Nunca Es Tarde Para Tener Una Niñez Feliz (Autoguardado)

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Es un libro sobre las vivencias de un niño, en este capitulo se relata sus primeras navidades.

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Nunca es tarde para tener una niez feliz

Garin Osvaldo Tintaya Quispe

Nunca es tarde para tener una niez feliz

Slo recuerdos vividos y mezcladosDREAMS WORLD Primera Edicin Digital Diciembre, 2006.Cubierta: Dibujo de Los recuerdos de Garin Tintaya (aun pendiente)Diseo: Garin Tintaya

Licencia libre para toda su publicacin, sea parcial o completa, siempre y cuando respetando la exactitud de las frases y palabras.Idioma Castellano, sin traduccin hasta la fecha.

Dreams World es una marca registrada por Garin Tintaya (2000)

La Paz Bolivia

La Paz, donde el aire llega cansado y las nubes hablan con las montaas, frente a frente.

NDICEAgradecimientos...5

Dedicatoria...6Prlogo.....7Navidad....8AGRADECIMIENTOS

Sera un ingrato si no agradezco a mis padres, no por el hecho de haberme dado una niez feliz, sino por un hecho ms trascendente: la vida, agradezco a mis padres por haberme dado la vida y les agradezco tambin por haberme dado la oportunidad de compartirla con mis hermanos, que sin ellos, estas historias, estos recuerdos nunca habran existido.

Eres lindo, tan pequeito

Mi bello y querido hijito

Que ya estas creciendo

As te veo ya, corriendoY sin conocerte siquiera

Ya te quiero vida ma

Corre, corre y juega

Llname de tu alegra.

A mi futuro hijo(a), que sin conocerte ya te quiero y sin tenerte ya te siento.

A todos los nios, como Csar, que va corritiando descalzo y feliz o como Sebastin con la timidez que solo un nio tiene, la de hablar bajito.

Y a todos nosotros que olvidamos cmo es ser nio

Prlogo

Muchas veces hemos escuchado que dentro de cada uno de nosotros, existe un nio interior que alguna vez vivi. Yo me pregunto y cundo fue que muri?

Este libro no tiene la intencin de ser un diario, ni unas memorias, es slo eso, recuerdos, mezclados sin orden aparente para deleite de los lectores Al escribir no busco ni fama, ni fortuna, es ms, slo busco un bien mo, algo que pude haber olvidado y al escribir lo guardar por siempre, mis amigos al conocerme saben de qu hablo, mi memoria poco a poco va cayendo y va desapareciendo, es por eso que escribo, para no olvidar los buenos momentos que pas en mi niez.

Cada uno de nosotros hemos vivido diferentes tipos de niez, muchos en cunas de oro y plata, otros slo con una cobija viejita sobre la cama, pero los ms, entre familias a veces felices, a veces tristes, y las ms, solo familias simple pero es cierto.

As, yo tambin viv en una familia humilde por cierto y con muchas pocas tristes y otras tantas alegres, este libro constituye una forma de ver la vida, escogiendo y recordando lo que vivimos, cada momento alegre que recordamos, por muy pequeo que sea, para nosotros significaba mucho y para un nio mucho es todo en su pequea vida.

Por tanto, si slo recordamos todos aquellos momentos felices, desde los ms pequeos, desde los ms antiguos, desde los ms sencillos y que nos llenaban de esa alegra que caracteriza a un nio, siempre podremos decir que

Nunca es tarde para tener una niez feliz.

Garin Tintaya

La Paz, Jueves 21 de Diciembre de 2006

Navidad

La Navidad es una poca que a todos nos trae una infinidad de recuerdos, con el transcurso de los aos, hemos visto familias felices y familias tristes en estas fechas, sin querer inspirar tu compasin o tu sensibilidad querido(a) lector, te contar algunas navidades mas.

Y comienzo este libro con esta fecha tan linda, no por los regalos, ni la fiesta en s, sino por lo que fuimos nios Como ya te habr mencionado, no quiero debatir sobre el tema mismo de la navidad, sino que en mi niez guardo muy bellos recuerdos de esta fecha

El rbol de navidad

Cuando tena cinco aos o algo ms, vea en la televisin cmo se pasaban las navidades, en casas grandes con muchas luces, y a m siempre me llam la atencin los rboles de navidad, desde los ms pequeos hasta los ms grandes, debieron ser las luces, pues me pregunto y a que nio no le gustan las luces de navidad?, luces que ofrecen un sin fin de sueos, donde uno puede perderse entre tantos soles y pues recuerdo que no tena un rbol de navidad y se me ocurri una idea, la de traer un rbol del bosque, si verdad, para matarse de risa, pero as lo habamos pensado mis hermanos y yo.

El bosquecillo de Pura Pura, llamado as por la zona donde se ubica, a una distancia de una hora a pie de mi casa, con ms de veinte hectreas de puros eucaliptos, ofrece a la vida muchas aventuras.

Das antes de la navidad, una semana antes, un domingo o un sbado, nos reunamos con mis hermanos, bueno mi hermano mayor y yo, mis hermanas an estaban chiquitas, con ms herramientas que algunos desarmadores o destornilladores, nos bamos en busca de nuestra meta, un rbol de navidad.

Pues partimos en nuestra bsqueda de un rbol, tena que ser uno muy parecido a los que vimos todos los das en las calles, en los escaparates, en las tiendas o en la televisin, pareca fcil, as se vea en las pelculas o en programas de TV, simple, buscar un rbol bajito, corto y robusto.

Llegamos al bosque, un lindo lugar para descansar, jugar o simplemente respirar, rodeado de muchos rboles, arbustos y por la poca, tambin de flores de todos los colores.Caminbamos sin saber realmente qu buscbamos, era claro, un rbol, pero qu tipo de rbol?, con nuestros escasos 10 y 7 aos, segn recuerdo todos los rboles se parecen, pero haba una particularidad en los rboles de eucalipto.

Todos los rboles de eucalipto eran inmensos, hablamos de 30 metros o ms, bueno ese no era un problema, sino que todos eran largos, como lo son los eucaliptos, largos, grandes y lamentablemente del todo flacos, tenia en mi mente, un arbolito en miniatura, tal vez por eso me gustan tanto los bonsis, pero as los vea en la televisin, qu poda pensar? un nio de 7 aos, buscando un rbol de navidad?Bueno, comenzamos a caminar hacia el bosque, entrando por la riel del ferrocarril y viendo a mi derecha e izquierda eucaliptos, largos, altos y flacos; seguamos caminando y todo lo mismo, desanimado yo?, para nada, tenia que conseguir mi rbol, si no, no me haba levantado temprano, convencer a mi hermano de que necesitbamos un rbol, tomar una mochila, pedirle a mi pap sin permiso sus herramientas, tomar valor para ir a un bosque que no conoca muy bien, caminado una hora, todo para conseguir mi rbol.

Y bien, cmo piensa un nio de 7 aos? Pues razona mejor de lo que creemos, la solucin era simple, si no haba rboles de eucalipto, cortos, pequeos y robustos, entonces haba que buscar otro rbol.

Era un bosque y los bosques tienen muchos rboles, pero pareca que slo haba eucaliptos, por mucho que buscamos con mi hermano, no encontramos otro tipo de rboles; a lo lejos haba unos lindos pinos, igualitos a los arbolitos de navidad, pero grandes, inmensos, con muchas ramas, donde un nio poda perderse con la mirada y me perda de tanto verlos, entonces debamos buscar ms.

En finUn nio se cansa rpido cuando no obtiene lo que quiere, as que comprend que no tendra mi rbol como lo haba querido, pero no todo estaba perdido.

Volvimos por otro camino, para as por lo menos pasear un poco, tomando piedras, tirndolas mal humorado, sin mi rbol, pero eso s, lo haba intentado, entre tanto mi hermano aburrido por haber perdido su tiempo, pero no me importaba ya que estaba en mi mundo, entre tire y tire de piedras, me llam mi hermano y me grit, mostrndome un rbol pequeo, era slo un arbusto de alguna planta, pero a mis ojos, un rbol, pequeito, ahora calculo de unos 40 centmetros, pero para m era grande, no tanto como el que haba soado, pero grande al fin y adems qu importaba?, si ya tena mi rbol.

Pues manos a la obra, tenamos que cortar el rbol, tarea ms difcil, porque un destornillador slo sirve para destornillar y para cortar nada, haba pensado traer los cuchillos de mi mam, pero sabiamente ella los dejaba fuera del alcance de un nio de 7 aos.

Pues ni modo, en vez de cortarlo, me propuse a desenterrarlo, para as, por lo menos, dejarle un poco de races para que viva un tiempo.

Lo desenterramos y me lo llev a casa, orgulloso de tener mi rbol, me dirig rpido, casi corriendo y sin tener la menor idea de dnde ponerlo, en fin eso no importaba si tena mi rbol.

Llegue a casa, tena que ponerlo en una maceta que no haba, ponerle tierra que no tena y al final adornarlo con adornos que no tena.

Inventarse una maceta no era problema, tomar una lata de alguna conserva que ya no serva y la tierra sacarla poco a poco de las macetas, pero los adornos, eso s que era un problema.

Haba visto en la televisin, en un programa para nios de cmo hacan adornos con cajitas de fsforo como regalos o papanoeles con cscaras vacas de huevos.

Nunca fui muy paciente con las manos?* adems surgan y se presentaban problemas siempre, primero no haban suficientes cajas de fsforos vacas, pero para un nio los problemas son juegos y pues tena que tener cajitas de fsforos, tom todas las cajas que haba, llenas o vacas y las separ todas, a un lado las llenas y al otro las vacas, necesitaba mas cajitas vacas, entonces tuve la brillante idea de que si vaciaba todos los fsforos y los volva a introducir en las cajas, llenndolas con la mayor cantidad de fsforos posibles, para que as por lo menos, pueda reunir algunas cajitas ms.

No siempre las ideas de un nio van de acuerdo a la realidad, en mi vida de ingeniero aprend, que debe economizarse reduciendo al mximo los materiales de un producto pero sin sacrificar su calidad, tal concepto suena algo difcil de entender, para un nio de 7 aos significa, que por muchos fsforos que le pusiera a una cajita, no poda meterles mas de 40, cantidad de fsforos que al principio cada cajita tena, entonces, por mucho esfuerzo que haca, no poda tener cajas vacas. Serio problemaPara un nio de 7 aos, una mam es la mujer ms inteligente del mundo y yo lo pensaba as, porque resolvi mi problema de una manera sencilla, an no recuerdo que me dijo, pero supongo que fue algo as, Si queras cajitas de fsforo debas habrmelas pedido. Tom las cajitas de fsforo, vaci unas dos en una bolsita y me dio las cajitas vacas, simple como eso y yo asombrado de cmo no haba pensado eso.

Feliz con mis cajitas, comenc a jugar con ellas, era lgico, un nio pierde rpidamente el hilo de lo que se propone y ese tambin era mi caso, jugaba armando robots, casas, total armando todo, hasta que me acord el para qu quera las cajitas.

Bueno ya tena las cajas, necesitaba los huevos y tambin la lgica de un nio es pensar en la solucin ms fcil, as que pens que mi mam tambin me podra ayudar, le ped cscaras de huevos vacas, completas, claro estaba, me pregunto Y para qu quieres cscaras de huevos?, pues le respond, Para hacer papanoeles, pens que se reira, pero no fue as, me dijo que maana me las daba, supongo que la curiosidad le ganaba ms que a m.

Con la ayuda de mis hermanas preparamos los papanoeles, era fcil, un poco de algodn, una tela roja para el gorro, unos marcadores gruesos para los ojos, y pegamento para pegarlo todo.

Fcil s se tiene todos los materiales; la tela roja no la tenamos, as que era mejor usar un papel pintado de rojo, el algodn era para heridas y as se tena que quedar, para heridas, entonces no lo podamos usar, por tanto, usamos telitas blancas deshilachadas que aparentaban algodn y los marcadores gruesos tampoco los tenamos, as que dibujamos los ojos y la nariz en papel para pegarlas a la carita del papanoel, pues hasta ah todo estaba bien, slo faltaba el pegamento y no haba por ningn lado tan slo un poco, mis botes de pegamento los haba perdido, al igual que los de mis hermanas, tan cerca y sin el toque final.

No recuerdo quin fue si mi pap o mi mam quien me mand a comprar pegamento y fui corriendo; al volver armamos todo, 5 papanoeles, debo admitir que el primero no sali tan bien como deba y el segundo menos, pero el tercero, el cuarto y el quinto eran bonitos, no como los de la tele, pero que importaba, si eran nuestros.

Faltaban los regalos, cajitas de fsforo forradas con papel de regalo, mi madre compr ya con anticipacin una hoja del papel de regalo, con motivos navideos de acuerdo a la poca, cortamos los pedacitos necesarios, las cajitas las forramos, en especial mi hermano, que siempre le peda que me forrara mis cuadernos porque lo hacia muy bien, mis hermanas hicieron unos moos de papel, lo pusimos a los papanoeles, luego unos hilitos, al igual que a los regalitos para colgarlos en nuestro arbolito, sobr papel para forrar la maseta, y listo tenamos nuestro rbol.

Pero faltaba lo ms importante, un rbol de navidad sin una estrella es slo eso, un rbol y una estrella sin brillo no tiene sentido, as que necesitbamos una estrella de Beln, mi hermano lo haba pensado, l consigui no se de donde, una caja vaca de cigarrillos, donde en su interior llevaba un pequeo papel estaado, mi hermano saba hacer estrellas, no se donde aprendi pero le salan muy bien.

As que hizo una estrella de cuatro puntas, no de 5 pero que importaba si era una estrella, y al fin tenamos un rbol de navidad.

Aunque sin luces, era un lindo rbol, lo miraba y miraba, cambiando de lugar los adornos, pensando que se vea mejor de un lado o del otro, pero saba que estaban bien colocados, un rbol sencillo lo s, pero era nuestro rbol.

Pasaron los aos, ya no bamos en busca de un rbol, ahora buscbamos un arbusto y era mejor si ya estaba muerto o seco, porque era ms fcil sacarlo al volver del bosquecillo, compraba ya el papel de regalo con mis ahorros, no ms de 50 ctvs. de boliviano, para un nio una fortuna, ya tenia reunidas las cajas de fsforo y las cscaras de huevo semanas antes y manos a la obra, se repeta la misma historia, pero cada ao, hacamos nuevos regalos, nuevas estrellas, mi madre compr adornos nuevos y as el rbol iba creciendo.

Un da mi madre trajo un rbol pequeo de plstico, igualito a los grandes, pero media slo unos 25 centmetros, pero era perfecto, lo ocult para que no lo viramos, pero ocultarle algo a un nio es difcil, lo encontramos con mis hermanas en menos de una semana, como lo haba ocultado, supimos que era una sorpresa.

En navidad nos dio el regalo, un rbol, con luces, aunque siempre estaban encendidas eran luces al fin, ese ao ya no fuimos en busca de un rbol, adornamos el arbolito como pudimos, pero ahora con adornos comprados, con esas tiras de papel brilloso, con luces, dejando de lado los papanoeles, y las cajitas de fsforo, las cajas de papel que incluso ya hacamos, pero siempre todo lo nuevo a un nio le llama la atencin, y as sucedi con nosotros.

Y as el rbol iba creciendo cada ao, con nuevos regalos y los antiguos an los usbamos, hasta que estaba muy cargado, a la final decidimos comprar otro rbol ms grande y regalos ms grandes que actualmente tenemos, el rbol pequeo fue dejado de lado y termin perdindose.Pero en ltimas siempre recordar ese da, en el cual yo busqu mi propio rbol.

Para concluir esta historia, no quiero decir que los nios que se hacen sus rboles son ms felices, slo escribo mis recuerdos, aqu aprend que uno valora ms lo que hace que lo que compra, nunca podr compararse el trabajo de un nio en hacer su regalo de aquel que slo tarda unos minutos en comprar uno.

Pero as como yo tuve ese grato recuerdo, muchos nios tambin lo tienen armando sus rboles grandes y con muchas luces, al final slo son dos nios que son felices.

Los regalos de navidad

En mi vida de niez tuve muchos regalos, los grandes, los pequeos y los mos.

Recuerdo una vez, cuando en mi familia pasaba algo raro ya que la navidad como que se haba perdido, no exista ese espritu navideo, recuerdo muy bien esa navidad, porque yo estaba ilusionado con un coche a control remoto, pues estaban de moda en la televisin, tenia que tenerlo y mi hermano quera un coche de esos monsters con ruedas grandes y lo quera a traccin, es decir, aquellos coches que cuando lo haces caminar hacia atrs, guardan energa en un mecanismo que luego de soltarlos, corren solos.

Ambos queramos juguetes de ese tipo. S recuerdo muy bien esa navidad, una semana antes, a mi pap le dije que si poda comprarme ese coche de la tele, y siempre me deca que era muy caro. As un da, exactamente una semana antes, lo s porque contaba los das, le insist tanto a mi pap, que me dio 10 bolivianos, en esa poca algo as como 4 dlares.

Con esos 10 bolivianos me fui con mi hermano a comprar nuestros juguetes, la verdad no saba cunto costaba lo que quera, pero para m 10 bolivianos era mucho dinero, digamos que nunca lo haba tenido, mi hermano se encarg de llevar el dinero, como era el mayor a l le di el dinero, as que nos fuimos de compras.

El Sper, era un gran mercado en la calle y digo era, porque ahora ya no existe, se qued reducido a unas dos cuadras, all slo se vende ropa; anteriormente abarcaba muchas cuadras, los puestos de venta estaban en tarimas o mesas donde exponan sus productos, ropa y juguetes en su mayora.

Caminando con mi hermano al lado, nos dirigimos al Sper para comprar mi regalo y por supuesto tambin el de l. Poco a poco llegamos y comenzamos a ver qu juguetes haba, deb tener unos 11 aos ya, porque recuerdo que antes ya haba ido al Sper varias veces, recorrimos todos los puestos buscando un coche a control remoto, no lo encontr, hasta que vi ese coche rojo.

Un hermoso coche rojo, totalmente a control remoto y al preguntar su precio sent caer, no saba por qu era tan caro, era slo un coche y me desanim por completo porque no me alcanzaba el dinero, recuerdo que estaba muy triste y pues con mi hermano nos fuimos a buscar otra cosa, otro juguete, vimos unos dinkis, as se llamaban unos autos pequeitos, cada uno costaba dos bolivianos as que nos alcanzaba para 5 autitos, pero yo quera mi coche a control remoto.

Mi hermano vio su coche 4 x 4, un monster de ruedas grandes, era una miniatura s, pero era a traccin como el quera, entraba en una palma de la mano, costaba 2.5 bolivianos y pues lo compramos, yo estaba triste no haba conseguido lo que quera.

Al irnos, vi un camin que me gustaba, era uno azul lindo, grande, ms grande que el de mi hermano, pregunt cunto costaba, su valor eran 7 bolivianos y para sorpresa ma era a control remoto, no lo poda creer, un juguete de 7 Bs a control remoto, pero claro todo tiene trampa y este tambin la tiene, este camin no era del todo a control remoto, es decir, tena un pequeo cable que una el mando de control con el coche, una vagonetita azul con sus llantas inflables, cuando se las inflaban parecan el 4 x 4 de mi hermano, pero mucho ms grande, hasta la caja era linda.

Pero al final que importaba si era a control remoto.

Compramos el coche, ya tenamos nuestros juguetes, estbamos felices, volvimos a casa, compramos con los 50 ctvs. que nos restaba un par de pilas, bateras para mi coche porque las necesitaba , cuando llegamos, lo primero que hice fue ir donde mi pap y ensearle lo que me haba comprado.

Ahora pienso que mi padre no me debi de creer que lo haba hecho, que me haba comprado mi juguete; esa tarde jugu con mi coche y con mi hermano hasta muy entrada la noche, cada uno pona sus trampas para atascar al otro coche, y cranme o no, mi hermano ganaba, me pona cada trampa que siempre quedaba atascado, mis trampas no le hacan nada a su coche, pero las de l, dejaba al mo fuera de servicio y me deca, que tanto poder, incluso con pilas o bateras, un motor elctrico, era 4 x 4 y aun as, siempre se atascaba. Ni atrs ni adelante que eran las nicas posibilidades, pero eso s, siempre me diverta.

As pasaron muchas navidades con muchos recuerdos, recuerdo una en particular, una muy antigua, donde para m era una navidad perfecta, no recuerdo cuntos aos tena, pero seguramente debieron ser unos 5 o 6 aos.

Haba llovido mucho durante toda la noche, ya era navidad, pero todo estaba mojado, incluso haba granizado y por la maana todo estaba blanco, en la mente de un nio que siempre trata de racionar las fantasas con las verdades, para m el granizo no era otra cosa que nieve.

Casi nunca nieva en La Paz, pero ese da, estaba inusualmente muy feliz, porque haba nevado toda la noche, por la maana, ya despierto, slo se me ocurra salir al patio a jugar en tanta nieve, dura y fra, pero nieve al fin.

Como era ya navidad, mis paps nos dieron nuestros regalos, recuerdo muy bien esa navidad por dos hechos muy bien marcados en mi vida, mis regalos y la nieve, a m me toc una bolsa de soldaditos de plstico y a mi hermano le dieron un tablero de ajedrez con piezas de plstico imantadas, un tablero pequeo pero lindo, nunca olvidar cun feliz estaba ese da, no por el tamao del regalo, sino por la cantidad y estaba muy alegre porque vea en los comerciales de televisin, juegos como los play mbil, unos juguetes con personitas que se movan y formaban ciudades, para m esos soldaditos de plstico siempre significaron mis play mobil.

Al recibir tan bello regalo lo primero que hice fue abrirlo claro est y jugar con el, hacer mis ciudades, con cajas, con todo lo que haba a mi alcance, con los cochecitos, los soldaditos y siempre buscando las diferencias, si slo haba uno de un tipo, ese deba ser el jefe y as suceda, haba uno slo que era un granadero, un slo tipo de soldadito y por su puesto el tena que ser el jefe.

Nunca olvidar ese juguete, porque signific muchas horas de juegos y felicidad en mi mundo, pero como todo nio, yo perda mis juguetes, recuerdo que mi mam pis uno de mis soldaditos y se rompi su base y como ya no poda pararse, tena que estar siempre en la enfermera, ese da llor como slo un nio sabe hacerlo y as se comienza primero con uno y luego siguen otros.

De esa primera coleccin de soldaditos, lamentablemente no me queda ninguno, pero an guardo en una cajita todos los soldaditos que me compr despus con mis ahorros, siempre que poda me compraba una bolsa de soldaditos, as traa algo diferente, un nuevo tipo de soldadito, un nuevo tipo de coche, o un nuevo tipo de avin o lancha.

Si, en verdad es el mejor recuerdo que guardo de un juguete que haya tenido, una simple bolsa de soldaditos, era todo un mundo, hasta la etiqueta me gustaba, con las imgenes a colores de soldados y coches de guerra.

Aos ms tarde mi pap, en una navidad que me llev con l al mercado, me dijo que me eligiera mi regalo, eso nunca haba sucedido porque siempre reciba un regalo de ellos, ese da, escog sin pensarlo una bolsa grande y muy grande de soldados, con un tanque enorme, dos pequeos, un avin de guerra, y otros, an guardo los tanques y muchos soldaditos de esa bolsa.

Pero ya era grande, no recuerdo exactamente cundo un nio pasa de serlo a ser preadolescente, en mi caso creo que fue a los 11 o 12 aos, para m era extrao; que si antes jugaba en el piso de mi cuarto, con los soldaditos, con cajas, autos, armaba toda una ciudad con montaas, que slo era ropa desparramada en el piso, con tneles, valles y hasta plantitas, jugaba horas y horas, un da me di cuenta que ya no hacia eso y que no me daban ganas ya de hacerlo, ese da comprend que ya dejaba de ser nio.

En verdad les digo, que ese da, una parte de m muri, es por eso que escribo estas lneas, para recordarme que la vida de un nio puede ser la mejor etapa de la vida de una persona, y yo no quiero olvidar esa etapa.

Cada navidad reciba un regalo, era la nica poca en que tena juguetes, pero muchas veces no los necesitaba, si siempre me inventaba nuevos juegos o nuevos juguetes, con cajas, cartones, o cosas simples.

Recuerdo que recib, un ao, una pistola de plstico roja, con su cinturn inclusive y con 6 balas de plstico, se las poda cargar en su tambor y con un resorte se podan recargar nuevamente. A mi hermano le regalaron un juguete similar, slo que la de l era ms real, una pistola plateada con cachas blancas y fulminantes como proyectiles, era difcil conseguir esos fulminantes, adems de caros, pero vala la pena jugar con l y nuestras pistolas a los vaqueros.

Otra navidad recib un auto transformer, estaban de moda por la serie de televisin de dibujos animados los transformes y yo tena el mo, aunque no era igual que el de la tele, por lo menos era mo. Un auto plomo lo recuerdo muy bien, pequeo y se transformaba en un robot, ese mismo ao, recib un juguete muy grande, con mi hermano tuve que compartirlo, una pista de coche carreras con dos autos uno rojo y otro azul, era muy difcil hacerlo funcionar, porque requera muchas pilas y de las grandes, cada uno con sus mandos, siempre jugbamos a las carreras.

Fueron lindos das esos, ms que por lo juguetes, por los juegos y yo tenia muchos juegos.

As transcurrieron las navidades, cada ao, con nuevos juguetes y nuevos juegos.

De todos mis recuerdos de navidad, el que ms valoro y guardo en mi corazn es el de mi rbol de navidad, porque por una vez en mi vida, haba comprendido que si quera las cosas, tenia que hacerlas yo mismo y ese rbol fue la prueba de ello.

La cena de navidad

Cada ao, era una costumbre salir a pasear por el centro de La Paz, visitar las galeras, ISMAR era el centro de compras de todos.

El centro de La Paz, llamado El Prado era el centro de todos, me gustaban las luces que adornaban a todos los rboles de El Prado, me agradaban todos esos adornos, las luces, uno que otro papanoel en un carruaje o simplemente caminar junto a mis hermanos.

Recuerdo un ao en especial, que fuimos toda mi familia a pasear visitando las tiendas, ms que para comprar slo era para ver, porque haba comprendido que muchas cosas no se podan comprar.

Esa navidad en especial, salimos todos bien arregladitos, los cuatro ms mis paps nos fuimos a pasear por todas las galeras, a m me gustaba como adornaban cada tienda, con sus enormes rboles, con sus muchas luces, adornos, juegos y la cantidad de juguetes que haban en un slo lugar. Es verdad que el sueo de cada nio es tener una juguetera slo para l, en mi caso ese sueo se reduca a visitar una tienda y ver los muchos juguetes, en s yo no me senta triste por lo que no poda comprar, ni celoso, ni enojado, simplemente me senta feliz al ver tantos juguetes, supongo que un nio se adeca a su entorno y yo acept ese hecho, de slo ver

Esa navidad, en especial mi hermana menor Luz Mery, quera comprarse algo, ella siempre fue algo caprichosa, buscaba las muecas ms grandes, las que tenan ms funciones, como caminar, gatear, llorar o hacer alguna gracia.

Entramos a una tienda y pues mi hermana quera comprarse algo, fuera lo que fuera, quera algo de la tienda y se puso a llorar, supongo que debi ser un berrinche o que en verdad deseaba algo, y qu se hace en ese caso? simple, es navidad y si quiere algo, a la nia se le da algo y compraron un juguete pequeo, un muequito, no se dnde estar ahora, pero lo recuerdo muy bien, era un oso cariosito enteramente de plstico, comprado en una tienda grande y con un corazn rosa en su pancita, con unos bellos rulos en la cabeza. As era el cariosito, se lo dieron a mi hermana y se puso muy feliz con su juguete nuevo.

Es increble como un pequeo juguete, no caro, no grande, slo un juguete puede hacer tan feliz a un nio.

Pero, se preguntarn qu tiene que ver las visitas a tiendas, con la cena de navidad? pues simple.

Despus de cada paseo, nos dirigamos a nuestra casa, comprando un panetn La Francesa, que en ese entonces era casi el nico que vendan, nos dirigamos con ese panetn a nuestra casa.

A m me gustaban los paseos, pero como un nio pequeo siempre terminaba cansado, creo que salamos a las 6 de la tarde y volvamos a nuestra casa a eso de las 10 de la noche.

Al llegar no tenamos una cena propiamente dicha de navidad y an no la tenemos, simplemente porque creo que no la necesitamos, para m una cena de navidad era compartir una taza de chocolate con leche y un rico panetn.

Luego de llegar a casa, jugar con nuestros juguetes y en especial esa navidad que mi hermana tena a su cariosito, mi mam preparaba la olla a hervir echndole un poco de chocolate y leche, batiendo siempre para que no rebalse, luego tomaba unos platos, los llevaba a la mesa, cortaba el panetn en 6 para cada uno de nosotros y como buena mam, en partes iguales, tomaba un plato, llevaba la olla a la mesa y nos serva a cada uno una taza de chocolate ms un trozo de panetn.

No se imaginan con qu gusto saboreaba el panetn y as pasbamos la cena de navidad.

Luego de ver alguna pelcula en la TV y enseguida de terminar nuestra taza de chocolate, ms que habamos caminado mucho, simplemente nos dormamos, incluso mi hermanita menor se dorma en la mesa an agarrando su cuchara y sin terminar su panetn o su chocolate. Mi pap la cargaba as dormida, a su cama y nos dormamos todos, pues ya era tarde para nosotros, que acostumbrados a dormir a las 8 de la noche, ya tenamos que estar en nuestras camas.

Y como sobraba siempre panetn y chocolate, a la maana siguiente, el da de navidad como desayuno tenamos otra vez panetn en la mesa.

Ese da mi mam cocinaba algo rico y pasbamos todo el da jugando con nuestros juguetes y juegos nuevos.

De todas las navidades siempre recuerdo a todos en la mesa, comiendo un panetn, no fue hasta cuando ya estaba mayor, que la cena de navidad era ms que eso, tomar una taza de chocolate, pero a un nio de mi edad, qu le importaba lo dems? si la cena era un chocolate y an ahora slo me gusta tener de cena de navidad un chocolate, porque me recuerda esos tiempos, esas visitas, esos paseos.

Pasaron los aos y como siempre, los nios olvidan que fueron nios, no se cundo fue que sucedi eso en m, que fue hace un ao que ya mis padres no queran ir de paseo pero al final fuimos con mis cuatro hermanos, al ao siguiente mi hermano mayor tampoco quera ir y as poco a poco se fue muriendo esa tradicin de pasear, pero an a m me gusta ver las tiendas, ver cada juguetera y trato de recordar esos tiempos, en los que un nio era feliz con slo ver

De todas esas navidades y paseos, nunca olvidar el da en que mi hermana llor de emocin por un juguete y la suerte de tener dos paps que tuvieron con qu comprrselo.Y de todas las navidades nunca olvidar los panetones y los chocolates, que ahora para m son una de las seales de la navidad, un simple chocolate con leche y un panetn.

As pasaron mis navidades, para m una de las mejores pocas del ao supongo, porque me trae bellos recuerdos, es verdad que para muchos es la fiesta del consumismo, pero en mi vida por lo menos ese consumismo no existi, creo que para m la navidad ms que por los regalos, los juguetes, los adornos, significaba la remembranza de la unin entre mi familia, algo que en un nio es muy valioso.

La navidad una poca que para este nio simbolizaba amor, unin, el compartir emociones y sentimientos con sus seres queridos

Y quise comenzar con esta fecha, porque es la que ms recuerdo, la que ms aoro y la que ms deseo vivir, igual o mejor que la que viv con mi familia y qu ms grato que celebrar junto a las personas que quiero.Nunca es tarde para tener una niez feliz

Constituye el primer libro conocido y publicado del autor hasta la fecha.

El Autor

Garin Osvaldo Tintaya Quispe, naci en la ciudad de La Paz, un 4 de junio de 1978, escribi este libro a la edad de 28 aos, nacido de familia humilde, cuyos padres, Olegario Tintaya y Luisa Quispe educaron en la medida que pudieron, comparti su vida con tres hermanos, Elmer mayor que l por dos aos, Luz Mery y Luz Gladys sus hermanas menores en uno y tres aos respectivamente.

Realiz todos sus estudios en la ciudad de La Paz, sus primeros pasos los dio en el kindergarten fiscal Pedro Smetser, knder actualmente en funcionamiento, pero como el autor lo indica, muy cambiado, los estudios de primaria y secundaria los realiz en el Colegio Franciscano Fray Bernardino de Crdenas, habiendo servido por un ao en el servicio militar obligatorio, para luego concluir sus estudios en la Universidad Mayor de San Andrs, terminado la carrera de Ingeniera Industrial a la edad de 25 aos y titulndose a los 28 aos, edad en la que escribi este libro.

Durante los aos que ha vivido y an vive al terminarse este libro de publicar, vivi bajo factores de tica y compromiso hacia el bien comn, pocas veces comprendido, siempre deca: lo nico que nos sobra en esta vida, es el tiempo, fue as viviendo, tratando de cumplir esa premisa, aficionado a las artes como la pintura, el teatro, la danza y en especial la msica, una de sus tres cosas favoritas, as llamaba a toda expresin de arte, escribi varios poemas y pint en especial bonsis, pinturas que se encuentran distribuidas entre sus amigos.

As vivi y vive en algn lugar de este mundo, buscando respuestas a todas las preguntas que solo l pudo plantearse.