8
7 HAROLD PINTER Destino edita Los enanos, la única novela que ha escrito el último No- bel de Literatura, una obra de juven- tud en la que ya destaca el diálogo. 4 HANUSSEN También llamado ‘el mago de Hitler’ y ‘el Rasputín alemán’, es retratado por Jesús Palacios en una biografía rigurosa y atractiva. culturas TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006 YASMINA KHADRA Bajo ese dulce nombre de mu- jer, Mohamed Moulessehoul ha escrito una trilogía brutal y vigoro- sa sobre la corrup- ción, el integrismo y el poder en Argelia, que ahora se reedita. N° 56 Suplemento de artes y letras Afueras de Argel: dos niños jugando al poli y al terrorista, de Michael von Graffenried, reproducida en la portada de Doble blanco, en la edición de Zoela 5

numero56

Embed Size (px)

DESCRIPTION

5 N° 56 Suplemento de 4 HANUSSEN 7 HAROLD PINTER También llamado ‘el mago de Hitler’ y ‘el Rasputín alemán’, es retratado por Jesús Palacios en una biografía rigurosa y atractiva. Destino edita Los enanos, la única novela que ha escrito el último No- bel de Literatura, una obra de juven- tud en la que ya destaca el diálogo. TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006

Citation preview

Page 1: numero56

7 HAROLD PINTER

Destino edita Los enanos, la únicanovela que ha escrito el último No-bel de Literatura, una obra de juven-tud en la que ya destaca el diálogo.

4 HANUSSEN

También llamado ‘el mago de Hitler’y ‘el Rasputín alemán’, es retratadopor Jesús Palacios en una biografíarigurosa y atractiva.

culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006

YASMINAKHADRA

Bajo ese dulcenombre de mu-jer, MohamedMoulessehoulha escrito una

trilogía brutal y vigoro-sa sobre la corrup-ción,el integrismo y elpoder en Argelia, queahora se reedita.

N° 56Suplemento de

artes y letras

Afueras de Argel: dos niños jugando al poli y al terrorista, de Michael von Graffenried, reproducida en la portada de Doble blanco, en la edición de Zoela

5

Page 2: numero56

comienza el año y revisamos uno de esos li-bros que nos hacen confiar en la novela ne-

gra como un género necesario. Durante años, elmundo editorial francés se preguntaba de dón-de había salido una tal Yasmina Khadra, unamujer que escribía de una manera brutal so-bre la Argelia actual. En tres novelas, que com-ponen la llamada Trilogía de Argel que ahorase reedita en un sólo volumen, el inspector Llobse sumergía en medio de un caos de violenciapropiciada por una extraña ‘entente’ entre los

fundamentalistas, la élite política y los grandesgrupos financieros del país, en medio del des-interés y la corrupción policial. Un arranque ni-hilista que tenía detrás del seudónimo femeninoa un antiguo comandante del ejército que es-condió su verdadero nombre porque la violenciade sus novelas era una mera trascripción de larealidad. Ya les habíamos hablado de él algunavez por aquí y hoy lo hacemos con más detalle.Para empezar con buenos propósitos, YanisbelVictoria Martínez nos invita a ‘viciarnos’ con el

teatro, ese arte que, cuando se hace bien, hablade nosotros mismos y es una vía de (re)conoci-miento y disfrute. Nos acercamos a dos perso-najes a través de sus biografías: el misteriosoErik Jan Hanussen, un mago, vidente e hipno-tizador judío que se acercó demasiado a un po-der nazi en plena expansión; y Enrique Urquijo,un hombre tímido que se expresaba muy bienen sus canciones. Además, reseñas de HaroldPinter, una nueva entrega de Balló y Pérez, JuanCruz y Ramón Grande del Brío.N

°56

1 ME SABE A HUMOEn una semana de eso que ya se conocecomo ‘La Ley’ o ‘Lo del Tabaco’ yapodemos constatar un efecto: hacer a losadictos conscientes de su adicción. Sobretodo a los que trabajan. Es curioso ver alos grupitos de fumadores a las puertasde sus empresas, apurando hasta ‘la pava’sus cigarrillos fumados apresuradamente,mientras se discute sobre la hipocresíageneral en materia de drogadicciones yotros detalles legales. Si sirve parafomentar la comunicación y elintercambio de rumores sobre cómo le vaa los ‘nuestros’ en otros lugares,bienvenida sea. Si usted tiene un trabajoen el que pasa esas casi diez horitasdiarias –ahora el Gobierno parece quetambién quiere que pasemos menostiempo en el curro–, acabará dejándolopor aburrimiento, que como decía elhombre del año, Allen Carr, el del librito,no está bien eso de espaciar las tomas. Siopta por la vía recalcitrante y se niega ahacer seguidismo de esa especie de folleto‘Doce meses, doce causas’ en que se estáconvirtiendo el BOE, el Higronauta(higronauta.blogspot.com) ha preparadouna recopilación sobre el tema queincluye canciones de Víctor Jara, SaraMontiel, Javier Krahe y el famoso ‘hit’de Los Chunguitos, Me sabe a humo, queen su segunda estrofa dice: «Yo con unpitillo me siento feliz y mirando el humome olvido de ti». Y recuerde que fumarperjudica seriamente su salud.

2 SOBRE LO BIZARROQuizá uno de los elementos constitutivosde lo bizarro –corriente tan de modaentre los que hace poco dejaron de serjóvenes– sea el paso del tiempo y elcambio de contexto. Algo que hoy esoficial, estándar, publicitado, mañana serámás o menos bizarro en una proporcióndirecta a la cantidad de empeño y depretensión que se ponga en la primerafase. Desde este punto de vista, esta leydel tabaco es bizarra desde ya y seráglosada por los ‘mondobruttistas’ delmañana. También el punto de vista hacepasar a los objetos, costumbres yacontecimientos a esa categoría cultural.Como Internet está lleno de puntos devista y la blogosfera más, un grupo de‘detectores de rareza en lo cotidiano’ hanacabado asociándose en el sitioBizacoras.net, que no es más que un

espacio para dar a conocer los últimoshallazgos de estos buscadores de tesoros.Entre ellos está, por ejemplo, Punio(punio.blogspot.com), un amante de lográfico que muestra, por ejemplo, esoscuadernos de rotulación de nuestrainfancia que aparecen reproducidos a laderecha, y que nos hacen ver muy bienqué tipo de educación recibió lageneración criada en los últimos años delfranquismo. No me extraña que seanbizarros.

3 VIDA Y COLOREs el nombre de una colección de cromosde aquellos años, y también de la primerapelícula de Santiago Tabernero, queobtuvo el premio al mejor realizadorjoven en la última Seminci y ahora acabade estrenarse. En ella, se cuenta lahistoria de un adolescente de barrio dedescampado que trata de encontrar sulugar en el mundo mientras agoniza ellongevo dictador. Si Tabernero no se haenvalentonado con el premio y haretocado un poco el final en estos dosmeses, resulta una película recomendablepor la sencillez de su historia, su buenaambientación y su sensación deautenticidad, revelando algo de lo que enesa pesadísima serie que es Cuéntame nose ve. «Que no se ve, Merche, que te lodigo yo que no se ve», diría el progenitorde los Alcántara. En su pase en Valladolid,un crítico de los de toda la vida no podíacontenerse ante un final apresurado, malresuelto y hasta disparatado que afeaba elresto de la bienintencionada película. Yoles recomiendo, si sigue en cartelera, Lacosecha de hielo, que sin ser ningunaobra maestra, es divertida, ácida conestas fechas que acabamos de pasar yrealiza un bonito homenaje al cine negroclásico, con su mujer fatal, su botín y susmatones. Algo entre ¡Jo que noche!,Fargo y Atraco perfecto.

4 TOMA EL DINERO Y CORREEso le habrán dicho a Pepe Navarro aldespedirle cuando acababa de empezar.Su programa resultó un fiasco y merecíaprogramarse en el Canal Nostalgia, perotampoco está bien hacer leña del árbolcaído, aunque TVE se está hundiendopara siempre. En el blog ‘Electroduende’hablan de los entresijos de esta muerteanunciada. Darán que hablar.

culturas2 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006

Antonio [email protected]

Sobre estas líneas, ejemplos de objetos

bizarros: los cuadernos de rotulación como

educación que entra por los ojos

Arriba, Connie

Nielsen, mujer

fatal en Cosecha

de hielo. Mazinger

en la Gran Vía de

Madrid y un

argumento de

peso para dejarlo:

«Jesús te odia

cuando fumas»

Page 3: numero56

El teatro como fuente de virtud

«Ha de irse al teatro a fuente de virtud: a templar el alma para lo difícil,a no perder el hábito de lo heroico, a familiarizarnos con lo extraordinario, de que la faena diaria nos aparta: a cobrar fuerzas».José Martí

pasea ya el año nuevo entrenosotros y desplaza del ca-lendario al 2005. Detrás

quedan las fiestas navideñas, consus consabidas comidas, regalosy encuentros. Llega el 2006 y vol-vemos al ritmo acostumbrado detrabajo, estudios, deberes fami-liares… Como cada enero retor-namos a las usanzas habituales,a las rebajas de invierno, a los díasdel frío más cruel… Como cadaenero hacemos esa enumeraciónde tareas, de pequeños y grandesobjetivos a cumplir, de retos per-sonales a superar: aprender nue-vos idiomas, realizar por fin el via-je deseado, comenzar los entre-namientos en el gimnasio, dejarde fumar, obtener el carné de con-ducir, finiquitar asuntos pendien-tes; y así listas y listas que son tanvariopintas y disímiles como quie-nes las hacemos.

En este repertorio de tareaspara el nuevo año, ¿por qué no in-cluir también el arte y la culturacomo objetivos necesarios? ¿Porqué no proponernos ir más al ci-ne, a los museos, a las salas de ex-posiciones y sobre todo al teatro?¿Por qué al teatro? ¿Por qué estaexigencia, esta necesidad?

El teatro es un arte sincréticoy vive más que ningún otro en re-lación con el resto de disciplinasartísticas. Ha sido a lo largo de lahistoria y las culturas, un espaciode encuentro y reflexión, un forodonde reír y llorar por igual, perosobre todo una vía de conoci-miento para sus hacedores y elpúblico. El teatro, o más bien, losteatros, siguen siendo barrica-das, lugares de resistencia con-tra la violencia del mundo, tribu-nas contra la necedad política yla pereza intelectual; por tanto elarte teatral está intrínsecamen-te comprometido, de maneraideológica y estética, con la so-ciedad que lo gesta.

Edward Bond, dramaturgo yteatrólogo inglés contemporáneo,

Un buen propósitopara comenzar elaño: ir al teatro. Forode encuentro ydiscusión, espaciopara reír y llorar y,sobre todo, una víade conocimiento. Sercultos es otra formalegítima de ser libres.

afirma que «ni la cólera ni la Apo-calipsis serían suficientes paraaplacar esta necesidad». El tea-tro habla de las causas de la con-goja y de las fuentes de la fuerzadel hombre. El teatro nos con-fronta con igual pujanza a nues-tros crímenes y a nuestra inocen-cia, a nuestras penas y alegrías,a nuestras luces y sombras, y atodo lo esencial de nuestra exis-tencia. Por eso, una y otra vez, he-mos de volver a él como fuente devirtud.

Desde la Fundación MunicipalSalamanca Ciudad de Cultura–institución que programa el ma-yor volumen de espectáculos tea-

trales en la ciudad–, dos nuevasiniciativas podrían incentivar alos salmantinos, en el 2006, aasistir más, y con resuelto ímpe-tu, al teatro. Por un lado, la crea-ción de un programa llamado ‘Sa-la Marte’, cuya vocación es llevara los escenarios de Salamancaespectáculos teatrales, danzariosy musicales, de artistas menosortodoxos, que orientan su tra-bajo hacia direcciones más expe-rimentales. Dentro del panoramateatral de la ciudad, bastante con-servador en su conjunto, abrirlepuertas a compañías más inno-vadoras, es una propuesta plau-sible, mas sobre todo necesaria.

Algo muy válido para los artistas–que hallan un espacio dondecompartir su obra–, y para el es-pectador, que enriquece y actua-liza así su cultura teatral.

Por otro lado, la nueva tarjeta‘Amigo de la cultura’ permitiráacceder a descuentos en espec-táculos y publicaciones, asistir aensayos generales, encuentroscon actores y artistas, entre otrasventajas. Aunque los euros que sepodrán economizar no represen-tan una cantidad significativa –un20 % de la tarifa completa–, sonal menos un pequeño paso parahacer que las artes del espectá-culo sean más accesibles a todos,

y no un producto de consumo pa-ra unos pocos privilegiados.

Vayamos pues al teatro, en fa-milia, con amigos, solos, en in-vierno y en verano, a pensar, areír, a sorprendernos, a ver a losactores famosos y a conocer aotros tantos, a aplaudir a compa-ñías locales o extranjeras, a en-contrarnos con autores presti-giosos o debutantes, a repasar losclásicos o descubrir las nuevastendencias; en fin, a aguzar lossentidos, a aprender siempre…

Ser cultos es otra forma legí-tima de ser libres.

Yanisbel Victoria Martínez

Representación de Adán y Eva, por Cachivache Teatro / FORMIGO

3TEATRO culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006

Page 4: numero56

Auge y caída de Mr. Hanussen

causa cierta fatiga pasearpor las librerías y encon-trar los escaparates copa-

dos por libros que pretenden re-escribir la Historia basándose enquimeras de distinto pelaje.Conspiración y ocultismo son losdos ingredientes que ahora debede tener cualquier libro de éxitomasivo que se precie: sobran losejemplos. Parece que la sobreex-posición a la información crea unlado de sombra, un ansia de sa-ber qué hay más allá, que edito-riales y medios de comunicaciónexplotan convenientemente.Pues bien, la biografía que ha es-crito Jesús Palacios sobre ErikJan Hanussen no es otro de esoslibros que pretenden la cuadra-tura del círculo. Muy bien docu-mentado, el autor no afirma na-da que no pueda comprobar, des-miente tópicos y presta atencióntanto a la Historia como a la le-yenda, poniendo a cada una en ellugar que le corres-ponde. La vida y laépoca de Hanussenya fueron lo suficien-temente fascinantespara que hubieraque inventarse nada.

¿Quién fue ErikJan Hanussen? Na-ció en Viena en 1889y su cadáver fue en-contrado en un bos-que a las afueras deBerlín el 7 de abril de1933, con tres dispa-ros, dos de ellos en lacabeza. Entre estasdos fechas, su historia es de lasque se definen dramáticamentecomo de ‘ascenso y caída’. Hers-chmann-Chaim Steinschneiderera su verdadero nombre, que re-vela su origen judío. Hijo de uncomediante frustrado, hará unacarrera desde lo más ínfimo delcircuito de variedades hasta elestrellato como mago, vidente ehipnotizador. Rebautizado con elmás comercial y sugerente Ha-nussen, fue adquiriendo una fa-ma que le llevó a actuar en losmejores teatros, a resolver casosque la policía había dejado porimposibles, a ser juzgado y ab-

Jesús Palacios harealizado unaestupenda biografía delque fuera considerado‘mago de Hitler’, en laque nos presenta a unhombre contradictorio,ambicioso y de grantalento, a la vez queretrata el espíritu deuna época turbulentaque marcó el siglo XX.

culturas4 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006LIBROS

suelto por fraude, a permanecerdesterrado, a abrir en Berlín supropio Palacio del Ocultismo, atener un yate –el Ursel IV, en elque la palabra orgía alcanzaba sumáxima expresión– a frecuentara los artistas e intelectuales de laRepública de Weimar, a mante-ner varias publicaciones periódi-cas y a ser considerado, después,el mago de Hitler, la persona quele enseñó a dominar escénica-mente a las masas, el que predijo

su futuro triunfante y también suderrota, el que días antes ‘vio’ elincendio del Reichstag, el acon-tecimiento que dio pie al TercerReich.

¿Pero fue Hanussen un ver-dadero adivino o un tipo listo yambicioso que supo ‘leer’ el re-vuelto clima social de la época?Ni siquiera él mismo lo sabía. Pa-lacios hace hincapié en una dua-lidad que estaría presente a lolargo de su vida. Por un lado, en-

cantaba a las masas con sus es-pectáculos llenos de prodigios y,al mismo tiempo, revelaba en losperiódicos los trucos que habíautilizado para conseguirlos. Elretrato que Palacios hace de élnos lo muestra como un buscavi-das que no dudaba en cambiar depersonalidad, que trabajó comoperiodista especializado en in-formaciones turbias y chantajes,un ‘artista’ tirano buscandosiempre la excelencia de un es-pectáculo que le permitiera as-cender en fama y relevancia, y fi-nalmente, en un hombre que seacercó a los nazis a pesar de suorigen judío, y que no quiso huircuando las cosas empezaron aponerse muy feas para los suyos.Quizá porque se creía demasia-do importante.

Palacios utiliza el personajepara acercarnos, además, a unaépoca determinante en la histo-ria del siglo XX. Aquella Weimar

turbulenta de caba-rets en la que se esta-ba fraguando el ger-men del totalitarismo,en la que disciplinasesotéricas como elhipnotismo y la mes-merización triunfabany querían revestirsepor primera vez de ca-rácter científico. Pala-cios aventura la hipó-tesis de que Hanusseny Mabuse –el persona-je que popularizaranlas películas de FritzLang, tomadas como

metáfora de la hipnotización detoda una sociedad– tienen mu-cho que ver, que cada uno tomócosas prestadas del otro.

Jesús Palacios, que ha trata-do en otras obras temas satáni-cos y vampíricos, ha realizadouna biografía que no sólo plasmala poliédrica personalidad delmago y de su leyenda, sino el es-píritu de una época y del mundodel espectáculo, y lo ha hecho conhonestidad, dedicación y vigornarrativo. Que, con la que estácayendo, ya es mucho.

Antonio Marcos

¿Fue un verdaderoadivino o un tipo listoy ambicioso que supo‘leer’ el revueltoclima social de laépoca? Ni siquiera élmismo lo sabía

Arriba, Erik Jan Hanussen. Abajo, a la izquierda, una sesión en su Palacio del Ocultismo, sorprendentemente parecida a la

que Fritz Lang filmó para una de sus películas del doctor Mabuse

JESÚS PALACIOS

Erik Jan Hanussen

Oberón, 2005

360 pp. / 18 euros

Page 5: numero56

aunque la mejor forma deconocer un pueblo es con-vivir con él, en ocasiones la

literatura se convierte en unabuena forma de aprendizaje cul-tural. Ficción y realidad son co-sas diferentes, y no conviene to-mar a la primera siempre porfiel reflejo de la segunda, perodeterminados autores hacen consus obras retratos fidedignos ydiagnósticos certeros de las so-ciedades en las que transcurrensus tramas novelescas. Desdeque Dashiell Hammett y los au-tores hard-boiled dotaron de es-tética, realismo y crítica social ala literatura que Edgar Allan Poeinventó a mediados del siglo XIXcon Los crímenes de la calleMorgue, el género negro se haconvertido en una de las más efi-caces y entretenidas formas deradiografiar la realidad contem-poránea. Con la creación de per-sonajes como Sam Spade, el de-tective de la Continental o el yamítico Philip Marlowe, los inves-tigadores pasaron de ser ojosanalíticos que se fijaban en lasmotillas de polvo ocultas entrelas huellas del lugar del crimena ser ojos críticos que mirabancon recelo lo que ocurría a su al-rededor.

Morituri, Doble blanco y Elotoño de las quimeras, las tresobras que forman la reciente-mente reeditada Trilogía deÁrgel (publicada por primera vezen España en 2001 por la edito-rial Zoela), son buena muestra deesa capacidad crítica de la litera-tura negra. La compleja situaciónpolítica y social que vive el paísafricano, constantemente al bor-de de la guerra civil entre demó-cratas y teócratas desde hacemás de una década, es reflejadasin tapujos en unas novelas don-de se exponen los traumas deri-vados de la independencia deFrancia, la brutalidad del inte-grismo radical islámico, la co-rrupción de los Cuerpos de Se-guridad del Estado y los intere-ses comerciales de los sectoresmás pudientes. Esta disecciónsocial, empeñada en no dejar tí-tere con cabeza incluso en las ba-ses populares responsables delmasivo crecimiento electoral delFrente Islámico de Salvación(FIS), provocó la conversión delautor de los tres libros en enemi-go y blanco a seguir por el Esta-do, la violencia integrista y las

adineradas minorías empresa-riales argelinas. De ahí que Mo-hamed Moulessehoul, antiguo co-mandante del ejército de Argelia,tuviera que esconderse duranteaños bajo el pseudónimo de Yas-mina Khadra. La identidad de laautora francófona de dulce nom-bre que retrataba con violencia ycrudeza la realidad argelina fueuno de los más inexplicables mis-terios de la escena negra durantela década de los noventa, en laque Khadra consiguió vendermás de cincuenta mil ejemplaresen territorio galo y fue traducidoa varios idiomas, entre los que,curiosamente, no se encontrabael árabe. Convertido en ‘escrito-ra sin rostro’, el autor argelinopudo escapar de la censura mili-

tar a la que le sometían sus supe-riores para impedirle escribir yde las presiones de las elites cul-turales, religiosas, económicas ypolíticas, causantes (y en algunoscasos instigadoras y beneficia-rias) de la esquizofrenia socialque azota al país magrebí desde1992 y que se ha cobrado ya másde 50.000 muertos.

El encargado de narrar la dis-locada realidad argelina en lasnovelas que integran la Trilogíade Árgel es el comisario BrahimLlob, un personaje entristecidoque, en lugar de resignarse y mi-rar con pesimismo cómo se des-angra su patria, afronta su rol deservicio público y se rebela conrabia contra la situación de supaís. Alter-ego apenas disimula-

do gracias a un juego metalitera-rio que le hace autor de las obraspolicíacas de su creador, Llobcombina causticidad e ironía conla valentía y la desconfianza pro-pias de quien se sabe al límite dela muerte. Sorteando atentadosterroristas y presiones de sus su-periores, el comisario ha de re-solver sus casos en un clima deviolencia y corrupción que es-conde conexiones entre los inte-gristas, las mafias financieras ylos círculos próximos al poder.No en vano, y a pesar de que enárabe ‘llob’ significa también ‘nú-cleo duro’, Khadra bautizó así asu protagonista porque es una delas voces con las que se designaal león. Inmerso en semejantejungla, no es de extrañar que el

Mohamed Moulessehoul, autor de la Trilogía de Argel bajo el nombre de Yasmina Khadra

autor eligiera ese nombre parasu personaje.

Para Yasmina Khadra, militardesde la adolescencia, la escritu-ra es también un modo de lucha,de posicionarse ante el mundodenunciando injusticias y barba-ries. Además de ser una forma derebelión, su literatura adquierevalores terapéuticos y liberado-res que le permiten desahogarsecon rabia ante la podredumbremoral de su sociedad. Escritas deforma casi compulsiva, en menosde un mes, sus novelas son cru-das y directas. Sin concesionesni ahorro de detalles escabrosos,la prosa del autor argelino im-pacta por su carácter visual ydescarnado al tiempo que ad-quiere en ocasiones un aspectopoético deudor de la escrituragnómica y proverbial de la le-gendaria cultura árabe. Narra-das con ritmo ágil y desarrolla-das, como las buenas muestrasdel género negro, a través de laconstante presencia del diálogo,las tramas de Morituri, Dobleblanco y El otoño de las quime-ras muestran la rebeldía y el ascodel autor ante la apocalíptica si-tuación de un país que, a pesarde la aparente lejanía, está tansólo a unas brazadas de Europa.

Javier Sánchez Zapatero

Comandante Yasmina

Su escritura estambién unmodo de lucha,de posicionarseante el mundodenunciandoinjusticias ybarbaries

Yasmina Khadra fuedurante años una‘escritora sin rostro’.Tras ese nombre seescondía un antiguocomandante delejército de Argelia,cuyo retrato delpoder, la corrupcióny el integrismo en supaís reedita ahora laeditorial Almuzara.

5LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006

Page 6: numero56

Sobre la narrativa en serie

Tocar el mar cuando se quema

teniendo en cuenta que la repetición es resultadode un deseo de devenir, Salvat-Papaseit, a quienlos autores de este libro citan en el prólogo, de-

finía este sentimiento como «toda la añoranza delmañana», una nostalgia que convertía la reiteraciónmonótona del lento devenir horario en una laica exal-tación de la felicidad cotidiana.

La atracción por la serialidad es una de las ex-presiones más genuinas de la narrativa contempo-ránea: series de televisión que regresan capítulo trascapítulo a los mismos personajes, al mismo lugar, almismo problema, cómics en que episodio tras epi-sodio el superhéroe se enfrenta a un malvado de po-deres equiparables a los suyos... «La ficción no aspi-ra únicamente a la constitución de objetos únicos,sino a una proliferación de relatos que operan en ununiverso de sedimentos ... donde se prueban todaslas estrategias de la repetición».

Mientras que el ambiente cultural ha ensalzadodurante varios siglos el valor de lo novedoso, en lasficciones de la repetición se reconoce que el encade-namiento con el pasado es sustancial a su materianarrativa. La originalidad se busca en la capacidaddel propio origen (el episodio piloto) de desplegarsehacia nuevos universos. En la estructuración de suserialidad, los ejemplos literarios clásicos que semencionan en el libro no difieren de los de la culturapopular contemporánea. No hay diferencia entre lamesa redonda y los héroes y dioses griegos, por un la-do, y Bonanza, los superhéroes de cómic y la narra-tiva itinerante de aventuras, por otro. La serialidadnecesita de la tensión entre extremos. Las arcadiasfelices y los infiernos aparecen como dos constela-ciones opuestas de la repetición. Los personajes aso-ciados a un espacio familiar permanente practicancon regularidad la experiencia del viaje (Astérix); entanto que los héroes nómadas hallan en cada episo-

dio un efímero hogar (Kung Fu). Desplegando unaencomiable cultura en diversos ámbitos, Yo ya he es-tado aquí analiza diferentes aspectos de la serialidadnarrativa con abundantes ejemplos tomados de la li-teratura, el cine, el teatro, el cómic y la televisión. Poreso, porque los autores poseen un sólido conoci-miento de muchos campos de la ficción, este libro,además de exponer una tesis y trazar un análisis,puede leerse por el mero interés de los comentariosque aquí y allá hacen los autores. Como ejemplo, bas-ten estas cuatro líneas sobre Rohmer: «El cine deRohmer no presenta una exaltación del estallido pa-sional, sino un comentario escéptico sobre el paso delo ideal a lo real, del sueño a lo cotidiano: una vidatranquila, sinónima de una inalterable y, por lo tantorelativa, felicidad conyugal». ¿Puede escribirse unafrase más certera, profunda y exacta sobre el autor deEl rayo verde?

En la última parte del libro los autores examinan elempleo de la repetición en construcciones no seria-les: la repetición en el teatro del absurdo, en la ficciónborgiana y la visión caleidoscópica en el cine. Ade-más de una biliografía, el libro presenta otros dos úti-les anexos: un ‘índice audiovisual’ de películas y se-ries citadas, y un ‘índice onomástico’ de autores, quenos permiten leer el libro de otra manera, o hacer en élmeras calas si lo deseamos. Jordi Balló , profesor deComunicación Audiovisual, es autor de libros comoImágenes del silencio, Conèixer el cinema y Cinemacatalà 1975-86. Xavier Pérez es profesor de NarrativaAudiovisual y autor de El tiempo del héroe, El uni-verso de ‘Los vengadores’ y El suspens cinematogrà-fic. Crítico de teatro y de cine en el diario ‘Avui’, ac-tualmente colabora en el suplemento ‘Cultura/s’ de‘La Vanguardia’, del que es director Jordi Batlló.

Garcimuñoz

abunda el sus-trato auto-biográfico en

las obras actuales,pero no siempre elrecurso responde amotivos acordescon su condición.Con más frecuen-cia de la deseada, laautobiografía pare-ce mero recursopara hallar un ar-gumento. Cuandose trata de rescatarunas vivencias,abundan las versio-

nes literarias planas, crónicas desangela-das de avatares vitales irrelevantes casisiempre. De ahí la agradabilísima sensa-ción lectora que genera Retrato de unhombre desnudo, obra en la que Juan Cruzrecrea un pasado personal contemplado através de la simbología del mar, patente enlas líneas de la sobrecubierta: «Y entoncesel mar impone su poder de metáfora y de-ja al hombre solo con su dolor y con su me-lancolía». De ahí la afirmación: «escribires tocar el mar cuando se quema».

Todo el contenido de Retrato de unhombre desnudo está velado por un halode nostalgia que tiñe los recuerdos fami-liares, el amor, los amigos y hasta la pro-pia literatura. Tal vez por la concepciónpersonal de Juan Cruz, patente en ‘Los dí-as del mar’, capítulo que abre la obra y que

viene a ser una especie de cosmovisiónpersonal: «Este es el sitio de un sonámbu-lo que ahora vuelve para mezclarlo todo,nunca he sabido vivir en la realidad, y aho-ra tampoco, se mezclan los tiempos, lassensaciones y los recuerdos, y sufro la im-presión de estar viviendo al tiempo variasépocas de mi vida, de las que sobresale laadolescencia». Esta especie de impoten-cia humana y creativa le lleva a confesaral escritor: «soy una sombra desplazándo-se al amanecer desde la cama». La impo-tencia es el elemento que dota a lo narradode un extraño misterio. De un hálito deirrealidad sólo palpable en su constante ypolisémica visión del mar, referencia na-rrativa invariable: «siempre está con lavista puesta en el mar; cuando cierra losojos es porque no puede soportar su clari-dad». De ahí el sentimiento de panteísmopsicológico en fusión con el mar, con ecosdel Juan Ramón de Diario de un poeta re-cién casado...

La autobiografía ya había sido objetivoliterario de Juan Cruz en El territorio de lamemoria (1995), un libro de estampas per-sonales, con visiones fugaces de la infanciay adolescencia. No sería descabellado con-siderar la obra como semilla de Retrato deun hombre desnudo. El mar ya aparecíacomo elemento esencial en la vida del es-critor, adolescente entonces. «El mar es lasuperficie del mar» servía de epígrafe parael apartado en que exponía su visión. Aquelmar ha venido a ser el trasfondo en el quese reflejan de nuevo las vivencias. Pero la

vida pasa y el escritor recupera ahora loque han sido los hitos de su vida: el amor,la literatura, los amigos, el cosmopolitis-mo… Los nombres de mujer reviven mo-mentos de extraña condición afectiva. Losde los amigos tienen como trasfondo casipermanente la literatura: la amistad conManuel Padorno, la de Manuel de Lope, elhomenaje a Manuel Vázquez Montalbán,la visita a Torrente Ballester en Salaman-ca… son referencia de ese mundo culturalen el que Juan Cruz es un maestro. No fal-tan experiencias delicadas que supusierondramas vitales; las drogas, el alcohol, norespetaron mitos que parecían eternos.

El comienzo, de clara condición inti-mista retorna a lo psicológico en final de laobra. «Así que aquí estoy, frente al mar demi adolescencia», confesando… «Todo loque me circunda es lo que se ve primerocuando despiertas al aire, la infancia per-siguiéndote con su nieve almidonada enlas azoteas». Afloran los recuerdos del pa-dre y de la madre, como hitos decisivos enla vida del narrador, a comienzos del sigloXXI. Es un balance del pasado y, sobre to-do, un bello balance del presente. El autorquiere salvarse de tanta nostalgia y, quiénsabe, tal vez de tanto dolor: «Así que hayque buscarse una esperanza para seguirviviendo, un horizonte distinto, una vidacotidiana, algo así como una tercera vidaque supere las vidas anteriores y devuel-va la frescura de los primeros años»...

Nicolás Miñambres

JORDI BALLÓY XAVIER PÉREZ

Yo ya he estado aquí

Traducción de Nuria Pujol

Anagrama, 2005

300 pp. / 19 euros

culturas6 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006LIBROS

Pérdida,crimen ycastigo

Ambientada en Rusia entre los años1890 y 1912, Preciosa es tu boca es unanovela épica que sigue la historia deMiriam, una joven de diecinueve añosdeportada al exilio siberiano tras la re-volución rusa de 1905. En una carta asu hija –a la que tuvo que renunciar alnacer–, Miriam nos retrotrae, con unaevocadora e inquietante mirada, a unapequeña ciudad en Bielorrusia dondetodos, excepto ella misma, conocían elsecreto del pasado de sus padres y elmisterio subyacente al suicidio de sujoven madre. A medida que Miriam na-rra el relato de su conmovedora infan-cia, reconstruye el ritmo de vida de suciudad en los últimos días de la Rusiaimperial, una comunidad judía apresa-da entre las ricas aunque rígidas tradi-ciones del pasado y los aterradores ydesconcertantes modos de actuar deuna sociedad que intenta desespera-damente reinventarse. Es una historiade amor y pérdida, de crimen y casti-go. Preciosa es tu boca retrata la his-toria de una mujer corriente atrapadapor las circunstancias de su época, ymuestra de qué modo pequeñas deci-siones, giros inesperados del destino, yasimismo traiciones, pueden determi-nar una vida individual, incluso en losgrandes momentos de transición en lahistoria.

NANCY RICHLER

Preciosa es tu boca

Traducción: Rhoda HeneldeAbecassis

Tropismos, 2005

376 pp. / 20,50 euros

Cuentosde ajedrez

Demasiado juego para ser serio, y de-masiado serio para ser juego, sin em-bargo no hay duda de que el ajedrez esel rey de los juegos. Y como tal ha ocu-pado su espacio en el arte y, en parti-cular, en la literatura universal. Conuna amplia selección de autores, es és-ta recopilación de cuentos, una mues-tra de cómo la ‘ciencia’ del ajedrez ysus protagonistas, piezas y escaques,jugadores aficcionados y grandesmaestros, se mueven en el tablero li-terario. Además, el lector podrá dis-frutar de una partida comentada queilustrara cada cuento desde su apertu-ra hasta el jaque mate final.

VARIOS AUTORES

Cuentos de ajedrez.Alrededor de un tablero

Selección y comentario de parti-das: David Vivancos

Páginas de Espuma, 2005

288 pp. / 15 euros

N O V E D A D E S

JUAN CRUZ

Retrato de un hombredesnudo

Alfaguara, 2005

318 pp. / 17 euros

Page 7: numero56

Nueva fábulazoológica

Es sobradamente conocida la actividad deRamón Grande del Brío en el mundo de la zo-ología. Colaborador en la actividad científicade naturalistas tan eminentes como Félix Ro-dríguez de la Fuente, José A. Valverde, MiguelDelibes de Castro… Ramón Grande del Bríoconstituye uno de los últimos modelos de en-trega en cuerpo y alma a la tarea de investi-gación del medio natural, de lo cual dan fe susnumerosas obras. Pocos investigadores co-nocen como él de ‘visu’ y, sobre todo, ‘in situ’,los más inesperados espacios naturales o ar-queológicos. Todo ello, además, se comple-menta con su jugosa visión de la ciudad sal-mantina, ninguno de cuyos rincones tiene se-cretos para él. Era esperable por tanto queRamón Grande del Brío ofreciera algún díauna visión sintética, que aunara el mundo delos animales y el de los hombres; lo natural y lohumanístico. Esto se hace palpable en La tre-gua, una fábula zoomórfica plena de mensa-jes. Una alegoría del comportamiento natu-ral de ciertos seres que, a la postre, son para-digma de las complejas reacciones humanas.

Es difícil sintetizar el contenido de la obra,sólo admisible desde su peculiar sentido e in-terpretación de las fábulas clásicas. Los ani-males pretenden un objetivo concreto: «Supropósito iba encaminado, como ya se ha di-cho anteriormente, a despertar, en el Hom-bre, la idea de que algo grave, ecológicamen-te, estaba sucediendo» . Esta noble preten-sión, planteada con recursos claramente an-tropomórficos, se convierte en el germentemático de la obra. Las disensiones que losmás nobles ideales generan en el hombre tie-nen su triste y preciso paralelismo en el delos animales. Los animales del Bosque Pri-migenio y los del Bosque Secundario (unidosen principio por el mismo ideal) irán com-probando que la ambición y la mentira for-man parte de su mundo.

El original contenido de la obra (en la queson patentes los ecos de obras clásicas o la ce-lebérrima Rebelión en la granja) presentaciertas peculiaridades. Cualquier lector delmundo de la naturaleza (y sobre todo el lec-tor conocedor de la obra de Ramón Grandedel Brío) es muy posible que eche de menos,en cuanto al contenido, una información másprecisa del mundo de los animales, en el que elautor es un auténtico experto. Muchos de susconocimientos del medio natural tal vez hu-bieran enriquecido el contexto de los prota-gonistas, aunque tal vez el mensaje ecológicopudiera haber quedado un poco desvaído.Más criticable resulta la realización editorial.No se entiende que una edición, que parecemimada por los coordinadores, presente fal-tas tipográficas tan llamativas como la au-sencia de sangrados en el comienzo de los pá-rrafos. O la arbitraria e injustificada utiliza-ción de las comas. O ciertas llamativas defi-ciencias acentuales, impensables en unaedición moderna. Los lectores de RamónGrande del Brío, disfrutarán con el mensajealegórico que esconden las páginas de La tre-gua, pero lamentarán que un trabajo tan deli-cado y original haya salido a la luz con limi-taciones tipográficas tan llamativas.

Nicolás Miñambres

RAMÓN GRANDEDEL BRIO

La Tregua

Luca de Tena Ediciones, 2005

198 pp.

7LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006

Mis amigos hablanl

a promoción de este libro nos indica que setrata de la única novela que ha escrito (o almenos publicado) el último Premio Nobel

de Literatura, Harold Pinter. Aquí se abren, aun tiempo, las expectativas y los temores. Ex-pectativas porque, como ha quedado demos-trado tras la divulgación de su obra y su mili-tancia ideológica, nos encontramos frente a unidealista íntegro, un tipo sin miedo a mordersela lengua. Y eso, confiemos, debe traslucir dealguna manera entre las líneas de sus escritos.Y temores debidos a que la novela no pareceser su especialidad, y a que, como se nos aclaraen la nota introductoria, Los enanos es unaobra de juventud, revisada con el paso de losaños. El caso es que basta echarle un vistazopara comprobar que los temores se cumplen.La abundancia de diálogos, algunos plantea-dos en secuencias en cascada, veloces y ágiles,convierte a esta novela en una pieza dramática,lista para ser representada sobre un escena-rio. Posiblemente, el resultado de Los enanosanimó a su autor a definir su carrera con unacierto que el que firma esta reseña no está ca-pacitado para calibrar, pero intuye como gozo-so. Sin duda, se trata de un escritor dotado pa-ra el diálogo, como lo demuestra, por ejemplo,su ingenio:

«–Sí –dijo Pete–, pero tienes que pesar esapizca de razón contra el caso en discusión. Y,en pocas palabras, lo encuentro insatisfacto-rio como concepto funcional para este caso enparticular. ¿Tú no? Después de todo, un polvoes un polvo, pero no tiene lugar en el vacío. Elcontexto es concreto.

«–El polvo también».Pero no será el ingenio lo más importante,

sino la evolución de esos personajes, esos ena-nos que Pinter maneja como si se tratara deuna partida de ajedrez, en la que los cuatroamigos (tres varones y una mujer, compañerade uno de ellos), sortean casillas hasta caer enla decadencia de su propia labia, de sus pro-pias trampas. Algo de la condena final a estarsolos se debe a motivos sociales, a las razonesde una ciudad y un país que constituyen el ta-blero de ajedrez sobre el que se mueven en di-versas direcciones, a esas convenciones que

conforman, muy a nuestro pesar, eso que lla-mamos conciencia. Éstas vienen perfecta-mente planteadas por una división en dos par-tes, en la primera de las cuales cada escena seplantea entre dos de ellos, combinando todaslas parejas posibles, y en la segunda en la queintervienen todos en la misma acción. Así, vandesplegando unos diálogos en los que el narra-dor, un narrador que sí existe y que de vez encuando se permite salir de la debacle conver-sacional para rumiar unas reflexiones posmo-dernas, son la herramienta de la que Pinter sesirve para ir explicándose quiénes son esosenanos que él mismo se ha atrevido a crear. Esanecesidad de explicarse la provoca cierta con-fusión, pues frecuentemente el lector puedepensar que en realidad estos cuatro enanos sonel mismo, el mismo personaje con problemasde narcisismo, pretensiones culturales y queno termina de resolver sus problemas con elsexo en tanto que busca trabajo.

En cuanto a las expectativas, cabe señalar eldominio de la situación teatral, perfectamen-te aplicable a los momentos de diálogo de unanovela, de manera que la acción o, para ser másconcretos y refiriéndonos a la novela que esta-mos analizando, la evolución de la situación,progrese en tanto que ellos se embarcan en unbla, bla, bla desenfrenado, veloz y salpicado dejuegos verbales que se pierden en la traducciónpara eludir un aparato de acotaciones de ma-yor volumen que el propio texto. Y ese aparatoestropearía tanto el realismo como el humorcon que está escrita esta novela que denota unaprendizaje en marcha.

Ricardo Martínez Llorca

HAROLD PINTER

Los enanos

Traducción: John Lyons

Destino, 2005

223 pp. / 17,50 euros

Publicitada como la única novelaque ha escrito el último Nobel deLiteratura, Los enanos es una obrade juventud y de aprendizaje quedestaca por el uso del diálogo

Harold Pinter, en una imagen tomada en 1973

Page 8: numero56

oscilantes entre la ciega ve-neración y la búsqueda desensacionalismo, pocas ve-

ces las biografías de artistas con-siguen elaborar un retrato fiel delos personajes públicos a los queintentan diseccionar. A menudo,se limitan a divulgar algunos da-tos hasta entonces desconocidospara el gran público, a loar (o de-nigrar) sus figuras y a elaborar unrecorrido vital y artístico basadoen la acumulación de declaracio-nes de amigos y colegas de profe-sión, muchas veces teñidas decierto tufillo adulador y corpora-tivista. Enrique Urquijo. Adióstristeza, la biografía del que fue-ra líder de Los Secretos y de LosProblemas compuesta por el pe-riodista musical Miguel ÁngelBargueño, incurre en algunos delos vicios típicos del género, abru-mando en ocasiones con informa-ciones y anécdotas innecesarias orepetitivas, pero permite, sin em-bargo, conectar intensamente laturbulenta vida del músico ma-drileño con su obra para así poder

entender mejor ésta. Según el au-tor, «las canciones de Enrique Ur-quijo eran honestas hasta el puntode que en ellas se estaba diseccio-nando su vida». Partiendo de esabase, y entendiendo que la enfer-miza timidez del cantante hacíaque sólo la música le sirviera paracomunicarse y expresar sus sen-timientos, Bargueño elabora unretrato de su trayectoria vital enel que tan importantes son los da-tos objetivos y las opiniones dequienes lo conocieron como las le-tras de sus temas.

La obra destaca por la exce-lente labor documental llevada acabo por el biógrafo, que trabajódurante varios años en la bús-queda de información, lograndoentrevistar a más de cien perso-nas pertenecientes a los círculosfamiliares, afectivos y profesio-nales de Urquijo. A través de susopiniones, recuerdos y datos, aveces contradictorios, se va for-mando la imagen del cantante, re-flejado en el libro como un tipoproblemático y bipolar, incapazde hacer frente a las responsabi-lidades que conllevaba su status,pero dotado al mismo tiempo deuna sensibilidad extrema. De esaespecial forma de ver y sentir elmundo procedía su constantemelancolía, plasmada en unas le-tras que no hacían más que des-cribir a alguien que, a pesar deconseguir casi todo lo que soñó,siempre se consideró infeliz. Nofaltan en ese retrato alusiones alas drogas, importantes en la vi-da del músico hasta el punto determinar con ella de forma dra-mática en noviembre de 1999. Sincaer en retóricas tremendistas ni

morbosas, la biografía habla desu impulsivo consumo de todo ti-po de sustancias en los momen-tos de ansiedad y depresión y dela forma en que sus adiccionesafectaron al desarrollo de susproyectos artísticos.

Además de como texto bio-gráfico, la obra también puedeser leída como retrato de uno delos más longevos grupos surgidosen la España de finales de los se-tenta. El autor cuenta la evolu-

ción de la carrera de Los Secre-tos desde sus inicios, cuando sehacían llamar Tos y su repertoriose limitaba a un par de cancionespropias y varias versiones, hastala consolidada posición de la quegozaban en la escena nacionalcuando se produjo el fallecimien-to de su líder, cuya ecléctica vi-sión musical, deudora de artistastan dispares como Gram Par-sons, Paul Weller o María Dolo-res Pradera, condicionó el sonidode la formación. Especialmenteinteresantes resultan los capítu-los en los que se recuerda el naci-miento de la banda de los herma-nos Urquijo en el efervescenteambiente de los días de la nuevaola, plagados de iniciativas artís-ticas llenas de frescura y ama-teurismo, y, sobre todo, aquel enel que se describen el accidentede tráfico que acabó con la vidadel primer batería del grupo, Ca-nito (el segundo, Pedro A. Díaz,también moriría pocos años des-pués en la carretera), y el home-naje que en forma de concierto ensu memoria se preparó en la Es-cuela de Caminos en febrero de1980. La presencia en él de ban-das como Nacha Pop, Alaska y losPegamoides, Mamá, Mermelada,Paraíso y, por supuesto, Los Se-cretos ha hecho que muchos ha-blen de aquella actuación como elacta fundacional de la movidamadrileña, aquel movimientomusical que nació revolucionadocon frescura y talento el ranciopanorama musical de la época yterminó dejando más mártires delos necesarios por el camino.

Javier Sánchez Zapatero

Muchas partes del cuerpo tie-nen nombres de curioso origen,la mayoría generados a partir demetáforas. Vamos a iniciar hoyun recorrido anatómico-etimoló-gico por ellas. Como mandabanlos antiguos cánones renacentis-tas de la descripción, lo haremosde arriba abajo. Eso sí, contraria-mente a las normas de dichos cá-nones, nosotros vamos a llegarmuy pero que muy abajo.

Comenzamos, no podía ser deotra manera, con la cabeza, tér-mino que procede del latino, deidéntico significado, ‘caput’, pa-sando por el vulgar hispánico ‘ca-pitia’. La cosa no tiene mayor im-portancia etimológicamente ha-blando, pero sí es destacable elgran número de términos de usohabitual a los que, por una co-mún metáfora antropomórfica,les hemos colocado una cabeza.

La tienen el alfiler, los ajos, elpuente, la familia... hasta las es-pinillas. Además, no son pocas laspalabras que están directamenteemparentados con la parte supe-rior de nuestra anatomía. Vea-mos algunas de ellas.

La primera palabra que nossalta del diccionario es el ‘cabil-do’, forma evolucionada de ‘capí-tulo’, conjunto de eclesiásticos‘capitulares’, es decir, ‘cabeza’ deuna catedral o de una organiza-ción religiosa. Por otra parte, elque está al mando de un grupo depersonas, demasiadas veces con-tra la voluntad de quienes son go-bernados, es el ‘caudillo’, formaque nos llega del ‘capitellum’ lati-no, de donde sale también ‘capi-tel’, que es, al fin y al cabo, la ca-beza de la columna. También el‘cabo’ y ‘capitán’ son, de algunaforma, la cabeza de un grupo de

soldados, como cabeza de unacuadrilla es el ‘capataz’.

A imagen de los griegos consus ‘acropolis’, los romanos lla-maban ‘capitolio’ a la cabeza dela ciudad, es decir, al lugar eleva-do en el que se alzaban los edifi-cios de la ‘capital’ (la ciudad ca-beza del imperio, o sea, la más im-portante) desde los que se gober-naba la urbe. A los americanos,evidentemente, les gustó la ideay la trasladaron a Washington.

Es también francamente cu-riosa la etimología de ‘capicúa’,palabra de origen catalán forma-da por la asociación de otras tres:‘cap i cua’, es decir, cabeza y cola.Evidentemente, los números a losque denominamos capicúa (212;

5885 ó 97279, por ejemplo) son losque nos dan la misma cifra leídospor la cabeza (el principio) quepor el final (la cola). Por cierto–las palabras son como las cere-zas: tiras de una y salen un mon-tón enganchadas–, y hablando deotras lenguas españolas, cabezase dice en vasco ‘buru’, de dondeviene la expresión ‘caerse o darsede bruces’, es decir, de cabeza.Más de una vez habremos oído laexpresión Euskadi Buru Batzar,máximo organismo directivo delPartido Nacionalista Vasco, lite-ralmente ‘Consejo Ejecutivo (Ca-beza) del País Vasco’.

No queda todo aquí, porque,dentro incluso del propio cuerpohay más palabras relacionadasetimológicamente con la cabeza,músculos en este caso: ‘bíceps’,‘tríceps’ y ‘cuádriceps’. Ya llega-remos a ellas.

Del cuerpo humano: la cabeza

P A L A B R A R I O ALBERTO BUITRAGO

MIGUEL Á. BARGUEÑO

Enrique Urquijo. Adióstristeza

Ramalama, 2005

380 pp. / 22 euros

De canciones y sueños rotos culturas8 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 8 de enero de 2006LIBROS / PALABRARIO

El periodista MiguelÁngel Bargueñoofrece en la biografíade Enrique Urquijo, elcreador de LosSecretos, un retratovital que se nutretanto de los datosobjetivos como de lasletras de suscanciones.

El ‘capitolio’ era en Roma el lugar

elevado donde se alzaban los edificios

de gobierno, un modelo muy seguido