respuesta de Víctor Hugo fue dar rienda suelta a su ingenio creativo y escribir una nueva pieza de teatro en menos de un mes, “Hernani” (1830), cuyo estreno fue un verdadero éxito de taquilla muy pocas veces visto anteriormente. Esta obra no resultó menos conflictiva que su censurada antecesora,

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debido a la violenta pugna que desató en la sala de teatro el día de su primera función. Los incidentes enfrentaron a los últimos contestatarios de un clasicismo arcaico y pasado de moda para los gustos de la mayoría, a la sazón una corriente que se batía en rabiosa retirada, con los jóvenes propulsores de la nueva y popular tendencia conocida como “romanticismo”, estos últimos liderados por el poeta Théophile Gautier. La historia de la literatura registró los hechos de aquel día como la batalla de Hernani.

El jorobado de Notre Dame“Nuestra señora de París” (1830), es otra muestra elocuente de las preferencias de Víctor Hugo por lo histórico pero en una atmósfera adornada con matices histriónicos. En ella describe con muchos detalles cómo era la capital francesa durante el siglo XV. Es una de sus obras más conocidas y contribuyó en sumo grado a catapultarlo a una fama que nunca más lo abandonó. El nombre genérico con el que se conoce a esta novela es: “El jorobado de Notre Dame”. Se trata de la triste historia de la vida de un pobre hombre feo y deformado llamado Cuasimodo, que de niño fue abandonado sin que se sepa a ciencia cierta por qué. Mas no es difícil elucubrar que probablemente el motivo fue su terrible fealdad física que asustaba a más de alguno. El pequeño es recogido y criado por el arzobispo Claude Frollo, quien lo lleva a vivir en las tinieblas oscuras de una catedral siniestra y bajo su malvada tutela. Su “protector” le asigna el trabajo de campanero y a cambio le pide su obediencia incondicional. Solamente existe una persona en el mundo que siente algo de cariño por el atormentado Cuasimodo. Esmeralda, una gitana muy hermosa, es el único ser que demuestra compasión, cuando Cuasimodo es públicamente humillado de manera brutal e inhumana, mediante un severo castigo en el que se lo azota hasta dejarlo exánime. La bella Esmeralda es deseada por el desalmado sacerdote bajo cuyo alero se desenvuelve la existencia del desgraciado Cuasimodo, aunque este amor simplemente no es correspondido. Ella tiene un pretendiente con más posibilidades de conquistarla, un capitán del ejército real, quien es cruelmente apuñalado por el prelado Frollo en un furibundo y violento arrebato de celos. El asesino huye y la chica es injustamente acusada de brujería, a consecuencia de lo cual se la sentencia a morir ahorcada. Logra evitar su ejecución gracias a la intervención oportuna de un agradecido Cuasimodo, quien la esconde en los sobrecogedores recovecos de la tenebrosa catedral. La persecución y el acoso de un obsesionado Frollo no cede y éste pone a Esmeralda entre la espada y la pared con el ofrecimiento de salvarle la vida, siempre y cuando se someta a sus nada honestas aspiraciones amorosas. Ella lo rechaza llena de asco, lo cual deja la vía libre para que Frollo la entregue a unos verdugos sedientos de sangre. Tras realizar tan execrable acto, éste sube a lo alto de la torre de Notre Dame, para seguir desde allí los pormenores de la ejecución de Esmeralda. Lo que no sabe el ilustre obispo, es que Cuasimodo lo empujará al vacío y a la muerte. El desenlace es trágico: el desdichado campanero pone fin a su vida junto a los restos mortales de la chica. Se apagó su existencia material, mas no los rasgos de nobleza que siempre afloraron de parte de él.

Otras obrasA partir de ese momento, los escritos de Víctor Hugo se vuelven cada vez más incisivos y tratan el tema social con un dejo de protesta contra los sistemas vigentes, los que son considerados injustos o excesivamente represivos por el autor. Tal es el caso de “Claude Gueux”, novela publicada en 1834. En 1841 la Academia Francesa resuelve conferirle la membresía de tan exclusiva y renombrada institución, como un certero reconocimiento a quien ya se perfilaba como un prodigio literario del siglo XIX.

Los miserablesSe puede considerar a esta novela como la obra cumbre de Víctor Hugo. Esta denominación es objetivamente discutible, aunque un análisis concienzudo posiblemente sí debería confirmar tal aseveración. “Los miserables” fue una novela de fuerte connotación social y de una complejidad que alucina en lo psicológico. Nadie podría negar que contiene un clamor lleno de protesta y rebeldía, en contra de las arbitrariedades de una ley que algunos jueces aplican mecánicamente, sin fijarse en las implicaciones éticas que necesariamente surgen al hacerlo. Es imposible no conmoverse ante las vivencias de un valiente y audaz Jean Valjean, que solamente busca una forma de normalizar su atribulada vida y dejar atrás un pasado cuya sombra lo persigue tenazmente. La desventaja del protagonista, es la continua irrupción en escena de un agente del orden fanático por cumplir su deber ante la ley y ser fiel al mandato que ésta le confiere. Valjean deberá luchar denodadamente para sacudirse de la cacería despiadada de tan eficiente policía. Lo logra a medias, porque éste siempre se interpone en su camino, sin que el perseguido logre realmente eludirlo. El final justamente demuestra lo mencionado con anterioridad, cuando Valjean queda en paz. Esto se da, no porque logre huir de su implacable perseguidor, en cuyas fauces cae una vez más, sin que en apariencia exista una salvación a la vista, sino gracias a que por una sola vez el incorruptible funcionario decide quebrantar su rigurosidad moral y lo deja ir para siempre. Lo último, le resulta demasiado fuerte a un alma tan burocrática y ceñida textualmente a los códigos legales, como para poder sobrellevarlo. Ésta no logra resistir su traición a aquellos principios que siempre juró defender y la única solución que encuentra es

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poner fin a su ahora miserable y agobiada vida; como si la ley y su ejecución, fueran un feudo sagrado e inexpugnable, protegido a capa y espada por una gruesa coraza que jamás debe romperse ni tocarse y que está por encima de todo instinto humano. Extraña forma de concebir la justicia…

El políticoEs prácticamente imposible separar al político del escritor en Víctor Hugo. Toda su vida estuvo fuertemente ligada a los factores políticos y osciló entre diversas preferencias, aunque existe un punto de quiebre a partir del cual se vuelve irreversiblemente republicano. Su carrera política se vio seriamente afectada en 1851, cuando participó en un intento de derrocamiento de Napoleón III que no tuvo el éxito esperado por los elementos involucrados. Esto lo llevó a verse obligado a partir a un largo exilio cuya primera estación fue en Bélgica. Después buscó refugio en Guernsey, una pequeña y acogedora isla perteneciente a Inglaterra. Es posible que haya elegido el lugar por la posición de cercanía geográfica con Francia. Esto le significó poder recibir numerosas y frecuentes visitas de partidarios y simpatizantes de su causa, las que abundaron a lo largo de los quince años que pasó defenestrado de su patria en tan remoto rincón del mundo. El exilio no apagó su veta literaria, al contrario, la exacerbó. En los confines solitarios del destierro concibe “El pequeño Napoleón”, una sátira mordaz sobre Napoleón III, en la que se desquita sobre el papel, de las debilidades de su enconado enemigo político. En 1868 fallece su esposa, acontecimiento que lo afectó en grado extremo, imposibilitando regresar juntos a la tan añorada Francia. Retornó en gloria y majestad en 1870, con motivo de la caída del Segundo Imperio. Como era de esperar, comenzó sin demora y con renovados bríos sus ingentes actividades políticas. Lo eligieron para la Asamblea Nacional y el siguiente paso fue su llegada al Senado en 1875.Los últimos añosVíctor Hugo tuvo una larga vida y esto le permitió ser testigo de la efusiva admiración que su célebre figura generaba entre el pueblo. El día en que cumplió ochenta años fue celebrado como si se tratara de una fiesta nacional, honor espontáneo y voluntario que otras autoridades jamás lograron generar. Su muerte, en cambio, causó una sensación de luto y tristeza que pocas veces se ha percibido en Francia. Las exequias de Víctor Hugo reunieron a una acongojada y entristecida multitud, como nunca antes se había visto en la historia del país galo. Fue el comienzo de su inmortalidad como hombre de letras. En su memoria existe hoy en día el “Prix Victor Hugo”, posiblemente el premio literario de mayor importancia en lengua francesa. Es el homenaje más justo a la creatividad de quien enalteciera solemnemente la literatura de Francia.